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Fuera de Foco Invictus: liderazgo 22/06/2010 por brizas Sinopsis El presidente Mandela, interpretado por Morgan Freema

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Fuera de Foco Invictus: liderazgo 22/06/2010 por brizas

Sinopsis

El presidente Mandela, interpretado por Morgan Freeman, es consciente de que la nación sigue divida por las secuelas del Apartheid y que es necesario unir a la población: blanca y negra. Mandela cree que pude unir al país a través de un lenguaje universal: el deporte. Decide apoyar al equipo de rugby cuando participa en el Campeonato Mundial en 1995, a pesar de sus pocas posibilidades de ganar.

Análisis

Desde que comienza la película vemos el optimismo de Mandela, así como la situación de enfrentamiento que se vive en el país. La población negra rechaza al equipo nacional de rugby pues consideran que representa a la población blanca, hasta el punto de que la sección de deportes del partido en el gobierno decide cambiar el nombre y los colores de dicho equipo.

Desde el primer momento Mandela muestra un liderazgo diferente, se centra en las cosas aparentemente pequeñas y se implica personalmente. Tiene un objetivo fundamental: unir a la población en un mismo interés. Vemos en todo momento un líder cercano, que conoce la situación de las familias de quienes trabajan a su lado.

Convoca y comunica directamente al personal de su gabinete su decisión de que pueden quedarse y trabajar con él, con ello impide los rumores, sus decisiones las explica personalmente.

También corre riesgos cuando entra en la sala donde se ha decidió cambiar el nombre y los colores del equipo de rugby y les pide que reconsideren su decisión. Explica su postura, se implica.

El hecho de que se involucre de forma tan personal para que triunfe el equipo de rugby no lo entienden sus colaboradoras/es. Con los problemas económicos y sociales que el país tiene que afrontar, no conciben que dedique tanto tiempo al rugby. Pero él lo tiene claro: es necesario que el país vibre con un objetivo común, aunque este sea el deporte.

Para lograrlo habla con el capitán del equipo de rugby, le hace partícipe de su interés por el equipo, le motiva y le transmite su decisión de apoyarles. Le persuade, para que siga liderando al equipo, pero desde una nueva perspectiva: la unificación del país. La implicación del capitán se demuestra cuando dice “ya no somos sólo un equipo de rugby”. Implicar al capitán del equipo es fundamental para lograr su objetivo, es una persona clave y tiene autoridad sobre sus compañeros. El Presidente emplea su capacidad de liderazgo para influir, para persuadir y motivar.

De Mandela se pueden resaltar varias habilidades sociales: empatía y asertividad, que le permiten liderar. Es un líder cercano, emotivo, emplea la inteligencia emocional, pero no se deja arrastrar por ella, sus decisiones las basa en la razón, en el objetivo que persigue. Vemos a lo largo de la película que saca lo mejor de cada persona, fuerza a los guardaespaldas a trabajar juntos, pero explicando sus razones, ejerce el liderazgo, no se oculta detrás de órdenes indirectas.

Invictus es una obra que permite ver la acción de un líder, su implicación en las cosas pequeñas, en esas que aparentemente no tienen importancia para lograr grandes objetivos. Podemos decir que Mandela ejerce un liderazgo emocional, es decir, tiene capacidad de comunicación, planifica, establece metas y objetivos, conoce sus fortalezas y debilidades, es innovador, se informa, se apoya en las/los demás. Es un líder resonante[1], empatiza con los sentimientos de las personas, expresa sus emociones y logra conectar con quienes le rodean. El optimismo y el entusiasmo que demuestra contagia y propicia el cambio.

elson Mandela, tras 27 años en prisión, alcanza democráticamente la presidencia de su país. Pero conseguir que quienes estaban enfrentados –tanto quienes dominaban como los que eran sometidos- se conviertan en ciudadanos de un

único estado es una tarea más difícil incluso que mejorar la pésima situación económica. Como peculiar estrategia, Mandela (Morgan Freeman) decide ganar para su causa de verdadera integración al capitán del equipo de rugby de Sudáfrica, Francois Pienaar. La Copa del Mundo de 1995 se acerca y Sudáfrica va a ser la anfitriona. Esta vez quiero analizar “Invictus”, el “biopic” que coge la figura de Mandela y la ensalza con razón, pues se trata de una figura histórica a estudiar. Se ha dicho que el filme “cabe tildarse de hagiográfico” y, en parte, estoy de acuerdo. Desde luego, esta persona es de admiración: 27 años en una cárcel minúscula y sale perdonando a los que le encerraron en ella. Como bien dice François, el capitán de rugby (Matt Damon), “no hay quien pueda entenderlo”. Al parecer, sus escritos reales demuestran que nunca perdió la fe. La peli termina con un agradecimiento a Dios; quizá no tanto en nombre del director, Clint Eastwood, sino en homenaje a esa misma fe de Mandela.

