Hematologia

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la educación U.E Colegio María Auxiliadora Barquisi

Views 149 Downloads 14 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

República Bolivariana de Venezuela Ministerio del Poder Popular para la educación U.E Colegio María Auxiliadora Barquisimeto-Lara

Integrante:

Andrea Pinterpe #17

Parte de la medicina que estudia los elementos inmunológicos de la sangre y las enfermedades que se manifiestan por la alteración de estos elementos; trata también de los órganos que producen la sangre. La hematología es la especialidad médica que se ocupa del estudio, diagnóstico, tratamiento y prevención de las enfermedades de la sangre y los órganos que participan en su producción, como son la

médula ósea, el bazo o los ganglios, entre otros. Asimismo, se ocupa de los componentes de la sangre (glóbulos rojos, eritrocitos, plaquetas, leucocitos, hemoglobina, plasma, etc.) y de sus características (mecanismo de coagulación, etc.) La hematología abarca diferentes actividades en el ámbito hospitalario:



Gestión y diagnóstico biológico en laboratorio de determinaciones hematológicas básicas o especiales (análisis de sangre).



Diagnóstico biológico y clínico de trastornos que causan hemorragia o trombosis.



Atención médica a pacientes con enfermedades hematológicas en todas las fases del proceso.



Realización de los trasplante de médula ósea.



Control de los bancos de sangre, de la producción de productos derivados de la sangre (hemoderivados) y de la seguridad de las transfusiones.



Investigación y desarrollo de nuevos procedimientos para el control de enfermedades hematológicas.

Entre las numerosas enfermedades de que se ocupa la hematología cabe destacar las siguientes: 

Enfermedades oncológicas: - Leucemia. - Linfomas. - Mielomas.



Trombosis.



Enfermedades hemorrágicas, como la hemofilia.



Síndrome mielodisplásico.



Anemia.



Neutropenia.



Trombocitopenia

Es una reacción en la cual el cuerpo no tiene suficientes glóbulos rojos sanos. Los glóbulos rojos le suministran el oxígeno a los tejidos corporales.

  

  

Ferropénica: ocurre ante la ausencia del hierro necesario para producir hemoglobina, proteína de los glóbulos rojos que transporta oxigeno por todo el cuerpo. Deficiencia de folato: la deficiencia de folato es la carencia de ácido fólico en la sangre, la cual puede causar un tipo de anemia conocida como anemia megaloblastica. Megaloblastica: también llamada anemia perniciosa, es un tipo de anemia caracterizada por los glóbulos rojos muy grande. Además de que el contenido interno de cada uno no está completamente desarrollado. Esta malformación provoca que la medula ósea produzca menos glóbulos, y algunas veces estos mueren antes de las expectativas de vida de 120 días. De cooley: la talasemia es un trastorno hereditario que afecta a la producción de hemoglobina normal. La gravedad y tipo de anemia dependen del número de genes afectados. Hemolítica: es un trastorno en el cual los glóbulos rojos de a sandre se destruyen más rápido de lo que la medula ósea puede producirlos. El termino para la destrucción de los globulos rojos es “hemolisis” Depanocitrica: enfermedad sanguínea crónica hereditaria en la cual los globulos rojos presentan forma de media luna, y no funcionan normalmente.

       

Insuficiencia renal Embarazo Pérdida de sangre Dieta deficiente Ciertos medicamentos Insuficiencia renal Enfermedades crónicas (cáncer, colitis, artritis, rematoidea) Genéticas (talasemia)

     

Dolor torácico Vértigo o mareo (al pararse o con actividad) Fatiga o falta de energía Dolores de cabeza Dificultad para respirar Problemas para pensar

  

Transfusiones de sangre Cortico esteroides para inhibir el sistema inmunitario Suplemento de hierro

Pruebas y exámenes      

Examen físico (puede encontrar piel pálida, frecuencia cardiaca rápida, soplo cardiaco) Examen de sangre para diagnosticar: Conteo de glóbulos rojos y nivel de hemoglobina Conteo de reticulocitos Nivel de ferritina Nivel de hierro

La leucemia es un tipo de cáncer de la sangre que comienza en la médula ósea, el tejido blando que se encuentra en el centro de los huesos, donde se forman las células sanguíneas. El término leucemia significa sangre blanca. Los glóbulos blancos (leucocitos) son producidos en la médula ósea y el cuerpo los utiliza para combatir infecciones y otras sustancias extrañas. La leucemia lleva a un aumento incontrolable de la cantidad de glóbulos blancos.



Leucemia aguda: en este tipo, las células de la médula ósea no pueden madurar apropiadamente. Las células leucémicas inmaduras continúan reproduciéndose y acumulándose. Algunos tipos de leucemia aguda responden bien al tratamiento, y muchos pacientes se pueden curar.

Síntomas:      

Dolor en huesos y articulaciones Propensión a hematomas y sangrado Sentirse débil o cansado Fiebre Inapetencia y pérdida de peso Palidez 

Leucemia crónica: en esta, las células pueden madurar parcialmente, pero no por completo. Estas células pueden lucir bastante normales, pero usualmente no combaten las infecciones tan bien como los glóbulos blancos normales. Las leucemias crónicas son generalmente más difíciles de curar que las leucemias agudas.

Síntomas:   

Hematomas anormales Inflamación de los ganglios linfáticos, el hígado o el bazo Sudoración excesiva, sudores fríos

   

Fatiga Fiebre Saciedad temprana

Pérdida de peso

En la mayor parte de los casos de leucemia, no se puede establecer una causa identificable. Sin embargo, está demostrado que no es un padecimiento hereditario o contagioso. Existen, sin embargo, una serie de factores de riesgo:   

Historia previa de tratamiento para otras enfermedades cancerosas Padecer un trastorno genético Exposición a agentes tóxicos

Existen una serie de pruebas médicas que son comunes a todos los tipos de leucemia, si bien para el diagnóstico de la leucemia linfocítica aguda se llevan a cabo otros estudios específicos. Las pruebas comunes son las siguientes:     

Analítica Extracción Pruebas de laboratorio Pruebas cromosómicas Estudios por imagen



Médico quirúrgico: médula ósea. Quimioterapia Radioterapia

 

trasplante

de

 

Farmacológico Dietético

Prevención: Los expertos aconsejan llevar una vida saludable y sin hábitos tóxicos, recomendaciones válidas también para la prevención de otras enfermedades oncológicas y que ayudarían, además, a afrontar en mejores condiciones el tratamiento que requiere este tipo de cáncer.

