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Epicuro y la muerte Acostúmbrate a considerar que la muerte no es nada para nosotros, puesto que todo bien y todo mal e

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Epicuro y la muerte

Acostúmbrate a considerar que la muerte no es nada para nosotros, puesto que todo bien y todo mal están en la sensación, y la muerte es pérdida de sensación. Por ello, el recto conocimiento de que la muerte no es nada para nosotros hace amable la mortalidad de la vida, no porque le añada un tiempo indefinido, sino porque suprime el anhelo de inmortalidad. Nada hay terrible en la vida para quien está realmente persuadido de que tampoco se encuentra nada terrible en el no vivir. De manera que es un necio el que dice que teme la muerte, no porque haga sufrir al presentarse, sino porque hace sufrir en su espera: en efecto, lo que no inquieta cuando se presenta es absurdo que nos haga sufrir en su espera. Así pues, el más estremecedor de los males, la muerte, no es nada para nosotros, ya que mientras nosotros somos, la muerte no está presente y cuando la muerte está presente, entonces nosotros no somos. No existe, pues, ni para los vivos ni para los muertos, pues para aquéllos todavía no es, y éstos ya no son. Pero la gente huye de la muerte como del mayor de los males, y la reclama otras veces como descanso de los males de su vida. Epicuro, Carta a Meneceo ¿Qué piensas de esta forma de concebir la muerte de nuestro filósofo del jardín? Minerva

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~ por Minerva en diciembre 2, 2008.

Publicado en La filosofía en Atenas

64 comentarios to “Epicuro y la muerte” 1.

Creo que es lo que diría un hombre sin preocupación, sin resposabilidades y sin nadie a su cuidado, lo cual es algo poco común en la realidad. Muchas personas no temen morir por el hecho de que pierden la vida, si no más bien porque otras personas dependen de él para conservar la suya. Cuando una persona considera algo más importante que su propia vida, es cuando empieza a temer a la muerte

Alberto Tejada Molina said this on diciembre 8, 2008 a 7:57 pm | Responder

2.

Pienso que es la mejor forma de ver a la muerte, como algo que llega algún día y no hay que preocuparse, hay que ser precavido, pero no temerle tanto a la muerte, que no pienses en nada más, pues eso te haría no disfrutar de los placeres que esta te otorga, pero tampoco has de desearla, pies cuando te llega, te conviertes en polvo, en nada, por lo que pienso que no hemos de temerla ni de desearla, pues cuando nos llegue, nos llegara. Mientras tanto hemos de disfrutar la vida, pero sin pasarnos.

Rafael Ramírez 2ºC said this on marzo 17, 2009 a 4:48 pm | Responder

3.

Yo pienso que no hay que pensar en la muerte ya que llega cuando menos te lo esperas y porque ella quiera. HAy que disfrutar el día a día y no pensar en nada más, sino no disfrutaras de lo que tienes y los placeres que esta te da. No hay que reprocharle nada a la vida ya que la vives como tu las querio formar, cuando llega la muerte todo se acaba.

NAzaret Sierra 4º A said this on mayo 14, 2009 a 8:00 am | Responder

4.

Yo creo que lo que piensa Epicuro de la muerte es lo mas razonable, ya que como pienses en la muerte no vives tu vida tranquilamente, yo piesno que la muerte te tiene que llegar, cuando te tenga que llegar y olvidarte de ella mientras estes vivo.

Alejandro Sanz 4º A said this on mayo 14, 2009 a 8:02 am | Responder

5.

Pienso que no hay que temerle a la muerte ya que le llega a todo el mundo y si piensas en ella no disfrutas de la vida y de los placeres que esta te da.Creo que pensar en la muerte es una pérdida de tiempo porque cuando nos llegue, nos llegará.

Amalia Roas 4ºA said this on mayo 14, 2009 a 8:04 am | Responder

6.

En mi opinión no hay nadie que no se preocupe de la muerte pensando que cuando la muerte esta el no es, porque precisamente por eso se siente miedo, se siente miedo al pensar que cuando llega la hora de la muerte todo acaba, no se siente nada, y el miedo es aun mayor al no saber si despues de esta queda algo, si

relamente existe un lugar de donde las almas vienen y donde vuelven cuando abandonan nuestros cuerpos al morir.

Marta García López 4º ESO A said this on mayo 14, 2009 a 8:06 am | Responder

7.

Estoy de acuerdo con el pensamiento de Epicuro sobre la muerte.No debemos tenerle miedo a morir,ya que esto hara que en nuestra vida no seamos totalmente felices.Desde mi punto de vista el ser humano no le tiene miedo a la muerte en si,es decir,sabemos que vamos a morir,pero lo que no sabemos es donde vamos a ir depues de hacerlo.Este es nuestro miedo.Elno saber que nos pasara o que sentiremos es algo que por mucho que lo intentemos siempre vamos a tenerle miedo. Pero no debemos pensar en eso,sino disfrutar y vivir la vida.Lo que tenga que pasar.pasara. CARPE DIEM

Toñi Bellido Ramírez said this on mayo 14, 2009 a 8:07 am | Responder

8.

Pienso que no hay que pensar en ella pero que hay que tenerla presente ya que te va a llegar y al tenerla presente querrás disfrutar de los placeres de la vida.

Natalia Palacios 4ºA said this on mayo 14, 2009 a 8:09 am | Responder

9.

Creo que lo que piensa Epicuro es que hay que vivir la vida sin tenerle miedo a la muerte ya que como el dice cuando ella esta nosotros no.Epicuro lo que hacía era vivir la vida sin tener miedo en la muerte y aprovechar cada día como si fuera el último.

Antonio Muñoz Del Toro said this on mayo 14, 2009 a 8:11 am | Responder

10. Yo pienso que la ètica de Epicuro de no pensar en la muerte mientras vivamos tiene algo de lògica y razón,razón por que para qué vas a pensar en la muerte ¿si sabes que algun día te va a llegar la hora?disfurta de lo que tienes de vida, puesto que hay que disfrutar de ella mientras, sin pensar en la muerte,te puedes agoviar o tu vida se te puede hacer mas corta de sólo de pensar en ella, mi conclusión es que mientras hay vida se tiene que vivir todo lo que se pueda sin temer a la muerte

Paloma Vázquez Negrón 4º A said this on mayo 14, 2009 a 8:12 am | Responder

11. yo pienso que la muerte es algo a la que la gente le va perdiendo miedo con el paso del tiempo ya que todas las personas desde que tienen conocimiento tienen asumido que van a morir en un momento determinado, aunque tambien se tiene miedo a no existir cuando mueres.

Rafael Muñoz Ortega 4º ESO A said this on mayo 14, 2009 a 8:13 am | Responder

12. Yo pienso que lo que dice Epicuro es muy razonable ya que no hay que tener miedo a la muerte, ni preocuparse cuando llegará ya que no puedes hacer nada contra ello.Según Epicuro lo que tenemos que hacer es disfrutar de la vida y no pensar en el momento que llege la muerte y afrontarla de la mejor forma posible.

Carlos Cerrato Rojas said this on mayo 14, 2009 a 8:14 am | Responder

13. Yo veo la muerte exactamente como Epicuro, puesto que la muerte sencillamente es el fin de la vida y cuando ya no hay vida no se siente la muerte. Un teorema cientifico llamado la montaña de arena dice que a todos nos llega el momento de desaparecer al igual que una montaña de arena, cuando ya los granos de mineral se derraman por las laderas y no puede seguir creciendo.Pensar en la muerte esta escrito en nuestra sangre, pero hay diferentes formas de verla.Mientras la vida se abre camino, tu desapareces como desaparecemos todos, y como nadie ha vuelto de la muerte solo pienso en ella como un destino de la propia vida que ya no soporta nuestro pesar.

Jose M. Fdez Cortés said this on mayo 14, 2009 a 8:15 am | Responder

14. Yo creo que lo mejor es no pensar en la muerte, ya que mas tarde o mas temprano le llegará a todo el mundo, y así no te comes la cabeza pensando cuando te llegará y disfrutaras más de la vida, viviendola lo mejor posible.

Roberto Jaime Ruiz 4ºA said this on mayo 14, 2009 a 8:16 am | Responder

15. Yo pienso que debemos vivir la vida según lo que dice Epicuro sin tener que pensar en ella,sólo vivirla sin temer a la muerte porque no sirve de nada el estar intranquilo,el temer,el agobiarte,cuando puedes disfrutar,estar alegre,divertirte.Así que yo pienso que no se tiene que pensar en la muerte,que es más fácil sonreir que pensar en morir.

Alba Vázquez Negrón 4º A said this on mayo 14, 2009 a 8:16 am | Responder

16. Estoy muy de acuerdo con la visión de Epicuro sobre la muerte, ya que la muerte es algo irremediable y puede presentarse sin previo aviso, por esto debemos de pasar el tiempo que estemos vivos lo mejor que podamos para que cuando la muerte llegue no nos arrepintamos de las cosas que nos gustaria haber hecho y no hemos hecho, tampoco tenemos que temerle ya que cuando la muerte está en nuestro cuerpo nosotros no estamos en el y viceversa

Álvaro Rueda Diaz 4ºA said this on mayo 14, 2009 a 8:18 am | Responder

17. Por mi parte estoy de acuerdo con Epicuro en el aspecto de la muerte,pienso que hay que vivir la vida,y aprovecharla,sin temer a lo que nos pueda pasar porque si no, no vamos hacerfelices.por esas preocupaciones.La muerte es algo natural en nuestra vida por lo que no debemos pensar en ella,ya que tarde o temprano llegara.Asi que es mejor disfrutar y no pensar en la muerte.

Rocío Franco Morales said this on mayo 14, 2009 a 8:19 am | Responder

18. Yo creo que la muerte y la vida son opuestos, ya que cuando está una no puede estar la otra. No podemos pensar en la muerte mientras vivimos ya qye sería sufrir en vida, pensando en algo que no tiene nada que ver con ella. Hay que vivir pensando en la vida y morir cuando haya que morir.

Isidoro Cano Martínez said this on mayo 14, 2009 a 8:20 am | Responder

19. Yo pienso, a igual que Epícuro, que tienes que seguir viviendo tu vida sin pensar en la muerte.Cuando la muerte te llege, te llegó y no hay nada que hacer ,así que lo importante es vivir la vida y disfratala todo lo que tu puedas sin tener miedo a la muerte, porque si no a lo mejor no puedes disfrutar tanto ya que no haces nada mas que pensar en cuando va a llegar tu hora.