Mi análisis personal parte de la convicción personal de que el film recoge esta figura y su historia para hablarnos del perdón. Es un himno a Mandela como símbolo del perdón. Es, por tanto, más aún, un himno al perdón. Un himno muy explícito en muchas ocasiones, y en otras no tanto. La presentación de la película ya muestra los tres “ámbitos” en donde se va a ilustrar ese perdón y esa reconciliación que se busca: el equipo de escoltas de Mandela, el equipo de rugby y la familia de Francois, el capitán de rugby. Mandela, en este análisis desde el perdón, ejerce como inspiración. Y tiene frases que son para anotar: “El pasado es el pasado. Hay que mirar al futuro” “La reconciliación empieza aquí (…) El perdón empieza aquí. Libera el alma y disipa el temor” “¿Cómo lograr que sean mejores de lo que ellos mismos creen ser? (…) Inspiración” Mandela recibe un país dividido y busca unirlo. Y apuesta por el rugby, potenciado por la copa del mundo, símbolo despreciado por los negros que le votaron, símbolo del poder de los blancos que adoran ese deporte, símbolo, por tanto, de la división del país. Y quiere reconvertirlo en un símbolo de unión. Mandela sabe que el hombre vive mucho de símbolos (“Este país necesita sentirse grande”). Y lucha por que el equipo de rugby verdaderamente sea un símbolo de unidad.

Podría decirse que Mandela apuesta consigo mismo que si consigue que el rugby les una, podrá hacer que el país se una. Por tanto, el rugby (deporte violento, muy bélico en sus formas) es símbolo también de la ajetreada lucha de Sudáfrica por salir adelante. De la Sudáfrica con la que Mandela sueña. De la Sudáfrica del arco iris.

El Mandela del film (o Eastwood, según lo que queráis pensar) sabe que el perdón, en infinidad de ocasiones, no sale solo. Necesita de algo que te una al otro, de algo que te ayude a compartir con el otro. En el cristianismo, el perdón entre los hombres nace de creernos hermanos, de creer en el Amor del Padre a todos, de creer que Cristo, Nuestro Señor, ha muerto por todos y cada uno. En la película, que no tiene una mirada cristiana, se apuesta por compartir un equipo de rugby, un sueño de victoria. Algo que puedan compartir unos y otros. Y no es tontería. Aún recuerdo mi corazón emocionado cuando España ganó la copa del Mundo. No me gusta nada el fútbol, pero ver la explosión de unión, camaradería y pasión compartida, orgullo de ser español en gente que, en otro momento, apenas se mirarían a la cara, me encantó. No quiero meterme en política, sólo quiero comparar las situaciones e intentar ilustrar lo que quiero decir. Puede no gustarte el rugby o el fútbol (a mí no me gusta), pero no se puede negar el potentísimo poder de camaradería y unión que tiene. Esa misma unión, esa reconciliación, se ilustra en el grupo de escoltas. Su propia evolución interna es también reflejo, en un pequeño grupo, del país. No hace falta explicar mucho más. Y lo mismo sobre la familia de François y su relación con su criada. La escena de las entradas para el rugby y el abrazo entre ama y criada en la final eleva a un plano de igualdad personal a quien antes era poco menos que invisible (las duras palabras del padre sobre “los negros” delante de la criada no son para olvidar). Y por último, el otro símbolo magistralmente llevado es el poema, Invictus, que da nombre a la película. Es esencial para entender lo que Eastwood quiere hacernos ver sobre el perdón. Lo pongo aquí, en inglés: Out of the night that covers me, Black as the Pit from pole to pole, I thank whatever gods may be

