Eritroblastosis Fetal

ERITROBLASTOSIS FETAL Es un trastorno que se produce cuando los grupos sanguíneos de la madre y del feto son incompatibl

Views 155 Downloads 1 File size 644KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

ERITROBLASTOSIS FETAL Es un trastorno que se produce cuando los grupos sanguíneos de la madre y del feto son incompatibles, o bien cuando la sangre materna posee el factor Rh- y la sangre del feto es Rh+. El factor Rh es un antígeno (aglutinógeno) que está en la membrana plasmática de los glóbulos rojos. Fue descubierto en 1940 a partir de los eritrocitos del mono Macacus rhesus, de ahí su denominación Rh. El 85% de las personas poseen el factor Rh, es decir el aglutinógeno de membrana, siendo entonces Rh positivas (Rh+). El 15% restante corresponde a las personas que carecen del factor, por lo que son Rh negativas (Rh-). Cuando se transfunde sangre Rh+ a un individuo Rh-, este último reacciona contra los antígenos de membrana generando anticuerpos (aglutininas) anti Rh. Este proceso demanda algún tiempo, ya que no es inmediato. Ante una nueva exposición de sangre Rh+, el individuo Rh- sensibilizado durante la primera vez reacciona rápidamente contra los eritrocitos del donante Rh+ destruyéndolos, es decir, ocasionando una hemólisis de grado variable según sea la concentración de sangre transfundida. En este ejemplo, el receptor reacciona contra la sangre del dador a la que reconoce como extraña. Este fenómeno también ocurre cuando se enfrentan sangres incompatibles de los grupos A -B - O. Cuando el receptor es Rh+ y el dador es Rh- no hay reacción, ya que este último no posee aglutinógenos en la membrana de los eritrocitos. La eritroblastosis fetal se presenta en aquellos casos en que una mujer con factor Rhestá gestando un feto con factor Rh+ y accidentalmente los eritrocitos fetales toman contacto con la sangre materna, por ejemplo, tras una caída, toma de muestras de sangre directamente del cordón umbilical, por un aborto o un examen prenatal invasivo. Como consecuencia se producirá una reacción con producción de aglutininas maternas anti Rh y consecuente destrucción de glóbulos rojos del feto. Ello es debido a que los eritrocitos maternos consideran extraños a los eritrocitos fetales. Teniendo en cuenta que la formación de anticuerpos, como ya se dijo, demanda un tiempo relativamente largo, es posible que el feto no sufra consecuencias o bien nazca de manera prematura. La situación planteada dejó sensibilizada a la madre contra los aglutinógenos Rh+. Si con el tiempo sucede otro embarazo de un feto factor Rh+, los anticuerpos antes generados atraviesan la placenta para combatir los eritrocitos Rh+ fetales, ocasionando diversos trastornos que van desde una leve ictericia por aumento de bilirrubina en sangre hasta un cuadro grave de anemia por destrucción de glóbulos rojos (hemólisis) que puede ocasionar un aborto espontáneo. La mujer puede también quedar sensibilizada al momento del parto, donde se desprende

