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DEDICATORIA Quiero dedicar este libro a la generación de hombres y mujeres que me acompañaron en la vida ministerial en Manantial de Vida entre los años 2000 y 2005. Muchos de ellos ya no están geográcamente cerca de nosotros, pero siguen muy presentes en mi corazón. Otros fueron premiados antes que nosotros, siendo recibidos en la Presencia del Señor y los demás están sembrados por todo el mundo predicando el Evangelio que el Espíritu Santo anuncia en este tiempo. A lo largo de esos años, pasaron por nuestra casa personas muy valientes y aunque esa estirpe de gente nunca faltó entre nosotros, estos creyeron en un sueño llamado Escuela de Liderazgo de Avanzada. Cuando comenzamos a diseñar estas escuelas, dibujábamos algunos trazos de tiza blanca sobre un viejo pizarrón escolar de fondo verde. Allí trazábamos la posición de las sillas, las mesas (algo que casi nadie podía comprender) y los horarios de las clases entre semana. Esto desaaba abiertamente el apego de la gente hacia el calendario romano, algo que muchos consideraban imposible durante esos días. El propósito de este libro es recopilar la enseñanza puntual y determinante que recibimos durante el mes de Diciembre del año 2012. En cada una de estas páginas se reeja la visión apostólica que Dios nos encomendó para desarrollar en nuestra congregación, Manantial de Vida. Vaya mi agradecimiento a todas las personas que en cada tiempo entienden y abrazan la revelación que Dios imparte en sus días, haciendo posible la concreción de todo lo que vemos hoy. Gracias a nuestro Dios que nos permite vivir en estos tiempos únicos y gloriosos. Ap. Juan Ballistreri Córdoba, Ciudad Redentiva República Argentina

AGRADECIMIENTOS A todos los que hacen posible la concreción de las Escuelas de Liderazgo de Avanzada. A todos los que creyeron y siguen creyendo en este proyecto de Reino A los miles de alumnos que asistieron a nuestras Escuelas durante estos años desde diferentes lugares del mundo. A los maestros que participaron en esta Escuela de Liderazgo de Avanzada. A mi amigo Lucas Márquez, uno de mis primeros maestros en la Escuela bíblica, por todos los años de formación y amistad que Dios nos permitió disfrutar. A mi amigo David Greco, un maestro con una claridad y lucidez poco común en estos días. A mis amigos Guillermo y Vicky Virginillo por tantos años de amistad incondicional. A mi amigo Bladimiro Wojtowicz, profeta y escritor, por haber tomado estas enseñanzas y editarlas en forma de libro. A mis hijos (Aquí hay que poner el nombre de los hijos, hijas, esposos, esposas y nietos) A mi esposa Laura, por su apoyo y compañía incondicional. A la gente de Manantial de Vida, por todos los años

ÍNDICE Introducción (Ap. Juan Ballistreri) 7 1. “Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios” (Ap. Juan Ballistreri) 11 2. “El Reino de Dios” (Ap. Lucas Márquez) 21 3. “¿Sucesores o herederos?” (Ing. Guillermo Virginillo) 37 4. “Transferir la semilla, transere la vida” (Ap. Lucas Márquez) 49 5. “Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios” Parte 2 (Ap. Juan Ballistreri) 65 6. “La Predestinación” (Ap. Lucas Márquez) 91 7. “Vida, entrenamiento y fruto” (Ap. Lucas Márquez) 105 8. “La persona y la obra” (Ap. Juan Ballistreri) 117 9. “Autoridad, poder y Reino” (Ap. David Greco) 129 10. “Oír correctamente: Autoridad y Poder para manifestar el Reino” (Ap. David Greco) 141 11. “Cultura del Reino” (Ap. David Greco) 147

INTRODUCCIÓN

C

uando estaba nalizando la Escuela de Liderazgo de Avanzada en el mes de Diciembre del año 2012, nos dimos cuenta que era necesario tomar los pensamientos que Dios nos impartió durante las conferencias y plasmarlo en una obra escrita.

La palabra que Dios nos entregó durante estos días fue impactante, pero el ámbito en el que vivíamos era diferente. El Señor nos había procesado durante estos años, por eso estábamos expectantes por lo que íbamos a oír. Aunque siempre tenemos hambre, algunas veces el Espíritu Santo provoca un nivel más profundo por la Palabra de revelación. Todos en Manantial de Vida esperamos las Escuelas de Liderazgo de Avanzada, pero esta la esperábamos con una mayor intensidad. Cuando el Espíritu Santo comenzó a hablarnos a través de cada maestro, tomamos la decisión de hacer un libro con esos contenidos para que todos puedan acceder a los temas que se ministraron. Un libro hace que la Palabra impartida perdure a través de los años, multiplicando el alcance de la revelación que recibimos como Cuerpo. Sin duda, los alumnos que estuvieron presentes estarán de acuerdo conmigo en que no había manera de retener y procesar todo lo que Dios nos impartió durante esos días. Este libro lo ayudará a profundizar en los principios eternos que le permitirán desarrollarse en el propósito eterno de Dios para su vida. El mensaje del Evangelio del Reino sólo es para gente valiente que se atreva a ir un paso más allá que el promedio. Poder reunir a esas personas que uyen en este nivel de revelación no es común, por esta razón considero que esta Escuela fue muy especial. Todo Reino necesita una ecología para existir. En este libro podrá encontrar indicaciones precisas sobre las condiciones necesarias para que ese Reino se manieste en nuestros días.

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Escuela de Liderazgo de Avanzada Jesús le agradeció al Padre porque escondió los misterios del Reino de los sabios y los entendidos para revelárselos a los pequeñitos. El día que dejemos de ser pequeñitos habremos quedado fuera de la próxima revelación del Reino. Si tenemos que tratar con gente, en el Reino no debemos actuar como jueces sino como médicos. Donde hay médicos siempre habrá gente. La gente no quiere estar en los tribunales o con los jueces. Si queremos expandir el Reino, necesitamos deshacernos del juez “religioso” que llevamos dentro. ¡Ahora mismo debemos declararnos como médicos del Reino! La vida de Reino contempla una herencia y este tema no estuvo ausente en esta Escuela. Toda herencia siempre debe contar con la palabra “para”. El Señor nos hizo herederos para concretar un propósito eterno y cuando nos paramos en la posición del Rey, debemos saber cómo manifestarlo en lo natural. Todos los padres tratamos de llevar a nuestros hijos hacia la Iglesia como un primer nivel de instrucción, porque queremos dejarles un legado. Durante el año 2012 nos armamos en la siguiente palabra profética: “Si tienen muchas cosas para realizar, lo más probable es que sean inecientes, porque los hijos de Dios hacen una sola cosa en la vida”. Nuestra única tarea en el Reino es enfocarnos en Cristo: “Recibir la impartición de su persona, crecer en Él y manifestar esa realidad”. Los creyentes no tenemos muchas más cosas para hacer dentro del Reino. Pablo dijo: “Una cosa hago”. Si los hijos del Reino nos comprometemos con esta verdad, donde todas las actividades que realizamos se enfocan en Cristo, las congregaciones se mantendrán alineadas con su propósito eterno. Jesús vino a anunciar que el Reino de Dios se había acercado, hizo las obras del Padre, sanó a los enfermos, liberó a los cautivos, limpió a los leprosos, echó fuera demonios y resucitó a los muertos. Podemos resumir este trabajo en esta frase: “Destruir las obras de diablo”. Para concretar esta obra se necesita poder, porque es lo único que nos permitirá resistir. El creyente necesita experimentar 8

Introducción el poder en sus encuentros diarios con Dios, partiendo desde lo más simple. El poder nos permite participar y desarrollarnos en una dimensión de gloria muy hermosa. ¡Este libro lo inspirará a vivir en la realidad de ese poder!

Apóstol Juan Ballistreri

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CAPÍTULO UNO

“Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios” Apóstol Juan Ballistreri

E

stamos creyendo que todo lo que Dios nos va a revelar en este tiempo tiene que ver con manifestar su Reino sobre la tierra. Creemos que comienza un tiempo donde podremos reconciliar todas las cosas, basados en Colosenses 1:20: “y por medio de él (Cristo) reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos…”. Comenzaremos a ver la manifestación progresiva del Espíritu de reconciliación en la medida que Dios nos vaya revelando las claves para activarnos en esta nueva impartición del Espíritu Santo. Veremos la restitución de nuestra herencia y accederemos a la posesión de todo lo que Dios preparó para nosotros. Habrá familias fuertes que caminarán en la vida de la visión, esto nos proveerá una mayor claridad acerca de los pasos que debe dar la Iglesia para tomar su lugar entre las naciones de la Tierra. Confío que Dios nos irá mostrando el camino.

Necesidades, benecios y riesgos Dentro de la manifestación del Reino de Dios, quiero tratar la necesidad, los benecios y los riesgos de implementar una visión. El Señor me desaó a tratar ciertos temas prácticos. Creo que todas las personas redimidas y regeneradas por la sangre de Cristo tienen una visión de Dios particular y única. Cada institución creada ostenta una visión por naturaleza propia. No tengo conictos en aceptar que cada ser humano tiene una visión de Dios, porque nos hizo únicos e irrepetibles. Cuando nos unimos en matrimonio lo hacemos con una persona que tiene una visión particular de Dios, pero a pesar de las diferencias, pueden construir un proyecto de vida en paz. Dios nos da hijos que son únicos, diferentes e irrepetibles. Nos pone en la 11

Escuela de Liderazgo de Avanzada Iglesia, donde cada persona que la integra tiene una visión diferente. Esta es la razón por la cual nos cuesta tanto alinearnos con una visión de Dios para poder implementarla. ¿Por qué la Iglesia está ausente en una generación donde la gente tiene tanta necesidad de oír? Dios le dará un carácter protagónico a su Iglesia, pero debemos preguntarnos qué nos falta aún. Un obrero de Dios debe ser aprobado, pero no porque en alguna etapa de nuestra vida hayamos sido ecientes, debemos ser aprobados en cada nivel de desarrollo que nos toque enfrentar. ¿Cada cuánto tiempo deberíamos presentarnos y renovarnos en lo que Dios nos está demandando? Considero que debemos revisar permanentemente nuestros patrones de pensamiento antes de implementar lo que Dios nos impartió.

Implementación La persona más pobre del mundo es la que no tiene un sueño, pero la más frustrada es la que no sabe cómo realizarlo. Escuché a Dios decir que la frustración que sienten sus hijos se debe a que sus expectativas son más grandes que lo que están dispuestos a implementar. Esa palabra la asumo para mí y se la extiendo a usted. No estamos discutiendo acerca de la visión apostólica, sino cómo levantar un liderazgo capaz de implementarla. Este es el único camino para hacer viable una visión de Dios. Los asuntos doctrinales no pueden detenernos, sólo la falta de capacidad para implementar la visión que nos fue impartida. Recibir una visión de Dios es un aspecto del liderazgo, pero la implementación es el otro aspecto de la vida de sus siervos. No sólo se activará la revelación La palabra “Sion” signica “lugar sin ambigüedad”. Si Cristo está en nosotros, no puede haber ambigüedades porque Él representa la visión para su Iglesia.

Palabra encarnada Una parte de la visión debe ser audible y tangible, porque el Reino de Dios es divino y humano al mismo tiempo. Cristo fue el claro ejemplo de una visión implantada en una persona, porque 12

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios el “Verbo” se hizo carne. Está fuera de discusión que Dios tenga una visión para cada uno de nosotros, pero necesitamos analizar si tenemos la capacidad para implantarla, prosperar y progresar. El problema surge a nivel del hombre. La implantación es la urgencia de toda persona que se dice salva. ¿Es posible que una persona que realmente nació de nuevo por el Espíritu Santo y fue regenerada, no manieste el Reino de Dios en su propia vida, aunque sea de una manera incipiente? Cuando el ser humano interpreta una visión de Dios, siempre utilizará mecanismos humanos. No sé si Ezequiel vio un águila, pero relacionó la visión que recibió con la forma de un águila, porque cuando Dios nos habla respetará nuestras pautas culturales para que podamos comprender el mensaje. Para que la implementación sea una realidad, cada miembro del Cuerpo de Cristo debe reconocer con claridad cuál es el mensaje de Dios. La implementación de la visión romperá todos los códigos que conocemos en el mundo empresarial. Existe una gran diferencia entre implementar una visión en una empresa y hacerlo en el Reino. Si la empresa aún no pasó por la Cruz, no tendrá nada para aportarnos. Esta es la razón por la cual siempre se nos presentará una crisis en la implantación de la visión. En el mundo no escasea la gente con visión, pero existen muy pocos en condiciones de implementarla adecuadamente. Esto indica que es un asunto de revelación y necesitamos comprender en qué punto violamos los principios para edicar el Reino de Dios. Cristo fue el claro ejemplo de una visión implantada en una persona, porque el “Verbo” se hizo carne.

Riesgo cero

No existen riesgos en recibir una visión de Dios. Si Él habló, no tenemos nada más que decir, pero necesitamos recibir los mecanismos que nos permitirán implementarla en nuestra vida. Ese es nuestro gran desafío individual. Cuando no tenemos claridad en la implementación de una visión, con toda seguridad pasaremos por encima de los derechos divinos de los 13

Escuela de Liderazgo de Avanzada demás. Quizá deberíamos pasar más tiempo orando y buscando a Dios para implementar correctamente una visión que para recibirla. Todas las “asignaturas” en el Espíritu se aprueban por medio de la humildad. Veremos cosas extraordinarias en este tiempo. Dios se aseguró de colocar su Palabra y su visión en buenas manos, pero a la hora de la implementación se manifestarán los verdaderos conictos. Cuando Dios le impartió a Moisés las leyes espirituales para su pueblo, sabía que la gente no la podría implementar. ¿Cuál fue la razón? Cuando Moisés invitó al pueblo a acercarse al monte, la respuesta que recibió fue: “Sube tú”. En otras palabras, no les interesó conocer los términos del pacto y, en consecuencia, mucho menos pagar el precio para implementarlo.

Cruzar la línea Existe una gran diferencia entre estar al pie de la montaña o en la cima. Las serpientes pueden subir solamente hasta cierto nivel de la montaña debido al nivel de oxígeno que necesitan para vivir y a ese límite se lo llama la “línea de la serpiente”. El ser humano puede sobrevivir más arriba. En la cima de la montaña no hay serpientes. Las luchas con el diablo pueden ocurrir sólo hasta la mitad de la montaña, pero al superar esa línea nos encontraremos con la visión de Dios. No podemos caminar juntos cuando no podemos juntarnos para orar. Si no podemos estar juntos, mejor estemos separados. El punto es el nivel de la serpiente. Nuestro desafío en el ámbito de la vida es hacer subir al pueblo a la cima de la montaña. Jesús no aceptó subir solo porque temía que le pasara algo, porque en la cima no había riesgos, sino por la gloria que se manifestaría. Desde la línea de la serpiente hacia abajo nos encontraremos con un pueblo incierto e inseguro, donde todos los sueños que tenemos quedarán distraídos entre gente que no quiere funcionar. ¡Necesitamos negarnos a subir solos al lugar de la visión!

Rendición total Si no nos sometemos voluntariamente al gobierno de Dios seremos ingobernables. A la hora de implementar una visión de Dios, ¿cuán afectados estamos por nuestra cultura política, social, 14

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios profesional o familiar? Esa es la puricación de nuestras almas que describió Pedro, donde debemos despojarnos de todo lo que puede infectar la implementación de una visión de Dios. Las experiencias personales contaminarán la visión, porque todo lo que Dios nos imparte está en nuestro espíritu desde antes de cualquier experiencia. La visión de Dios es eterna y las personas también lo son. Llevar adelante una visión en el Cuerpo de Cristo es muy diferente a los paradigmas que hemos concebido en nuestras vidas y debemos desecharlos para no adulterarla. La visión se va a encapsular dentro de una forma humana, pero no se puede transmitir directamente, primero debemos “deshumanizar” todo concepto anexo para que la visión corra como Dios la entregó. Hay una doble honra para el hombre que puede llevar adelante una visión de Dios porque su tarea más difícil será globalizarla. La visión indica la dirección hacia dónde nos envía Dios y no hacia el lugar donde asumimos que nos mandó. El líder cargará sobre sus hombros la responsabilidad de implementar la impartición de Dios con el mismo nivel de divinidad que la naturaleza desde donde partió esa visión. Cristo murió porque la visión lo absorbió por completo, donde toda su humanidad fue absorbida por lo divino.

Asumir nuestra responsabilidad Pablo dijo: “Haced morir, pues, lo terrenal en vosotros” (Colosenses 3:5). Podemos morir al pecado, pero mantener con vida lo terrenal en nuestra mente. La diferencia entre morir a lo terrenal y al pecado, es que ambas cosas se absorben entre sí. El pecado es lo que Dios desecha, pero nosotros debemos desechar lo terrenal que pudiera existir en nuestra vida. El Cuerpo de Cristo nos está pidiendo que muramos para que la visión pueda expresarse de la manera más pura, porque Dios siempre va a usar vasos humanos. Pablo dice: “… por amor del cual lo he perdido todo y lo tengo por basura, para ganar a Cristo” (Filipenses 3:8). Para predicar correctamente lo que vimos, debemos “desinfectarlo” de nuestra experiencia personal. 15

Escuela de Liderazgo de Avanzada Debemos entender principios básicos y fundamentales de la vida de fe, honrando la gracia y la visión que Dios le entregó a cada ministro. ¿Cómo depositamos nuestras visiones individuales para introducirla en el concepto del Cuerpo de Cristo? ¡Implementando una visión! Allí entran en juego los factores humanos, las características de una persona, su temperamento o su estilo de liderazgo y lo comparamos con nuestra experiencia, profesión, familia, etc. El problema surge cuando nuestra vida pasa sin que logremos implementar todo lo que Dios nos mostró.

Aprender a oír Las palabras que Dios le habló a Abraham cuando le dijo que “saliera de su tierra y su parentela”, no son para todos. Sólo son para aquellos cuya tierra y parentela pudieran ser un obstáculo para el nacimiento de una generación. Cuando recibimos una palabra de Dios, debemos asumir que nos demandará un compromiso total. En este punto no podemos desligarnos de la responsabilidad individual. Si Dios nos habló personalmente debemos asumir el reto, sin detenernos a esperar que otros nos acompañen. Debe despertarse en nuestro espíritu “el poder del único”. Cuando Jesús le dijo al Padre si podía pasar esa copa de su vida, recibió como respuesta una rearmación de su voluntad soberana: “Debes cargar los pecados del mundo”. Cuando Jesús respondió “sea tu voluntad”, signica que el resto de las voluntades, incluida la suya, no tenía la menor injerencia en el asunto. El poder del unigénito se maniesta en que no dependemos de la respuesta o el apoyo de otros, Dios nos concedió la capacidad para avanzar en su poder y autoridad. No necesitamos esperar a formar un equipo de trabajo, aunque esto será de una gran ayuda. La Biblia no habla de equipos, sino de un Cuerpo y miembros. El problema es cuando la palabra equipo absorbe la revelación que recibimos, nos paralizará ante la ausencia de ese apoyo. Cuando recibimos una palabra de Dios, debemos asumir que nos demandará un compromiso total.

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Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios Tenemos que ser eles en implementar la visión que recibimos en nuestra propia vida. Si esa visión es única, debemos comenzar a implementarla. El efecto volumen se produce ante una masa crítica llamada: “Yo te envío”. Si este universo comenzó con uno, el nuestro también puede comenzar de la misma manera. Debemos comenzar a demostrar por los frutos que los únicos comprometidos con una visión despertarán a las masas. Tomé la decisión de caminar sobre esta palabra desde Diciembre hasta Marzo. Necesitamos incorporar este concepto para que el espíritu de este siglo no nos abrume con esperar a ver a una gran masa humana haciendo cosas. La clave es que cuando nos comprometemos con la visión que Dios nos impartió, se producirá un efecto centrípeto que comenzará en nosotros e impactará todo a nuestro alrededor.

Recuperar el balance Toda visión corre el riesgo de “humanizarse”, por eso debemos cuidar que nunca deje de ser divina, pero al mismo tiempo no debemos “espiritualizarla” tanto que deje de ser humana. Dios se hizo hombre, pero nosotros nunca podríamos hacernos Dios. Toda visión reeja a Dios “haciéndose” a Sí mismo y no a nosotros tratando de hacer la visión. El Padre se agradó de vernos como potenciales en este tiempo porque cree en nosotros. Cuando Dios ve que somos conables y nos puede usar, seguirá haciéndolo en tanto se lo permitamos. En este tiempo no nacerán hijos espirituales escritos en un manual, sino aquellos que implementarán la visión primero en sus propias vidas. Desde el vientre de mi madre, Dios ya me había ungido como predicador y a pesar de mis aciertos y errores, hasta hoy sigo predicando el Evangelio. No podemos violar las leyes más elementales de la vida de fe. Si Dios nos llamó para realizar una tarea, no debemos dudar ni un minuto en hacerla. Las iglesias no nos peleamos en las doctrinas, sino en la manera de implementar la visión del Reino. No podemos ser efectivos en un método si primero nuestra vida no gira coherentemente alrededor de una visión. 17

Escuela de Liderazgo de Avanzada Las iglesias se dividen por diferencias en la implementación de una visión. Si creemos que Dios nos dio una visión y es paternal, debemos crear nuestra propia línea de discípulos y trabajar en la obra para ganar nuestras naciones. Si queremos funcionar juntos en el Cuerpo de Cristo necesitamos entender que nuestra visión individual debe sumarse a la visión corporativa para ser más efectivos en la manifestación del Reino de Dios.

Impartir, no forzar Debemos entender que hay una visión de Dios y necesitamos poner en práctica todo lo que le habló a nuestra vida para sumar nuestro aporte de manera efectiva y clara, sin violentar a la gente. Los seres humanos no entendieron a Cristo cuando vino a la Tierra porque no tenía la “forma” que esperaban. Cuando nos comprometemos a manifestar el Reino de Dios, no debemos pensar que no habrá problemas. Todos podemos mirar hacia arriba y rendirnos ante el Dios majestuoso. El problema ocurre cuando Él nos asigna a un líder con quien debemos caminar bajo los códigos de una visión. Dios no tuvo problemas en hablar con Daniel o revelarse a Mardoqueo, Noé, Josué, etc. Nunca tiene problemas porque es Dios, pero por algún secreto divino, para que todos seamos uno y manifestemos su Reino en la Tierra, le agradó usar personas imperfectas. Esto es para que aprendamos a quedarnos con lo divino, deshumanizando nuestra vida y la de quienes Dios nos asignó para poder edicar algo mayor. Dios siempre esperará nuestra manifestación a nivel individual, pero le fastidian los pueblos cuando no entienden la tarea asignada de un líder. Él no tuvo problemas con Cristo, el conicto lo tuvo Cristo con sus discípulos. Dios no tuvo problemas con Moisés, sino Moisés con el pueblo. La experiencia no es la mejor escuela, pero a veces llega a ser la más necia de las mejores escuelas. No podemos pararnos a implementar una visión mundial cuando somos incapaces de demostrar que funciona en nuestra propia casa. Es necesario implantar la visión en nuestra vida para que esa unción tenga un efecto. Tenemos que aprender a ser más aprobados en esta materia. 18

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios

Un mismo criterio El común denominador que encontramos en las reacciones de las personas a lo largo de las Escrituras era el siguiente: “Visiones diferentes, pero con una misma respuesta”. Las reacciones serán siempre las mismas: “Rebelión, incredulidad, muerte, resistencia y persecución”. El mensaje de Dios puede llegar a ser impredecible, pero no ocurrirá lo mismo con las reacciones de las personas a la hora de implementar una visión. Somos predecibles, pero al mismo tiempo divinos. Dios está listo para hacer la obra con nosotros. Toda persona que tiene una visión de Dios, aunque esté solo, morirá viéndola implantada en su vida y quedará la cosecha pendiente para la próxima generación. Jesús y los apóstoles del primer siglo son un ejemplo claro de este principio. Si queremos conocer el signicado de la soledad en una visión, debemos tratar de implantarla en nuestra vida. Allí reside la diferencia entre servir a Dios y ser un líder que guía a otros. Servir a Dios es parte de nuestra naturaleza, pero liderar sin ejercer presión sobre la gente y alinearlos a todos detrás de un mismo objetivo es un obispado, cuya gracia se debe cultivar como resultado de una relación con el Espíritu Santo. En esta generación necesitamos aprender a implantar. Los apóstoles sólo tendrán la evidencia de su llamado si encuentran por lo menos a doce que sobrevivan a la implantación de un pensamiento. Ideas y libros hay por todos lados, el tema es implantar una visión sin imponerla. Este es nuestro desafío como hijos de Dios. La meta debe ser implantar una visión de Reino, sin que la persona que decidió seguirnos sienta que le estamos imponiendo una carga imposible de sobrellevar. La generación que logre esto podrá tocar efectivamente al mundo. La gente no temerá dar la vida por lo que les estamos enseñando, pero lo harán sin perder el gozo y la alegría del servicio.

Trabajo con gozo La visión de Dios siempre es dinámica y particular. Si se violara alguno de estos dos principios, la obra del diablo habría logrado su efecto sobre una generación. Entiéndase por dinámica a 19

Escuela de Liderazgo de Avanzada la fuerza de una visión y por particularidad, que una visión nunca nos haga perder la alegría de ser un uno. Sumados voluntariamente por una vida sujeta al Espíritu, a algo más grande de lo que somos como individuos. La nueva generación que verá el Reino de Dios manifestado en la Tierra, será la que durante toda la semana trabajó una Palabra y el domingo sólo recibirá la conrmación de la voz apostólica sobre el mensaje que recibieron en privado. La voz apostólica no tiene que “inaugurar nuestro cerebro”, es un segundo testimonio para nuestro espíritu porque Dios siempre debe hablar primero. La salvación nunca es efectiva si el Espíritu Santo no trabajó en la persona. El Salmo 47:2 dice: “Un abismo llama a otro abismo, a la voz de la cascada”. Si lo que estoy escribiendo y lo que usted lee es de Dios, no necesita estar pensando en otra cosa. Si estamos entre gente madura, no tiene por qué haber conictos porque Dios ya nos habló antes. Sería diferente si en los altares familiares en cada hogar de la Iglesia, los padres que oyeron a Dios transmitieran esa convicción. Entonces aprenderían como familias a conrmar ese mensaje por la voz de su pastor. Para que esto sea una realidad, necesitamos cruzar la línea de la serpiente.

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CAPÍTULO DOS

“El Reino de Dios” Apóstol Lucas Márquez

T

odo lo que conozco acerca del Reino es lo que aprendí, pero pronto en mi vida me pude dar cuenta que todas las cosas que aprendí, no son todas las que hay para aprender. La naturaleza del Reino es un misterio. Pablo dice en 1 Corintios 13 que “la carne y la sangre” no pueden heredar el Reino de Dios y “la corrupción no heredará la incorrupción”.

Jesús estableció las condiciones preliminares para entrar al Reino: 1. Ser pequeñito Jesús le agradeció al Padre porque escondió los misterios del Reino de los sabios y los entendidos para revelárselos a los pequeñitos. El día que dejemos de ser pequeñitos habremos quedado fuera de la próxima revelación del Reino. Desde el punto de vista humano nadie quiere ser pequeñito. Cuando somos niños todos nos preguntarán: “¿Qué quisieras ser cuando seas grande?”. La respuesta más sabia que deberíamos dar es: “Cuando sea grande, quiero volver a ser pequeñito”. 2. Ser inocentes El mayor problema para tener acceso a la revelación del Reino es todo el bagaje teológico que cargamos en nuestra mente por todos los conceptos que hemos aprendido. En este caso, la “ignorancia teológica” trabajaría a nuestro favor. Cuando Jesús comenzó su ministerio confrontó a una religión llamada “judaísmo” que tenía 1600 años de tradición. Esta no era una religión pagana, porque estaba diseñada para adorar a Dios. Entonces, ¿cómo pudo haberse transformado en el mayor problema para que la gente 21

Escuela de Liderazgo de Avanzada entrara al Reino? Jesús ignoró todo el protocolo del judaísmo y la concepción judía del Reino. Hoy estamos tratando de conectarnos con el mensaje del Reino, pero debemos batallar con un cristianismo que tiene 500 años más de tradición religiosa que el judaísmo que enfrentó Jesús. El cristianismo tiene estructuras, paradigmas y “vacas sagradas” que son intocables. El problema del Reino es que cuando creemos que estamos funcionando correctamente, en realidad no estaremos haciendo nada. Existe una alta probabilidad que hayamos sido trasladados desde la naturaleza de Adán a la de Cristo, pero aún no hayamos sido transferidos desde la potestad de las tinieblas al Reino del Amado Hijo. Cuando Pablo le escribió a Timoteo la primera epístola llevaba dos años en prisión. Durante ese tiempo las congregaciones comenzaron a degradarse porque fueron inltradas por las losofías griegas y el judaísmo fundamentalista. Entonces el pastor Timoteo estaba enfrentando un problema que lo superaba. Pablo le escribió diciéndole: “Como te rogué que te quedases en Éfeso, cuando fui a Macedonia, para que mandases a algunos que no enseñen diferente doctrina…” (1 Timoteo 1:3). Necesitamos desarrollar una capacidad de diagnóstico que nos permita saber cuáles son las cosas diferentes que comienzan a enquistarse en nuestra pedagogía. Esto determinará nuestra praxis y afectará nuestro ministerio. Estas cosas son diferentes al modelo de economía para la Iglesia que Dios estableció en el Nuevo Testamento.

Orar con discernimiento En esta epístola, Pablo dice que debemos orar de acuerdo al diseño del Reino para que “todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad”. Estas son las dos etapas del conocimiento de Dios y describen la tarea que debemos realizar como ministerio: 1. Que la persona sea salva 2. Que la persona acceda al pleno conocimiento de la verdad 22

El Reino de Dios Si no se cumplen estos dos puntos, corremos el riesgo de tener congregaciones llenas de personas salvas pero ignorantes. El pleno conocimiento de la verdad es la revelación del Nuevo Pacto, la economía neo-testamentaria de Dios, el Reino y la Gracia. Somos ministros competentes de un Nuevo Pacto. Tenemos que llegar al pleno conocimiento de la Verdad y esto se reeja en el diálogo que tuvo Jesús con Nicodemo. La palabra Nicodemo (Necodemus) es un término compuesto “neco, victoria y demus, pueblo”. Este nombre estaba diseñado a la medida de este hombre, porque toda esa casta religiosa trabajaba desde una jerarquía diseñada para alcanzar “la victoria sobre el pueblo”. Es el formato de las congregaciones tradicionales, donde existe un grupo dirigente y un clero que ministra, pero el resto de la gente no tiene injerencia alguna en la vida congregacional. Esto anuló el desarrollo de cada creyente y mutiló su ministerio personal.

Entre maestros… Este personaje vino a Jesús de noche para tener una conversación de maestro a Maestro. Jesús le respondió: “¿Eres tu maestro en Israel?”. Con esta pregunta inclinó el campo de juego a su favor, antes de comenzar la conversación. Nicodemo comenzó mal porque la motivación que lo llevó hasta Jesús esa noche se concentró sólo en los milagros. El problema de la gente que no está en el Reino es que depositó su fe en los milagros. Hay dos tipos de personas, las que tienen fe en los milagros y las que tienen fe para producirlos. Cuando el milagro se va, también se va la fe basada en el milagro. Necesitamos averiguar cuál es nuestro nivel de fe para determinar Cristo fue el claro si nos estamos basando en los milagros ejemplo de una visión implantada en una u operamos en la fe de Dios para persona, porque el producirlos. “Verbo” se hizo carne.

Agua y Espíritu Jesús comenzó el diálogo diciendo: “Si no naces de agua y del Espíritu, no puedes ver el Reino”. A partir de ese momento Nicodemo quedó fuera de la dimensión del diálogo, aunque en 23

Escuela de Liderazgo de Avanzada su mente seguía creyendo que hablaba con Jesús. Cuando uno comienza a ser guiado por el Espíritu a la revelación del Reino, también se expondrá nuestra estupidez humana. Nunca sabremos cuánta estupidez hay en nuestra mente hasta que no recibamos una revelación clara del mensaje del Reino. Nicodemo preguntó: “¿Cómo un hombre siendo viejo puede entrar nuevamente en el vientre de su madre y volver a nacer?”. Una persona con dos dedos de frente jamás habría hecho semejante pregunta, parece ser que cuánto más brillantes sean los intelectuales de la fe ante los hombres, más torpes se vuelven respecto al Reino de Dios. Esta es la razón por la cual debemos aprender a ser como los pequeñitos si queremos abrazar la revelación del Reino de Dios. El gran obstáculo es justamente todo lo que aprendimos desde los institutos bíblicos. Jesús volvió a parar a Nicodemo en el punto central del tema: El Reino. Esa noche Jesús estableció dos principios: “El Reino y el Nuevo Nacimiento”. Se limitó a mencionarlos, pero nunca se los explicó a Nicodemo. La conversación terminó con una sentencia que dejó abrumado al pobre escriba de la ley: “el viento sopla... más no sabes de dónde viene ni hacia dónde va”. Hubo un Nicodemo que ocupó un lugar protagónico en esta historia, pero el síndrome de este buen hombre se repite permanentemente en la Iglesia a lo largo de todas las generaciones hasta hoy. En realidad lo que Jesús le dijo a Nicodemo fue: “Al viento sólo lo puedes oír o sentir; en otras palabras, el Reino nunca es un concepto acabado, debe ser una experiencia de revelación permanente en tu espíritu”. Podemos tomar notas hasta de los suspiros del predicador y aún así estar fuera del Reino, porque el tema tiene que ver con “nacer” y es “una experiencia traumática que cambiará nuestra vida para siempre”. Debemos orar para que el Señor alumbre nuestro entendimiento espiritual y poder entender la supereminente grandeza de su poder. Debemos desarrollar una expectativa santa que en algún momento algo vamos a experimentar en nuestro espíritu y se producirá un avance en nuestra vida.

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El Reino de Dios Declare conmigo: “Señor, necesito volver a experimentarte para entrar en la dimensión del Reino”.

