La Sociolinguistica

LA SOCIOLINGÜÍSTICA Las ciencias del lenguaje siempre se han preocupado por abordar los fenómenos lingüísticos tal como

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LA SOCIOLINGÜÍSTICA

Las ciencias del lenguaje siempre se han preocupado por abordar los fenómenos lingüísticos tal como se presentan en la realidad, de una manera concreta y natural. Al principio, en este campo solo se asumía el lenguaje de una manera ideal; pero, en la mayoría de los casos, se alejaban de lo que sucedía realmente en las comunidades. No obstante, a mediados de siglo pasado surgen áreas interdisciplinares (sociolingüística, psicolingüística, neurolingüística, etnolingüística, entre otras); interesadas por el contexto donde se dan los usos, la complejidad y variabilidad de los fenómenos lingüísticos; Colombia, es un terreno propicio para el trabajo científico de esas jóvenes interdisciplinas, puesto que es un país de una variedad lingüística maravillosa. Cuenta con 65 lenguas indígenas, 2 vernáculos criollos y 1 romaní. Este texto se centra específicamente en las nociones generales y fundamentales de la sociolingüística, cuyo interés está en la forma como se dan los hechos lingüísticos en el contexto sociocultural inmediato. Todo ello, con la intención de evidenciar que ese campo interdisciplinar del lenguaje es un espacio propicio para el abordaje de la realidad lingüística colombiana. La sociolingüística, en sentido general, es la disciplina que estudia la estructura de la lengua, en relación con los factores sociales que hacen posible su uso. Aparte de ésta conceptualización, existen otras que bien valen la pena tener en cuenta. Así por ejemplo, Juan Manuel Hernández señala que “La sociolingüística es una ciencia interdisciplinar que se ocupa de las relaciones existentes entre el lenguaje y la sociedad” (2005, p. 1). Para Sergio Bolaños Cuéllar, por su parte, esa disciplina “Procura, pues, establecer, describir y explicar las relaciones recíprocas entre lenguaje y sociedad” (2000, p.158). De otra parte, Yolanda Lastra expone que ésta ciencia “Estudia no ya la lengua como sistema sino su uso estructurado y sus relaciones con la sociedad y que al mismo tiempo revela características de la estructura de la sociedad” (2003, p.17). Por su lado, Areiza et. Al, plantean que “La sociolingüística puede entenderse como aquella ciencia que explica la forma como se inscribe la estructura social en la

estructura de la lengua” (2004, p.5).De lo anterior, puede considerarse que esa disciplina se interesa por el estudio de la lengua en uso, vinculada al contexto social que condiciona las manifestaciones lingüísticas.

La sociolingüística, su ámbito conceptual y terminológico La sociolingüística, para explicar los fenómenos lingüísticos por los que se interesa, parte de la lengua en la medida en que le interesa conocer el sistema lingüístico con el fin de comprender las reglas que las sustentan y, determinar la variedad que se produce en ella. Para Areiza et. al (2004) “La lengua es un sistema inmanente, abstracto que organiza toda producción oral a partir de un conjunto de reglas unidas y relaciones en los niveles fonológico, morfológico, sintáctico y semántico, que constituyen el aspecto formal o la gramática especifica.”(2004, p.7). Es decir, es un sistema de signos (oral y escrito) y de reglas que utilizan los hablantes para comunicarse. Relacionada al concepto “lengua” se encuentra el habla, éste es relevante en sociolingüística debido a su carácter interaccional, ésta hace referencia a la lengua en los contextos socioculturales y en las variaciones que se producen en ella. De hecho, el habla está determinada por factores extralingüísticos que condicionan la manera que tienen los hablantes de expresarse (Areiza, 2004, p. 17). Otro de los conceptos estructurantes de esta disciplina son los de variable (lingüística y social) y variante. La variable lingüística, según Areiza et al, “Se ha conceptualizado como dos o más maneras de decir la misma cosa” (2001, p. 18). Por su parte, la variable social, según los planteamientos de Juan Manuel Hernández, se asume como “La variación social y/o contextualmente condicionada, donde cada variante ha de describirse en términos de frecuencia de uso, atendiendo a factores sociales tanto adscritos (sexo, grupo generacional, raza, etnia, casta, etc.) como adquiridos (nivel socioeconómico, nivel de formación educativa, etc.) y/o contextuales (situaciones y estilos).” (2005, p. 38). Es decir, la variable social se refiere a la incidencia de factores sociales en las realizaciones lingüísticas. Tales factores vienen determinados por el contexto regional, el circunstancial y las características inherentes de los hablantes.

