La Edad Media y El Feudalismo

LA EDAD MEDIA Y EL FEUDALISMO 24.05.2011 23:33 Se conoce como feudalismo al sistema social, político y económico que exi

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LA EDAD MEDIA Y EL FEUDALISMO 24.05.2011 23:33 Se conoce como feudalismo al sistema social, político y económico que existió durante la edad media en Europa. Este sitema basaba su organización en el feudo que era la tierra que una persona muy poderosa llamada señor le otorgaba a otra (vasallo) en compensación a un favor recibido y del cual éste último debia jurarle respeto y fidelidad. Estos feudos generalmente eran tierras cultivadas por campesinos llamados siervos que debian retribuir una parte de sus cosechas al amo o dueño de las tierras en compensacion o pago por permitir habitar sus tierras. Muchas veces los dueños de estas tierras eran pequeños nobles que habian recibido las tierras (feudos) de otra persona mas poderosa que ellos llamadas, como ya dijimos, señores que en algunos casos eran poderosos reyes.

La nobleza, que estaba representada en el gran señor y los vasallos, vivian comodamente en grandes y lujosos castillos gracias a que los campesinos trabajaban duramente por ellos en

las labores del campo. Los siervos o los campesinos por su parte, tenian que conformarse en viviendas muy modestas construidas con techos de paja y paredes de madera que en nada se comparaban con los grandes castillos. Por las anteriores razones, se dice que el feudalismo es un sistema social porque organizaba a las personas en tres clases sociales: en primer lugar, la nobleza feudal integrada por el gran señor y el vasallo. en segundo lugar la iglesia o el clero (que tambien eran grandes poseedores de tierras) y por ultimo, ocupando el tercer lugar, los campesinos pobres o siervos.

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Periodo de la historia europea que transcurrió desde la desintegración del Imperio romano de Occidente, en el siglo V, hasta el siglo XV, como consecuencia de la invasión de los turcos otomanos al imperio romano de Oriente. El término implicó en su origen una parálisis del progreso, considerando que la edad media fue un periodo de estancamiento cultural, ubicado cronológicamente entre la antigüedad clásica y el renacimiento, por eso es conocida como una época de oscuridad. Inicios de la Edad Media. Ningún evento concreto determina el fin de la antigüedad y el inicio de la edad media: ni el saqueo de Roma por los godos dirigidos por Alarico I en el 410, ni el derrocamiento de Rómulo Augusto (último emperador romano de Occidente) fueron sucesos que sus contemporáneos consideraran iniciadores de una nueva época. La culminación a finales del siglo V de una serie de procesos de larga duración, entre ellos la grave dislocación económica y las invasiones y asentamiento de los pueblos germanos en el Imperio romano, hizo cambiar la faz de Europa. Durante los siguientes 300 años Europa occidental mantuvo una cultura primitiva aunque instalada sobre la compleja y elaborada cultura del Imperio romano, que nunca llegó a perderse u olvidarse por completo. Características del período. 1) Fragmentación del poder: Durante este periodo no existió realmente una maquinaria de gobierno unitaria en las distintas entidades políticas, aunque permitió la formación de reinos. El desarrollo político y económico era fundamentalmente local y el comercio regular desapareció casi por completo, aunque la economía monetaria nunca dejó de existir de forma absoluta. En la culminación de un proceso iniciado durante el Imperio romano, los campesinos comenzaron a ligarse a la tierra y a depender de los grandes propietarios para obtener su protección y una rudimentaria administración de justicia, en lo que constituyó el germen del régimen señorial o feudal. Los principales vínculos entre la aristocracia guerrera fueron los lazos de parentesco aunque también empezaron a surgir las relaciones feudales. Todos estos sistemas de relación impidieron que se produjera una consolidación política fuerte. 2) Fuerte influencia de la Iglesia: La única institución europea con carácter universal fue la Iglesia, pero incluso en ella se había producido una fragmentación de la

