Levitsky - Del Sindicalismo Al Clientelismo

Del sindicalismo al clientelismo: La transformación de los vínculos partido-sindicatos en el peronismo, 1983-1999 Author

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Del sindicalismo al clientelismo: La transformación de los vínculos partido-sindicatos en el peronismo, 1983-1999 Author(s): Steven Levitsky and Leandro Wolfson Source: Desarrollo Económico, Vol. 44, No. 173 (Apr. - Jun., 2004), pp. 3-32 Published by: Instituto de Desarrollo Económico y Social Stable URL: http://www.jstor.org/stable/3455865 . Accessed: 24/02/2011 08:01 Your use of the JSTOR archive indicates your acceptance of JSTOR's Terms and Conditions of Use, available at . http://www.jstor.org/page/info/about/policies/terms.jsp. JSTOR's Terms and Conditions of Use provides, in part, that unless you have obtained prior permission, you may not download an entire issue of a journal or multiple copies of articles, and you may use content in the JSTOR archive only for your personal, non-commercial use. Please contact the publisher regarding any further use of this work. Publisher contact information may be obtained at . http://www.jstor.org/action/showPublisher?publisherCode=ides. . Each copy of any part of a JSTOR transmission must contain the same copyright notice that appears on the screen or printed page of such transmission. JSTOR is a not-for-profit service that helps scholars, researchers, and students discover, use, and build upon a wide range of content in a trusted digital archive. We use information technology and tools to increase productivity and facilitate new forms of scholarship. For more information about JSTOR, please contact [email protected].

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DesarrolloEcondmico,vol. 44, N2173 (abril-junio2004)

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DEL SINDICALISMO AL CLIENTELISMO: LA TRANSFORMACION DE LOS VINCULOS EN EL PARTIDO-SINDICATOS PERONISMO, 1983-1999* STEVEN

LEVITSKY**

En las d6cadas de 1980 y 1990 los partidosde base sindicalenfrentaronun doble desafio. Elprimerode ellos fue de tipo programatico: la crisisfiscal, la mayor movilidaddel capitaly el resurgimiento de las ideologiasde la libertadde mercado modificaronlos parAmetros de la politicanacionaly elevaronel costo de las politicas tradicionalesen favorde los sindicatos.Elsegundo desaffose vincul6con las coaliciones: la decadencia de la produccionen masay la expansi6ndel sectorterciarioy el informaldebilitarona los movimientossindicales, limitandosu capacidad para aportarlos votos, los recursosy la paz socialque habiancimentadolos intercambios tradicionalesentre partidosy sindicatos.En este nuevo contexto,los partidosde base sindicalque pretendianseguirteniendoviabilidaddebieronreformular sus programasy apuntara nuevasbases de apoyoelectoral,lo cualexigi6en la mayoriade los casos unareconfiguraciOn de las alianzaspreexistentesentrepartidosy sindicatos (Koelble,1992;Kitschelt,1994;Burgess, 1999;Piazza,2001). Si bien los esfuerzos realizadosparareducirel grado de influenciade los sindicatosgeneraroncon frecuenciaintensosconflictosinternos,los partidosque no lograbanadaptarsea la nuevasituacioncorrianriesgo de sufrirfracasos electoralesy politicos. EnAm6ricaLatina,pocos partidosde base sindicalse adaptaronmejoral desaffioplanteadopor la decadencia de la clase obreracomo el PartidoJusticialista unintensoprocesode desin(PJ)argentino.A partirde 1983,el peronismo experiment6 dicalizacionimpulsadoporunacorrientede lideresreformistas,que desmantelaron los mecanismosde participaci6nobreratradicionalesen ese movimiento,y poco a poco las redes clientelistasreemplazaronlos vinculosdel partidocon la clase obrera * Con el titulo"FromLaborPoliticsto MachinePolitics:The Transformation of Party-UnionLinkagesin en ingl6sen la LatinAmericanResearch ArgentinePeronism,1893-1999",este articulofue publicadooriginalmente Review,Vol.38, NQ3, 2003, pp.3-36. DesarrolloEcondmicoagradece la autorizaci6nparasu versionen espaffol. El autordesea agradecer a Sarah Brooks, Etchemendy,Frances Hagopian,James McGuire, Sebastian MariaVictoriaMurillo,KennethRoberts,JuanCarlos Torrey cinco comentaristasan6nimosporlas opinionesque le hicieronIlegarsobre versiones anterioresde este articulo. **Profesorde Ciencia Politica,HarvardUniversity.[ S WeatherheadCenterforInternational Affairs/ 1033 MassachusettsAvenue, Rm320A/ Cambridge,MA02138 / USA/ E-mail:].

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y la clase bajaa travesde los sindicatos.Yaa comienzosde los ahos '90, el PJhabia dejado de ser un partidodominadopor los sindicatosy se habia convertidoen un partidoclientelistaen el cual aquellos cumplianun papel relativamentemarginal. Estoscambiosfuerondecisivos paralos exitoselectoralesy politicosque tuvoel PJ en el curso de esa decada. Eldeteriorode la influenciasindicalaument6la autonomiaestrategicade los dirigentesdel partido,favoreciendosu empero poratraerlos votos de la clase media y del electorado independiente.Tambiense suprimi6la posiblefuentede oposicioninternaen el partidoa las reformasorientadasal mercado que habiaemprendidoel gobiernode CarlosMenem.Almismotiempo,la consolidacibnde las redes clientelistaspermiti6al PJ conservarsu base tradicionalde clase obreray bajaen mediode la crisisecon6micay de las reformasestructurales en curso. De este modo, mientrasque en la decada de 1990 muchos partidoslatinoamericanosde base obrerasufrieronuna aguda mermaelectoral1,el PJ sigui6 siendo a lo largode toda esa decada el principalpartidopoliticoargentino. Eneste articuloprocuraremos que se produexplicarla rotundatransformaci6n jo en los vinculosentrelos sindicatosy el partidoperonista2.Desde una perspectiva del peronismoera poco previsible.A mediadosde ladecate6rica,latransformaci6n da de 1980,el peronismoestaba dominadoporlos sindicatosindustrialesque pertenecian a la ConfederacionGeneraldel Trabajo(CGT).Elloseran la fuenteprincipal del partido,y los caudillossindide los recursoseconomicosy el podermovilizador cales de la viejaguardiatenianun papel hegemonicoen la conducciondel partido. Porlo generalse supone que este predominiode los sindicatosinhibela adaptacidn de un partidode base sindical(Koelble,1992;Kitschelt,1994, pag. 225). Sinembargo, el PJse desindicaliz6mas veloz y cabalmenteque otrosantiguospartidosobreentreellos AccionDemocratica(AD)en Venezuelay el Partido ros latinoamericanos, Institucional Revolucionario (PRI)en Mexico. A fin de explicareste enigma,el articulose centraraen una dimensionde la sobre el cambio que ha sido muysoslayadaen la bibliografia organizacionpartidaria de los partidosde base sindical:la institucionalizacidn de normasy procedimientos internos.Es bien sabido que la rutinizacion de la estructurainternade un partidoes fundamental habitual; ocurre,sinembargo,quetambienpuede parasu funcionamiento 1Enel curso de esa decada, el PRImexicanoperdidcasi unatercerapartede su apoyo electoral,en tanto que en el caso del PartidoApristaperuano,Accion Democrdticaen Venezuelay el PartidoComunistachileno se de un cincuenta por ciento. redujoen 2 Elm.s articulose apoya en investigacionesIlevadasa cabo en la Argentinaen 1996 y 1997. Esas investigaclones incluyeronentrevistascon los dirigentesde 39 sindicatosnacionalesy 36 sindicatoslocales, cuatrosecretariosgenerales de la Confederaci6nGeneraldel Trabajo(CGT)y los secretariosgenerales del Movimiento de los TrabajadoresArgentinos(MTA)y del Congreso de los TrabajadoresArgentinos(CTA),ambos disidentes de la locales en tres CGT.Tambienincluyeroncuestionarioscon 611 militantesdel partidoy 112 unidades b.sicas distritosurbanos:la CapitalFederaly los partidosde LaMatanzay Quilmes,del GranBuenos Aires.Si bienestos distritosno son representativosde la Argentinaen su conjunto,las pautas alliverificadastienen validezgeneral, como pudo confirmarsemediante entrevistascon dirigentes partidariosy activistas de otros municipiosde la provinciade Buenos Airesy de algunas otras provincias.Sin embargo, importasellalar que los cambios aqui examinados corresponden principalmenteal peronismourbano.Hist6ricamente,el peronismose bas6 en una doble coalici6n electoral entre los obreros industriales(organizadosen sindicatos) en las zonas urbanasy las clases media y baja (organizadasen redes clientelistas)en las provinciasno industrializadas(Moray Araujoy Llorente,1980; Gibson, 1997). Aunqueen las d6cadas del '80 y el '90 el peso politicoy electoraldel peronismo de la periferiase incrementd(Gibson, 1997;Gibsony Calvo,2000), la importanciade la base urbanadel partido no debe subestimarse. A fines de los '90, dos terceras partes de los votos peronistas proveniande los arosC6rdoba, distritosindustrializadosde Buenos Aires, la CapitalFederal,Mendozay Santa Fe.

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sofocartodo cambioestructural(Levitsky,2001b). Porel contrario,las organizaciones poco institucionalizadas suelen ser mas flexiblesrespectode cualquiercambio que la notabletransformaci6n que sobrevengaen el entorno.Aquiargumentaremos de los vinculosentreel del PJ fue posible debido a la escasa institucionalizaci6n partidoy los sindicatos.EstosOltimos papelen el perosiempretuvieronunimportante nismo, pero las reglas del juego que determinabansu participacidnen 61estaban mal definidasy eran demasiadofluidasy cuestionadas.Estohizo que los vinculos entreel partidoy los sindicatosfueranvulnerablesa las variacionesproducidasdentrodel peronismoen la distribuci6ndel podery las preferenciascomo consecuencia de la transici6ndemocraticainiciadaen 1983. Alacceder a los cargos puiblicos,los politicosdel PJreemplazaronlos recursossindicalesporlos del estado, aumentando asi su capacidad de cuestionarla posicibnprivilegiadaque tenianlos sindicatosen el partido.Cuandoen 1987 los reformistasobtuvieronel controldel PJ, los mecanismos de participaci6nsindicalen el peronismo,tan d6bilmenteinstitucionalizados, sufrieronuncolapso, allanandoel caminoparala consolidaciondel clientelismo-y la fuertereduccionde la influenciasindical-que tuvolugaren los aiios '90. Eneste articulonos proponemoshacercuatroaportesteoricos.Enprimerlugar, se subrayarala importanciade las estructuraspartidariasinformalesy no institucionalizadas.Labibliografia mas conocidasobrelaorganizaciony el cambiode los partidos,basada en gran medidaen estudios realizadosen los paises industriales avanzados, prestacomparativamente poca atenciona estos fenomenos3.No obstante,recientesinvestigacionessugierenque las estructuraspartidariasde ese tipo estan muydifundidasen AmericaLatinay que las variacionesen estas dimensiones tienenimportantescorolarioscon respectoal comportamiento de los partidos4. Ensegundo lugar,destacaremosel papel del clientelismocomo formade vinculacionalternativacon los grupos obrerosy de clase baja de apoyo electoral.En Europaoccidental,donde los electoradosposindustrialessuelentenerbuennivelde instrucciony estarconformadospor white-collar workers,la adaptacibnde los partidos de base sindicalse ha asociado con estrategiasrelacionadascon los mediosde comunicacibny con apelacionesposmaterialistas 1977;Daltonet al., 1984; (Inglehart, se ha caracterizadoporel Kitschelt,1994). EnAmericaLatina,el posindustrialismo aumentode la cantidadde pobresen el sectorinformalurbano,electoradoeste en el cuales ciertamentemenosprobablequetenganexitolasapelacionesposmaterialistas. Enestos sectores puedenser mas eficaces los vinculosclientelistas,particularmente en un contextode crisis economicay de replieguedel estado. De ahi que en este articulonos formulemosalgunosinterrogantessobrela posibleincompatibilidad entreel clientelismoy las reformasorientadasal mercado.Elcaso del peronismoindica que los vinculosclientelistasno s6lo son compatiblescon las reformasneoliberales, sino que pueden constituirun elementodecisivo de su exitopolitico. Entercerlugar,ofreceremosalgunas ideas nuevas acerca de las caracteristicas politicasde la reformaeconomicaargentina.Elgironeoliberaldel gobiernode Menemya ha sido ampliamenteestudiado5,pero se ha prestadomenos atenciona 3 Unaexcepcion es Panebianco(1988). 4 VerMainwaringy Scully (1995), McGuire(1997), Mainwaring(1999), Levitsky(2001a, 2001b, 2003) y Freidenbergy Levitsky(2002). 5 VerGerchunoffy Torre(1996), Palermoy Novaro(1996), McGuire(1997), Corrales(2000, 2002), Levitsky (2001b, 2003) y Stokes (2001).

