Karen Horney

1. Biografía y antecedentes. Karen Horney Karen Danielson nació cerca de Hamburgo, Alemania, el 15 de septiembre de 1885

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1. Biografía y antecedentes. Karen Horney Karen Danielson nació cerca de Hamburgo, Alemania, el 15 de septiembre de 1885. Fue la segunda hija en un matrimonio desdichado de un capitán noruego a menudo ausente y su bella esposa de clase alta. Danielson y su hermano mayor, Berndt (quien mas tarde se convirtió en abogado) fueron estrictamente disciplinados por su tiránico padre luterano cuando volvía a casa de sus largos viajes marinos alrededor del Cabo de Hornos, a la costa del Pacífico de Centro y Sudamérica. Karen conservó un carácter muy independiente considerando las claras actitudes religiosas de su padre como hipócritas y cuestionando las enseñanzas fundamentalistas de su iglesia. La educación secundaria tradicional de la que disponían las niñas alemanas excluía una educación universitaria. Sin embargo, ése era un tiempo de cambio social en Alemania. La joven Danielson convenció a su padre de que le permitiera asistir a una escuela no tradicional recién inaugurada que ofrecía a las jóvenes el curso de trabajo necesario para prepararlas para los exámenes de ingreso a la universidad. Su padre estuvo de acuerdo y ella ingresó a la universidad de Freisburg en 1906, en un grupo de 58 mujeres y 2292 hombres. Ahí estudió medicina. Era popular y fue incluida en las fiestas y sesiones de estudio de sus compañeros. En 1909 se casó con un asiduo compañero, Oskar Horney. Se mudaron a Berlin donde Karen continuó sus estudios de medicina y Oskar inició una carrera de negocios. Karen Horney fue una paciente psicoanalítica del famoso analista freudiano Karl Abraham. En esa época esto era un interés vanguardista. Era característico de ella explorar nuevas ideas, pero también buscaba alivio a sus problemas personales. Horney experimentaba depresión, fatiga e insatisfacción en su matrimonio, lo cual expresaba teniendo aventuras con una amigo de su esposo. Su padre murió casi en esa misma época y experimentaba sentimientos ambivalentes hacia él, con los que tenía que lidiar: enojo por la infelicidad del matrimonio de sus padres, que culminó en separación unos cuantos años antes, pero también más cariño por su padre del que admitía. También tenía que hacer frente a las exigencias de combinar una ecuación en medicina con la vida familiar, sin mucho apoyo de su esposo. Además de las sesiones de análisis, en ese tiempo llevaba un diario personal, como había hecho en años pasados. Aunque el psicoanálisis era tenido en baja estima por el círculo médico psiquiátrico, Horney decidió hacerlo su especialidad profesional. Mientras era estudiante, guardó discretamente silencio acerca de sus intereses. Después de recibir su grado psiquiátrico tradicional en 1915 se atrevió a dar una conferencia sobre la controvertida teoría freudiana y a defenderla de sus críticos, entre quienes se encontraban, de manera interesante, Adler y Jung. Karen y Oskar Horney tuvieron tres hijas. Pero la pareja continuó teniendo problemas matrimoniales y finalmente se separó. Horney se dedicó cada vez más a su carrera. Como persona Karen Horney parece haber tenido la capacidad de disfrutar la vida, a pesar de la seriedad de su carrera y de las decepciones de su matrimonio. Le gustaba comer en los mejores restaurantes y asistir a conciertos y fiestas. Disfrutaba las relaciones con los hombres y tuvo varias aventuras. Entre sus amantes estuvieron el famoso psicoanalista Erich Fromm y, ser rumoraba, un candidato en el Instituto para el Psicoanálisis de Chicago que también fue su paciente. Horney cuestionó la afirmación de Freud de que había descubierto conflictos universales del desarrollo. Afirmaba que la personalidad y su desarrollo reciben más bien una influencia considerable de la cultura y por ende varían de una sociedad a otra. Esta mujer enérgica y no tradicional propuso nuevos entendimientos sobre las mujeres y los hombres, los cuales tienen hoy mayor aceptación que la teoría freudiana clásica a la que cuestionó. Es elogiada como un importante modelo del rol para las mujeres en la psicología. No solo se le considera neofreudiana y teórica psicoanalítica social, sino también una humanista por su visión holística y su énfasis en la autorrealización; y una feminista por su desarrollo de una psicología femenina. A pesar de su interés temprano en la psicología femenina, Karen Horney se volvió más tarde al desarrollo de una teoría sistemática general de la neurosis en la cual las diferencias sexuales no eran inevitables sino más bien desarrollos que sólo ocurren en contextos culturales particulares.

