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SERIE ICE PLANET BARBARIANS 07 RUBY DIXON BARBARIAN’S TOUCH

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Índice

Argumento ........................................................................................................................ 3 Capítulo 1 ......................................................................................................................... 4 Capítulo 2 ......................................................................................................................... 9 Capítulo 3 ....................................................................................................................... 16 Capítulo 4 ....................................................................................................................... 25 Capítulo 5 ....................................................................................................................... 30 Capítulo 6 ....................................................................................................................... 40 Capítulo 7 ....................................................................................................................... 48 Capítulo 8 ....................................................................................................................... 56 Capítulo 9 ....................................................................................................................... 63 Capítulo 10 ..................................................................................................................... 72 Capítulo 11 ..................................................................................................................... 82 Capítulo 12 ..................................................................................................................... 91 Capítulo 13 ................................................................................................................... 102 Capítulo 14 ................................................................................................................... 109 Capítulo 15 ................................................................................................................... 118 Capítulo 16 ................................................................................................................... 124 Capítulo 17 ................................................................................................................... 136 Capítulo 18 ................................................................................................................... 146 Capítulo 19 ................................................................................................................... 152 Capítulo 20 ................................................................................................................... 163 Capítulo 21 ................................................................................................................... 175 Nota de la Autora .......................................................................................................... 178 The People of Ice Planet Barbarians .............................................................................. 180

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Argumento Cuando despierto en el planeta de hielo, tengo miedo de todo: este lugar es frío, silencioso, y los del lugar se parecen más a demonios azules que a extraterrestres. para empeorar las cosas, uno de los extraños decide que voy a ser su novia y me separa de mi hermana. estoy total y completamente sola. ¿qué puede hacer una chica? Bueno, esta chica se escapa. Por supuesto, eso significa que paso de la sartén al fuego, y mi situación se vuelve aún más peligrosa. justo cuando ya no tengo esperanza, aparece un nuevo héroe. claro, es azul, con cuernos y tiene cola. también es feroz, protector, me hace ronronear... y piensa que soy perfecta. ¿Pero lo que tenemos es real o sólo un instinto de apareamiento? ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 1 ROKAN Yo soy el único que no está de mal humor cuando nos acercamos a la extraña cueva que traía nuevas humanas a nuestro mundo. Raahosh y Haeden caminan delante, hoscos y desagradables por el largo viaje. Desean estar en casa con sus compañeras, acurrucados junto al fuego y compartiendo pieles. Mi hermano Aehako camina detrás de ellos, con su brazo alrededor de su compañera, Kira. Echan de menos a su kit y tampoco quieren estar aquí, pero Kira se siente obligada. Cerca de mí, Hassen, Taushen y Bek discuten sobre las hembras humanas por las que estamos viajando para recuperarlas. Bek y Hassen están convencidos de que las hembras les mirarán y resonarán, como Vektal hizo con Shorshie. Sus bruscas réplicas han hecho infeliz a Taushen; si ambos consiguen una compañera, ¿habrá una para él? No le gustan las probabilidades. ¿Yo? Camino en silencio, escuchando sus conversaciones con diversión. El día es frío pero agradable, y estamos sanos, así que no tengo ninguna queja. Mi hermano está aquí si me siento solo y necesito compañía, pero no es así. Mi hermano menor Sessah está en casa con mi padre y mi madre. No tengo a ningún colega esperándome. Estoy contento. Pero mi humor es ligero porque mi cuerpo tararea con anticipación. Algo grande se acerca. No creo que sea resonancia, pero mi extraña sensación de "saber" me hormiguea en la piel. La siento cuando una gran tormenta está entrando, o cuando alguien en la tribu está en peligro. La compañera de mi hermano, Kira, lo llama in-thu-shion. Las humanas tienen muchas palabras, y no entiendo la mayoría de ellas. Para mí, sólo se trata de saber. Como si pudiera mirar a Bek y saber que no encontrará pareja aquí. Ni aquí ni ahora. El momento no es el adecuado. Sé tanto en mi corazón como en mi cabeza que hay algo que cambia la vida en esa extraña cueva humana. De qué se trata, no lo sé. Pero estoy ansioso por verlo. Sin embargo, no se lo digo a nadie. Bek sigue luchando por encontrar su orgullo después de que Claire dejara sus pieles por Ereven. Ha sido un largo viaje hasta aquí, y será un largo viaje de vuelta a casa. Se hará mucho más largo el tiempo si está lleno de ira todo el rato. Observo a los demás mientras discuten para ver si tengo un sentimiento similar hacia ellos, pero no hay nada. Me encojo de hombros. No siempre funciona. “¿Qué hay de ti, Rokan?” Pregunta Taushen, despertándome de mi ensueño. “¿Qué color de compañera te gustaría? ¿Roja como Har-loh o marrón como Tee-fah-nee? ¿O amarilla como Leezh?” Me encogí de hombros. “Si hay una pareja para mí, no me importa de qué color sea” Las humanas tienen muchos rasgos extraños, pero cuando veo a Aehako mirando la cara plana y lisa de Kira con adoración, sé que no importa. Puede tener tres narices que como le resuene, las apreciaré las tres. Página 4 de 183

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Hassen hace un siseante sonido de irritación. “¿Por qué te molestas en preguntarle, Taushen? Se niega a jugar este juego. No le importa si se aparea. Eso significa que las hembras son para nosotros los que nos preocupamos” “Así no es como funciona y tú lo sabes”, añado, divertido por la posesividad de Hassen. “Pregúntale a Haeden”. Haeden sencillamente bufa, pero su respuesta no tiene nada que ver con la ira. Echa mucho de menos a su compañera. Aumento el ritmo de mis pasos, alejándome de los demás. Si quieren discutir y arruinar el día, lo harán sin mí. Saco mi arco y le pongo una flecha, escudriñando el cielo. Raahosh y Leezh me han estado dando lecciones y ahora soy tan bueno con este arma como con mi lanza, si no mejor. Me dará más influencia contra las garras del cielo si aparece una. Hay muchas en la zona, lo que es preocupante, especialmente para Aehako. Somos lo suficientemente grandes para ser ignorados, pero la pareja de mi hermano es lo suficientemente pequeña como para ser atrapada. Mantiene una cuerda atada a la cintura, uniéndolos en caso de ataque, y Kira camina en el centro de nuestro grupo. Hasta ahora las garras del cielo han evitado nuestra comitiva, pero nunca está de más estar atentos. Tengo buenas razones para ser cauteloso. Un dvisti a medio comer se esparce por el paisaje, la sangre salpicando las blancas colinas. Las garras del cielo encontraron un rebaño aquí recientemente y destrozaron sus presas. Son comedores sucios, y frunzo el ceño cuando pasamos por otro cadáver con el vientre arrancado y no se come mucho más. El cuerpo de la criatura está congelado, la sangre formando carámbanos en la caja torácica, pero todo lo que puedo pensar es cuánta carne se ha desperdiciado. Mi tribu haría uso de todo el animal, hasta los huesos y las pezuñas. En la cima siguiente hay un cadáver de Metlak, recién muerto. El hedor de su sucio pelaje hace que Taushen se lamente. Un viaje tranquilo, precisamente, no es. Pero es necesario. Al menos dos humanas han sido encontradas entre los restos de una de las extrañas cuevas que Kira y su gente juran que vuelan a través de las estrellas. Duermen, sin saber que están en nuestro mundo, y Kira está decidida a rescatarlas. Como la tribu todavía tiene varios machos no apareados - yo mismo incluido en esos números - la idea de tener hembras más aptas para aparearse es emocionante. A veces no puedo entender cuánto ha cambiado nuestra tribu en un puñado de estaciones. Antes, había cuatro hembras y tres kits. Ahora hay dieciséis hembras y las cuevas están repletas de kits recién nacidos. No he resonado, pero esto no me sorprende. Conozco a cada hembra humana y aunque eran lo suficientemente atractivas a su manera humana, no desencadenaron mi sensación de conocimiento. Ahora, todas están apareadas, así que no importa. Tal vez nunca me aparearé. “Ahí”, dice Raahosh, haciendo una pausa. Hace un gesto a lo lejos. “La nave está abajo, en el valle. Veo la llama roja, como dijiste, Haeden” Haeden asiente, mirando en la misma dirección. Me muevo hacia ellos y miro hacia abajo, echando mi primera mirada a la cueva voladora. Recuerdo en la que llegaron Shorshie y las demás humanas, con su extraña forma cuadrada y sus extrañas paredes de piedra negra. Página 5 de 183

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Ésta tiene una forma similar, aunque la boca de la cueva se parece más a una mochila que se ha abierto para derramar su contenido. Cerca de la entrada, una extraña 'llama' roja parpadea y luego se vuelve negra. Un instante más tarde, parpadea de nuevo la luz brillante. Extraño. A su alrededor, la nieve se ha derretido y un semicírculo de cadáveres de garras del cielo la rodean. “¿Eso es fuego?” Pregunto, viendo cómo se apaga y regresa de nuevo. “¿Cómo sigue ardiendo después de tanto tiempo?” “Es una luz como las de la Cueva de los Antiguos”, explica Haeden. “Es...” Una garra del cielo grita sobre nosotros, la sombra de las alas cayendo sobre nosotros. Apunto mi arco mientras Aehako grita y se lanza para cubrir a su compañera. Entrecierro los ojos, apunto mi flecha, y luego la muevo instintivamente por delante del objetivo y la dejo volar. Un momento después, se conecta en el punto exacto que mi conocimiento me dice que será, y se hunde profundamente en el intestino de la criatura. La sangre salpica la nieve como la lluvia, pero la criatura no regresa a nosotros. Más bien, aletea con más fuerza, continuando hacia el valle, en dirección a la llama que parpadea de nuevo a la vida. Mientras preparo otra flecha, Raahosh hace un sonido de incredulidad. Mi mirada vuelve a la cueva, y mientras miro, la garra del cielo se precipita. Sus fauces se abren y un momento después, hay un terrible crujido que atraviesa el valle mientras se estrella contra la luz y luego se desploma, las alas se extienden hacia el suelo, apilándose encima de las otras. “Se acaba de romper el cuello”, dice Haeden en voz baja, y se frota la garganta, mirando hacia el valle. Baje mi flecha lentamente. “¿Es eso lo que está matando a las garras del cielo? ¿No les gusta la llama?” Raahosh resopla. “Necesitamos uno de esos fuegos frente a nuestra cueva” Haeden le da una mirada hosca. “¿Qué, y atraer a cada garra del cielo de este lado de las montañas hacia nosotros?” Los dos intercambian miradas irritadas y luego Raahosh da un pisotón a lo largo del sendero, en dirección al valle. Le sigo de cerca. Este lugar es extraño. He cazado aquí antes, pero nunca lo había sentido tan extraño y poco acogedor como ahora. Incluso las montañas parecen inquietas con el nuevo paisaje. “Tomemos a las hembras y dejemos este lugar”, dice Haeden, agarrando su lanza y avanzando. “Cuanto antes las recuperemos, antes nos iremos a casa” Miro a mi hermano. Aehako ha ayudado a su compañera cubierta de nieve a ponerse de pie. Ella asiente mientras Taushen se acerca y ofrece una mano. “Estoy bien. Vámonos de una vez. Haeden tiene razón, cuanto antes terminemos aquí, antes estaremos en casa”. Tienen razón. Cuanto antes nos vayamos de aquí, mejor. No necesito mi "saber" para decirme eso. Incluso sin la amenaza de las garras del cielo y la extraña cueva alienígena, esto está en lo profundo del territorio metlak, y no les gustan los sa-khui.

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Bajamos por el valle, esquivando los cadáveres de las garras del cielo, y entramos en la cueva. Es una habitación grande y oscura, tan grande como la enorme cueva central de la Casa Tribal. El suelo está cubierto de un fino brillo de nieve que se derrite al pisarlo, pero no hay huellas ni animales muertos. Quedan rastros de los días que Haeden y su compañera Jo-see pasaron aquí, y comenzamos un incendio en el pozo abandonado, porque Kira está temblando. Sin embargo, las discusiones no cesan ahora que hemos llegado. Taushen y Bek hacen fuego, peleando todo el tiempo. Hassen vigila la entrada, mirando a Kira mientras se sienta junto al fuego para calentarse. Raahosh y Haeden trabajan en barrer la cueva y yo trabajo en cortar el cadáver congelado de la bestia de colcha que he llevado colgado de mi cinturón durante la mañana, gracias a una flecha afortunada cerca del amanecer. Será una comida caliente para Kira, que no puede manejar el frío tan bien como nosotros los sa-khui. Kira y las nuevas humanas, me recuerdo. Miro a Hassen, que tiene los brazos cruzados sobre el pecho, frunciendo el ceño. La impaciencia vibra a través de su cuerpo y no hace falta mi "saber" para ver que pronto va a explotar. Corto trozos de carne tierna de la piel y los dejo caer en la bolsa colgante para guisar. La tensión llena la cueva, rota sólo por el parloteo de los pequeños dientes humanos cuadrados de Kira. Cerca de allí, Bek aviva el fuego mientras Aehako sacude las pieles, liberándolas del hielo. Dejo caer el último trozo de carne en la bolsa de estofado y abro mi piel para beber, añadiendo agua y un poco de las especias favoritas de mi madre Sevvah. Lo revuelvo con un hueso largo del muslo y luego lo dejo caer en el caldo para darle sabor. “¿Y bien?” Hassen explota. Levanto la vista mientras se aleja de la entrada, con la lanza olvidada. Está vibrando de frustración. “¡Estamos aquí! ¡Liberad a las hembras! ¿Dónde están?” Aehako se puso en pie de un salto, un gruñido en la cara siempre sonriente de mi hermano. “Deja que mi compañera se descongele los dedos antes de exigirle...” “Está bien” dijo Kira con su suave voz, interrumpiendo así antes que la conversación se tornase desagradable. Ella sopló sobre sus dedos para calentarlos y luego se puso en pie, con una sonrisa apenas visible en su rostro. “Todos estáis inquietos. Lo pillo” Aehako gruñó. “Siéntate al fuego…” Ella negó con la cabeza. “Puedo hacerlo”. Ignorando las protestas de su compañero, ella le da palmaditas en el brazo y luego se dirige a la parte de atrás de la extraña cueva, con la mirada fija en la pared. “Es sólo encontrar el botón de apertura” “¿El qué?” Hassen se adelanta, y Aehako se interpone entre él y Kira, con una mirada fulminante. Me pongo en pie; si elegimos un bando, por supuesto que elegiré a mi hermano. Raahosh también se pone al lado de Aehako, lo que pone de manifiesto la impaciencia de Hassen. Haeden se dirige a la entrada, recogiendo el puesto de guardia que Hassen ha abandonado. Miro justo cuando Kira toca la extraña y burbujeante pared de la cueva. Un momento después, un ruido sibilante corta el aire y el vapor llena el aire. Haeden duda, y Aehako se vuelve hacia su compañera, corriendo a su lado. Página 7 de 183

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Algo pálido y de tamaño humano cae de la pared y en los brazos de Kira. Es una hembra, de extremidades color nieve y una melena de pelo oscuro y húmedo que se aferra a su suave piel como las vides. Su ropa finísima es húmeda y se pega a su cuerpo, delineando senos altos y una cintura curvada. Un gemido se me escapa antes de que me dé cuenta. No me di cuenta de que la hembra sería tan perfecta. Me toco el pecho. Mi khui está en silencio pero no puedo negar que la visión de la nueva hembra humana me ha golpeado como un rayo. Haeden me mira fijamente, agarrando un abrigo de pieles del suelo y moviéndose hacia delante para cubrir a la hembra. La toma de las manos de Kira y Aehako y la coloca suavemente en el suelo. Sus ojos se abren, de color blanco pálido con un centro verde vidrioso. Sus extraños ojos parpadean, y yo doy un paso atrás. No quiero asustarla. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 2 LISA

¿Mi primer pensamiento despierta? Cuán frío es todo. Tan malditamente frío. Como escarcha en mis venas. Es como si me hubieran tirado en un congelador con nada más que un camisón mojado. Ni bragas, ni zapatos, ni nada. Sólo mi camisón que se aferra a mi piel temblorosa. Entonces me pregunto por qué estoy casi desnuda, mojada y congelada. ¿Qué está pasando? ¿Por qué estoy aquí en vez de volver a casa en el apartamento que comparto con mi hermana Maddie? Mareada, me doy cuenta de que alguien me está ayudando a sentarme. Mis ojos tienen problemas para concentrarse y mi boca se siente como si masticara un calcetín sucio. Parpadeo repetidamente, incluso cuando algo suave y mullido me envuelve, y lo peor del frío de los huesos se sofoca un poco. Hay silencio, desconcertantemente. ¿Están todos esperando a que diga algo? Como ¿por qué estoy aquí? ¿Dónde sea que sea aquí? Algo azul entra y sale de mi visión borrosa. Las cosas están apareciendo lentamente a la vista; está oscuro dondequiera que esté, y hay un leve olor a humo en el aire. ¿Ha habido un incendio? Me froto la frente y todo me duele. Es como si tuviera algún tipo de fiebre. Tal vez por eso tengo tanto frío. Trato de recordar lo que hacía antes de acostarme, pero los recuerdos vagos de la televisión y del trabajo en el ordenador me vienen a la mente, completamente borrados de la memoria. La cosa azul se mueve de nuevo, y mi mirada cristaliza y se concentra. La cosa azul es… un rostro. Una cara de demonio - enorme, con cuernos, las cejas rugosas con crestas óseas. Su cara es dura y frunce el ceño, su nariz y pómulos prominentes. El demonio me retiene, su cara está a centímetros de la mía. Grito, salto hacia atrás. Al menos, lo intento. Me empujo fuera de sus brazos, y mi boca está abierta pero no puedo oír nada. Ahí es cuando me doy cuenta de que no puedo oír nada. Para nada. Y un nuevo miedo cae en cascada a través de mí. El demonio me libera y yo me lanzo hacia atrás. Mis pies se enredan en la cosa peluda, ¿una capa? ¿Una piel? - Y luego mi espalda se estrelló contra algo metálico. Ya no puedo moverme más hacia atrás. Sólo grito y miro. Hay otras figuras en este lugar sombrío, y un fuego baila a lo lejos. Mi mirada horrorizada se mueve desde el demonio sentado cerca de mí hacia otro, y hacia otro. Dios, ¿cuántos hay? ¿Estoy en el infierno? ¿Morí y ahora estoy en el infierno? Página 9 de 183

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Mis dedos van a mis oídos y paso mis dedos a lo largo la oreja, buscando el tubo familiar que debería estar allí. Hace diez años, me hice implantes cocleares 1. Hace diez años, pasé de ser completamente sorda a ser capaz de oír - una de las mayores alegrías de mi vida. Pero cuando toco mis oídos, no siento nada, ni tubos, ni cables. Llego más atrás, al círculo de mi cuero cabelludo donde el implante entra en mi cráneo - y no hay nada más que tejido cicatricial liso y un parche de calvicie del tamaño de un centavo. Yo gimoteo. Pienso. No puedo oír. Y eso me hace entrar en más pánico. ¿Dónde está Maddie? ¿Dónde está mi hermana? Cierro los ojos, mi mundo se vuelve negro y silencioso mientras toco mis oídos sin implantes y trato de entender lo que está sucediendo. Mi mente está girando y frenética, y estoy al borde de la hiperventilación. Necesito a Maddie. La necesito. Desde que era pequeña, Maddie ha estado ahí para mí. Ella ha sido el brazo que me guió cuando fuimos a la escuela, porque no podía oír el tráfico. Ella ha sido mi intérprete cuando conocimos a gente que no entendía el ASL - Lenguaje Americano de Señas. Después de que me coloqué los implantes, ella ha tomado más de un asiento trasero, pero todavía somos las mejores amigas, hermanas, y más cercanas una de otra que cualquier otra persona en el mundo. Me apoyo en ella en todo. Estoy perdida sin ella. Lágrimas calientes salpican mis mejillas y sollozo en la oscuridad. Es tan tranquilo. Me siento atrapada y no puedo dejar de temblar. Estoy temblando por el frío y el miedo. No sé qué está pasando y no sé qué hacer. Nadie me toca, por lo que estoy agradecida. Me acurruco en la manta de pieles y lloro. Quiero que todo esto desaparezca. Quiero recuperar mi audición. Las manos tocan mi brazo, y abro los ojos y me sacudo, un pequeño grito saliendo de mi garganta otra vez. Hay una cara familiar, redonda, con los mismos ojos verdes que yo, y un montón de pelo rubio y desordenado. Es Maddie, sus labios apretados en una línea dura. Me toca la mejilla y me dice algo, pero en las sombras, me cuesta distinguirlo. ¿Lila? ¿Te encuentras bien? Creo que me dice.

1 El implante coclear es un producto sanitario implantable activo de alta tecnología que consiste en un transductor que transforma las señales acústicas en señales eléctricas que estimulan el nervio

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No lo estoy. No estoy nada bien. Hago el gesto de ASL para "no puedo" y luego me doy golpecitos en el oído rápidamente. Los ojos de Maddie se abren de par en par y su mano se dirige a mi oreja, buscando mi implante. Se da cuenta de que se ha ido y luego me hace señas. Vamos a resolver esto. Siento una oleada de alivio y asentimiento. Maddie me protege, pase lo que pase. Me acurruco en las mantas, sintiéndome pequeña y como aquella niña aislada de doce años que una vez fui, no la mujer adulta de veintidós años que soy. Veo a Maddie ponerse de pie y enfrentarse a la persona más cercana. No puedo oír nada, pero supongo que Maddie está gritando. Su cuerpo está tieso por la ira y ella sacude el puño mientras habla. No soy fuerte, no como Maddie. Mi primer instinto no es luchar. Es esconderme. Daría cualquier cosa por poder esconderme ahora mismo, pienso mientras miro a mi hermana. Como su espalda está hacia mí y ella está parada frente a la persona a la que le está gritando, no puedo leer los labios para tratar de seguirla. Miro a mi alrededor, tratando de darle sentido. Al principio creo que estamos en una cueva - puedo ver una abertura adelante y lo que parece nieve soplando, lo cual es extraño. Maddie y yo vivimos en Arizona. Esto... no es Arizona. Yo tampoco creo que sea una cueva, mientras miro a mi alrededor. Todo es súper cuadrado y el piso debajo de mí se siente como metal contra mi piel. Me estoy pegando ligeramente a él, como hacen mis dedos cuando toco un cubo de hielo húmedo, y tiemblo por dentro. La gran cueva-cuarto-cualquier cosa que sea parece estar bastante vacía. No hay luces, pero hay un fuego caliente en el medio de la habitación. Sin embargo, hay gente sentada cerca de él, gente grande. Personas del tamaño de un jugador de baloncesto con hombros enormes y cuernos rizados que sobresalen de sus cabezas. ¿Son realmente azules o las sombras juegan con mi mente? Les miro de nuevo, tratando de calmarme y lógicamente darle sentido a lo que son. Veo colas y cuernos. Su piel parece áspera y ondulada en el esternón y en la parte inferior de los brazos. Uno mira a Maddie con intensa emoción, pero la mayoría de ellos están frunciendo el ceño, probablemente porque mi hermana sólo tiene un volumen fuerte. Veo a un demonio de pelo largo y músculos gruesos que me observa con una intensidad bastante espeluznante y me acerca las mantas al cuerpo. Esto no puede ser real, ¿verdad? Si cierro los ojos, tal vez todo desaparezca. Mientras cuestiono mi cordura, hago contacto visual con otro de los hombres-demonio. Sus ojos brillan de azul claro, como si estuvieran iluminados por dentro. Es espeluznante, pero su expresión no es cruel. Me mira con una mirada de preocupación y empatía, no con el interés que tiene el otro. Se agacha cerca del fuego, sus rasgos se iluminan en sombras inhumanas, pero por lo que puedo ver, su pecho está desnudo y no parece molesto por el frío. ¿Cómo puede ser que no? Me estoy congelando y estoy envuelta en una piel. Nada de esto tiene sentido. Mi hermana hace otro gesto de enojo, llamando mi atención sobre ella. Uno de los machos frunciendo el ceño le da una manta, y mi hermana se da la vuelta y regresa hacia mí. Al hacerlo, veo por primera vez que hay una mujer humana - ¿cómo no la vi? - con todos los

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demonios. Tiene un aspecto normal, excepto por los ojos azules y brillantes que tiene, igual que los demonios. Usa pieles como los hombres. ¿Por qué está aquí con ellos? Maddie se arrodilla a mi lado y empieza a hacer señales. No vas a creer esta mierda. ¿Qué? Respondo mediante señales. La otra mujer se acerca y se pone en cuclillas cerca de mi hermana. Maddie parece enfadada porque nos interrumpen y se detiene antes de poder decirme qué está pasando. La desconocida mira a mi hermana y luego a mí. Ella empieza a hablar y yo leo sus labios. ¿No puede oír? ¿Eso es lenguaje de signos? Retrocede, le dice Maddie, y puedo imaginarme el tono de perra de mi hermana. Me hace sonreír, extrañamente. Maddie habla de nuevo. Necesitamos un momento. Las cejas de la mujer se juntan y ella asiente con la cabeza, dándome una sonrisa frágil. Se retira, abraza sus ropas de pieles cerca de su delgado cuerpo y se mueve al lado de uno de los demonios, diciéndole algo. Él le pone un brazo alrededor de los hombros y le besa la parte superior de la cabeza, y me doy cuenta de que parecía de mi tamaño cuando se arrodilló, pero al lado del demonio, se ve pequeña… Los dedos se chasquean silenciosamente frente a mi cara. Miro a Maddie. Concéntrate, ella firma. Lo siento. Me estoy volviendo loca. Yo también. Su boca se estrecha y piensa durante un momento, luego sigue haciendo signos. ¿Recuerdas algo de lo que pasó? Niego con la cabeza. Todo lo que recuerdo es que me quedé dormida mirando Castle, creo. Entonces me desperté y estábamos aquí y todo estaba en silencio. ¿Qué está pasando? Suena ridículo pero, Maddie hace una pausa y empieza a hacer señas de nuevo. Creo que hemos sido secuestradas por extraterrestres. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN Aunque sé que las hembras están incómodas, no puedo evitar observarlas. Se sientan en la parte de atrás de la cueva, envueltas en pieles. Esa es la única ayuda que aceptarán de nosotros; no quieren fuego, ni comida, nada más que estar solas ahora mismo. Kira dice que deberíamos darles tiempo, pero mirando las caras duras de Hassen y Bek, me preocupa que no se les dé tiempo. Ya están decepcionados de que ninguna de las dos mujeres haya resonado todavía. Está claro que las hembras están asustadas. Están en silencio, nos miran furtivamente cuando piensan que no estamos mirando. Sus manos se mueven frenéticamente y se miran con preocupación. La grande con la melena amarilla estará bien aquí, creo. Ella es una luchadora. Ya ha gritado a Kira de una manera que enorgullecería hasta a Leezh. Es la otra -la hembra con la melena oscura- la que me preocupa. Parece frágil comparada con la otra, y no puede dejar de temblar. Pienso en la espesa nieve de afuera, en las garras del cielo que Página 12 de 183

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se lanzan desde arriba, en el duro clima, en los metlaks y en otros cien peligros. Este no es un mundo para los que son frágiles. Todos en la tribu lo saben; los débiles no duran mucho. Pero hay algo en ella que me atrae la mirada, sin parar. No puedo dejar de mirar, aunque sé que les preocupa. Pienso en la humana y sus ojos apagados que no brillan con un khui sano. Hay algo en esta hembra que me atrae hacia ella. Mi pecho está en silencio, y también lo está mi “saber”. Si no es resonancia, ¿qué es entonces? Tal vez se trate de protección; todavía tiembla a pesar de que ninguna de las dos se acerca al calor vivificante del fuego. Echo un vistazo a la bolsa de guiso. Todavía queda mucho por hacer. Kira ha comido, y los otros cazadores lo evitan, ya que preferimos nuestra carne cruda. ¿Debería ofrecerles comida? ¿La aceptarán? Hassen hace un ruido impaciente en su garganta y empuja la punta de su lanza hacia el fuego. “Sus dientes están castañeteando de nuevo” “Hace frío”, dice Kira con su suave voz. “No tienen khuis para calentarlas. Cuando estén listas, vendrán con nosotros. Ahora mismo creo que necesitan más tiempo para adaptarse. Lo más amable que podemos hacer es dejarlas en paz”. “Lo más amable que podemos hacer es arrastrarlas al fuego”, gruñe Hassen y tira su lanza sobre sus mantas. “Son demasiado valiosos para la tribu como para dejar que se congelen por terquedad” Miro de nuevo a las hembras y luego al estofado. Si no vienen a nosotros, quizás debería darles una ofrenda de paz. Me pongo de pie y saco un pequeño cuenco tallado de mi mochila y lo meto en la mochila, luego cruzo la cueva hacia las hembras. Hassen y Bek hacen ruidos de enojo, pero yo los ignoro, mi mirada se centra en las dos pequeñas humanas acurrucadas en las mantas. Deliberadamente me hago tan poco amenazador como puedo, bajando los hombros y caminando lentamente. Cuando me acerco, se ponen contra la pared, así que me pongo en cuclillas y le ofrezco el cuenco a la morena. “Comida”, digo en el lenguaje humano. “Está caliente” Me mira con ojos asustados, mirando a la que tiene el pelo amarillo. Cuando la otra asiente con la cabeza, extiende una mano y oigo el estruendo de su estómago. Una oleada de protección se mueve a través de mí, y quiero hacer más por esta pequeña y asustada hembra. Quiero mantenerla a salvo, para demostrarle que somos amigos. Sostuve el tazón con firmeza, porque sé que cualquier movimiento la aterrorizará. Sus dedos se crispan y luego su mirada se fija en algo por encima de mi hombro. Se encoge de hombros y la de la melena amarilla se pone delante de ella, con un gruñido en la cara. Pasos se mueven a mi lado, y miro hacia arriba para ver a Haeden gruñendo hacia mí. “Déjalas en paz, Rokan” En voz baja, murmura: “Le estás dando ideas a Hassen”. Me trago mi fastidio. Haeden tiene buenas intenciones, pero protege su cometido; prometió a su pareja que traería a las hembras de vuelta a salvo, y está decidido a hacerlo. Yo asiento con la cabeza - otra vez, lentamente - y pongo el tazón en el suelo frente a las hembras, y luego desengancho mi piel de agua y la dejo como una ofrenda también. Entonces me pongo de pie con movimientos lentos y me voy con Haeden. No miro atrás para ver si las hembras recogen la comida. Sé que lo harán; no tienen elección. Una punzada de simpatía me hace Página 13 de 183

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sentir incómodo en mi papel aquí. Por supuesto que están aterrorizadas - si su historia es como la de Kira, se despertaron de sus pieles en este extraño lugar sin ninguna explicación. Para ellas, somos monstruos. Tomará mucho tiempo convencerlas. Y de alguna manera tenemos que ganarnos su confianza y convencerlas de que ambas necesitan un khui, o de lo contrario morirán. “Quédate junto al fuego”, dice Haeden. Levanta su lanza y va a hablar con Raahosh, y luego los dos se ponen a mitad de camino entre las hembras y el fuego. Sus espaldas son para las nuevas hembras y está claro para todos que no están ahí para mantener a las hembras atrás, sino para evitar que las acosemos. Vuelvo a mi asiento, desgarrado entre la irritación y la resignación. Quiero hablar con la morena, para aliviar sus miedos, y ¿ahora me tratan como si fuera tan problemático como Hassen y Bek? Miro a los dos machos y tienen la cabeza junta, susurrando y frunciendo el ceño mientras conversan. Miran de reojo a Raahosh y Haeden. Haeden tiene razón en ser cauteloso. Mi sentido de 'saber' me dice que Hassen y Bek están tramando un plan, aunque no hace falta mucho para adivinarlo. Está claro en sus rostros. Y quizás mi acción ha empeorado las cosas. Casualmente, vuelvo a mirar el tazón que dejé. Se ha ido, y también mi pellejo de agua. Eso es algo, al menos. “Tal vez debería llevar más comida”, dice Kira con voz suave y preocupada. Saco un recipiente de hueso de mi bolsa y se lo ofrezco. Ella me mira con gratitud y se pone de pie, luego lo sumerge en la bolsa de estofado. “Les daremos esta noche para que se adapten. No puedo imaginar lo aterrador que es esto. Cuando Nora y Stacy y las demás salieron de sus cápsulas, tenían un montón de humanas para ayudarlas a aclimatarse. Ahora sólo estoy yo, y me siento inadecuada”. Suspira y luego golpea su sien, cerca de sus ojos. “Esto tampoco ayuda” “¿El khui?” Aehako lo adivina. Ella asiente con la cabeza. “Nos vemos distintas. Probablemente las aterrorice. Y creo que una de las chicas no puede oír” Bek cruza los brazos. “Un khui arreglará eso. Necesitamos encontrar un sa-kohtsk para cazar antes de que las hembras se debiliten demasiado”. Taushen y Hassen asienten. Aehako mira a Haeden y Raahosh. “Estoy seguro de que pronto habrá una cacería” “Tiene que ser muy pronto”, continúa Bek. “Las hembras no durarán mucho si tiemblan dentro del calor de la cueva. También hay metlaks y garras del cielo en las que pensar. Este lugar es peligroso. Debemos conseguirles un khui y ponerlas a salvo”. “Sólo quieres que se les dé un khui porque quieres que resuenen”, musita Aehako. “No lo disfraces como preocupación por su comodidad”

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Aehako y Bek empiezan a discutir en voz alta, Aehako con su mano en el hombro de su compañera de forma protectora. A mi lado, Kira suspira y me mira con frustración. “Creo que hubiera sido más inteligente traer cazadores apareados en este viaje” “Sus familias les necesitan”, le digo. La cara de la compañera de mi hermano está cansada e insatisfecha. “Las llevaremos de vuelta sanas y salvas. Eso es todo lo que importa”. “Sí, y hasta entonces, todo el mundo va a discutir sobre las chicas hasta que resuenen” Ella suspira de nuevo y recoge sus mantas, luego se levanta del fuego para ir a visitar a las hembras. Al levantarse, Hassen mira hacia el lugar donde está libre. Arroja un poco de hueso al fuego. “Has estado en silencio, Rokan. ¿Qué te dice tu conocimiento? ¿Resonarán las hembras?” “No siento nada sobre las hembras”, le digo honestamente. “Tal vez porque no tienen khui” Él asiente lentamente, y luego me mira fijamente. “No me importa la de pelo amarillo. ¿Pero la suave? Ella es mía” Una mirada posesiva brilla en sus ojos. Mi mandíbula se aprieta y yo lucho contra mi enojo por su audaz declaración. “La resonancia decide, no tú” Me mira con los ojos entrecerrados y luego se encoge de hombros. “Entonces verás cómo le resueno. De una forma u otra, ella es mía”. Se pone de pie. “Y no necesito un sentido de 'saber' para darme cuenta de esto” Él se va a la entrada principal de la cueva, y yo me quedo furioso. ¿Por qué me llena de rabia la idea de que él reclame a la ‘suave’? Ella es suave, y gentil, esto es verdad. Alguien tan audaz y contundente como Hassen se le echará encima. ¿Es por eso que estoy enfadado con ese pensamiento? ¿O porque la quiero para mí? Me saco la idea de la cabeza. Es un error ser posesivo con las hembras. La resonancia elige una compañera, no yo. He esperado muchas, muchas estaciones para llevar a una hembra a mis pieles, porque estoy esperando resonancia. No soy como Bek, que tuvo a Claire como compañera de placer antes de que resonara en Ereven. Quiero resonancia, y sólo resonancia. Cuando tome a una mujer en mis brazos, quiero que sea para siempre. Podría ser una de esas mujeres. Puede que no lo sea. Warrek tiene tres veces mi edad y nunca ha resonado. Tal vez nunca tenga una pareja. Pero eso no significa que no pueda ser amigo de estas mujeres. ¿La suave? Ella es mía. Las palabras letales se repiten en mi mente, y mi mandíbula se aprieta cada una de las veces. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 3 LILA Así que aparentemente han sucedido un montón de cosas mientras Maddie y yo estábamos inconscientes. Parece que fuimos secuestradas por un tipo de extraterrestres, que también secuestró a la mujer humana aquí. Luego la nave se estrelló y hemos estado durmiendo en algún tipo de estasis durante más de un año y medio, hasta que otra humana encontró los restos de la nave estrellada y se dio cuenta de que aún estábamos en hibernación en la pared. Todo está un poco liado para mí. ¿Los alienígenas aquí que parecen demonios? Según la historia de Kira, no son los malos. Incluso nos muestra los cadáveres congelados en la mitad delantera de la nave estrellada para respaldar la historia de `hay más de un tipo de extraterrestre'. Y aunque es una locura, no tenemos más remedio que creerla. ¿Cuándo cuenta la parte sobre cómo ella y sus amigas fueron llevadas y examinadas, y a una de ellas se le practicó un aborto porque a los alienígenas secuestradores no las querían preñadas? Pienso en mis implantes cocleares faltantes y me doy cuenta de que probablemente todo sea cierto. Estoy más que un poco horrorizada por todo esto. Pensar que los extraterrestres me secuestraron, me examinaron y me operaron, todo ello sin que yo me diera cuenta. Y pensar que hemos volado a través de la mitad de la galaxia y aterrizado, sin ser conscientes de ello. Pensar que si no hubiera sido por un extraño que encontró al azar los restos de la nave, podríamos haber dormido durante mucho más de un año y medio. ¿Y si... y si nadie hubiera venido a buscarnos? El pensamiento hace que mi revuelto estómago se sienta aún peor. Kira y Maddie hablan durante horas, y Maddie me da información. Ella está haciendo todo lo posible para recordar las señas, pero a veces la conversación se le escapa y yo sólo recibo unas cuantas señales de mano a medias. No hay problema. Es mucho que asimilar y han pasado diez años desde que Maddie tuvo que ser mi intérprete. Y a veces pienso que realmente no quiero oír más de lo que nos van a decir. Kira parece bastante agradable. Mantiene a los demás a raya, aunque dice que uno es su marido y le ama. Ella dice que tiene un bebé medio extraterrestre en casa y que la razón por la que sus ojos brillan es porque tiene algo llamado "simbionte" - Maddie lo deletrea con sus manos porque no hay un signo de ASL para algo así. Es algo que vive dentro del cuerpo y le ayuda a adaptarse. Se detiene en su explicación para encender un pequeño fuego cerca de nosotras para calentarnos, y su compañero - uno de los más grandes de los extraterrestres - trae sus mantas. Parece que Kira se quedará con nosotras esta noche. Echo un vistazo al fuego principal. Los hombres alienígenas están allí, y todos nos están observando. Es realmente desconcertante. Maddie me da un golpecito en el brazo, y aparto la mirada del fuego del local de Kira. ¿Qué opinas tú? Me dice mediante signos. A mí me parece un parásito, respondo, preocupada. Un parásito y nosotros somos el anfitrión. Página 16 de 183

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Yo también, pero ¿qué podemos hacer? Dice que tenemos que tener uno. Todos tienen uno. ¿Viste la parte en la que dijo que había un veneno en el aire? Ella aspira dramáticamente, y admito que yo también respiro hondo. Sabe a aire normal, aunque sea frío. ¿Crees que están mintiendo? Pregunto, vacilante. ¿Importa si lo están? Nos superan en número, no estamos vestidas para la situación y no sabemos lo que está pasando. Yo pensaría que es una broma, pero me acerqué lo suficiente y esos tipos no llevan maquillaje. Sus manos vuelan mientras hace señas, agitadas. A ella no le gusta esto más que a mí, pero como ella dice, no tenemos elección. Sus ojos realmente brillan, y hay mucha nieve ahí fuera, así que definitivamente ya no estamos en Arizona. Y Kira dice que sólo hay doce humanas y treinta y tantos de los chicos azules, sin incluir a los bebés. Si este lugar es lo que ella dice que es - un planeta de hielo - no hay ciudades. Siento lágrimas amenazantes. Bueno, joder, le contesto con signos. ¿Por qué no pudimos quedarnos atrapados en un planeta tropical? Maddie echa la cabeza hacia atrás y se ríe, y todo el mundo se gira en nuestra dirección de nuevo. Así es como lidiamos con las cosas. Maddie se ríe y yo lloro. Me limpio las mejillas, porque siento que si lloro, las lágrimas se me van a congelar en la cara. Tengo mucho frío. Esto es horrible. Odio todo esto. Quiero volver a casa, a mi estúpido trabajo de escritorio y a todas las estúpidas facturas de tarjetas de crédito en las que estoy atrasada. Quiero ir a pasar la noche del viernes sentada en el bar del hotel viendo a Maddie tirar bebidas y señalando a todos los borrachos. Quiero acurrucarme en el sofá y terminar de ver la segunda temporada de Juego de Tronos. Quiero una maldita manta eléctrica. Toco el brazo de Maddie para sacarla de su risa histérica. No me gusta la forma en que nos miran, le digo por medio de signos. Los hombres. Me siento como un pájaro en una jaula, o como un pájaro siendo cazado por un gato. Sólo quédate a mi lado, me dice. No dejaré que te pase nada. La hermana mayor está en alerta. Duerme un poco por ahora. Le doy toda la sonrisa que puedo reunir. De acuerdo. ¿Como si fuera a ser fácil saber que ahora estamos en Parasite Planet? ¿Con un montón de tipos cachondos azules que parecen querer comerme? Claro, me meteré en mis mantas congeladas y tomaré una buena siesta. En vez de eso, tomo más agua de la extraña piel de agua que nos dio el tipo. Evito el estofado, es tan picante que me quema la nariz. Tengo hambre, pero no puedo comer mucho de ella, y Maddie dice que no tiene mucho apetito. Bromea diciendo que puede vivir de su grasa por un tiempo, pero yo necesito comer. Es curioso que no tenga ganas de comer. Ella y Kira empiezan a hablar de nuevo y yo miro hacia el otro fuego. Los hombres de allí todavía nos observan. Dios mío, necesitan un pasatiempo. Como estamos escondidas en las sombras y me siento cómodo junto a mi hermana protectora, encuentro el valor de mirar hacia atrás. Los hombres caen en dos bandos, creo. Hay quienes, como el marido de Kira y los dos guardias, nos miran como si fuéramos un poco molestas. Y luego están los que se sientan alrededor del fuego y nos miran como si quisieran comernos. Vaya, y me pregunto por qué me siento incómoda. Página 17 de 183

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El que me dejó el agua echa vistazos hacia aquí, y decido que necesito una tercera categoría, sólo para él. Los sin interés, los amenazantes, y él. No estoy segura de lo que es todavía, pero no está emitiendo las mismas vibraciones que los otros. Por extraño que parezca, siento que él podría ser un amigo si tuviera menos miedo. ∗∗∗∗∗∗∗ MADDIE y yo temblamos toda la noche a pesar del fuego y las mantas de piel. Nunca he sentido tanto frío en mi vida, y siento que no importa lo que haga, no puedo calentarme. "Hace más frío que de costumbre en esta época del año", dice Kira, y leo sus labios a la luz del fuego. Está calentando sus manos ante nuestro fuego. "Y cuando consigáis vuestro piojo no será tan malo." El piojo debe ser el parásito. Al menos, creo que esa es la palabra. Es difícil de decir con la lectura de labios, y la mitad del tiempo estoy adivinando lo que alguien está diciendo. Pero no es reconfortante. ¿La idea de que un parásito me mantenga caliente? Casi preferiría tener frío. No, en realidad, táchalo. Estoy tan cansada de tener frío. Anoche dormí muy mal, y todo lo que toqué parecía hielo. Mis dedos me hormiguean de entumecimiento y la idea de dejar el capullo de pieles que me mantiene caliente me rompe el equilibrio. No sé cómo Kira puede soportarlo. Más que eso, no sé cómo los chicos grandes vagan con ropa de verano. Dos de ellos tienen el pecho desnudo y varios otros llevan chalecos que parecen no mantener caliente a una pulga. Hay mucho músculo en exhibición por aquí. ¿Hoy? Acepto todo lo que me ofrecen. ¿Cuando me ofrecen té caliente? Lo tomo y lo bebo, sin importarme que tenga un extraño sabor a hojas. ¿Cuando me dan más estofado? Me lo como todo e ignoro el hecho de que mi nariz chorrea como un grifo. Anoche, en las terribles y heladas horas en las que se suponía que debía dormir, me di cuenta. Maddie y yo estamos solas aquí. Estamos completamente a merced de estos extraños que decidieron recuperarnos y ahora nos alimentan y nos visten. Podemos intentar escapar, pero ¿hasta dónde vamos a llegar? La sola idea de salir de la seguridad de la nave accidentada y adentrarme en los feroces vientos invernales es suficiente para darme ganas de vomitar. ¿Y yo? Dependo completamente de Maddie para comunicarme. Puedo hablar, por supuesto, pero no puedo oírme a mí misma; no puedo decir si hablo lo suficiente alto o si no se me entiende. Si no están frente a mí, no puedo ver su respuesta. ¿Y los alienígenas? Maddie dice que Kira le dijo que conocen nuestro idioma, pero que no puedo leer sus labios. Tienen colmillos y enuncian diferente a lo que estoy acostumbrada, así que eso es un fracaso. Así que dependemos completamente de los alienígenas, y yo dependo completamente de Maddie. Esto no me hace feliz. No soy la persona más extrovertida, así que estoy feliz de dejar que mi exuberante hermana tome la iniciativa. Al mismo tiempo, estoy aterrorizada. ¿Y si nos separamos? ¿Y si le pasa algo a Maddie? ¿Qué voy a hacer?

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Todo se siente peligroso. Anoche, mientras temblaba y me aferraba a Maddie, tratando de dormir, se me ocurrió un plan: el plan del Sí. ¿Quiero comerme este estofado? Sí. ¿Quiero usar todas esas pieles bonitas que me están entregando? Sí. ¿Quiero ser amigable con todos los nuevos alienígenas? Sí, sí, quiero. No soy estúpida. Sé que cuanto más felices sean conmigo, más fáciles serán las cosas. Entonces, ¿ahora mismo? Voy a estar tranquila y a observarlo todo. No le he dicho a Maddie mi plan - sobre todo porque las palabras 'Maddie' y 'de trato fácil' no van en la misma frase. Pero si cree que estoy a salvo y protegida con estos extraños, entrará en razón. Kira me ofrece una bota. “¿Zapatos? ¿Quieres este zapato?” Ella lo golpea. “Podemos ajustarlo para que se ajuste a tu pie” Asiento con la cabeza, Plan Sí puesto en funcionamiento. ∗∗∗∗∗∗∗ HORAS DESPUÉS, estoy vestida con un cálido abrigo que proviene de uno de los paquetes de suministros. Como las otras mujeres humanas sabían que Maddie y yo estábamos aquí en las cápsulas, nos enviaron ropa y ahora Maddie y yo estamos equipadas con túnicas de cuero, calzones de cuero y botas cálidas y forradas de piel. Tengo grandes guantes peludos que uso incluso dentro de la cueva, y ya he comido suficiente estofado picante. Tengo la nariz tapada y sospecho que me estoy resfriando, pero me las arreglo para dormir la mayor parte del día. Por alguna razón, la mayoría de los grandes tipos azules abandonaron la cueva, dejando sólo a Kira, su compañero, y a uno de los otros que se quedaron vigilando la entrada. Es relajante. Todavía estoy nerviosa y mi estómago está hecho un nudo, pero sin los ojos calientes y brillantes de los demás, algo de la tensión disminuye. Me despierto cuando una mano toca mi brazo y me sacude. Me siento en las pieles, frotándome los ojos. Allí, junto al fuego, los grandes chicos azules han regresado y están haciendo gestos emocionados por algo al que es el líder. Nos señalan y recogen sus mochilas, pero el líder sacude la cabeza y dice algo que hace que uno de los de ojos ardientes tire su mochila hacia abajo y se vaya furioso. Los otros se instalan, pero no parecen contentos. Maddie se da cuenta todo y luego viene y se sienta a mi lado en las pieles. Ella tira de sus rodillas hacia arriba y se inclina hacia mí, sus manos moviéndose en pequeños movimientos. Es casi como si estuviéramos susurrando, no es que importe. No entienden el lenguaje de signos. Pero tal vez Maddie no quiere que sepan que estamos hablando. El enfadado es Hassen, me dice. Tenemos que vigilarle. Te mira mucho. Lo sé, yo le respondo con signos. Eso me preocupa. ¿Qué pasó para que se enfadara? Están buscando algo. ¿Un s-sock? Suena como sock, aunque sé que no es la palabra correcta. Lo quieren para nosotras. Creo que lleva los parásitos. Hassen está enfadado porque Haeden, que es el líder, no les deja cazar esta noche. Haeden dice que esperemos al amanecer, porque somos demasiado vulnerables. Así que Hassen se ha puesto furioso. Página 19 de 183

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¿Hassen y Haeden? Dios, sus nombres suenan igual. No sé cómo voy a mantenerlo todo en mi cabeza. ¿Así que quieren ir a cazar al sock? Miro hacia el frente de la nave estrellada, donde se puede ver el cielo y la nieve - está oscuro y la nieve está cayendo con fuerza. Mi aliento se empaña incluso en el calor de la bodega del barco. Si dejo el fuego, se hiela. No quiero salir, le digo a Maddie. Estoy de acuerdo con Haeden. Yo también. Mi trasero está congelado. Ahogo una risa detrás de mi mano y miro hacia el fuego. El de los ojos bonitos, el amistoso, me está mirando. Su boca se riza un poco. ¿Oyó mi risa? Siento un rubor que me quema las mejillas y me encojo cerca de Maddie. ¿Sabes los nombres de los otros? Le pregunto mediante signos. Estoy tratando de memorizarlos todos, me responde con signos Maddie. Creo que el marido de Kira se llama Yayhago, aunque puede que me equivoque. Hay uno llamado Raw-hosh pero no parece agradable. El que está junto al fuego es Beck. Ese otro es Toshen. Creo que el otro es Rowdan pero no habla mucho, ni siquiera a los demás. Mi mente da vueltas, tratando de absorber todos estos nombres. No son fáciles de recordar, excepto quizás Beck, pero no quiero conocerlo mejor. Es uno de los que tiene los ojos posesivos. Miro al que me interesa. Rowdan. Intentaré recordar su nombre. Como si pudiera sentir mi mirada, me mira y me inclina la barbilla, con una sonrisa juguetona en la boca. Sus labios se extienden en una sonrisa, y entonces no veo nada más que colmillos blancos. Me estremezco y vuelvo a mirar hacia otro lado. ∗∗∗∗∗∗∗ DESPUÉS DE OTRA NOCHE HORRIBLE, noche fría, estoy más que dispuesta a conseguir esta cosa de piojo si eso significa que voy a estar caliente. Este lugar es horrible, está helado y estéril, y cuando me llega la comida más caliente, se está enfriando. Si lo que dicen es cierto, no hay Burlington Coat Factory (tiendas) a la vuelta de la esquina, ni McDonalds, ni nada. No hay una playa cálida que esperar, ni siquiera una pausa en el clima. Este es un planeta de hielo. A veces espero que Kira y los otros me estén mintiendo. Que todo esto sea una broma elaborada, como lo hacen en esos programas de televisión. Que vamos a salir y ver una ciudad a lo lejos, y que todo el mundo se va a reír y me va a dar chocolate caliente. Ni siquiera me enfadaré. Me sentiré aliviada. Pero eso no explica por qué mi implante coclear ha desaparecido, y la cirugía sin consentimiento definitivamente lleva la broma demasiado lejos. Así que esto tiene que ser real. Y eso me aterroriza.

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Maddie parece estar manejando las cosas mejor que yo. Es cautelosa y combativa con los demás, y me protege, pero no tiembla tanto y duerme como un tronco. No parece que esté viviendo cada momento con un miedo abyecto. Estoy envidiosa de eso. Me guardo mis quejas y mis miedos para mí, porque si Maddie sabe que estoy asustada en silencio, se preocupará por mí y entrará en el Modo Mamá-Oso. Y aunque amo a mi hermana, no sé si quiero que me ahogue con sobreprotección. Maddie puede ser increíble, pero Maddie también puede ser demasiado. Me alegro de que esté aquí y, al mismo tiempo, me molesta tener que volver a confiar en ella. No es culpa de Maddie que después de años de audición e independencia, me vea obligada a confiar en ella de nuevo. Quienquiera que se haya llevado mis implantes es un imbécil. Después de comer un desayuno caliente rápido de estofado de sobra, los extraterrestres sacan sus armas y empacan sus maletas. Kira habla con Maddie por un largo momento. Intento seguir la conversación, pero Kira habla demasiado rápido. Maddie asiente con la cabeza y luego se acerca a mí. Quieren irse, me dice con signos. Saben dónde está la cosa sock y quieren ir a cazarlo para conseguirnos parásitos. Dicen que si no los conseguimos, moriremos y se preocupan de que ya no seas lo suficientemente fuerte. Esa es una píldora difícil de tragar - que yo les preocupo y parezco 'débil'. No soy mucho más pequeña que Kira. Me resisto a la tentación de flexionar los brazos y mostrarles los músculos pequeños que tengo. Puede que no sea tan corpulenta como el resto de los alienígenas, pero no soy una debilucha. Qué divertido, le contesto por medio de signos, porque ¿qué más puedo decir? ¿Puedes decirles que se vayan a la mierda? Los ojos de Maddie se iluminan. ¡Ahí está ese espíritu de lucha! ¿Dónde ha estado los últimos dos días? ¿Escondiéndose y rezando para que todo esto desaparezca? Piensa que es como acampar. Mientras sean buenos con nosotros, esto es como acampar, hasta las sanguijuelas. Le pongo una cara. Qué asco, gracias por eso. Sabes que odio acampar. Me da palmaditas en el brazo, y luego firma: "Aguántate, florecilla". Supongo que necesito hacerlo. Kira espera a que terminemos nuestra conversación y luego nos da más pieles para ponernos. Veo que los hombres usan menos envolturas que antes, lo que significa que nos las dan a nosotras. Ella produce un par de raquetas de nieve de aspecto áspero y nos las ofrece a Maddie y a mí. Oh tío. Estamos abandonando los restos de la nave. No estoy segura si estoy emocionada o aterrorizada. Supongo que es demasiado esperar que la cosa de los sock que estamos buscando viva en un refugio agradable y cálido. Si es así, podría convertirme en su nueva mejor amiga. Página 21 de 183

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Maddie coge las raquetas de Kira y me las da. Abrígate, gesticula mientras Kira entrega aún más pieles. Necesitamos mantenerte caliente, debilucha. Sé que mi hermana está bromeando, pero todavía me pone de los nervios de punta. Le frunzo el ceño mientras cojo el calzado. Está de muy buen humor, y estoy un poco resentida por eso. A Maddie le encanta la aventura y el desafío. Creo que le gusta irritar a los grandes tipos azules que nos miran como si fuéramos objetos que hay que devorar. Yo, sólo quiero que me dejen en paz. Preferiblemente en un lugar cálido y tostado. Me pongo las pieles que Kira me da, y parece que capa tras capa, hasta que probablemente me parezco más a un juguete de peluche que a una humana. Hay unas perneras de piel que pasan por encima de mis calzones, una envoltura de piel que pasa por encima de mis hombros y luego alrededor de mi torso. Kira produce un cinturón y ata las envolturas contra mi cuerpo, y luego viene otra capa, y luego una capa pesada. Me pica y me pongo rígida, por lo que no protesto cuando se agacha y comienza a atar las raquetas a mis nuevas botas de piel. Para cuando termina conmigo, me veo ridícula. Maddie también. Quiero bromear que parecemos un par de ositos de peluche que se dirigen a un picnic, pero mis manos están envueltas en cálidos guantes de doble forro y por eso no puedo hacer signos. Kira se abriga una vez que está satisfecha con nuestra ropa, y luego todos nos movemos hasta el extremo roto de la nave espacial. Estoy un poco celosa de lo bien que Kira puede caminar con sus raquetas de nieve; está claro que ha tenido práctica. Quiero mirar fijamente a mis pies para asegurarme de que cada paso que doy sea sólido, pero necesito mi vista para saber qué está pasando a mi alrededor. Si me quedo mirando a mis pies, estaré realmente aislada. Somos las últimas en la nave, me doy cuenta - los demás están afuera esperándonos en la pálida luz gris. Me pongo la capucha en la cara y doy un paso al frente. El crujido de la nieve bajo mis zapatos se puede sentir, si no se oye, y me reconforta. Porque lo que veo cuando salgo me deja sin aliento. He estado mirando ese trozo de luz durante los últimos dos días. Sé esperar un paisaje sombrío de nieve y cielos invernales. Aún así, no estoy preparada para lo diferente que es todo. Miro a mi alrededor con una mezcla de horror y maravilla. Escalonadas, interminables colinas de nieve blanca cubren el paisaje. Hay nieve hasta donde alcanza la vista, montones y montones de ella. No hay mucho en el paisaje - no hay árboles, no hay arbustos, sólo unas pocas rocas aquí y allá. Detrás del barco, las montañas de color púrpura con aspecto de cristal suben hacia los cielos como dientes y proyectan largas sombras sobre el valle. No es de extrañar que haga tanto frío, estamos en las sombras y el sol nunca nos alcanza. Miro hacia arriba, entrecerrando los ojos para ver el sol. El cielo está cubierto de gruesas nubes, pero veo los soles. Dos de ellos, agrupados como luciérnagas apareándose, tan pequeños y de aspecto tan acuoso que me pregunto si emiten alguna luz. Mi corazón se hunde al verlos y me doy cuenta de que nunca más voy a sentir un cálido día de verano. Lloraría, pero mis ojos se cubrirían de hielo. Página 22 de 183

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Los extraterrestres están a poca distancia, como esperando para agarrarme si me caigo, pero queriendo darme espacio al mismo tiempo. Tiemblo y no hago ningún movimiento para acercarme a ellos. Hace aún más frío fuera del calor protector de la nave. Una fuerte ráfaga de viento casi me rompe los pies y me tambaleo en mis raquetas de nieve. Me tambaleo, mirando mis pies, y luego me doy cuenta de que parte de la nieve no está tan limpia. Manchas oscuras cubren parches de la zona, y yo doy unos pasos hacia adelante, moviéndome alrededor del borde del barco. Algo rojizo destella y me acerco, curiosa. Parece una luz de emergencia de algún tipo, parpadeando una y otra vez, incrustada en el cuerpo de la nave. Debe hacer calor, sin embargo, porque toda la nieve a su alrededor se derrite. Lo evito y miro por encima. Hay un alienígena macho arrastrando lo que parece el cadáver de una criatura gigante del tamaño de un coche. Tira de ella por las piernas largas y delgadas y luego la arroja sobre un montón de nieve de lo que parecen otros cuerpos. Me estremezco y vuelvo a la entrada, donde estará mi hermana. No quiero estar sola. Maddie está de pie en el enorme agujero del costado del barco, con los labios abiertos por la sorpresa. Veo en su boca algo así como "oh guau" y se gira y da vueltas, tratando de asimilarlo todo. Kira se mueve a su lado y luego se escabulle, dirigiéndose hacia su marido. Me acerco más a Maddie, que se ha quitado la capucha y mira a su alrededor con un interés desenfrenado. Me envuelvo más en la mía, odiando el frío. Así son las hermanas Taylor en pocas palabras - Maddie mirando al mundo con emoción, y yo escondiéndome detrás de ella deseando estar en otro lugar. Alguien me agarra de la cintura y yo chirría sorprendido, tropezando hacia atrás con mi hermana. Siento que Maddie me agarra y trata de enderezarme, pero caigo en la nieve, cayendo de espaldas como una tortuga. Cierro los ojos, avergonzada. Menos mal que no los oigo reírse. Una mano me toca el hombro y espera. Abro mis ojos un poco y veo al amable -Rowdan- ofreciéndome una mano. Su oscura mano azul es enorme, y veo tres grandes y gruesos dedos y un pulgar. La mira fijamente durante un momento y luego sin ganas coloco mi mano en la suya. Me pone de pie con facilidad e inclina su cabeza como si dijera: "¿Estás bien? Le ofrezco una leve sonrisa. Aparece otro, el de los ojos aterradores y posesivos. Hassen. Veo con sorpresa como Rowdan se para frente a mí y parece como si le estuviera dando a Hassen una paliza. Hassen me hace un gesto, con una cuerda en las manos, y luego hace un movimiento para atar la cuerda a su cintura. ¿Eso es lo que intentaba hacer? ¿Atarme a él? Esto no me gusta nada. Intento dar otro paso atrás, pero eso es casi imposible en raquetas de nieve (como estoy descubriendo). Pierdo el equilibrio y vuelvo a caer sobre mi espalda. Esta vez, los dos hombres alienígenas se ponen de mi lado y me ofrecen sus manos, junto con Maddie. Ignoro a los dos y dejo que Maddie me ayude a subir, aunque casi la derribo en el proceso. Me aferro a mi hermana mientras ambos hombres siguen discutiendo y un tercero - el líder de cara severa - llega y se mete en la discusión. Me hacen un gesto y Hassen muestra su

