Krause - La Soledad de America Latina

UNaM Universidad Nacional de Misiones Facultad de Artes y Diseño Carrera: Licenciatura en artes Plásticas Catedra: Filo

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UNaM Universidad Nacional de Misiones Facultad de Artes y Diseño

Carrera: Licenciatura en artes Plásticas Catedra: Filosofía del arte y la literatura en América Latina del 45 en adelante Trabajo sobre “la soledad de América Latina” discurso de Gabriel Garcia Márquez Profesoras: Prof. Aliaga Dolores Ajudante de 1ª: Batirola Marisol

Alumno: Krause, Santiago Nahuel

Oberá, 2014

Preguntas guía 1. ¿Qué relación aparece, según Gabriel García Márquez, entre literatura y realidad latinoamericana? 2. ¿Con qué criterio ha evaluado Europa a Latinoamérica? 3. ¿Qué le critica G.M. a esta evaluación? 4. ¿Cómo reformula el autor la idea planteada por William Faulkner en relación con el contexto histórico en el que se produce este texto? Relacionar con los conceptos de "utopía de vida" y "utopía de muerte". 5. A partir de sus respuestas anteriores, expliquen el título del discurso ¿En qué consiste la soledad de América Latina?

Desarrollo García Márquez empieza su discurso hablando de un libro que recopila las crónicas de viaje de Antonio Pigafetta cuando acompaño a Magallanes al rededor por el mundo. El escritor resalta el complemento maravilloso que envuelve a este relato en el que se resaltan los lugares y seres asombrosos vistos por estos dos viajantes al recorrer América. Es en este relato-testimonio envuelto en fantasía y en otros más que García Márquez reconoce “los gérmenes de nuestras novelas de hoy”(García Márquez, 1982: 1) pues el asombro por lo diferente con el que siempre han visto los colonizadores a América Latina se mueve entre la realidad y la fantasía y del hecho histórico al mito. De la maravilla de descubrir un “nuevo mundo” el ganador del premio nobel no lleva hasta la fantasía de conquistar sus riquezas, las cuales enaltecidas por los viajeros cubrieron a las tierras de américa latina de un gran valor para nuestros conquistadores. Y de estas riquezas fantásticas pasamos a la opresión, saqueo y destrucción generados por el afán de conquistarlas. Un pasado oscuro trazado por dictaduras, desapariciones, genocidios y exiliados es el que relata también el autor en su discurso frente a la academia de letras suiza. Un repaso rápido por la historia de los países latinoamericanos nos muestra las grandes tragedias que han acontecido a lo largo de esta. De increíble podríamos calificar a nuestro pasado, García Márquez reconoce que poco nos puede dar la imaginación de historias fantásticas de lo que ya nos da la realidad descomunal que nos precede. “Medirnos con la misma vara con que se miden a sí mismos” (Ídem, ídem: 3) con esta frase define el ganador del premio nobel la forma en la que la “Europa venerable” nos a esta evaluando. Podríamos decir que empatía es lo que pide el autor a la, o algo más que un simple reconocimiento de las diferencias ya que “la interpretación de nuestra realidad con esquemas ajenos sólo contribuye a hacernos cada vez más desconocidos, cada vez menos libres, cada vez más solitarios”(ídem). Esta visión más comprensiva se podría lograr, según García Márquez, con la comparación del pasado de Europa y el nuestro en busca de similitudes.

El autor colombiano reconoce también una limitación a la libertad de América Latina por partes de las potencias europeas en tanto a un cambio social buscado por los países en desarrollo, libertad que no tiene fronteras en la literatura de los mismos, sobres esto se pregunta porque los avances europeos no se pueden dar en América latina con “métodos distintos en condiciones diferentes”. En el lugar donde William Faullkner se negaba a admitir el fin del hombre, García Márquez reduce este posible fin a “una simple posibilidad científica”. A pesar de toda la historia que nos precede, de todas las guerras, genocidios y dictaduras nuestras la vida sigue teniendo ventaja sobre la muerte. “Frente a la opresión, el saqueo y el abandono, nuestra respuesta es la vida.”(García Márquez, 1982: 4) Con esta frase El escritor hace referencia al índice de natalidad mayor que se presenta en los países menos desarrollados incluidos los latinoamericanos, en contraposición a todo el poder de destrucción que han acumulado los países más desarrollados. Este este panorama el que da la posibilidad de erradicar “el fin del hombre”, o de por lo menos disminuir su posibilidad. Ante esta posibilidad lejana se presenta la de una utopía de la vida: “…donde nadie pueda decidir por otros hasta la forma de morir, donde de veras sea cierto el amor y sea posible la felicidad, y donde las estirpes condenadas a cien años de soledad tengan por fin y para siempre una segunda oportunidad sobre la tierra.”(Ídem: 5)

Esta última frase citada nos conecta directamente con “Cien Años de soledad”, novela celebre de Gabriel García Márquez. Citándose a sí mismo, nos permite conectar la historia de la familia Buendía y la historia de Latinoamérica. Los fantásticos sucesos de esta novela marcan un correlato con la realidad de estos países. Pero a diferencia de la descendencia de José Arcadio y Úrsula, cuyo fin ya estaba marcado en el destino, el destino de América Latina aún se está escribiendo. Nuestro fin no está en ser comidos por las hormigas o en morir atado a un castaño y ser arrasados por el viento y olvidados por la humanidad como Macondo. En esta utopía de vida si se nos concede una segunda oportunidad, donde ya no estamos condenados a la soledad, donde podemos compartir nuestros sueños y aspiraciones con el mundo, y la misma independencia y libertad que se nos concede en la literatura se nos brinda también en la vida, en esta utopía ya no somos un “alfil sin albedrio” como dice García Márquez, si no los hacedores de nuestro destino. Esta utopía de vida es la respuesta a nuestra soledad, la cual no tiene por qué ser una utopía sino una realidad a alcanzar por todos.