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En éste reporte encontrarás puntos importantes que al ponerlos en práctica te guiaran a tu Libertad Emocional, tomarás consciencia de la importancia que tiene el conceder El Perdón, pero quiero hacerte una advertencia, lo mágico del perdón está en la acción y no solo en la información. El contenido de éste reporte es el siguiente: ● ● ● ● ● ● ● ●

Conoce la verdad y la verdad te hará libre. ¿Por qué generas resentimientos? ¿Te sientes victima de tus resentimientos? ¡Al Pasado hay que Actualizarlo! La Empatía en nuestras Relaciones. ¿Qué es un acto de voluntad? Los Patrones de Conducta en tu Vida. Tu Eres La Causa De Todo.

CÓMO INICIAR MI LIBERTAD EMOCIONAL A TRAVÉS DE EL PERDÓN. Hola, quiero empezar éste reporte con esa vieja frase: "Conoce la verdad y la verdad te hará libre". No quiero hacer de éste reporte, ni de los comentarios que aquí aparecen un asunto de religión, sino algo más humano, una cuestión cotidiana. Con historias reales

y respuestas vivenciales. Mi idea y mi intención no es tergiversar tus creencias religiosas, pero si busco que recuperes esa espiritualidad, ese control emocional de ti misma y tomes consciencia que el perdón no es una negociación con ese Dios al que crees haber ofendido, sino analizar y vivir desde lo más profundo de ti esas experiencias personales que se conectan al desprenderte de esos apegos de sufrimiento y culpa y que se han convertido en una carga pesada que no te ayuda a encontrar la paz. Conocer la verdad implica responsabilidad y compromiso hacia con los demás y para contigo misma. Dicho de otra forma, hoy en día, Dios ya no quiere gente buena, ya se canso de ellas, abundan, él quiere gente honesta, leal y verdadera. De ahí es que parto para decir que el perdón para muchas personas es un acto de privilegio, de conceder el beneficio del perdón, sintiéndose el adjunto de Dios;"yo te perdono por que soy buena gente" y con esto según ellos quedan bien con Dios, por su idea de haberlo ofendido, para ganar votos y no ser castigados, respondiendo así a un sentimiento de culpa, quedando bien con la familia y la sociedad, pero sobre todo creen quedar bien con ellos mismos y satisfacer su cultura de complacencia, que hoy día es una conducta que ha crecido de manera alarmante sobre todo en personas con alguna carencia afectiva, con baja autoestima y especialmente en aquellas personas que se han olvidado de tomar sus propias decisiones, que han perdido autonomía e identidad y como resultado no son dueños de sus sentimientos y emociones. El perdón en la actualidad dista mucho del concepto religioso y/o tradicional con el que muchos han crecido y aprendido y que con la deficiente educación emocional se enseña a "prenderse" de algo o alguien. Creando así una absurda dependencia y esto a su vez genera

impotencia, frustración causando resentimientos, odio y dolor. Y es de éste último del que hay que desprenderse, de la carga del sufrimiento, que teniendo la Buena Voluntad, y no, la fuerza de voluntad, que en todos existe, unos en mayor medida que otros, la Decisión firme, plena y autónoma de perdonar, viviendo la experiencia de libertad y de paz. Tomando conciencia que cada quien es dueño de sus sentimientos y emociones, nadie es responsable de lo que se siente o se vive, solo uno mismo. ¿Por qué generas resentimientos? Para empezar puedo decir que se generan por no asumir la responsabilidad de tus emociones. La gran mayoría de las personas culpan o responsabilizan a otros por lo que son o tienen, se sienten y actúan como víctimas, desarrollando expectativas muy altas con y hacia los demás, de ahí que estas personas se sientan defraudadas emocionalmente. Sucede que al tener ese sentimiento, se enfadan, se enojan y hasta odian a quienes les “fallaron". No importando sus logros u objetivos alcanzados siempre tienen un vacío, un sufrimiento, angustia y viven atormentadas por el resentimiento y el rencor que tienen hacia la vida, hacia Dios, hacia sus semejantes, inclusive hacia ellos mismos. El desconocimiento de ésta situación causa tu frustración, desaliento y desconfianza percibiendo un infierno como vida. Ahora, por el contrario, cuando tú asumes la

