la franja amarilla

ENSAYO LA FRANJA AMARILLA PRESENTADO POR ANGÉLICA MARÍA DEL VILLAR ARÉVALO ASIGNATURA: HUMANIDADES PROFESOR: MANUEL

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ENSAYO

LA FRANJA AMARILLA

PRESENTADO POR

ANGÉLICA MARÍA DEL VILLAR ARÉVALO

ASIGNATURA: HUMANIDADES

PROFESOR: MANUEL DE LOS SANTOS CASSIANI REYES

UNIVERSIDAD DE CARTAGENA ADMINISTRACION DE EMPRESAS 1 MOMPOX, BOLIVAR AÑO 2019

Introducción Este ensayo del libro la franja amarilla propiedad del autor William Ospina, se basa en la actual vivencia que desarrolla el pueblo de Colombia, en cuanto a su idiosincrasia actual, baluarte del subdesarrollo humano, económico, político y social en que vive. Una pregunta puede ser no solo el desenlace de una respuesta si no suscitar muchas interrogantes, más aún cuando esta pregunta está relacionada con diferentes hechos que han tratado de tener respuesta en cada uno de nuestros hogares por generaciones; hasta llegar a una como la nuestra en la que ni siquiera nos hacemos esta clase de interrogantes… Para responder a estos interrogantes el autor se ha tomado el trabajo de resumir la historia, el desangramiento del pueblo y el estado colombiano; quizá basado en que quien no conoce su pasado está destinado a repetirlo; su relato cuenta cómo desde hace siglos atrás se acostumbró a los dirigentes, a las riquezas y el poder de manejar los bienes y patrimonios del pueblo según los intereses de unos pocos; explica como cuando el pueblo teniendo todavía voz y voto (no como lo tenemos ahora que es solo un engaño para que nos sintamos menos oprimidos y menos olvidados) permitieron que ante sus ojos los gobernantes manipularan sus intereses, guiados por su retorcidos criterios.

Es doloroso como la fe y esperanza de una mejor nación estén extintos casi por completo, cada vez más en unos que en otros, y la palabra patria carezca completamente de significado, que además de esto usen a las personas que son más afectadas y a quienes más las beneficiaran cualquier tipo de reforma real, para cumplir propósitos de odio y muerte hacia quienes quieren cambiar en algo o en mucho el destino de este país, cada una de las personas que actúan en los desafortunados hechos de impunidad y maldad se mueven quizá por la falta de fuerza, amor y la supuesta pasión que ahora incentivan en el exterior, muchas personas pobres que por el mismo dinero que los burócratas reciben por vender nuestros sueños asesinan las únicas palabras de estima que quieren aclarar el camino para una democracia menos imperfecta. El dinero indudablemente puede dañar corazones, mentes y en el caso de un país como el nuestro, el futuro sin estimar que más adelante sus hijos y nietos afrontaran las consecuencias de su felicidad y estabilidad momentánea; deben tener cegado el entendimiento para que precisamente quienes están encargados y en la capacidad de hacer algo por lo demás no quieran hacerlo, que no entiendan o entendieran la dimensión que tienen estos altibajos en la economía, el empleo y el nivel de vida a mediano y largo plazo. Aparte de no poder en Colombia acceder a muchas zonas que podrían ser las de mayor explotación por causa de la violencia de los diferentes grupos armados al margen de la ley, tampoco hay interés para la buena utilización de todos los recursos, y los pocos explotados son vendidos a diferentes países para acumular riquezas sobre los mismos de siempre. Llegamos a entender por medio de este libro la falta de compromiso de los jóvenes por la paz y que este es un fenómeno que no se experimenta en todos los países, pero como juzgar si el futuro para nuestros jóvenes en particular no es solo incierto sino gris obscuro, las condiciones de violencia no solo causan miedo en ellos si no en el resto de las familias, y solo los más adinerados pueden librara a sus hijos de este suplicio. Para esta nueva generación de jóvenes y adolescentes es una fase llena de interrogantes esta época que se vivió en Colombia donde literalmente se mataban por un color; y en las aulas de los colegios se tratan en clase de historia como hechos importantes sin más que unas páginas y no como el verdadero rio de dolor y engaño que desencadeno una serie de hechos más allá de la historia incluso hacen parte de nuestras vidas; ellos luchaban unos por mantener las cosas como estaban y otro por cambiar de un día para el otro el país, legítimamente quienes se odiaron por generaciones por estas ideas eran colombianos con las sangres de un mismo color, con las mismas montañas que los vieron nacer, y la mayoría con los mismos ancestros; por años se mantuvo entretenido al pueblo con estos engaños mientras los hostigadores se hacían dueños y accionistas de la economía colombiana.