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cuerda y luego señala el cielo. Rowdan me señala a mí y luego a Hassen. El argumento continúa y luego Hassen mira expectante al líder. El líder levanta las manos con asco y luego asiente con la cabeza, señalándome. Le hace un gesto a Rowdan y luego a Maddie. La boca de Rowdan se adelgaza y no parece contento. Hassen, sin embargo, sí. Acecha hacia mí, esa mirada depredadora en su cara, y viene a ponerme la soga alrededor de la cintura. Me aferro al brazo de Maddie, tratando de no tener miedo. Esto es lo que el líder quería, ¿verdad? Debe haber una razón para esto. Es una precaución de seguridad de algún tipo, me doy cuenta. Como los escaladores del Everest. Excepto cuando empieza a atarse el otro extremo de la cuerda a la cintura, me entra el pánico. No quiero estar atada a esto. Ahora me doy cuenta de que eso es lo que Rowdan estaba tratando de discutir - él sabe que le tengo miedo a Hassen. Supongo que perdió la discusión, porque se mueve al lado de Maddie con su propia cuerda. “No”, chillo y me aferro a Maddie. “¡No! No quiero estar con este” Maddie me dice algo a mí, con las cejas arrugadas. Estás balbuceando. Todo está bien, Lila. Claro, está bien para ella, no va a estar atada a este tipo. Sacudo la cabeza de nuevo y luego trato de arrancarme los guantes para poder hacerle señas a mi hermana en privado de que me hace sentir incómoda y que no me gusta. Pero Maddie me detiene y sacude la cabeza. “Tenemos que irnos”, dice ella. La miro fijamente. “No dejaré que te pase nada, lo prometo” La picazón de extender mi dedo medio a su altura aumenta, pero lo ignoro. ¿Estoy siendo ridícula e infantil por no querer estar atada a este tipo? Tal vez, pero tengo miedo. Se me permite ser un bebé. Miro a mi alrededor y todo el mundo me está mirando, esperando. Hay impaciencia estampada en más de una cara. Tengo que recordar el Plan del Sí. Mierda. Ya odio el Plan del Sí. Suspiro y bajo las manos. Esta vez, cuando el que da miedo, Hassen, se ata la cuerda a la cintura y me señala para que empiece a caminar, lo hago. Porque supongo que lo único peor que estar atado al tipo que da miedo es quedarse atrás. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 4 ROKAN

Mi sensación de 'saber’ está retumbando en mi pecho. Algo está a punto de salir mal. Me hace sentir incómodo. Mi sentimiento se centra en la suave -Li-lah- pero no estoy del todo seguro de lo que estoy sintiendo. No creo que esté en peligro. No estoy resonando con ella. Y aun así, no me gusta esto. Veo lo cerca que camina de Hassen, y las miradas protectoras que él le da. ¿Esto son celos, entonces? ¿Tengo envidia de que se haya fijado en la misma hembra que me intriga? ¿O es algo más? Normalmente mi "saber" es claro, pero esta vez es tan fangoso como la nieve revuelta a nuestros pies. Quiero decirle algo a Haeden, para que suspenda esta partida de caza, pero estoy desgarrado. Hasta que no sepa por qué estoy preocupado, es una tontería terminar la partida. Las humanas ya están en la nieve, y se mueven lentamente. La caminata de regreso a la cueva tomaría tanto tiempo como seguir adelante, y necesitan khuis para calentarlas y sanar sus cuerpos. Li-lah necesita sobre todo un khui; como han señalado otros, no es fuerte, y el hecho de que no pueda oír preocupa a todo el mundo. Sus palabras están bien en la cueva, pero ¿en la naturaleza, cuando no puede oír el grito de una garra del cielo mientras rasga el aire, o los gruñidos de los metlaks cuando emergen de una cueva? Ella está en peligro. Quizás esto es lo que me inquieta. Si es así, más razón para llegar al sa-kohtsk y derribarlo. “¿Estamos cerca del lugar?” dice la que está a mi lado. Mah-dee. “Estoy cansada y seguro que Lila también”. “Pronto”, le digo, y está claro que mi vaga respuesta la irrita. Resopla y murmura en voz baja. “Llevas una hora diciendo eso” Me robo otra mirada a Li-lah y Hassen. Los pasos de la humana se ralentizan, y mientras miro, una esquina de su manto de piel se le cae del hombro y se arrastra por la nieve detrás de ella. Antes de que se recupere, Hassen la recoge y la coloca alrededor de su cuerpo. Y me arde el estómago una vez más. Eso es lo que es esto, entonces. No es mi conocimiento. Es la envidia que él pueda mantenerla cerca y yo no. Estoy avergonzado - Hassen es mi amigo y un buen cazador, si no tiene la cabeza caliente. Si resuena en Li-lah, me alegraré por él y por su felicidad. No tengo ningún derecho sobre ella. No puedo, porque la resonancia decide. A regañadientes, le arranco la mirada y señalo a lo lejos. “¿Ves los árboles? Las copas han sido esquilmadas. Eso es porque el sa-kohtsk estuvo aquí recientemente. Llegaremos a esos árboles y allí encontraremos a nuestra presa”. Mah-dee pone una mano en su frente, entrecerrando los ojos en la distancia. “¿Esos son árboles?” Página 25 de 183

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“Lo son. ¿No se ven iguales en tu mundo?” Se ríe a carcajadas. “¡No!” Mientras caminamos, veo que los brazos de Li-lah se agitan y ella se agarra de Hassen para mantener el equilibrio. Lucho contra la extraña envidia en mis entrañas al ver eso, y al ver sus brazos alrededor de ella. Entonces, lo siento un momento después - el suelo vibra. Un segundo después, vibra de nuevo. Es la fuerte pisada del sa-kohtsk, y está cerca. Me quito el arco del hombro y miro a Haeden. “Nuestra presa está cerca” Él asiente, corriendo hacia nosotros. “La siento” Nos agrupamos como grupo para discutir la organización de la cacería. Uno de los cazadores se quedará atrás, las tres hembras humanas atadas a su cintura para que no puedan ser levantadas por una garra del cielo. La preocupación sigue presente a pesar de que el cielo está despejado en este momento. Se esconderán en la seguridad de los árboles mientras el resto de nosotros derribamos a la criatura. Cuando sea seguro, serán llevadas de nuevo adelante. Todo esto se dice en el lenguaje humano para que Mah-dee pueda seguirlo. Trato de no ver a Li-lah pero la veo estudiando nuestros rostros mientras hablamos y me pregunto qué es lo que busca. Soy un hombre egoísta, porque quiero que su audición se arregle. Quiero hablar con ella. Quiero oírla reír. “¿Podemos tener armas?” Mah-dee pregunta, y hace gestos a su hermana. “¿Lila y yo?” Hassen cruza los brazos sobre el pecho y frunce el ceño. “¿Por qué? No vas a cazar” Ella aplana su mano y la pone delante de su cara. “Habla con esto” Luego se dirige a Haeden y repite su pregunta. “¿Podemos Lila y yo tener armas?” La mirada de Hassen es de incredulidad y aparta la mano de Mah-dee. “Dije...” “Tú no decides por las humanas, Hassen”, dice Haeden con voz cansada. Raahosh sólo pone los ojos en blanco, molesto con Hassen y el resto de nosotros. “Si se sienten más seguras con cuchillos, les daremos armas” “¡Ja!”, dice Mah-dee triunfalmente y sonríe a Hassen. “Chúpate esa, Pitufo”. Ella mueve los dedos en Haeden. “Ahora dame un cuchillo”. “¿Esto es sensato?” Hassen exige, cambiando a sa-khui. “¡No deberíamos armarlas!” “¿Por qué? ¿No crees que puedas con ellas?” contrarresta Bek. No está más contento con Hassen que yo por ser egoísta con la hembra de pelo oscuro. “Oye, habla inglés”, interrumpe Mah-dee, frunciendo el ceño. “¡Esto es una grosería!” Hassen la ignora. “No quiero que las hembras se hagan daño”, dice, y mira a Taushen y Aehako en busca de apoyo. “¿Recuerdas cuando las otras hembras humanas recibieron su khui? Algunas de ellas lucharon por miedo. ¿Y ahora deseas dar a estas dos cuchillos? No nos harán daño, pero pueden hacerse daño a sí mismas”. Página 26 de 183

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“Tiene razón”, dice Raahosh. “Mi Leezh es fuerte como esta y luchó duro contra la colocación de su khui. No necesitamos darles armas”. Haeden considera las palabras de Raahosh, luego asiente con la cabeza. “Está decidido, entonces. A menos que alguien piense que debemos hacer lo contrario?” Kira levanta la mano y luego suspira. “Me han superado en votos, ¿no?” Aehako sonríe y le da un beso en la cabeza a su compañero. “Sí, lo has sido” “De acuerdo, pero ustedes se lo dicen a ellas, entonces” Kira levanta las manos. “Me exonero de esta conversación” “¿De qué están hablando?” pregunta Mah-dee. “¿Por qué...” Su boca se abre y ella se queda callada. El sa-kohtsk se tambalea a la vista en la distancia, con todas las piernas y el pelo gris y peludo. Incluso desde aquí puedo ver sus cuatro ojos brillando. Gemidos de Li-lah. La mirada de Mah-dee permanece fija en la criatura. “Mierda, eso es horrible” “Eso es lo que estamos cazando”, dice Haeden. “¿Dónde está el parásito?” pregunta Mah-dee. “Dentro”, le dice Kira. “Tenemos que matarlo y sacarlo del corazón” “Asqueroso”. “Síp”. ∗∗∗∗∗∗∗ UNA TORMENTA DE NIEVE CRECE POR ENCIMA, los cielos se oscurecen hasta convertirse en un gris furioso. Algunos de los otros miran las nubes con preocupación, y me miran. Es bien sabido en la tribu que soy bueno para entender el clima, pero esta tormenta en particular no es lo que me está poniendo ansioso. Incluso si lo hiciera, debemos continuar. Es más importante cazar y conseguir los khuis para las hembras. El sa-kohtsk no está en un rebaño, lo que significa que es un macho joven. Está solo y como es joven, es rápidamente derribado por nuestro grupo de cazadores experimentados. La flecha de Raahosh le pega en el ojo y cae al suelo en un choque y una explosión de nieve. Las hembras se adelantan apresuradamente mientras Hassen y Bek separan la caja torácica, exponiendo el corazón que aún late y los brillantes hilos de khui que hay dentro. Las mujeres parecen débiles. Mah-dee se vuelve hacia Li-lah y se quita los guantes, moviendo las manos frenéticamente. Las observo con curiosidad para ver si puedo entender las palabras. Pero Li-lah se encoge de hombros. “Lo hacemos”, dice ella, palabras suaves y difuminadas. Me sorprende - y extrañamente me complace - escuchar su dulce voz. “No hay vuelta atrás”

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Maddie levanta las manos nerviosa. “Bien”. “¿Estáis listos?”, dice Raahosh. Nos mira a mí y a Taushen. “Mantengan sus lanzas en alerta. El olor de la sangre atraerá a Metlaks” “O las garras del cielo”, añade Haeden. Asiento con la cabeza y preparo mi arco mientras Taushen corre una corta distancia para vigilar. Bek y Aehako también lo hacen, y Kira lleva a las hembras hacia adelante. “Cuanto antes terminemos con esto, mejor, señoritas”, la oigo decir. “Está empezando a nevar” Kira tiene razón - la nieve está cayendo en el aire, y en pocos momentos, los cielos están blancos. Me doy la vuelta y escudriño los cielos oscurecidos, atento a las garras del cielo. La visibilidad está disminuyendo por momentos, y mi trabajo se convierte en algo cada vez más importante. Quiero ver a las hembras, especialmente a Li-lah, pero soy cazador y tengo el deber de protegerlas. Había sombras flotando en el horizonte y observo para asegurarme de que no se acerquen. Debo ignorar la rápida ingesta de aliento femenino, los suaves gemidos, los alentadores murmullos de Kira. Concéntrate. Pero quiero verla. Quiero ver los extraños ojos verdes de Li-lah inundados de un azul reconfortante y resplandeciente. Quiero saber que está a salvo y que será fuerte. Yo... Una sombra se precipita en la distancia, apenas visible en la nieve, cayendo pesadamente. Entrecierro los ojos, no estoy seguro si es mi imaginación, y luego la veo de nuevo, dando vueltas en círculos más cerca. “Garra del cielo”, advierto, levantando mi flecha más alto. “¡Estad alerta!” “Levantadlas”, grita alguien. “Hay que llevarlas a la protección de los árboles”. Miro hacia atrás y veo a Aehako corriendo hacia su compañera. Las dos nuevas humanas están dispersas en la nieve salpicada de sangre, inconscientes. Esto es normal cuando uno acepta un khui, pero no tienen horas para recuperarse. No con las garras del cielo en el aire. Otra sombra revolotea sobre mí y miro hacia arriba. No sólo una garra del cielo, sino tres. "Estad alerta", vuelvo a gritar, perdiendo mi primera flecha cuando uno cae bajo. "¡Mirad al aire! "¡Llevad a las hembras a un lugar seguro!" Por el rabillo del ojo, veo a Hassen agarrar a una de las hembras y correr hacia la línea de árboles. Bek pasa corriendo junto a mí, y lo oigo discutiendo con Haeden sobre otra hembra y quién debería cargarla. Golpeo otra flecha y la dejo volar, y entonces veo a Raahosh a mi lado, con el arco en alto. Perdemos flecha tras flecha. Dos le dieron a las delgadas y venenosas alas de las garras del cielo y uno a la parte baja de la barriga. La pequeña herida da un grito agudo y se aleja haciendo giros, y luego una segunda se detiene y la persigue. Mientras miro, la más grande ataca a la más pequeña, y le rompe el cuello. Antes de que el cuerpo pueda caer del aire, el vencedor lo toma en sus garras y se lo lleva. Eso sólo nos deja una. Da vueltas alrededor del cadáver de sa-kohtsk, y me doy la vuelta, disparando mi última flecha antes de tirar mi arco a un lado y recoger mi lanza. Gruñe y Página 28 de 183

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hiere a Bek, y me apresuro a avanzar con los otros cazadores. La lanza de Taushen golpea la cola de la criatura, y luego es clavada. Bek, Taushen, Raahosh y yo lo apuñalamos una y otra vez con nuestras lanzas, evitando las peligrosas mandíbulas. El brazo de Bek está marcado por los dientes, pero da un paso al costado y está fuera de peligro rápidamente. Entonces no es más que un cadáver, ensangrentado y apestoso junto al sa-kohtsk desechado. Jadeo, limpiando sangre de mi cara. “¿Hay alguien herido?” pregunta Haeden, avanzando a toda velocidad, con su lanza en la mano. “¿Necesitas una sanadora?” Bek se frota el brazo sangrante. “No hay sanadora, así que no importa. Y la herida no es profunda” Haeden le da a Bek su piel de agua. “Tienen la boca muy sucia. Lávate bien y ve a Maylak cuando volvamos”. Mira a su alrededor, frunciendo el ceño mientras mira hacia la nieve. “¿Dónde está Hassen?” Yo también me miro, pero mi mirada busca a alguien más, alguien con pelo largo y oscuro y un rostro humano pálido. Mah-dee descansa bajo un árbol, inconsciente. Kira está a su lado, y Aehako los protege a ambos. Li-lah no está con ellos. Mi sentido común me penetra con fuerza y me doy cuenta de que me he equivocado. No estoy celoso de Hassen. Mi sentido no surge cuando lo veo porque le tengo envidia. Él es el peligro. No es la tormenta. No son las garras del cielo. Es Hassen. “La ha robado”, digo en voz alta. “Se ha llevado a Li-lah” Hassen va a intentar forzar la resonancia. El pensamiento me llena de furia indefensa, y mis manos se enroscan tan fuerte que la hoja de mi hueso se rompe en mi mano. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 5 LILA Yo reprimo bostezar y hundirme más profundamente en las mantas. Por primera vez en lo que parece una eternidad, estoy caliente. Mis dedos no están congelados bajo las pieles y yo....oh. Es porque tengo un parásito. El piojo. Me froto el pecho, cierro los ojos, pero no me siento diferente. Sólo más caliente. Me pongo de espaldas y abro los ojos. Una cara azul está a centímetros de la mía, con los ojos brillantes de par en par. Los colmillos sobresalen de la boca sonriente. Grito y me lanzo hacia atrás, desesperada por escapar. Mi cabeza se quiebra contra una pared dura y yo gimoteo, apretando una mano en la parte de atrás de mi cabeza mientras miro alarmada. ¿Qué diablos...? Hassen me coge y le quito la mano a bofetadas. Miro a mi alrededor en estado de shock, porque no estoy del todo segura de dónde estoy. De hecho, no tengo ni idea de dónde estoy. Es una cueva…creo. Hay un pequeño fuego que arde a corta distancia en un foso de fuego de un banquillo que está bordeado de rocas. Estoy sentada en una cama de pieles, y hay roca debajo de la cama, no metal. Así que no estoy en la nave. Vale. Me froto los ojos, intentando pensar. Mi memoria está un poco borrosa, pero recuerdo a la gran criatura que abrieron y a las brillantes cosas de espagueti y fideos que nos dieron a Maddie y a mí. Recuerdo que alguien me cortó con un cuchillo, en la base de mi garganta. Mis dedos van a mi garganta. Si hubo un corte allí, ya está curado. Guau. O me curé rápido o volví a estar durmiendo mucho tiempo. Estoy tratando de no pensar en ese año y medio que perdí en las cápsulas, o en el hecho de que podría haber terminado siendo mucho más tiempo. ¿Y si estuve ahí más tiempo de lo que pensaba? ¿Y si pensara que fue sólo un año y medio y que fueron más bien diez o veinte? Me chupo los labios secos. Supongo que no importa. En el momento en que vi esos soles gemelos, supe que nunca volvería a casa. Podrían pasar cien años y no cambiaría nada. Siento un dolor de cabeza por mi antigua vida, pero tengo a Maddie. Siempre hemos estado las dos solas, y mientras la tenga, sé que estaré bien. Miro alrededor para ver a mi hermana, ignorando la cara demasiado intensa de Hassen y el hecho de que prácticamente está agachado sobre mi cama. Pero no veo a Maddie. De hecho, no veo a nadie. Sólo estamos el amenazante y yo. “¿Maddie?” Grito suavemente. “¿Estás aquí?” Hassen hace gestos y cuando le miro, me doy cuenta de que está hablando. Parece bastante contento consigo mismo, y su cola - sí, es raro - golpea en el suelo. Extiende una mano, indicando la cueva. Página 30 de 183

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No tengo ni idea de lo que acaba de decir. Sus labios se mueven mal para una correcta lectura labial. No es la primera vez que me siento completamente abrumada y aislada, y alcanzo una mano de vuelta a mi oído, sintiendo el implante coclear que no está ahí. “¿Maddie?” Lo digo de nuevo. Empiezo a sentirme incómoda. Hassen dice algo de nuevo. Me da un golpecito en la rodilla cubierta con una manta y luego saca una piel de agua, ofreciéndomela. ¿Dónde están todos? Miro alrededor de la cueva otra vez. El fuego es muy pequeño, sin carne asada sobre él. La cueva en sí es diminuta, con Hassen y yo metidos en ella, y no hay espacio para más mantas en el suelo. De hecho, tengo la impresión de que esto no es más que una cueva para dos personas. Entonces, ¿por qué estoy aquí con él? Maddie no dejaría que esto pasara. Lentamente me pongo de pie. Hassen también está de pie. Está cerca, pero no tan cerca como para estar en mi espacio personal. Evito la mirada ansiosa en su cara, y la piel de agua que empuja en mi dirección. Tengo sed, pero quiero respuestas. Salgo de las mantas y trato de rodear a Hassen. La entrada a la cueva está a poca distancia, cubierta con una piel estirada que actúa un poco como una lona. Hassen se pone delante de mí y levanta las manos. Aunque no puedo leer sus labios, su mensaje es claro. Se supone que no debo irme. Ahí es cuando el verdadero pánico se instala. ¿Me han secuestrado? “Maddie”, grito, espero que lo suficientemente fuerte como para sacudir la cueva. “¡Maddie! ¡Maddie!” Empiezo a hiperventilar. “¡Maddie!” Me agarra de los brazos y me da una pequeña sacudida, como para calmarme. Tiene el efecto contrario. Estoy en plena histeria en este momento, gritando el nombre de mi hermana y golpeando mis puños contra su pecho. Hay devastación en sus rasgos alienígenas cuando se da cuenta de lo molesta que estoy. Bien. Quiero que sepa cómo se siente. Vuelvo a golpearle el pecho con los puños y cuando me doy cuenta de lo ineficaz que se siente, me alejo de él de nuevo y me tiro sobre las mantas, llorando. Esto es lo peor que podría haberme pasado. Estoy aquí completamente sola, con un tipo que me mira como si quisiera ser mi dueño. No tengo un amigo en la tierra. En todo el maldito planeta. Estoy totalmente sola y ni siquiera puedo hablar con él. No puedo oír. Estoy tan sola. ∗∗∗∗∗∗∗ MI ATAQUE DE LLANTO dura unas horas, hasta que me siento débil por el agotamiento y mis ojos se sienten calientes e hinchados. Eventualmente me vuelvo a sentar y miro a Hassen. Está sentado junto al fuego, y sus hombros están desplomados por el abatimiento. Página 31 de 183

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¿Está decepcionado? Ignoro la punzada de compasión que siento porque ese idiota me secuestró. Esta mierda no está bien, no a ningún nivel. Me mira y la mirada expectante y esperanzada vuelve a su rostro. Dios, parece tan ansioso por verme. Se pone de pie y trae la piel de agua, ofreciéndomela de nuevo. Quiero negarme, pero mi garganta se siente como un desierto, así que la tomo y bebo con cuidado, observándole. Vuelve al fuego y regresa un momento después con un tazón de estofado. Yo también lo tomo porque me muero de hambre y voy a tener que comer algo si quiero vivir. Ciertamente no planeo morir, no ahora que me he tomado la molestia de conseguir el parásito. Y no parece que Hassen quiera hacerme daño, así que necesito soportarlo hasta que Maddie me encuentre. Conozco a mi hermana, no va a descansar hasta que nos reunamos. Ella es incansable en sus esfuerzos por protegerme, y siento una pizca de culpa porque me molestaba el hecho de haberla necesitado durante los últimos días. ¿Porque ahora mismo? Daría cualquier cosa por verla en la cueva conmigo. Me pongo la cazuela en la boca y para mi sorpresa, ya no es tan picante como antes. ¿Quizás Kira es una mala cocinera? O tal vez el parásito está cambiando otras cosas. Los grandes dedos azules extienden la mano y me rozan la mandíbula, sorprendiéndome. Jadeo y le quito la mano, ignorando la expresión de dolor en su cara. No me importa lo bueno que sea, no se va a meter en mis pantalones. No voy a caer en sus brazos porque me secuestró. Si él piensa eso, tiene otra cosa en camino. Por supuesto, ahora que ha intentado tocarme la mejilla, todo se está volviendo siniestro. Esta cueva es muy pequeña y no tiene privacidad. Voy a estar a solas con él hasta que me lleva de nuevo. ¿Después de ese toque de mejilla? Tengo muy claro lo que quiere. Quiere una esposa humana. Y yo no me ofrezco como voluntaria en absoluto. Ven a buscarme, Maddie. Me sentaré aquí y esperaré. Miro a Hassen. Se anima visiblemente cuando su mirada se encuentra con la mía, y yo vuelvo a mirar rápidamente hacia otro lado. No quiero que se haga una idea equivocada. Como y aprieto las mantas de pieles a mi alrededor otra vez como escudo. Dejé el cuenco y el agua a un lado y luego me acurruco en la esquina de la cueva con la espalda contra la pared, así que Hassen no me puede sorprender. Su impaciencia es casi perruna en la forma en que me mira, pero por otra parte, un cachorro no secuestraría a una mujer. No estoy segura de por qué cree que robar a una chica le ganará el corazón. Es muy extraño. También me pregunto por qué los otros lo dejaron salirse con la suya. ¿No les importa lo que me pase? ¿No se supone que las humanas son preciosas para ellos? Me hace pensar en Rowdan, el de los ojos bonitos y amables. Quizá no sea tan amable después de todo. Tal vez todo esto era parte del plan. No puedo confiar en nadie.

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∗∗∗∗∗∗∗ PASE HORAS EN LA CAMA, mirando a Hassen. Ya no estoy llorando; ahora sólo tengo miedo. Miedo de que Hassen se canse de esperar a que me guste. Que va a decidir tocar más que mi mejilla. Estoy sola con un hombre extraño y enorme que claramente no tiene pensamientos puros en su mente, así que por supuesto que estoy aterrorizada. No importa que me haya tratado bien hasta ahora; estoy esperando a que se caiga el otro zapato. Intenta hablar conmigo un poco. Él viene y es todo sonrisas, hablando mientras pone una piel de agua fresca a mi alcance y me ofrece un pequeño tazón de lo que parece una mezcla de frutos secos. Tomo la comida y deliberadamente vuelvo la cara para no leer sus labios. No me interesa oír lo que tiene que decir. ¿Qué me va a decir? Sí, culpa mía, te robé. Espero que no estés enfadada. ¿Quieres que nos besemos? Parece cada vez más decepcionado por mi reacción hacia él con cada hora que pasa. Cuando me molesto en mirarlo, tiene la cara desanimada y se frota el pecho. En el momento en que nuestros ojos se conectan, se ilumina y me mira con anticipación. Es raro, pero me mira con tanta expectación que tengo la sensación de que es como un niño esperando la Navidad, y no estoy segura de por qué. ¿También? De verdad, de verdad tengo que orinar y no se va a ir. Hay un cuenco tallado y cubierto en un pequeño rincón de la cueva que puedo adivinar su uso, pero no hay privacidad y no voy a ponerme en cuclillas delante de él. Agita una mano y dice algo, pero yo lo ignoro. “Vete”, murmuro, y aprieto más las mantas a mi alrededor. Me pregunto cuánto tiempo puede esperar el cuerpo humano para orinar. Le vendría bien que hiciera un desastre en cualquier parte, pero no sé cuánto tiempo vamos a estar aquí, y lo último que quiero hacer es dispararme a mí misma en el pie orinando en mis propias pieles. Me aprieto los muslos, decidida a esperar. Poco tiempo después, la necesidad de orinar empeora. Miro el fuego de nuevo. Parpadea pero Hassen se ha ido.... Me siento, sorprendida. No me di cuenta de que me había dejado aquí. Inmediatamente salgo de mis mantas y me dirijo a la pantalla sobre la entrada de la cueva. Lo jalo hacia atrás y doy un paso hacia afuera… ...a una ventisca aullante. Al menos, supongo que es aullante. Es completamente silenciosa para mí, pero la nieve me golpea en la cara como agujas, y el viento es casi suficiente como para derribarme. Me hundo, hasta las rodillas, en la nieve del lugar que hay enfrente de la cueva. Mierda. ¿Voy tras él o espero a que vuelva? Entrecierro los ojos ante el paisaje gris, pero no puedo ver muy lejos y ese frío familiar y adormecedor de huesos está volviendo. Vuelvo a la cueva y reemplazo la pantalla, luego uso el baño. Me lavo las manos con un poco de agua, luego me siento en mis pieles y espero. Va a volver, ¿verdad? Por mucho que no quiera estar aquí con Hassen, no sé si estoy lista para ser abandonada. ¿Adónde iría yo?

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Para mi alivio, mi captor aparece de nuevo poco tiempo después, blandiendo un animal que parece un puerco espín estirado con cabeza de gato. La sostiene y dice algo que no capto, y luego hace un gesto al fuego. ¿Cocinarlo? Me acuesto en las mantas y cierro los ojos. Una respuesta significaría que estoy hablando con él, y no estoy hablando con él. Mientras no esté sola en esta ventisca, es suficiente, por ahora. Puedo ignorarlo por un tiempo más. Silenciosamente hago un balance mental de los suministros que necesitaré si voy a huir. Voy a necesitar un plan de respaldo para si algo malo pasa antes de que Maddie venga a salvarme. ¡Maldita sea, vamos, Maddie! ROKAN “¡Han pasado dos días! ¿Por qué nadie puede encontrar a mi hermana?” La voz humana resuena en la pequeña caverna que hemos llamado hogar en los dos últimos amaneceres. Raahosh frunce el ceño a Mah-dee, que tiene las manos en las caderas y le mira fijamente sin miedo. “Mira afuera. Puedes ver tan bien como yo que la tormenta ha cubierto cualquier rastro” “¿Y? ¡Este es tu planeta! ¡Son cazadores! ¡Deberías conocer este lugar! ¿A cuántos lugares puede llevarla? ¡Ve a sacar tu feliz culo azul a la nieve y encuéntrala!” Gesticula Mah-dee en la entrada de la cueva. Me detengo en la flecha que estoy afilando y miro hacia donde Mah-dee acecha cerca del fuego, furiosa. Entiendo su frustración; eso no cambia el hecho de que Li-lah no está en ninguna parte, y la tormenta ha cubierto todos los rastros de huellas que Hassen podría haber dejado. “He estado en la nieve, buscando”, dice Raahosh. “Todos lo hemos hecho. Rokan ha estado buscando sin parar y solo se detuvo porque le hice volver. Taushen está cazándolos incluso ahora. Hacemos todo lo que podemos, porque debemos mantener a los cazadores aquí para protegerte a ti y a Kira”. “Una mala elección de palabras”, murmura Haeden mientras viene y se sienta a mi lado. Toma una de las nuevas flechas que he hecho y mira a Mah-dee por el rabillo del ojo. Mah-dee hace un ruido de indignación. “¿Protegerme? ¿Protegerme? ¡Ni siquiera quiero estar aquí! ¡No me hagas ningún maldito favor! ¡Puedo cuidar de mí misma! ¡Sólo ve a buscar a mi hermana o déjame a mí!” Sin miedo, coge el cuchillo de su cinturón. “Dame un arma y la encontraré yo misma” Haeden hace un sonido molesto. Raahosh pone una mano sobre la de Mah-dee y la detiene antes de que pueda desenvainar su espada. “No quieres hacer eso” “Estoy bastante segura de que sí”, responde entre dientes.

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Kira se pone una mano en la cara y se frota el punto liso entre las cejas. “Sé que todos estamos atrapados en esta cueva ahora mismo, pero ¿podemos fingir que nos llevamos bien? Te prometo que estamos haciendo todo lo que podemos, Maddie”. “Mah-dee”, resopla Haeden y me mira, devolviéndome una de las flechas afiladas que he creado. “Es un buen nombre. Siempre está enfadada” No me río, aunque mi boca tiembla de necesidad de hacerlo. “Entiendo su ira. Son nuevas en este lugar y su hermana ha sido robada. Está molesta”. Yo también estoy molesto. Al robarle a Li-lah, Hassen está tratando de forzar la resonancia. Podría estar robando a Taushen, Bek, o a mí mismo de una pareja incluso ahora. Me digo a mí mismo que no funcionará, y que si Hassen estuviera destinado a ser el compañero de Li-lah, él habría resonado ante ella cuando recibió su khui. Pero luego pienso en Raahosh y su Leezh. Él se la robó y ellos regresaron casi una vuelta llena de la luna más tarde, compañeros de resonancia. Y pienso en Harlow, que fue secuestrada por Rukh. Cuando ella regresó, era su compañera de resonancia. Estoy furioso por todas las razones equivocadas, y estoy enojado conmigo mismo por ello. Debería estar enfadado porque Hassen ha infringido la ley tribal. Debería estar enfadado por Li-lah porque la está escondiendo de su hermana y de la tribu. Debería estar enfadado porque su acción impulsiva nos retardará muchos amaneceres para volver a la tribu, y mi madre se preocupará. Pero en vez de eso, estoy más enojada porque está tratando de elegir a Li-lah. Porque la quiero para mí. Está mal sentirme posesivo de una hembra que apenas conozco, pero quiero llegar a conocerla, y no como la pareja de otra persona. “¿Necesitas tantas?” Miro a Haeden, perplejo. “¿Tantas?” Hace un gesto a la pila de flechas que he hecho con huesos de animales. “Tantas flechas” Ah. Asiento distraídamente y paso mi pulgar por la punta afilada de una de ellas. "Es mi turno en la cueva." Tres cazadores deben permanecer con las hembras humanas en todo momento para protegerlas, porque todavía estamos en territorio metlak. Esto significa que Aehako, Bek y Taushen están buscando señales de Li-lah y Hassen mientras yo tengo que esperar en la cueva con Haeden y Raahosh hasta que regresen. No importa que no haya dormido en el último día. No importa que haya pasado cada minuto permitido en las nieves, buscando una huella esperada. Sólo vuelvo cuando mi agotamiento es mayor que mi fuerza, y porque debo averiguar si los demás ya lo han descubierto. Cada vez que vuelvo, me decepciona saber que no hay noticias. Y como debo descansar, según Haeden y Raahosh, paso el resto del tiempo preparando mis armas para poder estar preparado para salir de nuevo. Encontraré a Li-lah. Debo encontrar a Li-lah.

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“Todo va a estar bien”, tranquiliza Kira, levantándose y abrazando a Mah-dee antes de que pueda volver a pelear con Raahosh. “Vamos a encontrarla. Hassen la mantendrá a salvo” “No lo entiendo”, se queja Mah-dee, dejando que Kira la lleve de vuelta a sentarse junto al fuego. “¿Por qué se la robaría? ¿Cuál es el punto?” Kira duda y luego admite: “La resonancia”. Las cejas amarillas de Mah-dee se unen. “¿Qué?” “Ya sabes, resonancia” Hay una mirada incómoda en la cara de Kira y ella nos mira a mí y a Haeden. “Le explicamos la resonancia, ¿no?” “No, es la primera vez que lo escucho”. Mah-dee inclina la cabeza. “¿Qué es la resonancia?” La cara de Kira se pone pálida, el color se le escapa de la cara. Ella mira a Haeden y luego, Raahosh. “¿Alguno de vosotros quiere manejar esto?” “La resonancia es para aparearse”, me ofrezco voluntario cuando ambos se quedan callados. “El khui en tu pecho escoge un compañero para ti y luego llevarás un kit” Las cejas de Mah-dee suben lentamente. “Hace ¿Qué?” Kira me da una pequeña sacudida de cabeza horrorizada. “¿Sabes qué? Yo me encargo de esto, Rokan” Ella me hace señas con la mano, indicando que debería callarme, y luego le da una palmadita en el brazo a Mah-dee. “Vale. Así que el khui que tienes en tu cuerpo tiene una serie de deberes. Mantiene a su huésped sano y te adapta al medio ambiente”. “El parásito, sí” La cara de Mah-dee es inflexible. Ella se cruza de brazos. “¿Qué tiene que ver esto con un compañero y un kit? ¿Qué es un kit?” Kira parece muy incómoda. “Pues que otra de las tareas del khui es asegurar la propagación de la especie huésped. Elige a dos personas que son las más compatibles genéticamente y, umm”, ella cierra los puños y los une. El bajo jadeo de Mah-dee resuena en la cueva. “Qué demonios dices”. “Sí. Fue difícil para muchas de nosotros lidiar con ello en ese momento, pero la buena noticia es que todas se llevan bien con sus compañeros” “No todos”, dice Haeden. “Asha y Hemalo se odian” Kira hace un gesto a Haeden con el ceño fruncido. “La mayoría”, corrige. “La mayoría ama a sus compañeros. Algunos aún no han llegado a hacerlo”. “Así que, espera” Mah-dee se cubre la cara y aspira profundamente, y luego mira hacia arriba. “Estoy intentando con todas mis fuerzas seguirte. ¿El parásito decide que necesito un hombre y me encuentra uno? ¿Y entonces podemos tropezar con los feos?” “¿Feh-oos?” Pregunto, curioso. “¿Qué es un Feh-oos?” Ambas mujeres me ignoran. “Es un poco así”, concuerda Kira. “¿Por qué le importa a esta cosa si tengo sexo?” Página 36 de 183

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“Propagación de la especie”, repite Kira, aunque no entiendo lo que significan esas palabras. Se estremece cuando Mah-dee hace un bajo grito de ira. “¿Me estás jodiendo? ¿Esto es Crepúsculo? ¿Voy a doblar la esquina y Stephanie Meyer va a estar allí?” Ella hace un gesto sobre dónde nos sentamos Haeden y yo. “¿Son hombres lobo?” “¿Hombres looh…?” Comienza Haeden, frunciendo el ceño. “No, no”, le asegura Kira con otro gesto de sus manos. "Estás entrando en pánico." Ella mueve las manos tanto que me hace pensar en Li-lah. Y pensar en Li-lah me hace preguntarme por qué los otros no han vuelto todavía. Me acerco a la parte delantera de la cueva y miro hacia afuera. La nieve sigue cayendo con fuerza. “Pero el parásito quiere que procree”, dice Mah-dee en voz baja. “¿Y no pensaste en mencionarlo antes de que nos metieran los espaguetis brillantes en la garganta?” “No es como si tuvieras una opción”, responde Kira, pero su voz se está haciendo pequeña ante el evidente desagrado de Mah-dee. “Y realmente, no todo el mundo resuena” “¿Oh? ¿Cuántas de las humanas que vinieron aquí contigo no han resonado?” Kira se muerde el labio. “¿Y todas tienen bebés?” Con un pequeño suspiro, Kira se pone las manos delante del pecho. “Estás haciendo esto peor de lo que es, Maddie. Es porque hay muy pocas hembras en la cueva de la tribu sakhui...” Mah-dee agacha la cabeza, bajando la barbilla. Un momento después, me doy cuenta de que es porque sus cejas han subido mucho - lo que Kira está diciendo ahora la ha molestado. “¿Disculpa?” "Pocas mujeres", repite Kira, y luego se muerde el labio. "Vale, sí, esto suena mal." "¿Tú crees? Acabo de enterarme de que estamos en el Planeta del Chupete con el capitán Cuerno y el equipo de Palmas Peludas, y no te molestaste en decirme que tengo un compañero de juego asignado?" Haeden frunce el ceño y me mira mientras me vuelvo a sentar en mi asiento y tomo mi cuchillo de trinchar otra vez. “¿Qué está diciendo? Sus palabras son tonterías” “Está loca”, le digo. “Quiere tomar sus propias decisiones” “Os oigo a los dos”, dice Mah-dee, mirándonos. “No estoy sorda, joder”. Y luego estalla en lágrimas. Kira nos mira con exasperación y luego abraza a Mah-dee, frotándole la espalda. “Lo siento”, dice Kira. “Deberías haberlo sabido antes de que te diéramos el khui, pero eso no cambia nada. Tienes que tenerlo para sobrevivir. Te lo prometo. No es una opción. Es un hecho de la vida. Y los chicos de aquí son agradables. Te tratarán muy bien si resuenas, y no te Página 37 de 183

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tocarán si no lo haces. Lo juro. Tu hermana está total y completamente a salvo con Hassen, no importa lo loco que parezca todo esto” Mah-dee se limpia las mejillas y se endereza, asintiendo. “Entonces, ¿la robó porque se apareó con ella? ¿Resonó con ella? ¿Tengo un cuñado ahora?” Mi corazón se aprieta de celos al pensarlo. “O está tratando de forzarlo”, agrego, incapaz de controlarme. Haeden me dispara una mirada de tranquilidad y me quedo en silencio. “¿Forzarlo? ¿Qué quieres decir con "forzarlo"?” Permanezco en silencio. Sólo estoy empeorando las cosas. “¿Qué quieres decir con "forzarlo"?” Mah-dee pregunta de nuevo, mirándome. “¿Rokan?” “Las hembras humanas resonaron rápidamente en nuestros machos”, dice Haeden, mirándome con desprecio por haber sacado el tema. “Hassen se la llevó porque si él es el único macho del que ella está cerca, espera que su khui resuene con él si están lo suficientemente unidos” “¿Como un premio de consolación?”, grita y se pone de pie. “Quiere un premio de consolación de apareamiento? ¿Me estás tomando el pelo?” “¿Son todas las melenas amarillas tan enfadadas? Me recuerda a Leezh”. Haeden echa una mirada acusadora a Raahosh. “Mi compañera es mucho más dulce”, gruñe Raahosh, que también se ve molesto con Mahdee. “¿Incluso cuando te la robaste?” Le devuelvo el golpe. “Eso no es lo que dice Leezh” Ahora Raahosh me frunce el ceño. Tal vez si hago enojar a todos en la cueva, me enviarán a buscar a Li-lah. Recojo mis flechas y las dejo caer en el carcaj. Estoy preparado. Más que listo. “Si los cazadores no tienen suerte por la mañana, deberíamos llevar a Mah-dee de vuelta a la cueva de la tribu”, les digo a los demás. “Hassen la traerá de vuelta en su momento. Iré a buscarla” “No lo harás”, dice Haeden. “Las garras del cielo son un gran peligro y tenemos que proteger a dos humanas. Sin Hassen, necesito a todos los cazadores”. Me pongo tieso de ira. Li-lah debe ser lo primero. Ella está en peligro. Ella... Frente a mí, Kira se frota los ojos. Están cavernosos por la falta de sueño. Al otro lado de la cueva, Mah-dee está mirando hacia el frío. Ambas parecen exhaustas y frágiles. Odio que Haeden tenga razón. Mah-dee y Kira deben ser protegidas, y no puedo dejar el grupo hasta que estén a salvo. La compañera de mi hermano tiene un kit joven con el que debe volver. Y Mah-dee no puede quedarse aquí en tierras peligrosas. Reflexiono un momento y luego asiento con la cabeza lentamente. Volveré a la cueva de la tribu con ellos, y luego buscaré a Li-lah por mi cuenta. Me roe el estómago pensar en dejarla aquí en los brazos de Hassen, pero él la mantendrá a salvo hasta que yo pueda ir a buscarla. Página 38 de 183

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No tengo otra opción. No puedo arriesgar la seguridad de la pareja de mi hermano por Lilah. No cuando Li-lah está a salvo. Volveré a por ella. Sin embargo, no les diré esto, o intentarán detenerme. Así que me golpeo la frente. “Deberíamos regresar. Mi conocimiento me dice que esto es lo que debemos hacer”. Raahosh asiente lentamente, con las cejas arrugadas. “¿Estás seguro?” “Lo estoy” “¿Entonces por qué no esperar aquí?” pregunta Kira. Estoy jugando con la preocupación por su kit. No quiero quedarme aquí. Li-lah no regresará, y cuanto antes pueda separarme del grupo, antes podré ir a buscarla. “Mi conocimiento me dice que debemos regresar a la tribu. Ya habéis estado lejos de vuestra familia demasiado tiempo” Cada uno de ellos echa de menos a alguien en las cuevas casa Raahosh echa de menos a su Leezh, Haeden echa de menos a su Jo-see, y Kira llora cada noche por su joven kit que dejó en casa para hacer este viaje. “No creo que debamos quedarnos” “¿Este es tu conocimiento hablándote?” pregunta Haeden. Asiento con la cabeza. “¿Tu conocimiento?” Mah-dee me escupe. “¿Qué eres, psíquico?” “En realidad, más o menos?” Kira dice. Mah-dee levanta las manos. “Oh, claro. ¿Por qué no? Me voy a la cama” “Deberías dormir un poco”, le grito después de que ella vuelva a retirarse. “Para su viaje de regreso a las cuevas tribales” Me hace un gesto con un dedo, y eso me desconcierta. ¿Cree que hablo su idioma? Decido memorizar la señal en caso de que la necesite para hablar con Li-lah. Lo practico unas cuantas veces y luego hago las mochilas para la mañana. Mi sentido común nunca se equivoca, y ahora que lo he dicho en voz alta, sé que es verdad. Regresaremos a las cuevas, y cuando los otros regresen a casa, me escabulliré silenciosamente y buscaré a Li-lah por mi cuenta. Es entonces cuando la encontraré. No será enseguida, pero la encontraré. Debo ser paciente. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 6 LILA Ha pasado casi tres semanas, y creo que he dormido durante dos horas. No puedo relajarme. No atrapada aquí sola con Hassen. No con él rondando constantemente, ofreciéndome comida y mirándome como si estuviera esperando que algo sucediera. Todavía no lo he descubierto. Es lo suficientemente bueno, supongo, para un tipo que me secuestró lejos de todos los demás. Pero el hecho es que no puedo dejar de resentirme por haberme alejado de los demás y haberme dejado aquí. No puedo hablar con mi hermana, y no quiero hablar con él, lo que me deja mucho tiempo libre para planear cómo escapar. Yo también lo tengo todo planeado. Hassen sale de la cueva regularmente para ir a cazar, y no es como si estuviera atada. ¿Quizás es lo suficientemente arrogante como para asumir que nunca intentaré irme? ¿O tal vez sabe que si me voy, vendrá a buscarme? Sea lo que sea, no estoy vigilado y durante mucho tiempo, estoy sola. Esto me da tiempo para tomar siestas furtivas, empacar mi bolso y esconder la mezcla picante de frutos secos con la que él sigue tratando de alimentarme. Mis raquetas de nieve no están en ninguna parte, así que he pasado los últimos días rellenando mis botas con piel extra que he estado arrancando de una de mis mantas. No tengo un cuchillo, pero cuando Hassen se va, tomo uno de los huesos y afilo la punta contra una de las rocas junto al fuego hasta que casi es un cuchillo. Casi. Yo también he tenido mucho tiempo para considerar a dónde voy a ir. He visto algunos programas de supervivencia en la televisión, así que sé que el agua y el refugio son las cosas más importantes. El agua está bastante bien manejada, aunque sé que no debes comer nieve porque baja la temperatura de tu cuerpo o algo así. No estoy seguro de que eso se aplique a mí con mi nuevo calentador de espacio de un parásito, pero esa no es mi mayor preocupación. Es un refugio. Con el pioo-jo en el pecho, puedo soportar el terrible frío un poco más, pero eso no significa que pueda soportarlo por un largo período de tiempo. Necesitaré refugio, lo que significa que necesito un lugar seguro donde Hassen no me encuentre. Todavía no estoy segura de dónde está, pero sabré más cuando vea el paisaje. Estoy pensando en árboles, tal vez un lindo bosque nevado, algo donde sea fácil recolectar alimentos. A partir de ahí, no sé adónde iré. No sé dónde viven los grandes tipos azules, o si quiero ir en esa dirección. ¿Y si todos son como Hassen? Quiero a Maddie, pero por la noche, cuando estoy sola con mis pensamientos, me preocupo. Me preocupa que no me dejen encontrar a Maddie. ¿Y si nos separaron deliberadamente? ¿Y si es un ritual raro para separar a las mujeres hasta que nos enamoremos de nuestros captores o algo así? Porque estoy bastante segura de que Hassen no está buscando una compañera de Charadas.

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Por eso tengo que irme. Porque a pesar de que es una locura estúpida salir a la naturaleza por mi cuenta, se siente aún más loco y estúpido quedarse y esperar que siga siendo un caballero todo el tiempo. No soy tan tonta. Él tiene todo el poder y yo no tengo ninguno, ni siquiera un cuchillo. Me guste o no, tengo que deshacerme de mi cero y convertirme en mi propio héroe. Hassen regresa a la cueva a media mañana, como siempre hace. Trae una presa recién capturada, como siempre hace, y termina matándola junto al fuego. Luego, aviva las llamas más alto para poder cocinar mi porción. Voy y me siento frente al fuego con él porque quiero ver cómo lo hace. Necesito saber cómo hacer un fuego si quiero sobrevivir. En realidad, necesito saber cómo hacer una lista abrumadora de cosas, pero estoy tratando de no preocuparme por eso. Una cosa tras otra. Hassen está pinchando las brasas con un palo - no, espera, un hueso, uno muy largo y curvo - y cuando las agita, desmenuza algo que parece caca seca y lo empuja hacia las brasas. Se inclina para soplar sobre ellas, y cuando mira hacia arriba, nuestros ojos hacen contacto. Mierda. Veo una sonrisa engreída curvar su boca y me molesta, porque ahora va a pensar que me está agotando. Tan arrogante. Alimenta el fuego con unos pocos trozos más de la madera pálida y elástica, y luego se lava las manos antes de volver a descuartizar a su presa. Me alegro de tener un estómago fuerte, porque la vista de él cortando a esa pobre criatura hace que sea difícil tener apetito. Él saca un jugoso (uff) pedacito suelto y estoy bastante segura de que me lo va a ofrecer de nuevo. He notado que come su carne cruda y me pone un poco nerviosa. En vez de dármelo, se inclina y trata de dármelo de comer. Le quito la mano a bofetadas. El trozo de carne sale volando a través de la cueva. Nos miramos el uno al otro, sorprendidos. Mi corazón truena en mi pecho, aterrorizado. ¿Qué va a hacer ahora que le he atacado? ¿Me va a devolver el golpe? ¿Sujetarme y forzarme a comer? Sus ojos se entrecerraron en mi dirección, y todo lo que tengo que hacer es quedarme quieta. Hassen se pone de pie lentamente, recoge la carne y la arroja al fuego. La mirada en su cara es pedregosa, y mi corazón late a una milla por minuto. Esto no puede continuar. No puedo seguir abofeteándole. Y no entiende la indirecta. Tengo que irme. Ahora. Esta noche. Pronto. LO ANTES POSIBLE. Hassen está hosco cuando coloca el trípode de la bolsa de estofado sobre el fuego y añade un puñado de nieve, y luego tira la carne que ha estado cortando. Me da una mirada resentida, de por qué no puedes ver lo generoso que soy y luego vuelve a salir de la cueva. Claramente le he puesto de mal humor. Página 41 de 183

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Es hora de irse, mi cerebro me lo recuerda. Es hora de irse. Lo dudo. Estoy asustada. Si salgo, podría ser una sentencia de muerte. ¿Y si Maddie nunca me encuentra? ¿Qué pasa si me congelo hasta morir? ¿Qué pasa si no puedo hacer un fuego o encontrar algo para comer o un millón de otras cosas que pueden salir mal? ¿Pero qué pasa si me quedo? ¿Voy a estar atrapada con Hassen por el resto de mi vida? ¿Es esta la versión alienígena de la historia de la chica que vive en un cuarto secreto en el sótano? ¿Puedo vivir completamente dependiente del imbécil que me robó el resto de mis días y estar de acuerdo con eso? ¿Y si los demás están al otro lado de la colina y ni siquiera me he dado cuenta? Nunca lo sabré a menos que lo intente. En el peor de los casos, Hassen me encontrará de nuevo y me arrastrará de vuelta. En realidad, en el peor de los casos, me convertiré en un helado humano. Supongo que hay una escala móvil de "lo peor" después de todo. Pero de cualquier manera, no puedo quedarme. Vuelvo a mis mantas y saco el cuchillo para huesos que he afilado, y agarro mi bolso. Meto los pies en las botas apresuradamente y las ato firmemente. Me muevo al frente de la cueva y miro hacia afuera. Sólo cae una nevada muy ligera, y los cielos son de un gris más claro que el gris lúgubre y tormentoso que eran ayer. Eso es una mejora, supongo. Busco a Hassen, pero se aleja a lo lejos, de espaldas a mí. A buscar más comida, tal vez, o a buscar más combustible. Ahora es mi oportunidad. Me pongo el bolso sobre el hombro y doy un paso al frente. Sin raquetas de nieve, me hundo hasta las rodillas y jadeo. Hace frío aquí afuera, más frío de lo que esperaba. Regreso corriendo a la cueva, agarro una de las mantas y la enredo alrededor de mis hombros, y luego vuelvo a salir corriendo. Lo primero que tengo que hacer es salir de la vista. Me tambaleo a través de la nieve profunda, mis pies hundiéndose a cada paso, y me dirijo alrededor de la pared del acantilado hasta que ya no puedo ver a Hassen. Eso significa que él tampoco puede verme. Ahora estoy mucho más cerca de la libertad. Y me imagino la cara de enfado de Hassen cuando se dé cuenta de que me he ido y me hace acelerar el ritmo. Mi mano enguantada se agarra a la pared del acantilado mientras avanzo, mi cuchillo en la otra. Me tambaleo con cada paso pero sigo adelante, porque no voy a retroceder. No voy a sentarme en mi trasero y esperar a que él decida que no soy una cautiva lo suficientemente agradable. Si estoy sola, estoy sola. El acantilado da paso a una colina, y yo subo por ella. A lo lejos, puedo ver cosas rosadas, ondeando contra la nieve, y lo que parece un arroyo. No está congelado, lo que es extraño. Pero hay un paisaje en esa dirección en lugar de las interminables colinas blancas donde

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yo estaba, así que es una buena manera de ir. Tiro de mi capucha con más fuerza alrededor de mi cara, porque el frío me está agrietando la piel, e inclino la cabeza hacia adelante. Camino durante media hora, poniendo distancia entre la cueva de Hassen y la mía, antes de que ocurra lo peor. Estoy en lo alto de la colina, mirando hacia el valle de abajo. Necesito bajar rápido, porque soy visible aquí arriba y necesito esconderme de Hassen. Doy un paso hacia abajo. La nieve bajo mis pies cede con un chisporroteo de hielo y luego caigo hacia adelante. Aterrizo de culo, me caigo de lado, y luego ruedo, ruedo, ruedo, ruedo hasta el final por el lado nevado de la cresta antes de terminar abruptamente. Luego, voy volando los últimos tres metros y aterrizo sobre mi vientre en la nieve de abajo. El aliento sale de mis pulmones y me acuesto sobre la nieve, sobre mi estómago, tratando desesperadamente de recuperar el aliento y deshacerme de los mareos que nadan en mi cabeza. No me esperaba eso. Tampoco espero la mano que agarra el talón de mi bota y me arrastra hacia adelante. Mierda. Me ha encontrado. Golpeo una mano contra el suelo nevado, frustrada, mientras me arrastran hacia atrás. Me retuerzo y me doy la vuelta para mirar a Hassen.... Excepto que no es Hassen. Es un yeti. Creo. Mis ojos se abren de par en par y miro a la criatura. Es muy extraña. Desde atrás, parece un oso de peluche sucio con una cola larga y peluda y sin orejas. El pelo es un amarillo grisáceo mate y sucio, y huele tan mal. Como un perro mojado por diez. No puedo ver su cara mientras me arrastra detrás de ella, pero la mano que agarra mi bota es de tres dedos y parece casi humana. Es muy extraño. Estoy demasiado sorprendida para estar asustada. ¿Hay más gente aquí? ¿La gente del Yeti? La cosa yeti se gira, mirando hacia un lado, y veo un ojo enorme y redondo. Brilla azul, igual que Hassen y todos los demás alienígenas azules. Mientras miro, la criatura echa la cabeza hacia atrás y su boca funciona, como si estuviera llamando o llorando o algo así. No creo que sea una palabra. El yeti se detiene, hace la llamada de nuevo, y luego espera. Unos momentos más tarde, aparece otra sombra y miro para ver a otro yeti, igual que el primero. Mierda. Busco mi navaja, pero no la encuentro. Si tuviera unos minutos para cavar en la nieve suelta, tal vez podría encontrarla. Pero algo me dice que no tendré esa oportunidad.

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El que me arrastra hacia adelante comienza a caminar de nuevo, y levanto la cabeza para que no me raspen con el hielo. El nuevo camina junto a él, y me ignoran, por ahora. ¿Es porque no grité? Todavía tengo miedo de hacer ruido. El nuevo me mira y luego toca el brazo del otro. Se han dado cuenta de que estoy despierta y mirándolos desde atrás, creo. Me congelo en el lugar, aterrorizada, cuando ambos me miran. ¿Qué hago ahora? Uno se agacha a mi lado y puedo decir por sus patas abiertas que es claramente macho. Cielos. Su cara está mateada con piel sucia y hay una cicatriz arrugada donde debería estar el otro ojo. Mira al otro, hace un pequeño gesto con sus manos, y luego extiende la mano para tocarme el cabello. Me quedo quieta y el otro hace un ruido con su boca, luego un gesto con sus manos. ¿Están... hablando? ¿Estas cosas se hacen señas entre sí? Levanto la mano y hago un gesto de saludo en ASL. Hola, encantada de conoceros. No lo entenderán, pero siento que tengo que decir... ¿algo? Sus ojos extraños y brillantes como los de un pez se concentran en mis manos. Uno hace un gesto similar al mío, luego inclina la cabeza hacia atrás y hace otro ruido que no puedo oír. El otro mueve una mano hacia su cara, casi como un rasguño, pero incluso eso me parece una señal de algún tipo. Intento repetir la moción. Ambos amartillan sus cabezas, y por un momento, me recuerdan a los perros. Luego, se miran unos a otros y aprietan sus bocas pequeñas y redondas, sus manos moviéndose en lo que parecen señales toscas - o arañando a las pulgas. Entonces el que agarraba mi bota lo hace de nuevo y sigue arrastrándome. No sé si esto es peor o mejor que ser el caramelo de Hassen. Todo lo que sé es que he cambiado de un secuestrador a otro. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN Nos vamos con un humana protestando y enfadada, que quiere quedarse para encontrar a su hermana. Ni siquiera Kira simpatiza con la frustración de Mah-dee, porque quiere volver a casa con su kit. El viaje de regreso es largo y toma muchos días. Mah-dee pelea durante todo el camino, hasta que el comportamiento compasivo de Kira se quiebra y ella le regaña. Todos nos apresuramos, haciendo buen tiempo, y cuando regresamos, la tribu se desborda para salir a nuestro encuentro, regocijados. Mah-dee está enfadada y hace un gran alboroto, y yo finjo una tranquilidad que no siento. Si voy a alejarme de los demás, no deben sospechar que cada paso que doy para alejarme de Li-lah es una tortura. Así que sonrío y bromeo con el resto, mi mirada en las lejanas colinas que acabamos de dejar atrás. En el momento en que los demás se dan la vuelta para volver a las cuevas, llevo mi bolso al hombro y me voy en silencio. Ahora es mi oportunidad.