Diferencias fundamentales Los cuatro evangelios fueron escritos con un objetivo de Reino, sólo Mateo y Lucas contienen la genealogía del Rey. La diferencia entre estas dos genealogías es que la de Mateo comienza con Abraham y la de Lucas con Adán. La diferencia entre Abraham y Adán es que él fue creado, pero Abraham fue llamado. El Reino no es para los creados sino para los llamados. Desde Génesis 1 a Génesis 11, Dios intentó trabajar con la raza creada y no pudo, por eso abandonó denitivamente al “género de los creados”. En Génesis 12 comienza a tratar con el “género de los llamados”. El Reino no le pertenece al género de los creados, sino al género de los llamados. Pablo dice que si somos de Cristo, ciertamente linaje de Abraham somos y herederos según la promesa. Esto implica que el género de los llamados es engendrado por el Espíritu. Juan el Bautista tuvo el ministerio de la recomendación: recomendó a Jesús y lo bautizó en el Jordán. Deberíamos preguntarnos: • ¿Por qué Jesús quería bautizarse, si Juan bautizaba para arrepentimiento? • ¿De qué tenía que arrepentirse Jesús? • ¿Quién bautizó a Juan? Cuando Jesús descendió a las aguas del Jordán, Juan le pidió que lo bautizara a él, pero el Maestro le dijo: “Es necesario que me bautices para que cumplamos con toda Justicia”. Lo que ocurrió en el Jordán fue un asunto de Reino.

Semejanza de muerte Pablo plantea el tema del bautismo en Romanos 6:5: “Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, así también lo seremos en la de su resurrección”. No sé si alguna vez 25

Escuela de Liderazgo de Avanzada pensamos que fuimos plantados en la semejanza de la muerte de Jesús. Yo fui plantado juntamente con Él en la semejanza de su muerte y también lo seré en la semejanza de su resurrección. En realidad, en el original griego está diciendo: “Crecemos en la semejanza de su muerte y crecemos en la semejanza de su resurrección”. Tenemos la imagen de Jesús en el Jordán donde debía ser sepultado porque necesitaba resucitar. Todo el ministerio del Reino se implementa en la resurrección. Por tanto, el bautismo de resurrección que da comienzo a su ministerio necesitaba tener una señal de resurrección. Jesús era la resurrección antes que lo crucicaran, por eso le dijo a Marta en Betania: “Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto vivirá” (Juan 11:25). El poder de la resurrección de Cristo actúa poderosamente en nosotros. En el Reino sólo opera lo que ha muerto y resucitó con Cristo, esa es una experiencia tangible.

Cumplir la justicia Jesús le dijo a Juan: “Deja ahora, porque así conviene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó” (Mateo 3:15). Jesús no le habló a Juan, porque ningún hombre puede cumplir la justicia de Dios, sino porque estaba expresando al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. También el bautismo fue una señal del cumplimiento de la justicia y esto tiene que ver con el Reino. Ninguna justicia se cumplió en las aguas del Jordán, la justicia se cumplió en la Cruz, pero este fue sólo un anticipo. Jesús les impartió a sus discípulos la Gran Comisión en Mateo 28 luego de resucitar y no antes, porque sin resurrección no se podía establecer esta impartición. Era necesario que Cristo muriera y resucitara, para que en ese poder real y regio podamos realizar la tarea del Reino y manifestarla en estos días. La Cultura del Reino consiste en cuidar a los demás. Somos ciudadanos del Reino para cuidar a otros. Si no entendemos esto, nuestro propósito aún no se nos reveló. Una de las manifestaciones del Reino se produce a través de gente que desarrolla una vida capaz de cuidar y nutrir a otros. Declare conmigo: “Ya tengo la realidad del Reino dentro de mí, pero 26

El Reino de Dios ahora veré la manifestación del Reino a través de mi vida”.

Enfoque correcto El problema de la Iglesia en tiempos de Pablo era su predisposición a juzgar a otros y enredarse en temas éticos. Pablo dice en Romanos 14:1: “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”. Romanos 14:17 dice: “… porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. En el evangelio de Mateo vemos la expresión “el Reino de los cielos”, pero en Marcos, Lucas y Juan gura como “el Reino de Dios”. El Reino de Dios es tan eterno como Él mismo. El Reino de los Cielos es un fragmento de tiempo contenido dentro del Reino de Dios, comenzó con la Iglesia y lleva 2000 años transcurriendo. Para los que estudian la escatología, este Reino abarcará el milenio. Es un período de tiempo contenido dentro del Reino eterno de Dios. Hay mucha gente en el Reino de Dios que todavía no entró al Reino de los cielos, porque esta dimensión es sólo para los vencedores. Desde el día que nacimos de nuevo somos parte del Reino de Dios porque es eterno. El Reino de los Cielos depende de nuestra capacidad de gestión, nuestra manera de entender el ministerio personal y nuestra tarea para este tiempo. Declaración: “Declaro que en mi país se levantarán congregaciones de Reino por todos lados y yo seré un propagador del mensaje del Reino”.

Auto preserva Mateo 7:1-6 dice: “No juzguéis, Desde el día que para que no seáis juzgados. Porque con nacimos de nuevo somos parte del Reino el juicio con que juzgáis, seréis de Dios porque es juzgados, y con la medida con que eterno. medís, os será medido. ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo? ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo? ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, 27

Escuela de Liderazgo de Avanzada y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano. No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen”. El pasaje de Mateo 7 y 8 tiene que ver con cuidar a los demás, porque en el Reino “todos cuidamos de todos”. Tenemos tantos problemas en las congregaciones locales porque la gente trabaja y opera desde una mentalidad eclesial y no desde el Reino. En la medida que el Reino nos sea revelado tendremos menos problemas en la gestión de nuestro llamado en la Iglesia. Cuando operamos desde la mentalidad gubernamental del Reino, no perderemos tiempo haciendo preguntas como las de Nicodemo. Por su propia naturaleza, el Reino siempre operará en nosotros. Si tuviéramos que hacer una constitución (todo Reino tiene una) y leyéramos la antigua y la nueva ley, Jesús dijo: “Oísteis que fue dicho: No cometerás adulterio. Pero yo os digo que cualquiera que mira a una mujer para codiciarla, ya adulteró con ella en su corazón” (Mateo 5:27-28). Jesús derogó la constitución de Israel y escribió la constitución del Reino. Si cumplir la vieja constitución era difícil, ¡imagínese caminar al paso de la nueva! Nadie calicaría por sí mismo.

In fraganti Luego continúa diciendo: “Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio. Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hermano, será culpable ante el concilio; y cualquiera que le diga: Fatuo, quedará expuesto al inerno de fuego” (Mateo 5:21-22). En la antigua constitución, para pecar había que cometer materialmente la transgresión. Pero en la nueva, aunque no hayamos consumado el acto, sólo por desearlo ya cometimos una transgresión. En el pasaje de Mateo 5:48, Jesús remata este pensamiento de la siguiente manera: “Sed, pues, vosotros perfectos, como vuestro Padre que está en los cielos es perfecto”. Y aquí es donde queda fuera nuestra carne, nuestra voluntad y todos los esfuerzos humanos.

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El Reino de Dios Romanos 8:2-3 dice: “Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte. Porque lo que era imposible para la ley, por cuanto era débil por la carne, Dios, enviando a su Hijo en semejanza de carne de pecado y a causa del pecado, condenó al pecado en la carne…”. Si tuviéramos que redactar una constitución para el reino de los perros, ¿estableceríamos que todo perro debería ser bilingüe? Esto sería absurdo, porque no es compatible con la naturaleza canina. La constitución de cualquier reino debe ser compatible con la naturaleza de los individuos que lo componen. Lo único que nos habilita para estar a la altura de la constitución del Reino es la vida que Dios le impartió a nuestro espíritu. La constitución del Reino no está basada en nuestra vida humana, sino en la vida divina que nos fue transferida por medio del Espíritu Santo.

Los principios correctos Tratar con gente es un asunto muy serio porque nos puede matar. ¿Alguna vez tuvo instintos asesinos pastoreando gente? Necesitamos aprender a tratar a la gente bajo los principios del Reino y no por el marketing gerencial o las técnicas psicológicas de moda. Si tratar con gente es difícil, ¡cuánto más será cuidarlos y alimentarlos! Nuestro contacto con la gente se debe basar en los principios del Reino. La intención de Dios es que nos cuidemos unos a otros y nos olvidemos de nosotros mismos. Para ello debemos renunciar a la costumbre de juzgar. Mateo 9:9-13 nos presenta un claro ejemplo de este juicio religioso: “Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, y le dijo: Sígueme. Y se levantó y le siguió. Y aconteció que estando él sentado a la mesa en la casa, he aquí que muchos publicanos y pecadores, que habían venido, se sentaron juntamente a la mesa con Jesús y sus discípulos. Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos y pecadores? Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. Id, pues, y aprended lo que signica: Misericordia quiero, y no sacricio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”. 29

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Agentes de restauración En el Reino se establece que si vamos a tratar con gente, no debemos actuar como jueces sino como médicos. Donde hay médicos habrá gente. La gente no quiere estar en los tribunales o con los jueces. Si queremos expandir el Reino, necesitamos deshacernos del juez que llevamos por dentro. Ahora mismo debemos tomar autoridad sobre el juez que llevamos por dentro y declararnos médicos del Reino. El pasaje de Romanos 14:1 dice: “Recibid al débil en la fe, pero no para contender sobre opiniones”. El verso 10 dice: “Pero tú, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú también, ¿por qué menosprecias a tu hermano? Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”. El pasaje de Romanos 14:17 dice: “… porque el Reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo”. Pablo dice que mientras juzgamos a la gente, no deberíamos olvidar que nosotros seremos juzgados en el “bema” (el tribunal de Cristo). Romanos 15:1-3 dice: “Así que, los que somos fuertes debemos soportar las aquezas de los débiles, y no agradarnos a nosotros mismos. Cada uno de nosotros agrade a su prójimo en lo que es bueno, para edicación. Porque ni aun Cristo se agradó a sí mismo; antes bien, como está escrito: Los vituperios de los que te vituperaban, cayeron sobre mí”. Mateo 16:13-18 dice: “Viniendo Jesús a la región de Cesarea de Filipo, preguntó a sus discípulos, diciendo: ¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre? Ellos dijeron: Unos, Juan el Bautista; otros, Elías; y otros, Jeremías, o alguno de los profetas. Ninguno de los nombres es peyorativo. En el fondo lo están comparando con gente grande, pero se quedaron cortos. Pedro tiene una revelación del cielo. Él les dijo: Y vosotros, ¿quién decís que soy yo? Respondiendo Simón Pedro, dijo: Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente. Entonces le respondió Jesús: Bienaventurado eres, Simón, hijo de Jonás, porque no te lo reveló carne ni sangre, sino mi Padre que está en los cielos. Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edicaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no 30

El Reino de Dios prevalecerán contra ella”. La gente como Simón no edica nada, pero los que tienen la naturaleza de Pedro sí. Los primeros representan al hombre natural que aún no tuvo un encuentro con Jesucristo. El Señor le cambió el nombre a Simón y lo llamó Pedro, porque para edicar la Iglesia se necesita operar en la nueva naturaleza del Reino. En el pasaje de Mateo16:19, Jesús conrmó este principio: “Y a ti te daré las llaves del Reino de los cielos; y todo lo que atares en la tierra será atado en los cielos; y todo lo que desatares en la tierra será desatado en los Cielos”.

Las llaves En este pasaje se habla de muchas llaves, pero Pedro usó dos que fueron clave en su ministerio, permitiéndole abrir el evangelio a los gentiles y desatar el derramamiento del Espíritu Santo. Estas dos llaves activaron nuevas dimensiones para la manifestación del Reino de Dios en la Tierra. El pasaje de Mateo16:21-23 dice: “Desde entonces comenzó Jesús a declarar a sus discípulos que le era necesario ir a Jerusalén y padecer mucho de los ancianos, de los principales sacerdotes y de los escribas; y ser muerto, y resucitar al tercer día. Entonces Pedro, tomándolo aparte, comenzó a reconvenirle, diciendo: Señor, ten compasión de ti; en ninguna manera esto te acontezca. Pero él, volviéndose, dijo a Pedro: ¡Quítate de delante de mí, Satanás!; me eres tropiezo, porque no pones la mira en las cosas de Dios, sino en las de los hombres”. Jesús les declara que va a edicar la Iglesia y luego les dice cuál será el método que En el Reino de Dios, el utilizaría para hacerlo. Era necesario alma queda fuera del que fuera a Jerusalén a morir, porque es contrato. la única forma que existe para edicar a la Iglesia. ¿Cómo aparece Satanás en el camino hacia la edicación de la Iglesia? A través del alma aún no negada de Pedro. En el Reino de Dios, el alma queda fuera del contrato. Declare conmigo: “En los próximos años Dios nos entregará 31

Escuela de Liderazgo de Avanzada las llaves del Reino para abrir nuevas dimensiones que aún no fueron abiertas en nuestros países”.

Espíritu vivicado Si aún estamos en condiciones de desilusionarnos dentro del ministerio, es porque todavía quedan áreas donde nuestra alma tiene capacidad de decisión. Cuando Dios sopló aliento de vida en el hombre se convirtió en un alma viviente. Pero cuando nacemos del agua y del Espíritu, ya no somos un alma viviente sino un espíritu vivicado. Entender este punto es trascendental para manifestar el Reino. Nuestra verdadera persona no es un alma viviente, sino el espíritu vivicado. Cuando el Señor le dijo a Pedro que si quería participar en la edicación de la Iglesia primero debía negarse a sí mismo, la expresión en griego sería “niega tu alma como persona, porque ahora eres espíritu vivicado”. No somos un alma viviente, somos espíritu vivicado, el asiento donde mora el Espíritu de Dios. La diferencia entre el espíritu vivicado y el alma es que el primero es proactivo, mientras que el alma siempre será reactiva. Antes de funcionar, primero el alma necesita que ocurra algo. Siempre que recibimos una buena noticia se alegrará nuestra alma. Por eso María dijo: “Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se regocija en Dios mi Salvador” (Lucas 1:46-47). Hasta que no aprendamos a tratar con nuestra alma en el Reino tendremos hondos problemas para tratar con la gente en el ministerio. La negación del alma es fundamental para la edicación de la Iglesia. La moda de tomarse un año sabático porque estamos cansados, es como decir elegantemente que renunciamos a nuestra gestión personal dentro del Reino. No existe nada mejor para exponer nuestra naturaleza humana que pastorear gente. Un escritor dijo: “Vivir en el cielo con los santos que amamos será una gloria, pero vivir aquí abajo con los santos que conocemos es otra historia”. Todo el mensaje del Nuevo Pacto es “si vivimos en el Espíritu, debemos andar por el Espíritu”. Esto implica poner nuestra mente en el Espíritu para caminar, cantar, servir, etc, desde esta perspectiva. Porque el Reino de los cielos es un asunto 32

El Reino de Dios esencialmente del Espíritu. Hemos descubierto al enemigo ¡está dentro de nosotros!

El ego herido Mateo 7:7 dice: “¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. La viga en nuestro ojo representa a nuestro “ego” herido. En el Reino estar herido es una violación a la constitución. No se puede estar herido en el Reino. ¿Cómo es posible que a Pablo lo metieran en la profundidad de una cárcel amarrado con un cepo y a medianoche se pusiera a cantar? Eso no es natural, no es normal y demanda un ejercicio del espíritu a un nivel muy elevado, donde ninguna cosa que nos rodea podrá afectar nuestro mundo interior. El ministerio es el lugar ideal para vivir amargado, manipular a la gente o morir antes de tiempo. Necesitamos con urgencia aprender a movernos en la dimensión del Espíritu.

Las dicultades Mateo 7:13-14 dice: “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella, porque estrecha es la puerta, y angosto el camino que lleva a la vida, y pocos son los que la hallan”. Muchos de nosotros hemos visto el cuadro donde aparece el camino ancho y el camino angosto. El Señor nos dice que cuidar a los demás y alimentarlos tiene que ver con una vida estrecha. Pero la estrechez no viene para complicarnos la vida. No existe un campeón en cualquier disciplina que no haya transitado por el camino estrecho. Lionel Messi llegó a ser un dotado del fútbol porque superó una dicultad física. El camino estrecho es para maximizar nuestro trabajo en el cuidado de la gente. ¿Por qué menciona la puerta primero y después el camino? Porque en el trato con la gente, primero debemos cruzar hacia una nueva dimensión para luego transitar la metodología o el camino del Reino. Si alguien quiere venir a mi casa, primero debe tomar el camino correcto y luego llegar hasta la puerta. Pero en el Reino las cosas funcionan al revés, primero debemos cruzar la Puerta y después transitamos por 33

Escuela de Liderazgo de Avanzada el Camino. Primero ingresamos a la dimensión del Espíritu y luego atravesamos el proceso, el método que usemos para tratar con la gente debe ser dirigido por Dios.

Tres pasos Existen tres pasos que el Señor estableció para desarrollarnos en este proceso: “Pedir, buscar y golpear”. Cuando ministramos a la gente bajo el concepto del Reino, no podremos hacerlo solos o como nos parezca. Debemos hacerlo según los parámetros del Reino y pedir, buscar y golpear para que pueda manifestarse individualmente en nuestra vida. Pedir es una oración común donde parece que no hay respuesta de Dios. Pero si perseveramos, entonces debemos llamar y esto nos habla de una mayor intensidad. Cuando tenemos problemas con los líderes o con la gente, ya no podemos navegar en “piloto automático”. Si en este segundo paso todavía no sentimos una dirección clara, entonces necesitamos golpear y esto signica que ya estamos encima de la respuesta. Aunque estamos confrontando con la oposición de las tinieblas, golpear implica estar a punto de recibir la solución cuando se abra la puerta.

Ministros del Nuevo Pacto Este pasaje tiene que ver con el modelo para ser ministros en el Nuevo Pacto. Colosenses 1:24-29 dice: “Ahora me gozo en lo que padezco por vosotros, y cumplo en mi carne lo que falta de las aicciones de Cristo por su cuerpo, que es la iglesia; de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a n de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; para lo cual también trabajo, luchando según la potencia de él, la cual actúa poderosamente en mí”. Pablo habla de 34

El Reino de Dios padecer y completar. Dice que nuestro ministerio tiene que ver con dos cosas: “Completar lo que falta del padecimiento de Cristo por la edicación de la Iglesia y completar la palabra de la revelación”. Esto es necesario para que podamos completar la Palabra y completar lo que falta de las aicciones de Cristo por su Cuerpo, la Iglesia. Hay dos tipos de aicciones relacionadas con la Iglesia: 1. Las aicciones de la Cruz Cuando Cristo murió en la Cruz, donde fue aigido y golpeado, esa obra fue consumada. No podemos agregarle o quitarle nada, el Señor concluyó su obra redentora en la Cruz. Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”. Por tanto, la obra redentora en la Cruz es una tarea exclusivamente de Cristo, donde nosotros no tenemos participación alguna. 2. Las aicciones de Cristo Cuando participamos de las aicciones de Cristo, completamos lo que falta para la edicación de su Cuerpo, la Iglesia. En este tiempo se está manifestando una nueva revelación de la Palabra del Reino. No es normal gozarse mientras padecemos. No es común pedir por la mañana que nos vengan padecimientos para poder gozarnos en el Señor. Necesitamos aprender a movernos en un nivel de revelación del Reino que nos permita cuidar a la gente, mientras aprendemos a gozarnos cuando debamos padecer. El Reino de los cielos es justicia, paz y gozo, por eso no debemos permitir que nadie nos robe el gozo de la Iglesia. Cuando ganamos gente nos amarán, pero cuando comencemos a edicarlos, seguro nos resistirán. Mateo 16:18 dice: “Y yo también te digo que tú eres Pedro y sobre esta roca edicaré mi Iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella”. Cada vez que comencemos a edicar algo en el Reino de Dios, las puertas del inerno se levantarán en contra 35

Escuela de Liderazgo de Avanzada nuestra. En el Reino el tema es que todos sean salvos y vengan al conocimiento de la Verdad. Denitivamente somos edicadores; por tanto, no podemos movernos en la dimensión del alma, sino en la autoridad del Espíritu Santo.

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CAPÍTULO TRES

“¿Sucesores o herederos?” Ing. Guillermo Virginillo

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uimos indoctos en muchas áreas, aunque esta palabra suene muy fuerte. Cuando estudiamos y adquirimos conocimientos, nunca sabemos cuándo los vamos a utilizar. Un problema que vemos hoy en la educación, es que a los docentes se los dejó de llamar con ese título. Ahora se los dene como: “Trabajadores de la educación”. Cierta vez hablaba con una maestra y le decía que cada vez que la llamaran trabajadora de la educación, debía rechazar esas palabras porque estaban ofendiendo su mente y el don redentivo que Dios le impartió para concretarlo a través de la enseñanza. Ese mismo espíritu fue permeando las congregaciones, a tal punto que el conocimiento muchas veces llegó a ser un conicto que impide formar un pueblo que conozca la Palabra de Dios.

Cuando uno estudia diferentes materias en algún curso piensa: “En algún momento las voy a utilizar”; aunque quizá nunca las vayamos a usar. Cuando compramos un auto viene con una rueda de auxilio. Si debemos cambiar una rueda y el auto es nuevo, con toda seguridad tendremos problemas con el gato, porque nunca antes lo habíamos usado. La falta de práctica complicó un trámite simple. Esto mismo ocurre con la palabra de Dios. Podemos conocer muchos versículos y seguir preguntándonos: “¿Por qué en mi vida aún no se activó este versículo? ¿Debo desecharlo o lo guardo en mi espíritu?”. El pasaje de Proverbios 10:14 dice: “El que es sabio atesora el conocimiento” y Proverbios 10:17 dice: “El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde”. Salomón 37

Escuela de Liderazgo de Avanzada resalta que el único camino para la sabiduría es guardar la instrucción. Hoy es muy difícil encontrar un alumno que al llegar de la escuela nos diga “amo a mi maestro”. Pero no siempre esto fue así. Los que pasamos por la educación primaria hace no muchos años, recordamos con cariño a alguna maestra que marcó nuestra vida y quedó ligada a nosotros de alguna manera. Necesitamos redimir esto en la formación de la Iglesia actual. Las “Escuelas de Liderazgo de Avanzada” tienen dos conceptos: “Uno que va hacia nuestra persona y otro a redimir la educación de la tierra donde habitamos”. Este conocimiento que viene por la Palabra de Dios traerá verdadera libertad a nuestras naciones. El pasaje de Job 12:12 dice: “Entre los ancianos se halla la sabiduría; en los muchos años, el entendimiento”. Cuando practico tenis frente a un frontón, cada vez que le pego a la pelota puedo predecir por dónde regresará. Esto es posible porque el muro está quieto y es lo mismo que ocurrió con la Iglesia durante años. Durante años estuvimos aprendiendo como si estuviéramos frente a un frontón cuando analizábamos cada versículo de las Escrituras y cómo implementarlo. El problema es que en la vida real no se juega frente a un frontón y permanentemente aparecerá una realidad que nos hará reaccionar de una forma distinta. Por eso muchas veces el tenista se tira al piso porque hubo una jugada que no estaba prevista. La Iglesia tiene que acceder a este tipo de entrenamiento. Hoy en día los equipos electrónicos también se crean con el sistema de prueba y error. Es muy difícil romper un celular o una computadora porque están fabricados a prueba de errores. La Iglesia fue educada para trabajar por el método de prueba y error, pero debe llegar el momento que aprendamos por lo que nos enseña la Palabra. Cuando un cristiano fue impartido mediante el evangelio de la prueba y el error, es muy probable que ante el primer error no vuelva a congregarse. Quiero abordar el tema de sucesores o herederos. Estas son dos palabras similares, pero tienen un signicado muy diferente. En la Biblia no es tan fácil encontrar la palabra sucesor, pero es muy común hallar la palabra heredero. 38

Sucesores o Herederos Romanos 8:14 dice: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”. La primera condición que Dios nos pone para que podamos empezar a entender la magnitud de su Reino es saber que somos sus hijos. Si vamos a hablar de herencia y herederos, es importante sentirnos parte del Reino, porque es lo que vamos a impartir

¿Quién es heredero? En el concepto Latino tradicional, es una realidad a la que esperamos acceder cuando alguien muere. Algunas veces una herencia se transformará más en un conicto que en una bendición, porque no se sabe para qué recibimos lo que heredamos. Pero debemos retener la Palabra de Romanos 8:15: “Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: ¡Abba! ¡Padre!”. En primer lugar, debemos saber que el Padre nos está reconociendo como hijos, pero también nos asegura: “Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria” (Romanos 8:17). En otras palabras, si somos hijos de Dios, somos reyes y tenemos derecho a recibir una herencia. Pero si tenemos una herencia, es vital saber “para qué la tenemos”. Cuando vemos el diseño de los automóviles, podemos ver que los nuevos modelos siguen el concepto de los anteriores. En otras palabras, los constructores buscan que el auto conserve la genética del anterior. El auto fue creado para transportar personas y En otras palabras, si somos hijos de Dios, tuvo un valor de uso, pero un mínimo somos reyes y tenemos valor de estima. Hoy en día los autos derecho a recibir una tienen un confort tan grande que el herencia. valor de estima es muy superior al valor de uso, donde no sólo queremos transportarnos sino lucirnos. Toda esta genética está presente en cada modelo sucesor. Si compramos un Mercedes-Benz (uno de los primeros automóviles), podremos ver que conserva la genética del 39

Escuela de Liderazgo de Avanzada primer modelo: El auto nos debe seguir transportando. Cuando consideramos la herencia que Dios nos quiere entregar a través de su Reino, necesitamos entender cuál es el diseño que estableció desde el principio para continuar edicando según el propósito para el cual nos creó. En este punto la palabra heredero nos confronta con pensamientos que no fueron siempre bien tratados dentro de la Iglesia. La palabra heredero muchas veces nos hizo apáticos, porque como ya teníamos la herencia de Dios, asumimos que podíamos hacer con ella lo que quisiéramos. Esto fue lo que ocurrió con el hijo pródigo cuando pidió su herencia y el padre se la entregó. Pero este hombre no entendió que una herencia lleva consigo un espíritu que va mucho más allá de la plata o las riquezas que nos pueda transmitir. Una herencia nos tiene que posicionar como sucesores de nuestro padre, porque él llegó hasta un punto y a nosotros nos toca continuar edicando esa obra.

Dios no menciona la palabra sucesor En todo momento Dios da por entendido que si recibimos una herencia en el Reino, así como la recibimos de gracia, debemos entregarla por gracia. Cuando recibimos una herencia y no sabemos para qué, estamos metidos en un grave conicto. Hoy la Iglesia debe saber para qué está en la tierra y para qué Dios mandó a su Hijo a morir por la humanidad. En este sentido se nos inculcó demasiado al Dios de la salvación y muy poco al redentor. La diferencia entre ambos es abismal. Necesitamos entender que cuando se nos imparte sólo al Dios de la salvación, nos quedamos detenidos en una estación. El Dios de la salvación, llevado a un plano muy práctico, es como un guardavida que nos rescata del mar porque nos estamos ahogando. Pero luego de rescatarnos nos dejará en la playa y nunca nos llevará hasta nuestra casa. Nos falta entender al Cristo de la redención, el que una vez que nos salvó se quitará las vestiduras de guardavida y se colocará las de Maestro para “enseñarnos a caminar y manifestar nuestro propósito en la vida”. En la congregación de Manantial de Vida 40

Sucesores o Herederos siempre se declaró a Córdoba como una ciudad redentiva, no como una ciudad de salvación. Esta es una declaración muy fuerte, porque habla de algo que vamos a tener que ejecutar como reyes, porque ya tenemos el uniforme y la libertad para accionar. Así como en nuestra vida accionamos con el don redentivo, debemos saber que estamos en una congregación diseñada para redimir las mentes de las personas, fundamentalmente a través de las Escuelas de Liderazgo. Muchos de los que se contactan con las ELA, incluso luego de mantenerse al margen del proceso educativo del Reino durante varios años, necesitan saber que en este lugar se deben redimir las mentes. Un lugar donde el Espíritu debe ser tratado de tal manera que la persona vuelva a pensar como un alumno para poder aprender. Pero también un lugar donde debe llegar el momento cuando esa acción impartida en su vida lo transforme en un redentor para otros; el actor principal y no un actor de reparto. En psicología se estudia el “alter ego”, algo así como ocupar otra posición que no es la que somos. Muchas veces decimos “voy a mi trabajo, me pongo el uniforme de trabajador y me olvido quién soy”. El problema es que la Palabra dice que debemos ser una sola persona, aunque tengamos varios uniformes: “Cuando estamos en el trabajo, en la Congregación, en nuestra casa, etc”. En todos estos casos parece como si cada lugar hiciera de nosotros personas diferentes. El apóstol Pablo logra meter dentro de sí mismo a Cristo cuando dice: “He sido crucicado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí” (Gálatas 2:20). Aquí asume el papel protagónico, el problema es que durante muchos años la Iglesia sólo tuvo actores de reparto. Cuando debemos manifestar al Rey que habita en nosotros, ya no hay actores de reparto, sólo actores principales. En cuanto a la herencia, al decir que somos reyes deberíamos preguntarnos qué herencia estamos 41

Escuela de Liderazgo de Avanzada dejando como tales. Cuando leemos las Crónicas podemos ver la calidad de la herencia que David le dejó a Salomón para construir el templo y la lista es impresionante. Pero no sólo le dejó riquezas, también le impartió una instrucción: “Te dejo todo esto para que construyas el templo del Señor”. Toda herencia siempre debe contar con la palabra “para”. El Señor nos hizo herederos para concretar un propósito eterno y cuando nos paramos en la posición del Rey, debemos saber cómo manifestarlo en lo natural. Todos los padres tratamos de llevar a nuestros hijos hacia la Iglesia como un primer nivel de instrucción, porque queremos dejarles un legado. Pero pocas veces nos sentamos con ellos para decirles: “Te dejo las riquezas que me dio el Señor para…”. Cada vez que Dios nos da algo, primero estableció para qué nos lo quiere dar. Es precioso entender que Dios nos dejó a su Hijo y nos hizo co-herederos junto con él. En el Antiguo Pacto, la palabra herencia hace referencia al esperma o semilla. Pero cuando Cristo celebró la última cena con sus discípulos, hizo lo que llamo “un cambio de banda presidencial”. Básicamente les dijo: “Esto se los dejo porque me voy. Son mis herederos y esto seguirá hasta donde ustedes lo sigan”. No les dejó propiedades, oro o plata, por eso nos costó entender la comisión. Pero nos dejó una herencia maravillosa: “Su propia vida y a través de ella nos impartió su Espíritu”. Cuando decimos que somos herederos de la gracia y no lo vemos como algo físico o tangible, nos costará entender la herencia. Ser herederos de la gracia es tener una herencia innitamente superior a la que David le dejó a Salomón. Nos cuesta entender porque somos carnales, no dejamos de ser almas vivientes para ser espíritus vivicados. Pero cuando se nos revele que nuestra herencia es la gracia, nos vamos a sorprender porque es algo increíblemente grande. Como padres, siempre pensamos en la herencia que les dejaremos a nuestros hijos. Pero la mejor herencia es que Cristo pueda pasar de generación en generación. Ahí es donde un sucesor se transforma en una persona activa. Los abogados separan las palabras heredero y sucesor. El actor 42

Sucesores o Herederos Ricardo Fort representa a un heredero: “No hace nada pero, es heredero”. Por eso los abogados hablan de sucesores cuando se reeren a la continuidad de una empresa. Esto hace que un heredero puede que no sea un sucesor. Dios quiere que seamos herederos y sucesores; en otras palabras, que seamos activos y accionemos para impartir. Desde tiempos antiguos, en Europa lo más importante es saber cuál es el título nobiliario de cada persona. Surgen grandes conictos entre la realeza cuando un príncipe se une a una persona sin linaje. Inventan diversas historias para resistir esta situación porque conocen el peso de sumar a su casa el linaje de otra casa. Ese linaje será transmitido para gobernar la casa desde ahí en adelante. Para los príncipes, el manejo de la política sucesoria es importantísimo porque de ello depende la permanencia o no de la casa en el tiempo. Entonces, si somos reyes, necesitamos preguntarnos qué tipo de herencia estamos dejando. Proverbios 13:22 dice: “El hombre de bien deja herencia a sus nietos; las riquezas del pecador se quedan para los justos”. La palabra nos anima a dejar herencia y Proverbios nos dice que ésta es multi generacional. Dios quiere que le transmitamos a nuestra descendencia la gracia que nos impartió. Los hijos quieren tener herencia de los padres, pero no sólo una herencia material sino una impartición de nuestro espíritu. La cultura del consumismo hace que sean pocas las cosas materiales de valor que les podemos dejar a nuestros hijos. Pero es interesante que aprendamos a sembrar en los hijos el concepto de herencia. En la Iglesia no entendemos la dimensión de este concepto. Pero para manifestar el Reino de Dios es necesario que la casa paterna nos imparta el concepto de herencia. Proverbios 17:2 dice: “El siervo sabio gobernará al hijo sinvergüenza y compartirá la herencia con los otros hermanos”. Para Dios la herencia es tan importante que si los hijos no la tomamos, seremos gobernados por un siervo. Dios no concibe la manifestación del rey sin un concepto claro de lo que implica ser un heredero, un sucesor y formar parte de un linaje. 43

Escuela de Liderazgo de Avanzada Las empresas familiares proliferaron en nuestros países y es interesante ver los conictos que tienen. En este sentido hemos visto que cuando una empresa perdura más allá de la tercera generación, es prácticamente imposible que se destruya. En el mundo las empresas que pasaron la tercera generación siguen siendo líderes, porque aún sin saberlo activaron un principio espiritual (el de la tercera y cuarta generación). El 95% de las pequeñas empresas presentan conictos familiares. Esto mismo ocurre en la Iglesia donde domina el alma viviente y generalmente se presentan conictos tremendos. El régimen sucesorio familiar pone en serio riesgo la unidad patrimonial y el espíritu de trascendencia, saben que una familia que tiene el concepto adecuado de herencia, impartirá un espíritu de trascendencia.

Noé y el arca Cuando se desató el diluvio, Noé se embarcó sólo con su familia. Dios nunca va a establecer un diseño eterno en la tierra sin pensar en nuestros hijos. Usted puede pensar que sus hijos son un desastre porque no quieren congregarse, pero sepa que Dios no nos concibió sin la generación siguiente. El proyecto que está sobre nuestra vida incluye a nuestros hijos. Por eso no podemos pensar en las ELA sin contemplar la formación de los niños, porque debemos cuidar el espíritu de trascendencia. Cada vez que analizamos la herencia aparecerá la palabra gobierno. El Salmo 37:29 dice: “Los justos heredarán la tierra y por siempre vivirán en ella”. Cuando el Señor nos quiere dar el Edén por herencia en la tierra, nos quiere dar el Edén por herencia en la tierra, La herencia viene con nos quiere entregar el gobierno de la autoridad delegada, todo. Hasta las bestias reconocerán que pero no sólo para somos hijos de Dios. La herencia viene disfrutarla sino para con la autoridad delegada, pero no sólo gobernarla con para disfrutarla sino para gobernarla sabiduría. con sabiduría.

