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• Barbara Cedeño

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SERIE ICE PLANET HONEYMOON 02 RUBY DIXON RAAHOSH Y LIZ

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SERIE ICE PLANET HONEYMOON 02 RUBY DIXON RAAHOSH Y LIZ

Argumento Recién casada (y rencorosa), Liz no quiere nada más que estar lejos de la tribu que ha exiliado a su hombre. Raahosh quiere demostrarle a Liz que puede ser un buen compañero, aunque sea feo. En una luna de miel, pueden conocerse mejor. Perfecto, ¿verdad? Esta historia es un epílogo extendido para el libro 2 de Ice Planet Barbarians - Barbarian Alien - y es para lectores que quieren un poco más de su pareja favorita. ¡No empieces por aquí! Empieza con el libro uno, Ice Planet Barbarians. 

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Capítulo 1 LIZ También vamos a hacer una luna de miel", le digo a Georgie mientras añado una bolsita de té de hierbas a mi mochila. "Me encanta esa idea" "¿Lo vas a hacer?" Georgie parece sorprendida por mi declaración. "Claro, ¿por qué no?" Miro la bolsita de té en mis manos. Estoy haciendo una redada en el almacén antes de que Raahosh y yo salgamos a nuestra segunda ronda de "exilio". Volvimos para dejar algo de carne que habíamos cazado y algunas pieles extra, y Raahosh está hablando con Vektal mientras yo busco en el almacén. Le dije a mi chico que sólo iba a buscar jabón, pero ya que estoy aquí, me estoy ayudando a mí misma con un poco de todo. Si se quejan por el té, recogeré algunas hojas y las reemplazaré. Pero yo también soy parte de esta tribu, y si el té es para cualquiera, eso significa que es para mí y para todos los que están sentados junto al fuego. Si Georgie tiene un problema con lo que he cogido, no dice nada. Sólo me mira con curiosidad. "Me sorprende que estés de tan buen humor teniendo que irte otra vez" "¿Por qué?" Tomo el jabón que ella me da y lo huelo, luego arrugo la nariz. "¿Tenemos algo que no huela a ensalada? A mi nariz de embarazada no le gustan los olores a hojas". Ella escoge otro paquete y me sostiene una barra de color rosa y huele como la pulpa de bayas de jabón que se ha usado para hacerla. Mejor. "No sé, sólo pensé que estarías más molesta... por todo. Y conmigo" "Admito que podría haber dicho algunas palabras sobre todos en la tribu una o dos veces" O veinte. "Pero entonces me desperté y me di cuenta de que estoy con mi chico, estoy haciendo lo que me gusta, y no tengo que escuchar a Josie charlar junto al fuego sobre cuántos hijos quiere tener si alguna vez resuena" "Está emocionada", dice Georgie con suavidad. "Y sola" "Y habladora". Levanto una mano y hago el gesto de una marioneta parlanchina. "Pero no, ya superé la ira. No quiero pasar los próximos tres años -o el tiempo que sea necesario para que este bebé se cocine en mi barriga- llena de ira. Por eso una luna de miel debería ser increíble. Vamos a tener algo de tiempo de amistad, algo de tiempo sexy, y nos conectaremos tan profundamente como una pareja que los hijos de puta no serán capaces de separarnos nunca. Será genial…incluso si se han equivocado al exiliarnos" Se ríe ante mi insulto. "Ahí está" Me inclino hacia ella. "Sabías que tenía que intentarlo. Así que, dime qué mierda divertida hicisteis en vuestra luna de miel. ¿Visteis algo genial? ¿Hicisteis algo genial? ¿Intentasteis algo pervertido?"

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Su cara se tensa, y me sorprendo ante su expresión. Parece... ¿culpable? Lo que es raro. "Sólo lo habitual en tu luna de miel". "Esa es una respuesta aburrida. Dame ideas", le digo. "Quiero robarlas para utilizarlas con Raahosh" "Fuimos aburridos" Se encoge de hombros, devuelve el jabón que rechacé y luego endereza el montón. "Ojalá pudiera decirte que hicimos un millón de locuras, pero no las hicimos. Éramos sólo nosotros dos, solos, y.… fue agradable" Su sonrisa se vuelve dulce. "Fue agradable ser sólo Vektal y Georgie y no jefe y compañera de jefe" "Mmmhmm. Está bien, guárdate tus secretos. Tus asuntos serán al final de dominio público" "Y una mierda lo serán" Arqueo las cejas ante ella. "¿Estuvimos o no discutiendo cuánto le gusta a Nora que la azoten hace diez minutos? Quiero decir, hooola" Su cara se ruboriza incluso cuando deslizo otra bolsa de algo en mi mochila. "Es porque son muy ruidosos. Nosotros somos tranquilos" "Pero eres una traviesa", me burlo, y su cara se pone aún más roja. "Está bien, no se lo diré a nadie más que a Raahosh" Cierro mi mochila y le pongo las manos encima. "Asiiiii que... dame ideas. Cosas de luna de miel. Vamos" "¿Podríais ir a algún lugar bonito?" Georgie extiende sus manos indefensa. "¿Disfrutar del paisaje?" ¿Disfrutar del puto paisaje? Es una luna de miel, no un tour turístico. "Apestas en esto, ¿lo sabes?" Me saca la lengua. "Bien, entonces, ¿qué tal si nos damos baños sensuales el uno al otro? ¿Hacerle un striptease? ¿Darle un poco de juego a la cola?" Ooo, quizás Georgie no es tan vainilla como pensaba. Me doy golpecitos en un lado de la cabeza. "Me gusta cómo piensas" "Escabúllete". Ella mira a su alrededor en la cueva de almacenamiento. "¿Necesitas algo más?" "Nah" Acaricio mi mochila, que ahora está repleta de provisiones. No puedo coger mucho, ya que se supone que debemos ayudar a reabastecer las cuevas y no vaciarlas, pero también quiero enviar un poco de "jódete" a todos los que exiliaron a mi hombre. Así que he tomado más de lo que debería, y ni siquiera me importa. Georgie se pone de pie, limpiándose sus pieles. "Creo que oigo a los hombres de todos modos" Levanto mi mochila sobre mi hombro y salgo de la cueva de suministros con ella, con una sonrisa tranquila en mi cara. Es todo para el espectáculo. Raahosh sabe que aunque digo que estoy bien con el exilio, también soy ridículamente protector con él a mi manera, y eso

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significa dejar que todos en la tribu sepan qué gilipollas son por exiliarle, cuando todo lo que él quería era estar conmigo. Quiero decir, yo fui a la que secuestró. Si a mí me parece bien, ¿no debería parecérselo a ellos? Pero como sea. Significa que Raahosh y yo tenemos mucho tiempo a solas. Hay dos grandes hombres alienígenas de pie en la gran boca triangular de la cueva, y mi Raahosh es fácil de reconocer. No es sólo el cuerno roto y las cicatrices que cubren un lado de su cara lo que le provocan un ceño fruncido permanente. Es la forma en que se comporta, como si tuviera un palo en el culo. Su espalda está recta y sus hombros apretados como si quisiera pelear con cualquiera y con todos. Es tan jodidamente caliente. Me encanta ese irritado zumbido de su cola, la forma rígida en que se mantiene, todo eso. Se gira cuando nos acercamos y su mirada se fija en mí con esa forma posesiva y dominante que tiene. Como si quisiera arrebatarme y protegerme de cualquiera que se atreva a mirar en mi dirección. Como si quisiera devorarme entera para que nadie más pueda tenerme. Como si quisiera tirarme al suelo de la cueva y enloquecerme para que todos sepan que he sido reclamada. Quizá no debería ser tan emocionante, pero me encanta esa mirada en sus ojos. Como si yo fuera su todo. Como si se hubiera vuelto loco si alguien tratara de separarnos de nuevo. Incluso ahora, me acerco y él extiende la mano para coger mi mochila. Se la ofrezco y él la mira, notando lo pesada que es, y luego la lanza sobre su hombro como si no pesara nada. Su cola va alrededor de mi muslo, rizándose posesivamente, y su boca se aplana mientras me acerca a él. No es bueno para mostrar afecto, mi Raahosh, pero no me importa. Sé cómo leerlo. Está frunciendo el ceño porque le preocupa que alguien me haya molestado, o que quiera quedarme aquí sin él. Ignoro su hosquedad y le pongo el brazo alrededor de la cintura. "Estoy listo para irnos cuando tú quieras, nena" Gruñe y mira a Vektal, que está cerca. Asiente con la cabeza y levanta una mano para despedirse, y luego regresa a la cueva. Quiero abofetear a Vektal por ser tan terco. Quiero sacudirle y gritarle al oído que está lastimando a su mejor amigo, pero sé que todo es porque tiene que ser el jefe imparcial. Raahosh no se lo reprocha. Soy yo la perra rencorosa. Me enfadaré por él. Pero no hoy. Hoy hace sol y nos vamos de luna de miel. Me paro obedientemente mientras Raahosh revisa mis pieles como si fuera una niña que no sabe cómo vestirse. Él aprieta las correas de mis botas, pone mis pieles más cerca de mi cuerpo, y luego tira de mi capa hacia abajo sobre mi cara. "Te pones roja con el viento", es todo lo que dice, con la voz ronca. Tan protectora. Si supiera lo caliente que me pone, le daría vergüenza y se pondría raro, así que trato de que no sepa lo mucho que me irrita cuando está tan melindroso como está. "¿Estás listo para nuestra luna de miel?" Él se endereza y me ofrece su mano, su lanza agarrada en la otra. Entrelazando mis dedos enguantados con los suyos y los apreté, incluso cuando salimos de la cueva y salimos hacia el camino embarrado que se aleja de la habitáculo principal de los sa-khui. Cuando estamos Página 5 de 31

