Pruebas Psicologicas -Wppsi r

L a inteligencia, ha de ser una fuente inagotable de investigación en el ámbito de la psicología, cada año, se publican

Views 49 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

L

a inteligencia, ha de ser una fuente inagotable de investigación en el ámbito de la psicología, cada año, se publican

miles de

artículos de investigación sobre su naturaleza y medición, Sin embargo encontrar una definición unánime se hace muy difícil, pero

resulte

paradójico

los

psicometras explican mejor la

medición de la inteligencia que su definición. En el presente documento,

detallamos los diversos puntos de vista

respecto a las pruebas de inteligencia las cuales nos permiten asimilar ciertas definiciones, teorías y practicas convencionales de evaluación en el entendido que para comprender las teorías de la inteligencia es importante establecer la validez del constructo de las medidas de C.I.. En los capítulos siguientes, evaluamos las capacidades de los lactantes y preescolares, en ella revisamos la naturaleza y aplicación de los principales instrumentos de evaluación, luego, nos referimos a las pruebas de inteligencia individual y finalmente a las pruebas grupales, en todas ellas nos planteamos una cuestión fundamental: La utilidad practica

de estos

instrumentos.

ENRIQUE GUSTAVO BALBÍN VILLAVERDE PSICOLOGO

3

4

INDICE

INTRODUCCIÓN OBJETIVOS I UNIDAD TEORÍAS Y MEDICIÓN DE LA INTELIGENCIA 1.1 DEFINICIONES DE INTELIGENCIA.

09

PRIMERA ACTIVIDAD

13 II UNIDAD

EVALUACIÓN DE LAS CAPACIDADES DE LACTANTES Y PREESCOLARES. 2.1 EVALUACIÓN DE LA CAPACIDAD DEL LACTANTE

14

2.2 EVALUACIÓN DE LA INTELIGENCIA DEL PREESCOLAR

23

2.3 UTILIDAD PRÁCTICA DE LA EVALUACIÓN DE

LACTANTES Y

PREESCOLARES

52

SEGUNDA ACTIVIDAD

60 III UNIDAD

PRUEBAS INDIVIDUALES DE INTELIGENCIA 3.1 ORIENTACIÓN HACIA LAS PRUEBAS INDIVIDUALES DE INTELIGENCIA

62

3.2 ESCALAS WECHSLER DE INTELIGENCIA.

65

3.3 SUBPRUEBAS WECHSLER: DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS.

70

3.4 ESCALA WECHSLER DE INTELIGENCIA PARA ADULTOS – III

87

3.5 ESCALA WECHSLER DE INTELIGENCIA PARA EL NIVEL ESCOLAR – III

96 5

3.6 ESCALA DE INTELIGENCIA STANFORD – BINET: CUARTA EDICIÓN.

101

3.7 PRUEBAS DETROIT DE APTITUD PARA EL APRENDIZAJE – 4

114

3.8 TEST BREVE DE INTELIGENCIA DE KAUFMAN (K BIT)

118

TERCERA ACTIVIDAD

121 IV UNIDAD

PRUEBAS GRUPALES DE INTELIGENCIA 4.1 ORÍGENES Y CARACTERÍSTICAS DE LAS PRUEBAS GRUPALES.

123

4.2 BATERÍA MULTIDIMENSIONAL DE APTITUD (MAB)

127

4.3 ESCALA DEL SHIPLEY INSTITUTE OF LIVING (SILWS).

134

4.4 BATERÍA MULTINIVEL: PRUEBAS DE CAPACIDAD COGNITIVA (CogAt).

139

4.5 PRUEBA DE INTELIGENCIA CULTURALMENTE JUSTA (CFIT).

144

4.6 MATRICES PROGRESIVAS DE RAVEN (RPM)

149

4.7 PERSPECTIVA SOBRE LAS PRUEBAS CULTURALMENTE JUSTAS. REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS.

6

156 165

OBJETIVOS GENERAL: Entender las bases teóricos- conceptuales de la medición de la inteligencia dentro de principios éticos

y legales

a fin de que la

interpretación de los resultados refleje en buena medida la realidad mesurada. ESPECÍFICOS:

-

Conocer le evolución histórica de las pruebas de inteligencia a fin de que el estudiante entienda las limitaciones iniciales de las mismas y los modos como estas han sido superadas y las perspectivas de la misma.

-

Conocer los principios de las pruebas

de inteligencia,

sus

aplicaciones a campos específicos y las consecuencias sociales y legales de la mensuración. -

Conocer

el

proceso

de

estandarización,

toma

de

muestra,,

descripción categórica y puntuacional de las pruebas de inteligencia a fin de brindar una interpretación coherente y tener capacidad de plasmar la misma en un informe final. -

Conocer la utilidad practica y limitaciones de los diversos reactivos psicológicos de medición de la inteligencia.

7

PRUEBAS PSICOLÓGICAS DE EFICIENCIA INTRODUCCIÓN Entre otros, uno de los objetivos del presente fascículo es investigar los diferentes significados que se le han dado al término inteligencia y analizar la manera en que las definiciones y teorías han influido en la estructura

y

contenido

de

las

pruebas

de

inteligencia.

Una

justificación importante para este tema es que la comprensión de que estas teorías

de la inteligencia

se tornan importantes

para

establecer la validez de constructo de las medidas de C.I. en las paginas siguientes principales posteriormente

se revisa la naturaleza

instrumentos se investiga

de

evaluación

y aplicación de los de

los

lactantes,

una cuestión fundamental: la utilidad

practica de estos instrumentos. La inteligencia es pues, uno de los temas que mas se han investigado en psicología sin embargo pese a la cantidad de tratados al respecto, no existe una definición universalmente aceptada, sin embargo resulta conveniente, detallar algunas definiciones que a nuestro entender tiene mejor elaboración. 8

DEFINICIONES DE INTELIGENCIA Sperman

(1904-1923):

Una

capacidad

general

que

implica

principalmente la deducción de correlaciones y correlatos. Bient

y

Simon

(1905):

La

capacidad

para

juzgar

bien,

para

comprender su impotencia. Terman (1916): La capacidad para formar conceptos

y para

comprender su importancia. Pintner: (1921): La capacidad del individuo para adaptarse de manera adecuada a las situaciones relativamente nuevas de la vida. Throndike (1921): el poder de dar buenas respuestas, desde el punto de vista de la verdad o el hecho. Thurstone

(1921)

la

capacidad

para

inhibir

las

adaptaciones

instintivas, para imaginar de manera flexible, diferentes respuestas y para realizar adaptaciones

instintivas modificadas en conducta

manifiesta. Wecheler (1939) El conjunto o capacidad global del individuo actuar

de

manera

propositiva,

pensar

de

manera

para

racional

y

enfrentarse de manera efectiva con el ambiente. Humphreys

(1971)

El

repertorio

completo

conocimiento, inclinación para el aprendizaje

de

habilidades,

y tendencias a la

generalización adquiridos, considerados de naturaleza intelectual y que están disponibles en un momento determinado. Piaget (1972): un termino genérico que indican las formas superiores de organización o equilibrio

de la estructura cognitiva que se utiliza

para la adaptación al ambiente físico y social. Sternberg

(1985):

la

capacidad

mental

para

automatizar

el

procesamiento de información y para emitir en un contexto

la

conducta

la

adecuada

en

respuesta

a

situaciones

novedosas;

inteligencia también incluye metacomponentes de ejecución y de adquisición del conocimiento (los cuales analizan después) 9

Eysenck (1986): transmisión correcta de la información a trabes de la corteza. Garder (1986): La capacidad o habilidad para resolver problemas o para crear productos que se consideran valiosos dentro de uno o más entornos culturales. Cesi (1994): Capacidades innatas múltiples

que dan un rango de

posibilidades; estas se desarrollan (o dejan de desarrollarse o se desarrollan después se atrofian) dependiendo de la motivación y exposición a experiencias educativas relevantes. Como podemos apreciar son distintos los puntos de vista al respecto sin embargo existen criterios generalizados en función a: 1.- la capacidad para aprender adaptarse

de la experiencia y 2.- la capacidad para

al propio ambiente. El hecho de que tanto el aprendizaje

como la adaptación sean importantes para la inteligencia se destaca en gran medida

en ciertos casos de discapacidad mental, donde las

personas no poseen una u otra capacidad en grado suficiente. Los conceptos

de los expertos

acerca de la inteligencia son muy

semejantes, en orden de importancia, consideran a la capacidad de solución de problemas prácticos , la capacidad verbal y la competencia social como los ingredientes fundamentales; ellos señalan que la inteligencia verbal, la capacidad de solucionar problemas

y la

inteligencia practica son importantes. Las primeras teorías acerca de la inteligencia, propuestas a finales del siglo XX enfatizan la agudeza sensorial. Tanto Sir Francis Galton como J. McKeen Cattell consideraban que la inteligencia se sustenta en las capacidades sensoriales agudas: ambos desarrollaban varias medidas sensoriales en sus fallidos intentos por medir la inteligencia. A inicios del siglo XX Charles Spearman propuso que la inteligencia constaba de dos tipos de factores; un solo factor general, g y numerosos factores específicos, s1, s2, s3

10

y así sucesivamente.

Spearman ayudo a inventar el análisis factorial como auxiliar para sus investigaciones acerca de la naturaleza de la inteligencia. L.L. Thurstone, favoreció la perspectiva de que la inteligencia consta aproximadamente de siete factores grupales en vez de un solo factor general. Estos eran comprensión verbal, fluidez de palabra, numero, espacio, memoria asociativa, velocidad perceptual y razonamiento inductivo. En última instancia, Thurswtone reconoció la existencia de g como factor de primer orden. Raymond Catell propuso que la inteligencia esta formada por factores principales: la inteligencia fluida (g) e inteligencia crisatalizada. La primera no es verbal en su mayor parte y es una forma de eficiencia mental relativamente independiente de la cultura, la inteligencia cristalizada tiene una fuerte dependencia de la cultura y se emplea para tareas que requieran de una respuesta aprendida o habitual. Jean Piaget, propuso una tesis del desarrollo en su teoría acerca de la inteligencia. Sugirió que los esquemas -patrones organizados de conducta o estructuras

mentales que conducen

al conocimiento de

cómo hacer las cosas- evolucionan hacia la maduración cada vez mayor a trabes de un proceso denominado equilibración. En la teoría de Piaget, la asimilación es la aplicación de un esquema a un objeto, persona o acontecimiento. Si un esquema funciona, surge un estado de equilibrio, de lo contrario el resultado es el equilibrio – un estado de tensión dinámica. Es este último caso, la persona debe adaptar el esquema para que funcione- un proceso denominado acomodación. J.P: Guilford propuso un modelo de estructura intelectual (EI) para resumir sus puntos de vista acerca de la naturaleza multifacética de la

inteligencia.

dimensiones

Clasifico

las

capacidades

intelectuales

en

tres

llamadas operaciones (cinco tipos) y productos (seis

tipos) de esta manera, Guilford propuso en total 150 tipos diferentes de inteligencia. 11

Según la teoría del procesamiento simultáneo y sucesivo, el cerebro humano

tiene

dos

formas

específicas

de

procesamiento

de

información: simultanea, en la que se procesan a un mismo tiempo grupos de información principalmente espacial, y sucesiva, en la que la información se organiza de manera temporal en una serie lineal. Algunos investigadores han estudiado los fundamentos biológicos de la inteligencia. Por ejemplo, varios estudios indican que la inteligencia psicometrica

se correlacionan con los patrones

evocada (el potencial evocado

promedio

de la onda cerebral

o PEP) se correlaciona a

niveles de .70 a .80 con el CI medio. H. Garden propuso una teoría de la inteligencias múltiples basada de manera aproximada en el estudio de las relaciones cerebro conducta. Afirma

la

existencia

de

varias

inteligencias

relativamente

independientes que incluyen la inteligencia lingüística, musical, lógico matemático, espacial, corporal cenestésica y personal. R. Sterberg propone una teoría triarquica de la inteligencia con los siguientes

aspectos:

inteligencia

componencial

(los

mecanismos

internos responsables de la conducta inteligente); inteligencia basada en la experiencia (la capacidad de manejar tareas

novedosas)

e

inteligencia

de manera eficaz

contextual

moldeamiento y selección del ambiente de la vida real).

12

las

(adaptación,

Responda según corresponda: 1.-

Pese a la diversidad de puntos de vista respecto a la definicion de la inteligencia, existen dos conceptos generales comunes entre la mayoria de autores, estas son: a.b.-

2.-

El autor que define la inteligencia como : “un termino generico que indica las formas superiores de organización o equilibrio de la estructura cognitiva que se utilizan para la adaptacion al ambiente fisico y social,” es..:

3.-

Describa las etapas del desarrollo cognitivo según Piaget: a.b.c.d.-

4.-

Según la teoria del procesamiento simultaneo y sucesivo, el cerebro humano, tiene dos formas especificas de procesamiento de informacion: Simultanea y sucesiva. V( )

F( )

5.- R. Sternberg propone la teoria de las inteligencias multiples V( )

F( )

Nota: Las respuestas se encuentran al final del libro.

13

EVALUACIÓN DE LA CAPACIDADES DE LACTANCIA Y PREESCOLARES Evaluación de la capacidad del lactante El

periodo

de

la

lactancia

y

edad

preescolar

se

extiende

aproximadamente desde el nacimiento hasta los seis años de edad. Los cambios que ocurren durante este periodo son, obviamente, profundos. El lactante desarrolla los reflejos básicos, domina los hitos del desarrollo (asir, gatear, sentarse, ponerse de pie y demás), aprende un lenguaje y establece la capacidad para el pensamiento simbólico. Para la mayoría de los niños, el patrón y progreso del desarrollo se encuentra de manera visible dentro de límites normales. No obstante, en ocasiones los padres y profesionales entrenados en la evaluación de lactantes y preescolares se encuentran con niños cuyo desarrollo parece lento, demorado o, incluso, que muestran un retraso 14

evidente. Estos niños provocan una conmoción de preguntas ansiosas: ¿Qué

tan

retrasado

funcionamiento

está?

normal

en

¿Cuáles la

son

escuela?

los

¿Este

prospectos niño

logrará

de la

independencia personal cuando llegue a la edad adulta? En el extremo opuesto se encentran aquellos niños precoces que alcanzan los hitos del desarrollo meses o años antes de lo programado en términos normativos. En estos casos, los orgullosos padres tienen un conjunto diferentes de preocupaciones: ¿Qué tan avanzado está mi hijo?

¿Cuáles

son

las

áreas

más

fuertes

y

más

débiles

de

funcionamiento intelectual? ¿Este niño será un adulto dotado? Los instrumentos para la evaluación de lactantes y preescolares pueden ayudar a responder las preguntas acerca de niños en ambas situaciones.

Por

supuesto,

estas

pruebas

también

proporcionan

información útil acerca de la mayoría de los niños que caen en medio de la distribución. En este tema se revisa la naturaleza y aplicación de las

principales

medidas

para

lactantes

y

preescolares.

Estas

herramientas incluyen pruebas individuales, inventados del desarrollo y escalas de clasificación. Se comienza con una descripción de varios instrumentos

destacados

y

después

se

investiga

la

pregunta

fundamental del propósito o utilidad. ¿Cuál es el empleo de estas medidas? ¿Cuál es el significado de una puntuación en un inventario del desarrollo o en una prueba de inteligencia para preescolares? ¿Hasta qué grado estos procedimientos permiten el pronóstico de las capacidades adultas o, en ese caso, ayudan a vaticinar el desempeño inicial en la escuela? Estas preguntas tendrán más significado si se revisan primero los instrumentos relacionados. La revisión se divide en dos partes: medidas para lactantes (dirigidas a niños desde el nacimiento hasta los dos años y medio de edad) y pruebas para preescolares (dirigidas a niños desde los 2 años y medio basta los 6 años de edad). La división es un tanto arbitrada, pero no por

completo.

Las

pruebas

para

lactantes

tienden

a

ser 15

multidimensionales y a tener cargas significativas en desarrollo sensorial y motor. A partir de los dos años y medio de edad, es típico que se utilicen las medidas estandarizadas como la Escala de Inteligencia Stanford-Binet: Cuarta Edición, la Batería de Evaluación Kaufman para Niños, las Differential Ability Scales (Escalas de Capacidad

Diferencial)

y

las

Escalas

McCarthy

de

Aptitudes

y

Psicomotrocidad para niños para la evaluación de niños preescolares. Estas pruebas tienen fuertes cargas en habilidades cognitivas, como comprensión verbal y pensamiento espacial. Así, las escalas para lactantes y las pruebas para preescolares miden componentes un tanto diferentes de la capacidad intelectual. INVENTARIOS GESELL DEL DESARROLLO Diseñados para medir el progreso en el desarrollo de lactantes y niños desde las cuatro semanas hasta los 60 meses de edad, los Inventarios Gesell del Desarrollo se publicaron por primera vez en 1925, y después se han revisado de manera periódica (Gesell, IIg y Ames, 1974; Knobloch, Stevens y Malone, 1987). Casi todas las pruebas para lactantes han tomado prestados o han adaptado los reactivos de los inventarios originales diseñados por Arnold Gesell (1880-1961), de modo que es justo y apropiado que se comience la presente revisión con este instrumento. Los Inventarios Gesell del Desarrollo proporcionan un procedimiento estandariza la observación y valoración de los logros en el desarrollo que tienen los niños en cinco áreas: motora gruesa, motora fina, desarrollo del lenguaje, conducta adaptativa y conductas personalessociales. La mayor parte de los 144 reactivos en el inventario son puramente observacionales y se basan en la inspección directa de las respuestas de los niños a juguetes y a situaciones estándar. Por ejemplo, a continuación se presentan algunos reactivos ilustrativos que por lo común superaría un lactante de 40 semanas de edad. 16

Adaptativa Señala a una bolita en un vaso. Tira de un cordel para obtener un anillo Motora gruesa “Transita” por una barra utilizando dos manos. Se deja caer al piso con control Motora fina Toma una bolita de manera decidida. Utiliza asimiento de “tijeras” en un cordel lenguaje Lenguaje Usa “da da” con dignificado. Responde a la palabra “no no”. Personal-social Extiende un juguete, pero no lo suelta. Para los brazos por el vestido, si se le ayuda a iniciar el movimiento. El rango de edades del Inventario Gesell del desarrollo es del nacimiento a los 60 meses. El genio de Gesell se encuentra en haber identificado situaciones que ocurren de manera natural en el hogar o la clínica y en utilizar objetos o tareas con enorme atractivo para lactantes

y

preescolares.