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Ahora Mah-dee está a salvo, y puedo ir a buscar a su hermana sin poner en peligro la seguridad de los demás. “¡Espera! ¿Adónde vas?” Taushen llama, corriendo a mi lado. No me detengo. Ya ha pasado demasiado tiempo. “A buscar a Li-lah” “¿Lo harás? Pero partiremos por la mañana con un grupo” “No. Todos deben quedarse. La encontraré. Es mi tarea” Frunce el ceño, corriendo detrás de mí. “¿Qué hay de Mah-dee? Ella querrá ir contigo” “Ella me retrasará. Necesita quedarse” Le miro. “Dile a los demás que no hay necesidad de una partida de caza. Mi conocimiento me dice que encontraré a Li-lah. Me dice que debo hacer esto solo. Se te necesita aquí para cazar” Taushen frunce el ceño. “Quiero ir contigo, entonces” Reflexiono sobre esta idea, pero mi conocimiento no responde. No, Taushen no la encontrará. Lo haré. Mi sentido común se fortalece cada vez que pienso en ella. Mi 'conocimiento' sobre el rescate de Li-lah no incluye a otros....sólo a Li-lah y a mí. Cada vez que añado mentalmente Taushen, o Mah-dee a la idea, me siento mal. “Seré sólo yo, Taushen. Dile a los demás a donde he ido para que nadie se preocupe, pero ella es mía para encontrarla. Todo lo que soy me dice esto” Protesta un poco más, pero cuando no me rindo, vuelve a casa, desanimado. Intentará consolar a Mah-dee, una tarea ingrata si es que alguna vez hubo una. Voy a los senderos para tratar de encontrar dónde se esconde Hassen con su premio humano. Sin la presencia de las humanas para frenar mis pasos, puedo correr lo más rápido posible a través de los valles nevados de mis tierras natales. Conozco estos senderos, y soy rápido. Por mi cuenta, sólo se necesitan unos pocos días para volver a los bordes de las montañas. Hassen seguirá estando cerca de la extraña cueva del cielo. Con una humana a remolque, y una tan frágil como Li-lah, no irá muy lejos. Eso significa que él todavía está en el territorio de los Metlak, y ella está en peligro de las siempre presentes garras del cielo que han descendido sobre la tierra. Quiero darle una patada en la cabeza por sacarla de la protección de los demás. Y quiero hacerle más si está convencido de que su khui resuena. Soy un hombre tranquilo y racional la mayor parte del tiempo, pero cuando me imagino a Hassen con Li-lah, estoy lleno de ira. Sé que mi amigo se la ha llevado porque quiere desesperadamente una pareja, pero eso no significa que no le vaya a estrangular cuando lo encuentre. Así que le busco. Sigo cada nevado y tortuoso sendero a través de los pasos de montaña, buscando cuevas de cazadores. Él la llevará a una de ellas, porque están llenas de provisiones, y necesitará mantenerla cómoda. Conozco cada roca de este lado de las montañas, así que es cuestión de encontrarlas antes de que él la mueva. Sabe que alguien les buscará, por lo que la llevará al lugar donde es menos probable que la encontremos. Y Página 45 de 183

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él hará todo lo posible para mantenerla oculta de nosotros, aunque eso signifique moverla de un lugar a otro hasta que ella finalmente resuene ante él. Tengo que encontrarla antes de eso. Pasa un día de búsqueda. Luego otro. Y otro. Mi cuerpo está cansado, pero no pierdo la esperanza. Li-lah me está esperando, lo sé. Con cada amanecer, siento que mi sentido de saber se fortalece. La rescataré pronto. Es lo que me hace seguir adelante incluso cuando mi cola se debilita por el cansancio. ¿Pero cada cueva que reviso? No hay señales de Hassen o Li-lah, así que sigo adelante. Es después de muchos días de búsqueda cuando veo un conjunto de huellas en la nieve fresca - huellas grandes. Las huellas de Hassen. Mi corazón palpita al verlo y corro hacia adelante, siguiendo el rastro. Ellas conducen a uno de los cañones poco profundos cerca de las montañas y yo los sigo, y casi chocan cara a cara con un Hassen de aspecto cansado. Mi frustración se desborda al verlo, y arrojo mi mochila antes de que pueda siquiera saludarme. Mi cabeza baja y yo corro, golpeando mis cuernos contra sus tripas y enviándolo de un lado a otro. “¡Rokan!” gruñe. “¡Para!” Antes de que pueda ponerse de pie, estoy sobre él de nuevo. Lo tiré al suelo y mi puño chocó contra su mandíbula. La rabia y la frustración dentro de mí es tan grande que prácticamente puedo sentir mi khui tarareando con la fuerza de las mismas. Levanto el puño de nuevo, sólo para ser alejado de Hassen. Patiné hacia atrás en la nieve y me levanto, listo para atacarlo de nuevo. “Espera, Rokan”, me gruñe Hassen. “Llévame con ella”, le dije, con los puños cerrados a mi lado. Se toca la mandíbula y hay sangre en la comisura de la boca. Escupe en la nieve y luego me mira fijamente. “Déjame hablar” “No hay nada que decir. Robaste Li-lah. Tú te la llevaste. Ella no es tuya para que la robes...” “Ella se ha ido” Agarra su lanza de donde se tira en la nieve. “Lo cual trataba decírtelo, si me hubieras dejado hablar” Ignoro sus palabras hoscas y me enderezo, frunciendo el ceño. “¿Qué quieres decir con que se ha ido?” “Quiero decir que se fue. La tenía a salvo y cómoda en una cueva, y cuando volví, se había ido”. Parece enfadado. Bien. Ahora sabe lo que he sentido desde que me la robó. Pero sus palabras no tienen sentido. Li-lah es suave y frágil, y ella no conoce este lugar. “¿Se la llevaron los Metlaks? De…” Página 46 de 183

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“No. Se llevó una mochila y comida. Robó algunas de las pieles de la cueva. Ella decidió irse” Suena descontento. “Parece que deambular por la nieve es preferible a dejar que yo la cuide” Ladro una risa corta y dura. “Bien”. “¿Por qué está bien eso?” Su expresión está llena de amargura. “Me preocuparía por ella. La haría mi compañera”. Se frota el pecho. “Pero ella me odia” Siento un estallido de placer por sus palabras. Li-lah puede ser pequeña y débil, pero no es demasiado débil para alejar a Hassen. “¿Adónde se fue?” Se encoge de hombros. “Dejó un buen rastro. Sus pasos terminan abruptamente y no puedo encontrar más rastros de ellos. He estado buscándola” Me da una mirada amarga. “Puedes ayudarme a buscar, ahora que estás aquí” Sonrío. No puedo evitarlo. En todos mis pensamientos torturados de Hassen y Li-lah durante los últimos días, nunca esperé esto. “Deberías volver al hogar de la tribu. La encontraré” Me golpeo el pecho. “Mi conocimiento me dice esto” Sus ojos se entrecerraron y me miró con curiosidad, sacudiendo la nieve de sus pieles. “Me sorprende que tú, de toda la tribu, seas el que me ataque. Cuando me golpeaste, pensé que era Bek”. Se frota el pecho “¿O tu conocimiento te dice algo sobre Li-lah? ¿Te dice con quién resonará?” “No me dice que ella resonará contigo” Su rostro decae y siento una oleada de compasión por mi amigo. Así que agrego, “No me dice que ella resonará en mí, tampoco” Hassen suspira y se inclina para recoger su mochila desechada. “Sé que dices que la encontrarás, pero no me iré hasta que sepa que está a salvo. Incluso si ella me odia, todavía me preocupo por ella. Soy responsable de su seguridad” Asiento con la cabeza. La seguridad de Li-lah es mayor que mi orgullo, o el suyo. Estamos unidos en esto. “Cubriremos más terreno si nos separamos. ¿Acordamos reunirnos en unos días para volver a vernos? ¿Así que no estamos buscando sin parar?” Está de acuerdo, y hacemos planes. Hay una cueva de cazadores más grande que las otras, y más central. También está más lejos del territorio de Metlak y acordamos reunirnos allí en una mano de días y reagruparnos. Recupero mi propia mochila y salgo en una dirección diferente a la suya. Debemos encontrar a Li-lah antes de que sea herida o atacada. Hasta que la tenga sentada a salvo frente al fuego, no me relajaré. ¿Y el placer que siento al pensar que Li-lah huye de Hassen? Lo saborearé cuando ella esté a salvo. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 7 LILA

No estoy segura de que el yeti tuerto sepa qué hacer conmigo. He estado con el pueblo yeti durante dos largos días. Al menos, estoy bastante segura de que han pasado dos días. Es difícil de decir porque se quedan en cuevas y no usan fuego. Hay luz entrando desde la entrada de la cueva de arriba - la cueva yeti es más como un pozo profundo o un hoyo que una cueva normal, y cualquiera que quiera salir tiene que salir trepando. Aparte de la luz del sol en la cima, la cueva es oscura y sombría. Supongo que sus grandes y brillantes ojos son suficientes para que vean en la oscuridad. Yo, no tanto. Y porque no puedo ver - y no puedo oír - he pasado los últimos dos días en un estado casi de miedo y calma. Es raro, pero es casi como si hubiera sido capturada por animales en el zoológico después de entrar en su corral. Tengo la impresión de que los yeti no quieren hacerme daño, pero también tengo la impresión de que si hago un mal movimiento, me van a partir en dos como a una rama. Hay al menos veinte de ellos en esta cueva de hielo. Algunos son jóvenes y otros viejos. Algunos son pequeños y femeninos, con una bola de pelo bebé mamando de un pecho. Algunos son mucho más grandes y mucho más agresivos. Acechan a través de la cueva, tratando de establecer el dominio, y haciendo temblar a los otros delante de ellos. De vez en cuando, los machos luchan - una lucha brutal con colmillos que deja al derrotado ensangrentado y destrozado. ¿Y cuando me miran? Hago todo lo que puedo para parecer pequeña e indefensa. Pero sí se comunican. Sus gestos no son muy parecidos a los del Lenguaje de Signos Americano, pero he notado que dan la misma sutil señal de mano cuando le dan a una hembra una raíz para comer. Uno o dos me han ofrecido las mismas raíces, pero siempre son los hombres los que me ofrecen, y me preocupa que si acepto, me convierta en la Esposa 2 o algo que asuste. Así que no contesto y sólo abrazo mis pieles más fuerte a mi cuerpo. Sólo cuando dejan atrás las raíces es cuando agarro una y la mastico. Sabe terrible, pero no tengo muchas opciones. Muy, muy pocas opciones. No he tratado de escapar, sobre todo porque siempre hay un montón de yeti macho dando vueltas alrededor de la cueva, y me dan un susto de muerte. Actúan constantemente como si fueran bestias rabiosas, y me temo que si no me escapo lo suficientemente rápido, me desmembrarán como a su más reciente presa. ¿Parece que las hembras consiguen raíces y los machos se llevan lo que sea que decidan matar ese día? Veo como uno abre una caza y luego mete un puñado de tripas en su boca redonda y abierta. Ugh. Página 48 de 183

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Estoy esperando un plan. Aún no tengo uno, pero estoy segura de que se me ocurrirá uno. Porque no puedo quedarme aquí. Apestan, y tengo frío, y no creo que haya dormido desde que me atraparon. ¿Creí que estaba en peligro con Hassen antes? Chico, no tenía ni idea. El macho yeti que está comiendo me mira. Es el yeti tuerto el que me agarró inicialmente. Hacemos contacto visual y me estremezco mentalmente, bajando la mirada. Lo último que quiero es su atención, especialmente esa. Se mueve mucho y parece pensar que le pertenezco. O que somos amigos. Es imposible saberlo con estos tipos. Se levanta y me estremezco. Ojalá tuviera mi navaja. O mi mochila. Ni nada de eso. Ojalá Maddie estuviera aquí. Viene y se pone en cuclillas delante de mí, y el hedor de un perro sin lavar me golpea como un camión. Hace un sutil gesto con la mano que le he visto hacer varias veces antes, siempre apuntando hacia mí. ¿Eso significa amigo? ¿Propiedad? ¿Qué? Antes de que pueda intentar descifrarlo, mi amigo tuerto saca un poco de intestino hacia mí. ¿Se supone que es una comida? Horrorizada, agarro una de las terribles raíces que he estado sosteniendo y empiezo a masticar. Tal vez si cree que ya estoy comiendo, no me empujará el intestino. ¿Porque si me hace comer eso? Bueno, no estoy segura de cómo van a reaccionar estas cosas a una fiesta de vómitos. Cuidadosamente aparto la mirada y espero a que se vaya. Pasan los segundos. Permanece sentado cerca de mí y mi piel pica incómodamente. ¿Va a esperar? Como, ¿para siempre? Una sombra pasa por delante de la entrada de la cueva, borrando la luz por un momento. Miro automáticamente y veo una pizca de azul. ¿Hassen? Aguanto la respiración, porque en este momento, podría incluso considerar a ese tipo como un héroe si aparece y me saca de aquí. La sombra azul desaparece y el yeti que está a mi lado se rinde y se aleja unos metros para terminar su cena. Sigo mirando fijamente la entrada de la cueva, esperando que alguien haya venido a rescatarme. Miro hacia arriba durante tanto tiempo que mi cuello empieza a tener un pinchazo, cuando veo un pequeño movimiento de nuevo. Ahí, un toque de cuerno. Hay alguien ahí. El corazón me golpea en el pecho y aprieto una mano sobre él, excitado y aliviado a la vez. No sé cómo Hassen me va a sacar de este lugar, pero estoy segura de que si alguien puede, es uno de los grandes extraterrestres azules. Entonces, el alienígena se asoma desde el borde de la cueva, lo suficiente para que yo pueda ver su cara. No es Hassen después de todo. Página 49 de 183

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Es Rowdan. El de los ojos bondadosos y el indicio de una sonrisa. Mi corazón late aún más rápido, y una oleada de alegría se apodera de mí. Oh. Esto es maravilloso. Presiono mis dedos contra mis labios, porque tengo ganas de reír y no sé cómo le gustará eso al yeti. El yeti tuerto me hace la señal de mano otra vez, con la cabeza ladeada. Esta vez, lo ignoro. No necesito hablar con él. Rowdan está aquí para salvarme de Hassen y de estas esteras andantes. Miro su escondite y sonrío mientras se lleva un dedo a los labios, lo que indica silencio. Él también me ve a mí. Doy un ligero asentimiento con la cabeza en respuesta. Silencio. Lo tengo. Mi corazón, sin embargo, no está prestando atención. Es raro, porque mi pecho está prácticamente vibrando, y mi pulso se siente tan fuerte y frenético que puedo sentirlo por todo mi cuerpo, como un ronroneo. Qué extraño. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN Resonancia. Es un momento terrible. Y sin embargo es maravilloso. Miro la cara pálida y sucia de Li-lah en la cueva de Metlak. Mi pecho tararea una canción fuerte y posesiva al verla. Mi conocimiento está vibrando a través de todo mi cuerpo. Esto es lo que me ha molestado durante días interminables. Por eso me siento tan posesivo de Li-lah. Por eso me enfurece la idea de que Hassen la toque. Es por eso que ella no le resonó. Ella es mía. Mía. El pensamiento me llena de una alegría indescriptible y de un terror absoluto. Está rodeada de metlaks. Las criaturas son conocidas por su salvajismo y brutalidad. Pueden cambiar de humor en un abrir y cerrar de ojos, y los he visto desgarrar a su propio joven miembro a miembro. Ella no está a salvo. La he encontrado. Mi khui ha encontrado el suyo. Pero debo sacarla de aquí. Me froto el pecho, el zumbido de la canción de resonancia tan fuerte que me preocupa que los metlaks la oigan. Debo retirarme de la cueva por ahora, o me arriesgo a revelar mi posición. Todo mi cuerpo se contrae en un grito silencioso al pensar en dejarla, pero debo hacerlo. Doy unos pasos cautelosos, alisando mis huellas en la nieve con una rama para que nadie vea que he estado aquí. Me apresuro a las sombras de un acantilado cercano y tiro mi mochila fuera, buscando respuestas. Tengo tres cuchillos, dieciséis flechas, mi arco y raciones. Tengo una piel de agua, suministros para hacer fuego, y....y muchos, muchos metlaks que se interponen entre mi pareja y yo. Página 50 de 183

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El pensamiento me deja perplejo y me agarro a la pared del acantilado para sostenerme. Una compañera. Tengo una compañera. La hermosa y frágil Li-lah es mía. Mi khui canta más fuerte al pensar, hasta que el ruido resuena en mis oídos y se siente tan fuerte que me sorprende que no esté sacudiendo la nieve de los picos de las montañas con la fuerza de mi canción. Me doy cuenta, casi como una idea de último momento, que mi polla está dura y dolorida. La resonancia me ha atrapado de verdad. Ahora, sin embargo, debo concentrarme en rescatar a mi pareja, no en cómo me duele la polla por enterrarse en su coño. O lo cálido que me hizo sentir ver cómo sus ojos se iluminaban de placer cuando me veía. Concéntrate. Miro fijamente mis suministros. Normalmente cuando me encuentro con metlaks en la naturaleza, nunca son más de uno o dos, y son fáciles de despachar o asustar. Nunca he tenido que enfrentarme a ellos en su madriguera. Pienso en Li-lah, en el fondo de la madriguera de Metlak, y alcanzo mis flechas. A los Metlaks no les gusta el fuego. Si puedo encontrar una manera de traerles fuego, puedo perseguirles. Recojo mis provisiones y las vuelvo a meter en mi mochila, pensando. ¿Y si pongo algo alrededor de la cabeza de cada flecha? La pesará fuera de balance, pero no necesita ir muy lejos, sólo para dejarla caer en la madriguera y hacerles salir. ¿Quizás pieles? ¿Piel de Dvisti? ¿Pero cómo conseguiré que se pegue? Pienso, luego cambio de dirección, me dirijo a los árboles rosados y oscilantes de la siguiente cresta. Si corto a través de la piel externa resbaladiza, la parte interna del árbol es pegajosa con la savia que quema. Me vendrá bien. Destruiré mi alijo de flechas, pero no importa. Mientras pueda salvar mi Li-lah, haré lo que sea. ∗∗∗∗∗∗∗ SE TARDA MÁS de lo que me gustaría en preparar mis flechas. Son un desastre grumoso y pegajoso cuando he cubierto la mitad delantera de cada una de ellas con savia y luego la he cubierto con mechones de piel de dvisti de una de mis botas. Enciendo un fuego y meto uno de los carbones en un pequeño cuenco, protegiéndolo con mis manos mientras me acerco lentamente a la cueva. Los dos soles gemelos se dirigen hacia el horizonte, lo que significa que los metlaks estarán en su cueva. No cazan de noche. Las garras del cielo, sin embargo, son otro asunto. Los problemas de uno en uno, me digo a mí mismo. Me las arreglo para acercarme a la entrada de la madriguera de Metlak sin ser visto. Cuidadosamente, deposito mi carbón chisporroteante y le agrego trozos de yesca, y luego lo soplo para hacer que el fuego suba más alto. Con movimientos cautelosos y cuidadosos, libero mi arco y preparo una flecha. Apunto la punta hacia abajo en la caverna, considerando dónde disparar primero. No directamente a la cueva, en caso de que Li-lah se haya movido de su escondite. No la pondré en peligro. Primero dispararé a las paredes de hielo, y dejaré que mi flecha caiga al suelo de la cueva. La primera flecha puede darme luz, suficiente para ver adónde debe ir mi próxima flecha.

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Aguanto la respiración, me imagino la cara pálida y asustada de Li-lah, y luego estabilizo mis manos. No le fallaré. Mi khui tararea una palpitante canción ahora que estamos de nuevo cerca de la cueva, lo que dificulta la concentración. No puedo pensar en Li-lah. No en este momento. Así que me concentro en mi plan. Debo estar listo para saltar en cualquier momento cuando los metlaks salgan. No necesito una tribu entera de metlaks enfurecidos frente a mí, y a mí con nada más que flechas pegajosas. Pero debo hacer esto. No me atrevo a dejar a mi Li-lah en sus manos toda la noche. Yo inclino mi flecha, manteniéndola contra el fuego parpadeante del carbón. Chisporrotea y silba, luego se enciende, el fuego fluye por el cuerpo de la flecha. Se mueve muy cerca de donde tengo la flecha, la llama lamiendo mis dedos. Ignoro el dolor punzante y ardiente, agarro mi arco y apunto a la pared de la cueva. Dejo volar mi flecha. No hay nada más que silencio. No tengo tiempo para preocuparme si se ha apagado. Enciendo otra y la elevo al fuego cuando oigo los primeros gritos de enojo de los metlaks de abajo. Dejé volar la segunda flecha, y luego una tercera. Se oye el sonido de las manos trepando por las heladas paredes de la cueva y luego tomo mis armas y subo rápidamente por el acantilado, fuera de la vista. Me aferro a la pared del acantilado, de dos cuerpos enteros de largo desde la entrada a su guarida, y miro hacia abajo mientras los metlaks salen de su cueva. Gritan y corren hacia la noche, aterrorizados por las llamas de mis flechas. Veo, ansioso, como más y más se arrastran hacia adelante. Entonces, el flujo de cuerpos disminuye a uno o dos. Luego sólo uno. Algunos corren hacia el valle, pero los más valientes persisten. Tengo que conseguir a Li-lah, y ahora es el momento. Vuelvo a bajar al suelo y aterrizo con un ruido sordo, luego lanzo mi arco al suelo, cambiándolo por un cuchillo. Lo agarro entre los dientes y uso mis manos y mis pies para bajar por las empinadas paredes de la madriguera de Metlak. Mis flechas aún chisporrotean con fuego, aunque una se ha apagado. Los otros no durarán mucho más. Allí, en el rincón, escondida bajo las pieles con ojos asustados, está mi compañera. Me apresuro y la tomo del brazo. La acción la asusta y todo su cuerpo tiembla con una sacudida de miedo, con los ojos abiertos. Ella jadea cuando ve mi cara, y luego sus manos me rodean el cuello. “Rowdan”, susurra. Me quito el cuchillo de la boca para hablar. “Estoy aquí por ti, Li-lah”, le dije, tirándola a un lado y acariciando su pelo lejos de su cara. Está sucia y huele como Metlak, pero es hermosa para mí. “¿Puedes agarrarte a mi cuello?” “No puedo ver tu boca”, murmura, y me da palmaditas en el pecho. La mirada frenética de sus ojos empeora. “No puedo ver tu boca para leer lo que dices. Tienes que ayudarme” “Ojalá supiera tus señales de mano”, murmuré, pero de todos modos la puse de pie. Podemos comunicarnos más tarde. Tomo una de sus manos y la pongo en mi cuello, y luego trato de arrastrar el otro brazo alrededor de mi garganta, esperando que ella entienda la idea.

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Ella lo hace - ambos brazos me rodean el cuello desde la espalda y luego me asfixia con lo apretado que está su agarre. Siento su pequeño cuerpo temblando de miedo, mientras nuestros khuis zumban y sus canciones se mezclan. Ignoro la oleada de emoción que trae la presión de su forma contra la mía, y subo sus piernas alrededor de mi cintura. Es hora de salir. Agarro mi cuchillo de nuevo y lo pongo entre los dientes, y luego lo llevo a las paredes. Li-lah hace pequeños y asustados gemidos mientras subo. No la culpo - mis manos están mal escogidas y nos balanceamos de un lado a otro mientras el hielo se desmorona, pero mi objetivo es la velocidad. Debemos salir antes de que vuelvan los Metlaks. Sorprendentemente, logramos liberarnos de la cueva hacia la superficie justo cuando el primer metlak recupera su valentía. Me grita un desafío enojado, pero no se me acerca. Lilah se aferra a mí, asfixiantemente apretada, incluso cuando saco mi mochila y desecho el arco de la nieve. Considero encender otra flecha, pero Li-lah está lloriqueando y asustada. Agarro mi carbón casi extinguido y lo arrojo - tazón y todo - en el metlak que está al acecho cerca. Se escabulle, gritando una advertencia, y arrastro a Li-lah más alto sobre mi espalda y luego corro hacia las colinas. No me detendré hasta que llegue a una cueva de cazadores y ella esté a salvo. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA Hace mucho frío. Siento que todo lo que hago ahora es quejarme del clima, pero estar en la cueva de los yeti no me ha preparado para volver a estar en la nieve por la noche. Está oscuro afuera, pero las lunas gemelas (sí, hay dos de ellas también) están brillando en la nieve y puedo ver a nuestro alrededor. Los Yeti han desaparecido, y Rowdan me lleva a una cima y luego a otra. Sigue y sigue, pasando por la nieve como si no fuera nada. Su cola me ha protegido uno de mis muslos, pero no señalo lo mal que me está agarrando. ¿Después de rescatarme el culo? Puede poner su cola donde quiera. Aprieto con más fuerza mis muslos alrededor de su cintura, sonrojándome ante mis propios pensamientos. Me estoy aferrando a él por detrás, al estilo caballito, y cada vez que su cola se mueve, se frota contra mi trasero. Si a eso le sumamos el hecho de que mi pecho no se detiene con el ronroneo extraño - y él también lo está haciendo - y me imagino que todo este movimiento y vibración debe ser la razón por la que me siento tan caliente. O tal vez es adrenalina después de mi rescate. ¿Lo que quiera que sea? Es un poco incómodo. No creí que me atrajeran los extraterrestres, parecen demonios con cuernos y colmillos, y son enormes. Pero no se puede negar que mi cuerpo está prestando atención al suyo ahora mismo. Lo que hace que sea un rescate muy incómodo. No es que Rowdan se esté dando cuenta. Él está corriendo hacia adelante, ignorando el frío, sus manos sujetando mis muslos y manteniéndome inmovilizada contra él. Puedo sentir que mis dientes empiezan a castañetear. "¿Vamos a estar en algún lugar cálido pronto?" Grito, aunque odio que me esté acobardando. "Tengo mucho frío." Página 53 de 183

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Silencio. Por supuesto que hay silencio. No puedo escucharle. Odio esto; odio lo aislada que estoy sin mi audición, y me provoca el deseo de tocar el pequeño punto calvo detrás de mi oreja donde solía estar mi implante coclear. Pero no puedo hacer nada al respecto. Me reconforta un poco cuando una de sus grandes manos alcanza a una de las mías donde me aferro al cuello de su camisa. Dios, está caliente. Es como un gran calentador de ambiente. Presiono mi cuerpo un poco más cerca del suyo cuando pienso en ello. Poco tiempo después, se dirige hacia un lugar rocoso en la distancia, cerca de los acantilados. Me vuelve a dar palmaditas en la mano, como si quisiera decirme algo. Lo que es, no lo sé. Todo este planeta parece ser nieve y roca, nieve y roca. ¿Ahora mismo? Acabamos de encontrar más rocas, así que no estoy segura de si debería emocionarme. Pero entonces él me quita de su espalda y yo caigo, hasta las caderas, en la nieve. Se da la vuelta y me mira, con la boca en movimiento, pero no sé lo que dice. Le sacudo la cabeza y él se quita la camisa y luego me la tira por la cabeza y las pieles en las que estoy envuelta. Y yo debería protestar. Realmente debería. Pero está caliente y huele a sudor y especias y, vale, me pongo un poco más cachonda. Lo tengo contra mi cuerpo, frunciendo el ceño. ¿No tiene frío? Porque está medio desnudo. Y como, realmente, realmente construido. Tiene una tableta de chocolate en ese torso delgado y duro suyo, e incluso tiene pliegues duros y estriados. Desaparecen en la cintura de sus pantalones y trato de no decepcionarme por eso. Él hace un gesto detrás de él y luego me hace un gesto a mí. "¿Debería quedarme aquí?" Supongo que en voz alta. Él asiente con la cabeza y luego saca un cuchillo nuevo de su cinturón y me lo da. Oh, de acuerdo. Bueno, al menos ahora estamos llegando a algo. Lo cojo en la mano y observo cómo desaparece detrás de la caída de las rocas con su mochila. Hay una cueva allá atrás, creo. Tiene que haberla. Un momento después, una cosa marrón oscuro del tamaño de un gato pasa por mis pies, y yo salto hacia atrás, gritando en silencio. ¿Qué carajo...? Rowdan aparece de nuevo, dándome uno de los gestos del universal está bien. Me da palmaditas en el hombro y luego me toma de la mano, arrastrándome con él. Oh. Estaba revisando la cueva para asegurarse de que era segura, supongo. Lo sigo de cerca y cuando se mete en un agujero negro y escarpado en el costado del acantilado, me trago mi miedo y dejo que me lleve hacia adelante. Después de todo, no me robaría del yeti sólo para dejar que un oso me coma, ¿verdad? Una vez dentro, suelta mi mano y luego me da palmaditas en el brazo y se aleja. Mierda. No sé si es quedarme aquí o moverme a la izquierda, o qué. “Me voy a quedar aquí”, grito. Me vuelve a dar una palmadita en la mano y no hay nada más que oscuridad. Me resisto a la tentación de cerrar los ojos por miedo, porque bloquear el mundo ahora mismo no me hace ningún bien. Necesito ser valiente y averiguar qué está pasando. La estancia en la cueva del yeti me ha abierto los ojos a la cantidad de mierda en la que estoy metida, y tengo que empezar a prestar atención. Página 54 de 183

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Una chispa se enciende en la oscuridad, iluminando la cara de Rowdan en la sombra antes de desaparecer. Dios, en ese momento parecía un demonio. Ignoro el escalofrío que se desliza por mi espina dorsal - y el temblor en mi bajo vientre - y observo, esperando otra chispa. Llega un momento después, y luego la cara de Rowdan se ilumina de nuevo. Está agachado sobre una hoguera, soplando sobre un pequeño montículo de yesca. Un momento después, se agarra y veo sus grandes manos moverse mientras alimenta con pedacitos a la llama. En lo que parece no haber tiempo, hay un incendio. Un suspiro de alivio se me escapa. Él mira hacia arriba, los ojos brillando en la luz del fuego hacia mí, y por alguna razón, se siente como si mi extraño ronroneo se fortaleciera. Rowdan me dice que debería unirme a él. Avanzo y le entrego su cuchillo, luego me siento a su lado junto al fuego. Ignoro los colmillos que se le ven cuando su boca se enrosca en otra sonrisa débil, porque sé que tiene ojos bondadosos. Los colmillos no significan nada. Yo le devuelvo la sonrisa. Mi pecho vibra un poco más fuerte, y me siento avergonzada porque prácticamente me está sacudiendo las tetas en este momento con la fuerza de la misma. "Creo que mi "pio-joh" está frío", le digo. Tal vez esta sea la versión parásita del castañeteo de los dientes. Sólo sonríe y continúa alimentando el fuego. Por alguna razón, aprecio que sea callado. Sabe que no entenderé nada de lo que intente decirme sin mucho esfuerzo, y no está tratando de hablar conmigo como si fuera un problema. Es como si supiera que no puedo oírle, y le parece bien esperar para hablar. Y por alguna razón, eso es muy reconfortante. Le devolví su cuchillo y me instalé junto al fuego. Tío, me encanta el fuego. Extiendo mis manos hacia él para calentarme en lo que se siente como la primera vez en días. La terrible tensión que ha permanecido en mi cuerpo durante la última semana -primero de Hassen y luego del yeti- me está drenando. No importa lo que pase ahora, sé que estoy a salvo. Mis párpados se vuelven pesados, y al cabo de unos instantes me quedo dormida junto al fuego. Me rodean brazos calientes, y esa misma mano amiga me da golpecitos en el brazo. Es como si me dijera que te tengo a ti. Y un momento después, me elevan como una princesa en un cuento de hadas y me llevan en sus brazos. Me sienta en lo que se siente como la pila de pieles más decadente de la historia, y luego me da otra palmadita en el brazo. Estoy bastante segura de que esa palmadita significa que te vayas a dormir ahora. Y lo hago. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 8 ROKAN La veo dormir, apenas capaz de creer que ella está realmente aquí. Ella está a salvo, y resuena para mí. Incluso mientras duerme, oigo el zumbido de la canción en su pecho, y mi pecho está lleno de un gozoso dolor. Y pensar que tengo una pareja. Y pensar que todo este tiempo, mi conocimiento me ha estado enviando señales. Es por eso que he estado tan obsesionado con ella, por eso el pensamiento de que alguien más la toque me llena de rabia. Ella es mía para protegerla y mía para cuidarla. Con el tiempo, cuando ella lo permita, también será mía para tocarla. Estoy ansioso por ese día, pero seré paciente. Han pasado tantas cosas que no puedo esperar que se arroje a mis brazos, por mucho que lo desee. Me duele el cuerpo de desearla, pero hay tanta felicidad en mi corazón que no importa. El cuerpo puede esperar. Por ahora, queda mucho por hacer. La cueva de cazadores a la que nos hemos retirado está bien provista, pero no me gusta lo cerca que estamos de la cueva de los Metlak. No podremos quedarnos aquí mucho tiempo. Mientras estamos aquí, debo cuidar de mi compañera. Me pongo a sonreír cuando pienso en ello. Mi compañera. Mía. Debo concentrarme. Lo único que importa ahora es sacar a mi compañera a salvo del territorio de los Metlak. Ella debe descansar, y yo prepararé nuestros suministros. Luego, nos encontraremos con Hassen en la cueva central y volveremos juntos. Ignoro el vicioso placer que siento, imaginando su expresión cuando se dé cuenta de que ella resonó para mí. Debería compadecerme de él; quiere una pareja, y sin embargo, una y otra vez, no es elegido. Cuando regrese a la tribu, será castigado por arriesgar a Li-lah, y ni siquiera la tendrá a ella para demostrarlo. Hassen no será envidiado. Vektal lo castigará por romper las reglas de la tribu, pero el verdadero castigo viene de perder a Li-lah. Se da la vuelta mientras duerme, de cara a la pared de la cueva, y ya no puedo ver su cara. Hora de trabajar, entonces. Debo hacer inventario de los suministros de comida en la cueva, cortar nuevas pieles para que se ajusten a su pequeño armazón, hacer raquetas de nieve, reponer mis flechas, y una docena de otras pequeñas tareas que se comerán en las horas de vigilia. No tengo tiempo para sentarme y ver a mi pareja dormir. Mi compañera. Otra sonrisa idiota me pliega la cara mientras tomo un cuchillo para afilarlo. Este es el mejor día de todos. ∗∗∗∗∗∗∗ PARA EL TIEMPO en que Li-lah comienza a moverse, he hecho un estofado espeso y abundante con carne seca y algunas especias. He colgado una segunda bolsa en el trípode y tengo agua caliente allí. Está sucia y huele a metlak después de pasar días en su cueva, y sospecho que querrá lavarse. Tengo mi túnica de repuesto para que se la ponga, y pieles Página 56 de 183

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limpias. He cortado tiras de cuero de una de las pieles de la cueva y he empezado a encordar una raqueta de nieve para ella de huesos curvos. Y vigilo la entrada de la cueva, por si acaso un metlak ignora las señales de un cazador sa-khui y viene a buscarla. Debo estar siempre listo. Al final de la cueva, Li-lah se sienta y se frota la cara. Su melena oscura está despeinada y se le cae por encima del hombro. Hay una mancha de suciedad en una mejilla y cuando se toca la cara, deja otra. Y me sorprende lo hermosa que es. Mi khui canta una fuerte canción de acuerdo, recordándome que me gustaría aparearme con ella. Mi cuerpo reacciona ante su cercanía y me pongo un abrigo de pieles en el regazo, para que no vea mi polla tiesa y se asuste. La mirada en su rostro pasa de ser suave y soñolienta a ser cautelosa mientras su mirada se centra en mí. Aunque la rescaté, ella no confía en mí. No me sorprende, aunque siento una pequeña punzada de ira hacia Hassen por ello. Es por sus acciones que ella no confía. Tendré que demostrarle que no quiero hacer daño. Lentamente libero uno de mis cuchillos de la vaina de mi cinturón y luego me muevo para ponerlo en el suelo entre nosotros, y luego le hago un gesto para que lo tome. Se siente más fuerte con un cuchillo, así que se lo devolveré. Li-lah corre hacia adelante y lo coge, luego se retira a las pieles con él en la mano. Mi khui tararea junto al suyo, el sonido casi abrumador en la pequeña cueva, pero no parece preocupada por ello. En vez de eso, me mira con una expresión perturbada. “No soy como Hassen”, le digo, volviéndome hacia el fuego y avivándolo, sólo para darle a mis manos algo que hacer. “No te voy a presionar” “No puedo ver tu boca”, dice con una voz pequeña y sin aliento. “No puedo decir lo que estás diciendo. No puedo oírte” Miro por encima. Se da golpecitos en la oreja y hace un gesto con las manos, indicando que no puede oír. ¿Me lee la boca para ver las palabras? Entonces, su khui no ha solucionado el problema de audición. Asiento con la cabeza, luego recuerdo los gestos con la mano que a su hermana le gustaba hacer, y pruebo uno, extendiendo mi dedo medio hacia ella. Esta es la señal que Mah-dee usó para reconocer las palabras de alguien. La risita sin aliento de Li-lah llena la cueva, y mis bolas se aprietan contra mi ingle en respuesta. “¿Me acabas de lanzar el pájaro?” Trato de darle sentido a sus palabras. “¿No es esto una señal?” Me aseguro de mirarla de frente y de ver cómo sus cejas se arrugan mientras ella mira fijamente mi boca. Parece injusto decir palabras si no puede oírlas. Necesito aprender sus gestos con las manos. Así que decidí intentar otra táctica. Me inclino sobre el fuego y lleno mi tazón de viaje con estofado, luego limpio la parte de abajo y se lo ofrezco a ella. Página 57 de 183

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Ella parpadea y me mira. Hago un gesto al cuenco, luego me toco la boca, indicando que debe comer. Una sonrisa irrumpe en su rostro, sorprendiendo por su belleza. Estoy asombrado. Mahdee es suficientemente atractivo de una manera humana, rellena y saludable, ¿pero Li-lah? Me quita el aliento del cuerpo. Cuando sus labios se curvan, siento una sensación de plenitud que nunca antes había sentido. Cómo se reiría mi madre al verme tan fascinada por un humana. Se ha burlado de mí desde que llegaron las humanas, preguntándose por qué no las perseguí como Aehako hizo con su Kira. Ahora lo sé, estaba esperando a Li-lah. Ella hace un gesto y murmura un pequeño "gracias". Ah. Hago un gesto para devolvérselas, y ella sonríe de nuevo. Su felicidad se siente como un premio que he ganado, y estoy decidido a mantenerla sonriendo. Veo como ella muerde la comida y luego va a chuparse los dedos. Luego se arruga la nariz y hace una mueca, dejando el cuenco en el suelo, una mirada de angustia en su cara. Sus manos vuelan en otro gesto y luego hace un movimiento de cepillado con los dedos. Ah. Está sucia y no le gusta. Le doy un golpecito con mi bastón a la segunda bolsa que tengo colgada. "Agua", digo, y luego me doy cuenta de que no sé cómo gesticularla. Pienso por un momento, luego hago una indicación de lavar. “¿Agua?”, pregunta ella, y yo asiento. Luego hace un gesto, poniendo tres dedos cerca de la boca y dando golpecitos. “Esto es agua” Me está enseñando sus palabras. El placer se apodera de mí y repito el movimiento, tratando de acercarlo lo más posible a su gesto, dado que tengo menos dedos que ella. Mentalmente lo repito una y otra vez, decidido a aprender. Quiero comunicarme con ella en la forma en que se sienta cómoda. Si ella no puede usar palabras habladas, yo tampoco lo haré. Li-lah se lava las manos en el agua caliente y luego me mira. Me doy golpecitos en la mejilla y hago un gesto de salpicadura, porque su cara todavía está sucia. Ella asiente con la cabeza y se frota la cara con agua tibia y luego vuelve a mojarse las manos, asegurándose de que estén limpias. Ella saca sus manos del agua y las sacude para deshacerse de la humedad, y yo tomo la bolsa del fuego y voy a tirarla. Ella querrá agua nueva y fresca para terminar de bañarse una vez que haya terminado de comer. Al mismo tiempo que he llenado la bolsa con más nieve, la he derretido, y luego la he vuelto a llenar hasta que conseguir un nivel decente de agua para calentarla, Li-lah está acurrucada en sus mantas y comiendo. Me mira, pero sus hombros parecen un poco más relajados y el cuchillo descansa sobre su pierna. Llegará a confiar en mí, pero llevará tiempo. Soy un hombre paciente; estoy dispuesto a darle todo el tiempo que necesite.

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Termina la comida con un pequeño suspiro y miro hacia ella. Su mirada se encuentra con la mía y yo hago la señal de "agua", dando golpecitos con mis dedos abiertos cerca de mi boca. ¿Tiene sed? Mi señal recibe una sonrisa de ella y ella asiente con la cabeza, luego me devuelve el tazón. Le doy mi piel de agua y observo cómo bebe. Necesitará más agua para beber, más agua para bañarse, y necesitará hacer agua y hacer sus necesidades. Sé que a las humanas les gusta la privacidad para sus cuerpos, y son mucho más tímidos que los sa-khui. No quiero que se sienta presionada, así que hago un gesto al cuenco de la esquina de la cueva que está reservada para tales acciones, y luego la señalo. Luego señalo el agua que caliento sobre el fuego y hago el movimiento de lavado. Me señalo a mí mismo e indico que voy a dejar la cueva por un tiempo. Debería revisar mis trampas de todos modos. Li-lah me asiente con la cabeza y hace una ráfaga de gestos con las manos, luego hace una pausa, una sonrisa tímida en su rostro. "Supongo que aún no hemos llegado a ese punto. Esperaré aquí, sí." Y señala el suelo. Yo asiento con la cabeza y tomo mi arco y mi lanza, me pongo un abrigo de piel alrededor de los hombros, y luego me dirijo hacia afuera, asegurándome de asegurar la pantalla sobre la entrada de la cueva. Mi khui está tarareando una protesta; no quiere que la deje. Mi polla palpita de necesidad, y aprieto los dientes mientras me sumerjo en la nieve. Quizás no soy tan paciente como creo, porque al salir de la cueva para revisar mis trampas, me imagino a Li-lah desnuda y en las pieles conmigo, con sus brazos acogedores. Desearía que ya estuviéramos allí. LILA ROWDAN ES POSIBLEMENTE el alienígena más agradable que he conocido hasta ahora, creo que mientras me quito la ropa a toda prisa para darme un baño de esponja. Está tratando de cuidarme como Hassen, pero a diferencia de Hassen, no estoy recibiendo una vibración extraña de él. Con Hassen, cada vez que me daba comida o bebida, casi podía sentir una señal mental, como "Si consigo que coma cuatro veces más, entonces querrá ser mi chica". Con Rowdan, no tengo esa sensación. Parece agradable. Podría ser parcial porque él no es autoritario, pero, sí. Me gusta él. Mi ropa peluda todavía apesta a yeti-cueva y el hedor se está volviendo demasiado. Los tiro en un montón y el olor disminuye un poco. No sé cuánto tiempo va a estar fuera, así que decido que tengo que apurarme. No hay jabón, así que me conformo con salpicar el agua tibia sobre mi piel y frotarme con los restos rasgados de mi camisa de dormir para quitarme lo peor de la suciedad. Yo también enjuago rápidamente mi cabello grasiento. Para cuando me siento limpia y ya no puedo oler a los yetis en mi piel, el agua casi se ha ido y estoy temblando a pesar del calor de la cueva. Miro mis pieles descartadas y me doy cuenta de que no tengo nada más que ponerme. Eso es deprimente. Debato volver a ponérmelos, pero no me atrevo a hacerlo. Probablemente voy a enviar las señales equivocadas si Rowdan regresa y yo estoy desnuda, pero en realidad, no creo que él lo vea como una invitación como lo haría Hassen. Estoy a punto de meterme desnudo en la cama cuando me doy cuenta de que hay una túnica limpia en el suelo cerca de las pieles de la cama, bien doblada. La recojo, la examino. Página 59 de 183

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Está claramente cosido a mano con un cuello abierto y pronunciado que tiene cordones y mangas recortadas de piel. Hay un toque de piel oscura y decorativa en el dobladillo, y yo le paso una mano por encima, curioso. Las puntadas son dentadas pero parecen tener un patrón, como un diseño. Está claro que se dedicó mucho trabajo y amor a esto - ¿lo dejó para mí o lo hizo para mí? Me lo pongo en la cabeza y me ahogo de risa. Esto definitivamente no fue hecho para un físico humano. El cuello cuelga prácticamente abierto hasta el ombligo, y las mangas me sobrepasan de las manos, el dobladillo peludo de la pantorrilla. Debe tener un muslo largo sobre él, decido yo, y me subo las mangas. Para cuando me pongo el cuello lo suficientemente alto por decencia, la pantalla sobre la parte delantera de la cueva se mueve y Rowdan se asoma. La mirada en sus ojos es interrogativa. Asiento y gesticulo para que entre. Entra y baja sus armas, luego asegura la pantalla. Me vuelvo a meter en la cama, donde hace calor, y me pongo las cobijas en el regazo. Ahora que ha vuelto, mi pecho se siente raro y vibra de nuevo, lo que es muy extraño. Pero me gusta verlo regresar. Algo en él me llena de placer, y aprieto mis muslos juntos sólo para darme cuenta de que estoy mojada y resbaladiza entre mis muslos. Umm. Me acerco más las mantas y las pongo contra mi cuerpo, dispuesto silenciosamente a que mis pezones dejen de pincharme. Vaya, qué momento tan inapropiado, ¿Cuerpo? No tengo ni idea de por qué estoy respondiendo así. Quiero decir, me gusta, pero no sé si me gusta lo suficiente como para pensar en agarrar sus cuernos y.... Un escalofrío me atraviesa. Vale, tal vez me gusta lo suficiente como para pensar cosas así. Lo cual es raro. Tal vez ronroneo porque soy feliz. Golpeo mi pecho y lo miro. "¿Qué es esto?" Dice algo, y luego se golpea el pecho. Sacudo la cabeza. No lo capto. Lo repite tres veces más y cada vez, todavía no lo entiendo. La cuarta vez, frunce el ceño y piensa, y luego dice: "¿Canción?" Vale, entiendo esa parte, supongo. Debe ser parte de la cosa del pioh-joo. "¿Canción Piohjoo?" Asiente con la cabeza, sonriendo. Yo le devuelvo la sonrisa. Ni siquiera me importan los destellos de los colmillos que está mostrando ahora. Son como sus cuernos y su cola, lo hacen diferente, pero eso no significa que sea un monstruo. Yo acaricio el frente de la túnica, y estoy contento cuando él hace la señal de 'gracias' en ASL. Yo soy el que debería estar diciendo gracias, pero el significado está claro, y estoy feliz de que esté tratando de comunicarse conmigo. Mis muslos vuelven a sentir un hormigueo y los aprieto con fuerza, resistiendo el impulso de deslizar las manos entre las piernas. Me siento súper incómoda y sonrojada, como la virgen tonta que soy. Tengo veintidós años y la mayoría de las chicas de mi edad han tenido al menos un amante Página 60 de 183

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al que llamar suyo, pero siempre he sido mucho más tímido que la mayoría. Apenas puedo recordar la última vez que un tipo me besó. ¿Sentado aquí frente a un alienígena a medio vestir que me está haciendo mojar entre las piernas sin ninguna razón en absoluto? Estoy sintiendo totalmente cada minuto, cada hora, cada segundo de mi virginidad. Especialmente cuando viene y se sienta frente a mí. No puedo dejar de sonrojarme. Me mira con una intensidad concentrada que me dice que probablemente no soy la única llena de sensaciones súper calientes, lo que es aún más incómodo. Toma una de las almohadas peludas y la coloca en su regazo, luego camina con sus dedos por encima de ella y luego me señala. ¿Qué está preguntando? Le hago un gesto para que me muestre de nuevo. Me señala, luego vuelve a hacer el movimiento de caminar y luego dice algo. Oh. Hassen, está diciendo. Quiere saber por qué me fui. Cierro los labios, tratando de pensar en la mejor manera de describir cómo me sentía. No hay manera de que un gesto con la mano vaya a transmitir adecuadamente las cosas, y él sólo conoce un puñado de señales. "Me hizo sentir insegura. Demasiado vigilada. Como si quisiera que fuera su esposa o algo así. Me preocupaba que dejara de preguntar y empezara a exigir". Gesticulo las palabras y las pronuncio, sólo porque es reconfortante. La mirada de su rostro se torna tormentosa por la ira, y se desplaza en su asiento, como si la idea de que Hassen sea agresivo le pusiera de los nervios. Recoge el cuchillo que dejé tirado en el suelo y lo vuelve a poner en mi mano, lo maneja primero. Piensa durante un minuto con las manos en alto, como si tratara de hacer el gesto correcto. Luego, cierra el puño y asiente con la cabeza. A salvo, dice con los labios, y luego se señala a sí mismo. ¿Si esto se tratara de Hassen? Me reiría mucho al pensar qué declara que estoy a salvo. Pero se trata de Rowdan. Es diferente en todos los sentidos. "Lo sé, Rowdan. Y gracias." Sus labios se tuercen. Rowdan, dice. "Rowdan", repito, con mucha ayuda. "¿No es ese tu nombre?" Me doy golpecitos en el pecho. "Lila". Entonces me acerco hacia adelante y le doy un golpecito en el pecho. "Rowdan". Y no debí haberlo tocado. Su piel es aterciopelada y suave bajo las yemas de los dedos, y tengo que luchar contra la necesidad de tocarlo de nuevo. La vibración de ronroneo en mi pecho aumenta y mis pezones se aprietan de nuevo. Cielos. Nota mental para una misma no más tocar a los extraterrestres. En ese camino reside el peligro. Pero si se da cuenta de lo perturbada que estoy, no dice nada. Me da golpecitos en el hombro y veo cómo se mueve su lengua mientras habla de mi nombre. Li-lah. Luego se da un golpecito y dice su propio nombre. A mí me parece que es Rowdan. Digo su nombre de nuevo. Sacude la cabeza. “Lo siento”, dije en voz alta. “La lectura de labios es una ciencia imprecisa porque mucho de ella depende de cómo se mueve la boca con la lengua y no estoy percibiendo los matices. Yo…” Página 61 de 183

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Me quedo callada mientras él toma mi mano en la suya y presiona mis dedos contra su boca. Es cálido. Santo cielo, está tan calentito. Mis dedos - que siempre están un poco fríos aquí en este helado planeta - se sienten como si estuvieran rozando contra una almohadilla térmica aterciopelada. Cielos. Podría tocarlo por todas partes. Y luego, por supuesto, me ruborizo al pensarlo y aprieto mis muslos una vez más. Su boca se mueve, y me doy cuenta de que está diciendo su nombre. Esto es importante para él, entonces, que diga bien su nombre. Vale. Me concentro en su boca y en cómo se mueve bajo mis dedos, pero todo en lo que puedo pensar es en sus labios sorprendentemente suaves rozando la punta de mis dedos. Casi podría jurar que ronronea, o tal vez sólo ronroneo lo suficientemente fuerte como para poder sentirlo a través de él. Excepto que ahora está esperando. Sí, no tengo nada. Creo que ni siquiera estaba pensando en su nombre, sólo en cómo se sentía. “Otra vez, ¿pero más despacio?” Lo hace de nuevo, y Dios mío, se siente como si estuviera besando mis dedos. Basta, Lila, me regaño a mí misma. Concéntrate. Así que me concentro en cada sílaba. Ro es la primera parte, pero cuando llega a la segunda parte, me doy cuenta de que no hay un movimiento de la lengua contra los dientes que estaría ahí para un sonido D. Lo intento de nuevo un momento después. “¿Ro-kan?” Y me doy cuenta de que ambos nos hemos quedado callados, sin comunicarnos, y mis dedos aún están en su boca. Chico, menos de un día y ya he hecho cosas embarazosas con Rowdan. Perdón, Rokan. Le quito la mano de encima y la meto debajo de las mantas, frotando una señal de arrepentimiento a medias delante de mi pecho y me doy la vuelta. Estoy tan avergonzada. Me agarra de la mano y me obliga a mirarlo. La mirada en su cara no es extraña ni demasiado intensa, como la de Hassen. Ahora que tiene mi atención, deja caer mi mano y hace el movimiento del círculo sobre su pecho, y me mira, preguntándome. Oh. “Eso es 'lo siento'. Siento haberte tocado” Sus cejas se inclinan ligeramente hacia abajo y asiente lentamente. Noto por primera vez que su cara tiene gruesas crestas sobre las cejas que conducen a sus cuernos. Es interesante. Hay tantas cosas que quiero preguntar, pero me siento estrangulada por mi incapacidad para captar los matices de la conversación. Tal vez Rokan sienta lo mismo. Porque me toca el hombro para llamar mi atención y luego señala el cuchillo. Su mano se mueve un poco y luego me mira, una pregunta en su mirada. Quiere saber cuál es la señal. Quiere poder comunicarse conmigo. Estoy abrigada, y me acomodo y hago gestos. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 9 ROKAN Tres días después

Fuera? Li-lah me hace una señal, una pregunta en su cara mientras se levanta de sus pieles. ¿Vas a salir? Cazar, le contesto con signos. Comida. Sus cejas se juntan y frunce el ceño, como si no le gustara esta respuesta. ¿Comida? Ella hace un gesto hacia la carne ahumada junto al fuego. Comida. Viajar. Gesticulo las palabras, deseando saber cómo comunicarme mejor con ella. Tú, yo, viajar. Comida. Es la mejor manera que conozco de comunicar que vamos a necesitar suministros adicionales. No es mentira, aunque me siento culpable por decirle que esta es la razón por la que debo abandonar la cueva este día. Porque es la verdad, pero no toda. Le hago un gesto y luego le digo que debe quedarse, y que yo saldré. Parece vagamente infeliz, pero luego asiente con la cabeza y vuelve a sus mantas. Sus largas y delgadas piernas se doblan por debajo de ella., apareciendo un instante bajo el dobladillo de la túnica antes de cubrirse el cuerpo con las mantas. Ahogo mi gemido, mordiéndome los labios. No quiero que vea mi boca moverse y que se pregunte qué es lo que digo. En vez de eso, asentí hacia ella con la cabeza y dejé la cueva atrás. Estar con Li-lah es mejor de lo que nunca he soñado, y de alguna manera muy difícil. Quiero pasar cada momento con ella; observo sus pequeños movimientos, la forma en que mueve su largo pelo por encima de su hombro con un grácil movimiento, la pequeña sonrisa que se dibuja en sus labios cuando hago mal un signo, todas estas cosas. Podría cuidarla todo el día. A veces la observo dormir, sólo porque es un antojo en mis entrañas. Me encanta el sonido débil y casi nervioso de su risa, y sus palabras apresuradas que pueden ser muy fuertes o muy silenciosas, porque no puede oírse a sí misma. Me encanta cómo se mueven sus manos mientras habla. Y estoy haciendo todo lo posible para aprender sus palabras porque hay muchas cosas que quiero decirle. También estoy haciendo todo lo posible para luchar contra la resonancia. No es tan fácil como esperaba. ¿Mi corazón, mi mente y mi cuerpo? Todos la desean. Cuando duerme, se necesita todo lo que yo no tengo para unirme a ella en las pieles. Cuando ella sonríe, todo mi cuerpo reacciona. Cuando ella dice mi nombre de esa manera suave, siento que mi saco se aprieta y mi cola se mueve en respuesta. He sentido deseo antes, y siempre ha sido algo de lo que me he ocupado rápidamente con la mano en un momento privado. Página 63 de 183

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Pero en la pequeña cueva, no hay muchos momentos privados. Y no quiero mi mano. Quiero a Li-lah. Si ella está tan afectada como yo, no lo demuestra. Parece fácil y relajada, y su sonrisa siempre es brillante cuando me ve. Cuando su khui tararea, se frota el pecho, pero no ha dicho nada más al respecto. Ella no sabe lo que significa resonar. Mah-dee estaba bastante molesta cuando se enteró, así que es probable que Li-lah no entienda lo que su khui le está diciendo. Las humanas no resuenan, así que no puedo esperar que ella venga a mis brazos de inmediato. De cualquier manera, he jurado que no tocaré a Li-lah hasta que ella me lo pida. Y luego me preocupa que nunca me lo pida. Es una de las razones por las que debo abandonar la cueva, y hacerlo rápidamente. Necesito tiempo a solas para tomar mi polla en la mano. No puedo correr y cazar con mi polla de pie, y no puedo permanecer en la cueva con ella todo el día y no estar abrumado por la necesidad. Debo ser paciente. Debo hacerlo. No perderé las sonrisas de Li-lah, su confianza, por nada. Me dirijo hacia la nieve, a una distancia segura de la cueva. Cuando la entrada ya no está a la vista, me pongo el arco sobre el hombro y rasgo en las cuerdas que sostienen mi taparrabos. Mi pene rígido y dolorido es liberado al aire fresco y yo lo tomo en mis manos. La cara de Li-lah está en mis pensamientos mientras me acaricio rápido y fuerte. No se trata de placer. Esto es sobre el alivio. Aun así, se siente como una traición hacerlo. Mi cuerpo es de Li-lah ahora. VUELVO a la cueva un poco más tarde, y no me siento más en paz de lo que me sentía cuando me fui. El tiempo que pasé con mi mano fue corto, y sólo me trajo un momento de alivio. Sólo la resonancia curará el dolor en mi cuerpo, pero no presionaré a Li-lah. Simplemente me las arreglaré hasta que esté lista. Y siento otra puñalada de resentimiento por Hassen por haberla asustado aún más de lo necesario. Ella no confiará en mí cuando le diga que necesitamos encontrarle y hacerle saber que ella está a salvo. Por mucho que me duela, encontrar a Hassen es lo correcto. Conozco bien a Hassen, y sé que no se detendrá en su búsqueda hasta que la encuentre. Se sentirá responsable de su seguridad. Debo hacerle saber que ella está a salvo, y luego volveremos juntos a las cavernas de casa. No estoy seguro de cómo reaccionará cuando se entere de que he resonado en Li-lah. Eso es algo de lo que tendremos que ocuparnos, pero no ahora. Por ahora, debo hablar con mi amigo. El pensamiento hace que mi pecho tararee agradablemente. Mi compañera. Al entrar en la cueva, ella está allí, acurrucada en mantas cerca del fuego. Se sienta al verme, se quita el pelo largo y sucio de la cara y me hace un gesto de saludo. Me sorprende lo

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hermosa y frágil que es mi pareja. ¿Hubo alguna vez un macho tan afortunado como yo de aparearse con una hembra tan encantadora? Me hace querer protegerla aún más. Mientras estaba fuera, cacé, y llevé mi pequeña bestia de pluma al fuego. Ella prefiere que su carne esté carbonizada en lugar de estar llena de sangre fresca, así que será pelada e introducida en un pincho. Necesitará mucha carne para la caminata que haremos. Por mucho que me gustaría quedarme aquí a solas con ella y esperar a que me dé la bienvenida a sus pieles, no podemos. Desollo la bestia de pluma y la arrojo sobre el fuego, dándole la vuelta para que no se queme de un lado. La vigilo atentamente, por si quiere hablar. No quiero perderme ni una palabra. Pero ella está en silencio, su mirada en el fuego. Decido mantenerme ocupado, entonces, derritiendo la nieve para beber agua y luego volteando la piel de la bestia de colcha para arrancar las espinas que lleva en su espalda y alimentarlas en el fuego. "¿Rokan?" Su voz suave me da escalofríos en la columna vertebral. Mi cuerpo reacciona, mi saco se tensa y aprieto un puño, tratando de controlarme. Cerraría los ojos, pero no puedo, porque debo verla. Así que me obligo a sonreír y asentir con la cabeza. Hago la palabra "hablar" que ella me ha enseñado para indicar que estoy escuchando. Comienza a hacer gestos y luego suspira en voz alta. “No sabrás las palabras. ¿Estás bien? Pareces tenso”. Ella mueve sus manos, abriendo las manos hacia atrás en un gesto que debe significar charlar por gestos. “Inquieto”. No sé lo que significa inki-tho, pero ella tiene razón en que estoy tenso. Pienso en mi respuesta. “Es la resonancia”, le digo, y pongo una mano sobre mi corazón y luego le doy un golpecito, lo que indica el sonido de la canción que sale de mi pecho incluso ahora. El de ella está haciendo lo mismo. “Y hay más” Trato de pensar en las palabras correctas. “Mañana viajamos”. Pongo mis dedos en el suelo para indicar las piernas, hago que caminan y luego la señalo a ella. "Tú. Yo. Viajar". Apunto hacia afuera y luego intento hacer un gesto que comunique los soles que salen por encima de las montañas. “Buenos días”. Sus grandes ojos están pensativos mientras me mira y luego asiente con la cabeza. “¿Nos vamos?” Aliviado, asiento con la cabeza. Para mi sorpresa, ella sonríe. “¿Maddie? ¿Mi hermana?” Hace otra señal con la mano. “Esto significa hermana” Sus ojos se iluminan. “¿Me llevas con ella?” Ella ha entendido mal, y la emoción en sus ojos muere cuando sacudo la cabeza. Me frustra que haya ignorado mi mención a la resonancia. ¿No le molesta como a mí? Me consume cada momento. Se me ocurre un pensamiento más oscuro: ¿lo ignora porque no le gusta la idea de que resuene en mí? Estoy lleno de desesperación. A regañadientes, doy golpecitos en el pecho y luego toco con los dedos sobre mi corazón, tratando de señalar la canción que hace para ella. Li-lah sólo arruga un poco las cejas y luego sacude la cabeza. “¿Maddie?”, pregunta de nuevo. Página 65 de 183

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Muerdo mi dolor. Tal vez con el tiempo ella venga a atenderme. “Hassen”, La corrijo. “Viajamos hacia Hassen” Ella retrocede, respondiendo del fuego. “¿Qué?” Se recuerda a sí misma un momento después y luego hace el mismo gesto incrédulo con la mano. Me lleva unos momentos y mucho tiempo saludar con la mano antes de que pueda comunicarle con éxito que Hassen la está buscando, y no me detendré hasta que él la encuentre. Hassen a casa, le hago un gesto. Li-lah a casa. Rokan a casa. Su expresión se pone triste de nuevo. "Mi hogar está al otro lado de las estrellas", susurra, sus ojos brillando. Su infelicidad me atraviesa el estómago. Gesticulo una nueva respuesta. Li-lah, va a casa de Rokan. Ante eso, ella asiente con la cabeza y la mirada en sus ojos es cautelosa. ¿Rokan no Li-lah Hassen? Le cuesta gesticular dos veces antes de que me dé cuenta de lo que está diciendo. ¿Qué si voy a devolverla a él? “¡No!” Hago el gesto rápidamente, y el alivio cruza su rostro. Aunque quisiera, no podría. Ella es mi compañera de resonancia. Golpeo mi pecho y luego señalo el de ella. “La resonancia decide”. Ella inclina la cabeza y luego da una pequeña sacudida. "¿Así que mañana viajamos?" Ella hace un gesto de sol naciente, luego camina, y luego me señala. Asiento con la cabeza, aunque mi corazón se está hundiendo. De nuevo, cambia de tema. ¿No siente curiosidad por saber qué significa resonancia? ¿Por qué no pregunta? ¿No desea ser mi pareja? ¿Desea volver a Hassen después de todo? Eso no puede ser, ¿verdad? Pienso en Leezh y Raahosh, y en cómo sus discusiones son una burla entre ellos. Pienso en Asha y en el compañero que odia. Mi corazón se siente como si estuviera aplastado en el pecho. “¿Rokan?” Li-lah me mira con ojos preocupados. Asiento con la cabeza. “Mañana” Ella sonríe de nuevo y luego hace gestos al agua que se calienta sobre el fuego. ¿Un trago? ¿Lavar? Si desea lavarse, simplemente derretiré más agua. Hago la señal de sí, y luego meto la mano en mi mochila. Mientras estaba fuera, encontré arándanos y los recogí para ella. Saco la bolsita y se la ofrezco. Li-lah lo toma y estudia la bolsa, luego me mira. Ella lo abre y saca una baya, luego la huele. ¿Bueno? Su señal de mano pregunta. Asiento distraídamente, concentrándome en el fuego y deseando que mi khui deje de cantar. Un momento después escupe, y miro hacia arriba a tiempo para verla limpiarse la lengua con el dorso de la mano. Tiene una cara horrorizada. Página 66 de 183

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Me río. No puedo evitarlo. Bueno, lavar, gesticulo. No es bueno, comer. “Ahora dímelo tú”, murmura. Arruga la nariz y me devuelve la bolsa. “No sé cómo lavar con bayas” ¿No tienen esas cosas en su mundo? Trato de pensar en lo que las otras humanas han mencionado, pero no he prestado mucha atención a las historias de su antiguo hogar. Ahora desearía haberlo hecho. Le quito un puñado de bayas y cierro mi puño alrededor de ellas, dejando que el jugo gotee en la espuma. Hago un gesto a su cabello con mi otra mano, y hago la señal de ‘agua’. Su cara se ilumina. Sí, ella firma, y luego se traslada al agua que se calienta sobre el fuego. Desengancha la bolsa y me mira. Cuando asiento con la cabeza, ella se inclina y hace la mitad de los aguaceros, la mitad de su larga melena se sumerge en el agua, trabajándola hasta que se moja. Miro esto con cierta fascinación, y cuando ella alcanza las bayas, le tiendo la mano. Los dedos de Li-lah rozan mi palma con una caricia. Mi polla cobra vida y aprieto los dientes. Mi khui canta aún más fuerte, la canción urgente y llena de necesidad. Oigo la respuesta de ella, pero ella la ignora, enjabonando sus dedos y luego metiendo el jugo de bayas en su cabello. Sus ojos se cierran y hay una mirada de total placer en su rostro. Se le escapa un gemido sin aliento. Es demasiado. Me pongo de pie, la necesidad de salir de la cueva es abrumadora. En realidad, no deseo irme en absoluto. Deseo tomarla de la mano y llevarla a las pieles donde podamos descubrir nuestros respectivos cuerpos. Deseo enterrar mi polla en el calor de su coño. Pero como no puedo hacer nada de eso, debo irme y volver a controlarme. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA Abro los ojos y observo como Rokan sale de la cueva. Mis manos están en mi cabello jabonoso, así que no puedo gesticularle y preguntarle qué pasa. No es que lo necesite. Puedo adivinarlo basándome en la enorme erección que tiene en la parte delantera de sus pantalones. Y eso me hace sentir bien y mal. Tal vez sea el ronroneo constante en mi pecho que actúa como un vibrador de grado bajo (concedido, un vibrador en el lugar equivocado, pero aun así), y tal vez sea el hecho de que estoy compartiendo un espacio íntimo con un tipo que encuentro sexy de una manera bastante extraña, con cuernos y alguna clase de cola. Sea lo que sea, aterrizar en este planeta de hielo me ha convertido en una mujer diferente. Nunca antes había pensado demasiado en el sexo. No puedo dejar de pensar en ello. Y no puedo dejar de pensar en ello con Rokan. He imaginado docenas de escenarios entre nosotros en los últimos días. Tal vez chupándome los dedos y luego él decide probarlo. Tal vez se despierta en medio de la noche

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y se mete en la cama conmigo y yo no digo que no. ¿Quizás le muestre el gesto de ASL para el sexo? Quizás gimo a propósito cuando empiezo a lavarme el pelo. Quiero decir, se siente bien hacer espuma y deshacerse de algo de grasa en mi pelo. Definitivamente digno de gemidos. Pero una pequeña y traviesa parte de mí quería ver cómo reaccionaba. Y se escapó, así que supongo que es una reacción, aunque no fuera la que yo quería en particular. Por otra parte, no estoy completamente segura de lo que quiero. Me preocupa el hecho de que nos vayamos mañana a buscar a Hassen. Es la última persona que quiero encontrar, pero entiendo lo que Rokan está diciendo - Hassen todavía está ahí fuera buscándome. Y aunque una pequeña y mezquina parte de mí se alegra de que lo esté pasando mal, sé que Rokan es un tipo bueno y cariñoso, y querrá que su amigo esté a salvo. O algo así. Una cosa es segura, nunca ronroneé por Hassen como lo hago por Rokan. Me enjuago el pelo con la última gota de agua y me siento cien veces más limpia. Rokan no ha vuelto, así que tiro el agua usada a la nieve, luego me apresuro a volver a la cueva para sentarme junto al fuego y volver a descongelar la escarcha de mi pelo mojado. Lo peino con los dedos y me tarareo a mí misma, esperando a que vuelva. Mi cuerpo se ruboriza y mis pezones se sienten increíblemente apretados. Estoy bastante segura de que si me meto la mano en los pantalones, me mojaría. Y no sé qué hacer. La masturbación parece la respuesta más probable, pero se siente como una pendiente resbaladiza - ¿y si el correrme sólo empeora las cosas? He estado tratando de averiguar por qué estoy constantemente excitada por Rokan. Al principio pensé que era por el pioh-joo, pero no me excitaba cuando estaba cerca de Hassen. Todo lo contrario, en realidad. Y Kira no parecía estar en un estado constante de éxtasis. Así que el pioh-joo no puede ser como la Mosca Española, ¿verdad? Sólo alrededor de Rokan estoy constantemente excitada. Tal vez sólo lo hace para mí. Dicen que cuando sabes, sabes. Tal vez mi cuerpo sabe que será todo lo que mi mente virgen ha estado soñando. He tenido miedo de dar el primer paso, imaginando que me mirará como si estuviera loca. Siempre ha sido muy cuidadoso conmigo. Amigo, se llama a sí mismo, y usa el gesto. Sí, bueno, tal vez estoy cansada de ser amiga. Porque su reacción -y la mía- deja claro que algo está pasando entre nosotros, y estoy lo suficientemente intrigada como para querer saber más. Considero cómo voy a abordar el tema mientras espero a que mi cabello se seque - las señales correctas para usar, la manera correcta de enfocar las cosas. Sin embargo, cuando regresa, su rostro está atribulado y tiene otra presa fresca que deposita cerca del fuego. ¿Comida? Gesticulo. Todavía estoy llena desde la última criatura.