La forma del sucesor Debemos distinguir la forma del sucesor. Isaías 43:1 dice: 44

Sucesores o Herederos “Pero ahora, así dice el Señor, el que te creó, Jacob, el que te formó…”. Somos creados y formados por la mano de Dios. “No temas Israel porque yo te redimí” (aquí Dios actúa como formador). Formador es el que sabe empezar algo. Cuando el Señor nos revela y nos muestra los principios de gobierno en cada ELA, actúa como un formador dentro de este principio. Se planteó que de nada sirve una visión sin la implementación. Jeremías 51:19 dice: “La porción de Jacob no es como aquéllos; su Dios es el creador de todas las cosas. Su nombre es el Señor Todopoderoso; Israel es la tribu de su heredad”. Necesitamos un formador y un sucesor, alguien que nos forme y alguien que continúe lo que comenzamos, porque para todo necesitamos sucesores. En la herencia de Dios somos sucesores y actores principales. Cristo no está físicamente presente en la tierra pero estamos nosotros, aunque nos cuesta mucho creerlo. Isaías 65:9 dice: “De Jacob sacaré descendientes, y de Judá, a los que poseerán mis montañas. Las heredarán mis elegidos, y allí morarán mis siervos”. La frase “herederos de mis montes” implica una función de gobierno. El Señor tomó un heredero y lo estableció en el monte, un lugar de gobierno. Dios piensa que la herencia que nos está dejando es para gobernar. Aquí es donde se maniesta el Reino y necesitamos “entender de una vez por todas que ya no somos uno más, porque Dios siempre verá en nosotros a alguien llamado a gobernar”. El sucesor es aquel que precede a alguien y está en posición de gobierno para seguir actuando. Romanos 4:13 dice: “En efecto, no fue mediante la ley como Abraham y su descendencia recibieron la promesa de que él sería heredero del mundo, sino mediante la fe, la cual se le tomó en cuenta como justicia”.

El linaje Debemos incorporar el concepto de linaje, porque está muy unido al de heredero. La carta a los Gálatas dice que cuando el heredero es niño, en nada diere del esclavo. Una de las cosas que tratamos de impartir en las mentes de biblioteca en lugares como las ELA, es que la gente se anime a madurar. Una cosa es que nuestro 45

Escuela de Liderazgo de Avanzada espíritu se mantenga como un niño dispuesto a recibir las cosas del Reino, pero nos hemos negado a actuar con madurez. Cuando actuamos como niños descontrolados, el Señor dice que somos como esclavos. Necesitamos trabajar mucho con estos conceptos, porque el apóstol Lucas Márquez nos impartió que necesitamos ser niños, pero creo que debemos aprender a ser adultos. Aquí vemos un conicto aparente y de eso se tratan las ELA. El resto que nos falta para entender debemos buscarlo directamente en el corazón de Dios. Solo por revelación nos podemos abrir a estos pensamientos. El pasaje de Juan 8:31-44 describe una confrontación entre los judíos y Jesús. “Jesús se dirigió entonces a los judíos que habían creído en él, y les dijo: Si se mantienen eles a mis enseñanzas, serán realmente mis discípulos; y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres. Nosotros somos descendientes de Abraham, le contestaron, y nunca hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo puedes decir que seremos liberados? Ciertamente les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado, respondió Jesús. Ahora bien, el esclavo no se queda para siempre en la familia; pero el hijo sí se queda en ella para siempre. Así que si el Hijo los libera, serán ustedes verdaderamente libres. Yo sé que ustedes son descendientes de Abraham. Sin embargo, procuran matarme porque no está en sus planes aceptar mi palabra. Yo hablo de lo que he visto en presencia del Padre; así también ustedes, hagan lo que del Padre han escuchado. Nuestro padre es Abraham, replicaron. Si fueran hijos de Abraham, harían lo mismo que él hizo”. “Ustedes, en cambio, quieren matarme, ¡a mí, que les he expuesto la verdad que he recibido de parte de Dios! Abraham jamás haría tal cosa. Las obras de ustedes son como las de su padre. Nosotros no somos hijos nacidos de prostitución, le reclamaron. Un solo Padre tenemos, y es Dios mismo. Si Dios fuera su Padre, les contestó Jesús, ustedes me amarían, porque yo he venido de Dios y aquí me tienen. No he venido por mi propia cuenta, sino que él me envió. ¿Por qué no entienden mi modo de hablar? Porque no pueden aceptar mi palabra. Ustedes son de su padre, el diablo, cuyos deseos 46

Sucesores o Herederos quieren cumplir. Desde el principio éste ha sido un asesino, y no se mantiene en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!”. Gracia y verdad nunca pueden ir separadas. Como hijos, nacimos para quedarnos en la casa de Papá para siempre y reinar con Él. El linaje tiene que ver con nuestra casa, nuestra primera raíz. Hechos 7:13 dice: “En la segunda, José se dio a conocer a sus hermanos y el faraón supo del origen de José”. Dios le abrió los ojos al Faraón para que conociera el linaje de José. Entendió que cuando venimos del linaje de Dios estamos para salvar la tierra. Tenemos que entender que somos linaje de Dios y en el lugar donde nos ponga, será para reinar junto con los poderosos de la tierra. 1 Pedro 2:9 dice: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo que pertenece a Dios, para que proclamen las obras maravillosas de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable”. Apocalipsis 5:9 dice: “Y entonaban este nuevo cántico: Digno eres de recibir el rollo escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacricado, y con tu sangre compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación”.

Cambalache (estado de desorden y caos absoluto) Cuando aprendí la letra de este tango me di cuenta que a veces hay profetas en la tierra que nunca pisaron la Iglesia. Enrique Santos Discépolo escribió este tango en el año 1935. A principios del Siglo XX no había baños y en esos años se repartían Biblias gratis en una sociedad que se declaraba 98% católica. A las personas que recibían esas Biblias les gustaba el papel, entonces las ponían en el baño. En esta mañana quiero redimir el concepto que no somos parte linaje del cambalache, somos parte del Reino de Dios. La Palabra debe volverse una herencia en nuestras vidas. Muchos hermanos se sembraron sin conocernos para que alguien nos 47

Escuela de Liderazgo de Avanzada entregara una Biblia. Necesitamos estudiar e inquirir para que nos sea revelado el Reino que queremos manifestar. No debemos usar más la Palabra para lo vil, porque Dios nos redimió de todo linaje para que podamos gozarnos en su presencia.

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CAPÍTULO CUATRO

“Transferir la semilla, transere la vida” Apóstol Lucas Márquez

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esús dijo que la dinámica de transferir el conocimiento de su Palabra se compara a un sembrador que salió a sembrar. Este no es el concepto griego de impartir conceptos teóricos, sino que al impartir la semilla se transere vida. Se requiere que el oyente sea buena tierra para que se produzca el efecto deseado. Debemos tener una capacidad de diagnóstico para avanzar en su propósito. Génesis 13:14-18 dice: “Después de que Lot se separó de Abram, el Señor le dijo: Abram, levanta la vista desde el lugar donde estás, y mira hacia el norte y hacia el sur, hacia el este y hacia el oeste. Yo te daré a ti y a tu descendencia, para siempre, toda la tierra que abarca tu mirada. Multiplicaré tu descendencia como el polvo de la tierra. Si alguien puede contar el polvo de la tierra, también podrá contar tus descendientes. ¡Ve y recorre el país a lo largo y a lo ancho, porque a ti te lo daré! Entonces Abram levantó su campamento y se fue a vivir cerca de Hebrón, junto al encinar de Mamré. Allí erigió un altar al Señor”. El Antiguo Testamento contiene sombras y guras que en el Nuevo Pacto se transformaron en realidades. Israel se dedicó a matar listeos y amurallar ciudades, esto no signica que vaya a parecer un listeo en el patio de nuestra casa. Todas las cosas que en el Antiguo Pacto fueron externas, bajo el Nuevo Pacto son una realidad interior. Las verdaderas batallas hoy se pelean en el alma y el espíritu. Creo que hoy nos involucramos en una tarea gigantesca sin tener crédito en muchas cosas, es decir, nuestro depósito de revelación. En la mayoría de los retos nos quedamos cortos porque 49

Escuela de Liderazgo de Avanzada no tenemos el “plus interno” requerido para afrontar la dimensión de la tarea. Todas las batallas se ganan o se pierden en nuestro corazón. Cualquier victoria que queramos alcanzar en el Reino, en primer lugar debemos concretarla en nuestro ser interior. Todas las batallas de Israel fueron motivadas por el dominio de un pequeño espacio de tierra. Si miramos el mapa de Israel, es más pequeño que la provincia de Córdoba y nos cuesta entender cómo Dios pudo armar tanto escándalo, cuando Él creó los planetas, las galaxias y todo el universo. ¿Por qué Dios pelea tanto por esa extensión de tierra tan pequeña? Moisés, Josué y los profetas de la restauración consagraron sus vidas peleando por un minúsculo pedazo de tierra. Israel no tiene industria petrolera, pero está rodeado de naciones árabes que otan sobre yacimientos de petróleo impresionantes. Pero lo que para ellos fue la conquista de Canaán, para nosotros implica ganar a Cristo y este es el punto en cuestión. Hechos 17:28 dice: “… puesto que en él vivimos, nos movemos y existimos. Como algunos de sus propios poetas griegos han dicho: De él somos descendientes”. La tierra es de Cristo y podemos resumir el negocio del Reino en invertir nuestras vidas para ganarlo a Él. Filipenses 3:8-9 dice: “Es más, todo lo considero pérdida por razón del incomparable valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por él lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, a n de ganar a Cristo y encontrarme unido a él. No quiero mi propia justicia que procede de la ley, sino la que se obtiene mediante la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios, basada en la fe”. Hay un Cristo al cual accedemos gratuitamente, pero hay otro que debemos ganar. Uno lo recibimos como un regalo, pero al otro lo necesitamos conquistar. Cristo es nuestro, pero tenemos que ganarlo. Hay una dimensión de Cristo en el Reino que debemos ganar. Filipenses 3:12 dice: “No es que ya lo haya conseguido todo, 50

Transferir la Semilla, Transere la Vida o que ya sea perfecto. Sin embargo, sigo adelante esperando alcanzar aquello para lo cual Cristo Jesús me alcanzó a mí”. Cristo es el objetivo más importante en la vida del Reino. La mayor conquista en el Reino no es material sino espiritual. Si tenemos a Cristo lo tenemos todo, porque estamos completos en Aquel que es la cabeza de todo principado y potestad. Necesitamos recibir una revelación de la dimensión de Cristo como Rey. Filipenses 3:10 dice: “Lo he perdido todo a n de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte”. Colosenses 2:6-7 dice: “Por eso, de la manera que recibieron a Cristo Jesús como Señor, vivan ahora en él, arraigados y edicados en él, conrmados en la fe como se les enseñó y llenos de gratitud”. Si vivimos en Rosario no podemos andar por las calles de Córdoba, es preciso encontrarnos físicamente en esta ciudad para transitar por sus calles. Al vivir en esta dimensión llamada Cristo podemos andar en Él. No vivimos en una nación determinada, vivimos en Cristo. En el Reino nuestras realidades son intangibles y espirituales. 1 Corintios 10:1-4 dice: “No quiero que desconozcan, hermanos, que nuestros antepasados estuvieron todos bajo la nube y que todos atravesaron el mar. Todos ellos fueron bautizados en la nube y en En el Reino nuestras realidades son el mar para unirse a Moisés. Todos intangibles y también comieron el mismo alimento espirituales. espiritual y tomaron la misma bebida espiritual, pues bebían de la roca espiritual que los acompañaba, y la roca era Cristo”. Pablo señala que el verdadero alimento que comemos no forma parte de nuestro almuerzo, es espiritual y es el Cristo resucitado que nos fue impartido como vida. 51

Escuela de Liderazgo de Avanzada Efesios 3:17-19 dice: “… para que por fe Cristo habite en sus corazones. Y pido que, arraigados y cimentados en amor, puedan comprender, junto con todos los santos, cuán ancho y largo, alto y profundo es el amor de Cristo; en n, que conozcan ese amor que sobrepasa nuestro conocimiento, para que sean llenos de la plenitud de Dios”. Esto arma que nuestra bendición es ilimitada. Dios le dijo a Abraham y a Moisés que la tierra donde los introducía era buena y ancha. Tenemos la tendencia de llamar bueno a cualquier cosa, pero cuando Dios dice que algo es bueno, describe una realidad que no admite discusión. Declaración: “Los próximos años seremos introducidos en una realidad buena y ancha. ¡Viviremos en un esfera de amplitud y riquezas ilimitadas!” La incredulidad nos puede llevar a achicar la medida en la que disfrutamos a Cristo. Juan 1:15-16 dice: “Juan dio testimonio de él, y a voz en cuello proclamó: Éste es aquel de quien yo decía: El que viene después de mí es superior a mí, porque existía antes que yo. De su plenitud todos hemos recibido gracia sobre gracia…”.

Plenitud signica innito Cuando nos paramos en la orilla del océano tendremos una imagen de lo que signica la plenitud. Podemos sacar agua del océano con una cuchara o un vaso y no lo afectaremos en lo más mínimo. El océano es una representación de la plenitud. Nosotros determinamos la medida en la que disfrutaremos a Cristo. Los israelitas disfrutaron a Cristo en tres medidas: 1. El maná 2. El cordero 3. La tierra Cuando salieron de Egipto comieron el Cordero y con la sangre pintaron los dinteles de las puertas de sus casas. Esa es una medida de disfrutar a Cristo. El Cordero nos sirve para Egipto, pero no para entrar en la tierra prometida. 52

Transferir la Semilla, Transere la Vida La meta no es el Cordero sino la tierra prometida. Cuando predicamos salvación para que la gente sea librada del inerno, les enseñamos a las personas a disfrutar del Cordero. En el desierto disfrutaron el maná y esto fue bueno dentro de ese contexto. El maná representa el alma, el órgano que empleamos para expresarnos, pero nuestra verdadera persona es espíritu. Lo único que nos capacita para negar el alma es un espíritu vivicado con Cristo, donde nuestro espíritu se integró al Espíritu Santo. 1 Corintios 6:17 dice: “Pero el que se une al Señor se hace uno con él en espíritu”. Cuando Pablo le escribió a Timoteo, le dijo que el Señor estuviera con su espíritu. Mateo 28:19-20 dice: “Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el n del mundo”. El Señor está en el aire, habita en nuestro espíritu. Debemos negar nuestra alma como persona, pero no como órgano. El alma es un órgano que nos permite expresar y manifestar lo que está ocurriendo en nuestro espíritu. Pero no somos alma, somos espíritu vivicado. La palabra maná signica: “¿Qué es esto?”. Caleb y Josué vivieron en medio de una generación rebelde. Pablo dice que comían del alimento espiritual y esto tiene que ver con la revelación. Dos millones de personas se levantaban todas las mañanas, recogían el maná en sus canastos y lo comían. Pero nunca se les reveló que el maná y la Roca que los seguía eran una representación material de Cristo. Pero Josué y Caleb tenían otro espíritu y se les reveló que al alimentarse, estaban comiendo y bebiendo a Cristo. Años más tarde pudieron declarar que estaban tan fuertes como el primer día, porque supieron disfrutar del alimento y la bebida espiritual verdaderas. Declaración: “El alimento y la bebida espiritual nos sostendrán fuertes mientras atravesamos el día de la batalla”. El maná es bueno pero no es la meta, el objetivo nal es la tierra. 53

Escuela de Liderazgo de Avanzada El maná es bueno pero no es la meta, el objetivo nal es la tierra. Filipenses 3:13-14 dice: “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús”. Cantares 2:12-15 dice: “Sus ojos parecen palomas posadas junto a los arroyos, bañadas en leche, montadas como joyas. Sus mejillas son como lechos de bálsamo, como cultivos de aromáticas hierbas. Sus labios son azucenas por las que uye mirra. Sus brazos son barras de oro montadas sobre topacios. Su cuerpo es pulido marl incrustado de zaros. Sus piernas son pilares de mármol que descansan sobre bases de oro puro. Su porte es como el del Líbano, esbelto como sus cedros”. Este pasaje habla de la mujer sunamita que quería conquistar al rey. La primera gura con la que se compara al rey es: “Como las yeguas de los carros de Faraón”. Las yeguas eran egipcias y esto quiere decir que mucha gente está buscando al Señor a través de procesos humanos. Esta es la forma que nos enseñó la religión, atada a los sistemas psicológicos y a los libros de autoayuda. Es imposible conectar a la tierra con nuestros sistemas, usando los procesos de las yeguas del Faraón. La segunda gura es una paloma. Esta es mejor que una yegua, pero aún tiene voluntad propia. La tercera es el lirio y aquí estamos más encaminados, porque esta or no tiene voluntad propia. La cuarta es la comparación de la mujer con una columna en el templo. Aunque no tiene voluntad, está en el templo y lo sostiene. ¡Somos columnas y baluartes de la verdad!

El Reino En el Reino necesitamos columnas que renuncien a su opinión personal, porque no tienen peculiaridad. La opinión es una manifestación de nuestro yo. Tengo la plena convicción que al Reino 54

Transferir la Semilla, Transere la Vida sólo entrarán los muertos. Pablo habla de dos tipos de “yo”, el que vive en Cristo y el que está muerto en Cristo. Gálatas 2:20 dice: “He sido crucicado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me amó y dio su vida por mí”. Pablo habla de un yo natural crucicado y otro que está crucicado con Cristo. En un momento Pedro le dijo “tú eres el Cristo” y esta fue una revelación. Pero en otro momento le dijo “no vayas a Jerusalén” y esta fue sólo una opinión. Nosotros pensamos de la misma manera, aunque caminamos en la revelación, gran parte del día nos movemos sólo en las opiniones, entonces oscilamos y somos híbridos en todo lo que emprendemos. Ezequiel 20:40-42 dice: “Porque en mi monte santo, el monte elevado de Israel, me adorará todo el pueblo de Israel; todos los que habitan en el país. Yo, el Señor, lo armo. Allí los recibiré, y exigiré sus ofrendas y sus primicias, junto con todo lo que quieran dedicarme. Cuando yo los saque a ustedes y los reúna de todas las naciones y pueblos donde estarán esparcidos, en presencia de las naciones los recibiré como incienso agradable y les manifestaré mi santidad. Y cuando yo los lleve a la tierra de Israel, al país que con la mano en alto había jurado a sus antepasados que les daría, entonces reconocerán que yo soy el Señor”. Dios les entregó una tierra alta. Canaán está situado entre los 600 y los 1300 metros de altura y tiene mar a ambos lados, el Mar Mediterráneo y el Mar Muerto. Los mares tipican las aguas de la muerte. Es una tierra elevada, como una gura del En el Reino nuestras realidades son Cristo resucitado y ascendido. intangibles y Dios hace cinco cosas con Israel en las espirituales. alturas: 1. Me servirán 2. Los aceptaré 3. Demandaré vuestras ofrendas 4. Demandaré las primicias de vuestros dones 5. Los aceptaré como incienso agradable 55

Escuela de Liderazgo de Avanzada Todos los dones y el ministerio quíntuple (apóstoles, profetas, maestros, pastores y evangelistas), fueron impartidos en el Cristo ascendido. Efesios 4:8 dice: “Por esto dice: Cuando ascendió a lo alto, se llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres”. Cada vez que operamos en alguna gracia o don, esa es la manifestación del poder de Cristo en los lugares donde hay necesidad. No podemos presumir de conocer al Cristo del Reino, desconociendo el poder de su resurrección. Filipenses 3:10 dice: “Lo he perdido todo a n de conocer a Cristo, experimentar el poder que se manifestó en su resurrección, participar en sus sufrimientos y llegar a ser semejante a él en su muerte”. La resurrección dene la ecacia de todo lo que hacemos. Dios llevó a Israel hacia Canaán, una tierra asentada sobre las aguas de la muerte. Deuteronomio 8:7-10 dice: “Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que uyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre. Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado”. Deuteronomio 11:11-12 dice: “En cambio, la tierra que van a poseer es tierra de montañas y de valles, regada por la lluvia del cielo. El Señor su Dios es quien la cuida; los ojos del Señor su Dios están sobre ella todo el año, de principio a n”. La tierra es buena porque tiene agua: 1. Manantiales: Denen el origen del agua. 2. Fuentes: Dene donde se almacena el agua. 3. Arroyos: Denen los canales por donde uye el agua. 56

Transferir la Semilla, Transere la Vida Los manantiales, las fuentes y los arroyos describen la dinámica del Espíritu Santo dentro de nosotros. Juan 4:13-14 dice: “Todo el que beba de esta agua volverá a tener sed, respondió Jesús, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás, sino que dentro de él esa agua se convertirá en un manantial del que brotará vida eterna”. La fuente está dentro de nosotros. Juan 7:37 dice: “En el último día, el más solemne de la esta, Jesús se puso de pie y exclamó: ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva”. Cuando la gente había abandonado toda la dinámica de la religión y volvían vacíos a sus casas, Jesús se puso en pie y dijo: El que tenga sed venga a Mí y beba. La historia del hombre comienza ante un río que se reparte en cuatro brazos. Esto tiene que ver con el mover del Espíritu, porque Dios puso al hombre frente a un río. Ezequiel 47:1 dice: “El hombre me trajo de vuelta a la entrada del templo, y vi que brotaba agua por debajo del umbral, en dirección al oriente, que es hacia donde da la fachada del templo. El agua corría por la parte baja del lado derecho del templo, al sur del altar”. Ezequiel 47:2 dice: “Luego el hombre me sacó por la puerta del norte, y me hizo dar la vuelta por fuera, hasta la puerta exterior que mira hacia el oriente; y vi que las aguas uían del lado sur”. Ezequiel 47:8 dice: “Estas aguas uyen hacia la región oriental, descienden hasta el Arabá, y van a dar al Mar Muerto. Cuando desembocan en ese mar, las aguas se vuelven dulces”. Ezequiel 47:9 dice: “Por donde corra este río, todo ser viviente que en él se mueva vivirá. Habrá peces en abundancia porque el agua de este río transformará el agua salada en agua dulce, y todo lo que se mueva en sus aguas vivirá”. 57

Escuela de Liderazgo de Avanzada Es muy probable que todos los que asisten a los seminarios y conferencias de formación esperen recibir los cuatro puntos que les permitan tener una “mega congregación”. Pero en realidad no existen esos puntos, el crecimiento sólo será posible por medio de la manifestación de la vida de Dios dentro de cada creyente. Cuando está presente la vida de Dios, todo es posible y todo lo bueno va a ocurrir, nada sucederá fuera de esta realidad. El Reino supone una clase de vida, por eso Jesús le dijo a Nicodemo que debía nacer de agua y del Espíritu.

Génesis Dios formó al hombre del polvo de la tierra y sopló en él aliento de vida. La palabra aliento signica “soplo de Dios”. Cuando el soplo de Dios fue transferido a la nariz del hombre se transformó en el “espíritu humano”. Dios se llama aliento, pero cuando se vacía dentro del hombre se llama “espíritu humano”. Dios puso el espíritu humano dentro del hombre para que éste pueda contenerlo y transformarse en su habitación. Dios quiere vivir en el hombre para que sea la expresión y la manifestación de su Espíritu. Por esta razón el Reino de los cielos es semejante a un sembrador que salió a sembrar la semilla. Jesús se identicó a sí mismo como la “semilla” y dijo: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto” (Juan 12:24). Él fue sembrado en nuestro espíritu como una semilla para poder formarse dentro de nosotros y transformarnos en el canal correcto para representar a Dios. Somos reyes para expresarlo y sacerdotes para manifestarlo. Este es el negocio de Dios. La coinherencia describe en fenómeno donde dos elementos o cosas pueden existir juntas. En otras palabras, cómo una cosa puede existir en la otra. Juan 17:9-10 y 22-25 dice: “Ruego por ellos. No ruego por el mundo, sino por los que me has dado, porque son tuyos. Todo lo que yo tengo es tuyo y todo lo que tú tienes es mío; y por medio de ellos 58

Transferir la Semilla, Transere la Vida he sido gloricado… Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno: yo en ellos y tú en mí. Permite que alcancen la perfección en la unidad, y así el mundo reconozca que tú me enviaste y que los has amado a ellos tal como me has amado a mí. Padre, quiero que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy. Que vean mi gloria, la gloria que me has dado porque me amaste desde antes de la creación del mundo. Padre justo, aunque el mundo no te conoce, yo sí te conozco y éstos reconocen que tú me enviaste”. “Como Jesús vivía por el Padre, todos los que comieran de Él también vivirían por Él; esto describe lo que llamo co-inherencia” En el Reino debemos abandonar el concepto de Iglesia como una organización y asumir el concepto de un “organismo vivo”. Todo lo que ocurre en el Reino es orgánico, no es organizacional porque la organización no tiene nada que ver con el Reino. Todo lo orgánico está vivo, sólo lo que está dentro de nosotros es nuestra vida, nada de lo que está fuera puede serlo. Por denición, la vida siempre debe ser interna. Colosenses 3:4 dice: “Cuando Cristo, vuestra vida, se manieste, entonces vosotros también seréis manifestados con él en gloria”. El Reino no puede ser manifestado si Cristo no es manifestado a través de nuestra vida. A veces esperamos que ocurra El Reino no puede ser algo en el aire, pero la manifestación manifestado si Cristo del Reino es de adentro hacia afuera. no es manifestado a Jesús manifestó el Reino en algunas través de nuestra vida. cosas. Por ejemplo, cuando declaró: A veces esperamos que “Si Yo echo fuera demonios, es ocurra algo en el aire, porque el Reino ha llegado a pero la manifestación vosotros”. En esos días la plenitud de del Reino es de adentro hacia afuera. la manifestación era echar fuera demonios. 59

Escuela de Liderazgo de Avanzada Colosenses 1:13 dice: “Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al Reino de su amado Hijo…”. Cada vez que desechamos alguna obra del diablo de nuestra vida, inmediatamente se manifestará el Reino. Cada vez que por el Espíritu hacemos morir las obras de la carne, el Reino se maniesta en nuestra vida, en nuestra casa y en nuestra ciudad. Los Fariseos le preguntaron a Jesús: “Señor, ¿cuándo vendrá el Reino?”. El Reino no vendría de la manera como lo esperaban los Fariseos. Tenemos una manera muy religiosa de esperar el Reino, por eso necesitamos bajarnos urgente de esa nube de fantasía. El Reino no vendrá con advertencias, ni lo hará de una manera que podamos verlo. Jesús les dijo: “El Reino ya está entre vosotros”. Declaración: “Si el Rey está en nosotros, entonces el Reino habita en nuestro ser”. Cuando el Reino se manieste en plenitud en la tierra, se cumplirá lo que dijo el apóstol Pablo: “… porque fue sometida a la frustración (vanidad). Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso…” (Romanos 8:20). La tierra fue creada para darle propósito a la gente del Reino, pero por más de 2000 años le estuvo entregando sus riquezas a la gente sin propósito. La manifestación de la tierra depende de nuestra manifestación, así que no le podemos facturar nuestra frustración a otra persona. Hebreos 4:12 dice: “Ciertamente, la palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos los. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón”. Romanos 12:1 dice: “Por lo tanto, hermanos, tomando en cuenta la misericordia de Dios, les ruego que cada uno de ustedes, en adoración espiritual, ofrezca su cuerpo como sacricio vivo, santo y agradable a Dios. No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y 60

Transferir la Semilla, Transere la Vida perfecta”. El apóstol Pablo habla de la renovación de la mente como condición ineludible para tener una vida compatible con la Iglesia. El problema es que las experiencias del alma se parecen mucho a las del Espíritu. En el Antiguo Pacto los sacricios estaban muertos, ¡pero en el Nuevo Pacto los sacricios están vivos! Este sacricio es para poder funcionar en la vida de la Iglesia. Hoy en algunos lugares vemos mucha manipulación almática, pero nunca debemos manipular a las personas. El Reino de los cielos es un negocio familiar porque nuestro Papá es el dueño de todo. Jesús dijo que si buscamos y priorizamos el Reino en nuestra vida, todas las demás cosas vendrán por añadidura. El Reino nunca nos empobrecerá, cambiará nuestra mentalidad de pobreza para sacarnos de cualquier estado de estancamiento. El Reino del cual somos ciudadanos tiene el poder para añadirnos todo lo que nos haga falta. La tierra es buena porque tiene agua, una representación de la dinámica del Espíritu Santo dentro de nuestro ser. Jesús le dijo a la mujer samaritana: “De tu interior correrán ríos de agua viva…”. No existen los métodos ungidos, sino hombres revestidos por la gracia de Dios. Establecemos el poder y la gloria de Dios porque formamos parte de un Reino eterno. Juan 7:37-38 dice: “En el último día, el más solemne de la esta, Jesús se puso de pie y exclamó: ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva”. Apocalipsis 22:2 dice: “… y corría por el centro de la calle principal de la ciudad. A cada lado del río estaba el árbol de la vida, que produce doce cosechas al año, una por mes; y las hojas del árbol son para la salud de las naciones”. Salmo 1:1-3 dice: “Dichoso el hombre que no sigue el consejo de los malvados, ni se detiene en la senda de los pecadores ni cultiva la amistad de los blasfemos, sino que en la ley del Señor se deleita, y día y noche medita en ella. Es como el árbol plantado a la orilla de 61

Escuela de Liderazgo de Avanzada un río que, cuando llega su tiempo, da fruto y sus hojas jamás se marchitan. ¡Todo cuanto hace prospera!”. Se reere al hombre de la ley que medita en ella día y noche, pero hoy la corriente está dentro de nosotros. El río uirá con aguas salutíferas y todo lo que toquen cobrará vida. La única forma que los ríos puedan correr velozmente, es estando rodeados por montes y valles. Los arroyos no pueden correr en un terreno plano, debe haber montes y valles. Los montes son nuestras experiencias en el Cristo resucitado, ascendido y glorioso. Pero en los valles nos identicamos con Él en su muerte y su resurrección. En nuestro ministerio en el Reino siempre habrá montes y valles. 2 Corintios 6:8-10 dice: “… por honra y por deshonra, por mala y por buena fama; veraces, pero tenidos por engañadores; conocidos, pero tenidos por desconocidos; como moribundos, pero aún con vida; golpeados, pero no muertos; aparentemente tristes, pero siempre alegres; pobres en apariencia, pero enriqueciendo a muchos; como si no tuviéramos nada, pero poseyéndolo todo”. Honra: monte y Deshonra: valle; Conocidos: monte y Desconocidos: valle; Entristecidos: valle y Siempre gozosos: monte. Estos montes y valles hacen que los arroyos del Espíritu puedan uir correctamente en nuestra vida. Cuando estemos en medio de un valle, necesitamos abrir nuestros oídos porque el arroyo espiritual viene bajando para hacernos fértiles y refrescar nuestra sequedad. Filipenses 4:11: “No digo esto porque esté necesitado, pues he aprendido a estar satisfecho en cualquier situación en que me encuentre”. Los valles representan las experiencias de la Cruz, no hay Reino sin pasar por la Cruz. Los montes son las experiencias en el Cristo resucitado, la Cruz y el poder de la resurrección siempre estarán actuando en nosotros.

La tierra es buena porque tiene alimentos Deuteronomio 8:7-10: “Porque el Señor tu Dios te conduce a una tierra buena: tierra de arroyos y de fuentes de agua, con manantiales que uyen en los valles y en las colinas; tierra de trigo 62

Transferir la Semilla, Transere la Vida y de cebada; de viñas, higueras y granados; de miel y de olivares; tierra donde no escaseará el pan y donde nada te faltará; tierra donde las rocas son de hierro y de cuyas colinas sacarás cobre. Cuando hayas comido y estés satisfecho, alabarás al Señor tu Dios por la tierra buena que te habrá dado”. En el Antiguo Pacto todas las bendiciones eran materiales. Cuando el sacerdote bendecía al pueblo, las bendiciones eran terrenales: tierra, esclavos, oro, plata, hijos o salud. 1 Corintios 1:30 dice: “Pero gracias a él ustedes están unidos a Cristo Jesús, a quien Dios ha hecho nuestra sabiduría, es decir, nuestra justicación, santicación y redención”. Tenemos sabiduría para resolver asuntos materiales y espirituales. En el Nuevo Pacto fuimos enriquecidos con toda bendición espiritual en Cristo Jesús. Efesios 1:3-7 dice: “Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo. Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor nos predestinó para ser adoptados como hijos suyos por medio de Jesucristo, según el buen propósito de su voluntad, para alabanza de su gloriosa gracia, que nos concedió en su Amado. En él tenemos la redención mediante su sangre, el perdón de nuestros pecados, conforme a las riquezas de la gracia”. Este pasaje menciona seis bendiciones espirituales que podemos resumir en dos líneas principales: liación y predestinación. Entre todas las bendiciones que Dios nos prometió, las menos importantes son las materiales, porque si entregó a su propio Hijo por nosotros, ¡cómo no nos dará todas las demás cosas! Las bendiciones espirituales tienen que emocionarnos más que las materiales. Fuimos enriquecidos con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo Jesús. Debemos ser entrenados para emocionarnos más por las cosas espirituales que por las materiales. La verdadera bendición es intangible porque estamos completos en Él. 63

Escuela de Liderazgo de Avanzada Juan 12:24 dice: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto”. Jesús se comparó con el trigo y la cebada. El trigo representa al Cristo que muere y se multiplica. La cebada era el primer grano que brotaba en Israel y representa la resurrección. Levítico 23:10 dice: “… que les dijera a los israelitas: Cuando ustedes hayan entrado en la tierra que les voy a dar, y sieguen la mies, deberán llevar al sacerdote una gavilla de las primeras espigas que cosechen”. El trigo representa al Cristo limitado y la cebada representa la vivencia del Cristo ilimitado. Jesús vivió estas dos etapas porque tenía la limitación de su madre, sus hermanos, sus discípulos y los Fariseos, pero al mismo tiempo podía levantar sus manos y detener una tempestad en medio del mar. Jesús estaba limitado por el tiempo. En este tiempo vamos a experimentar tanto lo limitado como lo ilimitado. Experimentaremos a Cristo como trigo “limitado” y como cebada “ilimitado”. Juan 6:7-9 dice: “Ni con el salario de ocho meses podríamos comprar suciente pan para darle un pedazo a cada uno, respondió Felipe. Otro de sus discípulos, Andrés, que era hermano de Simón Pedro, le dijo: Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados, pero ¿qué es esto para tanta gente?”. Cuando experimentamos a Cristo como cebada, con cinco panes podremos alimentar a quince mil personas. Debemos aprender a vivir dentro del Reino, caminando en lo limitado y en lo ilimitado de Dios. Todos estamos limitados por nuestras propias debilidades. En el Reino tenemos una vida compatible con esos dos mundos. Estamos entrenados y preparados para vivir tanto en lo limitado como en lo ilimitado.

