SIGNOS VITALES

1) SIGNOS VITALES Se denominan signos vitales, las señales o reacciones que presenta un ser humano con vida que revelan

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SIGNOS VITALES Se denominan signos vitales, las señales o reacciones que presenta un ser humano con vida que revelan las funciones básicas del organismo. Los Signos Vitales son: Respiración Pulso Reflejo Pupilar Temperatura

PRENSIÓN ARTERIAL Al prestar primeros auxilios es importante valorar el funcionamiento del organismo y detectar las alteraciones que son frecuentes en caso de accidentes; para ello es necesario controlar la respiración y el pulso. La determinación de la Temperatura y Prensión Arterial se realiza a nivel institucional debido a que casi nunca poseemos los equipos para la medición de estos dos signos vitales. En primeros auxilios su utilización es limitada. El control de la respiración y el pulso, además de ser necesario para determinar los cambios que se presenten como consecuencia del accidente, orientan al personal de salud para iniciar el tratamiento definitivo. RESPIRACIÓN Es el intercambio gaseoso entre el organismo y la atmósfera. La respiración consta de dos fases: la inspiración y la espiración. Durante la inspiración se introduce el oxígeno a los pulmones proveniente de la atmósfera y en la espiración se elimina bióxido de carbono. En la respiración además de los órganos del aparato respiratorio, intervienen la contracción de los músculos del tórax y los movimientos de las costillas. Por eso en caso de lesiones a este nivel, es indispensable el control de este signo vital. CIFRAS NORMALES DE LA RESPIRACIÓN Hay factores que hacen variar el número de respiraciones, entre ellas: El ejercicio; la actividad muscular produce un aumento temporal de la frecuencia respiratoria. El sexo; en la mujer la respiración tiende a ser más rápida que en el hombre. La hemorragia; aumenta la respiración. La edad; a medida que se desarrolla la persona la frecuencia respiratoria tiende a disminuir. Las cifras normales son: Niños de meses: 30 a 40 respiraciones por minuto Niños hasta seis años: 26 a 30 respiraciones por minuto Adultos: 16 a 20 respiraciones por minuto Ancianos: menos de 16 respiraciones por minuto PROCEDIMIENTO PARA CONTROLAR LA RESPIRACIÓN Para controlar la respiración, usted como auxiliador, debe contar los movimientos respiratorios, tomando la inspiración y la espiración como una sola respiración. Coloque el lesionado en posición cómoda (acostada) en caso de vomito con la cabeza hacia un lado. Afloje las prendas de vestir. Inicie el control de la respiración observando el tórax y El abdomen, de preferencia después de haber tomado el pulso, para que el lesiona No se dé cuenta y evitar así que cambie el ritmo de la respiración. Cuente las respiraciones por minuto utilizando un reloj con segundero. Anote la cifra para verificar los cambios y da Estos datos cuando lleve el lesionado al centro asistencial. PULSO Es la expansión rítmica de una arteria, producida por el paso de la sangre bombeada por el corazón. El pulso se controla para determinar el funcionamiento del corazón. El pulso sufre modificaciones cuando el volumen de sangre bombeada por el corazón disminuye o cuando hay cambios en la elasticidad de las arterias; tomar el pulso es un método rápido y sencillo para valorar el estado de un lesionado. CIFRAS NORMALES DEL PULSO El pulso normal varía de acuerdo a diferentes factores; siendo el más importante la edad. NIÑOS DE MESES: 130 A 140 Pulsaciones por minuto NIÑOS: 80 A 100 Pulsaciones por minuto ADULTOS: 72 A 80 Pulsaciones por minuto ANCIANOS: 60 O menos pulsaciones por minuto

