Informe de Lectura de Maria Cecilia Serrano

Informe de lectura del artículo “Música y retórica. Encuentros y desencuentros de la música y el lenguaje”. de Rubén Lóp

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Informe de Lectura N°1 Música y Retórica: Encuentros y Desencuentros de la Música y el Lenguaje De Rubén López Cano Nombre: María Cecilia Serrano Carrera: Teoría de la Música

El vínculo entre música y lenguaje ha sido un tema de estudio entre diferentes autores a lo largo de la historia, ya sea por sus similitudes, o por sus diferencias aparentes. Es así como encontramos a Rubén López Cano, que en su texto “Música y Retórica: Encuentros y Desencuentros de la Música y el Lenguaje” logra vincular discurso retórico y música utilizando teorías del siglo XVII y XVIII, y nos muestra ejemplos que nos ayudan a comprender la relación que existe entre ambos. Sin embargo, a partir de éstos mismos ejemplos es que surgen preguntas y puntos de comparación con otros autores que hablan del mismo tema; en este caso tomaré un breve texto que me llamó la atención perteneciente a Alejandro Tapia1, quien tiene un enfoque desde la retórica, hacia la música y además complementa ciertas ideas de López Cano, quien se enfoca antes en la música y luego lo lleva al arte de la retórica. Según López Cano, música y lenguaje tienen un origen común puesto que ambos sirven para expresar, comunicar e interpretar el mundo, ambos logran la expansión de los mecanismos simbólicos, y trascienden los límites de la comunicación, por lo que nos permiten ejercitar habilidades cognitivas. Es así como de estas similitudes, el análisis musical ha tomado prestados algunos modelos que se utilizan para el análisis del lenguaje y los ha usado para abordar sus problemas. La retórica, un arte que se extendió y utilizó en la música hasta el siglo XVIII, fue la primera forma de análisis que se usó hacia el año 1599 para explicar los fenómenos que ocurrían en el discurso musical; la llamada “música poética”. El principal objetivo de ésta, era generar una respuesta emotiva en los oyentes, y, (como la retórica estaba hace siglos definida para generar estas respuestas emotivas) se tomaron algunos de sus elementos y se adaptaron a la música. Las partes más importantes adaptadas fueron; inventio, dispositio y elocutio, cuyo principal objetivo es expresar, conmover y por supuesto, atraer la atención del oyente. A partir de los ejemplos siguientes que entrega el autor, queda comprobado que las partes pertenecientes a un discurso retórico, son

1 http://elarboldelaretorica.blogspot.com/2007/04/msica-y-retrica.html

fácilmente localizables en la pieza que se propone, y más aún, podemos encontrar ejemplos de retórica en pinturas, y publicidad de hoy en día. López Cano plantea a modo de conclusión, que como ha demostrado, es fácil hacer un vínculo entre retórica y lenguaje, siendo que estamos bombardeados inconscientemente de sus elementos (como se puede observar en los ejemplos sobre publicidad), y que para un músico profesional, es relevante conocer los códigos que se utilizan en música antigua, ya que permite comprender verdaderamente qué se está interpretando, y por qué se deben resaltar o enfatizar ciertos puntos. Sin embargo, hay una salvedad en éste asunto, ya que aplicar los modelos pertenecientes al lenguaje en música no es algo definitivo ni objetivo, ya que pueden aparecer muchas interpretaciones sobre el mismo pasaje. Así se mencionan los métodos de Nicolas Ruwet y Jean Jaques Nattiez, los métodos de gramática generativa de Baroni, Dalmonte y Jacobioni, y Lerhald y Jackendoff, que solo comprueban las diferentes partes en las que es posible focalizarse para realizar diferentes tipos de análisis musical. Por otro lado, según Alejandro Tapia, retórica y música son similares ya que “ambas se ejercen en el tiempo y se reciben por el oído”. La música, en la antigüedad, recibe un tratamiento similar al de la oratoria, ya que utiliza la modulación tonal, y a lo largo del tiempo distribuye los tópicos de una forma agradable para el oyente. Un tema interesante que nos muestra luego el autor, trata sobre la relación entre notación y retórica en la antigüedad; plantea que a partir de la retórica, se comenzaron a utilizar signos de puntuación (comma, punctum), y que estos mismos en realidad están basados en “la retórica” de Aristóteles, dando así origen a un método escrito para suscitar repetición, contraste, extensión, dinamismo, acento, censura y articulación. Los mismos que también se utilizaron en música. Sin embargo, según Tapia, durante el periodo romántico la teoría de la retórica clásica fue refutada, ya que gracias al auge de la gramática, se “subordinó el aspecto deliberativo al de la sintaxis como orden puramente lógico”, pero la música continuó operando sobre la teoría de los afectos, ya que, hasta hoy en día, apela a la emocionalidad del oyente. Es interesante tratar de resumir, a partir de las comparaciones de ambos textos, la relación que se plantea entre música y lenguaje, ya que, si nos remontamos a los orígenes planteados por Tapia, en realidad lenguaje escrito y música estuvieron subordinados desde el inicio al discurso a la retórica. No cabría duda entonces sobre las ideas que plantea López Cano, ya que en realidad siempre que hablemos de un tipo de lenguaje, estaríamos recurriendo al arte de la retórica, ya sea música, publicidad, literatura, etc. Podríamos decir que, aunque música y lenguaje escrito tienen un origen común, y en algún momento se rigieron por las mismas reglas, han evolucionado de forma distinta. Basta mirar el período romántico que menciona Tapia en su texto, en que la música se esforzaba al máximo por conmover al oyente, y la gramática se estableció como algo más lógico, cosa que en un discurso

