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La música de Dios Apóstol Dr. Sergio Enríquez “En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación.” Ezequiel 28:13 (RV60) La Biblia nos enseña que en Cristo Jesús fueron creadas todas las cosas ya sea invisibles o visibles (Colosenses 1:16) incluyendo la música, Él no creo nada malo; de esta manera vemos cómo Luzbel fue creado y le fueron dados instrumentos musicales (Ezequiel 28:13), pero al hallársele iniquidad en su corazón fue arrojado del huerto de Dios (Ezequiel 28:16–18), y con él también fueron arrojados los sonidos que producían sus instrumentos musicales ya que provenían de su corazón y se habían contaminado (Isaías 14: 11). La palabra música (Apocalipsis 18:22), proviene del griego mousikos que significa: devoto y adiestrado en las artes sagradas de las musas. Esto nos deja ver que esa música (Apocalipsis 18:22) no proviene de Dios, sino que era una música tocada en Babilonia. La música que proviene de Dios es la que se describe en la parábola del hijo prodigo en el evangelio de Lucas 15:25, en éste verso la palabra música se traduce del griego sumphonia que se deriva de sumphonos, que significa: armonioso, en acuerdo y estar de acuerdo. Esto nos deja ver que hay dos corrientes en las cuales se produce la música: La Corriente de Dios La Biblia nos enseña que Adam engendró un hijo conforme a su imagen y semejanza (Génesis 5:3), llamado Set y este engendró a Enós (Génesis 4: 26). Enós era el hombre señal que marcaba el inicio de la invocación del nombre de Jehová; la palabra invocar viene de la palabra hebrea qara’ que significa: llamar, llorar fuerte, leer, indicar y proclamar, lo que nos deja ver que la alabanza de Dios debe proclamar Su nombre, sus grandezas y maravillas (Salmos 118:1–29). Ciento sesenta años después, Enós fue abuelo de Mahalaleel (Génesis 5:12) que significa alabanza de Dios; esta alabanza trae como consecuencia paz al corazón de las personas, no tristeza, ni depresión (Colosenses 3: 15); así vemos como ciento sesenta hombres subieron con Selomit de Babilonia (confusión) a Jerusalén, para edificar el templo (Esdras 8: 10), Selomit significa: tranquilo, pacífico. Esto también indica que la alabanza que proviene de Dios edifica. Características de la música de Dios: 

Se cantan alabanzas por que se esta alegre: La Biblia nos muestra que el pueblo de Israel celebró por siete días la fiesta de los panes sin levadura porque Dios los había llenado de regocijo (Esdras 6: 22). El número siete nos habla de reposo (Génesis 2:2), esto nos indica que el corazón que Dios llena de alegría, está reposando y confiando en la justicia de Dios (Romanos 14: 17).

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Debe estar dirigida hacia Dios: Vemos como el apóstol Pablo y Silas cantaban himnos a Dios en la cárcel y los presos escuchaban esos cantos. Esta alabanza abre puertas para dar libertad a los cautivos (Hechos. 16:25–26). Que contenga parámetros bíblicos: El apóstol Pablo le dice a los Colosenses que la Palabra de Dios habite en ellos (Colosenses 3: 16), y la Biblia nos enseña que de la abundancia del corazón habla la boca (Mateo 12:34), por lo tanto, si nuestro corazón está lleno de la Palabra, eso expresará nuestra boca en cánticos para enseñar, reprender y corregir en justicia (2ª.Tito 3:16), por medio de inspiración divina; la Palabra inspiración se traduce del griego theopneustos que significa: inspirado por Dios y contenido en las escrituras. Es ordenada por Dios: En el libro de Crónicas, vemos como el rey David y Gad ordenaron a los músicos conforme al mandamiento que Dios había dado por los profetas (2ª.Crónicas 29:25), lo que nos enseña que la alabanza en el orden de Dios, prepara un ambiente profético para que Dios envíe su profecía; vemos el ejemplo de Eliseo que pedía un músico y mientras este tocaba, él profetizaba (2º. Reyes 3:15–16).

