Ifá y Algunos Òrìsà en La Tierra Yorùbá Facebook-1

IFÁ Y ALGUNOS ÒRÌSÀ EN LA TIERRA YORÙBÁ 1 2 3 4 5 6 7 La organización de la nación Yorùbá es hecha de tal

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IFÁ Y ALGUNOS ÒRÌSÀ EN LA TIERRA YORÙBÁ

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La organización de la nación Yorùbá es hecha de tal manera que nadie es una isla, todos son importantes y tienen una función que desarrollar. El mero hecho de que una persona se vuelva loca o se vuelva rica, es una lección para que él pueda usar estas mismas razones para mejorar sus subsiguientes relaciones con sus prójimos y su Dios. Si la razón es bizarra, él quiere que su creador lo aleje de tal lugar; si la razón es loable, él quiere que Él, su Dios haga algo afín. Ifá dice “eni tó jìn sí kòtò, ó kárá yòókù lógbón” el que cae dentro de una zanja sirve como advertencia para aquellos que vienen detrás. La fundación de la Tierra y subsecuentemente su ocupación por parte de las deidades, parecen estar basadas en la simple ley de coexistencia, convivencia y usando a Dios como base de la simbiosis. A causa de esta interdependencia o simbiosis, las funciones de cada una de las deidades están bien definidas, pero en el largo camino también funcionan para el bien de los otros y el bien de la Tierra entera. Cuando hay una necesidad de lluvia, Òrúnmìlà les pedirá a los granjeros que ofrezcan sacrificio a Sàngó, o en tiempo de guerra Ifá puede pedirles que ofrezcan sacrificio a Ògún, Òsóòsì, Erinlè, o incluso a Sónikére luego de todos los sacrificios a Ifá. Así Sàngó traería la lluvia, Ògún traería los instrumentos para el cultivo, los niños que trabajarán en la granja serán 8

dados por Òsun a través de la fertilidad; Òrúnmìlà presentará ofrendas a las deidades, Èsù bloqueará las acciones de todos los deseos y aflicciones que están dentro del rango de contacto; balanceando entonces así los poderes de los izquierdistas con aquellos de los derechistas. Cada una de estas deidades tiene una peculiar forma de vivir que lo distingue de las otras. Estas diferencias pueden variar desde patrones de carácter hasta la esencia Divina celestial de cada uno. Si no examinamos a estos seres desde cerca podemos fallar en ver porqué las prácticas particulares que pueden sonar extravagantes son retenidas hasta el día de hoy. Los Òrìsà encontrados en la tierra Yorùbá son innumerables y cada uno tiene devotos expandidos en todos los continentes. Esto puede haber comenzado porque Olódùmarè le dio a cada oficial un campo de acción definitivo de trabajo para hacer con los humanos principalmente para aquellos que se beneficiaron con su generosidad y se volvieron seguidores incondicionales. Su discipulado puede también haber comenzado como resultado de la división dentro de los rangos de las deidades cuando Odùduwà asumió la responsabilidad del liderazgo de Obàtálá, por lo tanto creando así las facciones leales de uno a expensas del otro. Esta tendencia de discipulado o los devotos podía haber cesado después de la traslación de las deidades pero no fue así, porque incluso después de su éxito estas deidades 9