responsabilidad de tus emociones y actos tomaras una decisión muy importante que es perdonar ¿a que persona sana y estable emocionalmente le gusta vivir un tormento? No puedes seguir siendo necia, soberbia y dejar la estabilidad emocional en manos ajenas, el perdón te ofrece un remanso y armonía interna, ¡no le quites la oportunidad!, de vivir placenteramente con ese orden y paz que otorga el saber perdonar, no por compromiso, así no funciona, sino por convicción, el que estés plenamente cierta, decidida a liberar los sentimientos negativos de aquello que lastima y duele, y comprender que el perdonar no te obliga, sí así fuera el caso, a seguir una relación. Es por un bienestar personal, único y sublime ¡Compruébalo! y ¡LIBERATE! Tú como ser humano tienes sentimientos, que son precisamente todo aquello que sientes y son provocados por factores externos. Estos sentimientos se manifiestan o se transmiten a través de emociones. Las emociones en una persona son:alegría, afecto, tristeza, miedo e ira. Las emociones son viscerales, es decir recaen generalmente en el estómago, hígado y vesícula biliar, provocando así las sensaciones, alterando la perspectiva de lo que te rodea, ya sea de manera positiva o negativa. Las emociones se pueden controlar por medio de la objetividad que puede ser alta (mucho control) o baja (poco control). El control de las emociones se puede desarrollar tomando consciencia que con tu actitud afectas e impactas a los demás. Desde éste punto de vista te puedo decir que hoy en día estas viviendo en medio de falacias, por ejemplo: ¿Con lo que yo diga o haga te puedo hacer sentir bien o te puedo hacer sentir mal?

¿Con lo que tu digas o hagas me puedes hacer sentir bien o me puedes hacer sentir mal? Si tú respuesta es, si, estas cayendo en un error de razonamiento, porque no eres tú la que me afecta, no soy yo el que te ofende, cada uno es responsable de sus emociones. Eres tú, soy yo quienes decidimos sentirnos bien o mal. No puedes, insisto, responsabilizar a otros de lo que tú decides ser, tener, o sentir.

Veamos otro ejemplo: Si yo te doy un obsequio, un regalo, o te invito a cenar, tu respuesta puede ser, si, o puede ser no aceptar, pero eres tú quien lo determina, ¡YO NO TE OBLIGUE! Lo mismo sucede cuando alguien te brinda un obsequio, un regalo o te hace una invitación a hacerte sentir bien o a hacerte sentir mal, eres tú quien lo va a decidir, ¡ASUMELO! En cierta ocasión escuche decir a una mujer en su aniversario de bodas: "Quiero agradecer a todos los presentes su compañía y participación con nosotros en éste evento, y deseo expresar algo que quizá los sorprenderá, pero les pido su atención y comprensión. Se preguntarán si en estos 20 años de matrimonio éste hombre, que tengo aquí a mi lado, refiriéndose a su esposo, me ha hecho feliz, pues mi respuesta es " NO", te

imaginarás el asombro de todos los presentes y en medio de un murmullo lógico, dijo, en estos 20 años soy yo quien a decidido ser feliz con él, él es la persona que elegí como compañero de vida, con sus errores, talentos y carencias, yo lo acepte así, no tengo nada que reprochar, ni a él, ni a la vida, lo amo tal y como es. Te das cuenta ésta mujer se responsabilizó de sus emociones y de sus actos por su felicidad. La clave está en el compromiso con que asumes tus acciones, actitudes y sentimientos, no vivas, ni sientas lo que no quieres; no permitas que manejen tus emociones, ¡Se dueña de ellas! Ahora te pregunto, ¿Te sientes victima de tus resentimientos? Cuando vives con resentimientos, estos van haciendo mella en tu vida, en tu persona y en tu salud. La analogía que hago de esto es: Si tuvieras una botella, un envase lleno de un ácido, muy corrosivo, durante muchos años y en determinado momento quisieras vaciarlo, ese envase ya no serviría, porque quedaría impregnado, contaminado del ácido que por tantos años guardó. Lo mismo pasa cuando guardas durante muchos años un resentimiento, odio, rencor, va afectando tu persona, tu salud, tu vida y entre más tiempo pases con esos sentimientos negativos más daño te hacen. Y entonces ¿que te impide llegar a ese cambio, a ese desprendimiento de tus rencores?