autoridad. Todo el poder en el seno de la jerarquía eclesiástica estaba en las manos de los obispos de cada región. El papa tenía una cierta preeminencia basada en el hecho de ser sucesor de san Pedro, primer obispo de Roma, a quien Cristo le había otorgado la máxima autoridad eclesiástica. En el seno de la Iglesia hubo tendencias que aspiraban a unificar los rituales, el calendario y las reglas monásticas, opuestas a la desintegración y al desarrollo local. 3) Vida cultural: La actividad cultural durante los inicios de la edad media consistió principalmente en la conservación y sistematización del conocimiento del pasado y se copiaron y comentaron las obras de autores clásicos. En el centro de cualquier actividad docta estaba la Biblia: todo aprendizaje secular llegó a ser considerado como una mera preparación para la comprensión del Libro Sagrado. La Civilización durante el Mundo Medieval. a) De los reinos bárbaros al Imperio Carolingio: con la caída del imperio romano (476 d.c.), los pueblos bárbaros reinan sobre la mayor parte de Europa y del Mediterráneo occidental. Con ellos comienza la Edad Media. Su sociedad estaba centrada en la familia, no conocían lo que era una ciudad, ni lo que era un Estado. Estos pueblos, vivían en comunidades agrícolas y daban gran importancia a la lealtad hacia los jefes. Fueron excelentes guerreros, y gracias a su caballería se expandieron rápidamente. Como resultado de esto, se establecieron diferentes reinos bárbaros en lo que fue el imperio romano: - El reino franco en Francia. - El reino visigodo en España. - Los anglosajones en Inglaterra. - Los ostrogodos en Italia.

Establecidos en sus nuevos dominios, los reinos bárbaros comenzaron a combinar sus propias costumbres con las legadas por Roma. Ejemplo de ello es que sus reyes se convierten al catolicismo y se hacen sus fuertes defensores. En Francia, tras las importantes conquistas del rey Clovis (481- 511), sus sucesores se dedicaron a la “buena vida” y abandonan la administración del gobierno, convirtiéndose en reyes holgazanes que, dejan el poder a sus asesores, conocidos como mayordomos de palacio. Uno de estos mayordomos, Carlos Martel logra vencer a los árabes en la batalla de Poitiers (739) y con el apoyo de la ya poderosa Iglesia, se hace coronar rey por el Papa.

Su nieto, Carlomagno, extiende su obra, ampliando los territorios del reino a Lombardía, Germania y España. En el año 800 se convierte en el emperador de Occidente nombrado por el Papa, e impone la paz romana en beneficio de la fe cristiana. Carlomagno organiza cuidadosamente el imperio, se produce el renacimiento carolingio por el impulso que da a las letras y estudios clásicos y por su interés en el arte. Sin embargo, a su muerte, sus nietos se dividen el imperio por el tratado de Verdún, debilitándolo. Como consecuencia de ello, nuevas olas de invasores caen sobre Occidente. La más terrible fue la de los normandos o vikingos, que remontaban los ríos saqueando; por su parte, las costas del Mediterráneo cayeron en poder de los árabes sarracenos y el Este de Europa caía por los ataques de las tribus húngaras. En fin, el sueño de revivir la grandeza del imperio romano se había desmoronado.

b) El imperio romano germánico: En el siglo X entramos a la Alta Edad Media, Otón I,

rey de Germania y de Italia, se presenta como el sucesor de Carlomagno fundando el Santo Imperio Romano Germánico con apoyo de la Iglesia, con la idea de renacer el desaparecido imperio romano. Al principio, hubo éxito, pero sin embargo, en el año 1074 estalla el conflicto de las investiduras en el cual el emperador Enrique IV, pretende que el Papa esté sometido al emperador del imperio. El papa Gregorio VII no acepta la intervención del poder civil en la elección de los obispos y abades, excomulgando al soberano. En 1122, se llegó a un acuerdo en el Concordato de Worms, restableciéndose el derecho papal a nombrarlos. No obstante, en 1152 con el emperador Federico Barbarroja, se renuevan los conflictos, pero las ciudades italianas a favor del Papa logran derrotarlo. Finalmente, después de un período de anarquía, los estados alemanes se organizan al aceptar la Bula de Oro (1356), estableciéndose la elección y control del emperador por una Dieta formada por siete príncipes y señores de ciudades. Desde entonces el emperador tendrá un poder muy limitado, y el imperio será sólo un conjunto de principados y pequeños estados.

