Resumen Historia Cap I, II, III

Pablo Gerchunoff – Lucas Llach (1998)EL CICLO DE LA ILUSIÓN Y EL DESENCANTO. UN SIGLO DE POLÍTICAS ECONÓMICASARGENTINAS

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Pablo Gerchunoff – Lucas Llach (1998)EL CICLO DE LA ILUSIÓN Y EL DESENCANTO. UN SIGLO DE POLÍTICAS ECONÓMICASARGENTINAS Prólogo El fragmento de la realidad sobre el que trata este libro es amplio por el espectro temporal que cubre (desde 1880 hasta el ocaso del siglo XX) pero relativamente específico en el área que ocupa (la política económica de un país mediano como la Argentina)En cuanto a las fronteras temporales, el momento inicial coincide con la fecha de hito de consolidación de un estado auténticamente nacional, lo que resulta una elemental precondición si lo que se está analizando es la política económica de un país. La fecha de finalización es acaso menos obvia. En las páginas siguientes no hay respuestas ni preguntas acerca de cómo debió haber sido la política económica sino explicaciones e hipótesis de porqué fue como fue, apareciendo como causalidades las condiciones locales e internacionales de la economía, las situaciones institucionales y de poder y el estado del pensamiento económico al momento de formularse las políticas económicas que van modificándose a medida que los factores que influyen en ella van variando de importancia. CAPITULO I – LA GENERACION DEL PROGRESO (1880-1914) Bases y puntos de partida para el progreso argentino Si bien la Argentina se constituyó como estado políticamente independiente en 1810, ratificándolo en 1816, una serie casi interminable de luchas civiles e internacionales postergó cualquier intento de progreso económico sólido durante varias décadas. Recién en 1853 se conseguiría una Constitución aceptada por las provincias, aunque la incorporación de Buenos Aires sólo se consumó en la década de 1860, prolongándose la organización nacional hasta 1880. La prioridad era garantizar la existencia misma del estado argentino mientras se intentaban sentar los cimientos de un país. De esa época datan los Códigos de Comercio, Civil y Penal y el impulso a la educación que obsesionó a Sarmiento. E s r e c i é n a p a r t i r de la presidencia de Roca (18801886) que puede hablarse de un estado nacional cuyos gobernantes fuerana dministradores y no sólo funcionarios. La fórmula “Paz y Administración” de Roca, estandarte de su gobierno, fue toda una síntesis de las prioridades de un país. El último censo nacional (1869) mostraba un territorio bastante desierto y con bajo nivel de instrucción, la tasa de analfabetismo era otro síntoma de retraso, la llanura pampeana lejos de ser el granero del mundo estaba dedicada a una ganadería de poca calidad, con predominio del ganado ovino. La agricultura prácticamente no existía, salvo en los alrededores de la ciudad y para consumo local. Un obstáculo evidente para el desarrollo económico era la dificultad para transportar los productos del interior a los puertos y solo con el ferrocarril estas posibilidades comenzaron a abrirse en la década de 1870.En cuestiones económicas también había desacuerdo y en los debates de política comercial la discusión se centraba en la Ley de Aduanas, régimen de propiedad de la tierra, el papel del estado. A partir de estas y otras divergencias se está dando de hablar de la “Generación del 80” con un sello ideológico liberal, admiraban el pensamiento de Alberdi, aborrecían la anarquía y el despotismo, creían en las virtudes de la educación, deseaban abrir el país a los capitales, los hombres y las ideas del exterior. En el ámbito de la política socioeconómica la noción de progreso más que cualquier otra dominaba el debate, era necesario incorporar rápidamente la Argentina a la expansión mundial liderada por Gran Bretaña y escoltada por Francia, Alemania y EE.UU. que se sumaron a la Revolución Industrial. En ese contexto sus ideas eran optimistas y habrían sido estériles en otro tiempo y lugar.

La economía mundial de la época La economía mundial en la Argentina comenzó a insertarse después de su pacificación interior, tenía como rasgos centrales la creciente integración de mercados y el rápido crecimiento de la producción. Hasta la Primera Guerra Mundial se prolongó esta tendencia decrecimiento sostenido de la economía que sólo se retomaría alrededor de 1950. En ese contexto Inglaterra jugaba un rol fundamental., su influencia sobre el resto del mundo no era sólo consecuencia de su riqueza sino de su particular organización de su economía., con los principios de libre comercio, y la especialización inspirados en Adam Smith y David Ricardo. Los recursos productivos ingleses se concentraban en las manufacturas y por consiguiente la necesidad de importar alimentos y materias primas. Argentina cumplía entonces con las dos condiciones: producía materias primas requeridas por Inglaterra y demandaba manufacturas por lo que el flujo de comercio era atractivo. Londres era por esos tiempos el centro financiero mundial y por lo tanto regulador del patrón oro que regía en el mundo., también efectuaba grandes inversiones en el exterior y sobre éstas se asentaría el desarrollo económico de Argentina antes de la Primera Guerra Mundial. Las colonias ya no eran solamente una fuente de materias primas y minerales preciosos sino un mercado para exportar su producción y su capital y no tanto el dominio político. Llenando el desierto; inmigración, capitales y tierra A muy grandes rasgos la posición de Argentina en el mundo a partir del último cuarto del siglo XIX puede describirse como la aceptación de un lugar bien definido en el sistema de división internacional del trabajo cuyo centro era Inglaterra: el del productor agropecuario e importador de productos manufacturados. La impresionante expansión económica tiende entre la consolidación de la organización nacional en 1880 y la Primera Guerra, estuvo relacionada a un lugar geográfico (la pampa húmeda), a un par de actividades productivas principales (la ganadería y la agricultura) y a la incorporación de capitales y trabajo extranjeros, manifiesta en la instalación de ferrocarriles en una gran inmigración. Era todo un desafío para los gobernantes de las décadas finales del siglo XIX coordinar esa incorporación de recursos de modo de cristalizar los ideales de progreso, las tierras ya estaban ahí con una gran fertilidad. Pero nada podía lograrse si no se acortaban las distancias entre la vasta llanura y el puerto. El ferrocarril sería el encargado de esa tarea, si falta alguno sólo de los factores tierra, trabajo y capital no se habría hecho posible esa transformación. La estrategia fue que las sucesivas administraciones fomentaran el importante papel que cumpliría el gobierno (1880) ya que la acción privada todavía era muy débil La Argentina para los europeos, la inmigración Una de las condiciones para crecer era por lo pronto poblar el desierto, según el lema alberdiano “gobernar es poblar”, ya que el crecimiento surgido de las tasas de natalidad y mortalidad siempre era insuficiente, era inevitable entonces recurrir a la inmigración y para1876 se crea el Departamento General de Inmigración, las estadísticas indican que las ventajas económicas harían variar los flujos de inmigración que crecía cuando se agrandaba las condiciones de empleo y de salario entre el país de origen y la Argentina (aquí había más empleo y mejor pagado).Las tareas rurales eran las que absorbían este aumento de población, los años 80 vieron todo el esplendor de la “pampa gringa” gracias a una mayor expansión ferroviaria y al final de las incursiones de indios y de langostas. Las obras públicas fueron otra fuente de empleo para el inmigrante, por otro lado la naciente industria en los grandes conglomerados cercanos a Buenos Aires tuvo una gran participación de extranjeros, siendo especialmente de Italia y España.; Inglaterra en cambio contribuyó con pocos inmigrantes a pesar de los fuertes lazos entre ambas economías.

