Interpretaciones de Cantares

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares Lic. Nelson Morales Profesor de idiomas Seminario Teológi

Views 78 Downloads 0 File size 572KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares Lic. Nelson Morales Profesor de idiomas Seminario Teológico Centroamericano En círculos cristianos las interpretaciones alegóricas de Cantares claramente predominan hasta el siglo XVIII. El amado representa a Cristo, y la amada es ora la Iglesia, ora el alma del creyente individual. Se hallan sólo unos pocos destellos de interpretación literal del Cantar, pero en el siglo mencionado este acercamiento comienza a aparecer con más frecuencia, y florece aún más en los siglos siguientes. En el siglo XX las variantes alegóricas incluyen la alegoría pura, acercamientos tipológicos, históricos y mariológicos, teorías cúlticas, y la interpretación del libro como una secuencia de sueños. Entre los que interpretan el Cantar literalmente, algunos lo toman como una colección de cantos, y otros, como un drama, ora con dos personajes principales, ora con tres. Los acercamientos recientes incluyen lecturas liberacionistas y feministas. In Christian circles allegorical interpretations of Canticles clearly dominate until the eighteenth century. The bridegroom represents Christ, and the bride is at times the Church, at times the soul of the individual believer. Only a few short-lived flashes of literal interpretation appear, but in the eighteenth century this approach begins to appear with greater frequency, and flourishes even more in the following centuries. In the twentieth century allegorical variants include pure allegory; typological, historical and Mariological approaches; cultic theories; and the interpretation of the book as a collection of dreams. Among those who interpret the Song literally, some take it as a collection of poems, and others, as a drama, with either two or three main characters. Recent approaches include liberation and feminist readings.

INTRODUCCIÓN En un artículo anterior se presentó el desarrollo interpretativo judío del libro del Cantar de los Cantares desde el primer

26 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

siglo de la era común hasta el día de hoy.1 El presente artículo expondrá un esbozo histórico de la interpretación del libro en círculos cristianos. La historia de la interpretación cristiana al Cantar ha presentado una variación similar a la judía, desde interpretaciones básicamente alegóricas hasta predominantemente literales. El “abanico” interpretativo quizás es mucho mayor entre los cristianos. A continuación se presenta una visión panorámica de los diversos acercamientos a través de las épocas. Las divisiones históricas que se hacen aquí son arbitrarias y sólo persiguen ordenar el material para una mejor comprensión. ÉPOCA PRIMITIVA (30-500 D.C.) Hipólito de Roma Al igual que en la interpretación judía, los primeros años de la interpretación cristiana del libro son oscuros. Algunos autores han querido ver algunas alusiones al Cantar en el Nuevo Testamento, pero la evidencia es muy subjetiva y no concluyente.2 El primer escrito que sobrevive parcialmente sobre el Can1

Nelson Morales, “Historia panorámica de la interpretación judía de Cantares”, Kairós 26 (enero-junio 2000), págs. 41-58. 2 Roland E. Murphy, Murphy, The Song of Songs: A Commentary on the Book of Canticles or The Song of Songs (Minneapolis: Fortress Press, 1990), pág. 14, n. 59 cita a M. Cambe, “L’influence du Cantique des Cantiques sur le Nouveau Testament”, Revue thomiste 62 (1962), págs. 5-26. Murphy piensa que “el Nuevo Testamento no ayuda para un entendimiento del Cantar”, “Patristic and Medieval Exegesis–Help or Hindrance?”, Catholic Biblical Quarterly 43 (octubre 1981), pág. 507. Es cierto que los autores neotestamentarios, especialmente Pablo y Juan, usan la figura de la esposa para referirse a la Iglesia. Pablo en especial habla de Cristo y la Iglesia en una comparación con el matrimonio en Efesios 5. Pero esto no es suficiente como para afirmar que los hagiógrafos neotestamentarios entendían o usaban alegóricamente el Cantar. En el Antiguo Testamento es conocida la asociación de Dios e Israel como matrimonio, por ejemplo en Isaías y Oseas. Podría afirmarse que también éstos basan sus figuras proféticas alusivas a la relación matrimonial entre YHWH e Israel en el Cantar, sobre todo si se sostiene que éste fue escrito cerca del siglo X a.C. y, por ende, los profetas podrían haber tenido acceso a él. En ese caso cabe la posibilidad de que éstos también hicieran un uso alegórico del Cantar. De todos modos no se puede ser concluyente al respecto.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

27

tar de los Cantares es la obra de Hipólito, obispo de Roma, quien muriera como mártir en 235 d.C.3 El tono de la obra de Hipólito es “oratorio y hay varios pasajes que dan la impresión de que el autor se está dirigiendo a una asamblea”.4 Murphy comenta que el acercamiento de Hipólito “es por vía de historia (de la salvación), y no hay referencia a la relación entre Dios y el alma individual. De esta manera, el Cantar es visto como una profecía de Salomón del fin del Antiguo Pacto, cómo Israel es reemplazado por la Iglesia”.5 Sin embargo, Quasten señala que en Hipólito “el rey del Cantar es Cristo, y su Esposa, la Iglesia. Pero, a veces, igual que Orígenes, la esposa del Cantar representa al alma enamorada de Dios”.6 Por otro lado, Murphy no cree que haya alegoría, sino que “esta explicación alegórica fluye de su entendimiento básico de la relación entre el AT y el NT”.7 En cambio para Pope la alegoría de Hipólito proviene de su aversión a lo sensual.8

3 Johannes Quasten informa que “el texto completo se conserva sólo en georgiano, pero existen fragmentos en griego, eslavo, armenio y siríaco”. La versión georgiana sólo llega hasta Cnt. 3:7 y “se conserva en un manuscrito del siglo X, pero data de una época mucho más antigua. Es una traducción literal de una versión armenia, hecha directamente sobre el original griego”, Patrología, tomo 1, trad. Ignacio Oñatibia (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1961), pág. 463. 4 Ibid. 5 Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 507. 6 Quasten, Patrología, tomo 1, pág. 463. Estas discrepancias entre estudiosos presentan un problema para el presente trabajo, pues muchas de las obras antiguas no están disponibles para esta investigación. Por lo mismo se ve limitada la percepción del sentido concreto que tuvo en mente el autor en su obra. A veces lo que se tiene sólo es el análisis de una sección de la obra o una opinión repetida de generación en generación. En otros casos lo que se verá es que la obra se ha perdido y sólo se tiene opiniones o citas de otros, como el caso de Teodoro de Mopsuestia, cuyo comentario sólo se conoce “por el ataque a éste [su comentario]”, Marvin Pope, Song of Songs: A New Translation with Introduction and Commentary (Anchor Bible 7C; Garden City, Nueva York: Doubleday, 1977), pág. 119. 7 Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 507. 8 Pope, Song of Songs, pág. 114. Murphy critica este acercamiento de Pope por considerarlo limitado. Véase “Patristic and Medieval Exegesis”, págs. 507-08.

28 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Siglo III: La obra de Orígenes como base de interpretación Quizás el más influyente de los escritores de todos los tiempos haya sido Orígenes.9 El gran erudito alejandrino escribió numerosas obras. Entre estas se encuentra su comentario a Cantar de los Cantares, desarrollado en diez volúmenes escritos entre los años 240 y 245 d.C.10 Fue traducido al latín por Rufino en el año 410; de esta traducción sólo se tiene los primeros cuatro volúmenes que abarcan una introducción y comentario desde 1:1 hasta 2:15.11 Según Orígenes, en las palabras del Cantar de los Cantares “hay ese alimento, del cual el apóstol dice que el alimento fuerte es para el perfecto; y que el alimento clama por los oyentes que por la habilidad han ejercitado sus sentidos para discernir el bien y el mal”. Más adelante concluye: Por esta razón, por lo tanto, yo advierto y aconsejo a cualquiera que no está libre de la vejación de la carne y la sangre y no ha cesado de sentir pasión de su naturaleza corporal, refrene completamen-

9 Para un detalle de las obras de Orígenes véase Henri Crouzel, Origen, trad. A. S. Worrall (Edimburgo: T. & T. Clark Ltd., 1989), págs. 37-49. 10 Se señala que los primeros cinco tomos parecen haber sido escritos en Atenas y el resto de la obra se terminó en Palestina cuando Orígenes estuvo residiendo en Cesarea. En ese período pudo haber tenido intercambio de pensamientos con los eruditos judíos, aunque no hay evidencia clara de esto. Véase Quasten Patrología, tomo 1, pág. 552; Murphy, The Song of Songs, pág. 17, n. 67. 11 Quasten, Patrología, tomo 1, pág. 552, Pope, Song of Songs, pág. 114. Murphy dice que se trata de tres tomos, The Song of Songs, pág. 16; “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 508. Para un buen análisis de la hermenéutica de Orígenes en sus obras sobre el Cantar, véase Murphy, The Song of Songs, págs. 17-21; “Patristic and Medieval Exegesis”, págs. 508-11. Lo que Murphy enfatiza en sus obras es que Orígenes mantuvo el deseo de hacer pertinente para los oyentes de su época el Cantar, véase cita 78. También véase el análisis que hace Joseph W. Trigg, Origen, the Bible and Philosophy in the Third-Century Church (Londres: SCM Press, 1985), págs. 201-05. Anneliese Meis W. hace un buen análisis comparativo entre el Comentario al Cantar de los Cantares de Orígenes y De doctrina christiana de Agustín. Véase “Teología patrística y pastoral según el Comentario al Cantar de los Cantares, de Orígenes, y De doctrina christiana, de Agustín”, Teología y vida 36 (1995), págs. 31-50.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

29

te de leer este pequeño libro y las cosas que serán dichas acerca de él.12

De todos modos Orígenes persigue hacer pertinente la enseñanza del libro a sus lectores. Por eso dice en su comentario a 2:13b-14: Me parece que estas cosas no suministran provecho a los lectores por el desarrollo de la historia; ni mantienen una narración continua como encontramos en otras historias de la Escritura. Es necesario, por lo tanto, más bien atribuir a todas ellas un significado espiritual.13

Tanto en su comentario como en sus homilías el Cantar se presenta como un epitalamio, que celebra la boda de un novio (el Logos) y la novia (el alma o la iglesia).14 Para Orígenes hay dos tipos de amor opuestos. Al comentar 1:4 dice: Hay un amor de la carne que viene de Satanás, y hay también otro amor, perteneciente al Espíritu, que ha sido originado en Dios; y nadie puede ser poseído por los dos amores… Si te has despojado de toda cosa corporal…entonces puedes adquirir el amor espiritual.15

Otras obras de Orígenes que han pervivido en torno al Cantar son sus dos homilías que fueron traducidas por Jerónimo al latín en el siglo IV. En la introducción a su traducción dirigida a Dámaso I de Roma, Jerónimo le dice: …con gran fidelidad más que elegancia he traducido estos dos tratados que él compuso para bebés y amamantándolos en el lenguaje 12 R. P. Lawson, Origen: The Song of Songs. Commentary and Homilies (Ancient Christian Writers 26; Westminster, Maryland: The Newman Press, 1957), págs. 22-23, citado por Pope, Song of Songs, págs. 116-17. 13 Lawson, Origen, pág. 247,citado por Murphy, Songs of Songs, págs. 18-19. 14 Trigg, Origen, pág. 202. Quasten dice que a lo largo de esta obra la esposa de Cristo es “el alma individual de cada cristiano”, Patrología, tomo I, pág. 552. Véase también D. O. Rousseau, Origène, Homélies sur le Cantique des Cantiques: Introduction, traduction et notes de Dom Oliver Rousseau (París: Les Éditions Du Cerf, 1966), pág. 71. 15 Citado por Pope, Song of Songs, pág. 115.

30 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

diario, para darte una muestra de su pensamiento, tal que puedas reflexionar en cuán grandemente puede ser estimado su gran pensamiento, cuando incluso sus pequeños pueden ser recomendados por sí mismos.16

En su primera homilía Orígenes presenta el Cantar de los Cantares como el último peldaño de una escalera de cantos a través del Antiguo Testamento.17 Luego de subir por esa escalera dice Orígenes: “y luego de que tú las hayas pasado, tú subirás más alto aún, a fin de que puedas, alma en adelante radiante de belleza, cantar también con la Esposa el Cantar de los Cantares”.18 Los personajes del Cantar son cuatro: el esposo, la esposa, las doncellas que acompañan a veces a la esposa y un grupo de compañeros del esposo. Orígenes aplica estos personajes de manera espiritual diciendo que: Se reconoce en el esposo a Cristo, en la esposa sin tacha ni arruga, la Iglesia de la cual está escrito ‘por hacerla aparecer delante de él, esta Iglesia, gloriosa, sin tacha ni arruga, ni nada semejante, sino santa e inmaculada’. Están también los que, si bien son fieles, no están aún preparados para que la palabra de la Escritura les pueda hablar, de todos modos progresan por el camino de salud, se considera entre ellos las almas de los creyentes, y los identifica con las doncellas del cortejo de la Esposa; mientras que los ángeles y aquellos que han llegado a la estatura del varón perfecto, son los jóvenes con el Esposo.19

Orígenes hace una aplicación al alma individual. Así como el Esposo alaba cada parte de la Esposa, de la misma manera el 16

Ibid., págs. 114-15, citando a Lawson, Ancient Christian Writers, pág.

265. 17 El primer cántico hace alusión a la salida de Egipto y el cruce del mar rojo (Ex. 15:1). El segundo cántico habla de la peregrinación por el desierto (Nm. 21:17). El tercer canto es el de Moisés en las riberas del Jordán (Dt. 32:1). El siguiente es el de Débora (Jue. 5:2). Luego en el libro de Reyes se encuentra el canto de David “cuando escapó de la mano de todos sus enemigos y de la mano de Saúl” (2 Sa. 22:2). Enseguida se encuentra el canto de Isaías, “Yo cantaré al Bien amado el cántico de mi viña” (Is. 5:1). Luego de haber pasado por esos cánticos recién se llega al Cantar de los Cantares. Rousseau, Origène, Homélies sur le Cantique, págs. 67-68. 18 Ibid., pág. 69. 19 Ibid.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

31

alma del creyente puede recibir elogio del esposo. Pero depende de la obediencia del creyente a Cristo.20 De esta manera el alejandrino va aplicando cada sección del Cantar a la vida de santidad que se espera de la Iglesia y de cada creyente. Por ejemplo, la negrura de la esposa representa el pecado. Sin embargo, la esposa no quiere admitir su pecado, no quiere hacer penitencia para purificar sus pecados. Entonces ella se jacta de lo que es sin ver su mal. No es sino hasta que reconoce su pecado y hace penitencia que es emblanquecida.21 Esta aplicación no sólo la limita a la Iglesia en general sino al alma en particular, “el alma de la etíope”.22 Termina su homilía diciendo: “cuando él sea despertado, te hará, para él, de oro, te hará de la plata; es a él que adornará tu espíritu y tu entendimiento; y tú serás verdaderamente rica, Esposa perfecta, en la mansión del Esposo, a quien pertenece la gloria por los siglos de los siglos Amén”.23 Los conceptos de Orígenes chocan con la forma literaria de Cantares. Él quiere ver lo práctico, útil para sus oyentes. Por eso desecha el sentido literal. Piensa que existe un entendimiento más profundo, el alegórico. Su exégesis adolece de alta subjetividad, pero será tremendamente impactante en los siguientes diecisiete siglos. Contrasta con el intento alegórico histórico de Hipólito. Para Orígenes, en Cantares se habla de Cristo y su relación con la Iglesia y con cada creyente en particular. El Cantar describe la última etapa de perfeccionamiento, aquella que alcanzan los que han llegado a la estatura de la plenitud de Cristo. El creyente es desafiado a dejar los placeres mundanos, “el amor de Satanás”, para experimentar la felicidad eterna con el Esposo, “el amor del Espíritu”. También el Cantar es aplicado a la 20

Ibid., págs. 79-81. Ibid., págs. 87-89. 22 Él usa un poco el ejemplo de Moisés que se casó, según él, con una etíope negra. Su hermano Aarón murmuró, su hermana María murmuró, pero Moisés no les hizo caso porque amaba a su etíope. Esto lo usa para señalar que Israel está mal, tanto los líderes religiosos (Aarón) como las sinagogas (María) y por eso la salvación ha llegado a los gentiles (la etíope). Ibid., págs. 89-91. 23 Ibid., pág. 103. 21