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los cambiosen las coalicionesque lo acompanarony favorecieron6. Suele considerarse que la desindicalizaciones una consecuencia de que los partidosde base sindicalabracenpoliticasorientadasal mercado(Taylor, 1993;Piazza,2001), perola de coaliciones del fue anterior a laeleccion de Menem las peronismo transformacion de 1989, y porende no puede explicarseporel vuelco neoliberaldel PJ. Loque si hizofue favorecerlo.Recientesestudioshansenaladoque los cambiosen las coaliciones del PJ fuerondecisivos para el exito politicode las reformasmenemistas (Gibson,1997;Gibsony Calvo,2000), y en este articuloofrecemosuna explicacidn acerca de los motivosde dichatransformacion y la formaen que se produjo. Porultimo,proporcionaremos algunosdatosnovedosossobreel comportamiento politicode los sindicatosperonistas.Pese al deteriorode la influenciasindicalen el manteniendobuenas relaPJ,durantela decada de 1990 los sindicatoscontinuaron ciones con el partido,hallazgoeste particularmente sorprendente-e importante-si se tiene en cuentala proclividadde los sindicatosargentinosa evitartoda actividad partidaria(McGuire,1997). Laorganizacibndel articuloes la siguiente.Enla primeraseccion sernalaremos los desafios en materiade coalicionesque enfrentanen la actualidadlos partidos latinoamericanos de base sindical.Enla segunda expondremosun marcoconceptualparadarcuentade la adaptacionde los partidosde base sindical.Enla tercera seccion aplicaremoseste marcoconceptualal caso peronista,mostrandoque lo que facilitola rotundadesindicalizacionposteriora 1983 fue el caracter debilmente institucionalizado del vinculopartido-sindicatos, juntocon el mayoracceso a recurestos sos clientelistas.A continuacionindicaremosde que maneracontribuyeron cambios en las coalicionesal exitotantoelectoralcomo politicodel PJ en los anos '90.PorOltimo, en las conclusionesanalizaremosque implicacionestieneesta transformacibndel peronismoa la luzde la crisispoliticaque ha sufridolaArgentinaluego del aio 2001.

Crisisy transformaci6nde los vinculos partidos-sindicatos en AmericaLatina Los partidosde base sindicaltienen como base de apoyo social a los trabajadoresorganizados7.Estospartidosfundansu exitoen el apoyode los trabajadores -bajo la formade recursosorganizativos,votosy paz social-, y a cambiode eso normalmente los sindicatosadquiereninfluenciaen las decisiones programaticas del partidoy en la seleccion de sus dirigentesy candidatos.Losvinculospartido-sindicatos son el conjuntode normas,procedimientosy organizacionesque facilitanel intercambioreciprocode apoyoe influenciaentreel partidoy los sindicatos.Eneste articulonos centraremosen un solo aspecto de esos vinculos:los mecanismosde participacionsindicalen el partido.Paraello tomaremoscomo indicadorde dicha participacionla cantidadde sindicalistasque formanpartede los cuerposdirectivos del partidoy que o10 representanen las camaraslegislativas. Losvinculostradicionalespartido-sindicatos sufrieroncrecientestensionesen las decadas de 1980 y 1990. La crisis fiscal y el cambio economico e ideologico globalpresionaron paraque los partidosde base sindicaladoptaranprogramasorien6 Entrelas excepciones cabe mencionara Gibson (1997) y Gibsony Calvo(2000) 7 Elconcepto de "base de apoyo social"[core constituency]ha sido tomadode Gibson(1996).

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tados ai mercado,que con frecuenciacreancontradiccionesentredichos partidosy sus aliadossindicales(Burgess, 1999;Murillo, 2001). Loscambios en la estructura de clases tambienamenazabancon socavarlas alianzaspartido-sindicatos. A medida que los trabajadoresdejaronde estar tan concentradosen las fabricasy que aumentabala heterogeneidadde sus calificaciones,experienciaslaboralese intereses, los indicesde sindicalizaci6ncomenzarona disminuir y merm6la capacidadde o obreras a sus miembros iniciarnegociacionesen movilizar organizaciones para ias su beneficio.A esta erosionde las bases electoralestradicionalesde los partidosde base sindicalcontribuyo,asimismo,la decadencia de la clase obreraindustrial.Los se caracterizaron incipienteselectorados"posindustriales" porunaidentidadclasista y partidariamas debil, asi como una conductaelectoralcada vez mas independiente(Daltonet al., 1984).Estoscambiosinstarona los partidosde base sindicala sus vinculoscon los sindicatos,tornandolosen generalmas flexibles. reconfigurar Porun lado,los sindicatostenianmenosque ofrecera los partidosen el intercambio tradicional:levaban menos votantesa las urnas,eranmenos necesarios que antes para garantizarla paz social y disponiande menores recursos para dedicar a la luchapolitica(Howelly Daley,1992).Porotrolado,la perduraci6nde fuertesvinculos se veia como unaseriaamenazaal desempenode los partidosde partido-sindicatos base sindical,ya que obstaculizabasus emperos poradoptarpoliticasneoliberales y limitabasu capacidad de apelar a nuevos grupos de apoyo electoral(Koelble, 1992;Kitschelt,1994). Losretosque enfrentaron los partidosde base sindicallatinoamericanos fueron distintosporlo menos en dos aspectos a los que enfrentaron los partidossocialdem6crataseuropeos.Enprimertermino,debidoa que las crisiseconOmicaseranmas profundasy sus economiasnacionalesmaisdebiles y dependientes,los paises latinoamericanosestaban muchomas limitadosque los paises industrialesavanzados en cuantoa su autonomiaparaestablecersus politicaspOblicas.Asi, al parque la mayoriade los partidossocialdemocrataseuropeossufrieronen los afos '80 y '90 cambiosprogramaticos se graduales,los partidosde base sindicallatinoamericanos vierona menudo obligados a girara la derecha de un modo repentinoy espectacular

(Stokes,2001). Ensegundotermino,la estructura de clases posindustrial diferfasustancialmente en AmOrica Latinade la vigenteen las naciones industrialesavanzadas.EnEuropa, el electoradoposindustrialera cada vez mAsde clase media,de buen nivelde ins(Inglehart,1977;Daltonet al., 1984;Kitschelt,1994);en trucciony "posmaterialista" AmericaLatina,los partidosde base sindicaltenianante si unpanoramadoble:una partede la fuerzalaboralsiguibel caminode los paises industrialesavanzadosen lo tocante a un aumentode los white-collarworkers,mientrasque otra parte, por lo comQnde mayortamaho,fue confinadaat sector urbanoinformal(Castellsy Portes, 1989). Enlos ahos '80y '90, los sectores informalestuvieronunveloz crecimientoen toda AmericaLatina,y hacia el finaldel siglo pasado constituiancasi la mitaddel empleourbano(OIT,1999).Estaexpansiondel sector informalcreo unadificilsituaciona los partidosde base sindical.Aligualque el aumentode la cantidadde whitecollar workers,la informalizaci6ntiende a debilitaralas organizaciones clasistas y a desdibujar las identidades de clase (Roberts, 1998, pags. 65-73). Ademas de ser "notablementedificiles de organizar"(Roberts, 2002b, pag. 24), los trabajadores de

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los sectores informalestienenmenosprobabilidadesque los trabajadoresmanuales de mantenercontactocon los sindicatos,definirsus propiosinteresesen terminosde clase o conservaruna identidadde clase o partidariaestable (Castellsy Portes, 1989,pgs. 31-32).Sinembargo,como muchostrabajadoresdel sectorinformalson pobres y carecen de educacion, no es muyfacil que se dejen ganar por las apelacionesposmaterialistas adoptadaspornumerosospartidosizquierdistaseuropeos. Porlo tanto,paralos partidoslatinoamericanos de base obrerael desafio consistiaen combinarmedidasorientadasal mercadocon apelacionesmaterialesdirigidas a un electoradode clase obreray clase bajacada vez mas fragmentadoy heterogeneo.Enesas circunstancias,unaestrategiafue reemplazarlos vinculosclasistas o corporativistas porvinculosclientelistas,o de redes localesque congregabanpartidariosmediante"recompensascolateralesdirectas,personalesy, en el caso tipico, materiales" (Kitschelt,2000, pg. 849). Losvinculosclientelistaspuedenaumentarel caudal de votos en formadirecta,merced al intercambiode bienes materialespor votos,o indirecta,graciasa la concesionde favores(porlo comOnel acceso a recursos p'blicos) a los activistascuya laborpuede rendirimportantesbeneficioselectorales. Dadas las limitacionesmacroeconomicasimpuestasporla crisisde la deuda externay la austeridadfiscal, el clientelismoera en los aios '80 y '90 uno de los pocos mecanismosviables parahacer Ilegarbeneficiosmaterialesconcretosa las bases de apoyoelectoralde clase baja.Ycomoa los pobresurbanosfrecuentemente les importabamenosel futuroque los beneficiosmaterialesinmediatos,y en generalcareciande un acceso regulara los serviciosdel estado, estaban dispuestos a hacer suyas las apelaciones particularistas (Scott, 1969, pag. 1150;Auyero,2000; Kitschelt,2000, pag. 857). Asipues, el clientelismobrindoa los partidosde base sindicallatinoamericanos un mediorelativamentepoco onerosode atraera los votantesde bajos ingresosen medio de la desindustrializaci6n y la reformaeconomica (Gibsony Calvo,2000). Estosvinculospueden resultarpreferiblesa los clasistas pordos razones.Primero, en un contextode desempleo generalizadoy de informalizacion del empleo, las redes clientelistasson mas eficaces que las organizacionessindicales paraobtener votos.Segundo,los vinculosclientelistasson mas compatiblescon las politicaseconomicasorientadasal mercado.Los aparatospartidarios,preocupadosprincipalmente por las demandas particularistas locales, tiendena ser mas flexiblesen sus programasque las organizacionesclasistas (Scott,1969;Wilson,1973/1995,pags. 37-38).Aunquea menudose consideraque el clientelismoes incompatiblecon una reformaorientadaal mercado (Geddes, 1994), datos de estudios sobre America Latinaindicanque en verdadambos pueden ser muycompatibles(Roberts,2002a, pag. 19). Al ofrecerun mecanismode distribucionde las recompensasmateriales destinadasa los posibles "perjudicados" porlas reformasneoliberales,los vinculos clientelistaspuedencontribuir a lasustentabilidad politicade dichasreformas(Dresser, 1991;Gibson,1997;Gibsony Calvo,2000). No obstante,el clientelismopuede implicarcostos considerablesparalos partidos (Warner,1997).Porejemplo,es habitualque las apelacionesclientelistasy los candidatos partidariosse enajenen los favores de los votantes de clase media y clase mediaalta.Comoa menudose asocia los aparatospartidarioscon la corrupci6n y la ineficacia, los partidos clientelistas suelen ser muy vulnerables a los desafios reformistaso pedidos de "transparenciaen el gobierno", sobre todo en aquellas

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zonas en las que el electoradode clase media es cuantioso8.Sin embargo,si se comparanlos vinculosclientelistascon otrasestrategias,como la de mantenerfuertes lazos con los sindicatos (con el riesgo de una marginaciOn electoral)o la de renunciarpor enteroa los vinculoscon la clase obrera(con el riesgo de perderel apoyo de sus bases), pueden constituirparalos partidosde base sindicalla forma mas viablepoliticamentede manejarel procesode reformaneoliberala lavez que se conservael apoyo de la clase baja9 C6mo explicar la transformaci6n de un partido de base sindical Durantelas decadas de 1980 y 1990, los partidoslatinoamericanos de base sindicalse adaptaroncon diversogradode exito(Roberts,1998;Burgessy Levitsky, 2003). Algunosreformularon drasticamentesus vinculoscon el movimientoobrero organizado(el PJ argentino,los socialistaschilenos);en otroscasos, esos vinculos permanecieronintactos(ADen Venezuela)o sblose modificaron parcialmente(el PRI en Mexico).Afinde explicarestos distintosdesenlaces, deben examinarselas variaciones en los incentivosque tenian los partidospara adaptarse,asi como en su capacidad parahacerlo(Kitschelt,1994;Burgessy Levitsky,2003). Los incentivosde los partidosparaemprenderun cambioen las coaliciones que los conformansuelen provenirde su entornoexterno,en particularel electoral (Downs,1957;Panebianco,1988;Harmely Janda, 1994). Es muyprobableque los que no se adaptana los cambiosdel electoradosufranunaderrotay/o comiencena declinar.Dadoque unaderrotaelectoralsuele tenercomo consecuencia la perdida de recursos de los partidosy sus dirigentes,se la suele considerarun elemento catalizadordel cambiopartidario (Panebianco,1988,pAgs.243-44;Harmely Janda, 1994, pags. 279-81).Asi, los partidosde clase obreraque sufrieronun serio reves electoralen los '80tenianmas probabilidadesde reconfigurar sus vinculoscon aros los sindicatosque aquellosotrosque no lo sufrieron. Elincentivoparaadoptarunaestrategiaadaptativaclientelistadepende de que se dispongao no de los recursosdel estado. SegOnMartinShefter(1994, pags. 2728), para que un partidopueda reconstruirsesiguiendo lineamientosclientelistas deben darse estas dos condiciones:1) el partidodebe teneracceso a cargos pOblicos, y 2) el estado debe carecerde autonomiaburocraticay de unafuerte"basede Las estrategiasclientelistasno serAnviables si el acceso al apoyo universalista". patronazgose ve limitadoporla eficaciade las normaslegales relacionadascon la pOblicay si la autonomiade la burocraciaes reforzadaporunacoaadministracion bastante fuertecomo para castigara los partidosque la transgredan.En lo licion tales circunstancias,las estrategiasquizacobrenlaformade apelacionesmediaticas, o lo que Roberts(2002b, pags. 19-20)denomina"vinculosde marketing". 8 Entales situaciones,la estrategia6ptimapuede ser "diversificar los mecanismos de creaci6nde vinculos"(Kitschelt,2000, pag. 853) combinandolas apelaciones programaticasa nivelnacionalcon el clientelismoen las zonas perif6ricasy de bajos ingresos (Gibson, 1997; Diaz-Cayeros,Est6vezy Magaloni,2001). 9 se logrdganar los votos de la clase obreray la clase baja medianteapelaciones personalistas Tambien peroestas estrategiassuelen asociarse al debilitamiento o "neopopulistas", de los partidosestablecidos (Roberts, 1995; Weyland,1996, 1999). Roberts(1998) sugiere que los partidosde base sindical e izquierdistaspodrian seguir una estrategia de "profundizaci6n" democratica,que implicaestablecer vinculoscon otros movimientos sociales y organizacionespopulares.Enciertosentido, fue la estrategiaadoptada porel Partidode los Trabajadores (PT)en Brasil.