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Asiente con la cabeza y señala las rocas planas que rodean el fuego, y luego hace un gesto al humo que sube de las brasas. Ah. Vamos a ahumarlo. Luego hace el gesto del viaje y comienza a destripar a la criatura. Me arrugo la nariz de mal gusto mientras arregla la comida. Hay tripas saliendo y sangre en sus manos y una mirada concentrada y decidida en su rostro. Muy bien, tal vez ahora no es el momento de hablar de coquetear. ¿Y si viajamos mañana? Puede que tampoco sea el momento. No si nos dirigimos hacia mi buen compinche Hassen. Seré paciente y esperaré, entonces. ¿Y si me quedo mirando fijamente a sus anchos hombros mientras trabaja? Bueno, nadie culparía a una chica. ∗∗∗∗∗∗∗ SUEÑO todo tipo de cosas imposiblemente sucias sobre Rokan. Cosas sucias con colas, cuernos, colmillos y muchos besos. Me decepciona cuando me despierto, porque quiero volver a esos sueños. Pero me obligo a sentarme y a recibir el día. El fuego está casi apagado y Rokan ya se está moviendo por la cueva, empaquetando cosas y limpiando. Quiero ayudar, pero siento que me interpondré en el camino, así que me siento pacientemente y espero a que él se fije en mí. Termina de enrollar una piel y luego mira en mi dirección. Toda su cara se ilumina y la sonrisa que me muestra es asombrosa. Ufff. Qué calor hace aquí. Me resisto a la necesidad de abanicarme y sonreír, y luego saludarlo con una pequeña seña. Come, gesticula él. Bebe. Luego viajar. Tomo la comida que me ofrece y rápidamente engullo la carne ahumada mientras él termina de enderezar lo que queda de la cueva. Me da botas y cuando me pongo de pie, inmediatamente empieza a embalar la ropa de cama. Para cuando termina, tengo mi primera capa de pieles calientes sobre mi ropa, y se detiene para ayudarme con las siguientes capas, como si fuera una niñita. Sería divertido si no fuera tan frustrante. Quiero ser capaz de cuidar de mí misma. Siento que dependo de todos y que es difícil. Sé que soy capaz de mucho más. Rokan termina de envolverme en las pieles y me ayuda a atarme las raquetas de nieve que me ha hecho. Me dan la vaina de mi cuchillo y la ato al cinturón más externo de mis capas sobre capas de ropa de piel. Tengo la capucha puesta, los guantes puestos y las raquetas de nieve puestas. Parezco un muñeco de peluche, y estoy lista para ir a buscar a Hassen, porque cuando lo encontremos, iremos a ver a mi hermana. Entonces, Rokan sostiene una cuerda, y yo parpadeo con sorpresa. ¿Para qué es eso? Él hace un gesto, indicando que quiere atarlo a mi cintura. ¿Otro cinturón? Me quedo inmóvil y le dejo, y luego mis cejas se elevan cuando inmediatamente se ata el otro extremo a su propia cintura, dejando una línea de plomo de sólo unos pocos pies entre nosotros. ¿Por qué? No me gustaba estar atado a Hassen, y eso lo llevó a secuestrarme. Esto... no es un extraño ritual de cortejo, ¿verdad? “Necesito preguntar sobre esto”, digo en voz alta, y Página 69 de 183

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luego apunto a la cuerda. Le gesticulo por qué, porque no lo entiendo. ¿Tan profunda es la nieve? ¿O no tiene nada que ver con la nieve? Duda, luego junta las manos y hace algo que parece alas ondeando. “¿Un pájaro?” Pregunto, y luego me doy cuenta de que puede que no tengan lo mismo aquí. “¿Alas? ¿Algo con alas?” Cuando asiente, trato de pensar adónde quiere llegar con esto. No ser capaz de comunicarnos realmente significa que hacemos muchos gestos y este es una que no puedo seguir. “¿Por qué cuerda para pájaros?” Gestos de Rokan otra vez. El 'pájaro' que hace con sus manos se abalanza hacia abajo, y luego me señala a mí, y luego hace un gesto de mordisquear con una mano. Escalofríos bajan por mi columna vertebral. Comienzo a hacer gestos, luego me doy cuenta de que no sabrá lo que le estoy pidiendo, y simplemente lo suelto. "¿Qué tan grande es este pájaro?" Señala un extremo de la cueva, luego detrás de mí. Me doy la vuelta y él está apuntando a la pared a varios pies de distancia. La cueva mide por lo menos 15 pies de largo. Ok, joder. Me viene a la mente un recuerdo de los extraterrestres parados fuera de la nave espacial estrellada, uno lanzando a una enorme criatura muerta sobre un montón de otras. Eso fue justo antes de que me ataran a Hassen. ¿Son.... esos los pájaros? Si es así, Dios mío. Mi pánico debe aparecer en mi cara, porque me da palmaditas en el brazo para tranquilizarme y hace gestos a la cuerda. No Li-lah, hace gestos. Nada de pájaros Li-lah. No comer. Supongo que eso es reconfortante. Más o menos. ¿La cuerda se asegurará de que el gigantesco pájaro del tamaño de un coche no me coma? ¿Se supone que eso me ha de hacer sentir mejor? Porque todavía estoy tratando de entenderlo. “Tengo miedo”, admito, y hago el gesto con las manos “Muy asustada”. Para mi sorpresa, Rokan me acuna la mejilla. Me señala. Luego a la cuerda. Luego aprieta los puños y hace todo lo posible para inflar los hombros hacia arriba, como si tratara de parecer más grande. Creo que me está diciendo que me tiene a mí. Pase lo que pase, me tiene y me mantendrá a salvo. Es un mensaje dulce, pero estoy un poco fija en ese breve toque de mejilla. Su piel se sentía tan suave y caliente contra la mía, y me ha hecho ronronear aún más fuerte. Asiento lentamente, mi mirada dirigiéndose a sus labios antes de volver a ver su mirada. ¿Rokan, sin embargo? Todavía está vigilando mi boca. Su mano descansa sobre mi hombro, peligrosamente cerca de volver a tocar mi mejilla, y estamos parados a centímetros de distancia. ¿Va a....va a inclinarse hacia adelante y besarme? Cada centímetro de mi cuerpo cobra vida con sólo pensarlo.

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Pero sólo me sonríe y me da palmaditas en el hombro, como si fuéramos hermanos o algo así. Quiero gritar de frustración, pero no sería satisfactorio porque no puedo oírlo. Me conformo con apretar los puños y apretar la cara cuando él me da la espalda. Luego nos vamos a la nieve, nada más que unos metros de cuerda que nos separan. Camina lentamente, dejándome marcar el paso, y yo me muevo a su lado en vez de a su espalda. Miro al cielo, preocupada. Rokan me da golpecitos en el hombro y cuando miro hacia arriba, hace gestos a su cinturón y luego señala mi mano. ¿Quiero aferrarme a él? Sí, pero en vez de agarrar su cinturón, tomo su mano. La mía tiene manopla, así que no siento su piel contra la mía, pero puedo imaginarlo. Él parece sorprendido por mi respuesta, pero luego una mirada de placer se mueve sobre sus rasgos, y yo empiezo a ronronear con fuerza otra vez. Siento un rubor que mancha mis mejillas y lo ignoro, apretando su mano. ¿Ok? Rokan asiente y me aprieta la mano de vuelta. Eso me hace sentir un poco mejor. Además, ahora tengo algo más en lo que centrarme además de ser devorada, como lo grande que es su mano comparada con la mía. Pensar pensamientos tontos y románticos sobre un alienígena espacial es mejor que preocuparse por ser comida para pájaros. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 10 ROKAN

Viajar con Li-lah me llena de alegría y terror a la vez. Tengo su pequeña mano en la mía y damos pasos cuidadosos a través de la nieve profunda, porque ella debe pisar con cuidado con las voluminosas raquetas de nieve. Está callada, su capacidad de hablar se ve obstaculizada por el hecho de que su mano está en la mía, pero no se siente sola. Se siente maravilloso, y los soles están fuera, el clima suave, como si los soles estuvieran sonriendo sobre nuestro viaje. Sería agradable si no fuera por las sombras de las garras del cielo en la distancia, y la lanza que agarro en mi otra mano. La hembra atada a mí es el mayor premio, y debo hacer todo lo que pueda para protegerla. Me siento tentado a arrojarla por encima del hombro y llevarla a través del valle y al otro lado de los acantilados, a un territorio menos peligroso. Cualquier cosa para acercarla a la seguridad. Pero no me arriesgaré a enfadarla o asustarla, no cuando el riesgo podría ser mínimo. Viajamos con Kira y ninguna garra del cielo se acercó a nuestra partida. Tal vez mi cuerpo más grande junto al de Li-lah nos haga parecer una presa intimidante. El compañero de Haeden, Jo-see, fue secuestrado, pero Jo-see es también la más pequeña de las humanas. Li-lah es mucho más alta. Tal vez me preocupo por nada. Hacemos una pausa al mediodía para comer y descansar los pies. Está temblando y su piel de agua está congelada. Le entrego la mía; la guardo bajo mi envoltura para que el calor de mi cuerpo la descongele. Toma unos sorbos pero rechaza la carne que le ofrezco. Con frío, hace señas, y pone sus manos cerca de su cuerpo. Y luego tengo algo nuevo por lo que preocuparme. Tal vez las garras del cielo no son el mayor peligro para viajar con una humana. Quizás no la estoy atendiendo como debería. La cueva en la que voy a encontrarme con Hassen no es más que una breve caminata de duro viaje lejos de donde estamos. Podemos llegar allí en un día, pero para mí está claro que las humanas no caminan tan rápido como los sa-khui. Hay una cueva de cazadores no lejos de aquí, una más pequeña. La llevaré allí en su lugar, y tardaremos dos días en llegar a Hassen. Esperemos que espere a tener noticias mías antes de volver a partir. Descansamos un poco más, y luego me pongo de pie, ofreciéndole mi mano. Hago el movimiento del viaje con los dedos y hago un gesto hacia un acantilado distante. Al otro lado hay un arroyo caliente y la cueva del cazador. No será mucho más lejos. Ella asiente con la cabeza y se pone de pie, tambaleándose sobre sus raquetas de nieve. Ella me da una mirada de disculpa y levanta las manos para hacer una señal, y luego frunce el ceño ante sus guantes. Li-lah comienza a quitárselos, pero yo sacudo la cabeza y señalo al lejano acantilado otra vez. Podemos hablar más tarde. Página 72 de 183

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Con su mano en la mía, caminamos un poco más. Sus pasos parecen más lentos que antes, y sé que está cansada. Me doy la vuelta para preguntarle si preferiría que la llevaran en brazos, cuando mi sentido común se apodera de mí, enviando un escalofrío a través de mi cuerpo. Un momento después, veo una sombra en el rabillo del ojo. Nos cubre en la oscuridad antes de que haya tiempo para pensar. Todo lo que veo es una boca abierta, alcanzando garras y dientes - tantos dientes - mientras la ley del cielo se arroja del cielo y se dirige directamente a mi Li-lah. Ni siquiera pienso; reacciono. Empujo a Li-lah a un lado y levanto mi lanza en el aire, sujetando mis piernas para el inevitable impacto. Lo siento un momento después; la lanza se sacude en mis brazos, luego se rompe en mil pedazos frágiles incluso cuando las mandíbulas se cierran sobre mí y soy arrojado hacia atrás. El líquido caliente se apodera de mí, la sangre y la suciedad pegajosa de la boca de la criatura. La ley del cielo grita en mis oídos, incluso cuando oigo el débil y agudo grito de la voz de Li-lah. Me duelen las piernas y me duelen los huesos, pero estoy vivo y entero. También estoy en la boca de la criatura. La cosa vuelve a gritar de dolor y siento el doloroso chasquido de los dientes afilados contra la parte inferior recubierta de mis brazos. Gruño de dolor mientras la lengua se mueve y los dientes se clavan en mi piel. Está tratando de masticarme o de liberarme de su boca, y mi brazo está atrapado entre filas de colmillos. Mi lanza se ha ido, no queda nada más que un mango resbaladizo y roto. Utilizo mi otro brazo para sentir a lo largo de mi cinturón, buscando uno de los muchos cuchillos que llevo. Mientras tanto, la ley del cielo trata de mover sus mandíbulas y mi brazo se siente peligrosamente cerca de quebrarse en su agarre. A lo lejos, amortiguado, oigo a Li-lah gritando mi nombre. Ella no parece estar cerca; ¿se rompió la cuerda? ¿La criatura le hizo daño? La preocupación por mi pareja alimenta mi cuerpo, y me muevo más rápido. Debo liberarme para protegerla. Mis dedos se cierran alrededor de uno de mis cuchillos de cinturón; es uno pequeño, porque le di el más grande a Li-lah. La libero y la golpeo contra la áspera lengua de la criatura. Se hunde profundamente y siento que la garra del cielo tiembla en respuesta. Una y otra vez, lo apuñalo. Muere ahora. ¡Muere ahora! ¡Me estás alejando de mi pareja! El cuchillo se raja en mi agarre, el mango roto se me clava en la palma de la mano. El choque me libera de la sed de sangre que nubla mi mente. Me detengo, dándome cuenta de que la boca en la que estoy metido ya no está tratando de masticarme - los dientes que se clavan en mi brazo han dejado de moverse. Sin embargo, todavía puedo escuchar los aterradores gritos de Li-lah afuera. Intento moverme, pero mi cabeza está atascada - mis cuernos han enterrado los puntos traseros en el techo de la boca de la criatura. Se necesitan algunos empujones para que mi cabeza se libere, y luego mi brazo. Me arrastro fuera de la boca de la ley del cielo, con las manos y las rodillas abiertas, exhausto y ensangrentado. Li-lah. Debo encontrarla. Debo protegerla. Lucho por ponerme de pie. Me duele el brazo y me duele todo el cuerpo. Tengo un dolor punzante en la cola y otro debajo de las costillas, pero los ignoro, buscando a mi pareja en la nieve bañada en rojo. Página 73 de 183

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Ahí está, de espaldas a mí. Su cuchillo está en su mano y está sollozando abiertamente y mirando algo a lo lejos. El cordón roto de la cuerda de la correa se arrastra detrás de ella en la nieve como la cola que no tiene. “Li-lah”, lo llamo cansadamente. Sólo quiero abrazarla y ver por mí mismo que está a salvo. Ella no se da la vuelta, y entonces me siento tonto. Lo he olvidado. Me tambaleo hacia ella y toco su hombro. Ella jadea y se gira, blandiendo el cuchillo. Sus ojos están muy abiertos y húmedos cuando me mira. Hay un gran rasguño en su suave frente humana y un morado en su pómulo. ¿Yo hice esto? "Li-lah", murmuro, horrorizado. La aparté del camino para protegerla, sin soñar que le haría daño. Debe haber aterrizado en una roca. La vergüenza y la repugnancia me llenan, y me acerco para tocarle con un nudillo en la mejilla. "Mi pobre compañera". Ella llora y me abraza, apretando mi cintura. Me pongo rígido, porque estoy cubierto de sangre y baba de la ley del cielo, pero ella todavía se aferra a mí. Quiere que la consuele, aunque la haya lastimado. Soy un compañero terrible, pero ella está a salvo. La realización de esto me golpea y me tambaleo al pensar, cayendo de rodillas. Presiono mi cara contra su pecho cubierto de pieles, sintiendo el zumbido de su khui mientras hace coincidir su canción con la mía. Li-lah está a salvo. A salvo. A salvo. “Rokan”, solloza, su suave voz rota. Me da palmaditas en el hombro una y otra vez. “Rokan. Rokan” La abrazo un momento más y luego me pongo de pie a regañadientes. Toda la energía se ha drenado de mi cuerpo y se siente como un esfuerzo mantener mis cuernos en alto y mover mi cola. Su cara está sucia y también sus pieles, pero eso se puede arreglar. Nunca podré arreglar el hecho de que le he hecho daño. Sólo ver el moratón en su mejilla pálida es suficiente para enfermarme. Lo siento, gesticulo, y luego le pongo un nudillo en la mejilla. Hace un gesto que no reconozco. “Sangre”, dice en voz alta, y repite el gesto. “Hay sangre por todas partes. ¿Te has hecho daño? ¿Te encuentras bien? Eso era lo que te preocupaba, ¿no?” Yo asiento lentamente, una extraña calma que sobrepasa mi cuerpo. Le hago el gesto de que estoy bien, y luego paso mi otra mano por sus brazos y piernas, comprobando que no esté herida en un lugar que no puedo ver. Ella es mucho más importante que yo. Soy un guerrero y cazador fuerte; he sido herido en el pasado y lo he superado. ¿Pero Li-lah? Li-lah es mi frágil y preciosa compañera. No debe sufrir ningún daño. Cuando estoy satisfecho de que está sana, aparte del terrible moratón en su cara, la tomo de la mano y luego me detengo. Está cansada, y es mi deber cuidarla. Página 74 de 183

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La llevaré el resto del camino. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA Cuando Rokan me dice que quiere llevarme, estoy segura de que está loco. Esnifo, ignorando el hipo que se mezcla con el ronroneo en mi pecho. El tipo acaba de ser medio comido por un pterodáctilo-que parece del tamaño de un autobús y quiere llevarme? Me resisto a la tentación de abrazarlo de nuevo. Estoy tan aliviada de que esté bien. Que está entero, vivo y sonriéndome. Estoy temblando con las secuelas de un pico de adrenalina, y estoy enfadado. He tenido oído durante diez años y no me di cuenta de lo mucho que había llegado a depender de él hasta que unos extraterrestres imbéciles me lo volvieron a robar. Debería haber sabido que algo estaba mal cuando se giró. En vez de eso, no tenía ni idea hasta que me tiró al suelo, cara a cara. Me golpeé contra una roca y cuando me golpeé, mi primer pensamiento fue el de que él me había hecho daño. Luego, me sentía totalmente desolada porque había pensado mal de él. Entonces levanté la vista justo a tiempo para ver a la horrible bestia tragárselo a él y a su lanza. Creo que grité. Mucho. Rokan y la criatura se alejaron varios metros, tirando nieve por todas partes. Había sangre por todas partes y la criatura estaba golpeando, y pude ver una de las piernas de Rokan saliendo de su boca, y nadie se levantaba. No sabía qué hacer. Todavía no sé qué hacer. Una y otra vez, este lugar me hace sentir como una princesa indefensa y agobiada que necesita ser rescatada. Y realmente no soy una fan de eso. A partir de ahora, voy a ser una princesa auto rescatadora. "Puedo caminar", le digo, y dar un paso adelante. Mis rodillas se doblan, y todo mi cuerpo empieza a temblar. Estoy a punto de llorar, otra vez. Es un shock. Por supuesto que lo es. Acabo de ver al tipo que me gusta ser devorado por un monstruo volador. Me toma en sus brazos como si no fuera nada, y me lleva como la princesa que no quería ser. Vale, a partir de mañana seré una princesa auto rescatadora. Eso suena bien. Hoy, temblaré y seré una debilucha por un poco más de tiempo. Me acurrucaré en los brazos del héroe y dejaré que me cuide. Sólo hasta mañana. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN NO ME LLEVA MUCHO TIEMPO. Tal como él lo señaló, nos dirigimos hacia el lejano acantilado y allí, escondida en la pared de roca, se encuentra otra pequeña cueva. Este planeta entero parece no ser más que nieve, roca y más nieve, así que supongo que no es de extrañar que haya un montón de cuevas. Me pone suavemente de pie y en lugar de

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hacerme esperar fuera de la cueva esta vez, pone mi cuchillo en mi mano, agarra su último cuchillo en su propia mano, y entramos juntos en la cueva. Está completamente oscuro y no puedo oír nada, así que me alivia cuando me da una palmadita en el brazo y me dirige hacia la pared de la cueva. Espero allí, y unos momentos después, hay una chispa de fuego en el foso de fuego. Espero pacientemente mientras él enciende el fuego y luego se sienta, indicando que puedo ir con él. Me muevo para sentarme a su lado y observar cómo coloca su trípode de cocina sobre el fuego y toma la bolsa para ir a recoger la nieve. "Puedo hacerlo", digo en voz alta, y luego lo gesticulo cuando mira en mi dirección. Sacude la cabeza y hace un gesto para que me quede sentada junto al fuego. Lo hago, pero me está molestando un poco. ¿Esto es algo de control? ¿Así es como maneja el trauma de ser casi comido? Porque yo estoy temblorosa y asustada, y él está completamente tranquilo. Es extraño. Pensarías que fui yo a la que se comieron por la forma en que está actuando. Rokan pone la bolsa sobre el fuego y quita sus pieles, luego me ayuda a quitar las mías. Parece que cuida más mi apariencia que la suya, examinando mi mejilla herida una y otra vez con una mirada angustiada en su amplia cara. Está bien, le gesticulo. Sacude la cabeza. No, está bien. Casi te comen, quiero gritarle. ¿Cómo es que no entiende cuánto me afecta esto? Si se lo comen, estoy perdida. No encontraré a Hassen, ni a mi hermana, ni a nadie. No sabré cómo alimentarme o encender el fuego o algo así. No tendré a nadie que me haga ronronear o sonreírme. No tendré un extraterrestre grande con cuernos rizados, un pecho glorioso, y que se esfuerza tanto por aprender el Lenguaje de Signos Americano porque está desesperado por hablar conmigo. No tendré a nadie que intente hacerme sonreír incluso cuando quiero llorar, ni a nadie que se preocupe por mi estúpido moratón después de que casi se lo comen. No sé porque o cómo Rokan se volvió tan importante para mi, pero lo hizo, y tengo que luchar contra el impulso de abrazarle de nuevo. En vez de eso, aprieto las manos y me siento junto al fuego, mi boca fruncida de frustración. Veo como tira de la última de sus pieles desgarradas y manchadas de sangre y revela su pecho desnudo. Está igual de sucio debajo de todas las capas, lo que es sorprendente. Supongo que la criatura le masticó bien. Sólo pensar en eso me enferma un poco. Se inclina sobre la bolsa de agua para ver si está derretida, y luego saca el cucharón de su bolsa y me lo ofrece. ¿Lo dice en serio? ¿Lo dices en serio? Gesticulo, aunque sé que no lo entiende. Entonces, como está esperando, gesticulo algo que reconocerá. Tú. Lavar. Me frunce el ceño y empuja el cucharón en mi dirección otra vez, luego hace gestos. Beber.

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¿Por qué está tratando de cuidarme? Yo no soy la que casi fue comida por un monstruo. Me resisto a la tentación de sacarle el cucharón de la mano porque el agua no debe desperdiciarse. Pero me siento frustrada. Aquí estoy preocupada por él ¿y él quiere cuidarme? Eso es una tontería. Está claro, por la mirada obstinada de su cara, que no vamos a llegar a ninguna parte si hago un escándalo. Así que tomo el cazo, lo bebo tan rápido como puedo, y luego se lo ofrezco de vuelta. Él la pone en el suelo y luego me indica que debo sentarme. Cuando lo hago, inmediatamente se acerca y se arrodilla frente a mí. Veo con sorpresa cómo me quita las botas, pues no sé adónde va esto. Entonces, empieza a frotarme los pies. Me alejo de él, y al mismo tiempo mira hacia arriba sorprendido. Debo haber hecho un ruido cuando me tocó. Mi pecho ronronea como si no hubiera un mañana y me siento toda caliente y molesta sólo por ese breve roce de sus dedos sobre mis pies. Sin embargo, esto se siente muy inapropiado, especialmente si se tiene en cuenta que sigue cubierto de sangre después de haberme salvado la vida. No, gesticulo. Tú lávate. Su cara está destrozada, como si hubiera hecho algo malo. Sacude la cabeza y trata de tomar mi pie en su mano otra vez. Está claro que quiere cuidarme. Es dulce, pero también está fuera de lugar en este momento. Sacudo la cabeza otra vez y toco su brazo. "Rokan. Estoy bien. Estoy bien. De verdad. Por favor, ve a lavarte y cuídate. Estoy preocupada por ti y me haría sentir mejor ver que te cuidas". Le quito un mechón de su largo y sucio pelo de la cara. Se calla, con los ojos cerrados, como si mi toque fuera lo mejor que ha sentido en su vida. Ese revoloteo caliente vuelve a mi vientre y tengo la más extraña urgencia de pasar mis manos por todo su cuerpo medio desnudo, con suciedad y todo. Hombre, me he sentido de lo más cachonda últimamente. No es propio de mí. Debe haber algo en Rokan que me excita. ¿Pero estoy bastante bien con eso? Quiero decir, realmente me gusta. Hay algo en su atención y en su dulce personalidad que me encanta, por todo lo que ha hecho, como el hermano azul de Hulk. Luego abre los ojos de nuevo y me da otra mirada acalorada que hace que mis dedos de los pies se enrosquen. Lavar, gesticulo de nuevo. Porque es más fácil alejarlo que revelar lo que siento ahora mismo. Rokan asintió, un parpadeo de decepción en su cara. Se da la vuelta y se dirige al fuego, y me pregunto si he herido sus sentimientos, de alguna manera, porque yo no lo animé. ¿Se suponía que tenía que hacerlo? Y si lo hice, ¿qué pasa entonces? No tengo experiencia. ¿Y si las cosas son diferentes con los extraterrestres que con los humanos? ¿Y si el que yo le diga que estoy interesada significa que estamos casados o que estamos locos?

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Me froto la frente. ¿Cuándo se complicó tanto todo esto? Ojalá Maddie estuviera aquí. Ella sabría qué hacer. A pesar de todo, mi hermana es una chica más grande, está segura de sí misma. Yo soy la tímida e inepta. Miro a Rokan. Y luego parpadeo. Duro. Mientras yo estaba ocupada en deprimirme, él se ha estado desnudando. Desaparecieron sus calzones y lo único que lleva puesto es un taparrabos bastante pequeño. Los lados de su culo son visibles, y él es tan azul y firme y oh-tan-super-comestible-de-suspiro - allí como en cualquier parte. Su cola se mueve hacia adelante y hacia atrás, larga y elegante, incluso aunque hay una ligera curva al final de ella que no estaba allí antes. Todo su torso está cubierto de mugre y hay manchas de sangre que bajan por los amplios músculos de su espalda. Claro, ha estado sin camisa antes, pero nunca ha estado tan cerca desnudo. Y no puedo dejar de mirar. Observo con fascinación cómo se inclina sobre el fuego para sumergir el paño en la bolsa de agua tibia. La cueva es pequeña y apretada, y eso significa que su culo está al alcance de la mano, si yo fuera una chica muy juguetona. ¿Verlo así? Definitivamente hace que me hormigueen los dedos y me hace querer, desesperadamente, ser mucho más valiente de lo que soy. Maddie le agarraría. Maddie le haría saber lo interesada que está. No por primera vez en mi vida, desearía ser más como Maddie. Luego se endereza, con la espalda quieta hacia mí, y comienza a lavarse el pecho con grandes pinceladas. Me muerdo el labio porque sería engorroso para mí moverme al otro lado de la cueva sólo para tener una mejor vista, ¿verdad? Pero real, realmente deseo hacerlo. Quiero ver el movimiento de su gran mano sobre los músculos mojados. El ronroneo en mi pecho parece palpitar a tiempo con mi pulso excitado, y el impulso de deslizar mi mano entre mis piernas es abrumador. Esto está muy, muy mal y, sin embargo, muy bien. Aprieto las piernas y pongo las manos sobre las rodillas, como si eso ayudara a disminuir mi excitación. ¡Como si eso me hiciera dejar de pensar en cosas terribles y sucias, ¿como que él se quitara ese taparrabos?. ¿O cuál será la pinta del equipo alienígena? ¿O que su piel se debe sentir tan suave en la cara interna de sus muslos como en sus brazos? Ignorante de atención, Rokan sigue bañándose, deslizándose la tela por sus brazos, quitándose lo peor de la suciedad de su piel. La sumerge una y otra vez, tratando de limpiarse la piel. Hay una gran mancha en uno de sus grandes y flexionantes hombros, y mientras miro, a él se le pasa por alto. Y luego lo vuelve a pasar de largo. Dios, es como si se estuviera burlando de mí con su presencia. ¿Si fuera yo quien le bañara? Yo le quitaría totalmente esa mancha. Me pican los dedos al pensarlo, porque, ¿qué tan audaz sería eso? Pero vuelve a pasar el paño por encima de su brazo y lo pasa de largo una vez más.

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Argh. Rokan me mira y hace la señal del agua. ¿Si se da cuenta de la forma en que le estoy devorando el trasero con mis ojos? Él no dice nada. En todo caso, es un poco rígido e incómodo cuando lleva el agua sucia al frente de la cueva para tirarla a la nieve. Me doy cuenta de que al pasar, también tiene una mancha de sangre en la cola. Dios, esto es realmente una parodia de baño, ¿no? Debería ayudar. Realmente debería. Sólo como amiga, por supuesto. Una amiga le señalaría a un amigo que le faltaba un lugar por limpiar en sus hombros grandes y musculosos. No tiene nada que ver con el insistente y hueco dolor entre mis muslos. Cuando regresa un momento después, el agua cristalizada en su piel como una capa brillante, lleva la bolsa de agua llena de nieve directamente delante de su entrepierna. No es de extrañar que estuviera caminando rígido e incómodo hace un momento - está tratando de ocultar su erección de nuevo. Presiono mis labios con los dedos, mirando como él pone la nieve sobre el fuego y cruza sus brazos con impaciencia. Me da la espalda. Eso es algo que Rokan nunca hace, porque quiere poder ver mis gestos con las manos. Siempre es muy cuidadoso con eso. ¿Pero ahora mismo? Me da la espalda, y no se dará la vuelta. Esa sensación de necesidad pulsa de nuevo entre mis piernas y aprieto con fuerza mis muslos. ¿Debería decir algo? ¿Hacer algo? Está claro que se siente tan atraído por mí como yo por él. Me aterra que me rechacen. ¿Y si tiene a una mujer alienígena esperándole en casa? Eso sería devastador. Me muerdo el labio, llena de indecisión mientras comprueba la nieve que se derrite, luego vuelve a mojar su paño y comienza a lavarse una vez más. Sus movimientos son rápidos y apresurados, y le falta el punto sucio de su hombro con cada golpe brusco. Caray. No puedo dejar que esto continúe. Ánimo, Lila. Tú también le gustas. Recuérdalo. Respiro hondo y me pongo de pie. Todo mi cuerpo se siente como si estuviera temblando. Por supuesto, eso podría ser porque ronroneo muy fuerte. Me sorprende que no lo haya comentado. Tiene que ser ruidoso, ¿no? La escarcha que cubre su cuerpo se está derritiendo, dejando pequeños riachuelos por toda su piel mientras se lava. Naturalmente, ese punto que me está volviendo loca parece haberse salvado, porque por supuesto que sí. Es el universo diciéndome que intervenga. Estoy de pie, sólo necesito seguir adelante. Puedo hacer esto. No le repugnan las humanas; la erección que está haciendo lo mejor que puede por esconderla de mí me dice eso. Pero Página 79 de 183

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luego vacilo, ¿qué pasa si hay otra razón por la que no está actuando? ¿Porque está casado o algo así? Mierda. Mierda, mierda, mierda. Por alguna razón, pensar en eso duele. Nunca lo sabré a menos que se lo pida. Así que redoblo mi coraje y doy un paso adelante, tocándole el brazo. "Rokan". Se sobresalta, sus ojos brillantes de par en par con sorpresa. Su mirada se encuentra con la mía y siento que una carga de electricidad me atraviesa. Ahora ya no hay marcha atrás. Le hago el signo de lavar y le ofrezco mi mano. Puso el trozo de tela en mi palma. Puedo sentir su mirada en mí, aunque no le mire a los ojos. Me estoy sonrojando. Hay calor en mis mejillas, como el calor entre mis piernas que me está distrayendo. "Te ha faltado una mancha", murmuré en voz alta y sumergí la tela. El agua todavía está fría y granulada, no ha tenido tiempo de derretirse todavía, pero no parece molestarle. Le indiqué que se volviera, y lo hace, presentándome su espalda ancha. Y me tomo otro respiro antes de poner el paño húmedo contra su piel. Es tan cálido. Tan duro y cubierto de músculo. Es como si estar tan cerca lo pusiera todo en marcha. Puedo sentir mi pecho ronroneando salvajemente, y realmente quiero frotarle, todo trabajo, y demostrar que no estoy afectada. Pero no puedo. Mi mano se extiende sobre un amplio hombro con la tela, y observo con fascinación cómo el agua se desliza por su espalda. En la luz parpadeante del fuego, es una sombra azul, y me muero por tocarlo. Así que lo hago. Mis dedos rozan sus omóplatos y se pone rígido, pero no se mueve. Su cola se mueve contra mi pierna, luego se inmoviliza, como si tuviera miedo de asustarme. Como si eso fuera a pasar. Estoy metida en esto. Podría también obtener un poco de placer de las cosas, ¿verdad?

Trazo sus músculos con mis manos, palpando a lo largo de su espalda. Es suave al tacto, como el terciopelo sobre las placas de músculo. Es una sensación muy extraña, pero también muy agradable. A lo largo de su columna vertebral, tiene las crestas huesudas y chapadas como lo hace a lo largo de su frente y sus brazos. Dejé que mis dedos los exploraran antes de sumergirme en la pequeña parte de su espalda, donde las gotas de agua parecen estar acumulándose. Apuesto a que podría quitarle el pequeño pantalón de nalgas en un abrir y cerrar de ojos. El pensamiento travieso entra en mi mente y no se va una vez que está ahí. Sin embargo, no actúo en base a eso, se necesita todo mi coraje para tocarlo así. No sé qué haría con él desnudo, pero mi mente tiene algunas ideas. Mente sucia y muy sucia.

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Se gira lentamente y no puedo levantar la cabeza para enfrentarme a él. En cambio, me concentro en el hecho de que ahora mis dedos están pasando por encima de los planos del abdomen en lugar de la espalda. Está igual de tenso aquí, sin una pulgada de grasa para cubrir tableta de chocolate que estoy trazando. Abajo, justo en mi línea de visión, está el frente de la tienda de campaña de su taparrabos y parece mucho más grande de lo que pensaba. Guau. De acuerdo. El equipo alienígena es definitivamente más grande que el equipo humano. La vista de esto hace que mi boca se reseque, al igual que me hace ronronear más fuerte. De acuerdo, el parásito que tengo es definitivamente un perro-cuernos de parásito. Me pregunto si todos son así. Aunque tengo que admitir que el mío tiene un gusto excelente. Le meto los dedos en esa tableta de chocolate y sobre su pecho, tiene el mismo recubrimiento duro. Pongo mi mano sobre él, fascinada por la textura. Y lo siento ronroneando bajo mi mano. Miro hacia arriba, sorprendida. ¿También ronronea? No me di cuenta porque no podía oírlo, pero me pregunto si ha estado ronroneando todo el tiempo como yo. La mirada de Rokan es totalmente intensa mientras me mira. Parece posesivo y lleno de anhelos a la vez, y me hace temblar. "No sé qué significa esto", susurro en voz alta. Levanta la mano para hacer un gesto, y luego vacila, como si tratara de pensar en las palabras correctas. Ahí es cuando me doy cuenta de que su brazo está herido. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 11 ROKAN Me quedo completamente quieto mientras Li-lah hace pequeños ruidos por los arañazos en mi brazo, frotándolos con la tela. No son profundos y sanarán en un día. Me duelen más las costillas y la cola, pero incluso esas pueden ser ignoradas. Mi polla es la que más me duele, y no se puede ignorar. No con ella de pie tan cerca y sus pequeñas manos sobre mi cuerpo. Este es el momento con el que he soñado - mi pareja me toca, el perfume de su coño llenando el aire con su necesidad. Su mano en mi pecho, sintiéndome resonar con ella. Es todo lo que siempre he querido. -Hasta que dijo que no entendía lo que significaba la resonancia. Es como un cuchillo en el estómago el recordar que ella no sabe lo que significa la resonancia. Ella no comprende lo importante que es, lo que cambia la vida. Cómo ha cambiado mi mundo para enfocarse completamente en ella. Es una parte tan importante de mi gente y de nuestras vidas que no puedo comprender que ella no lo sepa. No es de extrañar que no se haya acercado a mí. Es tanto alivio como frustración darse cuenta de eso. Mi pareja no sabe que es mi pareja. Dejé que me tocara y me acariciara la herida en el brazo hasta que se sintiera satisfecha, aunque la mirada de su rostro está encantadoramente angustiada por un rasguño tan pequeño. Debo pensar. Si ella no se da cuenta de que somos compañeros, entonces debo cortejarla, como los machos humanos cortejan a sus hembras. Debo mostrarle afecto para ganármela. No puedo asumir que ella vendrá a mis pieles a menos que sienta lo que yo siento. Su mirada se encuentra con la mía, y hace falta todo lo que tengo para no poner su precioso rostro en mis manos, para tocarla como ella me toca a mí. Cuando me ofrece la toallita, se me ocurre una idea. Hago el gesto de lavado como ella lo hizo, y luego le digo que se dé la vuelta. Igual que ella me hizo a mí. Ella presiona sus dedos contra su boca, y yo espero. Le estoy pidiendo mucho. Después de un momento, se tira del pelo por encima del hombro y me la devuelve. Sus manos se mueven hacia su garganta y comienza a desatar los cordones de su ropa. El deseo rabia a través de mí y se necesita todo lo que tengo para no agarrar su túnica por el cuello y arrancársela de su cuerpo. Me obligo a esperar. Le tiemblan los dedos y se mueve lentamente, pero luego tira de la túnica y ésta se desliza alrededor de sus hombros, revelando una piel humana pálida. Se me escapa un gemido, pero no se vuelve. Ella está ante mí, tímida, su khui cantando en voz alta al mío. Debo cortejarla, me recuerdo a mí mismo. Tomo el paño y se lo froto Página 82 de 183

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suavemente sobre la piel desnuda, aunque esté suave y limpia. Si fue lo suficientemente valiente como para tocarme, se lo devolveré tocándola. Su temblor se detiene, y mientras sigo pasando el paño por su piel, bañándola, se relaja. La tensión deja sus hombros y se le caen, y ella inclina la cabeza hacia un lado, con el cabello deslizándose sobre su hombro. Ella está disfrutando de mi toque, y el pensamiento me llena de alegría. Quiero presionar mi boca contra esa piel suave, para probarla, pero iré despacio. Debo ir despacio. Luego se deja caer el resto de la túnica a la cintura, y yo dejo caer el paño que estoy sosteniendo, aturdido al verla. La suave curva de la espalda de Li-lah es lo más hermoso que he visto en mi vida. Hasta que se vuelve hacia mí. Y el aliento pasa siseando por mi garganta. Me mira tímidamente y empieza a gesticular, luego baja las manos. "Quiero ver tu cara si dices algo", me dice Li-lah. "Hay mucho silencio en el otro lado." Por supuesto. Levanto las manos y las dejo caer. No tengo palabras para describir lo hermosa que es. Cómo la visión de sus pezones desnudos me hace casi perder el control. Cómo me llena de placer el hecho de que ella sea mi compañera, y me frustra que mi cuerpo cante tan fuerte para ella que se necesita todo mi control para no empujarla a las pieles. Pero no conozco estas palabras, así que le digo que sí, y luego me adelanto para cerrar la distancia entre nosotros. Siento temblar su pequeño cuerpo al acercarme. Así, la parte superior de su cabeza va al centro de mi pecho. Ella es frágil, mi Li-lah, pero yo no cambiaría nada de ella, porque es mía y es perfecta. Me acerco más, y el ligero olor de ella llena mis fosas nasales. Cierro los ojos para saborearlo, el olor tan delicado como ella. Quiero frotar mi cara contra su piel e inhalarla. “¿Podrías....podrías por favor besarme?” Su pequeña voz me llama la atención. Abro los ojos y ella me mira con la cabeza inclinada hacia atrás. Se ve sonrojada y sin aliento, y su mirada se dirige a mi boca y luego a mis ojos. Estoy lleno de una mezcla de emoción y horror - los humanos besan con la boca, pero no sé cómo hacerlo. Me temo que no seré bueno en eso, y quiero impresionarla. Sí, gesticulo, y luego me agacho, sujetándola por los hombros y estudiando su cara. Necesitaré apuntar mi boca cuidadosamente hacia la suya, y con nuestra diferencia de tamaño, debo ponerme en cuclillas un poco. Contemplo su boca, luego me inclino hacia adelante y presiono mis labios contra los de ella con un ruido de bofetada. Allí. Un beso. Me retiro para ver si está contenta. Sus cejas se arrugan juntas, y luego se le escapa una pequeña risita. Se lleva una mano a la boca y le tiemblan los hombros. ¿Si? Gesticulo de vuelta. ¿Lo he hecho bien? Está tan contenta que está sonriendo? Página 83 de 183

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Pero a medida que más risas y resoplidos salen de ella, comienza a limpiarse los ojos, sus hombros moviéndose con la fuerza de su risa. “Lo siento”, dice, tratando de recuperar el aliento mientras le caen más lágrimas por las mejillas. “Es sólo que eso fue tan terrible” Y vuelve a partirse de risa de nuevo. Me pongo rígido, haciendo todo lo que puedo para no fruncir el ceño. Me pidió un beso. Me doy un golpecito en el pecho y luego gesticulo que no, y luego le digo que soy nuevo en esto. Sólo aúlla con más risas. “Lo siento”, jadea. “Lo siento, lo siento”. Mi irritación se desvanece, y en su lugar, me encuentro sonriendo. Su diversión es adorable, y esta es lo más feliz que la he visto desde que fue sacada de la pared de la cueva. ¿Hago la señal para otra vez? sólo para bromear con ella, y ella se ríe aún más, cogiéndose los costados. Esto deja sus pezones con punta rosada desnudos y temblando de risa. Esto no me desagrada en absoluto. Mis dedos me duelen para explorarla, pero ahora me conformaré con sus sonrisas. “Lo siento”, vuelve a respirar y hace una señal. “Supongo que vosotros no os besáis” Me encogí de hombros. Estamos aprendiendo mucho de las humanas, pero tampoco tengo las palabras clave para ello. Una vez más, estoy frustrado por el hecho de que sólo puedo hablarle a ella en pedacitos. Tengo tantas cosas que decir. ¿Cómo se las arregló Vektal con su compañera, Shorshie? Entonces recuerdo - la Cueva de los Ancianos. El de las paredes parlantes. Enseña idiomas. Sabrá cómo puedo comunicarme con mi Li-lah. La llevaré allí. La agarro y la abrazo de cerca, entusiasmado. Se endurece en mis brazos, sorprendida por mi tacto. Un pequeño "oh" se le escapa. Otro gemido me arranca la garganta al sentir su piel contra la mía. Ella es suave en todas partes, excepto los pequeños pezones rosados que se arrastran contra mi pecho. Mi Li-lah es redonda y dulce en mis manos, y mi polla palpita con la necesidad de reclamarla. “Supongo que vosotros os abrazáis”, murmura contra mi pecho, y no se aleja. Me alegro, se siente bien en mis brazos. Ella pertenece allí. Le acaricio el pelo, los brazos, los hombros, dondequiera que pueda tocarla sin asustarla. Quiero lamer su pálida piel y probarla. En todas partes. Sus manos suavizan mis costados y luego se tira hacia atrás, mirándome. “¿Quieres intentar besar de nuevo? Prometo que esta vez no me reiré. Sólo que me sorprendió” Asiento con la cabeza rápidamente. Lo quiero más que nada. Me da una sonrisa tímida. “De acuerdo. ¿Por qué no te sientas y yo me quedo de pie esta vez? Incluso estamos un poco disparejos así” Me vuelvo hacia atrás y me dejo caer sobre la roca grande y lisa que ella estaba utilizando como asiento antes. Abro las piernas y le hago un gesto para que se acerque. Página 84 de 183

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Li-lah se muerde el labio y sus manos se van a las tetas, cubriéndolas. Frunzo el ceño. ¿Por qué se esconde? A medida que avanza, tomo una de sus manos y la alejo de su pecho, sacudiendo mi cabeza. ¿Está avergonzada? No hay necesidad; ella es encantadora, y no la tocaré si no me pide mi toque. No hay necesidad de esconderse. “Correcto. Supongo que eso parece una tontería”. Ella baja sus manos y luego las pone sobre mis hombros, cerrando la distancia entre nosotros. Desde este ángulo, sus pezones están cerca de mi cara, pero yo los ignoro y la miro a los ojos. “Ahora, tampoco soy un experta en esto. Creo que he besado a un solo hombre en mi vida” Esto me agrada. Me gusta que sea mía y sólo mía. Le gesticulo palabra para decir bien. Se ríe de nuevo y sacude un poco la cabeza. “No dirás eso después de que te dé mi propio pésimo intento de besar” Nada de lo que hace puede ser “pésimo”. No necesito mi conocimiento para entender esto. Ella es perfecta en todos los sentidos. Pero luego se mueve y se sienta en mi rodilla, y nuestras caras están niveladas. Sus dedos me rozan la mejilla y me quedo quieto. Aguanto la respiración, no sea que me mueva mal y la asuste antes de que ella ponga su boca sobre la mía. Necesito que me bese. Lo necesito más que nada. La palpitante canción de nuestros khuis llena la cueva, y mientras se inclina, me aprieta las tetas contra el pecho. Sus pequeñas manos ahuecan mi mandíbula, y ella baja su boca a la mía. Sus labios son suaves como un roce sobre mi boca. No debería sorprenderme; las humanas son blandas por todas partes. Pero me sorprende cuando su pequeña lengua se desliza y roza la comisura de mi boca. Me sacudo hacia atrás, asombrado. Ese pequeño toque de su lengua casi me hace perder el control. Mi polla me duele como una piedra, y estoy respirando con dificultad. “Lo siento”, dice de nuevo, pero hay una sonrisa en su cara que dice que sus disculpas son mentira. “Eso es lo que es besar. Es la presión de la boca, pero también es la lengua. ¿No sabías eso?” Me encogí de hombros de nuevo, mi piel hormigueando con la conciencia de ella. Debí haber adivinado que las lenguas estaban involucradas, pero pensé que los humanos presionaban las bocas y soplaban aire en las bocas de los demás. Pensé que era algo que tendría sentido cuando tuviera una compañera. Soy un tonto. Me golpeo la frente. Por supuesto que se usan lenguas. Las lenguas son para el placer. Puede entrar en una boca tan fácilmente como en un coño, supongo. Yo no he hecho ninguna de las dos cosas, pero los otros cazadores hablan de cómo complacer a una hembra. Parece que debería haber escuchado más. Estoy haciendo una porquería de resonancia. Mi pareja no lo entiende, y cuando trata de mostrarme afecto, me sorprende. Soy un compañero terrible. “¿Listo para intentarlo de nuevo?” pregunta ella, acariciando mi mejilla para obtener mi atención. Página 85 de 183

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Ese pequeño toque me paraliza la respiración, y cierro los ojos porque estoy cerca de soltar mi semilla. Me lleva unos segundos controlarme, y cuando abro mis ojos de nuevo, ella está frunciendo el ceño como si algo estuviera mal. Ante el miedo de que yo la haya preocupado para que se detenga, le pongo una mano en la parte de atrás de la cabeza y la atraigo hacia mí para que me dé otro beso. Nuestros labios se encuentran y se aplastan de nuevo, y ella hace un pequeño ruido de sorpresa, pero no se aleja. En cambio, sus labios trabajan contra los míos, acariciando, y yo presto atención. Dejaré que ella dirija esto. Cuando sus labios rozan los míos con un ligero movimiento, le devuelvo el beso. Cuando su lengua se mueve contra mi boca, separo mis labios para que pueda saborearme. En el siguiente momento, su lengua roza la mía, y yo estoy perdido. Un beso con lengua no se parece a nada que haya experimentado antes. Su boca es caliente y resbaladiza, y su lengua es suave, tan suave. La frota contra la mía y se le escapa un pequeño gemido de sorpresa, lo que hace que mi polla lata en respuesta. Pero no se detiene cuando su lengua toca la mía. Ella sigue besándome, su lengua bailando y jugando contra la mía con roces delicados y burlones. En esto, la dejo a ella también. No porque no quiera hacerme cargo, sino porque estoy aturdido por lo mucho que siento en este momento. Una y otra vez, nos besamos, con las lenguas cerradas y jugando, hasta que me quedo sin aliento y a un solo toque de perder el control. Se aleja, sus labios húmedos e hinchados, y me mira aturdida. "Eso fue.... guau." Sí, gesticulo. Su mirada se fija en mis manos y se ríe, luego me rodea el cuello con sus brazos y se acurruca contra mí. Me sorprende que haya venido a mis brazos, pero me alegro. Puse mis brazos alrededor de ella, sintiendo su suave piel contra la mía. Ella tiembla, y me doy cuenta de que tiene frío. Por eso está tan ansiosa por mi toque. Por supuesto. La levanto y la llevo a la esquina de la cueva. Hay pieles enrolladas y guardadas, y mientras la pongo suavemente sobre sus pies, le indico que le voy a hacer una cama. Ella asiente con la cabeza y vuelve a cruzar los brazos sobre su pecho, temblando una vez más. Me siento como un tonto. Mi pareja tiene frío y aquí estoy jugando a los besos. Debería estar cuidando de ella. Desabrocho rápidamente las pieles y las sacudo, luego las pongo en capas hasta que formen un nido grueso. Una vez hecho, le hago un gesto y ella se desliza bajo las mantas. Antes de que pueda levantarme para avivar el fuego, su pequeña mano coge la mía. Ella quita las mantas y acaricia la cama. “¿Sólo para acurrucarse?” No sé lo que es achurr-arr, pero puedo adivinarlo. Ella no quiere hacer más de lo que nosotros hemos hecho, porque no tiene experiencia. Y aunque su khui canta tan fuerte como el mío, lo entiendo. Estoy feliz de que me quiera a su lado. Me muevo bajo las pieles con ella, y sus brazos me rodean, sus pechos presionando contra mi costado de nuevo. Puse mis brazos alrededor de ella, mi pecho cantando con alegría.

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“Supongo que ahora tengo un novio extraterrestre”, reflexiona mientras presiona sus frías manos contra mi costado. “Es diferente” Si novio es la palabra humana para pareja, entonces sí, sí, tiene uno. Hago que Li-lah descanse toda la tarde y durante toda la noche. Hay un almacén en las cercanías y lo saqueo por una pequeña presa - una tolva congelada - antes de tirar una capa de nieve sobre él y volviendo a poner el marcador. Mantengo el fuego encendido y preparo un estofado para mi pareja, y ella me enseña a hablar más con las manos. Hay tantas palabras que marean mi cabeza, pero hago todo lo que puedo para aprenderlas todas. Tengo tanto que decirle. Practicamos más besos, también. Hay más lengua, más suspiros, y mi pene está tan tieso y me duele tanto que siento que se va a romper. Pero Li-lah parece contenta con besar y abrazar, y yo también lo estaré. Ella se duerme en mis brazos y yo me quedo allí durante horas, con miedo de salir y perder el momento. La mañana llega demasiado temprano. Me alegra que el moratón de Li-lah se haya desvanecido de su mejilla. Mis propios dolores han disminuido, también, con el duro trabajo de mi khui. Li-lah bosteza y se esconde bajo las sábanas mientras limpio nuestra cueva. Debemos reunirnos con Hassen hoy. Estará esperando, y necesita saber que debe regresar a casa. También tendrá que decirles a los demás que Li-lah y yo estamos a salvo, pero que aún no nos vamos a casa. Debemos ir a la Cueva de los Ancianos para que pueda aprender sus palabras. Y no la voy a enviar de vuelta con él. Ella se queda conmigo. Aún no se lo he dicho, pero creo que ella también querrá esto. Como si mis pensamientos la hubieran convocado, Li-lah se asoma por encima de mi hombro, presionando su mejilla contra mi brazo. Ella bosteza y me ve atar el paquete cerrado. “Necesito uno de esos”. Cuando la miro, me lo aclara. “Una mochila. Un kit de supervivencia. Quiero aprender a cuidarme por si te pasa algo”. Me balanceo sobre mis talones, sacudido por este pensamiento. Ella tiene razón. ¿Qué pasa si me pasa algo mientras estamos viajando? Estará indefensa y sola, e incapaz de oír a las criaturas que podrían cazarla. Asiento con la cabeza rápidamente y me aseguro de que uno de los dos cuchillos que me quedan sea para ella. Esta noche, cuando descansemos, le haré una bolsa con sus propias provisiones. Después de visitar la Cueva de los Ancianos y de hablar en más de unas pocas frases cortas, le enseñaré a cazar y a encender fuego. Ella es inteligente y aprenderá rápidamente. Y me dará una excusa para mantenerla en secreto por un tiempo más. Comemos una comida fría, bebemos un poco de agua derretida, y luego termino de empacar la cueva mientras Li-lah se pone muchas capas de piel. Mis pieles externas están sucias y las guardo en mi bolsa para limpiarlas cuando levantamos el campamento de nuevo. El día parece ser lo suficientemente soleado y cálido como para no necesitarlos. Luego, nos ponemos las raquetas de nieve de Li-lah y vamos, de la mano, a la nieve una vez más, con la cintura atada. La acerco un poco más y me mantengo atento a los cielos, en caso de que surjan más garras del cielo. Página 87 de 183

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Pero el clima es cálido, los soles brillantes y las leyes del cielo no están a la vista. A media mañana, veo las huellas de Hassen en la nieve. Su rastro baja hasta el siguiente valle, dirigiéndose al sur hacia la cueva de la tribu. Golpeo el brazo de Li-lah y apunto las vías hacia ella. “¿Mi colega?”, pregunta con voz seca. No, gesticulo, confundido. Hassen. ¿Le preocupa que haya alguien más aquí? Pero ella sólo da un pequeño resoplido divertido y se agarra a mi brazo un poco más fuerte. Damos la vuelta a una curva y allí, a lo lejos, hay un cazador en pieles con dos lanzas atadas a la espalda. Reconozco la postura y le llamo, levantando un brazo. “¡Ho!” Se gira y levanta una mano a mitad de camino antes de detenerse. Puedo ver el momento en que ve a Li-lah a mi lado, porque baja la cabeza y corre hacia nosotros, arando a través de la nieve como un ciervo dvisti cargado. Hay una mirada de alegría en su cara mientras se acerca, y se desvanece cuando se acerca y ve la mano de Li-lah en mi brazo. “La encontraste”, dice, pasos más lentos al acercarse. “¿Está ilesa?” “Ilesa y bien”, estoy de acuerdo. Su mirada la devora, y yo ignoro la puñalada de posesividad que siento. Ella es mía. No puede quitármela esta vez. Li-lah se acercó más a mí, su agarre se estrechó. Acaricio su mano enguantada para consolarla, y mi khui inmediatamente se hace más fuerte, la canción resuena a través de mi pecho y se une a la suya un momento después. La expresión de Hassen se convierte en una de devastación. Sus hombros se desploman mientras me mira desde Li-lah. “Resonancia”, dice, y hay mucha pesadez en su voz. “Tienes suerte, amigo mío” Asiento con la cabeza. No tiene sentido reprenderle. Está derrotado. Tengo lo que él quiere más que nada. Se da la vuelta, nos da la espalda, y siento una punzada de dolor por mi amigo y compañero de tribu. Querer algo tan desesperadamente, sólo para que se te escape de las manos, es difícil. “Algún día sucederá para ti”, le digo, y siento un pequeño eco en mi pecho que me dice que mi conocimiento está confirmando esto. “Ahí está Mah-dee, y Farli pronto alcanzará la mayoría de edad. Tal vez...” “Mah-dee me odia. Y Farli es como una hermana pequeña. ¿Quién queda? ¿Esha? No tiene más que cuatro vueltas de la temporada. ¿Uno de los nuevos kits? Quizá sea un anciano viejo y marchito antes de que yo vea resonar el pecho de mi hembra”. Esnifa. “Será mucho antes de que Vektal me perdone por traicionar las reglas de la tribu. Seré un hombre viejo y solitario sin nadie más que Bek y Warrek para entender mi dolor”. Ignoro sus amargas palabras. “Será antes. No pierdas la esperanza” Suspira pesadamente, mirando a lo lejos mientras Li-lah me mira con preocupación. No puede escuchar nuestra conversación, y me siento culpable de que hablemos a su alrededor.

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Se frota la cara, y su cola golpea furiosamente en la nieve antes de ponerse de pie. “Todo lo que siempre he querido es una pareja y una familia. Pensé que si me aseguraba...” Sacude la cabeza y me pone una mano en el hombro, el opuesto a Li-lah. “Si no soy su pareja, me alegro de que seas tú, amigo mío. Eres un buen macho y un buen cazador. La harás feliz”. Mira a Li-lah. “Ella odiaba cada momento conmigo, sabes. Ella no quería hablar” “Ella habla con sus manos”, le digo, y hago algunos de los gestos que Li-lah me ha mostrado. Agua. Bien. Sí. “No es justo hablar cuando ella no puede oír las palabras, así que debemos hacer las palabras con nuestras manos” Li-lah mira entre Hassen y yo, frunciendo el ceño mientras intenta descifrar nuestra conversación. Comienza a quitarse los guantes, pero yo la detengo. Se lo explicaré más tarde. Por ahora, debo enviar a Hassen de camino. “Como tiene el lenguaje de las manos, debo aprender sus palabras para hablar con ella. Ella no entiende la resonancia” Hassan me mira con incredulidad. “¿No entiende la resonancia?” “Es verdad. Ella sabe que su pecho canta pero no entiende” Cruza los brazos sobre el pecho. “Llévala a tus pieles y muéstrale, entonces” Ignoro el destello de ira que se mueve a través de mí ante sus palabras. “Cuando tengas una compañera, entenderás por qué no haré eso” Se sobresalta. “Tus palabras no son amables” “Las tuyas tampoco” Doy un paso de forma protectora delante de mi compañera. “Conozco a mi mujer. Yo sé lo que es mejor para ella, no tú. Y voy a llevarla a la Cueva de los Ancianos para poder aprender su lenguaje de las manos y hablar con ella”. Hassen asiente lentamente, aunque la mirada en su cara es dura. Este es un día de muchas decepciones para él. “¿Así que me dejarás volver a la tribu, solo, y contarles mi vergüenza?” “La única vergüenza es la tuya. Li-lah no te resonó. No hay que avergonzarse por ello. Y sabías que robarla tendría consecuencias”. “Sólo esperaba”, suspira y la mira de nuevo. “Estaba tan seguro. Pensé que si la dejaba a solas conmigo, su khui le cantaría al mío. Se sentía como si ella fuera la elegida” No discuto. Conozco esa sensación. Pero estando aquí con Li-lah a mi lado, sé que está equivocado. Ella es mía. “Diles que volveremos a casa una vez que la resonancia esté satisfecha y haya aprendido la charla de Li-lah. Volveremos antes de la temporada brutal”. “¿Tan tarde?” Parece sorprendido. “Eso es al menos un ciclo completo de lunas, tal vez dos” “Le enseñaré a cuidar de sí misma”, le digo. “Quiere aprender a hacer fuego, a cocinar, a cazar. Tomará tiempo enseñarle estas cosas, y la Cueva de los Ancianos no puede hacerlo”. No le digo que quiero darle a Li-lah tanto tiempo como sea posible para que se dé cuenta de que soy su pareja. Es obvio, por su tiempo con Hassen - y la mirada frustrada que me está dando ahora - que no le gusta ser sorprendida.