El desembarco latino Distribución de los inmigrantes por país de origen, 1871-1914 La emigración italiana se debió en parte a la crisis agrícola de fines del siglo XIX, que sumado a una creciente presión demográfica hizo que dejaran la península. En cuanto a la emigración española también hubo un empuje por la misma causa, el emigrante español ya no elegía Cuba porque la había perdido de su Imperio y se dirigía la próspera Argentina. Las provincias de nuestro litoral y la zona pampeana fueron la más favorecidas especialmente Santa Fe, La Pampa y Entre Ríos por su proximidad con el puerto, otros polos de atracción fueron Mendoza (actividades vitivinícolas) y Tucumán (azucareras).El caudal inmigratorio se detuvo con la Primera Guerra Mundial, pero la influencia de la inmigración no fue puramente económica sino que se reflejó en las artes, ciencias, política, ideologías, etc., el trabajo de los inmigrantes fue imprescindible para el crecimiento y prosperidad económica que estas tierras nunca habían visto entre 1880-1914. El capital extranjero y los ferrocarriles Los inmigrantes permitieron superar la falta de mano de obra rural y favorecer el desarrollo agrícola, pero un papel no menos crucial fue el que cumplieron los ferrocarriles ya que con ellos se disminuyó el costo del transporte del producto exportable entre el campo y los puertos, acortando las distancias entre el productor argentino y el consumidor europeo. También se perfeccionó con tecnología el transporte por el Atlántico con técnicas de enfriamiento y congelamiento de carnes. EL ESQUEMA AGROEXPORTADOR El primer tren (1857) fue el Ferrocarril Oeste (39 Km.) financiado en parte por el gobierno que asumió su propiedad en 1863 a partir de esos años la gran extensión ferroviaria fue solventada y administrada por los ingleses. En 1870 el Ferrocarril Central Argentino unía Córdoba y Rosario, incorporándose así otras zonas a la producción para exportación y también Tucumán y Cuyo al circuito económico nacional. Las tierras cercanas al ferrocarril se fueron valorizando. La diferencia con EEUU era que esta poseía río y lagos navegables tan eficientes como el tren, en Argentina el ferrocarril fue un componen esencial para el crecimiento durante la gran expansión. La manufacturas inglesas que llegaban al puerto eran así fácilmente transportables y a bajo costo hacia otros centros de consumo fuera de Buenos Aires. La construcción del país requería mejorar los puertos, rutas, instalar tranvías sistemas de comunicación redes de agua y electricidad; los recursos eran insuficientes y se necesitaba capital de inversión extranjera o empréstitos externos. También los capitales foráneos se ligaron a la industria de exportación (frigoríficos), el comercio y los bancos. El capital de inversión más importante fue el inglés, aunque también invirtieron Alemania y Francia. Recién finalizada la Primera Guerra Mundial terminaría el ciclo inglés y en su reemplazo entraría EE UU para proveer capital. El capital extranjero en la Argentina La presencia del capital externo se reflejó en el pago de los servicios de la deuda externa y de dividendos al exterior llegando a representar un 40% de las exportaciones, mientras crecieran las exportaciones y hubiera ingreso del capital extranjero la balanza de pagos estaría a salvo. Sólo con la combinación de ambos se podría lograr la expansión productiva que finalmente se consiguió, pero a un cierto precio para el país pues los intereses y remesas de los inmigrantes a sus familiares en su tierra de origen se acrecentaban y el dinero salía del país. Sólo en el largo plazo la capacidad exportadora y el ahorro nacional aumentarían. La tierra en las pampas: expansión y distribución La siempre amenazadora presencia del indio y la ausencia del valor económico de la tierra determinado en fronteras en Buenos Aires hasta el río Salado, y parte de las provincias de Santa Fe y Córdoba; en cambio una gran parte de Buenos Aires, La Pampa y la Patagonia eran todavía

desierto. Después de medio siglo se puede hablar de consolidar la frontera ya que la Campaña del Desierto eliminó el peligro del indio (1879). Esta expansión de la geografía política y económica está relacionada con las necesidades de una ganadería en expansión, en la p a m p a h a b í a e s c a s a población y por ello el desarrollo de la agricultura estaba limitado por la e s c a s e z d e m a n o d e o b r a . A l c a e r mundialmente la demanda de carne y cueros ovinos (vacas) se extiende el ganado ovino (ovejas) a zonas nuevas al sur y al oeste, en cambio las tierras del litoral, norte de Buenos Aires y Santa Fe eran más aptas y fértiles para la agricultura, base de muchas fortunas a medida que la rentabilidad agropecuaria mejoraba. Es necesario admitir que en el momento de repartirse la mayor parte de las tierras que luego serían el “granero del mundo “éstas todavía no eran codiciadas ya que la llanura pampeana en la época colonial era despreciada por carecer de minerales y no se la apreciaba en su potencial agrícola-ganadero. En el siglo XIX fue muy frecuente la cesión de tierras públicas a manos privadas por la Ley de Enfiteusis (en tiempos de Rivadavia) y otras leyes bajo el gobierno de Rosas. Cuando no se regalaban las tierras eran vendidas a precios ínfimos con el simple propósito de financiar desequilibrios fiscales. Durante la Campaña del Desierto muchos militares se beneficiaron con estas compras masivas. No había general una justicia distributiva. La difusión del arrendamiento agrícola (alquiler de tierras) practicado por los inmigrantes es otra evidencia de la distribución poco equitativa de la propiedad con una eficiencia productiva aceptable. Concentrada en pocas manos la tierra daba lugar a oligopolios impidiendo el mercado competitivo, solo se valorizaban las tierras cerca del ferrocarril y la posibilidad de exportar carne enfriada de alta calidad. Este régimen de tenencia de la tierra ocasionó una distribución del ingreso muy desigual en las zonas rurales, así este sector rural con el tiempo sería identificado con la oligarquía terrateniente y cualquier medida que favoreciera el campo sería considerada contraria a los intereses de la población más pobre. El desarrollo agropecuario Hasta la década de 1870 la ganadería extensiva especialmente ovina era la actividad más importante de la zona pampeana. Mientras el descubrimiento del potencial agrícola fue en realidad bastante tardío. Tanto la expansión de ferrocarril como la inmigración fueron los dos acontecimientos para demostrar que este potencial agrícola existía, con ello se superaba la escasez de mano de obra y se integraba la región pampeana al comercio internacional, al facilitar el traslado de hombres y productos, asumiendo la agricultura un carácter netamente comercial y no sólo de consumo de los colonos como en otros países. El trigo fue el símbolo de la revolución agrícola argentina y encontró en la llanura pampeana un suelo fértil y un clima favorable, tierra blanda y pastos bajos para el arado sumándose a ello una moneda depreciada lo que favorecía la exportación. El costo de traslado hasta Europa era más bajo que el del trigo norteamericano porque a su vez eran más bajos los fletes desde el campo al puerto y ello compensaba la mayor distancia transatlántica. Un rasgo singular de la producción rural en la Argentina fue la interacción entre la ganadería y la agricultura originándose una competencia espacial, la ganadería tuvo que desplazarse al sur y al oeste y dando lugar al establecimiento agropecuario con rotación entre ambas actividades. Hasta la aparición de la cámara frigorífica las posibilidades de exportar se reducían sólo al tasajo (carne salada) y al ganado en pie o a la exportación de lanas queso hizo muy importante y en menor medida la de cueros. El panorama cambió radicalmente hacia 1877 donde comenzó el transporte de carne congelada a Europa, en pocos años frigoríficos ingleses, argentinos y norteamericanos se instalaron cerca de los puertos y en las zonas de Avellaneda, Zarate y Campana. Como EEUU no podía abastecer su demanda local de carne, Argentina tomó su lugar en abastecer a Inglaterra en la carne enfriada. La agricultura y la ganadería eran el sustento del modelo de crecimiento económico basado en la