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sus vinculoscon Lacapacidadde los partidosde base sindicalparareformular la clase trabajadoraes producto,en gran parte,de su estructurainterna(Koelble, 1991, 1992; Kitschelt,1994; Levitsky,2003). Unode los grandes factores determinantesde la flexibilidadorganizativade dichos partidoses el poderde los sindicatos. Enla medidaen que los dirigentespartidarios dependande los sindicatosindustrialespara obtenerrecursos humanos,financierosy organizativos,la adaptaci6n sera dificil(Koelble,1992;Kitschelt,1994, pag. 225), mientrasque los partidosque no dependendemasiadode los sindicatospuedenestarmejorequipadosparaatraer a los electoradosposindustriales.Sinembargo,el gradoy lavelocidadde la transformaciondel partidode base sindicalson funcibn,asimismo,de la medidaen que los vinculospartido-sindicatos esten institucionalizados (Levitsky,2001b, 2003). Lainstitucionalizacion limitael ritmodel cambioorganizativo.Cuandolas normas y procedimientosestan institucionalizados, se forjanen tornode ellos conjuntos de expectativasy de interesesestables. Losactoresinviertenen habilidades,aprenden estrategiasy creanorganizacionesadecuadas a las reglasdel juego vigentes. Todoello hace que les interesepreservarlos acuerdos existentes y les da mayor capacidadparadefenderlos(North,1990,pags. 364-65).A menudo,despues de un se "danporsentadas",en el sentidode que los tiempolas normasinstitucionalizadas actores las respetansin evaluarde maneraconstantelos costos y beneficiosinmediatosque les implicadichoacatamiento(Zucker,1977, pag. 728;Jepperson,1991, suelen ser pag. 147). De ahi que los vinculosinstitucionalizados partido-sindicatos no cambiancon tantarapidezcomo las preferenciasy la distribucion del "est.ticos": no estan instituciopoder subyacentes.Encambio,si los vinculospartido-sindicatos nalizados,es menos probableque se produzcaundesfasajeentrelos cambiosen la distribucion del podersubyacentey el cambioen laorganizacion.Comoconsecuencia de ello, suelen estar en mejorescondiciones de encararun cambio rapidoe importante. Ensuma,en las decadas de 1980y 1990 la probabilidadde que latransformade ci6n unacoaliciontuvieraexitoera mayorcuando 1) los partidosde base sindical habiansufridounserioreveselectoral,y 2) los sindicatosno tenianunafirmepresencia institucional en la organizaciondel partido.Allidonde los partidostenianacceso a un estado que careciade autonomiaburocratica,las estrategiasadaptativastendiana cobrarla formade vinculosclientelistas.

El caso del peronismo En las decadas del '80 y el '90 el peronismosufri6una veloz y significativa Losmecanismostradicionalesde participacidn de los sindicatosen transformacion. el PJfuerondesmanteladosy las redes clientelistasreemplazarona aquelloscomo vinculoprimordial del partidocon la clase obreray la clase baja,convirtiendoasi al peronismourbanoen un partidoclientelistafundadoen el patronazgo.Estos cambios beneficiaronal partidoen dos aspectos: en primerlugar,le permitieron apelaral crecienteelectoradode clase mediasin divorciarsede los gruposde apoyourbanos de clase obreray clase baja;en segundo lugar,a partirde 1989 incrementaron la capacidad del gobierno de Menem para poner en practica reformas orientadas al mercado.

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Incentivosparala adaptacidn Enlos ahos '80 el PJteniafuertesincentivosparaIlevara cabo un proceso de adaptacibn.Elperonismohabiasurgidodel regimenmilitarcomo unpartidode base sindicalde facto.ElPJmanteniasus bases clientelistasen las provinciasperifericas (Gibson, 1997; Gibson y Calvo, 2000), pero en los grandes distritosindustriales, como la CapitalFederaly las provinciasde BuenosAires,Cordobay Santa Fe, su en los sindicatos.Enlas elecciones de organizacionse apoyabafundamentalmente 1983, los caudillossindicalesimpusieronla plataformay la f6rmulapresidencialdel PJa nivelnacional(Cordeuet al., 1985,pags. 27-30)y los sindicalistasconquistaron ese mismoafroia presidenciaen ejerciciodel partido,la presidenciadel bloque legislativoy mas de unacuartapartede las bancas del partidoen el Congresode la Nacibn.Sinembargo,el sindicalismono estaba bien preparadoparahacerfrenteal entornoelectoralde la Argentina,que cada vez se tornabamas posindustrial.Entre 1970y 1990,el nivelde empleoen la industriamanufacturera cay6 mas de untercio los principalessindicatos (Smith,1989, pkg. 264; Powers, 1995, pags. 91-92)10y industrialesperdieronhasta la mitadde sus afiliados(AbOs,1986, pag. 189). La declinaci6nde la clase obrerafue acompanadaporel crecimientodel sector servicios y del sector informal(Palomino,1987). Estoscambiosplanteabanal PJunadoble amenaza.Antetodo, el crecimiento del sector informalle hacia correrpeligrode perdersu hegemoniaentrelos pobres los sindicatosindustrialeshabianabarcadoa granpartede urbanos.Histbricamente, la clase obrera,pero la desindustrializacion cre6 un vasto caudal de votantes de de las actividadessindesconectados estaban "organicamente bajos ingresosque dicales"y cuyos intereses"noeranfacilmentearticulablescon los de los asalariados" 1987, pag. 85). ElPJenfrent6un problemasemejantecon los white-collar (Villarreal, workers.Estos, que tenianun mejornivelde instrucciOn, mayormovilidadsocial y menos apego a las identidadespartidariastradicionalesque los trabajadoresmanuales,pasarona engrosarlas filasdel electoradoindependiente(Catterberg,1991). La hegemoniasindicaldentrodel PJ limitabala capacidad del partidopara atraera estos nuevosvotantes.En 1983, en unacampanaelectoralque fue en gran medidaconducidaporlos sindicatos,el PJadoptdunaestrategiaendogena,esto es, de clase obreray clase baja(Waisbord, dirigidaa los votantesperonistastradicionales 1995, pags. 30-32, 181),cediendoleel electoradode clase mediaa la UniOnCivica Radical(UCR).Si bien el candidatodel PJ, ItaloLuder,no era un sindicalista,"no podiadespegarse de la imagenque se habiaformadola gente, de que era un homAlcandidatode la UCR,RaulAlfonsin, brecontroladoporlos dirigentessindicales"11. que con su defensa de los derechos humanoshabiacreado un discursoatractivo paramuchosvotantesindependientesy de clase media,no le fue dificilderrotara Luder,asestandoleasi al peronismosu primeraderrotaen las urnas.Dos ahos mas sobreel PJen las elecciones legislativas,en las cuales tarde,la UCRvolvioa triunfar los votos peronistasalcanzaronsu registrohistoricomas bajo:el 35%. En ambas elecciones, los votantesindependientesy de clase mediasufragaronen proporci6n 10Las estimaciones sobre el grado de desindustrializaci6nque tuvo lugardurantela dictaduramilitarde 1976-1983varianen formaconsiderable. McGuire(1997, pag. 185) manifiestaunaopinidnmas moderadasobre este punto. "1Clarin,10de noviembrede 1983, pAg. 13.

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abrumadoraen contradel PJ,y fueronellos los que decidieronla victoriade la UCR (Cant6n,1986, pags. 48-49, 164;Catterberg,1991, pags. 81-82). Estos resultados representaronpara el PJ un claro incentivoque Io Ilevabaa ampliarsus alcances electorales. Este estimuloparaadoptaruna estrategiaadaptativaclientelistafue realzado el por acceso a los recursosdel estado. En los afos '80 y '90 el estado argentino carecia de una verdaderaautonomiaburocritica.Los cargos pOblicoseranutilizados en granmedidacon fines de patronazgo(Gibsony Calvo,2000),y en la medida en que existiaunabase de apoyouniversalista, estaba limitadaa los grandescentros Enel periodo1955-73,la proscripcionpoliticadel peronismole ved6 metropolitanos. el acceso a los recursospOblicos,peroen 1983 el PJ conquist6muchoscargos, ya que gan6 doce gobernaciones,centenaresde intendenciasy milesde bancas en los concejosmunicipales. del vinculopartido-sindicatos Capacidadde adaptacidn:ddbilinstitucionalizacidn Porotraparte,el PJposeia unagrancapacidadde adaptacion.Adiferenciade lo ocurridocon numerosospartidosde base sindicaleuropeosy latinoamericanos, en el caso del peronismoel vinculopartido-sindicatos nuncase institucionalizO. Claro esta que los sindicatosfueronesenciales parael ascenso de JuanDomingoPeronal poder en la decada del cuarentay hasta mediados de la del '80 conservaronun papel centralen la coalicionperonista,pero el partidoperonistanunca desarroll6 normasy procedimientosestables y bien definidospararegirla participacicnsindical. Comoha demostradoJames McGuire(1997),los empenos porinstitucionalizar los vinculospartido-sindicatos se vieronreiteradamente frustradosen el curso de la historiadel movimiento.Asi, aunque los dirigentessindicales crearonen 1945 el PartidoLaborista,dotandolode unasolidaestructuraparamovilizar el apoyoa Per6n en su primeracandidaturapresidencial(Torre,1990, pags. 148-55),al poco tiempo de Ilegaral poder Perondisolvi6ese partidoy io sustituyoporotro(mas adelante IlamadoPartidoPeronista)mas acorde a sus apetencias personalistas,y en el cual no existianingunmecanismoformalparala representacionde los sindicatos.Luego del derrocamientode Peron,en 1955,los vinculospartido-sindicatos siguieronsiendo fluidos;los esfuerzosrealizadosporel dirigentemetalOrgico AugustoVandorpor construirun partidoinstitucionalizado de base sindicalfueronbloqueadosporel lider en el exilio(McGuire,1997).Trasla muertede Peron,en 1974,los sindicatosrecurrierona su capacidadde movilizacionparaobtenerel controldel partido,si bienno losindical. graronestablecerreglasdel juego clarasy duraderasparala participaciOn a 1983, los vinculospartido-sindicatos Con anterioridad dentrodel peronismo se fundabanen dos mecanismosinformalesvagamenteestructurados: las "62Organizaciones"(Ilamadassint6ticamente"las62")y el sistemadel "tercio". "Las62"funcomoel principalgruporepresentativo de los sindicacionaban,de manerainformal, tos dentrode la conducci6nperonista,y tuvieronsus origenesen un congreso de la CGTcelebradoen setiembrede 1957. A principiosde la d6cada de 1960, "las62" pasaron a ser la representaci6n colectiva de los sindicatos en el peronismo, y gozaban del derecho (informal)a designar sindicalistas para los puestos de conduccion y las candidaturas del partido. Durante los anos '60 y '70 fueron consideradas, en