la placenta y los glóbulos rojos del bebé Rh+ toman contacto con los de la madre Rh-. El niño nace normalmente, pero la madre queda inmunizada con aglutininas anti Rh que entrarán en acción ante una futura gestación de un feto Rh+. En estos casos, la enfermedad se denomina enfermedad hemolítica del recién nacido. Signos y Síntomas 1. En bebés recién nacidos - Anemia de grado variable, con posible palidez de la piel. Una anemia pronunciada pone en riesgo la oxigenación y la provisión de nutrientes a todos los tejidos del niño. La gravedad de la enfermedad hemolítica del recién nacido puede, en determinadas ocasiones, provocar la muerte del bebé. - Coloración amarillenta de la piel y las mucosas (ictericia) a las horas del nacimiento. - Aumento del tamaño del hígado (hepatomegalia) y del bazo (esplenomegalia). - Edemas generalizados y trastornos respiratorios. 2. Durante la gestación - Leves cuadros de anemia, ictericia y aumento de bilirrubina en la sangre. - Anemia grave, ante una importante destrucción de los eritrocitos, que produce una gran liberación de hemoglobina que se transforma en bilirrubina. Esta sustancia es la responsable de la coloración amarillenta que adoptan los tejidos y la piel del recién nacido. Por otra parte, la hemólisis determina una mayor producción de glóbulos rojos de reemplazo, siendo éstos inmaduros y con núcleos (eritroblastos). - Aumento de tamaño del hígado y el bazo. Además, el hígado es incapaz de transformar las altas concentraciones de bilirrubina en sangre. - Colectas de líquido en los órganos fetales (hidropesía) a raíz de trastornos cardíacos. El corazón presenta aumento de tamaño (cardiomegalia). La hidropesía fetal puede provocar a la muerte intrauterina. Eritrocitos normales, lisados e inmaduros en la eritroblastosis fetal

Diagnóstico - Análisis de sangre de la madre para detectar anticuerpos anti Rh. - Ecografías que evidencien agrandamientos de órganos o colectas de líquidos. - Toma de muestras de líquido amniótico para determinar la tasa de bilirrubina. - Toma de muestras de sangre fetal del cordón umbilical, con el fin de determinar presencia de anticuerpos maternos, bilirrubina y cantidad de glóbulos rojos. - Análisis de sangre del recién nacido. Tratamiento 1. En recién nacidos - Transfusiones de sangre en situaciones de anemia grave. - Fluidoterapia vía intravenosa - Oxigenoterapia para favorecer la respiración.

2. Durante la gestación - Transfusión de sangre al feto a través del cordón umbilical. - Provocar un parto prematuro, en la medida que el feto tenga sus pulmones desarrollados, con el fin de evitar que la eritroblastosis fetal empeore el cuadro.

Pronóstico Es muy variable, ya que puede producir desde una leve sintomatología hasta la muerte del feto o del neonato.

Prevención La forma de evitar la eritroblastosis fetal es identificar a las madres Rh- en los primeros meses del embarazo mediante un análisis de su sangre. Las que poseen anticuerpos anti Rh deben recibir inmunoglobulina Rh en la semana 28-30 de gestación y una segunda dosis dentro de las 72 horas de producido el parto. De esa forma se previene que los anticuerpos Rh- maternos reaccionen con las células Rh+ fetales. Todas las mujeres que han dado a luz un bebé con enfermedad hemolítica y planeen quedar otra vez embarazadas, deben dar aviso de la situación al médico tratante. Tal como se mencionó al principio, la enfermedad hemolítica también se presenta ante una incompatibilidad sanguínea materno fetal entre los grupos A - B - O. La reacción se produce por la interacción de los anticuerpos anti A o anti B de la madre con los glóbulos rojos del feto. Esta forma se presenta en un 15% de los nacimientos, especialmente en madres con grupos O que gestan hijos con grupos A o B. La consecuencia puede ser destrucción de glóbulos rojos del niño recién nacido con anemia variable. Además, sobreviene un aumento de bilirrubina en sangre y consecuente ictericia. En la actualidad, esta forma es más frecuente que la producida por el factor Rh.

Amniocentesis La amniocentesis es un procedimiento médico que se utiliza para obtener una pequeña muestra del líquido amniótico que rodea al feto.