Linfoma: Los linfomas son los cánceres de las células del sistema linfático, básicamente de los linfocitos. El cáncer consiste simplemente en células que han crecido demasiado e invaden los órganos sanos con distintos grados de agresividad. Los linfomas son un conjunto de neoplasias hematológicas que se desarrollan en el sistema linfático, que también forman parte del sistema inmunitario del cuerpo humano.

     

    

Biopsia excisional Hemograma Velocidad de sedimentación globular Bioquímica sanguínea Tomografía axial

o Farmacoterapia o Trasplante de médula ósea o Trasplante de las células madres

Ganglios linfáticos inflamados Tos y dificultad para respirar Fiebre y escalofríos Sudoración nocturna Cansancio Disminución de peso

El linfoma de Hodgkin (HL, por sus siglas en inglés) es uno de los tipos de cáncer más curables. Los médicos no conocen la causa de la mayoría de los casos de linfoma de Hodgkin. No es posible prevenir el linfoma y no se puede contraer el linfoma de otra persona. Por lo general se diagnostica cuando una persona tiene entre 20 y 40 años de edad. Es menos común en la mediana edad y se vuelve más común otra vez después de los 60 años de edad.

Hay muchos tipos de linfoma no Hodgkin (NHL, por sus siglas en inglés). La mayoría de las personas con NHL tienen un linfoma de células B (alrededor del 85 por ciento). Los demás tienen linfoma de células T o de células citolíticas naturales. El linfoma no Hodgkin De progresión lenta se llama indolente o de bajo grado De progresión rápida se llama agresivo o de alto grado.

La hemofilia es un problema hemorrágico. Las personas con hemofilia no sangran más rápido de lo normal, pero pueden sangrar durante un período más prolongado. Su sangreno contiene una cantidad suficiente de factor de coagulación. El factor de coagulación es una proteína en la sangre que controla el sangrado. La hemofilia es bastante infrecuente. Aproximadamente 1 en 10.000 personas nace con ella.

Los dos tipos más comunes de la hemofilia son la hemofilia A y la hemofilia B.





La hemofilia A es un trastorno hemorrágico hereditario causado por una falta del factor de coagulación sanguínea VIII (glicoproteína presente en el plasma sanguíneo).



La hemofilia B es un trastorno hemorrágico hereditario causado por una falta del factor IX (proteína del plasma dependiente de vitamina K).

Sangrado en las articulaciones y el correspondiente dolor y edema



Sangre en la orina o en las heces



Hematomas



Sangrado en vías urinarias y digestivas



Sangrado nasal



Sangrado prolongado a raíz de extracciones dentales y cirugía



Sangrado que comienza sin una causa.



Tiempo de protrombina



Tiempo de sangría



Nivel de fibrinógeno



Tiempo parcial de tromboplastina (TPT)



Actividad del factor VIII y IX en suero

heridas,

También puede diagnosticarse con un examen de sangre para detectar el problema, si otros familiares tienen esta afección.

Tratamiento: El tratamiento incluye la reposición del factor de coagulación faltante. En el cual se administra unos concentrados del factor VII y IXI. La cantidad que se reciba dependerá de: 

La gravedad del sangrado



El sitio del sangrado



Su peso y su talla

Prevención:

Se deben evitar las actividades que entrañan un alto riesgo de lesión. Además, debe evitar el consumo de ciertos fármacos que contienen sustancias que alteran la coagulación (como la aspirina).

Líquido, de color rojo en, que, impulsado por el corazón, circula por los vasos sanguíneos del cuerpo, transportando oxígeno, alimentos y productos de desecho.

La sangre está formada por un conjunto de células que cumplen una función determinada. (La sangre es por tanto un tejido).Un protozoario es un ser vivo formado por una sola célula. El ADN es un componente de la célula entonces ADN es nivel subcelular.

La sangre es un tipo de tejido conectivo. Es un líquido rojo y opaco con una viscosidad ligeramente mayor que la del agua y una densidad de aproximadamente 1,06 g/mL a 15°C. El volumen total de sangre en un adulto de 70 Kg es aproximadamente de 5,5 L, representando así más o menos el 8% de su peso total. Cuando está oxigenada, como en las arterias sistémicas, es de color escarlata claro y cuando está desoxigenada, como en las venas sistémicas, es rojo oscuro o púrpura. Mantiene su fluidez mientras circula por vasos que conserven la integridad de sus paredes. Al extravasarse, o lesionarse el endotelio, coagula rápidamente. Es un elemento heterogéneo, formado por una sustancia intercelular, el plasma, y diversos corpúsculos y células que se forman a partir del hemocitoblasto. En el adulto el tejido sanguíneo se forma en la médula ósea roja de los huesos, constituyendo la etapa final del proceso hematopoyético.

El tejido muscular se forma por una derivación mesodérmico responsable del movimiento de los órganos que son de las partes del cuerpo de un ser vivo que desempeñan una función diferenciada de los organismos que está formado por unas células muy alargadas denominadas fibras musculares o miocitos que es una célula fusiforme que tiene forma de huso y multinucleada son células eucariotas que tienen más de un núcleo en su interior con capacidad de contraerse con mucha facilidad, además cada una de las fibras musculares están envuelta por una fina lámina de tejido conjuntivo o conectivo que es un conjunto heterogéneo de tejidos orgánicos que comparten un origen común a partir del mesénquima embrionario originado a partir del mesodermo. El tejido muscular está compuesto por tres tipos de tejidos: El tejido muscular liso, tejido muscular estriado o esquelético, tejido muscular cardiaco. 

El tejido muscular liso, es el que está formado por la unión de varias células largas que están preparadas en capas más que todo en las paredes de los órganos huecos, como el tubo digestivo ovasos sanguíneos. pero de esta manera encuentran células musculares lisas en el tejido conjuntivo que afecta ciertos órganos como la próstata y las vesículas seminales y en el tejido subcutáneo que es cuando se produce en determinadas regiones como el escroto que sonbolsa que están formada por la piel que cubre los testículos de los mamíferos y los pezones.