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general,comola "ramasindical"del peronismo,perosu papelen el partidonuncase No se las mencionabaen los estatutos, carecianformalmentede institucionaliz6. cargos asignados en los organismosde conducci6n,no celebrabanreunionesde modoregular,no tenianoficinaspropias,nipresupuesto,ninormasy procedimientos operativosestables (McGuire,1997, pags. 98-99). El sistema del "tercio"proveniade la arraigadatradiciOncorporativistadel peronismo,segOjnla cual para los puestos de conducciony las candidaturasdel "femenina" partidohabiaque teneren cuentaa las ramas"politica", por y "sindical" partesiguales.Losorigenesde esta costumbreson controvertidos. Algunosperonistas afirmanque duranteel primergobiernode Peronse la respet6"comouna ley"12,en tantoque otrosdicenque fue "unmitocreadoen retrospectiva" que fue siempre"mas 1983 se en recurri6 diversas real"13. Hasta oportunidadesal sistema folcloricoque del tercio, pero nunca se lo incluy6en los estatutosdel partidoni se lo aplic6 de manerasistematica.Tampocoera un procedimientounanimementeacatado, sino que con frecuenciase lo adoptabaluego de que los sindicatosmas poderososejercieranintensaspresionesy Ilevarana cabo negociacionesad hoc con los dirigentes del partido.En1983,porejemplo,en un principiolos dirigentesdel PJde Tucumany Mendozarechazaronel tercioy sOloincluyerona sindicalistasen la conduccionpartidariay en las listasde candidatosdespues que los dirigentesnacionalesde "las62" presionaranintensamenteparaello (Levitsky, 2003, pags. 113-14).Enlas provincias en que los sindicatoserandebiles, como Corrientesy Santiagodel Estero,los caudiIlosdel partidohaciancaso omisodel tercio. Porlo tanto,aunqueen el momentode iniciarsela transiciondemocraticaen 1983 los sindicatostenianmuchafuerzaen el PJ,su relacioncon este no habiasido institucionalizada. Careciande unaestructuraformalde representacionen el partido o de normasy procedimientosestables que les asegurarancargos en la conduccion. Laparticipacionsindicaldependiamas bien de una serie de normasinformalesvagas y cuestionadas,que la hacianvulnerablea los cambiosque sobrevinieranen la distribuciondel podery las preferenciasinternasdel partido.Entre1983 y 1987 se cambiosde esa indole. produjeron La Renovacidnperonista(1983-89):patronazgo,creacidndel partido y colapso del vinculotradicionalpartido-sindicatos Laderrotaelectoraldel PJen 1983fue el detonantede unmovimientoreformista internodenominado"laRenovacion",que era una alianzade politicosurbanos progresistas,caudillosprovincialesy el "Grupode los 25"(o "los25"a secas) de origensindical.Losrenovadoresconfluyeronen tornode dos objetivosque implicaban unaarremetidacontralos sindicatos.Enprimerlugar,querianampliarlos alcances electoralesdel PJatrayendoa sectores de clase mediae independientes(Ab6s, 1986, pags. 82-84). Persuadidosde que el PJ habiaperdidolas elecciones de 1983 por haberse fundadodemasiado limitadamenteen su base de apoyo tradicional, 12Entrevistadel autorcon Jorge Lobais,secretariode organizaci6ndel sindicatode obrerostextiles,11 de diciembrede 1997. 13Entrevistadel autorcon los diputados nacionales Juan CarlosMaqueda(11 de setiembre de 1997) y LorenzoDominguez(25 de setiembrede 1997).

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advertianque "elperonismono volverAa ser mayoria[...] si no abresus brazospara recibira otrossectores de la vidanacional"14. Ensegundo lugar,pretendianimponer en el PJla democraciainterna,lo cual implicabareemplazarel sistemacorporativista del tercioporelecciones directasde los dirigentesy candidatos(Palermo,1986). Lacapacidadde los renovadoresparaalcanzarestas metasteniasu origenen un cambiofundamentalproducidoen la distribucionde recursosentrelos politicos del PJ y los sindicatos.Durantela dictadurade 1976-83,los peronistashabiandependidomuchode los recursossindicales15y en la campaia electorallos sindicatos fueronsu fuenteprimordial de recursoseconOmicosy organizativos(Cordeuet. al., 1985, pags. 61-63). Sin embargo,cuando en 1983 algunosdirigentesjusticialistas los recursossindicalesporlos del estado. Utilizando Ilegaronal poder,reemplazaron sus cargos p'blicos paracimentaralianzascon los activistasbarrialeso zonales (los estos politicosfueronedificandolas Ilamadas"agrupaciones", redes de "punteros"), informales al al de los sindicatos apoyo que operaban margen gracias patronazgo. Estasredes fueronel cimientoorganizativode la Renovacion.Enefecto, en los distritos industriales,la Renovacionconstituy6un entramadode agrupacioneslocales establecidas por los miembrosde los concejos deliberantes,los intendentesy los legisladoresprovincialesy nacionales.Dirigentesrenovadorescomo CarlosGrosso (CapitalFederal),AntonioCafiero(BuenosAires)y Jos6 Manuelde la Sota(Cordoba) unieronestas agrupacionesconformandofacciones provincialescapaces de poner en tela de juicioa los dirigentesortodoxosdel partido,respaldadosporlos sindicatos. Entre1985y 1987, las facciones de la Renovacionlucharonporganarel control de las filialesdel partidoen todos los distritosindustrialesimportantes,sentandolas bases paraasumirel liderazgopartidarioen 1987 (Levitsky, 2003, pigs. 110-11). A raizde la debilinstitucionalizacion del vinculoPJ-sindicatos,este cambioen el equilibriode poderinternose traslad6prontamente A medida a lafaz organizativa. que se iba deteriorandoel,poder de los sindicatosparafijarlas reglas del juego, comohabianhechotradicionalmente, los dirigentesrenovadorescomenzarona cuestionardichas reglas y a transgredirlas.Porejemplo,luego de un fallidointentode conquistarel controlde "las62"en 1985, los renovadoresoptaronpor sortearese obstculo y considerarcomo su "ramasindical"a la faccion de "los25", que los se apoyaba16.Luegode desestimara "las62"tildandolasde "artificio historico"17, negarona reconocerel derechoinformal que hastaentonceshabiatenidoese grupo de designarsindicalistasparalos cargos partidarios,y en cambioconcedieronese derechoa "los25"en las filialesdel PJ que ellos dominaban.Enlos anos siguientes se crearonal margende "las62"otrasorganizacionessindicalesperonistas,como la Mesa SindicalMenemPresidentey la Mesa de EnlaceSindical.El surgimientode estos grupospuso final monopoliotradicionalque habianejercido"las62"sobre la 14 Entrevistaa CarlosGrosso incluidaen Garcia y Montenegro(1986, pags. 63-64). 15Hastael presidenteinterinodel partido,DeolindoBittel,confiabaen que los sindicatosfinanciariansus actividades. Bittel,que residia en la provinciadel Chaco, se alojabacuando estaba en la Capitalen un hotel pagado por el sindicato de los obrerosdel vidrio(entrevistadel autorcon DeolindoBittel,13 de noviembrede 1996). 16De ahi que "los 25" inauguraranun grupo de debates, lanzaranun periodicoy establecieranfiliales regionalesen todo el pais (Clarin,20 de diciembrede 1985, pag. 11; 23 de diciembrede 1985, pag. 17; 2 de julio de 1986, 7). 17p.g. Clarin,19 de juniode 1986, pag. 12.

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de la "ramasindical" representacionsindicalperonista,convirtiendoa estas Oltimas, del PJ,en una de las tantasfacciones vinculadasa los sindicatos.Enla d6cada del '90, "las62"ya eranun "nombrevacio"18al cual "nadiele prestaatencion"19 Eldesafioque implic la Renovaci6nerosiondasimismolos `ltimosvestigiosde legitimidadque aun tenia el sistema del tercio.Viendoen este sistema un velado mecanismoparaconservarla hegemoniasindical,los dirigentesde la RenovaciOn exigieronal PJ"acabarcon el absurdoporcentajesindical"(Barbaro,1985,pag. 151) y realizarparaelloelecciones internasdirectas.En1986los dirigentesnacionalesdel partidoordenarona las filialesprovincialesemplearel tercio,perola ordenfue rechazada porlas filialescontroladasporlos renovadores20. Porejemplo,cuandolos dirienviaronunrepresentantea Mendoza"paraasegurarla participagentes partidarios de las ramassindicaly femenina",los lidereslocales de la Renovacion institucional Hacia1987, la idea de que los sindicatostenianderecho a una cion lo ignoraron21. las de candidaturas ya habiacaido en el descredito. proporcion Una vez que los renovadoresobtuvieronel controldel partido,en 1987, los mecanismosinformalesde participacion de los sindicatosen el PJfueronenterrados definitivamente. Enel congreso partidariode noviembrede 1987, que tenia la responsabilidadde redactarlos nuevosestatutos,no hubocoincidenciasentrelos dirigentes politicosy sindicalesen cuantoa los procedimientosque regiriande ahi en mas dicha participaci6n.Mientrasque "las 62" defendian el antiguo sistema "los25"no querianestablecerningunaclase de vinculoinstitucional corporativista, partido-sindicatos. SegOnun ex integrantede "los25",el grupo ...nopretendia que ningunainstitucion especial,al estilode los partidosobreros,garantizara de los sindicatos.[...] en que comonuestros la participaci6n Confi.bamos notendriamos de la formaban partede la conducci6n dirigentes probleRenovaci6n, mas.[...]Nipensamosen Ioquepodriaocurrir si perdiamos, no o si nuestrosdirigentes alli.[Enese caso]tendriamos estuvieran queencontrar alg6ntipode mecanismo para de lossindicatos,comoen Venezuela eurola participaci6n o en lasocialdemocracia de todoeso22. nosolvidamos interna, pea.Peroen mediode laluchaporlademocracia Elcongreso conducidoporla Renovacionsustituy6el sistemadel tercioporlas elecciones directas,que darianel podera quienescontrolasenlos votos. No se creo ningOnmecanismopara garantizara los sindicatosalgdn papel en el proceso de selecciOnde dirigentesy candidatos,comotampoconingOncuerpoque representase colectivamentea los trabajadores.Si bienen los nuevosestatutosse reservaban a estos 17 de las 110 bancas del ConsejoNacionaldel partido,no se aclarabaquien elegiriaa los representantessindicalesnide quOmanerase lo haria.Enausenciade unaentidadsemejantea "las62",la seleccion de los representantessindicalesquedOen manosde los jefes politicosque determinaban a quienesse habriade incluiren las listasdel partido. 18Entrevistadel autorcon LorenzoMinichielo,secretario general de la filialde Quilmesdel sindicatode trabajadoresde la industriaautomotriz,15 de mayode 1997. 19Entrevistadel autorcon Oscar Lescano, ex secretario general de la CGT,27 de octubrede 1997. 20Clarin,18 de marzode 1986, pag. 10;20 de marzode 1986, 25 de marzode 1986, pags. 8-9. pags. 14-15; 21LosAndes, 21 de setiembrede 1986, pag. 12;29 de setiembre de 1986, pig. 5; Clarin,6 de octubrede 1986, pdg. 10. 22Entrevistadel autorcon GustavoMorato,13 de juniode 1997.

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Elperiodode la Renovaci6n,que concluyocon la eleccion de CarlosMenemen los lideres 198923,allandel caminoa la desindicalizaciondel PJ. Paradbjicamente, de la RenovaciOn no tenianen la miracrearunpartidodesindicalizado,sinomas bien un partidode base sindicalal estilo europeo,en el cual los sindicatostendrianun De hecho, en la epoca de la Renovapapel, si no decisivo, al menos importante24. ci6n, el dirigentede "las25"RobertoGarciafue vicepresidentedel PJy los sindicalistasobtuvieronmas del veinteporcientode las bancas del partidoen el Congreso. No obstante,la posteriordesindicalizaciondel PJ se torn6posible debido a que se eliminaron"las62"y el tercio,sin crearen su lugarnuevos mecanismos(formaleso informales)de participacibnsindical.Enotraspalabras,si bien los renovadoresno del PJ,las medidasadoptadasporellos decretarondirectamentela desindicalizacion en el curso de la d6cada del '90 condujerona ese desenlace. Laconsolidacidndel partidoclientelista La influenciade los sindicatosen el PJ decay6 en formaabruptadurantela esta decadencia fue acompanada decada del '90. Enlos distritosindustrializados, porla consolidaciondel partidoclientelista.A medidaque las redes de patronazgo fueronreemplazandoa los sindicatoscomo base primordial de la organizacibn,el urbano a se cada vez los fue peronismo asemejando aparatosclientelistasque mas de predominabanen las provinciasperifericas(Gibson,1997).Este fortalecimiento los aparatospartidarios urbanosse viofavorecidopordos legados de la Renovacibn: 1) unmecanismopuramenteelectoralparala seleccion de dirigentesy candidatos,y 2) la fragmentacibnpoliticadel sindicalismo.Antetodo, al reemplazarel sistemadel tercioporlas elecciones internasy no generarun procedimientoalternativoparala participacionsindical,los renovadoresdejaronunvacioorganizativoque fue Ilenado por el patronazgo.Paratriunfaren las elecciones internasse requeriauna infraestructuracapaz de conquistarvotos, y los recursosdel estado -en particularlos carAlirseconsoligos p0blicos- constituianel mejormediode creartal infraestructura. dandolos liderazgosbasados en el patronazgo,los recursospb'blicospasarona ser el vinculoprincipalentre el PJ y sus activistas.Si durantela decada del '80 esa organizaci6nhabiaayudadoa los miembrosdel PJa independizarsede los sindicatos, en la del '90 se convirtiben el Unicocaminoviable. Un segundo legado de la Renovacibnque contribuyba la consolidaciondel partidoclientelistafue la fragmentacionpoliticade los trabajadores.Uno tras otro fracasarontodos los esfuerzosrealizadosparareconstruir unaorganizaci6nsindical amplialuego del colapso de "las62"-como la Mesa de EnlaceSindical(1989), la Convocatoriade los Trabajadores Peronistas(1994)y la MesaSindicalDuhaldePresidente (1996)-. Comoconsecuencia de ello, los sindicatoscomenzarona funcionar en calidadde agentes politicoslibres,negociandoalianzasindividualescon los jefes entrelos partidarios,lo cual les permiti6a estos 01timospromoverel enfrentamiento 23Menemderrot6al renovadorAntonioCafieroen las elecciones primariasparacandidatos presidenciales realizadasen 1988. AunqueCafierocontinu6siendo presidentedel partidohasta 1990, la victoriaobtenidapor Menemle permiti6a 6ste en los hechos controlarel partido. 24 Entrevistasdel autorcon Jos6 Manuelde la Sota (17 de noviembrede 1997) y CarlosGrosso (28 de noviembrede 1997), ex dirigentesde la Renovaci6n.En1987, GuidoDiTelladeclar6que los renovadorespretendianconstruirun partido"comparable[...] al PartidoLaboristabritanico,al PartidoSocial Dem6crataalemany al PartidoSocialistade los Trabajadoresespatiol"(La Prensa, 13 de setiembrede 1987, pag. 4).