todavía continuaban respondiendo las necesidades de sus seguidores. Estudiando estas deidades, recogeremos un poco y dibujaremos un paralelo con las otras. Por supuesto sería imposible para nosotros hablar de todas las deidades en la tierra Yorùbá entera, en las páginas de un libro. En Òdí Ìretè, se dice que todas las deidades se encontraron y decidieron apuntar a Òrúnmìlà como su vocero. Esto fue porque Él tiene el conocimiento de los deseos de Olódùmarè, que conoció gracias a su conocimiento de Ifá, de allí en adelante cualquier cosa que cualquiera de las deidades tomara como ofrenda, es Òrúnmìlà quien lo designa. Todo acerca de cualquier deidad no sólo se documenta en las palabras de Ifá, sino que se ha convertido en una oración o discurso a través de la que se les dé respuesta a cualquier necesidad o deseo que él o ella pueda tener. Entonces uno puede ir a través de Ifá hacia cualquiera de estos Òrìsà, de cualquier modo cada uno de estos Òrìsà en sí mismos, a pesar de ser interdependientes los unos de los otros, son unilateralmente independientes y uno pude ofrecer oraciones a Olódùmarè a través de las deidades o a las deidades en sí mismas como el punto final de contacto. La práctica del pueblo Yorùbá usa íconos o formaciones. Este empleo pudo haberse debido en parte al consejo dado 10

por Ògbóni (lo cual se verá más adelante); usando cosas que eran de conocimiento como favoritas de la deidad transpuesta o probablemente que la deidad haya traído del cielo. También esto puede haber sido cedido a la deidad por Ifá o una combinación de todos estos casos. Cada uno de estos Òrìsà entonces tiene su propio ícono conocido como “Òkè Ìpòrí”. Es en los sacrificios a las deidades en que estos Òkè Ìpòrí, son usados y puestos y es el mismo al que se le rezará cuando el devoto esté buscando algo en particular a través de esta misma deidad. Edùn pertenece a Sàngó, Òpá es de Obàtálá, Ota además del río es para Òsun, Yangí es para Èsù y cualquier elemento de metal como metrallas, armas de fuego, arcos y flechas son para Ògún. Estos íconos están espiritualmente vivos y se ha sabido que fueron muy potentes en encontrar las necesidades de sus devotos. La creencia de que todas las cosas tienen vida puede ser una referencia al ser interior de estos íconos. Los niveles de su energía como fue demostrado por las ciencias físicas son testimonio de esto en una parte, pero también es sabido y puede ser probado, que los seres interiores también pueden ser llamados para desarrollar funciones específicas. Experimentos científicos también han confirmado que los niveles de energía de los íconos consagrados, son inmensamente más grandes que aquellos comunes. 11

Los objetos considerados inanimados por los estándares humanos, pueden entonces estar bastante vivos. He visto instancias donde el espíritu dentro del río, que se creía que era inanimado, fue llamado a ser abierto; también he visto un cinturón “onde” conjurado y usado para litigar la tierra y así se convirtió en una serpiente, esto es llamado “Arókùndejò”. A un ícono de madera consagrado para la función de Òkè Ìpòrí también puede pedírsele que se traslade a otro lugar sin ninguna fuerza externa. Los espíritus dentro de estos seres han sido desterrados por el uso de energías espirituales, estas energías están disponibles para los sacerdotes Yorùbá aprovechados para el medio ambiente donde viven. Los devotos de Òrìsà hoy visten de maneras, que recuerdan a las deidades originales, en otras palabras; cada uno de ellos trae vivo a sí mismo, el espíritu de la deidad original. Estos devotos comen comidas y desarrollan todos los derechos asociados con las deidades ancestrales. Las deidades Yorùbá también pueden ser categorizados como Òrìsà y Ebora. Òrìsà son aquellos que bajaron del cielo, ellos fueron creados por Olódùmarè y nadie puede reclamar haber tenido a uno de ellos como hijo.