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lo suficientemente lejos como para que nadie nos oiga, mi compañero gruñón dice: "No veo en qué se diferencia de cualquier otro viaje de caza que hagamos juntos". "La diferencia es que ésta es nuestra luna de miel", digo, enfatizando la palabra como si eso lo explicara todo. "Se trata de romance y sexo y de aprender el uno del otro y más sexo y lazos afectivos" "Y esto es de lo que estuviste hablando con Shorshie" "Algunas cosas de chicas", estoy de acuerdo. "Quería ideas románticas". Admito que no soy la mujer más romántica del mundo, así que pensé que Georgie podría ser mejor en este tipo de cosas que yo. También me gustan sus sugerencias. ¿Baño sexy? ¿Striptease sexy? ¿Sexy juego de cola? Todo eso suena divertido. Raahosh gruñe, me adelanta y luego me levanta sobre un charco helado y embarrado en medio del sendero. "No todo debería ser apareamiento" "¿De repente has decidido que no eres un fanático del apareamiento?" Me estoy burlando. "Porque recuerdo algunas cosas que gritabas cuando mi boca estaba en tu polla..." "Si queremos unirnos, debemos aprender el uno del otro hablando y compartiendo" No me mirará, y el palo está de vuelta en su trasero. "Creo que puedes aprender mucho de una persona poniendo tu lengua en su polla, pero tal vez sólo sea yo" No dice nada. Le miro a la cara mientras trato de no ser obvia al respecto y definitivamente está sonrojado en la base de sus cuernos. Mi Raahosh es tímido, y me hace querer abalanzarme sobre él. En realidad, casi todo me hace querer abalanzarme sobre él. "Podría aprender a usar tu arma", dice Raahosh, distrayéndome de mis sucios pensamientos. "El arco. Eres muy hábil y me gustaría aprender. Puedes enseñarme si esta es nuestra luna de miel". Oh. Una calurosa ráfaga de placer se mueve a través de mí. ¿Admira mi arte del arco? ¿Quiere aprender de mí? Este hombre sabe qué decir para hacerme feliz. Le aprieto su mano, más grande. "Me encantaría enseñártelo. Y puedes enseñarme algunas cosas de caza también" Él se queda pensando por un momento. "Ya sabes cómo hacer más que la mayoría de las humanas. Sabes cómo hacer fuego, cómo tender una trampa, cómo rastrear..." Raahosh sigue pensando. "Podrías aprender a estar callada" Parpadeo. ¿Qué demonios acaba de decir? Es como si supiera que metió la pata. Me mira y ve mi expresión, y la suya cambia. "No es eso", lo enmienda con el ceño fruncido. "Aunque también podrías aprender eso. Quería decir que podría enseñarte a ser más silenciosa cuando estás en el camino. Tus pies son ruidosos" Le doy una palmadita en el brazo. "Es nuestra luna de miel y voy a fingir que no me insultaste porque te amo y sé que me amas. Estoy segura de que pensarás en algo increíble Página 6 de 31

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para enseñarme y aprenderemos el uno del otro". Le sonrío. "Y también tener un montón de sexo increíblemente sucio porque es nuestra luna de miel y eso es lo que se hace" Sus cuernos se sonrojan de nuevo. 

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Capítulo 2 RAAHOSH No sé cómo llegué a tener tanta suerte en la elección de pareja por parte de mi Khui. Cuando vi por primera vez a las humanas, pensé que eran delgadas y pálidas, y Liz era la más ruidosa y terca de todas. Sabía que era mía desde el momento en que resoné, pero no me di cuenta de lo que eso significaba hasta que fui exiliado y Liz me defendió. Trató de enfrentarse a toda la tribu y hacerles sentir miserables para que supieran que estaban equivocados al exiliarme. Incluso ahora, llena su mochila con cosas que no necesitamos sólo para poder protestar en silencio. Liz es ruidosa, sí. Y pálida. Y delgada. Pero ella es fuerte, elegante y encantadora. Tiene libertad con sus besos, me mira con lujuria en su mirada, y es totalmente leal a mí y sólo a mí. Nunca pensé que experimentaría la alegría de una pareja en mi vida. Soy feo, tengo cicatrices y soy callado. Pero cada día con Liz es un regalo, y cada vez que la miro, me siento lleno de un dolor muy profundo sólo por el placer y el anhelo. Ella ha capturado mi corazón marchito en sus delgadas manos y quiero pasar el resto de mis días haciéndola darse cuenta de lo preciosa que es para mí. Lo mucho que la "amo", aunque la palabra humana es extraña en mi lengua, significa mucho para Liz. Sabía que deseaba esta "luna de miel". Ella habló de ello ayer después de que llegáramos a la Cueva, y volvió a hablar de ello anoche en nuestras pieles. Un viaje, pero uno por amor y unión entre una pareja recién apareada. Soy bueno cazando. Soy bueno rastreando. Bueno con una lanza y con hacer armas. Soy pasable con redes y rápido en mis pies.... pero no sé cómo dar a una compañera "romance". No sé cómo hacer "más" para demostrar el placer que ella me da. Ni siquiera sé por dónde empezar. Liz me toma de la mano mientras caminamos, charlando sobre Georgie y la sanadora y del kit del jefe que Georgie no tendrá durante muchas, muchas lunas todavía. Debería estar escuchándola, pero en vez de eso, pienso en la conversación que tuve con Zennek esta mañana, mientras mi pareja dormía. Me senté junto al fuego, cosiendo suelas más gruesas en las botas de Liz para que la nieve no le enfriara tanto los pies. Era muy temprano, pero me costaba dormir. Nos acostamos con el resto de los cazadores, y mientras Liz no se siente molesta por esto, yo no puedo dormir al lado de todos ellos y simplemente abrazarla. No cuando presiona su cuerpo contra el mío y suspira deliciosamente mientras se acerca. Es demasiado perturbador.

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Así que trabajé en sus botas, y Zennek se acercó al fuego y se agachó a mi lado. Parecía.... feliz. Contenido. Sin embargo, su cuello está cubierto de marcas de color azul intenso, y no puedo evitar señalarlo. "¿Te mordió algo?" Está confundido, y cuando le hago un gesto en el cuello, su sonrisa cambia a una lenta de satisfacción. "Mi compañera". Ah, sí. La feroz Mar-lenn. De todas las hembras, he oído que es la más atrevida, y parece muy ansiosa por guiar a Zennek por su polla. Me doy cuenta de que él sabría qué hacer en una luna de miel. Zennek es tranquilo como yo, pero donde yo soy tranquilo porque soy torpe y feo y solitario, Zennek es simplemente silencioso por su naturaleza. Me doy cuenta también de que eso no ha cambiado desde que tomó una compañera. Mar-lenn está tan contenta como él estando apartados del grupo. No necesitan a nadie más salvo el uno al otro. Envidio esa serenidad. Aún así, Zennek es bueno para preguntar. "Mi compañera quiere que le dé su romance en nuestro próximo viaje de caza", digo yo, sintiéndome tonto. Empujo mi antorcha a través del cuero de la bota de Liz, esperando que Zennek no vea lo incómodo que me siento. "Estoy abierto a ideas" Su boca se curva de diversión. "¿Me estás preguntando cómo deberías cortejar a tu pareja?" "Sé cómo cortejarla", dije. "Estoy pidiendo ideas nuevas. Cosas para sorprenderla. Cosas que a las humanas les gusten, que no se me ocurren". Zennek se ve pensativo incluso mientras doy una puntada a la bota en mis manos. "Ya veo. Me preguntas porque Mar-lenn no es tímida con esas cosas". Cuando asiento, se frota la mandíbula, pensando mucho. "Lo más fácil es dar placer a una mujer, pero eso ya lo sabes" "Sí, lo sé" Tomo una puntada más calmada. "No tenía pareja antes de Liz. Yo... quiero que sea feliz" Y yo soy feo y un marginado y no sé si puedo mantenerla satisfecha. Me guardo esos terribles pensamientos para mí. Él considera esto. "A Mar-lenn le gustan las palabras", dice después de un tiempo. "¿Palabras?" Zennek asiente con la cabeza. "Palabras fuertes. Palabras atrevidas. Le digo lo que voy a hacer con ella y cómo, y lo digo mientras la toco. Eso la excita". Interesante. ¿Hablo con mi Liz cuando nos apareamos? Trato de imaginarme diciéndole "Voy a poner mi polla dentro de ti ahora" y no puedo imaginarme cómo excitaría eso a una hembra. Pero la compañera de Zennek parece muy contenta. Le miro, curioso porque de toda nuestra tribu, Zennek es el más tranquilo. Pero si su pareja quiere palabras, ella debe sentirse muy contenta al dejarle esas marcas. Pienso en esas marcas en su cuello mientras camino con la mano de Liz en la mía. Palabras. Palabras atrevidas cuando la toco. Puede que necesite practicar esto. Así que mientras caminamos, pienso en qué palabras le diré a Liz y cómo. Página 9 de 31

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Esto es más difícil de lo que parece.