SITIOS PARA TOMAR EL PULSO El pulso se puede tomar en cualquier arteria superficial que pueda comprimirse contra un hueso. Los sitios donde se puede tomar el pulso son: En la sien (temporal) En el cuello (carotídeo) Parte interna del brazo (humeral) En la muñeca (radial) Parte interna del pliegue del codo (cubital) En la ingle (femoral) En el dorso del pie (pedio) En la tetilla izquierda de bebes (pulso apical) En primeros auxilios en los sitios que se toma con mayor frecuencia es el radial y el carotídeo. RECOMENDACIONES PARA TOMAR EL PULSO Palpe la arteria con sus dedos índice, medio y anular. No palpe con su dedo pulgar, porque el pulso de este dedo es más perceptible y confunde el suyo. No ejerza presión excesiva, porque no se percibe adecuadamente. Controle el pulso en un minuto en un reloj de segundero. Registre las cifras para verificar los cambios. MANERA DE TOMAR EL PULSO CAROTÍDEO En primeros auxilios se toma este pulso porque es el de más fácil localización y Por ser el que pulsa con más intensidad. La arteria carotídea se encuentra en el cuello a lado y lado de la tráquea para localizarlo haga lo siguiente: Localice la manzana de Adán Deslice sus dedos hacia el lado de la tráquea Presione ligeramente para sentir el pulso Cuente el pulso por minuto. MANERA DE TOMAR EL PULSO RADIAL Este pulso es de mayor acceso, pero a veces en caso de accidente se hace imperceptible. Palpe la arteria radial, que está localizada en la muñeca, inmediatamente arriba en la base del dedo pulgar. Coloque sus dedos (índice, medio y anular) haciendo ligera presión sobre la arteria. Cuente el pulso en un minuto. MANERA DE TOMAR EL PULSO APICAL Se denomina así el pulso que se toma directamente en la punta del corazón. Este tipo de pulso se toma en niños pequeños (bebés). Coloque sus dedos sobre la tetilla izquierda. Presione ligeramente para sentir el pulso. Cuente el pulso en un minuto. REFLEJO PUPILAR Normalmente las pupilas se contraen al estímulo de la luz. Si ambas pupilas están más grandes de lo normal (dilatadas), la lesión o enfermedad puede indicar shock, hemorragia severa, agotamiento por calor, o drogas tales como cocaína o anfetaminas. Si ambas pupilas están más pequeñas de lo normal (contraídas), la causa puede ser una insolación o el uso de drogas tales como narcóticos. Si la Pupilas no son de igual tamaño, sospeche de una herida en la cabeza o una parálisis. MANERA DE TOMAR EL REFLEJO PUPILAR Si posee una linterna pequeña, alumbre con el haz de luz el ojo y observe como la pupila se contrae. Si no posee el elemento productor de luz, abra intempestivamente el párpado superior y observe la misma reacción. Si no hay contracción de una o de ninguna de las dos pupilas, sospeche daño neurológico grave. TEMPERATURA CORPORAL La temperatura normal del cuerpo de una persona varía dependiendo de su sexo, su actividad reciente, el consumo de alimentos y líquidos, la hora del día y, en las mujeres, de la fase del ciclo menstrual en la que se encuentren. La temperatura Corporal normal, de acuerdo con la Asociación Médica Americana (American Medical Asociación), puede oscilar entre 97,8° F (o Fahrenheit, equivalentes a 36,5°C, o Celsius) y 99°F (37,2°C). La temperatura corporal se puede tomar de las siguientes maneras: ¿Qué es la fiebre? La fiebre (también llamada pirexia) se define como una temperatura del cuerpo mayor que la normal en una determinada persona. Generalmente indica que existe algún proceso anormal en el cuerpo. La gravedad de una condición no se refleja necesario