32 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

vida diaria de santidad que se espera tanto del creyente como de la Iglesia misma. Contemporáneo a Orígenes fue Metodio. Él escribió sobre el Cantar de los Cantares, pero su obra se perdió. Se sabe que fue adversario de Orígenes. Murió mártir en Cáldice de Eubea en 311.24 Retecio de Autun también escribió un comentario a Cantares a principios de este siglo. Sólo se conoce por la crítica que le hace Jerónimo por “hallar cantidad de doctrinas absurdas” y porque Bernardo de Poitiers lo usó en el siglo XI contra Bernardo de Claraval.25 También en esta época escribe un comentario al Cantar Victorino, obispo de Petabio. Jerónimo lo critica por “mediocre de estilo por no ser tan versado en el latín como en el griego”.26 Los Grandes Capadocios Sin duda el siglo IV fue muy difícil para la doctrina trinitaria. Hombres como Atanasio y los llamados “Grandes Capadocios” brillaron en la defensa de la doctrina trinitaria, en especial en lo tocante a la persona de Cristo.27 Atanasio, dice Pope, “consideraba el Cantar de los Cantares como una canción de júbilo de la iglesia por la encarnación del Hijo de Dios”.28 Es una alegoría donde hay diálogos “entre el Hijo de Dios y la raza humana; a veces entre Cristo y el hombre en general, y a veces entre Él y su antiguo pueblo; a veces entre Él y la Iglesia Gentil, a veces entre los Gentiles y Jerusalén; y a veces entre los ángeles ministradores y los hombres”.29 Además en su Historia arianorum, escrita en el año 358, en la sección IV, hablando acerca de la persecución en la que se han visto envueltos los defensores del trinitarianismo, afirma que la persecución

24

Quasten, Patrología, tomo 1, págs. 422-29. Ibid., pág. 685, citando a Jerónimo, Epis. 3:7, Epis. 5:2. 26 Ibid., pág. 684, citando a Jerónimo, De Vir. ill, 74. 27 Se puede ver, por ejemplo, Justo González, La era de los gigantes, vol. 2 de Y hasta lo último de la tierra: Una historia ilustrada del cristianismo (Miami: Editorial Caribe, 1978), págs. 87-138. 28 Pope, Song of Songs, pág. 117. 29 Ibid., pág. 118. 25

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

33

viene del Diablo. Dice que el Diablo rompe las puertas, y en cambio ...nuestro Salvador es tan amable que enseña que “si algún hombre desea venir en pos de mí”, y “cualquiera que quiera ser mi discípulo”; y viniendo a cada uno Él no los fuerza, sino toca a la puerta y dice “Ábreme, Mi hermana, Mi esposa”; y si ellos le abren, Él entra, pero si ellos tardan y no quieren, Él se aparta de ellos. 30

Se ve aquí una alusión a Cantares 5:2 interpretado alegóricamente. El esposo es Cristo y “la hermana, la esposa” es todo aquel creyente que mantiene firme la doctrina en contra aún del emperador.31 Por su parte, de los tres Capadocios sólo Gregorio de Nisa escribió un “comentario” al Cantar. Gregorio Nacianceno escribió sus Oraciones teológicas alrededor de los años 379381.32 En su segunda oración hace una alusión a Cnt. 2:15 cuando dice que los que traen falsas enseñanzas son esas zorras que destruyen las viñas.33 En su tercera oración hace mención de Cnt. 5:16, comparando a Cristo con el amado: “Él es quien cambió las aguas en vino, quien es el destructor del sabor amargo, el cual es Dulce y todo deseado”.34 En su oración al “Santo Bautismo” comenta la actitud que debe haber cuando uno recibe el Espíritu Santo en el bautismo.

30

Atanasio, “Historia Arianorum”, Select Writings and Letters of Athanasius, Bishop of Alexandria, vol. 4 de A Select Library of the Nicene and PostNicene Fathers of the Christian Church, ed. P. Schaff y Henry Wace (Grand Rapids, Michigan: Wm. Eerdmans Pub. Co., 1975), pág. 281. 31 Más abajo en esta misma sección de su obra, critica al emperador por el tipo de asesoramiento que está teniendo porque busca la muerte de sus enemigos. Los enemigos aquí son Atanasio y los defensores de la doctrina trinitaria, ibid. 32 Gregory Nazianzen, “Theological Orations”, S. Cyril of Jerusalem, S. Gregory Nazianzen, vol. 7 de A Select Library of The Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church (1974), pág. 280. 33 Dice “…o una zorra, que es una alma traicionera e infiel, cambiando su forma de acuerdo a las circunstancias o necesidades, alimentándose con cuerpos muertos o podridos, o con pequeñas viñas cuando las grandes les han escapado”, ibid., pág. 289. 34 Ibid., pág. 309.

34 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Seamos sanados también en el olfato, que no seamos afeminados, y que seamos rociados con polvo en lugar de perfumes dulces, para que podamos oler el Ungüento del amado que fue derramado por nosotros, recibiéndolo espiritualmente, ya que fuimos formados y transformados por él, que desde nosotros una dulce fragancia pueda ser olido.35

Aquí se puede ver ecos de Cnt. 1:3. El Nacianceno hace equivalente el ungüento del amado con el Espíritu Santo. Por su parte, Gregorio de Nisa también escribió en contra del arriano Eunomio en su carta a Pedro, obispo de Sebasteia. Hablando acerca de la divinidad de Cristo dice que la Escritura habla de él como el “‘brillo de gloria’, el ‘sabor de ungüento’, el ‘pan de Dios’”.36 Parece que la frase en cursiva hace alusión a Cnt. 1:3. Gregorio vuelve a hacer uso de esta cita más adelante al defender la eterna generación de Cristo.37 También escribe una carta dirigida a la Iglesia en Nicomedia. Ésta estaba sin pastor. Él les insta a tener cuidado con la selección que deben hacer. No deben fijarse en lo externo, sino en las características dadas por Pablo.38 En su búsqueda, les dice: ...empleando la lámpara del Espíritu…ustedes pueden, tanto como sea posible, buscar “un jardín cerrado, una fuente sellada”, para que, por vuestra elección el jardín del encanto habiendo sido abierto y el agua de la fuente habiendo sido inagotable, pueda haber una adquisición común para la Iglesia Católica.39

Aquí es usado con un poco más de libertad Cnt. 4:12, pues Gregorio lo aplica no a la Iglesia, ni al alma del creyente, sino al futuro líder que aún no conocen. Además de estas obras, él

35

Ibid., pág. 374 (el énfasis es mío). Gregory Nyssa, “Against Eunomius, Book II”, Select Writings and Letters of Gregory Bishop of Nyssa, vol. 5 de A Select Library of The Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church (1974), págs. 114-15 (el énfasis es mío). 37 Ibid., pág. 206. 38 Ibid., págs. 535-38. 39 Ibid., pág. 537. 36

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

35

escribió un “comentario” sobre Cnt. 1:1-6:9, aunque es más bien una colección de homilías.40 Según Gregorio, sólo pueden leer el Cantar los que están “liberados del hombre viejo”. Por eso dice: “¡Fuera de aquí! A las tinieblas exteriores y lloren allí los que están llenos de pasión y pensamientos obscenos”.41 Su propósito es “tratar de la contemplación mística del Cantar de los Cantares. Lo escrito aquí viene a ser adorno del alma previamente despojada de todo lo material, preparación espiritual para la unión con Dios”.42 Por eso el Cantar es un “diálogo de amor entre Dios y el alma”.43 El novio del Cantar es Cristo. Los compañeros del novio son “los patriarcas, profetas y legisladores” y también “son ángeles, custodios de los hombres”.44 La negrura de la sulamita la asocia con la caída en Edén. Dios repone ese “oro” de la naturaleza humana por el ejercicio del libre albedrío.45 Gregorio halla una alusión a la encarnación de Cristo en la frase “puro verdor es nuestro lecho” (Cnt. 1:16b). Dice luego: La esposa llama lecho, metafóricamente hablando, a la naturaleza humana unida con la divina… Por esta sacramentalidad [la unión esponsalicia de Cristo con su Iglesia] el alma llama lecho a la amistad y unión con Dios. No habría sido posible si Cristo no se hubiese encarnado.46

Interesante resulta su aplicación de Cnt. 1:17: “las vigas de nuestra casa son de cedro, nuestros artesonados, de ciprés”. En 40 El trabajo consiste en quince homilías que exponen segmentos consecutivos del Cantar. Véase Gregorio de Nisa, Comentario al Cantar de los Cantares, ed. Teodoro H. Martin-Lunas (Salamanca: Ediciones Sígueme, 1993), págs. 15-250. 41 Homilía 1, “En los umbrales”, es un comentario a Cant. 1 :1-4. Ibid., pág. 15. 42 Ibid., pág. 16. 43 Ibid., pág. 19. 44 Ibid., pág. 20. 45 Homilía 4, “El Verbo Encarnado”, ibid., págs. 63-65. 46 Ibid., pág. 67. La frase “puro verdor es nuestro lecho” corresponde a hn6n6i9r5 unc2r4i5-éa5 “También nuestro lecho (o cama) [es o está] frondoso (o verde, lleno de hojas)”. Los LXX tienen “junto a nuestro lecho [hay] sombra”.

36 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

estos cedros del Líbano anidan aves, entre las cuales destaca la cigüeña. Luego Gregorio dice: Son estos cedros las virtudes que protegen la casa del tálamo nupcial. En ellos, como aves, ponen las almas su nido; al [nido] de la cigüeña llama casa la Escritura. Dicen que estas aves odian el tener que aparearse, y que cuando por necesidad natural han de crear, sienten tristeza y sufrimiento. Por esto la Escritura metafóricamente las toma como señal de pureza.47

Para Gregorio de Nisa, el alma sigue un viaje de crecimiento ayudada por Cristo a través del amor, “el alma que de ascensión en ascensión ha llegado a lo más alto…para que participe de la vida eterna”.48 En general, Gregorio va asumiendo el sentido de las palabras aun cuando éstas carezcan de ese matiz que él quiere ver en el inicio de su “viaje”: “Nos permitimos suponer el sentido de estas palabras por cuanto llevamos dicho”.49 Al finalizar su cuarta homilía reconoce: “si hubiere algún otro comentario que se ajuste más a la verdad de lo que buscamos, lo recibiré de buen grado”.50 Refleja así su intención de alimentar a la grey con una palabra animadora más que un comentario exegético. Los Capadocios son altamente alegóricos en su hermenéutica de Cantares. Se diferencian levemente de las ideas de Orígenes. Enfatizan cuestiones propias de la época en que están viviendo. Aparecen conceptos como pecado original, libre albedrío, encarnación de Cristo, unión de naturalezas en Cristo. La dualidad platónica material/espiritual es quizás más marcada en su exégesis que en la de Orígenes. Si bien se entiende el interés por los debates cristológicos de su época, no parece 47

Ibid., pág. 68. Está inserta esta frase en la explicación de Cnt. 2:5-6. Cristo es el arquero que lanza la flecha con la mano derecha que hiere de amor al alma, y la flecha es la misma alma que es abrazada por Cristo. “Con la diestra le da largos años de vida. Con la izquierda riquezas y bienes eternos y la gloria de Dios de la que no podrán participar los que busquen la gloria del mundo. Con la mano izquierda dirige a la flecha al blanco”. Ibid., págs. 77-78. 49 Esta frase está inserta en el comentario a 5:9, Homilía 13, “¿Dónde está el Señor? En la Iglesia, mi amor”, ibid., pág. 203. 50 Homilía 4, “El Verbo encarnado”, ibid., pág. 80. 48

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

37

adecuada la exégesis alegórica que ellos aplican. Parece más una imposición al texto que una verdadera exégesis. Este fenómeno se irá repitiendo a través de los siglos, aún en interpretaciones literales. Otros autores tempranos Otros autores del siglo IV mencionados por Pope son Filón de Carpasia, quien refleja muchas ideas de Orígenes, y Jerónimo.51 Este último, como ya se ha mencionado, criticó a varios autores por su trabajo sobre Cantares y alabó a Orígenes por sus obras. Introdujo la interpretación alegórica en las iglesias de Occidente.52 Para él, el Cantar era una obra para ser leída por “estudiantes avanzados de las Sagradas Escrituras”.53 También defendió la virginidad perpetua de María usando el Cantar. En su libro Contra Joviniano cita “Mi hermana es un huerto cerrado, una fuente sellada” (Cnt. 4:12) y comenta: “por estar cerrado y sellado se asemeja a la Madre del Señor, que fue a la vez madre y virgen. Por eso, ni antes ni después, fue puesto nadie en el sepulcro nuevo del Señor. Y, sin embargo, esta virgen perpetua es también madre de muchas vírgenes”.54 51

Pope, Song of Songs, pág. 118. Ibid., pág. 119. 53 Le recomienda a Leta que su hija Paula primero debe leer los evangelios, luego Hechos y las epístolas. Luego debe leer “los profetas, el heptateuco, los libros de Reyes y Crónicas, los rollos de Esdras y Ester. Cuando ella ha leído todos esos puede con seguridad leer el Cantar de los Cantares pero no antes; porque si ella lo leyera al principio, podría errar en percibir que, aunque están escritas en letras carnales, es una canción de matrimonio de una boda espiritual. Y si no entendiera esto, ella sufriría daño”. Jerónimo, “Letter cvii”, The Principal Works of St. Jerome, vol. 4 de A Select Library of the Nicene and Post-Nicene Fathers of the Christian Church, Second Series, trad. Hon W. H. Fremantle (Grand Rapids, Michigan: Wm. Eerdmans Pub. Co., 1954), pág. 194. Daniel Ruiz Bueno piensa que estas recomendaciones de lectura radican en la creencia por parte de Jerónimo que la niña experimentaría las mismas contrariedades juveniles que él vivió como hombre. Véase Jerónimo, “Carta 107. A Leta”, Cartas de San Jerónimo, Edición Bilingüe II: Introducción, Versión y Notas por Daniel Ruiz Bueno (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1962), pág. 229. 54 San Jerónimo, La perpetua virginidad de María: Introducción, traducción y notas por Guillermo Pons Pens, vol. 25 de Biblioteca de patrística 52

38 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

A fines del siglo IV escribió su comentario a Cantares Teodoro de Mopsuestia. Es interesante de destacar, porque fue el primero, que se tiene conocimiento, en entender el libro de manera literal, como una canción erótica. Pope comenta que “Teodoro teorizó que los súbditos de Salomón criticaron su matrimonio con una princesa egipcia y que el rey respondió en protesta con una atrevida canción de su amor en este Cantar”.55 Lamentablemente fue condenado como padre del nestorianismo en el Concilio de Constantinopla más de un siglo después de su muerte. Su obra no sobrevivió.56 Durante el siglo V predominó la interpretación alegórica, destacando Cirilo de Alejandría.57 La alegoría en diversas maneras fue la que predominó a través de todo este período. Destaca el impacto de Orígenes en los acercamientos al Cantar pues fue él quien desarrolló la idea con mayor claridad sobre un epitalamio que describe a Cristo, el esposo, y su relación con el creyente y la Iglesia, la esposa. A los ojos del siglo veinte cuesta entender los mecanismos exegéticos de estos hombres que definieron grandes doctrinas en los concilios pero que en Cantares “quedan cortos”. Se ve una repulsión a lo sexual como “filtro hermenéutico”. ¿Cuál es el acercamiento adecuado? ¿Debe ser totalmente descartada la exégesis alegórica? Hasta aquí parece que lo “normal” es el uso alegórico de Cantares. El caso más impactante es la reacción en contra de Teodoro de Mopsuestia y su entendimiento literal. Esta reacción de la Iglesia contra él sentará precedentes para los acercamientos a Cantares en los siguientes siglos. ÉPOCA MEDIEVAL (500-1500 D.C.) En el siglo VI sobresale la labor de Gregorio el Grande. Murphy dice “su influencia fue mucho más grande que lo que (Madrid: Editorial Ciudad Nueva, 1994), pág. 26, citando a Jerónimo, Contra Joviniano 1:32. 55 Pope, Song of Songs, pág. 119. 56 Sólo se conoce por los ataques de otros, lo cual difícilmente puede ser del todo objetivo. Murphy, The Song of Songs, pág. 22. 57 Dice Pope que éste identificaba el palanquín de Salomón con la cruz de Cristo, la plata que lo soportaba eran las treinta piezas de plata pagadas a Judas entre otras ideas. Véase Songs of Songs, pág. 121.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

39

su modesta obra podría sugerir”.58 Para Gregorio la alegoría era una especie de máquina “que servía para elevar el alma”. Su enfoque fue espiritualista pues estaba dirigido básicamente a monjes. Por ejemplo al comentar “que me bese con los besos de su boca”, compara cuando Moisés habló con Dios en el monte diciendo, “hablar boca a boca es como si fuera besar, y tocar la mente por entendimiento interno”.59 Los siglos VII y VIII fueron poco productivos para el Cantar de los Cantares.60 Más adelante, en el siglo IX resalta la labor del Venerable Bede. Su comentario tiene un fuerte énfasis en la interpretación alegórica eclesial. Dice Murphy: “él emplea la alegoría en forma controlada para desarrollar el presumible marco textual de la relación nupcial entre Cristo y su iglesia”.61 En cambio, en el siglo X, dice Pope, “hay poco o nada que agregar a la historia de la exposición de Cantares”.62 Lo mismo sucede en el siglo XI. El siglo XII fue el siglo de las Cruzadas, de las predicaciones de Pedro Lombardo, un siglo agitado. Increíblemente fue prolífero en torno al libro de Cantares. En este siglo fueron escritas alrededor de treinta obras sobre el Cantar. Bernardo de Claraval resaltó de tal manera que ha sido llamado “el último de los Padres de la Iglesia”. En sus últimos años de ministerio escribió ochenta y seis sermones sobre el Cantar de los Cantares abarcando sólo los dos primeros capítulos. No se trata de un tratado teológico sino más bien de reflexiones sobre temas y frases de esos capítulos.63 En ellos se evocan las Cruzadas, a Pedro Abelardo y a Pedro de Cluny.64 El Cantar recibe por 58

Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 511. Ibid., pág. 512, citando a Gregorio el Grande, Expositio in Canticum Canticorum (CChr ser. Lat. 144; de. E. Verbraken, Turnhout: Brépols, 1963), 144.15. Para más detalles de la obra se puede consultar el excelente análisis crítico de Vincenzo Recchia, L’esegesi di Gregorio Magno al Cantico dei Cantici (Torino, Italia: Società Editricie Internazionale, 1967). 60 Pope, Song of Songs, pág. 121. 61 Murphy, The Song of Songs, pág. 24. 62 Pope, Song of Songs, pág. 122. 63 Murphy, Song of Songs, págs. 26-27. Estos sermones fueron elaborados y dirigidos a una orden monástica por un espacio de dieciocho años (11351153), Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 513. 64 Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 513. 59

40 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

parte de Bernardo un enfoque espiritual. Él dice: “no es tanto mi deseo explicar palabras como influenciar corazones”.65 Al igual como lo hiciera Jerónimo, Bernardo dice en su Sermón 1.1-4: Los novatos, los inmaduros, aquellos que recientemente se han convertido de la vida mundana, no cantan normalmente esta canción ni la oyen cantada. Sólo la mente disciplinada por el estudio perseverante, sólo el hombre cuyos esfuerzos han dado a luz frutos bajo la inspiración de Dios, el hombre cuyos años…lo hacen maduro para el matrimonio—los años medidos no en el tiempo sino en méritos—sólo él está realmente preparado para la unión nupcial con la divina compañía…66

Para Bernardo el Cantar celebra a Cristo y su Iglesia, “el sacramento de la unión sin fin con Dios”. Pero en él, también “son expresados los deseos ascendentes del alma, su canción de boda, un regocijo de espíritu expresados en un lenguaje figurativo preñado con encantos”.67 Guillermo de Saint Thierry también plantea un enfoque espiritual al Cantar similar al de Bernardo de Claraval.68 Anselmo de Laon escribió una obra con enfoque escolástico.69 Ruperto de Deutz escribió una obra mariológica. Según Murphy, él “desarrolló un acercamiento ya propuesto en los escritos de Ambrosio y llegó a ser el primer erudito en aplicar a cabalidad la exégesis mariana al Cantar”.70 Los siglos XIII a XV no proporcionan grandes novedades a la historia de la interpretación del Cantar. Cabe mencionar, eso sí, a Nicolás de Lira, quien influiría en el pensamiento de Lutero.71 En el siglo XIV se convirtió del judaísmo al cristianismo. Compuso luego un comentario con una interpretación que es 65

Murphy, The Song of Songs, pág. 26, citando a Sermón 16.1. Ibid., pág. 27, n. 116, citando a Sermón 1.1-4. 67 Ibid., págs. 26-27, n. 115, citando a Sermón 1.6-8. 68 Ibid., pág. 25. 69 Murphy, “Patristic and Medieval Exegesis”, pág. 514. 70 Murphy, Song of Songs, pág. 25. 71 Pope comenta que había un estribillo que decía, Si Lyra non lyrasset, Luther non saltasset, “si Lira no ha piado, Lutero no ha brincado”, Pope, Song of Songs, pág. 125. 66

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

41

una mezcla de misticismo e historia. Pope señala que “…toma los primeros seis capítulos como un recuento de la historia de Israel desde el Éxodo hasta el nacimiento de Cristo y los últimos dos capítulos versan sobre la Iglesia cristiana y el progreso y paz alcanzados en los días de Constantino”.72 Salvo el último autor mencionado, se puede ver que a través de la Edad Media predominaron los diversos acercamientos alegóricos como epitalamios expresando la relación entre Cristo y la Iglesia o el alma (y en el caso de María, un alma muy especial). Nicolás de Lira, en cambio, por su trasfondo judío ve la alegoría de manera histórica (cp. el estudio de la historia de la interpretación judía).73 No se ve acercamientos literales. Quizás la muerte de Teodoro de Mopsuestia sirvió para acallar cualquier intento literal en una época en que la Iglesia tenía el control de la interpretación y de casi toda esfera de la vida. En la siguiente etapa de la historia la Iglesia pierde su hegemonía. Nuevas luces abrirán las mentes de los exegetas sin el temor al poder omnímodo que la Iglesia ejercía. ÉPOCA MODERNA (1500-1900 D.C.) Pensadores católicos españoles del siglo XVI La época moderna inició con un cambio brusco de la visión de mundo. Cristóbal Colón había descubierto América en 1492. El humanismo había transformado la mentalidad de Europa. Las corrientes revolucionarias al interior de la iglesia en los siglos recién pasados habían preparado el camino para la Reforma. Sin duda todo este trasfondo influye grandemente en los acercamientos bíblicos. Por ejemplo, fray Luis de León dice en la introducción a su comentario que él ha basado su obra en manuscritos hebreos del Cantar cotejados con todas las versio-

72

Ibid. Se puede ver en la obra de Pope una pequeña reseña de las obras de los siglos XIII al XV, ibid., págs. 124-25. 73 Morales, “Historia panorámica de la interpretación judía de Cantares”, Kairós 26 (enero-junio 2000), págs. 41-58.

42 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

nes latinas y griegas que tuvo a su alcance.74 Este es un reflejo del humanismo en el desarrollo interpretativo del Cantar puesto que, a diferencia de sus antecesores, busca conocer los idiomas bíblicos y trata de entender la cultura hebrea en que fueron escritos. En España destacan los trabajos de Fr. Luis de León, Juan de la Cruz, Juan y Teresa de Ávila. El primero fue un maestro de las Escrituras; los otros, místicos. En su comentario al Cantar Fr. Luis de León (1527-1591) señala que: Cosa cierta y sabida es que en estos Cantares, como en persona de Salomón y de su Esposa la hija del rey de Egipto, debajo de amorosos requiebros explica el Espíritu Santo la Encarnación de Cristo y el entrañable amor que siempre tuvo a su Iglesia, con otros misterios y secretos de gran peso. En este sentido espiritual no tengo que tocar, que de él hay escritos grandes libros por personas santísimas y muy doctas que, ricas del mismo Espíritu que habló en este libro, entendieron gran parte de su secreto, y como lo entendieron lo pusieron en sus escrituras…75

Luego en su desarrollo del libro plantea el sentido literal. Para él los personajes son Salomón y su esposa que a veces aparecen como el pastor y la pastora. Además están las compañeras de la esposa. Su traducción es impresionante. Él la desarrolla en versos de “octava rima” manteniendo fidelidad al Texto Masorético. Explica los versículos literalmente y en algunos casos hace aplicaciones a la relación entre Dios y los creyentes. Por ejemplo, después de comentar 3:4 dice: …según el sentido espiritual…se entienden dos cosas: que en los casos desesperados, y cuando todo el saber e industria humana se confiesa por más rendida, está Dios más presto y más aparejado para nuestro favor… juntamente con esto se ve la razón por qué muchos buscan a Cristo muy luengamente por muchos días, y con grandes trabajos no le hallan, hallándole otros con más brevedad…76 74

Fray Luis de León, Versión y exposición de El Cantar de los Cantares de Salomón (Colección Universo; Buenos Aires: Editorial Sopena Argentina, 1943), págs. 8-9. 75 Ibid., págs. 6-7. 76 Ibid., págs. 50-51. Es un libro muy romántico y sutil. El autor maneja bien ideas hebreas y paralelismos de su época, tornando la lectura muy amena

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

43

Fue precisamente este comentario a Cantares el que hizo que Fr. Luis de León fuera procesado por la Inquisición.77 En cambio, los místicos españoles siguieron otra línea interpretativa. Juan de Ávila (1500-1569) no escribió nada específico sobre el Cantar pero lo usa en sus cartas. Lo entiende de manera alegórica. Por ejemplo, al final de una carta dirigida a una persona que tenía deseo de servir a Dios, le dice que éste le recibirá su alma penitente pues: Él la ha despertado y convidado; Él la recibirá y la enseñará. Él es el maestro que el Padre nos envió; oiga sus palabras, piense en su vida, mírese en Él puesto en cruz, como en un limpio espejo. Haga su morada en los agujeros de la piedra, a los pies llagados de su Señor, porque allí como paloma estará guardada de sus pecados y y edificante. En un resumen al inicio de la obra plantea esbozos de la interpretación espiritual que desarrolla de manera similar Juan de la Cruz. Fray Luis de León comenta: “el alma recién convertida y herida del amor de Dios desea con ansia unirse a Él, desengañada del amor de las criaturas; pero conociendo su flaqueza, le pide que la lleve tras sí con los atractivos de su gracia. Confiesa con humildad los yerros pasados, y para no volver a ellos suplica a su Esposo que la muestre el verdadero camino. Su Esposo la manda que siga las huellas de los Santos y se gobierne por sus ejemplos: que se sujete al yugo de la obediencia, mortificando sus sentidos, y abrazándose con las demás leyes de la penitencia. Hácelo así la Esposa, confiada en la asistencia de su Esposo, y él corresponde regalándola con nueva luz y más viva inspiración de amor, con lo cual alegre ella desea con mayor ansia gozar tranquilamente de la vista de su Esposo”. Ibid., pág. 11. 77 Desde la cárcel, el 18 de diciembre de 1573 escribe una carta. El primer pedazo se ha perdido; el resto sigue en su parte introductoria: “…donde hay alguna mayor dificultad y yo quisiera pasar con silencio por él [se refiere a la Inquisición], porque no sé si hallaré palabras convenientes para declarar lo que siento. Mas pues la fuerza e injuria de mis enemigos me compele a ello, perdonarme han las orejas honestas y religiosas, si para mi debida y necesaria defensa se levantare el velo con que San Jerónimo quiso encubrir la vergüenza, que a su parecer halló en este lugar [se refiere a Cantares]; y si hablare de las cosas, que la naturaleza hizo para fin honesto, con palabras usadas; las cuales, si el uso vicioso las entorpece, el juicio limpio y que trata de sólo el conocimiento de la verdad las limpia. Porque a los limpios y buenos, que no pervirtieron en nada el natural uso, todo lo natural es limpio, y sólo el vicio, que es desorden de la naturaleza, les ofende”. De aquí en adelante defiende su exégesis y critica sutilmente la traducción de Jerónimo en varios pasajes de la Vulgata donde a su juicio han primado los prejuicios del Padre medieval. Véase Félix García, Obras completas castellanas de fray Luis de León, vol. 1 (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1957), págs. 211-18.

44 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

demonios y de todo otro mal. Sepa gemir allí, pues es paloma del Señor; y con la sangre que allí hay y con recibir los sacramentos, en los cuales está su virtud, será esa ánima lavada y emblanqueada más que la nieve; y oirá algún día de la boca del Señor: Levántate paloma mía.78

Aquí Juan de Ávila hace alusión a Cnt. 2:14 y 2:10. El alma del creyente es vista como la amada, la paloma. Los pies de Cristo son “los agujeros de la piedra”. En general Juan de Ávila sigue la interpretación tradicional en que Cristo es el Amado y el alma es la amada. No usa la figura de la amada para referirse a la Iglesia.79 Por su parte Juan de la Cruz (1542-1591) compuso varios libros y poesías. Entre éstos resalta para esta investigación su Cántico espiritual. Comenta Lucinio Ruano, estudioso de las obras del doctor de la Iglesia española, que la obra explica: …la unión del alma con Dios a base del desarrollo de la gracia bautismal, culminando aquí tanto en una relativa reintegración original en cuanto el presente orden de la naturaleza y de la gracia hacen [sic] posible, como en un auténtico pregustar de la unión perfecta en la gloria.80

Juan de la Cruz señala: El orden que llevan estas canciones es desde que un alma comienza a servir a Dios hasta que llega a el último estado de perfección, que es el matrimonio espiritual; y así, en ellas se tocan los tres estados o vías de exercicio espiritual por las cuales pasa el alma has-

78

Juan de Ávila, “Carta 69”, Obras completas del B. Mrto. Juan de Ávila: Edición crítica, vol. 1, ed. Luis Sala Balust (Madrid: Editorial Católica, 1954), pág. 571 (el énfasis es mío). Otras citas se encuentran en sus Cartas 22, 40, 41, 43, 44, 59, 79,112, 229, entre otras. Los versículos más citados son 2:16 (en seis cartas) y 8:7 (en siete cartas). Para estas cartas y otras obras, véase la recopilación de Luis Sala Balust. 79 Véanse las citas dadas por Luis Sala Balust en su índice, ibid., pág. 1098. 80 Crisógono de Jesús, Matías del Niño Jesús y Lucinio Ruano, Vida y obras de San Juan de la Cruz (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1973), pág. 700. Vale la pena señalar que las obras están escritas en español del siglo XVI; por lo tanto la ortografía variará levemente.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

45

ta llegar al dicho estado, que son purgativa, iluminativa y unitiva…81

La obra Cántico espiritual consta de cuarenta canciones (o estrofas), explicadas luego por el mismo Juan de la Cruz.82 En su cántico usa repetidas veces citas o alusiones al Cantar. A modo de ejemplo se menciona a continuación la “Canción 1” y la “Declaración 5”. ¿Adónde te escondiste, Amado, y me dejaste con gemido? Como el ciervo huiste, Habiéndome herido; salí tras ti clamando, y eras ido Esto mismo quiso decir la esposa en los Cantares divinos cuando, deseando unirse con la divinidad del Verbo Esposo suyo, la pidió al Padre, diciendo: Muéstrame dónde te apacientas y dónde te recuestas al mediodía (1,6); porque en pedir le mostrase dónde se apacentaba era pedir le mostrase la esencia del Verbo divino, su Hijo, porque el Padre no se apacienta en otra cosa que en su único Hijo, pues es la gloria del Padre… Este pasto, pues, de el Verbo Esposo, donde el Padre se apacienta en infinita gloria, y este pecho florido, donde con infinito deleite de amor se recuesta escondido pro81

Luego añade Juan de la Cruz “El principio dellas trata de los principiantes, que es la vía purgativa. Las de más adelante tratan de los aprovechados, donde se hace el desposorio espiritual; y ésta es la vía iluminativa. Después déstas, las que se siguen tratan de la vía unitiva, que es la de los perfectos, donde se hace el matrimonio espiritual; la cual vía unitiva y de perfectos se sigue a la iluminativa, que es de los aprovechados. Y las últimas canciones tratan del estado beatífico, que sólo ya el alma en aquel estado perfecto pretende, “Cantico Espiritual”, Vida y obras de San Juan de la Cruz, pág. 706. 82 Según el análisis que hace David Lewis, las primeras diecinueve canciones las dice la esposa, con una pequeña respuesta de las criaturas en la quinta estrofa y una del esposo en la XIII. De la estrofa XIX a XXIII habla el esposo. A continuación habla la esposa desde la XXIV a XXXIII. El esposo le contesta en las XXXIV y XXXV. Finalmente la esposa habla desde la XXXVI hasta el final, la estrofa XL. Véase A Spiritual Canticle and the Bridegroom Christ by St. John of the Cross, trad. David Lewis (Londres: Thomas Baker, 1919), págs. 5-13. Una obra similar hizo en años recientes el literato español Luis Nos Muro, aunque no comenta su poema. Esta obra es titulada “Cantar de los Cantares” y consta de veintiséis estrofas. Es elegante y muy romántico. Véase Luis Nos Muro, “Cantar de los Cantares”, Religión y cultura 41, (octubrediciembre 1995), págs. 899-912.