Se practicó por primera vez en 1882 y desde hace mucho tiempo se utiliza al final del embarazo para determinar la anemia fetal y la intolerancia al Rh, como también para saber si los pulmones del feto están lo suficientemente maduros como para que nazca. En la actualidad se utiliza la amniocentesis durante el segundo trimestre de embarazo para determinar la presencia de ciertos defectos de nacimiento. ¿A quién se le ofrece la amniocentesis? La amniocentesis no se ofrece a todas las mujeres embarazadas porque la prueba conlleva un pequeño riesgo de infección o de aborto espontáneo. Por lo general, la amniocentesis se ofrece cuando existe un mayor riesgo de defectos de nacimiento genéticos o cromosómicos o de ciertas malformaciones. Hay otra prueba prenatal, llamada el análisis del vellos coriónico (CVS: Chorionic Villus Sampling), que permite diagnosticar la mayoría de los defectos de nacimiento detectables mediante amniocentesis, pero no todos. El CVS se practica más al comienzo del embarazo (generalmente entre las 10 y 12 semanas), pero aparentemente conlleva un riesgo ligeramente mayor de aborto espontáneo y otras complicaciones. Algunos estudios también sugieren que hay una ínfima probabilidad de que el CVS provoque defectos de nacimiento en los dedos de las manos y los de los pies. La amniocentesis puede ofrecerse por las siguientes razones: 

La edad de la madre. El riesgo de tener hijos con ciertos defectos de nacimiento cromosómicos aumenta según la edad de la mujer. La mayoría de los médicos sugiere la realización de pruebas prenatales de trastornos cromosómicos cuando la mujer tiene 35 años de edad o más en el momento del parto. El más

común de estos trastornos es el síndrome de Down, una combinación de anomalías físicas y mentales causada por un cromosoma adicional. El síndrome de Down ocurre en aproximadamente uno de cada 1.250 niños nacidos de mujeres de menos de 30 años de edad. Las probabilidades del síndrome de Down aumentan a uno de cada 385 niños cuando la madre tiene 35 años, y a uno de cada 106 cuando tiene 40. 

Un embarazo o un niño anterior con un defecto de nacimiento. Cuando una pareja ya ha tenido un niño (o un embarazo) diagnosticado con una anomalía cromosómica, una amplia gama de defectos de nacimiento genéticos o un defecto del tubo neural (ver más abajo), suele ofrecer la realización de pruebas prenatales durante los embarazos subsiguientes.



Otro antecedente familiar. Aun cuando una pareja no ha tenido un niño afectado, también suele recomendarse la realización de pruebas prenatales cuando la historia clínica de la pareja indica que sus niños tienen mayor riesgo de heredar un trastorno genético. Sólo se sugieren las pruebas prenatales cuando la condición de la cual se sospecha puede diagnosticarse antes del nacimiento. Es posible diagnosticar todos los defectos cromosómicos antes del nacimiento, pero no todos los genéticos.



La sospecha de defectos del tubo neural. Los defectos del tubo neural (defectos de la médula espinal y del cerebro, inclusive la espina bífida y la anencefalia) pueden diagnosticarse midiendo el nivel de alfafeto proteína (AFP), una sustancia producida por el feto, en el líquido amniótico. La práctica de una amniocentesis para medir el nivel de AFP suele ofrecerse cuando existen antecedentes familiares de defectos del tubo neural o cuando las pruebas preliminares de AFP en la sangre de la madre indican un riesgo de que el feto tenga defectos de este tipo.

¿Cómo funciona la amniocentesis? El líquido amniótico contiene células vivas del feto. Al extraer una muestra del líquido, se colocan las células en un laboratorio y se las hace crecer durante una o dos semanas. Luego, se someten a pruebas de anomalías cromosómicas y de algunos defectos de nacimiento genéticos. Por lo general, los resultados de esta prueba se obtienen en aproximadamente dos semanas. El líquido amniótico también contiene alfafetoproteína. Como es posible medir el nivel de alfafetoproteína directamente y sin esperar que las células crezcan, los resultados pueden obtenerse en unos pocos días. ¿Cómo se practica una amniocentesis? En primer lugar se determina la posición exacta de la placenta y del feto mediante ultrasonido, para permitir que el médico escoja el lugar más seguro por el cual insertar la aguja para la amniocentesis. Luego se limpia el abdomen y, a veces, se inyecta un agente anestésico local apenas por debajo de la piel. El médico inserta una aguja fina a través del abdomen hasta llegar al útero y procede a extraer una muestra del líquido