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CAPÍTULO CINCO

“Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios” (Parte II) Apóstol Juan Ballistreri

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vangelización: Es clave comprender que si todos vivimos en la revelación de Dios respecto a la implementación de lo que el Espíritu Santo nos impartió, veremos personas literalmente rescatadas de las tinieblas y trasladadas al Reino de Dios. La evangelización tiene que ver con alcanzar a los que no conocen al Señor, pero bajo una dinámica donde “no nos perdamos” mientras salvamos a otros. Creo que cuando hablamos de ganar y consolidar personas, deberíamos concentrarnos en no “desconsolidarnos” mientras ganamos a otros. Este no es un aspecto de importancia relativa. A veces no nos damos cuenta que la dinámica de la manifestación del Reino tiene sus riesgos. Los débiles mencionados en la Palabra no son tales porque oran poco, son los que a pesar de tener una experiencia con Dios, no continuaron retroalimentándose del Cuerpo. Si así como damos no aprendemos a recibir y fortalecernos en el Señor, llegará el momento cuando todos los que ministramos estarán bien, menos nosotros mismos.

Para nosotros es clave capturar la mecánica de la implementación de la tarea de manifestar el Reino, porque esto será clave para nuestras vidas. Dios nos rodeó con la gente correcta, pero a veces no entendemos de manera corporativa lo que Él quiere hacer en nuestra generación. Esta idea de un liderazgo jerárquico y eclesial es muy dañina a la hora de ver la manifestación de la visión de Dios sobre la tierra. Desde el momento que consideramos al liderazgo como una jerarquía, se desactivará todo lo que Dios quiere hacer en nuestra generación. Todos tenemos una tendencia almática a jerarquizar la fe. Considero que esta será mi tarea puntual e incisiva 65

Escuela de Liderazgo de Avanzada con los pastores y líderes durante los próximos años dentro de la Iglesia. Si como Cuerpo entendemos y asumimos esta responsabilidad, podremos liderar a hombres y mujeres dentro de la Iglesia con las diferentes gracias que vemos en los ministros que nos edican. El problema es que muchas veces estas imparticiones no se logran capitalizar porque la gente no asume su responsabilidad en la concreción de la obra del Señor en la tierra. Todas las congregaciones serían más efectivas si contaran con personas que discipulen con el mismo nivel de revelación que los apóstoles, profetas y maestros de nuestro tiempo. Toda congregación normal debe producir estas gracias del Espíritu y moverse en la revelación de la Palabra. Mirar para atrás no tiene sentido, porque sólo podremos cambiar las cosas que vendrán. Necesitamos involucrarnos en la reconciliación de todas las cosas, porque en Cristo esto ya es una realidad. La Palabra que se está predicando en las naciones prioriza la importancia de reunir todas las cosas en Cristo. Durante el año 2012 nos armamos en la siguiente palabra profética: “Si tienen muchas cosas para realizar, lo más probable es que sean inecientes, porque los hijos de Dios hacen una sola cosa en la vida”. Nuestra única tarea en el Reino es enfocarnos en Cristo: “Recibir la impartición de su persona, crecer en Él y manifestar esa realidad”. Los creyentes no tenemos muchas más cosas para hacer. Pablo dijo: “Una cosa hago”. Si los pastores y los líderes nos comprometemos con esta verdad, donde todas las actividades que realizamos se enfoquen en Cristo, las congregaciones se mantendrán enfocadas en su propósito eterno. Si al nal del día hicimos muchas cosas, pero no cosechamos la paz que esas cosas debían producir para mejorar y maximizar la vida de Cristo en nosotros y en otros; esas actividades no nacieron en el corazón de Dios. Esto demuestra los graves errores que solemos cometer a la hora de implementar una visión del Reino. Cada escuela debe 66

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios complementar y crear un mayor nivel de entendimiento sobre lo que sucedió en nuestras vidas a lo largo del año. ¿Cuánto tiempo dedicamos a evaluar las cosas que nos sucedieron? La Palabra nos evalúa y vamos entendiendo que hay cosas que debemos cambiar, porque la revelación viene para producir un efecto en nuestras vidas. Necesitamos considerar cuánto del contenido de nuestra agenda está marcado por la revelación de Dios, especialmente los que tenemos la responsabilidad de implementar la visión del Reino en la tierra. Es tiempo de trabajar hasta que la revelación de la Palabra marque nuestra agenda. Hay un libro en la Biblia que me absorbió durante meses. ¿Cuáles son los parámetros que emplea Dios para evaluar la vida de una persona y determinar que está habilitada para manifestar su Reino? Ningún ser humano tiene este atributo, porque su evaluación nunca será el 100% precisa, este es un derecho absoluto y privativo de Dios. Tiempo atrás prediqué un mensaje titulado “El gran debate cósmico”, donde se describe el trato que Dios tuvo con Satanás en algún momento de la eternidad. También enfaticé sobre la importancia de entender el libro de Job porque encierra una revelación poderosa. Considero que este libro es una ventana al mundo espiritual que explica por qué Dios rescató a un hombre como Job y lo incluyó en las Escrituras. Este personaje está allí como una revelación preservada y reservada por Dios. Job es un hombre intemporal, nadie sabe decir con exactitud cuándo existió. Los teólogos creen que Job llegó a ser como Melquisedec, en el sentido que era un hombre atemporal que aparece en las crónicas bíblicas, pero nadie puede armar cuándo vivió. Creo que el libro de Job está reservado para generaciones que están entendiendo que fueron llamadas por Dios para manifestar su Reino. Este libro trata la historia de un hombre que logró aprobar una de las materias más poderosas que se pueden presentar en la vida: El misterio del sufrimiento. Job trató con uno La Palabra nos evalúa y vamos entendiendo que hay cosas que debemos cambiar...

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Escuela de Liderazgo de Avanzada de los misterios más profundos del Reino de Dios: “¿Por qué los justos tienen que sufrir?”. Si por medio de la revelación una persona logra desentrañar la razón por la cual los justos tienen que sufrir, habrá logrado resolver uno de los asuntos más fundamentales en su vida: el misterio del sufrimiento. Ante una situación crítica la gente siempre se preguntará por qué los justos deben sufrir, mientras pareciera que los impíos nunca sufren. Job logró resolver en su vida este gran dilema. En primer lugar debemos tener en claro que sufrimiento no es lo mismo que dolor o padecimiento y debemos aprender a descubrir la diferencia. Esto sería más sencillo si como generación lográramos entender correctamente la historia de Job desde la óptica del Reino. El testimonio de Job gura en la Biblia para mostrarnos cómo pudo ser lo que muchos de nosotros queremos “llegar a ser”. Las personas luchan por llegar a ser santos, puros, perfectos y gobernar sus destinos. Pero desde el capítulo uno de su libro, vemos que Job ya había logrado todas esas cosas. En otras palabras, Job había logrado permanecer en su destino, gobernar su entorno y mantenerse lleno de la vida de Dios para llegar a ser perfecto. En otras palabras, aún si lográramos alcanzar un cierto nivel de la vida del Reino, no estaríamos más allá del capítulo uno del libro de Job. ¿Por qué Dios permite que el libro de Job desde el primer capítulo sea lo que para algunos representaría el nal de un proceso? Todos queremos que se diga de nosotros que somos perfectos, tenemos un buen testimonio y estamos rodeados de riquezas. Job tuvo todo eso en el capítulo uno de su libro. Sin embargo, existen 41 capítulos más. Parece que para Dios las cosas que aparentan estar terminadas, ni siquiera comenzaron a ocurrir. La pregunta sería, ¿por qué en el capítulo uno de Job aparece Satanás? No quiero tocar este tema desde un punto de vista doctrinal, me concentraré en las claves para implementar una verdad revelada en nuestro espíritu. Estoy hablando de una mentalidad pragmática, donde las personas que sirven a Dios pueden manifestar una verdad revelada en su espíritu en el plano natural. ¿Cuál es el común denominador entre 68

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios Job y Satanás que los lleva a gurar en el capítulo uno? Es una cuestión muy sencilla, tanto Job como Satanás eran perfectos. Satanás, como Luzbel, habitaba en la presencia de Dios y era perfecto, era el obrero que todos quisiéramos tener en nuestras congregaciones. ¿Quién no quisiera tener un diácono como Luzbel? Dios lo tuvo y dice que era perfecto. Estoy usando esta imagen para resaltar que aún cuando todos puedan creer que somos el cristiano perfecto sobre la tierra, puede que Dios piense lo contrario. Aunque Satanás era perfecto en todos sus caminos, fue expulsado del Reino de Dios y desterrado a vivir en el espacio y el tiempo sobre la tierra. Aún cuando era perfecto, no tuvo la capacidad para implementar los diseños de Dios. Una de las actividades de Satanás era ponerle el sello a los diseños de Dios y autorizaba su aplicación fuera del ámbito del Reino (Ezequiel 28:12). La palabra sello es “chatam” y signica autorizar algo, como ponerle una estampilla a una carta para que llegue al destino correcto. Cuando Satanás fue expulsado, podemos ver el tremendo poder que tenía porque arrastró a la tercera parte de los ángeles detrás de sí. Este ser se echó a perder dentro del mismo “equipo ministerial” creado por Dios. Cuando tenemos diez colaboradores y la tercera parte nos abandona, signica que Dios todavía está tratando con una generación que necesita entender que no se trata sólo de ser santos, puros y conocer su posición en Cristo. Tiene que ver con una parte de nuestra vida que Dios dejó para que nosotros la activemos correctamente a la hora de implementar lo que nos impartió. No somos robots o autómatas, fuimos creados a imagen y semejanza de Dios, ser perfectos puede ser sólo el capítulo uno de nuestra vida en el Reino. En el capítulo uno, Job no está entrando en un proceso para prosperar económicamente, tenía una mentalidad sacerdotal impresionante. El texto original dice que estaba atento al día del cumpleaños de sus hijos y si ese día cometían un error, daba ofrendas para tener la familia perfecta. Cualquiera de nosotros podría haber dicho: “Señor, gracias por tener a Job en mi 69

Escuela de Liderazgo de Avanzada congregación”. Era perfecto, tenía inuencia y gobernaba, porque tenía todo bajo control. Pero Dios dijo: “Todavía no empecé con este hombre”. Una cosa es ser un hombre bueno, pero manifestar el Reino es una cosa diferente. ¿Por qué Satanás aparece en el libro de Job? Porque ambos se encontraban en las mismas condiciones: “Eran perfectos”. Luego que Satanás recorriera toda la tierra le dijo a Dios: “Acá tienes un hombre perfecto, igual que yo. Lo rodeaste de tu bendición, igual que a mí. ¡Cómo no va a ser un creyente ejemplar con todo lo que le diste!”. La gente suele preguntarse para qué existe el diablo y cuál es la razón de los aguijones. Cuando Dios le contesta a Satanás, sus palabras fueron: “Te voy a mostrar la diferencia entre tú y un ser humano para que veas que un hombre puede hacer las cosas que tú no pudiste lograr”. Dios estaba demostrando que Job era capaz de implementar el propósito eterno que pesaba sobre su vida y su casa. Dios está creyendo que somos las personas indicadas para manifestar su propósito en la tierra. Él no se presenta para discutir con nosotros acerca de la salvación, sino para enseñarnos porque confía en nosotros. En este mismo momento existe un gran debate cósmico, pero no en cuanto a la fe y la salvación, sino en nuestra capacidad para implementar la revelación que Dios nos impartió a cada uno de nosotros.

Sufrimiento No existe otro camino para resolver el tema del sufrimiento que la revelación del Espíritu Santo, nunca podremos hacerlo desde la información acerca de las Escrituras. Sólo desarrollando un pensamiento claro acerca del sufrimiento, podremos entender una visión o una estrategia para ganar almas y consolidarlas, sin que esta tarea se convierta en una tortura. No podemos comenzar el mes de Enero preguntándonos cómo hacer para ganar almas y terminar el año peleados con todo el mundo. Esto ocurre porque tratamos de aplicar la revelación de Dios desde un punto de vista humano, entonces Él no puede usarnos para concretar este proceso.

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Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios En nuestra congregación estamos hablando de trabajar como Cuerpo para ganar y consolidar personas. Para lograrlo establecimos metas claras porque queremos ver la manifestación del Reino, no sólo en números y resultados, sino en personas que operen como miembros funcionales del Cuerpo de Cristo. En los procesos hay cosas que parecen muy elementales, pero son fundamentales. Conectar a una persona, entregarle literatura, visitarla, tomar testimonios, pegar la calcomanía en la puerta, enseñarle acerca de la ofrenda, las sanidades, la importancia de los encuentros y demostrarle que ya es bendita. Todos comienzan bien, pero a los tres meses cada discípulo está tratando de realizar la tarea como mejor le parece. Algunos funcionan en el proceso, otros no y los demás optan por adaptarlo. La gente inmadura actuará de la misma manera en todos los ámbitos de la vida. Algunas personas demoran cuatro años para entender lo que el pastor está predicando, pero cuando lo entienden quieren implementar en un mes todo lo que no entendieron en cuatro años. También existen otros que en cuatro años no entendieron nada y dirán: “Esto no es de Dios”. Este es el comienzo de una serie de situaciones que no tienen que ver con los métodos sino con la práctica. Si la Iglesia va a manifestar el Reino en la tierra, cuando nos comprometamos en una labor que Dios nos ordenó realizar (más aún si somos líderes), no depende de usar el método o el tono de voz adecuada, sino del espíritu que nos ubique correctamente en lo que Él quiere manifestar en nuestro tiempo. Dios le entregó una vara a Moisés, pero ese mismo elemento le impidió entrar en la tierra prometida. Si usamos inadecuadamente algo que viene de Dios, se convertirá en una herramienta que retrasará la manifestación de un diseño del Reino en nuestra generación. El arca era algo espléndido porque salvó a Noé y a sus hijos del diluvio. Pero estos mismos hijos después se convirtieron en una maldición, porque Noé tuvo visión para construir el arca pero cuando se bajó no tuvo la habilidad para implementar la vida de Dios sobre la tierra. Podemos tener la magna tarea de edicar el mayor templo 71

Escuela de Liderazgo de Avanzada del mundo, pero lo que demoramos 120 años en edicar, nos dará hijos que después se burlarán de nosotros. No fallaron en los mecanismos que Dios les impartió, fracasaron en su implementación. Por eso es vital que los hijos que vayamos a engendrar después de este tiempo de transformación de la Iglesia, tengan la genética de la Palabra y maniesten la vida de Cristo. Entonces se volverán facilitadores para que la obra de Dios se pueda expresar en la tierra. Para lograr el propósito con el cual Dios sembró a Job en la tierra, lo introdujo en un proceso que duró 41 capítulos. Con esto no digo que a nosotros nos va a pasar lo mismo que a Job, porque todo eso fue absorbido por Cristo en la Cruz. Sólo estoy dando un ejemplo de la perspectiva desde la cual nos observa Dios. No nos ve por lo que somos ahora, sino por lo que vamos a terminar manifestando en esta vida. Para ello tenemos un seguro: “Dios tiene pensamientos de bien y no de mal para nosotros”. Job tuvo que soportar a sus amigos durante 41 capítulos. El trabajo con gente nos parecerá un sufrimiento insoportable hasta que nuestros ojos se abran y podamos declarar: “¡Ahora mis ojos te ven!”. Trabajar en las casas con las personas, llevarlas al encuentro, al pre encuentro, a las clases de crecimiento y al CEMAD, se puede transformar en una tragedia. El problema no es que no entendamos el proceso, todo comenzará a embarrarse cuando tratemos de implementarlo desde nuestra mentalidad carnal.

Job tuvo que demostrar tres cosas: 1. Demostró algo que lo distinguía de Satanás. Aunque ambos estaban en igualdad de condiciones porque eran perfectos y Dios les había dado lo mejor, Job se diferenciaría por vencer el orgullo. Satanás no pudo con el orgullo. Esto es lo que se espera de una generación que manifestará el Reino. 2. Demostró que estaba muerto a su nivel de orgullo, por la manera como respondió. 3. Demostró el valor de una relación con Dios. Job no tenía una 72

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios Biblia, no tenía un pastor, nunca se congregó y no tenía doctrina. Su problema no era pertenecer a una denominación especíca. La razón por la cual en una generación se detiene el poder de la implementación de algo que Dios quiere hacer, no se encuentra en su origen o en su línea familiar, se llama orgullo. Satanás no tenía ni siquiera un padre a quién echarle la culpa. Desde que el hombre cayó en el Edén, todos inventamos enemigos para evadir nuestra responsabilidad individual. Pero Satanás ni siquiera podía decir: “El problema es que nací pobre”. No podía echarle la culpa a nadie. Un día su corazón se llenó de orgullo y comenzó su caída denitiva, esa es la diferencia. Cuando el mundo espiritual comienza a intuir que esta verdad del Reino se va revelando a nuestra vida, conoceremos el signicado de hacer retroceder a las huestes espirituales de maldad. Hasta que no se huela que estamos seriamente comprometidos con el evangelio del Reino, no ocurrirá nada sobrenatural en nuestro entorno. Esta es la razón por la cual Job maldijo tres cosas (en este caso implica renunciar), para convertirse de un hombre perfecto y recto, en alguien rendido a los pies de Dios.

1. Maldijo el día de su nacimiento Es interesante preguntarnos por qué un hombre que no era judío, se transformó en un protagonista vital en la historia de Israel. El pueblo judío tradicionalmente había “comprado” la historia del nacimiento cuando declaraban “¡hijos de Abrahán somos!”. Maldecir La razón por la cual en el día de nuestro nacimiento signica una generación se anularlo como un hecho histórico que detiene el poder de la m arcaría nuestro poder para implementación de implementar una visión de Dios en la algo que Dios quiere tierra. ¿Cómo se pasa de ser un buen hacer, no se encuentra creyente a ser efectivos en la en su origen o en su implementación de la visión del línea familiar, se llama Reino? En el libro de Job el término orgullo. maldecir se usa en el sentido de 73

Escuela de Liderazgo de Avanzada “renunciar a creer que nuestra vida comenzó el día de nuestro nacimiento”. ¿Cómo podremos entender algo tan básico en la fe y el Reino como la predestinación, si nuestro nacimiento natural aún tiene poder sobre nuestras decisiones? Podemos ser perfectos y gobernar como Job, llamar la atención del diablo y aún así no calicar según los estándares de Dios. Una de las cosas determinantes en la vida del Reino es saber que ya estábamos en Dios desde antes de nacer. ¿Cómo evitar los sufrimientos en la vida? Saliendo rápidamente de nuestro punto de partida, donde creemos que comenzamos a vivir. Pero esto este es un asunto que sólo podremos comprender por revelación del Espíritu Santo.

2. Maldijo la razón por la cual continuaba con vida Aunque Job nunca tuvo contacto con una teología, una denominación, una losofía cristiana o integró una congregación, fue sometido a la presión espiritual por revelación para que se manifestara el depósito de gloria que Dios estableció en su vida. Por eso este libro está ausente en la historia de los hombres en la Biblia y solamente se lo menciona dos veces. La vida de Job nos enseña que podemos tener un excelente concepto ante los ojos de las personas, pero necesitamos entender que nuestra vida no comenzó el día que nacimos sino en Dios. Nosotros determinamos si va a durar 41 capítulos o terminará en un día, porque de esto se trata la redención. Cuando estamos en Cristo comprendemos que nuestra vida no comienza el día que nacimos. Necesitamos dejar de respetar tanto esa fecha y comenzar a celebrar el día de nuestro nuevo nacimiento en el Reino de Dios. Los judíos siempre citan a Abraham, pero nunca a Job porque jamás entendieron el Reino de Dios. Nacer en Cristo se opone al pensamiento judío, porque ellos asumían que por haber nacido como integrantes del linaje de Abraham ya eran hijos de Dios. Desde este concepto concluyo que la paternidad espiritual sólo se nos revelará cuando desechemos la idea de reducirla a la relación con un apóstol que nos entrega una credencial, nos brinda su cobertura o nos manda un bosquejo semanal que debemos predicar.

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Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios

Paternidad Asumimos la paternidad cuando denimos en nuestra vida que no nacimos en un lugar y un tiempo determinado, certicado por una partida y un documento de identidad. Nuestro nacimiento ocurrió en la eternidad porque fuimos diseñados desde antes de la fundación del mundo. No podemos ser predestinados para realizar algo que no existía, estamos en condiciones de asumir la predestinación porque ya existíamos en la eternidad dentro de la mente de Dios.

Nacimiento Nuestro nacimiento fue un requerimiento físico necesario para ingresar en el plano natural, pero no perteneció a los diseños eternos de Dios. Es más fácil morir a la carne si podemos anular en nuestra proyección mental el día de nuestro nacimiento. Job lo hizo y renunció al día de su nacimiento y a seguir viviendo bajo esa realidad. Con esto estaba diciendo: “Todo lo que viví, todo lo que alcancé por medio de este nacimiento, no me sirve”. En los capítulos 31, 32 y 33, Job maldice (renuncia) el hecho de haber seguido viviendo atado al plano natural. Para resolver este proceso necesitó 41 capítulos. Pero en el capítulo 42, se le abrieron sus ojos espirituales y decretó: “Yo de oídas te había oído”. Aunque nos hayamos esforzado por capacitarnos en la Palabra escuchando todos los mensajes que pudimos, sólo logramos conocer a Dios “de oídas”. Pero cuando morimos a esta antigua naturaleza, nuestros ojos espirituales son abiertos a la realidad del Reino y podemos entender el poder de la predestinación sobre nuestra vida. Cuando esto sucede en nuestras vidas quedamos depositados en el Reino. Lo único que no se duplicó en la vida de Job fueron los hijos, pero Dios multiplicó el resto de las cosas. Si podemos ver con los ojos del Espíritu, la productividad de nuestra vida siempre será mayor a la que teníamos antes, porque sencillamente se abrieron nuestros ojos espirituales. 75

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¿Cuál es la diferencia entre Satanás y un creyente posicionalmente salvo? La única diferencia es que un hijo de Dios que asumió responsablemente su salvación, supo tratar con el orgullo en su vida. ¿Cómo se desarrolla el orgullo? Nadie dice “a partir de hoy seré orgulloso”. El orgullo es un componente de la naturaleza humana caída. ¿Cuándo se maniesta el orgullo? El verdadero orgullo sólo se manifestará cuando comience a expresarse una visión de Dios para una generación a través de sus hijos. El orgullo no viene por tener muchos bienes materiales, es algo inefable que no se puede expresar. En su máxima expresión se manifestará cuando una palabra comience a revelarse en nuestra vida. No existe nada mejor para conocer a una persona que darle una cuota de poder. Creo que Dios tiene algo con cada uno de nosotros y comenzará a hacerlo pronto. Podremos darnos cuenta que nos estamos transformando en esa clase de persona, porque al ser expuestos al poder comenzarán a manifestarse los niveles de orgullo en nuestras vidas.

Orgullo El orgullo es la parte de nuestra naturaleza humana que debe ser absorbida por la naturaleza divina de la nueva criatura en Cristo. Cuando comenzamos a entender la edicación del Cuerpo de Cristo, nos encontraremos con la siguiente realidad: “… para llevarlo a cabo cuando se cumpliera el tiempo: reunir en él todas las cosas, tanto las del cielo como las de la tierra. En Cristo también fuimos hechos herederos, pues fuimos predestinados según el plan de aquel que hace todas las cosas conforme al designio de su voluntad, a n de que nosotros, que ya hemos puesto nuestra esperanza en Cristo, seamos para alabanza de su gloria. En él también ustedes, cuando oyeron el mensaje de la verdad, el evangelio que les trajo la salvación, y lo creyeron, fueron marcados con el sello que es el Espíritu Santo prometido” (Efesios 4:1:10-13).

Sello La salvación establece un sello sobre nuestra vida que testica que 76

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios somos hijos de Dios. Pero también existe otro sello que viene por medio de la plenitud de la vida del Espíritu en nosotros y nos habilita para reunir todas las cosas en Dios. El Reino se trata de reunir todas las cosas en Cristo. ¿Cómo podemos saber que el Reino de Dios se está manifestando? Porque las cosas que tocamos y las que nos rodean tienen un sólo atributo: “Todo es del Señor”. Esta es la manifestación del sello del Espíritu Santo sobre nuestra vida. Dios estableció el sello del Espíritu que nos lleva a hacer la obra para la cual fuimos llamados. Efesios 4:10:13 dice: “El que descendió es el mismo que ascendió por encima de todos los cielos, para llenarlo todo. Él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; y a otros, pastores y maestros, a n de capacitar al pueblo de Dios para la obra de servicio, para edicar el Cuerpo de Cristo. De este modo, todos llegaremos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a una humanidad perfecta que se conforme a la plena estatura de Cristo”. ¿Qué tipo de personas convocará Dios para capacitar a los santos y edicar el Cuerpo de Cristo? Son los hombres y mujeres que a la hora de tener una visión de Dios y aplicarla, no matarán a nadie a lo largo del camino. El tema de edicar el Cuerpo debe provocarnos gozo en el Señor para ser felices a la hora de concretar nuestro propósito eterno.

El siervo y el líder Necesitamos establecer las diferencias entre un siervo de Dios y un líder, porque ambos términos no signican lo mismo a la hora de implementar la visión del Reino. Un siervo es alguien que hace cosas, porque eso signica servir. Cada vez que lo envían a hacer algo, responderá sin cuestionar. El servicio es una tarea que todos realizamos porque la vida y el amor de Dios están depositados en cada uno de nosotros. Bajo este concepto, todos somos siervos de Dios. Cuando las personas recién reciben a Cristo son serviciales porque fueron impactados por la vida de Dios y los tendremos listos para servir en todo. El servicio tiene que ver con la respuesta de un corazón ante la manifestación del amor de Dios en una persona. 77

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¿Dónde surge la diferencia? Nuestros seminarios de formación se llaman “Escuelas de liderazgo” porque el líder tiene una responsabilidad extra a las de un siervo. Aparte de servir, se compromete a guiar a otros para que aprendan a desarrollar una tarea. La razón fundamental por la cual realizamos las escuelas de entrenamiento es para aprender a servir a Dios y disfrutar entrenando a otros a hacer lo mismo. Cuando la gente no comprende que fue llamada a liderar a otros, se sentirá muy cómoda y contenta con el lugar que ocupa dentro de la congregación. No se quieren involucrar demasiado con las personas porque no quieren complicaciones en su ritmo de vida. Pero nuestro gran desafío es capacitar a otros para edicar el Cuerpo. Esto implica un aspecto de nuestra vida que necesitamos considerar a la hora de implementar una visión de Dios y es creernos nuestros propios conceptos errados. Por eso antes de implementar la visión del Reino y entrenar a otros, Dios necesita detenernos para tratar con la manera de pensar en nuestra generación.

Liderazgo El liderazgo tiene que ver con asumir el compromiso de llevar a otras personas a cumplir el objetivo por el cual Dios los llamó. Esto implica ser parte de una congregación con objetivos claros que sabe dónde quiere depositar todo el poder que descansa dentro de su gente. Este poder latente es la vida de Cristo que descansa dentro de cada hijo de Dios. Todas las personas sirven porque aman a Dios. Pero si se quedan en este nivel, buscarán una congregación donde puedan servir a Dios, pero sin comprometerse directamente con las personas para llevar adelante un proyecto de Reino. Aunque esto es imprescindible para ver la transformación de nuestras ciudades y naciones, llegando al conocimiento de Dios.

Liderar Liderar tiene que ver con “ayudar a otros”, pero sin violar las leyes elementales de la gracia. ¿Cómo manifestar la gloria de Dios sin obrar como Moisés? Este es el gran tema que trata la carta a los Hebreos. ¿Cómo poseer la tierra sin ser Josué? Necesitamos 78

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios aprender a liderar un grupo de discipulado o pastorear una congregación sin exigirles que “se esfuercen y sean valientes”. Desde la vida del Reino, estoy determinado a ver la transformación del mundo por el Espíritu Santo revelado en la vida de las personas y no por el conocimiento intelectual de las Escrituras. La revelación de la Palabra de Dios debe marcar nuestra agenda de trabajo. Cuando nos encontramos con la revelación del Espíritu Santo sobre un tema, será imposible regresar a las prácticas y costumbres religiosas. Necesitamos crucicar cada pensamiento ancado en una práctica religiosa, porque esto impide la manifestación del poder restaurador del Reino de Dios. El problema que tenemos hoy en nuestras congregaciones, es que existe una mezcla donde el líder que predica combina la ley y la gracia. Entonces es imposible cosechar resultados en la gracia de Dios, edicando al hombre del Nuevo Pacto, si continúan moviéndose bajo la ley. Estamos caminando en un punto de quiebre donde todo se está separando por causa de la revelación que Dios está trayendo al Cuerpo de Cristo para “edicar una Iglesia competente según los términos del Nuevo Pacto”. Nuestras congregaciones están repletas de gente buena y justa, pero están en el capítulo uno del libro de Job. Sus ojos espirituales siguen cerrados a la realidad del Reino de Dios. Entonces, frente a cualquier circunstancia de sufrimiento, es más fácil creer que nacimos en la ciudad equivocada. Debemos renunciar a eso porque nacimos en la familia, la ciudad y la nación que Dios Necesitamos crucicar determinó. La gente de revelación no se cada pensamiento congrega donde puede o donde le ancado en una parece, sino en el lugar donde el práctica religiosa, Espíritu Santo los plantó. Nuestro porque esto impide la problema no es donde nacimos manifestación del físicamente, esta sólo fue una poder restaurador del circunstancia necesaria para ingresar al Reino de Dios. mundo.

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Escuela de Liderazgo de Avanzada Job decretó que todo lo que recibió en su nacimiento debía morir para que sus ojos espirituales se pudieran abrir para ver a Dios. Podemos oír mensajes de revelación todos los domingos y nunca caminar en la revelación del Espíritu Santo. Cuando Job renunció a su herencia natural, sus ojos comenzaron a ver la grandeza de Dios. Muchos líderes predican y ministran temas en la Palabra que después les ocasionan serios problemas cuando quieren avanzar en el propósito de Dios. Entonces se producirá una realidad dual, donde verán la manifestación de la gloria de Dios, pero al mismo tiempo se verán enredados en discusiones estériles y sin sentido. Cuando las personas actúan infantilmente, siempre se producirán resultados graves. Debemos aprender a invertir nuestro tiempo de calidad para resolver estos asuntos. Nuestra generación de líderes y colaboradores no se pueden enredar en discusiones infantiles, como ocurría en la Iglesia de Corinto. Durante los últimos 20 años la Iglesia ponderó la manifestación de talentos como el canto y el baile, sin pesar el fundamento escritural de esas prácticas. Entonces el espíritu de este siglo se introdujo abiertamente dentro de la Iglesia con la anuencia de los líderes que contemplaban impasibles este fenómeno. En la década de 1990 se armaba que si teníamos buena música en las congregaciones, el mundo se iba a salvar. Yo creí en ese paradigma de Iglesia. Esta es la razón por la cual la gente está más motivada por grabar un CD de música que por escribir un libro para enriquecer el pensamiento del pueblo cristiano. Si hacemos una lectura sincera de la cultura del mundo, no podemos creer que el destino de las naciones pueda quedar en manos de gente que sólo sabe cantar y danzar. Al hablarles de estudiar un libro de revelación, estas mismas personas tendrán una reacción alérgica. Conozco líderes que muestran a sus hijos como trofeos diciendo “mi hijo es líder de alabanza o mi hijo es músico”. No quiero ser irónico, pero cuando la Iglesia comienza a revelar lo que pasa en el mundo, a manera de autocrítica debería asumir que “no todos los cristianos viven la vida del Reino”.

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Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios

La vida del Reino La vida del Reino no es una cultura más en la sociedad, es una contracultura que se opone al statu quo establecido. Si el mundo nos muestra que los jóvenes son talentosos porque saben bailar y cantar, debemos levantar una generación que no bostece mientras le hablan del libro de Job y digan: “Tengo que salir de esta situación”. A Job le llevó 41 capítulos dejar de ser un hombre bueno para convertirse en un hombre de Reino. Este proceso le permitió desarrollar una teología clara acerca del sufrimiento. Si aprendemos a caminar por encima del sufrimiento, terminaremos en el capítulo 42 viendo con nuestros ojos lo que Dios estableció sobre nuestra vida. Eso no se puede lograr cantando y bailando, sino desarrollando el entendimiento profundo de la vida en Cristo. En el mundo la música y la voz se asumen como señales de talento. Pero en todas las congregaciones del mundo los pastores siempre tienen problemas con los músicos. Repentinamente el músico empezó a notar que la congregación le quedaba chica porque el Espíritu Santo lo proyectaba a las naciones. Como el tabernáculo de David se relaciona con la adoración, aún hay gente que cree que adorar es cantar y mostrar júbilo implica saltar o bailar. Mientras en nuestras congregaciones sólo existan músicos, estamos lejos de ver la manifestación real y concreta del Reino de Dios. En el Nuevo Pacto no hay músicos, sólo siervos que tienen el ministerio de la Palabra y lo pueden trasmitir a través de la música o las canciones ¿Por qué las personas entran en períodos de sufrimiento profundo? Porque se encuentran en el capítulo uno del libro de Job. Pero hay una generación que asumió el desafío de entrar en un proceso. En las congregaciones todavía hay gente que respeta al pastor porque el cargo que ocupa, pero no respeta al hermano que está a su lado. Todavía hay gente que ofrenda y diezma donde cree que le van a transferir una unción o gente que pide una ofrenda a cambio de una oración. Con este tipo de mentalidad es imposible pensar en gobernar las naciones. Cuando estas personas tratan de 81

Escuela de Liderazgo de Avanzada implementar la visión, comenzarán a surgir estos espíritus inmundos que entorpecerán su trabajo. Por eso algo tan glorioso como predicar el Evangelio de Jesucristo se transforma en un problema dentro de nuestras congregaciones. Las personas que trabajan en este nivel nunca experimentaron una revelación concreta de la realidad espiritual. Muchos se preguntarán: “¿Por qué en la congregación debemos trabajar con un método de crecimiento?”. Porque es básico y elemental para medir el grado de capacidad que tenemos para gobernar nuestros entornos. Jesús les dijo a los discípulos que fueran de a dos. Esto no requiere demasiadas explicaciones, pero aún así la gente continúa cuestionándolo. Cuando Bernabé, Saulo y Juan Marcos decidieron comenzar el viaje misionero discutieron, entonces de tres quedó uno sólo. El mensaje del Espíritu Santo fue “apartadme a Saulo y a Bernabé”, escogió a dos y no a tres personas. Pero a la hora de implementar la visión fueron tres y fracasaron. Esto mismo nos sucede permanentemente y nos preguntamos, “¿Por qué aún existen personas como Juan Marcos que retroceden en el Reino?”. La respuesta dio lugar a toda una teología para tratar de explicar las causas por las cuales los líderes abandonan la visión. Pero la respuesta es más simple de lo que pensamos: “Deben ir de dos en dos”.