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De cualquier manera los Ebora, son aquellos que también fueron nacidos en la Tierra o en el Cielo y se convirtieron en deidades como resultado de sus hazañas en la Tierra. Las dos categorías de deidades es lo que se determinó como “Irúnmolè”. Ifá distingue a los principales Òrìsà como aquellos que inventaron el uso de “Efun” (tiza), “Osùn” (del bosque), o una combinación de los dos como parte de su vestimenta. Algunos de los principales Òrìsà son Obàtálá, Òrànifè, Òsun y Òrúnmìlà. Los Òrìsà pueden ser determinados a ser “señores”, como mayores y más poderosos a ser comparados con Ebora; pero éstos luego desarrollados, han demostrado que los Ebora también pueden ser muy poderosos. Entre los principales Ebora: Òsóòsì, Ògún, Olókun, Egúngún, Orò y Erinlè quienes son bien conocidos incluso hasta los días de hoy. El nombre Irúnmolè, el cual es una combinación del nombre para los dos lados, Ebora y Òrìsà puede decirse que fue acuñado en una historia revelada bajo Ogbè Ìretè. A Ilè, la madre Tierra, se le dijo que ofrezca sacrificio para que ella pudiera tener la mayor cantidad de hijos posibles. El sacrificio se suponía que iba a ser hecho en partes agregando a “Irinwó”, y así serían cuatrocientas partes. Ilè ofreció el sacrificio y consecuentemente tuvo numerosos hijos. Ifá dice que luego de los primeros cuatrocientos que 13

la madre Tierra originalmente pidió, ella consultó si todavía era posible tener más; se le pidió a ella entonces que ofreciera otra ronda de sacrificio en el múltiplo de doscientas unidades de elementos. El nombre Irúnmolè fue una invención, que nació del número de hijos que Ilè, la madre Tierra, había tenido y todavía tendría en el futuro; “Irinwó omo ilè”, cuatrocientos hijos de la madre Tierra; fue lo que luego devino como Irúnmolè. Cuando se hace reverencia a los ancestros Yorùbá, no debería ser difícil detectar que, el presidente de los sacerdotes o los líderes diga: Irinwó Imòlè e bá wa sé Igba Imolè e bá wa sé Irinwó Imolè ló ni wá Igba Imolè ló ni wá Irinwó Imòlè ven y participa con nosotros Igba Imolè ven y participa con nosotros Irinwó Imolè son nuestros antepasados Igba Imolè son nuestros dueños *nota al pie: no está establecido aún si, Ogun es clasificado como Ebora u Òrìsà; esto es porque la mayoría de los poemas de Ifá dicen que él es Ebora, pero una de sus oraciones lo llama “Àwàlàwúlú Òrìsà tíí jegba ekòló mó bì, el gran 14

Òrìsà que come cientos de lombrices de tierra sin vomitar. COLORES PREFERIDOS DE LOS ÒRÌSÀ Sàngó ama el colorado, está asociado con la luz ardiente y el trueno, una de sus comidas es el Gbègìrì el cual puede ser tomado como una sopa colorada. De alguna forma podemos encontrar a los Òrìsà con los siguientes colores: Ejemplo de Ebora u Òrìsà de color blanco: Obàtálá y todas sus encarnaciones, Àyàn, Àgalú, Ògbóni, Ògún y todas sus encarnaciones, Obà. Òrìsà u Ebora de color colorado: Sàngó y todas sus encarnaciones, Oya, Òsùmàrè, Orè.

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La disposición del color, (por ejemplo el color colorado) como está aclarado en el Ogbe Irosun también tiene un trasfondo espiritual. Se sabe que los colores dibujan un cuerpo celestial cerca de las personas, que los viste, la preferencia de un tipo de color entonces, puede ser la manera de atrapar la energía del espacio. La clasificación de estos Òrìsà y Ebora, como puede ser los de color blanco o los de color colorado; en realidad no se traduce como que el que es de color colorado no se viste de blanco o que el que prefiere cosas blancas no se viste de colorado; pero es un hecho que está basado en el tipo de energía en la que el Òrìsà está interesado a la hora de vestirse. 16