Formas de Expresión: La Biblia nos enseña que como consecuencia de la llenura del Espíritu, en la congregación habrá tres formas de expresión (Efesios 5:18–19): 

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Salmos: En el idioma griego psalmós significa pieza fija de música, es decir una oda sagrada acompañada con la voz y arpa u otro instrumento. Los salmos son una expresión espontánea de vivencias que se han tenido con el Señor, es decir, testimonios de las maravillas y milagros de Dios que se cuentan o se cantan. Himnos: Se traduce del griego júmnos, que es una forma más sencilla de judéo (celebrar) y posiblemente afín a ádo que significa: cantar. Los himnos son poemas con rima, que tienen base en la palabra escrita, o bien en experiencias con Dios. Cánticos espirituales: Son un tipo de expresión sobrenatural, que puede ser en lenguas o bien un cántico nuevo inspirado por el Espíritu Santo.

Valores de la música cristiana: La música cristiana debe tener por lo menos tres valores indispensables, los cuales veremos a la luz de la Palabra:   

Valor Espiritual: Se refiere a la llenura del Espíritu y a la santidad o consagración de aquellos que la elaboran o interpretan música (Efesios 5:18–19). Valor Bíblico: La Biblia enseña que la Palabra de Dios debe habitar abundantemente en nosotros, lo cual nos dará gracia para cantar en nuestros corazones (Colosenses 3:16). Valor Técnico: En 1º Samuel 16:16–18 podemos ver que una de las características que tenía David (el dulce cantor de Israel), fue que sabía tocar el arpa, por lo que entendemos que es necesario tener conocimiento técnico de lo que se interpreta, pero sin descuidar los otros dos valores.

La Corriente del diablo: La Biblia nos muestra que Caín era del maligno (1ª. Juan. 3:12), en su línea genealógica se encuentra Lamec, que tuvo dos hijos; uno de ellos Jubal (Génesis 4: 21), según el diccionario Hitchcock significa: una trompeta y es el padre de los que tocan arpa y órgano. La palabra órgano se traduce de la raíz hebrea ‘agab’ y algunas de sus acepciones son: lujuria, apasionar y deseo corrompido o desordenado. Esto nos deja ver que la música que viene de las tinieblas produce deseos carnales, lujuria, etc., que conduce a satisfacer los deseos de la carne (Ezequiel 33:31–32). Características de la música babilónica:

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Toca toda clase de música: Genera confusión e induce a la idolatría tal como puede verse en el libro de Daniel 3:5–7, en donde el rey de Babilonia ordenó que al sonido de los instrumentos, todos se postraran ante la estatua que había sido levantada. Tiene fuentes de inspiración: Como por ejemplo hechicería, del griego pharmakon que significa droga, lo que significa que en la mayoría de los casos la fuente de inspiración de la música babilónica proviene de los efectos del uso de drogas, aunque no siempre, ya que existen diferentes tipos de música; algunos son inspirados por el alma. No están dirigidos a Dios: La música de Babilonia esta dirigida a “dioses” o ídolos (Daniel 3:5–7), no al único Dios verdadero. Dichos dioses o ídolos pueden ser entidades espirituales, pero también personas o bienes que se tengan arraigados en el alma (Amós 6:5).

Degradación de la música cristiana Lamentablemente, la influencia de Babilonia ha llegado incluso a degradar la música cristiana tal como puede verse en la siguiente secuencia: Lo que en un inicio era una expresión de alabanza y adoración a Dios instituido de forma espiritual (1º. Crónicas 16:42) se contamina y se convierte en un tipo de música “almática”, que es contratada (Eclesiastés 2:8) y termina en una música que no es dirigida a Dios, sino es una expresión carnal (Amós 6:5). La música fue creada por Dios, pero fue contaminada y desviada hacia otros fines; sin embargo, Dios preservó para sí el tipo de música que a Él le agrada. Debemos tener cuidado de no mezclar la música de Dios con la música de Babilonia y ni siquiera imitarla o pretender tomar de ella las cosas que puedan parecer “buenas” para ofrecérselas a Dios, como hizo Acán (José 7:21), ó Saúl (1º. Samuel 15:19–22), ya que existe una sola forma de obtener y ejecutar música que es agradable a Dios, la cual es ser llenos del Espíritu Santo (Efesios 5:18–19) quien nos enseñará todas las cosas (Juan 14: 26) y nos guiará a toda verdad (Juan 16: 13). Las referencias del griego y hebreo han sido tomadas del Diccionario Strong Concordance.