Alba Ruiz 4 A said this on mayo 14, 2009 a 4:24 pm | Responder

20. Yo, al leer esto, la verdad, es que me ha tranquilizado mucho, ya que al saber esto, sabes que debes vivir la vida y no preocuparte de la muerte, aun asi, todavia sigo pensando en mis familiares que quedaran aqui cuando yo muera, porque ellos si que sufriran

Jose Luis Estrada Caro 4ºb said this on mayo 15, 2009 a 6:52 am | Responder

21. Bien, lo que dice Epicuro me parece muy bien y es más, pienso exactamente lo mismo que él. Personalmente, no le tengo miedo a la muerte ya que, es ley de vida y todos nacemos y morimos. Pero hay una cuestión que Epicuro no menciona y es, la muerte con dolor y sufrimiento ya que, no es lo mismo morirse de viejo que morirse de un cáncer poco a poco. En este caso, he de decir que la muerte sí me da un poco de miedo. También hay otro tema, que es la muerte de tus más cercanos, ¿Debe uno sentir miedo a la pérdida?. Creo que no, pero cuesta saber que en un futuro perderás a las personas que más quieres, pero como ya he dicho antes es ley de vida. En conclusión, la opinión de Epicuro me parece muy inteligente.

Anabel 4ªB said this on mayo 15, 2009 a 6:53 am | Responder

22. El motivo del temor que dirigen las personas hacia la muerte no es otro que el temor a lo desconocido, al temor de saber cuando, donde y como llegara la muerte, ese miedo a la incertidumbre es lo que motiva a las personas en creer en que hay algo despues de la muerte, pero si hay algo que definitivamente es verdad es que la muerte llegara, es necesario asimilar que no importa como ni cuando ni donde nos llegara, solo que llegara y cuanto antes asimilemos esto mas tranquilos estaremos cuando esta llegue.

Joaquin 4B said this on mayo 15, 2009 a 6:54 am | Responder

23. Sinceramente, a mi el pensamiento de Epicuro no me ha tranquilizado mucho, ya que a mi lo que me da miedo es pensar que llegará un momento que no exista y no volveré a vivir los momentos que ya he pasado y, también, me da miedo por mis amigos y familiares que pierden la vida porque en ese caso si soy consciente. De todos modos intento vivir la vida sin pensar en ello.

Ana María Real Pérez 4ºB said this on mayo 15, 2009 a 6:55 am | Responder

24. Yo pienso que Epicuro, al decir esto, solo tiene en cuenta el temor a la muerte visto desde el punto de vista del único individuo, es decir, el individuo solo se preocupa por su propia vida y no teme a la muerte pensando

en que causará sufrimiento a sus seres queridos.No estoy de acuerdo porque creo que Epicuro no tiene en cuenta los distintos factores que producen el miedo a la muerte( el sufrimiento de los seres qeridos…)

María Gómez Fernández 4ºb said this on mayo 15, 2009 a 6:55 am | Responder

25. Yo pienso que hay que vivir pensando en la vida y ya llegará el momento de morir, y cuando ese momento llegue, nosotros ya no estaremos por lo que no nos daremos cuenta.

Ana Ruiz said this on mayo 15, 2009 a 6:56 am | Responder

26. Yo pienso que aunque nos digan que no debemos temer a la muerte,siempre vamos a temerle,ya que es un momento en el que piensas que no vas a ver mas nadie…Aunque te estés muriendo y desees morirte vas a seguir teniendo miedo.

Laura Rosendo said this on mayo 15, 2009 a 6:57 am | Responder

27. Según el concepto que tiene Epicuro hacia la muerte, no hay que temerle, ya que cuando ella está no estamos nosotros. Las personas que le temen tanto a la muerte con este comentario de Epicuro se pueden quedar mas tranquilos. La duda de no saber que hay despues de la muerte nos provoca ese miedo. Pienso que tenemos que vivir la vida y no pensar en la muerte.

Cristina Gil 4º B said this on mayo 15, 2009 a 6:57 am | Responder

28. Otra vez, bajo nuestro punto de vista, queremos recalcar el sentimiento natural de sentir la muerte cercana porque sabes que antes de ella, puedes pasar un momento doloroso y dejar de existir pero por mas que lo pienses no sirve de nada, lo mejor es olvidarse de ello y vivir lo mejor posible.

Ángel M. y Pablo C. said this on mayo 15, 2009 a 6:57 am | Responder

29. Por una parte,pienso que es una buena forma de ver la vida ya que ignoramos el sufrmiento de la muerte,pues no sabemos la fecha exactada de su aparición y cuando esta se haga presente no la notaremos como tal. Pero por otra parte, me resulta díficil aplicar esta filisofía a una situación extrema de la vida porque hemos de tener mucha valentía para afrontarla con tal decisión.

MªLuisa De Las Cuevas said this on mayo 15, 2009 a 6:57 am | Responder

30. Pienso que ver la muerte de esta forma es una ventaja, aunque no todas las personas lo puedan ver así. Realmente, al ser seres mortales es imposible no preocuparse por la muerte ya que significa el fin de la existencia. Por eso creo que algunas personas se preocupan más y otras menos, ya que la muerte no le es indiferente a nadie.

Alejandro Monge said this on mayo 15, 2009 a 6:59 am | Responder

31. Yo estoy de acuerdo con Epicuro en lo de la muerte y le dice que no se debe de pensar en lamuerte.Nadie quiere pensar en la muerte pero hay momentos de la vida en que te pasa por delante tanto para ti como para un familiar o amigo y no se puede vivir la vida sin pensar en eso porque es ley de vida,pero hay que hacer lo posible para disfrutar el tiempo de vida que tenes porque nadie sabe cuanto tiempo tendrás para disfrutar de lo que tenes.

Javier Ramos said this on mayo 15, 2009 a 7:00 am | Responder

32. Estoy de acuerdo con la forma que tiene Epicuro de ver la muerte. Pienso prácticamiente igual que él. No le tengo miedo a la muerte, pero si bien es de una forma dolorosa o cruel, así si que me da miedo. Aunque no le tengo miedo a la muerte, sí que me da miedo el hecho de se muera un familiar, o simplemente me da miedo no poder seguir adelante.

Gloria 4ªB said this on mayo 15, 2009 a 7:01 am | Responder

33. Pienso que es una forma muy lógicqa y reconfortante de concebir la muerte, ya que, el temor a ella puede llegar a ser más negativo que esta en sí. También es graciosa la forma que tiene Epicuro de explicar y argumentar porqué no debemos tenerle miedo, cuando dice: “Por qué tenerle miedo si cuando ella está no estamos nosotros, y, cuando estamos no está ella?” Suena simple, pero es cierto. Sin embargo, lo que más tiene sentido, para mí, es el hecho de que si el bien y el mal se perciben a través de las sensaciones, no debemos preocuparnos porque al llegar la muerte no sentiremos,entonces, nada. Podría resumirse su idea sobre este tema en “vive la vida porque preocupandote por algo que aún no ha ocurrido solo consigues vivir angustiado”

Lara Murvartian Carrascal said this on mayo 15, 2009 a 7:01 am | Responder

34. Bajo mi punto de vista, quiero recalcar el sentimiento natural de sentir la muerte cercana porque sabes que antes de ella, puedes pasar un momento doloroso y dejar de existir pero por mas que lo pienses no sirve de nada, lo mejor es olvidarse de ello y vivir lo mejor posible.

Pablo Castillo said this on mayo 15, 2009 a 7:04 am | Responder

35. Yo creo que la muerte es una cosa a la que no hay que temerle. Como dice Epicuro, la muerte si no esta, se disfruta de la vida, y cuando está, nosotros ya no la sentimos, por tanto, no se debe temer a la muerte.

Mª Cristina Real Pérez said this on mayo 15, 2009 a 7:04 am | Responder

36. Creo que Epicuro tiene razón con lo que dice, además son unos comentarios que te ayudan a superar el miedo a la muerte,o sea te ayudan a superar el miedo a morirte tu, pero puedes seguir teniendo miedo a la muerte, a la muerte de un ser querido, yo creo que esa es la muerte que da más miedo, porque como bien dice Epicuro cuando esta la muerte no estamos nosotros y cuando estamos nosotros no esta ella,pero esto solo se puede aplicar a la muerte de uno mismo, no a la muerte de un ser querido.

Cinta Royo 4ºB said this on mayo 15, 2009 a 7:05 am | Responder

37. Para mi la filosofía de Epicuro resulta muy tramnquilizadora, porque nos anima vivir el dia a dia disfrutando y sin pensar en la muerte. Sin embargo pienso que es menor el miedo a la muerte propia que a la muerte de un ser querido y que ese es un miedo que simpre tendremos. Aun así, no suelo preocuparme por ninguna dde ellas ya que es un destino que tendremos que afrontar tarde o temprano.

Marina Martos Garrido 4ºB said this on mayo 15, 2009 a 7:06 am | Responder

38. En mi opinión pienso igual que Epicurio ya que una vez que mueres ya no sientes nada, aunque el sufrimiento de saber que puedes dejar de existir debido a la muerte es lo que reduce en las personas un sentimiento de miedo hacia ella. Este miedo tambien se ve aumentado por el posible dolor producido antes de la muerte.

Ángel de Moya said this on mayo 15, 2009 a 7:06 am | Responder

39. A mi me parece bien la forma de ver la muerte de Epicuro.Debemos de disfrutar la vida lo mas posible, porque uno no sabe cuando le puede llegar la muerte, no es algo que se pueda decidir, por eso creo que no debemos de jugar con esta, ya que es demasiado fácil perderla.Es una forma de afrontarse a la realidad de la vida con valentia y alegria y debemos de hacer lo que este en nuestras manos por hacer todo lo que se quiera mientras respetes a los demás, para así cuando llegue, estar satisfecho del recorrido de tu vida.

Marta Fdez de la Fuente said this on mayo 15, 2009 a 7:06 am | Responder

40. Creo que las personas por naturaleza siempre han querido saber que ocurre cuando te mueres. Yo, personalmente, estoy de acuerdo con la reflexión de Epicuro sobre este tema, ya que pienso que cuando te mueres no sientes nada, y es algo que a mucha gente le apena saber, ya que a nadie le gusta saber que después de la muerte todo se acaba, por esa razón nos preocupamos durante toda nuestra vida por ese instante y creo que es algo innecesario, porque vida sólo hay una y hay que aprender a vivirla.

Clara Salas Gasch said this on mayo 15, 2009 a 7:09 am | Responder

41. Estoy de acuerdo con la opinión de Epicuro ya que tenemos que disfrutar todas las oportunidades y placeres que nos ofrece la vida y no preocuparnos por la llegada de la muerte.