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sindicatosque rivalizabanporocuparpuestos en las listasde candidatos.Un dirigente localdel sindicatode trabajadorestextileslo expres6de este modo: Paralosdirigentes politicoses masfacilnegociarconsindicatosseparadosqueconel obreroen su conjunto. Lesofrecenuncargoa los metalirgicos movimiento aqui,a los divididos trabajadores municipales y nolosmolestan mas25 alli,y asitienena losobreros Combinadacon la concentraciondel poderen manosde los caudillosprovinciales del partido,esta fragmentacibnobrerahizo que los sindicatosquedaranexcluidosde hecho del proceso de selecci6n de dirigentesy candidatos.De acuerdo con SaOlUbaldini,ex secretariogeneralde la CGT, Nosotrossdloparticipamos si los gobernadores dicenque podemosparticipar. [...] YIogicamente, Las62 desaparecieron. Elterciodesaparecib. despu6sde su desaparicibnnadieva a venira buscarnos.[...] Publicamos un comunicado [connuestras a que conformaran las listasde candidatos,peroninguon demandas]el dia anterior nostomben cuenta26 gobernador Laconsolidaciondel partidoclientelistay la posteriordeclinacibnde la influende la cia sindicalpueden apreciarseen los dos mayoresdistritosindustrializados Argentina:la CapitalFederaly la provinciade Buenos Aires.En ambos, los jefes partidariosque ocupabancargos pOblicosaprovecharonsu controlde recursosdel estado para cooptara la vasta mayoriade los dirigentesvecinales y municipales al aparatocentraldel partido,con lo cual los sindicatospoco tenian incorporandolos paraofrecera cambiode las candidaturas.Alcarecerde unaorganizacibnamplia, los trabajadoresse dividierony los sindicatosse vieronlimitadosa la competencia reciprocaparaaspirara ocuparposicionesen las listasdel partido. El aparatopartidariode la CapitalFederalera comandadopor el renovador CarlosGrosso,quienfue elegido presidentedel partidoen 1985 y nombradointendentede la ciudadde BuenosAiresen 1989.ElaparatocreadoporGrosso,conocido en la ciudad como "elSistema",era una coalicionde agrupacionesque teniansu base de poderen el concejo deliberante.Conla enormeampliacibnde la cantidad de integrantesde este Oltimo -que pasOde tener 1.771 agentes en 1985 a mas de 5.000 en 1991 (Carnotay Talpone,1995, pbgs. 54-55)-, los miembrosdel PJ que en "profesionalesdel patronazgo"27. Los militantes perteneciana e6se convirtieron del partidoacudianen masa a las agrupacionesemergentesen busca de puestos publicos,y haciael finalde la decada "losbarrios,antes controladosporlos sindicatos, erandominadospormiembrosdel ConcejoDeliberante"28. CuandoGrossofue el designadointendentede la ciudad,las principalesagrupaciones"municipalizaron A peronismo,convirtiendoa los activistasdel partidoen empleadosmunicipales"29. comienzosde la decada del '90, virtualmente la totalidadde las cuatrocientas"unidades basicas"peronistasque funcionabanen los barrioseranconducidasporempleados pbblicos,y Grossoy otrosfuncionarioshabianconcentradoen sus manos 25Entrevistadel autorcon HugoBenitez,ex secretario generalde la seccional de LaMatanzadel sindicato de trabajadorestextiles, 11 de abrilde 1997. 26 Entrevistacon el autor,3 de octubrede 1997. 27 Entrevistadel autorcon Juan CarlosCastro, dirigentecapitalinodel PJ, 30 de septiembrede 1997. 28 Entrevistadel autorcon CarlosRacedo, activistadel PJ, 15 de marzode 1997. 29Entrevistadel autorcon SalvadorCorraro,ex integrantedel ConcejoDeliberante,13 de octubrede 1997.

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todoel poderdel partido.A medidaque se consolidaba"elSistema",los sindicalistas se fragmentabancada vez mas. Sindicatostradicionalmente poderososcomo los de los metaltrgicos (UOM),los obrerosmunicipales,los trabajadoresde la industria petrolera(SUPE)y los empleadosestatales(UPCN)comenzarona negociaralianzas individualescon los dirigentesdel partido.Enla medidaen que disminuiael poder de los sindicatosfrentea los caudillosdel partido,disminufatambienel nOmerode candidatossindicalesen las listas:en 1989, los sindicalistastuvierondos cargos en del PJ, en 1991y 1993 solo uno,y de ahien adelanteninguno. la listaparlamentaria Enla provinciade BuenosAires,luego de dejaren 1991 la vicepresidenciade la repUblicacon el fin de postularseparagobernador,EduardoDuhaldeedific6en ellaun poderosopartidoclientelista.LacoaliciOnduhaldistatuvocomoeje la alianza entrela LigaFederalde Duhaldey la LigaPeronistade BuenosAires(Lipebo),comandadaporrenovadoresligadosal ex gobernadorAntonioCafiero.Estacoalicion descansaba en el patronazgo.La Liga Federalcontrolabael Ministeriode Obras POblicas,en tantoque Lipeboera fuerteen la legislaturaprovincial,que segdn ciertas estimacionesle redituaba90 millonesde dolaresanualesy centenaresde cargos clientelistas30.Porotra parte, Duhaldeutiliz6tambiencon fines politicosel Fondo de Reparacion, Conurbano quederivabael diezporcientode la recaudacionimpositiva del estado nacionalal GranBuenosAirescon destinoa obras puiblicas.Este Fondo, que entre 1992 y 1995 invirti61.600 millonesde dolares,operabade acuerdocon unaclaraO1gica politica,segin la cuallos intendentesduhaldistasrecibianla porcidn mas grande(LopezEchagie, 1996, pags. 167-75).Estastecnicas de patronazgole a Duhaldeconcentrarpoderen el partido.En 1993, la coalicionentrela permitieron LigaFederaly Lipebogano las elecciones internascon el 93 %de los votos,y a fines de 1994el congresodel partidodirectamenteanul6las elecciones primarias,autorizando a Duhaldea formarlas listas por su cuenta31.Y a medidaque el poder de Duhaldese concentrabacada vez mas, la influenciasindicalse desvanecia. ElnOmerode sindicalistaselegidos parael Congresodisminuy6de seis en 1987 a dos en 1995 y a solo uno en 1999. Ademas,la funciOnde los sindicatosen el proceso de nominacionde los candidatosse modific6notablemente.Comodijoel dirigentede los ferroviarios Jose Pedraza,"Sihaydos sindicalistasen la listaes porqueDuhalde dice. El decide Io quienes son los candidatossindicalesy cuantoshabra"32. Laperdidade influenciasindical Laconsolidaci6ndel PJcomo partidoclientelistaprovocounaabruptacaidade la influenciasindical.Debidoa que los caudilloslocales y provincialesdel partido controlabanpoderosas organizacionesfundadasen el patronazgo,ya no necesitaban de los recursosde los sindicatosparalas camparas electorales,y como consecuencia los sindicalistasfueronexcluidoscada vez mas de los puestos de conducci6n del partido.Enel cuadro1 se da cuentade la disminucionde la representacidn sindicalen el ConsejoNacionaldel PJ. Aunquelos estatutospartidariosde 1987 a los sindicatos17 representantesen el ConsejoNacional,de 110miemgarantizaban bros,la cantidadde sindicalistasque ocuparoncargos declinden formanotoria.En 30 Clarin,14 de noviembrede 1997, pig. 24.

31 Clarin,18 de diciembrede 1994, pags. 12-13. 32Entrevistadel autor,10 de juliode 1997.

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1 CUADRO Disminuci6nde los representantes sindicales en el Consejo Nacional del PJ, 1983-1995 Conducci6n del partido (a) Mesa Ejecutiva del C. N. (b) (porcentaje del total) Totaldel Consejo Nacional (porcentaje del total)

1983

1990

1995

Presidente en ejercicio

Primervicepresidente

Ninguno

37,5

25,0

12,5

30,8

15,5

15,5

(a) Incluye la presidencia del partido y las vicepresidencias. (b) Incluye la conducci6n del partido y sus secretarias. La Mesa Ejecutiva del Consejo Nacional tenia ocho integrantes en 1983, 24 en 1990 y 32 en 1995.

CUADRO2

Sindicalistas elegidos para la Camara de Diputados de la Naci6n por el PJ en los cinco distritos industriales mas grandes del pals, 1983-2001 (a) Distrito

1983

1985

1987

1989

1991

1993

1995

1997

1999

2001

Capital Federal Buenos Aires C6rdoba Mendoza Santa Fe

3 10 1 1 4

1 3 1 0 2

1 6 0 1 1

2 4 1 0 2

1 4 0 0 0

1 3 0 0 0

0 2 0 0 0

0 2 0 0 0

0 1 0 0 0

0 1 0 0 0

Total

19

7

9

9

5

4

2

2

1

1

Fuente:C6mputosdel autor. (a) Lacifracorrespondientea 1983 es mayorque las otrasdebido a que ese afo fueronrenovadastodas las bancas de la CAmara,mientrasque en las elecciones siguientes sdlo se renov6la mitad.

la MesaEjecutivadel ConsejoNacional,porejemplo,la representacionsindicalcay6

de mas de un tercio (37,5%) en 1983 a una cuarta parte en 1990, y a una octava parte

(12,5%)en 1995. Un segundo indicadordel deteriorode la influenciasindicales la constantecaida del nOmerode sindicalistaselegidos parala Camarade Diputados de la Nacion.Enel cuadro2 se apreciaesta tendenciaparalos principalesdistritos industriales.A mediadosde la d6cada del '80 se eligieronsindicalistasen todos los distritoselectorales, en tanto que una decada mas tarde solo se los eligi6 en la provinciade BuenosAires.Elcuadro3 muestrala declinacionde la representacion sindicalen la Camarade Diputados.A pesarde que entre1985y 1995 el bloquedel PJ experimentbun aumentode la cantidadde integrantes,los representantessindicales disminuyeron Si a mediadosde los atios '80 los sindicalispermanentemente. tas constituianmas de una cuartapartedel bloque,un decenio mas tardeno Ilegaban al 5%. Tambiense produjoun cambiocualitativoen la relaci6nentrelos trabajadores organizadosy sus representanteslegislativos.Ladeclinaci6nde "las62"y la consolidaci6nde los aparatospartidariosurbanoshizoque los sindicalistaselegidos para ocuparbancas en el Congresose las debierancada vez mas a los jefes del partido y no a los trabajadores.OscarLescano,ex secretariogeneralde la CGT,declaraba:

20

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CUADRO 3 Disminucionde la representacionsindicalperonistaen la Camarade Diputadosde la Nacion,1983-2001 1983 N2 de sindicalistas en 29 el bloque del PJ Totalde miembros 111 del bloque del PJ % de sindicalistas en 26,1 el bloque del PJ

