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• Yhtahk Milcy Lopez

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UMSNH. Cioran: Duda, Desfascinación y Filosofía Lírica. Getzemaní González Castro Facultad de Filosofía “Samuel Ramos”; Morelia Mich. ¿Es Cioran el Diablo? Allá por los años 60 el joven Fernando Savater era asiduo lector del periódico Le Monde, y con especial esmero, espíritu propiamente filosófico, de la sección de cultura, de la cual se nutría debido a que algunos libros estaban prohibidos en la España de la época. En dicha sección, cierto día, Gabriel Marcel1 publicó un artículo en el que se preguntaba “¿es Cioran el Diablo?”2; esto impactó definitivamente a Savater, y se dio a la tarea de buscar libros sobre ese tal Cioran que debía de ser, si no el diablo, al menos sí alguien imponente. El joven Fernando Savater, como cualquier investigador curioso, buscaba respuestas y dado que las respuestas de Dios estaban vedadas por la iglesia católica, habría que buscar la fuente de las sombras. ¿Quién es Cioran, es realmente el diablo? El niño jugaba en Los Carpados, creyéndose maestro de la creación no parece ser, todavía, el que después se erigiría como sospechoso de ser el príncipe de las tinieblas para un Gabriel Marcel, existencialista religioso, más bien muy santo. La infancia para Cioran sería más que un lugar, un estado, pienso, que se explica psicoanalíticamente como el inconsciente. El pensador rumano nos dice 1 No se sabe mucho de la relación entre Gabriel Marcel y Cioran, aunque es de pensarse que eran amigos. Cioran en sus Cuadernos nos narra “acabo de encontrarme con Goldmann en casa de Gabriel Marcel” (CUA: 180); al parecer, si no eran amigos, al menos sí habría respeto y reuniones en la casa de uno u otro. 2 Esta anécdota está expresada en dos lugares, por el propio Fernando Savater: -Ensayo sobre Cioran, Fernando Savater, Espasa-Calpe, 1992. -Conferencia: Cioran, entre filósofo y escritor. Ponentes: Fernando Savater y José Ignacio Nájera. UCM, en octubre de 2009, y organizada por la Asociación Estigia.

que su infancia era el paraíso porque para él el Yo es una prisión, una fuente de remordimientos y angustia. La conciencia es, a la vez, lo más sagrado y lo más destructivo para el ser humano: fuente de pesadillas, desfile de realidades siniestras. El principio epistemológico será la lucidez, y toda lucidez es fuente de un sufrimiento prolongado, del grito de la carne. El joven Cioran, ya en Sibiu, descubre las putas y el alcohol. Nos acercamos un poco más a lo que sería un camino de pecado, de perdición. Nos narra, Cioran mismo, que sus dos lugares favoritos eran los burdeles y las bibliotecas. Esto es importante, por una razón epistémica en el desenvolvimiento de su pensamiento: las putas y los vagabundos son sus amigos, aquellas personas que, le parece, son las más iluminadas sobre la tierra, las que han logrado comprender, contemplar, asimilar. Sin embargo no descuida el lado académico, lee fervientemente a Nietzsche y otros más, pero Nietzsche será la referencia inmediata de influencia. El primer libro de Cioran, En las cimas de la desesperación, es una apología cósmica nietzscheana, una develación de las explosiones viscerales como fundamento indiscutible del pensamiento, una idea que Cioran no abandonaría en toda su vida. Cioran se va, becado, a Berlín, Alemania. De esta época se sabe poco, sólo que comienza a sentir una especie de éxtasis que rozan las epifanías, de esto queda testimonio en su segundo libro, El libro de las quimeras, publicando

cuando

el

joven

rumano

tiene

25

años.

Cioran sufre una especie de fanatismo hacia Hitler, se deja seducir por las ideas nazi, escribe y describe su simpatía por Hitler y por la Guardia de Hierro, y lo deja ver en su libro La transfiguración de Rumanía, libro en el que sueña, como soñamos todos los jóvenes, con ver a su país convertido en potencia y que salga de amodorramiento en que se ha sumergido en comparación con el resto de las potencias europeas. Es un libro que, hasta

la fecha, no se ha traducido a otros idiomas, de él siempre renegó Cioran, al final de su vida especialmente. El ocaso del pensamiento es el último gran libro de Cioran en rumano, un libro donde queda bien marcado el lirismo que lo llevaría después a ser reconocido como un gran maestro del estilo. Aquí aparece ya el estilo favorito de Cioran, el aforístico. Después de esto Cioran sale, becado y no exiliado como se dice, a Francia. Y nunca más, por decisión propia, nunca más regresaría a Rumanía, ni al país ni a la lengua. A partir de dicho momento empieza la serie de libros en francés. La exposición que propongo de la obra de Cioran es alternativa, es decir, alternando fragmentos en temas específicos. Sin embargo, si se quisiera sacar una cronología, paradójicamente, iría de atrás para adelante. Mi primer tema, escepticismo, es lo que marcó casi al final de su obra; contra la duda metódica de Descartes, Cioran propone la duda visceral: una duda que va más allá de la pura pose intelectual. El segundo tema, el desengaño (que algunos comentadores llaman pesimismo o desfascinación) es algo que marcó casi la mediana edad de Cioran; éste propone que cuando vemos las cosas como son, cuando nos ponemos en el papel del monstruo, éste que piensa lo humano y el mundo, saliéndose un poco de lo humano y el mundo, podemos ver las cosas como son: un desierto. Todas aquellas ideologías a las que nos aferramos caen en picada cuando contemplamos lo esencial: somos Nada. Y el último tema, y en el que está la propuesta medular de esta tesis, es estudiar y plantar las bases para que se siga cultivando la Filosofía Lírica, esta extraña unión entre filosofía y poesía, que contrapone al argumento sistemático el argumento fisiológico. Contra el silogismo aristotélico, contra el logicismo, Cioran propone el argumento de la sangre, su propia vida como refutación, poniendo especial énfasis en