amente en el grado de fiebre. Por ejemplo, la gripa puede causar fiebre de 104° F (40° C), mientras que una persona con neumonía puede tener una fiebre muy baja o no tener fiebre. Consulte con su médico para aclarar cualquier pregunta sobre si su fiebre es o no importante. ORAL: La temperatura se puede tomar en la boca utilizando el termómetro clásico o los termómetros digitales más modernos que usan una sonda electrónica para medir la temperatura. RECTAL: Las temperaturas que se toman en el recto (utilizando un termómetro de vidrio o digital) tienden a ser de 0,5 a 0,7° F más altas que si se toman en la boca. AXILAR: La temperatura se puede tomar debajo del brazo utilizando un termómetro de vidrio o digital. Las temperaturas que se toman en esta zona suelen ser de 0,3 a 0,4°F más bajas que las que se toman en la boca. EL OÍDO: Un termómetro especial puede medir rápidamente la temperatura del tímpano, que refleja la temperatura central del cuerpo (la temperatura de los órganos internos). La temperatura del cuerpo puede ser anormal debido a la fiebre (temperatura alta) O a la hipotermia (temperatura baja). De acuerdo con la Asociación Médica Americana, se considera que hay fiebre cuando la temperatura corporal es mayor de 98,6° F (37° C) en la boca o de 99,8° F (37,6 ° C) en el recto. La hipotermia se define como una disminución de la temperatura corporal por debajo de los 95° F (35° C). 2) QUÉ SON LOS PRIMEROS AUXILIOS Qué son los primeros auxilios, son procedimientos terapéuticos que podemos aplicar a las víctimas de accidentes o enfermedad repentina, mientras llega la ayuda especializada. Están destinadas a conservar la vida del paciente, no agravar o mejorar el estado sanitario del mismo. Definimos como primeros auxilios a las técnicas terapéuticas no profesionales urgentes aplicadas a una víctima de accidente o enfermedad repentina, en tanto llega el tratamiento especializado. Estas medidas tienen como objeto la atención primaria del enfermo o herido, para evitar su agravamiento, hasta el momento en que pueda ser atendido por un médico. No es suficiente tener buena voluntad para ayudar en estos casos, es necesario poseer nociones elementales de las técnicas médicas, para actuar con rapidez y eficacia en la atención del herido o enfermo. Las técnicas a aplicar son diferentes en cada caso, dependiendo de las necesidades de la víctima. Es necesario saber qué hacer y qué no. PARA QUÉ SON LOS PRIMEROS AUXILIOS El objetivo de los primeros auxilios es: Conservar la vida. Evitar complicaciones, tanto físicas como psicológicas. Ayudar en la recuperación de la víctima. Asegurar el traslado de las víctimas a un centro de asistencia. CÓMO ACTUAR EN CASO DE QUE SE REQUIERAN PRIMEROS AUXILIOS: Ante un caso de accidente o enfermedad repentina, hay una serie de pasos que deben seguirse para una correcta asistencia a la víctima: • Es preferible no hacer nada cuando no se tiene conocimiento de los procedimientos de primeros auxilios. El desconocimiento puede llevar a tomar acciones que agraven la situación. • Conservar siempre la calma, actuar rápida y tranquilamente, para no perturbar al lesionado. • Nunca deje sola a una víctima. Solicite ayuda y el transporte necesarios. • Realice una inspección en busca de heridas o lesiones que no haya visto en primera instancia. • A menos que sea necesario, es preferible dejar a la víctima en la misma posición. • Si es necesario, proporcionar respiración artificial a la víctima. • En caso de hemorragias graves, intentar detenerlas comprimiendo la herida con vendajes o torniquetes, según el caso. Hay ciertas acciones que nunca deben tomarse en caso de accidentes o enfermedades repentinas: • No tocar las heridas con materiales sin esterilizar. Tampoco deben soplarse. • No hay que lavar heridas profundas o fracturas expuestas. Simplemente se las cubrirá con apósitos estériles. • Las heridas se limpian hacia afuera, nunca hacia adentro. • No colocar algodón directamente sobre las heridas o quemaduras. • No aplicar tela adhesiva directamente sobre heridas o quemaduras. • Los vendajes no deben colocarse ni demasiado ajustados ni demasiado flojos. • No dar de comer o beber a una víctima.

