Dios es más bello q_ae el diablo P.A:E>RE AMORTH Colección 'TEO[Ld}G]~~ DIOS ES MÁS BELLO QUE EL DIABLO ASPECTO Hl
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Dios es más bello q_ae el diablo
P.A:E>RE AMORTH
Colección
'TEO[Ld}G]~~
DIOS ES MÁS BELLO QUE EL DIABLO
ASPECTO Hllv1ANe) IDE LA CONFESIÓN Giuseppe Sovernigo, la. reimpr.
Testamento espiritual
CURACIÓN Y E:X.ORCISM@ Philippe Madre, 2a. reimpr.
IDIOS ES MÁS BELLO QtJE EL DIABLO Gabriele Amorth, 2a. reimpr.
Entrevista de Angelo De Simone
ELDifIBLO Corrado Balducci, 7a. reimpr.
~ SAN PABLO
Prefacio
Me mueven el Evangelio. san Pablo. la Vir,gen 1. . .1. Mi objeuvo es llevar al lector a reñexionar sobre su propia vida para ponerla en sintonía con el propósito para el cual Dios nos la fua da002•
Titulo original
Dio piu bello del diavolo Autor Gabriele Amorth Referencia iconográfica Archivo personal delpadre Amorth AFP/Getty Images © Edizioni San Paolo s.r.l
©SAN PABLO Carrera 46 No. 22A-90 ITef,: 3682099-Fax: 2443943 E-mail: editorial@sanpablo,co www.sanpaolo.co
Título tra ducido
Dios es más bello que el diablo Traducción José Guillermo Ramirez
ISBN 978-958-768-278-6 2a. reimpresión, 2017 Queda hecho el depósito-legal según Ley 44 de 1993 y Decreto 460 de 1995 Distribución: Departamento de Ventas Calle 17A No. 69-67 Tel.: 411401 I li0voca rechazo. Me parece que hay que encontrarse con ellos, para aceptarles "los valores agregados de lo pro fano" que ellos han adquirido en esa experiencia fuera del "sagrado recinto': El hecho doloroso de haber abando nado la lfe ¡puecle servir. para purificar y dar nuevo brillo a quien se había ido fuera y ha regresado, y también puede dar valor agu.egado al que ha permanecido dentro. 20,=,,.
.Bl Hijo de Di0s, [es:ucristo, }I e1 cristianismo no son una rieligión e.0 el senüdo de las Eeliigiones natunales e instítu ciona:lizadas; no son una :füilosof.ía con doctrinas, verdades y tratados especw.lativos; n0 son un moralismo con oblí gaciones orientadas casi siempre a sí mismas. [esucrísto, Dios-Hombre, es una persona, un acontecimiento, un acontecimiento en el cual se abren perspectivas inauditas sobre la Identidad de Dios y, al mismo tiempo, sobre el valor, la vocaeíón y e1 destino del ser humano. En. Cristo crucificado se nevela el amor concreto de Dios hacia la humanidad. "El Crucificado n0 es un hombre que muere por Dios, sino que es el Hijo de Dios que muere por el hombre'".
En la experiencia de fe en Cristo Jesús se hace una lec tura de Dios bien diversa. El cristianismo llega a la clara experiencia y afirmación de la unicidad de Dios y de s11 trascendencia, afirmación ya contenida en la tradición hebrea. La singularidad del cristianismo consiste en ha ber acogido la auto-identificación y la auto-revelación de Dios como Padre, Hijo y Espíritu Santo. El alcance revolucionario del cristianismo no está so lamente en haber asumido en el plano de los valores lo "trascendente" y lo "sagrado': sino en haber restituido a lo "profano" su dignidad y autonomía. En el misterio de la encarnación del Hijo hecho hom bre, Dios mismo entra en lo profano.
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MAGGIONI,
Bruno. "11 Padre nostro" En: Vita e pensiero. Milán, 1995, p. 25- ·
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El pad:e Gabriele conversa amablemente con el padre Santiago Albenone (1884-1971). fundador de la Sociedad de San Pablo. congregación a la que pertenece el famoso exorcista.