el carácter absurdo de la existencia3. Así pues, el sentido de exposición es opuesto al sentido cronológico de la existencia del autor; terminaremos esta tesis con el estudio de sus primeros libros, en especial su primer libro donde arrojado, tal vez por su juventud, propone este tipo de filosofía sobre la que poco se discute en los ámbitos académicos y que creo justifica este trabajo. A la pregunta de Gabriel Marcel: ¿Es Cioran el diablo? Contesto no, es Lucifer. Y cito un fragmento de la película Lugares Comunes que justifica mi afirmación: “La lucidez es un don y es un castigo. Está todo en la palabra: Lúcido viene de Lucifer, el Arcángel rebelde, el Demonio… Pero también se llama Lucifer el Lucero del Alba, la primera estrella, la más brillante, la última en apagarse… Lúcido viene de Lucifer y de Lucifer viene Lux, de Ferous, que quiere decir ‘el que tiene luz, el que genera luz que permite la visión interior’… El bien y el mal, todo junto. La lucidez es dolor, y el único placer que uno puede conocer, lo único que se parecerá remotamente a la alegría, será el placer de ser consciente de la propia lucidez…”4 La lucidez es un don y un castigo, nunca mejor dicho para definir la visión de Emil Cioran. La propuesta de pensamiento que es planteada, sería una propuesta fisiológica, es decir, que viene desde la carne. Pensar el mundo con todos y cada uno de nuestros órganos. La lucidez se desprende, para Cioran, tanto del sufrimiento como del insomnio, la nada sin tregua, la visión desnuda de las cosas. Cioran piensa de sí mismo que su misión es desengañar a las personas, decirles que sus ideales han muerto, su rabia va contra la religión, la política, la sociedad, el consumismo; es un cínico en el siglo XX, viviendo con poco, sin trabajar, y denunciando las grandes 3 Antes incluso que Camus, cuyo Mito de Sísifo aparece en 1943, mientras que En las cimas de la desesperación de aparece en 1933. También sería importante apuntar que en mi investigación no encontré vinculación objetiva de Cioran con el movimiento existencialista como se dice en algunas biografías. Si se lee a Cioran con cuidado se puede ver que siempre detestó a Sartre, al que llamaba “un empresario de ideas”. 4 Guión de Lugares Comunes (c) Adolfo Aristarain y Kathy Saavedra, basado en la novela El renacimiento de Lorenzo F. Aristarain

corporaciones que estupidizan a las personas. Es alguien que le grita al mundo que sus ideales han caído, que sus utopías son ridículas, que sus sueños no podrán concretarse, porque nacieron muertos en un mundo muerto. El nihilismo del Cioran de mediana edad, es un nihilismo exacerbado hasta los límites, su furia parece querer derribar todo sistema; es el filósofo de la desfascinación, el que le quita los velos a todo aquello que te fascinaba, que te ataba, que te fanatizaba; contempla la nada de eso que creías un todo. Y es que el fanatismo es, dice Cioran, el principio de la violencia y el odio. Es decir, el religioso, de cualquier religión, querrá que creas en su Dios y si te niegas, sufrirás las consecuencias de su odio; el fanatismo nos hace intolerables; lo mismo pasa en la política y en cualquier ámbito donde el fanatismo sea el pan de cada día. Contra esto quiere luchar Cioran. Hoy la “verdad absoluta” es una contradicción de términos. Si algo es verdad no puede ser absoluto, y si algo es absoluto no puede ser verdad. Esta es la lección que yo recojo de Cioran, y es que se dedica a derribar toda pretensión de absolutismo, por la misma razón que el fanatismo, porque lo absoluto es algo excluyente más que incluyente: el flujo de la historia va a la destrucción de la humanidad precisamente por haber creído un día que había verdades absolutas. Bibliografía. CIORAN, E, M. (2010). Breviario de los vencidos. Col. Biblioteca del Autor. México, D.F: Tusquets Editores. --------- (2010). Ese maldito yo. (2ª ed.) Col. Biblioteca del Autor. México, D.F: Tusquets Editores. --------- (2009). Adiós a la filosofía y otros textos: Prólogo y selección de Fernando Savater. (6ª ed.) Salamanca: Alianza Editorial.(2009). En las cimas de la desesperación. Col. Fábula. México, D.F: Tusquets Editores. --------- (2009). El ocaso del pensamiento. Col. Biblioteca del Autor. México, D.F: Tusquets Editores. --------- (2007). Ejercicios negativos. Madrid: Taurus.

--------- (2004). Cuadernos 1957-1972. (2ª ed.) Barcelona: Tusquets Editores. (2003). Historia y Utopía. (4ª ed.) Barcelona: Tusquets Editores.