¿Dónde está la dicultad? A la hora de implementar la visión, ni siquiera podremos decir cuánto es “uno más uno”, porque existe un bloqueo emocional que nos impide implementar la visión. Se manifestará cualquier resabio de las tinieblas que haya quedado escondido dentro de nuestro ser a la hora de accionar en la visión. Con los años aprendí a humillarme para poder oír correctamente a la gente con visión. Como generación no tenemos un sólo modelo en el mundo en el cual se haya implementado la visión del Reino de una manera masiva, sin violar los términos del Nuevo Pacto. El desafío del liderazgo del Siglo XXI se reduce a implementar la visión del Reino sin imponerla por la fuerza. El apóstol Pablo declaró: “A éstos Dios se propuso dar 82

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios a conocer cuál es la gloriosa riqueza de este misterio entre las naciones, que es Cristo en ustedes, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27). Esta es la línea que debe marcar nuestro mensaje. Necesitamos aprender a implantar la visión del Reino en el mundo, sin violar los términos de la constitución del Nuevo Pacto. Hoy más que nunca tenemos el desafío de evangelizar según el fundamento de Romanos 5:1: “En consecuencia, ya que hemos sido justicados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo”. Este no es un desafío limitado a los líderes de la Iglesia, se hace extensivo a todo el Cuerpo de Cristo. Si como padres necesitamos llamar a nuestros hijos para que nos visiten y para lograr nuestro objetivo debemos recurrir a la manipulación sentimental, no calicamos para movernos en los niveles de autoridad del Reino de Dios. La manipulación es sumamente perversa porque reeja el intento del hombre por manifestar la autoridad de gobierno, pero dejando a Dios fuera de la ecuación. En nuestra congregación trabajan varias personas y cuando no cumplen, les reclamo porque no avisaron que iban a faltar. ¡Hasta me veo tentado echarlos! Pero el Espíritu Santo siempre me dice: “Juan, tu desafío es que antes de irte de esta tierra, debes inspirar a tus obreros con la visión del Reino de tal manera que decidan voluntariamente entrar a trabajar a las 6 de la mañana, en lugar de hacerlo a las 8”. Pero bajo ningún concepto podremos lograr este objetivo obrando por imposición. Algún día las personas que asisten a nuestras congregaciones reejarán tal nivel de gobierno del Espíritu Santo en sus vidas que no habrá nada que pueda impedir su avance. Yo creía equivocadamente que cuando tuviéramos un local propio podríamos consolidar mejor a la gente. Cuando inauguramos el local propio trasladamos las 150 sillas que teníamos en el local anterior. La gente colaboró en esta tarea, pero cuando las volvimos a contar en el local nuevo sólo había 130 sillas. ¡Alguien se había robado veinte sillas durante la mudanza! En lugar de llevarlas al local, algunos “hermanos” se las 83

Escuela de Liderazgo de Avanzada llevaron para sus casas. Cuando iba a visitar a algunos miembros que dejaron de congregarse, con sorpresa veía las sillas que antes estaban en el local, porque un hermano “desconado” las había marcado por debajo con un trazo rojo. En ese momento me llené de ira y le reclamé al Señor que les pagara conforme a lo que habían hecho. Pero con el correr de los años no ocurrió nada de lo que yo le había pedido al Señor. Eso me enseñó que el error no estaba en la gente, sino en su incapacidad para implementar la visión. No supimos discernir que eran personas atadas por las tinieblas. Nunca podremos lograr nada hasta que las personas no hagan uso pleno de la inteligencia espiritual que Dios depositó dentro de su espíritu. La inteligencia espiritual mencionada en Efesios es un soporte para nuestra vida. Si Dios nos está dando una Palabra, debemos poder implementarla sazonada con sabiduría. La implementación debe quedar libre de todo rastro de cultura humana, para que sólo se manieste la cultura del Reino de Dios en nuestras vidas. Entonces las personas querrán congregarse porque quieren hacerlo y no por temor a que les impongan un castigo. La gente querrá oír a sus líderes porque reconocen que fueron asignados a ellos. Si caminamos en la verdad del Nuevo Pacto que nos revela a Cristo, en siete años más podremos ver esta realidad en nuestras congregaciones. Aunque hoy tengamos que achicar los números porque los resultados no son lo que esperamos, no podemos permitir que se achique el peso del fruto del Espíritu en la vida de las personas. Dentro de cada fruto existen miles de semillas de vida que impactarán a multitudes de personas cuando existan las condiciones adecuadas. Todo líder es una persona consciente que fue llamado a guiar a otros a desarrollarse dentro de una visión de Dios sin coaccionarlos. Jesús les repetía constantemente a sus discípulos: “Yo me voy”. No existe cosa peor que estar bajo la cobertura de un líder que permanentemente nos amenaza con irse de nuestro lado. ¡Pero llegó el día cuando Jesús cumplió sus palabras y se fue! ¿Qué ocurrió con las ovejas? Jesús les había dicho con anticipación que “herirían 84

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios al pastor y se dispersarían las ovejas” (Marcos 14:27). Esto no se trata de gobierno humano sino del gobierno divino. ¿Cuál es la diferencia entre los hombres y mujeres bíblicos con nosotros? La Biblia es una colección de fotos que retratan diferentes escenarios, donde en un momento determinado vemos a un hombre cometiendo un error y en la siguiente imagen aparecerá gloricando a Dios. Muy pocas personas saben que los hechos retratados en el libro de Job se remontarían a 2000 años antes de Cristo.

Entre el capítulo 1 y el 42 de Job No importa cuánto tiempo pasó entre ambos extremos, porque a Dios sólo le importó que quedaran retratadas todas las escenas necesarias para enseñarnos una lección de Reino. El valor de este relato es que la persona que ayer no calicaba, luego de atravesar el proceso de formación de su carácter calica para representar a Dios en toda su plenitud entre los hombres. Si ponemos dedicación, podemos leer los 42 capítulos del libro de Job en unas dos horas y media. El problema es que no tenemos una mentalidad fotográca, sino una concepción “cinematográca” de la historia. Todos los recursos tecnológicos actuales que nos permiten comunicarnos favorecen esta realidad. Podemos hacer retroceder una película cuantas veces queramos para repasar las escenas que más nos impactaron. Pero en el Reino de Dios las cosas no son así. La imagen de un hombre caído hoy será reemplazada por otra de la misma persona arrepentida y caminando en su propósito eterno. Dios nunca retrocede para “repasar” las escenas truculentas de nuestro pasado. La mentalidad cinematográca que nos permite regresar a los errores de nuestro pasado opera como un abortivo para nuestro propósito en el Reino. Quizá hoy Dios nos permita ver a una persona en su peor estado, pero mañana puede cambiar su vida por medio de un acto de fe. Si tenemos una mentalidad de película, será muy difícil soltar las historias pasadas de las personas porque siempre tendremos la posibilidad de recordar su pasado. Las fotos pasan de una visión a otra y este es el camino para 85

Escuela de Liderazgo de Avanzada redimirnos en el Reino. En una imagen podemos estar ante un asesino y en la siguiente aparece Dios ungiéndolo como rey de una nación escogida, como si nada hubiera ocurrido. Cierta vez me encontraba predicando en un Congreso y un amigo mío recibió un mensaje de texto que decía: “Tu nieto tiene ebre de 40°”. Su rostro cambió dramáticamente porque sabía que la situación no era sencilla. ¿Sabe por qué mi amigo reaccionó de esa manera? Porque los abuelos no están entrenados para enfrentar a los 60 o 70 años la realidad que su nieto tenga 40° de temperatura. Ellos estaban listos para enfrentar ese tipo de situaciones cuando eran padres, pero no como abuelos. Cuando eran padres sabían qué debían hacer con un niño con ebre alta, pero como abuelos ya se olvidaron de eso. La edad no les permite reaccionar con la velocidad suciente ante esa situación, entonces no pueden aportar una solución sino agregar otra preocupación más. La escena del hijo con temperatura elevada fue parte de su pasado, pero no integra el escenario de su presente. Cuando perdemos la mentalidad fotográca no somos capaces de asumir que la persona que nos traicionó ayer, hoy puede ser el escogido para salvar nuestra vida. Podremos aceptar los cambios en las personas mientras mantengamos una mentalidad fotográca. Pero con una mentalidad cinematográca volveremos permanentemente a las escenas donde fuimos traicionados y jamás podremos perdonarlas. Podemos creer más en Jesús que un judío, porque tenemos fotografías de su vida. Pero los judíos lo vieron en forma de película: estaban a su lado, sabían qué comía, cómo olía, cómo vivía, quiénes eran sus parientes, etc. Las “mentalidades cinematográcas” son abortivas. No podemos pasar el día observando lo que hacen las personas. Consolidar no se trata de estar pendiente de las personas durante las 24 horas del día, sino de impartirles la vida del Espíritu que habita en nosotros. Debemos conar en la vida de Jesús, porque Él mismo declaró: “Les conviene que me vaya porque, si no lo hago, 86

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios el Consolador no vendrá a ustedes; en cambio, si me voy, se lo enviaré a ustedes” (Juan 16:7). Jesús no les dejó un mensaje de texto o un e-mail con el instructivo de lo que debían hacer ante cada problema de la vida, les dejó al Espíritu Santo. Todos los discípulos quedaron activados y conectados con la verdadera Fuente de autoridad y poder, ¡porque el dueño de la obra es Dios! Como líderes tendremos que planicar, organizar, dirigir y supervisar la implementación de la visión del Reino, pero sólo debemos hacerlo por amor y nunca por imposición. Sólo podremos concebir a la mente empresarial en la Iglesia si primero pasó por la Cruz de Cristo. ¿En qué se diferencia el desafío de un pastor al de un empresario? El pastor tiene que planicar, organizar y dirigir desde una voluntad sometida a la vida del Espíritu Santo. Si logramos alcanzar resultados pero no se evidencia la alegría y el gozo del Espíritu, debemos volver a intentarlo desde la vida que Cristo nos impartió. Esto no es otra cosa que arrepentirse por haber cometido un error. El servicio no modica nada, pero el liderazgo sí, porque está comprometido con el cumplimiento de un objetivo. Ser siervos y líderes no nos otorga una licencia para violar los términos de la Palabra. Por eso Pablo declaró sobre sí mismo: “Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo…” (Tito 1:1). La denición correcta de todo líder es “apóstol (función asignada) y siervo (actitud correcta)”, no hay lugar para la controversia. Servimos, pero a la vez asumimos el desafío de guiar a alguien en los caminos del Reino. En las Escrituras gobernar nunca tiene que Como líderes ver con mandar o dar órdenes con una tendremos que perspectiva militar, sino con la idea de planicar, organizar, un restaurante. La gente se dejará dirigir y supervisar la gobernar por el alimento que le implementación de la servimos. Por eso en la Iglesia se habla visión del Reino, pero de un pastor, mientras que en una sólo debemos hacerlo fábrica se habla de dueño o encargado. por amor y nunca por El pastor gobernará el pasto (alimento imposición. de la Palabra) y el apóstol gobernará desde el fundamento de las Escrituras. 87

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Diferencias entre un apóstol y un pastor Si el líder me está brindando pasto será un pastor. ¿Cómo saber cuándo nos habla un apóstol y no un pastor? Porque el mensaje pastoral tiene que ver con la circunstancia y la necesidad inmediata del individuo, entonces con pasto resuelve el problema. Pero cuando estamos ante un líder que echa fundamentos para edicar un futuro, está hablando un apóstol. El apóstol siempre gobernará desde el fundamento que establece, mientras el pastor gobernará desde el pasto que entrega. La gente se sujetará a un líder dependiendo del tipo de alimento que le ofrezca. El gobierno en la vida de la Iglesia se ejerce alimentando a otros y no imponiéndoles cosas.

Obispado El pasaje de 1 Timoteo 3:1 dice: “Se dice, y es verdad, que si alguno desea ser obispo, a noble función aspira…”. La palabra obispado describe a la persona que “manda a los meseros”, como alguien que trabaja en un gran restaurante, pero de comida espiritual. El apóstol es aquel que mete la cuchara en la olla para probar la comida y asegurarse que los cocineros sigan la receta correcta, porque están preparando la comida que alimentará al pueblo de Dios. En otras palabras, gobernamos por medio de la comida que le proveemos al pueblo. Nunca debemos pedirle a un apóstol o un pastor que tomen decisiones militares, porque vamos a matar sus llamados. El apóstol Pablo declaró: “Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos, así nosotros, por el cariño que les tenemos, nos deleitamos en compartir con ustedes no sólo el evangelio de Dios sino también nuestra vida” (1 Tesalonicenses 2:7-8). Aquí no dice que Pablo se presentó con una espada para cortarle la cabeza al que no cumplía con los requerimientos de la visión apostólica. Se presentó como una madre que amamanta a sus hijos. En otras palabras, se presentó con el alimento adecuado que necesitaba la congregación de Tesalónica. Cuando un apóstol ve que 88

Necesidad, benecios y riesgos de implementar una visión de Dios los miembros de su congregación no responden al alimento que les está entregando, debe recogerlo y volverlo a preparar de la manera correcta. La cobertura nunca será efectiva si se ejerce desde un paradigma militar. En lo personal creo que los militares, como toda persona que funciona dentro de estructuras muy ajustadas a las jerarquías, tienen serios problemas para entender la vida dentro de la Iglesia. Le doy gracias a Dios porque nunca fui empleado de nadie. Desde los 14 años trabajé por mi cuenta armando y desarmando autos, pero nunca bajo la autoridad de un jefe. A los 16 años comencé a pintar autos trabajando por mi cuenta y estas experiencias me ayudaron mucho. A veces la gente que no comprende la mentalidad apostólica me dice: “No entiendo cómo no tomas una determinación denitiva sobre este asunto”. Es simple, las determinaciones en el Reino siempre se toman por medio de la alimentación. Jesús dijo: “Yo soy el pan que descendió del cielo” (Juan 6:33). El rey vino en forma de pan. El pasaje de Juan 6:51 dice: “… Si alguno come de este pan, vivirá para siempre. Este pan es mi carne, que daré para que el mundo viva”. Un líder no puede pedirle al apóstol que le dé autoridad, porque ella depende de la calidad de su alimentación. Si la gente no responde el mensaje del apóstol, debe meterse en la cocina y averiguar qué tipo de ingredientes están usando los cocineros (pastores) para preparar los alimentos. Cuando una persona se va de la congregación, siempre regreso a mi cocina. Cuando una persona me dice que ya no sirve para ser un líder, empiezo a analizar los libros que leo. ¿Siempre encuentro algo que funciona mal? A veces sí y realizo las correcciones que considero pertinentes. Pero en otras ocasiones pruebo el alimento y sabe como siempre, “como lo hacía mi mamá”. Entonces sigo cocinando, porque aunque se abran 1000 restaurantes más, sigo el al estilo de cocina al que Dios me llamó. Cuando los líderes imitan lo que hacen los demás para tener los mismos resultados, pondrán en duda la calidad de la impartición que recibieron y terminarán perdiendo el gusto a la comida. Debemos 89

Escuela de Liderazgo de Avanzada ser eles al llamado que Dios nos hizo. Si el Señor nos llamó a ministrar la Palabra por la música, tenemos que asegurarnos que no sólo guste, debe ser el alimento correcto. Las personas no se apartarán del Señor por comer de nuestros libros o nuestras ideas hermosas, sino cuando coman la vida de Cristo en nosotros. Cuando la gente se apartaba de Jesús, les dijo a sus discípulos: “Ustedes pueden irse, pero Yo soy la panadería. La gente me sigue porque soy la panadería y siempre tengo listo el alimento que necesitan”. Los obispos y los apóstoles son alimentadores de la congregación. Conmoveremos el poder político, porque cuando la gente tenga hambre y sed de justicia, no mirarán a los políticos porque la comida que les brindaremos es la justicia que están demandando. Tendremos respuesta para cada una de las necesidades de las personas. La gente vendrá a la Iglesia porque tienen hambre de Dios y comerán de nosotros.

El gobierno de la Iglesia La Iglesia se gobierna por medio de la alimentación. Si alimentamos el estómago de la gente, se quedarán con nosotros mientras les llenemos el estómago. Si alimentamos el espíritu de la gente, seguirán con nosotros hasta la muerte por causa del propósito de Dios. Es imposible gobernar una visión de Dios sin hacerlo por medio de la alimentación. Cuando la multitud tuvo hambre en el Monte, Jesús les dijo a sus discípulos: “Denles ustedes mismos de comer…” (Marcos 6:37). La vida de la Iglesia tiene que ver con servir las mesas, por eso el primer conicto no fue por un endemoniado sino por comida. El conicto más grande que tenemos hoy es gente con hambre en el mundo, mientras los líderes se debaten por cosas que no tienen sentido. Nuestro mayor desafío como líderes es preparar un mensaje estratégico donde Dios nos revele el pan y la comida para esta generación.

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CAPÍTULO SEIS

“La predestinación” Apóstol Lucas Márquez

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a Palabra que el Espíritu Santo está soltando en estos días nos gobierna a todos. En el Reino se gobierna por la Palabra y por una impartición del Espíritu Santo. El problema de ministrar en el ámbito del Nuevo Pacto es que la Palabra es asistémica. El pasaje de Isaías 28:10 dice: “Porque mandamiento tras mandamiento, mandato sobre mandato, renglón tras renglón, línea sobre línea, un poquito allí, otro poquito allá…”. La Nueva Versión Internacional lo expresa de la siguiente manera: “Niños que repiten: a-b-c-ch-d, a-e-i-o-u, un poquito aquí, un poquito allá…”. Entonces el Espíritu Santo le reveló algo a Moisés, otro poco a Abraham, a Pablo, a Pedro, a Judas, a Santiago, a Juan Ballistreri, a Lucas Márquez y al resto de los ministros del Nuevo Pacto. Cuando leemos las Escrituras la vemos salpicada de revelación. Necesitamos recrear y ordenar todos los escenarios, por eso muchas veces no es sencillo soltar un tema del Nuevo Pacto. El Señor nos tiene que enseñar a predicar la Palabra desde la perspectiva del Nuevo Pacto por medio de la revelación del Espíritu Santo.

Romanos 8:28-32 dice: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos. A los que predestinó, también los llamó; a los que llamó, también los justicó; y a los que justicó, también los gloricó. ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? El que no escatimó ni a su 91

Escuela de Liderazgo de Avanzada propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros, ¿cómo no habrá de darnos generosamente, junto con él, todas las cosas?”. Este pasaje reeja el conocimiento anticipado que Dios tiene de todas las cosas. El proceso de salvación está integrado por cinco estaciones: 1. 2. 3. 4. 5.

Conocimiento anticipado La predestinación El llamamiento La justicación La gloricación

El día que una persona se encuentra con Dios, recién tomará consciencia que lo salvó. Pero Dios estuvo trabajando en la vida de esa persona desde antes de la fundación del mundo. En el pasaje de Juan 6:44-45, Jesús dijo: “Nadie puede venir a mí si no lo atrae el Padre que me envió, y yo lo resucitaré en el día nal. En los profetas está escrito: A todos los instruirá Dios. En efecto, todo el que escucha al Padre y aprende de él, viene a mí”. Siempre me pregunté cómo es posible que alguien que nunca pisó una congregación y nunca tuvo contacto con el Cuerpo de Cristo, se encuentre bajo un proceso de discipulado impartido directamente por el Padre. Esta es la razón por la cual oramos. Dios está trabajando en millones de personas que no conocemos ni sabemos sus nombres, pero Él les está enseñando para provocar una respuesta en sus mentes y en sus espíritus hacia el Reino. Dios trabaja en las personas y las prepara para el día cuando nos conectemos con ellas. Romanos 8:28-29 dice: “Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito. Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos”. Saber implica tener la convicción plena acerca de un asunto. En este caso, “todas las cosas” representan la unión armoniosa de las personas y las circunstancias trabajando juntas 92

La Predestinación para el propósito de Dios. En otras palabras, es todo lo bueno y lo malo trabajando favorablemente en las personas llamadas para el propósito del Reino. Aunque este término es muy amplio, en el verso 29 Pablo menciona la centralidad del propósito: “Conformarnos a la imagen del Hijo”. El propósito eterno de Dios es conformar a cada uno de sus hijos a la imagen del Primogénito, para que Él tenga una expresión de su Reino en todas las naciones de la tierra. La palabra conformación viene de prototipo o forma. Tiene que ver con la capacidad para conformarse a un molde. En la salvación existen dos aspectos que no requieren de nosotros costo alguno. Primero, la salvación es gratis y no debemos hacer nada más que creer. Efesios 2:8-9 dice: “Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte”. Segundo, la justicación tampoco tiene un costo. Cuando Pablo citó a Abraham dijo: “…Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3). Si leemos el pasaje de Génesis, podemos darnos cuenta que en el diálogo que Abraham sostuvo con Dios, nunca se tocó el tema del pecado. Cuando habla de la justicación se reere a recuperar el propósito. Abraham creyó, aunque su cuerpo ya no tenía fuerzas para procrear, que Dios levantaría una descendencia a través de su vida. Creyó por fe en el propósito y por esta causa, Dios lo declaró justo. En este tiempo Dios trabajará intensamente en nosotros para conformarnos a la imagen de su Hijo para poder tener una expresión de su Reino en cada nación. Los dos pasos preliminares, la salvación y la justicación, no tienen costo alguno para nosotros. Pero para ser conformados a la imagen del Hijo, Dios demanda que nos involucremos en un proceso y esto no nos gusta. El pasaje de Romanos 8:17-20 dice: “Y si somos hijos, somos herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, pues si ahora sufrimos con él, también tendremos parte con él en su gloria. De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con la gloria que habrá de revelarse en nosotros. La creación aguarda con 93

Escuela de Liderazgo de Avanzada ansiedad la revelación de los hijos de Dios, porque fue sometida a la frustración. Esto no sucedió por su propia voluntad, sino por la del que así lo dispuso. Pero queda la rme esperanza…”. Seguramente nadie pide padecimientos, porque a la carne humana no le gusta padecer. Los padecimientos y las aicciones representan el costo de ser conformados a la imagen del Hijo. Todas las cosas, personas y circunstancias trabajan para conformarnos a la imagen de Cristo, porque esa es la voluntad soberana de Dios. Cuando el diablo nos vea en cada estación de ese proceso, se confundirá pensando que somos Cristo. Todas las semillas son feas y al ingresar al proceso de germinación comenzarán a morir. Cuando se entierra una semilla de clavel, tiene que morir para que pueda nacer una or hermosa. Las aicciones y las presiones no están diseñadas para matarnos, sino para sacar lo mejor de nosotros. Por causa del Reino, todo lo mejor de nosotros comenzará a manifestarse. La or es la gloricación de la semilla. Cuando estemos atravesando las tormentas de la vida en un escenario intimidante, viviendo cosas que jamás pensamos, debemos recordar que todas las cosas están trabajando en nuestra vida para un propósito sublime: “Conformarnos a la imagen de Cristo, para que Él sea el Primogénito entre muchos hermanos”. Este es el único camino para conocer los planes y propósitos que Dios tiene para nuestra vida. Todo el entrenamiento que recibimos dentro de la Iglesia tiene el propósito de “expresar a Cristo como la manifestación del Reino”. Cuando estamos atravesando dicultades, presiones y todo tipo de situaciones adversas, muchas veces no sabemos cómo orar. Los momentos difíciles son esas situaciones que hacen que todo se derrumbe en un día y nuestra capacidad para resolver se quedará sin respuestas. El pasaje de Romanos 8:26-27 dice: “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu 94

La Predestinación intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios”. Es difícil aceptar que no sabemos cómo orar cuando estamos sometidos a la presión que opera para conformarnos a la imagen de Cristo. Esto nos obliga a aprender a orar bajo el formato del Reino, donde el Cristo que vive en nosotros ora al Cristo que está a la diestra del Padre. Hay más de cien versículos en el Nuevo Pacto que nos aseguran que Cristo está a la diestra del Padre y otros tantos que nos aseguran que Él vive dentro de nosotros. Cristo habita en las dos partes. Objetivamente está a la diestra del Padre pero subjetivamente, a través del Espíritu Santo, llega hacia nuestra vida y vive en nosotros. En nosotros la subjetividad de Cristo es positiva.

La presencia real de Cristo Debemos experimentar esta realidad todos los días: “… Cristo en vosotros, la esperanza de gloria” (Colosenses 1:27). Cuando atravesamos problemas, presiones o aicciones, muchas veces no sabemos orar como conviene. La carne, nuestra parte humana, no puede leer el Reino. Nuestra mente es incapaz de leer que Dios se está valiendo de situaciones para conformarnos a la imagen de Cristo. La conformación a la imagen de Cristo demandará ciertas cosas para las cuales no estamos preparados. En las horas preliminares a la crucixión, Jesús estaba orando en Getsemaní bajo una fuerte presión y declaró: “… Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya” (Lucas 22:42). Es difícil aceptar que no sabemos cómo orar Las Escrituras arman que de cuando estamos sus sienes caían gotas de sangre. Los sometidos a la presión expertos dicen que cuando una que opera para persona está bajo una presión extrema, conformarnos a la revientan los vasos sanguíneos imagen de Cristo. superciales de su piel. El Cristo hombre estaba en ese estado de presión extrema, sin embargo prerió hacer la voluntad del Padre. Jesús sabe orar en medio de las crisis. Podía negociar la copa, pero nunca 95

Escuela de Liderazgo de Avanzada la voluntad de Dios. La copa amarga es el problema que estamos atravesando ahora, pero bajo ningún concepto podemos negociar la voluntad de Dios. Si perseveramos, aunque no sepamos orar como conviene, el Espíritu Santo va a interceder por nosotros con gemidos indecibles. En el futuro tendremos que enfrentar toda clase de crisis, pero aunque no sepamos orar como conviene, el Espíritu Santo intercederá por nosotros con gemidos indecibles. Cuando atravesamos un problema que supera nuestra capacidad de reacción, lo único que nos saldrá naturalmente es llorar. En el pasaje de Romanos 8:26, el Señor dice: “… qué hemos de pedir como conviene, no lo sabemos…”. Quizá en medio de las crisis nuestros amigos se presenten para acompañarnos, pero es posible que oren peor que nosotros. Nadie puede orar mejor que nosotros, porque nos conocemos como nadie más. Cuando atravesamos presiones en el ministerio nos volvemos monótonos y todas nuestras respuestas serán cortas. El libro de Hebreos 2:12 dice: “… Anunciaré a mis hermanos tu nombre, en medio de la congregación te alabaré”. Esta frase denota que Cristo asiste a nuestros servicios y está adorando en algún lugar entre los hermanos.

¿Cómo adora el Señor? Cantando en nuestro cantar, adorando en nuestra adoración, bendiciendo a través de nuestras bendiciones. Cuando cantamos en el Espíritu, Él canta a través de nuestro cantar. Cuando oramos en el Espíritu, Él ora en nuestras oraciones y cuando bendecimos, Él bendice a través de nosotros. Somos el canal de la expresión de Dios y cuando Pablo dice que el Espíritu Santo intercede por nosotros con gemidos indecibles, implica que cuando estamos abatidos y gimiendo no estamos solos en la batalla. El Espíritu Santo intercede a través de nuestro gemir con gemidos indecibles. El gemido del Espíritu Santo es la manera de bajar hasta nuestro nivel, identicándose con nosotros para meterse en nuestro mundo. En determinados momentos, esto puede salvarnos la vida. Debemos determinarnos a no gemir solos nunca más y ser conscientes que nuestro gemido es el gemir del Espíritu Santo. ¿Cuál es la diferencia 96

La Predestinación entre mi gemido y el del Espíritu Santo? Nosotros gemimos ignorando el propósito y el Espíritu Santo lo hace conociendo la plenitud de nuestro propósito. El pasaje de Romanos 8:27 arma este concepto: “… porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos”.

Conformados a la imagen de Cristo Si el Espíritu Santo gime e intercede por nosotros con gemidos indecibles, no tenemos dudas que el Padre responderá la oración. El Padre ordenará el escenario completo, toda nuestra naturaleza y conanza en nosotros mismos, lo que creemos que somos. No dejará lugar a la autosuciencia, porque todos nuestros patrones de conducta comenzarán a ser tratados por Dios para que seamos conformados a la imagen de su Hijo. Entonces podremos expresar al Reino a través de nuestra vida. El gran negocio de Dios es que una vez que se impartió en nosotros puede trabajar en nuestra naturaleza humana. Así podrá expresarse a través de nuestra vida como Rey y ser el Primogénito entre muchos hermanos. En otras palabras, Dios nunca escatimará recursos para conformar a sus hijos a su imagen. Todas las circunstancias que nos rodean a lo largo de nuestra vida están diseñadas con asombrosa precisión por el Padre para poder trabajar en nuestro carácter y conformarnos a la imagen de su Hijo. El apóstol Pablo arma lo siguiente: “Gracias a mis cadenas, ahora más que nunca la mayoría de los hermanos, conados en el Señor, se han atrevido a anunciar sin temor la palabra de Dios” (Filipenses 1:14). Las prisiones que tuvo que padecer se transformaron en un catalizador para que los discípulos que había formado predicaran el Evangelio del Reino con más fervor. Todas las circunstancias por las que debemos atravesar suman para la concreción de nuestro propósito eterno en el Reino. Quizá no podamos comprender muchas de las cosas que nos ocurrirán, pero nos basta con entender que para los que amamos a Dios, todas las cosas, personas y circunstancias trabajarán para conformar a Cristo en nosotros. Necesitamos activar nuestra sabiduría espiritual para 97

Escuela de Liderazgo de Avanzada Necesitamos activar nuestra sabiduría espiritual para entender que el Señor está buscando algo más valioso en nuestra vida. Todos los problemas siempre serán temporales porque el Señor nos librará de todas las aicciones. Pero mientras permanezcan en nuestra vida serán las herramientas que utilizará para tratar nuestro carácter y anular la conanza ciega en nosotros mismos. Este es el único camino para ser conformados a la imagen del Primogénito. En el pasaje de Mateo 25 encontramos dos parábolas del Reino y en Mateo 13 hay siete parábolas del Reino. Las parábolas son historias o ejemplos que Jesús diseñaba para esconder los misterios del Reino. Las parábolas revelaban cosas escondidas desde la fundación del mundo. El pasaje de Mateo 13:35 dice: “Hablaré por medio de parábolas; revelaré cosas que han estado ocultas desde la creación del mundo”. Cuando capturamos las palabras como códigos de revelación, experimentaremos un avance impresionante en la revelación y la naturaleza del Reino. El pasaje de Mateo 13:4546 dice: “También se parece el Reino de los cielos a un comerciante que andaba buscando perlas nas. Cuando encontró una de gran valor, fue y vendió todo lo que tenía y la compró”. Esta parábola es un ejemplo de la revelación de los misterios del Reino. Mateo 25:1-13 dice: “El Reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y cinco prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron de aceite. En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas. Y como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se durmieron. A medianoche se oyó un grito: '¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a recibirlo!' Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: 'Dennos un poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando'. 'No, respondieron éstas', porque así no va a alcanzar ni para nosotras ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite, y compren para ustedes mismas. Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y las jóvenes que estaban 98

La Predestinación preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y se cerró la puerta. Después llegaron también las otras. '¡Señor! ¡Señor!', suplicaban. ¡Ábrenos la puerta! '¡No, no las conozco!', respondió él. Por tanto, agregó Jesús, manténganse despiertos porque no saben ni el día ni la hora”. La segunda parábola se encuentra en Mateo 25:14-30: “El Reino de los cielos será también como un hombre que, al emprender un viaje, llamó a sus siervos y les encargó sus bienes. A uno le dio cinco mil monedas de oro, a otro dos mil y a otro sólo mil, a cada uno según su capacidad. Luego se fue de viaje. El que había recibido las cinco mil fue en seguida y negoció con ellas y ganó otras cinco mil. Así mismo, el que recibió dos mil ganó otras dos mil. Pero el que había recibido mil fue, cavó un hoyo en la tierra y escondió el dinero de su señor. Después de mucho tiempo volvió el señor de aquellos siervos y arregló cuentas con ellos. El que había recibido las cinco mil monedas llegó con las otras cinco mil. 'Señor, dijo, usted me encargó cinco mil monedas. Mire, he ganado otras cinco mil'. Su señor le respondió: '¡Hiciste bien, siervo bueno y el! En lo poco has sido el; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!'”. “Llegó también el que recibió dos mil monedas. 'Señor, informó, usted me encargó dos mil monedas. Mire, he ganado otras dos mil'. Su señor le respondió: '¡Hiciste bien, siervo bueno y el! Has sido el en lo poco; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu señor!' Después llegó el que había recibido sólo mil monedas. 'Señor, explicó, yo sabía que usted es un hombre duro, que cosecha donde no ha sembrado y recoge donde no ha esparcido. Así que tuve miedo, y fui y escondí su dinero en la tierra. Mire, aquí tiene lo que es suyo'. Pero su señor le contestó: '¡Siervo malo y perezoso! ¿Así que sabías que cosecho donde no he sembrado y recojo donde no he esparcido? Pues debías haber depositado mi dinero en el banco, para que a mi regreso lo hubiera recibido con intereses. Quítenle las mil monedas y dénselas al que tiene las diez mil. Porque a todo el que tiene, se le dará más, y tendrá 99

