• Author / Uploaded
• Fabrizio Martinez

• Categories
• Violonchelo
• Flauta
• Canto
• Sonido
• Amor

Citation preview

Etnografía: Concierto “Selva de Amor y Guerra”

Nombre: Fabrizio Martínez Asignatura: Antropología Profesora: Francisca Márquez

El día de hoy, 30 de Abril, me dispongo a ir a ver el concierto “Selva de Amor y Guerra” presentado por el Ensamble Terra Australis, en la Biblioteca Nacional. Me encuentro fuera de la entrada principal de la Biblioteca Nacional, son las 18:40 PM, por lo que puedo observar el edificio es antiguo, hecho de piedra, color gris claro. En la zona central del edificio hay tres puertas, la de en medio está abierta y es el doble de grande que las dos que están a su lado, esta es rectangular a diferencia de las otras que vistas de abajo hacia arriba comienzan de forma rectangular pero en la parte de arriba se vuelven circular, dándole forma de puerta ovalada, la puerta de en medio está separada por dos pilares circulares de piedra de las otras dos, sobre cada puerta hay una ventana rectangular. Desde la zona central, el edificio se extiende con dos muros idénticos por izquierda y derecha hacia los lados, separados por un pilar circular, y un pilar cuadrado más ancho. En los muros de los lados se pueden ver tres pilares circulares en cada lado y entre cada pilar dos ventanas, una sobre la otra, las ventanas de abajo son cuadradas mientras que las de arriba ovaladas, para entrar al edificio se deben subir escalones de piedra, subiendo los escalones, a mitad de camino hay unas rejas negras, al lado dos astas blancas sin banderas, a un lado se ve un letrero que dice “acceso a minusválidos”, aunque no logro divisar ese acceso. A las afueras del edificio se ve una gran piedra de forma rectangular irregular, con letras grabadas en ella, dice “La Municipalidad de Santiago y la Embajada Argentina a José Luis Borges, a 100 años de su nacimiento. Mayo, 1999”. En la calle se ve poco tránsito de personas y de automóviles, alrededor de siete personas han entrado a la biblioteca desde que llegué. Son las 18:54 y veo al director Juan Pablo González (fue a visitarnos a nuestro curso hace un par de semanas para contarnos e invitarnos al concierto) entrando a la biblioteca, por lo que me dispongo a entrar. La entrada central está compuesta de dos puertas rectangulares de madera, con una ventana en cada una donde se puede ver el interior de la biblioteca, sobre la puerta está colgado un gran letrero con la imagen de un libro donde se lee “Principia, exposición de libros de Artista de Mario Lagos”, empujo la puerta y entro a la biblioteca.

El interior de la biblioteca es un pasillo largo, el piso es de baldosas negras y blancas, intercalando cada color. Donde me encuentro veo seis puertas, tres a mi izquierda y tres más a mi derecha. Una de las que está a mi izquierda, tiene un cartel sobre ella donde dice escrito “Sala América”, que es a la donde debo entrar, junto a esa puerta veo un cartel que dice como título “V Temporada de Conciertos”, en el cartel se enumera por meses todos los conciertos que habrán, en el mes de Abril se lee “Selva de Amor y Guerra” que es el concierto que presenciaré. Dentro de la sala “América” veo dos extintores colgados a los lados de la puerta por la que entré, el piso es de baldosas, hay una mesa de madera, sobre ella hay una caja con una ranura para depositar papeles dentro, un montoncito de papeles están a un lado de la caja en donde, si uno lo desea, puede poner sus datos para recibir más información respecto al concierto, detrás de la mesa hay una muralla de madera, más o menos de la mitad de alto que la sala, sobre la muralla veo las nucas de personas. Me encuentro frente a la mesa donde puedo tomar dos caminos, un pasillo hacia la izquierda y otro hacia la derecha, me voy por la izquierda hasta llegar al fin del muro de madera, donde doblo a mi derecha, ahí logro ver el escenario, también me doy cuenta que esa muralla de madera por delante es el lugar donde van las columnas de asientos, cada fila de asientos está más arriba que la anterior, se asemeja a como ponen los asientos en los cines. Desde la posición en que me encuentro ahora, logro ver bien la distribución de la sala, es una sala cuadrada, las filas de asientos están al medio de ella, frente se encuentra el escenario, a los lados de los asientos hay dos pasillos que se conectan mediante otros dos pasillos, uno frente al escenario y otro detrás de la muralla de madera que sostiene el último nivel de la fila de sillas, ese pasillo es por el que acabo de pasar. Las paredes y el techo de la sala son blancas, en las paredes hay colgadas dos grandes cortinas amarillas que cubren completamente las paredes de los pasillos que se encuentran a la izquierda y derecha de las sillas, también hay seis pilares circulares, de color blanco, en cada uno de esos dos pasillos. En el techo se pueden ver muchas lámparas blancas con forma cilíndrica colgando, y en medio hay proyector colgando, apuntando hacia el