1985

1987

1989

1991

1993

1995

1997

1999

2001

28

22

24

18

10

6

5

4

3

101

105

120

120

128

130

119

99

118

27,7

21,0

20,0

15,0

7,8

4,6

4,2

4,0

2,5

Fuente: del autor. (1998, pags. 41-44) y Gutierrez computos

Enel pasado,laCGTy "las62"colocabana sus hombresen las listasdel partido, de

modo que esos hombresdependiandel movimientoobrero.Ahora,los sindicalistas [...] son designados porlos jefes politicos.[...] Nohayning'n controlcentralizadode la

CGTnide las62 Organizaciones33 Enel cursode los aros '90 la incapacidadde la CGTparacontrolara los diputados sindicales se torn6mas manifiesta.Enjuniode 1991, cuando los diputados sindicales bloquearonla sanciOnde un proyectode ley del gobiernodestinadoa postergarel pago del aguinaldode finde ano, 17 de los 24 diputadossindicalesse sumarona la oposici6nde la CGTal proyecto34.Enel siguienteperiodode sesiones del Congreso,cuandoLescanoamenazdcon ordenara los diputadossindicalesque boicotearanunasesiOnen la que se iba a privatizar YPF,la compai'iapetroleraestatal (impidiendoque hubieraquorum),como una manerade ejercerpresionen las negociacionestendientesa aprobarlos convenioscolectivosde trabajo,solo cinco de quincediputadossindicalesacataronla orden35.Elsucesor de Lescanoal frente de la CGT,NaldoBrunelli,comprob6que no tenia"controlalguno"sobre los diputados sindicales36.A fines de 1993 el gobiernoconsigui6que seis de los diez diputados sindicalesprometieran de la CGTcuandose trataran votarindependientemente las leyes sobre laflexibilizacion del mercadolabora137. Enel periodo1995-97,cuatro de los seis diputadossindicalesvotaronregularmenteen el Congresoen armonia con los respectivosgobernadoresde sus provincias38, mientrasque solouno(Brunelli) siguiben formacongruentelos lineamientosestablecidosporlos sindicatos. Tambienla influenciasindicalsobre la estrategiadel partidodeclino.En 1983, los sindicatoshabiandictaminadoen granmedidaesa estrategia,peroa comienzos de los arios'90 el periOdicoClarinse refirioa ellos diciendoque eran"apenasespectadores"en el partido39.Si bien los sindicatosgravitaronde vez en cuando en las medidasoficialesnegociandodirectamentecon el gobierno(Etchemendyy Palermo 1998), raravez pudieroncanalizarsus demandasa trav6sdel partido.Segon Jos6 Azcurra,dirigentedel sindicatode los trabajadoresde farmaciasy ex integrantedel 33Entrevistadel autor,27 de octubrede 1997. 34 Clarin,21 de juniode 1991, pig. 10. 4. 35Clarin,17 de septiembrede 1992, pags. 4-5; 24 de septiembrede 1992, pag. 36Entrevistadel autorcon Naldo Brunelli,22 de juliode 1997. 37AmbitoFinanciero,15 de septiembrede 1993, 3. pag.Castillo Juan 38FueronAlfredoAtanasoff,OsvaldoBorda,Jose Luis y Jose ChicaRodriguez(entrevistadel autorcon RodolfoDaer,secretariogeneral de la CGT,2 de octubrede 1997). 39Clarin,28 de setiembrede 1991, 14. pag.

EN ELPERONISMO, LOSVINCULOSPARTIDO-SINDICATOS 1983-1999

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ConsejoNacionaldel PJ, "nadieescuch6"a los sindicalistasque se opusieronen las reunionesdel Consejoa las politicaseconomicasde Menem40.En1992, cuandolos dirigentessindicalespresionaronsobre la conducci6ndel PJ paraoponerseal plan del gobiernode desregularel sistemade obrassociales, administradas porlos sindicatos, el cuerpo ni siquieraaceptb debatirla cuesti6n41.Cuandoese mismoaio la a la CGTconvoc6a un parogeneralcontrael gobierno,el PJse opuso puiblicamente medidade fuerzaporprimeravez desde el retornode la democracia42 Cambioen las pautas de participacidnsindical Eldeteriorode la influenciasindicalgener6en el movimientoobreroun debate sin precedentessobre la convenienciade mantenerla alianzapartido-sindicatos. A mediadosde los '90, los dirigentesde la CGTdiscutieronsi correspondiao no "romUnospocos sindicatosde whitepercon el partidogobernante,como en Espai1a"43. collarworkers,como los empleadospiblicos y los docentes, crearonel Congresode los TrabajadoresArgentinos(CTA),que rompidcon el PJ y de ahi en adelante se mantuvoal margende los partidospoliticos;otrossindicatos,como los que se agrude los Trabajadores paronen el Movimiento Argentinos(MTA),disidente,siguieron siendo peronistas,pero igualmentese apartaroncada vez mas de toda actividad Sin embargo,la mayoriade los sindicatossiguieronperteneciendoal partidaria44. PJ.Comomuestrael cuadro4, en unaencuestarealizadaen 1997entre36 sindicatos locales (de CapitalFederaly GranBuenosAires)y 39 sindicatosnacionales,se com4 CUADRO Participaci6nde los sindicatos locales y nacionales en el PJ durante la decada de 1990 Pregunta

Respuesta

Sindicatos locales(a)

(NI= 36) (%)

Sindicatos nacionales (b)

(NO= 39) (%)

?Particip6 el sindicato en la actividad politica del PJ en 1997?

Si No

33 3

(91,7) (8,3)

33 6

(84,6) (15,4)

LOcup6 alg0n sindicalista un cargo en el partido local/nacional o en el gobierno desde 1990?

Si No

15 21

(41,7) (58,3)

24 15

(61,5) (38,5)

,C6mo ha cambiado la participacidn sindical en el PJ en los Oltimos diez aros? LEsti el sindicato a favor de que se siga participando en el PJ?

Aument6 No se modific6 Disminuy6

3 15 13

(9,7) (48,4) (41,9)

7 8 20

(20,0) (22,9) (57,1)

Si Si, si el PJ cambia No

30 2 4

(83,3) (5,6) (11,1)

31 5 3

(79,5) (12,8) (7,7)

(a) Encuesta realizadaporel autoren 36 sindicatos locales de la CapitalFederal,La Matanzay Quilmes. (b) Cifrasbasadas en una encuesta realizadaporel autoren 39 sindicatos nacionales en 1997. 40 Entrevistadel autor,20 de octubrede 1997.

41Clarin,23 de enero de 1992, pag. 3; 19 de febrerode 1992, pag. 13. 42Clarin,5 de noviembrede 1992, pag. 11. 43Entrevistadel autorcon RodolfoDaer,secretariogeneral de la CGT,2 de octubre de 1997. 44ElMTAcongreg6 a los camioneros,los choferes de los transportespOblicosde pasajeros, los obreros cerveceros y los empleados de farmacia.

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STEVENLEVITSKY

prob6que mas del 80%de los sindicatosnacionalesy mas del 90%de los locales habianparticipadoen el cursode ese anode algin tipode actividadpartidaria (v.gr., en las elecciones primariaso en las campaias previasa las elecciones generales). que su participaci6nen el PJ habiadeclinado Aunquemuchossindicatosafirmaron desde 1990, solo cuatrosindicatoslocales y tres nacionalesse oponiana que se continuaseapoyandola actividaddel partido.Estos datos indicanque la tesis de McGuire(1995, pag. 237-38),de que la permanentefaltade institucionalizacion del PJ durantedicha decada reforz6su fracasohistdricoparalograrla adhesionde los sindicatosa la politicapartidaria -y a la democracia-,puede carecerde fundamento. Enla decada de 1990la participacion sindicalen la politicapartidaria peronista cobr6tresformasdiferentes.Enprimertermino,la UnionObreraMetal'rgica(UOM) unaestrategiacorporativista, invirtieny un puiado de otrossindicatosmantuvieron do pocos esfuerzosen la "politicaterritorial" y evitandoen lo posiblecompetiren las elecciones internas.Masbienprocuraron ganarinfluenciamediantetratativasencubiertascon los caudillospartidarios, en las cuales intercambiaban recursossindicales por candidaturas.La UOMpudo negociarcandidatosa cargos legislativosen todas las elecciones celebradas hasta 1993, peroya a comienzosde la decada el poder de los aparatospartidarioslocales habia reducidomuchosu capacidad de negociacion.En1995y 1997no logroimponerningOncandidato,y cuandoa finesde 1997expiroel mandatode NaldoBrunelli, se quedo sin representantesen el Congreso porprimeravez desde la dictaduramilitar. Unasegunda estrategia,muyempleadaporel sectorde "los25",consistioen En la Capital aplicarlos recursossindicales a auspiciaragrupacionesterritoriales. Federal,porejemplo,el dirigentede los empleadostabacalerosRobertoDig6ncreo unaentidadde base sindicaldenominadaSolidaridad,que auspiciola actividadde decenas de unidades basicas peronistasen los barriosy le dio una banca en el Congresoen 1993. Eldirigentede los porterosy encargadosde edificios,Jose Maria su sindicatoestableciendoun local sindicalen cada uno Santamaria,"territorializ6" de los 28 distritoselectoralesde la ciudad;durantelas campaias electorales,esos locales se transformaban en unidades basicas de la Agrupacion2 de Octubre,o10 cual le permitioa Santamariaser elegido parados periodosconsecutivosen el Condel caucho) cejo Deliberante.Enel GranBuenosAires,OsvaldoBorda(trabajadores y Jose LuisCastillo(conductoresnavales)crearonagrupacionesen los partidosde LaMatanzay Avellaneda,respectivamente,y cada unode ellos fue elegido portres veces consecutivasparaocuparescanos en el Congreso.Elexitoobtenidoporestos emprendedoresdirigentessindicalesinstoa otrosa seguirsu ejemplo,y a mediados de la decada aparecierondecenas de nuevasagrupacionesde base sindical45. Si bienlas agrupacioneseraneficaces a la horade Ilevara los dirigentessindicales a los cargos piblicos, esta estrategiateniados importanteslimitaciones.Primero,al basarse en sindicatosaislados, contribuiaa fragmentaraun mas al movimientoobrero,reduciendosu capacidad paraactuaren conjuntofrentea los jefes partidarios.Segundo, porel mismohecho de forjarbases territoriales y competiren elecciones internas,los dirigentessindicalesse veianIlevadosa actuarde acuerdo 45 Porejemplo, Luis Barrionuevoutiliz6los recursos del sindicato de los gastron6micospara crearuna poderosa organizaci6npoliticaen el GranBuenos Aires,y Julio Miranda,dirigentede los trabajadoresde las empresas petrolerasprivadas,fund6en la provinciade TucumAnla Agrupaci6nPeronismode la Esperanza,que sirviocomo vehiculo paraocupar cargos en el senado y las gobernaciones.

LOSVINCULOSPARTIDO-SINDICATOS EN ELPERONISMO, 1983-1999

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con la misma16gicaque sus adversariosno sindicales.Sus objetivosfundamentales erannegociaralianzascon los punterosy los caudilloslocales,y si eranelegidos, les debianmas favoresa sus bases territoriales y a los jefes partidariosque a sus sindicatos. Consecuentemente,su actuacidnen el Congresocomenz6a asemejarsea la de los politicosno sindicales46y de hecho muchosde ellos abandonaronla carrera sindicaly se dedicarontiempocompletoa la politica47 Enun esfuerzoporponercoto a esta fragmentaciony hacerque los sindicalistas electos rindiesencuentas ante el movimientoobrero,algunosdirigentesoptaron porunaterceraestrategia:lacreacionde "mesassindicales".Estassiguieronel modelo de la MesaSindicalMenemPresidente-que moviliz6el apoyosindicala la candidaturapresidencialde CarlosMenemen 1989-, reuniendoa variossindicatosen un Esto organismoOnico,porlo generalen apoyode unafacci6no candidatoparticular. les permiti6a los sindicatosnegociarcon los jefes del partidocomo bloque.En los '90 muchisimasmesas sindicales. Enla provinciade BuenosAires, artos surgieron en algunas porejemplo,se form6la Mesa SindicalDuhaldePresidentepara"influir decisiones del partidoe incluira nuestroscandidatosen sus listas"48. Noobstante,la mayoriade las mesas sindicales perpetuabanla divisionpoliticade las facciones internasy fueronprontamenteabandonadasal terminode las campanaselectorales. Dado que esta clase de entidades carecen de los recursos indispensablespara disciplinara los miembrosde un sindicatoo actuaren su nombre,es poco probable que puedan constituirorganizacionescolectivas eficaces o duraderas.Como los dirigentessindicalestienen la libertadde dar prioridada sus propiosinteresesen desmedrode los de la mesa sindical,lo tipicoes que cuando los sindicatosinician tratativasindividualescon los caudillosdel partidolas "mesas"se derrumban. Ningunade las estrategiasmencionadaslogr6revertirla decadencia de la influenciasindicaldurantelos ahos '90. Entonces,?por qu6 motivotantossindicatos continuaron participandoactivamenteen la politicaperonista?Unfactorfue la persistenciade fuerteslealtadespartidariase interpersonales.Lamayorpartede los sindicatos argentinosestaban dominadostodaviapordirigentesque se habianformado en el periodoviolentoy polarizadode los aios '60 y '70,en los cuales se forjaronlas mas solidas identidadesperonistas.Tambienfue decisivo el hecho de que muchos sindicatosobtuvieran,a cambiode su permanenteapoyopolitico,importantesbeneficios del gobiernode Menem,incluidala participacionen las empresas recientementeprivatizadas(Murillo, 1997).Sinembargo,talvez la razonmas importantesea que, pese a los magrosresultadoscolectivosde la participaci6npoliticade los sindicatos, en formaindividuallos dirigentessindicales seguian beneficiandosede la actividaddel partido.Dados sus cuantiosos recursos,los sindicatoscontinuaban siendo unaimportanteplataformade lanzamientoparaunacarrerapolitica,en particularen el pianolocal.Losdirigentessindicalesque se dedicabana la politicatenian razonablesprobabilidadesde ser elegidos paraintegrarlos concejos deliberantes 46 SegOnJuanJose Chica Rodriguez,secretariogeneral de la ramasanjuaninadel Sindicatode Trabajadores de Luzy Fuerzaque gan6 una banca legislativa,"nome present6al cargo como representantedel sindicato sino mas bien como ciudadanoy miembrodel partido"(entrevistadel autor,23 de septiembrede 1997). 47Fue el caso de los ex dirigentesferroviariosLorenzoPepe y OraldoBritos:ambos dejaronel sindicato parainiciaruna prolongadacarreraparlamentaria. 48Entrevistadel autorcon CarlosWestOcampo,dirigentedel sindicatode los trabajadoresde hospitales, 13 de octubrede 1997.