46 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

fundamente de todo ojo mortal y de toda criatura, pide aquí el alma esposa cuando dice: ¿Adónde te escondiste?83

Aquí se ve una alusión al Cnt. 1:7. En este caso “el amado” corresponde al “Padre” y Juan de la Cruz suple “te” en la frase, pues el hebreo aquí no tiene objeto directo.84 Así en el resto del libro trata las citas del Cantar alegóricamente, relacionando la amada con el alma y el amado con Cristo. La ruta que sigue el alma en su perfeccionamiento es explicada con frases del Cantar interpretadas alegóricamente.85 Teresa de Ávila (1515-1582), por su parte, escribió unas meditaciones sobre algunos versículos de Cantares.86 En ellas recurre repetidamente a la frase del versículo 1:1, “que me bese con los besos de su boca”. Lo explica alegóricamente de varias maneras. Relaciona el beso con el “Santísimo Sacramento”, donde el alma del creyente se une con Dios. También lo rela-

83 “Cántico Espiritual”, Vida y obras de San Juan de la Cruz, págs. 70708. La cita entre paréntesis ha de corresponder a la Vulgata, que omite el v. 1. Los LXX y el TM tienen 1:7 84 El TM dice ,y1r6h0X6B5 ìyB1r4T5 hk6ya2 hi3r4t1 hk6ya2 “¿dónde apacientas?, ¿dónde haces descansar en el mediodía?”. BDLA suple “rebaño” en la primera pregunta y “lo” en la segunda. RV60 al parecer sigue a la LXX que tiene ,pues en la segunda pregunta traduce “¿dónde sesteas al mediodía? RV95 suple en la primera “rebaño” pero en la segunda sigue a RV60 y traduce “descansas”. 85 Por ejemplo, en la explicación de la frase “salí tras ti clamando, y eras ido” dice: “Esto que aquí llama el alma salir para ir a buscar el Amado llama la esposa en los Cantares levantar diciendo: Levantarme he y buscaré al que ama mi alma, rodeando la ciudad por los arrabales y las plazas. Busquéle— dice—y no le hallé, y llagáronme (3,2 y 5,7). Levantarse el alma esposa se entiende allí, hablando espiritualmente, de lo bajo a lo alto, que es lo mismo que aquí dice el alma salir, esto es, de su modo y amor bajo al alto amor de Dios”, “Cántico espiritual”, Vida y obras de San Juan de la Cruz, pág. 712. 86 La obra en cuestión ha recibido varios nombres. Teresa misma no le puso nombre. P. Gracián, quien editó la obra por primera vez en 1611 en Bruselas, la publicó con el título de “Conceptos del amor de Dios”. Efren de la Madre de Dios y Otger Steggink lo titulan “Meditaciones sobre los Cantares”; véase su Santa Teresa de Jesús, Obras completas (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1962), págs. 321-43. Luis Santullano sigue el título de Gracián en Santa Teresa de Jesús, Obras completas (Madrid: Aguilar S. A. de Ediciones, 1974), págs. 487-514.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

47

ciona con la paz y amistad que el Señor da al alma.87 Interesante resulta para este estudio su reflexión en torno a Cnt. 2:3: Dice: “asentéme en la sombra del que havía deseado”. ¡Válame Dios, qué metida está el alma u abrasada en el mesmo sol! Dice que se sentó a la sombra del que havía deseado. Aquí no le hace sino manzano, y dice que “es su fruta dulce para mi garganta”. ¡Oh, almas que tenéis oración, gustad de todas estas palabras de qué manera podemos considerar a nuestro Dios, qué diferencia de manjares podemos hacer de El! Es maná, que sabe conforme a lo que queremos que sepa.88

Termina su obra diciendo: Y porque en el libro que os he dicho hallaréis cuándo ha un alma desear salir a aprovechar a otros y el peligro que es salir antes de tiempo, muy por menudo, no lo quiero decir aquí ni alargarme más en esto, pues mi intento fue, cuando lo comencé, daros a entender cómo podéis regalaros cuando oyerdes algunas palabras de los Cánticos y pensar—aunque son a entender vuestro escuras—los grandes misterios que hay en ellas; y alargarme más sería atrevimiento.89

Pensadores protestantes del Siglo XVI El siglo XVI también vivió la fractura de la Iglesia. La reforma “detonada” por Martín Lutero abrió paso a nuevas líneas de pensamiento cristiano.90 Según Murphy, “Martín Lutero es 87

Steggink, “Meditaciones sobre los Cantares” 1:11-12, Obras completas de Santa Teresa de Jesús, pág. 324-325. (La cita de capítulo y versículo de esta nota y las dos siguientes corresponde a la división dada por Gracián). 88 La reflexión de este capítulo se basa en “Sentéme a la sombra del que deseava y su fruto es dulce para mi garganta”, ibid. 5:2, pág. 336. La versión publicada por Luis Santullano cambia la grafía de Teresa por ortografía moderna. 89 Ibid. 7:11, pág. 342. 90 Las pautas histórico-político-económico-religiosas que marcaron estos años dieron pie para que muchos más estudiosos se atrevieran a acercarse a la Biblia para entenderla e interpretarla sin la tutela de la “Iglesia”. En ese sentido Martín Lutero es “un hijo de su época”. Puede ver detalles del desarrollo del contexto que desembocó en la Reforma de Lutero como un detonante en el excelente trabajo de David Suazo J., “Historia de la Reforma en Alema-

48 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

la única figura entre los reformadores protestantes tempranos que ha dejado una exposición consecutiva del Cantar”.91 Lutero critica los enfoques interpretativos que se le han dado al Cantar. Sin embargo, dice Murphy, “la exposición consecutiva de Lutero presta atención al desarrollo literal y estado del texto, pero su explicación del contenido temático es consistentemente alegórica”.92 Así también, al observar algunos escritos en que Lutero hace uso de citas de Cantares, se ve variedad en el manejo que hace del libro.93 En su prefacio a los libros de Salomón dice: El tercer libro es un canto de alabanza. Salomón alaba a Dios por la obediencia como don de Dios. Porque donde Dios mismo no administra y gobierna, en ningún estado existe ni obediencia ni paz. Pero donde hay obediencia o buen gobierno, allí reside Dios y besa y acaricia a su querida novia con su palabra, esto es, con el beso de su boca.94

Aquí se ve el uso alegórico de Cnt. 1:1. La novia al parecer es cualquier estado que es obediente a Dios. El amado es Dios. El beso aquí sería la suministración de la Palabra de Dios. nia y sus implicaciones para América Latina” (tesis de licenciatura, Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala, 1984), págs. 25-78. 91 Murphy, The Song of Songs, pág. 33. 92 Ibid., pág. 34. Murphy presenta varios ejemplos del trabajo de Lutero. Véase ibid., págs. 32-35, y las notas 143-153. El mismo Lutero critica a las otras interpretaciones de ser “inmaduras y extrañas”. Por eso él quiere “llevar al sentido más simple y al carácter real de este libro”; Murphy, ibid., págs. 3334, citando a “Lectures on the Song of Solomon”, Luther’s Works, vol. 15, ed. Jaroslav Pelikan (San Luis: Concordia, 1972), pág. 191. También critica la interpretación mariana. Él señala que “¡obviamente no puede haber en ninguna parte alguna pizca de evidencia para establecer la increíble ignorancia y ceguera de nuestros adversarios!”, Murphy, ibid., pág. 34, n. 148, citando a Pelikan, “Lectures on the Song of Solomon”, pág. 225. 93 Al parecer esto no lo capta Marvin Pope en su gran investigación, pues dice, “Lutero, incapaz de aceptar las fantasías alegóricas de los Padres, o caminar en la admisión del sentido literal erótico, propone la teoría que la Esposa del Cantar es el estado feliz y pacífico bajo el reinado de Salomón y que el Cantar es un himno en el cual Salomón agradece a Dios por el divino don de la obediencia”, Song of Songs, pág. 126. 94 Martín Lutero, “Prefacio a los libros de Salomón”, en Obras de Martín Lutero, vol. 6, trad. Carlos Witthaus (Buenos Aires: Ediciones La Aurora, 1979), pág. 68.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

49

Por otro lado, cuando Lutero escribe y explica las conclusiones de Heidelberg en 1518, usa de otra manera el Cantar.95 Señala en su conclusión 27, “Podría afirmarse con razón que la obra de Cristo es a la vez el sujeto que opera y el cumplimiento de nuestra obra y que de esta manera, aquello que es operado agrada a Dios por la gracia de la obra operada”. Luego explica: Desde que Cristo mora en nosotros por la fe, nos impele a las obras por aquella fe viviente en las suyas propias… Si su acción está en nosotros, ella vive por la fe y nos atrae vehementemente según estas palabras ‘llévame en pos de ti; correremos hacia el olor de tus ungüentos”, es decir, de tus obras (Cant. 1:3).96

La cita corresponde a Cnt. 1:4. Aquí Cristo es el amado, los creyentes son la amada y el coro a la vez. Los ungüentos, como lo señala Lutero, son ¡las obras de Cristo! Algo similar ocurre en el escrito Las buenas obras, dirigido a don Juan, duque de Sajonia. En su séptimo punto cita Cnt. 2:7, explicando lo débil y pequeña que resulta la fe de las obras. Aquí Dios está oculto, como dice la novia en el Cantar de los Cantares: “Helo aquí, está tras de la pared, y mira por nuestras ventanas”. Esto quiere decir: Él está oculto bajo los sufrimientos que quieren separarnos de él como una pared, y hasta como una muralla. Sin embargo, él mira por mí, y no me abandona. Está ahí, y dispuesto a ayudarme benignamente. A través de las ventanas de la fe oscura se deja ver.97

No es necesario aclarar cómo Lutero usa este versículo. Se puede ver en estos casos mencionados cómo, pese a que trata de evitar los vicios de sus antecesores, sigue envuelto en la alegorización basada en sus preconcepciones, para apoyar sus tesis.

95 Martín Lutero, “Conclusiones de Heidelberg”, ibid., vol. 1 (1967), págs. 29-46. 96 Ibid., pág. 45. La diferencia de cita se debe a que la Vulgata omite el v. 1 (ver n. 83 para el mismo fenómeno). 97 Martín Lutero, “Las buenas obras”, ibid., vol. 2 (1974), pág. 29.

50 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Otro reformador alemán, Thomas Müntzer (¿1489?-1525), uno de los gestores del movimiento anabaptista, usó el Cantar en sus escritos, aunque no escribió un comentario u homilía sobre el mismo. Antes de separarse de la Iglesia, en un sermón sobre Mateo 1 afirma que “el nacimiento de María se describe en el Cantar de los Cantares 6”.98 Es probablemente una alusión a Cnt. 6:9. Ya separado de la Iglesia alude a Cnt. 5:2, refiriéndose a Cristo como el esposo y la iglesia como la amada.99 En su escrito “Protesta o Proposición” (Protestation oder Empietung) cita alegóricamente Cnt. 2:2; 4:15 y cap. 5, presentando a los amados como Cristo y la Iglesia.100 Un pensamiento similar parece tener Calvino respecto a Cantares, según se deriva de su exposición al Salmo 45. Él dice: “El tema tratado aquí no es algún amor obsceno o no casto, sino que, se considera aquí a Salomón como un tipo, la santa y divina unión de Cristo y su Iglesia es descrita y manifestada”.101 La cita de Pope confirma esta idea. Él menciona una crítica de Calvino a Sebastián Castellio de Génova que dice: “Nuestra principal disputa respecto al Cantar de los Cantares. Él considera que es un poema lascivo y obsceno, en que Salomón ha descrito sus relaciones amorosas desvergonzadamente”.102 Pensamiento católico americano: Sor Juana Inés de la Cruz El siglo XVII vio florecer el pensamiento en el Nuevo 98

Thomas Müntzer, “Two Sermons from Zwickau”, The Collected Works of Thomas Müntzer, ed. Peter Matheson (Ediimburgo: T. & T. Clark, 1988), pág. 384. 99 Thomas Müntzer, “A Protestation concerning the Situation in Bohemia” (versión larga en alemán), ibid., pág. 363; la versión en latín también alude a la misma cita, pero la idea es un poco diferente, ibid., pág. 373. 100 Esta obra consta de veintidós proposiciones. Fue escrita en 1524 desde Stolberg en las montañas Harz por Müntzer, “ahora pastor de Allstedt, acerca de su enseñanza, comenzando con la verdadera fe cristiana y bautismo”, ibid., pág. 188. 101 John Calvin, “Commentary on Psalm 45”, en Joshua and Psalms, vol. 2 de Calvin’s Commentaries, trad. Henry Beveridge (Grand Rapids, Michigan: Associated Publishers and Authors, s. f.), págs. 468-69. 102 Pope, The Song of Songs, pág. 127.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

51

Mundo. Sor Juana Inés de la Cruz resalta dentro de los escritores mexicanos de la Nueva España. Según la opinión de Octavio Paz, uno de sus villancicos más logrados (número 221) fue una paráfrasis del Cantar de los Cantares.103 En él la amada es la virgen María y Cristo es el amado.104 También en su obra El divino Narciso hace eco de varios pasajes bíblicos, entre ellos de Cantares. En este caso, sin embargo, en una de sus estrofas se percibe cierta interpretación literal que hace del Cantar. En ella hace una descripción “del amado” y dice: los ojos de paloma que enamora y en los raudales transparentes mora; mirra olorosa de su aliento exhala; las manos son al torno y están llenas de jacintos, por gala, o por indicio de sus graves penas: que si el jacinto es Ay, entre sus brillos ostenta tantos Ayes como anillos.105

Puritanismo inglés En Inglaterra el puritanismo cobraba auge. Destacados personajes de la vida puritana trabajaron en universidades. Algunos escribieron comentarios sobre Cantares, otros predicaron sobre el libro y otros mencionaron citas de éste en sus escritos. A grandes rasgos se percibe la interpretación alegórica tradicional que cree ver en el libro la relación entre Cristo y la Iglesia en general y con el creyente en particular, aunque con ciertos matices. Thomas Brooks (1608-1680) escribe en una predicación de Romanos 8:32-34 titulada “El cielo en la tierra” que “el conocimiento que acompaña la salvación es un conocimiento experimental”. Cita para apoyar esto Cnt. 1:2. Luego explica que la esposa ha experimentado el amor de Cristo y que ella ansía estar lo más cerca de Cristo y con una mayor comunión y rela103 Octavio Paz, Sor Juana Inés de la Cruz o trampas de la fe (Barcelona: Editorial Seix Barral, 1988), pág. 429. 104 Ibid., págs. 429-30. 105 Ibid., pág. 466. Aquí hay ecos de Cnt. 1:13 y 2:14. Octavio Paz comenta que es una “osada combinación de Ovidio y la Biblia”, ibid.

52 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

ción con Cristo por ese conocimiento experimental.106 Aquí claramente Cristo es el amado y el creyente es la amada. Más tarde en una predicación de Ef. 3:8 titulada “Las riquezas de Cristo” cita Cnt. 2:3. Según Brooks aquí el manzano (j5uPT5) es Cristo. Da tres razones para afirmar su entendimiento de la alegoría: “él es sombra a las pobres almas…”; además es agradable “por aquellos frutos de justicia y santidad que crecen en él”, y por la diversidad pues “hay variedad de excelencias en él”.107 También señala a Cristo como el amado en Cnt. 5:10, como la única causa de admiración de personas o cosas.108 Richard Sibbes (1577-1635) se convirtió al evangelio en 1602. Llegó a ser un prominente predicador puritano.109 Se han conservado veinte mensajes de Cantares titulados “Entrañas abiertas” (Bowels Opened) que abarcan Cnt. 4:16-6:3 y otro sobre Cnt. 1:2.110 El primer sermón trabaja Cnt. 4:16. Reconoce que “otros libros de Salomón parecen más obvios y abiertos al entendimiento común”.111 Luego plantea su premisa de que “este libro contiene alegría mutua y la alabanza mutua entre Cristo y su iglesia”.112 Afirma que en 4:16 el viento es el Espíritu Santo y la Iglesia es el jardín. El Espíritu como viento norte limpia los corazones de los creyentes y esparce las nubes de corrupción y acechos de Satanás sobre el alma. La iglesia es un jardín porque es un lugar común apropiado para un uso especial, no tiene nada natural sino implantado, y además tiene variedad de flores.113 Algo similar hace en su segundo mensaje al citar Cnt. 5:1. Afirma que somos hermanos de Cristo por su sangre y su esposa por matrimonio, usando versículos tanto del

106

Alexander B. Grosart., ed., The Works of Thomas Brooks, vol. 2 (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1980), pág. 436. 107 Ibid., vol. 3 (1980), págs. 195-96. 108 Ibid., pág. 197. Para más detalles acerca de la vida de Thomas Brooks puede ver ibid., vol. 1 (1980), págs. xxi-xxxvii. 109 Para más detalles de la vida y obra de Sibbes, véase Alexander B. Grosart, ed., The Works of Richard Sibbes, vol. 1 (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1979), págs. xix-cxxxi. 110 Los sermones están íntegramente publicados en ibid., págs. 5-210. 111 Ibid., vol. 2 (1982), pág. 5. 112 Ibid. 113 Ibid., págs. 8-11.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

53

Antiguo Testamento como del Nuevo para defender su interpretación.114 Otro puritano de la misma línea de pensamiento fue David Clarkson (1621-1686). En un mensaje de Ap. 3:20 titulado “La gracia de Cristo, invitación a los Pecadores”, afirma, basado en Cnt. 5:2-3, que los pecadores están descansando con sueño. El pecado les hace tener muchas excusas para no abrirle la puerta a Cristo, el amado.115 Un importante escritor inglés del siglo XVII sin duda fue James Durham. El prefacio al comentario de Durham lo hace John Owen. Este último comenta que “el tema de éste [de Cantares] es sublime, espiritual y místico; y la manera de manejarlo es universalmente alegórica”. Más adelante señala que “La persuasión más general de los hombres estudiosos es, que el [libro] completo es una santa declaración de esa comunión místicamente espiritual, que hay entre el gran Esposo y su Esposa, el Señor Cristo y su iglesia, y todas las almas creyentes que permanecen junto a él”.116 Durham dice: “Mi comprensión es, que cuando habla de un matrimonio, esposa, hermana, amado, hijas de Jerusalén, etc., esas expresiones no deben ser entendidas como tales, sino como envolventes de cierta naturaleza espiritual bajo ellas”.117 A modo de ejemplo se plantea la exégesis que hace de Cnt. 4:5. Él afirma que los pechos representan la habilidad de alimentar que tienen los creyentes. Por lo tanto, lo que Cristo está alabando es la capacidad de los creyentes para ayudar a otros. Ésta

