GEOGRAFIA ARQUEOLOGICA DE MEXICO 2012 (UNAM-INAH)

PRESENTACIÓN Indudablemente que la interdisciplinariedad es un rasgo de la ciencia contemporánea ante las limitaciones

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PRESENTACIÓN

Indudablemente que la interdisciplinariedad es un rasgo de la ciencia contemporánea ante las limitaciones de la especialización a ultranza que devienen del positivismo y del academicismo que, en aras de la objetividad , han terminado en posicionamientos de una burocracia educativa dependiente de intereses que no necesariamente están ligados al desarrollo de la investigación cientifíca, la creatividad y el libre pensamiento. Es por eso que esta Geografía Arqueológica de México es una muestra del trabajo interdisciplinario, propio de una amplitud de miras, de una preparación cultural sólida, de un esfuerzo intelectual y fisico de su autor, Elías Rodríguez Vázquez, quien aquí nos refleja su labor dentro de la Arqueología por más de cuatro lustros y, a la par, su incursión en el ámbito geográfico por sus estudios en el Departamento de Posgrado en Geografía de la UNAM, con el propósito de ampliar sus horizontes dentro de las ciencias sociales para dar cuenta de que “la razón de lo antiguo” se entiende mejor bajo su contexto de la “razón del espacio”. Con esta obra se estrecha aún más las relaciones entre los estudios arqueológicos, antropológicos, históricos y geográficos, tan hermanados desde el siglo XIX, pero, en ocasiones, interrumpidos en nuestro medio científico mexicano. Jorge A. Vivó siempre será recordado no sólo como un pilar de la Geografía mexicana del siglo XX, sino como un etnolinguista pionero en México, como un co-inventor de la idea de Mesoamérica, junto con Paul Kirchoff y Jaime Litvak King, y en tal conjunción de caminos como un entusiasta promotor de los estudios antropogeográficos. Es por eso que la aparición de la Geografía Arqueológica de México, de Elías Rodríguez Vázquez, reanuda y actualiza un diálogo fructífero y tan necesario para un país como México, tan rico en su arqueología y en sus variados paisajes geográficos, que en su connotación actual, como bien cita su autor, implica un espacio convertido en “lugar”, definido {este como un centro de significado que le permiten al ser humano tomar decisiones, interactuar, manipular el espacio, recrearlo.

Manipular, la mano del hombre unida a su mente (cargada de percepciones, experiencias y vivencias), el terreno, el clima, el agua, frente a frente, su interacción que nos lleva al homo faber, sujeto de estudio de la Arqueología. Es así que Elías Rodríguez Vázquez nos conduce por ocho entidades del país y a un país vecino, pero unido a nosotros por las raices mayas, en un recorrido que narra sus exploraciones arqueológicas y su contexto, sus reflexiones personales sobre dicha labor, la necesidad de

preservar los objetos del pasado, de verlos como un testimonio de nuestra propia identidad, tan variada y compleja y por lo mismo difusa, de “nosotros” los mexicanos, del árido norte, del templado centro o del trópico suriano, ante la permanente pregunta de quiénes somos. No cabe duda de que Octavio Paz, en el Laberinto de la Soledad, marcó, de manera espléndida esa inquietud latente a lo largo de nuestra historia y que el 1 de enero de 1994 resurge violentamente ante el abandono y el despojo que han sufrido los indígenas de este territorio que llamamos mexicano. Aunque no es la intención directa responder a dicha pregunta sobre nuestra identidad nacional, esta Geografía Arqueológica de México contribuye a la búsqueda de respuesta, al ser una mirada a nuestro pasado y a nuestro territorio: de las exploraciones arqueológicas de los antiguos barrios de la Ciudad de México y su catálogo de sitios arqueológicos (que incluyen su área metropolitana), al Estado de México con la Pirámide de Teotihuacán y la Cueva del Noble Roque en el Nevado de Toluca, al volcán astronómico de Tepeapulco y la zona arqueológica de Tula en el estado de Hidalgo, al estado de Morelos y los espacios sagrados del Popocatépetl con sus tiemperos y curanderas con una cosmovisión prehispánica viva en Hueyapan y Tetela del Volcán, y Alpanocan en Puebla, a Atotonilco en Jalisco o las excavaciones en la Isla de los Puercos, los petrograbados de Copándaro y Alvaro Obregón y las figurillas antropomórficas del estado de Michoacán, lo mismo que el Soconusco en Chiapas y Guatemala, con énfasis en el volcán Tacaná sus sitios prehispánicos y su significado de “iglesia antigua” para los mames de hoy en día en Guatemala y México, da testimonio Elías Rodríguez Vázquez, ya sea en notas breves o en artículos vastos. Pareciera, a primera vista una serie inarticulada de textos, más sin embargo, a lo largo de la lectura del libro, se aprecia la intención del autor, por un lado los inventarios de objetos arqueológicos se convierten en un llamado de atención, en momentos desesperado, no sólo para las autoridades respectivas, sino para la sociedad civil en general en concientizarnos de que son verdaderos recursos históricos que hay que conservar y preservar, no abandonar en bodegas como simples tiliches viejos, pues ellos dan cuenta de la vida de nuestros ancestros, de las relaciones sociedad-naturaleza en el tiempo y el espacio del territorio mexicano. Por otro lado las narraciones de las exploraciones in situ nos hacen ver no solo la dinámica que los neófitos consideramos típica del arqueólogo sino todo aquello que hay detrás, entre otras cosas las investigaciones geográficas necesarias en dicha labor, muy particularmente los estudios geomorfológicos, climatológicos e hidrológicos. Un tercer gran aspecto a resaltar en esta Geografía arqueológica es, aunque parezca contradictorio al tema, la vigencia de formas de vida pre-