Muchos versos de Ifá sugieren que los ancestros de la nación Yorùbá podían haber sido gigantes, ninguno de ellos murió de muerte natural; o sea que ninguno fue enterrado con una tumba sobre la tierra, puede ser que hayan vuelto al paraíso vía el océano como Òrúnmìlà o entraron a la madre tierra como Obàtálá. Orè volvió al paraíso a través del cielo y se cree que aún está viviendo allí; Sàngó volvió a través del mismo medio por el cual él bajó. El Olófin Odùduwà como Obàtálá le pidió a la madre tierra que se lo trague para ser asumido dentro de los cielos, pero dejó una estatua llamada “Irìn”*. No nos olvidemos que el Olófin Odùduwà fue la primera persona en la tierra quien a través del “Àse” que le fue dado por Olódùmarè dentro de la tierra, luego fue solidificado. Los versos de Ifá dicen que él fue uno de los que conoció los secretos de la madre tierra, he incluso durante su vida fue conocido como un aficionado a entrar dentro de la tierra en un lugar y salir a mucha distancia de ahí. Cuando él como cualquiera de sus colegas estaban listos para abandonar la tierra, ellos le dirían a sus hermanos, devotos y amigos; que querían trasladarse a la eternidad entrando o por el océano o por medio de la madre tierra o vía cualquier otro medio al cielo.

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Olófin de la misma manera, les ha dicho a sus parientes de su intención y delante de sus ojos entró la madre tierra. Este lugar todavía está en Ilé Ifè hasta el día de hoy donde muchos sacrificios se le ofrecen a él hasta el día de hoy. Hay un sacerdote suplente Obadio, quien hace todos los rituales en beneficio de cualquier cliente. La particularidad de entrar a la madre tierra, no terminó con el Olófin Odùduwà. Hay una mascarada en Ìloràá, cerca de Òyó, quien es aficionado de hacer eso también. Su práctica es entrar dentro de los pozos de agua, sin importar su profundidad, para emerger desde otro a cientos de metros de distancia chorreando agua. Ahora consideremos cada una de estas deidades en su tierra y haciendo sus propios méritos. *Nota: Esta estatua no tiene acceso a los ojos públicos OTRAS DIVINIDADES DE LA TIERRA YORÙBÁ Mi definición de las siguientes deidades de la tierra Yorùbá como "otras” no significa que no sean importantes, sino porque es imposible para nosotros para documentar todas las deidades Yorùbá del enclave en las páginas de un libro. Pero lo que hemos tratado de hacer es utilizar lo poco de aquí como un punto de referencia para la evaluación del resto ya que siempre hay esa asociación simbiótica dentro de todos ellos. ÒRÀNIFÈ, ONÍLÉ INÁ, un Òrìsà que vino del cielo y se dice que vive en el cielo. Él es aquel a quien dice Ifá 18

convertido en un tabú para el Opón Ifá, la bandeja de adivinación que se coloca boca arriba en plena luz del día. AYÉLÁLA en la tierra de de Èkìtì/Ondó o la gente Ìlàje. ÒSÙMÀRÈ, el que tiene pieles multicolores (hoy llamado arco iris), que también habita en los cielos y muchos más. No hay que olvidar el de ÀYÀN ÀGALÚ la deidad en el control de los tambores de la Tierra. Los tambores de la Tierra se llaman "ìlù", pero el que está en el cielo se conoce como “ÌYÀNDÀ”. Esto constituye la base del nombre por el cual se llama la deidad de los tambores, “ÀYÀN”. ÀYÀN tiene un pequeño icono que se deja caer dentro de la cavidad del tambor antes de cubrirla con la piel del animal deseado. La preparación de este icono está protegido por los iniciados en la familia de los tambores. La historia de los tambores se puede encontrar bien contada en Òtúrúpòn Ògúndá. Los tambores son místicos, así como rítmicos, son tocados sobre todo los que tienen la entidad sagrada de ÀYÀN dentro de ellos, y se podrían utilizar para advertir a los niños que han sido iniciados, de los peligros. Los tambores también podrían ser usados para llamar al niño ÀYÀN desde cualquier lugar del mundo cuando haya la necesidad de verlo. Incluso cuando un niño se pierde, un pequeño sacrificio a ÀYÀN y haciendo sonar el tambor para que estimule sus sentidos y lo traiga de vuelta a casa. ÌCONOS Y ESCULTURAS (Representaciones) 19