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2. La ansiedad básica Las fuerzas sociales tales como la hipercompetitividad, fomentan la ansiedad y conducen a la neurosis. A diferencia de Freud, Horney no consideraba a la ansiedad tal como una parte inevitable de la condición humana. Como seres humanos, nuestro desafío esencial es ser capaces de relacionarnos de manera efectiva con otras personas. La ansiedad básica, es un sentimiento insidioso, creciente y que todo lo impregna, de estar solo y desamparado en un mundo hostil, resulta de sentimientos de inseguridad en estas relaciones. De acuerdo con el concepto de Horney sobre ansiedad básica, el ambiente como un todo es temido debido a que es observado como irreal, peligroso, desagradecido e injusto. Los niños no sólo temen a sus propios impulsos internos o al castigo debido a éstos, como Freud postuló en sus conceptos de ansiedad neurótica y moral; también sienten en ocasiones que el ambiente mismo es una amenaza para su desarrollo y sus deseos más profundos. Los niños dependen de sus padres o cuidadores para la satisfacción de muchas de sus necesidades. Algunos padres y cuidadores, sin embargo, son incapaces de cumplir de manera satisfactoria sus necesidades. Una variedad de condiciones negativas en el ambiente pueden producir la falta de seguridad implicada en la ansiedad básica: dominación, aislamiento, sobreprotección, hostilidad, indiferencia, conducta inconsciente, menosprecio, discordia paterna, falta de respeto y guía o la carencia de aliento y afecto. Los temores de los niños pueden ser irreales desde el punto de vista objetivo, pero para ellos son reales. En un ambiente hostil, su capacidad para usar sus energías y desarrollar autoestima y confianza es, de hecho, frustrada. Los niños pueden considerarse impotentes frente a estas intrusiones en su ambiente. Su dependencia biológica y el fracaso de los padres en fomentar conducta autoafirmativa adaptativa puede dejarlos desvalidos. Aunque los niños pueden soportar una cierta cantidad de frustración y trauma, es esencial para el desarrollo sano de la personalidad que se sientan a salvo y seguros.

3. Definición de tendencia neurótica Al tratar de entender una personalidad perturbada, es importante conocer las fuerzas impulsoras que producen la perturbación. Estas serían, según Karen Horney, las tendencias neuróticas que define como los “impulsos inconscientes, desarrollados para poder afrontar la vida, pese a los temores, a la impotencia y al aislamiento” La génesis de estas tendencias se produce en las etapas iniciales de la vida, por un efecto combinado de las influencias temperamentales y ambientales. Es importante conocer los factores que en la infancia favorecerían el desarrollo de la ansiedad básica que, según Horney, es la fuente de las necesidades neuróticas.

3.1 Características de las tendencias neuróticas 1. Son inconscientes: Las tendencias son inconscientes, aunque la persona puede tener consciencia de sus efectos. De este modo, se atribuirá a sí mismo determinados rasgos del carácter (por ejemplo, puede llegar a advertir que tiene una necesidad de afecto o perfección), pero nunca se da cuenta hasta que punto está bajo el dominio de esos impulsos, hasta que punto determinan su vida. 2. Son compulsivas: Está característica se expresa en dos formas: primero, sus objetivos son perseguidos indiscriminadamente y estos con un menosprecio de la realidad y por el verdadero interés personal. Segundo, se produce una reacción de angustia tras la frustración. Horney hace la siguiente distinción entre los sentimientos normales y las tendencias neuróticas: “las actividades neuróticas son casi una caricatura de los valores humanos a los que se asemeja. Les falta espontaneidad y sentido”. Además, las tendencias neuróticas no representan lo que la persona desea verdaderamente, sino el sujeto es arrastrado a realizar algo que el no quería.

3.2 Clasificación de las tendencias neuróticas Las tendencias neuróticas pueden ser clasificadas en tres líneas principales: movimiento “hacia” la gente, movimiento “en contra” de la gente y movimiento “aparte” de la gente. Las necesidades neuróticas enumeradas para cada movimiento pueden no encontrarse en su totalidad en un individuo concreto, pero sirven como un “tipo ideal” a través del cual se puede describir y analizar el carácter de un individuo determinado.

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 Movimiento hacia la gente: Ésta es una respuesta frecuente frente a la hostilidad del mundo, a lo cual el neurótico responderá tratando de buscar amor y cariño para poder escudarse detrás de él, porque se siente impotente de responder por su cuenta.