explotación de recursos naturales y que parecía capaz de prolongarse en el tiempo. El descubrimiento del petróleo en 1907 ofrecía posibilidades nuevas y de esa expansión del sector rural daba sus primeros pasos la industria argentina. La industria durante la expansión: un exceso de librecambio? Uno de los mayores cuestionamiento al modelo agroexportador ha sido la concentración de la mayoría de los recursos productivos en las actividades primarias impidiendo la instalación de industrias manufactureras con mayor potencialidad de crecimiento a largo plazo, las que crecieron sólo fueron consecuencia del desarrollo del sector agroexportador y ello se conoce como eslabonamiento que puede ser “eslabonamiento hacia adelante” (se expande una actividad gracias a la disponibilidad de un insumo = industria molinera, de cerveza, frigoríficos, molinos azucareros) y “eslabonamientos hacia atrás” (progresa una industria y genera una demanda de insumos = talleres de reparación de material ferroviario). Al expandirse el mercado interno la industria y el sector rural fueron complementarios. Los primeros pasos de la industria argentina El debate entre el proteccionismo y el librecambio fue discutido por los economistas del siglo XIX y asumió en cada país características distintas. Es difícil reconocer como estrategia de desarrollo la política comercial de la época. El manejo de los aranceles no parece el resultado de un planeamiento a largo plazo, ni preindustrial ni anti industrial; eran los partidos opositores al gobierno los que levantaban la bandera de la libertad comercial y de la reducción de aranceles especialmente los socialistas. La presencia de altos aranceles en algunas actividades es explicable por la fuerte presión de grupos de interés u otras veces guiadas para protección de la competencia exterior o por necesidades fiscales. Esas deficiencias no eran producto de una deliberada acción contra la industria así como la política aduanera, sino medidas parciales que respondían a las presiones antes mencionadas. La puerta hacia la especialización: el comercio exterior El análisis del comercio exterior argentino evidencia que la economía seguía un patrón de crecimiento basado en producir bienes primarios intercambiarlos en el exterior, representando las exportaciones agropecuarias el 95% del total de las ventas externas. De un lejano sexto lugar como país exportador de granos en 1888 la Argentina pasó al tercer puesto en 1907 siendo sólo superada por EE UU y Rusia. En cuanto a las importaciones cumplían con los consumidores de productos no fabricados en el país, habiendo una etapa de importaciones fuertes de bienes de capital (maquinarias, herramientas por ejemplo) que coincidieron con el auge del tendido del ferrocarril. El comercio exterior durante la expansión En la década 1880 hubo precios de exportación en crecimiento y precios de importación estables al tiempo que se producía una fuerte expansión de la economía. En la década de 1890 la situación se revirtió cayendo los precios de los productos del campo y también los de importación, con una economía en recesión. La debilidad de la economía fue explicada por el efecto de la reducción en la entrada de capitales que siguió a la crisis. Despegue, euforia, crisis: el manejo económico hasta 1890 La política económica sostuvo entre 1880-1914 ciertas líneas básicas, ningún gobierno redujo el fomento a la inmigración y el capital extranjero ni revolucionó la política comercial, lo más inestable fue la “cuestión monetaria “ya que la inestabilidad de la moneda argentina no es cosa nueva, las dificultades por establecer un patrón monetario confiable fueron por largo tiempo insalvables. Hasta que Roca llegó a la presidencia no existía el dinero nacional en el sentido estricto de la palabra. En el interior convivían monedas de oro y plata de otros países y algunos billetes provinciales inconvertibles. La presión del sector agroexportador por una moneda

depreciable sería la pujaconstante. La administración de Avellaneda se distinguió por una política monetaria y fiscal de corte conservador, buscando la unificación de una moneda definitiva. El “pesos oro” (1881) fue la primer unidad de dinero completamente nacional y serían acuñados por la flamante Casa dela Moneda. La reforma monetaria no fue el único ni más importante avance económico de la presidencia de Roca (1880-1886) ya que las obras públicas, la vías férreas y el desarrollo veloz como el crecimiento de la deuda crecían sin pausa, ocasionando déficit fiscal (la gente no pagada impuestos por invertir en infraestructura (se ensanchaba el puerto del Riachuelo) o estar endeudados con préstamos). Había un exceso de importaciones sobre las exportaciones lo que alteraba la balanza de pagos, todo se hacía pensando que la prosperidad futura brindaría los recursos necesarios para pagar las deudas. El sistema monetario en el que se habían puesto las esperanzas falló en su base y la paridad del peso oro con el peso papel moneda nacional sólo se mantuvo 17 meses, además nunca creció tanto la deuda externa como el los finales de la década del 80.A Roca le siguió Juzrez Celman (1886-1890) con una política imprudente y ultra expansiva del gasto público financiado con préstamos exteriores, también apostando al futuro promisorio. A pesar de privatizar algunas líneas de ferrocarril y obras de salubridad se tuvo que recurrir a la emisión de moneda y por consecuencia se cae en la inflación., el gobierno pagaba las deudas en pesos papel y perdían así los acreedores creciendo la desconfianza en el sistema. La responsabilidad de manejar la crisis recaería en Carlos Pellegrini Catarsis, austeridad y crecimiento: la política económica en 1890-1899 La sensación de inseguridad monetaria se extendió al sistema bancario y los retiros de depósitos provocaron la caída de los bancos Provincia, Nacional e Hipotecario. Los salarios reales cayeron y aumentó la desocupación. El Ministro de economía Vicente Fidel López(conservador) redujo los sueldos de los empleados estatales pero también bajaron las pensiones y jubilaciones y el presupuesto de los ministerios. Más tarde se crearon impuestos y se dispuso el aumento de aranceles. La caída de las importaciones hizo que la aduana recaudara menos, se crea el Banco de la Nación Argentina para ganar la desconfianza al sistema financiero nacional, poniendo límite estricto al crédito para obras del gobierno tratando el gobierno de. Inclinarse al equilibrio fiscal. Y a la prudencia monetaria tratando devolver a la paridad al menos en un largo plazo. Y Argentina se reintegraba al sistema mundial del patrón oro. El oro estaba en baja lo que perjudicaba a los exportadores. Con el esplendor del Centenario La nueva convertibilidad tuvo un comienzo difícil pues el país recién se estaba recuperando de la recesión de origen interno, con el agravante de una cosecha pobre y la posibilidad de un conflicto armado con Chile. El sistema monetario se mantuvo inconmovible durante una década y media pero gracias a las coyunturas históricas de la historia argentina y no por su solidez. El oro en manos de la Caja de Conversión crecía sin pausa lo mismo que las exportaciones y la inmigración volviendo la confianza en la Argentina. La Argentina en crecimiento 1900- 1913 El entusiasmo por el joven país de cien años que habían soñado Alberdi y Sarmiento era contagioso, ni siquiera un presidente prudente como Roque Sáenz Peña en 1913 podía sustraerse al optimismo de la época. Pero el sombrío panorama internacional y una crisis de orden interno se combinaron para interrumpir el más prolongado período de prosperidad que conoció este país.