En

algunos

casos,

es

necesaria

la

información de uno de los padres o de la persona encargada del cuidado del niño para calificar los reactivos individuales. A pesar del ambiente

naturalista

entrenamiento

de

la

adecuado,

prueba, pueden

los

observadores, lograr

con

el

confiabilidades

interobservadores a la mitad del rango de .90 (Knobloch, Stevens y Malone, 1987). Los pedíatras y otros especialistas en niños son quienes empleen principalmente los Inventarios Gesell del Desarrollo para identificar a 17

lactantes y niños en riesgo de presentar alteración neurológica y retraso mental. Gesell nunca tuvo la intención de que su inventario fuera una prueba de inteligencia. Tenía una fuerte orientación biológica en su investigación y suponía que el desarrollo normal era una evolución madurativa que ocurría en una secuencia fácil de predecir. Gesell determinó que el desarrollo normal es un fenómeno con límites temporales: la variabilidad de edades para el logro de los hitos del desarrollo en la lactancia es generalmente pequeña, en el rango de unas cuantas semanas para muchas tareas. Por tanto, la demora grave para alcanzar a los hitos del desarrollo, establecidos por Gesell

de

manera

concienzudamente

cronológica,

puede

indicar

alteración neurológica o retraso mental (Honzik, 1983; Lewis y Sullivan, 1985). Varios estudios indican que los Inventarios Gesell del Desarrollo funcionan bien en la detección de lactantes en riesgo (Knobloch, Stevens y Malone, 1987). Aunque

los

Inventarios

Gesell

del

Desarrollo

se

emplean

principalmente para la detección y diagnóstico clínico, Knobloch, Stevens y Malone (1987) proporcionan una bese más o menos definida para la obtención de Cocientes del Desarrollo para las cinco áreas y el desarrollo general. La fórmula es la siguiente: CD = Edad de maduración

x 100

Edad cronológica La edad de maduración se basa en la “imagen clínica total” de los hitos del desarrollo superados y no superados en cada área. Aunque no se proporcionan criterios precisos, la edad de maduración para un lactante parece ser la edad del desarrollo en la que se pasan la mayor; parte de los reactivos. Dado que sus propiedades técnicas no se han estudiado de manera a cuada, el Cociente del Desarrollo debe utilizarse principalmente como herramienta de investigación.

18

Las pruebas Gesell son muy respetadas debido a que proporcionan descripciones detalladas de los hitos del desarrollo en la lactancia que no tienen paralelo en la bibliografía sobre evaluación infantil (Nuttall, Romero y Kalesnik, 1992). Sin embargo, el empleo de los inventarios Gesell como instrumento psicométrico recibido agudas críticas en años recientes. problema básico parece residir en una falta de atención a los criterios formales de confiabilidad y validez. Por ejemplo, en los primeros manuales de Gesell los informes sobre la confiabilidad testretest son mínimos o nulos. Cuado los investigadores contemporáneos examinaron esta propiedad de las pruebas Gesell, los resultados fueron sorprendentes. Lichtenstein (1990 informó de una correlación test-retest de sólo .73 con una muestra de 46 niños, lo cual cae muy por debajo del nivel recomendado de .90 para la toma de decisiones sobre individuos (Nunnally, 1978; Salvia & Ysseldyke, 1991). Banerji (1992) concluyó que las pruebas Gesell funcionaban de manera deficiente como instrumentos de detección de la preparación para la escuela. En general, los especialistas en educación se muestran cautelosos en cuanto a la utilización de estas pruebas para la toma de decisiones sobre asignación o retención escolar. ESCALAS ORDINALES DE DESARROLLO PSICOLÓGICO Las Ordinal Scales of Psychological Development (Escalas Ordinales de Desarrollo

Psicológico),

llamadas

de

aquí

en

adelante

Escalas

Ordinales, se diseñaron como una herramienta basada en la teoría de Piaget para la medición del desarrollo intelectual entre niños de 2 semanas

y

2

años

de

edad

(Uzgiris

y

Hunt,

1989).

Dichas

herramientas incluyen seis escalas, cada una diseñada para medir una capacidad específica que surge durante el primer estadio piagetiano de la inteligencia sensoriomotora. Cada escala consta de 5 a 15 pasos ordinales independientes; es decir, los reactivos se ordenaron en una secuencia del desarrollo que normalmente no varía. 19

Las escalas son las siguientes: .

Exploración visual y permanencia de objeto.

.

Desarrollo de medios-fines.

.

Imitación vocal y de ademanes.

.

Desarrollo de la causalidad operacional.

.

Construcción de relaciones de objeto en el espacio.

.

Desarrollo de esquemas para relacionarse con los objetos.

Ante las muchas adversidades que surgen cuando se examina a los lactantes —es posible que lloren, regurgiten, se alejen gateando, ignoren la tarea, se duerman o se queden fijados en la barba del examinador—

las

escalas

de

este

instrumento

poseen

fuertes

propiedades psicométricas. En un estudio con 84 lactantes, las Escalas Ordinales mostraron excelente confiabilidad interobservadores (media de 96%), buena consistencia test-retest, ordinalidad respetable y correlaciones muy fuertes con la edad (Uzgiris, 1976). En pocas palabras, este instrumento parece ser un índice psicométricamente sólido de la inteligencia sensoriomotora. Uzgiris (1983) considera que el funcionamiento intelectual en la lactancia es cualitativamente diferente y “necesita comprenderse por sus características propias”. Las Escalas Ordinales se desarrollaron como un medio para investigar la inteligencia del lactante dentro del esquema teórico de Piaget; por esta razón Uzgiris no pretende que su instrumento

sirva

como

medio

de

predicción.

En

general,

las

correlaciones entre las puntuaciones de la escala y el CI posterior son muy bajas hasta que los lactantes tienen cuando menos 18 meses de edad. Muy pocos clínicos utilizan el instrumento para la detección del desarrollo; sin embargo, Dunst (1980) ha abogado por el empleo de estas escalas como base para el diseño de currículo sólido en términos 20

del desarrollo para niños con discapacidad. Recientemente, Auer y Reisberg (1996) han hecho surgir la fascinante posibilidad de que las Escalas Ordinales puedan emplearse para la evaluación cognitiva de la demencia grave en ancianos. ESCALAS BAYLEY DE DESARROLLO INFANTIL - II Después de decenios de preponderancia en el campo de la evaluación de lactantes, las Escalas Bayley de Desarrollo Infantil han tenido una revisión reciente (Bayley, 1969, 1993). El formato de la escala es el mismo

–la

Escala

Mental

y

la

Escala

Motora

proporcionan

puntuaciones cuantitativas estándar normalizadas, con media de 100 y desviación estándar de 16- pero las Bayley Scales of DevelopmentII cubren un rango más amplio de edades, que va desde 1 hasta 42 meses. El tercer componente, la Escala de Calificación Conductual consta de 30 reactivos diseñados para evaluar atención, orientación, regulación emocional y calidad motora. La Bayley-II tiene nuevas normas obtenidas con una muestra aleatoria estratificada de 1700 niños que se asemeja mucho a los datos estadísticos del censo de EUA para 1988 en cuanto a edad, sexo, origen étnico, región y educación de los padres. La Escala Mental mide las siguientes capacidades: .

Agudeza sensorial/perceptual.

.

Adquisición de constancia objetal.

.

Memoria, aprendizaje y solución de problemas.

.

Vocalización, comunicación verbal.

.

Evidencia inicial de pensamiento abstracto.

.

Habituación.

.

Mapeo mental.

.

Lenguaje complejo. 21

.

Formación de conceptos matemáticos.

La Escala Motora evalúa las siguientes habilidades. .

Grado de control del cuerpo.

.

Coordinación de músculos grandes.

.

Control motor fino de manos y dedos.

.

Moviminto dinamico.

.

Praxis dinámica

.

Imitación postural.

.

Estereognosis.

La calidad técnica t la excelente estandarización de las escalas Bayley señalan a esta prueba como el pináculo psicométrico en su campo (Sattler, 1988). Aunque la escala Bayley-II tiene sólo una modesta cantidad de investigación sobre validez, se asemeja en gran medida a su antecesora, para la cual se puede citar una enorme cantidad de evidencias de validación. Así, la validez de la Bayley-II descansa, en parte, en su semejanza con la escala Bayley original. En cuanto a validez, el manual de la escala Bayley informan de una correlación de .57 entre la Escala Mental y el CI de la Stanford-Binet para 120 niños con edades de 24 a 30 meses. Self y Horowitz (1979) revisaron la voluminosa literatura acerca de los correlatos de las puntuaciones de la escala Bayley. Esta escala muestra fuerte relación con la StanfodBinet, con las Escalas Wechsler, el desempeño en tareas piagitianas clase social y factores ambientales. También, las puntuaciones muy bajas en la escala Bayley predicen un resultado deficiente del desarrollo en la infancia tardía (Vander Veer y Schweid, 1974). Rhodes, Bailey y Yow (1983) citan evidencia adicional sobre validez. Un estudio reciente sobre la validez de las Bayley cales of Infant Development-II (BSID-II) con lactantes prematuros encontró una 22

fuerte concordancia entre esta prueba y la primera, lo cual sustenta la validez clínica de la revisión (Goldstein, Fogle, Wieber y O’Shea, 1995). Un estudio con la lactancia australianos sanos informó que las puntuaciones de la BSID-II eran apropiadamente más bajas que las de la BSID, lo cual indica que las normas para la primera edición en verdad eran obsoletas (Tasbihsazan, Nettelbeck y Kirby, 1997). A pesar de estos estudios en apoyo a su validez, Nellis y Gridley (1994) sugieren precaución con la BSID-ll basta obtener mayor información. Las escalas Bayley requieren mayor habilidad y tiempo (45 a 75 minutos) para aplicar e interpretar la prueba que instrumentos comparables como la Denver-2. En consecuencia, se reservan para evaluaciones especiales y para aplicaciones de investigación; por lo común no se les utiliza como instrumentos rutinarios de detección. EVALUACIÓN DE LA INTELIGENCIA DEL PREESCOLAR Los niños preescolares exhiben gran variabilidad en cuanto a madurez emocional y receptividad hacia los adultos. Un niño puede animar-se ante el examinador y luchar por dar su mejor desempeño desempeño en todas las preguntas. Otro puede mirar fijamente al piso y quedarse mudo mientras intenta realizar una sencilla tarea de diseño con cubos. Cuadro Medidas adicionales de la capacidad en la lactancia Inventario del Desarrollo (Battelle Developmental lnventory, BDI; Newborg, Stock, Wnek, Guidubaldi y Svinicki, 1984). Del nacimiento a los ocho años de edad; los 341 reactivos evalúan los dominios Personal-Social, Adaptativo; Motor; Comunicación; Cognitivo y Total. La batería completa requiere de 1 a 2 horas para su aplicación; una versión del BDl para detección (96 reactivos) ha recibido graves criticas. 23

Developmental Assessment of Young Children (Evaluación del Desarrollo de Niños Pequeños DAYS, Voress y Maddox, 1998). Del nacimiento a los seis años de edad; la evaluación en cinco dominios

(cognición

comunicación,

socioemocional,

físico

y

adaptativo) se realiza a través de observación, entrevistas con los encargados del cuidado del niño y evaluación directa. La DAYS proporciona una evaluación breve (20 minutos con base en datos normativos sobresalientes (1300 niños divididos en 23 grupos por edad que se aproximan a los datos del censo de 1996). Los cinco índices resultantes y el índice global son sumamente confiables (con coeficientes que van de .90 a .99). Developmental lndicators for the Assessment of Learning-3 (Indicadores

del

Desarrollo

para

la

Evaluación

del

Aprendizaje—3 DIAL-3; Mardell-Czudnowsid y Goldenberg, 1998). De los 3 a los 6 años de edad; los dominios que se evalúan incluyen Motor (p. ej., atrapar, cortar, escribir), Conceptos (p. ej., nombrar, contar, clasificar) y Lenguaje (p. ej.. sustantivos/verbos, solución de problemas, extensión de la oración). La confiabilidad test-retest la parte alta del rango de .80 es extraordinaria para un instrumento de este tipo. En el mismo que se tienen disponibles versiones en inglés y español. Early Screening lnventory (Inventario de Detección Temprana, ESI; Melseis, Wiske y Tivnan, 1984). Edades de 3 a 6 años; es un instrumento breve de detección que proporciona puntuaciones en cuatro áreas –dibujo de la Figura Humana, Visomotora/Adaptativa; Lenguaje y Cognición y Motora Gruesa/Consciencia Corporal. La puntuación total se utiliza para clasificar a los niños en uno de tres grupos de canalización: “Bien” (de superior al promedio a menos 1 DE); “reevaluar” (entre menos 1 y menos 2 DE) y “canalizar” (inferior a menos 2 DE).

24

Early Screening Profiles (Perfiles de Detección Temprana, ESP; Harrison, Kaufman, Kaufman y col., 1190). Edades de 2 a 6 años; los dominios que

se evalúan incluyen Cognitivo/Lenguaje, Motor y

autoayuda/Social; cuatro Exámenes (Articulación, Conducta, Historial de salud y Hogar) complementan la evaluación. Este instrumento tiene

fuertes

cualidades

psicométricas;

el

manual

proporciona

información detallada en siete estudios de validación llevados a cabo de manera independiente con respecto al estudio de estandarización. Barnett (1996) ofrece una revisión escéptica; Telzrow (1995) se muestra más positivo. Gesell child Development Age Scale (Escala Gesell de Edad del Desarrollo Infantil, GCDAS; Cassell; 1990). De los 18 meses a loa 10

años

de

edad;

esta

prueba

intenta

poner

en

términos

operacionales la teoría de etapas del desarrollo infantil de Gesell al pedirle a la madre, maestro o clínico que respondan a 100 reactivos de falso-verdadero, apropiados para cada edad, dentro de un conjunto más

amplio

de

240

reactivos.

Se

pueden

utilizar

hasta

tres

calificadores para valorar a un niño; los resultados Incluyen una gráfica de la edad cronológica contra la edad del desarrollo en 10 áreas del desarrollo. La GCDAS es una prueba prueba prometedora que

requiere

de

mayor

investigación

en

cuanto

a

cualidades

psicométricas (Lang. 1996). En el primer caso se puede asegurar que los resultados de la prueba son un índice apropiado del funcionamiento cognitivo; pero en el segundo, prevalece la incertidumbre falta de receptividad señala una carencia de habilidad o de cooperación? Con niños preescolares, el examinador

requiere

de

una

gran

humildad.

Scarr

(1981)

ha

expresado este sentimiento de la siguiente manera:

25

Cuando se mide el funcionamiento cognitivo de un niño, también se mide la cooperación, atención, persistencia, capacidad para estarse quieto y receptividad social ante una situación de evaluación. El peligro especial en la evaluación preescolar es que el examinador puede inferir que una puntuación baja indica un bajo nivel de funcionamiento cognitivo cuando, en realidad, el niño tan sólo es incapaz de quedarse quieto, atender, cooperar y así sucesivamente. La evaluación preescolar requiere abordarse con un cuidado poco usual, a fin de evitar las consecuencias negativas de la etiquetación y el diagnóstico excesivo de padecimientos discapacitantes. Existen

varias

pruebas

de

inteligencia

de

aplicación

individual

adecuadas para niños preescolares. Schakel (1986) ha llamado a las siguientes pruebas como “las cuatro grandes”: •

Escala Wechsler de Inteligencia para los Niveles Preescolar y Primaria (WPPSI-R)



Escala de Inteligencia Stanford-Binet: Cuarta Edición (SB :CE)



Batería de Evaluación Kaufman para Niños (K-ABC)



Escala McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para Niños (MSCA)

Éstas son las pruebas de

inteligencia más comunes en niños

preescolares. La última se acerca ápidamente a la obsolescencia (se publicó en 1972); a menos que se le revise, los psicólogos escolares pronto comenzarán a hablar de “las tres grandes”. Por supuesto, algunos de estos van más allá de la edad preescolar los y llegan hasta los inicios de la niñez. La SB:CE se utiliza también con adultos. Se revisan éstas y otra prometedora adicional:

26

Las Diferrential Ability Scales. ESCALA WECHSLER DE INTELIGENCIA PARA LOS NIVELES ESCOLARES Y PRIMARIA-REVISADA (WPPSI-R) El

WPPSI-R

es muy

similar

a su

antecesor,

pero

ofrece

una

actualización de normas y aplicación para un rango más amplio de edades —de los 3 a los 7 años, 3 meses (Wechsler, 1989) Además, se revisaron varios reactivos obsoletos y parciales y se añadió una versión de Composición de objetos a las 11 subpruebas originales. La confiabilidad y validez del WPPSI-R son muy similares a las de la versión anterior de esta prueba. Salvia e Ysseldyke (1991) resumen las confiabilidades de división en mitades como sigue: CI Verbal (.86 a .96), CI de Ejecución (.85 a .93) y Cl Total (.90 a .97). Las confiabilidades de las subpruebas del WPPSI-R son sustancialmente más

débiles;

sus

interpretaciones

deben

restringirse

a

las

puntuaciones mixtas de CI. Las normas para el WPPSI-R se basan en una muestra cuidadosamente estratificada de 1 700 niños y en edad, sexo, región geográfica, origen étnico y educación y ocupación de los padres; su validez se basa, en parte, en su parecido con el WPPSI, que obtuvo grandes alabanzas de los revisores. Sattler (1988) revisó varias docenas de estudios en apoyo de la validez concurrente y predictiva del WPPSI, y concluyó que la prueba sirve como un excelente medio de predicción a largo plazo de la inteligencia y del desempeño escolar en la adolescencia. La investigación inicial con el WPPSI-R confirma la validez predictiva de este instrumento para el desempeño escolar posterior. Por ejemplo. Kaplan (1996) determinó que los resultados preescolares del WPPSI-R predicen en gran medida las puntuaciones de rendimiento escolar de los niños desde el jardín de infantes hasta el tercer grado. Los resultados con niños en tercer grado se resumen en el cuadro 5— 5 y revelan que los CI Verbal y Total constituyeron medios de 27

predicción mucho más poderosos del rendimiento posterior que el CI de Ejecución. Las subpruebas del WPPSI-R incluyen las siguientes: Verbal

Ejecución

Información

Composición de objetos

Comprensión

Diseños geométricos

Aritmética

Diseño con cubos

Vocabulario

Laberintos

Semejanzas

Figuras incompletas

Frases

Casa de los animales

Cuadro 01 Correlaciones entre los Cl preescolares del WPPSI-R y resultados posteriores en una prueba de rendimiento para 72 niños de tercer grado Puntuaciones del WPPSI-R Puntuaciones del programa completo de prueba—IIl

CIV

CIE

CIT

Capacidad verbal

.62*

.24

.52*

Comprensión auditiva

.45*

.02

.30

Comprensión de lectura .48*

—.03

.28

Mecánica de la escritura .54*

.16

.42

Proceso de escritura

.45*

.08

.32

Capacidad cuantitativa

.44*

.17

.36

Matemáticas

.62*

.34*

.58*

Fuente: Reimpreso con autorización de Kaplan, C. (1996). Predictive vaIidity of te WPPSI-R: a four year follow-up study. Psychology in the Schools, 33,211-219.

28

Tres de estas 12 subpruebas (Frases, Diseños geométricos y Casa de los animales) se encuentran sólo en el WPPSI-R y se resumen a continuación (las otras nueve subpruebas, comunes en todas las escalas Wecbsler, se analizan en el Tema 6A: Pruebas individuales de inteligencia). Frases es una subprueba complementaria en el WPPSIR. Ésta requiere que el niño repita al pie de la letra una oración que le ha leído en voz alta el examinador. El reactivo más fácil se encuentra al nivel de “Juan tiene un coche verde”, mientras el más difícil es mucho más largo y consta de dos oraciones conectadas como éstas: “Este viernes visitaremos la huerta del granjero. Lleva una moneda para que puedas comprar una calabaza” La subprueba de Diseños geométricos está formada por 10 diseños incluyendo un círculo, un cuadrado y un rombo- que el niño debe copiar.