modernas, cosmovisiones que se mantienen vigentes a pesar del llamado progreso y de políticas que han intentado que las comunidades indigenas que hoy en día sobreviven, utilizan en su quehacer cotidiano, ya sea para curar las enfermedades, invocar la lluvia y en general mantener una armonía con la naturaleza y los dioses. Temas que la actual Geografía Cultural ha retomado ya sea de su por haber abrevado de su propia tradición (como la topofilia y el sentido y la simbología del lugar) y de otras disciplinas como el Estudio de las Religiones, particularmente de Mircea Elíade (respecto a los espacios sagrados y los espacios profanos). Es pues esta obra de gran valía pues contribuye, en ese juego de espejos que nos plantea, entre los objetos arqueológicos y los sujetos, entre su abandono y su preservación, entre el pasado y el presente, entre el tiempo y el espacio, a continuar con elementos tangibles en la búsqueda de la identidad mexicana. Dr. Juan Carlos Gómez Rojas Profesor-Investigador Posgrado de Geografía Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional Autónoma de México

La presente obra no fue escrita con la intención de aumentar aún más el número ya grande de obras que estudian la historia del hombre, su arte, vida y comportamiento ante la naturaleza. En el año de 1922, murió Eduardo Seler pionero alemán dedicado a la Arqueología Mexicana y entonces era difícil escribir de las antiguas culturas mexicanas.Hoy en día hacerlo, sigue constituyendo una osadía pues la exploración arqueológica del suelo de México continua ininterrumpidamente con un éxito tal que cualquier estudio actual presenta el peligro de verse incompleto al poco tiempo por nuevos descubrimientos y muchas regiones de México son, además, enteramente desconocidas desde el punto de vista arqueológico. El presente libro, a decir de su autor es una recopilación arqueológica, un esfuerzo al trabajo de campo realizado por más de 20 años y el principal objetivo es dar a conocer al público en general las actividades realizadas y que éstas no se queden olvidadas en algún rincón y pasen a ser una bibliografía gris. Son 44 temas los expuestos en esta obra, perteneciente a varias regiones de la República Mexicana, 20 son de excavaciones arqueológicas y las demás son investigaciones que van desde enfoques desde el punto de vista de la Geografía Cultural hasta aspectos históricos, etnográficos, etnohistóricos y otros. La intención es pues, que este libro ayude a mostrar algunos problemas y también la riqueza de lo que puede ser una auténtica investigación en el campo de la Arqueología y la Geografía. El tema es lo humano y su obra, la vida a través del espacio y el tiempo que, en cada instante que transcurre, no deja de existir porque, una y otra vez, se convierte en Historia, cuya comprensión se da a través de la arqueología y la ciencia geográfica.

Mtro. Macario Arredondo Romero Profesor Colegio de Geografía Posgrado Geografía Facultad de Filosofía y Letras Universidad Nacional Autónoma de México

ARQUEOLOGÍA HISTÓRICA DE UN BURDEL SINALOENSE DE FINALES DEL SIGLO XX. Como parte de los trabajos de Comisión Federal de Electricidad, a través de la Residencia Regional Noroeste, para actualizar y mejorar los servicios de transmisión y distribución eléctrica en la región norte del Estado de Sinaloa, se trabaja en el proyecto de líneas de transmisión y distribución entre las poblaciones de Guasave y Los Mochis, al noroeste de la entidad.Dicho proyecto se encuentra actualmente en la etapa de obtención de permisos y anuencias de propietarios de los terrenos que abarca el trazo, así como de las instancias federales involucradas. Es por esta razón que el Centro INAH-Sinaloa y la Residencia de Obras de Zona Sinaloa-Baja California, solicitaron el apoyo de especialistas en materia de arqueología, para recorrer y evaluar el trazo, en términos de afectación al patrimonio arqueológico. Con ello se busca la obtención de la liberación oficial por parte del Instituto Nacional de Antropología, para dar inicio a los trabajos de construcción a la brevedad posible. Para cumplir con dicho objetivo, se formó el equipo de arqueólogos Elías Rodríguez Vázquez, del Centro INAH-Sinaloa, Juan Manuel Álvarez Pineda, del Área Ambiental y del Patrimonio Arqueológico (A.A.P.A.), Carlos Herrera Lazarini, del Centro de Anteproyectos Pacífico Norte (CAPN), y René Sosa Núñez, de la Residencia SocioAmbiental del P.H. La Yesca, con apoyo del Sr. Aarón Torres Hijar, de la Residencia Regional Noroeste, quienes atendieron la solicitud entre el 14 y 23 de Noviembre del 2011, realizando recorridos de inspección sobre los trazos propuestos, abarcando poco más de 65 km.

