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República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria Aldea “Mateo Liscano” Quíbor- Lara

EL ALCA

Triunfadores:

Abril; 2016

Candy Garcia Georlis Gomez Jesús Cadenas Annys Jiménez Marielys Torres Seccion:2202

EL ALCA AREA DE LIBRE COMERCIO DE LAS AMÉRICAS

Antecedentes Históricos del ALCA Dentro de los antecedentes del Alca está la idea del panamericanismo, un modelo elaborado por los Estados Unidos, inspirado en la Doctrina Monroe (“América para los americanos”), con objetivos claros de extender su dominación territorial hegemónica hacia los países de nuestra América, planteamiento que surgió con la clara intención de sumergir en el olvido los ideales de la verdadera integración por los que bregaran nuestros próceres de la primera independencia, y que tuviera un primer momento importante en el Congreso Anfictiónico de Panamá, convocado por Simón Bolívar y realizado en Ciudad de Panamá en 1826, con varios intentos posteriores durante el siglo XIX, sin poder concretarse efectivamente. El ideal del panamericanismo luego daría origen a la Unión Panamericana, la cual se desplegó durante la primera mitad del siglo XX. Posterior a la Segunda Guerra Mundial, preocupados los Estados Unidos de América (EUA) por la llamada Guerra Fría y, en particular, lo que se consideraba el avance del comunismo en América Latina y el Caribe, este mismo método de dominación a través de la creación de organismos multilaterales regidos por los designios de Washington, transformó más tarde a dicha Unión Panamericana en la actual Organización de Estados Americanos (OEA). Con la irrupción en la escena mundial de la Primera Revolución Tecnológica a principios de la década de los setenta, el capitalismo le imprime a toda la humanidad una acelerada dinámica en todos los ámbitos. La transformación de la comunicación, y de la transmisión de la información y el conocimiento

desencadenaron un fenómeno que se ha dado en llamar Globalización. Proceso caracterizado por una muy precipitada dinámica de conformación y control hegemónico de nuevos espacios económicos regionales. Los Estados Unidos no podían quedar rezagados detrás de la Unión Europea, o de otros países con alto potencial de desarrollo como China, India, Irán, Japón y Rusia, o un posible bloque unido de países árabes. Para lo cual debe asegurarse con su aliado Canadá, la dominación hegemónica de su patio trasero, para la conformación de un espacio económico que le fuera exclusivo, contando en nuestro

continente

de

aproximadamente

900

millones

de

“americanos”,

poseedores de un Producto Interno Bruto (PIB) de unos 14 billones de dólares; promoviendo el libre comercio, pero eso sí, con la hegemonía de los EE.UU. En medio de este contexto, el 27 de junio de 1990 el presidente norteamericano George Bush (padre) lanzó la "Iniciativa para las Américas", con los supuestos de reforzar el crecimiento y la estabilidad política de América Latina. Desde ese entonces los tres pilares básicos de esta propuesta fueron: estimular el flujo comercial, incrementar la inversión extranjera y reducir el endeudamiento externo, en el marco de una liberación total para las economías latinoamericanas (libre comercio y neoliberalismo puro). Al mismo tiempo los Estados Unidos ponen en marcha un proceso de aproximación a sus futuros “socios” de América Latina y el Caribe. Para lo cual en ese mismo año le dan inicio a un proceso acelerado de negociación de un acuerdo de libre comercio para América del Norte. Después de la firma del acuerdo en

1992 y su posterior aprobación por parte de los parlamentos federales de Canadá, Estados Unidos y México en 1993, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) entró en vigencia el 01 de enero de 1994. Ahora solo les quedaba continuar expandiéndolo hacia el sur. El TLCAN fue entonces el primer escenario de pruebas, preparando las estrategias de explotación y dominación para lo que luego sería el proyecto de Área de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Objetivos Generales del ALCA Promover la prosperidad a través de la creciente integración económica y el libre comercio entre los países del hemisferio. Establecer un área de libre comercio en la que serán progresivamente eliminadas las barreras al comercio de bienes y servicios y la inversión. Alcanzar un acuerdo balanceado y comprehensivo. Facilitar la integración de las economías más pequeñas en el proceso del ALCA. Procurar que nuestras políticas ambientales y de liberalización comercial se apoyen mutuamente. Asegurar, de conformidad con nuestras respectivas leyes y reglamentos, la observancia y promoción de los derechos laborales. Finalizar las negociaciones a más tardar en enero del año 2005 y lograr su entrada en vigencia no más allá de diciembre de ese mismo año.