Progreso para todos? Los salarios altos explicaban las masivas migraciones desde Europa a estas tierras, ello se debía a la alta productividad del trabajo agrícola donde la tierra de calidad era abundante. Como país productor de materias primas los bienes rurales eran baratos y los bienes industriales caros. La abundancia de alimentos hizo del problema del hambre en la Argentina un problema menor y ello atraía a los inmigrantes de las zonas pobres de Europa, que pronto lograron una mejor posición económica, dominaron el comercio y la industria. La ganadería en tanto seguía siendo una actividad reservada a los terratenientes. Mérito del gobierno fue el progreso educativo así como la urbanización trajo mejoras en las viviendas, más el problema habitacional recrudeció con el ininterrumpido arribo de inmigrantes que vivían en conventillos por los que pagaban altos alquileres. Es probable que las pobres condiciones de salubridad tuvieran bastante que ver con las enfermedades contagiosas. A pesar del cuadro general de progreso se acentuaron las condiciones de desigualdad, especialmente diferencias entre el litoral y Buenos Aires y las provincias del noroeste. El poder económico ya no estaba en las minas del Alto Perú como en los tiempos coloniales, sino en las fértiles llanuras cercanas a los puertos, allí se instalaban casi todas las industrias por estar más cerca de los centros de consumo. El ferrocarril fue para todos el símbolo del progreso y los productos importados competían con los locales sobre todo las artesanías que en muchos casos cesaron. Pronto aparecieron con las actividades industriales, los sindicatos especialmente dominados por socialistas y extranjeros por lo que el gobierno con la Ley de Residencia trató de echar a los extranjeros perturbadores del orden social. No tuvieron una acogida favorable las mejoras laborales en horario y regulación de los gremios perdiéndose una posibilidad de consolidación del consenso en torno al modelo socioeconómico de la Generación del 80. CAPITULO II – ÚLTIMAS IMAGENES DE UN MODELO (1914-1929) El legado de una generación Las cuatro o cinco décadas anteriores a 1914 fueron para el mundo tiempos de progreso y relativa paz, está claro que en ese medio siglo anterior a la Primera Guerra Mundial el mundo se hizo para bien o para mal, más “moderno”. La Argentina que no fue de los primeros países en entrar a ese circuito comercial en expansión, tardó bastante poco en encontrar su propio lugar una vez que tuvo la posibilidad deshacerlo. Los mecanismos empleados para conseguir la integración internacional de la Argentina fueron simples y eficaces, se ampliaron puertos, los campos sembrados o de pastoreo se iban extendiendo al sur o hacia el oeste, miles de inmigrantes llenaron el desierto, y según el censo nacional de 1914 fue increíble el aumento del número de habitantes comparado con cualquier nación en cualquier tiempo. Las cifras de aumento de la población eran por entonces una medida significativa del desarrollo económico de un país, pero el reclamo principal de la principal fuerza de oposición no era económico sino político, la fraudulenta máquina electoral consolidada por el roquismo fue denunciada insistentemente por los radicales, la prédica de Alem continuó con Irigoyen. La llegada de Roque Sáenz Peña a la presidencia en 1910 permitió que el viejo ideal radical de competencia electoral limpia se realizara, en1912 el voto fue por primera vez secreto, universal y obligatorio. La apertura democrática Porqué se negaría el electorado argentino a dar su voto de confianza al Partido Autonomista (oficialismo R.S.Peña) si fue la única fuerza política que podía enorgullecerse de sus logros? El oficialismo no podía mirar con tranquilidad las futuras elecciones. El triunfo de los radicales en 1916 ge bastante contundente, era el principio de una hegemonía del radicalismo que se extendería hasta el final de los años20 y que solo pudo ser cancelada por las malas con el golpe militar de 1930.

El predominio radical Ese predominio de los radicales se sostenía tanto en aciertos propios como en errores ajenos. Además supo identificarse con la nueva argentinidad hija de la inmigración. A Irigoyen le tocó asumir la presidencia en medio de la Primera Guerra Mundial que estaba obligando Argentina a definir su posición internacional. Debido a la cantidad de extranjeros aquí radicada la decisión era muy delicada, eso influyo para mantenerse neutral y este criterio persistió una vez terminada la guerra. La política también abundó en conflictos de los conservadores y el radicalismo con influencia en la relaciones entre el gobierno nacional y los provinciales, siendo frecuentes las intervenciones federales a las provincias donde los conservadores predominaban. Otro ámbito donde se desmanteló la estructura anterior al radicalismo ge la universidad a través de la Reforma Universitaria. Pero más grave aún fueron las facciones internas dentro del oficialismo (radicalismo) siendo la línea más importante el grupo azul que se diferenciaba más que nada por su oposición a la figura omnipresente de Irigoyen, y ge definida también como antipersona listas. La elección plebiscitaria de Hipólito Irigoyen en 1928 daría al personalismo (irigoyenistas) la victoria final de esa contienda. Del segundo presidente radical – Alvear – se ha dicho que estuvo acompañado por la buena suerte, entre 1922 y 1928 no hubo grandes cuestionamientos políticos o grandes perturbaciones económicas. El final de la buena fortuna Los trastornos que la Primera Guerra Mundial generó en la Argentina empezaron antes que la propia guerra., la suerte que antes le había sonreído a Argentina permitiendo una rápida integración al comercio mundial ahora parecía serle esquiva. Había serias dificultades para el financiamiento externo y un déficit comercial provocado por las bajas exportaciones, generó una salida de metálico a través de patrón oro(para pagar las deudas e importaciones) lo que se tradujo en una caída bastante importante de la circulación monetaria, aumentaron las tasas de interés para captar depósitos o inversiones y muchos negocios quebraron si no podían hacer frente a sus deudas. Era la primera gran recesión desde 1890 y sería la mayor de todo el siglo XX, hasta el final de la guerra la Argentina mantuvo su cuadro depresivo. Primera guerra, primera depresión Durante los años de guerra la Argentina acumuló enormes excedentes come r c i a l e s . E n 1 9 1 5 l a s e x p o r t a c i o n e s d o b l a r o n a l a s importaciones, algo que solo se repetiría en la Segunda Guerra Mundial, pero la economía argentina se enfrentó a una restricción de oferta derivada de las dificultades para conseguir importaciones y tuvo que cerrar su economía, depender más de sí misma para procurarse las manufacturas, la competencia extranjera ya no afectaría a la naciente industrialización por sustitución de importaciones, m á s l a recesión interna y las dificultades para conseguir insumos afectarían al país. Diversas ramas industriales se destacaron, pero la más importante ge la textil y las de alimentos como provisión a las naciones en guerra, mientras la metalurgia, cerveza y galletitas entraron en crisis porque dependían de los insumos externos que faltaban (hierro, malta y lúpulo, hojalata para envases etc.).Las limitaciones impuestas por la guerra se reflejaron en el cese de la inversión extranjera, ya sea directa o indirectamente en formad e préstamos para obras públicas, paralizándose por ej. Las obras del ferrocarril. También los ingresos fiscales que descansaban sobre los impuestos al comercio exterior fueron corroídos por la guerra desplomándose la recaudación de derechos de importación. A pesar de la reducción del gasto público no se pudo evitar el desequilibrio fiscal. El déficit de guerra La crisis de las finanzas públicas dio lugar a una serie de debates legislativos en torno al presupuesto, los socialistas se oponían a los altos aranceles aduaneros alegando que

afectaban en el consumo de las familias más pobres y proponían en cambio un impuesto sobre las exportaciones, con lo que se esperaba bajara el precio interno de los alimentos (menos se exportaba si tenía que soportar un impuesto extra más quedaba en el país para consumir, por lo que los precios bajarían). Todos los proyectos no prosperaron por demasiados intereses contrarios. Esta sensación de crisis se reflejó en el sector obrero, con un salario deteriorado por los aumentos de precios que reproducían la inflación mundial. Entre 1914 y 1918 ge mayor la cantidad de emigrantes que inmigrantes y la desocupación aumentó hasta convertirse en un grave problema social. Consecuencias económicas de la guerra Entre 1917 y 1919 el clima de protesta obrera alcanzó su punto álgido y ganó las calles, creciendo el enfrentamiento entre grupos contestatarios opuestos al oficialismo. A partir del final de la guerra las condiciones generales del país mejoraron, calmándose la agitación gremial, aún no estaba definido el papel del estado en la relaciones trabajadores y patrones.