Escuela de Liderazgo de Avanzada en abundancia. Al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Y a ese siervo inútil échenlo afuera, a la oscuridad, donde habrá llanto y rechinar de dientes'”. En el pasaje de Mateo 23, Jesús denuncia al sistema religioso corrupto del judaísmo. En Mateo 24 habla de las señales del n y en Mateo 25 concluye con el pensamiento del Reino, mencionando estas dos extrañas parábolas del Reino. En primer lugar, las parábolas tienen que ver con las vírgenes que esperan al esposo. Segundo, con el Señor que regresa para pedirles cuenta a sus siervos porque espera resultados. La enseñanza es que disfrutaremos a Cristo en dos aspectos, primero como el Esposo amante y segundo como un Señor severo que viene esperando resultados. La palabra esposo reeja ternura y amor. El Reino de los cielos siempre se relaciona con una Boda, porque es un romance universal. En esta parábola hay una complejidad porque habla de diez vírgenes, al leer el relato nos damos cuenta que no existen diferencias entre las diez. Las diez son vírgenes y esto nos habla de pureza extrema. Las diez tienen lámparas con aceite y mientras esperaban al esposo, cabecearon y se durmieron. Pero en el verso cuatro surge la diferencia entre ambos grupos: “… las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus lámparas”. Las lámparas llenas representa el espíritu de cada una de ellas. El pasaje de Proverbios 20:27 dice: “El espíritu humano es la lámpara del Señor, pues escudriña lo más recóndito del ser”. Aunque siempre tuvimos aceite en nuestra lámpara, existen áreas de nuestra vida donde no permitimos que permeara a la vasija, una representación de nuestra alma. Pablo dijo: “¿Quién te distingue de los demás? ¿Qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué presumes como si no te lo hubieran dado?” (1 Corintios 4:7). Por causa del Reino, comenzaremos a llenar nuestra vasija (alma) con aceite y nuestras emociones, la parte almática de nuestro ser, estarán sujetas al Espíritu Santo. Cuando una persona se mueve sólo en el terreno de las 100

La Predestinación emociones, experimentará muchos altibajos producto de la necedad del alma para tratar con los asuntos del Espíritu. Las vírgenes fatuas no tuvieron acceso a la boda, porque este es un derecho o premio que sólo pueden ganar las vírgenes prudentes. Las imprudentes fueron arrojadas a las tinieblas de afuera, allí no dice que fueron a parar al inerno. Aunque hoy no entendamos todas las cosas, podemos darnos cuenta que existen ciertos procesos que no terminaremos de concluir a lo largo de nuestra vida. Pero concluiremos estos procesos después de morir, porque la muerte no resuelve todas las cosas. Pablo dice en Romanos 14:10: “… Porque todos compareceremos ante el tribunal de Cristo”. Tendremos que dar cuenta de nuestra obra y todo lo que edicamos con madera, heno y hojarasca se quemará, pero lo que edicamos con oro, plata y piedras preciosas, será puricado por el fuego. En el Reino tenemos que trabajar para ganar la recompensa completa. El pasaje de 1 Corintios 9:24 dice: “… corran, pues, de tal modo que lo obtengan”. En la parábola de los talentos el Señor “les entregó sus bienes” a sus siervos. Esta palabra me impresionó. Debemos darle gracias al Señor, porque aún sin entender todas las cosas, sabemos que Él nos entregó los bienes del Reino para administrarlos y multiplicarlos. Mientras estos recursos se encuentran en las manos de Dios son sus “bienes”, pero cuando cambian a las nuestras se llaman “talentos”. Todos los dones, habilidades y talentos son los bienes de Dios en nuestra vida. La neurociencia arma que al nacer Debemos darle gracias todos contamos con cinco habilidades al Señor, porque aún que al combinarse entre sí producen un sin entender todas las núcleo que nos hace únicos e cosas, sabemos que Él irrepetibles. En esta manifestación del nos entregó los bienes Reino habrá un avivamiento de los del Reino para dones y habilidades para hacer administrarlos y negocios. Esto nos permitirá penetrar multiplicarlos. mercados para ejecutar ideas que manifestarán el Reino de Dios en la tierra. Estamos a punto de experimentar ríos de abundancia nanciera en el Cuerpo de Cristo. 101

Escuela de Liderazgo de Avanzada Surgirá en la Iglesia una generación de jóvenes competentes, llenos de gracia y con mentalidad de Reino que serán capaces de penetrar los mercados para hacer grandes negocios. Dios nos está abriendo un mundo nuevo para hacer todo tipo de negocios proféticos. Recibiremos la habilidad para provocar la abundancia y salir de las deudas antes del tiempo esperado. Saldremos de la insuciencia nanciera y entraremos en la abundancia sin límites para la gloria de Dios. Las personas que vienen de la pobreza están programadas con tres paradigmas diferentes: verbal, referencial y experimental. El lenguaje de los pobres es: no hay, no tenemos y no podemos conseguirlo. Debemos creer que el Rey nos entregó sus bienes para hacer grandes negocios en el mercado. En Dios estamos enriquecidos sin importar nuestro pasado, porque comenzamos una vida nueva de abundancia sin límites para su gloria. El Padre nos sacará de la dependencia laboral para llevarnos hacia un trabajo inteligente y estratégico. Entonces podremos ser guerreros nancieros para el Reino de Dios. El segundo paradigma del pobre viene de los modelos que recibió: padre pobre, casa pobre, escuela pobre, ropa pobre, entorno pobre, etc. Cuando no conocemos otra forma de vida, estaremos condenados a repetir el mismo paradigma con nuestra descendencia. El tercer paradigma del pobre surge de las experiencias de una vida de pobreza. Entonces no festejaremos los cumpleaños, nos costará hacer regalos, no saldremos de vacaciones, etc. Cuando comenzamos a recibir la revelación del Reino, es como si no estuviéramos homologados mentalmente para funcionar con este tipo de mensajes. El Reino de los cielos tiene el poder para añadirnos todo lo que haga falta, porque Dios nos va a prosperar grandemente. Necesitamos ser permeados por un discurso de fe, aunque nos tengan que repetir los principios del Reino una y otra vez hasta ser procesados en nuestro ser interior. Esto provocará la transformación necesaria para poder caminar por un paradigma de abundancia.

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La Predestinación El siervo a quien el Señor le entregó cinco talentos, negoció con ellos y le entregó diez: “Su Señor le respondió: '¡Hiciste bien, siervo bueno y el! En lo poco has sido el; te pondré a cargo de mucho más. ¡Ven a compartir la felicidad de tu Señor!'” (Mateo 25:21). El Reino se edica negociando correctamente los bienes que Dios depositó en nuestras manos, por eso no debemos tener miedo de negociar. Todas las parábolas de Mateo 13 se reeren al mercado, el problema es que los llamados “padres de la Iglesia” nos divorciaron del mercado. La Iglesia fue diseñada para operar dentro del mercado. Nacimos para negociar. Un bebé nace y maneja el negocio llorando, por eso llora y obtiene leche. Cuando caminamos con Dios nunca habrá límites, todo lo que podamos alcanzar quedará opacado por lo que vamos a lograr en el próximo nivel. Los únicos límites que Dios reconoce son los que nosotros establecemos. El siervo inútil que enterró el talento que recibió tuvo que trabajar para hacerlo. Hay gente que trabaja más para el fracaso que el éxito. Necesitamos transformar nuestra manera de pensar para que el Señor pueda ubicarnos donde está la abundancia. No tenemos que vivir para administrar el don de otro sino el nuestro. Muchas de las personas que forman parte de la Iglesia pertenecen al grupo de un talento. Es más fácil deprimirse porque sentimos que tenemos pocos recursos. La mayoría de la gente que llegará a nuestras congregaciones cree que recibieron pocos recursos de Dios. Si logramos activar la productividad de los que recibieron un talento, ganaremos las naciones en poco tiempo porque Dios nos dará la gracia y la unción para hacerlo.

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CAPÍTULO SIETE

“Vida, entrenamiento y fruto” Apóstol Lucas Márquez

E

En el Reino siempre nos preparamos para enfrentar lo peor, pero esperamos que ocurra lo mejor. El pasaje de 1 Timoteo 4:7-8 dice: “Rechaza las leyendas profanas y otros mitos semejantes. Más bien, ejercítate en la piedad, pues aunque el ejercicio físico trae algún provecho, la piedad es útil para todo, ya que incluye una promesa no sólo para la vida presente sino también para la venidera”. Pablo pasó dos años en prisión en una cárcel romana. Durante ese tiempo la Iglesia comenzó a degradarse rápidamente por las inltraciones de la losofía griega y el fundamentalismo judío. Dentro de este contexto surge la primera y segunda carta a Timoteo, mientras ministraba como pastor en la congregación de Éfeso. Allí también se habían inltrado líderes que enseñaban una doctrina diferente a la del apóstol. Pablo le pidió a Timoteo lo siguiente: “Al partir para Macedonia, te encargué que permanecieras en Éfeso y les ordenaras a algunos supuestos maestros que dejen de enseñar doctrinas falsas y de prestar atención a leyendas y genealogías interminables. Esas cosas provocan controversias en vez de llevar adelante la obra de Dios que es por la fe” (1 Timoteo 1:3-4). Aquí el término ordenar o mandar es “epitague” e implica un decreto real.

El decreto de un rey no se puede modicar y se debe ejecutar exactamente como lo mandó, no existe lugar para la creatividad. La labor de Timoteo se equiparaba a vacunar a la congregación contra los pensamientos diferentes a la “economía” neo-testamentaria de Dios. Necesitamos que el Espíritu Santo desarrolle en nosotros una capacidad de diagnóstico para saber las cosas que debemos 105

Escuela de Liderazgo de Avanzada desechar de nuestra vida. El consejo que Pablo le conrió a Timoteo fue: “Ejercítate para la piedad”. No podemos realizar ninguna tarea espiritual sin tener la vida apropiada y contar con el entrenamiento adecuado. La palabra vida en griego tiene cuatro deniciones: 1. 2. 3. 4.

Vida biológica (Bios) Vida del alma o anímica (suché) Estilo de vida desordenado (anastrofe) Vida increada (la vida de Dios)

Esta es la vida eterna (Zoe) que nos fue impartida según Juan 3:16. El pasaje de Juan 17:3 arma: “Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero y a Jesucristo, a quien tú has enviado”. Cuando leemos las Escrituras podemos darnos cuenta que la única vida que Dios considera es la vida Zoe; nuestra vida humana, natural y nita no es considerada como vida. Por eso la Biblia arma que estábamos muertos en delitos y pecados, pero Él nos dio vida. Toda clase de vida tiene dos elementos básicos: el conocimiento de esa vida y la capacidad para gestionar ese conocimiento. Ej. Cuando un pájaro sale del huevo, conoce la vida de los pájaros y tiene habilidad para gerenciar ese conocimiento. El pájaro sabe cómo debe volar desde su nacimiento. En otras palabras, nace conociendo y con la capacidad para implementar ese conocimiento. Cuando Dios nos transrió la vida Zoe, recibimos el conocimiento y la habilidad divina para desarrollar la tarea espiritual. El Nuevo Pacto tiene que ver con el desarrollo del conocimiento y las habilidades que Dios nos impartió. El pasaje de Jeremías 31:33-34 dice: “Éste es el pacto que después de aquel tiempo haré con el pueblo de Israel, arma el Señor: Pondré mi ley en su mente y la escribiré en su corazón. Yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Ya no tendrá nadie que enseñar a su prójimo, ni dirá nadie a su hermano: '¡Conoce al Señor!', porque todos, desde el más 106

Vida, Entrenamiento y Fruto pequeño hasta el más grande, me conocerán, arma el Señor. Yo les perdonaré su iniquidad, y nunca más me acordaré de sus pecados”. El pasaje de Ezequiel 36:27 dice: “Infundiré mi Espíritu en ustedes, y haré que sigan mis preceptos y obedezcan mis leyes”. El pasaje de 1 Juan 2:27 dice: “Pero la unción que vosotros recibisteis de él permanece en vosotros, y no tenéis necesidad de que nadie os enseñe; así como la unción misma os enseña todas las cosas, y es verdadera, y no es mentira…”. Cuanto menor sea nuestro desarrollo espiritual, mayor necesidad tendremos de recibir enseñanza y supervisión permanente. Esto no tiene que ver con la cantidad de años que llevamos formando parte del Cuerpo de Cristo, sino con el nivel de desarrollo en la vida del Espíritu. Necesitamos desarrollarnos, crecer y entrenarnos para manifestar esta vida. Por ejemplo, quizá no hablemos inglés pero tenemos la capacidad para hacerlo. Si aún no lo hicimos, es porque nunca fuimos entrenados para ello. Sin embargo, una mascota jamás podría lograr esto porque no tiene la clase de vida compatible para desarrollar esa tarea. Tenemos la vida de Dios para realizar ciertas tareas, pero no contamos con el entrenamiento para operar en esa vida. En los próximos años necesitamos entrenarnos en los principios del Nuevo Pacto. Este entrenamiento en la vida del Espíritu nos permitirá realizar la tarea espiritual para que el Reino de Dios venga a la tierra. 2 Timoteo 2:1-2 dice: “Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús. Lo que me has oído decir en presencia de muchos testigos, encomiéndalo a creyentes dignos de conanza, que a su vez estén capacitados para enseñar a otros”. En el pasaje de Josué 1 Dios le dijo “esfuérzate y sé valiente”. Pero en el Nuevo Pacto Pablo le dijo a Timoteo que se “esforzara en la gracia” y esto hace toda la diferencia. Dentro de las congregaciones, el conocimiento suele ser teórico pero el entrenamiento está basado en las capacidades de la vida. Cuando hablamos de conocer y ser entrenados no estamos hablando de un concepto teórico, porque en el Reino todo se aprende realizando la tarea. Frente a los retos reales 107

Escuela de Liderazgo de Avanzada que surgen de la visión del Reino, aprendemos todas las cosas por medio de la práctica. Cuando accedemos a ciertos escenarios preparados por Dios, la vida Zoe se desarrollará y crecerá para que podamos aprender. Debemos consagrarnos de nuevo al Señor para ser entrenados en esta nueva vida. Hay cuatro cosas que considero elementales para el desarrollo y el entrenamiento de la vida del Espíritu en nosotros.

Primero: “Desarrollar una relación de comunión adecuada con el Señor” En el Reino no tenemos relación, sino comunión y unidad con Dios. El pasaje de Juan 17:21-22 dice: “… para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que me diste, para que sean uno, así como nosotros somos uno…”. La relación y la unidad son dos realidades diferentes. ¿Cómo estas dos realidades pueden llegar a ser una sola? Este es un misterio, porque son realidades que se deben revelar a nuestro espíritu. El pasaje de Éxodo 21:1-6 dice: “Éstas son las leyes que tú les expondrás: Si alguien compra un esclavo hebreo, éste le servirá durante seis años, pero en el séptimo año recobrará su libertad sin pagar nada a cambio. Si el esclavo llega soltero, soltero se irá. Si llega casado, su esposa se irá con él. Si el amo le da mujer al esclavo, como ella es propiedad del amo, serán también del amo los hijos o hijas que el esclavo tenga con En el Reino no tenemos ella. Así que el esclavo se irá solo. Si el relación, sino esclavo llega a declarar: 'Yo no quiero comunión y unidad recobrar mi libertad, pues les tengo con Dios cariño a mi amo, a mi mujer y a mis La relación y la unidad hijos', el amo lo hará comparecer ante son dos realidades los jueces, luego lo llevará a una diferentes. ¿Cómo estas puerta, o al marco de una puerta, y allí dos realidades pueden le horadará la oreja con un punzón. llegar a ser una sola? Así el esclavo se quedará de por vida Este es un misterio... con su amo”. 108

Vida, Entrenamiento y Fruto El principio para todos en el Reino es que aunque somos hijos de Dios, también somos sus siervos. Recibimos una Esposa que es la Iglesia y recibimos hijos. Tenemos muchos motivos para estar agradecidos con el Señor, porque todo lo que tenemos lo recibimos de Él. Esta es la razón por la cual no tiene sentido alejarnos de su comunión íntima, porque andar solos por la vida es nuestro peor negocio. Dios está perforando nuestros oídos espirituales para que podamos oír como los sabios. La Palabra de revelación es la “lezna” de Dios que perfora nuestros oídos para oír con la actitud correcta. El pasaje de Isaías 50:4-5 dice: “El Señor omnipotente me ha concedido tener una lengua instruida, para sostener con mi palabra al fatigado. Todas las mañanas me despierta, y también me despierta el oído, para que escuche como los discípulos. El Señor omnipotente me ha abierto los oídos, y no he sido rebelde ni me he vuelto atrás”. Peter Clarke declaró: “Tenemos dos problemas, uno es ignorar los conceptos y el otro la incapacidad para gerenciar ese concepto cuando lo oímos”. Pero aquí dice el Señor que nos dará oídos para oír como los sabios. En otras palabras, se activará la inteligencia espiritual y todo lo que Dios nos suelte tendrá un efecto productivo en nuestra vida. Cuando Jesús resucitó pasó cuarenta días en resurrección. No hay registro alguno de bosquejos o temas que les haya enseñado a los discípulos. A simple vista pareciera que no hizo nada, solo dice que enseñó acerca del Reino de Dios. Lo único que hizo Jesús durante cuarenta días fue aparecer y desaparecer. Se les apareció a sus discípulos y les dijo: “Paz a vosotros”. Luego se apareció a dos hombres que iban caminando a Emaús y estaban tristes porque habían matado al Señor. Cuando llegaron a su casa lo invitaron a quedarse a pasar la noche. En ese momento le pidieron a Jesús que tomara el pan para bendecirlo y cuando lo reconocieron, desapareció delante de sus ojos. A través de esta experiencia puedo entender dos cosas. Primero Jesús se quedó cuarenta días apareciendo y desapareciendo para entrenarlos en la resurrección para introducirlos en la dimensión del Espíritu. Toda la visión de Cristo era demasiado 109

Escuela de Liderazgo de Avanzada sensitiva porque trataba de activar el Espíritu. El pasaje de Lucas 24:32 dice: “Se decían el uno al otro: ¿No ardía nuestro corazón mientras conversaba con nosotros en el camino y nos explicaba las Escrituras?”. Dios va a trabajar con nosotros durante los próximos tres años para provocar una apertura del mundo espiritual como nunca antes. Tendremos una revelación impresionante acerca de las realidades espirituales. A los discípulos les ocurrieron tres cosas que nos pasarán en este tiempo: “Les abrió las Escrituras, los ojos y el entendimiento”.

Segundo: “Ser examinados por la luz del Señor” Salmos 36:9 dice: “Porque en ti está la fuente de la vida, y en tu luz podemos ver la luz”. 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, él es el y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad”. Hechos 9:3 dice: “En el viaje sucedió que, al acercarse a Damasco, una luz del cielo relampagueó de repente a su alrededor”. A veces creemos que solo Pablo vio el resplandor de la gloria del Señor, pero no es así. Cuando Jesús comenzó su ministerio se fue hacia Galilea de los gentiles. El pasaje de Mateo 4:15-16 dice: “Tierra de Zabulón y tierra de Neftalí, camino del mar, al otro lado del Jordán, Galilea de los gentiles; el pueblo que habitaba en la oscuridad ha visto una gran luz; sobre los que vivían en densas tinieblas la luz ha resplandecido”. No es posible que la gente deje las barcas y las redes con las que trabajaron toda su vida, a menos que un resplandor los impresione y los rodee. El resplandor de su gloria también se reejará a través de nuestra vida cada vez que nos movamos en la dimensión del Espíritu. Ese resplandor acompañará nuestra gestión y algo va a ocurrir en cualquier lugar donde nos encontremos. La situación que ocurrió con Pablo no es un caso único, se repetirá vez tras vez cuando los cielos se abran y la revelación se active en nuestra vida. Debemos prepararnos para 110

Vida, Entrenamiento y Fruto para operar bajo un resplandor de gloria. 2 Corintios 3:18 dice: “Así, todos nosotros, que con el rostro descubierto reejamos como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados a su semejanza con más y más gloria por la acción del Señor, que es el Espíritu”. Mientras mayor sea la intensidad de la luz que contemplamos, peores nos vamos a ver. Estamos entrando en un nivel donde vamos a ser examinados en la presencia de Dios por causa del desarrollo de su vida en nosotros. Qué bueno es poder tener ese tiempo de oración en secreto con el Señor, porque en su presencia seremos examinados. Aunque el resultado siempre será el mismo y nos daremos cuenta que no somos apropiados para realizar la tarea porque somos demasiado naturales, mundanos y carnales. Quizá nos sintamos como el primero de los pecadores y no entendamos por qué Dios nos llamó. En su presencia nunca nos creeremos la “gran cosa”, porque podremos darnos cuenta que solo por su gracia estamos vivos. Entonces desarrollaremos una sensación profunda de dependencia absoluta del Señor. Cuando estamos dispuestos a permitir que el Señor examine nuestra vida, nos mostrará el diagnóstico exacto de nuestra condición y sabremos cómo llegar desde donde estamos hasta donde Él nos quiere llevar.

Tercero: “Recibir una carga del Señor” Cuando el Señor nos toma como hijos y siervos recibiremos una carga. La palabra “carga” dene la Cuando el Señor nos misión o la tarea que tendremos que toma como hijos y desarrollar en el Reino. Debemos siervos recibiremos una recibir con gozo la carga que Él carga. La palabra establece sobre nuestros hombros. “carga” dene la Jesús dijo: “Carguen con mi yugo y misión o la tarea que aprendan de mí, pues yo soy apacible tendremos que y humilde de corazón, y encontrarán desarrollar en el Reino. descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana…” (Mateo 11:29-30). La desgracia de mucha gente en la Iglesia es que a pesar de los años, nunca llevaron sobre una carga del Reino sobre sus hombros. 111

Escuela de Liderazgo de Avanzada El pasaje de Cantares 1:7-8 dice: “Cuéntame, amor de mi vida, ¿dónde apacientas tus rebaños?, ¿dónde a la hora de la siesta los haces reposar? ¿Por qué he de andar vagando entre los rebaños de tus amigos? Si no lo sabes, bella entre las bellas, ve tras la huella del rebaño y apacienta a tus cabritos junto a las moradas de los pastores”. Todos debemos llevar los cabritos junto a los rebaños en las cabañas de los pastores. Es una revelación de la carga del Señor para trabajar con la gente. En los primeros tiempos, una persona que se convierte es un cabrito indisciplinado. Hay que hacer un trabajo de pastoreo para traerlos a la voluntad del Señor y formarlos en todo lo que aprendimos acerca de la consolidación. Debemos regresar a la gente, porque esa es nuestra asignación primordial. Necesitamos asumir que somos la solución perfecta para alguien más, porque estamos asignados a desarrollar personas y no a mantener un sistema en funcionamiento.

Cuarto: “Desarrollar un profundo interés por las personas” El individualismo en el Cuerpo de Cristo hizo mucho daño. El pasaje de Efesios 4:13 dice: “hasta que todos lleguemos…”. Dios está levantando gente responsable y trascendente que ame a las personas. El pasaje de Juan 4:31-34 dice: “Mientras tanto, sus discípulos le insistían: Rabí, come algo. Yo tengo un alimento que ustedes no conocen, replicó él. ¿Le habrán traído algo de comer?, comentaban entre sí los discípulos. Mi alimento es hacer la voluntad del que me envió y terminar su obra, les dijo Jesús” (Juan 4:31-34). El relato de Jesús en Sicar comienza armando que “le era necesario pasar por Samaria…”. Lo único que Jesús hizo en esa tierra fue hablar a medio día con una mujer solitaria a la orilla de un pozo. ¿Quién llegó primero al pozo, Jesús o la mujer? Jesús llegó cansado del camino y se sentó a orillas del pozo pasando calor, entonces apareció una mujer de dudosa reputación sola para sacar agua a mediodía. Jesús provocó una conversación con ella, pero antes había mandado a sus discípulos al pueblo con la 112

Vida, Entrenamiento y Fruto excusa de comprar alimentos, pero en realidad no quería que estuvieran allí porque serían un problema para lo que iba a realizar. Jesús nos demuestra que es posible abandonar una ciudad o una multitud sólo para asistir a una persona. No sabemos si esa persona puede ser la bisagra que marcará la diferencia que nos permitirá alcanzar una ciudad. En realidad siempre conoceremos a una persona en parte, pero no sabemos todo lo que puede haber dentro de ella. Una persona tiene un valor intrínseco demasiado importante como para ignorarlo. Hemos hablado mucho sobre paternidad y en realidad lo creemos. Pero hoy necesitamos que esta nueva vida del Espíritu active en nosotros la paternidad espiritual. Cuando leemos los cuatro Evangelios, la palabra “discípulo” aparece más de trescientas veces. En el libro de los Hechos aparece unas treinta veces. En las epístolas del Nuevo Pacto no aparece la palabra “discípulo”, excepto en algunos casos. Pareciera que este término fue reemplazado por el de hijos y esto nos habla de una relación de paternidad. Todo el lenguaje formativo dentro del Nuevo Pacto se ajusta a los términos de la crianza de los hijos: “amamantar, nutrir, cuidar, dar alimento sólido, leche, etc”. Es algo que se debe activar en nuestra gestión dentro de la Iglesia. Se debe despertar en nosotros el llamado primordial para ser padres o madres. Esto volverá a nuestras congregaciones, la gente que va a nacer serán hijos nuestros, tendrán nuestro ADN y los cuidaremos con el amor del Padre. Llegó el tiempo de deshacernos de los discípulos y tener hijos engendrados. Los nutriremos y disfrutaremos de cada etapa de su crecimiento, aún de sus errores. El pasaje de 1 Tesalonicenses 2:7 y 11 dice: “Aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido ser exigentes con ustedes, los tratamos con delicadeza. Como una madre que amamanta y cuida a sus hijos”… “Saben también que a cada uno de ustedes lo hemos tratado como trata un padre a sus propios hijos”. El pasaje de 2 Corintios 12:14-15 dice: “Miren que por tercera vez estoy listo para visitarlos y no les seré una carga, pues no me interesa lo que ustedes tienen sino lo que ustedes son. Después 113

Escuela de Liderazgo de Avanzada de todo, no son los hijos los que deben ahorrar para los padres, sino los padres para los hijos. Así que de buena gana gastaré todo lo que tengo, y hasta yo mismo me desgastaré del todo por ustedes. Si los amo hasta el extremo, ¿me amarán menos?”. La atención de un hijo siempre será la prioridad de los padres, pero sólo el amor puede hacer de esto una realidad. El pasaje de 1 Corintios 13:7 dice: “Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta…”. Los primeros seis versículos de Juan 15 hablan de una realidad orgánica: la vid y los pámpanos. ¿Dónde termina uno y comienza el otro? Es un todo orgánico. Este concepto se nos tiene que revelar. Debemos tener una vida y un entrenamiento apropiados para producir los frutos correctos. La palabra fruto en griego es “carpos”, lo que se produce por la energía inherente a un organismo vivo. En Romanos 11:17-18, el apóstol Pablo dice: “Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo. Sin embargo, no te vayas a creer mejor que las ramas originales. Y si te jactas de ello, ten en cuenta que no eres tú quien nutre a la raíz, sino que es la raíz la que te nutre a ti”. Somos ramas injertadas en el “buen olivo” o en el olivo cultivado. Para realizar un injerto se necesitan dos cortes: “La rama silvestre se debe cortar del viejo árbol y se debe hacer otro corte en el receptor donde se va a injertar la rama”. Fuimos cortados en la Cruz, separados del viejo árbol “Adán” e injertados en el verdadero árbol que es Cristo. En la cruz se produjeron los dos cortes.

Debemos tener una vida y un entrenamiento apropiados para producir los frutos correctos.

Una rama de eucalipto injertada en un manzano no producirá nada porque tiene una naturaleza diferente. Pero una rama de olivo silvestre injertada en el buen olivo siempre producirá fruto abundante porque tienen la misma naturaleza. Pertenecemos al género de Dios. Cuando Él creó al 114

Vida, Entrenamiento y Fruto hombre se habló a sí mismo, nombrando a cada cosa según su género. Como tenemos su naturaleza podemos ser injertados en Él. Pablo dice que los judíos fueron desgajados y en el espacio que quedó, fuimos injertados nosotros. Entonces, si las raíces son santas, las ramas también lo serán. Las raíces son los patriarcas: Abraham, Isaac y Jacob, el olivo es Cristo y la savia es el Espíritu Santo; en consecuencia, somos parte del “Buen Olivo”. Las ramas no hacen nada, simplemente fueron injertadas en el olivo y sólo se ve es el desbordamiento de la savia que se traducirá en el fruto visible. En el pasaje de Juan 15 encontramos once referencias a lo que implica permanecer. Los mensajes sobre la permanencia en Cristo no son muy frecuentes. ¿Cómo se permanece en Cristo? Juan 15:4 dice: “Permaneced en mí”. La respuesta está en Romanos 8, allí vemos revelado todo el secreto para permanecer en Él. Pablo habla de andar, vivir y testicar junto con el Espíritu. El pasaje de Romanos 8:16 dice: “El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios”. Necesitamos aprender a testicar junto con el Espíritu que somos hijos de Dios y aprender a clamar Abba Padre. Cada vez que nos sintamos fuera del Espíritu, debemos declarar en voz alta nuestra paternidad: “Soy hijo de Dios”. Cuando hacemos esto en medio de la adversidad, el Espíritu Santo testicará juntamente con nuestro espíritu. Cuando ponemos la mente en las cosas del Espíritu obtendremos vida y paz. Pablo describe esta realidad desde dos aspectos diferentes: “Poned la mente y tened la mente puesta”. Al poner intencionalmente nuestra mente en las cosas del Espíritu, llegamos a la condición de tener nuestra mente establecida en las cosas del Espíritu. Esto implica todo lo relacionado con el Espíritu: “La Palabra, la alabanza, la adoración, la vida dentro de la Iglesia, la predicación, el discipulado, la oración, la meditación, etc”. El pasaje de Romanos 7:25 dice: “… En conclusión, con la mente yo mismo me someto a la ley de Dios, pero mi naturaleza pecaminosa está sujeta a la ley del pecado”. El apóstol Pablo declara que el hombre de Romanos 7 tiene una mente totalmente independiente que no está 115

Escuela de Liderazgo de Avanzada sujeta a Dios o a la carne. Los hombres y las mujeres del Nuevo Pacto tenemos una estrategia para el Espíritu, pero no para la mente. El pasaje de Romanos 8 nos insta a poner la mente en las cosas del Espíritu. Si doblegamos nuestra mente para que todo el tiempo piense en las cosas del Espíritu, terminará puesta en las cosas del Espíritu. Romanos 8:2 dice: “… pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte”. El diablo se encarnó en la serpiente cuatro mil años antes que Cristo se encarnara y cuando el hombre pecó, se inyectó en el resto del género humano. Cuando Cristo se encarnó cuatro mil años después, se introdujo en el género humano, por eso Pablo arma que el pecado entró en el mundo por un hombre. El pecado en singular, como un ente, no los pecados particulares sino como una manifestación del diablo funcionando a través del pecado y la muerte. Nadie estudia o se discipula para pecar. Pecan porque están bajo la ley del pecado y la muerte que se mueve en ellos. La ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús nos libró de la ley del pecado y la muerte, porque ahora Él habita en nosotros. La sangre de Cristo nos libró de la condenación eterna, pero ahora hay una condenación interior de la cual habla Pablo cuando dice: “¡Soy un pobre miserable! ¿Quién me librará de este cuerpo mortal?” (Romanos 7:24). Estas palabras describen el tenor de su batalla interior. La salvación interior puede ser más trascendente que la primera salvación, porque existen dos leyes que combaten dentro de nosotros. Pero obtendremos la victoria por medio de la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús. Es imposible vivir en victoria si esta ley no se revela en nuestro espíritu.

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CAPÍTULO OCHO

“La persona y la obra” Apóstol Juan Ballistreri

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oda verdad siempre se revelará de una manera perfecta. No tenemos dicultades para entender en nuestro espíritu lo que Dios nos habló, pero el próximo riesgo se manifestará cuando queramos llevar esa verdad desde la dimensión del Espíritu hacia la realidad del mundo tangible. Los riesgos de una visión nunca se encuentran en Dios. Cuando recibimos esta revelación debemos asumir la responsabilidad de unirnos a otros para vivir en la unidad del Espíritu Santo y edicarnos en el vínculo de la paz. Entonces trabajaremos para hacer que esa verdad revelada se convierta en una masa crítica que impacte al mundo para que crea en lo que nos fue impartido. Esto es mucho más que una simple doctrina o una losofía, es la vida de Cristo operando en cada uno de nosotros.

Jesús decía que las parábolas son un misterio del Reino de Dios. En cada parábola hay un secreto encerrado que sostiene el fundamento del Reino. ¿Qué haremos con lo que hemos oído? El Señor nos debe librar de las experiencias de la carne que no fueron procesadas por el Espíritu Santo, porque sólo las que pasaron por el ltro de la Palabra nos servirán a la hora de ministrar. No creo en la teología basada en las experiencias, porque quizá nunca más nos vuelva a pasar lo mismo. Sin embargo, existen experiencias que el Espíritu Santo permite para que podamos ayudar a otros que se encuentran en una situación de crisis.

El peso de los números Los números sirven para establecer un precedente que 117

Escuela de Liderazgo de Avanzada respalde el resultado de lo que estamos diciendo y reejan un compromiso con lo que queremos vivir. Durante los últimos años pude observar que en el Cuerpo de Cristo, poner la obra de Dios en escena requirió más tiempo que estudiar la obra en sí. Deberíamos invertir más tiempo en conocer la obra antes de ponerla en escena. Nos está llevando demasiado tiempo encontrar la manera, en la paz de Dios, de implementar la práctica de la fe. Esto es lo que nos permitirá llevar a cabo la obra del ministerio para que los hombres sean salvos y el ser humano vuelva al conocimiento de Dios a través de una expresión viva de la vida de Cristo en nosotros. No es lógico pasar horas reunidos en una ocina hablando sobre cómo predicar el mensaje del Evangelio, cuando esas horas nos privaron de estar en intimidad con Dios. Hay un desfasaje entre el tiempo que pasamos hablando de la obra frente al que pasamos conociendo a la Persona de la obra: Cristo. No podemos pasar más tiempo enseñando la Palabra de Dios que el que invertimos en relacionarnos con la Palabra encarnada. Siempre es más importante la Persona que la obra que podamos realizar, porque la Persona determina las características de la obra. Nos lleva más tiempo y más problemas llevar a la práctica la manera de evangelizar al mundo que conocer a Cristo, la encarnación del mensaje del Evangelio.