Mercedes Lagares said this on mayo 15, 2009 a 7:09 am | Responder

42. Yo estoy de acuerdo con lo que dice Epicuro porque cuando estamos vivos la muerte no está presente y cuando sí está no estamos nosotros. Por eso, no hay que temerle a la muerte y no pensar en ella porque así no serías feliz y hay que disfrutar de la vida.

Carmen Rueda Lozano said this on mayo 15, 2009 a 7:10 am | Responder

43. Pienso que la forma en la que ve Epicuro la muerte es bastante positiva,está bien que nos enseñe como debemos de aprovechar la vida.Sin embargo,yo no estoy de acuerdo con el argumento de:“Por qué tenerle

miedo si cuando ella está no estamos nosotros, y, cuando estamos no está ella?” porque para mí no tiene mucho sentido,la muerte es la muerte y una cosa,en mi opinión no quita a la otra.También se puede aprovechar la vida sabiendo que algún día morirás pero sin que te influya de mala manera en el transcurso de esta.

Nicolás Fdez. de la Fuente Bursón said this on mayo 15, 2009 a 7:12 am | Responder

44. Al igual que Epicuro, pienso que no hay que darle importancia al hecho de que algún día moriremos sin remedio alguno. Aunque algunas persona no se identifiquen con este pensamiento de Epicuro, creo que deberian considerarlo ya que disfrutar de la vida sin pensar en su fin es más agradable que estar toda tu vida preocupado del día en que morirás.

Nora Sweere Segovia said this on mayo 15, 2009 a 7:17 am | Responder

45. Pienso que hay que disfrutar más de la vida y pensar menos en la muerte, en todo lo bueno que tenemos y toda la gente que nos quiere. De momento no tengo miedo a la muerte,y creo que cuando me haga mayor tampoco lo tendré. Todas las personas que tienen enfermedades deberían pensar siempre en el futuro, y no en ¿qué pasará si…? hay que saltar esos baches que hay en la vida e intentar ser feliz.

46.

Epicuro: el miedo irracional ante la muerte

47. La filosofía griega trataba todo tipo de saberes en sus primeros siglos. Con el helenismo se desliga del conocimiento puramente empírico, restringiendo su ámbito hasta convertirse en una disciplina del pensamiento, centrada en problemas relativos al hombre, y no acerca de los propios de la naturaleza. Epicuro (341-270 antes de Cristo) fue un filósofo creador de la escuela que lleva su nombre. Consideró que para alcanzar la felicidad (fin último de toda filosofía) era necesaria la comunión entre la ausencia de preocupaciones y la búsqueda del placer (hedonismo). Y la ética (que en esta época es la facción de la filosofía más cultivada) puede llevarnos a la felicidad porque está sustentada en la autonomía (autarkeia) y la serenidad (ataraxia), valores imprescindibles para ello. La ética de Epicuro nos indica que para hallar la felicidad debemos evitar todo tipo de miedos, que se reducen a cuatro, a saber: el tiempo, que devora los placeres; el dolor, que puede llegar en cualquier momento; el temor a los dioses y, por último, el miedo a la muerte. De todos ellos nos centraremos en este postrer temor. Para Epicuro, el temor a la muerte brota por varios motivos: la

angustia por la desaparición del yo, el miedo a los castigos, etc. Sea como sea, el caso es que sentimos pavor ante la muerte. Epicuro se pregunta si tal actitud es racional. ¿Qué entendemos por muerte? Sencillamente, la privación de toda sensación. No sentimos absolutamente nada al morir. Pero, en cambio, en nuestra vida, todo bien y todo mal nacen de la sensación. Entonces, si la muerte es privarnos de sentir y la vida es justamente poder sentir, ¿por qué motivo temer a la muerte, si cuando existimos no está presente y cuando está presente ya no existimos y, por tanto, no la sentimos? En palabras de Epicuro: "Acostúmbrate a pensar que la muerte no es nada para nosotros. Porque todo bien y todo mal reside en la sensación, y la muerte es privación del sentir. Por lo tanto, el recto conocimiento de que nada es para nosotros la muerte hace dichosa la condición mortal de nuestra vida; no porque le añada una duración ilimitada, sino porque elimina el ansia de inmortalidad. Nada hay, pues, temible en el vivir para quien ha comprendido rectamente que nada temible hay en el no vivir. (Carta a Meneceo, 124)" Por supuesto, Epicuro es consciente de que lo que preocupa a las personas puede muy bien no ser sólo la muerte por sí misma, sino lo que ella genera y su propia expectativa. Pero declara que "es necio quien dice que teme a la muerte, no porque le angustiará al presentarse, sino porque le angustia esperarla. Pues lo que al presentarse no causa turbación [acabamos de ver porqué], vanamente apenará mientras se le aguarda". Lucrecio (99-55 antes de Cristo), poeta y filósofo que difundió las ideas de Epicuro en su famosa "De rerum natura", aporta matizaciones: sólo si uno existe y tiene su propia experiencia de un suceso puede determinar, o juzgar, si éste es bueno o malo para sí mismo. Dado que la muerte nos impide expermentar, tal condición no es mala en sí para la persona. Como temer a algo futuro que no es malo es irracional, y la muerte no es mala por lo dicho, Lucrecio concluye que el miedo a la muerte también es irracional. Epicuro sintetiza su indiferencia ante la muerte con estas

palabras: "Así que el más espantoso de los males nada es para nosotros, puesto que mientras somos la muerte no está presente, y cuando la muerte se presenta ya no existimos. En nada afecta, pues, ni a los vivos ni a los muertos, porque para aquellos no está y éstos ya no son [...]. El sabio, en cambio, ni rehusa la vida ni teme el no vivir, porque no le abruma el vivir, ni considera que sea algún mal el no vivir (Carta a Meneceo, 125)" ¿Hay que temer a la muerte, o sólo es una necedad, un comportamiento irracional que no causa más que angustia y disminuye el placer en vida? Pese a que la muerte nos priva de toda sensación, en efecto, si mientras vivimos no tiene lugar en nuestra existencia y cuando nos llegua ya no poseemos tal, ¿no habrá la humanidad derrochado demasiada energía en temer y preocuparse por algo que no llegamos a experimentar de forma sensitiva y que, por tanto, realmente "no existe"? ¿Habrá que comenzar entonces a reirse de la muerte? 48. Publicado por elHermitaño en 08:56 49. Etiquetas: Filosofía Antigua, Grecia, Helenismo 50. 26 comentarios:

51. Anónimo dijo... 52. muy buen material pero como me voy a reir de la muerte mongolico? 53.

5:49 p. m.

54. 55.

Anónimo dijo... a los muertos me los sientoo lai

56.

5:50 p. m.

59.

6:03 p. m.

60. 61.

Anónimo dijo... cuando quieras gay

62.

6:04 p. m.

57. 58.

63. 64.

Anónimo dijo... me llamo richi. puto

Anónimo dijo... ;)

LA PEOR FANTASÍA: REDEFINICIÓN DE SUS EFECTOS 10/05/2016 Alicia García Aguiar 0 comments la peor fantasía

Imagen de la aterradora película Babadook

En los últimos minutos de la segunda sesión damos una nueva prescripción paradójica (“La peor fantasía“): Puesto que la semana pasada usted ha sido bueno peleando con su problema, le voy

a dar ahora una tarea

que le

parecerá más bien extraña e incluso más absurda de la que acaba de realizar. Sin

embargo, como acordamos, ha de seguirla al pie de la letra. Creo que por ahora me he ganado un poco de su confianza, ¿de acuerdo? Entonces, creo que tendrá un despertador en su casa -ya sabe, como éstos que tienen una alarma detestable-. Bien, cada día, a la hora acordada, usted cogerá este despertador y lo pondrá para que suene media hora más tarde. Durante esta media hora se aislará en una habitación, se acostará o se sentará en un sofá, y durante ese tiempo se esforzará voluntariamente en evocar sus peores fantasías relativas a su

problema, pensando que está solo, que siente cómo le entra el pánico…Usted permanecerá en este estado durante el resto de la media hora. Tan pronto como suene la alarma, stop, la para, suspende el ejercicio, deja los pensamientos y las sensaciones que ha provocado, sale de la habitación, se lava la cara y vuelve a sus actividades habituales. La prescripción sigue el proverbio de los antiguos chinos, “para apagar el fuego hay que añadir leña”. O, como reza una máxima islámica, “enfrentándose al propio miedo uno se vuelve audaz”. Esta prescripción tiene dos clases de efecto posible. El primero es: “Doctor, realmente no pude llegar a estar completamente absorto en la situación. Lo intenté, pero todo me pareció tan ridículo que acabé riéndome. Curiosamente, en lugar de hacer que me sintiera peor, estuve completamente relajado”, o “casi me duermo”. El segundo es “Doctor, conseguí hacer tan bien la tarea que sentí las mismas sensaciones que antes de venir aquí. Fue muy angustioso; algunas veces grité; luego, por suerte, sonó la alarma y todo se acabó.”

Muchos pacientes de ambos grupos de respuesta no experimentan momentos de crisis fuera de la tarea de la media hora, mientras que otros pacientes informan de

que solamente han tenido episodios poco frecuentes de ansiedad de los que se recuperaron fácilmente. En la segunda sesión, cualquiera que sea el informe del paciente respecto a los efectos de la prescripción, redefinimos nuevamente la situación en términos de cambio positivo. En el caso del primer tipo de respuesta, nuestra redefinición será como sigue:

Como usted ha tenido la suerte de ver, su problema puede aliviarse provocándolo de forma voluntaria; es una paradoja, pero sabe, a veces nuestra mente trabaja de forma paradójica en lugar de hacerlo con el sentido común. Usted ha empezado a aprender a no caer en la trampa de su trastorno y de sus “soluciones intentadas” que complican su problema en lugar de resolverlo. Toda la sesión continúa en el mismo tono. Con el segundo tipo de respuesta, la redefinición se expresa como sigue: Muy bien. Usted está aprendiendo a modular y gestionar su trastorno. Asi como usted puede provocar de forma voluntaria los síntomas, también podrá limitarlos, y cuanto más pueda provocarlos durante un tiempo dado más podrá limitarlos y hacerlos desaparecer. Cuanto más pueda usted provocarlos durante la media hora, mucho mejor será capaz de controlarlos durante el resto del día. Y así durante el resto de la sesión.

Por lo tanto, en ambos casos nuestra redefinición del efecto de la prescripción se enfoca a reforzar la conciencia y la confianza del paciente en el cambio en curso y en el hecho de que esta persona está aprendiendo nuevas y eficaces estrategias para tratar con posibles miedos futuros. El paciente ha recibido una incuestionable prueba práctica de que el trabajo emprendido junto con el especialista es eficaz. Esto crea una excepcional alianza de colaboración que ayuda a liderar otros cambios progresivos en la percepción de la realidad del paciente.