For my unconquerable soul. In the fell clutch of circumstance I have not winced nor cried aloud. Under the bludgeonings of chance My head is bloody, but unbowed. Beyond this place of wrath and tears Looms but the Horror of the shade, And yet the menace of the years Finds, and shall find, me unafraid. It matters not how strait the gate, How charged with punishments the scroll. I am the master of my fate: I am the captain of my soul. (William Ernest Henley) Es muy interesante cómo se traduce este poema en la peli, especialmente en la escena final: Doy gracias al Dios que fue por mi alma inconquistable Soy el amo de mi destino: soy el capitán de mi alma. Y digo que este poema es esencial porque nos cuenta lo que Eastwood quiere que aprendamos del ejemplo de Mandela. Que el perdón es la única manera de no dejarnos conquistar. Perdonar a los demás las ofensas que te hayan hecho te libera, dice el propio Mandela al inicio del film. Te da las riendas de tu corazón,

de tu alma, pues no dejas que el rencor te esclavice o sujete. Sólo el que perdona puede, realmente, decir que tiene un alma inconquistable. Sólo el que perdona es, verdaderamente, invicto. La película de Invictus trata sobre la vida de un hombre tan importante como Nelson Mandela. Es una película que incluye drama, historia, deporte y se basa principalmente en la biografía de Mandela. Película dirijida por Cleant Estawood y los escritos son Anthony Peckham y el libro John Carlin Entre los principales personajes se encuentran Morgan Freeman quien interpreta a Nelson Mandela una actuación maravillosa de su parte, también aparece Matt Damon interpretando a Francois Pienaar. Presenta cómo la pasión por un deporte puede llegar a trascender y cambiar a un país entero. Nelson Mandela un hombre importante en la historia de Sudáfrica y en la creación de una cultura multi-racial. Mandela fue el primer presidente electo por democracia representativa y en su mandato trató de negociar que Sudáfrica se unificara como un país multi-racial. El tiempo de su mandato coincidió con la copa mundial de rugby en Sudáfrica y es por eso que Mandela le dio mucha importancia a este deporte. Mandela tuvo la visión que con algo tan simple como lo es el deporte rugby podía traer grandes beneficios. Le dio a minorías negras en Sudáfrica algo por que apasionarse y a quienes seguir. El equipo de rugby iba a representar al país en la copa mundial y esto ayudaría a unificar blancos con negros. El deporte es algo que todos compartían y si se lograba que todo un país estuviera detrás del equipo de rugby, apoyándolo, esto lograría unificarlos fuera de la cancha. En la película podemos ver que Mandela no se interesaba en otros temas políticos ni en el dinero que recibía como salario. Vimos a un hombre con ganas de luchar y de pelear por lo que creía. Mandela contrata guardaespaldas blancos y los integra con sus ayudantes negros para que den una imagen de unidad. Después de estar encarcelado y de haber perdido a su familia él decide perdonar y tratar de unificar Sudáfrica. No guarda rencores ni ira, decide ser presidente y así acortar la distancia entre blancos y negros. Durante toda la película Mandela dice que su interés en el rugby es estrictamente político y que solo es con el objetivo de una causa mayor. Durante el transcurso de la película los guardaespaldas del presidente se integran más y se llevan cada vez mejor, esto nos deja un mensaje de cómo la gente cuando se une pueden lograr mas objetivos. Se les ve jugando rugby juntos y pasándola bien, esa imagen representa a Sudáfrica como país y de cómo el rugby jugo un papel importante el historia de Sudáfrica ayudando a unificar razas. La película de invictus maneja la esperanza y demuestra como todo es posible y que todas las metas se pueden lograr, aquí vemos el aspecto de la comunicación y juega un papel importante dentro de la película y deja muy claro que puedes cambiar la forma de pensar de muchas personas. Me parece que el mensaje de la película esta bastante claro y quiere llegar a hacer conciencia a las personas ya que hoy en día nos hacen faltan lideres de esa magnitud y con esas ideas positivas. Es una gran película recomiendo tiene una influencia en el liderazgo que considero la uno de los principales aspectos por los que Nelson Mandela tuvo trascendencia, Invictus contiene un mensaje humano