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Se frota la barbilla y luego asiente con la cabeza. “Es un camino fácil de regreso a la cueva tribal desde aquí, una vez que estemos lejos del territorio de los Metlak y de las leyes del cielo. ¿Estás bien preparado?” “Necesito una lanza y cuchillos”, le dije. “Y raciones de marcha si tienes de sobra” Asintió y dirigió las manos por detrás de él, sacando sus pesadas lanzas de su mochila, y luego me las dio a mí. “Tengo mi honda y cuchillos extra. Toma lo que necesites” “Gracias, amigo mío” Hassen mira a Li-lah y luego a mí. “Su hermana, la enfadada. No le gustará verme volver solo”. “Tendrá que esperar” Puse mi mochila junto a la de Hassen para poder compartir bienes. “¿Habéis terminado de discutir para que alguien pueda decirme qué está pasando?” Li-lah dice, cruzando sus brazos. “Porque esta mierda se está volviendo muy aburrida” Hassan gruñe. “Habla con tu pareja. Voy a revisar los suministros” Me voy para hablar con Li-lah, y mientras lo hago, le oigo murmurar algo en voz baja sobre el hecho de que Mah-dee no es la única “furiosa”. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 12 LILA Yo miro alejarse a Hassen y siento un poco de temor. El plan ha cambiado, y no estoy completamente segura de saber qué está pasando. Los chicos hablaron un rato, y Hassen ha mantenido una distancia respetuosa, lo cual aprecio. De hecho, casi se siente como si no estuviera interesado en mí en absoluto, lo cual es un verdadero cambio de rumbo desde antes. Luego, cambiaron de equipo, y Rokan intentó explicar con sus manos lo que estaba pasando. Dos viajes diferentes, me explicó. Lo que es obvio, teniendo en cuenta que Hassen se está alejando ahora sin sus lanzas y que Rokan está haciendo un gesto en una dirección completamente diferente para nosotros. No entendí el resto de lo que intentaba decirme, y creo que Rokan está tan frustrado como yo. Así que cuando señaló de nuevo hacia las colinas cubiertas de nieve en lugar de en la dirección en la que se dirige Hassen, planté mis pies. “¿Qué está pasando?” Pregunto y firmo las palabras al mismo tiempo. Sé que no podrá seguir el ritmo, pero me siento frustrada con que todos los que hablan a mi alrededor. “Pensé que el plan era que nos reuniéramos con Hassen y luego nos fuéramos a casa. Tu casa, no la mía”. Estoy tratando de no pensar en mi casa o en el hecho de que nunca la volveré a ver. Esa vida cambió completamente en un abrir y cerrar de ojos, dejándome indefensa e incapaz de oír una vez más. Que estoy varada en un planeta de hielo con nadie más que mi hermana, e incluso ella está muy lejos. Si pienso en todo eso, empezaré a llorar y puede que nunca deje de hacerlo. Ahora mismo estoy haciendo todo lo posible para seguir adelante ante los golpes. Rokan hace un gesto hacia la desaparición de Hassen, y luego hacia mí. Piensa por un momento, hace la señal de viaje con las manos y luego señala las colinas que tenemos ante nosotros. Luego hace la señal de fuego, luego duerme. “No tengo ni idea de lo que eso significa”, le digo, frustrada. Lo hace de nuevo, y añade un signo para hablar, y luego se señala a sí mismo. “Todavía no lo entiendo” Rokan se hace gestos a sí mismo otra vez, me señala a mí, las señales hablan, y luego se señala a sí mismo y luego en la dirección que quiere tomar. Quiere hablar conmigo, ¿pero sólo en esa dirección? No entiendo qué ha cambiado, a menos que... ¿Es porque ahora es mi novio alienígena? ¿Tiene esto algo que ver con el cortejo? ¿Es por eso que no vamos a ir con Hassen? Quiero decir, no me gusta Hassen, pero también estoy bastante segura de que Rokan me dijo que mi hermana estaba en esa dirección, y no en la que él quiere guiarme. “Ojalá pudiéramos comunicarnos”.

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Rokan se altera con mis palabras, asintiendo y haciendo gestos. Toma mi mano desnuda en la suya y se la lleva a la boca, y luego empieza a hablar. Quiere que entienda sus palabras, pero con su tacto, un fogoso rayo de sensación se apodera de mí y me quedo boquiabierta. El ronroneo sube una muesca y todo mi cuerpo tiembla en respuesta. Reacciona de la misma manera, sus ojos tienen esa mirada de somnolencia que vi anoche después de que empezamos a besarnos. Luego, se da una pequeña sacudida y se concentra. Se da golpecitos con la mano en la boca y luego dice algo. Quiere que le lea los labios. Bien, Lila, concéntrate. Ignoro el destello de los colmillos y me concentro en cómo mueve los labios y la lengua. Los alienígenas arrastran muchas palabras humanas, así que tengo que concentrarme mucho más. Sin embargo, es una distracción, porque la primera palabra que dice hace que su lengua apriete contra el dorso de mis dedos, haciendo que vuelva a sentir un hormigueo a través de mí. Él lo repite, y yo empiezo a pronunciar la palabra. “Luh... señor... ¿amor?” Un dulce cosquilleo me atraviesa. “¿Amor?” Niega con la cabeza. Oh. No debería estar decepcionada por eso. Quiero decir, acabamos de empezar a 'salir' o lo que sea que hacen las personas azules de hielo. Es un poco temprano para estar lanzando la palabra con "L", pero eso no significa que no esté estúpidamente triste por haber malinterpretado las cosas. Me concentro de nuevo. “Señor...señor...señor...desolado, no, espera. ¿Aprender?” Asiente con la cabeza con excitación, hace la señal de hablar con la mano y luego hace gestos en esa dirección. “¿Aprender a hablar? ¿Allí?” Miro la nieve, pero no veo nada allí excepto más nieve. Pero Rokan sonríe, mirando tan contento consigo mismo, y repite las palabras, luego se hace gestos a sí mismo, y luego a mí. “Oh. ¿Quieres aprender a hablar conmigo?” Su rápido asentimiento de afirmación hace que mis pezones se vuelvan duros y el placer cálido se apodere de mí. “¿En serio? Podemos aprender a hablar mejor si vamos allí?” Cuando vuelve a asentir con la cabeza, miro hacia atrás, hacia donde está desapareciendo Hassen, y luego hacia Rokan. “¿Pero qué hay de mi hermana?” La ansiosa expresión de Rokan decae y se vuelve solemne. Señala a Hassen, toma su bolsa y me mira. Quiere que yo elija. Una dirección me llevará de vuelta a mi hermana. La otra dirección me permitirá mágicamente hablar con Rokan de una forma que a él le emociona. Estoy indecisa. El deber me dice que debería volver con Maddie. Probablemente esté muy preocupada por mí, imaginando a su frágil hermanita aquí con los extraterrestres malos. Y realmente, tiene todo el derecho a estarlo. Ella siempre me ha cuidado, me ha defendido cuando nadie más lo ha hecho, y ha luchado muchas de mis batallas por mí.

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Pero luego está Rokan. Rokan, que me hace sentir emocionada y viva, que me enseñará a cuidarme a mí misma. Que está entusiasmado con la idea de poder hablar conmigo de verdad. Como si fuera un regalo especial. En realidad, es la comunicación lo que me hace apuntar a las colinas, no a Hassen. Porque si volvemos a la Cueva de la Tribu, nadie puede hablar conmigo excepto Maddie y quizás las humanas, siempre y cuando pueda leer sus labios. Pero si hay una manera de sortear la barrera del idioma, quiero hacerlo. Y posiblemente pasar un poco más de tiempo a solas con mi novio extraterrestre. ¿Es raro elegirlo por encima de mi hermana? Me pregunto si no estoy pensando con claridad. Pero entonces él extiende su mano hacia la mía, una sonrisa en su hermosa cara azul, y siento un mareo en mi pecho mientras empiezo a ronronear de nuevo. Tal vez esté mal, pero se siente bastante bien, en este momento. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN ESTÄ VISIBLEMENTE MENOS tenso a primera hora de la tarde. Cuando le pregunto por qué, señala el cielo e indica que no habrá más pájaros gigantes comepersonas. Eso es un punto a favor por lo que a mí respecta. La cuerda está desatada, y Rokan ata ambas lanzas a su mochila en vez de llevar una. El resto del día es casi agradable, si no fuera por el hecho de que hace mucho frío y hay mucha nieve hasta donde alcanza la vista. Para cuando Rokan encuentra nuestra próxima cueva donde parar, mi cara se siente agrietada y mis pies palpitan hasta las rodillas por todas las caminatas con raquetas de nieve. Descanso, exhausta, en el único asiento de la cueva mientras Rokan enciende una hoguera. Mañana le voy a observar y aprenderé a hacerlo, me lo prometo. Mañana parece un buen día para eso. Estoy tan cansada que se me cierran los ojos antes de que la comida esté lista. En algún momento, he debido quedarme dormida, porque cuando me despierto, me acurruco en las pieles yo sola. Vuelvo a dormir, demasiado cansada para despertarme para cenar. Me despierto varias horas más tarde con el brazo sobre un pecho masculino caliente, con los dedos desnudos apretados contra una pierna caliente y aterciopelada. Mi pecho está retumbando con el ronroneo habitual relacionado con Rokan, y deslizo con sueño mis dedos sobre el centro de su pecho para comprobar si él está haciendo lo mismo. Lo está hacienddo. Su mano cubre la mía en el momento en que me muevo, y estoy llena de un calor afectuoso y, de acuerdo, esa misma sensación de excitación que he estado sintiendo durante días. Acaricio ligeramente mis dedos sobre su pecho, mi cabeza descansando en el brazo. Rokan levanta una mano y golpea mi pecho, y luego hace un gesto hacia su boca en las sombras iluminadas por el fuego. ¿Comer? Sus ojos brillan de un azul suave en la luz baja. Tengo hambre, pero también estoy abrigada y acurrucada contra el alienígena más grande y mejor escogido del mundo. Así que no tengo ganas de mudarme. Me pongo en su contra, y uno de mis muslos está sobre su pierna. Tengo que luchar contra el impulso loco de empezar a frotarme contra ese músculo duro como una roca, porque ¿una vez que empiezo? Página 93 de 183

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No sé si podré parar. Por ahora, sólo quiero tocarlo. Mi mano se desliza sobre su pecho de nuevo, sintiendo nuestros ronroneo. Y luego recuerdo que olvidé preguntarle si estaba casado. Me sobresalto. Él se sienta erguido, con los ojos salvajes, y se acerca al lado de la cama, sacando un cuchillo. Su cuerpo se pone alerta y se tensa, mirando alrededor de la cueva en busca del peligro, y luego me mira con una expresión confusa. ¿Todo bien? Gesticula. Ups. Asiento con la cabeza y le doy una palmadita en el pecho de nuevo, tratando de calmarlo. No estoy en problemas ni nada, sólo me preocupa que me esté metiendo con el tipo de otra mujer alienígena. Rokan se relaja, mira a su alrededor por última vez antes de dejar el cuchillo a un lado y luego se frota la crestada frente, y su expresión dice que No vuelvas a asustarme así aunque las palabras no se pronuncien en voz alta. Es lindo ver su preocupación. “Mientras no tengas serpientes, creo que estamos bien” Me deslizo hacia él, metiendo mis piernas debajo de mí. “Debería estar a salvo contigo de todos modos, ¿verdad?” Toma mi mano y se la lleva a la boca, besando mis nudillos. Bueno, maldita sea. Mis bragas no están seguras con él cerca, eso es seguro. No es que haya tenido ningunas desde que desperté en el planeta de hielo. He estado yendo sin ropa interior bajo su larga túnica y calzones durante los últimos días, y aunque definitivamente es una sensación de desnudez, también me hace ser hiperconsciente de lo mucho que me excita estar cerca de Rokan. Ahora mismo, estamos sentados uno frente al otro, y me doy cuenta de que esta es la primera noche que duermo completamente vestida mientras estoy con él. Desearía no estarlo. También desearía ser lo suficientemente valiente como para bajarme los pantalones, pero no lo soy. En vez de eso, me siento ahí, como una muñeca mientras él frota su boca con mis nudillos. Tal vez siente mi timidez. Me sonríe, con los colmillos asomándose por debajo de sus labios estirados, y luego mueve mi mano desde su boca hasta su pecho. Presiona mis dedos contra su pecho, y puedo sentir que ronronea de nuevo. Debe significar algo para él, algo que realmente quiere comunicar conmigo. Ojalá supiera qué. "Por favor, por favor, dime que no estás casado", susurro. "De lo contrario esto se va a poner súper raro." Mueve la cabeza y luego indica que no entiende. “¿Hay una chica en casa para ti?” Las palabras salen de mi boca, y siento una enfermiza sensación de horror y preocupación en el momento en que estallan. Como si me hubiera pasado de la raya. Como si hubiera roto el hechizo de estar con él y ahora la realidad fuera a entrar. “¿Alguien con quien compartas tu cueva?”

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Sus labios se mueven y niega con la cabeza, luego me hace un gesto. Creo que eso significa que soy su elección. ¿O que se queda conmigo? O supongo que si quiero ser paranoico, hay un millón de maneras de leer esto. Pero tengo que saberlo. “¿No vives con nada o nadie en casa? ¿Ningún bebé?” Me frunce un poco el ceño y niega con la cabeza, luego se inclina hacia adelante y me da golpecitos en el pecho que ronronea. Vale, me está eligiendo a mí. O diciendo que no hay nadie más que yo. Eso es muy dulce. Le doy una sonrisa nerviosa. “Está bien entonces” Nos miramos el uno al otro durante un momento largo, eléctrico, silencioso. Me pregunto si está esperando a que dé el primer paso. Si es así, puede que tarde un poco. No estoy segura de ser lo suficientemente valiente. Empiezo a alejarme y luego me detengo. ¿Qué me impide tocarlo? Este es un mundo diferente, con reglas diferentes. Nadie está aquí para decirme que sea una buena chica, o que soy demasiado apocada o tímida para que los chicos me miren. No hay nadie más que yo y Rokan y me mira como si fuera el mundo para él. Así que dejé que mis dedos se deslizaran por las crestas de su vientre, hacia su ombligo. Y le veo responder a mi toque. A él se le corta el aliento y yo lo siento contra mis dedos, siento el escalofrío que le sacude el cuerpo. Siento la necesidad de seguir hablando, aunque no soy lo suficientemente valiente como para hacer contacto visual y ver sus reacciones. Tiene que entenderme, por qué soy tan asustadiza, supongo. “Esto es difícil para mí”, le digo. “No estoy muy.... muy segura. Es por los implantes cocleares, aunque son increíbles. Eran increíbles”. Me frunzo el ceño a mí misma, pensando en lo difícil que ha sido sin ellos. Pero aparte de estar molesta los primeros días, me las arreglo sin ellos. Rokan ayuda, mucho. Saber que no actúa como si fuera una carga el tratar de comunicarse conmigo realmente me hace sentir normal. Necesito eso. Lo anhelo. “Así que, sí. Implantes. Siempre me sentí como una niña rara con ellos, como si no fuera normal. ¿Sabes cómo es cuando eres una adolescente y crees que eres la cosa más horrible y rara de la historia, aunque no lo seas? Esa era yo. Tal vez porque durante los primeros doce años de mi vida, yo era esa niña sorda rara y no tenía muchos amigos. Maddie hizo que todos fueran amables conmigo, pero si ella no estaba allí, nadie me hablaba. E incluso después de recibir el implante, esa sensación nunca desapareció. Supongo que por dentro sigo siendo esa niña triste y solitaria”. Yyyyyy ahora estoy vomitando verbalmente mi historia sobre él. Dios. Si alguna vez hubo una forma de asustar a un tipo, es ahora. No puedo evitarlo, al igual que no puedo evitar acariciar esos músculos de la parte baja del abdomen una y otra vez, rozando con sobre la parte donde sus crestas del pecho se dirigen hacia el liso abdomen. Tampoco puedo dejar de hablar. “Así que nunca he salido mucho. Y es algo un poco, bueno, llamativo, supongo. Es como cuando sientes que estás fuera de la lista de citas, que estás completamente fuera. He salido con dos tipos en todo el tiempo. Tuve un novio en octavo Página 95 de 183

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grado durante una semana, y luego, en mi primer trabajo, salí con un chico en dos citas, hasta que empezó a hacerme preguntas sobre mi implante y si podía quitármelo. Y eso hirió mis sentimientos y nunca volví a salir con él, porque me sentía rara e incómoda una y otra vez. Así que ese es todo el alcance de mi historia de citas. Excepto que ahora, supongo, que estoy aquí contigo” Eché un vistazo, segura de que me mirará como si estuviera loca. Como si quisiera huir y estar en cualquier lugar menos aquí. Pero cuando mi mirada se encuentra con la suya, me siento quemada por el calor en sus ojos. No hay irritación, no hay vergüenza. Ni molestias ni deseos de que me calle. En cambio, parece feroz. Posesivo. Y completamente ávido de mí. Tiemblo, aunque no tengo frío. Mis dedos encuentran su ombligo, y yo trazo a su alrededor, y luego fluctúo al bajar. Y lo miro de nuevo para ver su reacción. El hambre en su mirada parece intensificarse. Me agarra en sus brazos y me tira contra él, y después de todo estoy a horcajadas sobre su rodilla, excepto que esta vez estamos sentados en la cama en vez de acostados, y estoy apretujada contra él. Mi mano va a su pecho incluso cuando un fuerte brazo me aprieta la espalda. Su otra mano me golpea la parte de atrás de la cabeza y me empuja contra él en un beso. No un beso suave. No un beso tímido. Es un beso abrasador y feroz, y se siente como una marca. Una reclamación. Y una clase de beso como un 'no hay nadie más que tú, Lila'. Y me deja sin aliento. Su lengua se desliza en mi boca y luego no puedo pensar en absoluto - me sorprende cada vez que me besa que tenga crestas, y esas crestas hacen todo tipo de cosas raras y locas en mi interior. Cada vez que acaricia su lengua contra la mía, estoy más cerca de quitarme los pantalones. En vez de eso, tal vez debería quitarle los suyos. El pensamiento es tentador, y dejé que mi mano bajara por su pecho mientras nos besábamos. Se siente tan travieso como poderoso pensar en hacerse cargo de esta manera, pero ahora que la idea está en mi cabeza, no puedo dejarla ir. Quiero tocarle. Necesito tocarle. Realmente, realmente necesito averiguar si tiene crestas ahí abajo como las que tiene en la lengua. O incluso un pene. En realidad, estoy bastante convencida de que es un pene, porque el abultamiento de su taparrabos es difícil de confundir. Pero cuando deslizo mi mano hacia abajo y arrastro mis dedos sobre su longitud para delinearla, siento más de lo que esperaba. Está la silueta gruesa y estriada de su pene que es tan grande y dura que es prácticamente como acariciar una botella de agua extragrande. Luego está el saco blando de sus bolas por debajo, pero cuando mis dedos lo rodean en la base, me encuentro con algo duro y casi…huesudo. Justo encima de su polla. Estoy tan sorprendida por este nuevo descubrimiento que quito la mano y rompo el beso.

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No se da cuenta de que estoy enloqueciendo. Su mano me pega con el puño en el pelo y entierra su cara contra mi cuello, percibiendo mi olor. Su respiración es rápida, y cuando me pone en su contra, puedo sentir su ronroneo igual al mío. Empiezo a derretirme contra él otra vez. Pero... Me muerdo el labio y le doy una palmadita en el hombro. “¿Rokan?” Se retira, mirándome fijamente. Hay preocupación en sus ojos, y una pregunta. Y trato de pensar en la mejor manera de abordar el tema. Quiero decir, no tengo mucha experiencia con penes humanos, pero sé que no vienen con extras. ¿Cómo le digo que tengo que comprobar la mercancía por mí misma para asegurarme de que quiero seguir adelante? No es que esté lista para tener sexo, por supuesto. Es demasiado pronto para eso. Pero ¿ahora qué sé que hay algo al acecho ahí abajo? Tengo que saber qué es. "¿Puedo....puedo mirarte?" Le pregunto a él. Me siento terriblemente tímida e increíblemente audaz a la vez. "Sólo para, ya sabes..." ¿Ver cosas? ¿Asegurarme de que no hay ningún rompecabezas ahí abajo? ¿Sin púas, pinzas o cosas para las que no tengo agujeros? Hace un gesto a su cuerpo, dándome permiso. ¿Entonces no lo hará por mí? Muy bien, entonces. Es hora de ser valiente y tomar lo que quiero. Dudo, y luego pongo mi mano en su parte inferior del estómago otra vez. El taparrabos de Rokan parece ser un asunto sencillo. Es un trozo largo de cuero con un cinturón grueso para sostenerlo. También parece que si le desabrocho los lazos del cinturón, todo se caerá. Sin aliento, soy muy consciente de su gran mano moviéndose hacia arriba y abajo de mi espalda, sus nudillos rozando ligeramente contra mí a través de mi ropa, y el gran muslo en el que estoy sentada. Tengo un impulso insensato de frotarme contra él, pero antes de seguir adelante, tengo que ver la mercancía. Deshago el nudo, me muerdo el labio, y luego se libera. Tiro del cinturón y el cuero se cae, pero se queda en la tienda de campaña sobre su polla. Veo que voy a tener que desenvolverlo como un regalo. Cuando vuelvo a dudar, su mano se desliza bajo el dorso de mi túnica y comienza a frotarme la parte baja de la espalda, acariciando con sus nudillos en una suave caricia que parece mil veces más íntima de lo que era hace un momento. Y como el tacto es excitante y reconfortante al mismo tiempo, tomo el borde de su taparrabos y lo tiro hacia abajo, exponiéndolo a mi mirada. De acuerdo. Eso es.... un montón de polla. Mi mano se cierne sobre él, porque, guau. Está completamente erecto, la cabeza de su polla se inclina hacia mí. Es un tono más oscuro de azul que el resto de él, y la cabeza es brillante

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y húmeda. Hay crestas que bajan a lo largo de la longitud, comenzando por debajo de la base de la corona y dirigiéndose hacia su ingle lisa. Supongo que no tienen vello corporal. En vez de eso, tiene un gran cuerno romo. O algo así. Sobresale por encima de su polla, tan larga como uno de mis dedos, y tan gruesa. ¿No parece aterradora? Extrañamente inhumano y fuera de lugar. Estudio todo durante un largo momento, preguntándome si debería tocar, y luego preguntándome por qué soy tan gallina al respecto. Quiere que lo toque. En el momento en que mi mano se acerca, aspira un poco. Cuando no me muevo, exhala lentamente. Su mano ha dejado de moverse sobre mi espalda, y soy muy consciente de él. Mientras respira, su polla se mueve, y me resisto a la necesidad de medirle, porque parece muy grande. Quiero decir, ya es un tipo grande, así que no debería sorprenderme que su equipo sea grande, pero....guau. Estoy bastante segura de que va a ser un poco apretado. Flexiono los dedos, acercando la mano, y mientras lo hago, una perla de líquido aparece en la cabeza de su pene y luego se desliza hacia abajo. Eso es fascinante y realmente sexy. Me aprietan los muslos y me doy cuenta de que yo también estoy mojada, sólo por mirarlo fijamente. Hay un latido profundo entre mis piernas y me siento caliente y sin aliento, y ni siquiera lo he tocado. Dejé que mi mano dudara en el aire un momento más, y luego arrastré suavemente mis dedos desde la base de su polla hasta la cabeza. Quiero sentir esas crestas. En realidad, quiero sentirlo todo de él.

Un escalofrío se mueve a través de él y miro hacia arriba para ver que su cabeza está inclinada hacia atrás, con los ojos cerrados. Su cara se ve tensa y sensual al mismo tiempo. ¿Todo eso sólo por un pequeño toque? Me siento muy poderosa. Dejé que mis dedos trazaran su longitud de nuevo, disfrutando de su respuesta visual, de la forma en que su cuerpo entero se estremece de nuevo. Lo exploro con mi mano, usando el tacto para aprender su longitud, las crestas a lo largo del eje de su polla, y la sensación resbaladiza de la humedad en la cabeza. Si su piel es normalmente cálida, aquí incluso está quemando, y tocarle me excita y me deja sin aliento. Deslizo mis dedos a lo largo de la parte inferior de su polla, rozando sus pelotas. Aquí no tiene pelo, y la piel es suave y delicada. Es fascinante. Muevo mi mano hacia arriba, y cepillo un dedo a lo largo de la protuberancia en forma de cuerno, y todo su cuerpo se sacude en respuesta. Su mano agarra la mía, deteniéndome. Miro a los ojos y puedo ver su boca moviéndose mientras se calza los pantalones y su pecho se agita. Tiene un buen brillo de sudor en la cara y sacude un poco la cabeza. “¿Demasiado?” Supongo que en voz alta. Asiente con la cabeza y aprieta el puño, luego lanza los dedos hacia afuera, haciendo como si fuera una explosión. Me río un poco con eso. “Tal vez deberías aprender a controlarte” Hago el gesto de control, sólo para ser una provocadora. “Control”. Página 98 de 183

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Sus cejas se elevan y hay una mirada sexy de desafío en su cara. Su brazo me rodea un poco más apretado, y yo aspiro un poco, preguntándome si he dicho demasiado. Pero él sólo me inclina para un beso, y yo le pongo mis brazos alrededor de su cuello, cerrando los ojos y perdiéndome en la caricia firme de su boca contra la mía y en la forma en que él trabaja con su lengua. Señor, esa lengua estriada. Soy un poco adicta a ello. Sus nudillos se frotan suavemente en la base de mi columna vertebral de nuevo, y luego siento que su otra mano va a la parte delantera de mis pantalones. Mis ojos se abren de nuevo. Presiona un besito en mis labios, chupando ligeramente el inferior antes de soltarlo. Esa expresión desafiante sigue en su rostro, una mezcla de maldad y determinación. Y siento que la correa de cuero que sujeta mis pantalones se desata. Ahora entiendo adónde va esto. Me burlé de él por su control, y ahora va a probar el mío. Le miro, conmocionada y más que un poco excitada. Parece que si me burlo de él, me va a devolver la misma medida. El pensamiento es a la vez emocionante y un poco escandaloso, y me retuerzo contra él. Su mano hace una pausa en mi estómago y luego se aleja. En las sombras de la cueva, lo veo hacer la señal de "bien". Me está preguntando si es demasiado. Dios, es el más dulce. Me inclino y le beso en la boca. Que yo esté aterrorizada no significa que no quiera que me toque. Rokan frota su nariz contra la mía en un hociqueo cariñoso, y luego su mano vuelve a mi vientre, bajo mi túnica. Descansa allí por un momento, y luego lo siento tirar de las cuerdas de mis pantalones otra vez. Me quedo quieta. Un momento después, siento que las ataduras ceden. Mis calzones se aflojan en la cintura, el cuero se cae unos centímetros. Yo no me muevo. Diablos, ni siquiera sé si estoy respirando. Me acaricia la nariz de nuevo, y al mismo tiempo, su mano se mete en mis pantalones. Jadeo, porque siento que la tensión en mi cuerpo es tan grande que podría explotar. Yo también estoy ronroneando una tormenta, y eso se suma a las sensaciones abrumadoras. Pero luego me besa de nuevo, su boca reclamando suavemente la mía, y yo le dejo conquistar mi boca, aunque todo mi enfoque está en la mano que descansa justo encima de mi coño. Él es completamente liso, ¿va a pensar que soy peluda y asquerosa? ¿Las chicas de su tribu tienen esa cosa rara de los huesos y le va a parecer extraño que yo no la tenga? ¿Debería estar así de mojada? ¿Estoy...? Todo se detiene cuando sus dedos se mueven. Presiono mi frente contra la de él, jadeando y mirando fijamente sus brillantes ojos mientras su mano comienza a explorarme en un lugar que nadie ha tocado más que yo. Toca los rizos Página 99 de 183

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de mi sexo, y le siento tocándome, acariciándome como si fuera un gato. Casi sería gracioso, pero me siento listo para romperme en mil pedazos, estoy tan tenso. Entonces, su mano empuja hacia abajo, y uno de sus grandes dedos traza la unión de mi coño. Oh, Dios mío, puedo decir que estoy muy mojada y caliente ahora mismo, porque mi coño parece separarse en el momento en que me toca. Es como si mi cuerpo dijera que sí, acércate. Y se siente increíble. Estoy bastante segura de que estoy gimoteando, no es que pueda oírlo. No importa - estoy atrapada en Rokan y su maravillosa e intensa mirada que mantiene la mía mientras sus manos me toman a mí. Es como si mientras me está mirando, estoy a salvo. Me tiene atrapada, y no deja que las cosas se salgan de control. No me deja asustarme ni abrumarme. Mirándole a los ojos, todo está controlado. Siento que puedo dejarme llevar, porque él estará ahí para hacer que todo esté bien. Inclina un poco la cabeza, y su boca vuelve a captar la mía en el más mínimo de los besos, más cariñoso que apasionado. Mientras tanto, sus dedos me exploran dentro de mis calzones. Me acaricia el coño de nuevo, moviéndose más profundamente, y luego deja que un dedo se mueva a través de mis pliegues mojados, frotándome en todas partes. Se detiene en la apertura de mi corazón, su dedo golpeando ligeramente sobre ese punto, y Dios, estoy tan mojada y excitada. Quiero gritar de decepción cuando él no va más allá de eso, sólo vuelve a acariciarme y masajearme ligeramente. Sus dedos empiezan a moverse hacia arriba, y me balanceo esperanzadoramente contra él. Tal vez encuentre mi clítoris y me lo acaricie. Un momento después, lo hace. Sus callosidades en las yemas de los dedos rozan ese lugar perfecto y le cojo un doble puñado de pelo, aspirando aire. Eso fue casi demasiado. Rokan se detiene, y su boca vuelve a rozar la mía, nuestro aliento mezclándose como nuestro ronroneo. Me golpea el punto con el dedo, y me arranca un gemido de la garganta. Tiré de su pelo, y presioné mi boca contra la suya, y mi lengua le busca. Pasan tantas cosas dentro de mí, que tengo que dejarlas salir. Necesito más - más caricias, más besos, más roces, más de todo. Necesito correrme. Me dije a mí misma que sólo íbamos a besarnos por un tiempo, y ahora mismo estoy a punto de empezar a moverme sobre su pierna si no vuelve a tocarme. Pero su boca captura la mía, y luego me succiona suavemente la lengua, incluso cuando su dedo vuelve a rozar contra mi clítoris. Yo gimoteo, balanceando mis caderas hacia adelante y hacia atrás mientras él juguetea con mi clítoris. "Por favor", respiro contra su boca cuando rompe el beso. "Por favor, necesito más." Él asiente con la cabeza, la mirada en sus ojos tan sexy y llena de promesas que siento mi pulso revolotear profundamente en mi vientre. Sus dedos me acarician de nuevo, frotándome el clítoris y yo gimo, y luego grito cuando no sigue con más masajes en el clítoris. En vez de eso, se mueve más abajo, bajando hacia mi entrada, y empuja la punta de un dedo grande dentro de mí. Todas las sensaciones en mi cuerpo se sienten como si estuvieran cambiando con ese movimiento, y mi vientre de repente se siente hueco y dolorido, como si necesitara ser llenado. Empujo su mano y lo beso de nuevo, frenética.

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La boca de Rokan se cierra sobre la mía, mientras su dedo se adentra más en mí. Se siente apretado y extraño por un momento, y luego me penetra profundamente, y estoy gimiendo contra su lengua porque se siente muy bien. Balancea el dedo otra vez, con fuerza, y luego lo repite, y yo monto su mano y le beso con todo lo que tengo mientras el orgasmo que ha estado flirteando en los bordes de mi vientre pasa a primer plano. Unos cuantos empujones más de sus dedos y luego jadeo mientras mis muslos parecen bloquearse, mis músculos se tensan a medida que el placer me desgarra. Me aferro a él, se me paraliza la respiración cuando me continua tocándome mientras me corro, embistiendo en mi calor húmedo una y otra vez. Nunca me he corrido tan fuerte, no cuando me he tocado a mí misma. Hacer que me corra así se siente como si todo hubiera sido amplificado, y es aterrador y maravilloso y se siente increíble. Después de lo que parece ser una eternidad, mis músculos se desbloquean y me derrito contra él, cayendo con las secuelas de mi orgasmo. Es como si me hubiera absorbido toda la fuerza de mi cuerpo y dejado a esta chica agotada con los huesos de un fideo. Me besa la cara una y otra vez, su boca sigue frenética, su cuerpo sigue tenso. Me pregunto si se habrá corrido. Descanso mi cabeza en su hombro, consciente de sus grandes cuernos que se arquean alrededor de su cráneo, y me agacho para ver si todavía está duro. Me coge de la mano antes de que pueda tocarle la polla, y luego me guía hasta allí. Él envuelve mis dedos alrededor de su longitud, y luego su mano cubre la mía, y él da un bombeo duro. Oh. Me va a usar para correrse. Debería estar horrorizada…en cambio, estoy bastante excitada. Quiere mi toque, no el suyo. Me gusta eso. Después de unos pocos golpes fuertes, siento que todo su cuerpo tiembla, y luego su cabeza se inclina hacia adelante y muerde - ¡muerde! - el hombro de mi túnica. Líquido caliente salpica mi mano, apretada en la suya. Se corre, perdido en su propio momento de placer, y desearía que hubiera más luz en la cueva para poder ver cada una de sus expresiones. En vez de eso, le acaricio el pelo con una mano, le aprieto suavemente la polla con la otra y le espero. Se recupera, suelta mi mano, y luego usa un poco de piel suave para limpiarnos las manos. Estoy un poco triste cuando se levanta, y me acurruco en las mantas que ha dejado porque estoy demasiado deshuesada para moverme. Observo, drogada con las endorfinas, mientras pone más agua sobre el fuego. Así que eso sólo pasó. Fui a tercera base con mi novio extraterrestre. Podría ser oficialmente la chica de tierra más fácil de este planeta. Mi hermana probablemente estaría mortificada. Sólo han pasado unos días desde que conocí a Rokan. Debería ir más despacio. Tomar las cosas poco a poco y llegar a conocernos el uno al otro, pero no puedo mantener mis manos lejos de él. Después de años de estar contenta con mi virginidad, ahora soy oficialmente 'rápida'. Pero no puedo encontrar en mí una mierda. Veo a Rokan junto al fuego, su apretado culo azul desnudo, su cola crujiendo, y me siento bastante satisfecha conmigo misma. Página 101 de 183

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Capítulo 13 ROKAN Este es el mejor día. Pensé, quizás, que el día que experimentara la resonancia, sería el mejor día. Pero ahora sé que es este día, con mi compañera soñolienta y saciada, y el olor de su coño todavía en mis dedos. Estoy hambriento de ella. La resonancia no se ha saciado, y no se saciará hasta que ella esté con mi kit. Hasta entonces, ambos moriremos de deseo por el toque del otro. Ya podía tomar su cuerpo con el mío y llenarlo con mi pene dolorido, y esto está sucediendo apenas sólo un momento desde que la dejé. Remuevo las brasas, calentando un poco de té caliente. No tengo sed, pero quiero tenerlo preparado en caso de que mi pareja se despierte y necesite beber. Debo anticipar todas sus necesidades. Miro el nido de pieles. Sus ojos están cerrados y ella está boca arriba, con la túnica atada a la cintura. Sus piernas están ligeramente abiertas y puedo ver los cordones desatados de sus calzones. No se necesitaría mucho para bajarlos hasta las rodillas y enterrar mi boca en su carne caliente, para probarla hasta que llene mi boca con sus jugos. Levanto los dedos hasta la nariz. Todavía están perfumados con su olor. Quiero llevarlo por siempre. Quiero lamer mi mano y saborearlos. En vez de eso, añado unas cuantas hojas al té y lo revuelvo, luego me encorvo junto al fuego para esperar a que se apague. Ahora veo por qué los otros se sienten tan incontrolables con sus compañeras humanas. Me alegré por mis amigos cuando se aparearon. Me divertía cuando mi hermano, siempre coqueteando, resonaba con su Kira y ahora la mira constantemente con una expresión embelesada. Ahora, lo entiendo. Con Li-lah en mi vida, todo ha cambiado. Mi prioridad es ella. Mi felicidad es la de ella. Cuando regrese a casa, sacaré mi pequeña cama de pieles de la cueva de mis padres y le pediré al jefe un hogar para compartir con mi pareja, para que podamos comenzar nuestra familia. Mis deseos han cambiado - ahora, voy a anhelar la mano de Li-lah, sus suspiros, su todo para poder llegar yo mismo al orgasmo. Incluso mi semilla ha cambiado con Li-lah. En lugar de ser liviana y resbaladiza como antes, ahora es gruesa y lechosa. Todo lo que soy está cambiando por ella. Lo acojo con satisfacción. El solo hecho de pensar en mi compañera me hace dar la vuelta para mirarla de nuevo. Ella es suave en las pieles, con una mano almohadillada en una mejilla pálida. Mi polla está

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rígida por la necesidad de nuevo, y pienso en la forma en que sus pequeños dedos se enrollaron alrededor de mi eje, su agarre me sujetaba fuerte mientras me acariciaba. El té puede esperar. Me acerco a la cama y me pongo suavemente de rodillas al lado de Li-lah, y le doy un golpecito en el brazo. Siempre le hago saber mi presencia porque no puede oírme. No quiero asustarla acercándome a ella. No puedo imaginar lo que es vivir en silencio; sólo enfatiza lo fuerte que es mi pareja. Sus ojos se abren y me da una sonrisa tímida y soñolienta. “Oh. Hola” Me inclino y la beso, y ella hace un pequeño sonido feliz en su garganta. Luego, me deslizo más abajo en su cuerpo y muevo esos tentadores calzones hacia abajo, revelando la pequeña melena entre sus muslos y los suaves pliegues que cubre. Su olor me llena la nariz y gruño en voz alta, luego empiezo a besar su vientre. Siento su temblor. Ella cambia, y yo aprovecho la oportunidad para tirar de sus pantalones hasta las rodillas, tal como lo imaginé. “Oh”, jadea. Sus manos se deslizan suavemente por la parte delantera de su túnica y luego me coge. “Oh…” Le quito una pata de los calzones y luego la otra. Ahora está deliciosamente desnuda. Tomo un tobillo delicado y le pongo la boca encima. “Oh”, vuelve a respirar, el sonido bajo y gutural. Beso mi camino por su pierna, hacia su coño. “Oh” Su gemido llena la cueva al probarla. “Oh…” Mi compañera, pienso con una alegría feroz y posesiva mientras su sabor baila en mi lengua. Mi pareja perfecta. Sus manos se clavan en las pieles al lado de sus muslos, y siento que todo su cuerpo tiembla cuando paso mi lengua sobre sus resbaladizos pliegues. Ella está caliente, dulce y húmeda aquí, y la exploro con mi boca, viendo qué golpecitos de mi lengua la hacen gritar, y cuáles la hacen aspirar en un suspiro. Las caderas de Li-lah se levantan para encontrarse con mi boca, y pongo una mano en su muslo para mantenerla quieta, así puedo dar una vueltecita a su coño una y otra vez. “Oh, espera”, jadea. Levanto la cabeza, curioso. ¿Hice algo malo? “No”, grita un momento después. Su mano vuelve a la parte superior de mi cabeza y me empuja hacia abajo. “No quise decir eso. Lo estás haciendo muy bien”. Su cabeza cae de nuevo sobre las pieles. “Pulgares arriba”. Me río y vuelvo a mi tarea. Mi lengua rodea el pequeño brote de su tercer pezón. Parece ser el más sensible, así que me concentro en él. Sus lloriqueos me llenan de energía, y yo la Página 103 de 183

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lamo con impaciencia hasta que grita mi nombre, todo su cuerpo tiembla en respuesta a mi lengua. Perfecto. Todo en mi pareja es perfecto. ¿En este momento? ¿Su gusto en mis labios? ¿Sus suaves muslos presionando contra mis orejas mientras se corre? Perfecto. ∗∗∗∗∗∗∗ DESPERTAR a mi Li-lah por la mañana con un beso en la frente, y luego muchos besos en el coño. Sus suaves chillidos y gemidos de anoche persiguen mis sueños, y debo estar satisfecho de ella antes de poder viajar. Una vez que la he hecho llorar dos veces, suelta los dobles puñados que tiene de mi pelo y usa su mano en mi polla para que yo también pueda ir. Creo que nos despertaremos así de ahora en adelante, todas las mañanas. Es una forma muy agradable de saludar el día. Nos bañamos, comemos y luego nos abrigamos en nuestras pieles. Preparo nuestras cosas mientras Li-lah se trenza el pelo y bebe el té que le pongo. Serán varios días de caminata hasta la Cueva de los Ancianos, yendo despacio para no agotar a mi Li-lah. Las garras del cielo no cazan tan lejos de las montañas, así que podemos tomarnos nuestro tiempo y disfrutar del viaje. Iremos aún más despacio de lo habitual, también, porque debo empezar a enseñar Li-lah. Aunque ella me ha enseñado sus palabras, ahora debo enseñarle a cuidar de sí misma, como ella misma me ha sugerido. Ella sabe menos sobre cómo sobrevivir que mi hermano menor, Sessah, que todavía no tiene dos manos de edad. Le daré las mismas lecciones que el paciente y tranquilo Warrek me dio a mí, lecciones que él le da a mi hermano menor incluso ahora. Debo hacerlas todas con la mano y con sus dedos tocando mi boca si eso no funciona. Es importante que aprenda. Así que tomo una de las pieles que tenemos en la cama y la pongo en el suelo. Me mira, sorbiendo su té, y sus cejas se elevan cuando le hago un gesto para que se siente a mi lado. Un rubor brillante toca sus mejillas y comienza a respirar con fuerza, y siento que mi polla surge en respuesta. ¿Cree que la probaré, incluso ahora? Por supuesto, me gusta esa idea, pero niego con la cabeza. Debo concentrarme en otras cosas. Yo acaricio la piel. Es uno de los cueros más gruesos, y no impermeable como el mío, pero lo será por ahora. Lo volteo hacia el lado de cuero, y luego hago un gesto a mi bolso. Sus cejas se arrugan y deja a un lado su té. “¿Cama?”, pregunta ella, gesticulando. Niego con la cabeza, señalo mi mochila y digo la palabra. Luego saco varias cuerdas de cuero y meto algunas cosas en el centro de la piel - raciones, una piel extra para el agua, la bolsa de estofado vacía. Los puse en el centro, luego enrollé rápidamente el paquete y lo até en cada extremo. Enrollo las correas en los nudos que me permitirán crear un arnés de hombro. No es lo mismo que mi propia mochila, sino que es fácil de llevar -todo lo que los Página 104 de 183

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kits jóvenes muestran cuando no son lo suficientemente fuertes para llevar una mochila normal. Sus ojos se abren de par en par con el reconocimiento. “¿Me hiciste una mochila?” Lo desenrollo inmediatamente y luego le ofrezco las correas. “Oh. Supongo que tengo que hacer la bolsa, ¿verdad?” Asiento con la cabeza. “Muy bien, ¿me enseñas cómo empezar? ¿Adónde va esta correa?” Los ojos de ella se iluminan con entusiasmo y me sonríe. “No me lo pongas fácil a mí tampoco” Lleva algo de tiempo y mucha paciencia, pero le enseño a hacer el fardo, a formar los nudos que crean los tirantes, a cinchar cuando está sobre sus hombros para que no se caiga. Parece contenta con su creación y aún más cuando le entrego una de las lanzas. Si va a ser una cazadora, no podemos tomarnos de la mano mientras caminamos. Debe estar lista para buscar huellas, para eliminar el rastro de la partida, para estar alerta ante los depredadores. Nos vamos un poco más tarde, después de que le enseñe a poner la cueva en orden para el próximo visitante. Ha nevado durante toda la noche, y los pasos de Li-lah se están complicando por encima de las nieves. Hoy será un viaje lento, pero eso significa que podemos acampar e ir a nuestras pieles mucho antes. Estoy.... muy ansioso por eso. ∗∗∗∗∗∗∗ SÓLO COMO CAZADOR, podría hacer el viaje a la Cueva de los Ancianos en un día más o menos. Con Li-lah a mi lado, se necesitan cinco días en total. Cada paso de cada día se dedica a enseñarle. Le muestro cómo sujetar su cuchillo y cómo lanzar una lanza. Le señalo las huellas mientras caminamos y describo los animales a los que pertenecen. Recolectamos arándanos y combustible mientras viajamos. Le muestro lo que debe buscar en nuestro entorno: señales de peligro, cambios en el clima, lugares donde la nieve se desliza y esconde escondites de carne almacenada. Le enseño a acercarse a los arroyos calientes y a ahuyentar a los come-caras que habitan en las orillas, que esperan para alimentarse de todo lo que se les acerca. No hay tiempo para detenerse y mostrarle cómo construir lazos o trampas, pero me las arreglo para cazar carne fresca todos los días y todas las noches, después de que ella enciende una fogata, le muestro cómo abrirla sin derramar las entrañas y estropear la carne. Es mucho para ella aprender, y cuando nos detenemos a pasar el día en una cueva de cazadores, está exhausta, sus fuerzas disminuidas. Pero ella debe aprender, así que insisto en que encienda un fuego cuando cada instinto en mi cuerpo me impulsa a cuidarla y a hacerlo por ella. Le enseño cómo derretir la nieve cuando todo lo que quiero hacer es abrazarla y dejar que se relaje contra mí. Le muestro cómo rebanar una matanza fresca y cómo raspar la piel para curarla.

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Cae en las pieles cada noche, exhausta. Hay muy pocos besos estas noches, y ella se duerme en mis brazos y se duerme hasta el amanecer. Me digo a mí mismo que tengo que ser paciente pero mi cuerpo anhela más del suyo. Quiero el sabor de su coño en mi lengua. Ella es un antojo, y necesito más de ella. La canción de mi khui se hace más fuerte en su angustia, y me pregunto si Li-lah no siente la misma necesidad dolorosa que yo siento. Tal vez cuando ella realmente sepa lo que es la resonancia, lo comprenda. Entonces nos uniremos como es debido. Hasta entonces, le enseñaré cómo sobrevivir, tal como ella me ha pedido. Y aunque me duele la necesidad, disfruto de tener a Li-lah a mi lado. Cada momento con ella es un placer tan intenso que me siento lleno de alegría y admiración por el mundo. Cada sonrisa me hace sonreír. Cada señal que aprendo me acerca mucho más a ser capaz de hablar de verdad. Cada pincelada de su mano sobre la mía me recuerda que ella es mi compañera, y es todo lo que siempre he querido. Es temprano en el quinto día de nuestro viaje cuando la Cueva de los Ancianos se ve a lo lejos. Reconozco el gran montículo, liso y cubierto de nieve, tan fuera de lugar entre los escarpados acantilados de piedra. Es aquí donde las paredes hablan y me enseñarán a hablarle a mi Li-lah. Se lo señalo a ella, deseosa de empezar. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA Tal vez es que estoy cansada, o tal vez es que no espero ver otra nave espacial, pero no reconozco la gran cúpula cubierta de nieve por lo que es hasta que llegamos a la entrada y me doy cuenta de que no es una cueva, sino una nave espacial. La puerta es redondeada, una rampa de metal que sale de la nieve y entra en lo que parece una abertura. Me retiro unos pasos, agarro mi lanza, y miro a Rokan. Me está dando una sonrisa infantil de excitación. Vale, no parece asustado. Yo, todavía estoy tratando de entender lo que esto significa. “¿Esto es una nave espacial?” Sus cejas bajan, una estrecha y alienígena aproximación de un ceño fruncido de concentración, y luego hace el gesto de la cueva. Quiero señalar que esto definitivamente no es una cueva, pero tal vez no hay una palabra para "nave espacial" en su idioma. El hombre usa pantalones de piel y lleva una lanza, así que supongo que no hay una tonelada de tecnología en su cultura. Además, nos ha estado dirigiendo en esta dirección porque dijo que algo nos ayudaría a aprender a hablarnos el uno al otro. No he sido capaz de entender lo que quiso decir con eso. Nunca pensé que sería una nave espacial. Y no sé cómo va a ayudar eso, pero estoy preocupada.

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Tiro de mi lanza un poco más apretada contra mi cuerpo, sintiéndome más cómoda con ella en mi agarre. Apunto hacia la entrada abierta. “¿Vamos a entrar ahí?” Rokan asiente. “¿De quién es esta nave?” Pregunto. ¿Hay algún otro grupo de extraterrestres que desconozca? ¿Está pasando algo más? Me froto la frente, frustrada por los enormes agujeros en mi comunicación. Por lo que sé, me ha estado guiando de vuelta a los chicos malos y no tengo ni idea. Pero tan pronto como esa idea se me cruza por la cabeza, la descarto. Rokan no haría eso. Confío en él. Es bueno conmigo, y dulce. Y eso no es todo. Pero sigo confundida. Rokan piensa por un momento, y luego hace algunos gestos que yo no sigo. Gesticula gente, pero no sé a qué gente se refiere. Señala la entrada y luego hace la señal de hablar. “¿Hay gente ahí dentro?” Pongo mi lanza en mi hombro y hago señales de gente firme. “¿Otros extraterrestres? ¿Otras humanas?” ¿Es ese quien le va a enseñar el lenguaje de señas? ¿Vamos a ir a hablar con ellos? Se encoge de hombros, y yo estoy más confundido. ¿Así que no vinimos aquí buscando gente? ¿Qué vinimos a buscar? Mi preocupación debe aparecer en mi cara. Se mueve hacia mí y toma mi mano en la suya, luego la aprieta. Me está pidiendo que confíe en él. Miro su cara de extraterrestre, con sus cejas estriadas, sus colmillos, sus grandes cuernos rizados y sus brillantes ojos azules. Si puedo confiar en un tipo que parece un demonio para que me salve de los pterodáctilos come-hombres del tamaño de un coche, supongo que puedo confiar en él unos pasos más en una nave espacial, ¿verdad? Pongo mi mano en la suya y asiento. “Adelante” Damos unos pocos pasos dentro de la nave y, bueno, no estoy realmente segura de qué pensar. La primera habitación en la que entramos es inmensa, y me recuerda un poco a un almacén o un enorme garaje. Las paredes son oscuras y están cubiertas de hielo por algunos sitios, pero en el centro del suelo tiene unos cuantos palos, piedras colocadas y almohadas alrededor de una hoguera quemada. Hay rollos de mantas y cestas tejidas metidas en una esquina, y lanzas apoyadas contra una pared con paneles parpadeantes e iluminados. Me recuerda un poco a una de las cuevas de los cazadores. Lo que también es extraño. “¿Vive alguien aquí?” Él hace un gesto de sí, y luego un momento más tarde niega con la cabeza y hace un gesto de salir de la cueva. Así que alguien vive aquí, pero ¿quizás no justo ahora? ¿O solía vivir aquí y ya no lo hace? Hay un conjunto de puertas dobles al otro lado del hangar averiado, y otra puerta grande que está permanentemente atascada y semiabierta. Rokan me observa, así que me quito las raquetas de nieve, me sacudo las botas y miro a mi alrededor.

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Los cables cuelgan del techo y el suelo parece de metal ligero. A medida que camino a través, se siente un poco desigual en algunos puntos, y hay una larga fractura que va desde una pared hasta la mitad del suelo. Varios de los paneles no están encendidos, y está claro que la nave de quienquiera que sea no ha está funcional desde hace mucho tiempo. Miro de nuevo a Rokan y tiene su lanza puesta a un lado y está agachado cerca de la hoguera, barriendo cenizas y preparando un nuevo fuego. Debemos estar a salvo, entonces. Si yo estuviera en peligro, él me seguiría, arma en mano. Me relajo un poco y me dirijo a la puerta abierta, mirando hacia adentro. Baja por un largo pasillo lleno de puertas. Los escombros son terribles aquí, los paneles de las paredes se desmoronan y el techo se desploma a medias. ¿Las habitaciones de la vieja nave espacial, tal vez? Lo único que sé de naves espaciales viene de la televisión, así que sólo estoy adivinando. Sin embargo, hay mucho polvo y trozos rotos, así que para mí está claro que esta zona no tiene mucho sentido para quienquiera que viva aquí. Paso por encima del canto rodado redondo del tamaño de una caja que mantiene la puerta abierta y me dirijo hacia el pasillo, pero me doy la vuelta después de unos pocos pasos. Si el piso parece desigual en la habitación grande, en esta área parece inestable, y cada puerta que está abierta parece que lleva a más escombros. Es decepcionante. Vuelvo al hangar principal y me dirijo a las puertas dobles. Se abren al acercarme, como las puertas de las tiendas departamentales. Es un buen truco. Aquí, el pasillo está limpio de escombros y bien iluminado, y parece menos abandonado que en el otro extremo. Estas son las habitaciones actuales, supongo. Mientras el lugar está vacío y me da un poco de escalofríos, al menos parece estar en orden. Hay varias puertas a lo largo del pasillo y me dirijo a la primera, tratando de entenderlo. No hay picaporte y no se me abre cuando me acerco. Curiosamente, paso al siguiente, pero obtengo la misma respuesta. Huh. ¿Quizás alguien encerrado? Me dirijo de vuelta a la parte principal del hangar. Rokan se pone en pie, una amplia sonrisa en su cara mientras se acerca a mí. Es difícil no sentirme cálida y complacida al ver su felicidad, y yo le devuelvo la sonrisa, aunque estoy confundida. Hago un gesto hacia el fuego. ¿Mi fuego? ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 14 ROKAN

La sonrisa que mi pareja me está dando es dulce pero desconcertante. Ella no sabe lo que es este lugar. Estoy un poco decepcionado, porque pensé que sería como Har-loh. Har-loh está muy cómoda aquí en la extrañeza de la Cueva de los Ancianos. Desmonta las paredes y las hace hablar con ella. Incluso Shorshie y las otras humanas pueden hacer que las paredes hablen. Mi Li-lah sólo me mira, luego se mueve hacia el fuego y espera, esperando otra lección. ¿Quizás no tengan cuevas como ésta de donde ella viene? ¿Su tribu es muy diferente a la tribu de Shorshie? Necesito hablar con ella desesperadamente. Siento que el dolor se eleva en mi pecho. Necesito poder hablar con ella como si necesitara aire. Me froto la mandíbula y vuelvo al fuego mientras ella coloca el trípode y me mira, una pregunta en sus ojos. No visito mucho la Cueva de los Ancianos. Aunque soy amigo de Har-loh y Rukh, nuestros caminos no se cruzan mucho. No tenía pareja humana antes de ahora y recibí las palabras humanas cuando los demás lo hicieron. No sé cómo hacer que las paredes obedezcan. No sé qué le dice Har-loh a las paredes para que hagan cosas. Inclino mi cabeza hacia atrás y hago una pausa, luego trato de hablar con los Ancianos. “Deseo hablar con mi compañera” Silencio. Las paredes no responden. Me rasco la barbilla y pienso. La voz en las paredes tiene un nombre. He oído a Har-loh decirlo antes. Me cuesta recordarlo. ¿Com-dhor? No, espera. ¿Puw-dhor? Suena bien. “Puwdhor, háblame” Puw-dhor no responde. Li-lah inclina su cabeza hacia mí. “¿Con quién estás hablando?” Hago un gesto a la cueva y vuelvo a decir el nombre. Mira cómo se mueven mis labios, sus cejas arrugadas. “¿Pu-hur? Espera, ¿Computadora? ¿Hay un ordenador aquí?” Hace un gesto que no es familiar. Lo repito. Eso tampoco despierta las paredes, así que intento llamarla por su nombre. “Compew-hor, quiero hablar con mi compañera” “No entiendo tu pregunta”, dicen las paredes en sa-khui. “Por favor, vuelve a formular tu pregunta” “Deseo hablar con mi compañera”, le repito, ansioso. Ahora me está hablando a mí.

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“¿Con quién estás hablando?” pregunta Li-lah, una mirada cautelosa en su cara. Ella mira detrás de ella. “¿Hay alguien más aquí?” Yo tomo su mano y la meto en la mía. Aún no conozco las palabras. Pero lo haré muy pronto, y luego se lo explicaré todo. Le beso los nudillos y vuelvo a hablar con el com-pewhor. “Com-pew-hor, deseo aprender el idioma de mi compañera” “Ayudar con los idiomas es una de las muchas funciones de esta unidad. ¿Sabes el nombre del idioma que quieres estudiar?” “Habla con las manos”, digo con orgullo, y beso los nudillos de mi compañera otra vez. Hay una pausa silenciosa, y luego las paredes vuelven a hablar. “Este sistema no reconoce ese lenguaje. Por favor, especifique: ¿Cuál es el planeta de origen de la lengua que desea aprender?” Frunzo el ceño, frotando los nudillos de mi amigo. ¿Planh-net? ¿Or-gen? “Deseo aprender a hablar con la mano”, repito. “No sé cómo llamarlo” “Dime qué está pasando”, dice Li-lah, preocupada mientras me mira. “Esto me está asustando. Si no me hablas a mí, ¿con quién estás hablando?” Hago un sonido frustrado y miro las paredes. “Deseo aprender a hablar con las manos. Mi pareja no puede oír sonidos y deseo hablar con ella” La voz suave vuelve a hablar. “Estoy oyendo dos idiomas. ¿Le gustaría que esta computadora cambiara al inglés humano para el idioma por defecto?” “¿Sí? Quiero aprender a hablar con las manos. Mi compañera no puede oír lo que dice la boca. No oye los sonidos” Hay otra pausa. “¿Alguien de tu grupo está escuchando dis-ay-buhld?” Trato de no gruñir, porque alarmará a Li-lah. “No conozco esta palabra” “Lo siento, pero no entiendo su respuesta” Hago un estrangulado sonido de frustración. “Lo siento, pero no entiendo tu respuesta”, repiten los muros. “Por favor, sea más específico” “Mi pareja no puede oírte”, le digo. “Necesito aprender su forma de hablar con las manos”. “¿Alguien de tu grupo está escuchando dis-ay-buhld?” Pregunta de nuevo. “Ella no puede oír”, estoy de acuerdo, incierto si eso es lo que está preguntando. ¿Por qué no habla con palabras sa-khui normales? “¿Quieres un vis-yoo- all ter-muh-nal para en-la-puht of commands?” Pregunta. No lo comprendo. Pero contarlo de nuevo no me llevará a ninguna parte. “¿Sí?” Repito, con cuidado. Me preocupa que tenga que volver a la cueva de mi casa y recuperar a Har-loh y a su pareja para que las paredes hablen correctamente.