Esta

subprueba

es

una

medida

de

las

capacidades

perceptuales y de organización visomotora. Por último, la subprueba de Casa de los animales requiere que el niño coloque un cilindro de un color específico (negro blanco,

azul, amarillo) en un orificio debajo

del animal apropiado (perro, pollo, pez y gato, respectivamente). Hay 25 animales distribuidos en secuencia aleatoria en una matriz de 5 x 5. La puntuación inicial en esta subprueba es la cantidad de tiempo requerido para colocar un cilindro bajo cada animal. Los errores se restan de la puntuación total. El éxito en esta subprueba requiere capacidad de aprendizaje, destreza manual y atención sostenida durante los minutos que se necesitarían para colocar un cilindro apropiado bajo cada uno de los 25 animales. La ampliación de la cobertura de edad hacia un límite inferior de tres años constituye una adición bien recibida para el WPPSI-R, dado que la identificación temprana de las dificultades del desarrollo es esencial 29

para su tratamiento. También, las normas de CI del WPPSI-R se extendieron hacia abajo hasta llegar a una puntuación de 41, que se encuentra aproximadamente a 3.9 desviaciones estándar por debajo de la media de la población. En especial cuando se le utiliza junto con una evaluación de conducta de adaptación, el WPPSI-R es una herramienta esencial para el diagnóstico del retaso mental de leve a grave en niños preescolares y en edad escolar temprana. Las normas de CI para esta prueba también se extienden muy por arriba del rango necesario para la identificación de inteligencia dotada en la parte de los entornos escolares. Estos as han hecho que el WPPSI-R sea muy popular entre los psicólogos escolares y especialistas en desarrollo temprano. ESCALA DE INTELIGENCIA STANFORD-BINET CUARTA EDICIÓN Con un rango de edades desde los d os años hasta la edad adulta, la Escala de Inteligencia Stanford-Binet: Cuarta Edición (SB:CE) es una de esas pruebas poco comunes diseñadas para utilizarse por igual con preescolares, adultos (Thomdike, Hagen y Sattler, 1986) el siguiente capítulo sobre pruebas individuales y grupales de inteligencia se presenta un análisis La SB:CE consta de 15 subpruebas, pero no todas se aplican a cada uno de los gripos por edad. En el cuadro 5-6 se muestran las subpruebas en general y aquellas que por lo común se aplican a niños preescolares (hasta los cinco años de edad). El lector observará que la SB:CE produce varias puntuaciones de subprueba, cuatro de área y una mixta total, que ya no se denomina CI. Posdesgracia, en el caso de preescolares no se toma una muestra de la misma profundidad de las cuatro áreas de contenido. El área de Razonamiento verbal está buen representada con tres subpruebas, pero la puntuación de Santificación se basa en una sola subprueba. Las otras dos áreas 30

(Razonamiento abstracto/visual y Memoria a corto plazo) se basan sólo en los resultados de dos subpruebas. Como se analiza en el siguiente capítulo, Sattler (1998) defiende una solución de dos factores para informar las puntuaciones de la SB:CE (Comprensión Verbal

y

Razonamiento

no

Verbal/Visualización)

que

con

toda

seguridad es el enfoque preferible en el caso de preescolares. Un aspecto esencial de la SB:CE es que la puntuación mixta total es sumamente comparable con otros pilares de la evaluación preescolar, como el WPPSI-R y el CISC-III. Por ejemplo, el manual de WPPSI-R informa de puntuaciones globales similares para 115 niños, de 4 a 7 años de edad, examinados con ambos instrumentos: CI promedio en el WPPSI-R de 105.3 contra puntuación mixta de 107.2 en la SB:CE (Wechsler, 1989). En un estudio con 30 niños presescolares, el CI promedio en el WPPSI-R fue de 94.1, mientras la puntuación mixta de la SB:CE fue de 95.8 (McCrowell y Tagle, 1994). No obstante, los componentes verbales significativa: Razonamiento

95.5

de

para

verbal

en

las

el la

dos pruebas

CIV

en

SB:CE.

el

difieren de

WPPSI-R

Rust

y

y

manera

101.6

Lindstrom

para

(1996)

encontraron puntuaciones comparables entre la SB:CE y el CISC-III con 57 voluntarios (de 6 a 17 años de edad), con puntuaciones totales que diferían, en promedio, en menos de dos puntos.

31

Cuadro 02. Subpruebas y áreas de la Escala de Inteligencia Stanford-Binet, cuarta edición Razonamiento Verbal Vocabulario* Comprensión* Absurdos* Relaciones Verbales Razonamiento Abstracto/Visual Análisis de Patrones* Copiado* Matrices* Doblado y cortado de papel Razonamiento Cuantitativo Cuantiflcación* Series de números Construcción de ecuaciones Memoria a Corto Plazo Memoria de cuentas* Memoria de oraciones* Memoria de dígitos Memoria de objetos * Denota una subprueba que comúnmente se emplea con niños preescolares. Lavin (1996) también informó puntuaciones totales casi idénticas en estos dos instrumentos para 40 niños con edades de 6 a 16 años. Sin embargo, en el examen de niños con problemas identificados del desarrollo, Lukens y Hurrell (1996) encontraron que las puntuaciones en el WISC-III eran menores en 29 de 31 casos, lo cual indica que la SB:CE puede subdiagnosticar el retraso mental. Se puede encontrar 32

un análisis amplio de la SB:CE en el contexto de la evaluación preescolar en Nuttall, Romero y Kalesnik (1992). Laurent, Swerdlik y Ryburn (1992) proporcionan una reseña de la investigación sobre validez con la SB:CE. BATERÍA DE EVALUACIÓN KAUFMAN PARA NIÑOS (K-ABC) La K-ABC es una medida combinada de inteligencia y rendimiento que se construyó de manera aproximada dentro del esquema teórico de la neuropsicología moderna (Luria, 1966; Das, Kirby y Jarman, 1979). Muchas de las subpruebas de esta batería se parecen a pruebas neuropsicológicas, las cuales se analizarán con mayor detalle en un tema posterior; la K-ABC se orienta principalmente hacia la evaluación psicoeducativa y la planificación educativa (Kaufman y Kaufman, 1983); sus defensores afirman que posee mayor relevancia para la planificación

psicoeducativa

que

pruebas

tradicionales

como

las

escalas Wechsler y la Stanford-Binet. La K-ABC está diseñada para niños de 2 años y medio de edad y consta de 16 subpruebas, de las cuales no se aplican más de 13 a cada niño evaluado (figura 5—5). Diez de las subpruebas producen la Puntuación Mixta de Procesamiento Mental, que está normada para generar el promedio familiar de 100 y desviación estándar de 15. Las otras seis componen la Escala de Rendimiento. Las 10 subpruebas de procesamiento mental se descomponen en dos escalas globales: Escala de procesamiento simultáneo (siete subpruebas) y Escala de procesamiento secuencial (tres subpruebas). Un objetivo de la K-ABC consiste en producir puntuaciones que se traduzcan en intervenciones educativas. Las escalas Secuencial y Simultánea

se

basan

aproximadamente

en

conceptos

neuropsicológicos y se supone que reflejan el estilo de solución de problemas

y

de

procesamiento

de

información

del

niño.

Las

subpruebas de Procesamiento secuencial requieren de la disposición 33

en serie o temporal del contenido verbal, numérico o visoperceptual. Se supone que los niños con puntuaciones altas en esta escala — aprendices secuenciales— aprenden mejor al enfrentar pequeñas cantidades de información en orden consecutivo, paso por paso, como en una serie de instrucciones verbales claras. En contraste, las subpruebas de Procesamiento simultáneo requieren que el niño sintetice y organice el contenido visoperceptual o espacial de manera inmediata o global. Se supone que los niños con puntuaciones altas en esta escala —aprendices simultáneos— aprenden mejor a través de la integración y síntesis de muchos trozos relacionados de información al mismo tiempo, como se encuentra n medios visuales (ilustraciones, mapas o gráficas).

Escala de Procesamiento Secuencial

Puntuación Mixta de Procesamiento Mental

Escala de Procesamiento Simultáneos

Escala de Rendimiento

Movimientos manuales* Recuerdo de número Orden de palabras Movimientos manuales* Recuerdo de número Orden de palabras Ventana mágica Reconocimiento de rostros* Cierre gestáltico Triángulos* Analogías con matrices* Memoria espacial* Series de fotografías* Vocabulario expresivo Rostros y lugares Aritmética Acertijos Lectura/decodificación Lectura/comprensión

Figura 2.1, subpuebas y escalas de la Batría de Evaluación Kaufman para niños. 34

Kaufman,

Kaufman

y

Goldsmith

(1984)

proporcionan

pautas

y

ejemplos para la enseñanza de la lectura, ortografía y aritmética a niños con base en las fortalezas secuenciales o simultáneas en la KABC. Aunque la teoría convincente, la sustentación para la supuesta interacción entre aptitud y tratamiento de la K-ABC es dispar en el mejor de los casos. por ejemplo, Fisher, Jenkins, Bancroft y Kraft (1988)

equipararon

estrategias

de

enseñanza

con

los

estilos

cognitivos secuencial/simultáneo (como se determinan a partir de la K-ABC) para 57 estudiantes de educación primaria inscritos en una clínica de discapacidad para el aprendizaje. Aunque, en general, los resultados prestaron apoyo a la interacción predicha entre aptitud y tratamiento,

los

efectos

fueron

pocos

y

no

tuvieron

ninguna

importancia práctica. Ambas escalas de la Puntuación Mixta de Procesamiento Mental (PPM) se diseñaron reducir los efectos de la parcialidad de sexo y raza, y según la mayor parte de los informe, los autores de la prueba tuvieron éxito en estos objetivos (Notan, Watlington y Willson, 1989). Con base en los datos de estandarización, Kaufman, Kamphaus y Kaufman (1985) informaron de diferencias pequeñas (del orden de cinco puntos) entre la PPM de personas de raza blanca y de miembros de grupos minoritarios en la K-ABC. Ésta es una diferencia mucho más pequeña que la que se encuentra por lo común con pruebas como el WISC-II y la Stanford-Binet, donde son comunes las diferencias del orden de 15 puntos de CI a favor de las personas de raza blanca. Valencia y Rankin (1988) sometieron a 76 niños de raza blanca y 90 méxico-estadounidenses de quinto y sexto grados e informaron que casi no había diferencia en la Puntuación Mixta de Procesamiento Mental (100 contra 98, respectivamente), aunque se encontró una gran diferencia en la Escala de rendimiento (103 contra 91). Knight, Baker y Minder (1990) informan de una diferencia comparable entre la 35

K-ABC y la SB:CE con 30 niños afroestadounidenses, estudiantes de primaria, que presentaban discapacidad para el aprendizaje (PPM de 83 contra Puntuación Mixta de 84 en la SB:CE). En el cuadro 2.1 se describen las escalas y subpruebas de la K-ABC. Además de las Escalas, Simultánea, Secuencial y de Rendimiento, se puede calcular una Escala No Verbal complementaria con seis subpruebas (de los grupos simultáneos y secuencial) que no requieren de palabras. Las subpruebas de la Escala No Verbal incluyen las siguientes: Movimientos manuales. Reconocimiento de rostros. Triángulos. Analogías con matrices. Memoria espacial. Series de fotografías. En el caso de las subpruebas No Verbales, el examinador demuestra cada tarea mediante ejemplos o mímica. La Escala No Verbal es apropiada para examinar a niños bilingües o de inmigración reciente, cuyas habilidades en el idioma español podrían mi ser débiles. Además, los niños con deterioro auditivo, trastornos del habla o del lenguaje pueden evaluarse de manera imparcial con esta escala. La K-ABC se estandarizó con una muestra nacional estratificada de 8000 niños seleccionados de modo cuidadoso para representar ¡os datos del censo de EUA para 1980 en cuanto a sexo, región geográfica, educación de los padres, tamaño de la comunidad y categoría étnica (raza blanca, afroestadounidenses, hispanos, otros). Un rasgo poco común y bienvenido de la muestra de estandarización 36

es el énfasis en niños asignados a educación especial y a programas para inteligencia dotada y para niños talentosos (aproximadamente 7%

de

la

muestra

normativa).

Por

otra

parte,

las

normas

socioculturales complementarias para raza y educación de los padres se

obtuvieron

de

los

resultados

de

prueba

de

469

niños

afroestadounidenses y 119 de raza blanca. La confiabilidad de la K-ABC es bastante buena en términos generales, aunque algunas subpruebas poseen coeficientes de consistencia interna apenas aceptables, en especial con los individuos más jóvenes. En el caso de niños preescolares, los valores medios van desde .72 para Ventana mágica hasta .88 para Recuerdo de números. En cuanto a los niños en edad escolar, los valores medios van de .71 para Cierre Gestáltico a .85 para Analogías con Matrices. Por otro lado, la confiabilidad de las puntuaciones de Escala y de la puntuación mixta es muy fuerte. Por ejemplo, la confiabilidad test-retest de la Escala de Rendimiento es de .93 para niños preescolares y de .97 para aquellos en edad escolar. La Puntuación Mixta de Procesamiento Mental tiene una confiabilidad de .90 con niños preescolares y de .96 con aquéllos en edad escolar. Los estudios sobre la validez de la K-ABC presentan una imagen heterogénea,

con

buen

apoyo

para

la

validez

convergente

de

discriminación, fuerte confirmación de la validez relacionada con el criterio y buena sustentación para los cambios apropiados a la edad en las puntuaciones de prueba (pertinente para la validez de constructo). No obstante, los estudios analítico-factoriales sobre validez de constructo muestran resultados mixtos y conflictivos. Kamnphaus,

37

Cuadro 03. Descripción de las subpruebas de la K-ABC Escala de Procesamiento Secuencial Movimientos manuales: el niño debe copiar la secuencia precisa de golpes en la mesa con el puño palma o lado de la mano ejecutados por el examinador. Recuerdo de números: muy similar a la prueba tradicional de retención de dígitos, excepto que al examinador se le instruye a no dejar caer su voz después de decir el último dígito. Orden de palabras: mide la capacidad del niño para señalar a siluetas de objetos comunes en igual orden que los mismos objetos nombrados por el examinador Escala de Procesamiento Simultáneo Ventana mágica: requiere que el niño identifique y nombre un objeto cuya ilustración se gira detrás de una abertura estrecha, de modo que sólo se expone una fracción de la ilustración en algún momento especifico. Reconocimiento de rostros: el niño debe prestar una estrecha atención a uno o dos rostros en una fotografía mostrada de manera breve y después seleccionar el rostro o rostros correctos en una fotografía de grupo. Cierre gestáltico: el niño debe nombrar o describir de manera precisa una mancha parcialmente terminada, similar a una mancha de tinta. Esta subprueba mide la capacidad para llenar mentalmente los espacios vacíos para formar una gestalt.

38

Triángulos: el niño debe ensamblar varios triángulos idénticos de goma (amarillos en un lado, azules en el otro) para equipararlos con una ilustración de un diseño abstracto. Analogías con matrices:

con

fichas

de

vinilo,

el

niño

debe

seleccionar la ilustración o diseño que mejor complete una matriz de 5 por 5 cm que expresa una analogía visual. Memoria

espacial:

el

niño

debe

recordar

la

localización

de

ilustraciones ordenadas de manera aleatoria en una página. Series de fotografías: el niño debe ordenar en una secuencia temporal adecuada una disposición de fotografías dispuestas de manera aleatoria. Esta subprueba es similar a Ordenación de dibujos en las escalas Wechsler, excepto que la tarea debe resolverse sin manipulación física, lo cual elimina la tensión innecesaria sobre la realimentación visomotora. Escala de Rendimiento Vocabulario expresivo: el niño debe nombrar el objeto representado en una fotografía. Rostros y lugares: el niño debe nombrar a una persona muy conocida, personaje ficticio o lugar representado en una fotografía. Aritmética: una prueba de habilidades básicas de cálculo y de capacidades aritméticas relacionadas con la escuela. Acertijos: el niño debe inferir el nombre de un concepto concreto o abstracto con base en una lista de sus características. 39

Lectura/Decodificación: una prueba de identificación de letras y de reconocimiento/pronunciación de palabras. Lectura/Comprensión: el niño debe demostrar comprensión de lectura al seguir instrucciones dadas en oraciones. Beres, Kaufman y Kaufman (1996) proporciona amplia revisión de, literalmente, docenas de estudios de validez con la K-ABC. Las escalas Simultánea y Secuencial muestran el patrón esperado de correlaciones con los factores simultáneo y sucesivo en otras baterías de prueba (p. ej., Das y Mensink, 1989), lo cual indica buena validez convergente y de discriminación para estas escalas globales de la KABC,

Cooley

y

Ayres

(1985)

encontraron

correlaciones

apropiadamente fuertes entre las puntuaciones de la K-ABC y medidas de rendimiento (validez convergente) y relaciones apropiadamente insignificantes entre las puntuaciones de la K-ABC y medidas de ansiedad en la infancia (validez de discriminación). También se encontró un descubrimiento un tanto singular: la Puntuación Mixta de Procesamiento Mental de la K-ABC se correlacionó en -.51 con la escala de Hiperactividad de la Achenbach Chil Behavior Checklist (Lista de Verificación de Conducta Infantil) (la correlación es negativa porque

una

alta

puntuación

en

Hiperactividad

indica

conducta

disfuncional). Esta lista de verificación bien validada consiste en reactivos

que

califican

los

padres

(p.

ej.,

el

niño

no

puede

concentrarse, no puede prestar atención durante largo tiempo, no es agradable para otros niños). En apariencia, la K-ABC detecta en cierto grado

las

capacidades

de

atención.

Quizá

la

superposición

es

indirecta, donde la deficiencia en capacidades de atención conduce a la reducción en el logro de las habilidades intelectuales que se miden con la K-ABC.

40

La validez de esta prueba se sustenta también en los 43 estudios citados

y

resumidos

en

el

Manual

Interpretativo,

incluyendo

numerosos estudios de correlación con otras pruebas (Kaufman y Kaufman, 1983). Estas correlaciones varían de manera amplia, pero en general dan apoyo a la validez de la K-ABC, al menos en cuanto a la puntuación mixta de procesamiento mental. En este sentido, las conclusiones de Obrzut, Obrzut y Shaw (1984) y de Naglieri (1985) son

típicas.

Con

muestras

independientes

de

estudiantes

con

discapacidad para el aprendizaje y con retraso mental educable, estos dos estudios informaron correlaciones casi idénticas de .80 y .83, respectivamente, entre el CI del WISC-R y las puntuaciones mixtas de la K-ABC. Como recordará el lector del capítulo sobre validez, una manera de demostrar la validez de constructo de una prueba consiste en mostrar que los cambios relacionados con la edad en las puntuaciones naturales son regulares, sensatos y consistentes con la teoríaReynolds, Willson y Chatman (1984) correlacionaron la edad y las puntuaciones naturales de la muestra de estandarización (N = 2 000) y de una muestra adicional de personas afroestadounidenses y de raza blanca (N = 615). Todas las correlaciones entre la edad y las puntuaciones

naturales

fueron sumamente

significativas. Y

más

importante aún, no ocurrieron diferencias significativas en la magnitud de estas relaciones en función de los grupos por raza o edad, lo cual sustenta la validez de constructo de la K-ABC como medida de aptitud y rendimiento asociada con el desarrollo. Los estudios analítico-factoriales de las dimensiones secuencial y simultánea en las que se basa la K-ABC han producido resultados conflictivos (Kamphaus, 1990). En el lado positivo, los autores de la prueba citan conclusiones tomadas de la muestra de estandarización que parecen confirmar la distinción entre secuencial y simultáneo 41

(Kaufman Naglieri,

y

Kaufman,

1982).