Lo que sucede es que el ser humano es uno de los seres más adaptables, lo complicado de éste asunto es que también es el único ser que comete el mismo error dos o más veces. Se adapta tanto a una situación que la hace suya, llegando así a su estado de confort, es decir se habitúa y acostumbra a su entorno de tal manera que todo lo que ve, piensa y siente es muy suyo, se apodera y posesiona de las circunstancias manejándolas para lo que el cree que es lo mejor. Se encierra en una coraza psicológica impenetrable; conoces personas que dicen: ¡Así soy y que!, a mi nadie me va a cambiar y háganle como quieran, son personas que viven aferradas a sus verdades absolutas, se enfangan en sus conceptos aprendidos, por consecuencia esas ideas y actitudes las traen tatuadas, muy arraigadas pensando que así nacieron y que no pueden modificar sus conductas. Te preguntarás ¿a qué viene todo esto?, pues bien, se menciona que al perdonar se tiene una sensación de duelo, de pérdida, ¿por qué? Porque una persona que ha vivido por muchos años con resentimientos, los hace suyos, son parte de su zona de confort y se acostumbra a ellos, y al tomar la decisión de perdonar, al desprenderse de ese ácido, de ese veneno, lejos de vivir una liberación, siente esa pérdida, tiene la sensación que está dejando algo que inclusive llegó a estimar, sí a ese grado puede suceder, deja algo, que a su propio juicio, le ayudó a sobrevivir, a ser fuerte y no doblegarse, alimentando su soberbia y ego y con esto creen lastimar a quien los ofendió y daño. Sin embargo al tomar la opción, su propia voluntad de perdonar se tiene ¡Más que ganar! que perder. ¿No lo crees así? O... ¿tú qué piensas? El miedo es un mecanismo de defensa hacia los cambios, el miedo es una emoción autentica en el ser humano, clasificamos el miedo en dos categorías: El inculcado, que te heredan la familia, amistades, profesores y sociedad

en general; El adquirido, que es le que grabas en base a tus propias experiencias y vivencias. Pero el único miedo auténtico es el miedo a lo desconocido, a lo nuevo. Tomando en cuenta éste punto, mi pregunta es, al perdonar ¿a qué le temes? A fallarte o fallar a los demás, ha no complacer, a perder tu imagen, y por ello pensar que estas fracasando. Realmente el miedo, el temor es al cambio, a lo nuevo, al éxito, ¡sí!, se realista y honesta conoces el fracaso, la derrota, el sufrimiento, pero en muchas ocasiones no conoces la libertad, la felicidad, la plenitud y de alguna manera crees no saber manejar una situación o condición nueva en tu vida, finalmente siempre estas en un constante cambio, enfrentándote a situaciones nuevas, lo preocupante es el pánico que muestras ante el cambio, ante lo nuevo, el pánico que te da el ser dueño de tu vida y manejarla libremente, sin ataduras con una plena y determinante convicción, firme de que lo que haces , lo haces con la certeza de estar haciendo lo mejor para ti, ese pánico si que es el verdadero enemigo a vencer. Vives atada a tu pasado, sigues prendada a tus ideales obsoletos, apegada a criterios y sistemas de creencias arcaicos y esto hace que tu pasado sea tu presente. ¡Al Pasado hay que actualizarlo! Las personas somos presa de nuestros hábitos, de esas viejas costumbres adquiridas en el pasado, si esto es cierto vamos entonces a adquirir nuevos y mejores hábitos y a ponerlos en práctica.