Escribir desde un punto de vista arqueológico sobre las ruinas de un burdel antiguo, no es algo nuevo, ya en los trabajos de Mortero (1995) 1 investigó sobre un lugar de nota roja en la antigua Pompeya, analiza este tipo de espacios dedicados al mundo del ocio, del sexo y del vicio. Mortero realizó un análisis sociológico, antropológico y psicológico sobre los graffitis eróticos y políticos que pintaron pompeyanos anónimos sobre las paredes de los burdeles de la antigüa Roma. En los recorridos que efectuamos sobre el municipio de Guasave, Sinaloa, detectamos las ruinas de un burdel de la década de los 70´s del siglo XX. Actualmente quedan ruinas de este espacio de “zona de tolerancia” el cual era visitado por hombres y mujeres para el recreo del esparcimiento, del baile y del deseo. Es un área abandonada cubierta por la maleza de 100 metros cuadrados aproximadamente, en el cual hay restos de cantinas “Jacaranda”, “La Copacabana”, salón de baile, cocina y cuartos de las prostitutas para recibir a sus clientes. También existe un cuarto que servía como cárcel para encerrar a los que se portaban mal. Sobre el piso y entre la maleza hay restos de ropa íntima femenina: brassieres, bikinis, shorts, faldas, blusas, bilets, ligueros, peines, zapatillas, medias. Restos de botellas de cervezas, refrescos, carteles con cantantes de esa época: Carlos Piñar, carteles en inglés, de música de rock que nos hablan de ese tiempo setentero, cartel Swinger.Y los más interesantes es que hay una gran cantidad de graffitis con nombres femeninos: “Perla”, “Viviana y Daniel”, “Lupita”, “Paola”, “Alicia”, “Irma”, “Lucy”, “Gavy”, “Elsa”, “Maribel”, “Cuca” , todos estos graffitis pintados sobre las paredes de los cuartos de las meretrices. Hay un graffiti suigineris: “Toña y Todos”, que nos habla por excelencia de la mújer pública que pertenece y comparte con todos los parroquianos. Sería interesante que a futuro se realizará un estudio más profundo de este sitio arqueológico histórico: el burdel de Guayparime, ubicado en el municipio de Guasave, Sinaloa (México). Guayparime actualmente es un pueblo de apenas 600 habitantes a 20 metros sobre el nivel del mar. Ya que existen pocos estudios sobre este tipo de espacios dedicados al vicio y al sexo. La arqueología tradicional mexicana no realiza este tipo de estudios, por lo que es importante empezar a realizarlos por toda la información que podemos recabar de este tipo de edificios de finales del siglo XX . Y desde un punto de vista de la geografía cultural se podría investigar más sobre estos espacios especializados en quitar el stress, y los tipos de actividades realizadas en ellos, de las costumbres de la gente, de las mentalidades de las meretrices, de los visitantes, de sus roles, de sus tabúes. ¿Cuántas historias se habrán vívido en estas geografías lúdicas?.....

1

Mortero Cartelle, Enrique: Graffitos amatorios pompeyanos. Planeta, Buenos Aires, Argentina 1995.

Un informante nos dijo que aquí había muerto un beisbolista americano famoso de los “algodoneros” de Guasave: Selman Jack y otras historias de personajes que vivieron y murieron en este tiempo. Invitamos a geógrafos, historiadores y arqueólogos interesados en esta línea de investigación a que sumen para seguir estudiando este tipo de sitios arqueológicos históricos. A continuación presentamos una serie de imágenes de objetos arqueológicos de superficie del burdel de Guayparime, Guasave, Sinaloa:

Restos del antiguo burdel de Guayparime (finales siglo XX)

Mural del antiguo burdel de Guayparime (finales siglo XX)

Los arboles han devorado los muros del antiguo burdel de Guayparime (finales siglo XX)

Mural en una de las paredes del burdel de Guayparime (finales siglo XX)

Graffiti amoroso en uno de los cuartos de las meretrices

Zapatillas femeninas como objetos arqueológicos Históricos. (Burdel Guayparime finales siglo XX).

Bilet y peine (objetos arqueológicos históricos Burdel Guayparime Finales siglo XX).

Restos de indumentaria femenina y zapatilla (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de indumentaria de meretriz (Burdel Guayparime Finales siglo XX).

Zapatilla tacón alto de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Pantaleta de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Brassiere de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Camisón de prostitua y tubo para cabello (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Blusa y brassiere de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Brassiere, zapatilla y blusa (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Vestido de prostituta (burdel de Guayparime finales Siglo XX).

Graffiti femenino (Cuarto de prostitutas, Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Brassiere de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Antiguos cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Blusa de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Short de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Falda de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Pantaleta de prostituta (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

B

Graffitti femenino en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti ininteligeble en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Bolsita (objeto arqueológico histórico Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de cartel con el nombre de un actor De los años 70´s, en una de las paredes de los cuartos De prostitutas Burdel de Guayparime finales siglo XX.

Graffiti con apodo femenino en una de las paredes De los cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffitis con apodo en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime finales Siglo XX).