1983;

Algunos

Kaufman,

estudios

Kaufman,

independientes

Kamphaus también

y

han

informado de resultados similares (p. ej., McCallum, Karnes y OehlerStinnett, 1985). Los críticos reconocen que la K-ABC es una buena medida de la inteligencia general, pero se muestran dudosos acerca de la distinción entre

procesamiento

simultáneo

y

secuencial

como

base

para

comprender el desempeño en la prueba. Por ejemplo, Strommen (1988) emprendió un análisis factorial confirmatorio de la K-ABC con el propósito específico de examinar la hipótesis de que los factores que

componen

a

la

prueba

sólo

se

correlacionan

de

manera

moderada, lo cual constituye una de las afirmaciones clave de los autores de la prueba (Kaufman y Kaufman, 1983). Este investigador concluyó

que

los

factores

que

subyacen

a

la

K-ABC

están

intercorrelacionados de manera sustancial en todos los niveles por edad, lo cual arroja dudas sobre la existencia independiente de los procesos secuencial y simultáneo en la prueba. Estos constructos modernos bien pueden resultar vino viejo en pellejos nuevos, nada más que una redenominación de la dicotomía familiar entre formas sumamente intercorrelacionadas de razonamiento verbal y no verbal. Para una interpretación más positiva de los estudios analíticofactoriales de la K-ABC, véase el artítulo de reseña de Kamphaus y colaboradores (1996). Una segunda crítica tiene que ver con la designación de las seis subpruebas como pruebas de rendimiento. Anastasi (1985) señala que una prueba puede considerarse apropiadamente como prueba de rendimiento sólo cuando se le vincula de manera estrecha con un contenido educativo específico. No obstante, los autores de la K-ABC hicieron esfuerzos especiales para separar las pruebas de rendimiento 42

de cualquier contenido curricular específico. Estas subpruebas se parecen más a las medidas tradicionales de inteligencia que a las de rendimiento académico. ¡De hecho, con base en las cargas factoriales en el primer factor sin rotación, muchos investigadores han concluido que las subpruebas de Rendimiento proporcionan una mejor medida de la inteligencia general que aquéllas de procesamiento mental! (Mine, Guilmette, Snyder y Castellanos, 1992). Esta controversia se basa, en parte, en posturas filosóficas divergentes en cuanto a la naturaleza de la inteligencia y no es probable que se resuelva a través de la investigación (Reynolds, l994b). Otra preocupación es que la K-ABC no detecta de manera suficiente las

habilidades

verbales

(Sattler,

1988).

A

pesar

de

estas

controversias, la K-ABC ofrece un enfoque único e interesante de la evaluación de la inteligencia infantil y posee normas muy elevadas de calidad técnica. En tanto los examinadores incluyan las subpruebas de Rendimiento

—que

detectan

la

inteligencia

general

en

grado

sustancial— la K-ABC puede proporcionar un enfoque nuevo y valioso de la evaluación psicoeducativa. ESCALAS MCCARTHY DE APTITUDES Y PSICOMOTRICIDAD PARA NIÑOS Las Escalas McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para Niños constituyen una prueba de inteligencia de aplicación individual, diseñada para niños entre los 2 años y medio y los 8 años y medio de edad (McCarthy, 1972). La prueba consiste en 18 subpruebas independientes, como se listan en el cuadro 5-8. Estas contribuyen a las puntuaciones en cinco escalas, cada una se obtiene de 3 a 7 subpruebas: Verbal, Perceptual-Ejecución, Cuantitativa, Memoria y Motora. Además, se puede calcular un índice Cognitivo General con media de 100 y DE de 16 a partir de 15 subpruebas. La prueba se 43

diseñó para proporcionar un mejor entendimiento tanto de los niños normales

como

aprendizaje.

de

aquellos

McCarthy

que

(1972)

tienen enfatizó

discapacidad las

para

el

consideraciones

funcionales, como el deseo de identificar las debilidades cognitivas clínica y educativamente relacionadas, como el principal criterio para la selección de reactivos y para los agrupamientos de las subpruebas en las Escalas McCrthy. La

muestra

de

estandarización

de

1032

niños

consistió

de

aproximadamente 100 individuos en cada grupo de edad, con incrementos de medio año desde los 2 años y medio hasta los 5 años y medio de edad e incrementos de un año desde los 5 años y medio hasta los 8 años y medio. En cada nivel de edad, la muestra se estratificó de manera aproximada en las siguientes variables, de acuerdo con el censo de Población de EUA para 1970: sexo, raza (blanca-no blanca), región geográfica, nivel ocupacional del padre y residencia urbana-rural. Se excluyó a los niños con problemas mentales o emocionales graves y se incluyó a individuos bilingües sólo si podían comprender el Inglés. Por supuesto, un problema potencial con las escalas McCarthy es que los datos normativos, obtenidos a inicios del decenio de 1970, son bastante obsoletos. Los datos de confiabilidad para las escalas McCarthy presentan una imagen heterogénea. El Índice Cognitivo General tiene un desempeño adecuado, con confiabilidades de división en mitades que promedian cerca de .93 y coeficientes test-retest a un mes que tienen un promedio aproximado de .90. Las confiabilidades de división en mitades para las cinco escalas van de .79 a .88, mientras los coeficientes test-retest van de .69 a .89. Las confiabilidades para las 18 subpruebas individuales son sustancialmente menores, de modo que se advierte a los examinadores que no coloquen demasiado énfasis en los patrones y diferencias de subprueba.

44

Cuadro 04. Subpruebas y escalas de las Escalas McCarthy de Aptitudes y Psicomotricidad para Niños Escalas Subpruebas

Ver

Ejecu

Cuant

Mem

bal

ción

itativ

oria

perce

a

Motora

cognitiv o

ptual Memoria

V

Índice

general Mem

ICG

pictórica Conocimiento

V

ICG

de palabras Memoria

V

Mem

ICG

verbal Fluidez verbal

V

ICG

Analogías

V

ICG

opuestas P Construcción

P

ICG

con cubos Solución

de

P

Mem

ICG

rompecabeza s Secuencia

P

ICG

P

ICG

P

ICG

rítmica Orientación derecha Izquierda Dibujo de un diseño Dibujo de un

P

Mot

ICG

P

Mot

ICG

niño Agrupamiento conceptual 45

Preguntas

C

ICG

con números Memoria

C

Mem

ICG

numérica Conteo

y

C

ICG

clasificación Coordinación

Mot

de piernas Coordinación

Mot

de brazos Acción

Mot

imitativa

Por desgracia, no se ha confirmado la derivación con base clínica de las cinco escalas McCarthy a través de estudios analíticos-factoriales, lo cual deja en duda la validez de este instrumento. Aunque los cinco factores (que corresponden a las cinco escalas) se encontraron en todos lo grupos por edad dentro de la muestra de estandarización (Kaufman, 1975), estudios posteriores no han reproducido estas conclusiones originales. Por ejemplo, Foros-Santacana y GómezBenito (1990) encontraron cinco factores en una muestra de 141 niños de 4 y 5 años de edad, pero éstos no corresponden a la clasificación propuesta por McCarthy. Otros investigadores informan de casos similares en los que no se pudo corroborar la distribución original de las subpruebas. Por ejemplo, Keith y Bolen (1980) encontraron sólo tres factores

en una muestra de 300 niños con

edades de 6 a 8 años y medio de edad: cognitivo general, verbal y motor.

46

La confusión acerca de la estructura factorial de las escalas McCarthy indica que los examinadores deben ser precavidos en el análisis de un perfil que se base en las cinco escalas antes mencionadas (Verbal, Perceptual-Ejecución, Cuantitativa, Memoria y Motora). En muchas muestras y para algunos grupos por edad, las escalas pueden ser mejores como medidas de la capacidad cognitiva general que de las capacidades específicas designadas por los nombres de las escalas (Sattler, 1988). En el lado positivo, las escalas McCarthy funcionan muy bien como medios de predicción de la preparación para la escuela y del rendimiento escolar posterior en el caso de niños en el jardín de infantes. Massoth y Levenson (1982) sometieron a prueba a 33 niños con la escala McCarthy en el periodo de otoño del jardín de infantes y correlacionaron estas puntuaciones con los resultados de la prueba de preparación para la lectura aplicada un alío después y también con los niveles de rendimiento a la terminación del primer grado de primaria. Curiosamente, las correlaciones más fuertes se obtuvieron con la Escala Cuantitativa, mientras la Escala Verbal tuvo un resultado deficiente como medio de predicción de la preparación para la escuela o

del

rendimiento

en

lectura

(cuadro

04).

Las

capacidades

perceptuales y analíticas que miden las escalas McCarthy parecen ser mejores medios de predicción de la preparación y del rendimiento en lectura que las tareas verbales. Un seguimiento a los seis años con los mismos individuos reveló correlaciones sorprendentemente altas entre las

escalas

McCarthy

aplicadas

en

el

jardín

de

infantes

y

el

rendimiento escolar en el sexto grado (Massoth, 1985). La Escala Cuantitativa mostré la correlación más fuerte con las calificaciones del curso (r = .60), mientras que la Escala Verbal constituyó un medio de predicción débil (r = .40). La Escala Cuantitativa parecería ser una excelente prueba de detección para niños preescolares. 47

En resumen, las escalas McCarthy proporcionan un índice valioso y adecuado

para

la predicción

del

funcionamiento

intelectual,

en

especial con niños en el rango de 5 a 6 años de edad. El instrumento también es una excelente herramienta para la evaluación de la inteligencia general, aunque puede subestimar el funcionamiento de preescolares, niños con discapacidad para el aprendizaje y con retraso mental. En la actualidad, las normas para la prueba son sumamente obsoletas. A pesar de esto, las puntuaciones generales en la escala McCarthy corresponden de manera estrecha a los CI Totales del WPPSI-R (Karr, Carvajal, Elser y Bays, 1993). Aun así, las escalas McCarthy necesitan revisión y reestandarización. Cuadro 05. Correlaciones entre las puntuaciones de la Escala McCarth y la preparación, y el rendimiento en lectura de 33 niños en el jardín de infantes Escala

Preparación

Prueba

McCarthy

para la Lectura

Metropolitan de

de Macmillan

Rendimiento

.33

.16

.39*

.37*

Cuantitativa

.64*

.50**

General Cognitiva

.53*

.39*

Memoria

.39*

.28

.31

.35*

Verbal EjecuciónPerceptual

Motora

Fuente: Adaptado con autorización de Massoth, N.A y Levenson, R. L. (1982). The McCarthy ScaIes of Children’s Abilities as a predictor of reading

readiness and

Schools, 19,239-296.

48

reading achievement.

Psychology

in

the

ESCALAS DE CAPACIDAD DIFERENCIAL Las Differential Abiltty Scales (DAS) son una adición reciente a la evaluación individual de la inteligencia que es digna de un breve comentario (Elliott, 1990, 1997). La DAS cubre un rango de edades de los 2 años y medio a lo 18 años en tres baterías superpuestas: preescolar inferior (edades de 2:6 a 3:5), preescolar superior (edades de de 3:6 a 5:11) y edad escolar (edades de 6:0 a 17:11). Aquí se presenta la batería pre-escolar superior. Las subpruebas de la batería preescolar incluyen

subpruebas

“esenciales” y “diagnósticas”. Las primeras están altamente saturadas del factor g y se utilizan para obtener dos puntuaciones de área (Verbal y No Verbal) y una puntuación mixta global conocida como Capacidad Conceptual General (CCCI). Las puntuaciones de área y la CCG se basan en una media de 100 y desviación estándar de 15. Las subpruebas diagnósticas miden memoria a corto plazo y velocidad de procesamiento de información. Se les utiliza sólo para el análisis clínico. Las subpruebas diagnósticas dependen menos del factor g y, por tanto, no figuran en la puntuación mixta global. Las subpruebas de la DAS se describen en el cuadro 5. La confiabilidad de las puntuaciones de la DAS es encomiable para un instrumento que se utiliza en el nivel preescolar. En el caso de preescolares, se informa que la confiabilidad de la CCG es de .90 a .94. Para preescolares mayores (3 años y medio a 6 años de edad) las puntuaciones

agrupadas

Verbales

y

No

Verbales

muestran

confiabilidades de-SS y .89, respectivamente.

49

Cuadro 06. Subpruebas de la Batería Preescoiar DAS Subpruebas

Capacidades Medidas

Contribución a la puntuación mixta

Subpruebas

Lenguaje

receptivo,

esenciales

comprensión

Verbal CCG

de

instrucciones verbales Vocabulario de

Lenguaje

expresivo,

nombres

conocimiento de nombres

semejanzas

Razonamiento

con dibujos

equiparación

no

verbal,

Verbal CCG No verbal, CCG

de

ilustraciones

con

temas

no

verbal,

comunes Construcción

Visualización

de patrones

espacial,

con

cubos

No verbal, CCG

y

cuadrados de colores Copiado

Copiado

de

coordinación

diseños,

motora

No verbal, CCG

fina;

equiparación visoespacial Primeros

Conocimiento de conceptos

conceptos de

de número y cuantitativos

CCG

número subpruebas diagnósticas Construcción

Orientación

de cubos

equiparación

espacial,

n/a

visoper-

ceptual con cubos Equiparación

Relaciones

espaciales,

de formas

discriminación

visual

parecidas a

formas similares

n/a

de

letras Recuerdo de

Memoria auditiva a corto

dígitos

plazo

50

de

secuencias

n/a

numéricas Recuerdo de

Aprendizaje a corto plazo y

objetos

recuerdo

verbal

n/a

de

ilustraciones Reconocimiento

Memoria

de dibujos

plazo,

visual

a

corto

reconocimiento

n/a

de

objetos familiares

Cuadro 07. Correlaciones entre las puntuaciones mixtas de la DAS y el WISC-III de 53 niños con discapacidad para el aprendizaje Puntuación mixta de

Puntuación mixta

la DAS

del WISC – III CIV

CIE

CIT

DAS Med

DE

ia Verbal

.77

.52

.72

90.2

12.0

Razonamiento verbal

.55

.65

.67

83.5

12.5

Espacial

.50

.67

.64

93.6

17.0

CCG

.68

.71

.78

87.2

14.8

Media del WISC-III

89.

93.

89.7

4

2

13.

14.

8

2

DE del WISC-III

13.2

Fuente: Reimpreso con autorización de Dumont, R., Cruce, C., Price, L. Whelley, P. (1996). The relationaship between the Differential Ability Scales (DAS) and the wechster Intelligence Scale for ChildrenThird

Edition

(WISC-III)

for

students

with

learnin

disabilities.

Psychology in the Schools, 33, 203-209.

51

Los estudios sobre validez concurrente prestan un fuerte apoyo a la DAS, con correlaciones en los rangos de .70 y .80 con otras correlaciones en los rangos de

.70

y .80

con otras medidas

preescolares de la inteligencia y rendimiento (Elliott, 1990ab). Un estudio de Dumont, Cruse, Price y Whelley (1996) provee una muy fuerte sustentación para la validez de la DAS al proporcionar un patrón confirmatorio de las correlaciones entre este instrumento y el WISC-III con 53 niños en los que se había identificado discapacidad para el aprendizaje. Los resultados se resumen el cuadro 5-11 y muestran que los componentes similares se correlacionan en mayor medida que aquellos diferentes en las dos pruebas. También, dicho cuadro revela

que las puntuaciones totales con muy similares, en

promedio, entre la DAS (CCG media de 87.2) y el WISC-III (CI medio 89.7). Elliott (1997) describe estudios adicionales de validez para este magnífico instrumento. UTILIDAD PRÁCTICA DE LA EVALUACIÓN DE LACTANTES Y PREESCOLARES En general, la historia de la evaluación infantil ha mostrado una y otras vez que las puntuaciones de prueba que se obtienen en los primeros uno o dos años de vida muestran una validez predictiva mínima. Por ejemplo, en su reseña acerca de las pruebas de inteligencia con lactantes. Goodman (1990) concluyó. Si el propósito exitoso de la inteligencia de adolescentes y adultos a partir de las puntuaciones en la infancia temprana es uno de los principales logros de la psicología aplicada, entonces la incapacidad para predecir la inteligencia de a primera infancia a partir de la lactancia puede considerarse como uno de sus mayores fracasos. Dado el pésimo historial de fracasos repetidos en cuanto a validez predictiva, debería hacerse una difícil pregunta: ¿Cuál es el propósito y utilidad práctica de la evaluación de lactantes? De hecho, las 52

pruebas con éstos tienen una función importante, pero limitada, que representar. Se regresará a esta cuestión después de revisar los estudios predictivos. VALIDEZ PREDICTIVA DE LAS PRUEBAS CON LACTANTES Y PREESCOLARES Cuando se trata de muestras heterogéneas de niños normales, el resultado general es que las puntuaciones de pruebas con lactantes se correlacionan en sentido positivo, pero de modo poco impresionante, con las puntuaciones de prueba en la infancia (Goodmena, 1990; McCall, 1979). Unos cuantos estudios muestran un tono más optimista (p. ej., Wilson, 1983), pero la mayoría de los investigadores, concuerda con la conclusión de McCall (1976): En términos generales, esencialmente no existe correlación entre el desempeño durante los primeros seis meses de vida y la puntuación de CI después de los cinco años de edad; las correlacione se colocan de manera predominante en el nivel de 0.20 para las evaluaciones realizadas entre los 7 y 18 meses de vida cuando se trata de predecir el CI en el periodo de 5 a 18 años de edad, y no es sino hasta los 19 a 30 meses que la prueba con lactantes pronostica el CI posterior en el rango de 0.40 a 0.55. McCall (1979) volvió a confirmar su conclusión original en una reseña posterior que se ha resumido aquí. El lector observará que se ha resumido aquí. El lector observará en el cuatro 7 que las correlaciones entre las puntuaciones de pruebas con lactantes y con niños en edad escolar no superar al .40 hasta que los individuos tienen, cuando menos, 19 meses de edad en la prueba inicial.

53

Cuadro 08. Resumen de correlaciones entre puntuaciones de pruebas de inteligencia para lactantes y niños en individuos normales Edad de la prueba

Edad de prueba en la

inicial

(año)

en

la

lactancia (meses)

infancia

3-4

5-7

8-18

1-6

.21

.09

.06

7-12

.32

.32

.26

13-18

.50

.50

.32

19-30

.59

.59

.49

Fuente: Adaptado con autorización de McCall, R. B. (1979). The development of intellectual functioning in infancy and the prediction of later IQ. En J.D. Osofsky (Ed.), Handbook of infant development. Nueva York: John Wiley. Las conclusiones con pruebas para preescolares tienen un carácter un tanto más positivo. La correlación entre los resultados de pruebas preescolares y el CI posterior es, por lo común, fuerte, significativa y representativa. La manera más sencilla de investigar esta cuestión consiste en medir la estabilidad de los resultados de CI en estudios longitudinales. En el cuadro 8 se resume la estabilidad de las puntuaciones de CI de niños en la Stanford-Binet de una edad a otra. Estos datos provienen del Estudio Longitudinal Fels, una de las primeras investigaciones de seguimiento del desarrollo intelectual y emocional de niños (Sontag, Baker y Nelson, 1958) que se considera clásica. La correlación más bajo en este cuadro es .43 y se encuentra entre el CI evaluado a los cuatro años y de nuevo a los 12 años de edad. Lo que se destaca del cuadro es la fortaleza del vínculo entre el CI en la edad preescolar y en la infancia posterior. Entre mayor sea el niño cuando se le somete a prueba por primera vez, más fuerte será la relación con el CI posterior De hecho, los resultados sugieren que, 54

en promedio, el CI se vuelve razonablemente estable hacia los ocho años de edad. Cuadro 09. Estabilidad del CI de los 3 a los 12 años de edad Edad de la

Edad de la repetición de la prueba 4

5

6

7

8

9

10

11

12

.83

.72

.73

.64

.60

.63

.54

.51

.46

.80

.85

.70

.63

.66

.55

.50

.43

.87

.83

.79

.80

.70

.63

.62

.83

.79

.81

.72

.67

.67

.91

.83

.82

.72

.73

.92

.90

.82

.83

.90

.90

.81

.90

.88

prueba inicial 3 4 5 6 7 8 9 10 11

.90

Fuente: Adaptado con autorización de Sontag, L.W., Baker, C. y Nelson V. (1958). Mental growth and personality development: A longitudinal study. Monographs of the Society for Research in Chile Development, 23, (No 68. completo). Copyright © de The Society for Research in Child Development, Inc. De manera colectiva, estas conclusiones confirman que, en general, las pruebas con lactantes tienen un valor pronóstico deficiente, mientras

que

aquellas

con

preescolares

tienen

un

desempeño

moderado en la predicción de la inteligencia posterior Esto conduce a la pregunta planteada al inicio de esta sección: ¿Cuál es el propósito y utilidad práctica de la evaluación de lactantes?