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internet EL PLACER: ESTRATAGEMAS DE INTERVENCIÓN 04/02/2012 Alicia García Aguiar 0 comments adicción a internet, adicción al sexo, placer, sensaciones de base

“El ámbito del placer encierra muchísimas emociones y sensaciones diferentes; el deseo, la alegría, la pasión, etc. Esta sensación fundamental está, muy a menudo, en la base de la incapacidad de no reaccionar. Entre los ejemplos más significativos de esta incapacidad encontramos: La dependencia por sobrecarga de información ( information overloading addiction), que se ha hecho cada vez más evidente y difusa con el desarrollo de Internet y el vertiginoso aumento de la cantidad de material informativo presente en este medio. Este trastorno se manifiesta por una búsqueda extenuante y prolongada en el tiempo de información, a menudo

inútil e insuficiente, en el intento de alcanzar la mejor puesta al día posible a través del web surfing, es decir, pasando continuamente de un sitio al otro, o a través de indagaciones sobre materiales contenidos en diversos bancos de datos (Nardone, Cagnoni, 2002). [] Las horas al ordenador nunca son suficientes, el tiempo libre -y a veces también el laborable- queda completamente absorbido por esta entusiasta actividad de búsqueda. Las personas se alejan durante horas y días enteros, ya sea en su casa o en su lugar de trabajo, descuidando actividades que hasta aquel momento eran realmente importantes.

Poco a poco, al darse cuenta de la situación problemática en la que se halla, la persona en cuestión intenta “resistir”, procurándose periodos de abstinencia forzosa de ordenador, al que, sin embargo, siguen a menudo auténticos “atracones” informáticos, en los que la persona recupera todo el tiempo perdido en el breve periodo de privación. En un caso como éste, en el que el aspecto del placer ligado a la búsqueda es determinante, de nada sirve el intento de limitar la actividad compulsiva de la persona, si no es para aumentar aún más su necesidad espasmódica de estas sensaciones que sólo la búsqueda en Internet parece capaz de proporcionarle. Intervenir sobre una situación como ésta, más bien, requiere que el coach apoye la lógica del cliente guiándolo, inicialmente, a ritualizar y puntualizar todavía más su búsqueda. La demanda usual es la de esforzarse por entrar en la red a cada hora en punto y, durante cinco minutos exactos, pasar revista a todas las informaciones que se quiera; transcurridos los cinco minutos, hay que dejarlo hasta la hora siguiente y así sucesivamente durante el resto del día. La respuesta habitual a esta prescripción es que la persona, que normalmente permanecía en la red mucho más que el tiempo prescrito, consigue mantenerse dentro de los espacios concedidos, sin el deseo de utilizar Internet en otros momentos. Y esto ya constituye normalmente una notable reducción cuantitativa del tiempo dedicado a la búsqueda respecto a los hábitos precedentes. De forma paralela, intervienen también elementos cualitativos, es decir, que el hecho de tener quecontrolar cada hora las novedades durante los cinco minutos prescritos induce a la persona a sentir la búsqueda ya no como una irrefrenable y agradable compulsión,

sino como una obligación hacia el coach y, como tal, no tan deseable. En este punto se prescribe a la persona que entre en la red durante cinco minutos cada dos horas. [] Actuando así se obtiene también otro efecto importante: la persona, al tener a su disposición mucho más tiempo libre, empieza a redescubrir todos aquellos placeres ligados al estar con los demás o dedicarse a otras actividades que había abandonado por su pasión por la red. Al disminuir posteriormente los espacios dedicados a la prescripción (cinco minutos cada tres horas, etc) y al aumentar los que se dedican a otros placeres, se guía a la persona hasta la completa superación de su anterior “dependencia”.

Otro caso emblemático de la incapacidad de no reaccionar basada en el placer es el tipo de comportamiento que se define como adicción al sexo: una auténtica dependencia al sexo. [] Estas personas se encuentran constantemente atrapadas en una necesidad extrema de sexo “realizado” como solución liberatoria de una tensión creada por un sexo “pensado”. Sin solución de continuidad, cada gratificación física portadora de placer descarga la tensión, pero al mismo tiempo abre literalmente la puerta a nuevas situaciones imaginarias ahora siempre dispuestas a abrirse camino.[] Como sucede a menudo, cada prohibición lleva consigo el placer de la transgresión, y cada intento por no pensar no hace más que recordar todavía con más fuerza lo que se quiere olvidar. [] En este caso la alternativa estratégica que se ha revelado más eficaz consiste antes de nada en hacer que la persona sea consciente de la peligrosidad de cualquier forma de “prohibición” respecto al tema. [] Se le pide a la persona que se conceda diaria y obligatoriamente una hora de tiempo en la que abandonarse a todo aquello que tiene que ver con el tema en cuestión. [] El “lo hago porque tengo ganas y no puedo prescindir de ello” se transforma, en virtud de la prescripción, cada vez más en “lo hago porque debo hacerlo”, y un placer prescrito resulta ser indudablemente mucho menos agradable que un placer espontáneo. De forma paralela, se sugiere a la persona que determine todos aquellos aspectos, elementos y condiciones capaces de hacer aquella experiencia la más satisfactoria y agradable posible. Es decir, tendrá que concentrarse en la calidad de la experiencia vivida, desde el momento en que el tiempo de que dispondrá

será “solamente” de una hora al día. [] La persona es guiada, de forma gradual, a especializarse en la búsqueda cualitativa del placer, descubriendo que, cuanto más consigue aumentar y destilar el placer en un espacio reducido de tiempo, tanto más éste no sólo es realmente más intenso, sino que también permite liberar espacio y energías para dedicar a todas las demás actividades agradables a las que la persona había renunciado en todo este tiempo. [] Trabajando sobre la ampliación del placer, se guía a la persona a que posponga día a día el espacio dedicado a la actividad sexual, incrementando cada vez más la calidad de la experiencia que vive, hasta conducirla a recuperar la sensación de libertad y control sobre la vida que la adicción al sexo le había privado.” (De “Coaching estratégico. Cómo transformar los límites en recursos”. Roberta Milanese y Paolo Mordazzi. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

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combatir ESFORZARSE POR NO ESFORZARSE 02/09/2014 Alicia García Aguiar 0 comments vencer sin combatir

Para algunos de nosotros, lo que se produce como tendencia natural frente a una dificultad es una reacción de mayor empeño, mayor esfuerzo en el intento de enfrentar las cosas que nos están saliendo mal. La mayoría de las veces esto se manifiesta en la tendencia a insistir obstinadamente en aplicar soluciones tentativas que no funcionan o en ponerse continuamente a prueba, buscando siempre nuevas confirmaciones de las capacidades propias, con el efecto de incrementar la necesidad de confirmación y la consiguiente inseguridad personal.

En otros casos, el esfuerzo está dirigido al control de las propias emociones y de la propia impulsividad; también en este caso el resultado más frecuente es la incapacidad aún mayor de controlar nuestras reacciones emotivas. Es igualmente interesante resaltar que quien logra frenar su impulsividad la mayoría de las veces termina

desencadenando un proceso de control obsesivo de sus propias reacciones, que conduce al establecimiento de una compulsión basada en una incontrolable necesidad de control, incluso en cosas irrelevantes. El resultado final es que el control alcanzado conduce a una forma de pérdida de control del control mismo, o bien tal inclinación se convierte en compulsión. En otros términos, el autoengaño del esforzarse por no esforzarse, para incrementar la confianza en los propios recursos, puede ser metafóricamente resumido en la historia “del dragón que busca la perla de la virtud suprema. Él la busca por todas partes, por mar y tierra, en las selvas y en los desiertos, sin lograr encontrarla nunca, y continuará buscándola hasta el infinito si no se mira en un espejo de agua, para darse

cuenta de que la perla de la virtud está incrustada sobre su cresta, exactamente sobre sus ojos”.

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 1Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)1 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

EL ARTE DE LA ESTRATAGEMA: VENCER SIN COMBATIR 04/05/2014 Alicia García Aguiar 0 comments vencer sin combatir

Obra de Antonio Ligabue

La última de las estratagemas esenciales es la síntesis conclusiva de las capacidades alcanzadas gracias al ejercicio de la sabiduría aplicada, o sea, el objetivo más elevado que el sabio-guerrero-persuasor puede lograr. Vencer sin combatir significa haber llegado a un nivel de habilidad estratégica y virtud tales como para generar en cualquier adversario no solo temor, sino respeto y admiración hasta el punto de que éste ni sueñe con la idea de un enfrentamiento.

Cabeza de tigre de A. Libgabue

El adversario debe advertir en vuestra actitud calma, seguridad y fascinación, capaces no solo de doblegar su voluntad de combatiros, sino de suscitarle el deseo de imitaros. Lo que persuade al adversario de

convertirse en vuestro seguidor es la percepción inmediata de vuestras virtudes personales. Para obtener este efecto sugestivo es indispensable poseer un gran carisma. Pero ¿qué es el carisma sino la sabiduría y las habilidades prácticas que rezuman de todos vuestros poros? Cultivar pacientemente las propias virtudes. Profundizar constantemente en el conocimiento. Aprender continuamente habilidades. Ejercitar sin tregua las capacidades adquiridas para mejorarlas. Ésta es la esencia de Vencer sin combatir. El objetivo no es parecer invencibles, sino convertirse en modelos a seguir. No hacer palanca en el miedo, sino en la admiración.

De Alejandro Magno se decía que sus soldados estaban enamorados de él. Lo habrían seguido donde fuera, no por miedo sino por amor. Todos los grandes líderes han seducido y embrujado a sus tropas, obteniendo así el máximo de ellas. Sun Zu afirma que el mejor general es aquel que es seguido por sus soldados por afecto y admiración, no por temor.