Se dice que en el desarrollo humano la actualización del pasado es eliminar los pensamientos, emociones y acciones cotidianas que afectan la consecución de las metas planteadas. Que los nuevos hábitos se adquieren practicándolos con frecuencia, la frase misma lo dice "La Práctica hace al Maestro" El resentimiento es un hábito que trae tu pasado al presente, tu ayer a tu hoy, el resentimiento significa resentir, volver a sentir, pero volver a sentir lo negativo, la rabia, la ira, el odio en contra de las cosas o personas que te dañaron y eso hace que se pierda el objetivo real e importante de tu vida. El resentimiento genera pensamientos de revancha, desquite y coraje mal enfocados. Estar alentada a actuar por los resentimientos es existir pero no vivir y creo que el objetivo principal de todo ser humano es vivir, exigirle a la vida misma lo que por derecho te corresponde, lo que realmente te mereces, no lo que necesitas, porque todos necesitamos algo, pero no todos lo merecemos. De manera muy particular he entendido que para merecer hay que hacer, tienes que pagar un precio, y quizá a veces un precio muy alto, pero que el esfuerzo, la dedicación, la privación y el sacrificio hecho valga la pena por algo constructivo, positivo, gratificante y no aferrarte a pagar un precio de dolor, desdicha, sufrimiento y atarte a un resentimiento que lo único que provoca es contaminar tu hoy, tu presente que es en realidad lo único que te pertenece y puedes controlar. Del pasado no puedes cambiar nada de lo vivido, el mañana aún no llega y para ser honesto no se si llegara, pero para morir necesitas estar viva y eso es realmente lo que te debe de importar, tener la oportunidad de disfrutar tu momento, tu aquí y ahora y no verte en futuro mirándote en el espejo de la realidad y como la gran mayoría de las personas voltear hacia atrás para descubrir cuanto tiempo haz perdido.

Quiero compartir contigo una historia, habla de un niño de 5 años de edad, su nombre Juanito, él estaba en el patio de su casa jugando con sus muñecos, en eso se aparece el Sr. destino y le dice: Juanito vengo por ti para tengas éxito, el niño le contesta, ¿éxito?, no Sr. yo no quiero eso, ni lo conozco, nunca he oído hablar del, váyase, a mi solo me interesa jugar con mis muñecos, las caricaturas y mis amiguitos´. El Sr. destino se dio media vuelta y se fue, pero regreso cuando Juan tenía 20 años, Juan vengo por ti para tengas éxito y Juan contesta, no Sr. yo no tengo tiempo para el éxito, a mi me preocupa más mi escuela, mis tareas, mi novia, mis amigos, las fiestas, la diversión, no Sr. no tengo tiempo para el éxito, el Sr. destino se retiro, pero regreso cuando Juan tenía 38 años, casado y ya con 2 hijos, ahora sí Juan vengo por ti para que tengas éxito, a lo que Juan respondió, no Sr. ahorita no tengo el tiempo para el éxito, mire mi prioridad son mi familia, mi esposa, la renta, la hipoteca de la casa, la escuela de mis hijos, su colegiatura, mi trabajo, los impuestos, mi ascenso, no Sr. no tengo tiempo para el éxito, gracias. El Sr. destino se dio la media vuelta y se retiro, pero volvió cuando Juan tenía 68 años, cansado, enfermo y en una cama, Juan ahora sí, vengo por ti para tengas éxito, de aquel hombre salieron unas palabras, que más que un susurro, parecieran un reclamo, sr destino ¿cómo te atreves a pedirme a que tenga éxito ahora, que no ves que estoy enfermo, en ésta cama y mis 68 años de edad?... Sr. destino si tu hubieras venido antes quizá yo te hubiera oído, quizá yo te hubiera hecho caso. Entendí con esta historia que el si yo hubiera no existe, el si yo hubiera es no tener responsabilidad propia, entendí que de lo que se trata la vida es de tener esa responsabilidad propia Raquel Levinstein en su libro "El Infierno del Resentimiento y la Magia del Perdón" nos plantea

una reflexión que dice algo como esto "Vida, no soy lo que quiero ser. Seguramente no soy lo que debo ser, pero gracias, gracias infinitas, porque hoy por hoy, ya no soy lo que era ayer" Así que en tu aquí y ahora replantea tus objetivos, reconstruye tu persona, reinventa tu vida y decrétale con fe, con certeza, con convicción. Renuncia a sufrir, decrétalo, grítalo, escríbelo, comprométete contigo misma a respetarte y darte amor y todo lo bueno que ésta vida tiene para ti. Renuncia primero a lo que no quieres, luego elige y afirma lo que deseas para ti, logra una tranquilidad en tus pensamientos, porque recuerda que tus pensamientos llevados a la práctica se vuelven una realidad. ¡Disfruta la vida! Estoy de acuerdo en que también hemos cometido fallas y errores, pero tenemos que aprender de ellos, son nuestra escuela y la posibilidad de entender a los demás, de perdonar, de crecer y trascender. LA EMPATÍA EN NUESTRAS RELACIONES Vamos a comentar sobre un vicio, un problema que estamos viviendo en nuestra sociedad y en nuestras relaciones, que no es otra cosa que el vicio de querer tener siempre la razón, de hacer valer nuestra voluntad,¡que aquí solo mis chicharrones truenan! y que en la gran mayoría de las ocasiones no te ayuda a resolver los conflictos, mucho menos te facilitan el camino al perdón. El problema radica en que no aplicas el concepto básico en las relaciones humanas, La Empatía, que significa la capacidad de entender mejor los pensamientos y los