55

UTILIDAD PRACTICA DE LAS ESCALAS BAYLEY-lI Y DE OTRAS ESCALAS PARA LACTANTES El empleo más importante y justificable de las pruebas con lactantes es la detección de discapacidades del desarrollo. Aunque las pruebas existentes para la etapa de la lactancia son deficientes como medios de predicción de la inteligencia en la infancia, una excepción a esta regla se encuentra en el caso de lactantes que obtienen una puntuación

muy

baja

en

pruebas

como

la

Bayley-ll

y

otros

instrumentos de detección. Por ejemplo, los lactantes que tienen puntuaciones a dos desviaciones estándar por debajo de la media en la escala Bayley, en particular en la Escala Mental, tienen una elevada probabilidad de obtener después en su vida resultados de prueba en ¡os rangos de retraso mental (Self y Horowitz, 1979; Goodman, Malizia, Durieux -Smith, MacMurray y Bernard, 1990). Con niños en situación de riesgo, la correlación entre-las puntuaciones de prueba en la lactancia y el CI posterior en la niñez es mucho más fuerte que para las muestras de niños normales. McCall (1983) determiné que la correlación mediana entre las puntuaciones de prueba en la lactancia y el CI en la infancia en un seguimiento a siete años era un robusto .48. La conclusión más consistente es que una puntuación muy baja en una prueba para lactantes —dos desviaciones estándar por debajo de la media o más baja— predice de manera precisa un CI bajo en la infancia (Frankenburg, 1 985). Por ejemplo, los estudios con la Denver Developmental Screening Test-Revised (Prueba

Denver

de

Detección

del

Desarrollo—Revisada;

desde

entonces publicada como Denver—II) reveló una tasa falsa positiva de sólo 5 a 11%, lo cual significa que los lactantes y preescolares identificados

como

niños

en

riesgo

pocas

veces

lograban

un

funcionamiento en el rango normal. Los estudios con las escalas Bayley también se conforman a este patrón (p. ej., VandrVeer y Schweid, 1974). 56

NUEVOS ENFOQUES DE LA EVALUACIÓN CON LACTANTES Lewis ha afirmado que las pruebas tradicionales para lactantes pasan por alto las conductas iniciales de procesamiento de información, como la memoria de reconocimiento y la atención hacia el ambiente, que podrían predecir mejor la función cognitiva en la infancia (Lewis y Sullivan, 1985). En un estudio, la simple habituación visual a un estímulo novedoso (medida por la duración de la fijación), evaluada a los tres meses de edad, se correlacionó en .61 con la puntuación obtenida en la Escala Mental de las escalas Bayley a los 24 meses de edad (Lewis y Brooks-Gunn, 1981). Con un paradigma similar, Fagan ha informado de resultados comparables (Fagan, 1984; Fagan y Shepherd, 1986). Por ejemplo, en un estudio, este investigador sometió a prueba con el método todo de habituación la memoria de reconocimiento de lactantes a las edades de 4 a 7 meses (Fagan y McGrath, 1981). En este estudio, los lactantes observaron primero una fotografía del rostro de un bebé durante un periodo corto y después se les mostró la misma fotografía junto con una desconocida (p. ej., la imagen de un hombre calvo). Los investigadores llevaron un registro cuidadoso de cuál era la fotografía que los lactantes miraban más;

la

lógica

detrás

del

procedimiento

es

sencilla:

Mirar

principalmente la nueva fotografía significa que el lactante reconoce la anterior; es decir, un lactante con buena memoria de reconocimiento prefiere mirar algo nuevo. Por tanto, la preferencia por la novedad como se mide a través del tiempo de fijación visual en la nueva imagen- se vuelve un índice de la memoria inicial de reconocimiento. Años

después,

los

investigadores

aplicaron

la

Peabody

Picture

Vocabulary Test (Prueba Peabody de Vocabulario con Figura; PTB) para estimar la inteligencia en la infancia temprana. Las puntuaciones de memoria de reconocimiento en la lactancia y las puntuaciones en la PPVT en la infancia temprana se correlacionaron en .37 a los cuatro años de edad y en .57 a los siete. Es probable que estas correlaciones 57

subestimen la validez predictiva de las pruebas de memoria para lactantes, en el sentido de que el índice de memoria en la lactancia fue un procedimiento poco confiable basado en un pequeño número de reactivos de prueba. Lo que es más, los investigadores evaluaron a lactantes normales, lo cual diminuyó las correlaciones entre el medio de predicción y el criterio. Las medidas cognitivas para lactantes representan una gran promesa como medios de predicción de la inteligencia en la infancia (Bornstein, 1994; Fagan y Haiken-Vasen, 1997). En los siguientes años se podría ser testigo de surgimiento de tipos completamente nuevos de instrumentos de evaluación para lactantes que se basen en la medición de la memoria temprana, habituación y capacidades de atención, en lugar de las capacidades sensoriomotoras. Un primer paso en esta dirección es la Fagan‘s Test of lnfant Intelligence (Prueba Fagan de Inteligencia para Lactantes; Fagan y Shepherd, 1986), que es un instrumento sencillo basado en los métodos antes descritos para la medición de la preferencia por la novedad y la memoria de reconocimiento de los lactantes. Esta prueba produce una puntuación mixta que se basa en la preferencia por la novedad -como se mide a través

del

promediada concordancia

tiempo en

de

varios

fijación

visual

ensayos.

intercalificadores

El

muy

en

una

nueva

procedimiento alta

(Q’Neill,

imagen—

muestra

una

Jacobson

y

Jacobson, 1994). Los estudios iniciales sobre la validez de la Fagan‘s Ten of Infant Intelligence (FTII) como medio de predicción de la inteligencia en la infancia han obtenido resultados mixtos. En una muestra de 200 lactantes, las puntuaciones de la FTII obtenidas entre los 7 y 9 meses de edad se correlacionaron sólo en .32 con el CI de la Stanford-Binet a la edad de tres años (DiLalla, Thompson, Plomin y colaboradores, 58

1990). En otro estudio reciente, las correlaciones globales entre las puntuaciones de la F1’II, obtenidas de los 7 a los 9 meses de edad, y el CI del WPPSI-R a los cinco años de edad, se colocaron alrededor del .2 en dos muestras no-megas de niños sanos (Andersson, 1996). Estas correlaciones no prestan apoyo al empleo de la prueba como herramienta de detección en poblaciones que no se consideren en riesgo. Sin embargo, la prueba puede funcionar mejor si se le utiliza con lactantes en riesgo. De todas maneras, se requiere mayor investigación antes de abandonar las medidas tradicionales para lactantes en favor de la prueba Fagan y otros métodos similares.

59

RESPONDA SEGÚN CORRESPONDA: 1.-

Los inventarios Gesell del desarrollo proporcionan un procedimiento estandarizado para la obsrvacion y valoración de los logros en el desarrollo del niño en cinco areasw especificas: a.b.c.d.e.-

2.-

El rango de edades del Inventario Gesell del desarrollo es del nacimiento hasta los 60 meses V( )

3.-

F( )

El problema basico del inventario Gesell reside en la falta de atención a los criterios formales de confiabilidad y validez V( )

F( )

4.- Las escalas ordinales del desarrollo psicológica constan de cinco escalas las cuales son: a.b.c.d.e.5.- Siendo la evaluación de los lactantes un aspecto muy impotante no es difícil pese a que esta población no sigue las instrucciones y no puede verbalizar lo que sabe. V( ) 60

F( )

PRUEBAS INDIVIDUALES DE INTELIGENCIA Introducción: El examen de la inteligencia es uno de los principales logros de la psicología de este siglo. En respuesta al éxito de las escalas BidetSimon a principios del siglo XX, los psicólogos desarrollaron y depuraron docenas de pruebas individuales de inteligencia diseñadas con base en este instrumento innovador. También se observó un gran crecimiento en las pruebas grupales de indigencia, fomentadas por la entusiasta aceptación de las pruebas Army Alfa y Beta durante y después de la primera Guerra Mundial. Sólo con algunas excepciones, las pruebas actuales de inteligencia, tanto individuales sobresalientes y se termina el capítulo con una reseña de las pruebas grupales de inteligencia en el Tema 6B

61

Aunque esta obra dedica tres capítulos completos al fascinante y emocional tema del examen de la inteligencia, no se afirma que la cobertura sea exhaustiva. Un análisis completo de las pruebas de inteligencia se encuentra simplemente más allá del campo de acción de ésta o cualquier otra referencia básica. Casi cada mes aparecen pruebas nuevas y revisadas, y cada año se publican miles de novedosos descubrimientos de investigación. Aquí se reseñan las pruebas más utilizadas o que ilustran avances interesantes en la teoría o el método. Los lectores pueden encontrar información acerca de pruebas adicionales en la serie del Mental Measurements Yearbook, que ahora publica cada 3 o 4 años el Buros Institute (p.ej., Mitchell, 1985; Conoley e Impara, 1995; Conoley y Kramer, 1989, 1992). La Encyclopedia of Human Intelligence (Stemberg, 1994) también es una buena fuente de información acerca de las pruebas individuales y grupales de inteligencia.

ORIENTACIÓN

HACIA

LAS

PRUEBAS

INDIVIDUALES

DE

INTELIGENCIA Las pruebas individuales de inteligencia revisadas en este tema incluyen las siguientes: •

Escala Wechsler de inteligencia para adultos-II! (WAIS-R)



Escala Wechsler de inteligencia para el nivel escolar-II! (WISC-III)



Prueba de inteligencia Stanford-Binet: Cuarta Edición (SB:CE)



Detroit Ten of Learning Aptitude-4 (DTLA-4; Prueba Detroit de Aptitud para el Aprendizaje)



Test Breve de Inteligencia de Kaufman (K-B rl)

Otro instrumento prometedor que no se revisa es Kaufman Adolescent and Adult Intelligence Test (KAIT; Prueba Kaufman de Inteligencia para Adolescentes y Adultos). Publicada en 1992, la KAIT ha llegado 62

recientemente al es-cenado de las pruebas (Dumont y Hagberg, 1994; Shaugnessy y More, 1994). Kaufman y Kaufman (1997) enumeran varias

ventajas

de

la

KAIT,

incluyendo

su

fundamentación

psicométrica en la distinción G-G, propuesta por John Hom y sus seguidores. La KAIT también es atractiva por su brevedad: la prueba proporciona índices sumamente confiables de inteligencia en dos terceras panes del tiempo que se requiere para la mayor parte de las baterías. Junto con las pruebas preescolares presentadas en tema anterior, es probable que los instrumentos antes listados expliquen 98 % de las evaluaciones intelectuales realizadas en EUA. Las escalas Wechsler han dominado las pruebas de inteligencia en años recientes, pero de ninguna manera son las únicas opciones viabIes de evaluación individual. Muchos otros instrumentos miden igualmente bien la inteligencia general —incluso algunos dirían que mejor. Considérense las implicaciones de la siguiente observación, ahora familiar, de que en muestras grandes y heterogéneas, las puntuaciones en cualesquiera dos instrumentos establecidos (p. ej., escalas

Wechsler,

Stanford-Binet,

McCarthy,

Kaufman,

etc.)

se

correlacionan por lo común de 0.80 a 0.90. Con frecuencia, la correlación entre dos instrumentos establecidos es casi tan alta como la correlación test-retest para cualquier instrumento por sí solo. Cuando el propósito es obtener una puntuación global, parecería que cualquier prueba de inteligencia establecida y con normas mas adecuadas sería suficiente. Pero obtener una puntuación total no es la única meta de la evaluación. Además, por lo general, el examinador desea comprender el funcionamiento intelectual del individuo. Para este propósito, el CI total es importante, pero existen casos donde la puntuación global puede ser irrelevante o incluso engañosa. Para comprender el 63

funcionamiento intelectual de alguien, el examinador también debería revisar las puntuaciones de subprueba en búsqueda de hipótesis que podrían explicar el funcionamiento único de ese individuo. Por supuesto, los examinadores necesitan emprender de manera cauta el análisis de subpruebas, con hallazgos basados en la investigación acerca de la naturaleza y subpruebas en

significado de la dispersión de las

el caso de la prueba utilizada (Gregory, 1994b;

McLean, Kaufman y Reynolds, 1989; ott, Fantuzo y Glutting, 1990). Si

el

objetivo

del

examinador

consiste

en

comprender

el

funcionamiento intelectual y no sólo determinar una puntuación total, las diferencias entre pruebas se vuelven bastante reales. Todo instrumento

aborda

la

perspectiva

diferente

medición y

de

produce

la un

inteligencia conjunto

desde

distintivo

una de

puntuaciones de subprueba. Además, una prueba adecuada para un específico, podría tener un desempeño totalmente inadecuado en otro contexto. Por ejemplo, el WAIS-R tiene un desempeño admirable en el examen del retraso mental leve, pero contiene muy pocos reactivos simples para la evaluación de personas con discapacidades del desarrollo de moderadas a graves. Un axioma central de la evaluación es que la elección de un instrumento de prueba debe basarse en el conocimiento de sus fortalezas

y

debilidades,

según

conciernen

a

la

pregunta

de

referencia. Dicho de manera sencilla, ¡el examinador hábil no depende a ciegas de una sola prueba para todos los casos que se le refieren! En vez de ello, elige de manera flexible uno o más instrumentos, según las necesidades de evaluación que percibe en el individuo a examinar. Cada una de las pruebas que se analizan en este tema tienen sus méritos especiales y también particulares. El usuario debe conocer estas facetas a fin de elegir el instrumento más adecuado para cada referencia única. 64

ESCALAS WECHSLER DE INTELIGENCIA En el decenio de 1930, David Wechsler, un psicólogo de Bellevue Hospital

de

la

ciudad

de

Nueva

York,

concibió

una

serie

de

instrumentos de gran sencillez que finalmente definieron las pruebas de inteligencia desde mediados hasta finales del siglo XX. Su influencia sobre el examen de la inteligencia se ve superada sólo por las contribuciones innovadoras de Binet y Simon. Es adecuado comenzar el estudio de las pruebas individuales con un resumen de la tradición de Wechsler, seguido de un análisis de los instrumentos en si. ORÍGENES DE LAS PRUEBAS WECHSLER Wechsler comenzó a trabajar en su primera prueba en 1932, buscando diseñar un instrumento adecuado para examinar a los diversos pacientes que se referían a la sección psiquiátrica del Bellevue Hospital en Nueva York (Wechsler, 1932). Posteriormente, al describir el desarrollo de su primera prueba, escribió que “nuestra meta no era producir un conjunto de pruebas totalmente novedosas, sino seleccionar, de cualquier fuente disponible, una combinación de ellas que satisfaciera los requisitos de una escala eficaz para adultos” (Wechsler, 1939). De hecho, el contenido de sus escalas se inspiró en gran medida en las pruebas Army Alfa y Beta (Frank, 1983). Quienes han leído de manera detenida el libro Psychological Examining in the Unuited States, editado por Yerkes (1921) justo después de la primera Quena Mundial, podrían sorprenderse de descubrir que Wechsler se apropió de docenas de reactivos de prueba de esta fuente, muchos de los cuales han sobrevivido hasta la actualidad en las revisiones contemporáneas de las pruebas Wechsler. Este autor no era tanto un genio creativo como un individuo práctico, que diseñó un instrumento nuevo y útil a partir de elementos sobrantes de los intentos anteriores y descontinuados para examinar la inteligencia. 65

La primera de las pruebas Wechsler, llamada Escalas de inteligencia Wechsler-BeIlevue, se publicó en 1939. Al analizar la fundamentación para su nueva prueba, Wechsler (1941) explicó que los instrumentos existentes,

como

la

Stanford-Binet,

eran

deplorablemente

inadecuados para la evaluación de la inteligencia adulta. La WechslerBellevue se diseñó para rectificar varios defectos que se habían observado en pruebas anteriores: •

Los reactivos de prueba no tenían atractivo para las personas adultas.



Demasiadas preguntas enfatizaban la mera manipulación de las palabras.



Las instrucciones enfatizaban la velocidad a expensas de la precisión.



Depender de la edad mental era irrelevante en el caso de pruebas con adultos.

• Para

corregir

estas

deficiencias,

Wechsler

diseñó

su

prueba

específicamente para adultos, añadió reactivos de ejecución para equilibrar las preguntas verbales, redujo el énfasis en las preguntas con límite de tiempo e inventó un nuevo método para obtener el CI. En términos específicos, sustituyó la fórmula común: CI =

edad mental

.

edad cronológica por una fórmula nueva relacionada con la edad CI =

puntuación obtenida o real

.

puntuación media esperada para esa edad Esta nueva fórmula se basó en la interesante presuposición expresada en forma de axioma- de que el CI permanece constante a 66

medida que se envejece de manera normal, aunque la capacidad intelectual natural pueda cambiar o incluso disminuir. La suposición de la constancia de CI es básica para las escalas Wechsler. Como lo expresó el mismo autor (1941): La constancia de CI es la suposición básica de todas las escalas donde grados relativos de inteligencia se definen en términos de dicho CI. No sólo es básico, sino absolutamente necesario, que los Cl sean independientes de la edad en la cual se calculan, debido a que, a menos de que dicha suposición se mantenga, no es posible un esquema permanente de clasificación de la inteligencia. Aunque los autores contemporáneos de pruebas aceptan, en general, la perspectiva de Wechsler, es importante destacas que la suposición de la invarianza del CI con respecto a la edad es, en realidad, una afirmación de valores, una elección filosófica, y no necesariamente una característica inherente de la naturaleza humana. Wechsler también tenía la esperanza de utilizar su prueba como un auxiliar para el diagnóstico psiquiátrico. Para lograr este objetivo dividió su escala en secciones independientes, verbal y de ejecución, lo que permitía que el examinador comparara la facilidad del individuo en el uso de palabras y símbolos (subpruebas verbales) contra su capacidad

para

(subpruebas

de

manipular

objetos

ejecución).

Se

y

percibir

consideraba

patrones

visuales

que

grandes

las

diferencias entre capacidad verbal (V) y capacidad de ejecución (E) tenían importancia diagnóstica. De manera específica, Wechsler consideraba que la enfermedad orgánica del cerebro, la psicosis y los trastornos emocionales, daban lugar a un notable patrón V>E, mientras que la psicopatía en adolescentes y el retraso mental leve producían un fuerte patrón La investigación subsecuente demostró 67

muchas

excepciones

a

estas

reglas

diagnósticas

simples.