amniótico. Después de tomar la muestra, el médico comprueba que los latidos del corazón del feto son normales mediante ultrasonido. Algunas mujeres dicen que la amniocentesis no duele en absoluto; otras sienten dolor cuando la aguja penetra el útero o presión durante los pocos minutos que se necesitan para retirar la muestra. Un pequeño grupo de mujeres experimenta dolores o pérdida de líquido amniótico después del procedimiento. La mayoría de los médicos recomienda que una mujer descanse durante varias horas después de una amniocentesis y que evite los esfuerzos físicos como levantar pesos y permanecer de pie mucho tiempo. ¿Cuándo se practica la amniocentesis? Por lo general, la amniocentesis se practica entre 15 y 18 semanas después del último período menstrual de una mujer. Algunos centros médicos ofrecen amnio centesis temprana, entre las semanas 11 y 14 después del último período menstrual de la mujer. Sin embargo, la amniocentesis temprana se considera experimental y estudios recientes sugieren que es más peligrosa que la amniocentesis realizada durante el segundo trimestre (ver más abajo). Hay varias razones por las que la amniocentesis resulta útil durante el tercer trimestre del embarazo. Además de determinar si los pulmones del feto están lo suficien temente desarrollados como para poder producir un nacimiento anticipado en aquellos casos en que sea necesario, la amniocentesis permite diagnosticar infec ciones uterinas y puede ser recomendada cuando las membranas de una mujer se desprende en forma prematura. La prueba también permite determinar la gravedad de la anemia fetal en casos de intolerancia al Rh y así ayudar al doctor a determinar si el bebé necesitará transfusiones de sangre para mantenerse con vida. ¿Es segura la amniocentesis? El diagnóstico prenatal mediante amniocentesis ha sido utilizado por millones de mujeres. En 1976, después de un estudio cuidadoso, los National Institutes of Health indicaron que las amniocentesis realizadas con fines de diagnóstico prenatal a mitad del trimestre eran seguras cuando se utilizaban ultrasonidos como guía. Sin embargo, la amniocentesis conlleva un pequeño riesgo de aborto espontáneo. Según los Centros para la Preven ción y el Control de Enfermedades (CDC), la tasa de abortos espontáneos es de entre uno por cada 400 y uno por cada 200 embarazos. El procedimiento también conlleva un ínfimo riesgo de infección uterina (menos de uno por cada 1.000 embarazos), que puede provocar el aborto espontáneo. Los estudios sugieren que el riesgo de aborto espontáneo en casos de amniocentesis practicadas después del primer trimestre puede ser tres veces mayor que el riesgo correspondiente a la amniocentesis practicada después del segundo trimestre. Un reciente estudio canadiense determinó que después de amniocentesis tempranas, el riesgo de aborto espontáneo era del 2,6 por ciento, en comparación con el 0,8 por ciento correspondiente a la amniocentesis practicada después del segundo trimestre. El estudio también descubrió un ostensible incremento en el riesgo de que el bebé nazca con una deformación de pie ("patizambo" o "chueco") en los casos de aplicac ión de amniocentesis temprana.