Restos de cartel “zapatillas” en una de las paredes De cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime finales Siglo XX).

Restos de cartel “Rock” en una de las paredes De cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de cartel con retrato de mujer en uno de Los cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti femenino que expresa abiertamente El ser de una mujer pública de pertenecer a todos. Pintado en uno de los cuartos de prostitutas (Burdel De Guayparime finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los cuartos De prostitutas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los cuartos De prostitutas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti femenino en una de las paredes de los cuartos de Prostitutas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti femenino con el nombre de Lucy, en una de Las paredes de cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti en inglés (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti “Poder Gitano” (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti femenino y masculino en una de las paredes De cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Cartel “Swingers” en una de las paredes de cuartos De prostitutas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti “Domingo 8 de enero de 1978” (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Graffiti fechado (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de carteles de cantantes de los Años 70´s en una de las paredes de los Cuartos de prostitutas (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Ruinas de la pista de baile (Burdel de Guayparime Finales siglo XX).

Restos de botellas de cervezas (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Restos de botellas y refrescos (Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Restos de brassier de prostituta (objeto arqueológico histórico Burdel de Guayparime finales siglo XX).

Graffiti fechado “martes 6 enero 1981” Marca un acontecimiento importante en El Burdel de Guayparime finales siglo XX.

Graffiti fechado 13 octubre 1977. Burdel de Guayparime finales siglo XX.

Cajita femenina de muñeca decorada Burdel de Guayparime finales siglo XX.

Tumba fechada de un acontecimiento mortal Que sucedió en el Burdel de Guayparime Finales siglo XX.

Vista general del sitio arqueológico histórico “Burdel de Guayparime” finales siglo XX

Equipo de arqueólogos exploradores del sitio Arqueológico histórico “Burdel de Guayparime” Finales siglo XX. De izquierda a derecha: Carlos Herrera Lazarini, René Sosa Núñez, Elías Rodríguez Vázquez Y Juan Manuel Álvarez Pineda.

SITIOS ARQUEOLÓGICOS EN LOS ALREDEDORES DE ACATITÁN, MUNICIPIO DE SAN IGNACIO, SINALOA.

LA CUEVA DEL INDIO

Este sitio arqueológico se encuentra en las inmediaciones del pueblo de Acatitán, municipio de San Ignacio, Sinaloa. Aproximadamente a 500 metros hacia el poniente del poblado mencionado. Hay petrograbados sobre una formación rocosa cercana al rio Elota, Los dibujos son de dimensiones grandes entre 80 y 90 cms de largo x 50 cms de ancho, se detectaron antropomorfos, abstractos, geométricos, fitomorfos, zoomorfos. Es importante mencionar que están bastante conservados, tallados sobre una pendiente alta. Está a una altura de 125 msnm y sus coordenadas son: 24º.05´45.59” N 106º. 40´36.84” O

En los alrededores del sitio suele encontrarse restos de cerámica postclásica.

BARRANCA ALTA

Este sitio se encuentra a 125 msnm y sus coordenadas son: 24º.05´45.59” N y 106º. 40´36.84” O. Está ubicado al noroeste del rio Elota a unos 4 kms del pueblo de Acatitán, municipio de San Ignacio, Sinaloa. Es un campo de tiestos y posiblemente un taller de lítica, la presencia de desechos líticos es de una gran riqueza. En la periferia del sitio, hay restos de un acueducto del siglo XX tallado sobre la roca.

CAJÓN El sitio arqueológico se encuentra a 130 msnm y sus coordenadas son: 24º. 05´45.59” N y 106º.40´36.84” O. Está ubicado al noroeste del rio Elota y a unos 5 kilómetros del pueblo de Acatitán, municipio de San Ignacio, Sinaloa. Este sitio de petrograbados se caracteriza por encontrarse sobre las paredes de un cañón que es perforado por el rio Elota. Los dibujos son geométricos, generalmente espirales en ambas paredes del cañón.

Arqueólogo Elías Rodríguez Vázquez con escultura antropomorfa “El Mono” en sitio arqueológico de Acatitán, municipio de San Ignacio, Sinaloa.

ACATITÁN

El sitio arqueológico se ubica a unos 2 kilómetros hacia el poniente del pueblo de Acatitán, Municipio de San Ignacio, Sinaloa. Hay un campo de tiestos de unos 80 metros cuadrados aproximadamente, la cerámica es posclásica aztatlán policroma. En el centro de un pequeño promontorio destaca una escultura antropomorfa de basalto, de unos 80 centímetros de alto aproximadamente. Hacia el norte del campo de tiestos, se detectó unos alineamientos de piedra y unas pequeñas plataformas.

ARQUEOLOGIA DEL RIO ELOTA

A través de los recursos económicos federales otorgados por la Secretaría de Desarrollo Social al Instituto Nacional de Antropología e Historia de Sinaloa, se realizaron los trabajos de empleo temporal ( abril-junio 2011) en los sitios arqueológicos de Bellavista, El Tecuyo, El Cerrito Verde y La Ramabí, Mojolo, municipios de Elota y Culiacán, Sinaloa.