CAMINAMOS la mayor parte de la tarde. Liz es más fuerte que muchas de las hembras, pero sus piernas son más cortas que las mías y yo acorto mis pasos para seguir su ritmo. No llegamos tan lejos como por mi cuenta, pero cuando nos acercamos a una cueva de cazadores, la dirijo hacia ella. "Nos detendremos aquí por la noche" "Finalmente", dice ella dramáticamente. "Estoy exhausta" Pongo su cara en mis manos, notando que sus párpados se sienten pesados. Ella me sonríe, apoyándose en mi tacto. "No me dijiste que estabas cansada", dije, mi voz acusando. "No quería retrasarnos." Ella bosteza. "Liz", digo, frustrado. "No tenemos prisa. Estaremos exiliados por mucho tiempo. No hay prisa por ir a ninguna parte. No quiero que camines hasta que estés tan cansada que tus ojos no puedan permanecer abiertos". Acaricio su suave mejilla. Todos mis pensamientos de esta noche y de aparearme con ella como lo describo con gran detalle se han ido. Está cansada y necesita que le froten los pies y que la metan en pieles calientes junto al fuego. "Ven", le digo, e inclínate para darle un beso en la punta de su fría y roja nariz. "Haré fuego y te calentaré." Sólo me da una sonrisa cansada, sus ojos suaves. "Los idiotas creen que es una especie de castigo enviarnos lejos juntos. Grandes tontos. Poco saben ellos que me encanta estar contigo así" Mi corazón se contrae dolorosamente. Mi pareja perfecta. Quiero apretarla contra mi pecho y luchar contra el mundo para mantenerla a salvo. Acaricio su mejilla de nuevo y luego entro primero en la cueva para asegurarme de que está desocupada. Cuando todo está bien, Liz entra y luego jadea. "¡Esta cueva es muy grande! ¡Y caliente!" Ella frunce el ceño, confundida. "¿Por qué hace calor?" Me arrodillo junto a la hoguera. "Hay una piscina caliente en la parte de atrás de la cueva. Si quieres bañarte, podemos". "Oh Dios mío, ¿un baño caliente? ¿Podemos hacer de este nuestro nuevo hogar?" Sus ojos se iluminan con entusiasmo. Resoplo. "El techo de la cueva es bajo y el suelo desigual para caminar. Te cansarías de ello después de unos días, pero te servirá lo suficiente por esta noche". "Aguafiestas", bromea, diciendo palabras humanas que no tienen sentido pero que aún así llevan afecto. "Bien, ¿disfrutaremos del baño esta noche y luego seguiremos por la mañana, entonces?" Yo asiento con la cabeza y termino de hacer el fuego, luego pongo una bolsa de nieve limpia y espolvoreo hierbas para el té caliente. Liz desenrolla la ropa de cama y hace un nido de Página 10 de 31

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pieles para nosotros mientras yo estoy ocupado, pero sus movimientos son lentos y letárgicos, y cuando la cama está desenrollada, ella se cae sobre su espalda y cierra los ojos. Me acerco a ella y empiezo a quitarle las botas. "Deberías dormir" "Al carajo con eso", dice dormida. "Quiero un baño primero". "Entonces ven y báñate". Le quito las botas y luego la ayudo a ponerse de pie, quitándole la túnica y los calzones de su esbelto cuerpo humano. Es pequeña y delgada en todas partes, excepto en sus pezones, que son bastante grandes y muy gruesos para una de su talla. La visión de ellos siempre hace que mi respiración se acelere y mi polla se endurezca. Tiene pezones como una hembra sa-khui, pero los suyos son suaves incluso cuando están tensos y de un color rosa pálido que me sorprende. Quiero lamerlos. Las palabras me vienen a la mente, pero las hago retroceder. Liz quiere un baño y luego necesita dormir. No voy a presionar a mi compañera -mi compañera embarazada- para que se aparee, aunque sea en lo único en lo que he pensado todo el día. Mis necesidades pueden esperar. El techo de la cueva baja a medida que nos acercamos a la parte trasera y el aire se espesa con la humedad. La piscina en sí no es mucho más grande que unas cuantas brazadas, pero es vaporosa y clara, y Liz emite un gemido de puro placer al verla. Su mano aprieta la mía. "Tengo jabón en mi bolso, cariño. Podemos lavarnos el pelo y todo eso". Gruño y tomo su mano. "Báñate. Te traeré tu jabón". "¿Te unirás a mí cuando vuelvas?", pregunta con optimismo. Como si pudiera mantenerme alejado. La ayudo a entrar en el agua, y luego voy a recuperar su jabón. Cuando vuelvo, me deslizo con cuidado en la piscina junto a ella, y luego la arrastro hasta mi regazo. El agua no es profunda, y tengo que doblar las piernas para hundirme hasta los hombros, pero hay suficiente espacio para que pueda sostener a mi pareja contra mí. Se relaja contra mi cuerpo, cierra los ojos y suspira de felicidad. "Esta es ahora mi nueva cueva favorita" Le sonrío ante eso. Hay una gran piscina climatizada para bañarse en la cueva principal de la tribu, pero también hay mucha gente…y de todos modos estamos exiliados. "Entonces me alegro de que estemos aquí" "Estoy feliz de estar donde quiera que estés", dice Liz en voz baja, poniendo su cabeza contra mi cuello. "¿Hasta ahora? No odio el exilio". Yo tampoco. Tenerla conmigo hace que todo esto sea soportable. Cuando escuché mi destino por primera vez, pensé que acabaría como mi padre, miserable y solo... pero Liz me ha sorprendido. Ella ha luchado por mí en cada paso del camino y ahora desea estar a mi lado constantemente. En verdad, soy el hombre más afortunado de tener una pareja tan feroz y hermosa. Página 11 de 31

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Mojé el jabón y le levanté el brazo, luego le restregué la crema por su suave piel, bañándola. "Debes decírmelo cuando te canses. No tenemos prisa y no permitiré que te canses". "No te retrasaré", me promete con otro bostezo somnoliento, levantando su otro brazo para poder lavarlo. Sus párpados son tan pesados que parece que se esfuerza por mantenerse despierta. "Eso era parte del trato, ¿sabes? Voy contigo, pero tengo que seguirte el ritmo". Gruño. No hice ningún trato. Sólo quería a mi compañera a mi lado. Y ella quería una luna de miel, pero ahora está demasiado cansada para otra cosa que no sea dormir. Incluso ahora, ella no hace ningún esfuerzo por bañarse, dejándome cuidar de ella. No es que me importe. Le paso el jabón por el frente, frotándole suavemente las tetas y el vientre y ella hace un suave ruido de placer en su garganta que envía una sacudida a través de mi polla. Esta noche no, me digo. No habrá luna de miel esta noche. Mi compañera está muy cansada. "Siéntate", digo suavemente, y ella se inclina hacia adelante. Pase unos cuantos puñados de agua sobre su melena y luego la enjaboné, enterrando mis dedos en las suaves hebras amarillas. Ella gime, y yo me pongo rígido pero no dejo de hacer lo que estoy haciendo. Cansada, me recuerdo a mí mismo. Ella está cansada. Siempre hace ruidos cuando está cansada. "¿Adónde vamos?" Liz pregunta, somnolienta. Continúo trabajando con el jabón a través de su enredada melena, asegurándome de limpiarlo todo. Sé que le gusta que su melena huela bien, así que hago lo que puedo por ella. "A la cama". "No, quiero decir en general. Vamos a cazar, ¿sí? ¿Hacia dónde? ¿En algún lugar en particular?" Se gira para mirarme por encima de su hombro. "Ah." Pensé por un momento, luego le froto el cuero cabelludo. "Nos adentramos mucho en las montañas. Trabajaremos en llenar algunos de los escondites más lejanos, ya que debemos estar fuera y otros prefieren quedarse en casa con sus compañeras". "Perezosos bastardos" Una sonrisa cansada curva su boca. Sin embargo, no parece molesta, sólo divertida. Gruño. "Tal vez. Déjame enjuagarte la melena y llevarte a las pieles. Necesitas descansar." "Actúas como si yo fuera tan frágil" Me inclino y froto mi boca contra su oreja. "Para mí, lo eres" Ella tiembla. Una vez que mi Liz está limpia, la ayudo a salir del agua. La llevaría a las pieles, pero el techo es tan bajo en esta cueva que no puedo pararme adecuadamente. Mantengo mis manos en sus caderas, aún así, y ella se arrastra hacia las pieles, bostezando. "Odio estar tan cansada para la primera noche de nuestra luna de miel" Puedo oír la decepción en su voz. "¿Por qué?"

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"No lo sé. Quería hacer esto especial." Frota una piel seca en su melena húmeda para secarla y luego la deja a un lado. Una vez que desliza sus piernas bajo las mantas, se acuesta y luego me mira. "Quería hacerte pensar 'Caliente maldición' cuando te tocara" Seco rápidamente el agua que gotea de mi cuerpo, notando que ella me mira mientras lo hago. Me deslizo entre las pieles junto a ella y le pongo una mano en la cintura, tirando de ella. Me acuesto de costado, así que ella está debajo de mí, y nuestras miradas se cruzan. "Cada día es especial contigo, mi Liz. Todos los días es 'caliente maldición'". Ella sonríe, con sus brazos alrededor de mi cuello. "¿Sabes siquiera lo que significa 'caliente'?" "Significa que tengo la pareja más bella y hermosa de toda la cueva. Significa que es insaciable. Significa que aunque ella tiene un macho feo como compañero, le hace sentir como si fuera el jefe de las pieles". Le muerdo ligeramente la barbilla, la mejilla, la nariz, la frente, la oreja. "Un jefe en las pieles", se ríe. "¿Qué hace exactamente un jefe en las pieles?" "Lo que él quiera", hago un gruñido de burla y me muevo más abajo, presionando mi boca hacia abajo por su suave piel, pasando por sus prominentes pezones y bajando por la delgada longitud de su vientre. Un gemido soñoliento escapa de su garganta y sus manos rozan mi melena. "Me gusta a dónde esto se está dirigiendo" "¿Lo haces?" Le lamo el ombligo, luego abajo, y aún más abajo. Lamo el mechón de pelo entre sus muslos, y cuando ella separa sus piernas, me muevo entre ellas y me acomodo. Este es mi lugar favorito para estar, he decidido. Me encanta enterrar mi boca entre los muslos de mi pareja y lamerla hasta que me cubra la lengua con su excitación, hasta que su coño esté apretado y necesitado, y me tire de la melena como si se fuera a arrancarla. Puse mis manos en sus caderas y le di una lamida larga y lenta, saboreándola. "Oh," gime, y por una vez, palabras punzantes no caen de sus labios. Ella es suave y abierta, tan suave y abierta como su coño ante mi lengua. "Oh, nene, eres tan bueno en esto." Gruño con placer, burlándome del tercer pezón que se asoma entre sus pliegues. Me encanta cuando se queda sin aliento, cuando sus caderas se mueven contra mi boca como si pudiera animar mi lengua aún más. Me encantan sus lloriqueos de desesperación cuando levanto la boca, y me encanta la forma en que mi khui tararea y canta en mi pecho, contento de que esté reclamando a mi pareja. Liz está sin aliento por el deseo, retorciéndose debajo de mí y clavando sus talones en las pieles - y mi espalda - a medida que se acerca a su clímax. "Dentro de mí", jadea. "Te quiero dentro de mí, Raahosh" No puedo negarle nada. Me muevo sobre ella, reclamando su boca en un beso sexy. Sus piernas me rodean las caderas y le pongo la polla en la entrada de su núcleo y luego la presiono profundamente. Ella gime en mi boca, y yo comienzo un paso lento y constante, embistiéndola con movimientos lánguidos y provocadores. La tomo lenta y suavemente,