En relación con estos conceptos, Francisco Moreno Fernández explica que “Al elemento, rasgo o unidad lingüística que puede manifestarse de modos diversos – esto es, de forma variable- se le da el nombre de variable lingüística. Así, una variable lingüística es un conjunto de expresiones de un mismo elemento y cada una de las manifestaciones o expresiones de una variable recibe el nombre de variante lingüística” (1998, P.18). En consecuencia, las variantes “Constituyen el conjunto de realizaciones de una misma variable en el nivel de la actuación, o, desde la perspectiva generativista, las manifestaciones de una misma forma subyacente, siendo por tanto, las variables las etiquetas que caracterizan o definen a un conjunto de variantes codificadas ” (Hernández, 2005, p.37). De acuerdo con ello, las variantes son las dos o más maneras que tienen una variable en el habla. De otro lado, y como quiera que las variables y variantes son resultado de la entidad social que las usa, resulta indispensable definir el concepto de comunidad de habla; puesto que es en ella donde surgen las distintas manifestaciones del habla. Ella, según Francisco Moreno Fernández, “…está formada por un conjunto de hablantes que comparten efectivamente, al menos, una lengua, pero que, además, comparten un conjunto de normas y valores de naturaleza sociolingüística: comparten unas mismas actitudes lingüísticas, unas mismas reglas de uso, un mismo criterio a la hora de valorar socialmente los hechos lingüísticos, unos mismos patrones sociolingüísticos.” (1998, p. 19). En términos generales, en una comunidad de habla sus miembros más que compartir un sistema de códigos lingüísticos, comparten todo un entramado de normatividades y acuerdos sociales que determinan la pertenencia a un grupo y garantiza el entendimiento en la interacción social y lingüística. Conviene anotar que, por la realidad heterogénea, diversa y variable de los eventos comunicativos, en la sociolingüística se dan distintas líneas de investigación, tales como: el variacionismo, el cambio lingüístico, el bilingüismo, discurso y conversación, actitud lingüística, pidgin, criollas, planificación lingüística y enseñanza de lengua. El presente texto se centra específicamente en el bilingüismo, que está muy relacionado con el pidgin, las lenguas criollas, las alternancias lingüísticas y la diglosia.

BILINGÜISMO Y ALTERNANCIA LINGÜÍSTICA Como quiera que la sociolingüística a tiende los fenómenos tal como se presentan en el contexto social, es pertinente referirnos al fenómeno de las lenguas en contacto. Este hecho es una realidad lingüística mundial; de allí que los estudios sobre esta temática se han incrementado y tomado gran fuerza. Así entonces,

Conceptos como: bilingüismo, alternancia lingüística y diglosia, tienen implicaciones

sobre las lenguas en contactos y las interferencias lingüísticas. Esas concepciones, asumidas desde las perspectivas de diferentes estudiosos, brindan un panorama amplio sobre los fenómenos lingüísticos que surgen en la interacción de las lenguas. En numerosas comunidades del mundo coexisten dos lenguas en un mismo territorio; por lo tanto los estudios sobre el bilingüismo son cada vez más necesarios para explicar la realidad lingüística de esos territorios. De manera general, se considera que “bilingüe” es aquel que domina dos lenguas (o incluso más) el fenómeno puede suceder a nivel de comunidad (social) o de individuo (individual) (Peter y Muysken). El bilingüismo es un fenómeno complicado en el sentido de que responde a las características propias de los diferentes contextos en los cuales se presenta; por lo tanto, en la práctica quienes lo estudian lo tratan como un fenómeno relativo, en vez de absoluto y toman como el auténtico objeto de sus investigaciones a todo aquel que sea capaz de producir oraciones en más de una lengua (o incluso entenderlas), (Newmeyer, 1992). El bilingüismo asumido como fenómeno lingüístico y social, es entendido como la capacidad que posee un hablante para hacer uso de dos lenguas como mecanismo de comunicación, dependiendo del contexto de interacción comunicativa en el que esté participando. Otros autores conceptualizan al bilingüismo como la práctica de dos lenguas usadas alternativamente.

En sí, mencionado fenómeno lingüístico no se presenta de la misma forma en los diferentes contextos, pues existen elementos distintivos que condicionan dicho proceso en diferentes escenarios; como por ejemplo, en el contexto social, cultural, político, económico y lingüístico, que de alguna manera permean las interacciones comunicativas de los hablantes inmersos en determinadas situaciones comunicativas. Sobre bilingüismo se han realizado diversas definiciones. Miguel Siguán y William Mackey (1986) llaman bilingüe a la persona que además de su primera lengua, tiene una competencia parecida en otra lengua y que además es capaz de usar una u otra en cualquier circunstancia con parecida eficacia. Además, Leonard Bloomfield, define el bilingüismo como el dominio nativo de dos lenguas, Einar Haugen, por su parte considera bilingüe a quien utiliza expresiones completas y con significado en otras lenguas; por ultimo Uriel Weeinreich, define al bilingüe como la práctica alternativa de dos lenguas. Así mismo, René Appel y Pieter Muysken (1996) han definido dos tipos de bilingüismo: el individual y el social. El primero corresponde a la competencia de un hablante al hacer uso de dos lenguas, este tipo de bilingüismo se concibe y explica naturalmente como un fenómeno característico del individuo. En cambio, el bilingüismo social, como el que se produce en sociedades donde se hablan dos o más lenguas.