Es muy interesante la apreciación que hace William Ospina donde anota que en las páginas de los periódicos, la televisión y las tablas económicas la situación de este país sube unos puntos, se elevan y la condiciones mejoran; sin tener en cuenta las condiciones de la familias de cada niño que muere de hambre o cada joven que empuña un arma en el campo o en la ciudad para sobrevivir y obtener el dinero. Cuenta este texto a grandes rasgos los ideales que tenía Gaitán los sueños de un país más dignos en el que una mejor industria aportara las condiciones necesarias para ayudarse los unos a los otros, donde las personas tuvieran la conciencia de condiciones más dignas para sus empleados con horarios y salarios dignos y equitativos, si pensar en las cifras que podrían perder que realmente representa una pequeñez en sus carteras; que entendieran tanto ricos como pobres la incalculable belleza de Colombia, que la a amaran, que les doliera o que más bien les alegrara el hecho de vivir en ella. Que verdaderos representantes asumieran de buen ánimo este reto y no discriminaran y excluyeran a su pueblo en la toma de decisiones; que las elecciones dejaran de ser farsas. Seguramente Gaitán tenía en sus planes metas distintas a las realidad de ahora, pero en fin, esta es la verdad y no es bueno vivir en los hubiera y cuando volvemos ella es como si constantemente un extintor estuviera apagando la llama de la fe en cada uno de nosotros, quienes en ocasiones como esta tratamos de entender un poco el porqué de esta iniquidad, de esta inseguridad y porqué en un país lleno de alimento mueren niños de desnutrición, con casos de países como los africanos; será que las personas que tomas las decisiones ahora son conscientes de la destrucción y odio que desencadenan en millones de familias que cada vez pierden más el acceso a los derechos que solo se escriben en libro que ellos nunca podrán leer. La forma práctica y realista en la que el autor narra los hechos tiene la buena intención dejar en medio del relato su propia visión sobre los hechos, es una persona a la que le duele y se conmueve por cada uno de los detalle, que han logrado que las cosas estén como están, expresa cada punto de las diversas batallas ideológicas que han sido para mí solo testigos de las verdaderas causas de esta inestabilidad, quizá sí alimentaron odios, que aun ahora se trasmiten como genéticamente y en la realidad creo que quienes en tiempos pasados y ahora manejan las cosas no imaginan el efecto domino que tienen abuso del poder en quienes nacen y crecen entre la extorción y el sicariato, los que ven en ellos las posibilidades de seguir el ejemplo de quitar a algunos lo que tienen para lograr su propio beneficio. Cabe aún en el relato la opinión emotiva del autor en la que no solo idealiza los corazones de las personas con sentimientos de amor y pertenencia, sino que también sueñan con una PATRIA en la que vivamos como en una ilusión de siglos atrás; y que vive aún en personas que sin intereses de poder o riquezas, porque naciendo algunos ricos miran los rostros de dolor de la gente que sienten

como suya. Estas personas que tienen la fuerza para expresar las verdades y la grandeza que se siente al caminar en este país, que expresa las cosas buenas que están escondidas en zonas que todavía no descubrimos; mundos mágicos de culturas que se dibujan en las mentes y corazones de muchos que afortunadamente están llenos de grandeza; que empiezan por si mismos; no en el cambio, ni en el poder, y tampoco en la oposición, si no es la realidad de conocimiento y pasión por lo que hemos sido y seremos si cada persona buscara y brindar equidad, igualdad y mejores condiciones para quienes están en sus manos, con la conciencia que esta generación es joven y que intenta prepararse mejor que las anteriores, creo que esta es la franja que no pertenece ni al azul ni el rojo, que se debatió durante años; Está a la que el autor llamó franja amarilla, una que toma nuevas fuerzas sin una herencia de odio, pero tampoco desinteresada de las dolencias y victorias de este pueblo que puede ser grande si se lo propone. 1. El dinero sin duda es uno de los grandes responsables o quizá la avaricia de casos que lamentamos no solo hoy en día si no durante décadas las estructuras han sido modificadas y sobornadas para entregar manipular y subestimas los bienes y patrimonios que debías administrar; ocupan además cargos, compran y venden a su antojo donde supuestamente si en algo se ha respetado la democracia quienes elegían era el pueblo mismo, la sociedad ha tomado decisiones armadas, de partidos, de guerra, o de paz, de tradiciones, de cambios, o simplemente se han mostrado ausentes de la realidad de este país que ha luchado fuertemente a muerte y han perdido ideales y muchos de ellos han perdido la fe; cada persona que hace parte de la sociedad ha tomado la decisión que aún es libre de tomar aunque hayan perdido muchos objetivos que no se permitan lograr… la cultura ha sido mantenida oculta en muchas etnias y tribus indígenas protegidas como patrimonio, otras tantas han desaparecido a manos de muchos participantes de la guerra que se ha librado por años en los campos de la nación, y queda además la cultura que existe dentro de las mentes renovadas de nuestros pensadores quienes hacen lo posible para que se mantengan y surjan nuevas ideologías. El poder y las funciones que se derivan de este pueden ser bien aprovechados ahora con resultados no muy visibles n acciones inmediatas, pero si a plazos, al fin y al cabo estas condiciones no se han dado por casos de pocos años ni de pocas personas, así lentamente se puede construir el buen nombre del país. 2. Muchas veces se buscan culpables y está visto que es importante reconocer las causas de la situación que vivimos hoy en día, saber que ha pasado nos evitaría el penoso hecho de permitir que lo mismo nos suceda; quizá de un momento hacia acá hacemos parte de los culpables porque somos causantes y cómplices de la violación de los derechos humanos o victimas sin hacer nada. La falta de sentido propio, de esperanza de que las cosas mejoren s un problema imperante y una gigantesca barrera para el avance de este nivel de estancamiento político económico y social, somos el futuro y tenemos muchos no las mismas condiciones pero si las mismas capacidades para dirigir, ser jefes, o empleados con conciencias justas, intelectos fuertes, y preparados para vivir, y luchar por una tierra que es más que eso, por la democracia nuestra y la de las otras personas una democracia que no garantizara mejores condiciones para unos pocos si no para las

mayorías. Mejores industrias empleos y medios para dignificar un poco las clases más fuertes y que más han ayudado durante siglos tener las mejores condicione por las que todos luchan, condiciones que están lejos de ellos con beneficios que jamás han disfrutado, precisamente ellos quienes merecen todo el mérito y reconocimiento por sus labores y no la exclusión y el abandono al que se les ha sometido moral y éticamente, esto sería lo correcto y nosotros quienes luchamos por tener un mejor futuro mejores condiciones y mejores empresas estamos en el deber ético y la obligación moral de tener a estas personas en cuenta para proporcionarles lo que en nuestras manos y futuras metas esté.