Un mundo en busca de la estabilidad perdida Con el Tratado de Versalles quedó claro que la victoria en la guerra otorgaba derechos. La recuperación de postguerra de Alemania fue muy lenta y en pocos años cayó en la inflación. Tanto Austria, Hungría, Polonia y Rusia tuvieron que recurrir al crédito interno para financiar los desequilibrios que había deja la guerra, A través de la depreciación los países con moneda débil ganaban una ventaja en las exportaciones y sus competidores les hacían represalias comerciales (bloqueos). Pero muchos se resistían al cambio de circunstancias, Gran Bretaña se empeñó en volver al orden de preguerra con una política de altas tasas de interés para atraer el oro y valorizar la libra hasta tratar de llegar a una relación de igualdad. La Conferencia de Génova (1922) aconsejó una variante “patrón cambio – oro”, las reservas de los países estarían respaldadas por el oro y la libra en combinación ambas monedas. Hacia 1928 este tipo de respaldo fracasó. Inglaterra de posguerra ya no podía aspirar a ser el centro financiero mundial por el simple hecho que el mayor poder económico estaba ahora en manos de EE UU que vivía un auge económico de proporciones inéditas (en la agricultura estaba la prosperidad americana) y era el principal acreedor mundial situación que ejerció sin muchas contemplaciones hacia sus deudores europeos.EE UU aplicaba un proteccionismo furioso y por ello prohibió la compra de carne cuyas condiciones sanitarias fueran sospechosas. Con la Gran Depresión se abandonaría definitivamente cualquier ilusión de volver al añorado equilibrio de preguerra. Los prósperos años de Alvear Además del rotundo éxito norteamericano hubo otra importante economía de América que mostró hacia la década del 20 tasas decrecimiento del ingreso” la Argentina” que creció más que EE UU, Australia o Canadá. Un país tranquilo, sin huelgas y con distensión social legisló para conceder derechos a los trabajadores, reglamentó el trabajo de mujeres y niños y la jornada de 8 has. Y el pago de sueldos en efectivo y no con vales de alimentos de las industrias empleadoras. El motor de la expansión económica de los años 20 ge una liberal política de gastos públicos. El impulso de la sustitución de importaciones terminó al finalizar la guerra pero nuevas inversiones en la década siguiente se hicieron con capital norteamericano especialmente manufacturas. La mayor parte de la riqueza argentina aún se generaba en el campo en un modelo de país que no difería demasiado del delos hombres del 80. Producir, exportar, importar A pesar de las fluctuaciones cíclicas que afectaron el intercambio comercial entre Argentina y el mundo la tendencia básica es un aumento en el volumen del comercio, pero tuvo que ver más con

las compras que con las ventas porque las importaciones eran la reanudación de los envíos suspendidos durante la guerra. Comerciar, esa costumbre argentina Las comparaciones con el resto del mundo confirman que la Argentina era, para su tamaño una economía que participaba activamente en el comercio internacional. Terminada la guerra los agricultores argentinos tuvieron que enfrentar la misma caída de precios que sus colegas norteamericanos prolongándose las dificultades hasta 1923. A partir de entonces se mejoró la balanza comercial. Negociando en mejores términos Mientras que Inglaterra siguió siendo el mercado más importante para los productos argentinos EE UU se convirtió en el principal proveedor. Con la Gran Depresión ya no sería buen consejo exportar sin mirar a quien, a partir de entonces se impondría la política de “comprar a quien nos compra”. En Argentina siguió insinuándose de exportaciones de productos agrícolas reemplazando a los ganaderos, no es que el comercio de carnes estuviera estancado sino que La carne enfriada de mejor calidad, terminó de desplazar a la carne congelada, pero el grueso de los envíos se centró en el trigo, maíz y lino, en ese orden de importancia. Las pampas seguían siendo manejar marca nacional, el granero del mundo. Ocaso en la pampa húmeda Luego de la guerra había cesado la fiebre del ferrocarril, además las zonas más fértiles del país ya casi habían completado su cruzamiento en vías férreas que las conectaban con el comercio mundial., ya no se podía como en décadas anteriores agregar más tierras al área de cultivo y alcanzarlas con el tren. Mientras el área sembrada apenas aumentaba la producción seguía creciendo No deja de sorprender que a pesar del estado estacionario de la superficie el sector rural pampeano aumentara su producto en todos los rubros principales, capitalizándose por las importaciones de máquinas para la agricultura y un aumento de la tecnología antes de la Gran Depresión. .En el caso de la agricultura la expansión fue en parte el resultado del aumento del área sembrada. Gracias a los altos rendimientos Según el gobierno radical las actividades primarias merecían un trato benévolo, en muchos proyectos se nota la preocupación por la situación del arrendatario rural aunque las leyes del régimen de propiedad de la tierra no fueron muy integradoras. Solo después de 1921una nueva iniciativa de reforma previó una compensación por las mejoras realizadas en el período del alquiler y la Junta Rural o la creación del Banco Agrario y Banco Hipotecario para facilitar los créditos al agro, ya que los anteriores proyectos no habían prosperado. Más atención prestaba el gobierno a los debates en torno a l comercio de carnes debido a las sospechosas actividades de los frigoríficos, disponiendo la creación d en frigorífico estatal en el Cap. Federal, que impuso un precio mínimo para la venta de ganado por kilo vivo., las presiones obligaron a Alvear a suspender su aplicación. Lejos de Bs.As. Las legumbres, vid, frutas, algodón, caña de azúcar, tabaco, yerba se beneficiaban con la ampliación del mercado interno sostenida por el aumento de población siendo las necesidades internas las que daban impulso a la industria manufacturera. La industria en los 20: inversión externa y políticas públicas En los años 20 la vida económica nacional aún giraba alrededor de la producción primaria, pero la importancia del campo era cada vez menor respecto a la de la industria

El avance de la industria Durante la guerra de 1914 algunos productos europeos no se pudieron transportar y bajo la competencia con los locales tanto que se ha fechado esa década del 20 como origen de la industrialización argentina que se dirigía al mercado local pero parte era con inversiones foráneas instalándose empresas extranjeras (norteamericanas y alemanas) siendo las actividades preferidas químicos, metales y artículos eléctricos y al petróleo (1913) naciendo los primeros conflictos entre YPF (nacional) y el capital petrolero.nortemericano que atrajo actividadesautomotrices y de caminos Las políticas gubernamentales para proteger a la industria local eran complejas ya que los bienes importados tenían un impuesto que no se calculaba sobre su valor real sino sobre un valor oficial estimado llamado “valor de aforo”. La reforma de 1923 ge una acción oficial significativa. Quien más se perjudicaba con la instalación de empresas de otros países en la Argentina era Inglaterra como proveedora del mercado argentino. La maquinaria importada para esas empresas extrajeras hacía que las divisas se derivaran a otro país perjudicando a Inglaterra. Alvear no sólo veía favorable a las industrias que estimulaban la demanda por la producción primaria local sino que veía con buenos ojos las manufacturas en general, no había en Argentina demasiado interés por las novedosas experiencias de la Unión Soviética en materia de apropiación pública de excedente agrícola. Un equilibrio delicado Las inversiones británicas habían sido uno de los pilares en la expansión argentina hasta la Primera Guerra Mundial siendo los ferrocarriles el rubro de mayor importancia y la medida en que el progreso económico había dependido del financiamiento exterior, la interrupción de este capital británico desde 1914 fue probablemente la consecuencia más perjudicial de la guerra para la economía nacional, la posibilidad de seguir financiando el crecimiento argentino con préstamos e inversiones ingleses estaba descartada tanto que en 1818 Argentina le concedió un crédito a Inglaterra para la compra de cereales. El candidato a reemplazar a Gran Bretaña como proveedor de capital era obviamente EE UU que no ge invertido en infraestructura sino en el sector industrial tratándose desde los años 20 la instalación de Krysler,General Motor IBM Good Year. El impacto de una reducción de inversión extranjera sobre las perspectivas de crecimiento de un país depende de la magnitud de ahorro nacional, los bajos niveles de ahorro e inversión menores a otros países (Australia) han sido explicados como resultado de una población con una mayor tasa de dependencia causado por la tendencia cultural de inmigrantes latinos a tener muchos hijos a diferencia que los pueblos anglosajones. La despreocupada administración de la prosperidad La propensión de Argentina a consumir mucho y ahorrar poco en épocas de optimismo se notó también en el Estado gastando por demás delos ingresos impositivos. Durante la Primera Guerra la dependencia de los ingresos públicos respecto de los impuestos al comercio había reflejado un aumento del endeudamiento público, siendo alta la deuda flotante originada en desequilibrios imprevistos (colocaciones acorto plazo). El manejo fiscal durante Alvear fue ordenado pero no austero siendo esta deuda flotante convertida en obligaciones de más l a r g o p l a z o , e s t e deterioro en la situación presupuestaria se potencia con la Gran Depresión h a s t a c o n v e r t i r s e e n c a r g a p a r a l a s administraciones de los años 30, para solucionarlo no bastaría con emparchar el sistema fiscal que dependía de los impuestos al comercio exterior. La Depresión sería el empujón final al sistema monetario que venía decayendo. Avatares de la moneda El abandono de la convertibilidad de 1914 no derivó en una desvalorización del peso, al contrario al reducir importaciones durante la guerra se ahorraron divisas traducidas en excedentes comerciales. A partir del 20 cambió comenzando a deteriorarse la balanza de