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QUIEN ES EL PRIMER AUXILIADOR La primera persona que llegue al sitio de la emergencia 4) TIPOS DE HERIDAS A continuación describimos los tipos de heridas que pueden afectar nuestro cuerpo: Abiertas: Separación de los tejidos blandos Mayor posibilidad de infección Cerradas: No se observa separación de los tejidos blandos Generan hematoma (hemorragia debajo de la piel) o hemorragias en viseras o cavidades. Producidas por golpes generalmente Requieren atención rápida porque pueden comprometer la función de un órgano o la circulación sanguínea. Simples: Afectan únicamente la piel, no alcanzan a comprometer órganos Raspones, arañazos, cortes Complicadas: Extensas y profundas con abundante hemorragia. Lesiones en músculos, nervios, tendones, órganos internos, vasos sanguíneos y puede o no existir perforación visceral. CLASIFICACIÓN DE LOS DIFERENTES TIPOS DE HERIDAS A continuación puedes aprender la clasificación de los diferentes tipos de heridas. Existen diversas clasificaciones de acuerdo a sus características, en primer lugar te presentamos la clasificación de acuerdo a la causa que las produjo: PUNZANTES: Causadas por objetos puntiagudos (clavos, agujas, anzuelos, etc.). Dolor, hemorragia escasa, orificio de entrada no muy notorio, profundidad, puede presentar perforación de de vísceras y hemorragia interna, peligro inminente de infección. Se considera la más peligrosa de todas. CORTANTES: Por objetos afilados (vidrios, cuchillos, latas, etc.). Presenta una herida con bordes limpios y lineales, de hemorragia escasa, moderada o abundante Puede afectar músculos, tendones y nervios. PUNZOCORTANTES: Por objetos puntiagudos y filosos (puñales, tijeras, cuchillos, hueso fracturado, etc.). Combina los dos tipos de heridas anteriores. ABRASIONES: Raspones, causadas por fricción o rozamiento de la piel con superficies duras. La capa más superficial de la piel (epidermis) es la que se ve afectada. Frecuentemente se infectan, pero se curan rápidamente. LACERACIONES: Lesiones producidas por objetos de bordes dentados, generan desgarros del tejido y los bordes de las heridas se presentan irregulares. AVULSIVAS: Lesión con desgarra, separa y destruye el tejido, suele presentar una hemorragia abundante. AMPUTACIÓN: Pérdida de un fragmento o una extremidad CONTUSAS: Son producidas por la resistencia que ejerce el hueso ante un golpe (de puño, piedras, palos, etc.), produciéndose la lesión de los tejidos blandos. Hematoma y dolor son las causas más comunes de estos tipos de heridas. MAGULLADURAS: Heridas cerradas generadas por golpes. Se divisan como una mancha de color morado. APLASTAMIENTO: Pueden generar fracturas, hemorragias externas e internas abundantes, y lesión de órganos. 5)

TIPOS DE CURACION

Las heridas deben ser protegidas de la contaminación exterior así como de los traumatismos, lo cual se logra cubriéndolas con un apósito. Este está constituido por una capa de algodón cubierta por tela de gasa por ambas caras, lo cual evita la adherencia del algodón a los tejidos. En las heridas limpias es usual retirar el apósito a las 24 h de la operación dejando la herida sin cubrir siendo fácil observar la formación de hematomas o los signos inflamatorios del inicio de una infección. Otro sistema de proteger la herida quirúrgica consiste en cubrirla con una capa de sustancia plástica, que comenzó con el colodión y ha llegado a los modernos apósitos plásticos en la herida de forma spray que luego se solidifica. En la fórmula de estos plásticos, casi siempre hay un antiséptico o antibiótico. La atención o curación de las heridas es diferente, según se trate de heridas limpias, heridas infectadas, heridas próximas a exteriorizaciones (colostomía e ileostomías) fístulas intestinales y heridas con drenajes. Para realizar la curación de una herida es necesario cumplir los siguientes pasos. Descubrir la herida. Si la herida está cubierta con un apósito, debe retirarse este. Si este está fijado a la piel con esparadrapo se