LAS ALTERNANCIAS LINGÜISTICAS Vista como un fenómeno de “lenguas en contactos”; la alternancia de códigos en situaciones de bilingüismo es también un proceso de enriquecimiento lingüístico, social y cultural, pero no una deficiencia de la competencia lingüística del hablante de una única lengua como anteriormente se concebía.

Para Carmen Silva Corvalan “La alternancia de códigos muy conocida como code switching, es un fenómeno inducido por el contacto de lenguas, que aparece cuando un hablante alterna dos lenguas durante un hecho de habla” (Silva – Corvalán: 1989, P. 179). Dicho fenómeno es común en las sociedades bilingües y multilingües. Francisco Moreno explica que “La alternancia lingüística es un fenómeno muy extendido y frecuente entre los hablantes y las comunidades bilingües, ésta consiste en la yuxtaposición de oraciones o fragmento de oraciones de lenguas diferentes en el discurso de un mismo hablante. En este fenómeno, cada oración está regida por reglas morfológicas y sintácticas de la lengua correspondiente, en el momento en que se produce un cambio de código estamos frente a un fenómeno condicionado por factores funcionales y pragmáticos” (Moreno: 1998). Shana Poplack, por su lado, (1980) define la alternancia lingüística como el uso de dos lenguas en el discurso (entiéndase discurso aquí como el fragmento de habla, por medio del cual se comunica algo) o hasta dentro de la misma oración, sin que haya influencia de la misma en segmentos de discurso que pertenezcan a la otra y viceversa.

DIGLOSIA Uno de los máximos exponentes sobre diglosia es Charles Ferguson, él

se preocupa por las

comunidades lingüísticas en las que los hablantes usan dos o más variedades de la misma lengua para fines o funciones diferentes. Con ello, ese teórico aborda una situación sociolingüística en la que dos variables de una lengua coexisten en todo el ámbito de la comunidad, teniendo que cumplir cada una de ellas una función definida (Moreno, Fernández, 2008). Además, ese teórico define ese fenómeno lingüístico como “una situación lingüística relativamente estable en la cual además, de los dialectos primarios de la lengua (que puede incluir una lengua estándar o estándares regionales), hay una variedad superpuesta, muy divergente, altamente codificada

(a menudo gramáticamente más compleja), vehículo de una considerable parte de la literatura escrita ya sea de un período anterior o perteneciente a otra comunidad lingüística” (1959). Por otro lado, Fishman señala que habrá diglosia siempre que existan dos variedades lingüísticas, ya sean dialectos, registros, variedades de la misma lengua o lenguas diferentes a las que se le asignan funciones distintas dentro de una comunidad de habla. Entonces, es de anotar que las comunidades de habla en cuyos ámbitos y situaciones comunicativas se han designado dos lenguas de manera tácita, para cumplir funciones específicas, se encuentran enmarcadas en una situación diglósica. En Colombia se da este fenómeno lingüístico en muchas comunidades. Un caso específico es el presentado en San Basilio de Palenque; esta se encuentra enmarcada en un proceso de diglosia; puesto que hay un uso de las dos lenguas implicadas (español y el vernáculo criollo); además este uso corresponde a situaciones y funciones comunicativas específicas. Además, el español pasó a ser la lengua de mayor prestigio al interior de la comunidad puesto que se utiliza para referirse a temas oficiales, en contextos oficiales como conferencias, mientras que la lengua palenquera es utilizada en contextos no oficiales como conversaciones cotidianas con amigos. Es preciso aclarar que el español se configura como la lengua de prestigio y la lengua materna de la comunidad, queda relegada a dominios muy limitados.

Bibliografía •

Appel, R. y Muysken, P. (1996). Bilingüismo y contacto de lenguas. Barcelona: Ariel.

• Areiza, R., Cisnero M., Tabares, L. (2001). Hacia una nueva visión sociolingüística. Bogotá: ETOE • Lastra, Y. (2003). Sociolingüística para hispanoamericanos. Una introducción. México: Centros de estudios lingüísticos y literarios. • Moreno, F. (1998). Principios de sociolingüística y sociología del lenguaje. Barcelona: Ariel



Newmeyer, F. (1988). Panorama de la lingüística moderna: el lenguaje en su contexto sociocultural, universidad de Cambridge, tomo IV,



Silva, C. (2001). Sociolingüística y pragmática del español. Washington D. C.: Georgetown University Press.