114

Ibid., págs. 27-28. James Nichol, ed. The Works of David Clarkson, vol. 2 (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1988), pág. 57. 116 John Owen, “To the Readers”, prefacio a James Durham, An Exposition of the Song of Solomon (Edimburgo, The Banner of Truth Trust, 1982), págs. 19-22. Este prefacio está fechado 20 de mayo de 1669, ibid., pág. 22. Owen en el capítulo XIII de su : Or, a Declaration of the Glorious Mystery of the Person of Christ, presenta ideas similares. Su idea es que las palabras del Cantar son una metáfora de cosas que deben ser entendidas espiritualmente. Véase William H. Goold, ed., The Works of John Owen, vol. 1 (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1987), págs. 157-58. Para la vida y obra de Owen, véase ibid., págs. xxi-cxii. 117 Durham, Exposition of the Song of Solomon, pág. 28. 115

54 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

consta de dos aspectos (pues la mujer tiene dos pechos): alimentar y edificar a los demás.118 Siglo XVIII: El “abanico” interpretativo comienza a abrirse A fines del siglo XVII (en 1693) Bossuet propuso que Cantares tenía una división hebdómada que correspondía a la semana de bodas hebrea. Será más tarde desarrollada esta idea en el siglo XIX con los hallazgos y paralelos sirios.119 Al comenzar el siglo XVIII se publica la obra del reconocido Matthew Poole. En su comentario al Cantar sigue los lineamientos tradicionales. Luego de plantear argumentos bíblicos donde presenta a Dios como el esposo en el Antiguo Testamento afirma: En base a estas consideraciones, y muchas otras que podrían ser sugeridas… es suficientemente manifiesto que el principal enfoque y asunto de este libro es describir el amor mutuo, unión y comunión que hay entre Cristo y su iglesia en las varias condiciones a las cuales es expuesta en este mundo, como en el estado de debilidad, y deserción, y persecución de pastores necios… A veces habla de la iglesia en general, como una persona o un cuerpo; y a veces de los miembros particulares de ella, o de varios creyentes…o que profesan serlo, y de sus varias disposiciones y condiciones.120

Pocos años después publica su comentario el célebre Matthew Henry. En un argumento circular, compara el Cantar con el Salmo 45 para afirmar que se trata de un epitalamio donde “por las expresiones de amor entre el esposo y la esposa, manifiestan e ilustran el mutuo afecto que se da entre Dios y un distinguido remanente de la humanidad”, que para él es la igle-

118

Ibid., págs. 212-13. Pope, Song of Songs, pág. 141. 120 Matthew Poole, Psalms to Malachi, vol. 2 de A Commentary on the Holy Bible (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1990), pág. 308. La primera publicación de este libro se hizo en 1700. 119

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

55

sia.121 Para ilustrar su exégesis, en Cnt. 1:5-6 las “hijas de Jerusalén” equivalen a los creyentes o iglesias débiles, bebés en Cristo, y la amada serían los creyentes o iglesias maduras.122 La negrura de la sulamita corresponde a “herejías, escándalos, y ofensas que suceden en la iglesia…los mejores santos tienen sus fallas”.123 En esta época comienzan a surgir ideas que luego se presentarán como el enfoque literal del Cantar. Pope presenta al erudito anglicano Robert Lowth, que aunque no afirma categóricamente esta idea, al menos abre la puerta para ella.124 Murphy comenta que el trabajo de Lowth fue más bien una discusión del género literario del Cantar, carácter estilístico, y temas bucólicos, “todo a la luz de fuentes clásicas romanas y griegas”. Él restablece la perspectiva “origeniana” de que el Cantar podría ser entendido como un drama “menor”. “Aunque Lowth presenta una incipiente crítica de la extravagancia alegórica y profético-histórica, pese a ello, continúa afirmando que el Cantar tiene un significado parabólico como un retrato del amor mutuo entre Cristo y la Iglesia”.125 Pope además menciona a Thomas Percy, obispo de Dromore. Él decía que lo importante no es establecer las grandes verdades tras las palabras del Cantar, sino que primero el expositor debe entender el “sentido más bajo y más obvio”, el literal. Luego añade que “mientras esto no sea hecho, es imposible descubrir qué verdades están formuladas bajo éste [el sentido literal]; sin éste todo es conjetura vaga y ociosa. Es crear un edificio sin un fundamento”.126 Quizás ésta sea la idea clave para evaluar los acercamientos alegóricos. Sin embargo, aún 121

Job to Song of Solomon, vol. 3 de Matthew Henry’s Commentary on the Whole Bible (Nueva York: Fleming H. Revell, 1935), pág. 1053. Este comentario fue publicado por primera vez en 1710. 122 Ibid., pág. 1057. 123 Ibid. 124 Lowth dedica dos capítulos de su De sacra poesi hebraeorum praelectiones (1753) al Cantar de los Cantares. Las traducciones de G. Gregory en 1787 son tituladas “The Song of Solomon Not a Regular Drama” (Lect. 30) y “Of the Subject and Style of Solomon’s Song” (Lect. 31), Murphy, The Song of Songs, pág. 205. 125 Murphy, Song of Songs, pág. 38. 126 Pope, Song of Songs, pág. 130.

56 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

queda por definir qué patrones ayudarán a discriminar entre los diversos acercamientos literales. Thomas Harmer propuso en 1768 una teoría poco sustentable pero ingeniosa. Pope explica: “El Cantar celebra las nupcias de Salomón con la hija de Faraón, pero agrega otra esposa al cuadro”. La sulamita sería la esposa judía principal anterior a esa boda. La idea de Harmer es que esto “asemeja la conducta del Mesías para con las iglesias gentil y judía”.127 Por su parte el alemán Johann David Michaelis observa con detención la forma literal del Cantar y llega a la conclusión de que éste “describe la pasión casta de un amor conyugal y doméstico, la adhesión de dos personas que han sido estrechamente unidas en el sagrado vínculo”.128 Grandes cambios se estaban viviendo en Europa y América. La toma de la Bastilla en 1789 sin duda marca un hito en el pensamiento así como la independencia de Estados Unidos en 1776. Estas variaciones se reflejan también en la teología. El siglo XIX evidenciará con mayor notoriedad estos cambios, específicamente en la interpretación de Cantares, entre otras cosas por el impacto que causó el trabajo del filósofo y poeta alemán J. G. Herder.129 Familiarizado con la poesía hebrea, decía que “los alegorizadores” violan “el sentido común y las reglas establecidas de análisis literario y lingüístico”.130 Para él, el Cantar describe “el amor desde su primer germinación hasta la plena madurez, sus frutos maduros y sus primeros brotes”.131 127 Ibid., pág. 131. Hay que considerar que no había distinciones eclesiológicas al estilo dispensacional contemporáneo. Por eso se habla de la iglesia judía que equivale al pueblo del Antiguo Pacto y la iglesia gentil equivalente al pueblo del Nuevo Pacto. Se entienden así las palabras de Pope cuando dice: “La iglesia judía persiste en rehusar el aceptar a los gentiles como coherederos, pero no renuncian a su relación con el Mesías, el Mesías no los ha rechazado. Este estado fracturado continúa, aguardando la reconciliación prometida en el Nuevo Testamento”, ibid. Ann Francis también defendió esta teoría en su versión poética del Cantar publicada en 1781, ibid. 128 Ibid. 129 Murphy, The Song of Songs, págs. 38-39. Su obra lleva por título Lieder der Liebe: Die ältesten und schönsten aus dem Morgenlande y fue impresa en Leipzig en 1778, ibid., pág. 205. 130 Pope, Song of Songs, pág. 132. 131 Ibid.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

57

Plantea además que el libro, aunque es una sola composición, es una colección de “canciones separadas o canciones de amor (amorets)”.132 Johann Friedrich Jacobi, en su comentario al Cantar en 1772, plantea que éste celebra la fidelidad de la sulamita. La obra sería un drama que trataría las dificultades que vive la humilde pastora ante las presiones de la realeza para que ella abandone a su esposo y entre al harén de Salomón. Ella finalmente triunfa y se mantiene fiel a su esposo, el pastor.133 Una idea similar será desarrollada por Christian D. Ginsburg en el siglo XIX. En España se vivían grandes cambios también. Por la influencia del protestantismo en el resto de Europa la Inquisición cambió sus políticas respecto a las lenguas romances. Cambió la censura a las traducciones de la Biblia en idioma español y fue encomendado a Felipe Scio de San Miguel elaborar una traducción de la Vulgata en 1780. Esta traducción con notas y comentarios de cada libro vio la luz en 1794. En ella Scio aclara al inicio de su comentario al Cantar que éste “es todo místico y explica el incomparable amor de Cristo a su Esposa la Iglesia, y el de ésta a su Esposo Jesucristo”. El trabajo no es novedoso. Explica de manera alegórica en una forma similar a como lo hicieron los místicos del siglo anterior.134 Acercamientos alegóricos del siglo XIX El siglo XIX, marcado por el racionalismo, abre un abanico de acercamientos interpretativos al Cantar que se desplegará más aún al llegar al siglo XX. Hubo defensores de la interpre132

Ibid. Ibid., pág. 136; Murphy, The Song of Songs, pág. 38 y nn. 171-172. Ambos Pope y Murphy citan la obra de J. F. Jacobi, Das durch eine leichte und ungekünstelte Erklärung von sienen Vorwürfen gerettete Hohe Lied; nebst einem Beweise, dass selbiges für die Zeiten Salomons und seiner Nachfolger sehr lehrreich und heilsam, und eines heiligen Dichters würdig gewesen (Celle, 1772). 134 Felipe Scio de San Miguel, Job-Eclesiástico, vol. 3 de La Biblia, Vulgata Latina: Traducida al español y anotada por Felipe Scio de San Miguel (París: Librería de Rosa y Bouret, 1857), pág. 675. 133

58 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

tación alegórica, pero la interpretación literal siguió tomando fuerza. El pastor, poeta e himnógrafo escocés Roberto Murray (1813-1843) en sus predicaciones refleja con claridad la interpretación alegórica tradicional. Andrew Bonar ha recopilado cinco de sus mensajes de Cantares. Los títulos hablan por sí solos: “Cristo y los creyentes” (Cnt. 2:2-3), “La Iglesia como jardín y fuente” (Cnt. 4:12), “La Iglesia que viene del desierto” (Cnt. 8:5-7), “Contemplando la faz de Cristo” (Cnt. 3:4) y “La voz del Amado” (Cnt. 2:8-17).135 Otro representante de esta línea tradicional cristiana es el doctor A. R. Fausset, quien en su comentario publicado en 1866 trata de sostener a fuerza de versículos el acercamiento alegórico en que Cristo es el amado y la iglesia, la amada. Cuando explica la frase “que me bese con los besos de su boca”, señala: Beso—el toque de paz del Príncipe de Paz (Lc. 15:20) ‘nuestra Paz’ (Sal. 135:10; Col. 1:21). de su boca—marcando el más tierno afecto… La verdad de la iglesia antes de la primera venida, espe135 Andrew A. Bonar, Memoir and Remains of Robert Murray M‘Cheyne (Edimburgo: The Banner of Truth Trust, 1987), págs. viii-xix. El primer mensaje plantea lo que Cristo piensa de los creyentes (la amada, que es lirio) y de los inconversos (son espinos). Además presenta lo que el creyente debe ver en Jesús y porqué debe estimarlo (ibid., págs. 350-56). El segundo mensaje plantea que los creyentes somos esposa de Cristo por pacto y hermana por ser nacida del mismo Padre Celestial. Expresa ideas más doctrinales que el mensaje anterior. Dice que hay que ser esposa para poder ser hermana. También los creyentes son un jardín cerrado por elección, por la obra del Espíritu y por los brazos de Dios (ibid., págs. 378-82). En su siguiente mensaje habla de la posición en Cristo de la Iglesia y de las almas creyentes (ibid., págs. 383-85). El cuarto mensaje es un desafío a mantener a Cristo y no soltarlo porque él es fuente de santidad y esperanza de gloria (ibid., págs. 454-56). El quinto sermón fue su sermón como candidato al pastorado de la Iglesia de Saint Peter. En él plantea cómo se puede probar la profundidad del cristianismo de un hombre (ibid., págs. 480-89). De manera interesante en su introducción reconoce implícitamente que en su época había varias maneras de entender el libro y que la que él ha escogido es “la mejor”. “Están de acuerdo los mejores intérpretes de este libro: (1) que consiste no en un cantar sino en muchos; (2) que esos cantos tienen una forma dramática; y (3) que, así como las parábolas de Cristo, ellos contienen un sentido espiritual, bajo el vestido y ornamento de algunos elementos poéticos” (ibid., págs. 480-81).

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

59

rando “la esperanza de Israel”, “el deseado de todas las naciones”. También el alma despierta en espera del beso de reconciliación; y además, el beso que es la señal del contrato de matrimonio, y de amistad, tal como el que Cristo concedió a sus amigos en su mayor manifestación (Jn. 14:21).136

Además de esta manera tradicional de entender alegóricamente el Cantar, surgieron otras perspectivas. En la segunda década del siglo XIX el erudito católico Johan Leonhard von Hug propuso la idea de que el Cantar es más bien un conjunto desordenado de treinta y ocho fragmentos de sueños. Éstos tratan acerca del deseo de unificación de las tribus del norte con el sur por parte del rey de Judá.137 G. P. Kaiser propuso una idea más creativa siempre en esta misma línea de interpretación alegórico-histórica en 1825. Él propone que “la novia es una nueva colonia cerca del río Jordán y el novio como un triunvirato Zorobabel-Esdras-Nehemías. El Cantar supuestamente celebraba la restauración del estado judío”.138 Otra teoría interpretativa fue propuesta por el célebre dispensacionalista inglés John Darby. En su resumen de Cantares plantea varias ideas. Primero, habla del alma que espera la aparición del Mesías y la revelación del amor del Mesías para con su pueblo. La novia es Jerusalén que representa al remanente fiel. En segundo lugar mira el Cantar como una especie de profecía mesiánica, donde Israel será restaurado. Al final de su resumen afirma: “Me parece que no son meramente imágenes particulares o expresiones, sino que la estructura completa de este, admito, poema misterioso y considerable señala a Israel, al remanente de Jerusalén, como el centro de todo esto en 136 A.R. Fausset, The Song of Solomon, vol. 3 de A Commentary Critical, Experimental and Practical on the Old and New Testaments (Chicago: Moody Press, 1945), pág. 544. La primera edición de este libro fue publicada en 1866. 137 Pope, Song of Songs, pág. 132. La idea de que el Cantar es un sueño también fue mencionado en el trabajo de Salomón B. Freehof en 1948 (Morales, “Interpretación judía de Cantares”, pág. 55). También se volverá a mencionar como variante interpretativa cristiana del siglo XX. 138 Ibid, citando a G. P. Kaiser, Das Hohelied, ein Collectiv-Gesang auf Serubbabel, Esra, und Nehemia, als die wiederhersteller einer jüdischen Verfassung in der Provinz Juda (Erlangen, 1825).

60 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

el día postrero…”.139 De todos modos insiste en su sinopsis al Cantar de los Cantares que se debe considerar para esta dispensación una aplicación moral del Cantar pues se refiere a esa relación entre el Mesías y su pueblo terrenal.140 Sin duda había una controversia creciente entre las perspectivas literales y alegóricas. Pope presenta el discurso del doctor británico James Bennett, en el cual defiende el acercamiento alegórico en contra de la postura literal del doctor J. Pye Smith.141 En el discurso se puede percibir cómo los mismos argumentos que presenta Bennett juegan en su contra. Por eso, en total acuerdo con la opinión de Pope, se percibe que “su argumento parece estar basado sobre un limitado conocimiento acerca de la mujer, y ése presumiblemente de un estrecho segmento de la sociedad victoriana”. Por ejemplo piensa que la mujer no pediría “que me bese con los besos de su boca”. Esa sería una actitud de una mujerzuela. Si fuese literal, debiera a su juicio ser al revés. Ella debiera esperar que él le diera un beso pero sin decirlo, ni mucho menos invitar a otras a amarlo.142 Acercamientos literales del siglo XIX Dentro de las interpretaciones literales aparecen dos corrientes que miran el Cantar como un drama. Estas interpretaciones nacen probablemente debido a que, como se señalara anteriormente, manuscritos griegos antiguos de la tradición de la Sep139

John Darby, “Song of Songs”, The Collected Writings of J. N. Darby, ed. Williams Kelly, vol. 30 (Holanda: H.L. Heijkoop, 1971), págs. 157-62. Se aprecia su mirada dispensacionalista al acercarse al texto. En una sección dice: “Cristo puede dar su aprobación a quienes él ama. El santo, judío o celestial, disfruta su amor, puede describir sus excelencias con admiración…”, ibid., pág. 161. Aquí “celestial” se refiere al santo de la iglesia y “judío” al “terrenal”. Como dice más adelante: “Puede haber muchas naciones, y muchas más o menos conectadas con Él, pero Su Amada es una; sólo Israel en la tierra tiene este lugar”, ibid. 140 J. N. Darby, Ezra-Malachi, vol. 2 de Synopsis of the Books of the Bible (Nueva York: Loizeaux Brothers, 1907), pág. 261. 141 Pope, Song of Songs, págs. 135-36, citando a Congregational Magazine 21 (1838), págs. 148-49. 142 Ibid., pág. 135.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

61

tuaginta provenientes del cuarto y quinto siglo d.C. asignaba versículos a personajes específicos.143 Dice Delitzsch que tenían señalizado algunos con  (la novia) y otros con  (el novio). Indica además Delitzsch que incluso la traducción etíope, siguiendo al parecer el Códice Sinaítico, divide el libro en cinco actos.144 Por un lado, aparece la teoría de Jacobi del triángulo modificada y popularizada por F. W. K. Umbreit (1820), Heinrich G. A. Ewald (1826), y más tarde mejorada por Ferdinand Hitzig (1855), Christian D. Ginsburg (1857), Otto Zöckler (1868) y Charles Bruston (1891).145 La idea esencial es que la sulamita es una pastora humilde que está enamorada de un pastor de su aldea. Salomón en uno de sus paseos por su viña la ve y se enamora de ella. La invita a su harén y le presenta toda clase de atracciones con el fin de conquistar su amor. Sin embargo, no logra su objetivo y desiste. Finalmente ella vuelve a la aldea con su amado, y sus hermanos la recompensan por la fidelidad que mostró por el pastor.146 La otra perspectiva dramática es la de una pareja. Aquí el pastor y Salomón son el mismo personaje. Delitzsch divide el libro en seis escenas y explica que el Cantar es un drama pastoral, no exactamente un idilio. “La Sulamita es una pastora y piensa que Salomón es también un pastor, y Salomón condesciende en ocupar la esfera de 143

Athalya Brenner, Song of Songs (Sheffield: JSOT Press, 1989), pág.