c) El imperio romano de oriente, continuador de la cultura clásica: Cuando en 395 d.c. Teodosio dividió el imperio entre sus dos hijos, comienza la historia del Imperio de Oriente o Bizantino, separado de Occidente, pero heredero del legado cultural romano, y centro espiritual del mundo durante toda la Edad Media. Características del imperio bizantino: - Carácter de civilización de síntesis, que comprende tradiciones romanas y helenísticas. - Permanencia, estabilidad y adaptabilidad de sus instituciones políticas. - Triunfo del cristianismo como elemento vital de la vida espiritual y cultural del imperio. Historia: El imperio de Oriente al verse librado de las invasiones del siglo V, se destaca por su organización política y su apego a la religión católica. Bizancio

alcanzará su esplendor con el emperador Justiniano (527- 565), quien recupera el dominio de África, Italia y del sudeste de España, publica un famoso código de leyes romanas y construye edificios majestuosos como la iglesia de Santa Sofía. A la par, una mezcla de influencias greco-romanas y orientales le da vida al arte y la cultura. Sin embargo, en los siglos VII y VIII, el imperio Bizantino se debilita y es fraccionado por la acción de los lombardos, los visigodos, los árabes y los búlgaros. La civilización Bizantina se reafirma hacia el siglo X por la recuperación del dominio del Mediterráneo oriental, además se produce la ruptura con la Iglesia de Roma que, termina con una Iglesia Ortodoxa Oriental que se separa de la Iglesia Católica, en lo que se conoce como el Cisma de Oriente(1054). En fin, durante la Edad Media Bizancio se convierte en la única gran ciudad de Europa, conociendo un extraordinario florecimiento y prosperidad que, se extenderá hasta su caída en 1453 como consecuencia de la invasión de los turcos.

El Feudalismo.

Fue un sistema político, social y económico que se desarrolló durante la Edad Media, alcanzando sus formas más características entre los siglos X y XV. Antecedentes: Tras la desaparición del Imperio Carolingio, se hizo evidente en Europa una debilidad general y absoluta por parte de los reyes. Junto con esto, nuevas invasiones asolaron a Europa (vikingos, daneses, suecos y noruegos, pueblos nómades de raza amarilla, jinetes húngaros y búlgaros y piratas beréberes de África). Todo ello creó un clima de inseguridad que llevó a la gente a buscar protección a la sombra de un hombre poderoso, abandonando la ciudad y su decaído comercio e industria para trasladarse a los campos del señor feudal. Características: - La base social y económica del feudalismo estuvo en el campo. - Los señores feudales fueron soberanos absolutos de sus tierras, las que le fueron dadas por el rey en agradecimiento a sus servicios militares mediante un juramento de fidelidad. - La sociedad estaba basada en una profunda desigualdad. Había tres clases sociales: los señores que formaban la nobleza; los sacerdotes que constituían el clero, y el pueblo que desempeñaba los trabajos de campesinos, artesanos, etc. - Desaparece la concepción del hombre ligado al Estado, y es sustituida por la dependencia de un hombre respecto de otro a través del vasallaje asegurado por un contrato o “acto de homenaje”. Consecuencias del feudalismo: a) El poder central desaparece: se atomiza en los distintos feudos. En ellos, el señor acapara las funciones típicas del Estado, tales como legislar, administrar justicia y acuñar monedas. El feudo era un “Estado pequeño”. b) En el plano económico: la propiedad se desintegra. Cada feudo constituye una unidad económica completa e independiente (se autoabastece). c) Surge una verdadera jerarquización social, que va desde el rey que no es vasallo de nadie, hasta el último vasallo que no es señor de nadie. El vínculo entre señor y vasallo: El vasallo estaba obligado a servir y el señor a proteger. El vínculo entre señor y vasallo quedaba consagrado en dos ceremonias: el homenaje y la investidura. La fidelidad del vasallo se acordaba en un acto solemne en el que se compromete a mantener la fe jurada a su señor, obligándose a combatir a su lado y ofrecerle toda clase de ayuda; por su parte, el señor le daba la investidura simbólica del feudo.

Deberes del vasallo: - Ayudar militar y económicamente a su señor. Deberes del señor: - Ayudar a su señor en la administración de justicia. - Proteger al vasallo. - Entregar el beneficio o feudo. La vida del pueblo: lejos de las comodidades que tenían los señores feudales y nobles que se convertían en caballeros movidos por la valentía y la búsqueda de honor, y de los sacerdotes, preocupados de la fe y de sus campos; los campesinos y artesanos vivían en miserables condiciones en pobres casas de barro y ramas. Los campesinos eran la clase más numerosa y se dividían en villanos y siervos. Los villanos eran colonos que se quedaban con una parte de los productos, debiendo pagar al dueño una renta en especies o en dinero. Los siervos estaban atados al suelo y no podían abandonar la tierra donde habían nacido. Eran legados, vendidos y permutados con la tierra que trabajaban. En fin, pese a los esfuerzos de la Iglesia, los campesinos se hallaban en una completa ignorancia siendo despreciados por los nobles.