El tejido muscular estriado o esquelético, son los que están formados por las células muy largas cubierta por una membrana externa de tejido conjuntivo denominado empimisio.



El tejido muscular cardiaco, son las que están constituidas por células alargadas que también presentan estriaciones transversales de la disposición de

las proteínas contráctiles y pueden distinguirse fácilmente de las fibras musculares esqueléticas por el hecho de poseer uno o dos núcleos centrales.

El tejido óseo es un tejido especializado del tejido conjuntivo, constituyente principal de los huesos en los vertebrados. Está compuesto por células y componentes extra celulares calcificados que forman la matriz ósea. Se caracteriza por su rigidez y su gran resistencia tanto a la tracción como a la compresión. Tipos de tejido óseo: 

El tejido esponjoso o areolar: El hueso esponjoso constituye la mayor parte del tejido óseo de los huesos cortos, planos y de forma irregular y de la epífisis de los huesos largos. El tejido esponjoso de los huesos de la pelvis, las costillas, el esternón, las vértebras, el cráneo y los extremos de algunos huesos largos es el único reservorio de médula ósea roja y por lo tanto, de hematemesis en los adultos. El hueso esponjoso no contiene verdaderas osteonas. Está formado por laminillas dispuestas en un encaje irregular de finas placas de hueso llamadas trabarlas. Los espacios entre las trabéculas de algunos huesos están ocupados por la médula ósea roja productora de células sanguíneas. En el interior de las trabarlas existen eritrocitos, situados en lagunas de las que parten conductillos radiales. Los vasos sanguíneos del periostio penetran a través del hueso esponjoso. Los eritrocitos de las trabarlas reciben su nutrición directamente de la sangre que circula por las cavidades medulares.



El tejido compacto o denso: Se encuentra en la capa externa de los huesos largos formando la diáfisis, en el exterior y en el interior de los huesos planos y en distintas zonas en los huesos cortos, según cada hueso en concreto. Es un tejido duro, denso y frágil. Al observarlo al microscopio destacan estructuras cilíndricas, denominadas osteonas, formadas por capas concéntricas de laminillas óseas, donde se encuentran insertos los osteocitos. En el interior de la osteona hay un canal, el conducto de Havers, por donde circulan vasos sanguíneos, linfáticos y nervios. Los vasos sanguíneos aportan los nutrientes necesarios a las células de los huesos y conducen las hormonas que controlan el aporte de calcio. También aparecen canales que conectan unos conductos de Havers con otros. Estos conductos se llaman conductos de Volkmann. La unidad estructural del tejido óseo compacto es el

Sistema de Aversar u osteona. Este tipo de hueso se localiza en la diáfisis de los huesos largos.

El tejido cartilaginoso, o cartílago, es un tipo de tejido conectivo especializado, elástico, carente de vasos sanguíneos, formados principalmente por matriz extracelular y por células dispersas denominadas condrocitos. La parte exterior del cartílago, llamada pericondrio, es la encargada de brindar el soporte vital a los condrocitos.1 El cartílago se encuentra revistiendo articulaciones, en las uniones entre las costillas y el esternón, como refuerzo en la y bronquios, en el oído externo y en el tabique nasal. se encuentra en embriones de vertebrados y peces cartilaginosos.

tráquea También

Los cartílagos sirven para acomodar las superficies de los cóndilos femorales a las cavidades glenoideas de la tibia, para amortiguar los golpes al caminar y los saltos, para prevenir el desgaste por rozamiento y, por lo tanto, para permitir los movimientos de la articulación. Es una estructura de soporte y da cierta movilidad a las articulaciones. Existen 3 tipos de tejido cartilaginoso:

 Cartílago Hialino: Posee condrocitos dispuestos en grupos (grupos isogénicos) cada grupo rodeado de la matriz territorial, y entre ellos hay matriz interterritorial. Estas matrices contienen principalmente fibrillas de colágeno tipo II, el cual interacciona con proteoglucanos. Está rodeado por pericondrio (exceptuando el cartílago articular). Es avascular. Es el tipo de cartílago más abundante del cuerpo. Tiene un aspecto blanquecino azulado. Se encuentra en cartílago del aparato respiratorio: el esqueleto nasal, la laringe, la tráquea, los bronquios; y en los arcos costales (costillas), los extremos articulares de los huesos y en el esqueleto temporal del embrión. Es avascular, nutriéndose por difusión a partir del líquido sinovial. Es de pocas fibras. 

Cartílago Fibroso o fibrocartílago: Es una forma de transición entre el tejido conectivo denso regular y el cartílago. Está compuesto por condrocitos y fibroblastos, rodeados de fibras de colágeno tipo I. Carece de pericondrio. Suele ser avascular. Se encuentra en los discos intervertebrales, bordes articulares, discos

articulares y meniscos, articulaciones esternoclaviculares, mandíbula, sínfisis púbica, así como en los sitios de inserción de los ligamentos y tendones. 

Cartílago Elástico: Formado por condrocitos rodeados de las matrices territorial e interterritorial, que contienen colágeno tipo II, el cual interacciona con proteoglucanos y fibras elásticas. Está rodeado de pericondrio. Es avascular. Forma la epiglotis, cartílago corniculado o de Santorini, cuneiforme o de Wrisberg, en la laringe, el oído externo (meato acústico) y en las paredes del conducto auditivo externo y la trompa. Forma el pabellón de la oreja. Es amarillento y presenta mayor elasticidad y flexibilidad que el hialino. Su principal diferencia con este último es que la matriz presenta un entretejido denso de finas fibras elásticas que son basófilas y se tiñen con hematoxilina y eosina, así como orceína. Posee más grupos isógenos axiales y poríferos.