separarán los extremos de la piel, y luego se tirará de estos en dirección de la herida, paralelamente a la piel. Inmediatamente debe procederse a limpiar los remanentes del pegamento de óxido de zinc, lo que se logra con éter o cloroformo, hasta que la piel quede limpia y tersa. Si el apósito está adherido a la herida, debe ablandarse esta adherencia mojando con suero o agua oxigenada antes de tratar de retirarlo. Limpiar la piel. Esta limpieza debe realizarse con una solución antiséptica como el hibitane hidroalcóholico o acuoso, el timerosal o alcohol de 70°. Puede aplicarse primero éter para arrastrar la grasa y posteriormente el

antiséptico. Debe limpiarse la piel hasta varios centímetros por fuera de los límites de la herida y luego debe secarse. Limpiar la herida. En las heridas cerradas y limpias, puede limpiarse con alcohol, suero fisiológico o antisépticos, y posteriormente secar está o no limpiar. En las heridas sépticas o con drenajes se mantienen con apósitos para evitar la diseminación de las secreciones cambiándose diariamente y retirándose cuando cese la secreción o se retire el drenaje. En las heridas próximas a colostomías o ileostomías hay que extremar los cuidados de aislamientos con apósitos o gasas para evitar la contaminación que es frecuente en estos casos. La salida de líquidos y heces fecales de las ileostomías y colostomías producen irritación de la piel siendo necesarios usar sustancias aislantes o cremas protectoras para evitar lesiones. Si fuese necesario cambios frecuentes de apósitos, si no hay reacción al esparadrapo, puede dejarse la parte de este adherida a la piel y fijar el nuevo esparadrapo sobre esta porción; si se presenta reacción al esparadrapo pueden usarse bandas de gasa o escueto para mantener el apósito. En las heridas abiertas o segregarte, deben lavarse con arrastre de una solución de suero fisiológico o antiséptico como el hibitane acuoso, solución Dakin u otros. Este lavado arrastra los detritus y gérmenes que se encuentran en la herida. En las heridas parcialmente abiertas o con secreciones acumuladas profundamente, estas sustancias pueden aplicarse instilándolas con una jeringuilla o pera de acepto entre los bordes de esta y colocar luego un drenaje de hule. Aplicar los medicamentos. Después de secar la herida y en los casos que así lo requieran, deben aplicarse los medicamentos apropiados. Estos pueden ser: antisépticos, antibióticos, sustancias o ungüentos cicatrizantes u otros. Cubrir la herida. En los casos en que no se cubre la herida, con el paso anterior termina la curación. En los casos de heridas abiertas, segregarte, con drenajes o cuando se aplican ungüentos, es necesario cubrirlas con un apósito. Se coloca este sobre la herida y luego se fija con vendaje o esparadrapo. Para que el esparadrapo se fije mejor y no lesione la piel, en la zona donde se va a colocar el mismo, puede aplicarse una solución de Benjuí. Las curas secas se realizan para estimular la cicatrización en una herida limpia. Se realizan aplicando alcohol de 70 a 90° a la herida y cubriéndola con un apósito. Las llamadas curas húmedas hoy prácticamente están abolidas. Consisten en irrigar la herida con soluciones de hipoclorito, permanganato o agua oxigenada, yodo povidona e hibitane. Se utilizan en ciertos casos especiales y deben suprimirse tan pronto se haya logrado la reducción de las secreciones y la sepsis, y haya mejorado la vitalidad de los tejidos, lo cual se comprueba por la recuperación de la turgencia normal, granulación abundante rojiza y firme, buena coloración y aspecto de los tejidos. Esta curación se efectúa una o dos veces al día de acuerdo con la intensidad de la secreción existente. Hay ocasiones que es necesario ejercer cierta presión sobre la herida para lograr la hemostasia o suprimir espacios muertos. En estos casos es útil colocar sobre la herida otro apósito doblado, algodón o estopa de mecánica estéril, sobre los cuales se coloca el vendaje haciendo presión, la cual se trasmite uniformemente a toda