Decadencia del Feudalismo: El feudalismo alcanzó el punto culminante de su desarrollo en el siglo XIII; a partir de entonces inició su decadencia. Entre las causas de esta decadencia encontramos:

- El desgaste económico y militar que produjo en los señores su participación en las cruzadas. - La división de la tierra en muchos feudos pequeños que debilitó el poder de los señores. - El florecimiento del comercio en las ciudades a raíz de la aparición de la burguesía y al uso masivo de la moneda. - El fortalecimiento del poder real al rodearse de un ejército profesional que le permite unir e incorporar territorios.

De iconoclastas e iconódulos

En el 726 d.C., el emperador León III el Isáurico mandó destruir los iconos o imágenes religiosas de todas las casas e iglesias; las paredes de éstas, decoradas con magníficas pinturas y mosaicos, fueron encaladas. Desde entonces, a los rompedores de imágenes se les denomina iconoclastas. ¿Por qué un emperador cristiano - que diez años antes había destrozado la armada de Sulaymán en el asedio de Constantinopla (716-717)- osaría acometer tal profanación? Por alergia personal que se le unió a la idea de que los fulgurantes éxitos de los musulmanes, enemigos de cualquier imagen, fuese un castigo divino para los cristianos no inmunes a la idolatría. Por su lado, los defensores de las imágenes, llamados iconódulos (literalmente: servidores de iconos), reivindicaban la legitimidad de venerar lo divino en sus expresiones materiales, pues el mismo Dios había tomado cuerpo haciéndose visible en Cristo. La historia, que es irónica, quiso que la principal oposición al decreto del reysacerdote viniera de la capital del Imperio omeya, golosa de conquistar el mundo, en la persona del monje (san) Juan el Mansur. Este hijo del visir de Damasco se atrevió a discutir la autoridad del emperador en cualquier materia religiosa, o sea, a proponer una separación de poderes en una tradición secular. Justificaba el Damasceno: "Las imágenes son para los que no saben leer lo que los libros para los letrados". Este último Padre griego rezaba a la Virgen: "Estrella de los mares, haz renacer la calma entre las olas. El león ruge buscando a quien devorar. No me dejes entre sus garras, oh Tú, Virgen Inmaculada, que diste al mundo un Niño divino, domeñador de furias y leones". La revolución iconoclasta duró 116 años. En ese largo período se abrió un abismo de antipatía entre el Oriente y el Occidente, que culminó en el cisma griego de 1054, antipatía que los orientales sentían hacia los países latinos, a quienes menospreciaban como bárbaros. Algunos historiadores dicen que la barbarie estuvo en la infinidad de obras de arte que fueron destruidas.

Este año, el motivo de Carnaval o Antroxu, como nos gusta llamarlo a los avilesinos, es la Edad Media. Aprovechamos el tema para documentarnos sobre la misma.

La Edad Media comprende un periodo que va desde la Caída del Imperio Romano de Occidente hasta el descubrimiento de América en 1492. La Edad Media es un periodo histórico que abarca desde el S-V al S-XV. La Edad Media está dividida en dos periodos: La Alta Edad Media y la Baja Edad Media.

Los castillos

Es una vivienda fortificada que pertenece al señor feudal o al rey. Nacen como necesidad de defenderse de los enemigos. ..Los Caballeros

El caballero era , por lo general ,un hombre de noble cuna que después de ser paje y escudero era nombrado caballero por sus superiores.

En la Edad Media se establece el Feudalismo.

El Feudalismo era una organización política, social y económica, de la Edad Media. Estaba basada en el arrendamiento de las tierras a los siervos por parte del señor, que conseguía parte de las cosechas y era a su vez un vasallo del rey. Esta organización tuvo lugar en Europa Occidental desde los siglos IX al XV.

La Iglesia .

La vida en la Edad Media estaba marcada por la religión. se construyeron iglesias y catedrales. En los monasterios, los monjes oraban, trabajaban en el campo, acogían a los pobres y se dedicaban al estudio.

Los monjes hacían copias de los manuscritos, siendo el

centro cultural de la época. Las cruzadas fueron expediciones militares, propiciadas por el Papa, para conquistar la Tierra Santa que estaba en poder de los musulmanes. Las personas que participaban en estas expediciones se les

llamaba cruzados

Sociedad estamental y feudalismo

-En una época tan insegura los reyes encargaron a los nobles la defensa de sus territorios. A cambio, les cedían una parte de sus tierras para su explotación.