escenario. El escenario es de madera y se puede llegar a él subiendo unas escalas que se encuentran en frente o por dos puertas que se encuentran a los lados, que serían las puertas que utilizan los músicos del concierto para entrar y salir de escena. Posee colgando sobre él seis focos que desprenden una luz tenue, y sobre el escenario hay un clavecín (que es parecido a un piano, pero más pequeño, hecho de madera) que tiene grabado en la tapa “SIC TRANSIT GLORIA”, un cello barroco (que es una especie de chelo), tres sillas mirando hacia el público, cada silla tiene en frente un atril y hay tres atriles más puestos uno al lado de otro, un piso en frente del clavecín, una mesa sobre la que puedo ver unos cuantos vasos de agua, y un par de flautas y en el suelo junto al clavecín hay una especie de maletín color negro. La sala está llena, cada uno de los asientos está ocupado y hay personas paradas en donde me encuentro yo y en el pasillo paralelo al mío. Se ve que hay público de todas las edades, desde niños hasta ancianos, pero en general predomina la presencia de ancianos, que se encuentran en su totalidad sentados en las primeras filas de asientos, en las últimas filas se puede notar que hay mayoritariamente jóvenes universitarios, también hay algunas familias con niños pequeños. La vestimenta del público es variada, los ancianos y adultos van vestidos formal, de terno los hombres y las mujeres con vestidos, los jóvenes van con ropa casual o semi formal. El director Juan Pablo González entra al escenario desde bastidores, afirma la falta de asientos y llama a la gente que está de pie a que se sienten en el pasillo frente al escenario, algunos lo hacen, otros como yo, se quedan en el pasillo, apoyados sobre la pared o un pilar. A continuación relata un poco de lo que trata el concierto que escucharemos, explica que el ensamble Terra Australis presentará una muestra de instrumentos musicales acompañados con la voz, música antigua del siglo XVII que se dio tanto en Europa como América Latina, este concierto está dedicado al Seicento Italiano. También nos dice que no es necesario aplaudir al final de cada pieza, porque esto produce desconcentración y la sensación de