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besando su suave boca con cada impulso, incluso si eso significa que debo encorvar mi espalda para que nuestros cuerpos se alineen. Ella se corre rápidamente, su coño apretando fuerte a mi alrededor, y un pequeño jadeo se le escapa incluso cuando su cuerpo se tensa, apretándome. Cuando me libero dentro de ella, es con un gruñido, y lentamente bajamos, nuestros cuerpos se enredan juntos. Por un largo momento, no hacemos otra cosa que respirar, contentos de estar tumbados en una maraña de miembros. "Hasta ahora, me gusta esta luna de miel", le digo a mi compañera en voz baja. Liz ronca, ya está dormida. Me aguanto una sonrisa de diversión y le doy un beso en la frente a mi compañera. Humanas. Tan frágiles y fácilmente cansadas, incluso cuando dicen que no lo están.

EL SIGUIENTE DÍA mientras caminamos a través de uno de los valles nevados, mis pensamientos están llenos de ideas de Liz y su luna de miel. Anoche estaba demasiado cansada para jugar, pero esta noche prometo que acamparemos temprano. Tal vez esta noche le cuente sobre mi polla mientras la meto dentro de ella. Quiero que esta cosa de la luna de miel sea buena para ella. Quiero que esté contenta de que sea mi pareja. "Creo que veo a alguien más adelante", dice Liz, protegiendo sus ojos. "¿Eh?" Asustado, y un poco molesto, estaba demasiado distraído como para darme cuenta primero, levanté la vista y vi una forma que me resultaba familiar. Es un cazador, regresando a la cueva principal de la tribu. Tiene mochilas pesadas sobre sus hombros y yo estudio los cuernos, tratando de descifrar quién es. Luego, cuando me doy cuenta de que es Vaza, me aguanto un gemido de consternación. Vaza es uno de los ancianos de la tribu, un viudo cuya compañera murió hace mucho tiempo. Normalmente Vaza es fácil de tratar, pero desde que llegaron las hembras humanas, ha sido irritante en su afán de mostrar lo buen proveedor que es. Quiere una hembra humana para sí mismo, y sé que está solo. Todavía me irrita. Me irrita aún más porque ahora vamos a tener que hablar con él y él va a mirar demasiado a mi Liz. Veo su forma distante, preguntándome si es demasiado tarde para que nos escondamos cuando Vaza levanta una mano en el aire y saluda. "¡Ho!" Liz me mira y hay demasiada diversión en su mirada. "Hola amigo", dice alegremente, y luego me pega en el costado. "Sonríe". "¿Por qué? Es Vaza" Ella resopla. "Sé amable". Página 14 de 31

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"Siempre soy amable", digo entre dientes mientras él corre hacia nosotros. Vaza nos sonríe mientras se acerca, y luego aplaude como si estuviera muy contento de vernos. "Qué alegría veros a los dos aquí afuera" "¿Verdad?" Liz murmura. "Tan sorprendente. ¿Cómo estás, Vaza?" "¡Muy fuerte!" Palmea con una mano en el estómago y luego se da una palmada en el brazo como si fuera a mostrar sus músculos. "Estoy trayendo mucha carne fresca para nuestras frágiles nuevas hembras" "Cielos", dice Liz, y puedo oír una ligera acidez en su tono. "¿No eres el mayor chovinista?" "¿Un qué?" "Un héroe", se corrige dulcemente. "No debes conocer esa palabra todavía" Sonríe y se da golpecitos en la lengua. "Es porque el lenguaje humano es muy gracioso" "Mucho sí". Me muerdo el interior de la mejilla, porque reconozco el tono complaciente de Liz. Es un tono muy peligroso y Vaza no se da cuenta. "Nos dirigimos a lo más lejano", dije, y puse mi brazo sobre los hombros de Liz, apretando. Si yo debo ser educado, ella también debe serlo. "¡Recién apareados y dirigiéndose a lo más lejano!" Vaza se frota las manos y se ve tan contento que uno pensaría que fuera él el que estuviera 'recién apareado'. "Estaréis muy solos ahí fuera. Por supuesto, eso podría ser exactamente lo que deseais". Y me da una mirada de conocimiento. "Dios, ¿sabes qué? Creo que voy a ir a ver qué hay más adelante en esa subida", dice Liz, que se me escapa de las manos. "Deberías estar cerca", añade Vaza frunciendo el ceño. "Las humanas son frágiles..." "Y ésta está a punto de vomitar." Nos sonríe tensamente a los dos. "Cosas de bebé, ya sabes" Ella se aleja y hace una mueca a sus espaldas y un movimiento de corte de garganta. Sé lo que eso significa: terminar la conversación. Vaza sólo me da una mirada de conocimiento. "Frágil". "Sí, bueno, no podemos quedarnos a hablar mucho tiempo", empiezo sin fuerzas. "¿Porque deseas pasar una tarde temprana con tu pareja?" Sonríe, totalmente complacido. "Entiendo esto. Es una sensación maravillosa, una resonancia reciente y una pareja entusiasta". Se inclina hacia adentro. "¿Necesitas... consejo?" "¿Consejo?" "¿Sobre cómo complacer a una compañera? Tengo mucha experiencia en las pieles. Puedo compartir lo que sé". Se golpea el pecho. "Este anciano ha visto mucho en su día"

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Oh. Lo dudo, porque no estoy seguro de si Vaza es a quien quiero pedirle esas cosas. Sin embargo, él está aquí, y está ofreciendo, y más que nada, quiero hacer que mi Liz se vuelva salvaje de deseo. "Quiero sorprenderla", le admito, pensando en las lecciones de arco que ella ha prometido darme. "Para hacer algo especial, sólo para ella" "Ahhhh" Se frota las manos de nuevo y parece emocionado. "Sé cómo hacer eso" "¿En serio?" "Sí. Sorprenderlas en las pieles. Hacer cosas que no esperan". Se inclina hacia dentro, sonriendo. "Un dedo en el agujero, un poco de juego de cola, ese tipo de cosas" "¿Dedo en el agujero?" Hago eco. "¿Qué agujero?" "El último". Lo miro con sorpresa. "¿Les gusta eso?" Vaza se encoge de hombros. "Yo lo hago" Entonces, ¿se trata de un ámbito totalmente diferente que ni siquiera he considerado? Pienso en mi Liz y en cómo puso su boca sobre mi polla de maneras que me aturdieron. Antes de que ella hiciera eso, no se me ocurrió que las hembras hicieran esas cosas a sus machos. Es lógico que le gustaría tener un dedo en su agujero trasero. "Pensaré en esto" Me da una palmada en el hombro. "Créeme. Tu compañera estará fuera de sí de emoción". Quizás sea así. Gruño de reconocimiento, pero incluso mientras reflexiono sobre el consejo de Vaza, me siento ... terrible. ¿Hay áreas enteras de mi pareja que no he complacido simplemente porque no se me ocurrió? ¿Estoy siendo indolente ... como socio? El pensamiento es difícil de soportar. 

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Capítulo 3 LIZ La cueva en la que paramos esa noche está en un pequeño y encantador valle con un mar de árboles de sashrem cerca y un burbujeante arroyo caliente no muy lejos. Es perfecto. La cueva es grande y está llena de provisiones, y aunque no tiene el jacuzzi que tenía la otra, es cómoda. "Podríamos quedarnos aquí por unos días", le digo a Raahosh con entusiasmo. "¿Quizás empezar con tus lecciones de arco?" Gruñe y recoge algunas ramas de árbol caídas para usarlas como leña, sin hacer comentarios. Ha estado así toda la tarde, y al principio pensé que era él y su humor taciturno habitual, pero cada vez que le hago preguntas, obtengo respuestas monosilábicas o ninguna respuesta en absoluto, y eso es algo agotador. Pongo mis manos en mis caderas y le estudio mientras toma otra rama y sacude la nieve. "¿Se te ha metido algo en el culo?" Raahosh parece sorprendido y se gira como si mirara la parte de atrás de sus pantalones. Su cola se mueve sobre su trasero. "¿No...?" "Quería decir que estás de mal humor. ¿Pasa algo malo?" "Nada". Su respuesta me hace apretar los dientes con frustración. ¿No es demasiado pronto en nuestra relación para esta mierda pasivo-agresiva? No es como Raahosh. Si no está contento con algo, me lo hace saber rápidamente. No se lo tomaría a pecho para obligarme a sacárselo. Por lo tanto... debe ser algo que realmente le molesta y que no quiere compartir. "Puedo decir que es algo". Me muevo hacia adelante y le acaricio ligeramente el brazo. "Somos compañeros, ¿no? Tienes que hablar conmigo. Dime qué tienes en mente". Raahosh no me mira a los ojos. Tampoco se aparta, y después de un largo momento, admite: "Estoy... pensando en complacerte". La base de sus cuernos se tiñe de un azul profundo. ¿Está pensando en el sexo? Aww. ¿Por qué eso hace que mis entrañas se pongan empalagosas y calientes? "No hay nada malo en eso", bromeo, inclinándome hacia delante y mordisqueando ligeramente su bíceps desnudo con mis dientes. "Yo también pienso mucho en ello. Entonces, ¿cuándo nos detenemos por la noche para convertir nuestros pensamientos en hechos?" La mirada que me da está llena de una mezcla de emociones: alivio de que no me burlo de él, necesidad y diversión. "Cuando quieras". "Voto por que la próxima cueva que encontremos sea nuestra parada nocturna. No me importa lo temprano que sea. Necesitamos nuestra fuerza para nuestra luna de miel". Y le hago el guiño menos sutil de la historia.