El riesgo de esta deformación del pie incrementó diez veces después de practicarse amniocentesis temprana (el 1,3 por ciento, comparado con el 0,1 por ciento, o sea, uno por mil, luego de una amniocentesis después del segundo trimestre). En casos de amniocentesis practicadas después del segundo trimestre, la incidencia de esta deformación del pie no difiere de la que se observa en todos los bebés nacidos en los EE.UU. En base a este y otros estudios, los doctores están reconsiderando el rol de la amniocentesis temprana, y muchos creen que cuando resulta necesario realizar pruebas prenatales durante el primer trimestre, la prueba de la muestra del villus coriónico es más segura que la amnio centesis temprana. El riesgo de aborto espontáneo después de una amniocentesis disminuye según la experiencia del médico que realiza el procedimiento. A menudo estos doctores con experiencia trabajan en centros médicos de importancia. Por lo general, los proveedores de servi cios de salud y los consejeros especialistas en genética pueden referir a las mujeres embarazadas a doctores con experiencia. Cuando una amniocentesis produce resultados normales, ¿significa que el bebé será sano? Más del 95 por ciento de las mujeres con alto riesgo que se someten al diagnóstico prenatal reciben la buena noticia de que sus futuros bebés no tienen los trastornos para los cuales se realiza la prueba. Sin embargo, no existe una prueba prenatal que pueda garantizar que un bebé será sano ya que sólo es posible diagnosticar algunos defectos de nacimiento antes del parto. Entre tres y cuatro de cada 100 niños nacen con algún defecto. La precisión de la amniocentesis en el diagnóstico de anomalías cromosómicas es altísima: entre el 99,4 y el 100 por ciento. ¿Pueden los médicos tratar los defectos diagnosticados mediante la amniocentesis? En la actualidad, es posible diagnosticar muchos más defectos de nacimiento que los que pueden ser tratados en forma prenatal. Sin embargo, algunos defectos de nacimiento pueden ser tratados antes de que nazca el bebé, gracias a los avances de la terapia prenatal. Por ejemplo, la amniocentesis ha permitido diagnosticar la dependencia de la biotina y la acidemia metilmalónica (MMA: Methylmalonic Acidemia)-dos trastornos hereditarios sumamente graves que, al ser tratados dentro del útero, permitieron el nacimiento de bebés sanos. Cuando el feto presenta una condición para la cual no existe tratamiento prenatal, el diagnóstico prenatal permite a los padres prepararse emocional mente, planificar el momento, el lugar y el método más seguro para el parto y disponer de los especialistas adecuados inmediatamente después del mismo. ¿Debo someterme a una amniocentesis? Someterse o no a un diagnóstico prenatal es una cuestión que deben decidir los futuros padres junta mente con los médicos. Los consejeros especialistas en genética, los médicos y los guías religiosos y éticos bien informados pueden ofrecer gran ayuda a los

padres que confrontan decisiones sobre diagnósticos prenatales y otras cuestiones de planificación familiar. Las parejas que han de escoger entre la prueba de CVS y una amniocentesis deben considerar muchos factores como la experiencia técnica disponible, el historial médico de la mujer, sus preferencias y la condición que está siendo investigada. A excepción de los defectos del tubo neural, la prueba de CVS y la amniocentesis sirven para diagnosticar los mismos defectos de nacimiento. Sin embargo, ambos procedimientos difieren ligera mente en cuanto a su riesgo, su momento de realización y la presteza con que se obtienen sus resultados. Algunas pruebas diagnósticas como la prueba de CVS se realizan más bien al comienzo del embarazo, por lo que es necesario hablar detenidamente sobre la misma y planificarla cuidadosamente. Ésta es sólo una de las razones por las que es importante que toda mujer reciba cuidados prenatales oportunamente, comenzando por una visita al médico aún antes de concebir. ¿Existen maneras de reducir el riesgo de que un bebé tenga defectos de nacimiento? Hay algunas cosas básicas que toda mujer puede hacer para reducir los riesgos que conlleva tener un niño y aumentar la probabilidad de tener un embarazo saludable y un niño sano: 

Planificar el embarazo, visitando a un doctor antes de concebir.



Consumir 0,4 miligramos de ácido fólico (la cantidad que se halla en la mayoría de los complejos multi vitamínicos) por día antes de quedar embarazada y durante el primer trimestre del embarazo para prevenir los defectos del tubo neural.



Obtener cuidados prenatales regularmente desde el comienzo del embarazo.



Ingerir alimentos variados y nutritivos.



Alcanzar el peso adecuado antes de concebir.



No fumar durante el embarazo.



Abstenerse de toda bebida alcohólica durante el embarazo.



No utilizar drogas de ningún tipo, inclusive los medicamentos de venta libre, a menos que así lo recomiende un doctor que sepa que está embarazada.