Las acciones llevadas a cabo en los sitios de petrograbados fueron las siguientes: 1) 2) 3) 4) 5) 6) 7)

Limpieza de los graffitis de los petrograbados Corte de la maleza Rehabilitación de los caminos de acceso a los sitios arqueológicos Señalética en los sitios arqueológicos Construcción de bancas para los visitantes Delimitación de los sitios arqueológicos Protección con malla ciclónica de los sitios arqueológicos

Ubicación de los sitios arqueológicos a lo largo del rio Elota, desde Acatitán hasta la bahía de Ceuta en el Golfo de California.

Sitio arqueológico de Bellavista, municipio de Elota, Sinaloa.

Atlas arqueológico del estado de Sinaloa, 2012.

Sitio de petrograbados “El Tecuyo”, municipio de Elota, Sinaloa.

Escultura en piedra de un sapo, sitio arqueológico de “El Tecuyo”, municipio de Elota, Sinaloa.

ANTECEDENTES: Elota, Elotla, de elotl, elote, y tla: locativo “en los elotes”. “lugar de elotes”. Villa que fue cabecera del municipio del mismo nombre. 1602: “De este Real de Minas de Pánico, llevando el mismo rumbo entre poniente y norte, hay veinticuatro leguas de despoblado donde no hay gentes ni estancias… Pasando este despoblado el primer pueblo que se topa es Elota, de hasta treinta vecinos indios…” (PDI-25) 1. 1582: “… de este reino que está debajo del norte, hasta el pueblo de Elota, que es de Bernabé López y está a la raya de Chiametla…” (Limite norte de esta provincia). 1746: “….por dicho cañón y camino que va del puesto de Elota a dicho Ceuta se fueron midiendo hasta la mojonera de dicho puesto de Elota por todo el camino…” “….que están a la falda de un arroyo que lo cruza el Camino Real que va para Elota….” (AGES)2. El rio de Elota, en la primera mitad del siglo XVI se conoció como el Rio de la Sal, por los montones hallados en la costa cerca de su desembocadura. 1744: “…que a sus caídas para la parte del poniente golpean las aguas del río de Elota…”1746: “…tres leguas antes de las Salinas Reales, en la vega del río que llaman de Elota…”(AGES)3. Este río que pasa por la Villa de Elota cuya patrona es La Púrisima Concepción tiene aguas arriba muchos cantiles que lo hacen verse muy hermoso.

1

Padres de la Iglesia. Cita del libro Nombres y piedras de Cinaloa. I nomenclátor indígena. Datos geográficos, históricos, de animales, plantas, minerales y palabras que han sido de uso común. de Pablo Lizárraga Arámburu .pág. 85. S.E.P. 1980 2 Archivo del Gobierno del Estado de Sinaloa. 3 Archivo del Gobierno del Estado de Sinaloa.

PROGRAMAS DE EMPLEO TEMPORAL: ABRIL-JUNIO 2011

Los trabajos de empleo temporal llevados a cabo por el Instituto Nacional de Antropología e Historia vía recursos de la Secretaría de Desarrollo Social, trajo consigo realizar trabajos de protección, mantenimiento y limpieza de los sitios arqueológicos del municipio de Elota. Los sitios arqueológicos de petrograbados: Bellavista, El Tecuyo, Cerrito Verde y La Ramabí se encuentran en la vega del rio. El municipio de Elota cuenta con una demografía algo variada desde los más fértiles valles, hasta las más cálidas costas de playas y partes de sierra, además cuenta con un río de mismo nombre que el municipio, nace en el estado de Durango y desemboca en la bahía de Ceuta, este sirve para las áreas de riego de los campos de hortalizas y maíz que se siembran y que son exportados hacía los Estados Unidos. Las temperaturas también son muy variadas, en verano se ha llegado a registrar hasta 43 grados centígrados como máxima, y en invierno hasta 5 grados como mínima, pero casi todo el año el clima es cálido a semitemplado.

Geografía Limita al norte con los municipios de Culiacán y Cosalá, al sur con el municipio de San Ignacio, al oriente con el municipio de Cosalá, y al poniente con el Océano Pacífico. El municipio se localiza en la parte media suroccidental del estado, entre los meridianos 106°27´00” de longitud oeste del meridiano de Greenwich y entre los paralelos 23°49´07” y 24°24´12” de latitud norte. Su altitud varía desde la costa hasta una altura de 1 mil 131 metros sobre el nivel del mar, en la sierra de Conitaca. Sus 1 mil 518 kilómetros cuadrados de extensión total, esto se puede comparar con la extensión territorial de México, D.F. la capital del país que tiene 1 mil 485 kilómetros cuadrados, solo que en toda su extensión está relativamente poblada, y Elota es uno de los municipios que está creciendo aceleradamente en número de habitantes pero aún dentro de su territorio el 75% es usado para la agricultura, ganadería y pesca, solamente una pequeña parte que pertenece a la meseta de Cacaxtla que comparte con el vecino municipio de San Ignacio es zona protegida por la PROFEPA, representan el 2.6 por ciento del total del estado y lo colocan en el 16° lugar respecto al resto de los municipios de la entidad.

