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OLFATO, AROMAS Y EMOCIONES Verónica Zul

Mayo 2019

El olfato es uno sentido que nunca descansa, ni cuando estamos dormidos. El olfato constantemente nos brinda información mediante los olores, por ejemplo, donde estamos, si alguien que conocemos esta cerca, el ambiente, etc. Es por eso que hay una relación muy estrecha entre el olfato y los aromas. Los aromas los procesa el sistema límbico, que es el que regula las respuestas fisiológicas, entre ellas las emociones y está relacionado con el aprendizaje y la memoria. Los aromas producen diferentes estímulos, pueden ser relajantes y aromáticos como la rosa o la manzanilla. Y pueden llegar a asociarse a personas, momentos de la vida, lugares y sentimientos, activan emociones e instintos en nuestro estado de ánimo. La intensidad con la que percibimos un olor depende mucho de la volatilidad de la sustancia y la memoria olfativa de cada persona. Cada uno de nosotros comenzamos a desarrollar la memoria olfativa incluso antes de nacer, es por eso que los bebes reconocen fácilmente el olor de su mamá. Con el paso del tiempo aumenta o disminuye la capacidad de la memoria olfativa, dependiendo de varios factores, por ejemplo, una persona que vive en el campo desarrolla una memoria olfativa más natural y sutil que una que esta acostumbrada a olores químicos y tóxicos. Se dice que el cerebro retiene mejor un olor, que cualquier otra sensación percibida por los otros sentidos. En algunos estudios se ha detectado que el humano recuerda: 30% de lo huele 5 % de lo que ve 2% de lo que oye 1% de lo que toca También que la memoria puede retener hasta 10,000 aromas distintivos y sólo reconocer 200 colores, dado que se memoriza 7 veces más lo que olemos que lo que vemos y tardamos 10 años en olvidar un olor y solo 3 en olvidar una imagen.