El tejido nervioso comprende billones de neuronas y una incalculable cantidad de interconexiones, que forma el complejo sistema de comunicación neuronal. Las neuronas tienen receptores, elaborados en sus terminales, especializados para percibir diferentes tipos de estímulos ya sean mecánicos, químicos, térmicos, etc. y traducirlos en impulsos nerviosos que lo conducirán a los centros nerviosos. Estos impulsos se propagan sucesivamente a otras neuronas para procesamiento y transmisión a los centros más altos y percibir sensaciones o iniciar reacciones motoras. Para llevar a cabo todas estas funciones, el sistema nervioso está organizado desde el punto de vista anatómico, en el sistema nervioso central (SNC) y el sistema nervioso periférico(SNP). El SNP se encuentra localizado fuera del SNC e incluye los 12 pares de nervios craneales (que nacen en el encéfalo), 31 pares de nervios raquídeos (que surgen de la médula espinal) y sus ganglios relacionados. De manera complementaria, el componente motor se subdivide en: 

Sistema somático los impulsos se originan en el SNC se transmiten directamente a través de una neurona a músculo esquelético.



Sistema autónomo los impulsos que provienen de SNC se transmiten primero en un ganglio autónomo a través de una neurona; una segunda neurona que se origina en el ganglio autónomo lleva el impulso a músculos liso y músculos cardiacos o glándulas.

En adición a las neuronas, el tejido nervioso contiene muchas otras células que se denominan en conjunto células gliales, que ni reciben ni transmiten impulso, su misión es apoyar a la célula principal: la neurona.

Como todo tejido, la sangre se compone de células y componentes extracelulares (su matriz extracelular). Estas dos fracciones tisulares vienen representadas por: 

Los elementos formes —también llamados elementos figurados—: son elementos semisólidos (es decir, mitad líquidos y mitad sólidos) y particulados (corpúsculos) representados por células y componentes derivados de células.



El plasma sanguíneo: un fluido traslúcido y amarillento que representa la matriz extracelular líquida en la que están suspendidos los elementos formes. Este representa un medio isotónico para las células sanguíneas, las cuales sobreviven en un medio que esté al 0,9 % de concentración, como la solución salina, para proporcionar un ejemplo.

Los elementos formes constituyen alrededor del 45 % de la sangre. Tal magnitud porcentual se conoce con el nombre de hematocrito (fracción "celular"), adscribible casi en totalidad a la masa eritrocitaria. El otro 55 % está representado por el plasma sanguíneo (fracción acelular). Los elementos formes de la sangre son variados en tamaño, estructura y función, y se agrupan en: 

Las células sanguíneas, que son los glóbulos blancos o leucocitos, células que "están de paso" por la sangre para cumplir su función en otros tejidos;



Los derivados celulares, que no son células estrictamente sino fragmentos celulares, están representados por los eritrocitos y las plaquetas; son los únicos componentes sanguíneos que cumplen sus funciones estrictamente dentro del espacio vascular.

Glóbulos rojos Los glóbulos rojos (eritrocitos) están presentes en la sangre y transportan el oxígeno hacia el resto de las células del cuerpo.

Los glóbulos rojos, hematíes o eritrocitos constituyen aproximadamente el 96 % de los elementos figurados. Su valor normal (conteo) promedio es de alrededor de 4 800 000 en la mujer, y de aproximadamente 5 400 000 en el varón, hematíes por mm³ (o microlitro). Estos corpúsculos carecen de núcleo y orgánulos (solamente en mamíferos). Su citoplasma está constituido casi en su totalidad por la hemoglobina. Una proteína encargada de transportar oxígeno y contienen también algunas enzimas. El dióxido de carbono es transportado en la sangre (libre disuelto 8 %, como compuestos carbodinámicos 27 %, y como bicarbonato, este último regula el pH en la sangre). En la membrana plasmática de los eritrocitos están las glucoproteínas (CD) que definen a los distintos grupos sanguíneos y otros identificadores celulares. Los eritrocitos tienen forma de disco bicóncavo deprimido en el centro. Esta forma particular aumenta la superficie efectiva de la membrana. Los glóbulos rojos maduros carecen de núcleo, porque lo expulsan en la médula ósea antes de entrar en el torrente sanguíneo (esto no ocurre en aves, anfibios y ciertos otros animales). Los eritrocitos en humanos adultos se forman en la médula ósea. Hemoglobina La hemoglobina contenida exclusivamente en los glóbulos rojos— es un pigmento, una proteína conjugada que contiene el grupo “hemo”. También transporta el dióxido de carbono. la mayor parte del cual se encuentra disuelto en el eritrocito y, en menor proporción, en el plasma. Los niveles normales de hemoglobina están entre los 12 y 18 g/dl de sangre, y esta cantidad es proporcional a la cantidad y calidad de hematíes (masa eritrocitaria). La hemoglobina constituye el 90 % de los eritrocitos y, como pigmento, otorga su color característico, rojo, aunque esto solo ocurre cuando el glóbulo rojo está cargado de oxígeno. Tras una vida media de 120 días, los eritrocitos son destruidos y extraídos de la sangre por el bazo, el hígado y la médula ósea, donde la hemoglobina se degrada en bilirrubina y el hierro es reciclado para formar nueva hemoglobina.

Glóbulos blancos Sangre circulando con posible glóbulo blanco arriba a la derecha. Aumento de 1024X, utilizando un microscopio óptico.

Los glóbulos blancos o leucocitos forman parte de los actores celulares del sistema inmunitario, y son células con capacidad migratoria que utilizan la sangre como vehículo para tener acceso a diferentes partes del cuerpo. Los leucocitos son los encargados de destruir los agentes infecciosos y las células infectadas, y también segregan sustancias protectoras como los anticuerpos, que combaten a las infecciones. El conteo normal de leucocitos está dentro de un rango de 4.500 y 11.500 células por mm³(o microlitro) de sangre, variable según las condiciones fisiológicas (embarazo, estrés, deporte, edad, etc.) y patológicas (infección, cáncer, inmunosupresión, aplasia, etc.). El recuento porcentual de los diferentes tipos de leucocitos se conoce como "fórmula leucocitaria" (ver Hemograma, más adelante). Según las características microscópicas de su citoplasma (tintoriales) y su núcleo (morfología), se dividen en: 

Los agranulocitos o células monomorfonucleares: son los linfocitos y los monocitos; carecen de gránulos en el citoplasma y tienen un núcleo redondeado.