EL RIO ELOTA. El río Elota cuenta con una longitud de 120 kilómetros y nace en el estado de Durango; y atraviesa los municipios de Cosalá y Elota para ir a desembocar al Océano Pacífico; su cuenca es de 1 mil 884 kilómetros cuadrados y su escurrimiento anual de 444 millones de metros cúbicos. La llanura costera está cubierta por rocas sedimentarias, que fluctúan entre el pleistoceno y el reciente, conformadas por arenas reolitas, depósitos de pie de monte, aluviales y eólicos.

El conocimiento de las características geológicas de una región es importante, cuando se desea planear el uso racional de los recursos naturales; de tal modo, que así, es posible encontrar áreas con potencial minero e hidráulico; así como, áreas en las que no es conveniente el desarrollo de obras de infraestructura y establecimiento de centros poblados, debido a su sismicidad y la relación existente entre otros parámetros y la ecología en general que se presenta en el territorio. Hidrografía

El Estado de Sinaloa es disectado y drenado por 11 corrientes hidrológicas entre las que sobresalen en el norte, los ríos Fuerte, Sinaloa y Evora o Mocorito; en el centro, los ríos Humaya, Tamazula, Culiacán, San Lorenzo y Elota; en el sur, los ríos Piaxtla, Baluarte y Cañas. Todos ellos en conjunto acarrean un promedio de 15,200 millones de metros cúbicos anuales, ésto, sumado a la infraestructura hidráulica en operación, sustenta la base de la agricultura sinaloense y la generación de energía eléctrica, factores muy importantes en el desarrollo económico de la región, que sitúan al Estado como uno de los de mayor potencial hidrológico en la vertiente del pacífico. La mayoría de los ríos que cruzan el territorio sinaloense, tienen su origen en el flanco occidental de la Sierra Madre Occidental en los estados de Chihuahua y Durango pero influenciados por la morfología local; el curso inferior de los mismos tiende hacia el Estado de Sinaloa, en donde el agua es retenida y almacenada en presas y diques para su posterior aprovechamiento en el riego de grandes superficies de terreno localizados en la planicie costera.

Río Elota. Nace en Durango y luego de pasar por Cosalá y Elota desemboca en la bahía de Ceuta. Tiene una longitud de 120 km, una cuenca de 1,800 km2 y es uno de los más caudalosos.

CARACTERISTICAS GENERALES DE LAS PRESAS DE ALMACENAMIENTO DE AGUA EN OPERACION EN EL ESTADO DE SINALOA NOMBRE

LOCALIZACION CORRIENTE CAPACIDAD DE CAPACIDAD ALIMENTADORA ALMACENAMIENTO HIDROELECTRICA (UTIL) (MILLONES (KW) DE M3)

AURELIO BENASSINI V. (EL SALTO)

ELOTA

RIO ELOTA

415

Leticia Villegas4 (2002: 28-30) en el libro Encuentros con la Historia escribe sobre un “cementerio de antigua tribu, en islotes de Elota”, dice: “…En la región costera del actual municipio de Elota, a la altura de la bahía de Ceuta, se encuentran tres islotes que están localizados a un kilómetro de distancia del macizo continental, entre la desembocadura del arroyo de La Higuera de los López y el estero Agua Amarga.. La zona está por un microclima caracterizado por una extrema humedad en la tierra, que ha llamado la atención de los campesinos que por curiosidad se acercan a esas zonas, ante el misterio que encierra para los lugareños el “Cementerio de los Indios”….de la bahía de Ceuta, destaca la zona en donde está “El Cementerio de los Gigantes”, que se localiza a tres metros sobre el nivel del mar, y que fue elegido como un lugar sagrado para enterrar a humanos a 50 centímetros de la superficie…, con la erosión de la tierra provocada por el mar, y en particular con los destrozos que ocasionó a su paso el huracán “Lidia” hace dos años que Elota, dejó a descubierto osamentas y piezas de vasijas de barros, que fueron halladas a las orillas de las islas…”

CONCLUSIONES:

La región hidrológica del rio Elota con sus 120 kilómetros de extensión ha sido explorado desde un punto de vista arqueológico en un 5%....faltó mencionar otros sitios: El Cajón, La cueva de los Indios, Paredón Colorado, El Limoncito, El Mono de Acatitán, etc. Y además de algunos sitios históricos que se encuentran en sus vegas.Además de que el rio Elota está sufriendo un deterioro por la contaminación de los bancos de materiales y basura de los visitantes. A futuro sería muy importante realizar un recorrido de superficie de Acatitán hacia la Sierra Madre Occidental que es en donde nace este rio. De la Bahía de Ceuta hasta Acatitán si se han reportado varios sitios, de Acatitán hacia el norte es una investigación por emprender.

4

Tomado de “El Debate de Culiacán”. Septiembre de 1996.

Concluimos que el rio Elota, en tiempos prehispánicos fué un proveedor de recursos hídricos, en el que se establecieron un significativo número de asentamientos humanos desde la Bahia de Ceuta hasta Acatitán. Sitios arqueológicos de petrograbados que al parecer tienen una relación en cuanto a los símbolos representados. La función de los sitios se desconoce, habría que realizar un recorrido de superficie sistematizado para verificar la presencia humana antigua en las vegas de este rio.

