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• Malena Cusumano

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S E N E G Í OR n ó i c a r t s u l i a l de

ORIGEN DEL LIBRO ILUSTRADO Si bien ya en la Mesopotamia se observan tallas que conjugan escrituras e imágenes, los egipcios fueron los primeros en hacerlo en manuscritos. Con la creación del papiro y la producción de manuscritos la gente de pocos recursos pudo acceder a los mismos, si bien no se trataba de las mismas calidades para todos. Las tallas de jeroglíficos en los muros sólo podían ser afrontadas por gente poderosa.

ORIGEN DEL LIBRO ILUSTRADO Las pinturas murales y los papiros eran coloridos y respetaban convenciones de diseño. Los hombres aparecían con la piel más oscura que las mujeres y las personas más importantes se representaban a una escala mayor que las que lo eran menos. El cuerpo humano se dibujaba de forma esquemática en dos dimensiones. El cuerpo de frente tenía los brazos, las piernas y la cabeza de perfil. El ojo estilizado se interpreta al mismo tiempo como una imagen de perfil y una de frente. Aunque todo era plano, los artistas egipcios eran muy observadores y registraban los detalles.

ORIGEN DEL LIBRO ILUSTRADO

La designación manuscrito iluminado con la que se hace referencia a estos textos deriva del reflejo que producían las láminas de oro incorporadas en ellos. Si bien ya existían manuscritos ilustrados de períodos anteriores, se determina que los mismos fueron producidos desde los últimos periodos de tiempo del Imperio Romano hasta aproximadamente 1450, momento culmine para el desarrollo de la imprenta la cual permitía afrontar las demandas necesarias para la producción de textos, reduciendo tiempo y costos

ORIGEN DEL LIBRO ILUSTRADO Los primeros manuscritos cristianos fueron realizados en los monasterios. Los mismos se realizaban en un salón especial llamado scriptorium, dónde el encargado principal era el scrittori, quien tenía un rol similar al de un editor y director creativo al mismo tiempo, ya que en su primer rol controlaba a los copisti, que eran quienes escribían los textos, y en el segundo determinaba el tipo de ilustración que se debía hacer y donde debía ubicarse, mediante un boceto que era entregado al illuminator, que era quien lo llevaba a cabo. El scrittori contaba con conocimientos de religión, cultura general, latín y griego.

ORIGEN DEL LIBRO ILUSTRADO Con los manuscritos iluminados vemos la aparición del colofón, el cual se situaba al final del texto y otorgaba información acerca del proceso de producción a los lectores, identificando a quienes pasaron por él.

ESTILO CLÁSICO Dentro de los manuscritos iluminados de estilo clásico se destaca el Virgilio Vaticano está escrito en mayúsculas rústicas apretadas, con una sola columna ancha en cada página. Las ilustraciones, ubicadas junto al texto, se hallan enmarcadas por franjas de un color vivo, con frecuencia rojo, y son del mismo ancho de la columna. También contiene seis ilustraciones a toda página. En todas ellas se observa el nombre de los personajes principales junto a su representación.

ESTILO CLÁSICO Para el siglo III el diseño de manuscritos cristianos determinó la creación de textos con hojas teñidas de púrpura y textos escritos en oro y plata, método que fue abandonado por el costo que representaba y la suntuosidad que fue criticada por grandes figuras de la Iglesia de aquella época.

ESTILO CELTA Con la llegada de la evangelización cristiana hacia el siglo V, encabezada por San Patricio, en la isla de Irlanda los estilos celtas y cristianos se fusionaron. El diseño celta es abstracto y sumamente complejo. Los motivos geométricos lineales zigzagueantes llenan el espacio de texturas visuales gruesas y colores brillantes en estrecha yuxtaposición. Las creaciones celtas eran bidimensionales y no buscaban ser fieles con la realidad.

ESTILO CELTA La ornamentación se utilizaba de tres formas: Se creaban orlas en torno a las ilustraciones que ocupaban toda una página a los cuales se denominaba “lacerías” (ornamentación formada por una cantidad de cintas o tiras entretejidas, por lo general simétricamente). Las lacerías producidas con formas de animales eran llamadas “lacertines”. Para la producción de las lacerías se recurría a instrumentos de dibujo mecánico.

ESTILO CELTA Las páginas elegidas para ser iluminadas eran las iniciales de cada evangelio y de otros pasajes importantes, para lo cual se recurría al diseño de iniciales floridas. Se encuadernaban con el manuscrito unas páginas completas de diseño decorativo llamadas “páginas tapiz”, el cual surgió a causa de la asociación de estos diseños con los de los patrones textiles.

