Historia de la maquina Compaq

HISTORIA DE COMPAQ PRESENTADO POR: HECTOR JAVIER RODRIGUEZ ESPITIA CÓDIGO: 3034216 PRESENTADO PARA: PEDRO IVAN GONZALE

Views 39 Downloads 0 File size 416KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

HISTORIA DE COMPAQ

PRESENTADO POR: HECTOR JAVIER RODRIGUEZ ESPITIA CÓDIGO: 3034216

PRESENTADO PARA: PEDRO IVAN GONZALEZ

CORPORACIÓN UNIVERSITARIA REPUBLICANA EMPRENDIMIENTO FACULTAD DE INGENIERIA INDUSTRIAL BOGOTÁ D.C 20/02/2019

LA HISTORA DE COMPAQ La historia del nacimiento, auge y caída de Compaq es una de las más apasionantes de la historia reciente de la informática. Esta fue la empresa que logró que se tambaleasen los cimientos del gigante de la época, IBM, y que consiguió iniciar esa era de los clónicos que fue crucial para la popularización del PC en todo el mundo. Rod Canion, Jim Harris y Bill Murto. Los tres eran compañeros de trabajo en Texas Instruments, una empresa a la que criticaban en sus frecuentes reuniones: a pesar de su potencial, TI estaba lastrada por sus gestores. IBM marcaba la pauta Otras empresas comenzaban a ser referentes en el mercado de la informática: el Apple II, el Commodore PET o el RadioShack TRS-80 comenzaban a triunfar entre los usuarios de Estados Unidos, pero todo cambió con la entrada de IBM en este segmento en 1981. Miles de empresas dirigieron su mirada a estas máquinas, e IBM logró transformar su negocio tradicional de mainframes para compatibilizarlo con esos primeros ordenadores personales. El Osborne 1 fue el detonante del nacimiento del primer producto de Compaq Computer. Aquello desató la fiebre por estos ordenadores, pero entre todos aquellos competidores, en Compaq se fijaron en uno en particular: Osborne. Esta empresa estaba logrando triunfar con un PC "portátil", el Osborne 1, que pesaba casi 11 kg y contaba con una pantalla de 5 pulgadas, un procesador Zilog Z80 a 4 MHz y que funcionaba con el sistema operativo CP/M. Aquel 18 de enero de 1982 ni siquiera habían llevado blocs de notas, así que Ted Papa John acabó usando el mantel individual de papel para darle la vuelta y dibujar sobre él. Le pidieron un lápiz a la camarera, y comenzaron a trabajar sobre ese diseño (que tenían bastante claro en sus cabezas) allí mismo. Aquel primer boceto "tenía un aspecto muy profesional". Aquel ordenador se parecía al Osborne, pero "con líneas mucho más suaves, y un teclado como el del IBM PC". Al ver el dibujo, se dieron cuenta de que había que hacer funcionar aquello. Tras conseguir 750.000 dólares financiación de Ben Rosen, que se guió por una corazonada, todo se puso en marcha. Alquilaron unas oficinas e iniciaron las entrevistas para contratar al personal. Todos los candidatos tuvieron que firmar una contrato de confidencialidad para poder saber a qué barco se estaban subiendo.Así construyó Compaq el clónico "legal" del IBM PC Aquello dio su fruto: el 4 noviembre de 1982 Rod Canion se encargó de presentar en Nueva York el Compaq Portable Computer, el ordenador que lo cambiaría todo. Sobre todo, para IBM. La marcha de Compaq era triunfal: el novato acertaba en todo. La cultura de la empresa —mucho más cercana a sus empleados, comida y bebida gratis— se ganó el favor del público, y a eso contribuyó también su marketing, que se hizo famoso por los anuncios protagonizados por el célebre humorista británico John Cleese. El éxito de Compaq se tradujo en unas ventas que pasaron de los 111 millones de dólares de 1983 a los 503 millones de dólares de 1985. Aquello le dio una dimensión completamente nueva a la empresa, e hizo también algo asombroso: logró que IBM dejara de tener un puesto prioritario para fabricantes como Intel, que solían tener ventaja competitiva a la hora de disfrutar de sus últimos procesadores.

El error de IBM Aquella situación desembocó en la exigencia de IBM de tener acceso exclusivo inicial al Intel 386, el procesador que suponía un nuevo salto en las capacidades de proceso de estos ordenadores. Intel se negó a ofrecer esa exclusividad. El tradicional dominio de IBM se tambaleaba: tanto los usuarios como los medios seguían encantados con las máquinas que iba sacando Compaq. Fuente: Google Books. Echad un vistazo a las portadas de PC Magazine y lo comprenderéis Eso provocó que Compaq se convirtiera en el primer fabricante en ofrecer clónicos con estos procesadores a 16 MHz en septiembre de 1986, los Compaq DeskPro 386. En aquella presentación los directivos de IBM seguramente se mordieron las uñas, sobre todo cuando Gordon Moore, presidente de Intel, destacó las capacidades de ese nuevo procesador en una máquina que no era de IBM. IBM trató de competir com Compaq no solo con productos, sino también con nuevas tecnologías y patentes. Aquella plataforma no fue especialmente popular en PCs de consumo, pero sí en servidores, donde sus prestaciones sí podían ser más exprimidas. Eso, no obstante fue la gota que colmó el baso vaso para IBM, que acabó enviando un ejército de abogados a las oficinas de Compaq para presentar una demanda por violación de patentes. Ambas empresas acabaron firmando un acuerdo que eso sí, hizo que Compaq tuviera que abonar 130 millones de dólares.

El fin de una era, el principio de la caída La empresa parecía no poder dejar de acertar en todo lo que hacía, aunque vídeos como el de su campaña PaqRap en 1990 —que precisamente celebraban que se habían superado los 1.000 millones de beneficioanuales— fueran tanto entonces como ahora horripilantes: De repente más y más fabricantes mejoraron la calidad de sus productos y lograron fabricar PCs mucho más baratos y muy competitivos sin tener que hacer las inversiones en I+D que hacía Compaq. En 1991 Eckhard Pfeiffer, que había sido presidente de Compaq International tras su éxito en Europa, pasó a ser el CEO de una empresa de la que pronto no quedaría ninguno de sus fundadores. Murto había dejado la empresa en 1987, mientras que Harris y Canion la dejaron cuando Pfeiffer asumió aquel cargo con la ayuda de Ben Rosen, que dirigía el consejo de administración y había dejado de confiar en Canion para adaptarse al nuevo ritmo del mercado. Ambos defendían estrategias distintas para competir con ese mercado en el que las importaciones del mercado asiático comenzaban a tomar mucha fuerza. Mientras que Rosen defendía un modelo en el que la calidad seguía siendo clave, Rosen acabó forzando su salida tras descubrir que se podía hacer un PC de bajo coste en la mitad del tiempo y a un coste más bajo que lo que proponía Canion. La salida de este último se produjo tras una reunión a sus espaldas en la que el consejo eligió a Pfeiffer de forma unánime, aunque parte de los empleados manifestaron su desagrado con esa salida.