Las improvisaciones Nuestro mayor problema es que pasamos demasiado tiempo tratando de improvisar sobre el escenario de la obra, sólo porque no aprendimos acerca de la obra. El buen actor, siervo o líder, aprende el libreto de la obra en la intimidad y no improvisará cuando tenga que salir al escenario. La gente aún no corre hacia nuestras congregaciones porque la obra sea mala, sino por causa de los desacuerdos que manifestamos cada vez que subimos a la plataforma. Esto queda expuesto cuando queremos salir al mundo como Iglesia para tratar de expresar el Evangelio. La puesta en escena es la demostración de todas las improvisaciones en nuestra vida de intimidad con Dios. Todo lo que hacemos cuando predicamos es el Evangelio y la obra, pero el argumento está 118

La Persona y la Obra determinado por la Persona que escribió la obra. Vemos la urgencia espiritual y entendemos que aunque en la puesta en escena no obtengamos lo esperado, tendremos la hidalguía y el valor como hijos de Dios para llegar al nal del año y hacer un balance sincero. El resultado nos permitirá reconocer hasta qué punto entendimos que la obra del Señor está determinada por el conocimiento de su Persona. Si todo lo que nos enseñó el Señor marcara nuestra agenda, deberíamos consagrarnos a edicar nuestra vida interior para no comenzar un día sin la plena consciencia que estamos unidos íntimamente a la Vid verdadera. Esto nos asegurará que una persona no tendrá problemas para entender la obra, porque conoce el Los discípulos no Espíritu del Director de la obra. Por pueden llevar adelante una obra si no conocen ejemplo, la persona que el Señor a su discipulador, estableció al frente de una porque el espíritu de la congregación es el pastor. Si su persona siempre cobertura es un apóstol, para ejercer precede a la obra. correctamente como director de esa congregación necesitará conocer a esa persona o nunca podrá implementar la obra que Dios determinó desarrollar a través de él. Los discípulos no pueden llevar adelante una obra si no conocen a su discipulador, porque el espíritu de la persona siempre precede a la obra.

¿Quién es este? Mateo 13:53-55 dice: “Aconteció que cuando terminó Jesús estas parábolas, se fue de allí. Y venido a su tierra, les enseñaba en la sinagoga de ellos, de tal manera que se maravillaban, y decían: ¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros? ¿No es éste el hijo del carpintero? ¿No se llama su madre María y sus hermanos, Jacobo, José, Simón y Judas?”. El problema es que al no conocer a la persona de Cristo, no entendían cómo Jesús podía hacer maravillas. Nunca podremos entender las obras sin tener una revelación del corazón de las personas. Cuando una congregación tiene problemas 119

Escuela de Liderazgo de Avanzada a la hora de evangelizar, es porque no comprenden que en el Nuevo Pacto los hijos son engendrados a través de la vida del Espíritu. Aunque esta es una de las expresiones de la vida de la Iglesia, no pueden operar en ella porque no conocen a la Persona de Cristo. Mostrar un elevado nivel de administración es una manera de demostrar nuestra espiritualidad. No puede existir una espiritualidad sana en medio de un ambiente dominado por una administración deciente. La manera como administramos nuestra vida manifestará el conocimiento que tenemos de la Persona de Cristo. ¿Por qué el pastor de una congregación puede vivir niveles maravillosos de fe, aunque no sea la realidad en la que viven sus miembros? Porque sus miembros no conocen a la Persona desde la cual uyen todas las cosas. Si no tenemos conocimiento de la Persona no podremos reconocer las obras que hace. ¿Por qué la gente no disfruta la obra de un ministerio? Simplemente porque no conocen cómo viven las personas involucradas en el ministerio. No se pueden comprender las obras sin una revelación de la Persona que las motiva. El corazón del Evangelio es una Persona manifestada a través de una obra determinada. Una obra es todo aquello a lo cual le echamos mano. En nuestro caso es el proceso de predicar el Evangelio y desarrollar un programa sistemático con la gente que se añade: ganarlos, consolidarlos y guiarlos, que encuentren su llamado y lo desarrollen para hacer la obra del ministerio. La obra implica aprender a administrar correctamente todo lo que es sagrado.

La obra Una obra es todo lo que hacemos para traer a la realidad un concepto que habita en nuestra mente. Pero si los que intentan realizar la obra no conocen a la persona que está al frente (pastor, líder, apóstol), no puede entender las obras. Seríamos más efectivos en la obra si estuviéramos un ochenta por ciento junto a la persona y veinte por ciento en el terreno. La mayoría de los miembros de la congregación que nunca llevan la carga y la responsabilidad sobre 120

La Persona y la Obra los asuntos de la Iglesia en cuanto a la obra, se caracterizan porque no desarrollaron una relación de uidez con la persona al frente de la obra. Los sabios le preguntaron a Jesús: “¿De dónde tiene éste esta sabiduría y estos milagros?”. En realidad, el Señor la sacaba de la misma fuente donde ellos “deberían” haberla buscado. La persona determinará el carácter de la obra, por eso cuando hacemos la obra sin conocer a la persona, entraremos en conictos con esa visión. Si los que vienen a MDV no me conocieran, jamás entenderían por qué me enojo cuando no se pinta una pared. Si conocieran mi persona evitarían juzgarme, porque conocer a la persona implica conocer la obra que realiza. Cuando esto no es una realidad, soportaremos la presión La persona durante un tiempo pero no podremos determinará el carácter realizar obras duraderas que de la obra, por eso maniesten la vida de Cristo. Si no cuando hacemos la conocemos a Dios, nunca podremos obra sin conocer a la predicar con sinceridad acerca de Él. persona, entraremos en Hasta que no hable conmigo acerca conictos con esa del origen de las Escuelas de visión. Liderazgo de Avanzada, nunca podrá aprovecharlas al máximo porque están íntimamente ligadas a mi persona. Hay un aspecto del Evangelio que le pertenece al hombre con el cual nos determinamos a caminar sobre la Tierra. Hay aspectos de MDV que nunca se manifestarán en la vida de las personas, aunque sean miembros activos, si desconocen cómo nació nuestro ministerio.

Conictos en la aplicación No podemos ser efectivos al aplicar cualquier manifestación de la obra sin manifestar algunos trabajos administrativos prácticos. Cuando se pasa más tiempo en la obra que con Dios, corremos el riesgo de actuar más como herejes y apóstatas. Si predicamos cinco horas al día pero no respetamos nuestro tiempo de intimidad con el director, no serviremos cuando debamos salir a escena. Quien sale a predicar el Evangelio una hora será efectivo si pasó por lo menos tres 121

Escuela de Liderazgo de Avanzada horas con el Diseñador de la obra. Si como pastor de MDV en Córdoba pasa tres días sin hablarme o sin verme la cara, no estará conectado con mi persona. No podemos asistir a diez reuniones en la congregación sin estar por lo menos tres con el apóstol, el pastor o el líder en autoridad sobre nuestra vida. Tres años atrás el Señor me dijo: “Las personas que no ministran juntos al Señor terminarán peleándose entre ellos”. No podemos ser más efectivos trabajando en una ocina de lo que somos en el lugar donde ministramos al Señor. Pude notar que las personas a quienes les cuesta trabajar juntos en la obra, hace tiempo dejaron de orar juntas. Aprendí que la obra del Reino no se hace sólo, porque está conectada con las personas y no se pueden separar ambas esferas. Los hijos de Dios elegidos y llamados por el Señor, entienden la obra de Jesucristo por lo que Él es. Caso contrario hablaríamos de una imitación de baja calidad y estaríamos trabajando fraudulentamente.

Conectados con la Fuente Todos permanecemos en la Iglesia porque existe algo que nos conecta con Ella. Pero algunos están tan ocupados ganando al mundo que después nos sorprendemos cuando nos enteramos que no tienen un peso y no tienen trabajo. Aún así, maniestan que no tienen tiempo siquiera para asistir a las Escuelas de Liderazgo. Es que la Palabra que se imparte en cada escuela está embebida en un espíritu que lleva a abortar todo lo que no surge del Espíritu de Dios. Dios tiene que levantar nuevos líderes en MDV y el mundo. No podemos implantar la obra de alguien que no conocemos. Si un colaborador no quiere estar con nosotros, esto reeja que hace tiempo nos abandonó. Las transmisiones por Internet nunca podrán suplantar a la vida corporativa dentro de la Iglesia. Cuando nos cuesta hacer la obra, el problema no es la dicultar para entender el apunte que nos entregaron, es el desconocimiento de la Persona de Cristo, porque es quien nos envió a hacer la obra. Pude entender una revista en portugués sobre 122

La Persona y la Obra principios morales para niños, porque antes de leer esa revista conocí a la persona que tuvo la visión para ese proyecto. Si los estudiosos de la ley judía hubieran conocido a Jesús, nunca se habrían preguntado de dónde salieron los milagros. En los próximos años se manifestará un espíritu que se moverá para desacreditarnos en el ministerio por medio de burlas, para tratar de impedirnos acceder al próximo nivel de autoridad donde Dios nos quiere, tratando de encerrarnos en ciclos de conictos y derrotas. La desacreditación es el último examen que debemos rendir antes de acceder al próximo nivel de autoridad espiritual. La profecía de Dios y la reacción del diablo nos anunciarán que estamos listos para movernos en la próxima dimensión de poder. Cuando estamos ante el ataque de un espíritu de desacreditación personal, la solución para no terminar encerrados en los comentarios de alguien en contra de lo que Dios está impartiendo, es conocer a la Persona del Padre. Hay cosas que hacemos los seres humanos que abre la posibilidad de terminar atados al descrédito, pero esta maniobra se caerá cuando conocemos a la Persona de Cristo.

La soledad Los discípulos se gozaron con los milagros de Jesús, pero cuando empezaron a desacreditar a su Maestro ninguno permaneció a su lado. Podemos hacer milagros y tratar de hacer la obra del Señor, pero eso no signica que vamos a estar parados junto a la Cruz y dispuestos a morir con nuestro líder. Nuestra delidad a Dios y hacia una persona no se desprende de la obra que hacemos, sino del grado de conocimiento y revelación que tenemos de la persona con quien decidimos caminar. Cuando no nos conocemos a nosotros mismos, cada vez que nos ocurra algo que sacuda nuestra vida, comenzaremos a preguntarnos acerca de todas nuestras decisiones. Nuestro mundo interior se comenzará a sacudir porque la obra será el blanco del ataque para revelar cuánto conocemos a la Persona que nos envió a hacer la obra.

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Escuela de Liderazgo de Avanzada Podremos identicar y entrenar a una persona para operar en lo que se nos dijo anteriormente si respetamos las leyes básicas del conocimiento de Cristo. Debemos identicar y denir el comportamiento de una congregación del Nuevo Pacto, sumado a las características de sus pastores, predicadores y obreros. Necesitamos establecer cómo deberíamos comportarnos en lo básico, si queremos ser miembros de una congregación con visión de Reino. No vale de nada tener una obra extraordinaria si la Persona y la vida de Cristo no emanan desde nuestro ser. En esta congregación el Señor puede enseñar porque no está edicada por un montón de personas que no piensan, sino con gente consciente de la presencia del Espíritu Santo en sus vidas.

Condentes La obra de Dios necesita personas condentes. La obra se aborta porque no guardamos condencialidad respecto de ciertas cosas que oímos del Señor. Debemos aprender a desarrollar un espíritu que nos permita guardar condencias de Estado o condencias de Reino. La ejecución de la obra nunca puede anular nuestro sentido común. Hay cosas serias que son personales, sin embargo alguien se encargará de divulgarlas porque no tienen un concepto claro de la importancia de ser condentes. Hacen falta métodos que nos permitan implementar una visión de Dios, el problema ocurre cuando pasamos más tiempo relacionándonos con el método que con el Dueño del método. Si un mensaje por Internet nos impacta más que lo que nos impactó Dios en la intimidad, estaremos perdidos dentro del Reino. Pero la situación será diferente si primero fuimos impactados por Dios en la intimidad, porque desde ahí en adelante todo lo que hagamos enriquecerá esa experiencia. Debemos trabajar para canalizar la verdad de Dios para que nos permita llegar a un destino en común, con fuerza y unidos, donde se vea a un Cristo manifestado y no a un montón de creyentes descerebrados. La gente confundió discipular con evangelizar. El discipulado es una palabra que debemos madurar mucho más en nosotros hasta que se revele 124

La Persona y la Obra correctamente en nuestro espíritu. Toda verdad en el Reino irá migrando conforme a los nuevos niveles de revelación que el Espíritu Santo nos vaya impartiendo. En Apocalipsis no vemos la presencia de los apóstoles sino de ángeles que imparten el mensaje desde el trono del Señor.

Mentalidad de diagnóstico Necesitamos desarrollar una mentalidad de diagnóstico. Hay espíritus perversos consagrados a torcer una verdad destinada a edicarnos en la rectitud del Reino. La motivación que me impulsa a edicar a la gente dentro del Reino de Dios es enseñarles a conectarse con la revelación que el Espíritu Santo implantó dentro de su espíritu desde la eternidad. Los mentores simplemente debemos diseñar entornos para que esa revelación personal y particular se pueda manifestar en plenitud en el plano material. El verdadero discipulado siempre transcurrirá las 24 horas del día. Evangelizar es una acción meditada y estratégica, pero puntual y limitada. No podemos ser más evangelistas que discípulos, porque el discipulado se fundamenta en una relación de intimidad con Dios y con nuestros mentores. Nadie puede llevar adelante un método sin crear el espíritu correcto. Cuando podemos ver el Reino, Dios nos dará las nanzas y los medios para hacer lo que sea necesario. Es cuestión de recibir una revelación del Espíritu de Dios. Las congregaciones a veces maniestan un aspecto o una mentalidad privada que arma “si no rendimos según las metas que nos imponen, corremos el riesgo que nos echen”. Pero también una mentalidad pública, donde “a veces se hace necesario asistir a los servicios”. Por momentos esta manifestación puede ser pública o privada, pero siempre será divina por encima de todas las cosas. Cuando administramos las cosas de Dios, debemos romper la mentalidad o el concepto de administración que traemos incorporado en nuestra mente. Nuestro desafío es aprender a discernir hacia dónde está mirando la Persona de Dios, la visión que está impartiendo en este tiempo, porque la obra que debemos realizar está conectada con Él. Quién no quiera 125

Escuela de Liderazgo de Avanzada pasar tiempo relacionándose con la Persona, en realidad no le interesa demasiado su visión.

Fieles a la revelación Para caminar en la visión de la persona con quien decidimos estar, debemos ser eles a la revelación en nuestro espíritu y no a los designios de nuestro corazón. Pablo decía: “… deseando desde hace muchos años ir a vosotros” (Romanos 15:23). El deseo de nuestro corazón señalará nuestra verdadera cobertura. Nadie puede ejercer la autoridad de Dios sobre nuestra vida si no queremos estar con esa persona. ¿Cómo sabemos si estamos en condiciones de implementar una visión de Dios? En primer lugar, porque queremos estar con Él. Nadie puede hacer la obra de Aquél que no conoce. Esto va más allá de nuestro cuerpo y alma, surgirá desde nuestro espíritu regenerado. No tendremos problemas para hacer la obra de la persona con quien disfrutamos estar, puede ser la obra de Dios o el proyecto de un hombre. Muchas veces tenemos problemas porque carecemos de este nivel de honradez y honestidad. Uno de los mayores errores que podemos cometer es creer que un papel nos puede unir a otra persona, cuando en realidad lo único que nos puede mantener unidos es la intimidad. No tenemos derecho a robarle la vida a otra persona. La delidad se demuestra cuando somos capaces de estar a gusto, aunque ocurran cosas que nos duelan. El hijo pródigo tuvo que pasar por una gran amargura, pero nalmente volvió a la casa de su padre. El liderazgo tiene que ver con la revelación que trasmite la obra de alguien. Solemos cometer demasiados actos fallidos en la vida ministerial. Podemos pasarnos la vida oyendo a alguien, pero en el momento de compartir esa visión no hablamos como esa persona. Esto demuestra que no siempre nuestro cuerpo físico acompaña a nuestra mente. El espíritu del liderazgo se maniesta en la relación entre la obra que edicamos y la persona con quien desarrollamos una relación de intimidad. Nadie puede hacer la obra de Aquél que no conoce.

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La Persona y la Obra

Supervisión Como ocurre en toda empresa, la implementación de una visión necesita normas que cumplir, resistir el monitoreo, administrar riesgos y aceptar un nivel de evaluación. Cuando nos supervisan sin haber estado con la persona, cada vez que nos llamen para evaluarnos será un fastidio. Aceptamos la disciplina de alguien si conocemos a la persona. La mente empresarial diere de la mentalidad del Reino en cuanto a la gestión de una congregación. El único elemento que tiene el Reino de Dios para evaluarnos sin manipular es el conocimiento de la persona que lidera la visión. En el desarrollo de una visión, los conictos siempre comenzarán cuando evaluamos su implementación. Las cosas que son normales en cualquier organización formal como las nanzas, la administración, los papeles, etc; se convertirán en un tema escabroso. Es imposible asumir esos pequeños niveles de monitoreo si no están basados en una relación de intimidad con las personas. El Señor debe impartirnos una revelación a nuestro espíritu para que libere a nuestra mente de la fascinación de buscar una cobertura de liderazgo de personas a quienes no conocemos. Todo el mundo cree en Dios, pero cuando realmente comienzan a conocerlo, surgirán toda clase de dudas acerca de su existencia o su voluntad que sólo se disiparán cuando lo conocen en la intimidad. No creo en el Evangelio radical, sino en el Evangelio de la gente normal que asume el reto de conocer el corazón del Señor.

La fascinación El conocimiento de la persona de Dios nos asegurará que su obra sea hecha conforme al pacto al que pertenecemos. En un principio, todo gobierno que no conocemos terminará por fascinarnos. Los Gálatas se desviaron de la verdad porque creyeron en una religión que no conocían como el judaísmo. El hombre y la mujer que Dios va a usar en este tiempo para edicar su Reino, estará libre de la fascinación. No serán personas con una pasión intolerante, porque Dios se apartará de toda aplicación de 127

Escuela de Liderazgo de Avanzada sentimiento humano que no sirva para el avance de su propósito eterno. El único secreto para dar fruto abundante es permanecer en el Señor.

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CAPÍTULO NUEVE

“Autoridad, poder y Reino” Apóstol David Greco

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ucas 8:43-44 dice: “Había entre la gente una mujer que hacía doce años padecía de hemorragias, sin que nadie pudiera sanarla. Ella se le acercó por detrás y le tocó el borde del manto, y al instante cesó su hemorragia”. Me gusta Lucas porque escribe todas las cosas de una manera ordenada. Por ejemplo, cuando los otros evangelistas hablan de la mujer con ujo de sangre dicen: “la mujer que hace años está enferma y ha perdido todo”. Escriben una cantidad de detalles intrascendentes, pero Lucas se limitó a decir: “estaba enferma”. Lucas es una persona muy analítica y probablemente recibió de Pedro los relatos de la vida de Jesús para ponerlos en orden.

Mateo 10:1 dice: “Reunió a sus doce discípulos y les dio autoridad para expulsar a los espíritus malignos y sanar toda enfermedad y toda dolencia”. En el relato del capítulo 9 relata que Jesús reunió a sus 12 discípulos para darles poder y autoridad sobre todos los demonios y para sanar enfermedades. Les asignó una comisión y los envió a predicar el Reino de Dios. No los envió a predicar el Evangelio, porque este es un mensaje que forma parte del Reino de Dios y no al revés. El evangelio son las buenas nuevas: Jesús nos sana, nos salva y si nos llegamos a morir, vamos al cielo. En el Evangelio del Reino primeramente hay un compromiso muy serio, porque debemos someternos a la autoridad del Rey. En el Reino no hay democracia, porque la mayoría no decide. Jesús les dijo a los discípulos: “Ustedes tienen que predicar esto”. En Jesús no tenemos 20 mensajes diferentes sino uno: “Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado”. El Reino de Dios y el Reino de los 129

Escuela de Liderazgo de Avanzada cielos son iguales y complementarios: el primero tiene que ver con su persona, el segundo con el lugar y el arrepentimiento es la decisión que implica un cambio de mentalidad. Jesús les estaba diciendo que debían “cambiar de mentalidad, porque hasta ese momento sólo habían visto algo, pero había llegado un nuevo gobierno”. Los judíos entendían el signicado de esto y se enojaban con Jesús porque era un rabino. Tenía el manto, el pelo y la barba de un rabino que parecía fariseo, no era saduceo porque creía en los milagros y en la resurrección de los muertos. Por las respuestas que daba sabemos que era un rabino conservador, un predicador de los que hoy estarían apegados a la “sana doctrina”. Por algunas cosas que Jesús decía, tendrían que haberlo matado en el momento, pero no lo podían tocar porque Él decidía cuándo se iba a morir. Por ejemplo, cuando dijo: “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”. Un judío leería estas palabras de una manera muy diferente a la nuestra. Para un judío la palabra camino es “derek”. Esta palabra no se reere a un camino cualquiera, sino a “Él” camino. Jesús dijo: “Yo soy la vedad y la vida”. Para el judío, “el camino, la verdad y la vida” signicaban el camino en el Jardín del Edén que los llevaba hacia el árbol llamado “La Vida”. En otras palabras, Jesús les dijo que era “el jardín del Edén”, porque la verdad era la puerta y la vida era el árbol. En el original la Biblia no dice “el árbol de la vida”, la lectura correcta es “un árbol viviente”. Entonces no estamos hablando de un árbol como lo conocemos, sino de algo que se le parecía mucho, pero tenía vida propia. Sabemos que la vida es una manifestación de la presencia de Jesús. Pero ahora entendemos que la única manifestación total del Reino de Dios fue el jardín del Edén. La única vez que en la tierra se vio la manifestación plena del Reino de los cielos fue en el jardín del Edén y representaba el cielo en la tierra, era la dimensión del cielo en la tierra. Adán no tenía ninguna necesidad y esta condición es el reejo de la vida del Reino de los cielos. Dentro del jardín, Dios le impartió al hombre poder y autoridad cuando le dijo que sojuzgara la tierra. En la Iglesia tradicional se representa a Eva junto a la 130

Autoridad, Poder y Reino serpiente con una manzana en la mano y esto no es más que un invento que se le ocurrió a alguien, pero no tiene el menor sustento escritural. En el capítulo tres de Génesis se describe a la serpiente como “el animal más astuto del campo”. En otras palabras, la serpiente no estaba en el jardín porque el diablo no puede entrar al Reino de Dios. Donde se maniesta el Reino de Dios no puede estar el diablo. Dios les dijo a Adán y Eva que salieran a “sojuzgar toda la tierra”, porque dentro del jardín no había nada que sojuzgar. Dentro del Reino de Dios no hay que tomar dominio sobre nada, porque todo está bajo su soberanía. Adán y Eva debían salir a ejercer ese dominio sobre toda la tierra. Cuando la gente declara: “yo soy del Reino, voy a tomar autoridad, voy a usar el poder, voy a salir a mi ciudad y voy a tomar mi territorio”, se encontrará con la serpiente. Entonces les contará el mismo cuento que a Eva: 1. No necesitan a Dios 2. Dios no los ama 3. Dios los castigará con tragedias y enfermedades Las Escrituras son claras cuando arman que Dios no enferma a la gente. El pasaje de dice: “¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!” (Lucas 11:11-13). Si nosotros siendo padres incorrectos nunca pensaríamos en enfermar a nuestros hijos para enseñarles una lección, ¿cuánto más nuestro Padre celestial? A todos nos enseñaron que Dios usa las enfermedades para puricarnos, pero la santicación es una obra del Espíritu Santo y para hacerlo no necesita recurrir a ninguna enfermedad. Los males vienen por los virus y las bacterias que andan sueltos porque vivimos en un mundo caído, pero Dios no enferma a nadie. Si el Padre llegara a enfermar a alguien estaría obrando en contra del Hijo, porque si Él cargó todas las 131

Escuela de Liderazgo de Avanzada las enfermedades sobre sí mismo y el Padre me quiere enfermar, habría un gran conicto de intereses. Un Reino dividido no permanecerá en el tiempo (Lucas 11:17). Cuando Jesús se presenta diciendo “Yo Soy el camino, la verdad y la vida”, el problema era que todo judío sabía que en ese camino había ángeles con espadas de fuego, porque Dios mismo lo había cerrado. Repentinamente apareció Jesús y dijo: “Hasta ahora el camino había estado cerrado, pero ahora llegué yo y el camino está abierto. Ahora todos pueden llegar al Padre porque llegué Yo”. Luego de enseñarles esto a sus discípulos les ordenó: “Salgan y digan que la presencia de Dios, su gracia y todo lo que le prometió al hombre, ahora están a disposición de cualquiera que quiera entrar al Reino”. Recordemos que a Nicodemo le dijo que para entrar en el Reino debía nacer de nuevo, éste fue el mensaje de Jesús. Cuando envió a sus discípulos a predicar el Reino les impartió poder y autoridad. Toda enseñanza del Reino tiene una parte “A” y “B”. En mi opinión, muy poca gente habla de ambas partes. En general preeren hablar de la parte “B” donde hay que tomar autoridad, conquistar y establecer. Pero sin la parte “A” sólo tendremos revelación de la autoridad que tenemos en el Reino. La autoridad no viene porque somos lindos o especiales, sino por la “Comisión” que Dios nos impartió y está dentro de nuestra asignación. Jesucristo dijo algo muy claro: “Les asigno un Reino, así como mi Padre me asignó Dios nunca nos un Reino” (nunca dijo que nos asignará algo sin asignaba una Iglesia). Si el Padre le impartirnos antes la asignó un Reino a Jesús, también le autoridad para impartió la autoridad para manejarlo. implementarlo. Cada Dios nunca nos asignará algo sin vez que nos pide algo, impartirnos antes la autoridad para es porque ya nos implementarlo. Cada vez que nos concedió la autoridad pide algo, es porque ya nos concedió para hacerlo. la autoridad para hacerlo. 132

Autoridad, Poder y Reino La religión (no el Reino) siempre nos pide y nos demanda acciones como “amarás a Dios con todo tu corazón, con toda tu mente…”. Cada vez que un predicador nos decía que “nuestros problemas vienen porque no amamos a Dios con todo nuestro corazón”, todos pasábamos al frente y llorábamos diciendo: “Señor, te quiero amar más”. Este es un concepto errado, porque no dene el alcance de la acción de amar. Yo no puedo amar a mi esposa con todo mi corazón, porque algunas veces me olvido de ella por causa de ciertas cosas que pasan por mi mente. ¿Qué podemos hacer nosotros con todo el corazón, si nos olvidamos o nos distraemos a cada rato? Dios nos dice que lo “amemos con todo nuestro corazón”, porque el Espíritu Santo ya derramó su amor en nuestro corazón. Entonces sólo nos está pidiendo que manifestemos lo que ya nos entregó, caso contrario no nos pediría nada. Esto mismo ocurre con todas las cosas dentro del Reino: “Dios nos pedirá siempre lo que nos entregó antes”. Cuando Jesús dijo “toda autoridad me ha sido dada en los cielos y en la tierra”, es porque el Padre le había asignado el Reino. Por esta razón el Señor nos dijo “id por todo el mundo y predicad el evangelio”. Esto no es una simple sugerencia, sino una orden directa y soberana del Rey: “¡Salid!”. La persona que recibe esta orden no tiene otra opción que cumplirla “sanando a los enfermos, echando fuera los demonios, limpiando los leprosos y resucitando a los muertos” (todas estas sentencias están expresadas en tiempo presente continuo y en un tono imperativo). Si Dios nos impartió una asignación, dentro de esa asignación está incluida la autoridad. Si el Señor nos ordena “sanar a los enfermos”, no nos va a dejar librados a nuestra suerte. Cuando predico este mensaje los jóvenes me preguntan cómo es eso de resucitar muertos. Entonces les pregunto si alguna vez asistieron a un velorio, apoyaron su mano sobre el muerto y dijeron en voz baja: “Señor, si es tu voluntad resucítalo”. ¡Pero si la persona ya está embalsamada, la cosa no tiene retorno! Resucitar muertos signica orar para que los moribundos en los hospitales o en un accidente recuperen la plenitud de vida. No necesitamos 133

Escuela de Liderazgo de Avanzada esperar que muera para orar por el que está agonizando. Pero luego me preguntan: “¿Y si la persona por la cual estoy orando no se sana?”. ¡Entonces búsquese otro enfermo! En mi caso oré por mucha gente que no se sanó, pero detrás se presentaba mi esposa o cualquier otro hermano y cuando oraba por el enfermo se sanaba. Quizá el agente que Dios determinó para soltar la sanidad sobre esa persona no éramos nosotros sino la persona que vino detrás de nosotros. Éstas son las órdenes del Reino, porque dentro de esta asignación siempre hay autoridad. Jesús no se limitó a impartirles autoridad a sus discípulos, también les entregó poder. El poder de un creyente no viene por la asignación. Cuando Jesús vino a la tierra lo hizo con autoridad, pero recibió poder de lo alto justo antes de salir del desierto. Salió de ahí con el poder del Espíritu Santo. Aunque ya tenía autoridad, necesitó un encuentro o una experiencia donde se manifestó el poder que había recibido. Cada creyente tiene autoridad porque así nos comisionó el Señor, pero el poder viene por medio de una relación de comunión con Dios. Conozco gente que tiene autoridad, conocen los principios del Reino y los aplican, pero avanzan hasta un punto donde se detienen. El tema no se limita a tener autoridad, necesitamos operar en el poder y la autoridad. El poder nace en el interior de una persona cuando sostiene experiencias de comunión íntima con Dios. Tener intimidad con Dios, orar y escuchar al Espíritu Santo son cosas básicas. Cuando Jesús les dijo a sus discípulos “les doy poder y autoridad”, los envió con el poder que descansaba dentro de Él. Cuando subo a un avión y despega para realizar algún vuelo internacional, inmediatamente entro en el territorio de la nación que representa esa aerolínea, aunque el viaje me lleve más allá de sus fronteras. Por ejemplo, cuando viajo desde Estados Unidos a Argentina, el avión cruza la frontera norteamericana, después pasa por Cuba, luego por Centro y Sudamérica, para aterrizar nalmente en el territorio soberano de Argentina. Pero mientras estoy dentro del avión en vuelo, es como si viajara dentro de los Estados Unidos 134

Autoridad, Poder y Reino y todo lo que ocurra estará regido por las leyes de ese país. Jesús les impartió poder y autoridad a sus apóstoles para salir, luego los metió dentro de “Su avión”, rodeándolos de un ámbito de poder y autoridad. Esto fue lo que hizo Jesús con sus discípulos, por eso les dijo: “Ahora se van a quedar en Jerusalén hasta que reciban al Espíritu Santo”. El día de Pentecostés cambió todo. Ahora Jesús no necesita rodearnos con una “burbuja” de su poder, “si recibimos el poder del Espíritu Santo, el poder es nuestro”. Ahora no necesitamos manejarnos dentro de una burbuja, porque nosotros somos la burbuja y en cualquier lugar donde entremos, allí habrá entrado el poder. Esta es la manifestación soberana del Nuevo Pacto. Podemos aprender todos los principios del Reino y no ver resultados. La gente del mundo que los conoce, los implementa y les funcionan pero no tienen poder, porque el poder sólo lo tienen aquellos que desarrollan una relación de intimidad con Dios. En cada encuentro personal con Él se producirán experiencias donde recibiremos una impartición de su poder. Consideremos la multiplicación de los panes y los peces. Jesús no los multiplicó, se limitó a bendecirlos. Pero cuando las cosas se trasladan desde un Reino al otro, inmediatamente cambiarán de valor. Si entendiéramos el valor que tienen las ofrendas, en la Iglesia nadie tendría necesidades porque no se entregan ofrendas a un ministerio, representan una transferencia desde nuestras manos al Reino de los cielos. Cuando esto ocurre, el valor de nuestra ofrenda en el Reino de los cielos se puede multiplicar un millón de veces. Cuando se cambia el ámbito donde ocurre la transacción, la matemática para hacer los cálculos también cambiará. Jesús bendijo los panes y los peces, dándole a cada discípulo un pedacito y la orden de repartirlos. Cuando el pan y el pescado salieron de sus manos, estaban cocinados y listos para comer, aunque la implementación de ese milagro les tomó varias horas, porque tuvieron que darles de comer a muchísimas personas. Pero después de ese milagro se metieron en un barco y Jesús les preguntó: 135

Escuela de Liderazgo de Avanzada “¿Tienen algo para comer?”. Los discípulos se volvieron locos porque no tenían nada para comer, sólo tenían pan y hambre. Entonces Jesús les dijo: “¿Cómo no entienden?”. Aquí la palabra entender no se reere a una mera comprensión mental, sino a entender a través de la experiencia. Era imposible comprender cómo luego de ver los alimentos brotando desde sus manos, no lograban entender que eso podía volver a ocurrir todas las veces que fuera necesario. A la gente que recibió un milagro de sanidad o una intervención divina ante una crisis, le cuesta creer que Dios puede volver a hacerlo las veces que sea necesario. Ante un testimonio del poder y la autoridad de Dios, no tenemos derecho a dudar de su capacidad para responder. El poder siempre brotará desde las experiencias. Cuando vivimos una experiencia sobrenatural donde vimos la mano de Dios, como una sanidad física, difícilmente alguien pueda convencernos de lo contrario. En otras palabras, el poder que comenzamos a ver no brotará desde una revelación de la sanidad divina o desde una verdad teológica. El poder surgirá desde nuestras experiencias con Dios y la autoridad surgirá desde la comisión que recibimos del Señor. Las experiencias del Reino funcionan dentro de cualquier ámbito. En el Reino, Jesucristo es Rey y administra nuestras vidas dándonos oportunidades todos los días para tener una experiencia de poder. Por lo general no nos damos Las experiencias del cuenta de esta situación. Por ejemplo, Reino funcionan dentro muchas veces tratamos de encontrar de cualquier ámbito. En un lugar donde estacionar nuestro el Reino, Jesucristo es automóvil y justo se desocupó un Rey y administra espacio delante de nosotros. Eso no nuestras vidas fue casualidad, es una manifestación dándonos de poder por medio de la cual Dios oportunidades todos nos abrió ese lugarcito. El problema es los días para tener una que cuando no desarrollamos una experiencia de poder. mentalidad de Reino, no entendemos 136

Autoridad, Poder y Reino trabados porque la perdieron y tratan de avanzar en 1000 direcciones diferentes. Pero en el Reino de los cielos existen trayectorias que Dios quiere establecer en nuestras vidas y lo hace por medio de esas experiencias. Cuando José era niño soñaba. Cuando lo metieron en la cárcel, soñaba e interpretaba sueños. Cuando lo nombraron ministro de Egipto, continuó soñando e interpretando sueños… ¡siempre hizo lo mismo pero desde niveles de autoridad progresivos! En el Reino ocurre lo mismo, cada uno de nosotros hace las mismas cosas, pero con una intensidad diferente. Si queremos saber lo que Dios quiere desarrollar en nuestra vida, necesitamos prestar atención a lo que está haciendo hoy. Cuando nos montamos por primera vez en una bicicleta a los cinco años, usábamos balancines para no caernos. Cuando aprendimos a andar, los balancines dejaron de ser necesarios y cambiamos la bicicleta por una más grande con cambios de velocidades, etc, aunque comenzamos con una pequeña. En el Reino hacemos lo mismo, pero la diferencia está en la intensidad de las experiencias. Las cosas que realizamos cuando somos niños, reejarán lo que haremos cuando lleguemos a ser adultos, pero con mayor intensidad. La delidad nos propulsa hacia nuestro futuro, por eso debemos ser eles ante lo que Dios nos imparte. David comenzó matando osos y leones, pero luego mató a un gigante, después destruyo a todos los listeos y terminó subyugando a todas las naciones enemigas alrededor de Israel. Siempre hizo lo mismo, pero con diferente intensidad. Las mismas leyes que se aplican en la realidad natural, se aplican en el Reino de los cielos. Dicho sea de paso, cuando tenemos esa inercia o momentum, acumulamos peso. La palabra peso en hebreo es “cabod” y signica gloria o poder. Los que se mantienen eles en la trayectoria de Dios, por más que la bicicleta hoy tenga balancines, iremos acumulando gloria. Cuanto mayor sea nuestro caudal de gloria, mayor será el peso que iremos acumulando.