pagos(deuda externa, transferencia de dinero de inmigrantes a familias en el exterior, etc.) Una vez más los eventos externos liberaron al gobierno de la responsabilidad de alterar el tipo de cambio. Hacia 1924 hay una recuperación de precios en productos agropecuarios que inaugura otra etapa favorable. Con el aumento del valor dólar las exportaciones podían venderse al exterior en condiciones más favorables reflejándose en el mercado interno este aumento así la caída del peso estaba asociada a precios más altos de alimentos, las fluctuaciones del peso pueden verse como un síntoma de dependencia externa de la Argentina de entonces. Hacia el abandono definitivo de la convertibilidad Cuando Alvear decide retomar la paridad $ 2,27 papel por pesos oro en 1927 Argentina se integra al sistema de patrón oro que regía en los países más importantes y que permitía alentar una esperanza de estabilidad como había sido antes de la Primera Guerra, pero el optimismo esta vez ge breve, ya que los mercados de bienes y capitales de los que dependía el equilibrio externo empeoraron rápidamente además la buena campaña agrícola de Europa perjudicó la exportación argentina, mientras la demanda interna todavía impulsaba a las importaciones, la balanza de pagos comenzó a tener signos de debilidad creciente. Temiendo los efectos internos una contracción monetaria brusca Irigoyen suspende la convertibilidad antes de finalizado 1929. Un modelo agotado? El estancamiento en el área sembrada se ha considerado como un indicio de que ya no había posibilidad de desarrollarse dedicando la mayoría de sus recursos al sector agropecuario, de hecho los años 20 muestran que la atracción para las nuevas inversiones no venían tanto del sector rural como industrial, pero la producción primaria siguió siendo la actividad clave gracias a precios de exportación favorables además los terratenientes no se mostraron propensos a involucrarse en actividades industriales. Esta idea de demora en la transformación económica a una economía más industrial lleva implícita una crítica de porqué los gobiernos siguieron depositando las esperanzas en un esplendor rural que comenzaba a ser un recuerdo. El desarrollo de actividades manufactureras durante la primera década de entreguerras ge bastante importante. Las ventajas comparativas de la Argentina estaban cambiando a favor de la industria y el gobierno debía actuar en consecuencia. Un primer desafío a la teoría de la demora consiste en discutir que la política económica fue librecambista, por el contrario afirmar que fueron anti industrialistas es exagerado, pero lo más acertado es que la industria recibió apoyo oficial en la época radical. Esquer, además de los interese privados afectados por la política económica estaban en juego las convicciones acerca de que un mercado librado a su propio arbitrio es capaz de organizar la producción de la mejor manera. Los proteccionismos del exterior perjudicaban a un país dependiente de sus exportaciones mientras que las posibilidades de seguir creciendo en base a agricultura eran mínimas ya que estaba estancada. Una política económica que impulse la industrialización implicaba un realineamiento internacional, al cerrarse la economía sede pendería menos de la importaciones de Inglaterra y de las exportaciones a ese país, por otro lado se estimularía con ello la inversión directa de capitales extranjeros sobre todo de EE UU en el sector industrial emergente y acercarse al más poderoso. La ausencia de políticas de industrialización no es la única, el bajo nivel de ahorro nacional y dependencia del mercado inglés y problemas fiscales fueron herencia que pesaron sobre los gobiernos posteriores a 1930. Era inevitable el derrumbe del sistema que se había montado hacia el 80? Y en ese caso. Había en la década de los 20 signos perceptibles que anunciaran ese derrumbe? Ningún gobierno ni economistas podrían prevenir turbulencias futuras.

CAPITULO III POLITICA ECONOMICA EN TIEMPOS DE CRISIS (1929-1940) El retorno de la vieja política Hipólito Irigoyen debió enfrentar algunos problemas y oposición en sus dos primeras administraciones 1916-19220, 1928-1930. Tras la p r o s p e r i d a d y calma política de Alvear Irigoyen volvió al poder con un masivo apoyo e n l a o p i n i ó n p ú b l i c a y s u c a í d a n o g e u n acontecimiento del todo impopular. La crisis de esta tercer gobierno radical se debió a errores propios pero también a culpas ajenas, el poder ejecutivo se contagió de inacción de su jefe e impotente a una oposición creciente, el desgaste de su gobierno se acentuó con la prédica de los socialistas independientes y en menor medida demócratas progresistas y comunistas. Fuera del propio gobierno no había nadie con voluntad suficientemente fuerte como para contrarrestar la conspiración contra el presidente que preparaba Uriburu a inicios del30, suma a esto la sensación de crisis económica generaba descontento hacia el gobierno, así el 6 de setiembre de 1930 Uriburu toma el poder sin derramar sangre. Este golpe fue el primero de una larga serie, más allá del derrocamiento de Irigoyen los objetivos de distintas facciones militares eran conflictivos en cuanto al tipo de gobierno que debía llevarse adelante, los partidarios de Justo buscaban legalidad sin Irigoyen, Uriburu pretendía reemplazar el sistema de partidos por uno de representación corporativa, este sueño duró poco ya que el radicalismo antiirigoyenista tuvo una actitud de oposición al régimen y acercamiento a los derrotados, imponiéndose Justo en las elecciones de 1932 . Su administración fue una restauración de formas y proyectos de gobiernos anteriores al predominio radical, no mostró mayor aprecio por las prácticas democráticas que Roca fraguando resultados electorales como “fraude patriótico”. Federico Pinedo fue suministro de Hacienda. Los 30 se cerraron con la débil presidencia de Ortiz cuya oscura elección no impidió intentar un retorno a prácticas electorales saludables, renunciando en 1940. La Segunda Guerra Mundial y ausencia de un liderazgo abrieron camino al golpe de estado de1943 que daría ascenso a Perón. Un diluvio universal: la gran depresión Durante la década del 20 el desempeño económico mundial no tuvo la solidez previa a 1914, Argentina retomó la senda del crecimiento interrumpido durante la guerra recuperándose algo el comercio internacional, Inglaterra perdió a manos de EE UU el liderazgo económico mundial, nadie previó la tormenta que se avecinaba, el derrumbe de la Bolsa de Valores en 1929 ge el primer signo de lo que se vendría, muy pronto esta pesadilla sería la Gran Depresión, al principio se pensó que era una nueva recesión pero la caída de precios de las acciones entre 1929 y 1933 fue solo un síntoma del cataclismo que vivió el sector de la economía, la inversión se desplomó. La discusión de las causas de la depresión han sido polémicas, según Keynes, el ánimo inversor de los empresarios tuvo una recaída en tiempos de crisis, este descenso se transmitió a la producción y el empleo. Otra versión apunta a la disminución del consumo como causante de la crisis productiva, la tesis monetarista acusa al Reserva Federal por no haber prevenido y corregido los quiebres bancarios que generaron contracción del crédito impidiendo el financiamiento normal a inversores y consumidores. Si bien el origen de la crisis estuvo en problemas internos de EE UU se trasmitió al resto del mundo, cada país intentó evitar la competencia de importaciones extrajeras. Repercusiones de la crisis en un país expuesto Argentina había aunado el papel de exportador de alimentos e importador de manufacturas en el sistema de división internacional de trabajo que giraba alrededor de Gran Bretaña, las exportaciones eran importantes para mantener altos niveles de empleo y además para importar aquellos bienes que Argentina no producía , más importante aún que los bienes industriales de consumo era la maquinaria y equipo necesario para las inversiones urbanas y rurales e insumos usados por la industria cada vez mayor, la Depresión afectó las posibilidades de