relajo para los músicos. Dicho esto, el director deja el escenario, el público le aplaude. El concierto va a comenzar, son las 19:10 PM. El primero en entrar en escena es un hombre joven vestido con un terno negro, se sienta en el piso ubicado frente al clavecín y comienza a tocar, la música que desprende se siente ligera, delicada, es un sonido distinto al que emitiría un piano, un sonido más de cuerda. Luego entran un hombre vestido con pantalón negro de terno y una chaquetilla morada junto a una mujer, también joven, vestida con pantalón de tela color negro y una remera de tela color morado, que se sienta y comienza a tocar el cello. El hombre comienza a cantar, su voz es aguda, intensa y afinada, el tipo de canto se asemeja a la ópera, lo que canta está en otro idioma, italiano. El proyector comienza a proyectar en la pared del fondo del escenario la traducción en español de lo que se canta en letras grandes, donde se puede leer incluso estando al fondo de la sala. Según lo que voy leyendo de la letra de la canción, entiendo que habla de un amor dormido y que el cantante la llama y sufre por despertarla, las expresiones faciales del cantante son de sufrimiento y mueve los brazos para intensificar el acto del sufrir. Termina la canción y el cantante deja el escenario, enseguida entra una mujer joven, vestida de negro, con una flauta en sus manos, se coloca parada frente a un atril que se encuentra junto a la mesa donde están las otras dos flautas y comienza a tocar, el clavecín lo acompaña, la música se siente ligera y relajante. Cuando termina de tocar la flauta, coge otra de la mesa, esta es más larga y emite un sonido más agudo, la música comienza a tomar un ritmo más apresurado, de pronto se escucha a un hombre que no podemos ver, gritar desde bastidores “¡A LAS ARMAS!”, era la voz del cantante, que ahora sale al escenario nuevamente y comienza mover la parte de arriba de su cuerpo dejándose guiar por el ritmo de la música que emiten la flauta y el clavecín. Comienza a cantar, la canción continúa el tema de la primera canción, sin embargo esta vez ya no sufre, por lo que leo de la traducción de la canción que el proyector volvió a mostrarnos, habla sobre recuperar el amor perdido. Ahora la mujer del cello comienza a tocarlo. La música es alegre y ligera, la flautista se detiene y se sienta en una silla que se encuentra

detrás del cantante, desde la posición en la que estoy no puedo verla, ya que el cantante la cubre, pero al parecer por lo poco que veo, coge el maletín que se encontraba en el suelo, al parecer era alguna especie de instrumento que comienza a tocar. Luego aparecen por la puerta de la izquierda del escenario, dos personas, un hombre de terno color negro, con el cabello largo tomado y barba, y una mujer joven con un vestido largo de color negro y blanco, ambos poseen violines, se paran cada uno frente a un atril, mientras la flautista se para de su asiento y vuelve al lugar donde estaba en un principio dejado ahí ese extraño maletín negro del que nunca supe demasiado. El cantante finaliza su canción y abandona el escenario, los violinistas comienzan a tocar, junto a la flautista que coge la primera flauta que tocó, el cello y el clavecín. La música se sigue oyendo alegre, ahora con la entrada de los violines, la música se vuelve un poco más densa. La flautista hace una pausa por unos segundos y luego vuelve a tocar. La música continúa por varios minutos y finaliza, cuando esto sucede el público duda en si debe aplaudir o no, pero basta con que un espectador comience a aplaudir para que el resto los siga, un fuerte aplauso inunda la sala. Vuelve al escenario el cantante, esta vez para hablarnos. Nos habla sobre el amor y la batalla, el amor como una batalla, el programa de este concierto explora el tópico de que así como se sitia una ciudad durante una batalla, de la misma manera se sitia al amor, y nos dice que nada dura eternamente, nada es para siempre, todo termina consumiéndose para volver a empezar en algo nuevo. Con estas palabras, el cantante deja el escenario, también lo abandonan los violinistas y la flautista, el público aplaude nuevamente. Ahora comienzan a tocar la mujer del cello junto al hombre del clavecín, los únicos que se encuentran en el escenario. La música es más lenta y más profunda, el sonido que desprende el cello se vuelve más intenso y cada nota se siente que dura más, continúan unos minutos tocando, cuando finalizan pasan unos segundos de silencio y comienzan a tocar otra canción, esta expresa tristeza, comienza de forma lenta pero el ritmo