Los granulocitos o células polimorfonucleares: son los neutrófilos, basófilos y eosinófilos; poseen un núcleo polimorfo y numerosos gránulos en su citoplasma, con tinción diferencial según los tipos celulares.

Granulocitos o células polimorfonucleares 

Basófilos: presentes en sangre entre 0,1 y 1,5 células por mm³, (0,2-1,2 % de los leucocitos). Presentan una tinción basófila, lo que los define. Segregan sustancias como la heparina, de propiedades anticoagulantes, y la histamina que contribuyen con el proceso de la inflamación. Poseen un núcleo a menudo cubierto por gránulos de secreción.



Eosinófilos: presentes en la sangre entre 50 y 500 células por mm³ (1-4 % de los leucocitos). Aumentan en enfermedades producidas por parásitos, en las alergias y en el asma. Su núcleo, característico, posee dos lóbulos unidos por una fina hebra de cromatina, y por ello también se las llama "células en forma de antifaz".



Neutrófilos, presentes en sangre entre 2.500 y 7.500 células por mm³. Son los más numerosos, ocupando entre un 55 % y un 70 % de los leucocitos. Se tiñen pálidamente, de ahí su nombre. Se encargan de fagocitar sustancias extrañas (bacterias, agentes externos, etc.) que entran en el organismo. En situaciones de infección o inflamación su número aumenta en la sangre. Su núcleo característico posee de 3 a 5 lóbulos separados por finas hebras de cromatina, por lo cual antes se los denominaba "polimorfonucleares" o simplemente "polinucleares", denominación errónea.

Agranulocitos o células monomorfonucleares 

Linfocitos: valor normal entre 1.300 y 4000 por mm³ (24 % a 32 % del total de glóbulos blancos). Su número aumenta sobre todo en infecciones virales, aunque

también en enfermedades neoplásicas (cáncer) y pueden disminuir en inmunodeficiencias. Los linfocitos son los efectores específicos del sistema inmunitario, ejerciendo la inmunidad adquirida celular y humoral. Hay dos tipos de linfocitos, los linfocitos B y los linfocitos T. 1. Los linfocitos B están encargados de la inmunidad humoral, esto es, la secreción de anticuerpos (sustancias que reconocen las bacterias y se unen a ellas y permiten su fagocitocis y destrucción). Los granulocitos y los monocitos pueden reconocer mejor y destruir a las bacterias cuando los anticuerpos están unidos a éstas (opsonización). Son también las células responsables de la producción de unos componentes del suero de la sangre, denominados inmunoglobulinas. 2. Los linfocitos T reconocen a las células infectadas por los virus y las destruyen con ayuda de los macrófagos. Estos linfocitos amplifican o suprimen la respuesta inmunológica global, regulando a los otros componentes del sistema inmunitario, y segregan gran variedad decitoquinas. Constituyen el 70 % de todos los linfocitos. Tanto los linfocitos T como los B tienen la capacidad de "recordar" una exposición previa a un antígeno específico, así cuando haya una nueva exposición a él, la acción del sistema inmunitario será más eficaz.  Monocitos: Conteo normal entre 150 y 900 células por mm³ (2 % a 8 % del total de glóbulos blancos). Esta cifra se eleva casi siempre por infecciones originadas por virus o parásitos. También en algunos tumores o leucemias. Son células con núcleo definido y con forma de riñón. En los tejidos se diferencian hacia macrófagos o histiocitos.

Plaquetas Las plaquetas (trombocitos) son fragmentos celulares pequeños (2-3 μm de diámetro), ovales y sin núcleo. Se producen en la médula ósea a partir de la fragmentación del citoplasma de los megacariocitos quedando libres en la circulación sanguínea. Su valor cuantitativo normal se encuentra entre 250.000 y 450.000 plaquetas por mm³ (en España, por ejemplo, el valor medio es de 226.000 por microlitro con una desviación estándar de 46.0001 ). Las plaquetas sirven para taponar las lesiones que pudieran afectar a los vasos sanguíneos. En el proceso de coagulación (hemostasia), las plaquetas contribuyen a la formación de los coágulos (trombos), así son las responsables del cierre de las heridas vasculares. Una gota de sangre contiene alrededor de 250.000 plaquetas. Su función es coagular la sangre, cuando se rompe un vaso circulatorio las plaquetas rodean la herida para disminuir el tamaño y así evitar el sangrado. El fibrinógeno se transforma en unos hilos pegajosos y junto con las plaquetas forman una red para atrapar a los glóbulos rojos, red que se coagula y forma una costra con lo que se evita la hemorragia.

Plasma sanguíneo El plasma sanguíneo es la porción líquida de la sangre en la que están inmersos los elementos formes. Es el mayor componente de la sangre, representando un 55 % del volumen total de la sangre, con unos 40-50 mL/kg peso. Es salado y de color amarillento traslúcido. Además de transportar las células de la sangre, lleva los nutrientes y las sustancias de desecho recogidas de las células. El plasma sanguíneo es esencialmente una solución acuosa. ligeramente más densa que el agua, con un 91 % agua, un 8 % de proteínas y algunas trazas de otros materiales. El plasma es una mezcla de muchas proteínas vitales, aminoácidos, glúcidos, lípidos, sales, hormonas, enzimas, anticuerpos, urea, gases en disolución y sustancias inorgánicas como sodio, potasio, cloruro de calcio, carbonato y bicarbonato. Entre estas proteínas están: fibrinógeno (para la coagulación), globulinas (regulan el contenido del agua en la célula, forman anticuerpos contra enfermedades infecciosas), albúminas (ejercen presión osmótica para distribuir el agua entre el plasma y los líquidos del cuerpo) y lipoproteínas (amortiguan los cambios de pH de la sangre y de las células y hacen que la sangre sea más viscosa que el agua). Otras proteínas plasmáticas importantes actúan como transportadores hasta los tejidos de nutrientes esenciales como el cobre, el hierro, otros metales y diversas hormonas. Los componentes del plasma se forman en el hígado (albúmina y fibrinógeno), las glándulas endocrinas (hormonas), y otros en el intestino. Cuando se coagula la sangre y se consumen los factores de la coagulación, la fracción fluida que queda se denomina suero sanguíneo.