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Raahosh resopla, sonando más como él mismo. Pone una gran mano en mi hombro, su pulgar frotando sobre mis capas de ropa como si pudiera tocar la piel de debajo. "Hay una cueva no muy lejos de aquí. No sobre la siguiente cresta, sino la que está después de ella" Entonces, ¿tal vez una hora de caminata? Puedo lidiar con eso. Saco mi mano, esperando que la tome en la suya, y me complace cuando lo hace. "Esperemos que Vaza no se dé la vuelta y decida pasar el rato con nosotros". "Si lo hace, encontrará mi bota en su trasero", gruñe Raahosh. Maldición, eso es sexy. Me encanta cuando se pone posesivo.

Los dos estamos tranquilos mientras nos dirigimos a la cueva. Me muero por saber exactamente lo que Raahosh pensaba sobre el sexo, pero aún se vuelve increíblemente tímido e incómodo a mi alrededor, el gran virgen (bueno, ya no), así que tengo que tener cuidado de no hacerle sentir incómodo. Es un paseo bastante silencioso, pero su piojo tararea y ronronea bajo, diciéndome que está pensando en el sexo, lo que me hace pensar en el sexo también, y mi piojo se acelera. Extrañamente, la falta de conversación entre nosotros es casi erótica, como si estuviéramos reteniendo todo para poder explotar nuestras hormonas por toda la cueva una vez que lleguemos allí. Cuando llegamos, estoy prácticamente retorciéndome de necesidad, como si el viaje en sí fuera una extraña forma de juego previo. Espero mientras Raahosh inspecciona la cueva para asegurarse de que no han llegado "visitantes", y luego me llama por mi nombre. Cuando entro, está haciendo fuego en el fogón, desmenuzando uno de los pasteles de caca que se usan como combustible. "Me encargaré de hacer la cama", le digo. "Termina eso y luego lávate las manos" Gruñe en reconocimiento, y luego ambos nos ponemos a trabajar. Termino antes que él, por supuesto, así que husmeo por ahí, escarbando en las cestas de suministros como si me interesaran, y tratando de no observarle demasiado de cerca. Por supuesto, es una tarea imposible porque quiero seguir cada uno de sus movimientos, hasta la graciosa forma en que se lava las manos con agua de una de nuestras pieles y luego las enjabona, y las enjuaga en la parte delantera de la cueva. Nunca pensé que las manos fueran sexys, ¿pero la forma en que desliza sus dedos sobre las palmas de las manos de esa manera tan eficiente? Es mejor que el porno, de lejos. Raahosh se da la vuelta y debe notar la mirada en mis ojos, porque acecha hacia mí, todo depredador, y me pongo de pie, llena de necesidad y anhelo. Me empuja contra él, sus manos se dirigen a mi pelo y luego inclina mi cabeza hacia atrás y me da el beso más sexy y profundo de la historia. Su boca se mueve sobre la mía, caliente y reclamando, y yo gimo con urgencia incluso mientras me arranca las capas exteriores. "Desnuda", dice entre besos jadeando. "Te necesito desnuda". Página 18 de 31

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Oh Dios, quiero estar absolutamente desnuda. Le dejo trabajar los cordones de mi túnica a la vez que le toco por todas partes, jugueteando con mis manos arriba y abajo de su duro estómago y sus pectorales planos. Rozo con los dedos los puntos enchapados, examinándolos mientras me tira de la ropa, y cuando gruñe, levanto obedientemente los brazos para que pueda tirar de mis cueros por encima de mi cabeza. Entonces no llevo nada más que una banda para el pecho, mallas y botas, y me tiro al suelo para desabrochar el calzado. Él gime, todavía se cierne sobre mí mientras su cola roza mi columna, como si tuviera que tocarme ahora, y me encanta esa ligera caricia. Finalmente me quito las botas y alcanzo las suyas, deshaciendo los cordones que se entrecruzan a lo largo de sus musculosas piernas. Incluso aquí está muy bien. ¿Quién hubiera pensado que los hombres-sin pelo eran sexys? Pero quiero lamerlas mientras le arranco el cuero. "Dios, estoy muy cachonda". "Date prisa para que pueda hacer que te corras", gruñe. ¿Como si necesitara algún estímulo? Deslizo mi mano por su muslo, dirigiéndome a su taparrabos, y él me quita la mano con el movimiento más sexy y luego se mueve hacia abajo, empujándome de vuelta a las pieles con una mano en mi hombro. Prácticamente me arranca los pantalones y me aparta los muslos, como si necesitaran ser urgidos, y luego se zambulle entre mis piernas. Hago un sonido ahogado de placer cuando su lengua caliente y texturizada encuentra mi clítoris y comienza a dar vueltas en él, buscando el ritmo que me hará temblar y llegar al clímax. Juega con mis pliegues, moviéndose arriba y abajo y lamiéndome por todas partes antes de volver a mi clítoris y acariciarme. Sus manos agarran mis muslos con fuerza, y puedo sentir su cola deslizándose alrededor de uno de mis tobillos, apretando, e incluso eso me excita. "Raahosh", gimo, enterrando mis dedos en su grueso pelo. "Déjame..." "No", gruñe contra mi piel, y pasa su lengua sobre mi clítoris casi con rabia. "He esperado todo el día para esto. Esto es mío" Me estremezco. ¿Como si pudiera discutir con eso? Me retuerzo cuando su lengua se vuelve más decidida, más invasiva, y el calor de mi cuerpo se eleva. Quiero que se detenga. Quiero que siga para siempre. Quiero que me lama rápido y luego lento. Lo quiero todo. Y cuando me mete un dedo en el núcleo, me arqueo y presiono su boca como si me estuviera muriendo. A veces pienso que debo ser fácil de complacer. Porque nunca he tenido una tonelada de grandes experiencias con el pre-Raahosh oral y por eso exploto como el 4 de julio en el momento en que él se pone a trabajar. O tal vez es la lengua estriada. Tal vez es su entusiasmo y el claro placer que obtiene al lamer mis partes más secretas. Sea lo que sea, nunca deja de hacer que me combustione espontáneamente en un clímax tan fuerte que todo mi cuerpo tiembla con la respuesta y puedo sentir mi coño apretando alrededor de su dedo, como si tratara desesperadamente de atraparlo dentro de mí. Todo el tiempo, mi increíble compañero lame y chupa y provoca como si fuera su objetivo en la vida masturbarme. Continúa trabajando mi clítoris incluso después de mi clímax, barriendo con

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su lengua estriada los lados del sensible capullo y forzándome hacia otro orgasmo. Su dedo me bombea de nuevo, y luego se burla de la entrada de mi núcleo, jugando con mis jugos. "Oh, Raahosh", digo, fuerte y sin aliento y llena de deseo. Me encanta cómo utiliza su boca. Otro gemido se construye en mi garganta. Me encanta... Mi gemido se convierte en un chillido de asombro cuando saca su dedo, ese glorioso y maravilloso dedo, y lo desliza hacia mi trasero. El tren de la fiesta se detiene y el orgasmo que perseguía muere rápidamente. Me cierro las piernas con un aullido, golpeando accidentalmente alrededor de sus orejas. Él gime y se mueve rápidamente hacia atrás mientras yo me deslizo sobre las mantas, sorprendida. "¿Qué carajo fue eso?" Grito, conmocionada. Quiero decir, no soy totalmente reacia a los juegos de traseros, pero... adviértele a una chica primero. Es una de esas cosas de las que tengo que ser persuadida a hacer, y estoy segura de que no soy fan de un dedo sorpresa sin lubricar en mis lugares de no-no. "¡Nunca vayas por la puerta trasera sin permiso primero!" Se frota una mano sobre la oreja, frunciendo el ceño. Sus ojos son tan brillantes que parecen furiosos y me mira fijamente durante un largo momento, jadeando. Todavía está sonrojado por caer sobre mí, sus cuernos están de color azul profundo en la base, y cuando se sienta, puedo ver que su polla está dura como una roca, brillando por la humedad en la punta. Sus hombros están rígidos por la ira, sin embargo, y su boca se estrecha mientras me mira. Yo le devuelvo la mirada, porque ¡qué demonios!. Espero que diga algo, pero se queda callado. Nuestra mirada continúa un momento más, y entonces Raahosh se pone de pie y se aleja hacia la parte de atrás de la cueva, donde se guardan todos los suministros. Está enojado. Eso es claro. Reconozco ese enfadado tic en su cola y la forma recta de mantener sus hombros. Bien, yo también estoy enfadada. Sé que aún somos nuevos en el mundo del apareamiento, pero maldita sea, avisa a una chica antes de meterte en su agujero del culo. Me froto el trasero, todavía estoy sorprendida por lo que acaba de pasar. No es propio de Raahosh intentar algo así. Tío, está actuando muy raro últimamente. En realidad estoy un poco preocupada. Está actuando raro y es como si algo le molestara, y eso me preocupa. Me pongo de pie y voy tras él cuando no vuelve enseguida. Cuando llego a la siguiente cámara, está oscuro sin que el fuego se encienda pero puedo ver que Raahosh está arrodillado en el suelo, desenrollando varias de las pieles. "¿Qué estás haciendo?" No me mira. "Desenrollando pieles para que pueda dormir aquí". ¿Dormir aquí? ¿Sin mí? Yo balbuceo. "¿No vamos a hablar de esto? ¿Te vas a enfadar y a retirarte aquí sin molestarte en decirme por qué pensaste que meterme el nudillo en el culo era una buena decisión?"