1. La necesidad neurótica de afecto y aprobación: La necesidad compulsiva de recibir afecto es una característica común dentro de las personas que sufren de un cuadro y es "uno de los más fieles signos de la angustia reinante y de su intensidad aproximada". Se caracteriza por una fuerte necesidad de agradar a los demás, ser querido y recibir aprobación por parte del prójimo. Se vive de manera automática, de acuerdo a las esperanzas, opiniones y deseos de los demás, temiéndose la hostilidad de los demás. El neurótico que está en busca de afecto presenta una hostilidad encubierta que interfiere en todas sus relaciones, haciéndolas fracasar, sin que el neurótico sepa porque. Esto lo lleva a concluir que la culpa de sus fracasos se encuentra en los otros, lo que lo lleva a buscar compulsivamente ese amor que no encuentra. Frente a esto el neurótico se enfrenta a la disyuntiva de ser incapaz de amar y de necesitar urgentemente del amor de los demás. Este tipo de neurótico que busca el amor no se percata de su necesidad imperiosa de amar y ser amado. “La mayoría confunde su necesidad del prójimo con una presunta disposición al amor, ya sea por señalada persona o por la humanidad en general". Ellos tienen que mantener esta impresión, pues de lo contrario, develarían su hostilidad hacia el mundo. No es posible amar y odiar al mismo tiempo por lo que su disposición hostil debe estar alejada de la conciencia. “La ilusión del amor, aunque resultado de un comprensible equivoco entre el autentico apego y la necesidad neurótica, cumple la indudable función de permitir la conquista del cariño.". Dentro de su búsqueda de afecto el neurótico encuentra, además, otra dificultad: a pesar de obtener el cariño buscado, es incapaz de aceptarlo. La aceptación del cariño que le es entregado es solo temporal. Esto esta dado por que estas muestras de afecto se enfrentan con su desconfianza y hostilidad interna desencadenando resistencia y ansiedad. Esta desconfianza lo lleva a no creer en ellas, pues esta convencido de que el no puede ser amado por nadie. Esto está dado por que su "convicción de ser indigno del amor se vincula íntimamente con la incapacidad de sentirlo y, en realidad es un reflejo consciente de ésta.”.Cualquier entrega de cariño será recibida con desconfianza llegando a creer el neurótico que esta obedece a intereses ocultos, e incluso la entrega efusiva de cariño es recibida como un insulto hacia él, pues no le es posible aceptar que alguien sienta algún sentimiento positivo hacia él. Es común que a ciertos neuróticos la expresión de afecto pueda provocarles un cuadro de ansiedad. “un neurótico inclusive puede experimentar autentico terror cuando se halla a punto de comprender que alguien le ofrece sincero cariño o amor”. 2. La necesidad neurótica de un compañero que se encargue de la vida de uno: El compañero debería colmar todas las esperanzas de la vida y asumir la responsabilidad del bien y del mal. Hay una sobreestimación del amor, por suponer que es este el que resuelve todos los problemas. En esta necesidad neurótica hay un temor al abandono y a estar solo. 3. La necesidad de restringir la propia vida dentro de estrechos límites: Esta necesidad se caracteriza por que el individuo es poco exigente, se contenta fácilmente y restringe las ambiciones y deseos de cosas materiales; existe un temor de plantear exigencias y de afirmar deseos expansivos. Se observa la necesidad de no llamar la atención y se considera la modestia como un valor supremo; hay un impulso a ahorrar.  Movimiento contra la gente: Esta respuesta a la hostilidad del mundo se caracteriza por considerar la vida como una lucha, donde lo importante es mantener la superioridad sobre los demás y manejar la situación, sea de manera directa o indirecta. 1. Necesidad neurótica de poder: El poseer el dominio sobre los demás, la devoción a una causa, deber, responsabilidad. No se respeta la individualidad ni la dignidad de los demás, teniéndose sólo como su subordinación. Hay una gran adoración por la fuerza y un desprecio por la debilidad. Se da el temor a lo ingobernable y a la impotencia. a. La necesidad neurótica de fiscalizarse a sí mismo y fiscalizar a los demás, por medio de la razón y la presciencia (se puede presentar en personas demasiado inhibidas para ejercer el poder en forma directa). Hay fe en la omnipotencia de la inteligencia y la razón, produciéndose una negación del poder de las fuerzas emocionales y desprecio por éstas. Hay temor a advertir las limitaciones objetivas del poder de la razón; hay temor a la estupidez y a los malos juicios. b. Necesidad neurótica de creer en la omnipotencia de la voluntad (Variedad introvertida de la anterior, que existe en personal altamente ubicadas, para las cuales un ejercicio del poder significa exceso de contacto con los demás): Se posee un sentimiento de fortaleza, logrado con la creencia en el poder mágico de la voluntad. Se presenta una reacción de desolación por cualquier frustración de los deseos, por lo que

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el individuo renuncia a los deseos por temor a los fracasos. También hay temor a reconocer las limitaciones de la voluntad pura. 2. Necesidad neurótica de explotar a los demás y sacar partidos de ellos a las buenas o a las malas: Los demás son valorados según puedan explotarse o no. Existen diversos móviles de explotación, como el dinero, las ideas, la sexualidad, los sentimientos. Hay un orgullo de la explotación y temor a ser explotados y, por ende, a ser estúpidos. 3. Necesidad neurótica de reconocimiento o prestigio social: Todas las cosas, los objetos, el dinero, las personas son valorados según su valor de prestigio. Poseen una autoevaluación que depende cien por ciento de la naturaleza de la aceptación pública. Temor a la humillación y al desprestigio. 4. Necesidad neurótica de admiración personal: Imagen hipertrofiada del yo, narcisismo. La necesidad de ser admirado, no por lo que posee o representa, sino por el yo imaginado. Una estimación de sí mismo implica confianza en vivir al nivel de esta imagen y en que esta sea admirada. Temor a perder la admiración. 5. La ambición neurótica de hazañas personales: Necesidad de superar a los demás, por diversas actividades. Lo importante es que la autoevaluación lo identifique como un ser superior, aunque también importa el reconocimiento de los demás y suscita resentimiento la falta del mismo. Existe una mezcla de tendencias destructoras. Infatigable impulso del yo hacia proezas mayores. Temor al fracaso y la humillación.  Movimiento aparte de la gente: Se caracteriza por el despego neurótico, cual sería “la íntima necesidad de poner una distancia emocional entre ellos [los neuróticos] y los demás” (HORNEY, 1959, p.73). El individuo experimenta ansiedad cuando los demás se entrometen en sus asuntos. 1. Necesidad neurótica de autosuficiencia e independencia: El individuo no requiere jamás la ayuda de nadie y no cede a influencia alguna; se intenta no quedar atado a nada, ya que podría llevar a una posible esclavización. Distancia y alejamiento son la fuente de seguridad. Hay temor a necesitar de los demás o a los vínculos. 2. Necesidad neurótica de perfección e inexpugnabilidad: Infatigable impulso a la perfección; cavilaciones y autoreconocimiento sobre posibles fallas. Sentimiento de superioridad por ser perfecto. Temor a encontrar fallas en sí mismo o cometer errores. Temor a críticas o reproches.