PRUEBA DE COOMBS

Es un examen de sangre que se usa en inmunología y hematología. Este análisis puede detectar la presencia de anticuerpos en sueros que reaccionan con antígenos en la superficie de los glóbulos rojos. Nombre alternativo Prueba de antiglobulina Historia La prueba de Coombs fue descrita por primera vez por los científicos Rob Race, Arthur Morant, y Robin Coombs (él por el cual la prueba era llamada) en 1945. Tipos 

Prueba de Coombs directa: se realiza a pacientes en los primeros momentos de una reacción hemolítica y en el diagnóstico de anemias hemolíticas auto inmunes, hemólisis inducidas por drogas, y enfermedad hemolítica del recién nacido.



Prueba Coombs indirecta: se realiza a pacientes politransfundidos, embarazadas, multíparas.



Prueba de Coombs cruzada: es una variante del Coombs indirecto y se realiza a pacientes politransfundidos, pacientes con antecedentes de reacción post transfusional hemolítica y a multíparas para escoger sangre compatible.

Razones por las que se realiza el examen Este examen se utiliza para detectar anticuerpos que ya se han fijado a la superficie de los glóbulos rojos. Muchas enfermedades y fármacos (quinidina, metildopa y procainamida) pueden llevar a la producción de estos anticuerpos. Estos anticuerpos algunas veces destruyen los glóbulos rojos y causan anemia. Esta prueba algunas veces se lleva a cabo para diagnosticar la causa de anemia o ictericia. También busca anticuerpos circulantes libres contra una serie de glóbulos rojos estandarizados. Esta prueba indirecta sólo se usa rara vez para diagnosticar una afección médica y, con más frecuencia, se utiliza para determinar si una persona podría tener o no una reacción a una transfusión de sangre. Equipamiento que se utilizan en el examen 

Centrífuga para tubos de mesa



Neveras de conservación de sangre 4-6ºC



Aglutinoscopio.



Tubos de ensayo de13x100



Gradillas para tubos de ensayo



Jeringuillas de 10 o 20 mL



Agujas 20 o 21



Torundas



Ligaduras



Aplicadores de madera.



Anticoagulante EDTA o heparina



Alcohol al 70% o hibitane alcohólico



Suero de Coombs poliespecífico



Suero de Coombs monoespecífico anti IgG y anti C3d.



Solución salina

Significado de los resultados anormales Una prueba de Coombs directa anormal (positiva) significa que el paciente tiene anticuerpos que actúan contra sus glóbulos rojos, lo cual puede deberse a: 

Anemia hemolítica autoinmunitaria sin otra causa



Leucemia linfocítica crónica u otro trastorno linfoproliferativo



Anemia hemolítica inducida por fármacos (muchos fármacos han sido asociados con esta complicación)



Eritroblastosis fetal (enfermedad hemolítica del recién nacido)



Mononucleosis infecciosa



Infección por micoplasma



Sífilis



Lupus Eritematoso Sistémico u otra afección reumatológica.



Reacción a transfusión como la ocasionada por unidades de sangre cotejadas de manera impropia

Esta prueba también es anormal en algunas personas sin una causa clara, especialmente entre los ancianos. Hasta el 3% de las personas que están hospitalizadas sin un trastorno sanguíneo conocido tendrán un resultado anormal en la prueba de Coombs directa. Una prueba de Coombs indirecta anormal (positiva) significa que el paciente presenta anticuerpos que actuarán contra los glóbulos rojos que el cuerpo asume como extraños. Esto puede sugerir la presencia de: 

Anemia hemolítica autoinmunitaria o inducida por fármacos.



Eritroblastosis fetal (enfermedad hemolítica).



Incompatibilidad sanguínea (cuando se utiliza en bancos de sangre).