1. Nelson Mandela nació el 18 de julio de 1918 en el seno de la tribu thembu de la etnia Xhosa, en el poblado de Mvezo. Originalmente se le puso el nombre de Rolihlahla, que se puede traducir como "revoltoso". A los 7 años se convirtió en el primer niño de la tribu que asistía a la escuela, donde recibió una educación británica. Aquel día, la profesora, la señorita Mdingane, le dijo que su nuevo nombre a partir de aquel momento sería Nelson. 2. Desde 1944 Nelson Mandela formó parte del African National Congress (CNA), a

través del cual luchaba contra las políticas de apartheid llevadas a cabo por el partido gobernante. En 1960, el CNA fue prohibido. 3. En agosto de 1952, Mandela abrió el primer bufete de abogados africanos del país junto con Oliver Tambo, en Johannesburgo. "Era un lugar en el que no eran rechazados ni engañados, donde podían sentirse seguros al ser representados por gente de su propio color", escribió Mandela, que lo tuvo difícil a la hora de ejercer en los tribunales a causa del color de su piel, dado que el código legal no se basaba en la igualdad. Por ejemplo, se consentía que los testigos blancos se negaran a responder a las preguntas de un abogado negro. 4. Después de que el 21 de marzo se produjera la matanza de Sharpeville, que supuso la muerte de 69 ciudadanos negros a manos de la policía durante una manifestación pacífica contra el apartheid, Mandela pasó a la clandestinidad y recorrió en secreto todo el país para organizar una huelga. En 1961 salió sin autorización de Sudáfrica y visita varios países africanos y Gran bretaña para pedir apoyo para su movimiento de liberación. En 1962 lo detuvieron acusado de rebelión y abandono ilegal del país. 5. Cuando el 7 de noviembre condenaron a Mandela a prisión, al salir de la sala donde había sido juzgado repitió tres veces el grito "¡Amandla!", que significa "poder". Y tres veces se oyó la respuesta del público: "¡Ngawethu!", que quiere decir "para el pueblo". 6. En total, después de varios juicios, Mandela pasó 27 años en prisión tras ser declarado culpable de sabotaje e intentos de derrocar al gobierno. La mayoría de esos años permaneció en la prisión de Robben Island. 7. Mientras estaba en la cárcel, Mandela estudió Derecho a distancia con la Universidad de Londres, si bien, aunque pasó algunos exámenes en 1963, las condiciones impuestas por las autoridades surafricanas le impidieron obtener su licenciatura. Además, el líder sudafricano creó un clima de estudio en el grupo de reclusos políticos. Tanto que en los ambientes de la lucha la isla de Robben era conocida como la universidad, "no solo por lo que aprendíamos en los libros, no porque los internos estudiaran inglés, afrikáans, arte, geografía y matemáticas. (...) También por lo que aprendíamos unos de otros", explicaba Mandela, que en aquella prisión distinguía entre estudios académicos "oficiales" y estudios políticos. 8. El 2 de febrero de 1990, F.W. de Klerk inició el desmantelamiento del apartheid y dio los primeros pasos para instaurar una democracia en Sudáfrica, legalizando el CNA y los restantes partidos. El 9 de febrero, comunicó a Mandela que le pondría inmediatamente en libertad. Con 71 años, asumió el liderazgo del partido e inició la transición a la democracia. Tras celebrarse las primeras elecciones generales con derecho a voto para todos los grupos raciales, el 10 de mayo de 1994 Mandela se convirtió en el primer presidente de raza negra de la República de Sudáfrica.

9. Después de retirarse de la política, Mandela consideró que también debía participar en la lucha contra el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (sida) en su país, a través de la Fundación Nelson Mandela. 10. El día del cumpleaños de Nelson Mandela, 18 de julio, ha sido declarado por la Asamblea de las Naciones Unidas como el Día Internacional Mandela por la Lucha de las Libertades.

CARACTERÍSTICAS DEL LIDERAZGO DE NELSON MANDELA: LÍDER DEMOCRÁTICO El líder Democrático es aquel que prioriza la participación del equipo, permite que el grupo decida por la política a seguir y toma las diferentes decisiones a partir de lo que el equipo opine.

Potencia la discusión del equipo y agradece las distintas opiniones que se vayan generando. Cuando se está en la necesidad de resolver un problema el líder ofrece diversas soluciones, entre las cuales el equipo decide cuál es la solución más apropiada y eficiente.

Está atento a las necesidades de sus colaboradores. Ofrece orientación y soporte.