va subiendo poco a poco. Al terminar esta canción entran a escena la flautista con la misma flauta que utilizó la última vez y el cantante. Ahora tocan el clavecín y la flauta y el cantante comienza a cantar, nuevamente el proyector nos muestra la traducción del italiano del cantante. Esta vez la canción habla sobre el orgullo, la fuerza y la fidelidad. El cantante canta con emoción, sus ojos permanecen cerrados mientras canta y mueve sus brazos lentamente al ritmo de la música. La música para, y el cantante se queda totalmente quieto con los ojos cerrados por unos segundos, lentamente comienza a abrirlos y mira hacia el público sin decir nada, estos enseguida comienzan a aplaudir, el cantante sonríe y hace una reverencia. Cuando los aplausos paran, el cantante comienza a hablarnos nuevamente, nos dice que el sentido que tienen estas canciones son el de conmover, conmover hacia la tristeza, conmover hacia la alegría, y lo que vendría faltando sería conmover hacia la ira, que es lo que viene a continuación. Antes de seguir con el concierto, el cantante desea contarnos una de sus anécdotas: El cantante, en uno de sus viajes a Italia, se encontraba visitando Venecia, se sentía emocionado porque iría a ver por primera vez la tumba de Claudio Monteverdi (cantante y compositor del siglo XVI, el mismo estilo del que se basa este concierto, y un gran ídolo para nuestro cantante) que se encontraba en la iglesia Basílica di Santa María Gloriosa dei Frari. Una vez en la entrada de la iglesia le pregunta a un guardia por el lugar exacto en que se encuentra la tumba de Monteverdi, el guardia responde que no tiene idea y que de hecho no sabe de quién se trata, por lo que el cantante decide ir a buscar la tumba por él mismo. Después de un rato buscando, ve una tumba que le llama la atención, se encontraba en el suelo de la iglesia como mucha otras, pero tenía la particularidad de que rodeándola tenía muchas flores, al acercarse se da cuenta que se trataba ni más ni menos que de la tumba de Claudio Monteverdi. Al salir de la iglesia y satisfecho por haber hallado la tumba, le comenta al guardia que logró encontrar la tumba y que era la que tenía flores alrededor, el guardia reconoce esa tumba por

el detalle de que poseía flores y añade “Esa es la tumba a la que nunca le falta una flor”. Luego de contarnos esta historia, el cantante abandona el escenario, entran a escena los dos violinistas que se encontraban antes, más otro violinista, un joven, el más joven de todo el elenco, usa un terno color negro. Se paran cada uno frente a un atril, uno al lado del otro y se ponen a tocar, comienzan por una nota aguda y larga, y continúan tocando, los acompaña el clavecín, el cello y la flauta, esta vez la flautista está utilizando la tercera flauta, la que no había utilizado antes, esta flauta se ve más compleja que las otras dos, se compone de varias piezas a diferencia de la primera flauta que era hecha solo de una pieza y de la segunda que se componía de tres piezas, una boquilla conectada a uno de los lados de la flauta que tiene forma de cilindro y al final, en la parte de abajo, una pieza más ancha que es por donde sale el sonido. La música va subiendo de intensidad, se vuelve más densa, la flauta para por unos segundos y vuelve a continuar, la densidad de la música en esa ocasión lo marcan los violines, que se tocan intensamente. El público en general se ve bastante atento a la música, salvo por algunos jóvenes y niños que se encuentran sentados en el piso, cabizbajos y oigo a un par cerca de mí charlando, desinteresados de la música, en la sala se siente mucho calor, aún así la gente mayor sigue vestida con sus chaquetas puestas. Luego de unos minutos, finaliza la pieza musical. Sube a escena el cantante junto a dos personas más, una mujer joven con pantalón de tela negros y un hombre con una camisa y pantalón color negro. El cantante se pone en medio del escenario frente a un atril, la mujer a su izquierda y el hombre a su derecha. Se encuentra todo el elenco en el escenario, comenzará el último acto de este concierto, la música empieza a sonar, el cantante se pone a cantar, el proyector comienza a mostrar la traducción de la canción, “Il Combattimento di Tancredi e Clorinda” (El Combate de Tancredo y Clorinda), la música es de Claudio Monteverdi.