importaciones del país cayendo los precios de los productos de exportación. La mejora de métodos de producción agrícola ganadera, utilización de abonos, y mecanización más eficiente de la producción generaron un aumento de oferta mayor a la demanda que baja el precio de las materias primas. La crisis del comercio no fue la única fuente de problemas para la balanza comercial, antes del 30 el país tuvo interrupciones de los flujos de capital siendo el golpe de gracia al sistema monetario; teniendo dificultades para obtener financiamiento siendo perjudicial por endeudarse en la década de la crisis. Primeras reacciones: el control de cambios y disciplinas presupuestarias Los motivos que tenía el gobierno para la defensa del peso era el temor a que la depreciación dificultara los pagos de la deuda ya que el gobierno recibía ingresos en pesos y pagaba sus deudas en moneda fuerte, quienes retiraban sus depósitos en pesos del sistema bancario generaron una delicada situación e iliquidez restringiendo el crédito y el normal funcionamiento de la economía. Los bancos comenzaron a tener problemas y el gobierno se vio obligado a emitir dinero sin respaldo a través de la Caja de Conversión, la expansión de oferta de dinero sin respaldo acentuó la depreciación del peso. El control de cambio ge un intento a frenar esto sin achicar el crédito ni perder reservas siendo la Comisión de Control y Cambios la encargada de centralizar y distribuir esas divisas asegurando a gobiernos municipales, provinciales y nacionales la moneda extranjera necesario para su pago de la deuda externo, luego se usaba para importaciones de materia prima y bienes de consumo indispensables. En seguida surgió el problema de fondos bloqueados teniendo que esperar los proveedores del exterior los pagos remitidos por Argentina por las ventas efectuadas a ésta. Obligadamente se redujo las importaciones derrumbándose la recaudación en la aduana, otras medidas fueron crear un impuesto a las transacciones de empresas, impuesto al ingreso y gravamen al combustible como fuentes de recaudación. En cuanto a los gastos los salarios públicos se redujeron, economía en costos de administración traduciéndose en una menor inversión pública. Cerrado el financiamiento externo y con la negativa del Banco Central a adelantar créditos al gobierno se decidió la emisión monetaria para cubrir necesidades fiscales. El impacto social Los problemas de los balances de pago y cuestiones presupuestarias no mostraron el grado más terrible de la depresión, al desmoronarse el comercio se derrumbó la producción sin embargo la caída del ingreso no ge tan profunda en comparación a otros países (EE UU, Chile), La consecuencia más dramática fue la aparición de desempleo Invirtiéndose las posibilidades de trabajo de la inmigración del 80 a 1914 a una desocupación masiva, las compañías ferroviarias inglesas arreglaron con los sindicatos sistemas de salarios solidarios que combinaban reducción de horas con recortes de salarios para evitar despidos masivos tanto urbanos como rurales. Las nuevas ideas económicas Se deja de lado la idea de que los ingresos del estado debían cubrir todos los gastos porque esto no refleja la realidad. La nueva receta keynesiana De compensar la caída del gasto privado con un aumento de compras gubernamentales o sea aumentar el gasto público para crear empleo no tuvo aceptación. El recrudecimiento del desempleo y dificultades de muchas industrias para seguir exportando mostraron que el apego al patrón oro no fue la mejor política en el marco de la tendencia recesiva de la economía británica, pasando los países europeos a un sistema monetario más flexible y menos vulnerables a las fluctuaciones externas. En el ámbito del comercio internacional fueron

desafiados la doctrina del libre comercio universalmente aceptada, se sostenía que con el acceso de más países al progreso tecnológico se disminuían las diferencias internacionales de productividad, las economías se diversificaban, ser reducían los incentivos comerciar. El intercambio comercial entre naciones pasó a ser fruto de acuerdos bilaterales de preferencias aduaneras, EE UU e Inglaterra, los dos principales socios comerciales de Argentina contribuyeron al florecimiento del proteccionismo en sus países. El comercio triangular y el pacto anglo argentino Esta dificultad de los productos argentinos por encontrar mercados de exportación generada por la caída de demanda se vio agravada por la escalada proteccionista de Europa y EE UU, Inglaterra era más importante como comprador de productos que como vendedor en la Argentina de manufacturas siendo la balanza comercial con Inglaterra con saldo positivo mientras que EE UU era inversamente ya que tenía un sector rural importante y era más difícil la colocación de productos primarios argentinos en ese país sobre todo después de que se resistiera a la importación de carnes con la excusa del control sanitario. Los británicos argumentaban que las importaciones argentinas debían recaer más sobre los ingleses más que sobre los norteamericanos. El otorgamiento de privilegios a las importaciones desde Inglaterra era una valiosa prenda de cambio que convencía a los británicos a levantar sus barreras a las carnes y otros productos argentinos en el caso de una eventual negociación; en cambio los industriales se encontraban con que las restricciones a las importaciones puestas por la depresión alejaban la competencia extranjera y permitían mayor expansión de sus actividades. El Pacto Roca-Raciman fijó un sistema de cuotas decreciente para las carnes argentinas en el mercado inglés, los ganaderos argentinos querían revertir esa situación, su presión a favor de un tratado comercial con Inglaterra se resumía a “comprar a quien nos compra”. La concesión de preferencia a las importaciones inglesas era la carta de negociación argentina. La razón de la presión inglesa por rebajas arancelarias preferenciales era por la necesidad de atender algunas de sus industrias de exportación, también demandaron una rápida solución al problema de los fondos bloqueados, deudas en libras de productos británicos que el control de cambio había impedido girar a Inglaterra y además promesas mutuas de trato benévolo a los productos del otro país. El Pacto Roca-Raciman privilegió ante todo el interés ganadero influyendo estos ganaderos en el gobierno para que éste otorgara concesiones muy amplias a Inglaterra. Las autoridades argentinas fueron débiles en las negociaciones y el cumplimiento no ge recíproco. Pero en otros ámbitos hubo concesiones no estipuladas explícitamente por el Tratado como el otorgamiento de cambio especial para las importaciones ferroviarias y la discriminación en contra de terceros países en la distribución de divisas Fue conveniente el acuerdo Roca-Runciman? No fue conveniente porque el gobierno era débil y se recostó en su socio más antiguo e importante aunque las condiciones no fueran del todo favorables a Argentina, dándose paso en el país designado como granero del mundo a otro más moderno basado en las fábricas. Un gobierno en acción A mediados del 1933 Justo designa en el Ministerio de Hacienda a Pinedo este gabinete aprovechó el acuerdo Roca-Runciman para tomar medidas más consistentes en respuesta a la crisis, la acumulación de fondos bloqueados hacía necesario rediseñar el sistema de control dec a m b i o s l a s p r i n c i p a l e s m o d i f i c a c i o n e s f u e r o n : a ) e s t a b l e c i m i e n t o d e u n p e r m i s o p r e v i o p a r a l a i m p o r t a c i ó n e n f u n c i ó n d e l a s disponibilidades de divisas del país; b) se abandona el control absoluto y se controla sólo lo que se puede controlar, lo demás se deja afuera en un mercado libre ; c) el desplazamiento de los tipos de cambio abandonando el tipo bajo para reemplazarlo por un nivel más acorde a las circunstancias. El mercado cambiario se desdobló en oficial y libre. Las importaciones de Inglaterra tenían garantizado su participación en el mercado oficial. En el mercado oficial pasaron a cotizarse dos tipos de cambio distintos: vendedor y comprador. El gobierno con lo obtenido del margen de cambio ayudó a los productores agrícolas y