Principios Generales del ALCA Las decisiones se tomarán por consenso. Las negociaciones serán conducidas de una manera transparente. El acuerdo será congruente con las reglas y disciplinas de la OMC. El ALCA deberá incorporar mejoras respecto a reglas y disciplinas de la OMC. El resultado de las negociaciones será un compromiso único. Puede coexistir con acuerdos bilaterales y subregionales. Desarrollo Histórico del ALCA El gobierno de EE.UU. y las empresas trasnacionales norteamericanas, respaldas por los gobiernos lacayos y algunos sectores empresariales de América Latina y el Caribe, promovieron activamente desde 1994, la creación del más grande bloque comercial en el mundo, el Área de Libre Comercio de las Américas. En ese bloque habrían de estar incluidos 34 países, excluyendo únicamente a Cuba, y cubriendo un inmenso territorio que va desde Alaska hasta Tierra del Fuego. El presidente Bill Clinton fue el anfitrión de la I Cumbre de las Américas celebrada el 9 de diciembre de 1994 en la ciudad de Miami, Florida, a la cual invitó a otros 33 jefes de gobierno -a todos menos Cuba- para crear una agenda común para el futuro de las Américas, dando lugar a una nueva etapa del panamericanismo, con la iniciativa de negociar la instauración del Acuerdo de Libre Comercio de las Américas, (ALCA) que todos firmaron, en realidad, el viejo objetivo buscado por

los EE.UU. Desde 1889, habiendo logrado para esto el auspicio de dichas cumbres por parte de la OEA. La ejecución de ese proyecto tendría obviamente un enorme impacto en las vidas de los 900 millones de personas que vivimos en este continente. Sin embargo, muchos de nosotros jamás tuvimos noticias de su existencia, durante muchos años el resultado de las negociaciones se mantenía en total y absoluto secreto, ni siquiera los parlamentarios, ni tampoco los presidentes de los diferentes países habían sido informados y mucho menos consultados, sus primeros acuerdos eran aprobados tan solo por nuestros representantes diplomáticos y ministeriales sin haber sido revisados por nuestros poderes públicos. La prioridad fundamental en esta agenda fue el libre comercio y la expansión a toda América de la experiencia del TLCAN (Tratado de Libre Comercio para América del Norte, conocido además por sus siglas en inglés, NAFTA). A partir del lanzamiento del ALCA, se inició un complicado y duro proceso de veloces negociaciones que debían durar tan sólo 10 años, centrado en reuniones anuales de los ministros de economía de los países participantes del proceso de constitución del bloque comercial. Otros temas complementarios, en los planos políticos, jurídicos (derechos de autor y patentes de industria y comercio), y militares, también formaban parte de estas negociaciones en esporádicas reuniones paralelas. La meta del gobierno norteamericano y sus incondicionales lacayos era aplicar el ALCA en todos los países del continente, excepto Cuba, a partir de enero de 2005,

pero a partir de abril del 2004, los sucesivos desencuentros en las negociaciones hacen dudar de que ese plan pudiera llevarse a cabo en los términos y con la profundidad inicialmente concebida. La creación del ALCA, al igual que el fallido Acuerdo Multilateral de Inversiones y la Ronda del Milenio de la Organización Mundial del Comercio (boicoteada por miles de activistas en la ciudad de Seattle en noviembre de 1999) formaban parte de una agenda global de liberalización del comercio que ha tenido, en donde se ha aplicado, a las grandes corporaciones trasnacionales como grandes ganadores, a expensas del deterioro de la gran mayoría de la población, el medio ambiente, y la equidad social. Cumbres del ALCA Primera Cumbre de las Américas: Miami, Florida, EE.UU., 9 al 11 de diciembre de 1994. Esta primera cumbre aprobó 59 mandatos basados en 23 temas. Su declaración de principios establecía un pacto para el desarrollo y prosperidad basado en la conservación y fortalecimiento de la comunidad de democracias de las Américas. Los 34 presidentes acordaron comenzar las negociaciones del ALCA con la idea de prosperidad a través de la integración económica para erradicar la pobreza y la discriminación en el Hemisferio, y para garantizar el desarrollo sostenible y al mismo tiempo proteger el medio ambiente. Segunda Cumbre de las Américas: Santiago de Chile, Chile, 18 al 19 de abril de 1998.

La II Cumbre de las Américas fue preparada, discutida y aprobada en forma conjunta por todos los países miembros. Contando además con la participación de organizaciones subregionales, como la Comunidad del Caribe (CARICOM) y el Grupo de Río. Las negociaciones para la Declaración Final y el Plan de Acción fueron llevadas a cabo en reuniones del GRIC (Grupo de Revisión de la Implementación de Cumbres), con el apoyo de la OEA, el BID, la OPS y la CEPAL. Se subrayó la importancia de las políticas sociales y los asuntos esenciales relacionados con la agenda interamericana, tales como la consolidación y mejoramiento de la calidad de la democracia. También se discutió sobre el respeto de los derechos humanos y la ruta hacia un Área de Libre Comercio en las Américas. El resultado de estas deliberaciones fue la Declaración y Plan de Acción de Santiago, el cual contiene 27 iniciativas, en las que en cada una se reflejan las preocupaciones de los diferentes países. Estas iniciativas se agruparon de acuerdo a los siguientes temas: Preservación y fortalecimiento de la democracia, justicia y derechos humanos, integración económica y libre comercio; erradicación de la pobreza y discriminación. Tercera Cumbre de las Américas: Ciudad de Quebec, Canada, 20 al 22 de abril de 2001. Esta Cumbre puso énfasis en 18 temas que resultaron en 254 mandatos sobre temas como: democracia, derechos humanos, justicia, seguridad hemisférica, sociedad civil, comercio, gestión de desastres, desarrollo sostenible, desarrollo