Los eritrocitos también llamados glóbulos rojos o hematíes, son los elementos formes más numerosos de la sangre. La hemoglobina es uno de sus principales componentes, y su función es transportar el oxígeno hacia los diferentes tejidos del cuerpo. Los eritrocitos humanos, así como los del resto de mamíferos, carecen de núcleo y de mitocondrias, por lo que deben obtener su energía metabólica a través de la fermentación láctica. La cantidad considerada normal fluctúa entre 4 500 000 (en la mujer) y 5 400 000 (en el hombre) por milímetro cúbico (o microlitro) de sangre, es

decir, aproximadamente 1000 veces más que los leucocitos. El exceso de glóbulos rojos se denomina policitemia y su deficiencia se llama anemia.

Los glóbulos rojos son células que tienen forma de disco, y no tienen núcleo ni mitocondrias. Son de color rojo por una proteína llamada hemoglobina, la cual transporta el dióxido de carbono y el oxígeno

Normalmente, en los seres humanos hay entre cuatro millones y medio y cinco millones de glóbulos rojos por milímetro cúbico de sangre (aproximadamente veinticinco billones en todo el cuerpo). Son los componentes sanguíneos más numerosos, conformando el 44% de la sangre. Estos glóbulos tienen corta duración, aunque se renuevan constantemente (es decir, se van reemplazando por otros). Generalmente a los 130 días de aparecer, se destruyen en el bazo o en el hígado.

Los glóbulos rojos, también llamados eritrocitos o hematíes, son estructuras que están en la sangre. Su función principal es la de transportar el oxígeno que recogen en los pulmones y llevarlo a todos los rincones del cuerpo.

Aunque sólo duran por cuatro meses en el cuerpo, los eritrocitos pueden dar más de 170.000 vueltas por todo el organismo en ese tiempo.

Los leucocitos son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que son los efectores celulares de la respuesta inmunitaria, interviniendo así en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos. Se originan en la médula ósea y en el tejido linfático. Los leucocitos de ahí que también sean llamados glóbulos blancos) son un conjunto heterogéneo de células sanguíneas que son ejecutoras de la respuesta inmunitaria, interviniendo así en la defensa del organismo contra sustancias extrañas o agentes infecciosos (antígenos). Se originan en la médula ósea y en el tejido linfático. Los leucocitos son producidos y derivados de unas células multipotenciales en la médula ósea, conocidas como células madre hematopoyéticas. Los glóbulos blancos se encuentran en todo el organismo, incluyendo la sangre y el tejido linfoide. Existen cinco diferentes y diversos tipos de leucocitos, y varios de ellos (incluyendo monocitos y neutrófilos) son fagocíticos. Estos tipos se distinguen por sus características morfológicas y funcionales. El número de leucocitos en la sangre suele ser un indicador de enfermedad. El recuento normal de glóbulos blancos fluctúa entre 4 y 11 x 109/L, y suele expresarse como 400011 000 glóbulos blancos por microlitro.3 Conforman, aproximadamente, el 1% del volumen sanguíneo total de un adulto sano.4 Al aumento del número de leucocitos por arriba del límite superior se le llama leucocitosis, y al decrecimiento por debajo del límite inferior se le llama leucopenia.

Los leucocitos son células móviles que se encuentran en la sangre transitoriamente, así, forman la fracción celular de los elementos figurados de la sangre. Son los representantes hemáticos de la serie blanca. A diferencia de los eritrocitos (glóbulos rojos), no contienen pigmentos, por lo que se les califica de glóbulos blancos.

Son células con núcleo, mitocondrias y otros orgánulos celulares. Son capaces de moverse libremente mediante pseudópodos. Su tamaño oscila entre los 8 y 20 μm (micrómetros). Su tiempo de vida varía desde algunas horas, meses y hasta años. Estas células pueden salir de los vasos sanguíneos a través de un mecanismo llamado diapédesis (prolongan su contenido citoplasmático), esto les permite desplazarse fuera del vaso sanguíneo y poder tener contacto con los tejidos del interior del cuerpo humano.

Los glóbulos blancos son parte del sistema inmunológico encargado de combatir a los gérmenes. Son una especie de guerreros que flotan en tu sangre esperando poder atacar a invasores, como los virus y las bacterias. Precisamente circulan por la sangre para combatir las infecciones o cuerpos extraños, aunque al tratarse de una parte fundamental de las defensas inmunitarias de nuestro organismo, en algunas ocasiones pueden también atacar los tejidos normales del propio cuerpo. El origen de las diferentes formas de leucocitos se produce a partir de células madre de la médula ósea, aunque también se originan en el tejido linfático.

Leucocitos con núcleos sin lóbulos (mononucleares) Linfocitos: son los leucocitos de menor tamaño. Reaccionan frente a materiales extraños; por decirlo de alguna forma, podemos considerarlos como de alta jerarquía en el sistema inmunitario, al ser las encargadas de la inmunidad específica o adquirida. Monocitos: tipo de glóbulos blancos agranulocitos, es el de mayor tamaño. Se generan en la médula ósea y, a través de la sangre, emigran a diferentes órganos y tejidos como los pulmones, hígado, bazo, huesos o ganglios linfáticos. Su función es la de comerse a diferentes microorganismos o restos celulares. Leucocitos con núcleos lobulados (polimorfonucleares) Neutrófilos: de tipo granulocito, es el más abundante de la sangre del ser humano. Tiene un periodo de vida corto (de horas o pocos días), y su función principal es la de fagocitis de hongos y bacterias (es decir, las rodean con su membrana citoplasmática y las introducen al interior celular). Basófilos: es el menos abundante en la sangre. Son los responsables del comienzo de la respuesta alérgica, a través de la liberación de histamina y serotonina en bajas concentraciones, teniendo una participación activa en la respuesta inmunitaria.

Eosinófilo: derivado de la médula ósea, antes de migrar a los tejidos tienen una vida media en la sangre de 3 a 4 días. Son responsables en la patogénesis de las enfermedades alérgicas y la muerte de parásitos.

Las plaquetas o trombocitos son fragmentos citoplasmáticos pequeños, irregulares y carentes de núcleo, de 2-3 µm de diámetro, derivados de la fragmentación de sus células precursoras, los megacariocitos; la vida media de una plaqueta oscila entre 8 y 12 días.