3.3 Consecuencias de las necesidades neuróticas. Las tendencias neuróticas influyen notablemente en el carácter de la persona. Estas tendencias obligan al sujeto a crearse ciertas actitudes, sentimientos y tipos de conducta subsidiarias tendientes a suprimir el conflicto, que causan un gasto de energía tal que impiden a la persona la expresión de sus capacidades. Puede presentarse una indecisión ante todo, una ineficacia general y/o una inercia general. Las tendencias también influyen en la imagen que tiene una persona de lo que es o debiera; todos los neuróticos son inestables en su autoevaluación, que va de una imagen hipertrofiada a una disminuida de sí mismo. Es característica la presencia de una imagen idealizada, obstáculo al crecimiento, que niega los defectos o los condena, sin intentar superarlos. Las tendencias neuróticas influyen en como las personas ven a los demás; La persona que ansía prestigio juzgará exclusivamente a los demás de acuerdo al prestigio que gozan; la persona que debe explotar a los demás puede tomarle cierta simpatía al que se presta a la explotación, pero también lo despreciará. Gracias a las tendencias neuróticas se producen inhibiciones; estás pueden referirse a una acción, sensación o emoción concreta. También pueden ser amplias y abarcar grandes zonas de la vida (espontaneidad, acercamiento a la gente, etc.). Estas inhibiciones pueden ser sutiles de modo que el sujeto que las sufre no se da cuenta. Las necesidades neuróticas proporcionan una salida a las calamidades iniciales, prometiendo que se podrá afrontar la vida, pese a las relaciones perturbadas consigo mismo y con los demás, pero también producen perturbaciones nuevas: ilusiones sobre el mundo, sobre uno mismo, inhibiciones. Al principio son una salida, pero después proporcionan nuevos conflictos. Aunque algunos sujetos son capaces de complementar una o más de estas necesidades neuróticas, tienen más éxito en unas que en otras. El individuo muy neurótico casi nunca puede integrar ninguna de ellas a su estructura del carácter y en consecuencia se acerca más a una imagen idealizada o irreal.

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4. Tipos de conductas o actitudes Lo que los sujetos pueden adoptar para tratar de satisfacerlas las necesidades neuróticas. Estos tres tipos de conducta son: de sumisión, de agresividad y de desprendimiento. Actitud de sumisión: partiendo de la premisa de no lastimar las cosas que amamos, el sujeto hace esfuerzos extraordinarios para ganarse el afecto de todos los que lo rodean. Una vez que ha aceptado su incapacidad para enfrentarse a las figuras más fuertes que él, esta persona realiza esfuerzos terribles para sentirse segura uniéndose a la persona o grupo percibida como la más fuerte y esperando ser aceptada. El sentimiento de pertenencia al grupo o el apoyo de éste, la hace sentirse más fuerte y capaz de enfrentarse a la vida. El sujeto hará lo imposible para ganarse los favores de todos y de cualquiera, para que en caso de necesitarlo, el grupo lo ayude, ya que su psique no puede soportar la falta de amor y afecto. Actitud de agresión: utilización de la agresividad en sus relaciones con la gente. El sentimiento predominante es el deseo de ser fuerte y derrotar a la oposición. Como todos quieren lograr algo de uno, este tipo de personalidad está en constante defensa contra todo y todos. No todas sus acciones agresivas son abiertas, algunas, suelen estar encubiertas por aparente bondad y humanitarismo hacia los demás, pero en el fondo, lo que se busca es el provecho propio. Percibe a los del primer tipo como pobres sentimentales. Actitud de desprendimiento: el desprendimiento o alejamiento en este tipo de individuo, puede ser físico o mental, o ambos. Las personas que presentan estas tendencias no quieren ni pertenecer a, ni pelear con. El deseo primordial es el de mantenerse alejado, y principalmente alejado de sí mismo. Vive por y para sí mismo. Restringe su vida a aquellas cosas que pueden hacerle bien. Horney dijo que todos nosotros tenemos esto tres métodos para reaccionar frente a los demás; las personas profundamente neuróticas emplean en forma primordial uno de los tres; las normales, emplean todos, dependiendo de las circunstancias. Desde el punto de vista cronológico, la personalidad atraviesa por estos tres tipos de técnicas de ajuste, correspondiendo en forma gruesa a lo siguiente: la actitud de sumisión se adopta durante la infancia; la agresiva durante la adolescencia y la del desprendimiento durante la adultez.

5. Técnicas de ajuste El conflicto surge en forma inmediata cuando profundizamos mucho en el uso exclusivo de una de estas técnicas de ajuste. El conflicto dentro del sujeto también puede surgir cuando cada una de las tres técnicas es igualmente fuerte y, en un momento dado, ninguna puede emerger para ayudar a resolver la situación conflictiva. Horner estableció que el hombre puede emplear un nivel de esfuerzo menor o inferior para integrar a su vida las fuerzas opuestas a que se enfrenta en su trato con las demás personas. Pensó que estas técnicas de ajuste son esfuerzos falsos para reducir el conflicto, pero sin embargo son más corrientes que las tres actitudes neuróticas. La mayoría de las personas usan estas técnicas de ajuste auxiliares al tratar de lograr lo que Horney denominó una armonía artificial en la vida. Estas técnicas fueron llamadas por Horney, la estructura protectora que la personalidad erige para disminuir los conflictos básicos del hombre en su relación con los demás, y son los siguientes: a. Cinismo: ser refiere a la negación de la realidad moral. b. Decisión arbitraria: el sujeto que tiende a ajustarse en esta forma, establece de una vez por todas qué es lo que está bien o mal, o decide algo, de manera de no cambiar su determinación. c. Elusividad: esta defensa es exactamente la inversa de la anterior. En esta forma no se compromete, por lo cual nunca se podrá decir que está equivocado. d. Autocontrol excesivo: aunque Horney no desecha lo importante y valioso del control de la voluntad, el hecho de que el sujeto lo ejerza en forma rígida y excesiva sobre sí mismo. e. Racionalización: consiste en dar buenas razones en lugar de razones verdaderas, para explicar una conducta; es una forma de autoengaño. Es uno de los métodos primarios por medio de los cuales el sujeto tratar de eliminar la discrepancia que existe entre su self real y su self ideal.