Riesgos Las venas y las arterias varían en tamaño de un paciente a otro y de un lado del cuerpo a otro; por esta razón, puede ser más difícil obtener una muestra de sangre de algunas personas que de otras. Otros riesgos

Otros riesgos asociados a este examen pueden ser: 

Sangrado excesivo



Desmayo o sensación de mareo



Hematoma (acumulación de sangre debajo de la piel)



Infección (un riesgo leve cada vez que se presenta ruptura de la piel

Significado clínico: La prueba de antiglobulinas (PAG) se basa en el principio de que los anticuerpos antiglobulina humana inducen la aglutinación de los eritrocitos revestidos con globulina. Cuando la PAG se utiliza para detectar anticuerpos fijados en eritrocitos in vivo, se llama prueba directa de antiglobulinas o de Coombs (PCD). Cuando la PAG se emplea para detectar anticuerpos en el suero por sensibilización de los eritrocitos in vitro, se conoce como prueba indirecta de antiglobulinas o de Coombs (PCI). Los sueros antiglobulinas que se obtienen de conejos inmunizados pueden ser de amplio espectro (con anticuerpos contra inmunoglobulinas humanas y componentes del complemento) o pueden ser monoespecíficos (anti IgG, anti-IgM, anti-IgA, anti- C3+C4, anti C3b, antiC3d, anti-C4b y anti C4d). Aunque la PAG de una prueba muy sensible, una prueba negativa no excluye la presencia de anticuerpos en los eritrocitos (se calculan en 100 a 500 moléculas de IgG fijadas a los eritrocitos para que sean detectadas). Prueba directa falsa positiva: algunas drogas incluyendo penicilinas y cefalosporinas pueden causar PDC positiva: -metildopa, levodopa, quinidina, insulina, ácido mefenámico, sulfonamidas, tetraciclinas. Los anticuerpos contra metildopa son predominantemente IgG. Observación no son estrictamente falsos positivos ya que estas drogas pueden provocar anemias hemolíticas autoinmunes. Causas de falsos positivos en PCD: 1- material mal lavado 2-restos de detergentes 3-muestra conservada en la heladera y no procesada de inmediato (hay activación del complemento 4-exceso de refrigeración 5- lavado inadecuado de los hematíes de sangre de cordón (gelatina de Wharton)

Causas de falsos positivo en PCI Utilidad clínica: La prueba indirecta de Coombs se utiliza en los siguientes casos: 

- Screening de anticuerpos desconocidos en el suero usando hematíes conocidos. Se utiliza principalmente para el screening de anticuerpos pre-transfusionales y en el primer trimestre de embarazo.



- Evaluación de anemias hemolíticas. Esta prueba se usa en paneles, en titulaciones y en cross-matches.



- Evaluación de antígenos: Muchos antígenos eritrocitarios se detectan con esta prueba: Fy, K, k, S, s, como también antígenos poco frecuentes como: Lu a, Coa, Kpb o variantes débiles de antigenos : Du, DVI, Cw.

La prueba directa de Coombs se utiliza en los siguientes casos: 

- Diagnóstico de hemólisis autoinmune.



- Diagnóstico de enfermedad hemolítica del recién nacido.



- Diagnóstico de hemólisis inducida por drogas.



- Evaluación de reacción hemolítica aguda y retardada.

Variables por enfermedad: Prueba positiva: PIC: brucelosis, malaria, algunos pacientes con linfoma de Hodgkin, 20% de pacientes con leucemia linfocítica crónica, 33% de pacientes con leucemia mielocítica crónica, púrpura trombocitopénica idiopática con anemia hemolítica, convalecencia de infección por Mycoplasma pneumoniae, lupus eritematoso sistémico, eritroblastosis fetal (debido a anticuerpos Rh, Kel, Kidd, Duffy). PDC: lupus eritematoso sistémico.

Prueba negativa: PIC: mieloma múltiple, eritroleucemia, abetalipoproteinemia, macroglobulinemia de Waldenström, esferocitosis hereditaria, eliptocitosis hereditaria, hemoglobinuria paroxística nocturna, poliarteritis nodosa, enfermedad hemolítica del recién nacido debida a incompatibilidad ABO.