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sms biblii@s sobre el dia0r0 se mam di,fiu1ndido rnl!lel:ilo. ¿[ree or Dios al patriarca, aunque él tiene que conquistárselos solo o con su tribu. Los patriarcas Abrahán, [acob, [osé tendrán dificultad
para acoger la gratuidad divina, desconocida para ellos en el pasado. Sin embargo, una vez elegidos como mediado res entre Dios y el pueblo, se dan cuenta de que no están en lugar de Dios, sino que han sido escogidos por Dios en la hístoría de la salvación para que lleven su nombre a "todos los seres humanos': En estos y en muchos otros llamados y eventos se reve lan el amer y el poder de Dios, tal como se manifiestan su amoroso abaiamiento y exilio en la historia de la humani le.F10" que el mundo no puede garantizar. ¿Descubrimos así la pedagogía divina?
Recurro a una analogía. ILa monja Rosvita, nacida en 936, fue de excepcional viveza mental, sin. precedentes en el Medioevo para una mujer y además monja. Esta escri tora de vanguardia tuvo que doblegar su espíritu -como ella misma escribe- "a describir la deplorable locura de las almas entregadas a ilícitos amores': para de ahí poder «exaltar [ ... ] la gloria de las almas inocentes, pues cuanto más aptas para seducir son las dulces palabras de los amantes, tanto más alta es la gloria de la ayuda divina y tanto más espléndido es el mérito de los que triunfan"2•
La Biblia, y no me equivoco, se vale también, antes de Rosvita, de este mismo sabio recurso. Así pues, el lector de la Sagrada Escritura cultiva una sabiduría con los pies sobre la tierra. Este realismo, clave de lectura del santo libro, le permite evitar el camino de la violencia contra sí mismo y contra los demás. Si él 2
:Í\LBINI, Umbcrto; PETRONE, Gianna. Storia del teatro, ~o!. II: "Da! Impero romano alHumanesimo': Garzanti, Milán, 1982, p. 82.
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Como el hombre religioso desea subir hasta Dios y no lo logra, entonces Dios mismo se "preocupa" por acer carse a él. En efecto, poi:- las Escrituras sabemos que Dios, después de haber elegido a "su" pueblo, lo "educa" a través de la ley natural dirigida: a todos los seres humanos y, de manera especial, con un conjunto de leyes positivas. Por esto, mediante sus llamados, prescribe normas morales y jurídicas, así como también ordenanzas cultua les y rituales. A grandes rasgos, los Diez mandamientos promulgados por Dios mismo son los que dan el tono. Los diversos nombres atribuidos a la ley (enseñanza, testi monio, precepto, mandamiento, decisión, juicio, palabra, voluntad, camino de Dios) nos dicen que ella trasciende los modos y límites de las legislaciones humanas. Los depositarios de la ley de Dios son los sacerdotes. La enseñan en el santuario en apoyo del culto y de la fi delidad al Señor. Los historiadores y los sabios de Israel la exaltan. Los salmistas celebran su grandeza, declarando su amor hacia ella y acogiéndola como lámpara para sus pasos y luz en su camino. Los profetas recriminan a los sacerdotes, a los reyes, al pueblo cuando la olvidan. En la literatura profética en .-eces, pero todavía no hemos aprendido a vivir como lí@Frnar,ios". A pesar de esto, ¿cómo no pensar en Diosr, ¿ersonas fuertes y resueltas, motivadas y
perseverantes en la propia formación. En efecto, no se trata de rec1.:1perar un objeto perdido, sino la propia iden tidad, valor personal, sabiduría, maestría de pensamiento yde vida. lS4~
"Viéndonos concentrados en Dios. el sumo bien. el diablo se aburre y se va".