Vista general del sitio arqueológico de El Cerrito Verde, municipio de Elota, Sinaloa.

Petrograbado del sitio arqueológico de “El Cerrito Verde”, municipio de Elota, Sinaloa.

Limpieza de petrograbado del sitio arqueológico “La Ramabí”, municipio de Elota, Sinaloa.

Limpieza del “plato” de Mojolo, municipio de Culiacán, Sinaloa.

Limpieza del “plato de Mojolo”, sitio arqueológico del municipio de Culiacán, Sinaloa.

“Plato” monolítico de Mojolo, municipio de Culiacán, Sinaloa.

Limpieza y construcción de enramada para visitantes y su señáletica informativa.

BIBLIOGRAFÍA: Alvarez Palam, Ana María. 1990 Huatabampo. Consideraciones de una Comunidad Agrícola Prehispánica en el sur de Sonora. Noroeste de México. Centro Regional Sonora. INAH. México. pp. 9-93 Bartolomé, Miguel A. 1982 Historia y Etnografía de los Chatinos de Oaxaca. Editorial INAH. México. 237 pp. BUNGE, Mario 1983 La Investigación Científica. Editorial Ariel. México. 955 pp. CONE, Cynthia A. y Pertti J. PELTO 1986 Guía para el Estudio de la Antropología Cultural. FCE. México. 179 pp. DE GORTARI, Eli 1980 La Metología. Una Discusión y otros Ensayo sobre el Método. Editorial Grijalbo. México. 227 pp. EKHOLM, Gordon F. 1942 Excavations at Guasave, Sinaloa, México. Anthropological Papers of the American Museum of Natural History. Vol. XXXVIII, part Page 5

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ENTRE

LA

ORTODOXIA

ARQUEOLOGIA

Y

SINALOENSE:

LA

HETERODOXIA

HECTOR

MANUEL

DE

LA

DELGADO

SALAS “EL CHINO BILLETERO”.

De izquierda a derecha

Héctor Manuel Delgado “El Chino

Billetero” con arqueólogos del INAH Sinaloa: Elías Rodríguez Vázquez y Luciano Torres Gil. (Culiacán, Sinaloa. Enero 2012).

Don Héctor Manuel Delgado Salas mejor conocido como “El Chino Billetero”, nació un 16 de junio de 1938 en el rancho Puerta de Canoa, , municipio de Mazatlán, Sinaloa. De oficio billetero ambulante y coleccionista de más de 200 mil piezas arqueológicas de Aguaruto, San Pedro, Navolato, Bacurimí, Limón de los Ramos, El Salado, Tabalá, Carrizal, Cruz de Elota, Tacuichamona, entre otros lugares. Colecciona también rocas, minerales, animales disecados, autos antiguos, objetos y muebles del siglo XX y además tiene un pequeño zoológico de pavorreales, palomas, guacamayas y pericos. Tiene más de 60 años recogiendo piezas arqueológicas de la parte central del estado de Sinaloa. Es un coleccionista polémico en el ámbito local y nacional, con el Instituto Nacional de Antropología e Historia ha buscado un diálogo para registrar sus piezas arqueológicas pero ha sido en vano. En los años 80´s vinieron arqueólogos de la Dirección de Registro Arqueológico de la ciudad de México, pero el registro de las piezas quedó a medias y jamás volvieron. En la

actualidad ha habido una relación difícil entre la burocracia asfixiante de las autoridades del Centro INAH Sinaloa y la testarudez del Chino Billetero. En enero de 2012 los arqueólogos Luciano Torres Gil y Elías Rodríguez Vázquez se acercaron a la colección del Chino Billetero para realizar un catálogo de las piezas arqueológicas pero fueron bloqueados por la directora María de los Angeles Heredia Zavala, directora del Centro INAH Sinaloa, por lo que los arqueólogos afectados tuvieron que levantar una queja en la Comisión de Derechos Humanos de Sinaloa en contra de dicha funcionaria. Si bien es cierto que el INAH le niega trabajo a algunos arqueólogos de contrato y por otro lado les bloquea que realicen trabajos de manera independiente. El coleccionista “Chino Billetero” ha sido satanizado y señalado como “saqueador”, denominación que él la cambia por “rescatador de joyas arqueológicas”. Don Héctor Manuel Delgado “El Chino Billetero” es un personaje polémico en la arqueología sinaloense, pero lo importante no es señalarlo como el “malo de la película”, sino más bien darle una solución académica a la colección de más de 200 mil piezas arqueológicas que es el acervo con que cuenta. Algunos arqueólogos ortodoxos dirán que están fuera de contexto las piezas arqueológicas, por lo que ya no “sirven” como dato arqueológico. Quizás sea cierto, pero aprovechemos la oportunidad para reinvidicar esta colección arqueológica y demosla al pueblo de Sinaloa y de México.

DOSSIER “… ¿Y si se hubiese hecho un registro arqueológico industrial en las torres gemelas de Nueva York post 11 septiembre?....