Las plaquetas desempeñan un papel fundamental en la hemostasia y son una fuente natural de factores de crecimiento. Estas circulan en la sangre de todos los mamíferos y están involucradas en la hemostasia, iniciando la formación de coágulos o trombos. Si el número de plaquetas es demasiado bajo, puede ocasionar una hemorragia excesiva. Por otra parte si el número de plaquetas es demasiado alto, pueden formarse coágulos sanguíneos y ocasionar trombosis, los cuales pueden obstruir los vasos sanguíneos y ocasionar un accidente cerebro vascular, infarto agudo de miocardio, embolismo

pulmonar y el bloqueo de vasos sanguíneos en cualquier otra parte del cuerpo, como en las extremidades superiores e inferiores. Cualquier anormalidad o enfermedad de las plaquetas se denomina trombocitopatía,2 la cual puede consistir, ya sea en tener un número reducido de plaquetas (trombocitopenia), un déficit en la función (tromboastenia), o un incremento en el número (trombocitosis). Se pueden producir desórdenes que reducen el número de plaquetas, como la púrpura trombocitopénica idiopática (PTI) y causan problemas hemorrágicos. Sin embargo, otros como la trombocitopenia inducida por la heparina pueden causar trombosis, o coágulos, en lugar de hemorragias.

Las plaquetas son fragmentos citoplasmáticos anucleados que se producen como consecuencia de la ruptura de los megakariocitos de la médula ósea, las cuales son células extraordinariamente grandes (" 20 mm de diámetro), con un núcleo altamente poliploide y un citoplasma subdividido por capas de membranas onduladas. Se forman a partir de vesículas que se desprenden en grandes cantidades de las membranas externas de los megakariocitos. Circulan en la sangre en forma de disco biconvexo (discocitos) de aproximadamente 3 mm2 de diámetro, 4 - 7 mm3 de volumen y 10 pg de peso. Poseen carga eléctrica negativa en su superficie. Su concentración normal en la sangre es de 150 a 350 x 106/mL y su tiempo de vida media en sangre es de 7 a 10 días. Junto a los eritrocitos y leucocitos constituyen los elementos formes de la sangre.2-4 Poseen algunos elementos comunes a otras células y otros que las distinguen y caracterizan.

La función de las plaquetas en los procesos de aterogénesis y trombogénesis arterial las han convertido en interés de todos los especialistas relacionados con el diagnóstico, prevención y tratamiento de las enfermedades aterotrombóticas. Los conocimientos alcanzados acerca de las características estructurales y funcionales de las plaquetas han permitido una mejor comprensión de los mecanismos de trombogénesis y del mecanismo de acción de un fármaco antiagregante plaquetario tan antiguo como la aspirina, así como el desarrollo de nuevos fármacos antiagregantes plaquetarios tales como las tienopiridinas, ticlopidina y clopidogrel, antagonistas del receptor de ADP en la plaqueta, y los antagonistas de la integrina glicoproteína (GP) IIb/IIIa.1 Esta revisión bibliográfica tiene el objetivo de reunir los elementos fundamentales que caracterizan a las plaquetas desde los puntos de vista estructural y funcional para así facilitar la comprensión de los principios sobre los cuales se basa la utilización de marcadores plaquetarios en los estudios de estados pretrombóticos y el diseño de fármacos antiagregantes plaquetarios.

Se denomina coagulación al proceso por el cual la sangre pierde su liquidez convirtiéndose en un gel, para formar un coágulo. Este proceso potencialmente desemboca en la hemostasis, es decir, en el cese de la pérdida de sangre desde un vaso dañado, seguida por su reparación. El mecanismo de coagulación involucra la activación, adhesión y agregación plaquetaria, junto con el depósito y maduración de la fibrina. Los desórdenes de la coagulación son estados de enfermedad que pueden provocar hemorragias espontáneas, formación de hematomas o coagulación obstructiva (trombosis)

El mecanismo de coagulación se encuentra altamente conservado a través de diferentes especies en la biología; en todos los mamíferos, la coagulación involucra a factores celulares (plaquetas) y factores proteicos (factores de coagulación).2 El sistema ha sido extensamente estudiado en humanos, especie donde es mejor comprendido.3 La coagulación comienza casi instantáneamente luego de que una herida daña el endotelio de un vaso sanguíneo. La exposición de la sangre al espacio que se encuentra debajo del endotelio inicia dos procesos: cambios en las plaquetas, y exposición del factor tisular subendotelial al factor VII del plasma, lo cual conduce finalmente a la formación de fibrina. Las plaquetas inmediatamente forman un tapón en el sitio de la lesión; este proceso se denomina hemostasis primaria. La hemostasis secundaria ocurre en simultáneo; los factores de coagulación proteicos más allá del factor VII responden en una compleja cascada de reacciones enzimáticas para formar fibras de fibrina, que fortalecen el tapón de plaquetas. Los factores de coagulación son proteínas de la sangre que controlan el sangrado. Cuando un vaso sanguíneo se lesiona, sus paredes se contraen para limitar el flujo de sangre al área dañada. Entonces, pequeñas células llamadas plaquetas se adhieren al sitio de la lesión y se distribuyen a lo largo de la superficie del vaso sanguíneo. Al mismo tiempo, pequeños sacos al interior de las plaquetas liberan señales químicas para atraer a otras células al área y hacer que se aglutinen a fin de formar lo que se conoce como tapón plaquetario.

En la superficie de estas plaquetas activadas muchos factores de coagulación diferentes trabajan juntos en una serie de reacciones químicas complejas (conocidas como cascada de la coagulación) para formar un coágulo de fibrina. El coágulo funciona como una red para detener el sangrado. Los factores de la coagulación circulan en la sangre sin estar activados. Cuando un vaso sanguíneo sufre una lesión se inicia la cascada de la coagulación y cada factor de la coagulación se activa en un orden específico para dar lugar a la formación del coágulo sanguíneo. Los factores de la coagulación se identifican con números romanos (e. g. factor I o FI).