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No creí que fuera posible, pero sus hombros se ponen aún más rígidos. Su cola golpea el suelo con rabia. No me mira, sólo continúa desenrollando las pieles con movimientos bruscos y furiosos. "¿Y bien?" Le incito. "Puede que no quieras hablar, pero esto no es propio de ti, y me preocupa, así que voy a adivinar. Detenme si acierto en el tema correcto" Cruzo mis brazos y estudio su espalda. "Me metiste un dedo en el culo porque te perdiste, ¿verdad?" Raahosh no dice nada, simplemente me ignora. "¿Pensaste... que si te esforzabas lo suficiente, podrías sacar una cola de ahí y nos emparejaríamos?" Su cola se mueve, a pesar de que hace todo lo posible por ignorarme. "Estás en tu versión de cazador de tu período, lo que significa que estás de mal humor. O tu recuento de midiclorianos es bajo y ahora nunca serás un Jedi ", agrego, lanzando una broma de Star Wars por si acaso. Aprieta la mandíbula y me mira por encima del hombro. "Detente. Sólo... déjalo estar". Me muevo hacia adelante y agarro su cuerno, el que no está torcido en un muñón que se encuentra desigualmente contra su cabeza. Le doy un tirón. "No voy a parar, gran tonto, porque te quiero y quiero saber qué te está comiendo. Vamos a hablar de esto". Sigo tirando de su cuerno, inclinando su cabeza hacia atrás para que se vea obligado a mirarme, y él sólo cierra los ojos. Después de un largo y obstinado momento, suspira y me quita la mano. "Yo... quería darte placer". Su voz es áspera, firme. Eso hace que mi corazón se oprima, y pongo una mano en su hombro. "Me das placer. Cada vez que estamos en la cama juntos" Raahosh niega con la cabeza, rechazando mis palabras. "Tiene que ser más. Tengo que ser más. Necesitas un buen compañero, uno digno. Sé que no soy amable, ni fácil para convivir. Sé que no soy atractivo. Y ahora estoy en el exilio. No quiero que sientas que tu khui ha elegido mal. Debo hacer más para complacerte y mantenerte satisfecha". Oh. Mi pobre y dulce alienígena. Mi corazón se parte de dolor por él. Me arrodillo detrás de él y envuelvo mis brazos alrededor de su pecho, poniendo mi mejilla contra su amplia espalda y dejando que mis pechos presionen su piel. "¿Cómo puedes pensar eso?" Pregunto en voz baja, acariciando mis manos arriba y abajo de su piel. No dice nada durante un largo momento, cayendo contra mi toque. Luego, finalmente, admite: "Mi padre..." "No digas más", murmuro. Me doy cuenta de lo que se trata. El piojo se asegura de que hagamos un bebé juntos, pero no todos se emocionan con el apareamiento. Recuerdo las historias de Raahosh de cómo su madre odiaba a su padre y lo desdichados que eran ambos. Probablemente piensa que tiene que ser un dios increíble en la cama, como si no lo Página 21 de 31

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fuera ya, para mantenerme satisfecha. Supongo que es por eso que se está volviendo tan raro conmigo. Le preocupa no ser suficiente. Sólo esa dulzura me hace muy feliz. Ningún hombre ha trabajado tan duro para asegurarse de que me sienta satisfecha en una relación. Significa tanto para él que soy su pareja, que esté a su lado. Por primera vez, es envidiado por los demás porque tiene una pareja humana. Es envidiado por su relación, por su futuro, y aunque está exiliado, sé que la mayoría de los otros hombres solteros de la tribu cambiarían felizmente de lugar con él si eso significara conseguir una mujer propia. Pero mi pobre Raahosh cree que me va a perder. Tal vez debería estar frustrada con él, pero estoy llena de tanto amor por el gran hombre alienígena. Acaricio con mi mano arriba y abajo de su pecho, amando como se inclina ante mi toque. Su cabeza se inclina hacia atrás y con cuidado pongo mi cara en ángulo para que no me apuñale con su cuerno, y luego me inclino y le beso el lado del cuello. Me encanta su gemido de respuesta y la forma en que su cuerpo se estremece. "Te amo", le susurro. "Te amo a todo tú. Me encanta mirarte. Me encantan tus cicatrices y tus cuernos únicos. Me encanta tu ceño fruncido. Me encanta esa forma rígida en que te mantienes. Incluso me encanta cuando golpeas la cola todo enojado y molesto" "Mientes", dice, la palabra es gruesa en sus labios. Su cola golpea fuerte de nuevo, y me doy cuenta de que estoy a horcajadas, y está atrapada entre mis muslos. Pero no me muevo. Sólo dejo que se dé cuenta de que estoy con él, y continúo besando y acariciando su hermosa piel azul-grisácea. "Verdad", le digo. "¿Por qué iba a mentir? Me encantan tus cicatrices". Levanto una mano y trazo a lo largo de una de las más prominentes. "Cuentan una historia. No una mala, sólo una historia sobre quién eres y lo que has superado. Te hacen diferente de los demás. Y no sé si te has dado cuenta, pero me gusta lo diferente". Me inclino y muerdo ligeramente el lóbulo de su oreja. Su respiración se detiene cuando mis dientes rozan su oreja. Dejo que mis manos se deslicen más abajo, jugando a lo largo de su duro abdomen y burlándome de las crestas de allí. Me fascina tanto acariciarle y tocarle que casi me pierdo sus palabras suavemente murmuradas. "No estaba seguro de poder mantener a una humana feliz. Nunca he tenido una pareja de ningún tipo... o una familia. Le pregunté a otros cómo puedo complacerte". Vale, bueno, algún friki le dijo que una exploración sorpresa de mi trasero debía ser el billete. Supongo que es el karma que me la devuelve por decirle a Aehako que necesitaba hacerle a Kira un consolador como regalo de cortejo. Aun así, todavía me conmueve que Raahosh haya estado solicitando consejo. Eso explica algunas de las conversaciones furtivas que ha tenido y de las que no quería hablarme, y por qué ha estado tan perdido en sus pensamientos. "¿Realmente le has estado preguntando a todos en la tribu cómo complacerme?" "Algunos lo ofrecen sin pedirlo", admite, acariciando mi mano mientras paso las uñas ligeramente sobre sus duros pectorales. "Te sientes bien presionada contra mí". Página 22 de 31

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Sonrío, mordisqueando su oreja otra vez. "Eso es porque me encanta tocarte. Quiero hacerte sentir tan bien como tú me haces sentir a mí..." Pongo mi brazo alrededor de su cuello y me inclino hacia su oreja. "Ahora quédate quieto mientras te meto el dedo en el culo" Se pone tieso. Esa cola me golpea entre los muslos otra vez. Me río. "No voy a hacer eso. Sólo estoy bromeando. ¿Y para el futuro? Estaría de acuerdo con el juego de traseros siempre y cuando sepa que lo espero y todas las partes del cuerpo estén bien aceitadas. ¿Entendido?" Raahosh asiente con la cabeza. "Y tal vez no escuches a quien te dijo que hicieras eso". Le picoteo la oreja otra vez. "Si quieres probar cosas nuevas en la cama, tal vez me las pases a mí primero. Te diré si son una buena idea o no". "Muy bien". Se detiene un momento, disfrutando de mi toque, y luego admite: "¿Estás disgustada con la forma en que te doy placer?" "Nunca". Le lamo los tendones de la garganta y me encanta cómo se estremece contra mí ligeramente. "Estaba pensando para mí misma lo increíble que eres. Lo digo en serio cuando digo que me vuelves loca y que nunca querría a otro, nunca" No sonríe, pero toma mi mano en la más grande y enlaza sus dedos con los míos, cubriendo su corazón. Puedo sentir el bajo y satisfecho zumbido de su khui, la canción es diferente ahora que hemos alcanzado la resonancia. "Entonces, ¿qué más te recomendaron los demás que probaras en la cama?" Pregunto, curiosa. "Mmm. ¿Juego de la cola?" Ojalá pudiera ver su frente para ver si se ruboriza o no. "Juego de la cola, ¿eh? Eso podría ser emocionante". Pienso en la cola ya atrapada entre mis muslos. No me costaría mucho hundirme en ella y dejar que me roce en los lugares más sucios. "Cuéntame más". "Yo... supongo que es utilizar mi cola en ti". Después de un momento, añade: "En las pieles". Reprimo una risa. Como si hubiera alguna duda de por qué él haría eso. "Puede que me guste eso", le digo, y me relajo, extendiendo mis muslos más. Significa que ya no puedo alcanzar su oreja para mordisquearle por detrás. En cambio, me deslizo contra él y presiono mi estómago contra su espalda, y mi coño, ya resbaladizo por el calor, agarra su cola mientras me muevo contra él. "Oooh. Definitivamente me gusta esta idea" Raahosh gruñe, el sonido es bajo en la caverna, y siento su cola presionando contra mí. Se mueve, como si tratara de golpear, pero en vez de eso, me froto contra él de arriba a abajo. Deslizo mis manos hacia abajo y agarro su polla por detrás. Todavía está duro y dolorido, y cuando lo acaricio, el líquido preseminal empapa mi mano. "¿Sabes lo que me gusta?" Le digo, presionando un beso en su espalda. "¿Qué?" Su voz está ronca.