24

STEVENLEVITSKY

de los municipioso las legislaturasprovinciales,a partirde los cuales podianmas tardeconstruirredes de patronazgo.

Adaptaci6nde las coaliciones y exito politico Asi, pues, en menos de una d6cada el PJ dejb de ser un partidosindicalde factoy se convirti6en un partidoclientelista.Enel nivelde la conduccion,los sindicalistasfuerondesplazadosde la coaliciondominanteen el partido.Enel nivelde las bases, las redes clientelistassustituyerona los sindicatoscomo vinculoprimarioentreel PJ urbanoy sus afiliados.Estatransformacion beneficidal PJen dos sentidos: le permitioreconfigurarsu coalicion electoral y favoreci6 su transitohacia el neoliberalismode Menem. Reconfiguracidnde la coalicidnelectoralperonista Latransformacion que sufri6el PJfue decisivaparasus exitoselectoralesposterioresa 1985.Conducidoporla Renovacion,su estrategiaelectoralperseguiados objetivos:aumentarsu gradode influenciaentrelos votantesde clase mediae independientesde los grandes centrosmetropolitanos, y preservarsu base tradicional entrelos pobresy en las provinciasperif6ricas(Gibson,1997).Lareconfiguracion del vinculoentreel partidoperonistay los sindicatoscontribuy6en dos aspectos altriunfo de esta estrategia.Enprimerlugar,el deteriorode la influenciasindicalincrement6 la autonomiade los directivosdel PJ,ayudandolosa emprenderlos cambiosestrategicos necesarios paraampliarlos atractivoselectoralesdel partido.Luegode que los renovadoresasumieranel controlde este en 1987, adoptaronuna tactica de dirigidaa los votantesde clase mediae independientes,distanciandoincorporacion se de los sindicatosde la viejaguardiay haciendoun uso sin precedentes de los medios de comunicacion,las encuestas profesionalesy otras tecnicas modernas aplicadasalas campanaselectorales(Waisbord,1995).Estatacticatuvoexito.ElPJ gandde modoconcluyentelas elecciones legislativascelebradasen 1987,elevando su caudaltotalde votos del 35%al 43%.Dos aros mas tarde,CarlosMenem,candidato a la presidenciade la RepOblica,la obtuvocon el 49%de los sufragios49.El mejordesempero del PJ entre los sectores medios fue decisivo para este triunfo (Catterbergy Braun,1989). Datosde algunosestudiosindicanque en 1983 la UCR habiaderrotadoal PJ en una proporci6nde dos a unoentrelos white-collarworkers y de casi tresa unoentrelos estudiantes,mientrasque en 1989obtuvola mitadde los votos de los primerosy casi la mitadde los votos de los segundos (Catterbergy Braun,1989, pag. 372). Ensegundo lugar,el fortalecimiento de los vinculosclientelistascontribuy6a que el PJ conservaraun apoyo relativamenteestable entre los votantesde bajos ingresos.Losdatos disponiblessugierenque la mayoriade los votantestradicionales peronistasde clase obreray clase bajapermanecieron fieles al PJdurantetoda la d6cada de 1990 a pesar del giro neoliberaldel gobiernomenemista(Gervasoni, 49 Las victoriasdel peronismoen 1987 y 1989 se vieronfacilitadas por la abruptacaida del apoyo al gobierno de Alfonsin.Sin embargo, el hecho de que el PJ debiera competirpor los votos de la clase mediacon el PartidoIntransigente,de centroizquierda,y la Uniondel Centro conservadora,sugiere que era Democratico, algo masque una opci6n a la que acudian los votantes de clase media porfalta de algo mejor.

LOSVINCULOSPARTIDO-SINDICATOS EN ELPERONISMO, 1983-1999

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CUADRO 5

Resultados electorales del PJ, 1983-1999 (Elecciones legislativas) 1983

1985

1987

1989

1991

1993

1995

1997

1999

Justicialista (PJ) 38,6 Uni6n Civica Radical (UCR) 48,0 Uni6n del Centro 1,2 Democratico (Uced6) Frente por un Pais Solidario -, (Frepaso) (a) Alianza por el Trabajo,la -,Justicia y la Educaci6n (b) Partidos menores y provinciales 12,2

Partido

34,9 43,6 2,9

41,5 37,2 5,8

44,7 28,8 9,6

40,2 29,0 5,2

42,5 30,2 2,6

43,0 21,7 3,2

36,3

33,0

--

-

-,-

--

2,5

20,7

-,-

-,-

-,-

-,-

-,-

-,-

18,6

15,5

16,9

25,6

22,2

11,4

0,6

45,7(c) 45,5 17,4

21,5

100,0

100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 100,0 (a) Las cifrasde 1993 y 1995 correspondenal FrenteGrande(FG),el mayorde los partidosintegrantesdel Frepaso. (b) Formadapor la UCRy el Frepaso. (c) Eltotalincluyelos votos de la UCRy el Frepasoen los distritosen que estos partidosse presentaronpor separado. Fuentes:Fraga(1995); McGuire(1995);y wwwmivoto.com.

1998;Ostiguy,1998)50.Lossufragiosen favordel PJsiguieronsiendomuyaltosentre los mas pobresy los menosinstruidos(Ostiguy,1998,pags. 357-58;Gervasoni,1998, pags. 17-24 ). Si bien los argentinosde clase obreray clase baja votaronpor el peronismodebido a una variedadde razones-entre ellas el arraigologradopor la identidadperonista(Ostiguy,1998) y el exito econ6micodel gobiernode Menem (Gervasoni,1997)-, hay evidenciasde que los vinculosclientelistasayudaron,asimismo,al PJ a mantenersu base tradicional.Porejemplo,durantelos aros '90 los votos peronistasfueronmas cuantiososy estables en las provinciascaracterizadas porunacompactaorganizaciondel partidoy porunagrancantidadde cargos pOblicos (Levitsky,1999, pgs. 272-79;Gibsony Calvo,2000)51. Latransiciondel sindicalismoal clientelismopermiti6,pues, al PJ apelara un nuevoelectorado(el de Ianuevaclase media)y encontrarnuevosfundamentospara mantenerel antiguo(los pobresurbanos).Elexitode esta dobleestrategiase aprecia en el desempefio electoraldel partidocon posterioridada 1985. Comomuestrael cuadro5, entre1987y 1995el PJgand cinco elecciones nacionalesconsecutivas;y aunqueen 1999perdidla presidenciade la Naci6n,gand 14 de las 23 gobernaciones y sigui6siendo el partidode mayorenvergadurade la Argentina. Lapoliticaclientelistatambienle impusoun precioal PJ.Enlos aios '90, en los sectores de clase media el peronismopas6 a asociarse con la corrupci6ny la ineficiencia,dejandoal partidovulnerablea los desafios reformistas.Estapautafue mas acentuadaen la CapitalFederal,el distritomis ricoy cultodel pais. Aunqueen el el PJnuncahabiasido fuerte,a finesde los ahos '90su caudaldescendio hastaun 50 Porejemplo,CarlosGervasoni(1998, 10-14) comprob6que por lo menos dos tercios de los que en 1995, y los que defeccionaronfueron,en general, apoyaronal PJ en 1989 votarontambienporel peronismo p.g. personas de mayornivelde ingresos y mejornivelde instrucci6n. 51 Brusco, Mazarenoy Stokes (2002) son mdsesc6pticos con respecto a los efectos del clientelismo peronista.

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STEVENLEVITSKY

nivel sin precedentes:el 32%de los votos para legisladoresen 1993 cay6 hasta apenas un9%en 1999.Yhabiaalgo a'n mas ominoso:la idea muydifundida-sobre todo en las clases mediay mediaalta- de que el PJpromoviala corrupci6nhizoque crecieraespectacularmentela hostilidadp'blica hacia la elite politica,manifestada en las protestasmasivasque sacudieronal paisen diciembrede 2001. Estosacontecimientosselalan que la estrategiadel PJde combinarlas apelacionesmediaticasen los centrosmetropolitanos con los vinculosclientelistasen los distritosde bajosingresos tal vez no era sustentablea largoplazo.Sin embargo,durante2001 la declinacidndel peronismoen las grandesciudadesfue suficientementecompensadaporsu exitoen las provinciasperif6ricasy las zonas urbanaspobres,y eso le permiti6continuarsiendolafuerzapoliticadominantedel pais (Gibson,1997;Gibsony Calvo,2000). Politicaclientelistay reformaneoliberal Lareconfiguraci6n delvinculopartidoperonista-sindicatos fueasimismounfactor en el 6xitologradoporlas reformasecon6micasinstauradas porel gobiernode Menem. Estoobrben dos sentidos.Primero,la desindicalizacionelimin6unafuentepotencial de oposicion al programade Menemdentrodel partido.Los dirigentessindicales teniancon respecto al neoliberalismoopinionesmas criticasque los dirigentesno sindicales.Elcuadro6 muestralas respuestasde los miembrossindicalesdel Consejo Nacionaldel PJ,de los miembrosno sindicalesde dichoConsejoy de todos los dirigentessindicales a una encuesta Ilevadaa cabo en 1997 en la que se pedia al encuestado que manifestarasu identificaci6ncon unode los cuatroenunciadossiguientes:1)Lasreformasde Menemerannecesariasy debiancontinuar (neoliberales); 2) Las reformashabiansido necesarias en un comienzopero una vez superadala crisis economica tendrianque haber sido modificadas(pragmaticos);3) Algunas reformasfueronnecesarias, pero Menemlas implant6demasiadorapidoo en una medida exagerada (criticos);4) Las reformasno tendrianque haberse efectuado (opositores).Segun indica el cuadro, los dirigentessindicales fueronmucho mas de criticosde las reformasque los no sindicales;s61loun tercio,aproximadamente, los miembrosno sindicalesdel ConsejoNacionaleranclasificablesentrelos criticos o los opositores,mientrasque de los dirigentessindicalesalrededorde dos tercios perteneciana esas categorias. Ensegundo lugar,los vinculosclientelistascontribuyeron a diluirlas protestas de los sectores popularesen mediode la crisisecon6micay la reformaneoliberal,y 10hicieronde variasmaneras.Primero,en las zonas de bajosingresos,las redes de una ampliagama de bienes materialesy servicios,y punterosdel PJ distribuyeron facilitaronlas vias de acceso a los funcionariosdel estado. Lasorganizacioneslocales del PJ actuabancomo "redesde resoluci6nde problemas"(Auyero,2000), consiguiendosillasde ruedasparalos invalidos,pensionespordiscapacidad,becas de estudio,pago de los gastos porserviciosfdnebresy empleostemporarios,asi como postes de alumbradoptblico, pavimentaci6nde calles y otros servicios barriales (Levitsky,2001a, pags. 55-56). Enunaencuesta realizadaen 1997 entre112 unidades basicas del PJ de la CapitalFederaly el GranBuenosAires,se halloque el 96% de ellas se dedicaban a algin tipo de asistencia social, incluida la distribucidnde alimentos, servicios m6dicos y legales, y programas de atencibn de nitos y ancianos las unidades basicas eran las encargadas de (Levitsky,2001a, 53). p.g. Adem.s,

LOSVINCULOS PARTIDO-SINDICATOS ENELPERONISMO, 1983-1999

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CUADRO6

y sindicalessobre el programaecon6mico Opinionesde dirigentespartidarios del gobiernode Menem(a) Miembros Miembrosno sindicalesdel sindicalesdel ConsejoNacional ConsejoNacional = 14) (NQ= 25) (NNeoliberales 21,4 20,0 Las reformasde Menemerannecesarias (3) (5) y debiancontinuar Categoria

Dirigentes de sindicatos nacionales (No= 37) 8,1 (3)

48,0 (12)

28,6 (4)

21,6 (8)

32,0 (8)

35,7 (5)

48,6 (18)

0,0 (0)

14,3 (2)

21,6 (8)

100,0 100,0 (14) (25) (a) Cifrasbasadas en un estudiorealizadoporel autoren 1997.