Sin

embargo, la distinción entre habilidades verbales y de ejecución ha resultado válida y útil para otros propósitos, como el análisis de las relaciones

cerebro-conducta

y

el

estudio

de

los

efectos

del

envejecimiento sobre la inteligencia. La división teórica de Wechsler para las subpruebas en secciones verbal y de ejecución se clasifica quizá como su contribución más duradera al examen contemporáneo de la inteligencia. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS PRUEBAS WECHSLER Si se incluyen las revisiones, David Wechsler y sus seguidores produjeron

10

pruebas

de

inteligencia

en

un

lapso

de

aproximadamente 60 años. Una de las principales razones para el éxito de estos instrumentos fue que cada nueva prueba o revisión permaneció fiel al contenido y formato familiares que se introdujeron en la

Wechsler-Bellevue. Al apegarse a una sola fórmula exitosa,

Wechsler aseguró que los examinadores pudieran cambiar de una prueba Wechsler a otra con un reentrenamiento mínimo; esto no sólo fue bueno en términos psicométrico, sino que también representó una hábil estrategia de mercadeo, en el sentido de que garantizó varias generaciones de usuarios de las pruebas. Las diversas versiones y ediciones de las pruebas Wechsler poseen las siguientes características en común: •

De 10 a 14 subpruebas. El enfoque de subpruebas múltiples permite que el examinador analice las fortalezas y debilidades intraindividuales, en lugar de calcular una sola puntuación global. Como el lector verá más adelante, el patrón de puntuaciones de subprueba puede transmitir información útil que no es evidente en l nivel global de desempeño.

68



Una Escala Verbal compuesta de 5 o 6 subpruebas y una Escala de Ejecución que también incluye 5 o 6 subpruebas. Con esta división,

el

examinador

puede

evaluar

las

habilidades

de

comprensión verbal y organización perceptual por separado. El patrón de capacidades en estos dos factores de inteligencia puede tener relación con la integridad funcional de los hemisferios izquierdo y derecho del cerebro, y puede servir como indicación de las fortalezas y debilidades vocacionales, como se analiza más adelante. •

Una métrica común para el CI y la puntuación Índice. La media del CI y de la puntuación Índice es de 100 y la desviación estándar es de 15 para todas las pruebas y todos los grupos por edad. Además, las puntuaciones escalares en cada subprueba tienen una media de 10 y una desviación estándar de aproximadamente 3, lo cual permite que el examinador analice las puntuaciones de subprueba de la persona evaluada en cuanto a fortalezas y debilidades relativas.



Subpruebas comunes para diferentes edades. Por ejemplo, las pruebas preescolar, infantil y adulta de Wechsler (WPPSI-R, WISC-III y WAIS-III) contienen, todas, un núcleo común con las mismas ocho subpruebas (cuadro 6—1). Un examinador que domine la aplicación de una subprueba esencial en cualesquiera de las pruebas Wechsler (como la subprueba de Información en el WAIS-III) puede transferir con facilidad esta habilidad a otros miembros de la familia Wechsler de medidas intelectuales.

69

Cuadro 10. Composición de subpruebas de las escalas Wechsler WPPSI-

WISC-

WAIS-

R

III

III

X

X

X

X

X

Escalas Verbales Información Retención de Dígitos Vocabulario

X

X

X

Aritmética

X

X

X

Comprensión

X

X

X

Semejanzas

X

X

X

Frases

X

Sucesión

de

Letras

y

X

Números Escalas de ejecución Figuras Incompletas

X

Ordenación de Dibujos Diseño con cubos

X

X

X

X

X

X

X

Matrices Composición de objetos

X X

Claves/Símbolos y Dígitos Laberintos

X

Diseños Geométricos

X

Búsqueda de Símbolos Casa de los animales

X

X

X

X

X X

X

X

Nota: Las subpruebas “principales”, comunes a todas las escalas Wechsler, se encuentran en tipografía negrita. SUBPRUEBAS WECHSLER: DESCRIPCIÓN Y ANÁLISIS Wechsler (1939) definió la inteligencia como “la capacidad total o global del individuo para actuar de manera propositiva, pensar de 70

manera racional y manejar de manera eficaz su ambiente”. También creía que sólo se puede conocer la inteligencia a través de aquello que le permite hacer a una persona. Por tanto, en el diseño de sus pruebas,

seleccionó

componentes

que

representaran

un

amplio

conjunto de capacidades subyacentes, de modo que se pudiera estimar la capacidad intelectual total. Lo que es más, le pidió a sus pacientes que realizaran cosas, no sólo que respondieran a preguntas. Las subpruebas Wechsler son muy diversas y con frecuencia dependen de lo que Wechsler llamaba “producciones mentales”. Se presenta aquí una descripción de las subpruebas del WISC-III y del WAIS-III. También se analizan las capacidades detectadas por cada subprueba y se ofrecen comentarios basados en la investigación. Se refiere al lector al Tema 5B para una descripción de las tres subpruebas únicas del WPPSI-R (Frases, Diseños Geométricos y Casa de los Animales). Las subpruebas verbales se enumeran en primer término. INFORMACIÓN En esta subprueba se examina el conocimiento real acerca de personas, lugares y fenómenos comunes. Las preguntas para niños son como las siguientes: “¿Cuántos ojos tienes?” “¿Quién inventó el teléfono?” ‘¿Qué produce un eclipse solar?” “¿Cuál es el planeta más grande?” Las preguntas para adultos son similares, pero progresan a mayores niveles de dificultad. Las preguntas difíciles en la subprueba de información para adultos se asemejan a: “¿Cuál es el elemento más común aire?” “¿Cuál es la población mundial?” 71

‘¿Cómo se convierte el jugo de fruta en vino?” ‘¿Quién escribió Madame Bovary? Los reactivos de prueba de Información examinan los conocimientos generales disponibles para la mayoría de las personas criadas en instituciones

culturales

y

sistemas

educativos

de

las

naciones

occidentales industrializadas. De manera indirecta, esta subprueba mide el aprendizaje y las habilidades de memoria en el sentido deque los

sujetos

deben

retener

el

conocimiento

obtenido

de

las

oportunidades educativas, formales e informales, a fin de responder a los reactivos de Información. Por lo común, Información se considera como una de las mejores medidas

de

capacidad

general

entre

las

subpruebas

Wechsler

(Kaufman, McLean y Reynolds, 1988). Por ejemplo, el manual del WAIS-III señala que, por lo general, Información tiene la segunda o tercera correlación más alta con el CI Total entre todos los 13 grupos por edad (Tulsky, Zbu y Ledbetter, 1997). De manera consistente, Información muestra fuertes cargas en el primer factor identificado en los análisis factoriales de las correlaciones de subprueba del WAIS-III (véase después). Con frecuencia, el primer factor se denomina Comprensión Verbal. Sin embargo Información tiende a reflejar la educación formal y la motivación para el logro académico y, por tanto, puede producir estimados falsos de capacidad elevada en el caso de estudiantes perpetuos y lectores ávidos. RETENCIÓN DE DÍGITOS Retención de Dígitos consta de dos pruebas independientes, Dígitos en Orden Progresivo y Dígitos en Orden Inverso. En la primera, el examinador lee una serie de números a una velocidad de uno por segundo y después le pide al sujeto que los repita. Si el paciente 72

responde correctamente en dos ensayos consecutivos de la misma extensión, el examinador prosigue a la siguiente serie que tiene un dígito adicional, hasta una extensión máxima de nueve dígitos. Para Dígitos en Orden Inverso se utiliza un procedimiento similar, sólo que la persona examinada debe repetir los dígitos en orden inverso, hasta una extensión máxima de ocho dígitos. Por ejemplo, el examinador lee: “6-1-3-4-2-8-5” y la persona trata de repetir los números en orden inverso: “5-8-2-4-3-1-6” Retención de Dígitos es una medida del recuerdo auditivo inmediato de números. Se requieren facilidad numérica, buena atención y libertad de la distractibilidad. La ansiedad o la fatiga pueden afectar el desempeño en esta subprueba u muchos clínicos han observado que, con frecuencia, los pacientes hospitalizados por razones médicas o psiquiátricas tienen un o deficiente en Retención de Dígitos. Ambas

pruebas

pueden

evaluar

capacidades

fundamentalmente

diferentes. Dígitos en Orden Progresivo parece requerir que el individuo evaluado acceda en forma secuencial a un código auditivo. En contraste, para el desempeño en Dígitos en Orden Inverso, la persona debe formar una huella visual de memoria a nivel interno a partir de las secuencias numéricas presentadas de modo oral y después recorrer visualmente los números del final al principio. Éstas es, con toda claridad, la prueba más compleja, y no es de sorprender que tenga una carga más fuerte en inteligencia general que Dígitos en Orden Progresivo (Jensen y Osborne, 1979). Gardner (1981) discute que los examinadores deberían complementar los procedimientos estándar de informe y enumerar subpuntuaciones independientes para 73

Retención de Dígitos. Este autor presenta medias, desviaciones estándar y rangos percentiles independientes para Dígitos en Orden Progresivo y Dígitos en Orden Inverso para niños entre 5 y 15 años de edad. VOCABULARIO Se pide al individuo que defina hasta varias docenas de palabras que tienen un nivel cada vez mayor de dificultad, mientras el examinador escribe la respuesta al pie de la letra. Por ejemplo, en un reactivo fácil el examinador podría preguntar “¿qué es una taza?”, y la persona evaluada obtendría crédito parcial por responder: “una cosa para beber”, y crédito completo por responder “tiene un asa, condene líquido en su interior y bebes de ella”. Para los adultos y niños inteligentes, los reactivos avanzados en la subprueba de Vocabulario de Wechsler pueden ser muy desafiantes, al nivel de tintura, vocinglero y atroz. El vocabulario se aprende en gran medida en el contexto de la lectura de libros y al escuchar a otras personas. Son pocos los individuos que obtienen su vocabulario de la lectura del diccionario o de memorizar las listas de palabras de la sección de “Aumente sus conocimientos de palabras” de las revistas populares. En términos generales, el vocabulario de una persona es una medida de la sensibilidad a información nueva y de la capacidad para descifrar significados a partir del contexto en el que se encuentran las palabras. Precisamente debido a que la adquisición del significado de una palabra depende de la inferencia contextual, la subprueba de Vocabulario resulta ser la mejor medida de la inteligencia general entre las escalas Wechsler (Gregory, 1999). Esto sorprende a muchos legos, quienes consideran que el vocabulario es sólo un sinónimo de la exposición a la educación y, por tanto, un índice mediocre de la inteligencia general. Sin 74

embargo, simplemente no es posible negar la evidencia empírica: Vocabulario tiene la correlación más alta con el CI Total entre todas las subpruebas, tanto en el WISC—III (combinación de los grupos por edad) como en el WAIS-III (para grupos de 12 a 13 años de edad). ARITMÉTICA Excepto por los reactivos más fáciles para niños pequeños o personas con retraso, la subprueba de Aritmética está formada por problemas matemáticos presentados de manera oral. El individuo examinado debe resolver los problemas sin papel o lápiz dentro de un límite de tiempo (por lo general 30060 segundos). Los reactivos sencillos destacan operaciones fundamentales de suma o resta, por ejemplo: “Si tienes 15 manzanas y regalas 7, ¿cuántas te quedan?” Los reactivos más difíciles requieren una adecuada conceptuación del problema y la aplicación de dos operaciones aritméticas, por ejemplo: “John compró un equipo estereofónico que tenía una rebaja de 15 % con respecto al precio original de venta de $600. ¿Cuánto pagó John por el equipo estereofónico?” Aunque los requisitos matemáticos de los reactivos de Aritmética no son

excesivamente

demandantes,

la

necesidad

de

resolverlos

problemas a nivel mental dentro de un límite de tiempo hace que esta subprueba sea muy desafiante para la mayoría de las personas examinadas. Además de las habilidades aritméticas rudimentarias, el desempeño

exitoso

en

Aritmética

requiere

altos

niveles

de

concentración y la capacidad para conservar los cálculos intermedios dentro de la memoria a corto plazo. En los análisis factoriales del WISC-III y del WAIS-III, con frecuencia, Aritmética tiene cargas en un tercer factor interpretado ya sea como Libertad de la Dístractibilidad o como Memoria. 75

COMPRENSIÓN La subprueba de Comprensión es un conjunto ecléctico de reactivos que requieren explicación más que conocimiento sobre hechos reales. Las preguntas fáciles destacan sentido común, mientras las más difíciles requieren una comprensión de los convencionalismos sociales y culturales. En el WAIS-III, dos de las preguntas más difíciles necesitan que la persona examinada interprete proverbios: Un reactivo fácil de Comprensión se presenta en la siguiente forma: “¿Por qué las personas utilizan ropa?”. Los reactivos difíciles se asemejan a los siguientes: “¿Qué quiere decir este dicho?: ‘Más vale pájaro en mano que ciento volando?. “¿Por qué los jueces del Tribunal Superior de Justicia conservan su puesto de por vida?” Comprensión parecería ser, en parte, una medida de la “inteligencia social”, en cuanto a que muchos reactivos se dirigen a la comprensión de la persona examinada acerca de los convencionalismos sociales y culturales.

Sipps,

Berry

y

Lynch

(1987)

encontraron

que

las

puntuaciones de Comprensión se relacionaban un poco con medidas de la inteligencia social en el inventario de personalidad de California. Por supuesto, una alta puntuación significa sólo que la persona conoce acerca de los convencionalismos sociales y culturales: la elección de la acción correcta puede provenir o no de este conocimiento. Sin embargo, estudios recientes de Cambell y McCord (1996) y Lipsitz, Dworkin y Erlenmeyer-Kiniling (1993) no encontraron sustentación para la creencia popular de que las puntuaciones de Comprensión son sensibles al fu miento social. 76

SEMEJANZAS En esta subprueba, al individuo examinado se le hacen preguntas del siguiente tipo: ”¿En qué se parecen las camisas y los calcetines?” La subprueba de Semejanzas evalúa la capacidad de la persona para distinguir las se importantes de las semejanzas no importantes entre objetos, hechos e ideas. De manera indirecta, estas preguntas evalúan la asimilación del concepto de similitud. La persona evaluada debe poseer también la capacidad para juzgar cuándo una semejanza es importante más que trivial. Por ejemplo, las “camisas” y los “calcetines se parecen en que ambas palabras comienzan con la letra “c”, pero ésta no es la semejanza esencial entre ambos artículos. La similitud importante es que las camisas y los calcetines son, ambos, casos de un mismo concepto, es decir, “ropa”. Como ilustra este ejemplo, Semejanzas puede considerarse una prueba de formación de conceptos verbales. Ahora se centra la atención hacia una descripción y análisis de las subpruebas de Ejecución las escalas Wechsler. Con excepción de Matrices en el WAIS-III, todas las subpruebas tienen límite de tiempo, y en la mayor parte de ellas se conceden puntos de bonificación a la persona evaluada, con base en un desempeño rápido. SUCESIÓN DE LETRAS Y NÚMEROS Ésta es una nueva subprueba que se encuentra sólo en el WAIS-III. El examinador presenta verbalmente una serie de letras y números que se encuentran en orden aleatorio. El examinando debe volver a ordenar y repetir la lista diciendo los números en orden ascendente y después las letras en orden alfabético. Por ejemplo, si el examinador dice “R-3-B-5-Z-1-C”, el examinado debe responder “1-3-5-B-C-R-Z.” Esta

subprueba

mide

atención,

concentración

y

libertad

de

la

distractibilidad. Junto con Aritmética y Retención de Dígitos, esta 77

subprueba

contribuye

a

la

puntuación

del

Índice

de

Memoria

Simultánea en el WAIS-III (véase después). FIGURAS INCOMPLETAS Para esta subprueba, el examinador pide al individuo identifique la “parte importante” que falta una ilustración. Por ejemplo, un reactivo simple podría ser de este tipo: un dibujo de una mesa a la que le falta una pata. Los reactivos van aumentando en grado de dificultad; la subprueba continúa hasta que la persona evaluada falla en cinco reactivos consecutivos. La figura 6-1 representa un reactivo similar a aquéllos encontrados en el WAIS-IIl.

Figura 3.1. Reactivo de Figuras Incompletas similar a los encontrados en el WAIS-III. Aunque figuras Incompletas está incluida en la mitad de ejecución de cada prueba Wechsler, las capacidades que se requieren para esta subprueba se superponen sólo a un nivel modesto con las medidas típicas de la inteligencia ejecutiva (p. ej., Diseño con cubos). En primer lugar, el desempeño exitoso en Figuras Incompletas implica en gran medida acceder a la memoria a largo plazo, más que utilizar la habilidad 78

perceptual-manipulativa.

Es

cierto

que

la

persona

examinada debe tener buena atención a los detalles visuales, pero las altas puntuaciones reflejan principalmente la capacidad para comparar cada dibujo con objetos o situaciones similares almacenados en la memoria alargo plazo. En resumen, Figuras Incompletas no requiere en realidad de un componente de ejecución. El individuo necesita verbalizar el elemento faltante o sólo señalar a la sección del dibujo que presenta una anomalía. La subprueba de Figuras Incompletas presupone que la persona evaluada se ha visto expuesta al objeto o situación representados, por tal razón, puede ser inapropiada para personas que no han tenido acceso a las ventajas culturales. ORDENACIÓN DE DIBUJOS En

esta

subprueba,

el

examinador

coloca

en

desorden

varios

recuadros de una tira de caricaturas no verbales. La tarea de la persona evaluada consiste en colocar los recuadros juntos en el orden conecto, a fin de describir una historia que tenga sentido. La figura 62 presenta una tarea de ordenación de dibujos como la que podría encontrarse en el WAIS-III.

Figura 3-2: Reactivo de Ordenación de Dibujos similar a los encontrados en el WAIS-III

79

Aunque Ordenación de Dibujos se agrupa junto con las tareas de ejecución, tiene cargas aproximadamente iguales en ¡os componentes verbal y de ejecución revelados en los estudios analítico-factoriales de intercorrelación

de

subpruebas

(p.ej.,

Silverstein,

1982a).

Las

capacidades detectadas son complejas y multifacéticas. Antes de ordenar los dibujos, la persona examinada debe tener la capacidad de descifrar la gestalt de la historia conecta, a partir de sus elementos desordenados. Esta subprueba también mide pensamiento secuencial y la capacidad para ver relaciones entre acontecimientos sociales, En el WAIS-III, varias de las historias de Ordenación de Dibujos tienen temas humorísticos. Como resultado, se requiere de refinamiento social y sentido del humor para tener un desempeño exitoso. DISEÑO CON CUBOS En la subprueba de Diseño con Cubos, la persona debe reproducir diseños geométricos bidimensionales a través de la rotación y colocación correctas de cubos tridimensionales de colores. Esta subprueba se presenta en el Tema 2B, Proceso de prueba. En todas las escalas Wechsler, los primeros reactivos de Diseño con Cubos pueden resolverse mediante tanteo. Sin embargo, los reactivos más difíciles necesitan del análisis de relaciones espaciales, coordinación visomotora y aplicación rígida de la lógica. Diseño con Cubos demanda mucha mayor capacidad de solución de problemas y de razonamiento que la mayor parte de las subpruebas de ejecución, donde la memoria y la experiencia previa tienen mayor ponderación. En los análisis factoriales de las escalas Wechsler, Diseño con Cubos tiene por lo común la carga más elevada de todas las subpruebas de ejecución en el segundo factor Éste se identifica de diversas maneras como factor no

verbal,

visoespacial

o

inteligencia

perceptual-organizacional

(Fowler, Zillmer y Macciocchio, 1990; Silverstein, 1982a). En el WISCIII y en el WAIS-Ill, con Cubos tiene la correlación más alta con el CI 80

de ejecución para casi todos los grupos de estandarización entre las edades de 6 y 8 años. Por esta razón, en general se reconoce a Diseño con Cubos como el índice quintaesencial la Inteligencia no verbal en las pruebas Wechsler (Gregory, 1999). Esta es una prueba en la que tiene gran importancia los límites de tiempo. Considérese la versión del WAIS-R, que consta de 14 diseños de dificultad progresiva. Para obtener una alta puntuación, los adultos no sólo deben reproducir correctamente cada uno de los 14 diseños, sino que también deben obtener una bonificación en los últimos cinco diseños al terminarlos con rapidez. Una persona que resuelve todos los diseños dentro del límite de tiempo, pero que no puede obtener los puntos de bonificación, tendrá una puntuación exacta-dentro del promedio en esta subprueba. Las puntuaciones de Diseño con Cubos pueden ser engañosas en el caso de individuos examinados que no valoran la ejecución veloz. MATRICES Matrices una nueva subprueba que se encuentra sólo en el WAIS-III. Se añadió para mejorar la evaluación del razonamiento no verbal en la prueba para adultos. La subprueba consiste en 26 problemas de razonamiento figurativo dispuesto en orden de dificultad creciente (figura 6-3).

