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SINTESIS SOBRE LA LECTURA ESTANISLAO ZULETA (1982)

MARIA ANGELICA GUTIERREZ PASCUAS

INTRODUCCION AL PROYECTO DE GRADO FABIAN LEONARDO QUINCHE MARTIN

FUNDACIÓN UNIVERSITARIA LOS LIBERTADORES. FACULTAD DE CIENCIAS ECONÓMICAS, ADMINISTRATIVAS Y CONTABLES. CONTADURÍA PÚBLICA. BOGOTÁ D.C. 2019-2

SINTESIS “SOBRE LA LECTURA” ESTANISLAO ZULETA (1982) Para abarcar el problema de la lectura, Estanislao toma a NIETZCHE y algunas de sus obras, para profundizar y llegar a la raíz de este, dando de igual manera muchas razones, conclusiones y soluciones de cómo podremos tomar la lectura como habito en nuestra vida cotidiana. A partir de este problema planteado, NIETZCHE, busca provocar el arte de esta desde su estilo, dar paso a la interpretación de un contenido encontrando la relación armónica y despojando la escritura de un criterio predeterminado. Para ser un buen lector se debe dejar atrás el afán que hoy en día vivimos, ósea dejar atrás al “hombre moderno” que se ha creado a raíz de la continua globalización y de tener el espíritu del lector que esta enlazado primero en la capacidad de admiración que implica tener inmensos ideales y dedicación, segundo la capacidad de oposición que critica, se opone y se rebela, y tercero la capacidad de creación que al contrario a la anterior, este no se opone, es olvido e inocencia, por ende el espíritu es la mezcla de las estas tres capacidades. Para esto, es necesaria una lectura lenta, dedicada, sin afán y con una fuerte capacidad de interpretar; NIETZCHE, da a la lectura un carácter de trabajo y no una simple actividad ordinaria. La lectura genera entre nosotros y el escritor un código común y un mensaje mediante el cual logramos descifrar lo que este nos quiso decir mediante su propio lenguaje. Además, es un trabajo, en la medida en que cada lectura tiene un código diferente y la cuestión es hallarlo como un lenguaje interno y determinar el valor que el texto le da a los términos en diferencia a otros textos, es decir, al leer el texto produce su propio código y es la interpretación a una creación que no tiene un valor predeterminado para sus términos, ahí radica lo importante de la teoría de la lectura. Si no logramos descifrarlo no podremos entender lo que el escritor dio como mensaje y es como hablar dos idiomas diferentes. Cuando se lee se debe hacer con entusiasmo, no porque toca, no porque es un deber o una imposición, sino que es necesario tomar el ritmo y el estilo del autor. No hay que pensar que se tiene el código común de antemano, ni buscarlo en un maestro, no existen elementos ni prerrequisitos para leer, no hay reglas ni hay que hacer un curso para saber leer. Hay que aprender a pensar, tener poder de interpretación, posición activa, una discusión del texto y alejarse del conocimiento dado, para empezar a leer, solo se necesita aprender a leer. No hay autores fáciles, hay lectores fáciles que buscan ligereza en los textos y creen que están comprendiendo el mensaje aunque en realidad esto no sea cierto,

el texto se entiende en su desarrollo y para entenderlo hay que dejarse llevar, trastornar, perturbar, sorprender, hay que habitar ligeramente dentro de él. Pero no se puede pretender encontrar siempre con exactitud lo que quiso decir el autor, ya que este no es dueño absoluto del sentido de lo que escribe. La escritura es una actividad más compleja que el dialogo, debido a que su receptor es virtual y no siempre lee en el mismo contexto, su interpretación está sujeta a sus capacidades y a sus expectativas. La escritura no tiene un receptor controlable, es un desalojo del autor, y su sentido es múltiple, polifacético, esquivo, e indeterminado. La lectura no es un método de enseñanza en el cual se pueda brindar a un mal lector un conocimiento que no posee. De lo anterior, se puede inferir que no se puede interpretar ni entender algo que de por si no sabemos, la lectura nos ofrece muchos mundos pero son conocimientos ya adquiridos procedentes de nuestras propias vivencias, sin embargo para leer hay que estar abiertos a nuevas experiencias y expectativas grandiosas, imaginarios complementarios a nuestro saber. Una buena lectura debe estar enfocada en un “problema” o un asunto nuestro de interés afanoso, que nos obligue a formular una pregunta que se pueda resolver con la lectura y a la vez ser un arriesgado aventurero dispuesto a dejarse transformar por el texto, dejarse afectar en su ser mismo o para ser más específicos y directos, “leer a la luz de un problema es, pues, leer en un campo de batalla, en el campo abierto por una escritura, por una investigación” (Estanislao Zuleta, 1982, p. 13). La lectura se debe asumir como un riesgo, no da paso para sistemas rígidos de “haga esto primero y luego lo otro”, el rigor hace que la lectura sea poco agradable y que se convierta en una actividad posesiva, que constituye su principal problema, tratar de encontrar un orden ir de lo simple a lo complejo. Para una buena lectura es necesario plantear una búsqueda, una incógnita que nos lleve de lo consiente a lo inconsciente, a lo imaginario a lo efectivamente valido. Encontrar un territorio de búsqueda es escribir pero escribir algo con sentido, no hacer una transcripción, consientes de un problema como guía de pensamiento y de lectura, desde una escritura se puede leer y cuando se lee con sentido no se olvida y se incorpora lo que se ha leído a nuestro ser.

BIBLIOGRAFIA 

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