ESTILO CELTA Con el tiempo las iniciales grandes en las páginas iniciales se fueron agrandando y para generar un diseño estable debieron recurrir a un principio gráfico llamado “diminuendo” con el fin de integrar la inicial (initium) al resto del texto. Este consistía en ir decreciendo el tamaño de las líneas a medida que se cambiaba de renglón, y, a su vez, unir con líneas en formas de ese o de puntos a las líneas de texto con la inicial. Las invasiones vikingas y la destrucción de los monasterios marcaron el fin de los manuscritos de este estilo.

RENOVACIÓN CAROLINGIA Se trató de estandarizar el diseño de página, el estilo de escritura y la ornamentación. Influenciada por los escritos iluminados bizantinos la ilustración fue en camino de una ilusión de tridimensionalidad. Fue así que los elementos abstractos y decorativos quedaron sólo para el marco.

EXPRESIONISMO PICTÓRICO ESPAÑOL Luego de la conquista de parte de la península ibérica por los musulmanes a partir del 711, los escritos iluminados españoles se vieron influenciados por el diseño islámico. Se emplearon formas planas de colores intensos, que a veces se salpicaban de estrellas, flores, polígonos o guirnaldas, en colores contrastantes y ópticamente activos. Se recurrió al contorneo de las figuras y a la representación bidimensional. Con la reconquista este estilo se abandonó, acercándose a otras corrientes europeas.

ESTILO ROMÁNICO Durante el período románico (1000-1150) las ilustraciones fueron perdiendo su ilusión tridimensional y las figuras tornándose más lineales e incorporándose al diseño global de la página sobre un fondo de láminas de oro o motivos de texturas. Durante el gótico (1150-hasta el Renacimiento europeo) el alfabetismo fue creciendo, dando así lugar al surgimiento de ilustradores laicos para ayudar a satisfacer la demanda creciente de libros.

ESTILO GÓTICO Durante el gótico (1150-hasta el Renacimiento europeo) el alfabetismo fue creciendo, dando así lugar al surgimiento de ilustradores laicos para ayudar a satisfacer la demanda creciente de libros. Dos obras reconocidas son: el “Douce Apocalypse”, texto a dos columnas el cual determinó el diseño a seguir por los libros xilografiados del siglo XV con la aparición de la imprenta en Europa,

ESTILO GÓTICO y el “Salterío de Ormesby”, creado a principios del siglo XIV en Inglaterra, comenzamos a observar ilustraciones más ligadas al humanismo que vendrá con el Renacimiento a partir del siglo XV. En él se observan en los marcos además de ornamentos, letras y animales fantásticos a escenas cotidianas.

ESTILO GÓTICO Durante la transición de la edad media al renacimiento la producción de manuscritos para uso privado se fue volviendo cada vez más importante. Los más destacados fueron los hermanos Limbourg, quienes trabajaban para el duque de Berry (hermano del rey Carlos V). Con ellos la tendencia gótica hacia la abstracción y la estilización se invirtió, ya que ellos buscaban un realismo convincente, recurriendo a la perspectiva atmosférica. Utilizaban una paleta de colores, negro y blanco y recurrían a las láminas de oro y la pintura de oro en polvo.

ESTILO GÓTICO Durante los mismos años en que los Limbourg creaban libros hechos a mano, apareció en Europa un nuevo medio de comunicación visual: la xilografía. Apenas faltaban tres décadas para la invención del tipo móvil en occidente.

MANUSCRITOS JUDAICOS Tras distintos embates sufridos a lo largo de la historia el pueblo judío sufrió una diáspora por todo el mundo conocido a partir del 135 d.C. Los manuscritos judaicos iluminados que se produjeron en toda Europa durante la época medieval, si bien fueron relativamente escasos, son preciados como obras maestras del diseño gráfico.

MANUSCRITOS JUDAICOS La palabra primaba y las imágenes desempeñaban un papel secundario quedando relegadas a unos márgenes amplios en la parte lateral o inferior del espacio. Las ilustraciones eran meticulosas y el uso de la caligrafía era excelso. A menudo se realizaban placas azules ornamentadas con iniciales doradas sobre ellas.

MANUSCRITOS ISLÁMICOS El islamismo es una de las grandes religiones del mundo, cuyo profeta principal es Mahoma, quien en lo que nos concierne instaba a sus seguidores, hombres y mujeres, a que aprendieran a leer y escribir. Así la caligrafía no tardó en convertirse en un instrumento importante para la religión y el gobierno. Las bibliotecas eran más grandes en las regiones islámicas y la producción de manuscritos fue mucho más prolífica que en toda Europa así como el desarrollo científico (el cual fue el más desarrollado entre los siglos VIII y XV).

MANUSCRITOS ISLÁMICOS Originalmente las decoraciones fueron modestas destinadas a embellecer ciertos espacios vacíos pero con el pasar de los siglos se fue volviendo cada vez más minuciosa, generando diseños geométricos con intrincados arabescos que se convirtieron en expresiones trascendentales de la naturaleza sagrada del Corán. Las formas geométricas que contienen caligrafía están rodeadas de diseños orgánicos rítmicos que varían desde formas vegetales hasta arabescos abstractos.