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Algunos Íconos del tallador Olayinka Oladapo Oladosu La mayoría de las deidades en la tierra Yorùbá tienen esculturas; ya sea hechas de bronce, madera, o hierro. Estos iconos tienen afinidad espiritual con la deidad original y tienen también características particulares que los hacen identificables con las deidades. Aunque no todos los atributos físicos pueden ser representados en el icono, esto último sirve como “fe justificada” para la gente Yorùbá. Como el icono de Ògún que lleva un arma de fuego y un “apirù”, el que tiene Sàngó es representado con un hombre cuya cabeza está peinada con cualquiera de los peinados locales de mujeres, la mayoría “Sùkú”.

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El uso de estos iconos ha recibido golpes de los críticos de la Teología Yorùbá los cuales describen tales iconos como maderas ordinarias que no pueden hablar, moverse o comer. Esto es una visión miope porque la gente que conoce su eficacia estará dispuesta favorablemente hacia ellos. Había experiencias que sugerían el uso de iconos. Por ejemplo, los devotos de Òrìsà o Ebora que tengan conexión con el río o el agua tienen iconos que son llevados al río al principio de cada año. Ellos ofrecen sacrificios a este icono, lo visten y lo llevan a casa después de todos los rituales. Esto empezó con el suceso narrado por Ifá y documentado en Ògúndá Ìká. Bámigbélé lawo ilé Oníkàá Ifádoyè lawo ekùn Ìròkò Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo Àwònrànnìmòjà níí sawo ìlódò asúre Bámigbélé awo ilé Oníkàá lorúko à á pe Ifá A díá fún Òrúnmìlà Òrúnmìlà n rebi àtòkèdókè Ifádoyè awo èkùn Ìròkò lorúko à á pòòsà Òòsá n rebi àtòkèdókè Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo lorúko à á pe Èsù Òdàrà A díá fún Èsù Òdàrà Èsù Òdàrà n rebi àtòkèdókè Àwònrànnimòjà níí sawo ìlódò asúre lorúko à á pe Ògún A díá fún Ògún Ògún n rebi àtòkèdókè Traducción: 22

Bámigbéles el sacerdote del hogar de Oníkàá Ifádoyè es el sacerdote de los barrios de Ìròkò Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo Àwònrànnìmòjà es el sacerdote de Olódò Asúre Bámigbélé en el hogar de Oníkàá es la denominación para Ifá Hicieron adivinación para Òrúnmìlà Òrúnmìlà se dirigía a un lugar lejano Ifádoyè el sacerdote de Ìròkò es el nombre para Òrìsà Hicieron adivinación para Òòsá Òòsá estaba yendo a un destino lejano Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo es el nombre para Èsù Òdàrà Hicieron adivinación para Èsù Òdàrà Èsù Òdàrà estaba yendo a un destino lejano Àwònrànnìmòjà el sacerdote de la casa de Asúre es la denominación de Ògún Hizo adivinación para Ògún Ògún se estaba dirigiendo a un lugar lejano Òrúnmìlà, Obàtálá, Èsù y Ògún se dirigían en un viaje de adivinación a un pueblo muy lejano. Habían sido invitados por el rey de esa tierra. Siendo una dura caminata, empezó a llover hasta el extremo de que el último río que iban a cruzar antes de entrar en la ciudad se desbordó. Quedándose sin opciones, le pidieron a un barquero que los ayudara a cruzar; pero no tenían nada que darle a cambio. Durante cerca de un día, el barquero navegó a través del río por lo grande que era. Cuando llegaron al otro lado, el barquero le pidió las cuotas a cada uno de ellos. 23