Cabalgando el propio tigre

Creo que en este punto el lector se preguntará: “Pero ¿dónde está el truco? ¿Dónde el sutil engaño? ¿Dónde reside el artificio para ser capaces de vencer sin combatir?”. El truco, en este caso, es la ausencia de trucos. La estratagema paradójica se corresponde con la verdad, en el sentido de que no hay engaño. Ser lo que se parece. Si a la percepción exterior de mis virtudes no se corresponde mi real capacidad, antes o después, esta máscara engañosa caerá y mostrará las miserias. No se trata, por consiguiente, de construirse una imagen de vender a los demás y a sí mismos, sino de construir a través del conocimiento y el ejercicio esas habilidades que fascinan a los otros. Sé lo que pareces. Al final se vuelve al principio: El secreto es que no hay secretos. Cabalgar el propio tigre no es un artificio, sino una habilidad, fruto de estudio y aplicación constantes. También porque si podemos ser buenos engañando a los demás sobre nuestras reales capacidades, no podemos hacerlo tan bien con nosotros mismos. Cada uno de nosotros –dice un proverbio chino- duerme cada noche con un tigre al lado. No puedes saber si éste, al despertarse, querrá lamerte o despedazarte. Con esta metáfora, la sabiduría antigua quiere recordar la relación que cada uno de nosotros tiene con sus propios límites. Solo intentando mejorar constantemente podemos hacernos amigos de nuestro tigre, en cuanto nadie puede evitar la peor y más peligrosa de las compañías: nosotros mismos. (De “El arte de la estratagema. O cómo resolver problemas difíciles con soluciones simples“. Giorgio Nardone. Integral)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+ Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 70Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)70

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LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA EN LA PAREJA: DESARROLLO DE LA RELACIÓN DE MALTRATO (II) 20/09/2015 Alicia García Aguiar 0 comments maltrato, pareja, violencia

Si el cortejo ha llevado a buen fin, aparece rápido la fase delenamoramiento o del encanto. Es la fase en la que todos son aparentemente felices.[] Nietzsche afirmaba que “el amor es el estado en el que el hombre ve las cosas distintas de como son“. Nada más cierto en este caso. [] Esta es la capacidad que tiene el maltratador: la de hacer que algo normal se convierta en increíble, de convertir lo imposible en posible, conquistando así la confianza de la víctima elegida, hasta el punto de hacerla fiarse completamente. Esta confianza conquistada por el maltratador representa, por ello mismo, la defensa principal de cada crítica y de cada ataque proveniente del exterior de la pareja. Por un tiempo indeterminado, gracias a la confianza concedida, la mujer verá la realidad con lentes deformantes gracias a las cuales la pareja gozará de un aura de protección. []

Por ejemplo, la víctima confunde control de los celos con amor, confunde la falta de emociones (ausencia de afectividad) con fuerza de carácter, confunde el desinterés con libertad a ella concedida, etc

Son verdaderos y propios autoengaños y son la causa principal de la imposibilidad de la víctima de darse cuenta de la situación que está viviendo. La rotura del encanto es una fase que puede variar mucho en el tiempo, según los casos. A menudo se coloca temporalmente tras el matrimonio o tras algunos meses de convivencia. []

Desde el punto de vista dinámico, suceden dos cosas extremadamente importantes para comprender el mecanismo psicológico del abuso relacional, porque en este punto el maltrato se revela en su forma más evidente. De hecho más o menos rápidamente el maltratador se da cuenta de que la víctima no quiere, no puede, es incapaz o rechaza satisfacer todas sus expectativas egocéntricas

Por ejemplo, el narcisista se puede quejar de tener junto a si a una persona que no tiene intención de confirmarlo continuamente, o bien se da cuenta de que ella no puede admirarlo y aprobarlo siempre (a veces ella trata de pensar diferente de él ¡e incluso de tener razón!). El obsesivo puede percibir el deseo de autonomía decisional de ella como intento de rebelión. Un paranoico puede interpretar las atenciones de un colega de trabajo como una traición de ella, o como el intento por parte de otro de arrebatársela. Y la consecuencia directa es finalmente él decide que ha sido traicionado en sus expectativas por su propia compañera. []

El maltratador en este punto, como se siente víctima, se siente moralmente autorizado a proceder con la violencia psicológica, [] actos de maltrato que toman la forma de la venganza, reivindicación, castigo, violencia, tortura, acciones que le permitan equilibrar la situación. Pero ningún acto será nunca compensatorio, porque ningún acto tendrá la suficiente fuerza compensatoria para nivelar una interpretación tan egocéntrica, y por ello se perpetrarán hasta el infinito.

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 289Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)289 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 2Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)2 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA EN LA PAREJA: DESARROLLO DE LA RELACIÓN DE MALTRATO (I) 31/08/2015 Alicia García Aguiar 0 comments maltrato, pareja, violencia

Obra del artista pop Roy Lichtenstein

Las fases de Walker que describen el ciclo de la violencia describen la ciclicidad de los comportamientos violentos, sobre todo de las explosiones físicas, en el interior de una relación ya creada. Pero ¿qué sucede antes? ¿Es posible trazar una panorámica del escenario precedente? En otras palabras, ¿cómo puede uno llegar a involucrarse en una relación así? ¿Es posible indicar un momento en el que claramente el maltratador se quita la máscara, mostrando el que realmente es? Entrevistando a un grupo de mujeres que están viviendo relaciones de maltrato ha sido posible delinear una dinámica de desarrollo de las relaciones, analizándolas desde el principio, que he subdividido por comodidad descriptiva en fases. Las primeras fases de este modelo son: la caza, el cortejo, la fase del encantamiento (o enamoramiento) y la rotura del encanto(sufrimiento). Sucesivamente, en base a la modalidad de equilibrios que creen el maltratador y la víctima, el camino se dividirá en rebelión de la víctima,

sumisión y trinchera. El desarrollo y la duración de las fases están determinadas por diversos factores, entre los cuales las soluciones intentadas de los dos protagonistas, es decir, por sus intentos de gestionar el malestar y las modalidades recíprocas de equilibrar las relaciones. [] La fase de caza es llamada así para subrayar el aspecto depredador del maltratador, puesto en evidencia de manera acorde en toda la bibliografía consultada. “El maltratador es un depredador”. [] Cada depredador desarrolla un estilo de caza del todo particular, en sintonía con la propia estructura de su personalidad. Pero atención: la depredación se refiere a la necesidad de conquistar a su víctima. Aunque es verdad,

como subraya Bancroft, que la mayor parte de los maltratadores no comienza una relación con la finalidad consciente de abusar de su pareja. Estas personas se ven empujadas por la necesidad de la conquista de un territorio físico (que a menudo lo constituye la casa) y relacional (la pareja y/o los hijos) sobre los que ejercer el propio control. El maltrato es algo que se inicia progresivamente y y más o menos velozmente, pero con el tiempo. También el maltratador desea realizar sus sueños de una pareja y una familia feliz, el maltrato relacional es algo que se desarrolla después. He identificado el momento del cambio comportamental en la fase de la rotura del encanto. Veremos cómo y por

qué.

La fase de caza corresponde a la fase más social del maltratador. Aquella en la que está obligado a frecuentar lugares (su territorio de caza) para identificar a la víctima. Algunos hombres son socialmente muy hábiles, como en el caso de los narcisistas. Para ellos moverse por su territorio es algo espontáneo, natural, placentero. Pero para otros perfiles, por ejemplo para el obsesivo o para el paranoico,

moverse entre la gente puede ser fatigoso. No es casualidad que muchos obsesivos “cacen” a través del chat (Nota: el chat permite realizar una preselección de las potenciales candidatas. Mediante este instrumento es posible mantener diversas conversaciones contemporáneamente y elegir de entre ellas solo a las mujeres que mejor se correspondan a sus propios deseos. Permite también presentarse modificando algunos aspectos del Yo, convirtiéndose en mejores, aspecto no indiferente para quien posee escasas habilidades sociales). Después, una vez capturada emotivamente la víctima el maltratador tenderá a reducir la vida social, recluyéndose en casa o frecuentando solo un grupo estrecho o seleccionado de personas.

Una vez identificada una potencial víctima, se entra en la segunda fase, que se corresponde con algo que todos conocemos bien: el cortejo. Todo maltratador se caracteriza por un estilo de cortejo particular, determinado además de por su habilidad como seductor por su estructura de

personalidad. El estilo de cortejo es el anzuelo comunicativo lanzado para ver quién responde. La comparación no es de las más acertadas, pero explica bien lo que sucede: para cada pez que quiero pescar debo preparar el cebo adecuado. Y el maltratador a menudo es un pescador hábil, dotado de una buena dosis de psicología ingenua, conseguida con años de experiencia. Es experiencia común de todas las mujeres entrevistadas afirmar que al inicio de la relación su compañero era extremadamente fascinante. De hecho, es en ese momento cuando el maltratador juega sus mejores cartas, las necesarias para convencer de que él es la persona adecuada. [] Es en esta fase cuando el maltratador sugestiona a la víctima con su promesa y la ilusiona de que entre ambos puede haber un intercambio afectivo. Su comportamiento y su comunicación se orientan a la finalidad de crear en la mente de la víctima elegida la ilusión de un escenario amoroso que sea compatible con los deseos de la víctima. Él encarna la expectativa. [] La personalidad infantil tendrá más probabilidades de ligarse en este tipo de relaciones, con una mayor dificultad de salir a causa de sus características principales: la dependencia relacional y el miedo. Está destinada, lamentablemente, a sufrir más. Continuará…

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 337Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)337 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 6Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)6 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

ADOLESCENTES VIOLENTOS: DESARME UNILATERAL 24/07/2014 Alicia García Aguiar 0 comments adolescentes, borderline, desarme unilateral, familia, violencia

“A mis padres” de David Hockney

Acudieron a la consulta los padres con el hijo, un muchacho alto y grueso, que hacía tiempo estaba en tratamiento farmacologico por un diagnostico de trastorno de personalidad borderline, pero que nunca había recibido tratamiento psicológico. Un caso considerado imposible por diferentes y notables terapeutas, que se habían negado a tratarlo tras una primera entrevista de diagnóstico.

Los padres explicaron que su hijo siempre les había dado grandes satisfacciones y hablaron de una adolescencia llena de éxitos en el ámbito escolar y en el ocio como lIder de un conjunto musical, la única situación en la que sentía que podía expresar su talento. Todo fue muy bien hasta los 17 años aproximadamente, cuando se verificó que el grupo en el que el muchacho había depositado enormes expectativas, no tenía posibilidades reales de éxito en el mundo discográfico. La fuerte decepción llevó al líder caído a alejar a los compañeros que, en su opinión, no se habían comprometido suficientemente en la consecución del objetivo común. El muchacho les lanzó graves acusaciones hasta que, incapaz de soportar la vergÜenza, empezó a aislarse y, mientras los otros músicos se

insertaban en distintos grupos que más tarde se harían famosos, él, el líder, se encerró en casa y empezó a comportarse violentamente con la madre, implicando también al padre que intervenía para defender a su mujer. Ambos progenitores tenían que acudir a los servicios de urgencias para curarse las heridas.