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f. Dividir en compartimientos: dividir en casillas diferentes los diversos aspectos de la vida es el resultado de la incapacidad del sujeto para integrar los múltiples roles que debe actuar durante su vida, en forma tal que puede tener dos o más conjuntos de reglas con las que rige su existencia, mimas que pueden ser contradictorias. g. Puntos ciegos: surgen cuando el sujeto ignora los aspectos erróneos que puede poseer e, ignorándolos, suele creer que no existen.

6. Las diez tendencias neuróticas propuestas por Horney Modos primarios de relacionarse con los demás

Tendencias neuróticas

Orientaciones básicas hacia la vida

1. Necesidad exagerada de afecto Moverse hacia: aceptar el Solución modesta: una súplica y aprobación. desamparo propio y volverse para ser amado. sumiso. 2. Necesidad dominante.

de

una

pareja

3. Necesidad exagerada de poder.

Moverse contra: rebelarse contra Solución autoexpansiva: los demás y resistirse a los lucha por el dominio. demás para proteger el propio yo de un ambiente amenazador.

una

4. Necesidad de explorar a los demás. 5. Necesidad exagerada de reconocimiento o prestigio social. 6. Necesidad exagerada admiración personal.

de

7. Ambición exagerada de logro personal. 8. Necesidad de restringir la Moverse lejos: aislar al yo para Solución de renuncia: el deseo de propia vida dentro de límites evitar involucrarse con los estar libre de los demás. estrechos. demás. 9. Necesidad exagerada de autosuficiencia e independencia. 10. Necesidad de perfección e insaciabilidad.

7. Psicología femenina Los trabajos de Karen Horney (1885-1952) desempeñaron un papel esencial en la revisión de las teorías de Sigmund Freud sobre la sexualidad femenina; la experiencia terapéutica y las investigaciones de antropología comparada le llevaron a rectificar algunos presupuestos masculinistas del fundador del psicoanálisis, que tendió a generalizar los valores de una estructura familiar de corte patriarcal y de una sociedad dominada por el puritanismo y la hipocresía. Horney era también una pionera en la disciplina de la psiquiatría femenina. Como una de las primeras psiquiatras femeninas, ella era la primera de su género para presentar un papel con respecto a la psiquiatría femenina. Los quince papeles que ella escribió entre 1922 y 1937 fueron unidos en un solo volumen titulado Psicología femenina. En su ensayo; “el problema del masoquismo femenino” Horney sentía que las culturas y las sociedades por todo el mundo animaron a la mujer a que fuera dependiente de los hombres para su amor, prestigio, abundancia, cuidado y protección. Ella precisó que en la sociedad, la voluntad de satisfacer y los hombres del valor excesivo habían emergido. Miraron a las mujeres como objetos del encanto y de la belleza.

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Las mujeres, según Horney, ganan tradicionalmente valor solamente a través de sus niños y de la familia más ancha. Ella tocó más lejos en este tema en su ensayo “la desconfianza entre los sexos” en el cuál ella comparó la relación de marido-esposa con una relación de padre-niño; uno del malentendido y el otro que cría neurosis perjudiciales. Su trabajo “el problema del monógamo ideal” era lo más notablemente posible, fijó sus ideas sobre la unión, al igual que otros seis de los papeles de Horney. Su ensayo “conflictos maternales” procuró verter la nueva luz en la experiencia de las mujeres de los problemas al criar a adolescentes. Horney creyó que los hombres y las mujeres tienen un motivo a ser ingenioso y productivo. Las mujeres pueden satisfacer esta necesidad normalmente e interiormente, para hacer esto llegan a ser embarazadas y dan a luz. Los hombres satisfacen esta necesidad solamente con maneras externas; Horney propuso que las realizaciones llamativas de hombres en el trabajo o en otro campo se pueden ver como remuneración para que su inhabilidad de dar a luz a los niños. Los quince trabajos cubren un amplio temario: el complejo de castración de la mujer, la envidia del pene, la feminidad inhibida, el ideal monógamo, la tensión premenstrual, la desconfianza entre los sexos, los problemas del matrimonio, el miedo del hombre a la mujer, la negación de la vagina, los factores psicogénicos en los trastornos funcionales, la sobrevaloración del amor, el masoquismo femenino, el cambio de personalidad en las adolescentes y la necesidad neurótica del amor.