Òrúnmìlà lo tranquilizó explicándole que iban al pueblo cercano a realizar adivinación. “Cuando volvamos, cada uno te traeremos una mujer que será una esposa para ti” dijo Òrúnmìlà. Feliz, el hombre les permitió continuar. Verdaderamente, en el pueblo, consiguieron montones de botines de Ifá y Òrìsà. Entre éstos se incluían una mujer para cada uno de ellos. Al final, ellos decidieron volver a la ciudad de Ilé Ifè, su hogar. Se habían olvidado del barquero. Tan pronto como divisaron el río desde lejos, recordaron su promesa y todos eran renuentes a regalar a sus nuevas esposas. “Sólo tengo una mujer”, dijo Ògún, “pero puedo cortar troncos de madera, tallarlos con la forma de un ser humano, usando a cada una de las mujeres que tenemos como prototipos”. “Si ése es el caso, yo las puedo cubrir con pieles” respondió Obàtálá rápidamente. “Entonces si tú puedes poner la piel, yo las haré caminar”, dijo Èsù. “Entonces yo puedo darles el conocimiento para que tenga todas las carácterísticas humanas”, añadió Òrúnmìlà. Sin perder tiempo, Ògún entró en los bosques, cortó cuatro troncos de madera y los talló con la forma de los humanos. Òrìsà puso pieles sobre ellos. Èsù señaló a su calabaza de Asúre y ellas empezaron a andar mientras que Òrúnmìlà les puso el conocimiento en todas ellas. Sin perder un instante, ellos hicieron cuatro mujeres que eran exactas réplicas de las que les habían dado individualmente. Al divisarlas a lo lejos, el barquero estaba tan feliz que saltó de su canoa para verlas. “¿Cómo fue vuestro viaje?”, preguntó ansiosamente. 24

“Tuvimos una buena racha y trajimos nuestras promesas”, dijeron todos al unísono. Uno detrás de otro, ellos le presentaron a las “promesas” que le hicieron; todas eran mujeres de excepcional belleza. Sin tener que preguntar por ninguna otra cosa, el barquero les llevó a la otra orilla. Estaba tan feliz de tener cuatro mujeres a la vez. Òrúnmìlà, Obàtálá, Èsù y Ògún se despidieron de él y de sus cuatro esposas. Apenas las deidades se fueron estas “humanas” empezaron a jugar. Su juego era tan bruto que el barquero se enfadó y abofeteó a una de ellas. Él no sabía que cualquier forma de agresión física es uno de los mayores tabús de estos seres. Sin ningún aviso, ¡todas se volvieron a convertir en troncos de madera! “¿Qué clase de magia es ésta?” evocó con coraje, intentó todo lo que se podía hacer para convencerlas de que volvieran a la vida. Él los sacudió, les rogó, les acarició y les prometió todo. “Sólo estaba jugando con vosotras, por favor vuelvan a ser humanas”, suplicó. Ellas no se volvieron a transformar. Después de valorar la situación sin conseguir encontrar ninguna solución, estalló con la canción Ìyèrè para hacer un llamado a la conciencia de las personas que le dieron los “regalos”. Bámigbélé awo ilé Oníkàá Ènìyàn èyín fi sílè ló bá digi Ifádoyè awo èkùn Ìròkò Ènìyàn èyín fi sílè ló bá digi Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo Ènìyàn èyín fi sílè ló bá digi Àwònrànnimòjà níí sawo ìlódò asúre Ènìyàn èyín fi sílè ló bá digi 25