MANUSCRITOS ISLÁMICOS No se utilizaban ilustraciones figurativas, porque la sociedad islámica estaba a favor del principio del anaconismo (la oposición a la representación de las criaturas vivas, ya que Dios es el único creador posible de vida). Aunque en algunas regiones islámicas se permitía la representación figurativa siempre que se ciñera a las dependencias privadas.

MANUSCRITOS ISLÁMICOS Hacia el 1000 los persas (ubicados en el actual Irán) incluyeron la representación figurativa en sus manuscritos de forma miniatura y detallada con espacios planos y poco profundos. En ellas las figuras y objetos son contorneados. Los colores se aplican de forma plana o con poca modulación tonal en combinaciones contrastantes de cálidos y fríos. Hacia el siglo XVI los artistas mogoles (en la India) incluyeron en los manuscritos aves, animales y plantas además de su arquitectura típica.

ILUSTRACIONES IMPRESAS: LIBROS DE BLOQUE El diseño de los libros en bloque era similar, en algunas páginas, al de las historietas actuales, con viñetas que narraban diversos sucesos temporales.

ILUSTRACIONES IMPRESAS: NAIPES Respecto a la impresión de ilustraciones hace su aparición un personaje conocido como el “maestro de los naipes” quien creó los grabados en planchas de cobre. El proceso consistía en incidir la plancha con un punzón para luego entintarla, limpiar la superficie del exceso de tinta y presionarla contra un papel para lograr la transferencia del motivo. Su obra más destacada es una baraja con imágenes de aves, otros animales y hombres salvajes.

ILUSTRACIONES IMPRESAS: LIBROS El primer impresor que incluyó en sus publicaciones xilografías con el fin de ilustrarlas fue Albert Pfister de Bamberg. Realizó nueve ediciones de cinco libros de literatura popular.

EL PRIMER ILUSTRADOR DE LIBROS RECONOCIDO El primer ilustrador identificado como tal en un libro fue Erhad Reuwich, desarrollando su labor en “Peregrinationes in montem Syon” (“Viajes al monte Sión”). El autor del libro era el deán de la catedral de Maguncia, Bernardus Breindenbach, quien viajó junto a Reuwich en 1483 a Jerusalén, retornando al año siguiente. Las ilustraciones de Reuwich incluían mapas regionales, edificios significativos y vistas de las ciudades principales (este libro se trata del primero que incluyó ilustraciones desplegables). Reuwich también fue el primero en realizar ilustraciones sombreadas a rayas.

LA ILUSTRACIÓN EN FRANCIA El “Libro de las Horas” de Philippe Pigouchet se destaca por su excelencia gráfica. Parece ser que fue justamente Pigouchet quien introdujo la técnica del criblé o puntillismo, que consiste en llenar de puntos blancos las partes negras de madera para dar a la página una tonalidad llena de vida.

ILUSTRACIÓN DE PORTADA Se podría decir que el “Calendarium” de Regiomontanus, impreso por Erhard Ratdolt, fue el primer libro con una portada realmente identificadora. Dentro del mismo se observan ilustración a dos tintas, negra y amarilla, representando los eclipses y ciclos solares y lunares. Se trata tal vez del primer libro troquelado ya que presenta una rueda matemática para calcular los ciclos solares, que a su vez permitía la manipulación por parte del lector, compuesta por dos recortes circulares sobre la página.

MARCOS ILUSTRADOS Ratdolt le daba especial importancia en el diseño tanto a los marcos como a los márgenes, áreas a las cuales reservaba, en el caso lateral, para la representación de diagramas explicativos. En el caso de los marcos xilografiados uno de tres lados se convirtió en una especie de marca de fábrica de Ratdolt. Ambos casos podemos observarlos en la edición de 1482 de los “Elementos de geometría” de Euclides.

ESTILO DE ILUSTRACIONES DEL SIGLO XV Se presume que Giovanni Alvise, bajo el pseudónimo de Johannes Nicolai de Verona, imprimió en 1472 el “De re militari” (“De lo militar”) de Roberto Valturio. Allí se presentan ilustraciones de contornos suaves y líneas delgadas, hechas con bloques de madera. Estas ilustraciones marcaron un estilo que se popularizaría en el diseño gráfico italiano durante las últimas décadas del siglo XV.

ESTILO DE ILUSTRACIONES DEL SIGLO XVI El francés Geoffrey Tory fue determinante para el mismo. Con marcos decorativos e ilustraciones bajo una gran suavidad y sutileza. Tory usaba en sus marcos e ilustraciones, los cuales eran tallados por el mismo a partir de bloques de madera, una línea fina para los contornos y dejaba fluir el aire alrededor y dentro de sus curvas graciosas muy distantes de la densidad y sobrecarga góticas.