8. Glosario Ansiedad básica: es un sentimiento insidioso, creciente y que todo lo impregna, de estar solo y desamparado en un mundo hostil, resulta de sentimientos de inseguridad en estas relaciones. Neurosis: intento de hacer la vida más llevadera, una forma de “control interpersonal y adaptación”. Esta adaptación normalmente la persona sana es algo que realiza obteniendo satisfacción y logro, mas para el neurótico entraña una gran dificultad. Desarrollo de la Confianza: es decir, confianza en sí mismo y en el resto, en un individuo normal está determinada por un ambiente que satisfaga las necesidades de cariño, cuidado, disciplina, estimulación, entre otros. Si no se satisfacen, el ambiente, en general, es percibido por el individuo como hostil acompañado con un sentimiento de frustración hacia sus necesidades lo que lo lleva hacia una separación de su yo real Tendencias neuróticas: impulsos inconscientes, desarrollados para poder afrontar la vida, pese a los temores, a la impotencia y al aislamiento Yo real: es un término que comprende todo lo que la persona es en un momento dado, incluye cuerpo y alma, ya sea de un individuo sano o neurótico. Se hace referencia a él cuando las personas dicen que quieren conocerse tal cual son, es la fuerza que impulsa hacia el desarrollo individual con la cual se puede lograr total identificación, al estar las personas libres de la neurosis. El yo real se refiere a lo que realmente la persona siente, quiere, cree y resuelve, es, o debiera ser, el centro más vivo de la vida psíquica. Para Horney el yo real es la fuente de fuerzas emocionales, de las energías constructivas y facultades de juicio. Yo ideal: s lo que el neurótico cree que es o que puede o debiera ser, es una visión de sí apartada de la realidad con características muy halagadoras y que compromete su conducta. Los rasgos particulares del yo real están determinados por factores reales de la persona, es así como los ideales del yo ideal tienen una base en las potencialidades del yo real. Los componentes esenciales del yo ideal son inconscientes por esto el neurótico confunde las demandas de su yo ideal con las que puede cumplir el yo real. El yo ideal que comienza a crecer afecta la actitud hacia sí mismo de distinta manera dependiendo de donde centre su atención.

9. Críticas. Su trabajo se centra preferentemente, sino exclusivamente, en la neurosis. Muchos trastornos, tales como los ataques de pánico y fobias, son explicados dando por supuesto que son síntomas neuróticos, opinión que es contradictoria con otras teorías como la conductista, que señalaría que estas conductas son producto de condicionamientos. Además, se preocupa de la psicosis sólo de un modo tangencial. 

Esta teoría de la personalidad habla principalmente del individuo anormal, que sufre de neurosis, y no se centra en declarar las características del individuo sano: para Horney, sería meramente un individuo 

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sin conflicto básico. Al igual que Freud, su trabajo se basa en el estudio de casos clínicos con individuos enfermos.  Aborda el tema de la neurosis desde la perspectiva de su propia cultura (occidental), sin hacer estudios sobre otras culturas.  Su teoría está limitada a la neurosis, deja de lado la psicosis, y aunque parece que aísla a la persona sana, para ella todos somos un continuo, un proceso, ya que su trabajo está enfocado al neurótico que hay en todos nosotros.

10. Aportes de Horney para la psicología.  La teoría de la neurosis de Horney es esencialmente optimista, ya que considera la posibilidad del cambio real, al reconocer el neurótico las tendencias contradictorias y resolver el conflicto básico; la existencia de necesidades neuróticas no es una característica inherente al ser humano y, por lo tanto, puede ser evitada la formación de éstas y resueltas con la ayuda del terapeuta. En cambio, Freud es esencialmente pesimista al respecto, porque consideraba que siempre estamos a merced de los conflictos inconscientes y todas nuestras acciones de resolución son sólo sublimaciones.  Dentro de las teorías psicodinámicas, su postura es culturalista. Ésta la lleva a considerar como factor importante para la formación del carácter la cultura en que vive y se desarrolla el individuo, junto a la experiencia temprana con los padres. La presencia de una necesidad neurótica específica en los individuos de una sociedad estará determinada por los valores predominantes en ésta; de este modo, si en una sociedad se privilegia la docilidad, una tendencia constitucional a la agresión constituirá, con probabilidad, una fuente de conflicto.  La teoría de Horney brinda la posibilidad al individuo que necesita ayuda de hacer una introspección profunda, que le permita descubrir sus necesidades neuróticas, para facilitar así al terapeuta su labor.  El objetivo de la terapia para Horney es que el neurótico vaya eliminando las defensas que ha creado para mantener su imagen y pueda ver o reconocer sus propios ideales, motivaciones y sentimientos, vale decir, que la persona se reencuentre con su yo real.  Un aspecto interesante de su pensamiento es que destaca la importancia que tiene para el psicoanálisis la importancia de la situación presente del paciente, así como la exploración de la situación general de su vida.  Horney desarrolló un modelo para la comprensión de la estructura de la neurosis, en el que tomó en cuenta las condiciones adversas del entorno y especialmente de la familia en la creación de una "ansiedad básica", el niño se defiende de ésta mediante estrategias de defensa que adopta como deformaciones del carácter y lo llevan a alinear su verdadero yo en favor de un yo idealizado el cual se basa en lo que le exige la sociedad.  Criticó la idea freudiana de envidia al pene. Aunque aceptó que esto de hecho podía ocurrir en algunas mujeres neuróticas, estaba muy lejos de ser un fenómeno universal. Sugirió que lo que parecía ser una envidia al pene era realmente una envidia justificada al poder de los hombres en este mundo.  Las mayores contribuciones de Horney han sido el arte de la psicoterapia y sus formulaciones respecto a las mujeres y el psicoanálisis.  Proporcionó de manera significativa más insight sobre la psicología de las mujeres. Sus desacuerdos con Freud fueron profundos.