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Relaciones de vasalla

Relaciones entre señor y vasallo

Los nobles estaban ligados al rey por un pacto de fidelidad. El rey concedía el feudo a cambio de que el noble se comprometiese a prestarle ayuda militar y consejo en el gobierno. El rey era el señor del noble y este último se convertía en vasallo del rey. El

vasallaje conllevaba una ceremonia muy ritualizada en la que el vasallo prestaba homenaje a su señor, poniendo sus manos entre las de este y besándole en la cara o en la boca, le juraba fidelidad y se obligaba a ofrecerle su ayuda y su apoyo, sobre todo militar. Por su parte, el señor se comprometía a asegurarle su protección y a mantenerle en su propia casa o a concederle un castillo o unas tierras con las que mantenerse él mismo. A su vez, los nobles y monasterios podían tener vasallos propios, que solían ser nobles menos importantes. A cambio de jurar lealtad a su señor, estos últimos les daban una parte de sus tierras, es decir, un feudo más pequeño. De esta forma, una cadena de lazos personales ligaba al rey con todos los nobles del reino.

Campesinos

La vida Campesina: Con arreglo a las leyes medievales, un campesino no era dueño de sí mismo. Todo, incluida la tierra que trabajaba, sus animales, su casa, y hasta su comida, pertenecía al señor del feudo. Conocidos como siervos de la gleba, los campesinos estaban obligados a trabajar para su Señor, a cambio de una parcela de tierra para cultivo propio. Su vida estaba llena de penalidades. Muchos se afanaban para producir alimentos suficientes para sus familias y para cumplir con su señor. Les estaba prohibido marcharse del feudo sin permiso, y para un campesino, la única manera de obtener la libertad era ahorrar el dinero necesario para comprar un lote de tierras, o casándose con una persona libre.

El clero en la Edad Media

Con el desarrollo de la fe cristiana en Europa, la Iglesia tuvo que desempeñar una acción social y política cada vez más extendida en la época medieval. Desde su colaboración con el Estado romano, miembros de la iglesia impedían los esfuerzos para organizar su propia jerarquía, para determinar las creencias y convertir a los paganos. En el siglo IV, el Concilio de Nicea definió la base doctrinal de la religión y la lucha contra las interpretaciones disidentes. En el siglo siguiente, la jerarquía de la Iglesia se mostró organizada en una estructura compleja. En la base se encontraban los sacerdotes, figuras que eran los responsables de la conducción de las parroquias esparcidas en la misma diócesis. Poco después, los obispos se hicieron cargo de una provincia y la capital de las provincias quedaba bajo la tutela de los arzobispos. En la parte superior estaban los patriarcas, que se encargaban de las ciudades más importantes, y el Papa, que conducía a determinar las acciones de aquellos que ocupan los rangos más bajos. Con el tiempo, vemos que estas acciones de la organización religiosa y la gerencia comenzaron a vivir con otra situación. La donación de devolución como un signo de devoción llevó a que la Iglesia se convirtiera en una institución propietaria de grandes extensiones de tierra. En este nuevo contexto, la influencia de la fe en el campo comenzó a extenderse en el campo político y económico. Pronto, el celibato en el clero aparece como una medida que mantiene la propiedad de la Iglesia. La participación constante de la Iglesia con temas políticos y económicos terminó abriendo las puertas a otra división dentro de la institución religiosa. En la Edad Media llegó la orden de abstenerse interesados en temas de materiales y vivir sólo en función del nivel de la espiritualidad. A través de los votos de castidad, pobreza y silencio, estos clérigos buscaban una experiencia espiritual más alta y lejos de las tentaciones del mundo material. Así nació el movimiento monástico, donde los cenobitas, más conocido como monjes, vivieron en el interior del monasterio hacia la plenitud de la vida espiritual de resignación. En el siglo VI, el monje

Benito de Nursia fundó la orden monástica benedictina, considerada la primera formación de monjes de la Edad Media. Poco después, las órdenes monásticas de la Iglesia terminaron inspiradas en las directrices fundadas por la Regla de San Benito. Estos miembros involucrados en la materia estrictamente espiritual serían reconocidos como miembros del clero regular, es decir, aquellos que vivían de acuerdo con las reglas de los monasterios. Por otro lado, los líderes religiosos vinculados a asuntos políticos y económicos, empezaron a incorporar el clero secular. En esta subdivisión, los representantes de la Iglesia estuvieron implicados en la gestión de la riqueza y activamente interfirieron en la vida política de la época.