sentimientos de otras personas, ponerse en el lugar, en los zapatos de los demás. Como dice el refrán "vemos la paja en el ojo ajeno pero no vemos la viga que traemos encima" Se que es un poco complicado quitarse o eliminar los pensamientos de egoísmo, adquiridos por la educación, que estamos encerrados en una coraza psicológica que no nos permite tener una buena comunicación con los demás, se que en varias ocasiones el primer pensamiento de la mañana lo tenemos hacia nuestra persona, en que si ya se me hizo tarde, ¿cómo me voy a vestir, me baño primero o desayuno, me voy en camión o en taxi? y cosas por el estilo, hay personas que me llegan a decir NO, yo no soy así, el primer pensamiento que tengo al despertar es agradecer a Dios por darme un día más de vida, yo pregunto entonces ¿en quién están pensando? Se dice que el 90% de nuestro tiempo consciente lo utilizamos para pensar en uno mismo, y el 10% restante lo utilizamos para pensar en los demás. Te voy a poner un ejercicio ¡va!, por un momento imagínate que estas casado o casada, las damas primero, y que el día de hoy es tu aniversario de bodas, tu esposo como todas las mañanas se arregla para ir a trabajar, se despide de ti, te dice que en la noche se ven para festejar, llega la hora en que normalmente él está de regreso, 8 p.m., pero en ésta ocasión no llega, ¿qué piensas en ese momento?, podrás pensar que se le complico algo en el trabajo, que el trafico, dan las 10 de la noche y el Sr. no ha llegado, ¿qué piensas ahora?, algún accidente, quizá me fue a comprar un regalo, me va a traer serenata, dan la 1 de la madrugada y él va llegando, pero llega con unas copitas de más, ¿cómo reaccionas?, te enojas, le reclamas, lo dejas para el día de mañana y poder hablar, en fin, veamos el siguiente caso, ahora eres tú caballero el que llega a las 8 p.m. de trabajar y normalmente tu esposa está ahí esperándote, pero hoy no

es así, llegas y ella no está en casa, ¿qué piensas caballero?, fue con la vecina, está con su mamá, me va a sorprender con algo, dan las 10 p.m. y la Sra. aun no llega, ¿ya te molestaste?, dan la 1 de la madrugada y ella va llegando, también con algunas copitas de más, ¿cómo reaccionarías tú caballero? Veamos que pasa, puedo apostar a que en este ejercicio que la gran mayoría discutiría, se pelearía y muy pocos reflexionarían en esto ¿qué estoy haciendo yo para que mi pareja este actuando así?, la empatía es un acto de responsabilidad, de asumir sus consecuencias y no culpar siempre a los demás, es muy fácil lavarse las manos y acomodar los hechos a nuestro beneficio. El perdón se basa en tomar consciencia que lo que sucede en tu entorno, no es de a gratis, algo estas haciendo para recibir lo que tienes, hay una ley universal que nos domina, que nos rige, la "Ley de causa y efecto”, lo que se siembra, se cosecha, a toda acción hay una reacción. Busca cambiar el equilibrio de tu tiempo consciente, el porcentaje ideal sería, 70% para pensar en uno mismo y un 30% para pensar en los demás, podrás decir que todavía es muy alto ese 70% pero recuerda que no puedes dar a los demás lo que no tienes, debes ser congruente. No postergues, lleva a la acción tus decisiones, ejercita tus ideas y propósitos de cambio y desarrolla tu voluntad de actuar. ¿Qué es un acto de voluntad? Es la decisión de actuar o hacer lo que crees más conveniente en tu vida. Se dice que el amor es un acto de voluntad, a través del cual buscas el bien para el ser amado.