Cada uno de los instrumentos resuenan al mismo tiempo: violines, cello, clavecín y flauta. El cantante comienza a cantar, la canción es una obra cantada, que incluye a un narrador y dos personajes. El cantante interpreta al narrador, canta la historia sobre Tancredo y Clorinda. Tancredo persigue a Clorinda creyendo que esta es un hombre, busca enfrentarse a duelo contra ella. En ese momento es el turno de que Clorinda hable, y es cuando la mujer, que se encuentra a un lado del cantante, comienza a cantar. Tiene una voz aguda, su estilo de canto se asemeja al de la ópera, como tiene que ser, debido al tipo de música. Cuando llega el turno de Tancredo para hablar, comienza a cantar el hombre que se encuentra a la derecha del cantante. De esa manera se desarrolla el acto, el cantante interpreta al narrador, la mujer a Clorinda y el hombre a Tancredo. La historia prosigue, Tancredo y Clorinda se enfrentan a un duelo de espadas, el narrador describe la batalla, una batalla llena de orgullo e ira de parte de ambos. La música se vuelve más rápida, dando la sensación de una frenética batalla. La batalla prosigue, Tancredo y Clorinda se hieren mutuamente, luchan hasta el cansancio. Luego de un rato, se separan, agotados. Tancredo observa que la sangre que brota de Clorinda es mayor a la de él y se enorgullece por esto, Clorinda lo desprecia, según nos cuenta el narrador. Canta el hombre que interpreta a Tancredo, preguntándose por el nombre de su rival, la mujer (Clorinda) no se lo da, por lo que Tancredo se enfurece y vuelve a atacar, comienza nuevamente una lucha, espada contra espada, vuelve la ira a los corazones. Luego de una mortal lucha, Clorinda cae vencida, la ira que la inundaba en un comienzo se apacigua, ahora siente caridad y esperanza, fundadas por la virtud de Dios. Canta la mujer, su voz es profunda, se oye tranquila pero muy triste, logra dar la sensación de que la muerte le vendrá pronto, Clorinda le perdona y le pide perdón, le ruega porque vaya a buscar agua para que se le dé el bautizo que limpie sus culpas, a lo que Tancredo accede, las palabras de Clorinda inundan su corazón y logran apaciguar toda su ira.

Finalmente, Tancredo trae el agua y mona la frente de Clorinda, en ese momento se percata de quién era realmente su rival y se arrepiente por lo hecho. Tancredo comienza con las palabras sagradas para el bautizo, Clorinda se llena de felicidad y exclama una última oración, cantadas por la mujer: “¡Se abre el cielo, me marcho en paz!”. Con estas palabras se da por finalizado el tercer acto y último del concierto. El público comienza a aplaudir, los cantantes y los músicos se reverencian ante este, las luces que en un principio eran tenues suben de intensidad. El elenco abandona el escenario por la salida derecha, pero unos segundos después regresan, se colocan uno al lado de otro en el borde del escenario y dan una segunda reverencia, todos juntos al mismo tiempo, la gente vuelve a aplaudir, con esto dejan el escenario definitivamente. La gente del público empieza a retirarse, la sala se inunda de ruido, el ruido de los murmullos, el bullicio, la voz del público. La duración del concierto fue de aproximadamente una hora y quince minutos. Son las 8:25 PM. Luego de un rato, habiendo ya marchado la mayoría del público, veo que algunos de los músicos y cantantes se encuentran sobre el escenario, cada uno junto a un grupo de jóvenes, conversando con ellos. Me acerco al grupo donde se encuentra el cantante, su nombre es Gonzalo Cuadra. Nos comenta que la música se disfruta mucho más conociendo el contexto histórico y social del que va ligado la canción. También nos habla de la importancia de la recepción que tiene el público hacia el artista al momento de estar en el escenario, si por ejemplo él, mientras canta y mira hacia el público, siente que recibe una respuesta positiva de la gente, que la gente está disfrutando y encantándose con lo que él hace, entonces esto repercute directamente en él y le da una motivación mayor que lo lleva a aumentar el nivel de calidad en el espectáculo. Mientras charlábamos con Gonzalo, un hombre se acerca y nos pide que salgamos del lugar, ya que cerrarían pronto. Con esto doy por concluida mi visita, abandono la biblioteca.