70. 144

Franz Delitzsch, The Song of Songs and Ecclesiastes, vol. 6 de Commentary on the Old Testament in Ten Volumes, trad. M. G. Easton (Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1973), pág. 9 (su primera edición fue en 1875). 145 Véase más detalles en Murphy, The Song of Songs, pág. 38, n. 172. Franz Delitzsch discrepa con Umbreit y Ewald sobre su acercamiento al Cantar, The Song of Songs and Ecclesiastes, pág. 6. Véase más detalles en Otto Zöckler, The Song of Solomon, vol. 5 de Commentary on the Holy Scriptures, Critical, Doctrinal and Homiletical, ed. John Peter Lange, trad. Henry Green (Grand Rapids: Zondervan Pub. Co., 1960), págs. 1-135. 146 Para más detalles puede leer el extracto de la obra de Christian D. Ginsburg, The Song of Songs: Translated from the Original Hebrew with a Commentary, Historical and Critical (Londres, 1857), págs. 4-6, presentado por Pope, Song of Songs, pág. 137.

62 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

vida y de pensamiento de la pastora”.147 Esta línea de acercamiento será más desarrollada y con variantes en el siglo XX, pero ya no como un drama sino como un diálogo. El problema que presenta el acercamiento dramático es la falta de evidencias que demuestren la existencia de este tipo de género lírico en el Israel pre-griego. Hoy ha sido prácticamente descartado.148 Un acercamiento que recobra importancia es el planteado en el siglo XVII por Bossuet. Fue revivido por Ernest Renan en 1860, quien “notó la similitud del Cantar con poesía siria moderna de boda y la costumbre de los festivales de siete días entre los árabes en Damietta, Egipto y en ciertas localidades en Siria”.149 Pero fue, sin duda, el trabajo del erudito J. G. Wetzstein publicado en 1873 el que más impacto causaría en círculos eruditos en el siglo XX.150 Éste comenta y describe las costumbres sirias de boda del siglo XIX. En ellas durante siete días los esposos son “entronizados” y coronados “rey” y “reina”. Poemas que alaban la belleza de los novios se cantan en su honor. Estos poemas descriptivos son llamados w5Xf.151 Pope presenta uno de éstos compuesto en 1860. Las descripciones que se hacen de los novios recuerdan pasajes de Cantares como 4:115; 5:10-16; 7:1-9. Ella dice “descríbeme en verso desde la cabeza a los pies”. Luego él comienza a describir lo que puede ver y dice entre otras muchas cosas “tu cabeza es como una copa de cristal, tus cabellos como negra noche, tus negros cabellos como siete noches, como las que no hay en todo el año”.152 147

Delitzsch, The Song of Songs and Ecclesiastes, pág. 8. Además surgen muchos problemas al tratar de definir escenarios, diálogos entre personajes, en fin, todo lo que una obra dramática tendría. Se puede ver una crítica en Brenner, Song of Songs, pág. 71. 149 Pope, Song of Songs, pág. 141. De todos modos, según testifica la bibliografía comentada de Otto Zöckler, hubo precursores como Percy y Williams, quienes ya en la primera década del siglo XIX habían presentado su división de Cantares en seis y siete días respectivamente. Para más detalles puede consultar la obra de Zöckler, The Song of Solomon, págs. 40-44. 150 Brenner, Song of Songs, pág. 74. 151 Pope, Song of Songs, pág. 142. 152 Es asombroso poder ver grandes paralelos en estas descripciones no tanto en contenido como en forma. Las descripciones de Cantares también comienzan en la cabeza y van descendiendo salvo en 7:1-7 en que el orden es inverso. Otra cosa notoria es lo relativo a las comparaciones. En ellas se puede ver una cosmovisión y conceptos de belleza bien diferentes al mundo occiden148

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

63

Finalizando el siglo XIX, K. Budde publica dos artículos (1894) y un comentario (1898) en los cuales “populariza la idea de que el Cantar de los Cantares es una colección ordenada de antiguas canciones de boda, cantadas durante la fiesta de bodas”.153 Sin duda uno de los principales problemas que apunta en contra de esta teoría es la suposición de que lo cierto para Siria del siglo XIX d.C. sea igual para Israel del siglo X a.C. casi dos mil ochocientos años antes. Sin embargo, Brenner, aunque tiene sus reservas respecto a esta hipótesis, señala que: Fuentes judías verdaderamente demuestran que durante la era del segundo templo la novia era alabada y señalada en una canción; el novio era semejante a un rey, ambos participantes cargaban diademas…y la novia era llevada en un palanquín.154

De todos modos, en el Cantar no se ve a la sulamita ser llamada reina (salvo la alusión indirecta que podría derivarse de 6:8-9). Además, señala Brenner, “una lectura literal del Cantar de los Cantares excluye el tema del matrimonio como un factor principal en él”.155 Es difícil sintetizar las múltiples interpretaciones tanto literales como alegóricas que se observan a lo largo de este período. Lo que se puede palpar es que cada vez más las críticas hacia el pensamiento alegórico hacen que éste pierda fuerza dentro de los centros de erudición. Por otra parte, las diferencias notorias entre interpretaciones literales crean otra tensión. Si ha de entenderse literalmente el Cantar, ¿cuál método hermenéutico ha de usarse? ¿Hasta qué punto los estudios comparativos arrojan luz a la comprensión tal. Por ejemplo, él compara su nariz con el dátil de Irak y con el filo de una espada india, una nariz pronunciada que no sería considerada signo de belleza en la cultura occidental. Para más detalles de esta preciosa obra compuesta para la boda de la hija del jeque de Nawa , véase ibid., págs. 142-43. 153 Brenner, Song of Songs, pág. 74. Las obras citadas por Pope, Song of Songs, pág. 143, son: “The Song of Solomon”, en The New World, tomo 3 (1894), págs. 56-77; “Was ist das Hohelied?”, Preussische Jahrbücher 78 (1894), págs. 92-117; y Das Hohelied erklärt (Karl Marti’s kürzer Handkommentar zum Alten Testament 17, 1898). 154 Brenner, Song of Songs, pág. 74. 155 Ibid.

64 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

del Cantar? ¿Cuál es el género literario del Cantar? Todas estas preguntas han recibido diversas respuestas; a eso se deben las diversas interpretaciones registradas en esta época. Pero habrá que esperar analizar lo acaecido a partir del 1900 para emitir un juicio más amplio sobre el acercamiento hermenéutico “adecuado” para entender Cantares. ÉPOCA CONTEMPORÁNEA (1900- ) En el siglo veinte el “abanico” de interpretaciones se abrió aún más. A continuación se presentarán las principales variantes interpretativas, tanto alegóricas como literales, y sus más destacados representantes. Interpretaciones alegóricas Alegoría pura. La interpretación alegórica en este siglo ha perdido fuerza. Sin embargo, aún se encuentran defensores de esta “tradición hermenéutica”. El erudito católico H. Lusseau es categórico al respecto. Él afirma que “el sentido alegórico nos parece exigido por su conexión vital con toda una corriente bíblica que parece como desembocar en él [el Cantar]”, aunque él lo limita a una relación entre Yahweh e Israel.156 Así también afirma Peter Ellis: “la interpretación alegórica, aunque susceptible de críticas, parece la mejor interpretación del Cantar”. Él lo mira como una “parábola alegórica”.157 Acercamientos tipológicos. Otro acercamiento un poco diferente del alegórico puro es el llamado tipológico. En él se reconoce que existe un texto con cierto sentido literal pero con el expreso fin de servir como tipo de Cristo. El famoso dispensacionalista H. A. Ironside (1933) ve el libro desde cuatro puntos de vista: 156

H. Lusseau, Introducción crítica al Antiguo Testamento, tomo 2 de Introducción a la Biblia, ed. Henri Cazelles (Barcelona: Editorial Herder, 1981), pág. 661. 157 Peter F. Ellis, Los hombres y el mensaje del Antiguo Testamento (Colección Palabra Inspirada 10; Santander: Editorial Sal Terrae, 1970), págs. 414-17.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

65

Mirándolo literalmente, vemos la glorificación del amor de matrimonio. Mirándolo desde la perspectiva dispensacional, vemos la relación entre Jehová e Israel. “Desde la perspectiva de la redención”, encontramos la maravillosa relación entre Cristo y la Iglesia. Y estudiándolo desde la perspectiva moral o espiritual, lo vemos como el libro de comunión entre el alma individual y el bendito, glorificado, resucitado Señor.158

En su análisis posterior, sin embargo, Ironside pierde poco a poco la primera perspectiva a medida que avanza en su libro. Ya al llegar al capítulo 4, donde el amado describe las bellezas de la amada, se ve forzado a alegorizar. Por ejemplo en Cnt. 4:1 la frase “tú eres hermosa, amada mía…tus ojos son palomas…”, según él “quiere decir no sólo que tenemos ojos de belleza, sino ojos rápidos para discernir las cosas preciosas y maravillosas que están ocultas para nosotros en Su Santa Palabra”. En cuanto a la frase de 4:2, “tus dientes son como rebaño de ovejas trasquiladas”, comenta que espiritualmente hablando los dientes se refieren a la capacidad que tiene el creyente de “masticar y digerir” el alimento espiritual.159 Otro escritor de esta línea es Wendell P. Loveless. Basta poner atención en el título de su libro Christ and the Believer in the Song of Songs (Cristo y el creyente en el Cantar de los Cantares) publicado en 1945 para ver este acercamiento. Su perspectiva del Cantar difiere un poco de la simple alegoría que desconocía un sentido en las palabras literales.160 En su introducción comenta: En un estudio apreciativo del Cantar, debemos verlo históricamente, como un registro de las actuales experiencias maritales de Salomón; típicamente, como una ilustración de la relación entre 158

H. A. Ironside, Addresses on the Song of Solomon (Nueva York: Loizeaux Brothers, 1933), pág. 11. 159 Ibid., págs. 60-63. También Carlos Pinto capta este problema alegórico de Ironside y dice: “Las buenas intenciones de los tipologistas se pierden en medio de una ‘alegorización práctica’ en la cual el sentido literal es menospreciado y, frecuentemente olvidado por completo”, “El Cantar de los Cantares (primera parte)”, Kairós 7 (julio-diciembre 1990), pág. 20. 160 Pinto plantea que la diferencia entre el acercamiento alegórico simple y el tipológico es que éste “afirma tanto la autenticidad histórica del amor humano como el sentido más ‘profundo’ del amor divino”, ibid., pág. 18.

66 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Jehová como marido con Israel, Su esposa, y la relación entre Cristo y Su esposa, la Iglesia Verdadera; prácticamente, como conteniendo preciosas exhortaciones, advertencias y consolaciones para el creyente individual de esta edad de gracia.161

Reflejando la mentalidad tipológica dispensacionalista norteamericana de mediados de siglo, plantea su mecánica de acercamiento.162 Primero presenta la declaración bíblica, luego busca las implicaciones tipológicas, a continuación presenta versículos neotestamentarios que parecen apoyar sus ideas y posteriormente hace aplicaciones prácticas en base a lo expuesto. El problema con este acercamiento es que sigue siendo alegórico. No toma en consideración el pasaje que analiza sino salta a asociaciones vagas típicas de la hermenéutica alegórica. Por ejemplo, al analizar Cnt. 1:9 dice: “la figura que usa el Novio aquí de la Novia es muy llena de significado”. Luego da una lista de características que, según él, tienen estos caballos: “los caballos fueron comprados (1 Co. 6:20), fueron sacados de Egipto (el mundo), eran la alegría de su dueño…fueron llamados al servicio real (1 Pe. 2:9)”.163 Otro defensor más reciente de este acercamiento es Gleason Archer (1964): Se entiende que este enamoramiento tipifica la cálida relación personal que Dios desea con su esposa espiritual, integrada por todos los creyentes redimidos que le han entregado el corazón a Él. Desde la perspectiva cristiana, esto indica el mutuo compromiso entre Cristo y su Iglesia y la plenitud de la comunión que debe subsistir entre ambos.164

161 Wendell P. Loveless, Christ and the Believer in the Song of Songs (Chicago: Moody Press, 1945), pág. 14. 162 Puede verse gran parte de esta filosofía en el trabajo de L. S. Chafer, Teología Sistemática (Milwaukee: Publicaciones Españolas, 1986), tomo I en su sección “Soteriología”, cap. V, págs. 930-41, y tomo II, en sus secciones “Eclesiología”, caps. V, VI, págs.82-146, y “Neumatología”, cap. III, págs. 881-89. 163 Loveless, Christ and the Believer, págs. 32-33. 164 Gleason Archer, Reseña crítica de una introducción al Antiguo Testamento, trad. A. Edwin Sipowicz y M. Francisco Liévano R. (Chicago: Moody Bible Institute, 1974), pág. 538.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

67

Acercamientos históricos. Un tipo de alegoría que fuera popular en ámbitos judíos y cristianos en los siglos anteriores fue la histórica. Este acercamiento trata de ver eventos históricos reflejados en las palabras del Cantar. R. Turnay y Miriam Nicolay defienden esta postura en su comentario al Cantar publicado por primera vez en 1968. Ellos ubican el Cantar en el siglo V a.C. y desde ahí trazan una perspectiva retrospectiva y otra mesiánica. Por ejemplo, dicen: “las primeras palabras del libro, ‘llévame en pos de ti’ (1:4), nos trasladan, ya sea en tiempos del Éxodo o del retorno del destierro, a este segundo Éxodo. Los montes de B3T3r (2:17), es decir, de la alianza, aluden a Gn. 15:10-17…” y así explican muchas frases.165 Señalan más adelante que “la interpretación proféticomesiánica es la que permite explicar el texto recibido de la manera más sencilla y más natural”.166 No obstante, la manera de acercarse a eventos y adjudicarles textos al estilo midrásico no parece tener bases objetivas y cae en los vicios que se le señalan al método alegórico en general. Acercamiento mariológico. Otro acercamiento alegórico, en círculos católicos, ha sido el mariológico. Alfonso de Rivera en 1951-1952 publicó dos artículos en los cuales afirmaba que “lo que es cierto para la Iglesia es cierto en una manera muy especial de ella [María]…”.167 Él dice en su primer artículo: “Admitimos como verdadero, junto con el sentido eclesiológico, el sentido mariano del Ct., con la probabilidad y fuerza que le da la interpretación tradicional y moralmente unánime de la exégesis cristiana, confirmada por el análisis interno y los criterios de analogía exegética”.168

165

R. Turnay y M. Nicolay, El Cantar de los Cantares (Madrid: Ediciones Fax, 1970), págs. 18-19. 166 Ibid., pág. 23 (las cursivas son mías). 167 Pope, Song of Songs, págs. 188-89. 168 Eric May, “María en el Antiguo Testamento”, Mariología, ed. J. B. Carol, trad. María Ángeles G. Careaga. (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1964), pág. 72, n. 43, citando a Alfonso Rivera, “Sentido mariológico del Cantar de los Cantares”, Ephemerides mariologicae 1 (1951), pág. 469.