Conclusión. Horney fue una observadora astuta y una clínica talentosa, no estaba muy interesada en el pensamiento abstracto pero su teoría refleja un compromiso filosófico profundo, tenía fe en la naturaleza cambiable de la humanidad, pensando que en su evolución se acercaría cada vez a mejores metas y fines, pensó que contactando con las cualidades positivas del hombre, podría resolver su neurocidad. Su tema principal era que las neurosis son producto de los factores culturales, lo cual significa más especialmente que las neurosis están generadas por perturbaciones en las relaciones humanas. Karen Horney se centro en los aspectos neuróticos de la conducta con la intensión de ayudar a los demás a concebir porque se comportaban de una manera específica. Como psicoanalista en sus inicios estuvo de acuerdo con mucho de los trabajos de Freud pero busco vencer lo que ella divisaba como sus propias limitaciones ponderando los factores sociales y culturales y minimizando lo biológico. El trabajo desarrollado por esta representante de la psicología culturalista provee una diversidad de juicios súbitos fascinantes y conceptos provocativos que han recibido mucha atención.

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Bibliografía. 

Cloninger, Susan C. Teorías de la personalidad. Editorial Prentice Hall. México. 2003.

 Engle, Bárbara. Introducción a las teorías de la personalidad. Editorial McGraw Hill. 4ª edición.  Fediman, James, Frayer, Robert. Teoría de la personalidad. Editorial Harla Harper y Raw Latinoamericana. 1979.  Horney, Karen. Psicología femenina. Editorial Alianza. Madrid. 1986.  Arduin, Javier. Bustos, Claudio. Jaspa, Mauricio. (19/08/2001). Necesidades neuróticas, según Karen Horney. Recuperado el 13/07/10, de http://www.psique.com.  Millán, Miguel Ángel. Serrano, Salvador. Psicología y familia. Editorial Caritas. España. 2002

Resumen de la teoría de Horney. Karen Horney formuló una nueva teoría de la personalidad al sentir la necesidad de explicar las diferencias entre los síntomas neuróticos de la sociedad del siglo XIX y la del XX, así como entre los europeos y los americanos. Además no estaba satisfecha con los resultados terapéuticos de su tiempo. En su teoría el individuo es considerado siempre dentro de su ambiente social, por el que es influenciado y sobre el que también influye él. La persona está formada por un conjunto de atributos relacionados con sus necesidades sociales y biológicas, rasgos de conducta, sentimientos, actitudes hacia los demás y hacia sí mismos, expectativas, inhibiciones y conflictos. Los atributos se aprenden en el seno de la familia, impulsan al sujeto a actuar de una determinada manera y pueden entrar en conflicto unos con otros enana misma persona. Horney describe un triple concepto del Yo: el Yo actual, el Yo real y el Yo idealizado. El Yo actual se refiere al individuo como la suma total de su experiencia; tiene que ver con el temperamento, pero no de un modo neurótico. El Yo real tiene que ver con la realización sana y el equilibrio. Se desarrolla en circunstancias óptimas de crianza y cuidados afectivos de los padres. El Yo idealizado es una manifestación puramente neurótica, un modo patológico que tiene el individuo de compensar su propio sentimiento de debilidad.

La personalidad patológica Horney define la neurosis como una distorsión en las relaciones del individuo consigo mismo y con los demás, que parte de los conflictos emocionales y ansiedad, y tiene su origen en las relaciones del niño con sus padres; el niño que recibe actitudes paternas de rechazo reacciona con sentimientos de soledad y miedo ante un mundo que se le presenta hostil. Esto no debe entenderse como causalidad directa en las neurosis, ya que las experiencias tempranas del desarrollo se ven influenciadas, para bien o para mal, por posteriores pautas de crecimiento. En la formación de la personalidad neurótica intervienen factores tantos culturales o sociales como intrapsíquicos. Los padres son los portadores de los valores culturales, pero el modo en que el niño asume esta transmisión (adaptación o rebeldía) depende de factores psicológicos. Los determinantes culturales pueden entrar en conflicto con las tendencias naturales del niño, y también diferentes valores culturales presentes al tiempo en una misma sociedad pueden producir conflicto por ser difícilmente conciliables, como sucede por ejemplo con competición y éxito frente a humildad. El individuo dispone de tres “soluciones principales” para el conflicto neurótico y otras “solucione auxiliares”; son defensas que al ponerse en marcha de forma relativamente estable por el sujeto definen su carácter. El uso de estas estrategias es un gran parte inconsciente, pasando desapercibidas para el propio sujeto: - Autodilución: el individuo que elige esta solución busca constantemente la aprobación de los demás, el ser amado, a costa de no presentar nunca rebeldía u oposición. Teme a la crítica como signo de rechazo o abandono, nunca muestra iniciativa o competitividad y su actitud suele provocar que los demás se aprovechen de él. - Expansividad: se trata de una búsqueda desmesurada de la perfección y el éxito, que incluye el dominio sobre los demás. Cualquier muestra de afecto, o incluso el reconocimiento de una enfermedad, son imposibles por ser consideradas una debilidad. - Resignación: la manera que encuentra esta persona de liberarse del conflicto y de la ansiedad es negando toda relación con sus emociones. Su necesidad de independencia hace que las relaciones

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mínimamente tintadas de afecto sean imposibles; en una relación tiene miedo a la intrusión en su intimidad, a verse obligado a actuar de determinada manera, a la coerción, etc. Entre las soluciones auxiliares se encuentran, por ejemplo, el “control automático”, modalidad en la que se frena la expresión de impulsos, de modo inconsciente, y con la que se corre peligro de que estos sentimientos e impulsos afloren mediante el síntoma psicosomático. La “supremacía de la mente” o intelectualización consistente en la racionalización, en recurrir al uso de la inteligencia para aludir un conflicto emocional; los individuos tendentes a esta estrategia suelen entrar en pánico si se ven envueltos en situaciones en las que la razón pasa a un segundo plano, como queda ser el encuentro sexual. Merece especial interés en la teoría de Horney la “actualización del Yo idealizado”, un modo defensivo de poner en marcha un Yo poderoso, basado en un concepto positivo inflado de sí mismo, del que el sujeto se siente orgulloso, pero al fin y al cabo falso, y por tanto frágil y vulnerable. Cuando la realidad refuta ineludiblemente esta concepción maravillosa del sí mismo, el sujeto se siente avergonzado (si lo vive como un sentimiento interno y propio) o humillado (si es en relación con los demás); entonces pasará del orgullo al odio, que se manifestará en autorreproches, autoacusaciones y conducta autodestructiva.