LA CORDOCENTESIS

La punción del cordón umbilical (también conocida como cordocentesis) es la extracción de sangre del cordón umbilical con fines diagnósticos y terapéuticos. Después de una punción en el abdomen de la mujer embarazada se puede extraer una pequeña cantidad de sangre de una vena del cordón umbilical del feto y se puede proceder a la investigación. Las enfermedades o posibles malformaciones se pueden tratar a través del cordón umbilical. En esta prueba la sangre umbilical se controla por ecografía.

¿Cómo se realiza la cordocentesis? Para proceder a hacer una cordocentesis, en primer lugar, el médico determina en un examen de ultrasonido (una ecografia), la posición del feto y la placenta. A continuación se determina una ubicación adecuada para hacer la incisión y se desinfecta la pared abdominal. Como esta operación tarda sólo unos minutos no suele ser necesario un anestésico local. Guiándose por la ecografia, el médico atraviesa la pared abdominal con una delgada aguja hacia el cordón umbilical. Se llega al cordón umbilical con la aguja y se extraen unos dos mililitros de sangre. Los resultados de la cordocentesis se pueden conocer al cabo de uno o tres días. Después de la biopsia del cordón umbilical, las mujeres deberían tomar un descanso durante unos 30 minutos, permaneciendo acostadas y también descansar el resto del día. Lo mejor es evitar incluso, el día después de la cordocentesis, realizar trabajo físico o actividades deportivas o tener contacto con personas enfermas. El día después de la punción del cordón umbilical se programa una cita para un chequeo. Si después de la revisión los resultados manifiestan no haber complicaciones, una semana más tarde de la prueba se te permitirá volver al deporte en general, o incluso podrás realizar viajes en avión.

¿Cuando se puede realizar una cordocentesis? Una cordocentesis o punción del cordón umbilical puede realizarse sobre la semana 18 y 19 de embarazo, cuando se han realizado algunos estudios en el feto y se necesita alguna prueba addicional que confirme o descarte las posibles complicaciones.

Es aconsejable realizar una cordocentesis en los siguientes casos 

Para un control después de la amniocentesis, en aquellos casos en los que los resultados sean dudosos o interpretados con dificultad.



Si ante un análisis de los órganos hay después de una ecografia algun resultado sospechoso



Si se sospecha de una posible incompatibilidad de grupos sanguíneos entre la madre y el feto



Cuando se han detectado anomalías cromosómicas.



Si el niño padece una infección y es necesario detectar agentes patógenos o anticuerpos.



Cuando hay la sospecha que el niño pueda padecer anemia.

Además, con una cordocentesis los médicos pueden administrar medicamentos a través del cordón umbilical para el feto, por ejemplo si padece de alguna enfermedad del corazón. También es posible realizar transfusiones de sangre a través del cordón umbilical para tratar la anemia.

Complicaciones y riesgos de la cordocentesis El riesgo de la cordocentesis depende, entre otras cosas, de cómo la realiza el médico y qué tipo de aparatos utiliza en la exploración. Existe un riesgo que suele afectar de cinco a siete mujeres después de la punción umbilical, causa hemorragia, contracciones o la eliminación de líquido amniótico que puede llegar a causar un aborto involuntario o un nacimiento prematuro. En casos muy raros puede provocar la aparición de moretones o sangrado del cordón umbilical. Por otra parte, es posible que la muestra de sangre no pueda llevarse a cabo con la primera punción, por eso es necesario que el médico realice una segunda incisión. Si el niño sufre alguna enfermedad y se le debe administrar medicamentos, puede ser necesario realizar más de una cordocentesis para obtener otra muestra de sangre umbilical.

Alternativas a la cordocentesis Además de una cordocentesis hay otros métodos para la detección de anomalías cromosómicas en el feto, como la amniocentesis o el muestreo de vellosidades

coriónicas. Si el bebé sufre alguna enfermedad también se le pueden administrar medicamentos a través de la madre.