Lo primero que preguntamos a los padres es si alguna vez habían denunciado esos excesos de violencia y ambos declararon al unísono que no lo habían hecho por miedo a que las fuerzas de seguridad tomaran medidas que no podrían soportar. [] Es decir, la pareja había decidido sacrificarse en nombre de la violencia del hijo, considerada el fruto de su sufrimiento: desde el punto de vista de la formación y del mantenimiento del problema,pasaron de víctimas a verdugos de su hijo, adoptando una actitud complementaria que, como ya hemos subrayado, no hace más que alimentarlo. [] Dado que el papel de víctima de la madre constituía el verdadero motor del problema, el primer paso fue sacar a la víctima de su posición para actuar indirectamente sobre el verdugo. Sintonizándonos con el funcionamiento del sistema, actuamos de modo que la víctima se sacrificase más inmolándose de nuevo y en mayor grado por el hijo, pero en una dirección funcional y constructiva. En primer lugar, hicimos percibir a la mujer cómo su sacrificio conduciría rápidamente a un progresivo empeoramiento del hijo, que podría llegar hasta cometer actos de violencia autolesiva que ella no lograría impedir. Dicho de otro modo, utilizamos en primer lugar la idea patógena de la madre de la necesidad de sacrificarse para volverla contra ella. Al mismo tiempo, creamos un miedo mayor contra el miedo ya existente, esto es Ubi maior, minor cessat; si la mujer seguía soportando las vejaciones del hijo, este sufriría cada vez más, hasta llegar a la violencia contra sí mismo, con muchas probabilidades de acabar en el suicidio. Después de esta maniobra la madre se mostró dispuesta a colaborar, declarando que por el hijo era capaz de sacrificar incluso su vida. Prescribimos a la madre y al padre que, cada vez que el hijo iniciara la escalada de violencia, reaccionaran de inmediato saliendo de casa. Si por algún motivo la mujer tuviese dificultades para seguir la prescripción,

el marido, considerado el más fuerte de la situación también por parte del chico, tendría que ayudarla cogiéndola de la mano, sacándola de casa y dejando solo al hijo. De este modo los padres acaban convirtiéndose en aliados contra la violencia del hijo, a la que no responden también con violencia ni tampoco la sufren, sino que se produce lo que en términos técnicos llamamos desarme unilateral. Se trata de una descalificación ya no en el plano del más fuerte, sino desde un punto de vista comunicativo: Siempre que te muestres violento nos iremos por un tiempo. Si lo intentas de nuevo, volveremos a marcharnos. Se trata de una intervención mínima pero extraordinariamente poderosa porque la persona violenta, en la familia o fuera de ella, necesita de alguien con quien ejercer su presunto poder. Desde el momento en que ya no hay víctima ni tampoco quien trata de defenderla, el objetivo principal del muchacho será volver a tener a los padres con él, pero para conseguirlo tendrá que dejar de ser violento, ya que de lo contrario se marcharán de nuevo. Se obtienen dos efectos con una única maniobra; por un lado la madre se sacrifica ya no sufriendo sino marchándose en nombre del hijo, y por otro lado el hijo, si quiere tener de nuevo consigo a sus padres, tendrá que cambiar radicalmente la estrategia de su comportamiento con ellos.

“Atácanos más si te sirve de algo”

Si no hubiésemos sido suficientemente incisivos en la sesión con la madre o si hubiésemos encontrado una mayor resistencia a colaborar por parte del sistema, hubiésemos podido proponer a los padres una prescripción con ilusión de alternativas presentándoles dos posibilidades:”Podéis marcharos o permanecer en casa diciéndole a vuestro hijo atácanos más aún si te sirve de algo, péganos, tortúranos, haz lo que quieras si te sirve de algo“. En la mayoría de los casos el sistema implicado elige la primera alternativa y, también en este caso, se aprovecha la lógica sacrificante de los otros, porque incluso los más dispuestos al sacrificio se dan cuenta de que marcharse es menos oneroso para todos.[] El muchacho se da cuenta de que usar su fuerza de modo positivo es mucho más beneficioso: obtiene atenciones reales, mucho más satisfactorias y agradables. Es el revés de la medalla que permite hacer subir al enemigo al desván y luego quitar la escalera (Nardone, 2004b; Nardone, Balbi, 2009): en términos operativos, el cambio no solo es deseable sino que resulta inevitable.

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+ Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 31Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)31 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 1Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)1 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

"DE TERAPIA BREVE ESTRATÉGICA": Blog sobre GIORGIO NARDONE y la TBE

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Alicia García Aguiar Psicoterapeuta oficial del Centro di Terapia Breve Strategica dirigido por Giorgio Nardone. Consulta en Madrid y Málagawww.terapiabreveestrategicamadrid.com

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ENTREVISTA A JOANNA MONCRIEFF: “La psicoterapia puede ser más útil que un fármaco”15/07/2016 Joanna Moncrieff es una psiquiatra controvertida, hace unos años empezó a mover conciencias con su primer libro llamado “El mito de la cura química”. Durante este tiempo, la Dra. Moncrieff ha investigado con profundidad los estudios que se han realizado sobre los diferentes tipos de psicofármacos y ha puesto en marcha estudios rigurosos acerca de … Seguir le […] Alicia García Aguiar



ERRORES DE COMUNICACIÓN CON LA PAREJA22/05/2016 La investigación y la experiencia en el trabajo con parejas en conflicto ha llevado a identificar una serie de errores fatales en la comunicación que pueden extenderse también a la comunicación con uno mismo y no solo a la comunicación con los demás: PUNTUALIZAR: Pocas cosas pueden ser tan fastidiosas como sentir que nos … Seguir leyendo ERRORES DE COMUNI […] Alicia García Aguiar



MIEDO, ANSIEDAD, ANGUSTIA, DEPRESIÓN Y FÁRMACOS14/02/2016 El miedo es una percepción que activa respuestas fisiológicas, las más inmediatas de las cuales son el aumento del ritmo cardíaco, del ritmo respiratorio y del reflejo electrogalvánico, que activan el organismo en cuestión de milésimas de segundo para una posible fuga o lucha. Cuando el conjunto de estas reacciones se mantiene durante un tiempo … Seguir leye […]

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DUDAS Y MIEDOS ANTES DE UNA TBE29/11/2015 Dudas y miedos frecuentes antes de comenzar una terapia breve estratégica: -¿Cuánto dura la terapia? -¿Qué significa ser psicoterapeuta afiliado al STC de Giorgio Nardone? ¿Que la terapia sea breve significa que es superficial? -¿Qué significa que la terapia sea eficiente además de eficaz? -¿Existe una garantía 100% de que me voy a curar? -¿Me … Seguir leye […] Alicia García Aguiar



LOS TRASTORNOS SEXUALES Y LA ANULACIÓN DE LA ESPONTANEIDAD17/07/2015 Alguien ha afirmado irónicamente que el gran mérito de la Iglesia Católica ha sido el de haber hecho agradable el sexo prohibiéndolo: más allá de esta broma queda el hecho de que el comportamiento sexual parece de algún modo necesitar también de vetos, y que la ausencia de ellos puede, en algunas personas, resultar contraproducente; … Seguir leyendo LOS TRAS […] Alicia García Aguiar



EL PROBLEMA DE LOS DIAGNÓSTICOS Y ETIQUETAMIENTOS PATOLÓGICOS EN LOS NIÑOS18/03/2015 En los últimos tiempos se ha extendido un tipo de intervención que recurre a los test psicológicos con el fin de obtener un diagnóstico. Muchos clínicos consideran estos instrumentos indispensables para identificar el tipo de problema y estructurar la intervención terapéutica. Por desgracia, los efectos colaterales de los test y de los diagnósticos pesan más […] Alicia García Aguiar



PRIMEROS SIGNOS DE MEJORÍA Y CAMBIO20/01/2015 Es indudable que todo psicoterapeuta bienintencionado está alerta durante las primeras sesiones a cualquier indicador de que la terapia va por buen camino y funciona. Estos primeros signos de mejoría, que son causa de gozo en el terapeuta, no son siempre

advertidos ni tampoco disfrutados necesariamente por el paciente. En muchos casos el temor a … Seguir ley […] Alicia García Aguiar 

AGORAFOBIA Y CLAUSTROFOBIA06/11/2014 Entre las formas de trastorno de ataque de pánico más citadas en la bibliografía especializada se encuentra la agorafobia: el miedo a estar solo o a alejarse solo de los lugares que creemos seguros. La presencia o no de agorafobia se utiliza incluso en los manuales de diagnóstico como criterio distintivo entre las formas de … Seguir leyendo AGORAFOBIA Y CLAU […] Alicia García Aguiar



DEL MIEDO AL PÁNICO20/09/2014 Frente a un estímulo percibido como peligroso por la mente, el organismo reacciona con una sucesión de cambios fisiológicos que tienen la finalidad de preparar al cuerpo y a la mente para dos acciones principales: el ataque (que supone un enfrentamiento) o la fuga (que supone un evitamiento). Este mecanismo se observa en muchos animales … Seguir leyendo DEL […] Alicia García Aguiar



LA EXPERIENCIA DEL DUELO Y EL LUTO03/08/2014 La pérdida de una persona amada es una de las experiencias más intensas que la vida nos puede reservar, ya que penetra en la profundidad de nuestra persona, trastoca nuestras emociones, modifica la percepción de nuestra realidad y altera, incluso, nuestro aspecto físico. Dos son los términos que se utilizan habitualmente para describir las reacciones … Segui […] Alicia García Aguiar



LA FOBIA Y LA TERAPIA BREVE ESTRATÉGICA17/07/2014 La mayoría de las veces, las personas afectadas por una fobia tienen un excelente nivel de conocimiento de las causas y del funcionamiento de su problema, pero no consiguen cambiar sus percepciones y reacciones. Por el contrario, a menudo los recursos

personales son inhibidos precisamente por el esfuerzo consciente y voluntario de expresarlos. El miedo … Seg […] Alicia García Aguiar 

SOBRE EL CAMBIO TERAPÉUTICO06/07/2014 En su libro “Cambio” (1974), Paul Watzlawick da una definición de cambio un poco sorprendente para la época: “El cambio es la única constante en nuestra vida“, característica del existir que no se puede evitar. Cambiamos continuamente, no hay nada que permanezca la misma cosa. Pero dentro del cambio algo tiende a mantenerse. De hecho, … Seguir leyendo SOBRE […] Alicia García Aguiar



SUICIDIO Y PARASUICIDIO EN ADOLESCENTES10/06/2014 El suicidio demuestra que en la vida hay males peores que la muerte FRANCESCO ORESTANO (Pensieri, 23) La forma extrema de autoviolencia en los adolescentes es el acto o el intento de quitarse la vida. Detras de un acto tan extremo realizado en la flor de la vida, ¿está siempre el deseo de morir … Seguir leyendo SUICIDIO Y PARASUICIDIO EN ADOLESCENTES → La […] Alicia García Aguiar