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"Charla sucia". Dejo que los dedos de una mano patinen a lo largo de él mientras cojo la base de su polla con la otra mano. "Palabras sucias". Puedo sentirlo jadear. "¿Palabras... sucias?" "Sí". Golpeo mi lengua contra su espalda incluso mientras balanceo mis caderas, frotando arriba y abajo su cola y dejando que roce mi clítoris. Oooh, Dios, no sé si esto es lo que la gente tenía en mente cuando dijeron juego de cola, pero sé que me está gustando. Es grueso en la base de su cola, y es como montar su polla y dejarla deslizarse por mis pliegues sin penetrarme nunca. Joder, es sucio y caliente y definitivamente soy una fan. "Como decir que quieres coger esta gran polla gorda y metérmela en la boca" Acaricio su longitud, y luego aprieto ligeramente. "Que querrías empujarla tan lejos dentro de mi boca que golpearías la parte de atrás de mi garganta. Que observarías como la introduces entre mis labios y como es tan grande y gruesa que me haría tener que abrir la boca para acogerla..." Su fuerte gemido resuena a nuestro alrededor. Una gran mano cubre la mía y luego usa mi mano para masturbarse a la vez que monto la base de su cola, meciéndome contra él. Unos segundos después, sisea entre dientes y luego siento su liberación caliente salpicando mis dedos. Sigo acariciando, apretando ligeramente para tratar de exprimir cada onza de placer de su clímax que puedo. Me encanta que se haya esforzado tanto. Me aplasto contra su cola y mi coño se aprieta contra nada. No me he corrido, pero está bien. No tengo dudas de que no será así por mucho tiempo. Raahosh se hunde contra mí, su cabeza cae hacia atrás mientras respira profundamente. Se estremece, y luego levanta su mano de donde está cubriendo la mía. "Me he corrido en tus manos". "Me he dado cuenta". Le doy un beso en la espalda otra vez. "Me gustó. Fue sucio y cachondo y me gustó ver cómo perdías el control. Me encanta ver cómo te corres". La risa retumba en su pecho. "Me encanta verte a tí también hacerlo" Se mueve hacia adelante, el movimiento hace que su cola se deslice a través de mis pliegues y yo aspiro aire. A mamá le gusta. Pero entonces Raahosh me limpia los dedos de su liberación con un suave pelaje y se ocupa de sí mismo. Me quedo donde estoy, somnolienta y contenta, mi mejilla presionada contra su amplia y ondulante espalda. "Te amo". "Yo también te amo, mi Liz" "¿Pero sabes qué es lo que más me gusta?" "¿Qué sería eso?" "Me encanta poder ser yo misma a tu alrededor. Te amo por lo que eres. No quiero que seas nadie más que Raahosh-mi Raahosh. Puedes ser tan gruñón como quieras, porque sé que puedo ser un grano en el culo" Ignoro su resoplido y continúo, porque estoy teniendo un momento de calma, maldita sea. "Sé que puedo hablar demasiado de Star Wars y nunca he conocido una espada que no me gustara, y sé que puedo ser mandona. Pero siento que todo eso está bien para ti y me encanta. No tengo que intentar ser otra persona". Me acurruco Página 24 de 31

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contra él por detrás, complacida. "Y no estoy solo. No tienes ni idea de lo sola que me he sentido durante mucho, mucho tiempo" Envuelve sus brazos alrededor de los míos, como si me abrazara de esa manera tan pequeña. "Ya no me siento solo, tampoco. Es el mejor sentimiento. Gracias, mi compañera. Sabes que tienes mi corazón" "Tú también tienes el mío", le digo... y luego agrego, "Pero no mi trasero". Eso está fuera de los límites sin previa discusión". Resopla con diversión. 

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Capítulo 4 RAAHOSH Liz duerme a mi lado, acurrucada. Su trasero está presionado contra mi ingle y mi cola está entre sus piernas, el extremo cogido por su mano. Su cabeza está apoyada en mi brazo y su boca está abierta, lo que significa que está babeando un pequeño río, pero no la despierto. En cambio, la acerco a mí y presiono mi boca contra su pálido hombro. Mi feroz y decidida compañera. Cuando me sentí tonto, ella no me dejó retroceder. No nos dejará alejarnos el uno del otro con ira, pero sigue hablando hasta que debo reconocer por qué estoy enfadado o molesto. Cuando conocí a Liz, pensé que nunca dejaría sus interminables conversaciones, y me molestaba. Ahora, me alegro por ello. Beso su piel de nuevo, pensando en todas las cosas atrevidas que me dijo mientras estaba sentada y me acariciaba la cola y la polla por detrás. Me preocupaba no ser lo suficientemente interesante para ella. Ahora empiezo a pensar que no hay nadie que pueda seguir el ritmo de su mente salvaje y creativa, y eso me complace. Ella puede ser la audaz. Yo seré la roca, el protector, el escudo. Ella puede ser la flecha, lanzándose hacia adelante. Yo seré el arco, el soporte, la estabilidad que la flecha necesita para avanzar. En esto, somos una buena pareja. Liz se golpea los labios y se pone sobre su vientre, soltando mi brazo entumecido y cubierto de babas y presentándome su trasero. Me levanto de la cama, aunque soy reacio a dejarla de lado. Quiero acurrucarme en las pieles con ella por siempre, pero eso no avivará el fuego ni hará té caliente para mi hembra, frecuentemente fría y de piel delgada, que necesita calor. No pondrá comida en nuestros estómagos, así que me levanto y me ocupo del fuego, poniendo una bolsa de nieve fresca para derretirla y calentando trozos de carne congelada en un pincho hasta que chisporrotean y se ennegrecen en los bordes, como le gustan a Liz. No le importa lo crudo, pero su favorito son los trozos crujientes, así que me aseguro de que tenga los mejores trozos de comida. Una vez que está todo listo y preparado, sirvo una taza de té, pongo la comida en un tazón y me acerco a mi compañera donde aún está acurrucada en las pieles del almacén. No se apartó de mi lado después de que me retiré anoche, y pasamos las horas nocturnas apareándose con toda la intensidad febril de la primera resonancia. Me muevo silenciosamente hacia el área de almacenamiento y luego me agacho a su lado. Golpeo mi cola contra su mano para despertarla, y ella parpadea hacia mí con una expresión de sueño. "Te hice comida". La dejé a su lado y esperé, sintiéndome incómodo. Ella me está sonriendo como si yo fuera todas las cosas buenas del mundo y es... placentero. No sé cómo manejar eso.

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"¿Desayuno en la cama? Esta luna de miel se está poniendo cada vez mejor", dice Liz, sentándose y tomando el tazón. "Oooh, y me has hecho la carne crujiente. Vas a tener sexo otra vez" Resoplo, divertido por sus palabras. "Hoy hay una espesa tormenta de nieve. No puedes ver más allá de tu mano". Muerde un trozo de carne con sus pequeños dientes. "Entonces... ¿eso significa que no hay viaje para ti y para mí hoy?" Me acerco y toco un mechón de su suave melena amarilla. "Nos quedamos aquí este día. Quizá nos quedemos en las pieles junto al fuego y puedas contarme todo sobre Star War". Liz se ríe. "Oh Dios mío, eres muy lindo". La base de mis cuernos se calienta. "Soy un cazador. No somos lindos. Somos fuertes. Valientes. Intrépidos. Nosotros..." Hago una pausa mientras ella levanta su pequeño pie en el aire. "¿Qué estás haciendo?" "¿Puedes frotar mi pie? Hace frío y tus manos están calientes" Tomo su pie y comienzo a frotarlo, acariciando los pequeños dedos de color rosa blanquecino y manoseando la planta. "Como decía..." Cierra los ojos y niega con la cabeza. "Esto es increíble. Justo como esto. Puedes frotarme los pies, comer en la cama y será la mejor luna de miel de la historia". "Ya es la mejor luna de miel de la historia porque estoy aquí contigo", le admito. "Estoy agradecido de que seas mi pareja y de nadie más" Liz me sonríe, moviendo su otro pie en el aire y yo los retengo, masajeando mientras se mete otro trozo de carne en la boca. "Iba a darte lecciones de arco, sin embargo. Supongo que no podemos hacer eso mientras haya una ventisca fuera. ¿Estás decepcionado? No estás sacando mucho de esta luna de miel y aquí estoy recibiendo un masaje y un desayuno en la cama". Apoya su brazo detrás de su cabeza y me mira. "¿Hay algo que quieras hacer?" ¿Aparte de arrastrarla a las pieles y caer en celo en ella como a una bestia salvaje? Pero Liz siempre está tan ansiosa por jugar en las pieles como yo. Ella quiere decir algo más. Pienso en silencio mientras le froto los pies, considerando. "¿Hay ciertas cosas que se hacen durante la luna de miel?" Sus labios se mueven como si quisiera reírse de nuevo. "La mayoría de la gente se va de viaje y hace turismo. Miran lugares antiguos, visitan ruinas, o simplemente pasan el tiempo en la playa y nadan" Considero esto. "Supongo que podemos ir a la playa, pero no creo que te guste. Está al otro lado de las montañas, en dirección opuesta a donde nos dirigimos y no se puede nadar. Estos dedos rosados se congelarían". Y yo pellizco uno, porque me gusta ver que sus ojos se iluminan. "Paso de la playa helada, gracias" Liz come otro trozo de carne y me mira con una mirada caliente que me dice que no piensa mucho en las playas. "Es hora de crear lazos afectivos. Página 27 de 31