68 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Ya D. Buzi, en 1949, había dicho que el Cantar de los Cantares era “el cuarto Evangelio del Antiguo Testamento” por el espacio que “da” a María.169 La lógica que se sigue es que dado que el Cantar habla de la unión mística entre Cristo y la Iglesia, entonces también habla de esa relación entre Él y el alma cristiana. Ahora bien, como María en forma especial está más unida a Cristo que cualquier otra alma por su rol salvífico, entonces la amada de Cantares es María. Por eso concluía Eric May en 1955: El Cantar de los Cantares, pues, se refiere, en su sentido más amplio, a la relación especial que habría de existir entre el Verbo de Dios y su esposa María, aun cuando los contemporáneos del autor del libro quizás no penetraron en estas profundidades de significado del Cantar de los Cantares.170

Sin embargo, no todo ha sido acuerdo al respecto, sobre todo en tiempos recientes. Cándido Pozo critica la idea de señalar a la amada de Cantares como la Virgen María. Lo curioso es que su argumento no es exegético, sino teológico. Él piensa que dadas las imperfecciones y “problemas morales” en el Cantar no se le puede asignar tales características a María, pues ella es perfecta.171 De todos modos, cuesta ver cómo tratan de salvar las contradicciones internas que se producen en esta interpretación, pues por un lado Cristo es el amado y por otro, su madre es la amada. En el Cantar, aun entendiéndolo alegóricamente a la manera “tradicional”, no se ve cómo la relación en la pareja pueda entenderse entre madre e hijo. Secuencia de sueños. En ámbitos católicos del siglo XIX surgió la tesis alegórica de que el Cantar era una secuencia de sueños. Círculos judíos siguieron esta idea en el presente siglo. También se encuentran exponentes de esta idea en círculos cristianos no católicos en la actualidad. El siquiatra norteameri169 Ibid., pág. 73, n. 44, citando a D. Buzi, Le Cantique des Cantiques (París, 1949), pág. 33. 170 Ibid., pág. 73. 171 Cándido Pozo, María en la Escritura y en la Fe de la Iglesia (Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1985), págs. 36-39.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

69

cano Marx N. Pusin (1971) propuso la idea de que Cantares era “un verdadero libro de sueños”.172 Recientemente David J. A. Clines (1994) sigue esta idea. Para él Cantar de los Cantares es “el sueño de un sueño”. En una forma enredada dice: “El autor masculino está soñando un poema de amor, y el poema de amor toma la forma del sueño de una mujer, de una mujer soñando las palabras de su amante masculino”.173 En su acercamiento interpretativo, en cambio, no está preocupado por lo que dice el texto en sí, sino en cómo la lectura de éste afecta tanto al lector inicial como al contemporáneo.174 Da la impresión de que su acercamiento, si bien es una prolongación de la teoría de “los sueños”, es más literal que alegórica, aunque deja espacio para ésta. Teorías cúlticas. En círculos liberales, durante este siglo nace la inquietud de comparar la literatura hebrea con la de las otras culturas del oriente antiguo, en especial a raíz de los descubrimientos arqueológicos. Al analizar estos escritos se postuló a inicios de siglo la teoría “cúltica”. Wilhelm Erbt en 1906 postuló que “el Cantar de los Cantares es una colección de poemas pascuales de origen cananeo, que describen el amor del dios-sol Tamuz, llamado Dod o Shelem, y la diosa-luna Istar bajo el nombre de Salamit”.175 172

Pope, Song of Songs, págs. 133-134 cita gran parte de una carta del doctor Pusin escrita el 19 de noviembre de 1971. Pope no está en total acuerdo con las ideas de Pusin. En lo personal, creo que es bastante dudoso que un autor de dos mil años atrás pensara freudianamente, al menos conscientemente como para escribir un poema o colección de poemas. Pusin, en cambio, piensa que la autora (cree que una mujer escribe Cantares) elabora su obra trabajando conscientemente técnicas usadas por la mente en la formación de los sueños, ibid., pág. 133. 173 David J. A. Clines, “Why Is There a Song of Songs and What Does It Do to You if You Read It?”, Jian Dao 1 (1994), pág. 12. 174 Ibid., págs. 14-26. 175 Pope, Song of Songs, citando a Wilhelm Erbt, Die Hebräer: Kanaan im Zeitalter der hebräischer Wanderung und hebräischer Staatengrundungen (1906), págs. 196-202. Como se puede ver en Nelson Morales F., Una introducción al Cantar de los Cantares (tesis de maestría, Seminario Teológico Centroamericano, Guatemala, 1998), págs. 10-34, existe semejanza entre poemas, pero también hay claras diferencias tanto de forma como de perspectiva o cosmovisión.

70 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Esta idea fue algo criticada en sus inicios hasta que O. Neuschotz De Jassy en 1914 planteó que el Cantar de los Cantares puede ser explicado por la conexión que tendría con un texto litúrgico egipcio relacionado con el ritual de Osiris.176 A raíz del estudio de textos acádicos (que fueron publicados posteriormente en 1923),177 T. J. Meek presenta su teoría en 1920 en la cual postula que el Cantar de los Cantares se originó en la liturgia babilónica del culto a Tamuz-Adonis y a Istar, procesada y adaptada a la práctica popular israelita de adoración de los dioses de fertilidad… Aquí tanto Salomón como la Sulamita representan las divinidades masculina y femenina; y el esquema recuenta el ciclo de muerte y renacimiento del dios de la fertilidad…178

S. N. Kramer, quien al principio criticó la teoría de Meek, afirmó ideas similares luego de que se encontrasen nuevos textos sumerios. La idea es que Israel asimiló estos poemas “a través de la mediación de los mitos y rituales babilónicos y cananeos”.179 En 1956 el mismo Meek, aunque reconoce que su perspectiva ha cambiado un poco desde la publicación de su artículo, continúa apoyando esta teoría y argumenta que es 176

Brenner, Song of Songs, pág. 72. Pope comenta un poco más sobre algunas figuras que usa de Jassy para relacionar los textos, Song of Songs, pág. 145. 177 La publicación fue hecha por E. Ebeling inicialmente en 1917 en la revista Berliner Beitrage zur Keilschriftforschung y luego en 1923 bajo el título de Keilschrifttexte aus Assur religiösen Inhalts. 178 Brenner, Song of Songs, pág. 72. Pope presenta una traducción de un canto acádico publicado por Ebeling. Luego lo analiza y defiende en parte el acercamiento de Meek (Song of Songs, págs. 146-53). Otros acercamientos similares citados por Robert Gordis, The Song of Songs and Lamentations (New York: KTAV Publishing House, 1974), págs. 4-5, nn. 16 y 19, son el propuesto por W. Wittekindt, Das Hohe-Lied und seine Beziehung zum Istarkult (Hanover, 1925), para Cantares, y respecto a toda la poesía hebrea por S. Mowinckel, Psalmenstudien, vol. 2 (1922), págs. 19ss. 179 Brenner, Song of Songs, pág. 73. Kramer publica dos artículos en los que explica su posición: “Inanna and Šulgi: A Sumerian Fertility Song”, Iraq 31 (1969), págs. 20-22, y “The Sacred Marriage and Solomon’s Song of Songs”, en The Sacred Marriage Rite: Aspects of Faith, Myth, and Ritual in Ancient Sumer (Bloomington: Indiana University, 1969), págs. 85-106, citados por Pope, Song of Songs, pág. 270.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

71

“más aceptable que cualquier otra”.180 Pope (1977) parece inclinarse a este acercamiento, si bien no lo declara abiertamente. Al final de la sección “Love and Death” de su introducción al Cantar de los Cantares, señala que ciertas características del Cantar pueden ser entendidos a la luz de las fiestas funerarias del Antiguo Cercano Oriente y termina diciendo: La conexión del Cantar con las fiestas funerarias como expresión de la más profunda y más constante rostro humano respecto a la vida y el amor en el siempre presente rostro de la muerte agrega nuevo conocimiento y apreciación de nuestros predecesores paganos…181

Esta teoría tiene variadas inconvenientes, reconocidas aun en círculos de erudición liberales. El Cantar habla del amor humano, no del divino. Además, no hay bases suficientes, salvo las semejanzas con los poemas aducidos, como para afirmar antecedentes paganos para la literatura judía. También existe mucha semejanza entre Cantares y poemas de amor seculares egipcios.182 Michael Fox explica estas semejanzas de dos maneras. En primer lugar, el tema del amor sexual es una experiencia humana general; por lo tanto algunas “similitudes en la formulación y motivo son inevitables”. Además, podría ser que la poesía mesopotámica, ya sea oral o escrita, se tornara en poesía romántica secular en tierras cananeas.183 Interpretaciones literales En este siglo las interpretaciones literales han sido las que han tomado más fuerza. Sin embargo, como el plural lo indica, 180

Theophile J. Meek, “The Song of Songs”, en vol. 5 de The Interpreter’s Bible, ed. Arthur Buttrick (Nueva York: Abingdon Press, 1956), pág. 95. 181 Pope, Song of Songs, págs. 228-29. 182 Morales, Introducción al Cantar de los Cantares, págs. 10-34. 183 John Walton, Ancient Israelite Literature in Its Cultural Context (Grand Rapids, Michigan: Zondervan Pub. Ho., 1989), pág. 190, citando a Michael Fox, The Song of Songs and the Ancient Egyptian Love Songs (Sheffield: JSOT, 1986), pág. 242. Otras objeciones a este acercamiento pueden ser vistas en Brenner, Song of Songs, pág. 73, Gordis, Song of Songs, págs. 4-8. Murphy no es concluyente al respecto, pero admite la importancia que tiene para el tema revisar tanto el material egipcio secular como las fuentes religiosas, The Song of Songs, pág. 42.

72 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

conforman un “arco iris” de acercamientos. Algunos autores han visto el Cantar como una colección de cantos mientras otros lo han visto como una unidad literaria. Colección de cantos. Entre los que ven el Cantar como una colección de cantos amorosos hay algunos que lo miran sin un diseño en particular, mientras otros los ven como unidos en secuencia. Carlos Pinto ubica dentro de los que piensan que la antología no tiene un diseño en particular a Morris Jastrow (1921), H. H. Rowley (1952), Robert Gottwald (1962) y más recientemente Curtis Edwards (1988).184 Robert Gordis (1954) postulaba que el Cantar era una antología de veintinueve poemas que cubre una amplia gama de emociones.185 El erudito Robert H. Pfeiffer, por su parte, señalaba en 1956 que “es claro por la variedad de temas y situaciones, por repeticiones y paralelos sin orden lógico, que el libro es una antología más que una colección de cantos para un propósito específico o un solo poema lírico o dramático”.186 Una idea similar es planteada por los alemanes Otto Eissfeldt (1965) y Werner H. Schmidt (1979).187 Athalya Brenner (1989) concluye que “es mejor ver 184

Carlos Pinto, “El Cantar de los Cantares (segunda parte)”, Kairós 8 (enero-junio 1991), págs. 40 y 50. 185 Gordis, Song of Songs, págs. 16-18, 45-78. Él afirma que para definir las divisiones de los cantos hay que tomar en cuenta y observar atentamente los cambios que se detectan en el tema, perspectiva, trasfondo o forma. De todos modos reconoce que es subjetivo pues depende más de las habilidades y conocimientos del intérprete que del texto mismo, ibid., pág. 18. R. Herder (1968) postula una división de veinte poemas, J. C. Exum (1973) identifica seis, M. Falk (1982) sugiere treinta y uno, y M. D. Goulder (1986) presenta catorce (Brenner, Song of Songs, pág. 36). La tendencia actual parece ser a dividir en menos unidades, entre cinco y siete. Véase más detalles en el excelente artículo de David Dorsey, “Literary Structuring in the Song of Songs”, Journal for the Study of the Old Testament 46 (1990), págs. 81-82. 186 Robert H. Pfeiffer, The Books of the Old Testament (Nueva York: Harper and Row Pub. Inc., 1965), pág. 218. 187 Otto Eissfeldt, The Old Testament: An Introduction, trad. Peter R. Ackroyd (Nueva York: Harper and Row Publishers, 1974), págs. 486-88. Werner H. Schmidt opina que “la explicación ‘natural’ ve en este libro una colección de canciones amorosas independientes. Su estructura, que no es unitaria ni dramática, es un resultado tardío…se rige por criterios temáticos, se debe generalmente a causas aleatorias, como por ejemplo la simple cone-

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

73

el Cantar de los Cantares como una antología de obras líricas de amor, que han sido compiladas de acuerdo al tema y motivo más que a un diseño”.188 En un punto intermedio está el alemán Ernst Sellin (1968), quien dice que “es una colección de varios cantos de amor y epitalamios originalmente independientes” pero que han recibido el trabajo de un editor.189 En cambio, el erudito italiano J. Alberto Soggin (1974) piensa que si bien se trata de una antología de cantos, éstos versan sobre “temas similares, si no el mismo”.190 George Knight (1988) opina que “el libro es una colección de unas veinticinco obras líricas, o fragmentos de poemas”.191 Además dice con cierta ironía que: El “sagrado editor”…no ha revuelto sus poemas como maníes en una taza para presentárselos a su público sin ningún orden en particular. Ha puesto sus poemas, por inspiración divina, en un orden tal que es capaz, paso a paso, de mostrar el verdadero sentido del amor…192

Pablo A. Deiros (1995) lo plantea así: “es una colección de poemas amorosos, de origen incierto, compuestos simplemente como una expresión del amor humano más sublime”.193 En plena armonía con esta idea se manifiesta José Grau.194 En general este segundo grupo, que ve un propósito unificador en el Cantar, plantea una exégesis literal, haciendo luego xión de frases”, Introducción al Antiguo Testamento (Biblioteca de Estudios Bíblicos 36; Salamanca: Ediciones Sígueme, 1983), págs. 382-83. 188 Brenner, Song of Songs, pág. 39. 189 Ernst Sellin y Georg Fohrer, Introduction to the Old Testament (Nashville, Tennessee: Parthenon Press, 1968), págs. 302-03. 190 J. Alberto Soggin, Introduction to the Old Testament, trad. John Bowden (Londres: SCM Press, 1980), págs. 400-01. 191 George Knight, Revelation of God: A Commentary on the Books of the Song of Songs and Jonah (Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1988), pág. 3. 192 Ibid., pág. 9. Su idea es que el libro fue escrito bajo la dominación griega como un repudio a la filosofía griega. Usa el vocabulario griego pero le da un matiz del verdadero amor humano que persigue imitar el amor divino, ibid., págs. 4-5. 193 Pablo H. Deiros, Cantar de los Cantares, (Comentario Bíblico Mundo Hispano 9; (El Paso, Texas: Editorial Mundo Hispano, 1995), pág. 332. 194 José Grau, El más inspirado cántico de amor: Cantar de los Cantares (Barcelona: M. C. E. Horeb, 1991), págs. 35-42.

74 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

aplicaciones a la relación de la pareja según cree pertinente. El orden, relación o secuencia entre las unidades literarias no presenta consenso aunque se admite que, ya sea el redactor final o el autor, sigue cierta lógica.195 Para algunos círculos liberacionistas este acercamiento tiene un matiz un poco diferente. La teóloga brasileña Nancy Cardoso Pereira (1993) argumenta que el Cantar es una colección de cantos de amor que se publican como una manera de rechazo al sistema sacerdotal opresivo hacia la mujer, reflejado en el código sacerdotal “P”. Es en esta extrañeza [haciendo alusión a las expresiones abiertamente insinuantes de Cnt. 7:12] que recibe la importancia del texto de los Cantares que se reviste de mayor fuerza literaria y política [sic]. Poemas de amor y seducción que afirman el cuerpo como fuente de placer y espacio de creatividad son también volantes [o panfletos] contra la política estrecha y opresora de los líderes sacerdotales.196

Algo similar se observa en el pensamiento de la erudita norteamericana Renita J. Weems (1992), quien cree que esta colección de cantos no sólo describe el amor entre un hombre y una mujer. Señala que “ver el Cantar de los Canta195

Varios autores han propuesto una estructura quiástica. Véase, por ejemplo, J. Cheryl Exum, “A Literary and Structural Analysis of the Song of Songs”, Zeitschrift für die alttestamentliche Wissenschaft 85 (1973), págs. 47-79; William Shea, “The Chiastic Structure of the Song of Songs”, Zeitschrift für die alttestamentliche Wissenschaft 92 (1980), págs. 379-96; Edwin C. Webster, “Pattern in the Song of Songs”, Journal for the Study of the Old Testament 22 (1982), págs. 73-93, todos citados por Dorsey, “Literary Structuring”, págs. 81, 96. 196 Nancy Cardoso Pereira, “¡Ah!… Amor en delicias”, Revista de interpretación bíblica latinoamericana 15 (1993), págs. 65-66. Un problema de la propuesta de la teóloga brasileña es su desconocimiento consciente de los párrafos que parecen ser epitalamios (3:6-5:1). Ella afirma: “Algunas lecturas más modernistas se entregaron a los movimientos gozosos del texto aceptándolo como poema de amor entre hombre y mujer… Pero trataron luego de explicar que se trataba de poemas para el casamiento y para la familia y procurando contener el texto en los límites de alguna institución”, ibid., pág. 63. Ideas semejantes a las de Cardoso son criticadas duramente por José Grau, con razón, pues la misma Escritura, ya en el Antiguo Testamento, ya en el Nuevo, enmarca los goces del sexo dentro, y exclusivamente dentro, del matrimonio, El más inspirado cántico, págs. 67-71.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