100,0 (37)

Pragmticos Las reformashabiansido necesariasen un comienzoperounavez superada la crisisecon6micatendrianque habersido modificadas Criticos Algunasreformasfueronnecesarias, pero Menemlas implant6demasiado rcpidoo en una medidaexagerada Opositores Las reformasno tendrianque haberse efectuado Total

Ilevara la prActicalas medidas sociales del gobierno.En la provinciade Buenos Aires,por ejemplo,los militantesdel PJ participabanactivamenteen el PlanVida, que distribuiaracionesdiariasde huevos, leche y otrosproductosbasicos a casi cuatrocientasmilpersonas, a trav6sde una red de unas diez mil"manzaneras" o activistasde las manzanasen que se dividenlos vecindarios. En las zonas urbanaspobres, las redes clientelistasfavorecianhasta cierto de puntoel controlsocial. Enlos periodosde crisis,como durantela hiperinflaciOn a unamezclade medidasde persuasiony 1989-90,los activistasvecinalesrecurrian de intimidaciOn (comola expulsionfisicade los militantesizquierdistasde los vecindarios)con el objeto de diluirlas posibles protestaso rebeliones.Estos empenos tuvieronefectos importantes.A diferenciade lo ocurridocon los gobiernosradicales que lo precedierony sucedieron,el de Menemnuncadebioenfrentargrandesdisturbios o manifestacionesde protestaurbanos. Por iltimo, los estudiosefectuadosporJavierAuyero(1998, 2000) indicanque notoriaen la idenla consolidaci6nde los vinculosclientelistastuvounarepercusiOn tidad peronista.Durantelos afos '60 y '70, los sindicatosdesempefaron un papel centralen la creaci6ny reproducciOn de dichaidentidad,infundidndole al movimiento peronistauncaracterclasista(Torre,1983;James, 1988,pg. 18),peroen los anos '80 y '90 esto cambi6en formasignificativa.Comoha demostradoAuyero(2000),en las zonas urbanaspobres los que se identificancon el peronismoya no son los sino los "clientes".Si bien la subculturaperonistasiempretuvo un "trabajadores"

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elementode clientelismo,durantela d6cada de 1990 este elementoa todas luces paso a predominarsobre la "culturaopositora"que habiacaracterizadoantaio al peronismourbano(James, 1988;Auyero,2000, pags. 188-200).Comomanifestoun activistadel partido, Elperonismo se ocupade ayudara los pobres,y es eso lo queestamoshaciendo.La y la gentepasamuchasnecesidades,asi queles dasituaci6necon6micaes terrible mosbolsasde alimentos, Eso medicamentos, trabajo. quizasinclusoles conseguimos es el peronismo52 Pocas dudas caben de que esta identidades mas compatiblecon un programa orientadoal mercadoque la identidad"opositora" asociada con las organizaciones peronistasdel pasado, de origenclasista. Conclusiones: el peronismo y el futuropolitico de la clase obrera en la Argentina Comoha observadoGostaEsping-Anderson (1999,pag. 315),el destinode los de base sindical partidoscontemporaneos depende de "comomanejen simult.neamentela declinacibnde la clase obreray el surgimiento de nuevosestratos sociales". No obstante,en lo que atanea la naturalezade esos estratosnuevosy a las estrategias necesariasparamanejarlos,los partidosde base sindicaleuropeosy latinoamericanosdifierenconsiderablemente.Lamayoriade los partidosde base sindicaleuropeoscompensaronsu p6rdidade votos obrerosincursionandoen los sectores de los white-collarworkers,mientrasque en AmericaLatinaesos sectores eran demasiadopequefos como paraque pudierafuncionartal estrategia.A finde seguir siendo viables, los partidosde base sindicallatinoamericanosdebieronapelaral sector informalen veloz crecimiento,estrategiaesta que a menudoimplic6sustituir los vinculosclasistas porvinculosclientelistas.Apoyandonosen el caso del peronismo argentino,en este articulohemos sostenidoque los partidosque teniandebiles vinculosinstitucionalescon los sindicatospudieronadaptarsecon mas rapideza la decadencia de la clase obreraque aquellosotrosen los que el vinculopartido-sindicatos estaba bien institucionalizado. Unavez que los politicosdel PJlograbanaccedera los recursospiblicos, Iocual haciaque disminuyerasu dependenciarespecto de los sindicatos,rapidamentedesmantelabanlos mecanismosinformalesde participaci6nsindicalen el peronismoy reemplazabanlas organizacionessindicalespor redes clientelistas.Estatransformacidn le permitical PJrecurrir a unanuevabase de apoyo electoral(los votantesde clase media)al mismotiempoque buscaba laforma de conservarsu antiguabase de apoyo (los votantesde bajos ingresos). Lasconsecuenciasque puedetenera largoplazoesta transformacidn peronista son todaviainciertas.Elcolapso econ6micode la Argentinaposteriora 1998 estuvo acompaiado de una profundacrisis de representacidnpolitica.Estacrisisse puso de manifiestoen diciembrede 2001, cuando una masiva rebeli6ncivil contra la dirigenciapolitica(rebeli6nque se dioa si mismaunlemamuypoco comdn:"iQuese vayantodos!")derroc6a dos presidentesen el lapso de diez dias. Aunquela hostilidad contra los partidos establecidos fue 52Entrevistacon el autor,26 de

agosto de 1997.

m.s

pronunciada en los sectores medios

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(no peronistas),la crisisamenaz6al PJen dos frentes.Antetodo, la profundaenajenacion del electoradourbanode clase media, al cual tanto habia contribuidoel peronismocon su amplioprogramade patronazgoy clientelismo,plantedserias dudas acerca de la viabilidadde la estrategiadel partidoparaadaptarsea largoplazo almundoposindustrial. Ensegundotermino,laaparicionen escena de los "piqueteros", movimientode pobres y desocupados que bloqueabancaminosy autopistaspara protestarcontralas medidas economicas del gobiernoy en demanda de trabajo, sugiere que los lazos del PJ con los sectores popularespueden estar sufriendoun deterioro.Elmovimientode los piqueteros,que continuaroncon sus movilizaciones durantegranpartedel aro 2002, fue el mas importante fenomenode clase bajaque surgidal margendel peronismoen mas de sesenta anos53 Sin embargo,hasta el momentode escribireste articulo,en el ano 2003, el peronismosigue sobreviviendocomo organizaciony como identidadcolectiva.A diferenciade lo sucedidoen Peruy Venezuela,dondeel derrumbede los partidosde base sindicalen la d6cada del '90 dej6 a la clase obreray a la clase bajasin mecanismosestables de representacionpoliticao de accion colectiva,en la Argentinala de dichasclases sigue intactaluegode principalorganizacionpoliticarepresentativa neoliberal.No obstante,es debatibleque un mas de un decenio de transformacion partidoperonistaclientelistapuedaser en el futurounvehiculoidoneoparacanalizar las demandasde la clase obreray la clase baja. de LeandroWolfson) (Traduccidn REFERENCIAS ABOS,Alvaro(1986): Elposperonismo.Buenos Aires, EditorialLegasa. Javier(1998): "(Re)Membering Peronism.An AUYERO, EthnographicAccountof the RelationalCharacter of PoliticalMemory".Trabajopresentadoen el XXI International Congressof the LatinAmericanStudies Association,Chicago, 24-26 diciembre. Javier(2000): PoorPeople'sPolitics:Peronist AUYERO, SurvivalNetworksand theLegacyof Evita.Durham, DukeUniversityPress. Julio (1985): "Peronismoy sindicalismo", BARBARO, Unidos3, N26, agosto, 149-152. Susan Marcelo,y STOKES, BRuscO,Valeria,NAZARENO, C. (2002): "Clientelismand Democracy:Evidence fromArgentina".Preparadopara su presentacibn en la conferencia sobre 'Political Parties and Legislative Organization in Parliamentaryand PresidentialRegimes',YaleUniversity,marzo2002. Katrina Dilemmasand Market BURGESS, (1999):"Loyalty Reform: Party-UnionAlliances Under Stress in Mexico,Spain, and Venezuela",WorldPolitics52, N21, octubre, 105-134.

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53Sin embargo, cabe sefialarque numerososgrupos piqueterosestan vinculadosal peronismo.Dada la dependencia de muchos de estos grupos respecto de los programasde empleo y subsidios estatales, la capacidad de unfuturogobiernoperonistaparacooptaral menosa unapartede este movimiento nodebe ser subestimada.

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STEVENLEVITSKY

RESUMEN En las ddcadas de 1980 y 1990 el Partido

Justicialista(PJ)argentinosufriduna importante transformacidnen materiade coaliciones. Los renovadoresdesmantelaronlos mecanismostradicionales de participacidn sindical en el peronismoy las redes clientelistas reemplazaron a los sindicatos como vinculoprimariodel partidocon la clase obreray los sectores populares. A comienzos de los afios noventa, el PJ habiadejadode ser unpartidodominadopor los sindicatos para convertirse en un aparato clientelistaen el que aqu6llosdesempenlabanun papel comparativamentemarginal.Este proceso de desindicalizacidnfue decisivo para el 6xito electoraldel PJ y la aplicacidnde las politicas de CarlosMenemen sus dos mandatospresidenciales (1989-99).Eldeteriorode la influencia sindical favorecid los esfuerzos destinados a atraera los votantesde clase media y suprimi6 una fuente fundamentalde oposicidn internaa las reformasecondmicas neoliberaleslanzadas por el gobierno.Al mismotiempo,la consolida-

cidn de las redes clientelistasayud6al PJ a conservarsu base obreray popularen un marcode crisis y reformasecondmicas. En este articulo se afirmaque dicha desindicalizacidn drastica se viofacilitadaporla escasa institucionalizacidn de los vinculospartido-sindicatos.Si bien a comienzos de la decada del ochenta los sindicatos dominabanla vidadel partido,las reglas del juego que determinabansu participacidnfueron siempre fluidas, cuestionadas e informales,lo cual las tornabavulnerablesa los cambiosinternos en la distribucidndel poder. Esos cambios se dierona medidaque los politicosque ocupaban cargos pOblicoscomenzarona recurriral patronazgopara desafiarla posicidnprivilegiada que tenianlos sindicalistasdentrodel partido. Cuando en 1987 dichos politicos lograron controlarel partido, los debiles mecanismos institucionalesde participaci6nsindicaldesaparecieron,allanandoel caminoa la consolidacidn del clientelismoy la fuerte reduccidnde la influenciasindicalen los aftos noventa.

SUMMARY

The Argentine(Peronist)JusticialistaParty (PJ) underwenta farreachingcoalitionaltransformationduringthe 1980s and 1990s. PartyreformersdismantledPeronism'straditional mechanisms of laborparticipation,and clientelistnetworksreplaced unionsas the primarylinkageto the workingandlowerclasses. Bytheearly1990s, the PJ had transformedfroma labor-dominated partyintoa machinepartyin whichunionswere relativelymarginalactors. Thisprocess of deunionizationwas criticalto the PJ'selectoraland policy success duringthe presidency of Carlos Menem(1989-99). Theerosionof unioninfluence facilitatedeffortstoattractmiddle-classvotesand eliminateda key source of internaloppositionto the government'seconomicreforms.Atthe same time, the consolidation of clientelist networks helpedthePJmaintainits traditional working-and

lower- class base in a contextof economic crisis and neoliberalreform.Thisarticleargues that Peronism'sradicalde-unionization was facilitated natureof its tradiby the weaklyinstitutionalized tionalparty-unionlinkage.Althoughunionsdominated the PJ in the early 1980s, the rules of the game governingtheirparticipationwere always informal,fluid,and contested, leaving them vulnerableto internalchanges in the distributionof power.Sucha change occurredduringthe 1980s, when office-holdingpoliticiansused patronage resources to challenge labor'sprivilegedposition in the party.Whenthese politiciansgained controlof the party in 1987, Peronism'sweakly institutionalized mechanismsof unionparticipationcollapsed, pavingthe wayforthe consolidation of machinepolitics-and a steep decline in unioninfluence- duringthe 1990s.

REGISTRO BIBLIOGRAFICO Steven LEVITSKY, "Delsindicalismoal clientelismo:Latransformacibnde los vinculospartido-sindicatosen el peronismo, - REVISTA 1983-1999".DESARROLLO ECONOMICO DE CIENCIASSOCIALES(Buenos Aires),vol. 44, NW173, abril-junio2004 (pp. 3-32). Descriptores: .