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¿Qué quieres hacer? ¿Qué haría esto especial para ti? ¿Algo que no querrías hacer con nadie más?" Inmediatamente, se me ocurre una idea. Casi la descarto, porque se siente demasiado abierta, demasiado vulnerable. Pero ella me mira con ojos ansiosos, y no puedo negarle nada. "Me gustaría", digo cuidadosamente, "ir a pescar". "¿Pescar?" Me da una mirada de confusión. "Hemos pescado antes, Raahosh" Niego con la cabeza. "Hay un lugar al que mi padre solía llevarme, cuando estaba vivo. Recuerdo ese lugar, y me sentaba a la orilla del mar con él y esperábamos a que los peces se acercaran. Y sólo hablábamos. Es el mejor recuerdo que tengo de mi padre". Su expresión se suaviza. "Entonces, por supuesto, lo haremos. Me encantaría. ¿Sabes cómo llegar al lugar?" "Sí, lo sé". He pasado muchas veces por allí desde la muerte de mi padre, pero nunca me he acercado. Nunca quise hacerlo, porque quería mantener esos recuerdos donde estaban. Quería ver el lugar en el ojo de mi mente como un kit llevado de la mano de mi padre mientras nos dirigíamos hacia el lago con redes y cañas de pescar. Pero quiero compartir esto con Liz. Quiero crear nuevos recuerdos con ella. Estoy cansado de vivir en el pasado. "No puedo esperar", dice ella, y deja su tazón a un lado, lamiéndose los labios. Le ofrezco la taza pero ella niega con la cabeza. "No tengo sed. Bien, entonces iremos a pescar una vez que el clima se aclare, ¿sí?" "Hoy no", estoy de acuerdo. "Hoy es un día para quedarse en las pieles". "Me alegro de que hayas dicho eso", me dice mi compañera, jadeando. "Porque estoy pensando en el sexo ahora mismo. Sexo crudo y rudo contigo encima de mí y mis tobillos en tus hombros". Ahora también estoy pensando en esto. Dejo de masajear sus pies y los coloco en mis hombros incluso cuando me meto en las pieles para unirme a ella. "Creo que es una buena idea".

Nieva durante dos días seguidos, y paso esos días acurrucada en las pieles con mi compañero. Nos apareamos. Jugamos a tontos juegos de palabras. Discutimos nombres para nuestro equipo. Hablamos de otros en la tribu y de quiénes creemos que resonarán después. A veces no hablamos de nada más que del clima, e incluso eso es agradable. Me gusta compartir todo con Liz, y nunca antes había compartido tanto con otra persona. Vektal es como un hermano para mí, y aún así hay cosas que nunca le he confesado y que le cuento fácilmente a mi compañera porque me siento seguro de decirle hasta la más mínima de las cosas. Casi me entristece cuando las nieves cesan y los soles se asoman por la espesa capa de nubes, porque significa que debemos seguir adelante una vez más. Página 28 de 31

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"¡Día de pesca!" Liz anuncia felizmente mientras recogemos. Su emoción me pone menos triste. Con ella, todo es agradable, y cuando dejamos la cueva atrás, cogidos de la mano, hablando de los mejores tipos de pájaros para comer y qué hierbas usar para rellenar la cavidad antes de asarla. Cosas tontas, pero me gusta oír hablar a Liz. Lleva quizás medio día de caminata fuera del camino familiar antes de ver un pico de montaña familiar, y un acantilado de roca de borde púrpura familiar. Estamos cerca. Sujeto la mano de Liz con fuerza mientras nos dirigimos al valle, y entre los acantilados puedo ver el lago. El agua caliente sale de los acantilados rocosos y llega a la superficie, pero como hace tanto frío, se congela antes de llegar al estanque. El resultado es una cascada vidriosa de hebras congeladas que caen por las rocas en una cascada congelada hacia el lago tibio de abajo. Los bordes están cubiertos de hielo, pero el interior está caliente. Y cerca de la propia cascada congelada, veo la plataforma favorita de mi padre. "Es todo muy bonito", respira Liz, aplaudiendo con sus manos enguantadas. "Me alegro de que hayamos venido aquí". Señalo el pequeño saliente de la roca. "Mi padre y yo nos sentábamos allí. Este no es un buen lago para la pesca con arpón, porque el hielo de los bordes no aguanta el peso. Así que usaríamos algo llamado 'caña' y pondríamos un poco de carne en una púa para atrapar a los peces cuando la muerdan... ¿por qué me miras así?" Le frunzo el ceño, porque mientras hablo, una sonrisa maliciosa cruza su rostro. Ella sube tan alto como puede y me da golpecitos en la barbilla. "Eres tan lindo. Los humanos también pescan con caña, tonto" "¿Lo hacen?" Gruño. "Tal vez no seais tan primitivos como pensaba" Mantengo mi voz ronca, y me encanta cuando hace un graznido de indignación. "¡No somos primitivos!" "Lo dice la gente que quema su carne perfectamente buena". Liz se ríe y me da un fuerte empujón. "¡Apestas!" Le sonrío. "Ven. Subamos y reclamemos nuestro asiento" Recuerdo haber escalado los escarpados y helados acantilados de joven y la facilidad con la que mi padre lo hacía. Sin embargo, es diferente con mi compañera humana a mi lado. No tiene el tamaño que yo tengo, y sus manos están cubiertas para protegerlas del frío, así que no puede agarrarse como debería. Mi corazón truena en mi pecho cuando se resbala una vez, y decido que la bajaré. Mis manos van a su cintura para ayudarla a llegar a la cima, pero ella me quita las manos a bofetadas. "Puedo hacerlo. No soy frágil, Raahosh" Ella cree que no es frágil. Resoplo y mantengo mis manos sobre ella de todos modos. En lo alto de la cresta, Liz pone sus manos en sus caderas y respira profundamente. "Vaya, esto es hermoso. Me encanta la vista" Página 29 de 31

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Mantengo mi mano en su brazo y mi cola envuelta alrededor de su pierna. "No te inclines tan cerca del borde" "Me atraparás", dice, y se inclina sobre el borde del acantilado. "Vaya, estamos justo encima del agua". La tiro hacia atrás suavemente. "Siéntate. Preparemos nuestras cañas de pescar" Se sienta obedientemente y me acerco a ella más de lo que debería, y mantengo mi cola pegada a su pierna, por si acaso. Estamos más arriba de lo que recuerdo como un kit, o tal vez sólo estoy preocupado por Liz y el kit en su vientre. De cualquier manera, no me sentiré cómodo este día. Aún así, alivia mi espíritu estar aquí con ella. Ella mira mientras ato un largo cordón de hilo a un extremo de mi lanza y ato un gancho de hueso en el otro. Liz coge el anzuelo y lo ceba con facilidad, asegurándose de que las púas atraviesan la carne para que no se caiga una vez que golpee el agua, y me muestra que ya lo ha hecho antes. "Solía ir de caza con mi padre", dice cuando la miro. "Y a veces a pescar, aunque la mayoría de las veces sólo atrapábamos tortugas o serpientes en lugar de peces. ¿Necesitamos algún tipo de peso atado a la línea?" Arrojo el trozo de carne al agua abajo y, por supuesto, se balancea en la superficie y no va más allá. "Podemos usar una roca". No es una mala idea, y me alegro de que sea tan inteligente. "Eres inteligente, Liz". "No, sólo algo que recuerdo de antes". Ajustamos las cuerdas con pesas, atando una pequeña piedra oblonga cerca del cebo en la cuerda para mantenerla bajo el agua, y luego dejamos caer una cuerda en el agua. Le entrego el "palo" a Liz mientras trabajo por mi cuenta. La observo mientras trabajo en el sedal, con relajada felicidad en su rostro. Pienso en las otras hembras humanas y trato de imaginarlas aquí con sus parejas y no puedo imaginarlo. No les gusta lo salvaje. No les gustaría exiliarse conmigo. En verdad, soy el más afortunado de tener a Liz. Es perfecta en todos los sentidos. "Me estás observando", dice, mirando al agua. "Estoy pensando en lo feliz que soy", le admito. Liz me mira y una tímida sonrisa curva su boca. "Yo también. Este lugar es perfecto... y tú eres increíble. No pensé que podría ser tan feliz en un planeta de hielo como este pero... es increíble y no puedo imaginarme estar en otro lugar. Estoy deseando que pasemos el resto de nuestras vidas juntos". Su mano roza su estómago, y sé que está pensando en nuestro kit. Impulsivamente, me inclino y beso la parte superior de su cabeza, luego la sostengo más cerca de mí, tirando de ella en mi regazo. Tengo una repentina visión de uno de los grandes peces mordiendo y luego tirando de mi pareja de la cornisa y hacia el agua. "Mejor pescamos juntos"

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Ella se ríe. "Está bien, si quieres". "Sí, quiero". La acomodo en mis muslos mientras ella sujeta el palo. "Puedes contarme otra Star War". "Sólo hay una", dice Liz, exasperada. "Y ya te lo he dicho". "Pero te encanta, así que cuéntalo otra vez" Sus ojos brillan con placer cuando me mira. "¿Quieres oírlo otra vez? ¿En serio?" "Me gustan las cosas que a ti te gustan", le digo con sencillez, y la abrazo fuerte. "Está bien", dice Liz, apoyándose en mi pecho. Su cabeza cabe justo debajo de mi barbilla. Perfecto, de verdad. "Hace mucho tiempo, había un tipo llamado Anakin, y él era el elegido..." 

FIN

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