Para encontrar

la respuesta correcta, la

persona

evaluada tiene que identificar un patrón o relación recurrente entre los estímulos figurativos dibujados a lo largo de una línea recta (reactivos sencillos) o en una rejilla de 3 x 3 (reactivos difíciles) en los que falta el último elemento. Con base en el razonamiento no verbal acerca de patrones y relaciones, la persona debe inferir el estímulo faltante y seleccionarlo de entre cinco opciones que se proporcionan en la parte inferior de la tarjeta. 81

Figura 3-3: Reactivo de Matrices similar a los encontrados en el WAIS-III Matrices se diseñó para constituir una medida de la inteligencia fluida, que es la capacidad para realizar operaciones mentales como la manipulación

de

símbolos

abstractos.

Los

reactivos

detectan

integración de patrones, razonamiento por analogía y razonamiento en serie. En general, la subprueba es una excelente medida del razonamiento inductivo con base en estímulos figurativos. Matrices es la única subprueba de ejecución sin límite de tiempo dentro del WAISIII. COMPOSICIÓN DE OBJETOS Para cada reactivo, la persona evaluada debe armar las piezas de un rompecabezas para formar un objeto común (figura 6-4). Por ejemplo, Composición

de

objetos

en

el

WAIS-IlI

consiste

en

cinco

rompecabezas: un maniquí (seis piezas), un perfil (siete piezas), un elefante (seis piezas), una casa (nueve piezas) y una mariposa (siete 82

piezas). El examinador no identifica los reactivos, de modo que la persona evaluada debe discernir primero el objeto para identificar cada reactivo a partir de sus panes desordenadas. El éxito en esta subprueba requiere altos niveles de organización perceptual; es decir, la persona debe captar el patrón general o gestalt, con base en la percepción de las relaciones entre las partes individuales.

Figura 3-4: Reactivo de Composición de Objetos similar a los encontrados en el WAIS-III Composición de Objetos es la menos confiable de las subpruebas Wechsler. Por ejemplo, en el WAIS-III esta subprueba tiene una correlación corregida de división en mitades de .70 (Tulsky, Zhu y Ledbetter, 1997). Entre las subpruebas WAIS-III, sólo Ordenación de Dibujos con un valor de .74 se acerca a la falta de confiabilidad de Composición de Objetos. Estas dos subpruebas se destacan de las otras subpruebas Wechsler, que son más confiables. La mediocre confiabilidad de Composición de Objetos puede reflejar, en parte, el pequeño número de reactivos al igual que la función de los factores aleatorios en la solución de rompecabezas. CLAVES O SÍMBOLOS Y DÍGITOS Aunque las tareas son casi idénticas, esta subprueba se denomina Claves en el WISC-III y Símbolos y Dígitos en el WAIS-III. La versión 83

del WISC-III consta de dos partes separadas y distintas, una para niños menores a ocho años (Claves A) y otra para niños de ocho años en adelante (Claves 8). En Claves A, el niño debe dibujar el símbolo conecto dentro de una serie de formas en secuencia aleatoria. La tarea utiliza cinco formas (estrella, círculo, triángulo, cruz y cuadrado) y a cada forma se le asigna un símbolo único (línea vertical, dos líneas horizontales, una sola línea horizontal, círculo y dos líneas verticales, respectivamente). Después de una breve sesión de práctica, se le pide al niño que dibuje el símbolo correcto dentro de 43 de las formas en secuencia aleatoria. Sin embargo, dado que existe de tiempo un límite de de dos minutos, las puntuaciones altas requieren un desempeño rápido. Claves B en el WISC-III y Símbolos y Dígitos del WAIS-III son idénticas en

formato

(figura 6-5).

Para

ambas

subpruebas, el

individuo examinado debe relacionar un símbolo con cada uno de los dígitos del 0 al 9 y con rapidez el símbolo apropiado debajo de una larga serie de dígitos aleatorios. El límite de tiempo para ambas versiones es de dos minutos. Muy pocos examinados se las -para codificar todos los estímulos dentro de este tiempo.

Figura

3-5:

Reactivos

de

Símbolos

y

Dígitos

similares

a

los

encontrados en el WAIS-III. Estes (1974) analizó la subprueba de Símbolos y Dígitos desde la postura de de la teoría del aprendizaje y concluyó que el desempeño incapaz requiere la capacidad para producir con rapidez claves 84

verbales para representar cada uno de los símbolos dentro de la memoria. Por ejemplo, en la figura 6-5 la persona examinada codificar el símbolo bajo el número dos cómo “T invertida”. La codificación verbal

media

el

desempeño

rápido

al

simplificar

la

tarea.

El

desempeño eficiente también demanda aprendizaje inmediato de los pares de símbolos-dígitos, de modo que la persona no tenga que buscar cada dígito en el cuadro de referencia para determinar la respuesta correctamente sentido, Símbolos y Dígitos es singular: es la única subprueba Wechsler que necesita de aprendizaje en el momento de una tarea no familiar. Las puntuaciones de Símbolos y Dígitos muestran una disminución pronunciada a medida se avanza en edad. En estudios transversales, las puntuaciones naturales en Símbolos y Dígitos declinan hasta 50% de los 20 a los 70 años de edad (Wechsler, 1981). La disminución es aproximadamente lineal y no se explica con facilidad a través de referencias superficiales a las diferencias motivacionales o a la lentificación motriz. Por supuesto, los resultados transversales no son sinónimos

por

necesidad

de

las

tendencias

longitudinales.

Sin

embargo, la disminución con la edad en Símbolos y Dígitos es tan pronunciada que debe indicar, en parte, un verdadero cambio relacionado con la edad en la velocidad de las habilidades básicas de procesamiento de información. Ésta es una de las subpruebas más sensibles a los efectos del deterioro orgánico (Lezak, 1995). LABERINTOS Esta subprueba sólo aparece en el WPPSI-R Y WISC-III, y consiste en laberintos de lápiz y papel que el niño debe resolver dentro de un límite de tiempo. Al individuo evaluado se le pide que no levante el lápiz y se le aconseja que “intente no entrar en callejones sin salida”. Se da crédito completo para cada laberinto si el niño lo resuelve dentro del límite de tiempo (30 a 150 segundos, dependiendo de la 85

dificultad) sin entrar en algún callejón sin salida. Se resta un punto de puntuación natural por cada vez que haya entrado en un callejón sin salida. La subprueba de Laberintos detecta habilidades perceptomotoras, velocidad motora, planificación visual y la capacidad para inhibir las respuestas impulsivas. Esta subprueba es una medida deficiente de la inteligencia general, pero mide razonablemente bien la organización perceptual.

En

el

WISC-III,

Laberintos

es

una

subprueba

complementada que no se utiliza para el cálculo del CI. BÚSQUEDA DE SÍMBOLOS a Búsqueda de Símbolos es una medida complementaria de ejecución que se encuentra en el WISC-III y el WAIS-III. Es una subprueba con fuerte influencia de los límites de tiempo, en la que el niño observa un grupo blanco de símbolos, después examina con rapidez un grupo de búsqueda con símbolos y finalmente marca la casilla de “SI” o “NO” para indicar si uno o más de los símbolos dentro del grupo blanco ocurrieron dentro del grupo de búsqueda. Un reactivo de Búsqueda de Símbolos se representa en la figura 6-6. Esta subprueba parecería ser una medida de la velocidad de procesamiento.

Nota: La tarea de la persona examinada consiste en determina, si cualesquiera de las formas que se encuentran a la izquierda ocurre entre las cinco formas de la derecha. Figura 3.6. Reactivo de Búsqueda de Símbolos similar a aquellos encontrados en el WISC-III. 86

ESCALA WECHSLER DE INTELIGENCIA PARA ADULTOS-III El WAIS-III constituye una revisión significativa del WAIS-R, aunque se conservó la mayor parte de los reactivos anteriores. Los cambios más importantes incluyen la adición de tres subpruebas y de un modelo alternativo para calificar la prueba (cuatro puntuaciones índice para complementar el abordaje tradicional de CI Verbal, de Ejecución y Total). Otras mejorías importantes con respecto a su antecesor incluyen la actualización y expansión de las muestras normativas, extensión de la cobertura hasta los 89 años de edad, adición de reactivos fáciles para mejorar la evaluación del retraso mental y establecimiento de normas compartidas con la Escala Wechsler de Memoria-III (Gregory, 1999). Debido a los cambios en los protocolos del

WAIS-III

(p.

ej.

Presentación

destacada

de

reglas

de

descontinuación), esta prueba es un poco más fácil de aplicar que el WAIS-R. Sattler y Ryan (1999) proporcionan una reseña sobresaliente acerca del WAIS-III en la práctica clínica. El WAIS-III se compone de 14 subpruebas, pero una (Composición de Objetos) es ahora opcional y se le utiliza sólo como sustituto para pruebas inutilizadas bajos circunstancias poco comunes (Wechsler, 1997). Del conjunto principal de 13 subpruebas, 11 son necesarias para el cálculo de los CI tradicionales (Verbal, Ejecución y Total). Las normas para las puntuaciones de CI se establecieron con el promedio convencional de 100 y desviación estándar de 15 en la población general.

La

separación

de

las

subpruebas

para

obtener

las

puntuaciones de CI es como sigue: CI Verbal Vocabulario Semejanzas Aritmética 87

Retención de Dígitos Información Comprensión CI de Ejecución Figuras Incompletas Claves, símbolos y Dígitos Diseño con Cubos Matrices Ordenación de Dibujos. Las 11 subpruebas se utilizan para el cálculo del CI Total. La división Verbal-Ejecución de las subpruebas del WAIS-III es casi idéntica a la encontrada en el WAIS-R. la única diferencia es la adición de Matrices en lugar de Composición de Objetos. Además de las puntuaciones tradicionales de CI, en el WAIS-III se pueden obtener puntuaciones en cuatro Índices, cada uno de los cuales se basa en 2 o 3 de las 13 subpruebas. Estos índices se derivaron del análisis factorial de las subpruebas, el cual reveló cuatro dominios: Comprensión Verbal, Organización Perceptual, Memoria Simultánea y Velocidad

de Procesamiento. Las puntuaciones Índice

También se basan en la media familiar de 1000 y subpruebas para las cuatro puntuaciones índice es la siguiente: Índice de Comprensión Verbal Vocabulario Semejanzas Información Índice de Organización Perceptual Figuras Incompletas Diseño con Cubos 88

Matrices Índice de Memoria Simultánea Aritmética Retención de Dígitos Sucesión de Letras y Números Índice de Velocidad de Procesamiento Claves, Símbolos u Dígitos Búsqueda de El lector notará que el Índice de Comprensión Verbal (ICV) es similar al CI Verbal, pero no incluye subpruebas sensibles a la atención (es decir. Retención de Dígitos y Aritmética). Por tal razón, el ICV es una medida más directa de la comprensión verbal que el CI Verbal. El índice de Organización Perceptual (IOP) es similar al CI de Ejecución, pero depende menos de la velocidad (porque Matrices no tiene límite de tiempo). Por tal razón, el IOP es una medida más refinada del razonamiento fluido y de la solución de problemas visoespaciales que el CI de Ejecución. En este sentido, el ICV y el IOP son medidas más “puras” que los CI Verbales y de Ejecución, respectivamente. El índice de Memoria Simultánea (IMS) se compone de subpruebas sensibles a atención y memoria inmediata (Aritmética, Retención de Dígitos

y

Sucesión

de

Letras

y

Números).

Una

puntuación

relativamente baja en este índice puede significar que la persona evaluada tiene un problema de atención o memoria, en especial con los materiales que se presentan de manera verbal. El índice de Velocidad de Procesamiento (IVP) se compone de

subpruebas que

requieren del procesamiento sumamente veloz de información visual (Claves, Símbolos y Dígitos, Búsqueda de Símbolos). El IVP es sensible a una amplia variedad de padecimientos neurológicos y neuropsicológicos (Tulsky, Zhu y Ledbetter, 1997). 89

ESTANDARIZACIÓN DEL WAIS-III La estandarización del WAIS-III se emprendió con gran cuidado y se basó en los datos obtenidos por el Bureau of the Census de EUA en 1995. La muestra total de 2450 adultos (de 16 y 89 años de edad) se estratificó de manera esmerada en estas variables: sexo, raza, etnicidad, nivel de estudios y región geográfica. Se utilizaron las cifras del censo de 1995 como los valores blanco para las variables de estratificación. Por ejemplo, entre las personas dentro del rango de 55 a 64 años de edad,

el

Departamento

del

Censo

encontró

que

3.47%

son

afroestadounidenses con educación media superior. De aquí que el 3.5% de los individuos de estandarización dentro de este rango de edades fueron afroestadounidenses con educación media superior. La muestra de estandarización se dividió en 13 bandas por edad: 1617, 18-19, 20-24, 25-29, 30-34, 35-44, 45-54, 55-64, 65-69, 70-74, 75-79, 80-84, 85-89 años. Excepto para los dos grupos de mayor edad, cada muestra incluyó a 200 participantes cuidadosamente estratificados en las variables demográficas que se señalan en las variables demográficas que se señalan antes; el grupo de 80 a 84 años de edad incluyó a 150 participantes y el grupo de 85 a 89 años incluyó

a

100

participantes.

La

muestra

resultante

tiene

una

correspondencia muy estrecha con las proporciones del censo de EUA. Sin embargo, se excluyó a personas de las que existía la sospecha de un deterioro cognitivo, incluso leve, de modo que es probable que la muestra sea más sana que sus equivalentes del censo. En términos específicos, se utilizaron varios criterios de exclusión dentro de la muestra de estandarización, incluyendo daltonismo, deterioro auditivo o visual sin corrección, evidencia de problemas con drogas/alcohol, menoscabo de extremidades superiores, utilización de medicamentos ansiolíticos 90

o

antidepresivos

y

una

variedad

de

padecimientos

potenciales discapacitantes a nivel neurológico (lesiones craneales, embolias, epilepsia, enfermedad de Alzheimer, esquizofrenia). Aunque

el

WAIS-III

es

muy

similar

al

WAIS-R

y

tiene

una

superposición sustancial en cuanto a los reactivos, ambas pruebas no producen CI similares. En estudios contrabalanceados que comparan las puntuaciones de 192 adultos en las dos pruebas, las puntuaciones del WAIS-III son menores en un punto en el caso del CI Verbal, en 5 puntos para el CI de ejecución y en 3 puntos para el CI Total (Tulsky, Zhu y Ledbeter, 1997). En pocas palabras, el WAIS-III es una prueba más difícil que el WAIS-R. Aquí se encuentra un enigma perturbador: ¿por

qué

la

muestra

normativa del

WAIS-III

parece

ser

más

inteligente que la muestra normativa del WAIS-R? Esta cuestión se verá con mayor detalle en el Tema 7B, Predisposición de prueba y otras controversias. CONFIABILIDAD La confiabilidad del WAIS-III es excepcionalmente buena. El promedio de las confiabilidades mixtas de división en mitades entre todos los grupos por edad son: CI Verbal, 0.97; CI de Ejecución, 0.94; y CI Total, 0.98. Los coeficientes de estabilidad en test-retest para 394 examinandos confirman en mucho la misma imagen: CI Verbal, 0.96; CI de Ejecución, 0.91; y CI Total, 0.96. Las confiabilidades y coeficientes de estabilidad para las cuatro puntuaciones Índice tienden a ser un tanto inferiores, pero aún se encuentran en o cerca de .90 en todos los casos. Para el CI Total, el error estándar de medida se encuentra en el rango de 2 a 2.5 puntos, según el grupo de edad. Considérese lo que esto significa: 95% de las veces, el CI Total verdadero de una persona evaluada se encontrará dentro de ± 5 puntos (dos errores estándar de medida)

del

valor

obtenido.

En

términos

de

uso

común,

los 91

psicómetras dirían que el CI del WAIS-III tiene una banda de error alrededor de 10 puntos; es decir, las puntuaciones de CI son precisas dentro de un rango de aproximadamente ± 5 puntos. En contraste con las fuertes confiabilidades encontradas para las puntuaciones de CI e Índice, las confiabilidades de las 14 subpruebas individuales

son,

en

general,

mucho

más

débiles.

Las

únicas

subpruebas con coeficientes de estabilidad superiores a .90 son Información (.94) y Vocabulario (.91). Para las subpruebas restantes, los valores de confiabilidad van desde la parte baja del rango de .70 hasta mediados del rango de .80. La implicación más importante de estas conclusiones sobre confiabilidad débil es que los examinadores deben abordar-el análisis de perfil de subpruebas con extremo cuidado. Las puntuaciones de subprueba que parecen tener una elevación (o disminución) discrepante en el caso de un individuo evaluado podrían ser consecuencia de la confiabilidad generalmente débil de ciertas subpruebas, más que una indicación de fortalezas o debilidades

cognitivas

verdaderas.

Algunos

estudiosos

del

tema

concluyen que el análisis del perfil (la identificación de fortalezas y debilidades cognitivas específicas con base en el análisis de los picos y valles en

las

puntuaciones

de

subprueba)

no

se

justifica

con

fundamento en la evidencia (Gregory, 1994b). VALIDEZ Con base en un número de diferentes líneas de evidencia revisadas aquí, la validez del WAIS-III parece ser bastante satisfactoria. En numerosos estudios que correlacionan el WAIS-III con pruebas establecidas de inteligencia y también con medidas del rendimiento académico, se ha demostrado su buena validez relacionada con el criterio. Por ejemplo, el CI Total del WAIS-III tiene una fuerte correlación con las puntuaciones globales en otras medidas: .93 el 92

WAIS-R, .88 con el WISC-III (en el caso de los jóvenes de 16 años en los grupos donde se superponen las edades), .64 con Matrices Progresivas Estándar y .88 con la Prueba de Inteligencia StanfordBinet: Cuarta Edición. El CI del WAIS-III también tiene una fuerte correlación con las ocho subpruebas de la Prueba Wechsler de Rendimiento Individual, al revelar una correlación mediana de .70 (Tulsky, Zhu y Ledbetter, 1997). No existe duda de que el WAIS-R capta los mismos aspectos de la inteligencia global que miden otros instrumentos de amplia utilización. La

validez

del

WAIS-III

también

se

apuntala

en

su

fuerte

superposición con el y con el WAIS-R original, para los cual se ha establecido una impresionante cantidad de datos de validez. Para una revisión completa de estos datos, el lector debe consultar a Matarazzo (1972)

y

a

Kaufman

(1990).