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A un lado, una parte de la pared de la cueva parpadea. Aparecen garabatos de luz y se mueven a través de la piedra. No significa nada para mí, pero Li-lah hace un sonido estrangulado y brinca sobre sus pies, arrancando sus manos de las mías. Curioso, la sigo. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA Hay un ordenador aquí. Quiero decir, por supuesto que hay un ordenador aquí. Esto es una nave espacial, ¿verdad? Hay luces en las paredes y cosas de aspecto tecnológico, así que tiene sentido que haya un sistema informático que haga funcionar las cosas. Las palabras que se desplazan a través de la pared se parecen mucho a un símbolo del sistema si una chica alguna vez vio uno, pero no está en un idioma que reconozca. ¿Es con él con quien Rokan ha estado hablando los últimos minutos? Me he estado devanando los sesos, tratando de entender si estaba hablando con alguien a través de un intercomunicador, o conmigo, o lo que era. Pero tiene sentido que haya un ordenador aquí, y le está dando pistas verbales. El debe haberle hecho saber que necesito la escritura, y ahora está respondiendo. Toco la pared donde aparecen las palabras. No veo un teclado y no conozco el idioma. “Pídele que escriba en inglés”, le digo, con la mirada entre la pared y su cara. No quiero perderme nada. Vuelve a inclinar la cabeza hacia atrás y dice algo, con los labios en movimiento. Un momento después, las palabras en la pared cambian. Saludos. Usaremos el inglés humano como ajuste predeterminado hasta que se nos notifique lo contrario. ¿Desea que un terminal introduzca sus respuestas? Si es así, pulse el botón en la base de la pantalla y un teclado de entrada sensible al tacto estará disponible. Me arrodillo y paso mis manos por la pared, emocionada. Hay un pequeño agujero que se siente como si estuviera donde solía estar el botón en cuestión, pero también está roto. Meto mi dedo ahí de todos modos y le doy. Algo se mueve y hay una pizca de aire que flota sobre mi cara, luego una placa negra que se desprende de la mitad de la pared y luego se detiene. Rokan agarra su cuchillo, pero yo le hago un gesto para que se detenga antes de que pueda apuñalarlo. Necesito esta cosa. Es del tamaño de un libro, y muy plano, como un iPad. Alisé un dedo en la superficie, por si acaso también actúa como tal. A mi toque, se ilumina y aparecen varios círculos, cada uno con una letra del alfabeto en él. No parece que estén en orden como un teclado QWERTY, pero puedo usar esto. Presiono mis dedos contra mis labios, pensando, y luego escribo. No hay signos de puntuación ni letras mayúsculas en la cosa, pero la pantalla de la computadora responde un momento después, llenándose de números y una palabra que

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no entiendo. Muy bien, las coordenadas espaciales no me ayudan. Miro fijamente la fórmula matemática en la pantalla y pruebo una táctica diferente. mapa visual de la zona Me muestra una foto de las colinas cercanas. De nuevo, no es de mucha ayuda. Sigo escribiendo. mapa geográfico mapa continental La pantalla cambia de nuevo, y esta vez veo continentes. El mundo se parece a nada que haya visto antes. Hay una enorme masa de agua a la izquierda del continente en el que me encuentro, salpicada de islas y lo que parecen grandes trozos de hielo flotando. En realidad, la mayoría de lo que estoy viendo parece un témpano de hielo. No hay realmente un cinturón verde que pueda ver, y los tres continentes en la pantalla parecen estar tan helados como éste, incluso después de pedirle a la computadora que me muestre el ecuador. Estamos en el ecuador. Bueno, eso es deprimente. Pienso por un momento y escribo de nuevo. ubicación de la tierra en relación con la ubicación actual Aparece un mapa de estrellas, galaxias que se alejan antes de que una pequeña flecha señale un pequeño punto en el molinete de la Vía Láctea. Sólo ver eso me enferma, y tengo que luchar contra un sollozo de dolor. ¿Necesitaba una bofetada en la cara para recordarme que nunca llegaré a casa? Acabo de conseguir una. Rokan toca mi mejilla con un suave dedo, volviéndome para mirarle. Hay preocupación en sus ojos, y su cola está azotando en la esquina de mi visión. Está agitado. Probablemente preocupado por mí. Me frota el brazo y hay una pregunta en su cara. “Estoy bien”, le digo, y me las arreglo para sonreír mientras hago el gesto de ok. Señala mi mano, luego a sí mismo, luego a la pantalla llena de palabras. Cierto. Vinimos aquí a aprender un idioma. Flexiono los dedos y empiezo a escribir de nuevo. ¿puedes enseñar idiomas? Las palabras revolotean rápidamente por la pantalla. La inteligencia artificial de esta nave está programada con más de veinte mil lenguajes comunes. ¿Desea recibir una carga lingüística? ¡Ahora estamos llegando a algo! Necesito que mi compañero aprenda a hablar ASL lenguaje de signos americano

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La computadora piensa por un momento, luego las palabras vuelven a llenar la pantalla. No reconozco ese idioma en mi base de datos. ¿Te referías a Aslaanti? ¿Esta cosa tiene veintidós mil idiomas y no tiene el que yo necesito? Estoy totalmente destrozada. Me muerdo el labio y miro a Rokan. Tal vez lo conozca con otro nombre. O....miro alrededor de la vieja nave y tengo una nueva idea. ¿Cuánto tiempo ha estado esta nave en este planeta? El aterrizaje de emergencia ocurrió hace 289 años. Tenga en cuenta que cuando este sistema hace referencia a "años", se calcula en función de la órbita de este planeta frente al planeta Tierra. De acuerdo, sí. No sabría el lenguaje de señas. Si los años aquí son como los años de la Tierra, el lenguaje de señas ni siquiera había sido inventado todavía. Bueno, mierda. Dejé la placa de la terminal y me fui, porque necesito pensar. Me froto los dedos en la sien. Rokan está a mi lado un momento después. Toma mi mano en la suya y luego se la pone en el pecho, para que pueda sentir su ronroneo. La preocupación en sus ojos es desgarradora. Sabe que algo anda mal. Me muevo hacia delante y él me envuelve en sus brazos, abrazándome como un oso. Se siente bien que te abracen. Cierro los ojos, siento el ronroneo de su pecho contra mi mejilla, y deseo saber cómo suena. Realmente quería hablar con él, una conversación sincera y sin confusiones. No quería ser la única que supiera el lenguaje de señas - bueno, aparte de Maddie, que no está aquí. Quería que fuéramos compañeros de verdad, en lugar de que yo fuera una carga. Realmente odio ser una carga. Ya es bastante malo que dependa de él para la comida, el refugio y todo lo demás. Quería que fuéramos iguales en algo. No debería estar molesta. Le estoy enseñando el lenguaje de señas lentamente, y nuestra comunicación mejora cada día. Sólo me hice ilusiones. Eso es todo. Deslizo mis manos arriba y abajo por su amplia y cálida espalda, y me sonrío a mí misma. Puedo enseñarle. Luego, abro los ojos de pronto cuando se me ocurre una idea nueva. Le doy palmaditas en el pecho para hacerle saber que estoy bien, luego corro de vuelta al ordenador y saco el teclado de tableta de nuevo. Mentalmente intento formular mi pregunta, y luego tecleo. si hay un idioma en su base de datos, ¿puede enseñárselo a alguien? Puedo realizar una carga lingüística única a través de una onda de luz ocular. Se conecta con las sinapsis del tejido cerebral y se refracta para llevar la información a la corteza cerebral. Flexiono las manos y lo leo dos veces, tratando de entender. Así que suena como si un rayo láser disparara la información a la cabeza de alguien. De acuerdo. Eso suena ridículo. Pero también parece que tiene potencial si te enseño mi idioma, ¿puedes enseñárselo a mi compañero? Cualquier información procesada por esta inteligencia artificial puede ser transferida a un receptor.

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entonces puedo hacer un banco de palabras y tú puedes enviárselo a su cerebro. Consulta: banco de palabras? una lista de palabras y las traducciones Afirmativo. Doy una palmada, emocionada. Luego pienso por un momento y escribo de nuevo. es un lenguaje visual, ¿puedo introducir imágenes? Las imágenes son un formato aceptable. ¿cómo empezamos? Simplemente avísame cuando desees grabar tus imágenes y comenzaremos. Estoy emocionada. Es una tarea intimidante, pero se puede hacer. Nos tomamos un día o dos y le doy todo el lenguaje de señas que se me ocurre a la computadora, y luego se da la vuelta y vierte la información en el cerebro de Rokan. Hay tantas señales que me estoy acobardando un poco tratando de pensar en cómo voy a recordarlas todas. ¿Cuál es la mejor manera de hacer esto? El alfabeto, por supuesto, ¿pero después de eso? Puedo empezar con signos comunes, o tratar de ir por orden alfabético. ¿Tienes un diccionario o una lista de palabras que pueda usar como punto de partida? Acceder a un diccionario de palabras y definiciones en inglés. ¿Dónde desea que se muestren? Me dirijo a Rokan con emoción, radiante. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN La voz de la cueva no conoce el lenguaje de Li-lah. Estoy consternado y enojado por esto, hasta que Li-lah me explica con pequeñas palmaditas de sus manos que ella lo enseñará, como ella me ha estado enseñando. Ella le dirá cada gesto por cada palabra que se le ocurra. Entonces, a su vez, me dará el idioma y podré hablar con ella. Tomará muchos días, pero ella está decidida a hacerlo. Ella me da un beso rápido y se vuelve hacia la pared, y comienza su trabajo. Mi Li-lah es tan inteligente. Me siento humilde por su mente rápida. Ella ha resuelto este problema sin mi ayuda, y mientras la veo hablar con las palabras que parpadean y mover sus manos, me llena de orgullo. Mi compañera es sabia. Mi tarea, entonces, será asegurarme de que esté cómoda. Llevo una de las grandes almohadas cuadradas a su lugar, junto a la pared. Me aseguro de que su piel de agua esté llena, y derretir más agua fresca para ella. Yo asaría carne fresca, pero no me atrevo a dejar mi Li-lah sola en caso de depredadores. Son escasos en esta zona, pero no me arriesgaré con su seguridad. Página 114 de 183

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Me quedo cerca de la cueva, la entrada siempre a la vista, y recojo combustible para el fuego. Desenrollo las pieles y hago un cálido y acogedor nido para nosotros. Como no puedo alimentarla con comida caliente, hago té en su lugar, para acompañar sus raciones. Mientras tanto, Li-lah se sienta en la esquina de la habitación y hace gestos y habla con la pared. Después de varias horas, su piel de agua se agota, y yo cambio la de ella por la mía. Su voz comienza a resquebrajarse y a rascarse, y a medida que pasa la noche, ella continúa. Sus gestos se hacen más lentos y bosteza, su voz áspera. Es suficiente, decido. Me levanto del fuego solitario y me muevo al lado de Li-lah, acercándome en su línea de visión. Ella me mira, termina el gesto de hablar con la mano, y luego se detiene para tomar un sorbo de su casi vacía piel de agua. Antes de que pueda decir algo, la tomo en mis brazos y la llevo al fuego. “Hey”, protesta ella, con la voz seca y áspera. “No he terminado” Ignoro sus palabras. A mis ojos, ella está agotada. Ya no tiene voz, y se está desmoronando. Esto no va a funcionar. Ella es mi compañera y es mi trabajo cuidarla. La dejé junto al fuego en el nido de pieles y se frota la cara con las manos. “Cinco minutos más...” Sus palabras mueren cuando pongo mis manos sobre sus hombros y empiezo a masajearlos. En vez de eso, gime, cerrando los ojos. Mi polla responde inmediatamente, y mi khui tararea más fuerte ahora que la estoy tocando. “¿Cómo sabías que me dolía el cuello?”, musita en voz alta. “No importa, puedes decírmelo una vez que hayas aprendido el lenguaje de señas” Asiento con la cabeza. Le diré tantas cosas cuando haya aprendido sus palabras. Ella suspira y se inclina hacia atrás en mis manos, y yo sigo frotando sus hombros, contenta de que pueda hacer esta pequeña cosa por ella. Quiero hacerle tantas preguntas, pero necesita descansar. “No me di cuenta de cuántas palabras había en el estúpido idioma inglés hasta ahora”, murmura. “¿Sabías que...” Puse un dedo en sus labios para silenciarla. Necesita salvar su voz. Ya suena lo suficientemente seco y áspero como para hacerme daño. Li-lah asiente con la cabeza y le froto los hombros y la espalda por un rato más, luego le traigo una taza de té. La cuido hasta que la termina, y luego le doy de comer pequeños trozos de raciones hasta que estoy satisfecho de que haya comido lo suficiente. Comienza a levantarse, señalando a la pared que la espera, pero yo niego con la cabeza y le doy una mirada severa. Hago el gesto de permanencia y apunto a las pieles. Ella asiente y se recuesta, demasiado cansada para discutir. Ella descansa sobre su vientre, sosteniendo su barbilla con sus manos. "¿Me frotarás la espalda un poco más?"

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Nada me daría más placer. Me acerco a las pieles y le doy un beso en la parte superior de su pequeña y sin cuernos cabeza humana con su suave melena. Han pasado días desde que la tuve en mi lengua, y soy un cazador egoísta porque anhelo su sabor. Está cansada, pero quizá pueda darle placer. Muevo mis dedos sobre el hombro de su túnica y luego le doy golpecitos para que sepa que quiero que se la quite. ¿Será tímida o se lo quitará? Mi khui retumba con placer cuando se sienta lo suficiente para quitarse la túnica y luego vuelve a acostarse, presentándome la delgada línea de su espalda desnuda. Verla así me recuerda lo frágil que es mi Li-lah. Siempre debo tener cuidado con ella. Soy mucho más grande que ella, mis manos pueden abarcar su caja torácica. Cómo mi khui ha elegido a alguien tan delicado para mí, no lo sé, pero no tendré a nadie más. Deslizo mis manos hacia arriba y hacia abajo por su suave espalda, y ella hace otro sonido de placer somnoliento. No se mueve mientras la acaricio, amasando músculos cansados. Este ha sido un viaje agotador para ella, desde las montañas hasta la Cueva de los Ancianos. Además de la caminata, la he estado forzando a aprender a rastrear y recoger. No es de extrañar que esté exhausta y los músculos de su espalda estén tirantes y tensos. Debería frotarla todas las noches hasta que esté gimiendo de placer. Ese pensamiento hace que mi saco se apriete, y cierro los ojos para componerme. La resonancia debe cumplirse pronto, porque cada día se hace más difícil resistirse a ella. Pronto, hablaremos, y ella se dará cuenta de lo que nos conecta. Puedo ser paciente por un poco más de tiempo, especialmente porque he visto lo duro que está trabajando para poder enseñarme sus palabras. Como si su mente estuviera conectada a la mía, murmura: “No puedo esperar a poder hablar contigo. Hablar de verdad y no preguntarme qué está tratando de decir el otro”. Yo siento lo mismo. Me inclino y rozo mi boca sobre la suave piel de su hombro en una suave caricia. Tal vez no esté tan cansada como para dejar que le ponga la boca en el coño y la lama. Se pone de espaldas, mirándome con ojos suaves y encapuchados. Sus pezones están a la vista, y no intenta esconderlos ni cubrirlos como antes, y eso me llena de placer. Se está acostumbrando a estar desnuda a mi alrededor, y eso me gusta. Li-lah me alcanza con una mano y traza mi boca. “Me pregunto cómo sonará?” Sus palabras me parecen tristes, así que le beso la palma de la mano para distraerla. No importa cómo suene. Ella suena como mía. Yo soy suyo. Li-lah da un pequeño gemido mientras mis colmillos raspan su piel. Ella mueve sus manos hacia mi pecho, entonces, frotándome y tocándome donde puede. Me acuesto junto a ella, sosteniendo mi cuerpo cuidadosamente sobre un codo a su lado para no aplastar su cuerpo más pequeño bajo el mío. Estoy lleno de necesidad de mi pareja. Quiero besarla en todas partes, poner mi boca en cada pedacito de su piel y probarla con mi lengua. Quiero darle una vuelta a sus jugos hasta que esté gimiendo. "Nunca he sentido esto por nadie", me dice, y se acerca a mi larga trenza. Juega con la punta por un momento, y luego me mira a los ojos. “¿Tú lo has sentido?” Página 116 de 183

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La pregunta me entristece y frustra - si ella entendiera la resonancia, no preguntaría. Ella sabría que es mi compañera, mi otra mitad. No hay forma de que pueda sentirme así por otra. Ella sabría que la he esperado toda mi vida. Pero no puedo decirle estas cosas todavía porque no tengo las palabras. Tomo su mano en la mía y beso sus nudillos, y luego la sujeto contra mi corazón. Su sonrisa suave es lo suficientemente bella como para hacer que mi cola se estremezca, un temblor que recorre mi cuerpo. “Yo también soy adicta a ti” Está equivocada; no es tan adicta como yo. Si lo fuera, comprendería la agonía que sufro en silencio mientras espero a que entienda lo que es ser mi pareja. Ella sabría lo difícil que es abrazarla y esperar, sin fin, la señal que dice que está lista para ser mía en todos los sentidos. Ella sabría la mezcla de alegría y desesperación que siento cada mañana cuando me despierto y ella es mía y aún no la he reclamado. "Oh", susurra, y sus dedos alcanzan mi cola, golpeando las pieles a su lado. "Mira tu pobre cola, se está curando torcida." Li-lah recorre sus dedos a lo largo de la misma, donde los huesos ahora yacen doblados después del ataque de la garra del cielo. Los moratones se han desvanecido y el dolor ha desaparecido, pero ya no está recto como antes. "Tienes una torcedura en la cola" Y lo acaricia de nuevo. Sus dedos en mi cola son más de lo que un macho puede soportar. Nunca antes me habían acariciado la mía, y hasta ahora no me había dado cuenta de que es tan sensible como mi espolón. El gemido con el que he estado luchando surge de mí y presiono mi cabeza contra su estómago, necesitando desesperadamente tocarla pero queriendo su aprobación primero. "Eeek, cuidado con los cuernos", dice, y levanto la cabeza con cuidado. Cuando nuestros ojos se cierran, se muerde el labio alegremente y delinea con un dedo alrededor de la punta rosada de la teta. "Si vas a bajar la cabeza, ¿tal vez lo harías aquí encima?" Y se lame los labios sugestivamente. Un gruñido posesivo se eleva en mi garganta ante la señal. Soy el macho vivo más afortunado porque ella es mía. Me inclino y beso su suave y rosada boca suavemente. Luego, me muevo más abajo y le beso sus suaves y rosadas tetas hasta que jadea y se aferra a mis cuernos. Después de eso, le tiré de sus calzones y le besé su suave coño rosado hasta que sus jugos fluyeron sobre mi lengua y ella estuvo agotada de gemir. Mi propio placer puede esperar a otro día. ¿Sólo por poder hacer esto por ella? Por ahora, es suficiente. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 15 LILA

Se necesitan tres largos días para decir tantas palabras como el ordenador me devuelva. Tres. Laaaargos. Días. No todas las palabras del diccionario van al Lenguaje de Señas del Planeta de Hielo (o LSPH como lo he estado llamando en broma). No va a ser necesario que Rokan conozca el signo de 'libro', por ejemplo, o 'pavo'. Eso acelera las cosas, pero sigue siendo un progreso dolorosamente lento para introducir cada palabra y cada gesto en la computadora. Pierdo la voz al final de cada noche, y Rokan me mima con té y abrazos (y vale, muchos besos) hasta que me duermo en las pieles. Cuando me levanto cada mañana, mi garganta está mejor, lo que es bastante impresionante. Nunca me había recuperado tan rápido de un dolor de garganta, pero lo acepto. Tal vez mi cuerpo sabe lo mucho que quiero que esto se haga. Durante el día, Rokan tiene que salir a cazar, así que tengo que cerrar las puertas de la nave por mi seguridad. No le oigo llamar a la puerta y no confío en que el ordenador de a bordo le deje entrar, así que me obligo a levantarme y estirarme - y revisarlas - de manera regular. Siempre regresa con carne fresca, más combustible para el fuego y muchos, muchos besos para su cansada novia alienígena. Aunque el trabajo sea agotador, la empresa es excelente. Es en el tercer día que paso por la letra Z. No hay muchas palabras con'z' que se apliquen a nuestra situación - zip, tal vez. ¿Zoom? Probablemente no. Cero. Claro. ¿Zoo? Nah. Recojo la lista de palabras y luego, de repente, no hay más palabras que repasar. Guau. Ya he terminado. Me siento de espaldas, me froto el cuello y miro fijamente a la pantalla, tratando de pensar si me he perdido algo. Tengo el alfabeto. Tengo números. Incluso agregué un poco de argot cuando lo recordaba. ¿Es... es la hora? Casi se siente como si fuera mi cumpleaños. Salgo corriendo de mi asiento y corro hacia las puertas que conducen al exterior. Las abro y salgo a la rampa cubierta de nieve, buscando a mi pareja. Claro que sí, se dirige de vuelta a la nave con una gran presa colgada de un hombro. Es increíble que siempre parece saber cuándo estoy lista para tomar un descanso, porque siempre que lo busco, está ahí mismo. Es como si lo supiera. Le hago gestos para que se apresure, y cuando su mirada se posa sobre mí, una sonrisa cruza su rostro. Es impresionante cuando sonríe, y siento que mi ronroneo se acelera mientras corre un poco más rápido hacia mí. Prácticamente estoy rebotando de emoción

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cuando llega a la puerta. Está listo, gesticulo, y luego apunto a la terminal del ordenador en la pared. Su frente se arruga hasta que le señalo, y luego se ilumina. Con una amplia sonrisa, tira su presa por la puerta. Claramente no es tan importante como el tema del idioma. Toma mi mano y salimos corriendo a la computadora como niños, emocionados. Prácticamente estoy temblando de anticipación, lo cual es una tontería, pero de repente se ha convertido en algo súper importante para mí que seamos capaces de comunicarnos a todos los niveles. Él habla, y yo veo su boca moverse, cogiéndole de la mano con fuerza. Espera un momento, luego vuelve a hablar y me aprieta los dedos. Un punto rojo se ilumina en el suelo y lo miro con curiosidad antes de mirar a Rokan. Gesticula al lugar en el suelo y luego señala a su ojo, y luego hace la señal de hablar. Vale, recuerdo que el ordenador dijo algo sobre la descarga ocular o algo así, así que por eso debe ser por lo que está haciendo un gesto a su ojo. Estoy un poco confundida por el gesto de dormir que hace a continuación, pero ¿tal vez necesite una siesta después? El pensamiento me pone ansioso - estoy ansioso por dejar que todas las palabras que he estado almacenando se derramen fuera de mí - pero él conoce este sistema mejor que yo. Rokan lleva mi mano a su boca y besa mis nudillos, y luego hace gestos para que me quede quieta. Se mueve hacia el punto rojo brillante en el suelo y le dice algo al ordenador. Un brazo mecánico emerge del techo, y estoy tan ocupado mirándolo con sorpresa que no me doy cuenta de lo que está haciendo hasta que un rayo láser le dispara en la cara a Rokan y éste se derrumba. “¡Rokan!” No me doy cuenta de que estoy gritando su nombre hasta que me duele la garganta con la fuerza de mi llanto. Me arrojé hacia él, le acuné la cabeza en mi regazo y le acaricié la mejilla. “¿Rokan?” Repito, tratando de despertarlo. Está inconsciente, su gran cuerpo alienígena tirado en el suelo. Su pobre y torcida cola está flácida, y tengo ganas de llorar. “Realmente espero que esto sea lo que quieres decir con dormir”, le digo, acariciando su aterciopelada mejilla. Miro la pantalla de la computadora que está dentro de la pared, pero no parece que haya nada fuera de lo normal. Mientras tanto, el brazo mecánico del láser se introduce perfectamente en el techo y desaparece como si nunca hubiera estado allí. Le vuelvo a dar una palmadita en la mejilla a Rokan, pero aún está inconsciente. Preocupada, me muerdo el labio, pensando. Debería levantarme y hacerle una pregunta a la computadora, pero no quiero apartarme del lado de mi hombre. "Computadora", grito, y espero que pueda oírme. “Rokan está inconsciente. Si esto es normal después del procedimiento que acabas de hacer, por favor, parpadea la pantalla verde”. Es lo único en lo que puedo pensar, mi cabeza dando vueltas con pensamientos frenéticos. Un momento después, la pantalla parpadea en verde. Exhalo con alivio y acaricio la mejilla de Rokan otra vez. Gracias a Dios. "Computadora, ¿puedes flashear azul en la pantalla si va a estar inconsciente menos de una hora, y rojo si va a estar inconsciente más de una hora?" El rojo parpadea en la pantalla.

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Maldición. Miro la hermosa cara dormida de Rokan. Quiero acurrucarme junto a él, poner mi cabeza en su pecho y esperar. Pero el fuego no es más que carbón, y hay un gran cuerpo inerte de un pony peludo junto a la puerta que se estropeará si la carne no está ahumada, y estamos escasos de agua. Rokan me ha estado enseñando a cuidarme. Supongo que es un buen momento para empezar a hacerlo. Suavemente coloqué su cabeza en el suelo, consciente de sus cuernos, y tomé una de las almohadas y una manta de piel. Se las llevo y se las pongo lo mejor que puedo, metiéndole la almohada bajo la cabeza y haciéndole sentir cómodo. Luego, me enderezo y miro al animal muerto junto a la entrada. Ñam, ñam, cena. ∗∗∗∗∗∗∗ En cierto modo, es reconfortante que haya tanto trabajo por hacer, porque entonces no puedo obsesionarme con Rokan. Hay que alimentar constantemente el fuego, no demasiado bajo para que no desprenda calor, pero no demasiado alto y quemar la carne que está ahumada en las piedras. Hay agua para derretir, y como acabo de despedazar a un animal de mi propio tamaño, montones y montones de lavado de manos, lo que significa más nieve para derretir. Tengo cuidado de no poner demasiado combustible en el fuego, porque no estoy del todo segura de cuánto tiempo estará fuera Rokan. Cierro las puertas de la nave por si hay depredadores, porque no podré oírlos. Raspo la enorme, sangrienta y pegajosa piel hasta que le he sacado los peores trozos, luego la enrollo como me ha enseñado Rokan, la ato con cuerdas de cuero, y lo pongo en un rincón para un mejor procesamiento más tarde. Estoy pegajosa y asquerosa de sudor y sangre en este momento en que lo hago, así que me baño y luego es hora de derretir más agua. Todo esto mantiene mi mente alejada de preocuparme por mi novio extraterrestre. Por un tiempo, de todos modos. Para cuando pueda relajarme lo suficiente como para bañarme, me preocupa que haya estado dormido demasiado tiempo. ¿Quizás le freímos el cerebro en vez de enseñarle un idioma? ¿Quizás le dio a la computadora una orden equivocada? ¿Quizás nunca va a despertar? El pensamiento me llena de tanto dolor que el aliento se me escapa de los pulmones. Me aprieto las uñas en las palmas de las manos para centrarme, y luego me sacudo la horrible idea. Eso no va a suceder. Rokan, él....bueno, es mío. No me avergüenzo en lo más mínimo de ser posesiva con él. Es guapo, sexy, en forma, inteligente, divertido y besa muy bien ahora que le ha cogido el tranquillo. Le arrancaré los ojos a cualquier chica alienígena que intente quitármelo a mí también. Mi pecho ronronea de acuerdo. Algo toca mi pie, y yo aúllo, tropezando hacia atrás. Brazos fuertes me rodean antes de que pueda caer en el fuego, y un agachado Rokan me sonríe, con sus brazos alrededor de mi cintura. Su cola golpea mi pie otra vez. ¡Está despierto!

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Lo abrazo con mis brazos y lo acerco, lo que significa que estoy abrazando mucho el cuerno y la parte posterior de su cabeza. Está bien, sin embargo. No me importa mientras esté bien. Sus manos suaves a lo largo de mi espalda y se acurruca contra mi pecho, enviando pequeños y nerviosos choques de placer a través de mi cuerpo. Siempre es un poco amoroso cuando se despierta, y yo estoy tentada de quitarme la túnica y arrojarle al suelo y tener un poco de tiempo de diversión, yo misma. Pero tengo que saber. Doy un paso atrás, consciente del fuego cercano, y estudio su cara. "¿Estás bien?" Me duele la cabeza, gesticula, con una sonrisa tímida en la cara. Mi corazón se detiene en mi pecho. La manera casual en que hizo esos gestos, sin detenerse a pensar... es demasiado. Me eché a llorar. Rokan me abraza, acariciándome el pelo. “Lo siento”, murmuro. Entonces me doy cuenta de que no tengo que hablar en el silencio para ser escuchada. Me echo hacia atrás y lo miro y luego hago un gesto. ¿Aprendiste el idioma? ¿Todo está bien? Él asiente con la cabeza, y comienza a hacer una serie de señales que son tan hermosas que me dan ganas de llorar. Todavía soy un poco lento, pero veo las palabras de tus manos y las conozco ahora. Estoy contento. Ahora sí que podemos hablar. No puedo dejar de sonreír. Ahora podemos decir todas las cosas que hemos querido decir durante días y no teníamos las palabras. Trabajaste muy duro para esto. Me alegro de tus esfuerzos. Es raro, he estado esperando siempre para hablar con él y ahora me siento tímida y torpe. Puedo decir por la expresión de su expresión que él también se siente así. Es como si nos hubiéramos estado comunicando, pero no tan bien como podíamos. Ahora tenemos la oportunidad de decir lo que queramos, y me siento un poco intimidada sobre por dónde empezar. Bueno, ¿hay algo que quieras sacarte del pecho? Piensa por un largo momento, su rostro solemne. Entonces, me mira y comienza a hacer señas de nuevo. Eres perfecta. No cambiaría nada de ti. Y me alegro de que seas mía. He esperado muchos días para decírtelo. Se detiene por un momento, pensando, y luego continúa. Quiero decirlo de nuevo. Eres perfecta. Me eché a llorar de nuevo. ¿Cree que soy perfecta? ¿Incluso después de que le hayan hecho un láser en la cabeza sólo para hablar conmigo? Me siento tan amada. Puse mis brazos alrededor de su cuello y le abordé, haciéndonos caer al suelo. Le doy besos en la cara, mi pecho ronroneante encaja con el suyo. Rokan con ternura me toma la mandíbula y me besa, y me siento más apreciada y adorada que nunca. Estoy peligrosamente cerca de enamorarme de este tipo, si no lo he hecho ya. Quiero decir, nunca he conocido a un hombre que me haga ronronear. Es tan considerado y maravilloso, y nunca me ha hecho sentir que soy menos porque no puedo oírlo. Actúa como si su problema fuera que no puede oírme, y no al revés. Tal vez por eso me hace ronronear. Página 121 de 183

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Interrumpo el beso y le acaricio la mejilla, fascinada de nuevo con él. Me encanta la forma en que me mira cuando nos besamos, esos ojos brillantes, soñolientos y sexys y, sin embargo, totalmente concentrados en mí. Como si estuviera esperando que le diga lo que quiero hacer ahora. O como si estuviera esperando a que le dé permiso para hacer lo que quiera. Tiemblo, pensando en las veces que me ha despertado de medio dormir bajándome los calzones y lamiéndome hasta que me retuerzo en las pieles. Pero nunca ha ido más allá de eso, y me pregunto si me está esperando. ¿Ha estado esperando que le diga algo? Hay tantas cosas que ni siquiera he resquebrajado la superficie. Ahora, puedo obtener algunas respuestas. Y ahora mismo, las respuestas son más importantes que los besos. Bueno, más o menos. Me obligo a ignorar las miradas hambrientas que me está dando. Responder primero, luego besar. ¿Cómo se llama tu gente? Piensa por un momento. No tengo las palabras de la mano para esto. ¿Puedes deletrearlo por mí? ¿Con el alfabeto? Asiente con la cabeza y luego empieza a deletrear. S-A-C-W-E-E. “¿Sakwee?” Digo en voz alta. Hace un gesto con la mano. Muy cerca. ¿Qué significa esto? Significa gente de Cwee. ¿Y tu gente? ¿Vienen de aquí? De esta cueva, está de acuerdo. Como tú vinimos de una cueva. La nave había mencionado un aterrizaje de emergencia. De acuerdo, así que la gente de Rokan no es más nativa que Maddie y yo. Tuvieron un aterrizaje forzoso y nunca se fueron. Eso es bastante deprimente. Sólo otro agujero más en el plan de 'rescate', no es que yo realmente esperara que hubiera un rescate. Ya veo. Y vosotros sois la gente de Cwee. ¿Qué es un cwee? Se golpea el pecho. Es la cosa que vive dentro de ti. ¿La cosa brillante? ¿El parásito? Se detiene sobre la palabra "parásito". Es de gran ayuda. Te hace fuerte. Y me hace ronronear, supongo. ¿Ronronear? No conozco esta palabra. La vibración en mi pecho. El reconocimiento se aprecia en su rostro y sonríe, la mirada sexy y acalorada regresa a su rostro. Es por mi culpa que retumba. Eso es resonar. Página 122 de 183

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¿Resonar? Reflexiono sobre esto. Esa no puede ser la señal correcta. ¿O tal vez lo confunde con otra cosa? Yo le gesticulo, no lo entiendo. ¿Me estás haciendo ronronear? Tú resuenas en mí. Yo resueno ante ti. Hay orgullo y ansia en su cara mientras me hace señas. Tú eres mi compañera. Guau. ¿Qué? ¿Acaba de hacer la señal de que nos hemos apareado como en una pareja casada? ¿Puedes repetirlo? Lo hace. Tú eres mi compañera. Resonamos. Ahora que tenemos las palabras con las mano, puedo explicarte la resonancia. Se inclina hacia adelante y me da golpecitos en el pecho. Tu cwee elige un compañero para ti. Te encuentra el macho que es perfecto para ti, y tú resuenas con él. Yo resueno para ti, tú resuenas para mí. Somos compañeros. Mis ojos se abren de par en par. Todo este tiempo, he pensado que él era mi novio y resulta que soy su esposa. ¿Entonces está decidido? ¿Así de fácil? Así de fácil, está de acuerdo, una expresión de satisfacción en su rostro. He estado esperando a que lo entiendas para que podamos aparearnos - esta vez usa la versión sexual del signo 'compañera' - y luego regresaremos a la cueva de la tribu y comenzaremos nuestra familia. Me quedo atónita y en silencio ante este hecho. Por un largo momento, no se me ocurre nada que decir. Entonces, tengo que preguntar. ¿Familia? ¿Bebés? Sí. La resonancia siempre trae niños. Esa es la razón por la que se resuena. Pareja y bebés. De acuerdo, así que mi parásito ha decidido que consigo un marido y niños y ¿no tengo nada que decir en esto? No estoy segura de si estoy lista para cuidar de un bebé o de ser mama -todavía estoy aprendiendo a cuidar de mi misma en este planeta. ¿Qué hay del control de natalidad? No entiendo. Oh Dios. Me froto la frente, intentando pensar. Le sigo dando vueltas a la parte de resonancia. ¿El parásito elige un compañero para mí? ¿Es por eso que Hassen me secuestró? ¿Intentaba que le eligiera a él? Recuerdo todas las miradas expectantes a las que me disparaba constantemente. No me extraña que estuviera tan lejos cuando lo volvimos a ver. Pensé que era desconcertante - pero bienvenido - en ese momento. Ahora sé la verdad, no me miró porque estaba fuera del mercado. ¿Y todo este afecto por Rokan? ¿Esta lujuria? ¿Esta necesidad de él? No es mía en absoluto. Pertenece al parásito. Nada de lo que tenemos es real. Nada de eso. Eso realmente duele. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 16 ROKAN La mirada en el rostro de mi Li-lah es alarmante. Parece rota. Como hizo Asha cuando su kit murió en sus brazos. Su expresión parece como si hubiera perdido algo que significa mucho para ella. Repaso nuestra conversación, tratando de entender por qué le molestaba tanto. Hablamos de resonancia y kits. ¿No deseas resonar en mí? Le pregunto a ella, me duele el corazón. ¿Importa eso? Me responde gesticulando rápidamente. No parece que yo tenga elección. La resonancia siempre elige al compañero correcto, el mejor compañero. Seremos felices juntos. Porque nos está forzando, gesticula ella, y luego empieza a llorar. Nada de esto es real. Su dolor me hiere. Odio que llore. Odio que esto le duela. Daría lo que fuera para que desapareciera. Es real. ¿Por qué dices que no lo es? Porque no te gustaría si esto no te obligara a hacerlo. Se da golpecitos en el pecho. Está moviendo nuestros hilos como si fuéramos marionetas. Lo que sentimos entre nosotros no es real si nos empuja a unirnos. Se golpea las mejillas con enojo. Debería haber sabido que era demasiado bueno para ser verdad. Que eras demasiado bueno para ser verdad. Alcanzo y capturo sus manos para llamar su atención. Las palabras que está diciendo son perturbadoras y no tienen sentido. Cuando me mira fijamente, le hago señas. Tú y yo somos compañeros. Sólo porque la resonancia es lo que nos une no cambia lo que siento por ti. Siempre has sido mía. Ella niega con la cabeza. Eso es una mentira. Sólo me quisiste después de que empezaste a ronronear. Vine por ti incluso antes de que eso ocurriera. Se le caen las cejas y parece frustrada. Pensé que todos estaban buscándome. No, gesticulo. Envié a los otros de vuelta. Sabía que yo te encontraría. Ahora parece aún más confundida. ¿Qué quieres decir con que lo sabías? Me encogí de hombros. Lo sabía. Simplemente lo sabía. Siempre lo sé. ¿Qué quieres decir con que siempre lo sabes? ¿Por qué lo que dices no tiene sentido? Se pone las manos en la cara y habla en voz baja. “¿Por qué ahora que podemos hablar por signos, tienes menos sentido que antes?” Ignoro su frustración. Ella lo ha malentendido. Sucede con las humanas, que eligen a sus parejas de forma diferente a como lo hacemos nosotros. Con paciencia, sigo gesticulando. Yo sé cosas. Siento las cosas antes de que sucedan.

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Ella da un pequeño gemido de frustración. ¿Así que ahora eres psíquico además de mi compañero predestinado? No sé si lo psíquico es bueno o malo. O incluso lo que es. Siempre he sabido cosas. Y supe cuando te vi que ibas a ser mi pareja. Es por eso que siento tanto por ti. Li-lah devuelve la señal con enojo. No, sientes mucho por mí porque soy tu pareja. Si no hubiera cwee, no sentirías nada por mí. ¿Cómo te sentirías si no hubiéramos resonado? Eso no tiene sentido. ¿Cómo es que no tiene sentido? Porque eres mía. Por supuesto que resonamos. Ella levanta las manos y luego gesticula, yo me rindo. No quiero hablar más de esto. Necesito tiempo para pensar. ¿Estás enfadada porque eres mi pareja? ¡Estoy enfadada porque eso hace que me preocupe por ti! ¿Por qué? Porque no puedo decir si lo que siento es real o si es todo fingido porque quiere que durmamos juntos. No quiere que durmamos. Quiere que nos acoplemos. Después, podemos dormir. Sus ojos se entrecerraron hacia mí. Conversación terminada. No voy a hablar más contigo. ¿Por qué no? Necesito tiempo para entender mis sentimientos. Ella hace un gesto con un movimiento de “hecho” y luego se pone de pie, moviéndose hacia la chimenea. La veo irse, confundida por su reacción. ¿Qué dije que era tan malo? ¿Ser mi pareja y tener mis kits es algo terrible? Ella ha disfrutado de mis besos y mi boca hasta ahora. Ahora, ella actúa como si esto fuera molesto. No lo comprendo. Li-lah siempre ha sido suave y acogedora en mis brazos antes. ¿Por qué pensaría que algo ha cambiado? Ella ha sido y siempre será mi compañera. No importa si resonamos o no. Ella es mía. ∗∗∗∗∗∗∗ LI-LAH no me quiere en sus pieles esa noche. Ignoro la puñalada de traición que siento y me hago mi propia cama. Mi enojo por haber sido expulsado da paso a una frustración impotente cuando la oigo llorar en la oscuridad. Está claramente molesta por todo lo que ha descubierto. Mis intentos de hablar con ella son ignorados y ella no me mira. Está siendo testaruda, mi compañera. Y hasta que ella no hable conmigo, no puedo hacer nada al respecto. Página 125 de 183

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No duermo en toda la noche. Mi cuerpo sufre por el suyo, y mi corazón sufre por consolarla y hacer que deje de llorar. Ella no me deja, así que espero en una agonía silenciosa a que se duerma. Cuando su respiración finalmente se nivela, todavía no puedo descansar. Me paso la noche manteniendo el fuego encendido, porque ella no tiene mi cuerpo caliente contra el que acurrucarse, y tendrá frío. Por la mañana, Li-lah se calma. Ella bebe su té, y luego me mira a los ojos. Deja su taza de té y comienza a gesticular. He tomado una decisión, me dice. Estoy escuchando. Sé que piensas que lo que tenemos es real, pero no estoy convencida. Necesito tiempo para pensar si soy yo la que se siente atraída por ti, o si es el cwee. No digo nada. Ella no se da cuenta de que los dos están entrelazados. Si ella no fuera perfecta para mí en todos los sentidos, mi khui nunca habría resonado. Por eso no respondió a Hassen; él no era adecuado para ella. Pero entiendo su frustración. Cree que el tiempo ayudará, pero yo sé que no es así. El tiempo sólo hará que el anhelo sea mayor, le digo. Tu cuerpo anhela el mío. Querrá aparearse. Ella hace una mueca, y yo continúo. Eso no es arrogancia, así es como funciona la resonancia. ¿No sientes ya una gran necesidad de mí? Aunque hay sombras en la cueva, me doy cuenta de que sus mejillas se están acalorando. Tiene una mirada avergonzada en su preciosa cara. No voy a responder a eso. Tu khui te hará sentir tristeza por mí, le digo por señas, decidiendo ser audaz. He probado la dulce miel entre tus muslos y sé que es verdad. Al igual que la idea de tu mano en mi piel hace que me duela la polla. Estas son verdades, no importa si decides creerlas o no. Pero te esperaré. Levanta las manos para gesticular y luego las deja caer. No sabe qué decir. Eso está muy bien. Yo sé lo que quiero decirle. Tú eres mi corazón, siempre. Puedo esperar a que te des cuenta de eso. Li-lah se humedece los labios, el pequeño gesto que envía un dolor a través de mi cuerpo. Bueno, gesticula ella. Hasta que yo decida, ¿qué hacemos? Seguimos como hasta ahora, le digo. Te enseñaré a cazar y a construir trampas. Ya sea que elijas o no permanecer a mi lado, debes ser capaz de cuidarte a ti misma. Ella asiente con la cabeza, una sonrisa curvando su boca por primera vez en muchas largas horas. Eso me gustaría. ∗∗∗∗∗∗∗ LILA En los días siguientes, poco a poco me doy cuenta de que Rokan no se equivoca en la mayoría de las cosas que me ha contado. Página 126 de 183

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¿Es maravilloso poder hablar con él? ¿Hablar con él de verdad? Absolutamente. ¿Le anhelo como anhelo el chocolate cuando tengo el síndrome premenstrual? Dios, sí. ¿Ha cambiado algo de lo que siento? No. ¿Me está él presionando? No. De hecho, no está actuando de manera diferente, excepto cuando está feliz, ya no me toca como antes. Y me entristece perdérmelo. Sigo queriendo agarrar su cola torcida cuando estamos sentados cerca del fuego por la noche y acariciarlo, pero me obligo a no hacerlo. ¿Pero quiero tocarlo porque me gusta? ¿O porque el Cwee dentro de mí piensa que deberíamos ser almas gemelas? Esa es la parte en la que sigo atascada. ¿Es mi elección o es sólo el parásito que entrelazado conmigo? Y si es sólo el parásito, ¿cómo me voy a sentir después de que se cumpla la “necesidad” que tengo atravesada en la garganta? ¿Me despertaré algún día y me sentiré completamente aburrida con Rokan? Eso también me preocupa. Porque ahora mismo me gusta mucho y me hace sentir tan bien que me aterra perderlo. Me siento paralizada por la indecisión. He estado leyendo en la computadora durante los últimos días sobre todo este asunto de la 'resonancia', también. Rokan no estaba mintiendo, lo que no me sorprende, no sé si es capaz de mentir. Tiene razón en que se trata de una especie de apareamiento forzado sobrecargado, y con mi khui (según la ortografía del ordenador) resonando, estoy en un estado constante de ovulación exagerada y lo estaré hasta que ponga un bebé dentro de mí. Es un instinto de propagación de especies, aparentemente, y funciona para toda la vida inteligente con un khui, incluidos los humanos. Así que eso es divertido. No me estoy quejando de mi compañero, por supuesto. Si tuviera que elegir a alguien, elegiría a Rokan. Es sexy, inteligente, comprensivo y amable. Sólo.... me gustaba cómo eran las cosas. Ahora, todo está cambiando y no sé qué hacer. Me aterra elegir el camino equivocado. Lo cual es gracioso, porque la mitad del tiempo no siento que haya un camino para escoger. Necesito una señal. Y no en una de esas formas de cortejo que Rokan dice que puede sentir. Necesito una señal verdadera y sincera de que Rokan es realmente mi pareja, y que somos algo más que sólo compatibles genéticamente. Necesito saber que lo que siento es real, y que lo que él siente por mí no se desvanecerá en el momento en que esté embarazada. Rokan ha sido un santo, por supuesto. Me ha dado espacio y ha actuado como si nada hubiera cambiado, lo que aprecio y me vuelve aún más loca. A veces sólo quiero que me abrace y me muestre que no es sólo el khui el que le impulsa. Que me quiere a mí por mí misma. Y luego pienso en él diciéndome que soy perfecta, y quiero meterme la mano en los calzones y aliviar algo de la abrumadora necesidad que siento. Aunque preferiría que lo hiciera él. Página 127 de 183

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En vez de eso, me lleva a cazar. Y a pescar. Y fabricamos trampas. Mantenemos la Cueva de los Ancianos (como él la llama) como nuestra base y nos trasladamos a las colinas nevadas todos los días para continuar mi educación. Por ahora, nos quedaremos aquí. Tal vez debería estar molesta porque no me lleva de vuelta con mi hermana, pero mis pensamientos están tan consumidos por Rokan y esta cosa entre nosotros que no he pensado mucho en Maddie, y eso me hace sentir culpable. Sé que tiene que estar muy preocupada. Soy una mala hermana. Esta mañana, Rokan está tranquilo. Normalmente me saluda con una taza de té matutino y repasamos las cosas que quiere enseñarme ese día, como si fuera su aprendiz. Es otra cosa que me vuelve loca - es como si fuera capaz de apagar todo el asunto de la necesidad y hablar de poner trampas y jaulas para los peces mientras yo sigo observando sus manos e imaginándole haciendo cosas feas con sus dedos. La mitad del tiempo tiene que repetir sus señales porque estoy distraída. ¿Pero hoy? Hoy no está muy hablador. ¿Té? Pregunto, sentada junto a él cerca del fuego. ¿Luego salimos y comprobamos las trampas? Piensa por un momento, y luego niega con la cabeza. Hoy no. ¿Qué quieres decir con hoy no? Hoy nos quedaremos en la cueva. No me gusta cómo se siente el clima. Miro más allá de él y entrecierro los ojos ante la puerta abierta. La luz del sol entra a raudales y la nieve que normalmente se acumula alrededor de la entrada tiene un aspecto derretido. ¿El tiempo? ¡Hace sol! Él asiente con la cabeza y llena mi taza de té, luego me la tiende. Lo hace. Pero no me gusta cómo se siente. Pongo los ojos en blanco y le quito la bebida, soplando sobre ella. ¿Más de estas cosas psíquicas? ¿En serio? Eso es lo que nos metió en esto en primer lugar, ¿no? Si no fuera por tener una 'sensación', no habría venido a por mí. ¿Está tratando de convencerme de que hay algo más en su "sensación"? Tomo unos sorbos de mi té y luego dejo la taza para poder hablar. ¿Qué hay de las trampas que pusimos ayer? Dijiste que teníamos que revisarlas a primera hora. Rokan se encoge de hombros. Estarán vacías, entonces. A mí no me importa. Pero trabajamos muy duro. A veces trabajamos muy duro para nada. Así es la vida del cazador. Vale, bueno, eso es una mierda. Este es el mejor tiempo que hemos visto en días. Tú mismo dijiste que las trampas estarían llenas esta mañana, ¿y vamos a dejar que toda esa carne se desperdicie? Odio eso. No tiene sentido para mí. Una de las cosas que me has enseñado es que nada se desperdicia. Excepto ahora, porque no te gusta la luz del sol, ¿vamos a dejar que un montón de carne se desperdicie? No lo entiendo. Página 128 de 183

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Se frota el pecho, mirándome pensativamente. Luego, asiente con la cabeza. Muy bien. Iremos. No me gusta, pero iremos. ¿Por qué? Pregunto. ¿Por qué no te gusta? Él se encoge de hombros. No lo sé. Respuesta genial, pienso para mí misma, pero estoy resentida porque él suele saludarme con besos y afecto, y ahora sólo me pasa una taza de té y habla de que no le gusta el clima. Es otra cosa que he arruinado, supongo. Frustrada, me vuelvo hacia mi mochila y saco mi equipo de caza. Vestirse para el clima - incluso con el sol afuera - lleva su tiempo, y me distraerá de lo trastornado que él está esta mañana. Cuando termino de ponerme la ropa, mi té se ha enfriado. Lo lanzo al suelo rápidamente y luego me dirijo al lado de Rokan para que pueda terminar de atar la capa exterior de pieles a mi cuerpo. Solía ser una de mis partes favoritas de viajar, porque él me atraía hacia él con el pretexto de envolverme, y me robaba un beso o dos. Ahora es todo negocios, y eso me entristece. Sé que le dije que quería tiempo para entender las cosas, pero también extraño sus besos. O mi khui lo hace. Todavía no he averiguado lo que es. Él es todo negocios hoy, preparándome rápidamente y mostrándome los nudos esta vez para que pueda hacerlo yo misma en el futuro. Eso es deprimente. Me recuerdo a mí misma que esto es lo que quería. Le pedí que me diera espacio. No esperaba tanto espacio, supongo. O no esperaba que me importara tanto. El se pone su propio equipo, agarra su lanza, su arco, y pone sus cuchillos en sus envolturas. Tengo una lanza y mi único cuchillo, y la visión de todas sus armas me sorprende un poco. La exposición al sol realmente le molesta. Guau. Considero seguir su consejo y quedarme en casa, pero entonces, ¿qué vamos a hacer? ¿Sentarnos en la nave accidentada y mirarnos el uno al otro sin hablar? Eso podría ser más tortura de la que podría soportar. Además, pienso en los animales pequeños que podrían estar atrapados en nuestras trampas, y no me gusta la idea de dejarlos sufrir más de lo necesario. Y la luz del sol se ve tentadora. Creo que es uno de los primeros días soleados que he visto aquí desde que llegué - la mayoría de los días están nublados. Eso lo decide, entonces. El día es cálido - bueno, para un planeta de hielo - y hermoso. Las brisas son suaves, y la nieve en el suelo es brillante y nítido. Refleja la luz del sol, y me preocupa la ceguera de la nieve. Rokan mancha con algo de lodo bajo sus ojos y luego los míos, y supongo que eso será suficiente. Luego nos dirigimos por los senderos, siguiendo sendas que estoy empezando a conocer muy bien. Reconozco esta roca, ese acantilado, este pequeño grupo de árboles frágiles. Es un día tan bonito que casi no me importa que Rokan esté en silencio, con las manos quietas. Casi.

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Nuestro primer juego de trampas está vacío, pero el segundo tiene una criatura gorda y retorcida como una comadreja con unas patas traseras como las de un conejo largo y desgarbado. Un saltamontes, lo llama él, y luego espera a que yo lo libere de su sufrimiento. Hoy, sólo lloro un poco cuando lo agarro del pescuezo y le corto la garganta con mi cuchillo. Es carne, y nos mantendrá alimentados y calientes, y no puedo verlo de otra manera. Cada día de caza lo hace un poco más fácil, aunque me preocupa que sea demasiado blanda para poder hacerlo. Prefiero acurrucarla que matarla, pero acurrucarla no pone comida en el fuego. Lo siguiente es lo que menos me gusta: arreglar la caza en el campo para poder viajar sin que las tripas y la sangre arruinen la piel. La abrí, quité las vísceras y la puse sobre el suelo, luego la drené de la mayor parte de la sangre antes de atarla a mi cinturón. Ya se está llenando de hielo y en una hora estará congelada, su khui se apagará. Luego es hora de pasar a la siguiente serie de trampas. Tenemos por lo menos una docena de senderos que parecen kilómetros de senderos. Me limpio las manos con la nieve y me pongo en pie con la ayuda de Rokan. Adelante, le digo. Asiente con la cabeza y luego mira hacia arriba a los lejanos acantilados, frunciendo el ceño. Le doy un golpecito en el brazo para llamar su atención y gesticular, ¿Qué ocurre? Sólo mi sensación ¿Debemos regresar? Rokan baja la mirada hacia mí durante un largo rato, luego la levanta hacia los acantilados. No, decide finalmente. Pero vamos a apresurarnos. Tal vez venga mal tiempo. Miro escéptica el cielo soleado, pero acelero el paso cuando empezamos a caminar. Nuestros senderos nos llevan a uno de los muchos valles escondidos entre los acantilados dentados y los arroyos calientes. El paisaje puede estar nevado, pero no significa que no haya nada. Hay rocas por todas partes, y grupos de árboles y arbustos. Las cañas sobresalen de las orillas de los arroyos que huelen a azufre, y a lo lejos, hay montañas púrpuras dentadas que sobresalen como dientes. Es muy bonito, aunque no sea particularmente cálido. Pero me gusta ver lo que el mundo tiene que ofrecer; prefiero estar aquí a estar sentada junto a un fuego y esperar a que Rokan vuelva. Tal vez soy una mujer más aventurera de lo que pensaba. Me enorgullezco de esto, me doy cuenta, mientras camino detrás de Rokan hacia el valle, consciente de los acantilados con sus carámbanos colgantes. Estoy perdida en mis propias reflexiones cuando Rokan me agarra por los hombros y me empuja contra la pared del acantilado. La roca me muerde en la espalda a través de las pieles, y yo grito “¿Qué demonios?” La mirada en su rostro es intensa, sus ojos de un azul sorprendentemente vívido. Que sepas que tienes mi corazón, me gesticula, y luego presiona su cuerpo contra el mío, empujándome aún más contra las rocas. ¿Qué diablos...? Entonces, siento un ronroneo. No es mi khui; está haciendo el mismo ruido bajo que siempre hace, y éste se siente más grande. No puedo mirar por encima de los hombros de Rokan, porque me ha empujado con fuerza contra la pared del acantilado, sus brazos son Página 130 de 183

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una jaula protectora sobre mi cabeza. Me mira fijamente, sin pestañear, y tiene una mirada tan intensa que casi me deja sin aliento. El ronroneo continúa y me doy cuenta de que viene de la tierra - y de la pared del acantilado detrás de mí. Oh Dios. ¿Terremoto? Miro sobre los brazos de Rokan justo a tiempo para ver una capa de nieve y hielo cayendo en cascada sobre el borde del acantilado. Una avalancha. Grito mientras el mundo se oscurece y tiembla a nuestro alrededor. El cuerpo de Rokan se sacude sobre el mío, pero nunca se mueve. El momento parece durar para siempre, y se siente como si el mundo se estuviera derrumbando. Me aferro a la parte delantera de su túnica, aterrorizada. En todo lo que puedo pensar es en que no le gustó el clima. No le gustaba cómo se sentía hoy. Debí haberle escuchado. Él lo sabía. De alguna manera, él lo sabía, y me empujó fuera del camino antes de que algo malo pasara. Igual que con los pájaros. Jadeo, porque me doy cuenta de que ha hecho eso más de una vez. Tal vez esta “sensación” suya no es todo un deseo después de todo. “Lo siento, Rokan”, le susurré, palmeando su pecho. Está callado. De hecho, está muy, muy callado, no toca, no hace gestos con las manos, nada. La piel me hormiguea. Le doy un pequeño tirón a su túnica para llamar su atención. Sus ojos están cerrados, así que no puedo ver su reconfortante brillo. De hecho, está bastante oscuro a nuestro alrededor, y apretado. Estoy empezando a sentir claustrofobia. “¿Rokan?” Gime y su cabeza se inclina hacia un lado. La nieve cae hacia adelante, salpicando mi cara. Luego, se derrumba contra mí, aplastándome contra la pared de la cueva. La sensación de pánico se apodera de mí y trato de liberarme de él, pero hay nieve por todas partes, más alta que yo. Empujo su brazo, tratando de ver a su alrededor, pero todo lo que puedo ver es el gran cuerpo de Rokan y aún más nieve. Sus labios se mueven, y luego se tambalea hacia un lado, y puedo respirar. El aire fresco entra corriendo. Hace un gesto por encima de él, indicando con movimientos lentos y vacilantes que debo subir. Estoy demasiado asustada para discutir; uso su túnica como una escalera y subo por encima de sus hombros y me subo a la nieve. Todo el valle ha cambiado, me doy cuenta mientras me arrastro hacia adelante. Hay una capa reciente de al menos tres metros de nieve, y es un milagro que hayamos sobrevivido. Habríamos sido enterrados si no fuera por Rokan y su 'sensación'. Me quedo mirando el nuevo paisaje, totalmente relajada. Me doy la vuelta cuando me doy cuenta de que Rokan no me ha seguido, y me arrastro de vuelta al agujero contra la pared del acantilado. Todavía está allí, su gran cuerpo presionado contra la roca y enterrado en su mayor parte en la nieve. Su cabeza se ha vuelto a inclinar hacia delante, y no veo nada más que cuernos y cabello negro oscuro y desordenado.

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“¿Rokan?” Grito. Si responde, no puedo decirlo. Después de un momento, él no se mueve, así que le doy un golpecito a uno de sus cuernos. Cuando no responde a eso, tiro de uno de ellos y empujo su cabeza hacia atrás. Tiene los ojos en blanco. Mientras miro, un riachuelo de sangre gotea de un lado de su sien y baja por su mejilla. Una nueva sensación de pánico se apodera de mí. “¡Rokan!” Suelto sus cuernos y luego empiezo a cavar frenéticamente. Está herido, y necesito sacarlo de ahí. No puede quedarse aquí, ¿y si viene otra avalancha? Mientras cavo, intento frenéticamente pensar qué causa las avalanchas. ¿Se está derritiendo la nieve? ¿Es porque hoy hace demasiado calor? ¿O es que hay demasiada nieve? Escarbo entre la nieve, gritando su nombre una y otra vez. Al final, se despierta, y su cabeza se inclina hacia atrás de nuevo. Casi me apuñala con uno de sus grandes cuernos y salto apresuradamente hacia un lado, acariciando su cara. “¿Estás bien?” Intenta levantar la mano para hacerme una señal, pero sus movimientos son lentos. “Voy a sacarte”, le prometo, tratando de no tener miedo. Cavé más lejos, quitándole la nieve de la espalda y de los hombros. Mis manos se sienten como hielo pero lo ignoro, porque tengo que ser fuerte ahora mismo. No es momento para ser una humana delicada. Algo anda mal con Rokan y en todo lo que puedo pensar, una y otra vez, es en que debería haber escuchado. Que sepas que tienes mi corazón. Controlo el sollozo que amenaza con ahogarme y aspiro con fuerza. Lloraré más tarde, cuando esté a salvo en la nave y bebiendo una taza de té caliente. Hasta entonces, tengo que mantener la calma. Continúo escarbando en la nieve con mis manos. Así me lleve todo el maldito día, voy a sacarle. Sin embargo, al cavar más abajo, veo un montón de carámbanos rotos mezclados con la nieve a sus espaldas. Hay un trozo del tamaño de mi puño cerca de su hombro, y tiene sangre. ¿Le golpeó cuando cayó? Me acerco a él y le doy un tirón en el cuerno, golpeando su mejilla. Se inclina hacia atrás, parpadeando hacia mí. Está claro que no puede concentrarse. Le miro a los ojos, sus pupilas no son como las mías, así que es difícil saber si una está dilatada o no, pero apuesto a que tiene una conmoción cerebral. ¿Puedes levantarte? Gesticulo. No puedo llevarte. Eres demasiado grande. Extiende la mano y me toca la mejilla, luego dice con señas, ¿estás bien? Muevo la cabeza y le doy un tirón del brazo. “Estoy bien, pero tienes que levantarte, Rokan. No puedes quedarte aquí. Necesitamos regresar a la nave, a la Cueva de los Ancianos”. Rokan levanta un brazo y luego el otro, e intenta liberarse del agujero. Está enterrado en la nieve hasta la cintura, y el lugar que dejé libre contra él acaba de llenarse de más. Sigo cavando mientras trata de mover lentamente su cuerpo. No es un proceso rápido, y tiene

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que seguir deteniéndose, con los ojos cerrados. Le doy golpecitos en la mejilla, una y otra vez, tratando de mantenerle despierto. Si tiene una conmoción cerebral, no puede dormir. Si tenemos alguna esperanza de volver a la nave, no podrá dormir. Después de lo que parece una eternidad, Rokan finalmente ha salido del agujero. Rueda sobre su espalda y se tira sobre la nieve, exhausto. Me arrastro hacia su lado y rozo suavemente con mis dedos sobre su cuero cabelludo, buscando la herida mientras descansa. No es difícil de encontrar - hay un enorme bulto en la parte superior de su cabeza, y cuando lo toco, mis dedos se manchan de sangre. Mi pobre Rokan. Levanta la mano y me toca la mejilla, luego hace gestos. ¿Te encuentras bien? Quiero llorar. Estoy bien, gesticulo contestándole. ¿Puedes caminar? Yo... lo intentaré. Su mano cae de nuevo al suelo, como si estuviera demasiado cansado para decir algo más que eso. Es como una daga en mi corazón, y aguanto la respiración mientras él lucha por sentarse. Después de unos momentos de esto, tengo claro que no va a poder estar de pie sin ayuda. Me muevo a su lado y pongo su brazo sobre mi hombro y trato de ayudarlo a ponerse de pie; es como tratar de levantar una docena de sacos de arena a la vez. Mi espalda y mis piernas protestan por la tensión, pero me niego a rendirme. Con mucho tambaleo y esfuerzo, finalmente puedo ayudar a Rokan a ponerse en pie. Se agarra a mis hombros y casi me arrastra al suelo. Esto tampoco va a funcionar. Pero tiene que hacerlo. “Vamos”, susurro en voz alta. “Vamos a llevarte a casa”. Damos dos pasos, y luego Rokan se derrumba hacia delante, cayendo de nuevo al suelo y tirándome con él. Me alejo rodando, limpiándome la nieve de la cara y volviéndome hacia él, frenética. “¡Rokan!” ¿Te encuentras bien? Me pregunta con una lenta señal con la mano. Quiero gritar de frustración. Él es el que está herido, no yo, y el hombre horrible y maravilloso está preocupado por mí y sólo por mí. Incluso ahora, está tratando de protegerme. Necesito un nuevo plan. Le quito una de mis capas exteriores de pieles calientes y le envuelvo la cabeza para detener cualquier sangrado. “Vas a estar bien”, le digo en voz alta. “Vamos a envolverte la cabeza y ponerte cómodo, y luego voy a buscar algo que nos ayude, ¿de acuerdo? Tal vez un buen trineo o algo así”. Claro, porque los trineos crecen en los árboles. Pero no sé qué más hacer. No puedo cargarlo. No puedo dejarlo aquí. No le dejaré aquí.