Activador de protrombina Puede formarse por dos vías una extrínseca y otra intrínseca. Extrínseca, es más rápida, se inicia con la lesión de la pared del vaso o de los tejidos vecinos, liberándose el factor tisular o tromboplastina tisular que inicia una serie de reacciones enzimáticas hasta formar el activador de protrombina. * Intrínseca, es más lenta, se inicia con el traumatismo de la propia sangre o con la exposición de la sangre al colágeno de un vaso lesionado. El traumatismo sanguíneo provoca la activación del factor XII y la liberación de fosfolípidos plaquetarios, a partir de aquí se inicia la cascada enzimática que culmina con la formación del activador de protrombina.

Hemostasia secundaria El factor tisular, que es un factor procoagulante unido a la membrana y sintetizado por el endotelio, también queda al descubierto en el sitio de la lesión. Este factor actúa junto a los factores secretados por las plaquetas para activar la cascada de la coagulación, y culmina con la activación de la trombina. La trombina, a su vez, convierte al fibrinógeno en fibrina insoluble, que acaba depositándose localmente. También produce un nuevo reclutamiento de plaquetas y la liberación de sus granulaciones. Esta serie de fenómenos, denominados hemostasia secundaria, dura más tiempo que la formación del tapón plaquetario. La activación local de la cascada de la coagulación, donde participan el factor tisular y los fosfolípidos plaquetarios, da lugar a la polimerización de la fibrina, que aglutina o cimenta a las plaquetas en un tapón hemostático secundario definitivo.

Retracción del coágulo Pocos minutos después de formarse el coágulo empieza a contraerse y suele exprimir la mayor parte del líquido de su interior, el que se denomina suero, este no tiene fibrinógeno ni otros factores de la coagulación por lo cual no coagula, a esto se denomina retracción del coágulo. La trombina y los iones de calcio liberados por las plaquetas activan o aceleran la contracción, esto favorece la unión de los bordes del vaso lesionado contribuyendo a la hemostasia final. Posteriormente el coágulo puede ser invadido por fibroblastos que sintetizan tejido conectivo, favorecido por el factor de crecimiento liberado por las plaquetas con lo cual se organiza de manera fibrosa o puede disolverse a través del proceso de fibrinolisis.

Prevención de la coagulación Entre los factores que evitan la coagulación en el sistema vascular normal se encuentran: Los de la superficie endotelial, dentro de este: La lisura de la superficie endotelial evita la activación por contacto del sistema intrínseco de la coagulación. Capa de glucocálix, mucopolisacárido adsorbido a la superficie del endotelio, que repele los factores de la coagulación y las plaquetas impidiendo que se active la coagulación. Por otra parte no se activa la trombomodulina, proteína que se une a la trombina e impide que esta participe en la coagulación, además el complejo trombomodulinatrombina, activa una proteína plasmática, llamada proteína C que actúa como anticoagulante al inactivar los factores V y VIII activados.

Anticoagulantes Un anticoagulante es, como su nombre lo indica, una sustancia química que retrasa o impide la coagulación de la sangre, ya sea en el interior de un organismo (in vivo) o en el exterior (in vitro). Existen diferentes tipos de anticoagulantes que actúan dificultando o impidiendo alguno de los pasos de la cascada de coagulación. Existen dos tipos principales de anticoagulantes, los anticoagulantes para uso in vitro y los que tienen empleo in vivo, entre estos últimos se encuentran los medicamentos con acción anticoagulante.

Sustancias de acción antitrombínica Entre las sustancias que tienen acción antitrombínica se encuentran Los filamentos de fibrina que adsorben la mayor parte de la trombina producida durante la formación del coágulo, suprimiendo la trombina de la sangre. La trombina no adsorbida a la fibrina se combina con rapidez con la antitrombina III o cofactor antitrombina-heparina, bloqueando la acción de la trombina sobre el fibrinógeno y por consiguiente la formación del coágulo.

Hombres: De 4.7 a 6.1 millones de células por microlito (células/mcl) Mujeres: 4.2 a 5.4 millones de células/mcl

6.000a 10.000 glóbulos blancos por microlito (mcl)

150.000 a 400.000 por microlito (mcl)

Funciones de la sangre La sangre es un tejido que participa en las más diversas funciones, todas ellas relacionadas con la posibilidad de transportar sustancias en una y otra dirección: 1. Función nutritiva. Una vez absorbidos los nutrientes fundamentalmente a lo largo del intestino delgado, son transportados por la sangre, en primera instancia al hígado y posteriormente a todas las células de nuestro organismo. Por la sangre se transportan glucosa, ácidos grasos, aminoácidos, vitaminas, etc., hacia las células que conforman los más diversos tejidos. 2. Función respiratorio. La sangre transporta los gases respiratorios: el oxígeno que es captado a nivel de los alvéolos y conducido hacia los tejidos, y el CO2 captado en los tejidos y conducido a los pulmones para su ulterior eliminación. 3. Función reguladora. Los productos de las glándulas de secreción interna, es decir las hormonas, son vertidos directamente a la sangre, que las transporta hacia las células de otras glándulas y tejidos, ejerciendo su función reguladora. 4. Función defensiva. La sangre cuenta con toda una legión de "soldados", prestos a sacrificarse por la integridad de nuestro organismo. Hacemos referencia con ésto a los glóbulos blancos, cuya función es destruir en el mejor de los casos o neutralizar al menos, todos los agentes patógenos (virus, bacterias), que osen ingresar a nuestro organismo, con la intención de producir enfermedades. 5. Función termorreguladora. Por los vasos sanguíneos la sangre transporta hacia la superficie, es decir hacia la red vascular cutánea, el calor producido en los tejidos profundos, con el propósito de que el calor sea eliminado. Por el contrario, en condiciones de frío intenso, cuando requerimos conservar el calor producido en las reacciones químicas, se produce una vasoconstricción generalizada en la red vascular cutánea; de esta manera fluye menos sangre hacia la superficie corporal y por ende se elimina menos calor.

6. Función excretora. Ya se mencionó el papel de la sangre en la limpieza del medio interno del organismo. Ésta recoge los productos de desecho producidos por las células y los transporta hacia los órganos encargados de excretar hacia el exterior todos estos productos. El riñón, el pulmón, las glándulas lacrimales y sudoríparas, son los órganos que cumplen a cabalidad esta función excretora, en conjunto con la sangre.