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confusión PAUL WATZLAWICK: LAS VENTAJAS DE LA CONFUSIÓN 07/07/2012 Alicia García Aguiar 0 comments técnica de la confusión, Watzlawick

“Por lo dicho hasta ahora, no cabría albergar, al parecer, muchas esperanzas sobre los aspectos positivos del fenómeno de la confusión. Pero no es del todo así. Imaginemos la siguiente situación. Entro en una habitación y todos los presentes rompen a reír a carcajadas. El lance me deja muy perplejo, porque o bien ellos contemplan la situación desde una perspectiva totalmente diferente, o bien poseen una información de la que yo carezco. Mi reacción inmediata consistirá en buscar la causa o el motivo de sus risas; por tanto, me volveré para ver si a mis espaldas alguien está haciendo gestos grotescos, o bien me miraré en el espejo para averiguar si tengo manchas en la cara, o bien, finalmente, les preguntaré por qué se ríen. Así pues, tras una paralización inicial, todo estado de confusión desencadena una reacción de búsqueda de causas o motivos que arrojen luz sobre la incertidumbre y la sensación de inseguridad que ésta produce. De aquí se siguen dos cosas: Primero, si la búsqueda no da resultado, se amplía el campo a todas las conexiones imaginables e inimaginables y, en unas circunstancias dadas, se establecerán interrelaciones entre las cosas más insignificantes y disparatadas. Segundo, en un estado de confusión existe una fuerte tendencia a aferrarse a la primera explicación concreta que se cree percibir a través de la niebla de la confusión. Analizaremos en primer lugar la segunda secuencia. El doctor Milton Erickson, conocido hipnoterapeuta, la ha tomado como base de partida para desarrollar un método terapéutico sumamente eficaz, al que se aplica el nombre de“técnica de la confusión”. Llegó a este descubrimiento por puro azar. He aquí sus palabras:

Un día de tormenta (…) me hallaba luchando contra el viento en la esquina de una calle, cuando de pronto dio vuelta a la esquina un hombre con tal precipitación que chocó violentamente conmigo. Antes de que pudiera reponerse del susto y murmurar unas palabras, consulté con gran afectación mi reloj y, como si me hubiera preguntado la hora, dije cortésmente: “Son exactamente las dos menos diez minutos” (aunque la verdad es que eran casi las cuatro), y continué mi marcha. Tras haber caminado unos cuantos pasos, me volví y pude ver que todavía me seguía mirando, evidentemente confundido y extrañado por mi observación. En situaciones confusas como la descrita, todo el mundo echa mano del primer cable aparentemente salvador, es decir, del primer punto concreto de apoyo y le atribuye, por tanto, una importancia y validez superior a las que en realidad poseen, incluso cuando el punto de apoyo en cuestión es totalmente erróneo o, al menos, insignificante. No tiene, pues, nada de extraño que en estas circunstancias resulte particularmente fácil sucumbir a ciertas sugestiones que aparecen en el instante crítico. Es patente que estas sugestiones no sólo pueden tener consecuencias negativas (ilusiones y faltas de crítica) sino también positivas (por ejemplo terapéuticas) en orden a la adecuación a la realidad para la persona que se halla en la mencionada situación.

Pero mucho mayor interés reviste para nuestro propósito la otra secuencia antes mencionada de la confusión, a saber, el hecho de que nuestra percepción se agudiza para poder captar los más mínimos detalles. En situaciones inhabituales, por ejemplo en presencia de un gran peligro, somos capaces de ciertas reacciones

insospechadas que pueden caer totalmente fuera del ámbito de nuestra conducta diaria. En décimas de segundos y sin previa reflexión podemos tomar decisiones salvadoras de gran complejidad. Algo similar puede acontecer en circunstancias menos excepcionales, sobre todo cuando nos enfrentamos de forma descuidada y distraída con una situación habitual y rutinaria. ¿A quién no le ha ocurrido tener que buscar una palabra en el diccionario y abrir el libro justamente en la página precisa? ¿O tomar de un montón de formularios exactamente, y como si fuera la cosa más simple del mundo, los 25 ejemplares que se necesitan? Si, extrañados, intentamos repetir la pequeña hazaña, fracasaremos, por supuesto, y tendremos la oscura sensación de que ha sido cabalmente nuestro propósito consciente la causa del fracaso. En la filosofía del lejano Oriente se ha producido una extensa literatura sobre este tema. Pertenece a este campo el concepto taoísta del wu-wei, es decir, la intencionada falta de intención, así como la regla de que es preciso olvidar lo que se quiere conseguir. Estas ideas han sido presentadas con una gran belleza en el pequeño libro de Herriguel sobre el zen y el tiro con arco. Dejamos al juicio del lector dar una respuesta a la pregunta de si en todos estos procesos intervienen unos “más elevados poderes” del alma. En todo caso, lo que parece indiscutible es que una cierta dosis de intencionada distracción aumenta nuestra sensibilidad en el campo de las comunicaciones, sobre todo las pequeñas y averbales, lo que puede tener una crucial importancia en determinadas situaciones interhumanas o las que se producen entre personas y animales. Por esta razón, los fenómenos aquí aludidos revisten gran interés para la investigación de la comunicación y, en sentido más amplio, para nuestros análisis sobre la extraña naturaleza de eso que llamamos realidad.” (De “Es real la realidad? Confusión, desinformación, comunicación.” Paul Watzlawick. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 12Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)12 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

SUGESTIONES INDIRECTAS POR JEFFREY ZEIG 06/05/2012 Alicia García Aguiar

0 comments Jeffrey Zeig, prescripción del síntoma, sugestiones indirectas,técnica de la confusión

“Prueban una sugestión directa cortada a la medida y no funciona. Y después prueban sugestión directa con hipnosis y tampoco funciona. ¿Qué harían entonces? Sugestión indirecta. Y es en este punto en donde el enfoque ericksoniano puede ser más valioso. Si están bloqueados en un punto, las siguientes técnicas estarán enfocadas a incrementar lo indirecto. Esta es la segunda ley de Zeig, que nunca será famoso. Esta ley establece que la cantidad de indirección que tiene que emplearse es directamente proporcional a la resistencia percibida. Hay toda una lista de intervenciones que aprendemos de la hipnosis y que son maneras de envolver las ideas como regalo. Le puedo decir al paciente: “¡Alégrate!” usando sólo sugestión directa, hipnosis y sugestión directa, reenmarcando, usando directivas, prescripción de síntomas, desplazamientos, orientación hacia el futuro. Puedo usar cualquiera de estas técnicas para envolver como regalo la idea de “Alégrate”. Lo primero que yo haría sería usar una sugestión indirecta simple, por ejemplo, una forma de lenguaje llamadapresuposición. Debe haber diez o tal vez quince formas distintas de sugestión indirecta, la presuposición es sólo una de ellas. [] Podemos utilizar presuposiciones respecto al tiempo, al lugar o al proceso. [] Se vuelven hacia el paciente y le dicen Yo no sé cuándo te vas a alegrar. Esto presupone que se va a alegrar, es sólo cuestión de tiempo. “Yo no sé cuándo te vas a alegrar”, “tú no sabes cuándo te vas a alegrar”, “tu mente consciente no sabe cuándo te vas a alegrar, sólo tu mente inconsciente lo sabe”. Todas estas son presuposiciones de tiempo. También puedes hacer presuposiciones de lugar: “Tú no sabes dónde te vas a

alegrar”, “yo no sé dónde te vas a alegrar”, “no podemos predecir todos los lugares en los que vas a descubrirte a ti mismo feliz”. Esto presupone que la persona puede cambiar su estado de ánimo, es sólo una cuestión de lugar. Proceso: “Yo no sé cómo te vas a alegrar”, “no puedes predecir todas las maneras en que te vas a alegrar”, presuponen. []

¿Ustedes creen que una simple sugestión indirecta es ya una terapia adecuada? No, muy pocas veces es suficiente, aunque esté bien cortada a la medida y bien envuelta. Pero a veces puede ser que sí hagan terapia con una sola sugestión indirecta. Hay un caso de Erickson que podemos juzgar si fue exitoso o no. Estaba dictando una conferencia a una audiencia de médicos. Uno de ellos, llevó a un jovencito que tenía un problema caracteriológico y estaba realizando actuaciones (actings out) , para que fuera sujeto de una demostración de terapia. El muchacho estaba creando problemas a su comunidad con su mala conducta. Se sentó en el escenario junto a Erickson. Erickson dictaba su conferencia a la audiencia de médicos mientras el muchacho estaba sentado de cara frente a ellos. En ningún momento Erickson hizo ningún tipo de terapia con él. No hizo hipnosis, no hizo ninguna demostración. Sólo dictó su conferencia a la audiencia. Al final de la exposición, justo cuando Erickson ya se iba, miró al muchacho y le dijo: “Realmente yo no sé cómo vas a cambiar tu comportamiento; realmente no sé cómo”.la historia termina en que el joven creció y se convirtió en un abogado. No sabemos si fue un caso exitoso o no (se ríe). Por lo tanto, es posible hacer terapia con una sola sugestión indirecta. Pero para mí la sugestión indirecta es como escalar una montaña. Cambiar el estado de ánimo de un paciente deprimido se vive como escalar una montaña. La sugestión indirecta es como dar el primer paso y todas estas técnicas son maneras de dar pasos. Para transmitir la idea “sé flexible en tu estado de ánimo” puedo necesitar sugestión directa, hipnosis, sugestión indirecta, prescripción del síntoma, anécdotas, etc. Después hacen lo mismo con ser positivo, y lo mismo con vivir a través del tiempo, y lo mismo con ser más activo y lo mismo con ser externo. Encuentren diferentes maneras de envolverlas, hasta que el paciente las tome. Otra forma de envolver ideas es ofrecer directivas. Si quieren aprender sobre cómo dar directivas en terapia, consulten la obra de Jay Haley y Cloe

Madanes que hacen un trabajo excelente con directivas estratégicas. Se trata de dar al paciente tareas. Por ejemplo, “esta semana salga de su casa, vaya a un parque y observe a los niños”. Con esta tarea, el paciente va a estar rodeado de gente que es flexible, positiva, externa, activa. Lo ponen en una situación en que va a empezar a entender estos comportamientos que son las metas que queremos lograr con él. Si no funciona, pueden probar la prescripción del síntoma. Para prescribir el síntoma, le dicen al paciente: “Yo no quiero que estés feliz esta semana”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta. Implica que la semana siguiente va a ser diferente. “No quiero que estés feliz en la casa”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta de lugar. “No quiero que descubras formas en que puedes ser feliz”, presupone que hay maneras de ser feliz. Son prescripciones del síntoma y al mismo tiempo sugestiones indirectas. [] Con pacientes desafiantes, utilicen la prescripción del síntoma para hacerlos salir del problema metiéndolos en una paradoja. El paciente desafiante se rebela contra la tarea y así se cura.