Aquí

se

presentará

un

estudio

representativo y provocativo en el que se realizó un análisis de correlaciones del lugar académico alcanzado por el alumno y las puntuaciones de prueba de

inteligencia. Conry y Plant (1965)

correlacionaron las puntuaciones del WAIS con la clasificación de 98 estudiantes de educación media superior en el momento de su graduación. También correlacionaron las puntuaciones del WAIS con el promedio de calificaciones al final del primer año de universidad de 335 estudiantes de una segunda muestra. Los resultados se presentan en el cuadro 6-2. Obsérvese que el CI Verbal pronostica el éxito académico al mismo nivel que el CI Total, mientras el CI de Ejecución conserva una relación más débil con los niveles de rendimiento. Obsérvese también que Vocabulario produce la correlación general más elevada de todo el cuatro (065) con la posición académica. Estos datos

refuerzan

en

gran

medida

la

inclusión

de

medidas

de

vocabulario en las pruebas de inteligencia. 93

Cuadro 11. Correlaciones entre el lugar académico en la secundaria, las calificaciones universitarias y las puntuaciones del WAIS Subpruebas del

Educación

Universidad

WAIS y CI

media

(N=335)

superior (N=98) Información

0.54

0.48

Comprensión

0.55

0.33

Aritmética

0.45

0.19

Semejanzas

0.50

0.69

Retención de Dígitos

0.37

0.04

Vocabulario

0.65

0.46

Símbolos y dígitos

0.34

0.15

Figuras incompletas

0.33

0.20

Diseño con Cubos

0.29

0.19

de

0.22

0.07

de

0.17

0.12

CI Verbal

0.63

0.47

CI de Ejecución

0.43

0.24

CI Total

0.62

0.44

Ordenación Dibujos Composición Objetos

Fuente: Adaptado con autorización de Conry, R. y Plant, W. T. (1965). WAIS and group test predictions o fan academia success criterion: High Schoool and colege. Educational and Psychological Measurement, 25, 493-500. Varios estudios refuerzan la validez de constructo del WAIS-III al mostrar que las puntuaciones de prueba en el caso de diversos grupos son consistentes con la teoría. Por ejemplo, Sattler (1982, 1988) ha 94

señalado que las tendencias relativas a la edad en la subpruebas del WAIS-R (las cuales son muy semejantes a las del WAIS-III) se conforman de

manera estrecha a la teoría Cattell-Horn de

la

inteligencia fluida y cristalizada. El lector recordará del tema anterior que la inteligencia fluida se utiliza para resolver problemas novedosos, mientras la inteligencia cristalizada requiere la recuperación de respuestas aprendidas o habituales. Según la teoría, la inteligencia fluida declina de manera aguda en la vejez, mientras la inteligencia cristalizada permanece constante o aumenta ligeramente (Horn, 1985). Un análisis del WAIS-R y del WAIS-III indica que las subpruebas verbales

dependen

mucho

más

de

la

inteligencia

cristalizada

(recuperación de respuestas aprendidas), mientras las subpruebas de ejecución requieren altos niveles de inteligencia fluida (solución de problemas novedosos). De conformidad con las expectativas teóricas, una inspección de los datos normativos revela que las puntuaciones naturales en las subpruebas verbales muestran una disminución mínima a medida que se avanza en edad, mientras las puntuaciones naturales en las subpruebas de ejecución caen de manera vertiginosa en el caso de personas mayores (Wechsler, 1981, 1997). Por supuesto, estos datos son transversales y, por tanto, no constituyen una prueba definitiva de la declinación longitudinal. Sin embargo, los decrementos con la edad en las subpruebas de ejecución son tan notables que ponen a prueba la creencia de atribuirlas a diferencias de cohorte u otros factores artificiales. Es más probable que una proporción

significativa

de

esta

disminución

sea

un

descenso

verdadero relacionado con la edad que corrobora la teoría Cattell-Horn de la inteligencia. Otra expectativa consistente con la teoría, que se confirma con los datos empíricos, es una fuerte relación entre los logros educativos y las puntuaciones de CI (Kaufman. 1990). Estas dos variables deberían 95

tener una fuerte correlación con base en dos suposiciones: que la educación eleva la inteligencia y que las personas más inteligentes buscarán en general un nivel más alto de educación. En apariencia, los análisis de la relación entre las puntuaciones de CI del WAIS-III y los logros educativos todavía no se han terminado. Sin embargo, la investigación con la edición anterior es relevante para esta

cuestión

debido

a

la

fuerte

semejanza

entre

los

dos

instrumentos. Matarazzo y Herman (1984) analizaron el total de años de escolaridad contra el CI Verbal, el CI de Ejecución y el CI Total de los 1 880 individuos utilizados en la muestra de estandarización del WAIS-R. Al excluir a las personas jóvenes, con edades de 16 a 24 años, muchos de los cuales todavía no terminaban su educación, la correlación entre los años de escolaridad terminada y el CI Total fue de 0.63 para los 500 sujetos entre 25 y 44 años de edad y de 0.62 para los 730 individuos entre 45 y 74 años. Estas conclusiones revelan una correlación muy fuerte entre el logro educativo y las puntuaciones de CI. Por último, el CI de Wechsler y los logros laborales también tienen una fuerte vinculación (Reynolds, Chastain, Kaufman y McLean, 1987), lo cual también brinda un apoyo adicional a la validez del WAIS-III como medida de la inteligencia general. ESCALA

WECHSLER

DE

INTELIGENCIA

PARA

EL

NIVEL

ESCOLAR-III El WISC se publicó en 1949 como una extensión descendente de la Wechsler-Bellevue original. Aunque se le utilizó ampliamente en los siguientes dos decenios, los psicómetras percibieron varios defectos en ella: ausencia de individuos de raza no blanca en la muestra de estandarización,

ambigüedades

en

la

calificación,

reactivos

inapropiados para niños (p. ej., referencia a “cigarros puros”) y ausencia de mujeres y afroestadounidenses en el contenido pictórico 96

de los reactivos. El WISC-R (Wechsler, 1974) y el WISC-III (Wechsler, 1991) corrigieron estos errores. El

WISC-III

consta

de

10

subpruebas

principales

y

tres

complementarias. Las subpruebas verbales y de ejecución se aplican en orden alternado: Subpruebas Verbales Subprueba de Ejecución Información

Figuras Incompletas

Semejanzas

Claves

Aritmética

Ordenación de Dibujos

Vocabulario

Diseño con Cubos

Comprensión

Composición de Objetos

Retención de Dígitos Búsqueda de Símbolos Laberintos Retención de Dígitos, Búsqueda de Símbolos y Laberintos son subpruebas complementarias que, por lo común, no se incluyen en el cálculo del CI. Sin embargo, en general, estas subpruebas se aplican debido a la información diagnóstica que proporcionan. En caso de que se interrumpa la aplicación de una subprueba y ésta se arruine o deba omitirse debido a discapacidades especiales, se le puede sustituir con Retención de Dígitos (en el caso de subpruebas verbales) o Laberintos (en las subpruebas de Ejecución). Búsqueda de Símbolos sólo puede utilizarse como sustituto de la subprueba de Claves. La estandarización del WISC-Ill es excepcionalmente buena, ya que se basó en 100 niños y 100 niñas en cada nivel de edad de los 6 años y medio a los 16 años y medio (N total = 2200). Estos casos se seleccionaron con cuidado y se estratificaron con base en el censo de EUA

para

1988

con

afroestadounidenses,

respecto nativos

a

raza/origen

étnico

estadounidenses,

(blancos,

esquimales,

aleutianos, asiáticos, nativos de las Islas del Pacífico y otros), región 97

geográfica y educación de los padres. Aunque no fue una variable formal de estratificación, el tamaño de la comunidad para la muestra de estandarización del WISC-III se asemeja mucho a los datos del censo. La muestra de estandarización se obtuvo tanto de escuelas públicas como privadas e incluye a niños en programas de educación especial. Un rasgo deseable de la muestra es que 7% de los niños estaba dentro de las categorías de discapacidad para el aprendizaje, trastornos emocionales y discapacidades del habla/lenguaje, etc., y 5% de la muestra incluyó a niños dentro de programas para individuos talentosos. La confiabilidad del WISC-III es comparable a la del WAIS-R: las tres puntuaciones de CI (Verbal, de Ejecución y Total) muestran confiabilidades de división en mitades y test-retest dentro del tango de .90; mientras las subpruebas individuales poseen coeficientes de división en mitades un poco más bajos, que van de .69 (Composición de Objetos) a .87 (Vocabulario y Diseño con Cubos). La confiabilidades test-retest tienden a ser ligeramente más bajas. La validez del WISC-III depende, en parte, de su superposición con el WISC-R, para

el cual se pueden citar docenas de estudios de

sustentación. No se desea abrumar con detalles excesivos, de modo que se refiere al lector interesado a Sattler (1988) para una buena revisión de los estudios anteriores. El Manual del WISC-III cita un impresionante conjunto de estudios de validez, que se resumirán aquí. Los

estudios

preliminares

indican

fuertes

correlaciones

con

las

puntuaciones del WISC-R (r = .90 para el CIV; .81 para el CÍE y .89 para el CIT), fuertes correlaciones con las puntuaciones del WAIS-R en el caso de personas de 16 años de edad (r = .90 para el CIV; .80 para el CÍE y .86 para el CIT) y correlaciones un poco menores, pero confirmatorias, con las puntuaciones del WPPSI-R en una muestra de niños de 6 años de edad. Estas correlaciones son casi tan altas como lo permitirían las confiabilidades de las escalas -respectivas. Un descubrimiento interesante, que se analiza en el siguiente capítulo, es 98

que los CI del WISC-llI son, en promedio, aproximadamente cinco puntos menores que los CI del WISC-R (Vance, Maddux, Fuller y Awadh, 1996). El WISC-lll también muestra correlaciones confirmatorias de la teoría con numerosas pruebas cognitivas, de capacidad y de rendimiento (Wechsler, 1991). Por ejemplo, en un estudio con 27 niños entre los 7 a 14 años de edad a los que se les aplicaron tanto el WISC-III como las Differential Ability Scales (Escalas de Capacidad Diferencial, DAS; Elliott,

1990),

las

puntuaciones

del

CIV

del

WISC-III

se

correlacionaron en .87 con las puntuaciones de Capacidad Verbal del DAS, pero sólo en .58 con las puntuaciones de Razonamiento no Verbal de esa misma prueba. Por el contrario, las puntuaciones del CÍE del WISC-llI se correlacionaron en .78 con las puntuaciones de Razonamiento no Verbal, pero sólo en .31 con las de Capacidad Verbal. El Manual cita correlaciones consistentes con la teoría apropiadamente

altas

para

constructos

similares,

bajas

para

constructos diferentes- con la Otis-Lennon School Ability Test (Prueba de Capacidad Escolar Otis-Lennon), el Test de Retención Visual de Benton-Revisado,

subpruebas

de

la

Batería

de

Pruebas

Neuropsicológicas Halstead-Reitan y el Wide Range Achievement Test Revised (Prueba de Aprovechamiento de Amplio Rango-Revisada. Los estudios con grupos especiales de niños -talentosos, con retraso mental, discapacidad para el aprendizaje, hiperactividad, trastornos de conducta, retraso en habla/ lenguaje- también proporcionan un fuerte apoyo para la validez del WISC-III. Los estudios analítico-factoriales de la muestra de estandarización proporcionaron evidencia adicional de la utilidad del WISC-Ill en la evaluación diagnóstica de niños. Los resultados de numerosos análisis factoriales, incluyendo los análisis separados para cuatro subgrupos según la edad (de 6 a 7, 8 a 9,11 a 13 y 14 a 16 años de edad) constituyen una fuerte indicación de una solución de cuatro factores. 99

Los primeros dos factores son familiares en estudios previos de las Escalas Wechsler: Comprensión Verbal

Organización Perceptual

Información

Figuras Incompletas

Semejanzas

Ordenación de Dibujos

Vocabulario

Diseño con Cubos

Comprensión

Composición de Objetos

El tercer factor en el WISC-III es un tanto diferente del de su antecesor, y el cuarto factor es nuevo: Libertad de la

Velocidad de Procesamiento

Distractibilldad Aritmética

Claves

Retención de Dígitos Búsqueda de Símbolos Una subprueba, Laberintos, reveló una asignación inconsistente a los factores, con cargas débiles en Libertad de la Distractibilidad para niños de 6 a 7 años y débiles en Organización Perceptual para niños de ocho años y mayores. La solución de cuatro factores se presenta también en las otras muestras, incluyendo pacientes psiquiátricos infantiles (lupa, Wright y Fristad, 1997), niños canadienses seleccionados de manera aleatoria (Roid y Worrall, 1997) y niños que reciben educación especial (Konold, Kush y Canivez, 1997). En una nota discrepante, Riccio, Cohen, Hall y Ross (1997) encontraron que los factores 3 y 4 no eran importantes desde el punto de vista clínico, es decir, mostraban

100

relación mínima con medidas independientes de atención en una muestra de niños con supuestos problemas de atención. La solución de cuatro factores para el WISC-III da la posibilidad del informe

opcional

de

Puntuaciones

de

Índice

-similares

a

las

puntuaciones de CI- para cada uno de los cuatro factores. Estas puntuaciones se basan en la media familiar de 100 y desviación estándar de 15. Las Puntuaciones de Índice (Índice de Comprensión verbal, ICV, Índice de Libertad de la Distractibilidad, ILD, etc.) se derivan de la asignación de las subpruebas que se lista antes y sirven para complementar los CI Verbal y de Ejecución. Este análisis factorial del WISC-III es particularmente útil en la evaluación discapacidades para el aprendizaje y trastornos relacionados. En particular, los niños con discapacidad para el aprendizaje tienen la probabilidad de obtener puntuaciones bajas en el tercer factor, lo cual sugiere que la distracción puede subyacer a algunas formas de este trastorno (Farnham-Diggory, 1978; Kaufman, 1979 Smith, 1983). Parker y Atkinson

(1994

proporcionan

una

fundamentación

y

métodos

específicos para el cálculo preciso (por el contrario de la mera estimación) de las puntuaciones factoriales del WISC-III. ESCALA DE INTELIGENCIA STANFORD- BINET: CUARTA EDICIÓN Con una herencia que data de la escala Bidet-Simon de 1905, la Stanford-Binet: Cuarta Edición (SB:CE) tiene el linaje más antiguo, y quizá más prestigioso, de cualquier prueba de inteligencia individual. En el cuadro 6-3 se resumen algunos de los hitos importantes en el desarrollo

de

la

Stanford-Binet

y

sus

predecesoras.

La

SB:CE

incorpora las principales revisiones en cuanto a fundamentación teórica y contenido de las pruebas de inteligencia. Aunque se han conservado muchos de los tipos de reactivos de las anteriores escalas Binet-Simon, la SB:CE es, en realidad, una nueva prueba que comparte sólo una modesta superposición con sus antecesoras. 101

Cuadro 12. Hitos en el desarrollo de la Stanford-Binet y sus pruebas antecesoras. Año

Pruebas/

Comentario

Autores 1905

Bidet y Simon

Prueba simple de 30 reactivos

1908

Bidet y Simon

Introducción del concepto de edad mental

1911

Bidet y Simon

Extensión para incluir a los adultos

1916

Stanford

Introducción del concepto de CI

y

Binter Terman

y

Merrill 1937

Stanford-

Primera

Binet-2

paralelas (I y M)

Terman

utilización

de

formas

y

Merrill 1960

Stanford-

Utilización de métodos modernos de

Binet-3

análisis de reactivos.

Terman

y

Merrill 1972

Stanford-

Reestandarización de la SB-3 con

Binet-3

2100 personas

Thomdike 1986

Stanford-

Reestructuración

Binet-4

subpruebas

Thomdike, Hagen y Sattler

102

completa

en

15

MODELO DE INTELIGENCIA DE LA SB:CE La más importante de las alteraciones de la SB:CE es un modelo jerárquico de la inteligencia con múltiples subpruebas. En ediciones anteriores, el examinador sólo obtenía una puntuación mixta de CI. Aunque

podía

respuestas

analizarse

correctas

proporcionaban

una

e

de

manera

incorrectas,

base

para

el

cualitativa

las

pruebas

análisis

el

patrón

de

anteriores

no

cuantitativo

de

los

subcomponentes de toda la escala. Esta deficiencia se corrige en la SB:CE, que está formada por 15 subpruebas diseñadas para evaluar la capacidad en cuatro áreas: verbal, abstracta/visual, cuantitativa y de memoria a largo plazo. Debido a que las diferentes subpruebas son adecuadas pana distintas edades, a un individuo sólo se le aplican de 8

a

10

subpruebas.

Por

tanto,

la

SB:CE

produce

hasta

10

puntuaciones de subprueba, cuatro puntuaciones de área y una puntuación mixta (que ya no se denomina CI) basada en toda la prueba. Los autores de la SB:CE adoptaron un modelo jerárquico de tres niveles de la estructura de las capacidades cognitivas como una guía para la construcción de esta prueba (cuadro 12). El primer nivel es el de capacidad general g, que los autores definen como “la unidad cognitiva y los procesos de control que un individuo utiliza en la organización de estrategias adaptativas para la solución de problemas nuevos” (Thorndike, Hagen y Sattler, 1986). Tomando una extensa muestra de un amplio rango de tareas cognitivas, los factores específicos

de

cualquier

subprueba

particular

disminuyen

en

importancia y la posición de la persona examinada en el desempeño combinado se vuelve un reflejo indirecto del factor de inteligencia g.

103

g Primer nivel

Segundo nivel

Capacidades cristalizadas

Tercer nivel Razonamient o verbal

subpruebas

Vocabulario Comprensión Absurdos Relaciones verbales

Capacidades fluidasanalíticas

Razonamient o cuantitativo

Razonamient o abstracto/vis

Cuantificación Series de números Construcción de ecuaciones

Análisis de patrones Copiado Matrices Doblado y corto de papel

Memoria a corto plazo

Memoria de cuentas Memoria de frases Memoria de dígitos Memoria de objetos

El segundo nivel parece reconocer una aceptación de la perspectiva modificada de Cattell-Horn acerca de la inteligencia (p. ej., Hom y Cattell, 1966) por parte de los autores de la SB:CE. Sin embargo, además de la distinción entre inteligencia cristalizada/fluida propuesta por Cattell y Hora, los autores han añadido un factor independiente de memoria a cono plazo que se basa en cuatro subpruebas. La SB:CE enfatiza las habilidades de memoria a un grado mucho mayor que cualquier otra prueba de inteligencia general. Cuando el examinador desea una evaluación amplia de la memoria a corto plazo, la SB:CE puede muy bien ser el instrumento de elección. El factor de capacidades cristalizadas representa las habilidades relacionadas con la escuela, como el vocabulario y las habilidades cuantitativas. El factor de las capacidades fluidas-analíticas es, en gran medida, un 104

sinónimo del constructo de CattellHora acerca de la inteligencia fluida y tipifica las habilidades cognitivas necesarias para resolver problemas nuevos que contienen estímulos no verbales y figurativos. El tercer nivel atañe en realidad sólo al factor de las capacidades cristalizadas, que los autores de la SB:CE dividen en dos áreas: razonamiento verbal y razonamiento cuantitativo. A este nivel, las capacidades

fluidas-analíticas

reciben

la

etiqueta

alternativa

de

razonamiento abstracto/visual. Los autores señalan que estos factores son más específicos y más dependientes del contenido que los factores en el primero y segundo niveles. Éstos se incluyen en el modelo debido a que tienen un significado especial para clínicos y educadores (Thorndike, Hagen y Sattler, 1986). En resumen, el examinador obtiene hasta 10 puntuaciones de subprueba, cuatro puntuaciones

de

área