ganaderos que sufrían la caída de precios mundiales de alimentos. Secreta la Junta Nacional de Granos que compra los cereales a precio superior al mercado y los vende cuando se presenten las condiciones favorables. Las conversiones de deuda y el manejo fiscal La deuda interna flotante era una carga más pesada que la deuda externa, se dio a los tenedores de títulos nacionales la posibilidades defenderlos al gobierno o canjearlos por un nuevo papel que pagada un menor interés anual pero durante un período más largo, la conversión de la deuda interna generó un ahorro para el Estado y aceptación de los acreedores, esto mejoró la situación fiscal, la austeridad del gobierno se reflejó en políticas impositivas y reducción del gasto eliminando organismos superfluos pero lo más importante en materia presupuestaria fue la unificación de impuestos internos que reemplazó a gravámenes provinciales y nacionales permitiendo reavivar la inversión pública principalmente la red vial. La creación del Banco Central Las entradas y salidas esporádicas del patrón oro habían impedido institucionalizar un régimen monetario ordenado durante los períodos de inconvertibilidad, se entregaban pesos contra oro en las ventanillas de las Cajas de Conversión. El control de la solidez bancaria, del préstamo a los bancos y el manejo de títulos del gobierno eran funciones realizadas por distintos organismos cuya centralización en una sola institución Banco Central evitaría incoherencias políticas creándose en 1935 el Banco Central. Su función era concentrar reservas para moderar las consecuencias de las fluctuaciones de las exportaciones y de las inversiones de capital extranjero sobre la moneda, crédito y actividades comerciales, regular el crédito y los medios de pago, controlar a los bancos, actuar como agente financiero y aconsejar al gobierno en la emisión de empréstitos y operaciones de crédito. Esta ley de bancos fue complementada con la creación del Instituto Movilizador de Inversiones Bancarias para sanear el sistema bancario, para absorber los activos de muchos bancos que estaban en problemas. El Banco Central se convirtió en uno de los instrumentos fundamentales de la política económica. Nuevas turbulencias, los ciclos del 34 al 39 A partir del 34 los capitales extranjeros volvieron a entrar creciendo la producción desde el 33 y en el 35 se había superado el nivel previo a la crisis, también se revirtió la balanza de pagos. El Banco Central recomendó a otros bancos una política de préstamos conservadora y un fortalecimiento de sus reservas Esta recuperación se detuvo con una nueva recesión mundial a la crisis de EE UU se sumó cosechas pobres nueva baja de precios cayendo nuevamente las exportaciones y el peso se depreció en el mercado libre, la actividad interna también se resintió. Las autoridades ensayaron medidas compensatorias: en Banco de la Nación inició una política liberal de préstamos incentivado por una ley de crédito agrario, pero temían resultados contraproducentes ya que la expansión del crédito aumentaba la demanda y demoraba la necesaria reducción de las importaciones. La idea era que el poder de compra creado por el crédito se desviara hacia la demanda de bienes nacionales. Debido a que Europa marchaba hacia la guerra ya no se podría volver a la normalidad. Argentina industrial Pese a su falta de carbón y hierro Argentina se hubiese convertido en el país más industrializado después de Brasil en Sudamérica. Este desarrollo industrial no se limitaba como antes a frigoríficos, ingenios, bodegas (actividades primarias tradicionales destinadas a la exportación), florecieron industrias manufacturas para satisfacer el consumo interno, textiles, vidrio, papel, caucho, aparatos eléctricos, etc. dependiendo menos de lo importado. Se considera la era de los 30 con la del gran saldo de la industria argentina, otros son el período previo a 1914, los años 20 y Segunda Guerra Mundial contribuyendo más que la agricultura el crecimiento del producto todo gracias al derrumbe del comercio exterior. Las políticas de gobierno especialmente el control de

cambios garantizó que la crisis de exportaciones se tradujera en una caída no menor de importaciones. Esa restricción de la competencia externa en los productos manufacturados generó lo que se llamaría una industrialización por sustitución de importaciones que ya no entraba al país. El sistema discriminatorio de cambios y privilegios arancelarios para productos británicos favorecieron a la producción de artículos y competían con los norteamericanos ya que las importaciones de ese origen resultaron castigadas instalándose así empresas estadounidenses directamente en Argentina saltando barreras aduaneras y de cambios. La reducción en las importaciones ge lo que hizo aumentar la producción manufacturera: tejidos de algodón, neumáticos, extracción y refinamiento de petróleo lideraron la expansión también la elaboración de algunos alimentos como conservas de frutas tomates y aceites comestibles., del mismo modo se vendieron productos manufacturados en el exterior pero esto se observó a partir de la Segunda Guerra Mundial, sobre todo para reemplazar a proveedores habituales ocupados en la producción bélica. Esta idea de restricción de importaciones para mejorar la industria local y competir con el extranjero llevaría con el tiempo a un proteccionismo demasiado forzado pero en el 30aparecía razonable. El crecimiento industrial fue causa y consecuencia de un acentuado proceso de urbanización lacrisisdelsector a g r o p e c u a r i o e x p u l s ó a t r a b a j a d o r e s r u r a l e s a l a s c i u d a d e s d o n d e e l c o m p o n e n t e e x t r a n j e r o d e f u e r z a l a b o r a l f u e d e c r e c i e n d o paulatinamente, el aumento del empleo urbano da mayor impulso a la actividad gremial, el cerrado partidismo ge reemplazado con una actitud menos doctrinaria que valora las concesiones a los trabajadores. El estancamiento de la inversión fue provocado por las dificultades para importar bienes de capital. Una década de innovadores ? Cuanto más altas las tarifas de comercio, más depreciado el peso y más estricto el control de cambios menos efectiva era la importación y rentable su sustitución por productos nacionales. El objetivo explícito del control de cambios ge el racionamiento de las importaciones para detener el déficit de la balanza de pagos. La mejor prueba de que el gobierno no buscó alterar la estructura agraria del país ge la firma del Tratado Roca-Runciman, los privilegios concedidos a Inglaterra concedidos en estas cláusulas son una muestra que tenía el gobierno para resucitar el comercio exterior. Los gobiernos del 30 manejaron el ciclo económico estimulando la actividad interna a través del gasto público esto se refleja en un programa de rutas y caminos y aumento del aumento estatal con una política prudente. El control de cambios, Banco Central, Juntas Reguladoras de Granos y el impuesto al ingreso fueron creación de esos años representando la herencia de diseñadores de la política económica de administraciones posteriores.

La guerra y el plan Pinedo 1940 El final de la década del 30 fue convulsionado en la Argentina, el temor de una nueva Depresión se propagó pero se estaba mejor preparado y el Poder Ejecutivo presentó al Congreso un plan de reactivación económica derrotado en el Parlamento el principal problema era la crisis del comercio exterior con las influencias sobre la actividad interna. Este plan recomendaba compra de cosechas invendibles y mayor restricción de importaciones a esto se le suma las construcciones populares para alentar la ocupación y mayores facultades al Banco Central para regular el crédito, este apoyo a la construcción lograría mantener y desarrollar la demanda de artículos industriales. No se trataba de un intento de industrialización ligado a la sustitución de importaciones y al desarrollo del mercado interno al contrario reforzaba el fomento

de las exportaciones industriales que se había iniciado con el control de cambios del 33, ante un problema similar al30 la política económica respondió de manera distinta ya no se trataba de equilibrar el presupuesto y tomar medidas de emergencia esperando una vuelta al paraíso sino que se reconociera una mayor incumbencia del Estado en materia de asuntos económicos este reclamo de intervencionismo se convertiría en política oficial hacia el 40.