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Agarra mi mano con la suya y se lleva los dedos a la boca para darle un beso. Tienes frío, gesticula de forma soñolienta, con los ojos cerrados. Las lágrimas calientes contra las que he estado luchando se precipitan. Sollozo y le acaricio la mejilla. ¿Ahora mismo? ¿En este momento? Me importa un bledo si es el khui lo que me hace tener sentimientos por él o si es de verdad. Todo lo que sé es que le amo y que está en grave peligro ahora mismo. Te amo, le digo por medio de signos, pero sus ojos están cerrados; no lo verá. Te amo y voy a arreglar esto, te lo prometo. “Luego, voy a ser tu compañera” susurro. Me inclino hacia abajo y le beso la boca, mojándole con mis lágrimas congeladas. Se está quedando dormido otra vez, y no sé qué hacer. No puedo dejarlo aquí solo e indefenso. No voy a rendirme, sin embargo. Me levanto y agarro los hombros de su túnica. De acuerdo. No estamos a más de unos pocos kilómetros de la nave. Con suerte. Tendré que arrastrarle a un lugar seguro. Lo agarro fuerte y tiro con todas mis fuerzas. Rokan se mueve un centímetro. Tal vez dos. “Vamos”, gruño. “¡Muévete!” Pero es imposible. Lo intento una y otra vez, pero sus hombros sólo se levantan. No puedo mover el resto de él; es demasiado pesado. Probablemente tiene por lo menos doscientas libras más que yo y no soy exactamente una levantadora de pesas. No puedo moverlo. Quiero hacerlo, pero no puedo. Desesperada, miro alrededor del valle. Tal vez haya arbustos o árboles o algo que pueda cortar para que actúe como un trineo. Pero todo lo que veo a mi alrededor es una manta blanca. Hay algunos árboles al otro extremo del valle, pero entonces tendría que llegar hasta allí con él para cortarlos, y ni siquiera puedo moverlo un metro. Tampoco me apartaré de su lado. No con él inconsciente y sangrando. Me imagino a los grandes pájaros lanzándose desde el cielo y me estremezco. “No te dejaré”, susurro, poniendo mi cuerpo contra su costado. “Eres mío y me quedaré aquí hasta que podamos salir juntos” Presiono mi cabeza contra su pecho, sintiendo el suave ronroneo de su khui hacia el mío. Dicen que no hay ateos en las trincheras y puedo entenderlo. ¿Ahora mismo? Daría cualquier cosa por tener a Rokan sano y sonriéndome. No me importa si el khui me está manipulando a mí o a mis emociones - todo lo que sé es que amo a este hombre y quiero lo que teníamos antes de que le alejara. Aceptaré el amor manipulado, si eso es lo que hace falta para devolverme a Rokan. Es todo lo que quiero. Le aceptaré de cualquier forma en que pueda tenerlo. No sé cuánto tiempo estaremos tumbados en la nieve. Hay silencio, y mi mundo consiste en sentir su pecho subir y bajar con respiraciones lentas y constantes. En cierto modo, supongo que es bueno que haga buen tiempo, porque al menos no está nevando. En cambio, los soles se sienten alegremente cálidos, casi con desesperación. Página 134 de 183

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Sólo puedo pensar en cómo él no quería salir hoy. Que sepas que tienes mi corazón. Me seco las lágrimas de las mejillas antes de que lleguen a su túnica, porque no quiero dejar una mancha helada. Oh, Rokan. Despierta y vámonos a casa y te mostraré lo mucho que significas para mí. La suave elevación y caída de su pecho es mi única respuesta. Pasé mi mano sobre su pecho, y al hacerlo, una sombra cae sobre nosotros. Antes de que pueda procesar esto, lo huelo. Perro mojado. Me siento, jadeando mientras un yeti nos mira. Es un macho adulto alto, y a medida que se pone en cuclillas junto a Rokan, el hedor empeora. Lo mira y luego me mira a mí. La cara tiene cicatrices, le falta uno de los ojos. Es el mismo yeti tuerto de antes. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 17 LILA Tengo mi respiración mientras la criatura mira el cuerpo inconsciente de Rokan. Mi mano va a mi cinturón, donde mi cuchillo está envainado. Si hace un mal movimiento... El yeti me mira y hace una señal con la mano. Es un movimiento pequeño y sutil, uno que podría no ser notado por nadie…excepto por alguien que ha aprendido a hablar con sus manos. Oh. Me está preguntando algo. Hace el mismo gesto con la mano otra vez, y eso me recuerda algo. Es una señal que reconozco - una que él hizo antes, cuando me dio los intestinos y trató de alimentarme. Pero no sé lo que significa. El yeti se inclina sobre Rokan, inhala con fuerza, y luego me mira. Se acerca más a la cabeza de Rokan, luego se inclina y vuelve a olfatear, con las fosas nasales abiertas. ¿Quizás huele la sangre? Me muerdo el labio, preocupada. Golpea una gran mano en el pecho de Rokan, y luego vuelve a hacer la señal. ¿Está preguntando si Rokan es mío? Asiento con la cabeza, y luego me doy cuenta de que puede que no entienda lo que eso significa. Así que le devuelvo la señal, tratando de repetir los sutiles movimientos de los dedos. Me gruñe y luego se pone de pie. Yo también me levanto, inquieta. ¿Y ahora qué? Para mi sorpresa, se acercó y agarró a Rokan por un brazo, lanzándole por encima de su peludo hombro como si mi gran extraterrestre azul no pesara nada. Le sigo mientras él empieza a alejarse. No sé adónde va, pero incluso una cueva llena de estas cosas podría ser más segura que dejarle desangrándose a la intemperie. Entonces recuerdo el intestino con que este tipo trató de alimentarme, y me estremezco. Tal vez no. Mantengo mi cuchillo listo mientras lucho por seguir al yeti. Mis raquetas ya no están, perdidas en la avalancha, así que tropiezo en la nieve pesada y blanda más de lo que camino, pero estoy decidida a quedarme con ellos. Esta cosa parece saber adónde va, y tiene a mi hombre. Quedarse atrás no es una opción. El yeti se dirige al final del valle y se dirige a una de las paredes rocosas. Entrecerré los ojos, preocupada, mientras empieza a escalar, Rokan aún inconsciente y colgado sobre los hombros de la cosa. ¿Adónde se dirige? Las paredes del valle son empinadas, casi escarpadas, y en la cima no hay nada más que nieve. Mientras miro, sin embargo, se levanta a mitad de camino y luego desaparece detrás de una roca. Página 136 de 183

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Jadeo y subo tras ellos, aterrorizada. ¿Adónde se fueron? Me levanto unos metros cuando la cabeza del yeti aparece desde dentro de la roca y hace un gesto de llamada. Me lleva unos minutos subir tras ellos, mis piernas y brazos gritando una protesta, pero cuando me acerco, veo que hay una fisura de tamaño humano en la pared de roca. Es prácticamente invisible a simple vista, y se esconde detrás de otro afloramiento rocoso. El yeti hace otro gesto de “ven” y desaparece de nuevo en su interior. Es una cueva. Con precaución, saco mi cuchillo y sigo a la criatura dentro. Mi corazón está martilleando, pero no tengo elección - él tiene a Rokan, y no le dejaré atrás. La entrada a la cueva es estrecha y no mucho más alta que yo, lo que me preocupa que el resto de la cueva no sea mucho más grande. No creo que sea capaz de lidiar con el hedor del yeti. La claustrofobia ante el espacio reducido amenaza con abrumarme, pero aprieto el cuchillo y me obligo a ignorarlo. Rokan es mi objetivo. Sólo a él. Por un momento extraño, se siente como si la cueva se estuviera calentando. Me sumerjo en la oscuridad, la sensación de aislamiento crece. Si hay algo peligroso aquí, no puedo oírlo. No puedo oler nada más que el olor a perro mojado del yeti, y no puedo ver nada. Voy a entrar sólo por pura fe. Una ola de calor húmedo, húmedo me golpea, y entonces veo la luz. Extrañas y parpadeantes luces gris blanquecinas. No es fuego, ni el corazón de un volcán. No sé lo que es, en realidad. El yeti aparece de nuevo y me hace un gesto hacia adelante, y yo le sigo. El pequeño pasaje de la cueva se abre, y luego estoy en el país de las maravillas. Se me paraliza la respiración, asombrada ante la vista de lo que tengo delante. Es una cueva enorme. Bueno, más o menos. Se parece más a una colmena ahuecada, con estrías y estratos a lo largo de los bordes de la cueva, pero no tantas en lo que se refiere al suelo. Parece una fisura en la roca que se ha abierto. Miro hacia arriba, porque hay plantas trepando por las paredes de esta extraña y caliente cueva. Nivel tras nivel de roca está cargado con hojas verdes brillantes, salpicaduras azules de color y bayas rojas que gotean de gruesas vides. El techo de la cueva es de gran altura, y en la parte superior, las luces brillantes parpadean y revolotean, pero permanecen constantes. Las luces vienen de un trozo de la nave alienígena, rota y clavada en la roca tan alto que nunca podría alcanzarla. No sé qué está haciendo aquí, pero hay paneles iluminados de diferentes colores y trozos de escombros esparcidos por los acantilados entre las plantas, dándoles luz. Miro hacia abajo, y en el fondo de la cueva hay un manantial azul brillante y burbujeante, los bordes de la piscina veteados de color. De aquí debe ser de donde viene el calor y la humedad. Me adelanto, asombrada. Este es el lugar más hermoso en el que he estado. En todas partes, hay colores brillantes verdes y azules se mezclan con rojos, y todo es vida vegetal. Este no es el rosa desteñido de Página 137 de 183

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los árboles de afuera, o el blanco interminable. Esta es una explosión de vegetación que de alguna manera ha encontrado un punto de anclaje en este planeta congelado, y estoy asombrada. De alguna manera esta pequeña pieza de la nave en este lugar perfecto ha creado un enorme invernadero en una cueva llena de plantas en flor. Ligeros aromas florales se mezclan con el aroma de perro mojado, y miro a mi alrededor para buscar al yeti y a Rokan. Mi hombre está tumbado a un lado de una cornisa rocosa, y yo me acerco a él, arrodillándome. El respira uniformemente. Busco al yeti, pero hay tanto que ver que estoy desbordada. Allí, en las hojas en los lados de la colmena, el yeti trepa por las gruesas vides. Agarra unas cuantas frutas rojas brillantes y se mete un puñado de las hojas verdes brillantes en la boca, masticando fuerte. Vale, así que está cenando él mismo. Supongo que no puedo culparle. Este lugar es tan seguro como cualquier otro, supongo. Toco la mejilla de Rokan, pero sigue inconsciente. ¿Debería intentar llevarle a un lugar más seguro? Me preocupa que si se da la vuelta, se caiga de la cornisa. No es que haya mucho espacio para moverlo, por supuesto. Las plantas están acaparando todo el espacio, creciendo desordenadamente en cada pulgada posible. El yeti aterriza en la cornisa junto a mí, lo que me hace saltar hacia atrás con sorpresa. Él me lanza los frutos rojos y yo los recojo antes de que salgan rodando por el borde. Cada uno tiene el tamaño de un melón, la corteza dura. Gesticulo señalándome a mí misma, preguntando si quiere que me los coma. Dios, se ven increíbles. Se me hace la boca agua al pensar en el melón. Ha pasado mucho tiempo desde que comí cualquier cosa menos carne. El continúa masticando, con la boca abierta y dejando a la vista el doble bocado verde que tiene en su boca. Qué asco. Luego, hace la misma señal que siempre hace, mirándome expectante. El regalo de la fruta de repente tiene un significado de doble filo. ¿Y si me lo llevo y él cree que ahora somos amigos? ¿Que lo elijo a él antes que a Rokan? Aunque huelan increíble, no puedo comerlas. Las dejo a un lado y señalo a Rokan, y hago la señal sobre él. Si un yeti puede parecer decepcionado, éste lo parece. Inclina la cabeza y hace una cara -o un sonido- con la boca y luego sigue masticando. Permanezco en silencio, una mano apretando el cuchillo, y la otra en la manga de Rokan. El yeti me mira un momento más, aún masticando. Luego se vuelve hacia Rokan y le quita la venda de la cabeza, olfateando. Yo miro, no estoy segura de qué hacer más. No actúa como si fuera a lastimarlo... pero recuerdo lo impredecibles que son. Olfatea de nuevo en el lugar de la cabeza de Rokan donde está herido. Puedo ver la costra de sangre en el grueso pelo de Rokan, y me duele el corazón. Todo esto es culpa mía. Estoy tan perdida en ese pensamiento que casi me pierdo la parte en la que el yeti escupe el bocado de verduras que tiene en sus mejillas y las pone directamente en la herida de Rokan. Oh. Oh, Dios mío. Hago un ruido de náuseas, y la criatura me mira, un poco de verdor masticado aún goteando de su boca. Me puse una mano sobre los labios. El silencio es probablemente lo mejor. Creo que esta podría ser la versión yeti de la sanación. En cierto modo, es algo dulce. Página 138 de 183

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El yeti saca lo último de verde de su boca y lo palmotea sobre la herida, luego se arrastra hacia afuera a lo largo de las enredaderas para obtener otro bocado. Vuelve unos momentos después sin fruta para mí, y escupe otra ronda de la asquerosa cataplasma en la cabeza del pobre Rokan. Entonces, me mira expectante. Er. No estoy segura de lo que quiere. Puse el envoltorio de cuero en la cabeza de Rokan, con cuidado de no perturbar la herida. Se lo agradecería, pero no conozco la señal del yeti. Parece que mi amigo yeti es de ideas fijas. Él hace el símbolo de 'pareja' (al menos, estoy bastante segura de que es pareja) de nuevo y me mira. Sí, no voy a cambiar de opinión. Le doy una palmadita en el hombro a Rokan. Este es mi amigo. Casi me siento mal por haberle rechazado - no es que quiera ser una novia yeti, pero él ha sido tan dulce y servicial. En respuesta, el yeti muestra sus dientes, y siento que una ráfaga de aliento caliente y fétido me golpea la cara mientras me grita. Se lleva las frutas grandes y salta, trepando por las enredaderas. Le veo irse, conmocionada. Unos momentos después, desaparece de la cueva, y luego sólo quedamos Rokan y yo. Vale, eso ha sido un poco aterrador. Demasiado para sentir lástima por la maldita cosa. Agarro mi cuchillo cerca, lista para defender a mi compañero. Todo está tranquilo, sin embargo, y después de unos minutos, empiezo a preguntarme si la criatura realmente se ha ido. Todavía me sorprende que apareciera después de todo este tiempo. ¿Tal vez me ha estado siguiendo, esperando el momento adecuado para tratar de convencerme de que sea su pareja? Genial, tengo un yeti acosador. Absolutamente lo que toda chica sueña. Pero cuando pasa más tiempo y el yeti no regresa, me relajo. Mi estómago gruñe y veo todo el verdor cerca de mí. Tal vez debería intentar comer algo. Me pongo de pie y me muevo por la cornisa, buscando la fruta que está al alcance. Hay una gran fruta de color naranja amarillento cerca, tan pesada que las ramas se inclinan con el peso de la misma. La libero con cuidado y la huelo. Huele a melocotón, pero la corteza es lisa y dura. Regreso a mi sitio junto a Rokan, pasando mis dedos por encima de su mano mientras lo hago. Sólo quiero tocarlo, para saber que está ahí. Se necesita un poco de tiempo para pelar la fruta, y el interior tiene una corteza blanca dura y elástica con dos dedos al menos de grosor y un sabor amargo y espantoso. Recorto esa corteza hasta el hueso, sólo para descubrir que no es un hueso en absoluto, sino un centro suave y liso que me recuerda al aguacate. Sabe como un cruce entre la espinaca y la sandía, lo cual es un sabor raro, pero es tan fresco y ligero que me como cada bocado y lamo las cáscaras. Entonces, no hay nada que hacer excepto sentarse y esperar a que Rokan se despierte, o a que el yeti regrese. Tomo su gran mano y la pongo en mi regazo. Su cola está tan quieta, y eso me molesta, así que me acerco y la coloco suavemente sobre mis piernas, pasando mis dedos suavemente a lo largo de ella. Página 139 de 183

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Me hace sentir mejor sólo tocarlo. Menos sola. Por favor, despierta. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN Mi cabeza palpita y me duele detrás de los ojos. Es peor que la vez que yo, como kit, robé el sah sah fermentado de mi padre y me lo bebí todo yo solo. Me duele un poco por todas partes, tengo la boca seca, pero es mi cabeza la que me duele más. Abro los ojos, entrecierro los ojos, pero todo lo que veo es una mezcla de color cegador. Los cierro de nuevo, frotándome una mano sobre los ojos. Hace mucho calor y todo mi cuerpo se siente húmedo, sudoroso e incómodo. Al hacerlo, me doy cuenta de que hay manos suaves y gentiles acariciando mi cola. “¿Lilah?” Entonces me siento estúpido por hablar en voz alta, porque ella no me oye. Me obligo a abrir los ojos de nuevo y a mirarla a los ojos. Su cara está borrosa, pero puedo ver que está sonriendo. Sus dedos tocan mi cara, acariciándola. ¿Cómo te sientes? Gesticula ella. ¿Te encuentras bien? Duele, le digo mediante señas. Mis extremidades se sienten pesadas y cansadas. Quiero cerrar los ojos porque los colores hacen que me duela aún más la cabeza, pero entonces no podría ver a mi dulce compañera. ¿Dónde estamos? En una cueva, gesticula ella. Descansa. Toma un poco de agua. Presiona algo contra mi boca -su piel de agua-. Tomo varios sorbos y luego me acuesto de nuevo. Mis recuerdos de cómo llegamos aquí son borrosos; no recuerdo haber regresado a una cueva después del estruendo de la avalancha. Tampoco recuerdo todos estos colores extraños. Me tapo los ojos, porque me hacen daño. “Descansa, Rokan”, dice Li-lah con su dulce y suave voz. “Estamos a salvo. Hay comida y agua, y yo te cuidaré. Estamos bien” Sus manos agarran una de las mías antes de que pueda empezar a firmar una respuesta. Un momento después, siento su boca presionar contra mis nudillos, y mi khui reacciona, tarareando fuerte. Tengo tantas cosas que decirle, pero la presión en mi cabeza me está haciendo difícil pensar. Estoy cansado, y ella está cerca y a salvo. Nada más importa. Sus pequeñas manos cogen la mía más grande, y yo la estrecho fuerte. Mientras pueda sentir las manos de mi pareja sobre mí, puedo relajarme. Ella está a salvo. Vuelvo a caer en el sueño. ∗∗∗∗∗∗∗ DUERMO A MEDIAS, medio despierto y medio dormido. Mi Li-lah siempre está ahí, su toque reconfortante, pero hay cosas que no parecen estar bien. Hace calor y sudo tanto que quiero quitarme la ropa, pero no me atrevo. Podría ser la fiebre la que me engañe. No huelo humo, lo que significa que no hay fuego, pero tengo sed constantemente y puedo sentir que mi melena está empapada. Li-lah me da agua y cosas frescas y agrias para comer, e insiste en Página 140 de 183

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que duerma más. Que ella me está cuidando y que yo estoy a salvo. Que hay comida y agua y que estamos protegidos del frío. No hay nada de qué preocuparse. Y estoy orgulloso de ella, porque mi pareja es astuta e inteligente. Muy orgulloso. Ningún hombre podría pedir una mejor pareja que la mía. O más encantadora. O más agradable, o amable. En verdad, soy el más afortunado de los sa-khui de tener a mi Li-lah, y ella llena mis sueños con sus sonrisas y su suave piel. Cuando me da de comer cosas dulces y jugosas, imagino que es su coño, y siempre anhelo más. Después de varias horas de sueño, me despierto y descubro que mi cabeza no se llena de dolor cuando abro los ojos, y que el dolor detrás de mi frente es sordo en lugar de punzante. Me siento lentamente, entrecerrando los ojos mientras miro a mi alrededor. Mi Li-lah está acurrucada a mi lado, con la cola en la mano. No tenemos pieles, y ella está desnuda hasta la capa más fina de su ropa. Lleva sólo una pequeña banda de cuero alrededor de las tetas, y una falda corta cubriendo sus caderas. Gran parte de su piel pálida está expuesta, y mi polla responde a la vista. Paso mis dedos por su brazo, y luego retrocedo cuando recuerdo que ella no quiere eso, no hasta que decida si hará caso a su khui. Sus ojos se abren ante mi toque, y una sonrisa curva su boca. Su presencia me llena de calor. ¿Cómo está tu cabeza? gesticula mientras se sienta. Mejor. ¿Estás herida? Pienso en la nieve que retumba, en la sensación dolorosa y horrible que tuve en mi "sensación" que me decía que estaba en peligro. La atraigo y la abrazo contra mi pecho, acariciando su pelo. Mi alivio de que esté a salvo, de que su pequeño y frágil cuerpo humano esté completo, me abruma. Su mano me da palmaditas en el brazo. "Rokan, estoy bien. De verdad. Suéltame." A regañadientes, lo hago. Quiero abrazarla durante días y saber que está a salvo en mis brazos. Sin embargo, ella no se aleja. En vez de eso, sus manos se me suben a la cabeza y tira de una envoltura. La libera de mi cabello sudoroso y luego un extraño olor llena el aire. "Se ve mejor", se murmura a sí misma, incluso mientras sus pezones se presionan frente a mi cara y se necesita todo mi poder para no tirar de la banda de cuero hacia abajo en su frente y enterrar mi cara en ese valle suyo. Li-lah roza con sus dedos lugar en mi cabeza y hago un gesto de dolor, porque ahí está muy sensible. Lo toco yo mismo, y cuando me alejo, mi mano está cubierta de lodo verde. ¿Qué es esto? Lo huelo y el olor extraño viene de esto. “No comas eso”, advierte rápidamente, agarrándome la muñeca. “No querrás saber de dónde vino” ¿Como si pudiera comer eso? Huele terriblemente. Doy un pequeño movimiento de cabeza y me limpio la mano en mi túnica, frunciendo el ceño. ¿Cómo te sientes? Caliente. Sudoroso. Quiero bañarme.

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Buena suerte para llegar al agua, ella vuelve a gesticular con una sonrisa. Es una pequeña escalada. Eso tendrá que esperar unos días hasta que estés estable. Sus palabras son extrañas, y estudio mis alrededores por primera vez desde que me desperté. Los colores siguen aquí. No estaba seguro si eran parte de mi sueño, pero el verde que se desborda de las paredes de la cueva no se está desvaneciendo ahora que estoy despierto. ¿Qué es este lugar? Es un jardín, dice ella. ¡Tengo tanto que contarte! Li-lah se inclina hacia adelante para ahuecar mi cara, irradiando felicidad. Su sonrisa no se desvanece, y al momento siguiente, presiona su boca contra la mía. Los labios calientes y dulces rozan los míos y luego su lengua se sumerge en mi boca ansiosa y expectante. Su sabor es dulce, y me aferro a ella mientras me besa. He echado de menos esto. Mi khui retumba mostrando su acuerdo en mi pecho, y la necesidad de poseerla crece con cada respiración. Nuestro beso se hace más intenso con cada momento que pasa. La dejo mover su lengua contra la mía, pero cuando se va a alejar, la abrazo y le succiono el labio inferior hasta que está gimiendo, sus pezones rozan contra mi pecho, sus manos enterradas en mi cabello sudoroso. ¿Significa esto que ahora me aceptará como su pareja? Su pequeña lengua está tan ansiosa por mí como yo por ella, y puedo oler el olor caliente de su necesidad entre la fragancia de las plantas. Si me lo permite, la dejaré aquí en esta cueva y la haré mía. Mi paño de nalgas se siente apretado ante la idea de empujar profundamente dentro de ella, y rompo el beso y cierro los ojos, con miedo de perder el control. Su suave gemido en mi oído me hace sudar. “Oh, Rokan. Pensé que te había perdido” Me retiro y estudio su cara. No veo miedo ni ira allí, sólo necesidad. Aunque me duele soltarla, necesito que mis manos hablen. Yo soy tuyo. Siempre estaré a tu lado. Para mi horror, sus ojos están llenos de lágrimas. Sí, pero no escuché. No sabía a qué te referías cuando dijiste que tenías sensaciones con el tiempo. Debí haber escuchado. Por encima de todo. Niego con la cabeza. No lo entendiste. No muchos lo hacen. Pero yo soy tu compañera. Debería entenderlo. Siempre has hecho todo lo posible para entenderme. Soy una imbécil y debí haberme esforzado más. ¿Mi compañera? Una alegría feroz surge a través de mí. Acuno su cara y acaricio las lágrimas de sus mejillas, presionando un beso en su suave boca antes de volver a firmar. ¿Aceptas que eres mi pareja? Casi te pierdo en la avalancha. Me hizo darme cuenta de que no me importa lo que me hace sentir así. Te quiero y quiero estar contigo. ¿Todavía me quieres? Siempre tienes mi corazón. Su sonrisa llorosa es hermosa. Tú también tienes el mío.

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Quiero asegurarme de que entienda lo que significa aceptarme como su pareja. Mi gente se aparea de por vida, Li-lah. La resonancia nos llevará a juntarnos para crear un kit, y debemos permanecer juntos hasta que sea creado. Pero no todos permanecen juntos después. No es común, pero ha ocurrido, y pienso en los infelices padres de Raahosh, y en Asha y Hemalo. No le desearé ese sufrimiento si no quiere quedarse conmigo. Así que agrego, si no me aceptas, no te obligaré a quedarte. Ella niega con la cabeza ferozmente. No estoy segura de estar lista para un bebé, pero sé que no pienso perderte. Si hay un bebé, seremos padres juntos. Yo te amo. Y la próxima vez que tengas un mal presentimiento sobre el clima, haz que te escuche. Sus palabras me reconfortan. Entonces nos aparearemos. Te haré mía ahora. Ella se ríe y niega con la cabeza, con una mirada divertida ante mi sugerencia. Ahora no es el momento. Todavía necesitas descansar y recuperar tus fuerzas. Además, tu cabeza está cubierta con la mierda masticada por otra persona. Me toco la cabeza, mientras ella me pone una venda de cuero sobre la herida. Espero pacientemente hasta que termine, y luego pregunto. ¿Alguien más? ¿Quién está aquí? Es una larga historia. Me pone una mano en el hombro. Una que se puede contar más tarde. Deberías descansar. Le hago signos para decirle, no estoy cansado. Preferiría tocar a mi compañera. Sus ojos brillan y su mano se desliza desde mi hombro hasta mi pecho, lentamente. Muy lentamente. ¿A lo mejor dejarías a tu compañera tocarte? Esa mano tentadora deja mi abdomen, y casi gimo en voz alta de decepción. Presiona su mano contra mi hombro otra vez. Recuéstate de nuevo. ¿Dejar que mi compañera me toque? La idea me llena de placer, pero complacerla a ella es una de mis mayores alegrías. Si no me dejas tocarte ahora, te tocaré el doble cuando sea mi turno. Eso suena a un trato. ¿Ahora vas a recostarte? Lo hago, y sus dedos tiran de los cordones de mi túnica. De repente, estoy ansioso por quitármelo, no sólo porque está sudado, sino porque quiero que me ponga las manos encima. No importa que esta extraña cueva esté sofocantemente caliente, porque mi Li-lah lleva puesta poca ropa, y cuando me toca, siento su piel desnuda frotándose contra la mía. De repente no me importa el calor en absoluto. Termina con los cordones del pecho y luego tira de mi túnica. Levanto mis brazos para que ella me ayude a quitármela, y ese pequeño movimiento me cansa. Tal vez ella tenga razón y yo necesite descansar más tiempo. No me gusta estar tan débil, le digo. Estoy aquí, me gesticula. Yo me ocuparé de ti. Hay un brillo travieso en sus ojos mientras me habla con las manos, y luego sus dedos van a mi cinturón.

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Me recuesto de nuevo, mirándola mientras desabrocha el cinturón y luego desabrocha el taparrabos. Una mano sube por mi vientre, sus dedos trazan el contorno de mis músculos, y mi vara se sacude en respuesta. Ese pequeño movimiento no escapa a su atención, y mientras observo, su mirada se mueve más hacia abajo, y me quita el taparrabos para descubrir mi pene, dura y dolorida, con la cabeza cubierta de gruesas gotitas de semen. Ella hace un sonido complacido en su garganta que hace que mi cola se tuerza y luego levanta la mirada hacia mí. Esta mirada es tan ardiente como el aire que nos rodea, y mientras observo, su mano se enrosca a lo largo de mi miembro. Jadeo siseando entre mis dientes. No puedo dejar de mirar mientras ella desliza sus dedos hacia arriba y hacia abajo a lo largo de mi longitud, sintiendo las crestas y estudiando la textura. Sus dedos trazan una gran vena a lo largo de mi eje, y luego se inclina hacia abajo, y su boca cubre la cabeza de mi pene. Mis manos se flexionan, indefenso. Quiero cogerla de su sedoso pelo y frotar su cara a lo largo de mi eje. Quiero apartarla y besar esa suave y resbaladiza boca. Quiero que me introduzca en su boca de la forma tan escandalosa que ella está sugiriendo. Estoy lleno de necesidades. “Nunca he hecho esto antes”, murmura, mirándome. “Así que dame un toque en el hombro si hago algo que no te gusta, ¿de acuerdo?” ¿Hacer algo que no me guste? Imposible. Pero me obligo a asentir con la cabeza, con la mirada fija en ella. No podía dejar de mirar aunque las garras del cielo descendieran en este momento. Mi mirada está en Li-lah y sólo en Li-lah mientras mueve sus dedos jugueteando sobre mi longitud de nuevo, con su boca cada vez más cerca. Entonces, ella lame una gota de humedad de la punta de mi vara, y siento ese pequeño roce de su lengua a lo largo de todo mi cuerpo. “Sabes bien”, susurra, y su aliento se desliza sobre mi sensible piel. “Puede que tenga que hacer esto más a menudo” Se me atraganta un gemido de necesidad cuando sus labios se cierran sobre la cabeza de mi eje. Observo como ella me arrastra más profundamente en su boca, su lengua arrastrando a lo largo de mi cuerpo. Nunca me había sentido tan bien. Quiero tocarla, enterrar mis manos en su pelo, pero tampoco quiero distraerla de su tarea. No cuando está lamiendo y succionando cada parte de mi vara. Mi khui está sonando fuerte, su canción coincide con la del de ella, y puedo sentir sus suaves vibraciones a través de su boca y su lengua mientras succiona mi longitud. Sus dedos juguetean con mi espolón, explorándolo incluso mientras lame mi longitud. Tengo que cerrar los ojos. Si no lo hago, me derramaré en su boca y en esa encantadora lengua rosada que incluso ahora está trazando provocativos círculos en la cabeza de mi polla. Me lo imagino y estoy a punto de arruinarlo. Aprieto mis puños y aprieto uno en mi frente, forzándome a no tocarla. Dejo que ella me ponga la boca sobre mi miembro, y yo soportaré con gusto todo lo que ella me ofrezca. Pero mi amiga es tramposa. Estoy tan concentrado en su boca deslizándose sobre mi longitud que no estoy prestando atención a sus manos. Ella toma la punta de mi cola, y Página 144 de 183

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antes de que pueda darme cuenta de lo que está haciendo, la acaricia con sus dedos, igual que ha acariciado mi espolón. Mis ojos se abren. Miro como ella levanta su boca de mi polla para lamer el extremo de mi cola. Y es tan sensible como mi espolón. Todo mi cuerpo se sacude en respuesta. Le puse una mano en el hombro para detenerla, para advertirle que se alejara porque estoy a punto de perder el control. Li-lah me mira, y cuando sacudo un poco la cabeza y empiezo a hacer gestos, la mirada en su cara se vuelve traviesa. Su boca desciende sobre mi polla de nuevo y ella aspira, fuerte. Y yo me corro. Por toda su lengua y sus labios, en su boca caliente y succionadora. Es impresionante. Me ha robado el aliento de mis pulmones, así como mi corazón lo ha sido de mi pecho. No soy digno de una pareja tan perfecta. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 18 LILA

A pesar de que Rokan parece que está mejor, hago que se "relaje" en la cueva del jardín durante dos días más. Al menos, esa es la idea. Necesita descansar y recuperar las fuerzas. No estoy segura de que el hombre sepa cómo relajarse, en realidad. Trato de cansarlo con mamadas (que, de acuerdo, son mucho más divertidas de lo que esperaba), masajes en la espalda y siestas. Hace lo mejor que puede por ayudarme, construyéndome nuevas raquetas de nieve con algunas de las enredaderas más gruesas y secas, volviendo a unir los cueros desgarrados e incluso bajando al estanque de agua que hay debajo de nuestra acogedora cornisa para bañarse. Su incapacidad para quedarse en la cama me está volviendo loca, pero supongo que no puede evitarlo. Yo soy de la misma manera. No hay necesidad de hacer fuego en esta cueva, es demasiado húmeda y cálida. Me recuerda un poco a una sauna, lo que es bastante agradable en mi opinión, incluso si Rokan se queja del calor. Supongo que la temperatura es más 'humana' que sa-khui. Como no hay fuego, no hay necesidad de derretir el agua, y las plantas nos han proporcionado mucha comida. Hay todo tipo de frutas y melones, y algunas plantas de aspecto tuberculoso que saben a almidón y terriblemente picantes, pero que probablemente se cocinarán bastante bien. A Rokan le gusta la fruta, pero está perplejo; nunca la había probado antes. Me hace pensar en esta pequeña cueva. Si estas plantas no le son familiares, ¿se subieron a la nave espacial con sus antepasados y se derramaron de la parte rota de la nave metida en el hielo y la piedra que hay sobre nosotros? ¿Es por eso que sólo crecen aquí? ¿O es que esta fisura está lo suficientemente caliente como para permitir que estas plantas florezcan cuando todo está helado afuera? De cualquier manera, agregan un poco de variedad a nuestra dieta, y tengo cuidado de racionarlo, guardando las semillas cuando puedo. Mi amigo tuerto no ha vuelto. No puedo decir que me sienta triste, porque pienso en sus gestos posesivos hacia mí, y en sus constantes intentos de hacerme abandonar a Rokan. Pero salvó a mi compañero, así que aún me siento agradecida. Quiero dejar suficiente fruta para él también, en caso de que vuelva. Rokan no me cree al principio cuando digo que la criatura - un metlak, le llama - me gesticuló. No cree que sean inteligentes. Quizás no estén a nuestro nivel, pero está claro que el yeti sabía mucho más de lo que Rokan le atribuye. Sin embargo, no se lo discuto. Espero que el yeti no vuelva a aparecer nunca más. Tal vez vaya a casa y encuentre una buena Sra. Yeti para cumplir sus sueños peludos. No soy chica para él. El tercer día de nuestra estancia en la cueva del jardín, la cabeza de Rokan ya no le duele, y es hora de volver a la Cueva de los Ancianos. Estoy un poco desgarrada - nuestra cueva aquí es tan bonita y cálida, y me encanta la fruta. Pero Rokan está incómodamente caliente, y todas nuestras cosas siguen en la Cueva de los Ancianos. Además, las cornisas aquí son estrechas, lo que significa que es difícil para mí dormir junto a Rokan sin miedo de que alguno de nosotros se caiga de la cornisa y se meta en la piscina de más abajo. Página 146 de 183

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Y está claro para mí que Rokan está muy ansioso por que tengamos sexo. Y la Cueva de los Ancianos parece ser el mejor lugar para eso, con nuestras pieles limpias, un fuego ardiente y mucho espacio para revolcarse. Vale, yo también estoy bastante ansiosa por eso, lo admito. Hemos jugado mucho y he explorado cada centímetro de Rokan con mi boca en los últimos días porque él ha estado `recuperándose', pero estoy deseando ser suya en todos los sentidos. Regresaremos a la Cueva de los Ancianos por uno o dos días, recogeremos nuestras cosas y luego iremos a la Cueva Tribal para reunirnos de nuevo con el resto del grupo. Por alguna razón, estoy nerviosa por eso. Si Rokan siente mi nerviosismo, no lo comenta. Me ayuda a vestirme para volver a salir a la nieve, sacudiendo su cabeza sobre mis trenzas mojadas, que seguramente se congelarán, o mis pieles, que probablemente van a hacer lo mismo después de estar en el calor húmedo de la cueva durante varios días. Él frunce el ceño cuando descubre que he cargado mi mochila con fruta fresca de las viñas cargadas, declarando que es demasiado pesada para que mi "pequeño cuerpo humano" la lleve, y la carga él mismo. Luego, sujeta mis nuevas y frágiles raquetas de nieve mientras trepamos con cuidado fuera de la cueva y volvemos a la ráfaga de frío invernal que es el valle de afuera. Hay una manada de criaturas tipo poni cerca, pero no tenemos lanzas, sólo nuestros cuchillos de hueso. Esperaran a otro momento, me dice Rokan. Luego, llegamos al fondo del valle y me pongo mis raquetas de nieve. Rokan sujeta la capucha de mi capa, preocupándose por mí, y luego me frunce el ceño. Pareces infeliz. ¿Qué te preocupa, mi compañera? Sólo estoy pensando. ¿Sobre qué? ¿El futuro? ¿Qué pasará después con nosotros? He pasado tanto tiempo planificando el futuro que es raro parar y darme cuenta de que no tengo un gran plan para lo que viene después. Se inclina para darme un beso en la frente, luego me dice: Recogeremos nuestro equipo en la Cueva de los Ancianos y luego te pondré un kit en el vientre. Sus ojos brillan ardientes al pensarlo. La mirada que me está disparando me hace sentirme inquieta, aunque sus palabras sean un poco, bueno, contundentes. Por supuesto que está enfocado en la resonancia y en que nosotros estemos juntos. Admito que también me está consumiendo los pensamientos, y todos mis sueños han sido bastante sucios últimamente. Quiero decir cuando lleguemos a tu cueva tribal, se lo diré. Me preocupa lo que vaya a pasar. Todo el mundo estará contento de que estés sana y salva en casa, me dice. En cuanto a cómo será, habrá una celebración con muchas canciones y el sah sah favorito de mi padre. Mi hermano Aehako será muy ruidoso y bullicioso, para diversión de su compañera. Mi madre tratará de alimentarte todo el tiempo. Y trataré de meterte en mis pieles todo el tiempo. Su cola se enrosca alrededor de mi pierna, presionando contra mi muslo como una secreta promesa. Aunque primero tendremos que mudarnos de la cueva de mi madre. Página 147 de 183

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Me río de eso. ¿Todavía vives en casa con mamá y papá? ¿Cuántos años tienes? Se encoge de hombros. No hay mucho espacio en las cuevas. Los cazadores que no se aparean viven juntos. Las cuevas privadas están reservadas para las familias. Oh. No sé cómo me siento al respecto. Pienso en pasar los próximos años viviendo en la parte de atrás de la cueva de otra persona y una sensación de zozobra se enrosca en mis entrañas. ¿Dónde caeremos? ¿Caeremos? ¿Tendremos nuestra propia cueva? Sí. Toca mi vientre plano. Voy a llenar esto, y vamos a hacer una nueva cueva junto con muchos kits. Eek. Se habla mucho de llenarme. Me horrorizaría la crudeza de sus palabras si no estuviera tan entusiasmada con ese pensamiento. Se inclina y frota su nariz contra la mía. Además, tengo diez manos de edad. ¿Cuántas tienes tú? Eso me hace farfullar. ¿Tus manos o las mías? Mis manos, por supuesto, me dice con una arrogante inclinación de cabeza. Tienen el número correcto de dedos. ¿Tienes 40 años? ¡Mierda, Rokan! ¡Eso es viejo! ¿Lo es? Parece divertido. Pensé que éramos de cierta edad. ¡Tengo veintidós! Frunce las cejas. Muy joven. ¿Cuánto viven los humanos? No lo sé. ¿Setenta u ochenta años? Él me mira alarmado ante eso. Mi madre tiene cien estaciones brutales de edad. Extiende la mano y me da golpecitos en el pecho. Tienes suerte de tener un khui, entonces. Te mantendrá saludable por mucho más tiempo del que lo haría tu mundo humano. Mi gente vive para ser muy vieja. Vadren ha visto ciento sesenta y dos temporadas brutales y sigue siendo ágil en la caza. Me quedo boquiabierta con él. Mierda. Ciento sesenta y dos años de edad. Supongo que los 40 no son tan viejos para su gente después de todo. Rokan no parece tener cuarenta años. Como él dijo, es casi como si tuviéramos la misma edad. ¿Cuántos años tienen tus hermanos? Aehako tiene 27 años. Es joven, pero es un buen cazador. Tiene una pareja y un kit. Mi otro hermano, Sessah, tiene dos manos y media de edad. ¿Su madre de cien años tiene un hijo de diez años? Esto es una locura. Tal vez lleguen a la madurez y dejen de envejecer por mucho, mucho tiempo. ¿Quién sabe? Recuerdo a Aehako Página 148 de 183

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de nuestro grupo de rescate y parece tener la misma edad que Rokan, no quince años más joven. Supongo que entre veinte y ochenta años, no hay mucha diferencia para esta gente. Qué extraño. ¿Y qué va a pasar con el lenguaje? Le pregunto, confesando esa otra parte de lo que me preocupa. No puedo hablar con nadie. Él frunce el ceño. Lo harás. Los demás vendrán a la Cueva de los Ancianos y aprenderán el lenguaje de las manos. ¿Y qué les disparen con láser en el cerebro? Me preocupa que se equivoque en eso. ¿Cómo sabes eso? Porque cuando la pareja de Vektal y sus compañeras llegaron, no podían hablar nuestro idioma. Aprendimos su idioma en la Cueva de los Ancianos y ellas aprendieron el nuestro. ¿En qué sería diferente? Él hace que suene tan simple, pero aún así me siento incómoda. Hasta que recibí mi implante coclear, siempre me sentí aislada, con Maddie traduciendo para mí cuando alguien tenía que hablar conmigo. Estaba limitada en cuanto a con quién podía hablar, y era horrible. He estado bien, en su mayor parte, sin mi implante, pero me preocupa estar aislada de nuevo. Pero Rokan no me mentiría. Por otra parte, me pregunto si Rokan se da cuenta de lo egoístas que pueden ser algunas personas. ¿Qué tan fácil es hablar por encima de alguien? No quiero que me dejen fuera, le digo. O ser una carga. Parece sorprendido ante esa idea, como si nunca se le hubiera pasado por la cabeza. ¿Por qué serías una carga? ¿A causa de que no puedo oír cuando me hablan? Él frunce el ceño. Tienes muchas palabras que decir. No es tu culpa que no sepan hablar con las manos todavía. Es fácil de aprender, así que no hay excusa para que no te reciban como parte de la tribu. Dulce hombre. Y eso es por lo que te amo. Sus ojos brillan de emoción. Guarda tus palabras de amor para cuando estemos junto al fuego, o voy a arrojarte a la nieve y poner mi polla en tu coño incluso ahora. La mirada en su cara hace que parezca que piensa que es una buena idea en este momento. Eeep. Siento un rubor caliente que me arde en las mejillas. Estoy bastante segura de que si nos apareáramos aquí, ahuyentaríamos a los ponis. Además, estoy pensando en mi acosador yeti. Volvamos a la cueva, ¿de acuerdo? Para que puedas conquistar a tu mujer correctamente. Toma mi mano en la suya y nos dirigimos a la Cueva de los Ancianos. ∗∗∗∗∗∗∗

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El camino de vuelta a la Cueva de los Ancianos parece ridículamente corto, comparado con la enorme distancia que parecía cuando Rokan estaba inconsciente. Llegamos en poco tiempo, y tengo que admitir que estoy contenta de ver la cúpula lisa y nevada del lugar a medida que se eleva a la vista. Hay una tormenta que se está levantando -porque por supuesto que la hay- y una ligera nevada está cayendo del cielo. Hemos recogido un poco de combustible - en su mayoría caca de poni seca - durante nuestra caminata, pero espero que haya suficiente combustible en la propia nave para que podamos quedarnos en ella esta noche y relajarnos. Y luego siento que mis mejillas se calientan, porque por supuesto que no estoy pensando en relajarme. Estoy pensando en tener sexo con Rokan. Deslizándonos bajo las pieles juntos, los cuerpos desnudos, y simplemente haciéndolo. Finalmente sellando el trato. Dejando que me deje embarazada. Nunca he tenido relaciones sexuales, y mucho menos un hombre que se me ha metido dentro sin protección, y estoy nerviosa y emocionada por ello. Mi pecho ha estado ronroneando a una milla por minuto todo el día, y Rokan me ha estado enviando miradas acaloradas todo el día, así que sé que está pensando en lo mismo. Sin embargo, cuando nos acercamos a las puertas de la Cueva de los Ancianos, me sorprende ver nuevas y recientes huellas que remueven la nieve en la entrada. Rokan las señala al mismo tiempo que yo las veo. Alguien está aquí, me dice. ¿Quién? ¿Alguien de tu tribu? O el metlak que encontraste. Se adelanta, saca el cuchillo, haciendo un gesto para que espere detrás de él. Mierda, ni siquiera había pensado en el Metlak. Saco mi propio cuchillo, esperando que no sea mi 'amigo' de antes. Algo me dice que no estaría contento de volver a ver a Rokan. “Ten cuidado”, susurro mientras entra. Me quedo al final de la rampa mientras él desaparece dentro, preocupado. Probablemente sólo sean los amigos de su tribu que vienen a controlarnos, considerando que hemos estado fuera por un tiempo. Seguramente eso es todo. Impaciente, espero a que venga y me dé la señal de que es seguro entrar. A medida que pasa el tiempo, me pongo un poco más nerviosa. ¿Por qué tarda tanto? ¿Está bien ahí dentro o hay una pelea que no puedo oír? ¿Está pasando algo? Justo cuando pienso que ya no lo soporto más, aparece una figura robusta entre las sombras y atraviesa la puerta y baja la rampa. La capucha de piel es empujada hacia atrás y luego veo cabello rubio brillante y una cara redonda y radiante. Es Maddie. Empujo mi daga dentro de su vaina y luego corro hacia adelante lo mejor que puedo con mis raquetas de nieve, con los brazos abiertos. “¡Maddie!” El flequillo de mi hermana está muy crecido y cubre su cara, casi ocultando el nuevo y brillante azul khui de sus ojos. Su cara se ve más delgada, pero la sonrisa es totalmente de mi hermana y ella se ve saludable y completa, y tan salvaje como yo.

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A medida que se acerca, la abrazo y lloro lágrimas de alegría en su enredado cabello. Ha pasado tanto tiempo desde que la vi, y han pasado tantas cosas. Sabía que estaba a salvo, y sabía que estaba cerca, pero verla lo pone todo en primer plano, y no puedo evitar llorar un poco. Vale, quizás mucho. Pero es un buen llanto. Maddie retrocede y estudia mi cara, sus ojos relucientes y brillantes con sus propias emociones, y luego da un paso atrás. Me revisa como si se asegurara de que estoy de una pieza y no he sido maltratada. Típico de Maddie, siempre ha sido mi protectora. Entonces ella sonríe y dice mediante señales, ¡Señor, mírate! Bueno, mírate a tí, le gesticulo como respuesta. ¡Pareces uno de ellos! ¡Tú no eres la indicada para hablar! ¡Tus ojos son tan repulsivos! ¿Como si los tuyos fueran mejores? Me río, porque las dos tenemos ojos brillantes y aterradores ahora. Es parte de la cosa khui. Ni siquiera me importa que lo diga, ¿porque ver sus ojos sin blancos? Eso también me está desconcertando. A mí me parece muy extraña, así que claro que a ella le parezco extraña. Me costará un poco acostumbrarme. Me hace girar y luego no puedo dejar de reírme. La abrazo de nuevo, y se siente tan bien tener a mi hermana a mi lado. Es como si un pedacito de hogar se hubiera instalado y hecho que todo en el planeta de hielo encajara. No importa dónde me encuentra. ¿Si Rokan está a mi lado y mi hermana está aquí? Este es un hogar como en cualquier otro lugar. Puedo ser feliz en este extraño mundo nuevo. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 19 LILA ¿Qué estás haciendo aquí? Pregunto a mi hermana, una vez que la sorpresa inicial por su llegada ha desaparecido. Se ve saludable - un poco desaliñada, tal vez, y parece que ha perdido algo de peso, pero ¿por lo demás? Se ve muy bien. Y se ve muy feliz de verme, lo que me hace sentir culpable. ¿Por causa de mi primer instinto al ver que mi hermana está aquí? Decepción. Ahora Rokan y yo no tenemos privacidad para cumplir con nuestra resonancia. Me convierte en una mala hermana, porque aunque estoy encantada de ver a Maddie, también me siento frustrada porque su puntualidad sea tan inoportuna. ¿No podría haber aparecido mañana? Mañana, me habría alegrado de verla. Por otra parte, supongo que es bueno que ella no se haya presentado mientras estábamos debajo de las mantas y abrazados el uno al otro. Eso debería contar con mis bendiciones. Ella hace gestos, y yo me obligo a prestar atención. Farli y yo salimos ayer, dijo ella. Este lugar no está lejos de la cueva, así que pensamos en dar una vuelta por aquí y saludar. ¿Te escapaste? Pregunto. Eso suena un poco inquietante. Si. No estamos prisioneros, por supuesto, pero la tribu pensó que debíamos darles algo de espacio. Pone los ojos en blanco. No se dan cuenta de que eres mi hermana y que nos necesitamos la una a la otra. Sus palabras me llenan de culpa. La he echado de menos, pero han pasado muchas cosas. Mi hermana, en su típica forma obstinada, ha ignorado los consejos de la tribu -buenos consejos, también- y decidió venir a buscarme por su cuenta. Ignoro la puñalada de frustración que siento. Maddie me ama y tiene mis mejores intereses en el corazón. Ella se preocupa por mí. ¿Cómo podría saber que me ha ido bien sin ella? ¿Que he estado disfrutando de la libertad que Rokan y yo tenemos para ir a cazar y hacer lo que queramos? ¿Que sus lecciones sobre cómo cuidar de mí misma han sido estimulantes y que cada día me siento más fuerte y más capaz? ¿Que iba a sugerirle que nos quedáramos en la Cueva de los Ancianos una semana más o menos, porque no estoy preparada para unirme a la tribu? Pero Maddie no sabe nada de eso. Para ella, yo soy la asustada y llorona hermanita. Siempre lo he sido. Sólo sonrío y aprieto sus manos brevemente. Me lanza una mirada regañona y vuelve a hacer señas. Por supuesto, entonces llegamos aquí y tú no estabas aquí. ¿Adónde fuisteis? Es una larga historia, le digo, gesticulando hacia la nave e indicando que deberíamos entrar.

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Rokan se lastimó y tuvimos que quedarnos en una cueva unos días mientras su cabeza mejoraba. Yo... Me agarra de las manos y me impide hacer señales. ¿Te encuentras bien? ¿Tenemos que hablar? Estoy desconcertada por la mirada seria y preocupada en su cara. Estoy bien. ¿Te encuentras bien? Me hace señas para que no me preocupe. La tribu es agradable, aunque un poco demasiado servicial y Brady Bunch. Quiero decir, ¿estás bien? Primero ese cavernícola Hassen te robó, y luego regresa sin ti, y pensé que iba a perder mi mierda con todos ellos. Pero entonces Hassen dice que resonaste en Rokan y que eres su compañera. ¿Sin siquiera preguntar? Es una estupidez. ¿Tenemos que huir? La mirada en su cara es mortalmente seria. Tengo algo de comida y armas. Si lo dices, nos largamos de aquí. Podemos averiguar cómo sobrevivir juntas. No tienes que ser la pequeña esposa de nadie. ¿Pequeña esposa? ¿Qué demonios...? Amo a Rokan, le digo. No, esa es la resonancia que habla, dice ella poniendo los ojos en blanco. Me lo contaron todo sobre esto. No te da opción. Te obliga a pensar que le amas porque quiere que tengas sus bebés. No tienes que caer en esta mierda, lo prometo. Encontraremos una forma de romper la resonancia. No me estoy enamorando por que sí. No importa si fue mi elección o no. Tal vez no lo fuera al principio, pero ahora le amo. Quiero estar con él. Es bueno conmigo. A ti también te gustará. Él es maravilloso. Maddie mira escéptica. ¿Tan maravilloso que te robó del primer tipo? No, él me rescató. Hay una gran diferencia. Lo que sea. ¿Te embarazó? Ahora me estoy enfadando con mi hermana. Tiene buenas intenciones, pero tiene toda la sutileza de un huracán y no parece entender que puedo estar enamorada de Rokan. Todo lo que ve es que los sa-khui son el enemigo. Aún no, y esa es una pregunta personal. Hay dolor en su rostro. Soy tu hermana, gesticula con movimientos rudos y bruscos, molesta. ¿Qué se supone que debo pensar cuando te secuestran y te quedas con un tipo hasta que te deja embarazada? ¿Cómo se supone que voy a manejar eso? Aprieta los puños y luego sigue haciendo señas. Sé que estamos atrapadas aquí por ahora, pero podemos escapar, lo prometo. No tienes que quedarte con él. Tú... Puse mis manos sobre las suyas, calmando su frenética señal. “Le amo”, le digo. “Estamos juntos. Eso es todo lo que hay”. Hay un destello de dolor en su cara, y ella asiente lentamente. Ella saca sus manos de las mías. De acuerdo. Lo haremos a tu manera por ahora. Gracias. El Huracán Maddie ha sido evitado de momento. Hago un gesto a la entrada de la nave. ¿Vamos a unirnos a los demás? Página 153 de 183

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Maddie está callada cuando entramos en la nave, y tiene un brazo protector en mi cintura. No me resisto, pero me irrita un poco. Puedo cuidarme sola, pero ella actúa como si necesitara ayuda para subir una rampa nevada. ¿En serio? De repente, se siente como si hubiera un abismo enorme entre nosotras - ella quiere que yo sea la pequeña Lila asustada, creo, porque eso la deja ser la gran y mala Maddie. Pero no necesito una protectora. Puedo cuidar de mí misma, y eso me hace sentir fuerte. Capaz. Pero ya no necesito que mi hermana sea mi protectora más, y me pregunto cómo eso la hará sentir. Cuando entramos en la nave, Rokan está allí, con los brazos cruzados y hablando con una chica. Ella es como un pie más alta que yo y tiene brazos y piernas delgadas y desgarbadas. Su pecho es tan plano como el de Rokan, pero sus rasgos son como una delicada versión femenina del suyo. Su largo cabello negro está trenzado en una intrincada serie de bucles decorados con bandas de colores, y sus cuernos son una delicada versión de los mas grandes y arqueados de él. No puedo dejar de mirarla. Es la primera mujer alienígena que he visto, y no tenía idea de que se vería tan diferente. Es fascinante ver los grandes y fuertes rasgos de los sa-khui en una delicada cara femenina, y mientras Rokan dice algo, ella se ríe, charlando con él, y por un momento, parece muy, muy joven. Es una adolescente. Cielos, es una adolescente enorme. Eso no debería ser sorprendente dado que todos los extraterrestres son enormes, pero aun así me sorprende. Ella me mira y sonríe con entusiasmo. Para mi sorpresa, ella empieza a hacer señas. Hola, soy Farli. Ella deletrea su nombre con cuidadosa precisión. ¿Aprendiste el lenguaje de señas? Pregunto, sorprendida. Su sonrisa vacila y mira a Maddie. Mi hermana gesticula, Farli quería aprender a saludarte, así que le enseñé. Eso es todo lo que sabe hasta ahora. Le dije que podía aprender el lenguaje manual de la Cueva de los Ancianos, añade Rokan. Está ansiosa por aprender. Maddie mira los gestos de Rokan, frunciendo el ceño. Me mira con curiosidad. Le enseñé el lenguaje de señas al ordenador, le digo a ella. Y luego hice que le enseñara a él para que pudiéramos hablar. Oh. Supongo que has estado ocupada. Me río de eso y gesticulo, Ocupada es un eufemismo. Un poco. Rokan se me acerca, sus movimientos son fáciles y fluidos, y puedo sentirme ronroneando mientras él se acerca a mí. Por un momento, creo que me va a levantar en sus brazos, al estilo de una princesa, y me pondré colorada. Pero sólo me toca la mejilla, y luego me dice: Como tenemos visitas, iré a la bodega cercana a buscar carne fresca para que haya suficiente para comer. Tienen comida, señalo. Y aún te estás recuperando. ¿Cómo está tu cabeza?

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Mi cabeza está bien. Y me dará algo que hacer. No tardaré mucho. Me da una mirada tímida y me toca la mejilla de nuevo. ¿Lo has entendido? Creo que lo sé. Nuestra cita sexy que estábamos planeando ha sido interrumpida por mi hermana y su amiga. Es sólo una excusa para poder retirarse un rato mientras charlan con mis manos. Ve, le digo. Empezaré un fuego. Traeré más combustible. Me da un beso ligero, tierno y lleno de promesas y me mira a los ojos, luego suspira pesadamente y sale por la puerta. Le veo salir, con el cuerpo dolorido y los pezones apretados bajo mi túnica. Tío, nuestras visitantes realmente han elegido el peor momento. Me vuelvo hacia mi hermana y Farli. ¿Le ahuyentamos? pregunta Maddie, con una mirada escéptica en su cara. "Por ahora, sólo estaremos nosotras", digo en voz alta y gesticulo también. "Va a conseguir comida." El interior de la cueva - es curioso cómo estoy empezando a pensar en la nave accidentada como en una cueva ahora - está un poco más desordenado que cuando lo dejamos, y se lo atribuyo a Maddie, que es un poco descuidada. El fuego se reduce a nada más que a carbón, así que me acerco a él y empiezo a avivarlo más alto, alimentándolo con combustible. En unos momentos, tengo un fuego alegre y rugiente una vez más, y puse el trípode y preparo un poco de té. Me siento y la mirada que me echa Maddie es como si me hubiera crecido una segunda cabeza. ¿Qué? Pregunto. ¿Cómo has hecho eso? He estado aprendiendo como cuidarme de mí misma, le digo. Ahora puedo cazar y poner trampas también. No soy muy buena en eso todavía, pero consigo mejorar día a día. Ella parpadea. Oh. Esto no es como en nuestra casa. He estado intentando aprender todo lo que puedo. ¿Y tú? ¿Lo has hecho? Aprendí que si me presento en el fuego todas las mañanas, alguien me dará de comer. ¿Eso cuenta? Resoplo y echo un vistazo a Farli, que nos observa mover las manos con una expresión fascinada. Deberíamos incluirla en la conversación. Sé lo que se siente al ser excluido. Por supuesto. Va a querer aprender el idioma. Todos en la Cueva Tribal han estado tratando de aprender lo básico para poder hablar contigo. Les he estado enseñando las cosas fáciles, pero hay mucho por enseñar aún. Tengo que parpadear unas lágrimas repentinas. Eso es tan dulce e inesperado. ¿Lo han hecho? ¿Están aprendiendo el lenguaje de señas para hablar conmigo?