El perdonar también es un acto de voluntad en el que buscas el bien pero para ti misma. El éxito es una decisión personal, una decisión sin influencia, ni apegos, finalmente el beneficio o fracaso es tuyo. Toda decisión con lleva la responsabilidad de actuar con madurez, que es la capacidad de adaptación hacia los cambios, y normalmente eso es lo que no quieres en tu vida, un cambio, por temor a fracasar, pero déjame decirte que el miedo al fracaso no existe es una falacia, es la manera de justificar que estas acostumbrada a la derrota, y te responsabilizó de ello, como lo he venido comentando anteriormente, eres tú la que determina la opción de vida que quieres para ti. Una de las causas por las que una persona no sabe, le cuesta o no quiere tomar una decisión es por una cuestión psicopatológica llamada simbiosis. Y ¿qué es la simbiosis? Desde el punto de vista etimológico es sim=con y biosis, derivado de BIOS= vida, quedaría entonces así con vida. En el aspecto biológico significa: la unión de dos o más vidas para vivir una sola. Y en el plano conductual es el síndrome de pasividad, síndrome de dependencia, y es ésta la que no te permite actuar, estas, imaginariamente, psicológicamente unida con un cordón umbilical a otras personas, a tus padres, amigos, pareja e inclusive hijos si es que los hay. Esperas que ellos sean quienes resuelvan tus

responsabilidades o tus problemas, hay una información arcaica que te impide pensar, tomar acción por ti misma. Te da pesar el verte independiente, asumiendo toda la responsabilidad de tu vida, te paraliza y actúas de la manera más cómoda, complaciendo para no "perder" lo que según tu nunca has tenido. Te das cuenta como tus carencias afectivas te han venido guiando a ser alguien que en realidad no quieres, irónico pero cierto. En el libro El tiempo y Yo en un Encuentro de Roberto Villegas Malda contiene un cuestionario para descubrir el grado de simbiosis que puede tener una persona y lo quiero compartir contigo. 1.- ¿Te haces responsable de la felicidad de tus padres, hermanos, amigos o pareja? 2.- ¿Sabes cómo se sienten tus padres, hermanos, amigos o pareja sin preguntárselo? 3.- ¿Si tus padres, hermanos, amigos o pareja están inseguros o molestos en una tarea?, ¿la haces tu por ellos? 4.- ¿Interrumpes cuándo tus padres, hermanos, amigos o pareja están hablando? 5.- ¿Contestas tú las preguntas que le hacen a tus padres, hermanos, amigos o pareja? 6.- ¿Pides permiso a tus padres, hermanos, amigos o pareja para hablar? 7.- ¿Eres capaz de disfrutar el acto sexual, si tu pareja no

tiene orgasmo? 8.- ¿Te responsabilizas de las necesidades de tus padres, hermanos, amigos o pareja, y en lugar de pedir directamente lo que quieres, dices: ¿qué lindo sería si...? 9.- ¿Piensas que tus padres, hermanos, amigos o pareja no podrían vivir sin ti? 10.- ¿Subordinas tus gustos a los de tus padres, hermanos, amigos o pareja? Cuando no hay simbiosis las contestaciones son: 1.- NO, porque cada uno es responsable de si mismo. 2.- NO, porque no se puede saber nunca lo que otra persona siente. Se puede intuir o empatizar, más no adivinar. 3.- NO, porque cada quien tiene sus obligaciones; sin embargo, si te lo piden puedes ayudarles. 4.- NO, porque sería descalificarles su personalidad. 5.- NO, porque sería nulificarlos. 6.- NO, porque sería depender de su aprobación. 7.- SI, porque cada quien siente y expresa sus sensaciones, sin embargo se puede colaborar. 8.- NO, porque se establece dependencia de ellos.