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Rrimern fil.:ísposición: dejarse ayudar a asimilar el evemtual malestar qu.e existe en nosotros. Éste puede ex
presarse de muchas maneras: ~ristezai, rabia, violencia, re ~elióm, incluso blasfemia. No pensemos inmediatamente que sernos "malos': sino Gomsiaerémonos heridos y ado loridos, de modo qNe es nuestro derecho el liberarnos de este ptoftmd0 malestar y dolor, Segunda disposición: abandonar un comportamiento índlfereate, apático, desinteresado respecto al bien, para vivir con profunda serenidad y en buena conciencia, de modo qu.e al ir a dormvr después de la jornada trascurrida nas encontremos bien conectados con nosotros mismos: alma y cl!lenp@, eon las iJPersonas que están a nuestro lado, con el buen Dios, fuente del verdadero bien. 1,a comunión con Dios es indispensable. Por lo tanto, es necesario abandonar un eventual ateísmo práctico, una vida de pecado, pasando a una vida en Dios. Es
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$i eJfilste una manera de alejar de nosotros al diablo,
ésta @om:siste eID. dejarnos atraer por la bondad y la belleza que v.r.@'tan del bien y de nuestro Dios y Padre. Es la atrae ci0n del Señor la que nos "distrae" de los "halagos" del Malign0; ella nos conduce al bien, a la vida, a las perso nas, a los valores humanos y nos hace superar las suges tioñes maléficas que incitan a la rabia, a la violencia, a las sel\'[email protected] y causan dolor, por decir poco. Siguiendo el hilo éde oro que se mueve desde la fascinación divina, n© sotros, peregrinos, descubrimos la rica mesa bien surtida, nos detenemos, comemos, bebemos y nos saciamos, sin pre0cu~arnos de la bestia que está allí al asecho, a veces vestida con lujosos trajes. El ángel perdido intenta repe tidamente asecharnos, pero viéndonos concentrados en
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para los c0merniantes del erotismo. Muchos males, como ya se na dicho, se atribuyen al demonio. El 'Evangelio es claro al distinguir a los enfermos de los endemoniados, aunque ciertas consecuencias pueden ser idénticas. Pon una parte, no debe creerse fácilmente en la wosibilüfacl de una presencia y de un influjo demoníaco; por 0t11a, se debe estar atento a descubrir los trucos que el diablo pone en marcha para ocultar su acción. El may0r síntoma que produce sospecha es la aver sión a lo sagrado, como por ejemplo cuando uno ya no l0gra orar o cuando se irrita si ve que se ora en su casa; y este especialmente cuando una persona antes era devota, practicante y, de repente, abandona todo y quizá hasta co mienza a blasfemar. Esta actitud es el síntoma más sospechoso y se mani fiesta en una vasta gama de modalidades y de indicios convergentes: por ejemplo, si alguien, cuando llega el sa cerdote a bendecir la casa, tira la puerta, se encierra en
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Pata no terminar en poder del diablo es necesario estar d~ ~arte de Dios, de la Virgen, de los santos, del bien en todas sus formas; tomar conciencia del propio carácter sagrado y del propio valor; no apegarse .a poderes extraer dinarios ideológicos, económicos, políticos, pseudorreli gloses, que emiten toxicidad.
A,.•
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La enorme diferencia entre el águila "cruel" y "rapaz': símbolo del diablo y el Águil, que representa a Cristo Je sús, el cual "ha querido sufrir y morir para arrebatar todas las alrñas y surnergirlas'? en el corazón del Padre, que es como "un águila que vela sobre su nidada y revolotea so bre sus polluelos" (Dt 32, 11), según la expresión bíblica.
1
SANTA TERESA DEL NIÑO
Issús. Manuscrito "B",
263.
e~@ concreto?
En: Opere complete. LEV
OCD, Cíttá del Vaticano-Roma, 1997, p. 228. 2
160,=,,
ídem.
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¿Ele ~tié "armas" espírkuaíes dispone el cristiano?
Terminando sus cartas, exhorta a menudo a ser fuer tes, firmes y vigilantes. Al final de la carta a los cristianos de iÉfos0, se alarga más en este sentido, incluso porque el momento es difícil, debido a la persecución contra los
'Fe:rmina exhortando a la oración incesante, la primera de t0das las armas espirituales, no limitada a la mañana, al medio día y por la noche, sino continua. La oración se debe al influjo del Espíritu Santo y se pide por la co munidad y «por todos los santos': es decir, por toda la Iglesia, pero por Pablo en particular. Él, que se encuentra encadenado, espera que se le conceda la posibilidad de abrir ele nuevo los labios para anunciar el Evangelio. Está convencido de que el anuncio del Evangelio es sostenido
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