Masa Madre Con Zumo

La receta que propone Ms. Wink es: Día 1: Mezclar 2 cucharadas de harina integral (trigo o centeno da lo mismo) con 2 cu

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La receta que propone Ms. Wink es: Día 1: Mezclar 2 cucharadas de harina integral (trigo o centeno da lo mismo) con 2 cucharadas de zumo. Día 2: Añadir lo mismo. Día 3: Añadir lo mismo. Día 4 en adelante: Mezclar 2 partes (por peso) de mezcla con una parte de agua y una parte de harina. Lo que se consigue con esto es que la mezcla inicial tenga una acidez lo suficientemente alta como para que: - No puedan crecer las bacterias que no nos interesan. - Se activen las esporas de las levaduras presentes en la harina. Hay otro tema relacionado: mucha gente comenta que al pasar a alimentar la mm con harina blanca cesa la actividad. En la harina integral hay muchas más levaduras (dormidas) que en la harina blanca, por lo que si no tenemos una población abundante de levaduras, al añadir harina blanca disminuimos mucho la población. Antes de pasar a refrescar con harina blanca necesitamos una población de levaduras sana y abundante, y el burbujeo del segundo o tercer día no es indicativo de ello. En cambio, usando el método del zumo, si hay burbujeo abundante podemos deducir que será debido a levaduras, y ya se puede refrescar con harina blanca.

Necesitas: Zumo de piña, cuanto más natural mejor, si es de pulpa no pasa nada, o incluso esos de lata. Lo que es importante es que no lleve conservantes. No intentes usar otro zumo, es la piña la que tiene el PH correcto. Harina (trigo o centeno), a poder ser integral. La harina integral alberga un mayor número de levaduras y lactobacilos que la harina blanca y además de contener más nutrientes para que se puedan alimentar. El uso de harina integral aumentará las probabilidad de éxito. Agua embotellada o filtrada. Si usas agua del grifo, déjala reposar en un recipiente sin tapar durante 24 horas, para que evapore el cloro. Para leer más sobre el agua para los fermentos, clica aquí. Un tarro de vidrio o de plástico para uso alimentario. Día 1 2 cucharadas de harina 2 cucharadas de zumo de piña Poner los ingredientes en el tarro y mezclar bien. Tiene que quedar una masa espesa. Tapar, pero no tapar herméticamente. La masa tiene que poder respirar y las levaduras y las bacterias que hay en el aire tienen que poder entrar.

Dejar reposar 24 horas (48 si esta en un lugar frío). Es recomendable remover la mezcla un par de veces mientras reposa. Día 2 Añadir: 2 cucharadas de harina 2 cucharadas de zumo de piña. Mezclar bien, y como el día anterior, dejar reposar la masa tapada 24 horas (48 si estas en un lugar muy frío). Es recomendable remover la mezcla un par de veces mientras reposa. Día 3 Añadir: 4 cucharadas de harina 4 cucharadas de agua Mismo procedimiento que los días anteriores. Ahora ya tendrías que ver actividad en la masa y también un leve olor a ácido. Día 4 Añadir: 4 cucharadas de harina 4 cucharadas de agua Mismo procedimiento que los días anteriores. Llegado aquí normalmente tienes una masa madre, sana. Días 5, 6 y 7 Los siguientes 3 días la alimentas de la misma forma que en el paso 4ª, con 4 cucharadas de harina y 4 de agua. Conservación y uso de la masa madre Llegado a este punto, ya podemos decir que tenemos una masa madre joven, preparada y aunque no ha llegado a su esplendor, ya la podemos utilizar para hacer pan. Se dice que la masa madre llega a su madurez a los 30 días. Probablemente, aún no tengas masa madre suficiente para hacer tu primer pan así que habrá que aumentar la cantidad. Añade a partes iguales agua y harina, hasta que tengas algo más de 200 gramos (si vas a hacer la receta básica de 1 pan de molde). Una vez alcanzada la cantidad de masa madre adecuada al uso que vayas a dar, pasarás a conservarla en la nevera. Puedes cerrar el tarro a rosca o a presión pero siempre teniendo

cuidado de que el recipiente no esta lleno hasta arriba y que tenga el suficiente espacio para expandirse y el suficiente oxígeno para respirar. Si no la usas habitualmente, lo mejor es remover y alimentar la masa madre una vez a la semana, aunque es bastante resistente y puede sobrevivir más tiempo. Si no tienes más espacio en el recipiente y no tienes planeado hacer pan, entonces retiras y descartas (o regalas) una parte de la masa madre. Se recomienda sacar la masa madre de la nevera de entre 12-24 horas antes de hacer pan. De todas formas, si algún día no te es posible o improvisas, te podemos confirmar que nosotros hemos hecho pan con masa madre directamente de la nevera. Eso sí, hemos tenido la precaución de darle más tiempo de elevado o una temperatura de elevado mas alta. Recuerda conservar siempre una parte de la masa madre y no utilizarla toda. Ahora habrá que alimentarla de nuevo, recuerda, a partes iguales agua y harina. En este punto habrá que decidir donde guardarla. Si la vas a necesitar pronto y en cantidad, la dejas fuera, sino, la guardas en la nevera.