rural, crecimiento con equidad, educación, salud, igualdad de género, pueblos indígenas, diversidad cultural y la niñez y la juventud. La Declaración y Plan de Acción adoptados por los Jefes de Estado y de Gobierno constituyó una agenda para las Américas para los cuatro años siguientes. La Tercera Cumbre fue notable tanto por su demostración de los éxitos del Proceso de Cumbres hasta esa fecha como por los nuevos desafíos que se le presentaban a los países de las Américas para continuar avanzando. El tema más importante de la Declaración política fue la preparación de la Carta Democrática Interamericana, la cual reforzó los instrumentos de la OEA para defender activamente la democracia representativa. La Carta Democrática fue aprobada el 11 de septiembre de 2001, en Lima, Perú, en un período extraordinario de sesiones de la Asamblea General de la OEA. Cumbre Extraordinaria de las Américas: Monterrey, México, 12 al 13 de enero de 2004. Desde la Tercera Cumbre de Quebec en el 2001, un tercio de los países de América cambio de liderazgos, la pobreza iba en aumento, el 44% de la población de América Latina y el Caribe vivía en estado de pobreza, y el crecimiento económico se tambaleaba. Los Jefes de Estado y de Gobierno se reunieron en México del 12 al 13 de enero de 2004, con la idea de proponer medidas para combatir la pobreza, promover el desarrollo social, lograr el crecimiento económico con equidad y fortalecer la gobernabilidad en nuestras democracias. Los

gobiernos firmaron la Declaración de Nuevo León, la cual concentró la atención en estas tres áreas, y resultó en 72 mandatos. Cuarta Cumbre de las Américas: Mar del Plata, Argentina, 4 al 5 de noviembre de 2005. La Cuarta Cumbre se enfocó en los principales desafíos de la región, en materia de creación de empleos y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática. Los 52 mandatos emanados de la Declaración Final y Plan de Acción de Mar del Plata se agrupan en las siguientes áreas: Crecimiento con empleo, crear trabajo para enfrentar la pobreza, formación de la fuerza laboral, micro, pequeñas y medianas empresas como motor de crecimiento del empleo, marco para crear trabajo decente y fortalecimiento de la gobernabilidad democrática. Los Jefes de Estado y de Gobierno definieron acciones específicas para promover el desarrollo a través de la generación de empleo, el incremento de la participación ciudadana en la esfera del empleo, alentando la cooperación entre los gobiernos, fomentado el diálogo social incluyente y promoviendo las inversiones en áreas clave para la creación de empleos. Quinta Cumbre de las Américas: recientemente celebrada en Puerto España, Trinidad y Tobago, 17 al 19 de abril de 2009. MUERTE DEFINITIVA DEL ALCA. La reciente Cumbre de las Américas marcó el fin de la política norteamericana de intensas presiones durante dos décadas para imponernos la firma del ALCA, y constituye para ellos un grave fracaso diplomático. Por primera vez en cinco Cumbres no pudo emitirse una declaración final porque los ocho países que

integraban el ALBA (Bolivia, Cuba, Honduras, Dominica, Nicaragua, Paraguay, San Vicente y las Granadinas y Venezuela; 3 de América del Sur, 2 de América Central y 3 del Caribe), la objetaron desde el primer momento. El final de la Cumbre fue desordenado y ni siquiera se pudo coordinar, como es usual, una foto final de los presidentes. Ninguno de los planes de potenciar al BID con fondos significativos pudo aprobarse y seguirá siendo el FMI el organismo encargado de financiar las crisis, en un escenario mundial donde el continente americano no es prioritario frente a regiones como Europa Central y Oriental o el Este de Asia. Los hechos confirman el momento histórico de menor influencia hemisférica de los EEUU, en paralelo con un fuerte y creciente liderazgo de Chávez abiertamente antimperialista y antineoliberal, y uno más débil de Brasil con Lula que evita los conflictos, con lo cual se hace evidente cierto vacío político en la región. Obama se vio obligado a reconocer la culpa de EEUU en el problema del narcotráfico en México, se tuvo que mostrar flexible frente al tema de las relaciones con Cuba, y recibió de manos del Presidente Chávez el libro del escritor uruguayo Eduardo Galeano “Las Venas Abiertas de América Latina”, que trata sobre los flagelos del imperialismo norteamericano y el colonialismo europeo en América Latina. Colombia fue escogida como sede de la VI Cumbre de las Américas en el 2013. La 39 Asamblea General de la Organización de Estados Americanos (OEA) llevada a cabo el 3 de junio de 2009 en Honduras, en la ciudad de San Pedro

Sula, aprobó que Colombia sea sede del encuentro que se celebra cada cuatro años. El embajador de Venezuela ante la OEA, Roy Chaderton Matos, sugirió que la VI Cumbre de las Américas se celebre en la ciudad colombiana de Cartagena, en el Caribe.