Considero que uno de los edificios emblemáticos de la cultura estadounidense y del capitalismo mundial era los edificios conocidos como las “Torres Gemelas” en Nueva York. Si bien es cierto que el noreste norteamericano no perteneció jamás a la geografía mexicana, como si lo fue el oeste norteamericano (Nuevo México, Utah, California, Colorado, Arizona y Texas), en este dossier lo incluimos como un homenaje al hecho histórico del 11 de septiembre de 2011, en la Gran Manzana neoyorkina, suceso que sacudió a todo Estados Unidos de América y el mundo. Han pasado 10 años de lo acontecido y se ha rememorado en películas, documentales, libros, etc. , el interés que ha motivado incluirlo en este libro “Geografía arqueológica de México 2009”, es para visuarlo desde el enfoque de la arqueología industrial. Las torres gemelas de Nueva York (1973-2001) fueron construidas por el equipo de arquitectos Minoro Yamasaki, Emery Roth & sons y el ingeniero estructural Leslie Robertson (Leslie E. Robertson Associates), era el tercer rascacielo (410 metros) más alto del planeta, después del edificio Sears de Chicago (442 metros) y las Torres de Kuala Lumpur de Malasia (452 metros) superaban al coloso de Manhattan. El World Trade Center formado por las dos torres y 4 edificios más, se le podía considerar como una ciudad dentro la ciudad de Nueva York. Tenía una superficie de más de un millón doscientos mil metros cuadrados, 110 plantas, 190 ascensores, 43, 600 ventanas, 2,000 mil vehículos cabían en su estacionamiento. La ocupaban 430 empresas de 28 paises. En este conjunto arquitectónico del siglo XX norteamericano, existían corporaciones bancarias, firmas de Wall Street, empresas de seguros, transporte, importación y exportación, diferentes actividades comerciales, librerías, 7 oficinas del gobiernoEstados Unidos), de la CIA, 1 comisaría, 16 restaurantes, librerías, cafés, agencias de viaje, tiendas de regalos, tiendas de vino, galerías de arte, cajas fuertes con diamantes, oro, un observatorio y una estación de metro (subway). El edificio de las Torres Gemelas en si era una ciudad, con sus propios habitantes, empleados, bancarios y turistas visitantes de todo el mundo, tenía su propio código postal. Este monumento norteamericano del siglo XX tuvo sus inicios como proyecto en 1966, se construyó en 1973 y fue destruido por los ataques kamikaze el martes11 de septiembre de 2001. Las torres eran 2000, 000 toneladas de acero, 3000,000 metros cúbicos de cristal, 325,000 metros cuadrados de hormigón.

Eliminado: federal (servicio secreto de

En construcción (marzo 1971).

Junto con la Estatua de la Libertad, las torres gemelas eran monumentos emblemáticos de Estados Unidos.

El fatídico martes 11 de septiembre de 2001, todos los ojos del mundo presenciamos en vivo un hecho histórico que conmocionó a toda la humanidad.

En esta geografía atacada por fuerzas beligerantes y que transformó el paisaje urbano de la ciudad de Nueva York, nos permite preguntarnos ¿ en donde quedaron los restos de los dos aviones Boeing 767 American Airlines 11 y United Airlines 175 que colapsaron con los dos edificios emblemáticos ?. O los restos materiales de los objetos que habían en las oficinas de los edificios: teléfonos celulares, laptops, diamantes, objetos de arte, televisores, armas, antena de televisión, bases de datos de deuda crediticia de las políticas internas y externas de la administración de George W. Bush. ¿O es que las 500 000 toneladas de acero de los aviones, con 5,000 galones de gasolina, los 1000 grados celsius de temperatura ….¿destruyeron los 3000 ó 4000 archivos de la CIA?.....¿o es que todo se hizo polvo como nos hace creer la historia oficial gringa?....en internet se ha manejado la posibilidad de un autoatentado para justificar una invasión armada a los países árabes. Por ejemplo se menciona que se encontraron restos de explosivos de “nanothermite” en el polvo generado por el hundimiento de los edificios del World Trade Center, la termita es un explosivo que se utiliza para la demolición controlada de edificios. Los pretextos del gobierno de los Estados Unidos para justificar sus invasiones militares en el mundo, empezaron desde los ataques al acorazado Maine (15 febrero 1898), el pueblo incendiado de Columbus por Pancho Villa y sus dorados (9 marzo 1916), la base naval de Pearl Harbor, Hawaii por parte de los japoneses (7 diciembre 1941) y ahora el ataque a las ciudades de Nueva York y Washington. Las torres gemelas de Nueva York fue un espacio que albergó a miles de inmigrantes de todo el mundo que trabajaban en restaurantes, oficinas, bancos y que muchos de ellos murieron sin ser reconocidos jamás. Dentro de las ruinas del World Trade Center se encontró una bandera mexicana, como un símbolo de la presencia de mexicanos perecidos en este dia. La zona cero, como se le conoce actualmente en donde estuvieron las torres gemelas, se convirtió en un “lugar” con una gran carga simbólica, para estudios de geografía cultural, historia y arqueología industrial.

Así se miraba la isla de Manhattan desde un satélite de la NASA, la mañana del 11 de septiembre de 2001.