Fomenta el trabajo en equipo reconociendo que varias personas piensan mejor que una. Potencia la discusión del grupo agradeciendo todas las sugerencias y opiniones. Delega tareas de forma efectiva no creyéndose superior a sus colaboradores

CUÁNDO USAR EL TIPO DE LIDERAZGO DEMOCRÁTICO Colaboradores con buen conocimiento de su puesto de trabajo, proactivos y con un buen sentimiento de pertenencia. Situaciones estratégicas a largo plazo con mercados estables.

CONSECUENCIAS NEGATIVAS DEL LIDERAZGO DEMOCRÁTICO Procesos lentos que requieren muchas reuniones para la toma de decisiones. No todos los colaboradores quieren participar y aportar. Demasiada confianza en los criterios del equipo sobre todo en decisiones estratégicas. Políticas de motivación muy personales que pueden no tener contentos a todos.

El poema Invictus, es muy conocido en la actualidad porque el líder sudafricano Nelson Mandela, lo tenía escrito en un trozo de papel mientras fue encarcelado durante 27 años en la prisión de Robben Island. Debido a la popularidad de la película, la gente piensa que esta pieza de poesía fue escrita por Mandela, sin embargo fue escrito por William Ernest Henley (1849–1903) mientras estaba en un hospital tratándose de tuberculosis. Había contraído la enfermedad cuando era muy joven y antes de terminar el poema, le habían amputado la pierna para salvar su vida.

Escrito en 1875, cuando Henley tenía 27 años, no fue publicado hasta trece años más tarde -1888- en su primer libro de poemas, Libro de Versos, donde es el cuarto poema en la sección “Vida y Muerte”. Originalmente no tuvo título y contenía una dedicación a R. T. H. B., refiriéndose a Robert Thomas Hamilton Bruce, un exitoso comerciante escoses y mecenas literario. Inmediatamente fue un poema popular. Su mensaje inspirador se mostró frecuentemente en antologías poéticas y fue recitado y memorizado en los colegios hasta finales de los 60. La palabra Invictus significa en Latín

invencible o invicto y el poema trata sobre el coraje ante la presencia de la muerte, sobre el coraje y sobre la dignidad. Te pueden interesar también estas frases de Nelson Mandela.

Poema en español Más allá de la noche que me cubre, negra como el abismo insondable, doy gracias al dios que fuere por mi alma inconquistable.

En las garras de las circunstancias no he gemido ni llorado. Sometido a los golpes del destino mi cabeza sangra, pero está erguida.

Más allá de este lugar de ira y llantos donde yace el horror de la sombra, la amenaza de los años

me halla, y me hallará sin temor.

No importa cuán estrecho sea el camino, ni cuán cargada de castigos la sentencia, soy el amo de mi destino, soy el capitán de mi alma.

Tipologías y características del liderazgo público: Análisis de la película “Invictus” Publicado el 1 de marzo de 2013por Andrew

Dentro de la asignatura de “Tipologías y características del liderazgo público” la profesora Glady Merma, nos invita a mirar la película “Invictus” dirigida por Clint Eastwood y con la participación de Morgan Freeman, la cual sin duda nos deja un mensaje y una lección para todos en este módulo.

El marco temporal es definido, estamos en Sudáfrica de la década de los noventa, en los momentos en los cuales se anhelaba la paz y la unión luego de la larga ocupación inglesa en el territorio africano que dejó no solo una sui generis manera de ver las cosas, sino sobre todo odio, resentimiento y discriminación entre sus habitantes. Claramente definido el escenario podemos encontrar a un grupo de colonos ingleses, ahora sudafricanos blancos, versus a la gran población de raza negra que vieron en su dirigente máximo, Nelson Mandela, el individuo que los llevaría a su reivindicación luego de años y años de explotación. Considero que Mandela como ejemplo de liderazgo es fundamental, no solo por la manera cómo afronta la situación, sino sobre todo por tratarse de un verdadero luchador que ante todo pronóstico y bajo toda adversidad logró uno de los objetivos más importantes en Sudáfrica: su unificación.