9.- NO, porque eso no es posible; la pena de su pérdida dura poco tiempo. 10.- NO, porque cada uno tiene derecho a disfrutar lo que le gusta; sin embargo algunas veces pueden compartir sus gustos. Como ves la responsabilidad de tus actos determinan tu estilo de vida, ¿el estilo de vida que llevas es el que tú realmente deseas? Si no es así, éstas a tiempo de darle un vuelco a tu existencia, reacciona, toma la decisión y disfruta plenamente tus emociones. No des pie a que tus carencias afectivas y patrones de conducta sean los que estén rigiendo tú existencia. Los patrones de conducta no necesariamente tienen que seguir en tu persona y en tu vida. No son una obligación, mucho menos un contrato de vida. Para finalizar te digo que éste reporte no lleva la intención de culpar a otros, ni que olvides la responsabilidad de tus actos, asume las consecuencias de ello y retoma el orden en tu vida. Recuerda que hoy eres el resultado de tus pensamientos, la consecuencia de tus decisiones y si no te gusta lo que eres o como vives, actúa y cambia. Desde niños vamos grabando conceptos que son inculcados por nuestros padres, maestros, hermanos y el medio. Estos conceptos influyen en tu forma de pensar y en tu manera de vivir, influyen, sí, pero no determinan, eres tú quien los hace determinantes.

En el momento en que naciste no firmaste un documento en el que te obligabas a pensar, ni actuar y a vivir exactamente igual que tus padres. Aunque son ellos precisamente quien en muchas ocasiones con su ejemplo y educación te hacen creer que lo que dicen y hacen es la verdad de vida, que si no sigues ese ejemplo no llegas a ningún lado, que estas perdida. Te educaron de cierta manera con chantajes y manipulación y sobre todo con sentimientos de culpa, y con éste sistema de creencias es que empiezas a crecer y a vivir. Esto en ti ha generado resentimientos para con tus padres, incluso contra ti y a través de ellos vas llenando tu vida de culpas, remordimientos y te obligas, aún y cuando no es tu parecer a complacerles, buscas desahogar o limpiar tu negatividad con acciones y conductas de deber, provocando frustración y desánimo. Quizás cumples objetivos que no son tuyos, probablemente te privas de tener vida propia, vida personal, compensando así tu culpa de sentir, a veces, tanto odio y rencor. Raquel Levinstein menciona en su libro El Infierno del Resentimiento y la Magia del Perdón: "Cuando tus pensamientos son basados por el desamor, por la negatividad, fluyen en direcciones confusas, en contradicciones, donde a veces deseas que todo acabe; quieres cambiar de familia, de compañero(si lo hay), de hijos (si es que tienes), de trabajo, de domicilio, de país, de planeta, e incluso, hasta piensas o pretendes acabar con la vida, con tu propia vida, ignorando que lo que realmente pretendes acabar, es con el dolor". Dolor ocasionado por ese mal entendido de culpar a otros por lo sucedido, e inclusive buscar revancha, desquite. Te preguntaras y ¿Cómo le hago para recuperar mi vida? Yo te contestaría de la manera más simple, sólo toma la decisión y actúa, perdona, nadie va a hacer por ti, lo que a ti te corresponde. Y con ésta acción no te estoy invitando a generar conflictos con tus seres queridos, no, ármate de valor, rompe con tus viejos hábitos, modifica

tu actitud y lucha por tus ideales, esos sueños que hoy todavía están empolvados en el baúl del recuerdo. ¿QUÉ ESPERAS?, ¿que pase más tiempo?, tu vida y tu éxito dependen de ti.

Te comparto un pensamiento, desconozco el autor, y que a mi parecer resume la idea principal de todo el reporte.

TU ERES LA CAUSA DE TODO Nunca te quejes de nada ni de nadie, porque tú y únicamente tú, eres la causa de todo. No digas jamás que la situación está difícil, lo estará para ti, pero hay personas para las cuales nada es difícil. No digas que el dinero está escaso, eso será en tu casa y en la de tus conocidos, abunda en muchas partes, en casa de quienes trabajan efectivamente

y son cumplidos y ordenados. Tú eres la causa de todo lo que te acongoja, y eres también la causa de tu escasez, de tu situación, de tus dificultades, de tus desdichas, la causa de todo eres tu, porque eres persona pesada, torpe, apasionada, ignorante, viciosa, atarantada. Aprende a las personas fuertes, activas, audaces, valientes, enérgicas. A las personas que no reconocen situaciones difíciles, aprende a las personas que triunfan, se como las personas cabales, deja de ser un títere, levántate, anímate, báñate, apúrate, muévete, espabílate. ...Y LO TENDRÁS TODO.

GRACIAS Alejandro Sánchez