retórico no era primordial. También es interesante el último ejemplo que aparece en su texto, donde se vincula una canción de “The Beatles” al discurso retórico. Quizás este ejemplo es comparable a algún libro medianamente popular, que también se rige por las reglas de la retórica; lo más probable es que de manera inconsciente, al igual que en el ejemplo de “The Beatles”, los elementos del discurso retórico estén presentes y además estén siendo utilizados hoy en día por un escritor y para un público que no tiene idea qué es retórica, y qué elementos la componen. ¿Podría decirse entonces que en realidad, el discurso retórico es algo que se da de manera natural en el ser humano? Aunque ambos textos sirven para dar un cierto seguimiento lógico al tema del discurso retórico a través del tiempo, me llama la atención que las formas de análisis que muestra López Cano no sean más conocidas y aplicadas, ya que, como el mismo decía, es importante que los músicos conozcan el contexto en que se creó una pieza, y qué tipo de análisis se estaba utilizando en aquel entonces, o a qué procedimientos está relacionada cierta música. Creo que es de vital importancia para un músico conocer el contexto musical de las obras, ya sea en su interpretación o análisis, ya que si no conocemos el contexto, es muy difícil lograr un acercamiento creíble y justificado a una pieza. Es interesante además, reflexionar hacia dónde está orientado un análisis retórico, ya sea desde el punto de vista del compositor, del público que oirá la obra, de los intérpretes, etc., y la utilidad que puede tener para cada uno de ellos. Ambos textos a mi parecer, tratan el tema de la retórica de manera interesante, pues con la lectura de ambos se logra establecer una trama lineal sobre la influencia de la retórica en música, por lo que a pesar de intentar encontrar puntos disimiles, son más los puntos coincidentes y complementarios. Me llama la atención de ambos que los ejemplos de elementos de la retórica, aparte de la música “de la academia”, puedan vincularse con ejemplos que son comunes a la gente, a cualquier persona hoy en día, ya sea con la publicidad o con la música de “The Beatles”, por lo que en teoría, cualquier persona sería capaz de aplicar los elementos del discurso retórico si los conocieran, por la familiaridad inconsciente que producen. Otro punto importante para mí fue la manera de aproximarse al análisis en si, de una obra musical. Me surge la duda de si cada una de las partes de las piezas analizadas fueron deliberadamente escritos de esa manera para adecuarse a un discurso retórico, o si por el contrario, son simplemente parte de la creatividad del compositor que no estaba pensando en que cada parte de su obra calzara con éste. Si solo vemos las cosas por contexto, es más simple concluir que debió basarse en los preceptos del discurso, pero, quizás si hiciéramos un análisis más acabado sobre el compositor del que se trata, su vida, su educación y el momento histórico en que se desenvolvió, podríamos llegar a otras conclusiones. Sin embargo, abarcar un análisis de esas características sería mucho más complejo,

pensando que mucha información de la época a la que pertenecen las obras analizadas, está perdida, y además que no podemos meternos en la cabeza del compositor para saber realmente qué estaba pensando en ese momento. Es así como, la conclusión más importante a la que puedo llegar con la lectura de éstos textos, es la importancia que tiene hacer un análisis consciente de una obra musical; no importa si está vinculado al a retórica, al lenguaje, etc., pero lo que sí creo de vital importancia es poder comprender las limitantes y ventajas de cada tipo de análisis que realicemos.