la herida a través de acúmulo de estopa o algodón. Cuando la cura compresiva va a ser colocada en un miembro, debe cuidarse de no dificultar la circulación, para lo cual se comprobarán los pulsos distales después de aplicado el vendaje. Cuando se cubre una superficie cruenta al apósito se adherirá a ella a menos que se tomen medidas para impedirlo, cubriendo dicha superficie con gasa embebida en vaselina simple o mezclada con otras sustancias tales como antibióticos, antisépticos o cicatrizantes, con lo cual se logra este objetivo. Si la herida resuma sangre, líquido seroso o pus, el apósito se saturará rápidamente por lo que debe usarse de buen grosor y cambiarlo frecuentemente. Si en la herida se ha dejado un drenaje, el apósito debe ser colocado sin hacer presión para no entorpecer la salida de las secreciones. Debe fijarse a la extremidad del drenaje un imperdible o anudarla a la piel mediante un punto de sutura. Si la secreción es muy abundante o muy fluida, es preferible canalizarla hacia un frasco mediante un tramo de goma con el auxilio de aspiración. Se debe resaltar que las curaciones se deben efectuar en locales adecuados (cuarto de curaciones), lavado de las manos, uso de guantes y con instrumental estéril, manteniéndose las normas y procederes de las condiciones de asepsia y antisepsia.

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TIPOS DE VENDAJES Venda es una porción de cualquier material de tela o gasa que se utiliza para fijar una curación sobre una herida, así como para envolver o sostener una parte del cuerpo. Una vez que la venda se coloca en su posición, recibe el nombre de vendaje. El material más usado para las vendas es la gasa. Es resistente, fresca, suave y porosa. Existen vendas elásticas, con cierto contenido de goma, que se utilizan generalmente para vendajes de articulaciones, para vendajes compresivos y para las várices. La venda más comúnmente usada es la venda de gasa enrollada y cortada en anchos de medidas diversas, siendo las más frecuentes de 2,5;, 5; 7,5 y 10 cm y de unos 10 m de longitud. Este tipo de venda sirve para vendar cualquier parte del cuerpo. Un vendaje debe ser colocado de modo que ejerza una presión moderada, sin dificultar la circulación, pero manteniéndose firme sin aflojarse y presentando un buen aspecto en su terminación. Actualmente se utiliza un vendaje formado por una malla elástica que se adapta a la forma de la superficie corporal, y es muy útil en sitios de difícil vendaje, como son los hombros, mamas, codos y otros. Puede realizarse un vendaje con un pañuelo de lienzo triangular, pero su uso es más común en los casos de traumatismos y en los primeros auxilios. También existen otros tipos de vendajes especiales, tales como el «vendaje en T», denominado así a causa de su forma. Está hecho por lo general con dos tiras de lienzo colocadas formando esta letra, y se utiliza para sostener apósitos en los órganos genitales y el periné. Vendaje circular: Se realiza envolviendo un segmento en forma de anillo. Se utiliza para sostener un apósito en una región cilíndrica del cuerpo, como el brazo, cuello, muñeca. Se aplican varias vueltas y se fija. Se puede hacer con inversos. Vendaje espiral: Se aplica en regiones del cuerpo que son casi cilíndrica, como dedos, brazos, antebrazo y tronco. Se comienza con 2 ó 3 vueltas circulares y luego las vueltas ascienden en espiral, de tal manera que cada vuelta cubra parte de la vuelta anterior. Llegado al extremo opuesto, se fija, o se retrocede hacia el extremo inicial haciendo otra capa sobre la primera, hasta darle solidez al vendaje. Vendaje espiral con inversos: Se utiliza en segmentos cónicos, generalmente de las extremidades, como antebrazo, la pierna o el muslo. Se realiza como un vendaje espiral, pero en cada vuelta, mientras se sujeta el borde superior de la venda con el pulgar izquierdo, la mano derecha, que tiene el rollo, gira 180° haciendo que el borde superior de la venda se convierta en inferior, y la cara posterior se convierta en anterior