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Escuela de Liderazgo de Avanzada que Dios nos está dando experiencia tras experiencia para que podamos registrar su mano de poder. Jesús le dijo a Pedro que le entregaba las llaves del Reino. ¿Qué representan las llaves? Son experiencias. En el Reino existen muchas moradas y niveles de experiencias. Dios nos entregó una llave como el gozo. Cuando la utilizamos correctamente y accedemos a una “morada” de gozo, cada vez que lo necesitemos podremos acceder a esa morada con total libertad porque ya tenemos la llave. Cuando experimentamos algo en el Reino, la próxima vez que lo necesitemos no tenemos que pedirlo porque Dios ya nos concedió la llave. Podemos entrar y tomar lo que necesitemos porque nos pertenece. Tenemos la autoridad porque tiene que ver con la asignación que Dios nos concedió. Nuestra asignación es clara: “Anunciar que el Reino de los cielos se ha acercado y establecer el gobierno de Dios dondequiera que vamos”.

El Antiguo y el Nuevo Pacto Existe una gran diferencia entre el Antiguo y el Nuevo Pacto. En el Antiguo Pacto Israel seguía el arca de la presencia de Dios, porque la gloria estaba dentro de ella. En el Nuevo Pacto, cada vez que me despierto el Señor me dice “¿dónde me vas a llevar hoy?”. Jesús lo explicó claramente en el texto original: “El Reino de Dios no se ve por observación”. El Reino de los cielos está “en” y no “con” nosotros. Cuando Él entra en nuestro espíritu, entró el Reino de los cielos, no va a bajar nada sobre nosotros. Él es el ámbito y la atmósfera, porque ya tenemos la autoridad. Pero hay una llave que abre esto: El poder que se desarrolla con cada encuentro que tenemos con Dios, desde donde surgirán todas nuestras experiencias con Él. En otras palabras, el Reino de Dios en nuestras vidas muchas veces no es lo que estamos logrando, sino la dirección en la cual avanzamos, la trayectoria en la que caminamos. La ciencia describe a esta situación como “momentum”, esto es como un envión que nos empuja hacia adelante, manteniéndonos en movimiento por la inercia. En el Reino tenemos dirección, aunque algunos están 138

Autoridad, Poder y Reino Esto determinará una mayor atracción hacia nosotros, porque cuanto más grande sea nuestro tamaño y mayor nuestra velocidad, otros cuerpos se sentirán atraídos hacia nosotros. Esta es la ley de la gravedad. Los que tienen un envión en el Reino no tendrán problemas para desarrollar amistades y relaciones con la gente. Se sentirán atraídos al entender que en nosotros hay poder y autoridad. En realidad no importa el nivel en el cual nos encontramos, porque en el Reino sólo importa la dirección en la que avanzamos. Si estamos sentados esperando que alguien nos entregue una palabra profética y nos asigne una tarea, nunca podremos funcionar adecuadamente en lo que Dios estableció para nuestra vida. Hoy se enseña mucho acerca de los principios del Reino, pero la autoridad está en nosotros porque viene incluida en el mandato. Cuando tenemos una asignación, siempre habrá provisión. Pero Jesucristo recibió el poder cuando se sometió a la voluntad de su Padre, metiéndose en el Jordán (un río sucio y con olor a azufre que desemboca en el Mar muerto). No tuvo problemas en someterse a un profeta del Antiguo Pacto, aún siendo parte del Nuevo y le dijo: “Me tienes que bautizar porque acá debe ocurrir algo”. Esperó pacientemente hasta los 30 años, aunque a los 29 años un judío ya era considerado anciano y podía ser rabino. No tuvo problemas para obedecer hasta que el Espíritu Santo lo llenó y recibió poder. Las experiencias con Dios no son para algunas personas, sino para todos. Estamos llamados a entender los caminos de Dios y su amor a través de la experiencia, porque entender implica experimentar. Tener una experiencia con Dios, aunque la puerta que se abre sea pequeña, establece un precedente en el Reino de los cielos, porque el Señor nos entrega una llave y nos dice: “Puedes abrir esta puerta todas las veces que quieras”.

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CAPÍTULO DIEZ

“Oír correctamente: Autoridad y Poder para manifestar el Reino” Apóstol David Greco

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ucas 9:1-6 dice: “Habiendo reunido a los doce, Jesús les dio poder y autoridad para expulsar a todos los demonios y para sanar enfermedades. Entonces los envió a predicar el reino de Dios y a sanar a los enfermos. No lleven nada para el camino: ni bastón, ni bolsa, ni pan, ni dinero, ni dos mudas de ropa, les dijo. En cualquier casa que entren, quédense allí hasta que salgan del pueblo. Si no los reciben bien, al salir de ese pueblo, sacúdanse el polvo de los pies como un testimonio contra sus habitantes. Así que partieron y fueron por todas partes de pueblo en pueblo, predicando el evangelio y sanando a la gente”.

El poder que tiene el creyente en este nivel es algo muy serio, porque ya estamos entendiendo los principios del Reino, nuestra posición y nuestra autoridad impartida. La autoridad simplemente viene incluida en el llamado del Señor para nuestras vidas. Cuando nos consagramos a vivir para el Señor, necesitamos entender que en ese llamado viene incluida la autoridad para vivirlo. Cuando decidimos ser obedientes se manifestará la autoridad que recibimos para poder ejecutar nuestro compromiso. Allí se expresará el cielo en la tierra. Aunque ya tenemos autoridad, si no obedecemos o cumplimos con nuestro llamado, es como tener un misil en el garaje de nuestra casa y tener temor de usarlo. No nos sirve demasiado. El clamor de los demonios en el inerno es “por favor, que no se den cuenta quienes son en el Reino”. El problema ocurre porque tenemos autoridad, pero no reconocemos nuestro llamado y esto no tiene nada que ver con una 141

Escuela de Liderazgo de Avanzada posición o un título. El llamado es para todo aquel que crea y no se requiere ningún otro requisito. En la Biblia no existen los ministerios de sanidades o de liberación, encontramos dones de milagros, pero son dones del Espíritu y no nos pertenecen. El Espíritu Santo maniesta esos dones y para ello busca a alguien que esté dispuesto a obedecerlo. El poder vino sobre Cristo cuando tuvo un encuentro con el Espíritu Santo, aunque ya tenía la autoridad que viene con la asignación. No tuvo que pedirle permiso a nadie cuando comenzó su ministerio, lo hizo directamente. Pero necesitaba poder y por eso fue a bautizarse en agua, recibiendo el bautismo de Juan. El Espíritu Santo tuvo que descender y reposar sobre su vida. Es decir, no fue una simple visitación que vino sobre él, el Espíritu Santo lo llenó y comenzó a moverse en ese poder. En primer lugar, Jesús vino a El creyente necesita experimentar el poder anunciar que el Reino de Dios se había en sus encuentros acercado, vino a hacer las obras del diarios con Dios, Padre, a sanar a los enfermos, a liberar partiendo desde lo más a los cautivos, a limpiar a los leprosos, simple. El poder tiene a echar fuera demonios y a resucitar a una dimensión muy los muertos, esa es la obra del Padre. hermosa. Pero también vino a hacer otra obra: “Destruir las obras de diablo”. Para esta obra se necesita poder, porque es lo único que nos permitirá resistir. El creyente necesita experimentar el poder en sus encuentros diarios con Dios, partiendo desde lo más simple. El poder tiene una dimensión muy hermosa. En el Antiguo Pacto la ley decía que ningún judío podía ser esclavo. Los que tenían la posibilidad de ser libres y decidían quedarse para siempre con sus amos por la razón que fuera, debían perforar los lóbulos de sus orejas con una lezna. Los siervos consagraron sus oídos al Señor, por eso cuando oyen su voz pueden seguirlos sin problemas. Pero somos siervos voluntarios. Jesús envió a sus discípulos con poder y autoridad para que pudieran ministrar, aunque aún no habían recibido el poder del Espíritu Santo, porque esto ocurrió antes de Pentecostés. Pero luego de Pentecostés, el Reino de los Cielos 142

Oír correctamente: Autoridad y Poder para manifestar el Reino comenzó a habitar dentro de ellos y ahora podían manifestar el poder sin límites, pero los discípulos no hicieron eso. Lucas 9:6 dice: “Así que partieron y fueron por todas partes de pueblo en pueblo, predicando el evangelio y sanando a la gente”. Pero ellos no entraron, sólo pasaron y predicaron el Evangelio, pero Jesús los envió a predicar el Reino. Se quedaron con la sanidad porque mejoraba la calidad de vida de la gente, pero no echaron fuera ningún demonio porque allí necesitaban confrontar con otra dimensión espiritual. En la vida de estos doce discípulos no se demuestra el poder de Dios. Lucas 10:1-2 dice: “Después de esto, el Señor escogió a otros setenta y dos para enviarlos de dos en dos delante de él a todo pueblo y lugar adonde él pensaba ir. Es abundante la cosecha, les dijo, pero son pocos los obreros. Pídanle, por tanto, al Señor de la cosecha que mande obreros a su campo”. Designar o escoger no es lo mismo que reunir, es apuntar con el dedo y elegir a cada uno. En griego el término “otros” tiene dos aplicaciones: hallos, otro de la misma clase y héteros otro de una clase distinta. Lucas 10:17 dice: “Cuando los setenta y dos regresaron, dijeron contentos: Señor, hasta los demonios se nos someten en tu nombre”. Jesús eligió setenta personas distintas a las doce anteriores y las envió a hacer la misma tarea: Predicar el Reino. Todos volvieron felices contando que hasta los demonios se les sujetaban en el Nombre de Jesús. Esta es la manifestación del Reino en un nivel más elevado de poder y autoridad. No se hicieron propaganda, sólo se limitaron a manifestar el poder. Pablo recibió publicidad cuando se encontró con la joven que tenía un Cuando la autoridad y el espíritu de adivinación llamado poder se maniestan, los Pitón. Cuando la autoridad y el poder demonios no tienen otra se maniestan, los demonios no opción que someterse. tienen otra opción que someterse. Los demonios se someten porque tienen que colaborar con nosotros para el cumplimiento de los propósitos de Dios y eso es autoridad. 143

Escuela de Liderazgo de Avanzada Cuando los discípulos volvieron, Jesús les dijo: “Yo estaba viendo que cuando ustedes salían, en el mundo espiritual Satanás caía como un rayo”. Satanás estaba perdiendo altura. Cuando los creyentes pasamos tiempo en intimidad con Dios, teniendo encuentros con Él, cuando comencemos a entender habrá manifestaciones de Poder y Autoridad. Tenemos que aprender de los milagros de Dios porque quiero ver el Reino de los Cielos en operación. Si no lo vemos o no lo entendemos, los milagros pueden pasar a nuestro lado y por causa del espíritu de incredulidad perderemos lo que Dios está haciendo. Jesús les dijo no se regocijen porque los demonios se les sujetan, sino porque sus nombres están escritos en el libro de la vida. La Biblia siempre se interpreta a sí misma. Jesucristo es el primer fruto, pero Dios sigue creando. Cuando Jesús les declaró a sus discípulos que “sus nombres estaban escritos en el Libro de la vida”, hizo una referencia al momento cuando Él estaba por nacer y sus padres debían ser empadronados. Ser empadronado implica gurar en el registro del cielo. No es suciente alegrarnos sólo porque los demonios se nos sujetan, sino porque tenemos una naturaleza celestial, somos seres ajenos a la tierra. Por eso la primera frase de la oración que Jesús les enseñó a sus discípulos fue “venga tu Reino”. No debemos frustrarnos cuando entramos en un ambiente donde no existe la vida del Reino porque sólo hay religión, necesitamos hacer las obras del Padre. Tenemos que aprender a orar para que acontezcan los milagros y las señales en las personas. Una señal es un milagro que esconde un signicado. Jesús le enseñaba a la multitud luego de hacer toda clase de señales. Aunque los hermanos no crean, debemos orar igual para disciplinarnos. No inventamos nada nuevo, sólo hacemos lo mismo que hacía Jesús. Necesitamos activar y practicar el conocimiento que tenemos, asumiendo nuestra posición y autoridad. Dios debe abrir los oídos de nuestras naciones, esta es la señal para que el Reino de los cielos sea anunciado. La religión nos enseñó que las señales son 144

Oír correctamente: Autoridad y Poder para manifestar el Reino para algunos “ungidos”, pero eso es una mentira. Hoy existen miles de creyentes que echan fuera demonios y sanan enfermos, porque bajo la atmósfera del Reino puede pasar cualquier cosa. En los invernaderos se crea un ambiente protegido para que los primeros brotes puedan crecer sin problemas. El Reino se puede manifestar cuando desarrollamos esa cultura. Cuando honramos a alguien tenemos derecho a participar de todo lo que tiene esa persona, porque en el Reino se desarrolla la cultura de la honra.

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CAPÍTULO ONCE

“Cultura del Reino” Apóstol David Greco

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uando el gobierno del Señor se maniesta en un lugar, el temor y las ataduras demoníacas se tienen que ir. Entonces se abrirá un espacio para que se maniesten el gozo y la alegría de la salvación, porque recuperamos consciencia que somos hijos e hijas del Dios viviente.

Arrepentirse Cuando Jesús comenzó su ministerio declaró: “Arrepentíos, porque el Reino de los cielos se ha acercado”. Arrepentirse signica “adoptar un cambio radical en nuestra manera de pensar”. Jesús les enseñó eso porque los judíos entendían muy bien de qué estaba hablando. El ámbito de Dios, su Reino, se manifestaba sin límites en el jardín del Edén. Pero debido a la muerte del hombre, ese camino se había cerrado. El acceso a la vida estaba cerrado porque el árbol no era tal como lo concebimos nosotros, sino la manifestación de la Vida eterna de Dios. La Vida no es “algo más” en la Persona de Jesús, porque siempre fue, es y será el Mediador entre Dios y los hombres. Todo lo que Él le impartió al hombre siempre tuvo que pasar a través de Jesús.

El Soberano Colosenses 1:15-16 dice: “Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque por medio de él fueron creadas todas las cosas en el cielo y en la tierra, visibles e invisibles, sean tronos, poderes, principados o autoridades: todo ha sido creado por medio de él y para él”. Todas las cosas fueron creadas “por Él y para Él, nosotros estamos en Él y Él está en nosotros”. 147

Escuela de Liderazgo de Avanzada Todos los tesoros de Dios tienen que pasar a través de Cristo. Jesús apareció en la escena y recibió poder cuando se sometió a la voluntad, los tiempos y los caminos del Padre. Esa fue la razón para bautizarse en el río Jordán. Allí el Espíritu Santo lo bautizó con poder, es decir, reposó sobre Él. El Espíritu Santo por primera vez entró a vivir permanentemente dentro de un ser humano.

Lleno de poder Jesús fue el primer hombre lleno del Espíritu Santo. Cuando entró a los pueblos y ciudades sanó a los enfermos y predicó el mismo mensaje: “Arrepentíos porque el Reino de los cielos se ha acercado”. Jesús irrumpió en el plano terrenal rodeado por el ambiente que se manifestaba en la realidad espiritual donde habitaba. Por donde pasaba impactaba el plano natural e imponía el orden de su Reino. Nosotros tenemos nuestro propio ambiente espiritual. Cuando un astronauta sale al espacio exterior a dar vueltas alrededor de la nave para realizar una misión, a pesar que en ese medio no existe el oxígeno puede seguir respirando porque su traje le provee la misma atmósfera que existe en la tierra. Podemos entrar en cualquier lugar porque hay un ámbito donde desarrollamos nuestra vida espiritual y un entorno que nos rodea donde respiramos la atmósfera del Cielo. Esto hace de nosotros personas “celestiales y extraterrestres”. En nuestro cuerpo existen dos tipos de ADN, el que viene por medio de nuestros padres terrenales y el que nos impartió nuestro Padre Celestial el día que nos adoptó como sus hijos.

El libro de Apocalipsis Este libro tiene que ver con el Cielo, porque esa es la realidad en la cual vivimos y nos desarrollamos todos los hijos e hijas de Dios. Los acontecimientos que debemos atravesar en la vida diaria no tienen que ver con esta realidad. El libro de Apocalipsis describe las características del ámbito donde nos desarrollamos como hijos de Dios. Cuando Juan fue llevado al Cielo tuvo acceso a la revelación de esta dimensión, por eso somos parte del Reino de los cielos. Los fundamentos para la alabanza y la adoración en el Reino de Dios no 148

Cultura del Reino tienen que ver con los Salmos, sino con el libro de Apocalipsis. Apocalipsis 19 dice: “Después de esto oí una gran voz de gran multitud en el cielo, que decía: ¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro; porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos. Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino no, limpio y resplandeciente; porque el lino no es las acciones justas de los santos. Y el ángel me dijo: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena de las bodas del Cordero. Y me dijo: Estas son palabras verdaderas de Dios. Yo me postré a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira, no lo hagas; yo soy consiervo tuyo, y de tus hermanos que retienen el testimonio de Jesús. Adora a Dios; porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía.

Viviendo bajo autoridad La palabra aleluya signica “alabad a nuestro Dios”. Este mundo necesita ver personas que viven en una realidad distinta y se expresan por medio de un lenguaje diferente. Si bien no podemos negar la realidad terrenal, no estamos limitados a ese ámbito porque nos movemos bajo la autoridad de otra realidad que es celestial, pero es tan real como el plano material. El Espíritu Santo le permitió ver a Juan la realidad del Cielo hace 2000 años. Durante 3 años y medio el Reino de los cielos se acercaba a la tierra cada vez que Jesús entraba en alguna aldea, pueblo o ciudad. Pero cuando Jesús se levantó de la tumba donde su cuerpo reposó durante tres días, se 149

Escuela de Liderazgo de Avanzada dirigió hacia sus discípulos durante 40 días para impartirles la última instrucción que les iba a dejar físicamente. En esa oportunidad les enseñó acerca del Reino y por el Espíritu.

Posición de autoridad Hechos 1:8 dice: “Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder…”. Los discípulos debían permanecer en Jerusalén hasta que recibieran el poder del Espíritu Santo. Hasta ese momento habían funcionado bajo el ámbito del poder y la esfera de Jesús, porque cuando Él los envió a ministrar en su Nombre los demonios se les sujetaban. Pero en el día de Pentecostés iban a recibir el poder que les permitiría ser testigos del Reino de Dios. Desde ese día en adelante cambio toda la historia de la humanidad.

Un grito de victoria La salvación se alcanza por gracia y se recibe por medio de la fe. Pero hay muchos creyentes que se van a ir al cielo sin experimentar esa realidad en la tierra, porque nunca vivieron con una mentalidad celestial. En el ambiente celestial la primera palabra que se escucha es “aleluya”. Todas las personas atravesarán situaciones difíciles a lo largo de su vida, porque esta es una realidad inherente a los procesos de maduración del carácter. Pero existe una gran diferencia entre cualquier persona que atraviesa un conicto y una hija o un hijo de Dios en la misma situación, porque en el segundo caso siempre se manifestará la naturaleza celestial del ámbito que los gobierna. La mayoría del pueblo cristiano, inuenciado por las culturas donde crecieron las personas, desarrolló una cultura de queja. Cada crisis es un problema grave porque el primer pensamiento que cruza por sus mentes es que Dios los abandonó o los está castigando por algún error que cometieron. Debemos desarrollar un espíritu de alabanza que nos lleve a declarar “aleluya” ante toda circunstancia de la vida, más allá de su tenor o sus características. La alabanza nos permite caminar en la realidad celestial donde Dios nos implantó el día que nos adoptó como hijos 150

Cultura del Reino por medio de la sangre de Jesucristo. Siempre debemos alabar a Dios porque nuestra condición de hijos es eterna y está más allá de nuestros estados de ánimo. La primera palabra que se declaró en el Cielo es “aleluya” (alabado sea Dios) y esta debe ser nuestra cultura de vida. Una cultura es algo que se cultiva, así como el fruto de una semilla que se sembró en la tierra. Debemos aprender a sembrar alabanza, aunque a veces sea muy difícil, pero siempre debemos elegir si viviremos en la naturaleza terrenal o en la celestial. ¡La naturaleza del Cielo siempre nos llevará a declarar aleluya! Cuando nos despertamos cantando una canción de alabanza, es porque nuestra alma estuvo cantando durante toda la noche. Necesitamos Debemos aprender a sembrar alabanza, prestarle atención a esos cantos, aunque a veces sea muy porque reejan las alabanzas que difícil, pero siempre nuestra alma cantaba mientras el debemos elegir si Señor nos ministraba y reejarán viviremos en la nuestra reacción ante el toque del naturaleza terrenal o Señor. Esta es nuestra realidad de en la celestial. vida. Pero cuando nos despertamos comenzarán a llovernos los mensajes desde la realidad terrenal. Muchas personas olvidarán lo que ocurrió durante la noche, entonces se arruinarán todas las experiencias que vivieron con el Señor.

Deniendo correctamente Para comprender el alcance de la revelación del Reino de Dios necesitamos cambiar la palabra salvación por una más correcta como rescate o redención. Esto tiene sentido porque en realidad el Señor no nos salvó, nos rescató. Es como si hubiéramos pasado toda la vida en una casa de empeños porque le vendimos nuestro corazón a Satanás. Jesús nos sacó de la casa de empeño, pagando un precio que no tiene límites para rescatarnos de la muerte eterna. La Cultura del Reino no se limita sólo a la alabanza, implica el rescate de todas las cosas que existen en la Creación, incluidas las almas. En otras 151

Escuela de Liderazgo de Avanzada palabras, nuestra misión como representantes del Reino en la Tierra incluye el rescate de las almas, las familias, las ideas, la música, el arte, las empresas, los recursos, la administración de justicia, las ciencias, etc. Debemos rescatar todas las formas de la expresión de la cultura de la humanidad. Esta es una tarea que sólo podremos desarrollar los hijos e hijas de Dios porque somos los únicos que recibimos una impartición del modelo original del gobierno celestial.

Cultura de honra En el Cielo se practica la cultura de la honra porque allí se honra a Dios. Permítame aclarar un poco más este concepto. Un anillo de 24 quilates vale mucho más que uno de 18 por la proporción de oro que conforma su peso. La palabra honra implica conocer el peso que tienen todas las cosas. Los que vivimos dentro de una cultura de honra sabemos apreciar el “peso real” que tiene cada persona. Aprendemos a apreciar la identidad que Dios le entregó a cada persona y celebrarlo con un corazón sincero. Tenemos que romper la cultura del celo y la envidia, porque en el Cielo la “pauta” que dene todas las relaciones entre las personas es la honra. Honrar implica desarrollar la capacidad para discernir la identidad que Dios le entregó a cada persona porque esto nos permitirá apreciarla en toda su dimensión.

Preriéndonos los unos a los otros Efesios 4:32 dice: “Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo”. 1 Juan 1:7 dice: “… pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado”. Cuando ministramos sanidad, liberación o alguna clase de bendición sobre las personas que ni siquiera aceptaron al Señor como su Redentor, los estaremos honrando y la honra siempre 152

Cultura del Reino producirá vida. Cuando honramos a nuestros padres, se extenderán nuestros días sobre la tierra porque reconocemos a las personas que Dios escogió para darnos la vida. Cuando honramos a un profeta, recibiremos como recompensa la revelación que reposa sobre ese profeta. Cuando honramos a un justo, recibiremos como recompensa una impartición de la justicia que reposa sobre esa persona. Cuando honramos a una mujer o un hombre de Dios, como recompensa recibiremos una impartición de la autoridad que reposa sobre sus vidas porque reconocimos su identidad en el Reino. En síntesis, cada vez que honramos a una persona participamos de la plenitud de la vida que Dios le concedió, porque nos alimentamos del don que reposa sobre él o ella. La semilla de honra que fructica más es la que se siembra en personas que no merecen ser honradas. Aún así, por amor al Señor, nos determinamos a dar porque esperamos una respuesta del Cielo y no de los hombres. Cuando hacemos esto reconoceremos lo bueno que Dios depositó en esa persona, aunque ella ni siquiera sepa de qué estamos hablando. Pero cuando los deshonramos ocurrirá todo lo contrario porque se interrumpe la impartición de la vida de Dios hacia la nuestra. Podemos resumir los principios sobre los cuales se edica la Cultura del Reino de Dios por medio de los siguientes términos: “Salvación, alabanza, rescate y honra”.

Cultura de gloria Es imposible tratar de evitar que la gloria de Dios se manieste a través de las vidas de sus hijos. Jesús estaba ocupado en sus cosas y algunas personas se le acercaron para decirle: “Maestro, tu amigo, el que tú amas, está gravemente enfermo” Contrariamente a lo que todos esperaban que hiciera, Jesús continuó ocupado en lo que estaba haciendo. Luego volvieron los mismos personajes para comunicarle otra noticia: “Maestro, Lázaro falleció”. La respuesta de Jesús los dejó más desorientados que su actitud. Les dijo: “Esto no es para muerte, sino para que el Hijo del hombre sea gloricado”. La gloria de Dios siempre se manifestará cuando se presenta algo que para los hombres es imposible de superar. 153

Escuela de Liderazgo de Avanzada En la Cultura del Cielo, cuando alguien nos diga “sólo Dios puede hacerlo”, debemos declarar ¡aleluya!, porque es la oportunidad perfecta para que se glorique entre los hombres. La gente que no tiene esta mentalidad ve lo imposible como una situación irreversible que no tiene salida. Pero la clave es que debemos apoyarnos en la revelación que fuimos llamados a ser parte de un Reino donde todo lo que ocurre siempre será imposible a los ojos de los hombres. Una de las formas de darnos cuenta que nuestra manera de pensar fue renovada, es cuando asumimos los imposibles de la vida como algo lógico y natural. En el Reino de los cielos todo acontece para la gloria de Dios. Claro, en nuestras fuerzas no podremos resolver ese tipo de crisis, pero sí podremos lograrlo cuando permitimos que Dios se mueva con libertad a través de nosotros. Dios tiene que brillar en toda situación. Las palabras del Señor hacia Marta fueron: “¿No te dije que si creyeres verás la gloria de Dios?” (Juan 11:40). En la Cultura del Reino, Dios siempre actuará en entornos imposibles y esta debe ser nuestra mentalidad.

Pertenecemos a Dios Apocalipsis 19:1 dice: “¡Aleluya! Salvación y honra y gloria y poder son del Señor Dios nuestro”. Aquí la palabra “son” indica algo que le “pertenece” al Señor y reeja el mundo o la esfera de gobierno donde despliega toda su autoridad. La salvación es un proceso continuo porque todo debe ser rescatado y redimido para que funcione según los principios de la Cultura del Reino. Apocalipsis 19:2-3 dice: “…porque sus juicios son verdaderos y justos; pues ha juzgado a la gran ramera que ha corrompido a la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos de la mano de ella. Otra vez dijeron: ¡Aleluya! Y el humo de ella sube por los siglos de los siglos”. Juan vio que la gran ramera representa todo lo que se opone al avance del Reino de los cielos. Pero también describe la manifestación de este espíritu sólo como “humo” que se levanta a lo largo de los siglos. Todo lo que se opone a la obra perfecta de Dios en nuestras vidas no es más que humo. Por eso el diablo es el padre de mentiras que se limita a tratar de 154

Cultura del Reino venderles a las personas toda clase de cortinas de humo acerca de sus vidas para que nunca puedan concretar sus destinos proféticos. Cuando asumimos la revelación de la realidad del Cielo, nos damos cuenta que todo lo que se opone a la obra de Dios no es más que una cortina de humo que se disipará ante una confesión de fe. Cuando debemos atravesar una situación que nos toca en lo más querido, nos golpea y nos duele, debemos recordar que en la Cultura del Cielo esa imposibilidad no es más que una cortina de humo que el diablo está tratando de vendernos. ¡No debemos comprar humo!

Juan vio a la Novia del Cordero Apocalipsis 19:4-8 dice: “Y los veinticuatro ancianos y los cuatro seres vivientes se postraron en tierra y adoraron a Dios, que estaba sentado en el trono, y decían: ¡Amén! ¡Aleluya! Y salió del trono una voz que decía: Alabad a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes. Y oí como la voz de una gran multitud, como el estruendo de muchas aguas, y como la voz de grandes truenos, que decía: ¡Aleluya, porque el Señor nuestro Dios Todopoderoso reina! Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque han llegado las bodas del Cordero, y su esposa se ha preparado. Y a ella se le ha concedido que se vista de lino no, limpio y resplandeciente; porque el lino no es las acciones justas de los santos”. El espíritu de religiosidad nos impartió un concepto de la Iglesia como una víctima golpeada, sufrida, postergada o abusada... pero el Cielo no la ve de esa manera. En el Cielo la Iglesia es En el Cielo la Iglesia es hermosa, hermosa, triunfante y triunfante y ya está preparada para está preparada para reinar con poder. Como la Iglesia está reinar. Como la Iglesia conformada por cada uno de nosotros, está conformada por el Cielo ya nos ve listos y preparados cada uno de nosotros, el para ejercer el gobierno del Reino en la Cielo ya nos ve listos y Tierra. Los que tienen una mentalidad preparados para ejercer celestial nunca criticarán a la Iglesia, el gobierno del Reino en porque es la Novia del Cordero y está la Tierra. vestida de lino no. 155

Escuela de Liderazgo de Avanzada

Jesús se movió dentro de la cultura de Medio Oriente En Israel cuando una muchacha cumple 12 años le organizan la ceremonia de la “copa de vino”. El novio y la novia no se pueden hablar ni ver hasta el día de la boda, porque viven totalmente separados. Pero a los 12 años la sientan en la punta de una mesa y le ponen una copa de vino al frente, luego traen al novio y lo sientan delante de ella. Allí la novia tiene una oportunidad para aceptarlo o rechazarlo. La forma de manifestar su aceptación es levantando la copa y esto es lo que celebramos cuando ministramos la Cena del Señor. Cuando levantamos la copa y le manifestamos al Novio nuestra aceptación, lo recibimos y le pedimos que nos venga a buscar. Inmediatamente después de esa ceremonia, el novio regresa a su casa para edicar una morada en la casa de su padre.

Vestida de gala El padre decidirá cuándo la casa está terminada y cuándo el hijo puede ir a buscar a su novia. El novio va a buscar a la novia con todos sus amigos en medio de una gran celebración y al entrar en la casa de ella, la joven debe estar preparada y vestida con 7 vestidos, porque la esta dura 7 días. Cada día se sacará uno y el último vestido está confeccionado con lino no. Este último vestido indica que llegó el nal de la esta y ya se puede ir a su casa a vivir con el novio. Como la casa ya está terminada, estamos esperando que el Padre decida cuándo el Novio regresará a buscarnos. La contradicción es que mientras Juan vio la casa “terminada”… nosotros seguimos viendo a la Iglesia “golpeada”. Pero nuestra realidad es que en el Cielo a la Iglesia ya se la ve luciendo el último vestido de lino no, sin mancha y sin arruga. Cuando alguien en el Cuerpo de Cristo se va al cielo, tendrá la misma relación con la Cabeza. Todos los hijos de Dios partimos en victoria y en triunfo porque no existen motivos legales para sentirnos tristes.

Palabras nales El Cielo nos ve preparados y listos para asumir nuestra responsabilidad de gobierno dentro del Reino de Dios. Debemos transformar nuestra oración y declarar: “Señor, que la realidad 156

Cultura del Reino del Cielo irrumpa en medio de mi realidad de vida”. Nuestro mayor desafío en este tiempo es transformar nuestra manera de pensar para que podamos adoptar el idioma celestial. Ante cada situación que debamos atravesar en la vida, necesitamos declarar ¡Aleluya! En nuestra escuela de sanidades les enseñamos a los alumnos a decretar esta palabra cada vez que se dan cuenta que cometieron un pecado. Les enseñamos que el pecado no es el problema, sino la solución que les abrirá las puertas del Reino por medio del arrepentimiento. Estamos capacitados para vencer cualquier cosa que se presente en nuestra vida y esto reejará un cambio de mentalidad. ¡Somos más que vencedores, el Cielo nos ve preparados y la semilla que se plantó en nuestra vida nunca volverá vacía!

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