Luego de un largo período tras las rejas por luchar en contra del Apartheid, Mandela sale a las calles a luchar por los derechos civiles y políticos, permitiendo de esta manera que se realicen elecciones libres. Postulándose para las mismas resultando ganador gracias al fuerte apoyo de la población que veía en él, un similar a ellos no solo por su raza de piel, sino que muchos pensaban que él se “vengaría” de los blancos por tantos años de opresión, ya que en su momento fueron ellos quienes lo encarcelaron por un largo período. Sin embargo, Mandela encuentra un elemento que uniría a la población, y opta por uno de los deportes más populares pero para la población blanca: el rugby. Y mira a futuro que la oportunidad ideal para que todo un país se una por un mismo objetivo, sea el mundial que se desarrollaría en Sudáfrica en 1995. Si bien es cierto la decisión fue criticada por muchos, y sus cercanos colaboradores no entendían que hacía el líder sudafricano, este decide convocar al capitán de la selección de rugby quien admirado y un poco extrañado no entendía el inicial interés del presidente Mandela por apoyar a un deporte que normalmente solo lo jugaban los blancos. En un escenario ideal para lograr esa unión era trasmitir el sentimiento de unir al país a través del rugby con un equipo fuerte y ganador, conformado por blancos y negros. Pero en este caso el equipo no ganaba, estaba desmotivado. Pese a todas las adversidades Mandela se juega por el objetivo, y arriesga su imagen y prestigio a una causa que parecía perdida. Pero los jugadores sienten el apoyo, y se dejan guiar, y ven en Mandela así como en su capitán, aquel líder que les permitiría conseguir sus sueños: la copa mundial. Claro que el verdadero objetivo para el presidente sudafricano era unificar a toda una nación tan

diversa. El punto de quiebre en la película, y que cambia la visión de los jugadores y donde se convence su capitán, es cuando visitan la celda donde estuvo más de tres décadas detenido Mandela… y todos se preguntan: Cómo un hombre puede

perdonar a quienes los sometieron tanto tiempo… y la respuesta es clara, el líder vela por los intereses de toda una nación, no por sus intereses personales. Él era ahora el presidente tanto de quienes votaron por él, así como quienes en campaña nunca lo apoyaron, era el líder del país. La campaña continúa y por primera vez gracias al apoyo de Mandela y su gobierno los jugadores de Rugby se acercan a las comunidades habitadas principalmente por ciudadanos de raza negra, quienes poco a poco van sintiendo interés, y todo se dispara cuando el equipo sudafricano, conocido como “Sprinboks” llega a las finales del mundial. La presión era tan fuerte para los jugadores, pero fue el sentimiento de todo un país, el grito de todo un pueblo, sin importar si eran blancos o negros, aquello que los llevó al triunfo. El poema que inspiró a Mandela y que fue escrito por el literato inglés William William Ernest Henley (1849 – 1902 / Gloucester / England), la versión original es la siguiente: INVICTUS Out of the night that covers me, Black as the Pit from pole to pole, I thank whatever gods may be For my unconquerable soul. In the fell clutch of circumstance I have not winced nor cried aloud. Under the bludgeonings of chance My head is bloody, but unbowed. Beyond this place of wrath and tears Looms but the Horror of the shade, And yet the menace of the years Finds, and shall find, me unafraid. It matters not how strait the gate, How charged with punishments the scroll. I am the master of my fate: I am the captain of my soul Cuando un venezolano ve la película “Invictus” de Clint Eastwood no puede evitar preguntarse qué sería de nuestro país si en 1998 hubiese ganado la presidencia un hombre como Nelson Mandela. Un líder que logró imponerse sobre sus miserias y resentimientos para hacer que Sudáfrica superara una larga y cruel historia de segregación y racismo.