Evaluación e investigación en la teoría de Horney En su evaluación de la personalidad, Karen Horney empleó de manera principal las técnicas de asociación libre y análisis de los sueños. También sugirió (1942) que el autoanálisis puede ayudar al desarrollo de la personalidad normal. Aunque Horney reconoció que el autoanálisis puede ser difícil y doloroso, creía que es posible. Para aquellos críticos que estaban preocupados porque el autoanálisis podría ser peligroso, Horney declaró que las ventajas podría derivarse de éste sobrepasan a cualquier peligro posible. La probabilidad de peligro es minimizada debido a que un individuo que está intentando un autoanálisis simplemente no hará observaciones que podrían ser intolerables y conducir a mayor desorientación de la personalidad. El autoanálisis sistemático difiere del autoanálisis ocasional (tratar de explicar los motivos que están detrás de nuestras conductas, análisis comunes de la vida cotidiana) en el grado mas que en el tipo, implicando un esfuerzo serio y prolongado para el autoentendimiento emprendido en una base regular. El autoanálisis sistemático emplea la herramienta de la asociación libre, seguido por la reflexión sobre lo que se ha pensado y un análisis de la resistencia que pretende mantener el statu quo. Comparada con el psicoanálisis freudiano, la teoría de Horney recomienda un entendimiento más impersonal de los asuntos del paciente. Horney (1945) discutió cuatro prerrequisitos para la buena toma de decisiones. Primero dijo, se necesita ser sabedor de nuestros sentimientos y deseos reales. Segundo, es necesario haber creado nuestra propia serie de valores (no la simple aceptación de la de nuestros padres o la sociedad). Tercero, tenemos que hacer una elección deliberada entre dos posibilidades opuestas. Por último, debemos aceptar la responsabilidad de la decisión que tomemos. Van de Daele (1987) ha sugerido que la teoría de la personalidad desarrollada por Horney puede ser definida en forma operacional y que en esencia es compatible con los requisitos de la medición psicológica. Han sido especificados algunos paralelos entre sus conceptos de “movimiento contra la gente”, el yo idealizado y la investigación sobre la conducta Tipo A propensa a las enfermedades coronarias. Otras investigaciones que no apoyan algunas de las ideas de Freud referentes a las mujeres pueden ser consideradas apoyadoras de las opiniones de Horney. Ryckman, Hammer, Kaczor y Gold desarrollaron una escala de Actitudes Hípercompetitiva para evaluar la validez del concepto de Horney de hípercompetitividad y encontraron respaldo empírico para el concepto. Hombres y mujeres universitarios que obtuvieron puntuaciones más altas en hípercompetitividad tuvieron menor autoestima y no fueron tan saludables desde el punto de vista psicológico como aquellos que obtuvieron puntuaciones menores. Más aún los hombres con puntaciones más altas tendieron más a presentar conducta machista y concebían a las mujeres como objetos sexuales. Kaczor, Ryckman, Thornton y Kuelnel predijeron y encontraron que los hombres hípercompetitivos tenían una probabilidad mayor de culpar a las mujeres víctimas de violación de ser responsables de haber sido violadas y de considerarlas perdedoras en una lucha física feroz por la supremacía.

Sinopsis de la teoría de Horney.

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Diferencias individuales

Los individuos difieren en el equilibrio entre tres orientaciones interpersonales: ir hacia, ir contra y alejarse (de la gente). También tienen diferentes sí mismos idealizados y usan formas distintas de ajustarse a la ansiedad básica.

Adaptación y ajuste

La salud implica modos interpersonales equilibrados, ir hacia, ir contra y alejarse de la gente. Horney proporciona descripciones completas de las tendencias neuróticas. El psicoanálisis es la terapia preferida, pero el autoanálisis puede ser un complemento importante.

Procesos cognitivos

Los puntos ciegos y otros mecanismos de defensa limitan la introspección, pero un valiente autoexamen puede conducir al crecimiento.

Sociedad

La cultura es muy importante en el moldeamiento de la personalidad, especialmente a través de los roles sexuales.

Influencias biológicas

La biología es mucho menos importante de lo que afirma el psicoanálisis ortodoxo.

Desarrollo infantil

La ansiedad y la hostilidad básicas son las emociones fundamentales de la niñez, ocasionados por un amor parental inadecuando.

Desarrollo adulto

Después de la niñez ocurren pocos cambios importantes en la personalidad

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Modelo neurótico del conflicto de Horney Experimentan rechazo del niño

Experimente ansiedad Básica

Hostilidad

(Pero lo castigarán)

Desesperación

(¿debo escapar?) Dependencia

(Pero lo rechazarán)

Niño Padres

El niño, al necesitar ser amado, desea ir hacia los padres, pero teme al rechazo. El niño siente hostilidad también y quiere vengarse yendo en contra de los padres, pero teme al castigo. El pequeño puede darse por vencido y alejarse de los padres.

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