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Ella asiente con la cabeza. Están muy emocionados por conocerte. Las mujeres son muy amables. Aunque no hay muchas chicas alienígenas. Dos mujeres mayores, dos de nuestra edad, y Farli aquí. Todas las demás mujeres son humanas. Recuerdo que Rokan dijo algo sobre eso y asiento distraídamente. Miro hacia la entrada, pero no hay señales de mi compañero. Me froto mi ronroneante pecho. Es raro decir 'compañero' y que no me resulte un gran problema. Se siente bien. Natural. No estaba mintiendo, lo sabes, dice Maddie. Si quieres irte, me iré contigo. No importa adónde vayamos mientras estemos juntas. Podemos esperar a que Farli se distraiga, tomar los paquetes y salir de aquí. Rokan se ha ido ahora mismo, así que es el momento perfecto. Miro a mi hermana. ¿No me cree cuando digo que soy feliz? No voy a dejar Rokan. Es mi compañero y le amo. De hecho, se lo estaría demostrando ahora mismo si ella no hubiera aparecido hoy. Maddie, este es nuestro hogar ahora. No tiene por qué serlo! ¡Hay dos naves estrelladas que hemos visto hasta ahora! Eso no significa que no haya más! Podemos tratar de encontrar un camino a casa... No quiero volver a casa. La gesticulación hacia ella se siente cruel. Furiosa. ¿Por qué crees que odio estar aquí? ¡Porque yo lo hago! Se golpea con las manos en el pecho. ¿Cómo puede gustarte este lugar? ¡Mi trasero se congela todos los malditos días! ¡No hay baños de verdad! ¡Nada de teléfonos! ¡Sin duchas! ¡Sin queso! ¡Nada de patatas fritas! ¡Nada, nada, Lila! ¡Estamos renunciando a todo! Así que hemos renunciado a algunas comidas y a las vacaciones en la playa. Yo he ganado mucho... ¡Estás sorda otra vez, Lila! ¿Cómo puedes sentarte ahí y decirme que prefieres esto? Me estremezco ante sus palabras. La mirada de Farli se mueve entre nosotros, de un lado a otro, una expresión incómoda en su rostro. Lo siento, Maddie gesticula cuando sigo en silencio. Sabes que no quise decir eso. Soy sorda, respondo. ¿Crees que no me he dado cuenta? Mi hermana hace una expresión infeliz y yo niego con la cabeza, continuando. ¿Pero sabes qué más he notado? Eso no cambia lo que soy. Puedo hablar contigo. Puedo hablar con Rokan. Soy tan capaz como cualquier otro en este planeta. No me está reteniendo, Maddie. Puede que pienses que es horrible, pero siento que puedo aceptar mi falta de audición por primera vez en mi vida. Eso no cambia lo que soy. Soy la misma persona, tenga o no el implante. Eso no me define. Lo sé, Lila. Eso ya lo sé. Sabes que te quiero. Yo también te quiero, Maddie, pero me encanta estar aquí. Me encanta Rokan. Me encanta todo esto y me parece emocionante. Quiero seguir aprendiendo y fortaleciéndome. Y lo siento si no te gusta estar aquí, pero eso no significa que quiera irme. No hay nada en la Tierra que pueda compararse con lo que tengo con Rokan. Nada. Dejo caer las manos, hecho. Página 156 de 183

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La boca de Maddie tiembla y asiente lentamente. Vale. Supongo que tendremos que estar de acuerdo en no estar de acuerdo. Se levanta de su asiento junto al fuego y se aleja a toda velocidad. Entra por las puertas dobles que conducen al otro extremo del barco y desaparece de la vista. La veo irse, triste. Odio que esto se interponga entre nosotras. Maddie se siente desgraciada, está claro. Nunca ha sido una gran fanática del frío, y tal vez no se lleva muy bien con la tribu. No sé lo que es. Pero incluso si tuviéramos elección, elegiría quedarme aquí con Rokan. Incluso ahora, estoy ansiosa de que se haya ido tanto tiempo. Farli agita una mano para llamar mi atención. Le doy una pequeña sonrisa. Eso tuvo que ser incómodo para ser testigo. “Siento todo esto” Señala a la pantalla del ordenador que todavía muestra el mapa que dejé hace unos días y dice algo. Creo que quiere aprender el lenguaje de signos. “Claro”, le digo. Más vale que sí. Va a pasar un tiempo antes de que mi hermana regrese de dondequiera que se haya ido, y alguien tiene que estar aquí para atrapar a Farli cuando se desmaye. ∗∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN Soy lento para llegar al almacén. Siento como si mi fuerza estuviera en un punto bajo, pero al menos mi cabeza no me duele. Me tomo mi tiempo, escogiendo mis pasos con cuidado al caminar, porque mi pareja se molestaría mucho si me hiciera daño. Y luego no puedo evitar sonreír para mí mismo. Mi compañera. Li-lah es mi compañera. Ella me ha aceptado. Todo lo que necesitamos es un momento de tranquilidad y la reclamaré como mía. Con Farli y la hermana de Li-lah, Mah-dee aquí, ese momento tranquilo se ha retrasado, y mi dolorido pene no quiere esperar otro momento para llevársela. Ahora que estoy tan cerca de una resonancia satisfactoria, mi cuerpo lo anhela aún más. Sin embargo, no quiero volver a tomarme con las manos. No cuando está tan cerca y dispuesta. Cuando vuelvo a la cueva, mi Li-lah se sienta cerca del fuego, sola. Farli se extiende sobre las pieles, inconsciente, y Mah-dee no está a la vista en ninguna parte. Los ojos de Li-lah están rojos, pero sonríe cuando vuelvo. ¿Qué ha ocurrido? Mi hermana está enfadada, me dice. Esa siempre está enfadada, pero no lo digo en voz alta. ¿Qué puedo hacer para ayudar? Li-lah se levanta y viene a mi lado y me abraza con sus brazos, presionando su mejilla contra mi pecho. “Sólo sé tú y ámame como lo haces”. Le acaricio el pelo. Yo puedo hacer eso. ∗∗∗∗∗∗∗

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ES UNA TARDE EXTRAÑAMENTE TRANQUILA. Li-lah no está muy habladora, prefiere perderse en el trabajo. Ella insiste en que siga con sus lecciones, así que la corrijo mientras raspa la piel de la bestia de plumas que he traído para comer. Ella hace un guiso de la mitad de la carne, dejando que el resto se descongele en piedras para mí y Farli, que prefieren nuestra comida cruda. Mah-dee finalmente emerge de su escondite, su boca en una línea firme e infeliz. Ella abraza a Li-lah y se une a nosotros junto al fuego, pero está claro que no está contenta. Farli se despierta un poco más tarde, y comienza a hacerle señas a mi compañera, probando el nuevo idioma. Habla con sus manos lo suficiente como para distraernos a todos, y la noche está llena de preguntas de Farli y de las respuestas pensativas de Li-lah. Farli nos informa de lo que está pasando con la tribu desde que nos fuimos. El bebé de Shorshie y Vektal, Talie, tiene su primer diente. La barriga de Claire ha crecido el doble de tamaño de la noche a la mañana. Leezh lleva otro kit. Jo-see y Haeden pasan la mayor parte del tiempo juntos en su cama, para diversión de la tribu. ¿Y Hassen? A Hassen se le ha dado un leve exilio. No tiene pieles de bienvenida en ninguna de las cuevas, hasta que las nieves sean demasiado brutales para que pueda salir a cazar. Vektal se ha ablandado y le ha impuesto un castigo ligero. Farli me dice que la tristeza y el remordimiento de Hassen es tan grande que es difícil castigarle más. ¿Qué puede ser más duro para él que perder a Li-lah? No sé si estoy de acuerdo, pero sospecho que hay otras razones por las que mi jefe no echaría a Hassen por completo. El exilio no funcionó en Raahosh, de todos modos, porque su obstinada compañera simplemente trató de seguirle. Pero se lo preguntaré a Vektal. Todavía estoy enfadado porque Hassen le hizo algo tan peligroso a mi Li-lah. Debe haber algún castigo. Pero esos son pensamientos para otro día. Esta noche mi atención está en mi compañera. Aunque Mah-dee esté en silencio, hablar con Farli ilumina el corazón de Li-lah. Me doy cuenta por sus movimientos rápidos y ligeros y por la forma en que sus ojos brillan. Para cuando comienza a bostezar, su dulce sonrisa ha regresado. Duerme, declaro después de que Li-lah bosteza cuatro veces seguidas. Todavía habrá palabras que decir por la mañana y debemos regresar a las cuevas de la tribu. Os estarán buscando a las dos, les digo a Farli y a Mah-dee. Farli pone los ojos en blanco. ¡Sé cómo cuidarme! Sí, pero tu madre es como la mía, y la mía todavía se preocupa por mí a mi gran edad. Farli resopla, pero luego mi Li-lah bosteza de nuevo, y las pieles de dormir se desenrollan cerca del fuego. Hago una cama para mí y para Li-lah, ignorando las cejas levantadas de Mah-dee. ¿Ella tiene que saber que me acostaré con su hermana en mis brazos? Estamos apareados. Así es como se hace. Las mejillas de Li-lah son de un rojo brillante en el resplandor de la luz del fuego, pero ella se sube a las pieles que están a mi lado. Empiezo a quitarme la túnica, pero Li-lah hace un chillido de alarma y los ojos de Mah-dee se abren de par en par. Ah. Las humanas y su extraña modestia. Muy bien. Me acuesto y pongo a mi pareja contra mi pecho. Su khui Página 158 de 183

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tararea una canción fuerte en sintonía con la mía, tan fuerte que me pregunto si Mah-dee y Farli pueden incluso dormir. En cuanto a mí, sus pezones me presionan en el pecho y se ajusta tan perfectamente a mis brazos que mi polla permanece tiesa y dolorida durante largas horas después de que las demás se han ido a dormir. Soy demasiado consciente del cuerpo de mi pareja, de su dulce aroma. Qué cerca estuvimos de la resonancia de apareamiento y su cumplimiento, sólo para ser negados por la llegada de Mah-dee y Farli. Mañana, decido. Mañana, llevaré a mi compañera a mi casa y la reclamaré como mía. ∗∗∗∗∗∗∗ A la mañana siguiente despierto a Li-lah temprano y ella se sienta en las pieles, con el pelo como un nido salvaje sobre su cabeza. Ella bosteza enormemente y luego una expresión de sorpresa cruza su rostro. Se pone un dedo en la oreja y se lo mueve. ¿Qué pasa? Pregunto. Ella sacude la cabeza después de un momento. Se me destaparon los oídos y me pareció oír algo. Es mi imaginación. Ahora no hay nada. Su mano se acerca a su cabello y lo suaviza, una tímida expresión en su rostro mientras mira a su hermana dormida antes de mirar hacia mí. ¿Cuándo nos vamos? Después de comer. No hay razón para que nos quedemos más tiempo. Se lame los labios y luego hace señas, ojalá la hubiera. Ojalá estuviéramos aquí solos. Y su khui tararea más fuerte, la mirada de sus ojos me dice exactamente lo que está pensando. Me muerdo un gemido, porque mi cuerpo está respondiendo al suyo. Mi polla siempre se levanta por la mañana, ¿pero con Li-lah a mi lado? Estará doliendo durante muchas horas. Hay cuevas privadas aquí, le digo. Iremos a una de ellas, en silencio, y te lameré el coño hasta que te estremezcas… Ella agarra mis manos, se sonroja y mira hacia donde duermen Farli y Mah-dee. Quiero eso, gesticula después de un momento. Pero no con ellas aquí. Entonces esta noche, cuando estemos en la privacidad de nuestra propia cueva. Juro que le lameré sus partes durante horas. Quiero enterrar mi lengua dentro de ella y saborear cada pliegue y luego enterraré mi polla dentro de ella. Y resonaremos. Será glorioso. Li-lah asiente con la cabeza hacia mí. Esta noche. Sólo tenemos que hacerlo hoy. Y entonces mi astuta compañera me acaricia la cola, una expresión malvada en su cara. ¿Hoy? El día de hoy será muy largo. ∗∗∗∗∗∗∗ CON FARLI y Mah-dee para hacernos compañía, el día pasa rápido, aunque el viaje no lo haga. Llevo mi mochila y la de Li-lah, y Farli lleva la de Mah-dee. Las dos humanas se Página 159 de 183

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mueven lentamente sobre la nieve, y es tarde cuando los acantilados familiares que albergan las Cuevas Tribales aparecen a la vista. Veo al viejo Vaza vigilando la entrada, y a lo largo del camino, hay filas ordenadas de plantas pequeñas y en crecimiento - el trabajo de Tee-fah-nee. “¡Ho!” Vaza grita mientras nos acercamos, levantando su lanza. “¡Ho!” respondo a su grito, y Farli corre hacia delante, corriendo a pesar de las mochilas pesadas que lleva. La mano de Li-lah se desliza en la mía, y puedo sentir su nerviosismo. Esto la asusta, porque le preocupa que no pueda comunicarse. Quiero tirar de ella cerca y gruñir a cualquiera que se atreva a hacerla sentir incómoda. Mi pareja es perfecta. Si ellos no pueden entenderla, son ellos los que tienen el problema, no ella. Pero no necesito preocuparme. Un momento después, la gente comienza a salir de la cueva, todos ansiosos por saludar a la nueva compañera de la tribu. Mi hermano Sessah corre hacia delante, y yo le agarro justo cuando se lanza hacia Li-lah y hacia mí. “¡Hermano, no derribes a mi pareja!” “Quiero saludar”, grita, saludando felizmente a Li-lah. Hace un gesto nuevo, uno que hace que mi corazón se llene de orgullo. Bienvenida a casa, dice por señas a Li-lah, y luego me mira. “¿Lo hice bien?” Le revolví su desordenado cabello y lo dejé en el suelo. “Lo hiciste bien” Li-lah sonríe y le gesticula un saludo, mirándome. ¿Tu hermano? Asiento con la cabeza. El pequeño. Está lleno de energía. Ya lo veo. La mirada de preocupación en su rostro se ha desvanecido, y cuando Sessah coge su mano, ella me lanza una mirada de diversión y se deja guiar por él hacia adelante. Otros pululan a nuestro alrededor, y luego están las humanas gritando con emoción para conocer a Li-lah. Meh-gan, Claire y Mar-layn le dan abrazos de bienvenida, mientras Leezh intenta recordar sus signos y Shorshie se ríe de sus esfuerzos. Tee-fah-nee, Jo-see, y Norah saludan a mi hembra y luego mi Li-lah está siendo arrastrada por un mar de gente bien intencionada ansiosa por saludar. La veo marchar, me divierte cómo Sessah se aferra a su mano y cómo incluso ahora, alguien está tratando de darle un kit para que lo sostenga. ¿Cómo es que mi pareja pensó que no encajaría? A un lado, veo un destello de melena amarilla, y Mah-dee se aleja del grupo, una expresión triste en su rostro. De toda la tribu, no parece contenta de que su hermana sea tan bienvenida. ¿Está celosa? Vektal aparece un momento después, alejándose de la multitud y dirigiéndose hacia mí. Levanta la mano para saludar, con su hija Talie pegada al pecho. La kit se ha hecho más grande cada día y ahora mismo, ella está golpeando la cara de su padre con una mano, golpeándole la barbilla una y otra vez mientras hace ruidos de gorgoteo de kit. “Me alegra verte de vuelta, amigo mío. ¿Has traído a tu pareja a casa?”

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Lo agarro del brazo para saludarle. “Lo he hecho. Creo que Shorshie y las humanas se la han llevado”. Él asiente con la cabeza. “En el momento en que ella apareció, Georgie me entregó a mi hija” Sonríe a la niña en sus brazos y finge morder la pequeña mano que golpea su barbilla, lo que hace que Talie aúlle de risa. “Estábamos a punto de enviar cazadores tras de ti, ya que Mah-dee y Farli desaparecieron para encontraros” “Estábamos cazando y nos retrasamos. Recibí un golpe en la cabeza y Li-lah me cuidó”. Mi jefe parece preocupado. “Que la sanadora revise tus heridas” “Estoy mejor”, le digo, pero lo haré. No arriesgaré mi salud, porque debo estar siempre al lado de Li-lah. “¿Hassen te dijo que resonamos?” Él asiente con la cabeza, distraído por la pequeña mano de Talie mientras ella golpea su nariz. “No era él mismo cuando regresó. Se disculpó, y se ofreció a dejar la tribu para siempre. Le di el exilio, pero no uno duro”. Vektal me mira. “Debería sufrir por su fechoría, pero la verdad es que lo necesitamos para la próxima temporada brutal. Pronto estará sobre nosotros y las cuevas de almacenamiento no están llenas. Sabes tan bien como yo que es un cazador fuerte. Uno de los más fuertes. ¿Nos castigo a todos nosotros para expulsarle?” Yo no digo nada. Claramente está descontento con su decisión, y le entiendo. Hassen es un amigo y un buen compañero de tribu. Es impulsivo, quizás, pero no siento nada malo en él. Y Vektal tiene razón, si hay que elegir entre alimentar a la tribu o exiliar a Hassen, la tribu debe tener prioridad. “Eres mi jefe y cumplo con tu decisión” Gruñe y Talie vuelve a golpear su boca. “Y Li-lah”, pregunta. “¿Estará asustada? Si se acerca a ella de nuevo, le he dicho que será exiliado permanentemente” “Ya no quiere a Li-lah”, le digo. En esto, tengo confianza. “Él quiere resonancia, no a ella. Cuando se enteró de que yo era el compañero de Li-lah, pude ver que había sido derrotado. La dejará en paz. En cuanto a mi pareja, si le tiene miedo, le mostrará su cuchillo. Es feroz cuando lo necesita”. Vektal asiente con la cabeza, encantado. “Una hembra feroz es buena” Sin duda piensa en su propia Shorshie. Veo a Mah-dee seguir el rastro de los otros, y vuelvo a mirar a mi jefe. “¿Qué hay de Mahdee? ¿Debemos preocuparnos de que Hassen se la lleve y trate de forzarla a resonar?” Vektal resopló ante mi pregunta. “No has estado en la cueva, así que no la has visto. Mahdee y Hassen se odian. Ella le gruñe y él está decidido a evitarla. No hay chispa entre esos dos” “Mmm” Mi ‘sensación’ me dice que puede haber algo ahí. Pienso en Haeden y su Jo-see, que pelearon y lucharon hasta la resonancia. Ahora, están tan hambrientos el uno del otro que no pueden ser arrancados de sus pieles. “¿Mah-dee ha mostrado preferencia por alguno de los hombres?”

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Vektal mueve la cabeza e intercambia los brazos, y Talie inmediatamente comienza a golpear el otro lado de la cara, balbuceando. “No lo ha hecho. Hay esperanza de que resuene, pero podría llevar tiempo, como Jo-see y Tee-fah-nee” Asiento con la cabeza. “Mi pareja y yo necesitaremos una cueva propia, y privacidad. Sé que Mah-dee debería venir y quedarse con nosotros porque es familia, pero mi Li-lah es tímida. No se sentirá cómoda si su hermana está cerca cuando nos apareemos”. La mirada que me da está llena de comprensión. “¿La resonancia no ha sido completada todavía?” “Todavía no”. Trato de mantener la pesadumbre fuera de mi voz. “Pero pronto” “¿Está luchando contra ello?” Muevo la cabeza. “Su hermana ha sido inoportuna” Vektal se ríe, y Talie le pega en la nariz y se ríe. “Tendrás una cueva privada, amigo mío. Tu madre ya se ha hecho cargo de uno de los almacenes y lo ha preparado para la llegada de tu pareja. En cuanto a su hermana”, piensa por un momento. “Asha puede descansar con ella”. “¿Asha?” Me sorprendo. “Entonces…” Él asiente lentamente. “Esta roto entre ellos. Hemalo duerme con los cazadores” Pienso en el callado y amable Hemalo. Él no es un cazador, y una vez, hace muchas estaciones, amó a Asha. “Me entristezco por él” “Algunas veces la resonancia es una maldición” dice Vektal. “Y otras veces, es el más grande de los regalos” Se acerca a su hija y le da un beso, lo que hace que Talie se ría de nuevo. “Cuanto antes reclames a tu pareja, antes lo sabrás por ti mismo” ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 20 LILA A pesar de que soy sordo las señales de una fiesta son evidentes. Pieles de bebidas de olor fuerte son pasadas de un lado a otro, y la cara de alguien se está retorciendo en una interpretación extasiada de lo que seguramente debe ser el canto. Farli está corriendo, pintando círculos brillantes y puntos en la piel expuesta de la gente, y otra mujer más me entrega un bebé azul gordo, radiante. Es una sobrecarga sensorial, pero de la mejor clase. Toda mi preocupación por venir a la cueva tribal fue en vano. Esta gente es cálida y amistosa, y todo el mundo ha estado tratando de gesticular algún tipo de saludo para mí. Quieren que me sienta bienvenida, y es tan dulce que podría llorar. Mi pobre Rokan ha sido alejado por su jefe, y ahora está sentado hablando con otra mujer en la esquina de la habitación. Maddie se ha puesto a mi lado para interpretar, y se estremece cuando alguien se tambalea, con la piel en la mano, gritando algo en el techo que no puedo escuchar mientras alguien más toca el tambor. Deberías alegrarte de no poder oír esto, me dice Maddie por señas. Esta gente es buena, pero son cantantes terribles. Simplemente horribles. Me río y mezo al bebé en mis brazos. Es tan apestosamente lindo, con cuernos pequeños, piel azul pálida y una pequeña cola. La madre, una pelirroja tranquila, me sonríe, se contenta con pasar el rato y me deja admirar a su bebé. Lo entrego después de unos minutos, y me dirijo a Maddie. No recuerdo su nombre. Harlow, me explica. “Gracias, Harlow”, digo en voz alta. Harlow dice algo largo y complicado, pero yo no puedo captarlo todo, y busco a mi hermana. Dice que mañana se dirige a la nave, dice ella, para aprender el idioma. Dice que es muy inteligente de tu parte enseñar al ordenador. Dice que está trabajando en una máquina médica rota y que si la arregla, tal vez pueda hacer que te miren los oídos. “Gracias, pero estoy bien de todas formas”, le dije en voz alta a Harlow. ¿Estás segura? leo en sus labios, con las cejas fruncidas. Me encogí de hombros. “Estoy bien de todos modos” Ella sonríe y se levanta, y mientras lo hace, veo a algunas personas retozando desnudas en la piscina cercana ubicada en el centro de la cueva. Vale, eso es mucha desnudez, tanto masculina como femenina, humana y sa-khui. Parpadeo rápidamente y me doy la vuelta. Sí, gesticula Maddie. ¿Además del canto? Tampoco son tímidos. Pero oye, bonificación. Hay un baño.

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Puede pasar un tiempo antes de que tenga el valor suficiente para hacer eso, le digo. Tú y yo, las dos. Pasará mucho tiempo antes de que me convierta en nativa. Maddie asiente con la cabeza hacia el rincón, donde Rokan está siendo molestado tanto por su madre como por la otra mujer. ¿Conociste a los suegros? Lo hice, le digo. Muy brevemente. Había estado esperando una vieja bruja y en cambio me sorprendió ver que la madre de Rokan, Sevvah, tiene el pelo gris, pero su cara es joven y su sonrisa brillante. Es del mismo azul pálido que Aehako, y Rokan es más oscuro que su padre. Cuando comenzó la fiesta, Sevvah se acercó a mí por un tiempo, me dio una palmadita en el estómago y luego me pellizcó la mejilla, haciendo obvio que está súper emocionada por tener nietos. Se alejó con Sessah, y ahora mismo está ocupada dividiendo su tiempo entre complacer a Rokan y repartir comida. El padre de Rokan es aparentemente el que está a cargo de la bebida, y todo el mundo se dirige a su rincón de la cueva. Parecen una buena familia, sin embargo. Mientras miro a mi pareja, veo cómo Sevvah pellizca la mejilla de Rokan y ahogo una risita. Imagínate que te pellizcaran la mejilla a los 40 años. Las madres son madres donde quiera que vayas, supongo. Miro a Maddie. ¿Vamos a comer algo? Ella hace un gesto. ¿Más estofado? Estoy tan harta que podría vomitar. Oh. Tengo algo de fruta. ¿Quieres un poco? No sabe a fruta normal, pero sigue siendo bastante buena. Los ojos de Maddie se abren de par en par. “¿Tú qué?” Está tan sorprendida que habla en voz alta, y dos o tres chicas humanas también se giran para mirarnos. “Um, ¿qué tengo fruta? Está en mi bolsa”. Miro a las otras mujeres con curiosidad. “Encontré toda una cueva” Otras dos humanas se unen inmediatamente en el pequeño grupo cerca del fuego, y una, creo, es la esposa del jefe. Ella me dice algo y yo miro a Maddie. Quiere saber si es fruta de verdad. Yo asiento lentamente. “Comí mucho de eso. ¿No tenéis fruta?” No que yo haya visto, gesticula Maddie, y habla con la mujer por un momento. Georgie dice que las plantas que pueden comer consisten en algo así como una patata. Lo he intentado, y apesta. ¿Dónde está tu bolsa? Creo que Sessah se escapó con ella. Maddie se vuelve hacia Georgie y hablan, y luego Georgie se pone de pie con una velocidad que me asombra. Algunas otras humanas se unen, y para cuando Sessah regresa con mi mochila, no hay menos de diez humanas ansiosas cerca de mí, la mayoría con un bebé en brazos. Abro la bolsa y saco una de las grandes frutas rojizas, y cada boca se redondea en un pequeño “oh”. No puedo oírlo, pero es divertido de ver. “Este es agrio”, digo mientras lo entrego al grupo de manos más cercano. “Un poco como la cereza. Esta es como una especie Página 164 de 183

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de espinaca mezclada con melón”. Saco el siguiente y se lo entrego. “Y estas dulces bayas saben, bueno, como las bayas. Me temo que están un poco aplastadas después de estar en mi bolsa”. Las saco y les paso las 'pequeñas bayas' a las demás. En realidad son del tamaño de una pelota de golf, pero ¿comparadas con las otras frutas? Son diminutas. “Yo también tengo algunas más en la bolsa” Parece que todas empiezan a hablar a la vez, y está claro que están emocionadas. Maddie empieza a gesticular. Quieren saber de dónde sacaste esto. “Hay una cueva”, digo en voz alta. “En un pequeño valle cerca de la Cueva de los Ancianos. Está a medio camino de los acantilados y no se puede ver desde el suelo, pero cuando entras, está lleno de todas estas plantas y es cálido como una sauna. Es casi como un invernadero”. Mientras miro, una chica negra aplaude y le dice algo a Maddie. Quiere saber si podrías llevarla. Ella es la jardinera “Puedo hacerlo, pero ¿podría disponer de unos pocos días? Mientras tanto, podéis quedaros con estas cosas. Estoy un poco cansada en este momento” Los frutos son arrebatados ansiosamente y algunas chicas se acercan para darme un abrazo, lo cual es sorprendente. Una pensaría que es Navidad por la forma en que están actuando. Están súper emocionadas, dice Maddie, una mirada envidiosa en su cara. Ahora eres la chica más popular de la cueva. ¿Lo soy? Sólo se trata de fruta. Sabes que están preocupados por la escasez de comida, ¿verdad? Todos están cazando como locos para tener suficiente comida para el invierno. Espera, ¿invierno? ¿No es invierno ahora mismo? Maddie mueve la cabeza lentamente. Esto es verano. Oh Dios. Así que sí, la fruta es genial. Te van a querer aún más. Mi hermana me da una sonrisa que no llega a sus ojos. Y aquí tú preocupada por encajar. Me encogí de hombros, me sentí incómoda. Esto no es propio de Maddie. Normalmente es tan asertiva y ahora mismo parece... ¿perdida? Mi pobre hermana. Esto ha sido duro para ella. No ha tenido un Rokan en el que apoyarse durante todo esto. Ha estado sola, excepto yo, y ni siquiera he estado aquí. He estado con Rokan. Mi cuerpo se llena de calor al pensar en él y miro hacia la esquina, donde se ha instalado con algunos de sus compañeros de tribu hace un rato. Nuestros ojos se encuentran al otro lado de la cueva, y siento un pulso eléctrico correr a través de mí. Es como si él estuviera pensando en mí a la vez que yo, o su sentido psíquico le dijera que yo estaba pensando en él. Y en ese momento, desearía que estuviéramos de vuelta en una de las otras cuevas, solos. Todo el mundo es amable, pero yo sólo quiero arrastrarme a los brazos de Rokan y besarle hasta que salga el sol. Página 165 de 183

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Nos miramos fijamente el uno al otro un largo momento, y luego él se pone de pie. Sus movimientos son lentos, sinuosos, y me pongo toda caliente y perturbada con sólo ver al hombre que se pone de pie. Dios, qué sexy es. Es todo mío, también. Siento la necesidad de abanicarme. Entonces, empieza a caminar hacia mí. Él le dice algo a su madre, que está cerca, y ella sonríe y se da la vuelta. Se siente como si toda la habitación nos estuviera observando mientras Rokan se me acerca a través de la abarrotada caverna. La respiración se me queda atrapada en la garganta, y mi pecho ronronea como si tuviera un motor dentro. Me pongo en pie, atraída por su intensa mirada. Es hora de que gesticule mientras se acerca a mi lado. Y antes de que pueda preguntar a qué se refiere exactamente -aunque tengo mis sospechas- me levanta y me lanza por encima del hombro como si fuera una niña en una de esas películas de cavernícolas. Y está bien, hace un calor del demonio. Estoy tan excitada por esa acción rápida y decisiva que estoy prácticamente retorciéndome. Todo el mundo va a saber por qué nos vamos de la fiesta y no me importa. Quiero a mi pareja. Deseo a mi Rokan. Todo lo demás puede esperar. ∗∗∗∗∗∗∗ ROKAN He sido un hombre paciente. He dejado que mi madre se preocupe por mí. He dejado que la sanadora revise mis heridas. He visto como mi pareja ha recibido todos los kits de la tribu y ha sido presentada a todos las humanas. He soportado las envidiosas miradas que Vaza y Taushen están enviando en mi dirección. Hassen no está aquí, pero su nombre se menciona varias veces. Es una tribu pequeña y los chismes fluyen libremente, pero lo soportaré todo por mi pareja. Quiero que disfrute de su celebración. ¿Pero cuando sus ojos se encuentran con los míos sobre la multitud y tiene esa mirada suave en su cara que me dice que su pecho está resonando tan fuerte como el mío? Ya no soy paciente. Es hora de reclamar lo que es mío. Me pongo de pie y me abro paso a través del grupo hacia ella. Oigo unas risitas apagadas de la tribu reunida mientras agarro a mi compañera, pero se pierden entre la alegría que se eleva cuando me voy corriendo con ella sobre mi hombro. Están listos para que consumemos nuestra resonancia, al igual que yo. Quieren nuestra felicidad. Yo también quiero eso. Mi madre me ha hablado de la cueva que nos preparó. Una de las nuevas cuevas de almacenamiento -una más pequeña, pero eso no me importa- ha sido limpiada y preparada para nuestro regreso. Me dirijo hacia abajo por el largo y sinuoso pasillo que se abrió recientemente y allí, a un lado, está nuestra cueva. Una pantalla decorada se apoya en la entrada, esperándonos. Página 166 de 183

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Me agacho para entrar en la cueva, una mano en la espalda de mi pareja para asegurarme de que no se arañe con las rocas bajas. La puse suavemente en la habitación y luego me dirigí a la entrada. La pantalla encaja perfectamente sobre ella. Ahora, tenemos privacidad. Ahora, nadie nos molestará. Nos meteremos en la cama y nos aparearemos hasta que tengamos demasiada hambre para quedarnos más tiempo en la cama. Y luego comeremos y volveremos a la cama. Mi polla me duele de placer al pensarlo. No planeo dejar salir a Li-lah de mis pieles durante varios días. No hasta que ambos estemos completamente satisfechos. “Está oscuro”, susurra Li-lah. “No puedo ver tus manos” Siento una puñalada de vergüenza por sus palabras. Por supuesto que debería encender una fogata. Toco su mejilla para hacerle saber que escucho sus palabras y luego me arrodillo junto a la fría hoguera. En unos momentos, he construido una pequeña llama y hay una sonrisa aliviada en la bonita cara de mi compañera. “¿Esta es nuestra casa?”, pregunta ella, mirando alrededor de la cueva. Asiento. ¿Te gusta? Las pieles son las mías, y si necesitas algo -almohada, más pieles- las conseguiría para ti. Lo que sea que necesites, te lo facilitaré. Quiero que ella sea feliz aquí, conmigo. Ella se muerde el labio y mira alrededor. Ella se pone de pie y observo cómo explora la cueva. No hay mucho que ver, y me preocupa que no sea suficiente para complacer a mi pareja. Sus manos se mueven sobre una canasta cubierta, luego toca un cuero decorativo que cuelga que mi madre ha colocado cuidadosamente. Mis armas están apiladas ordenadamente en una alcoba, y hay tazones, pieles y otros artículos que la tribu ha donado para hacer nuestro hogar. Li-lah se da la vuelta y me mira, y hay una sonrisa suave en su cara. “Me gusta” ¿Es suficiente para ti? Ella se mueve a mi lado y pone sus manos sobre mí, acariciando mi pecho. "Me encanta, porque estoy aquí contigo. Eres todo lo que necesito". Se me escapa un gemido, porque ver su sonrisa me llena de ligereza. Ella es mi felicidad. Mi corazón, le digo por señas. Tú eres mi corazón. Lo sé, me responde por signos, y lo atesoro. Me acaricia mis brazos y susurra “¿Tenemos privacidad aquí? ¿No tenemos que preocuparnos por ser interrumpidos? ¿O por que alguien nos oiga?! Ella se muerde el labio y me lanza una mirada incómoda, con sus manos, todo el rato, acariciando mis antebrazos. Sólo ese pequeño toque está haciendo que mi miembro me duela insoportablemente. ¿Ves la pantalla? Se la señalo ¿En la entrada de la cueva? Ella asiente. Todo el tiempo que esté puesta delante de la entrada de la cueva, nadie nos interrumpirá. Detrás de ella, no existimos. Página 167 de 183

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Ella abre los ojos de par en par por la sorpresa y se asoma a la entrada. ¿Estás seguro? Es una honorable tradición de mi pueblo. Entonces, ¿sabrán lo que estamos haciendo aquí? Mi corazón, por supuesto que ellos lo saben. Le cojo su manita y la presiono contra mi pecho, donde mi khui canta ruidosamente al suyo. En el momento en que resonamos, sabían que nos uniríamos. Nadie se resiste a la resonancia por mucho tiempo. Qué evidente. Sus manos regresan a mi pecho después de decirme con signos: Supongo que no hay dónde ocultarse. Yo niego con la cabeza lentamente. No deseo ocultarme. Quiero que todo el mundo sepa que eres mía. Soy el más afortunado de todo el mundo. Sus dedos se mueven en mi pecho. Entonces, ¿deberíamos hacerlo? ¿No está segura? Me divertiría si mi cuerpo no sufriera tanto por el suyo. Esa es mi elección, sí. Su risa me hace doler. “Yo sólo, nunca he hecho esto antes, ¿sabes?” Yo no lo he hecho, tampoco. En eso, ambos somos nuevos. Li-lah hace una mueca. Casi desearía que no fuera así. Me quedo muy quieto. ¿Deseas que otra hembra me haya tocado? “¡No! Dios, no. Ojalá supiera lo que estoy haciendo ahora mismo. Me siento como un idiota”. Sus manos se mueven sobre mi hombro y acarician mi brazo. “Creo que mataría a otra mujer si intentara mirarte dos veces” Sus palabras me llenan de orgullo. No necesitamos experiencia. Sé lo que tengo que hacer. Mi polla va dentro de tu vagina. Las pequeñas manos de Li-lah cubren las mías y ella se ríe. "Es tan raro verte gesticularme cosas tan sucias. Y sí, sé cómo se hacen los bebés, gracias por la lección. Sólo quiero decir que no conozco ninguno de los detalles. Cómo hacerte sentir increíble. Cómo hacer que me hagas sentir increíble". Me mira fijamente. “Quiero que seamos muy buenos en esto para poder hacerlo a menudo” Lo haremos, declaro. No descansaré hasta que te hayas corrido, aunque me lleve toda la noche. Mi polla esperará hasta que tu coño esté mojado y listo. Ella hace un pequeño ruido suave y mira hacia la entrada de nuestra cueva. ¿Sigue sintiéndose tímida al respecto? Le beso la frente y me dirijo a una de las grandes cestas de materiales secos para hacer fuego y la llevo a través de la cueva, luego la coloco detrás de la pantalla, encajándola aún más en su lugar. Ahí. Ahora nadie podrá entrar aunque lo intente. Miro a mi pareja para ver si lo aprueba. Lo siento. Estoy siendo incómoda, ¿no? Es sólo que no puedo oír si alguien nos sorprende. Nadie entrará, le aseguro. Página 168 de 183

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No quiero que nadie me vea, con el culo desnudo. Ellos verán mi trasero desnudo, no el tuyo, si estamos haciendo las cosas bien. Se ríe de eso, y el sonido es dulce. Sabes que hay más de una posición, ¿verdad? Frunzo el ceño. ¿Cómo lo sabes? ¡Porque he leído libros! ¡Y he visto cosas en la tele! ¿No has visto a otras personas hacerlo? Me encogí de hombros. Mis padres siempre están bajo sus pieles. No voy a ver quién está arriba. La risa de Li-lah resuena por la cueva. ¡Gracias a Dios por eso! Podemos ir despacio por ahora y aprender lo básico antes de lanzarnos a hacer algunas cosas raras, supongo. Ella sonríe y se desliza hacia mí, alcanzando mi cola. "Eso significa que tienes que estar arriba" Por supuesto que estaré arriba. Quiero preguntar de qué otra manera se hace, pero sus dedos rodean la base de mi cola y ella la acaricia suavemente. Mi cuerpo estalla en escalofríos, y entierro mis manos en su cabello, perdiéndome en su olor y la sensación de su cuerpo contra el mío. “Supongo que en algún momento debería desnudarte, ¿no?” Su voz es un susurro suave que se siente como la caricia de su mano sobre mi piel. “¿Poner las cosas en marcha?” Asiento, frotando mi cara contra su melena. La idea de que mi compañera me quite el cuero me llena de placer, y pienso en nuestros toques anteriores, cuando lentamente me quitó la ropa para mirar mi polla. Entonces se sentía duro y dolorido; hoy palpita con una necesidad aún mayor. “Hay que desnudarte”, murmura, y luego ella me saca la funda de mi cuchillo y desata el nudo, dejándola caer al suelo. Sus manos se dirigen a los cordones de mi cuello, y ella los afloja y luego tira del dobladillo de mi túnica, levantándola por mi pecho. Ella no puede llegar al resto del camino, así que termino por ella, sacándomela por la cabeza y los cuernos y luego dejándola caer al suelo de la cueva. ¿Pantalones después? Sugiero. Mi polla está deseando liberarse de sus confines. “Lo estoy decidiendo”. Me estudia por un momento, como si estuviera eligiendo qué hacer a continuación, y luego se arrodilla, tirando de mi bota. Me divierte su elección. ¿Está saboreando el desnudarme? Le haré lo mismo cuando sea mi turno. Ella lleva muchas más capas que yo, así que será un ejercicio de paciencia. Obedientemente levanto una pierna mientras ella tira de mi bota, y luego la otra cuando se mueve a eso. Entonces no tengo nada más que mis calzones y mi taparrabos. Mi cuerpo se siente tenso de antemano, y mientras miro, ella se humedece los labios y permanece de rodillas, mirándome. Ese pequeño movimiento de su lengua es casi mi perdición. Me hace pensar en la última vez que su boca ha pasado por encima de mi polla, y casi me corro en los pantalones ante la imagen. La resonancia ha llenado mi mente con nada más que pensamientos sobre ella, su boca, sus pezones, su piel suave. Soy un inútil hasta que ella termine conmigo, y con Página 169 de 183

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mucho gusto. Si la cueva se derrumbara a nuestro alrededor, no dejaría mis pieles hasta que ella hubiera terminado conmigo. Eso es lo mucho que deseo esto, y lo mucho que la deseo a ella. Su atención se dirige a la cintura de mi taparrabos. “Recuerdo cómo hacer esto”, susurra, y desliza una mano hacia arriba y hacia abajo a lo largo de mi polla antes de deshacer el siguiente movimiento con los nudos. Luego, el cuero cae por mis piernas y al suelo, y mis calzones siguen un momento después, acumulándose en mis tobillos. Li-lah aspira la respiración y sus manos se dirigen a mis caderas, me retienen allí y sólo me mira fijamente. “Tu imagen siempre me sobrecoge”, murmura. “Pero en el buen sentido. Apenas sé dónde por dónde empezar a tocarte” Entonces, sus dedos rozan la cabeza de mi polla, y casi pierdo el control. Si voy a durar lo suficiente para complacer a mi pareja, debo tomar el mando. Antes de que pueda volver a tocarme, le pongo los dedos en la barbilla y le quito la atención. Mi turno, le digo. Ella asiente, poniéndose de pie. Puedo decir que se siente tímida; sus movimientos son inquietos y no puede quedarse quieta. No entiendo por qué. ¿No he besado sus lugares más íntimos? ¿No he mojado mi lengua en su coño y probado su dulzura antes? No hay necesidad de ser tímida ahora. Simplemente tendré que besar su timidez. Salgo de la última de mis ropas y me siento en la gran roca cerca del fuego, luego me doy palmaditas en la rodilla, invitándola a abrazarme. Li-lah se desliza en mis brazos y comienza a poner sus manos sobre mis hombros. La detuve, aferré sus manos más pequeñas en la mías más grandes, y la atraje hacia mí por un beso. Sus labios se separan bajo los míos con sorpresa, y luego gime contra mi lengua mientras lamo dentro de su boca, probando su miel. Con ella en mis brazos, puedo sentir las vibraciones de su khui resonando a la vez que el mío, y su muslo está muy cerca de mi pene erecto. Si ella no llevara calzones, podría ponerla sobre mis muslos, separar sus piernas y enterrarme profundamente. Gimo en el beso, imaginando lo que, al deslizar mi lengua entre esos labios suaves y al empujar profundamente, mi polla se muere por hacer. Ella se aferra a mí, su boca acepta codiciosamente mi lengua, y mientras nos besamos, le quito la ropa. Las cuevas de la casa son más cálidas que en la naturaleza, y sólo lleva puesta una túnica, un abrigo de pieles y polainas. Todos ellos son fáciles de quitar. Mis manos trabajan en su ropa mientras la beso, quitándole la envoltura primero, y luego aflojando las ataduras de su túnica hasta que puedo sacársela por la cabeza. Li-lah está tan perdida en mis besos que hace un pequeño sonido de pesar cuando rompo el beso lo suficiente para quitarle la túnica de su cuerpo. Debajo, ella lleva su banda de cuero sobre sus pezones. Más ropa. Siempre más ropa con ella. Quiero verla desnuda, sopesar sus pequeñas tetas en mis manos y sentir que las puntas se endurecen contra mi tacto. Su boca vuelve a la mía, sus besos hambrientos y ansiosos. Muevo mi mano a lo largo de la banda y encuentro un nudo en la espalda. Se desabrocha fácilmente, y entonces sus pezones están desnudos y hermosos. Mis dedos le rozan la piel y ella es tan suave aquí, más suave que la parte de atrás de sus rodillas, o el dulce tacto de su cuello. Página 170 de 183

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Li-lah gime a mi toque y sus caderas se mecen contra mi muslo. La aprieto más contra mí, ajustando sus caderas contra mi polla hasta que puedo sentir que mi cuerpo presiona contra ella. Ella todavía usa sus calzones, pero se irán pronto, y entonces estaremos piel con piel. Sus pequeñas tetas me rozan el pecho y sus brazos me rodean el cuello, frotando su cuerpo contra el mío. Se me escapa otro rudo gruñido, y no puedo aguantar más; debo tenerla debajo de mí. Sujeto a Li-lah presionada contra mí y me quedo de pie, moviéndome hacia nuestras pieles. Acunándola cerca, bajo nuestros cuerpos hasta que está debajo de mí en las pieles. Sus piernas se envuelven alrededor de mi cintura y se necesita todo lo que tengo para no arrancarle el último cuero de su cuerpo y sumergirme profundamente en ella. Debo estar tranquilo. Controlado. Debo darle placer a mi pareja primero. Y sé lo que le gusta - sé lo que la hace gritar y retorcerse como si la estuvieran separando. Le gustan los besos en las tetas, pero le gustan los besos en el coño aún más. Ella hace un suave sonido de maullido cuando le quito la boca de encima, pero estoy decidido. Quiero el dulce sabor de mi compañera en mi lengua, y lo quiero ahora. Beso su preciosa piel, moviéndose hacia abajo sobre el pecho y el vientre, mientras mis dedos trabajan en el nudo de sus calzones. Se los hago bajar por los muslos y, al hacerlo, el olor caliente y necesitado de su excitación llena mis sentidos. Mi compañera. Está empapada para mí. Un gruñido se eleva en mi garganta y le deslizo los calzones por las piernas, luego le abro los muslos de par en par. “Rokan”, jadea, y puedo oír la anticipación en su voz. Sus manos se dirigen a mis cuernos y ella los agarra con fuerza. Me quedo quieto, esperando a ver si me va a alejar de su coño, pero ella me empuja hacia abajo, hacia sus muslos, un estímulo silencioso incluso mientras se levanta de las pieles. Ya se retuerce con anticipación, su respiración se vuelve brusca y rápida. “No tienes que hacer eso si no quieres”, me dice, justo cuando mi lengua está a punto de arrastrarse a través de los suaves y resbaladizos pliegues de su coño y deleitarme con su gusto. ¿Qué no quiere hacerlo? Lamerla es mi actividad favorita. ¿Qué si no quiero hacerlo? Es lo que quiero más que nada. Podría quedarme con mi lengua enterrada entre sus piernas durante horas y nunca me hartaría. Quiero protestar que sí, que quiero esto, pero es mejor que se lo demuestre. Deslizo un dedo hacia arriba y hacia abajo por sus pliegues, arrastrándome a través de sus jugos. Cuando ella gimotea, me inclino y pongo mi boca sobre su tercer pezón. ¿Su jadeo de emoción y la forma en que sus dedos se aprietan alrededor de mis cuernos? Son deliciosos, pero no tanto como su sabor. La exploro sin prisas, ahora, deslizando mi lengua sobre sus pliegues con Página 171 de 183

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movimientos lentos y metódicos. Sé lo que más le gusta, pero primero voy a jugar con ella. Evito deliberadamente su tercer pezón, porque es la parte que le vuelve loca cuando es lamida. En vez de eso, le introduzco un nudillo en la entrada de su coño mientras le doy besos sobre sus pliegues mojados. Una mano aprieta mi cuerno, y luego su respiración silba desde sus pulmones. “Oh Dios” escucho su murmullo, y entonces una pierna empieza a temblar mientras dejo que la punta de mi lengua roce su carne. Su rodilla se mueve, y ella se contonea nuevamente, así que levanto su pierna y coloco mi hombro debajo de ella, inmovilizando sus movimientos y permitiéndome campo libre para dominar su resbaladiza y deliciosa miel. ¿Esto? Esto es mucho mejor. Mi lengua profundiza, buscando el centro de su calor, y ella grita mi nombre de nuevo cuando la saboreo. Puedo sentir su coño apretarse alrededor de mi lengua mientras la embisto con ella de nuevo. Sus pequeños gritos se hacen más fuertes, y sus jugos más dulces con cada embestida de mi lengua. Puedo sentir sus muslos temblando sobre mis hombros, sus dedos apretados sobre mis cuernos. Aprieto mi verga contra las pieles mientras la lamo, una y otra vez, con sus caderas balanceándose contra mi cara. Quiero hacer esto para siempre, pero mi cuerpo sufre para reclamar el suyo, para cumplir con la resonancia. Levanto mi cabeza y ella inmediatamente presiona una mano sobre la parte superior de mi melena, tratando de empujarme de nuevo a su lugar. “Estoy muy cerca”, respira. “Por favor, Rokan...” No le fallaré a mi compañera. Empujo un dedo en su calor húmedo e inmediatamente su coño se aprieta y se agita a su alrededor. Lo muevo dentro y fuera, sus gemidos alimentan mi necesidad, y mi boca desciende sobre su tercer pezón, la pequeña y dolorida yema que ha estado esperando mis atenciones. Sus gritos se calientan, su mano tirando de mi pelo mientras se balancea contra mi boca. Le lamo el pezón una y otra vez, y su desesperación se vuelve mía. Necesito su liberación, necesito sentirla ordeñando mi dedo con su coño, necesito llenar mi boca con el sabor de ella. Ella lo es todo. Un pequeño grito, y entonces siento un estallido de humedad fresca en mi lengua. Sus muslos se pinzan en mis hombros y su coño se ondula fuertemente alrededor de mi dedo, apretando una y otra vez a medida que se acerca. Le lamo con renovada urgencia, sin parar ni siquiera cuando tiembla con la liberación. Mi propia necesidad de ella está sobrepasando mis sentidos; incluso aunque quisiera detenerme, no podría. Una y otra vez, con verdadero deseo, le doy vueltas a sus jugos, enterrando mi boca y mi lengua en sus dulces pliegues. Mi dedo se introduce en ella una y otra vez, hasta que se estremece con una nueva liberación y grita mi nombre. Todavía no es suficiente. Necesito más. Separo mi rostro de su dulzura y mordiéndole suavemente el muslo antes de sentarme. Me duele que me entierren dentro de ella, y estoy desesperadamente cerca de perder el control. Página 172 de 183

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Presiono una mano contra mi frente, tratando de recuperarme. Paciencia. Calma. Deja que tu pareja recupere el aliento y luego podrás reclamarla… Li-lah hace un pequeño gemido satisfecho, todavía tumbado en las mantas. Se frota el pie contra mi muslo. “¿Adónde has ido, Rokan?” Ya me echa de menos. Yo también extraño su cuerpo cálido y suave. Mi cuerpo se estremece con la necesidad de mantener el control, y me doy una fuerte sacudida antes de recostarme sobre las pieles junto a ella. Toco su mejilla y luego empiezo a acariciarla una vez más, salpicando su cuello y hombro con besos. Me pone una pierna en la cadera y me atrae contra ella como un estímulo silencioso. ¿Más? Pregunto, gesticulándole. Li-lah asiente con la cabeza y su mano se mete con mi polla, sus dedos rozando mi espolón. Una salpicadura de líquido sale de mi polla y le quito la mano, clavándola en las pieles. Le doy un pequeño apretón de manos. Más toques, más exploración de sus dedos, y mancharé su vientre con mi semilla. Esta noche, quiero estar dentro de ella. “¿Cerca de perder el control?” Susurra, con curiosidad. Se retuerce debajo de mí, restregando deliberadamente las puntas de sus pezones contra mi pecho. “Pobre baby”. Gimo en silencio, y cierro los ojos en busca de fuerza. Su pequeño talón se clava en mi trasero y siento sus movimientos contra mí, abriendo sus muslos. “Reclama a tu compañera, Rokan”, susurra. “Estoy lista para ti” Mi hermosa y perfecta compañera. Ya no puedo mantener el control. Me deslizo entre sus piernas, poniendo mi peso contra ella. Puse mi polla en su entrada, lista para empujar profundamente. Ella está apretada, sin embargo, y me froto la cabeza con sus jugos para facilitar el ajuste. Mientras lo hago, ella me clava sus uñas pequeñas en los brazos, animándome con pequeños jadeos sin aliento. Mi compañera. Mi resonancia. Mía. Con un siseo, sigo adelante. Mi pene se hunde profundamente, mi cuerpo reclama el suyo. Su coño es como un puño, apretándome más fuerte que mi propia mano, y el sentimiento es como nada que haya experimentado. Cierro los ojos, saboreando este momento. Mía. Mía ahora. El grito ahogado de Li-lah me congela. Penetra en la placentera neblina que nubla mis pensamientos, y me obligo a quedarme quieto. ¿Le he hecho daño? La agonía me atraviesa al pensar que ella es mi compañera y la razón por la que respiro. Hacerle daño es impensable. Le paso un dedo por la mejilla en una pregunta silenciosa, y cuando abre los ojos, le gesticulo, ¿Bien?

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“Dios mío, ¿qué fue eso?” Su mano se desliza hacia donde nuestros cuerpos están unidos, y siento que sus dedos se mueven, trazando mi espolón. “Creo que la tierra se ha movido” Frunzo el ceño, miro a mi alrededor. ¿Un movimiento de tierra? ¿Ahora? No lo sentí, pero estaba demasiado perdido en la húmeda presión del cuerpo de Li-lah. “Hablo figuradamente”, dice, sin aliento, y sus dedos se mueven de nuevo contra mi espolón. “Con esto, te frotas contra mí muy bien” Ella da un pequeño suspiro que suena como placer, y luego arrastra sus dedos a través de sus pliegues y frota mi espolón y su pequeño y duro capullo. “¿Hacerlo de nuevo?” ¿Ella quiere más? Nada me daría mayor placer. Con una mano sobre su cadera, vuelvo a empujar. Li-lah echa la cabeza hacia atrás, gritando. Su mano se mueve hacia su coño de nuevo y frota mi espolón mientras la presiono de nuevo. "Se siente tan bien", me dice. "Increíble. Nunca soñé..." Sus palabras mueren en su garganta y su boca forma una O cuando otra ola de placer la alcanza. Fascinado por su respuesta, presiono mis dedos contra sus pliegues y vuelvo a golpear hacia adelante. Esta vez, lo siento como ella - cuando me muevo, mi espuela recorre el lado sensible de su tercer pezón. Ella grita mientras la toco, y siento su coño alrededor de mi polla, absorbiéndome más profundamente. Mi control salta por los aires. Le meto la mano, metiendo mi verga en su calor apretado y dulce. Se aferra a mí, gimiendo mientras nuestros cuerpos se mueven juntos. Puedo sentir su coño ondulándose en respuesta cada vez que la penetro, hasta que mi nombre sale de su garganta y se pone rígida, perdida en otra liberación. ¿La visión de ella, la sensación de su cuerpo abrazando el mío? ¿La ruidosa y triunfante canción de nuestros khuis? Mi propia liberación explota fuera de mí con suficiente fuerza que las estrellas flotan ante mis ojos, y todo mi cuerpo tiembla. Débilmente, puedo escuchar a Li-lah jadeando mi nombre, sus muslos temblando mientras me abrazan contra ella. Mi semilla se vacía en ella, y se siente como si me estuviera corriendo por siempre, y presiono mi frente contra la de ella cuando el placer nos supera. Somos uno, Li-lah y yo. Para siempre. ∗∗∗∗∗∗∗

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Capítulo 21 LILA Estoy bastante segura de que Rokan me ha enterrado tan duro en las mantas con nuestro sexo que tengo arrugas de las pieles en el culo. También estoy bastante segura de que soy delirantemente feliz. Mis dedos de los pies rizándose, le abrazo con mis brazos y mis piernas, sujetando su gran cuerpo contra el mío. No quiero que se vaya. Sudoroso y pegajoso al hacer el amor, me acaricia la cara y me abraza con fuerza contra él. Parece que estamos en la misma onda en eso. Con sus brazos a mi alrededor, no puede hacerme señas, pero hablar no tiene importancia en este momento. No lo necesito. No necesito nada más que su piel apretada contra la mía, su polla muy dentro de mí, y su espolón enviando sacudidas a través de mi cuerpo cada vez que él se mueve. Me estremezco. Ese espolón, hombre. Alguien debería haberme avisado. Esa cosa puede convertir el cerebro de una chica en papilla. Me da un beso en el cuello y yo bostezo, somnolienta y complacida. Mis oídos se destapan, y por un momento, casi suena hueco en la cueva. Casi. Aunque podría ser mi imaginación. Me puse un dedo en la oreja y me lo froté, frunciendo el ceño. Rokan se sienta, mirándome con preocupación. ¿Te molestan los oídos? ¿Necesitas a la sanadora? Suspiro con decepción cuando su piel se aleja de la mía. ¿Sería demasiado el saltarse las señas y acurrucarse? No, estoy bien. Se me acaban de destapar los oídos. ¿Regresa tu audición? No creo que sea así. ¿Por qué lo haría? La hembra con el pelo rojo como las llamas - Har-loh. Dice que tenía un bulto en el cerebro y que su khui lo arregló. Oh. ¿Lo hizo? Tomo nota mentalmente para preguntar sobre ello, pero no ahora mismo. Por la mañana. O al día siguiente. Cuando sea. Estoy más interesada en que mi pareja presione su gran y delicioso pecho contra el mío otra vez. ¿Te importaría si puedo oír? Por supuesto que no. Eres perfecta tal como eres. Parece indignado de que yo sugiera lo contrario. Le sonrío y deslizo mis dedos a lo largo de un pectoral duro como una roca, sintiendo las crestas que cubren su esternón y cómo se transforman en una piel lisa, parecida a la de un traje de gamuza. “Estoy bien si nunca regresa”, le digo. “Mientras te tenga, me mantendrás a salvo” Estaré a tu lado, siempre, gesticula, una mirada solemne en su rostro. Página 175 de 183

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“¿Lo prometes?” Se golpea el pecho. Mi sensación me dice que es así. No sufrirás ningún daño mientras yo esté aquí. De alguna manera, sabía que diría eso. Y de alguna manera, le creo. ¿Quién mejor para mantenerme a salvo que el tipo con el sexto sentido? Froto con mis dedos uno de sus pezones duros como una roca. “Entonces ven aquí y protégeme con ese gran y sudoroso cuerpo tuyo” Los ojos de Rokan brillan mientras se mueve para cubrirme de nuevo. Es hora de resonar, otra vez. ∗∗∗∗∗∗∗ MADDIE Miro fijamente a la tribu que celebra, sin prestar atención a la gente que baila más allá con una piel de sah-sah o a la mujer que se baja la blusa para amamantar no a uno sino a dos bebés azules. Ignoro las exclamaciones sobre la fruta que han logrado saborear toda la maldita noche, y estoy completamente segura de que ignoraré cuando empiecen a cantar de nuevo. Todo el mundo está tan jodidamente feliz. Todos menos yo. ¿Yo? Estoy perdida. En el último mes, más o menos, he pasado de ser una barman independiente y segura de sí misma a ser una cautiva perdida y solitaria, separada de mi hermana. He vuelto a mi antiguo papel de protectora de Lila sólo para ser expulsada de ese papel en el momento en que ella regresó, de la mano de un extraterrestre. Se ha apareado. Ella es feliz. Ella quiere quedarse. ¿Y yo? Me siento un poco sola aquí. Sola. Ya no tengo a nadie. Está claro que Lila no me necesita. Todos en la tribu ya la adoran y apenas pueden tolerarme. No es que les culpe - no he sido exactamente la Srta. Pleasant para vivir con ella mientras mi hermana no estaba. Estaba preocupada por ella, y me desquité con todos los demás, incluso con las mujeres que se han esforzado por ser amables conmigo. No entienden lo que es estar tan sola, ni siquiera en un mar de gente. Todos aquí son parte de una familia. Hay mujeres felices con bebés, y hombres totalmente dedicados a sus mujeres. Mientras miro, el jefe - Vektal - está lanzando a su hija al aire y dándole besos exagerados sólo para hacer reír a Talie. Y hombre, ese bebé se ríe. Sería adorable si no me hiciera sentir tan amargada por dentro. Tiene una esposa y un bebé. Todas las humanas aquí tienen a alguien. Incluso mi hermana -apocada y tímida Lila- ha vuelto totalmente segura de sí misma y enamorada de Rokan. Página 176 de 183

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He sido olvidada. Suspiro y miro fijamente hacia la entrada de la cueva. A veces me pregunto qué pasaría si me levantara y me fuera. ¿Me perseguirían como persiguieron a Lila? ¿O todos ellos dirían `buen viaje' y no les importaría porque me he comportado como una perra? Los ojos brillantes me miran fijamente, y una forma grande y voluminosa emerge de las sombras de la entrada de la cueva, lanza en mano, un animal muerto en el otro. Es Hassen. El que me robó a mi hermana. El que decidió que quería una compañera tanto que se la llevó. ¿Él? Ya puede besar mi gordo trasero. ¿Aunque la mirada que me está dando ahora mismo? Eso me dice que lo disfrutaría demasiado. Que haría algo más que besarlo si lo desnudara para su inspección. Y por alguna razón, me encuentro agitándome de excitación al pensar en Hassen doblando su gran cuerpo para darle un beso a mi gordinflón trasero. Lo cual es un error de todo tipo. Está exiliado. Es un imbécil. Quería a mi hermana. Ninguno de ellos le puso en la Lista de los Solteros Más Deseables de Ice Planet. Mueve la mirada hacia el fuego, frunciendo el ceño. No voy a seguir imaginándolo con su boca en mi trasero. Mordiendo una de mis redondeadas nalgas. Pasando sus dedos por mi cuerpo y explorando el hecho de que no tengo cola. Me doy una fuerte bofetada en la cara para traerme de vuelta a la tierra. ¿Como si un polvo de odio hiciera que todo fuera mejor? Haría las cosas mucho más complicadas. Cerca de aquí, Farli me mira con sorpresa. “¿Estás bien?” "Sólo distraída", le dije. Farli es una buena chica, y lo más cercano que tengo a una amiga aquí, a pesar de que ella tiene como unos quince años. ¿Ahora mismo? Ella es mi caminar o morir, porque, bueno, no tengo a nadie más. Hasta mi hermana Lila está en un rincón, besándose con su nuevo marido. Ni siquiera puedo estar enojada por eso - ella es muy feliz y es una persona tan maravillosa que se merece cada pedacito de alegría. Estoy encantada por ella. Estoy un poco celosa de su radiante felicidad, seguro, pero aún así estoy emocionada por ella. Aunque no debería, vuelvo a mirar por encima del hombro a la entrada de la cueva. Por si acaso Hassen sigue ahí. Pero no lo está, e ignoro la pequeña puñalada de decepción que siento. Lo último que necesito es involucrarme con el chico malo del planeta de hielo. ∗∗∗∗∗∗∗

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SERIE ICE PLANET BARBARIANS 07 RUBY DIXON BARBARIAN’S TOUCH

Nota de la Autora ¡Uf! Cada libro de esta serie es una aventura para mí. Terminé el último libro pensando que escribiría una historia para las dos hermanas, entrelazando sus historias y rotando el punto de vista entre hermanas y amantes. Salvo que los lectores hablaron - querían que cada hermana tuviera su propio libro. ¡Os encantan sus bárbaros! Así que empecé a separar la historia para ver dónde podía separar las dos. Tal vez podría escribir dos libros cortos en vez de uno largo. Sin embargo, esta historia despegó por sí sola! Sabía que Hassen había robado a Lila. Sabía que Rokan la salvaría. ¿Pensaba que llegaría a ser el libro más largo de la serie? ¡No! ¿Sabía yo que no iban a cumplir con la resonancia hasta el final? ¡Cielos, no! (No me matéis... ¡simplemente funcionó de esa manera!) ¿Sabía que Lila iba a aparecer en la página uno, sorda? ¡No! Pero una vez que tuve la idea, no me abandonó y tuve que escribirla. Había razones, por supuesto. Naturalmente, tiene miedo de todo, no puede oír. Y la naturaleza protectora de Maddie asumió su propio papel; naturalmente, ella protege a su hermana pequeña, dado que ella ha sido su protectora en el pasado. Me encantaba explorar cómo un personaje sordo o con discapacidad auditiva podía hacer frente a la vida en un planeta salvaje. Si tenéis algún tipo de pérdida de audición, incluso de menor importancia, sabéis lo aislante que puede ser formar parte de una multitud y no poder participar en la conversación. Quería profundizar en ello, porque en una situación de supervivencia, todo adquiere un significado nuevo y más profundo. También quería que Lila creciera en fuerza a medida que la historia continuaba. Quería que se diera cuenta de lo fuerte que era y de que no era una víctima, sin importar las circunstancias. La Lila del capítulo uno no es la misma Lila del último capítulo. ¿Regresa su audición? Es totalmente posible; si el khui puede mantener el tumor cerebral de Harlow bajo control, también podría reparar los conductos auditivos de Lila que afectan a la transmisión del sonido. Por supuesto, esto es problemático… 'arreglar' su audición supone que tiene defectos. Como dice Rokan, es perfecta tal como es. ¿Recuperará su audición? No lo he decidido, y ella no lo necesita de una forma u otra. Ella es lo suficientemente fuerte de cualquier manera y espero haberla retratado así. Además, notará que hacia el principio del libro, hay diferentes ortografías de algunas palabras 'comunes' de la historia, como khui. Eso es porque se interpretan como la forma en que Lila las oiría, leyendo los labios. Espero que no sea demasiado irritante para los lectores. Pasé mucho tiempo en este libro con los dedos apretados contra la boca para ver cómo se moverían mi lengua y mis labios para poder recrear la experiencia lo más fielmente posible. Unas pocas notitas... Como ahora estoy escribiendo una historia completa para Maddie (tres suposiciones sobre quién será su héroe), BARBARIAN'S TAMING saldrá a finales de este verano, lo que significa que BARBARIAN'S CHOICE (la historia de Farli) y FIRE AND ICE (segregado) serán lanzadas un poco más tarde. No estamos listos para dejar el planeta de hielo todavía, así que habrá Página 178 de 183

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más por venir. También habrá más historias cortas sobre otros en la cueva, porque hay mucho más que explorar. También, un enorme agradecimiento a Kati Wilde, que hace unas portadas increíbles. ¿No es esta preciosa? Estoy muy enamorada de ella. Ella hace magia con las fotos de archivo. Notarás que Rokan tiene cuatro dedos en la portada en lugar de tres, sobre todo porque habría parecido raro intentar manipular las manos existentes en tres dedos. ¡Cerrad los ojos y fingid! Una nota de atención. Al releer el último libro para preparar éste, noté que Harrec habla unas pocas líneas mientras está en la partida de caza. Este es un verdadero 'uups' porque Harrec no estaba allí! Habla Hassen, pero mi mente se ha liado con sus nombres. He subido una copia corregida, así que si eres un purista, asegúrate de borrar tu antigua copia y volver a descargar la nueva. Es mi culpa por decidir que como los sa-khui son una familia pequeña, deberían tener nombres que suenen similares. El cambio es menor y, espero, no demasiado confuso. Como siempre, gracias, gracias, GRACIAS por leer. Realmente tengo los mejores fans del mundo y me encantan vuestros mensajes de Facebook, vuestros mensajes de alegría y vuestro entusiasmo. Me encanta escribir en este mundo y estoy más que emocionada de que a muchas otras personas les guste estar en el planeta de hielo conmigo.