Desde las primeras imágenes de “Invictus”, uno comienza a encontrar elementos en la historia con los cuales se siente identificado. Es que para ningún venezolano son extrañas la pobreza y las injusticias sociales. Hemos crecido entre contradicciones. Por eso ver la secuencia en la película que muestra a unos jóvenes pudientes jugando rugby en una cancha y con uniformes impecables frente a unos niños pobres que hacen lo mismo descalzos y en un terreno baldío, no nos causa asombro pues eso siempre ha formado parte de nuestra cotidianidad. La película nos enseña una Sudáfrica tan parecida a Venezuela que, cuando la pantalla se llena con ese plano general de una zona plagada de favelas o “ranchos”, como les decimos aquí, fue como si me hubieran tirado de los pelos y me retrocedieran 15 años, cuando llegué a Maracaibo y tuve la oportunidad de recorrer las zonas más pobres de la ciudad. La impresión y desconcierto que tuve en el cine fueron los mismos que sentí cuando caminé por barrios enteros construidos con latas de zinc por los cuatro costados y el techo. Por un momento, tuve la impresión de que lo que se reflejaba en la pantalla había sido filmado en Maracaibo y las preguntas que me cruzaron por la mente fueron las mismas de hace 15 años: ¿Cómo pueden vivir unos seres humanos en esas condiciones? ¿Cómo pueden soportar el calor concentrado en esos hornos de lata, si la temperatura afuera puede llegar a los 40 grados centígrados? Esto no es Sudáfrica, es una céntrica calle en Maracaibo Contacto con la pobreza siempre he tenido. De pequeño, fueron muchos los viajes a Caracas para visitar a parientes que vivían a orillas de la panamericana y en cuyas viviendas se podía apreciar, detrás del cartón piedra, lo roca viva de la montaña. Muchos años después, ya graduado de comunicador social, volví a Caracas y durante la producción de una campaña publicitaria, de nuevo frecuenté barrios como los de Petare, El Valle, Catia y 23 de Enero. Fueron muchas las escaleras que subí haciendo la producción de la campaña y fue mucho el contacto humano que tuve con los habitantes de esas zonas. Pero, aunque en ocasiones me sumía en la depresión por ver las condiciones en que, más que vivir, sobrevivían, esas humildes personas en Caracas, nada se podía comparar con la pobreza extrema que vi en Maracaibo. Por eso, esa toma de las favelas de Sudáfrica en “Invictus” me erizó la piel y, a partir de ese momento no pude dejar de hacer comparaciones entre lo que vivió el país africano con Mandela, y lo que vivimos actualmente en Venezuela, pues, esos pobres de solemnidad que vi en diferentes etapas de mi vida siguen estando allí y siguen multiplicándose. “Soy el amo de mi destino. Soy el capitán de mi alma”

La película no es más que la narración de un capítulo de la historia de la presidencia de Nelson Mandela, se podría decir que se basa en una anécdota. Pero, es un capítulo que muestra lo grande que puede llegar a ser un hombre cuando no se deja guiar por resentimientos y ambiciones personales. Un hombre que decidió ser el amo de su destino y el capitán de su alma y no permitir que la injusticia vivida con sus casi 30 años de prisión fuera la base sobre la que se cimentara su gobierno. Mandela, magistralmente interpretado por Morgan Freeman, consigue en el rugby el medio para lograr unir a su país, hasta ese momento fatalmente dividido por tantos años de apartheid. Para conseguir esa unión de las dos mitades del país, el presidente convoca a François Pienaar (Matt Damon), capitán del equipo “Los Sprinboks” y ambos se empeñan en hacer que el país entero apoye a un equipo que, en principio, era odiado por la población negra de Sudáfrica al considerarlo un símbolo de la segregación racial. Ambos personajes se elevan sobre sus prejuicios y resentimientos y logran que el país obtenga el trofeo de campeón en la Copa del Mundo de Rugby de 1995. Termina la película y uno queda con sentimientos encontrados frente a lo que acaba de ver. Por un lado, la satisfacción de haber asistido a una buena pieza cinematográfica, bien actuada y bien contada y con la alegría de saber que lo que se vio en la pantalla no era sólo una ficción sino que estaba basada en hechos reales que nos demuestran que la reconciliación de un país no es imposible cuando, ese objetivo, se antepone a cualquier otra cosa. Pero, por el otro lado, el amargo sabor de sentir que en Venezuela esa reconciliación, día a día, parece hacerse más inalcanzable. ¿Cómo reunificar a un país si desde las altas esferas del gobierno lo que se estimula es el resentimiento, el rencor y la violencia de un grupo de venezolanos contra otro? No se puede reconciliar a un país si a un sindicato “equis” se le crea, para enfrentarlo, a un sindicato “ye”. A una federación de empresarios se enfrenta con otra federación de empresarios “oficialistas”. Al movimiento estudiantil se le divide con la creación de otro movimiento estudiantil de tendencia oficialista. Al conjunto de universidades centenarias se le crea una universidad bolivariana para enfrentarla… Entonces, uno piensa en esas palabras que dice Pienaar, luego de visitar el sitio donde estuvo prisionero Mandela por años: “Estaba pensando, ¿cómo ha podido pasar 30 años en una celda minúscula y luego salir y perdonar a los que lo encerraron ahí?”