75

res…simplemente como una colección de poemas de amor celebrando la sexualidad humana es en el fondo errar en apreciar su trascendencia excepcional social e ideológica”.197 Se debe aceptar que en esto ella tiene razón. Por ejemplo, parece plantearse una perspectiva de igualdad entre el hombre y la mujer en el Cantar. Teorías dramáticas. Otro acercamiento literal que ha cobrado cierta fuerza en las últimas décadas es llamado didácticomoral,198 didáctico-literal,199 o teoría del diálogo conyugal.200 Una variante de este acercamiento es presentada por Joseph C. Dillow (1977).201 La idea básica de este acercamiento es que se trata de un solo poema que habla del amor entre un hombre y una mujer, que enseñan el verdadero sentido del matrimonio según Dios lo ha establecido.202 197 Renita J. Weems, “Song of Songs”, en The Women’s Bible Commentary, ed. Carol A Newsom y Sharon H. Ringe (Louisville, Kentucky: Westminster/John Knox Press, 1992), pág. 156. 198 R. K. Harrison, Introduction to the Old Testament (Grand Rapids, Michigan: Wm. B. Eerdmans Pub. Co., 1969), págs. 1057-58. 199 J. Paul Tanner, “The Message of the Song of Songs”, Bibliotheca Sacra 154 (abril-junio 1997), pág. 145. En un artículo previo el mismo Tanner llamaba a este acercamiento “la afirmación del sexo ordenado por Dios elevado a la exclusividad y fidelidad”, véase “The History of Interpretation of the Song of Songs”, Bibliotheca Sacra 154 (enero-marzo 1997), págs. 44-45. Ahora le hace algunas modificaciones, y lo llama “didáctico-literal”. 200 Pinto, “El Cantar de los Cantares (segunda parte)”, pág. 42. 201 Para él el Cantar es un idilio amoroso que no necesariamente sigue un orden cronológico. Él presenta a la sulamita recordando los eventos pasados: “El libro consiste en una serie de quince reflexiones de una mujer casada, la reina de Salomón, mientras recuerda los eventos que la condujeron a su matrimonio, la noche de bodas y sus primeros años juntos”. Joseph C. Dillow, Cantar de los Cantares (Miami: Logoi, 1981), pág. 8. 202 Véase, por ejemplo, el análisis crítico que hace Barry Webb sobre el trabajo de Marcia Falk en “The Song of Songs: A Love Poem and as Holy Scripture”, The Reformed Theological Review 49/3 (septiembre-diciembre 1990), págs. 91-99. Él concluye luego de su análisis que “el Cantar, entonces, es un solo poema acerca de la relación amorosa entre dos personas. Es tanto realista como idealista”, ibid., pág. 96. Concluye en artículo diciendo: “El Cantar de los Cantares, entonces, mira hacia atrás al regalo del amor en Edén y por delante a la perfección del amor en el cielo cuando, como la esposa de Cristo, la iglesia será unida con él por siempre (Ap. 19:6-8). En el matrimonio, por la gracia de Dios, podemos experimentar nuevamente la bondad del

76 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

Hay divergencias en cuanto al número de personajes principales. Algunos han planteado un triángulo similar al de la interpretación dramática de Jacobi. Pinto explica que esta teoría presenta un “triángulo amoroso, en donde Salomón es el vértice indeseable, separando los dos amantes y amenazando la realización de su puro amor”.203 Pablo R. Andiñach (1991) presenta el Cantar como una crítica al “modelo salomónico de conducta sexual, y a través de ella, de su estilo de vida: el mundo de la riqueza y la frivolidad”.204 Salomón es presentado como el antihéroe, además de otros personajes que aparecen como “los enemigos del amor de la pareja, aquellos personajes que acechan e incomodan…a los amantes”.205 El otro acercamiento de esta línea interpretativa ve dos personajes principales, identificando a Salomón con el pastor.206 Generalmente en esta perspectiva se ve un desarrollo cronolóregalo una vez dado, y disfrutar una prueba de la perfección que está por venir”, ibid., pág. 99. 203 Pinto, “El Cantar de los Cantares (segunda parte)”, pág. 44. A juicio de quien esto escribe, los argumentos presentados por Pinto tanto a favor como en contra de esta teoría son débiles y cuestionables. Por ejemplo, su argumento “c” a favor está en contradicción directa con el argumento “c” en contra respecto al rol de pastor. Primero dice que “es poco probable en el caso de Salomón” que asuma ese rol. Luego afirma: “Desde el punto de vista literario la descripción de Salomón como un pastor es perfectamente compatible con la literatura pastoril contemporánea”. Algo similar se detecta en los argumentos “d” en pro y contra, ibid., pág. 45. Aun más dudosos y cuestionables parecen los cinco argumentos esgrimidos después, ibid., pág. 46, sobre todo el último que dice: “La hipótesis es cronológicamente reciente, pues surgió sólo en el siglo XIII en su versión alegórica…, y en el siglo XIX en su versión literal”. Baste el panorama histórico presentado aquí para ver la superficialidad falaz de este argumento. 204 Pablo R. Andiñach, “Crítica de Salomón en el Cantar de los Cantares”, Revista bíblica 43 (1991), pág. 130. 205 Ibid. Se presentan argumentos interesantes y evidencia que parece apoyar este enfoque aunque pueden cuestionarse algunos acercamientos hermenéuticos por estar impregnados de las preconcepciones del autor. 206 Pinto desea incluir a Dios en su cuadro y le llama “cono amoroso”, donde Dios es la fuente del amor, “El Cantar de los Cantares (segunda parte)”, págs. 44-46. Sin duda que Dios es la fuente de amor, pues él es amor. Sin embargo, el nombre de Yahweh no aparece en el Cantar, ni hay tampoco otra referencia explícita a Dios (salvo la alusión a la llama de Yah en 8:6). Por eso, parece mejor acercarse al libro tal cual, sin agregar personajes por prejuicios teológicos.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

77

gico describiendo “el noviazgo”, la noche de boda, los primeros años de matrimonio y la consolidación o madurez matrimonial, aunque los exponentes difieren en cuáles secciones corresponden a qué etapas.207 El problema, quizás más serio, que presentan estos acercamientos es no considerar adecuadamente el género literario del Cantar. Para ellos es igual a un drama. Sin embargo, Cantares parece pertenecer más bien a los cantos amorosos o poemas de amor. Por no considerar este factor terminan imponiendo su “libreto” sobre la colección de cantos. Acercamientos recientes. Otros acercamientos literales recientes han ido tomando forma y presencia dentro de los círculos teológicos. Brenner dedica un capítulo de su libro para hablar acerca de las lecturas feministas del Cantar.208 Se plantea incluso la “maternidad” literaria del Cantar.209 Otros se acercan al texto tal cual, ya no interesados en su origen. Por ejemplo, Elsa Tamez propone una lectura lúdica de Cantares.210 La idea es buscar un “diálogo” entre el texto y el lector. Es un “saber leer no solamente con los ojos o la mente, sino también con su cuerpo”. Para ella hay dos textos, uno

207 Véase, por ejemplo, a M. Daniel Carroll R. “Cantar de los Cantares #1”, Apuntes de Antiguo Testamento IV, Seminario Teológico Centroamericano, 1995, págs. 3-4; “Cantar de los Cantares #2”, Apuntes de Antiguo Testamento IV, 1995, págs. 1-6; Dillow, Cantar de los Cantares, págs. 15250. Si bien Arnoldo Canclini no esboza así su librito, en la argumentación interna de los capítulos se puede percibir este acercamiento, ¡Amada mía…amado mío…!, págs. 17-110. Carlos Pinto explica su “cono amoroso” en “Cantar de los Cantares (tercera parte)”, Kairós 9 (julio-diciembre, 1991), págs. 52-56. Deiros pone en duda este tipo de acercamiento, pues según él, “el libro presenta más bien episodios y no hay mucha evidencia de continuidad de pensamiento entre ellos”, Cantar de los Cantares, pág. 332. 208 Brenner, Song of Songs, págs. 87-93. 209 Ibid., pág. 89; Weems, “Song of Songs”, pág. 157. 210 Hay tres funciones básicas en el lenguaje: conminativa, fáctica y expresiva. La función lúdica es una variante de la expresiva; es aquella que toma el lenguaje como un juego. Es frecuente en poesía, en las canciones y en el lenguaje infantil. “Lúdica”, Enciclopedia temática Lafer, Multimedia (1997).

78 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

legible (el escrito) y otro leíble (entre líneas). Ambos hay que trabajarlos, “descifrarlos”.211 Una mirada un poco más extrema es la que plantea Emilia Fernández Tejero. Luego de un interesante diálogo entre el texto, sus propios pensamientos y citas románticas de otros poetas concluye: Hemos llegado al final. Tienes entre las manos el Cantar de los cantares, la colección de poemas de amor más bella del mundo. En esta versión, o en cualquier otra, es tuyo. Alegórica, platónica, mística, erótica, naturalista, cualquier lectura es válida… Ahora entran en juego tu imaginación y tu sensibilidad. Léelo, reléelo…utilízalo.212

Para Ana María Rizzante, en cambio, Cantares presenta una propuesta profética, el proyecto de la shulam-ita. Es un canto de una mujer para otras mujeres, las hijas de Jerusalén. Es una propuesta de paz en plena armonía entre hombre y mujer y la naturaleza. “El Cantar de los Cantares, un cántico donde la naturaleza, la gente, las personas que se aman, se integran, se identifican, se corresponden, en una interacción que produce el grito del amor y el silencio de la paz”.213 CONCLUSIÓN Han pasado unas novecientas generaciones de lectores por el libro de Cantares. ¿Cómo lo leyeron las primeras? Luego de examinar la historia de la interpretación es difícil poder ser concluyente al respecto. En el ámbito judío la interpretación tradicional ha sido por muchos siglos la alegórica, lo mismo que en el ambiente cristiano. Los espacios literales de interpretación se han abierto relativamente hace poco tiempo. Aunque 211 Elsa Támez, “Para una lectura lúdica del Cantar de los Cantares”, Pasos 39 (enero-febrero 1992), págs. 2-3. Ella reconoce la existencia de varios poemas dentro del Cantar, pero no es lo que le interesa, ibid., pág. 5. 212 Emilia Fernández Tejero, El cantar más bello: Cantar de los Cantares de Salomón (Madrid: Editorial Trotta, 1994), pág. 105. 213 Ana María Rizzante, “Yo seré para él como aquella que da la paz”, Revista de interpretación bíblica latinoamericana 21 (1995), págs. 92-96. Puede verse los interesantes argumentos reflexivos en torno a “nuevo lenguaje de la profecía” a través del Cantar, ibid., págs. 96-101.

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

79

es cierto que hubo pequeños destellos de literalidad en algunos momentos antes del siglo XIV, éstos se presentaron muy aisladamente. La alegorización judía fue predominantemente histórica. Ésta refleja el amor de Dios a su pueblo en un contexto histórico. Es un Dios-en-la-historia. Refleja su amor prácticamente. Un Dios que da esperanza a su pueblo en medio de la adversidad presente. En cambio, la alegorización cristiana se caracteriza por una relación más bien de amor idealista. Cristo manifiesta su amor en lo interno. El creyente manifiesta su amor a Cristo en su comportamiento en el mundo. Para el judío amor es sinónimo de acciones concretas por parte de Dios pese a la desobediencia de su pueblo. Para el cristiano en cambio, el amor es sinónimo de santidad, de comunión, de paz por parte del hombre mismo. La alegoría cristiana abarca varias expresiones. Cristo ama y ayuda a su Iglesia. También el alma pura del creyente puede ir ascendiendo en su comunión con Dios a través de la alegoría mística. Incluso en círculos católicos contemporáneos se ha defendido el acercamiento mariano, con poca sustentabilidad reconocida dentro de la Iglesia misma. Hay también manifestaciones de alegoría histórica pero no puede señalarse como característica de todo el cristianismo. Para Hipólito de Roma Cantares representa un nexo entre Israel y la Iglesia. Para Turnay y Nicolay es una base de esperanza que parte del obrar de Dios en el pasado. De todos modos la alegoría como método hermenéutico y, en particular, aplicado al Cantar de los Cantares presenta serias interrogantes. No hay bases objetivas sobre las cuales poder definir si tal o cual interpretación es más acertada. No se puede decir con Jerónimo, tal fulano enseña locuras y este otro es un buen autor, cuando ambos han partido de la misma base exegética movediza y altamente subjetiva. Sin embargo, como plantea Murphy, este tipo de interpretación ha sido la “tradicional”, y esto debe hacer reflexionar a los que ven con ojos gramáticohistórico-literales y revisar su propia metodología.214 ¿Acaso la 214

Roland E. Murphy, “History of Exegesis as a Hermeneutical Tool: The Song of Songs”, Biblical Theology Bulletin 16 (julio 1986), pág. 90.

80 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

exégesis literal agota todo el sentido del texto? ¿Usó o no Dios a todos aquellos que han predicado y siguen predicando el Cantar de manera alegórica? ¿Cómo obra el Espíritu Santo en la homilética? Son muchas preguntas que no se intenta responder aquí pero que dan qué pensar. Otros acercamientos alegóricos son más cuestionables. El desarrollo de la teoría del “sueño” parece más bien mirar el libro con “lentes” modernos. Limita las formas literarias, que por cierto son variadas, a un solo estilo. El planteamiento de los paralelos mitológicos es más fuerte. Es cierto que hay similitudes entre Cantares y los poemas sumerios, por ejemplo. Sin embargo, eso no implica que los israelitas adoptaran y luego adaptaran esta literatura a su liturgia. Los poemas egipcios seculares dan un fuerte golpe a esta teoría, por su gran similitud con Cantares. Los acercamientos literales son muchos. Cada uno tiene sus puntos fuertes y débiles. El acercamiento dramático por ejemplo, ayudó en su momento a mirar el Cantar como una obra literal con enseñanza moral. La trama de tres personajes, donde Salomón es el “malo de la película”, resalta la fidelidad de la mujer, las convicciones de la fe en la práctica adversa. El desarrollo de dos personajes exalta la belleza y pureza del amor de una pareja que se expresa mutua entrega. Tienen ambos el gran inconveniente de imponer al texto diálogos, ambientes, escenas, trama, que es difícil definir. Aparte de lo ya dicho, este arte dramático no estuvo presente en el nacimiento de Cantares. Los acercamientos antológicos ven una colección de cantos sin un autor definido, al menos en su gran mayoría. No obstante, se puede ver uniformidad en el estilo del libro. Aun cuando fuera una colección de poemas, parecen ser dirigidos por la mano de un autor, o al menos de un compilador poético muy hábil. Pues se puede ver cierta lógica en el desarrollo de el o los poemas a través del libro. En el caso de los acercamientos didáctico-literales es meritorio rescatar la unidad del libro. Presentan lógicamente sus ideas. Parece ser natural ver un desarrollo como en la vida real, un noviazgo, una boda, una noche de bodas, y luego la maduración del amor. Pero, ¿será esa la intención del autor, o más bien

Historia panorámica de la interpretación cristiana de Cantares

81

será una imposición del intérprete? Al ver el Cantar cuesta hacer divisiones entre estas supuestas etapas en el libro. Los acercamientos discutidos en los últimos párrafos de la sección literal cristiana obligan a releer el texto. Es cierto que el libro exalta el amor de una pareja. Pero además pone a la mujer en una posición igual a la del varón. Ella es la protagonista principal. Esto en sí habla de un cuadro que no encajaba en la mentalidad medieval. La sexualidad madura y hermosa que presenta el Cantar cuestiona las limitaciones impuestas al sexo sólo como un vehículo de procreación que imperaban hasta hace no muchos años en la iglesia cristiana en general. La armonía descrita de la naturaleza en el Cantar no puede obviarse. En ese sentido tiene razón Rizzante. Pero esto se obtiene en una relectura del texto, no es el sentido predominante del mismo. Fernández Tejero abre una puerta que no puede cerrarse sin reflexionar. No se puede desconocer el hecho concreto de cómo se acerca el lector al texto. Las presuposiciones y condicionamientos culturales y sociales le harán mirar el libro con “ojos diferentes” a otro lector. Sin embargo, el texto en sí no cambia. De todos modos es necesario acercarse al texto con una base hermenéutica consciente, teniendo en mente que su opción no agota la riqueza del texto. Por lo que se ha visto a través de los siglos de historia de la interpretación de Cantares, la exégesis gramático-históricoliteral no agota los temas del Cantar. Pese a ello, da una buena base para delimitar las ideas que se puedan derivar de él, ya sea como exégesis o aplicación. Por lo visto hasta aquí se puede afirmar que el texto parece reflejar la mano de un solo autor. Lo que no está claro es si éste ha hecho un solo poema o ha hilvanado una colección de poemas de su propia mano en algún orden temático o literario. Quien esto escribe se inclina a pensar que se trata de una colección de poemas. En estos cantos predomina obviamente el tema del amor. Lo que no queda claro es que ese amor se desarrolle cronológicamente. También se ha visto que no es necesario someter el texto a este esquema para aprender de él lecciones muy importantes acerca de lo que Dios piensa sobre la relación de una pareja. ¿Qué estructura tiene, entonces, el Cantar? ¿Desarrolla

82 KAIRÓS Nº 27 / Julio–- Diciembre, 2000

el autor su idea secuencialmente o usa otras herramientas literarias? Sin duda, esto es tarea de una futura investigación.