Traducción: Bámigbélé el sacerdote del hogar de Oníkàá Los humanos que me disteis se han convertido en un tronco de madera Ifadoye el sacerdote de los barrios de Ìròkò Los humanos que me disteis se han convertido en un tronco de madera Èniyàn kúkúrú ó rù sànkunsakùn lebo Los humanos que me disteis se han convertido en un tronco de madera Àwònrànnimòja el sacerdote de Olódò Asúre Los humanos que me disteis se han convertido en un tronco de madera En pocos segundos, el mensaje llegó a Òrúnmìlà y a sus amigos, ellos también respondieron, usando el mismo formato de la canción ìyèrè: Bámigbélé awo ilé Oníkàá Eyin ò tètè mo pójú ló pon awo níbè ló bá sogi deni Ìwo ò tètè mò Ifádoyè awo ekù Ìròkò Èyin ò tètè mo pójú ló pon awo níbè ló bá sogi deni Ìwo ò tètè mò Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo Èyin ò tètè mo pójú ló pon awo níbè ló bá sogi deni Ìwo ò tètè mò Àwònrànnimòjà níí sawo ìlódò asúre Eyin ò tètè mo pójú ló pon awo níbè ló bá sogi deni Ìwo ò tètè mò Traducción: Bámigbélé el sacerdote de la casa de Oníkàá 26

Fue porque el Babaláwo estaba necesitado por lo que se vió obligado a convertir en humanos la madera Tú no lo sabías Ifádoyè el sacerdote de los barrios de Ìròkò Fue porque el Babaláwo estaba necesitado por lo que se vió obligado a convertir en humanos la madera Tú no lo sabías Ènìyàn kúkúrú ò rú sàkunsàkun lébo Fue porque el Babaláwo estaba necesitado por lo que se vió obligado a convertir en humanos la madera Tú no lo sabías Àwònrànnimòjà el sacerdote de Ìlódò Asúre Fue porque el Babaláwo estaba necesitado por lo que se vió obligado a convertir en humanos la madera Tú no lo sabías El barquero estaba tan triste que decidió consultar a los Babaláwos a los que Òrúnmìlà entrenó en el pueblo que visitaron. Le dijeron que llevara las maderas a la ribera y les ofreciera sacrificio. “Todas tus aspiraciones serán conseguidas ahora que ellas han sido interpretadas espiritualmente”, aseguraron los Babaláwos. Por consiguiente, él hizo como le ordenaron. El primer año fue tan fantástico que sus cosas mejoraron drásticamente. Su esposa original que había estado estéril se quedó embarazada. También se casó con más esposas. Estaba tan feliz. Nunca olvidaba ofrecer los sacrificios a estas estatuas, cada año. Se dio cuenta de que si se hubiera casado con las “humanas” que le dieron como regalos, no 27

hubiera tenido a nadie a quien pedir ayuda como si fuera a un pariente (estas maderas). Este suceso fue lo que empujó a llevar a las estatuas de todas las deidades relacionadas con el río a la orilla del río durante el festival anual. Un cargo que es común a todos los devotos de Òrìsà es Àwòrò. Por tanto, podemos tener a Àwòrò Òsun, Àwòrò Ògún, Àwòrò Obàtálá, etc... YÁNLÈ Yánlè como ritual significa, “primero, alimentar un Òrìsà”, antes de que cualquiera coma de la comida preparada como ofrenda para el Òrìsà ya sea con el propósito de un ebo o por un festival anual. Yánlè incluye todas las comidas ofrecidas al Òrìsà. Como cuestión de principios, la comida debe ser deliciosa. Tampoco deben quedar restos de la comida. Ejemplo de tales comidas son: adìye (gallina), àkùkò (gallo), ewúré (cabra hembra), òbúko (cabra macho), àgbò (carnero, cordero), àgùntàn (oveja), elédè (cerdo o puerco), vaca…., eyelé (paloma), eja àrò (bagre-pez), èso (frutas), iyán (ñame), àmàlà, isu (batata) y otros comestibles. Procedimiento: Cuando la comida está lista para ser servida, un sacerdote, sacerdotisa o un devoto, arreglará un plato para el Òrìsà propiciado. El plato usualmente incluye una pequeña porción 28

de todas las comidas que han de ser servidas. El plato será entonces presentado al Òrìsà.

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