Supongamos que emplean la prescripción del síntoma cortada a la medida y tampoco funciona. Pueden entonces tratar con un reenmarque. Y pueden tal vez combinar un reenmarque con prescripción del síntoma y sugestión indirecta. Le dicen al paciente: “Yo no quiero que seas feliz todavía, no quiero que cambies tu estado de ánimo todavía porque tu esposo no puede enfrentar su depresión, y mientras tú permanezcas deprimida, él no tiene que enfrentarse con su propia depresión. Y todavía no está suficientemente fuerte como para hacerlo. Así tienes que permanecer deprimida hasta que logremos que él se fortalezca”. De este modo, la depresión queda reenmarcada. Ya no es una enfermedad sino que sirve al funcionamiento del sistema pareja. Ustedes siguen la trama del diagnóstico, determinan cuál es la función que tiene un problema en el sistema y lo prescriben. Si la depresión es una forma de cuidar a otros miembros de la familia, prescriben la función sistémica de ese problema, la reenmarcan. El reenmarque opera en el nivel de las actitudes. Cambian la actitud de la gente frente al problema. Lo que antes

era negativo, se vuelve positivo. [] Otra técnica sería el desplazamiento. Pueden mover la depresión. La pueden desplazar del resto del cuerpo hasta los pies. Hipnotizan a la persona y le dicen que la depresión se está moviendo hacia los pies. Suena loco pensar en desplazar un problema, pero no es tan ilógico porque de hecho el paciente ya está desplazando el problema. Está, por ejemplo, tomando la ansiedad de la familia y transformándola en depresión dentro de su cuerpo. El paciente está tomando una preocupación y la está desplazando a un dolor de cabeza. Si el paciente desplaza en forma negativa, ustedes pueden desplazar en forma positiva. Orientación al futuro. Ustedes pueden hacer que un paciente se imagine a sí mismo en el futuro y les describa cómo solucionó el problema. La hipnotizan haciendo una progresión en el tiempo, para que pueda mirar hacia atrás cómo solucionó el problema. []

La técnica de la confusión es otro método para presentar una sugestión. Tienen una meta y crean una confusión, escuchen esto:

“Tu mente consciente tiene formas de entender las cosas y tu mente inconsciente tiene formas de entender las cosas, pero el tipo de entendimiento consciente que tu mente inconsciente puede entender, es diferente del tipo de entendimiento inconsciente que tu mente consciente puede entender, pero de vez en cuando hay malentendidos y puedes inconscientemente entender tus malentendidos conscientes mejor de lo que conscientemente puedes entender tus malentendidos inconscientes, pero la clase de malentendidos inconscientes que no puedes entender conscientemente, son diferentes de la clase de malentendidos inconscientes que puedes conscientemente entender pero tú no puedes realmente entender hasta que…te alegras esta semana”.

Ya para ese momento están confundidos, no deprimidos. Si lo hacen demasiado largo, deprimen al paciente. La técnica de la confusión es una de las contribuciones más originales de Erickson. []

La utilización establece que cualquier técnica que use el paciente para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Esta es la Tercera Ley de Zeig: cualquier técnica que el paciente utilice para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Si el paciente usa confusión para ser paciente, ustedes pueden usar confusión para ser terapeutas. Si el paciente usa desplazamiento para ser paciente, ustedes pueden usar desplazamiento para ser terapeutas. Si el paciente tartamudea para ser paciente, ustedes pueden tartamudear para ser terapeutas. Esto elimina la necesidad de memorizar una lista de técnicas. No tienen que aprendérselas de memoria, sólo observen al paciente. Sea cual sea la técnica que él utilice para ser paciente, ustedes utilicen la misma técnica para ser terapeutas. Envuelvan como regalo utilizando el estilo del paciente.” (De “Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con Jeffrey Zeig. Teresa Robles. Instituto Milton Erickson de la ciudad de México) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 116Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)116 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

ESTRATAGEMAS TERAPÉUTICAS 19/04/2011 Alicia García Aguiar 0 comments hacer subir al desván, Ilusión de alternativas, mentir diciendo la verdad, Miedo, Pascal, surcar el mar, técnica de la confusión, Watzlawick

“Surcar el mar a espaldas del cielo:

La primera de la colección de las 36 estratagemas chinasrepresenta aún hoy la esencia del pensamiento estratégico. Hacer algo que tiene evidentes

efectos sin que nuestra acción sea advertida permite evitar las resistencias al cambio que queremos producir. Como hábiles prestidigitadores, debemos desplazar la atención de los demás hacia detalles de nuestra actuación poco relevantes, pero distrayéndoles, mientras a sus espaldas se ponen en marcha las acciones importantes.[]

Ilustración extraída del blog El Elefante funambulista El ejemplo más sorprendente del poder de esta refinada estratagema parece el citado por Oliver Sacks, quien recuerda a un paciente suyo con graves lesiones neurológicas que le impedían caminar. Un día, el famoso neurólogo se acercó a él haciendo botar una pelota de tenis y le dirigió la palabra mientras seguía caminando y haciendo botar la pelota. El paciente se puso a su lado caminando bien y rápidamente, respondiéndole mientras miraba los rebotes de la pelota: recorridos unos metros, Sacks le advirtió que estaba caminando y el paciente se bloqueó inmediatamente, empezando a quejarse. [] La mente distraída está en condiciones de hacer cosas que la mente atenta no puede ni siquiera soñar. Y gran parte de los fenómenos de anestesia hipnótica se realizan desplazando la atención de la mente del sujeto a una parte de su cuerpo distinta de aquella por anestesiar. El uso de esta estratagema para la superación de los miedos patológicos es quizás la aplicación más elegante y eficaz. Usando técnicas inspiradas en ella es posible hacer que las personas afectadas por estos trastornos afronten situaciones hasta entonces impensables. Esta estratagema resulta indicada para todas aquellas situaciones en las cuales afrontar directamente el obstáculo que se interpone entre nosotros y nuestro objetivo resulta ineficaz, peligroso o excesivamente costoso […] Mentir diciendo la verdad:

Cuando el otro espera que mientas, la verdad lo penetra como el mandoble de una espada inesperada. Al comienzo de la Segunda Guerra Mundial, los alemanes anunciaron varias veces el ataque a Francia sin ponerlo en práctica. Luego, cuando los franceses empezaron a considerarlo una falsa amenaza, los alemanes atacaron por sorpresa, encontrando a las tropas adversarias completamente relajadas. [] Entre dos maestros de combate se tiende a esperar elaboradas técnicas llenas de trucos y movimientos escondidos. Si uno de los dos ataca abiertamente como si fuera un principiante, tiene muchas probabilidades de coger por sorpresa al adversario, que no espera un ataque tan elemental. [] En efecto, el máximo de la complejidad es la simplicidad, no la complicación. [] Durante una importante conferencia de psicólogos y psiquiatras celebrada en París en 1993, Paul Watzlawick fue agredido verbalmente por uno de los participantes durante su ponencia. Él replicó, sin alterarse: . Después de lo cual prosiguió con su exposición entre los aplausos del público, dejando descolocado a su agresor. [] Si mi interlocutor propone brutalmente sus posiciones como inamovibles, puedo replicar con prontitud: . De esta manera se captura su fuerza y se la utiliza en su contra, neutralizando su intento. [] La aplicación a la comunicación interpersonal quizás más elegante está representada por la técnica de la confusión, que consiste en despistar al interlocutor con una complicada serie de afirmaciones retorcidas y carentes de sentido, para luego, de golpe, declarar directamente aquello de lo que queremos persuadirle. Él se aferrará a esta última afirmación como un náufrago al salvavidas. Por su parte, Blaise Pascal prescribe: […]

Hacer subir al enemigo al desván y luego quitar la escalera:

Es la base de todo tipo de trampa, en la cual se hace entrar a nuestro adversario y de la cual le impediremos salir. [] Un espléndido ejemplo de aplicación nos es ofrecido por la tradición judía, que cuenta la historia de un juez astuto que debía juzgar a un codicioso comerciante sin escrúpulos por una pequeña estafa. Él deseaba dar una lección vital a aquel hombre más allá del delito cometido. Por tanto, le propuso al imputado tres alternativas para expiar su culpa: pagar una gran multa, sufrir un castigo corporal de cien varazos en la espalda, o comer 10 kilos de cebollas crudas. Naturalmente, el codicioso comerciante eligió comer las cebollas. Por desgracia para él, después del primer kilo tenía el paladar en llamas, el estómago en ebullición y una sed insoportable. Aguantó y comió otro kilo, después de lo cual, desesperado imploró agua y suplicó ser sometido a la vara. Los varazos en la espalda fueron tan dolorosos que al llegar a los 50, destruido por el tormento, pidió poder extinguir la pena pagando la multa. Con la trampa elegante basada en la ilusión de alternativas, el juez había conseguido hacer sufrir al imputado, a su elección, las tres condenas. En el ámbito de la retórica de la persuasión, esta técnica representa un modo de convencer al otro haciéndole creer que es él mismo quien elige. Si yo quiero, por ejemplo, inducir a mi interlocutor a aceptar hacer algo que no quiere hacer, puedo declarar que hay dos modos de afrontar la situación. Luego le propongo la primera modalidad, que deberá ser decididamente costosa y comprometida. Después, le propongo la segunda alternativa, la que yo querría que practicase y que, por más que es difícil de aceptar, lo es mucho menos que la primera. Generalmente, la persona elige inmediatamente hacer aquella que queremos como si hubiera hecho un buen negocio, puesto que ha evitado una peor. “ (De “El arte de la estratagema. O cómo resolver problemas difíciles con soluciones simples” Giorgio Nardone. RBA Integral) Comparte esto:

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anticipación PSICOPATOLOGÍA DE LA VIDA AMOROSA: ATRAPADOS EN UNA CREENCIA: 24/01/2012 Alicia García Aguiar 0 comments doble vínculo, inoculación de la duda, pareja, simetría y complementariedad, técnica de la anticipación

Ilustración de Riki Blanco “Fabio es un psiquiatra que desea obtener la especialización para la habilitación en psicoterapia. Se dirige a nosotros porque sus siete años de psicoanálisis no le han proporcionado, como él mismo dice, los instrumentos para hacer frente a dificultades recurrentes en las relaciones sentimentales, que ahora se vuelven a plantear con su actual compañera, también psiquiatra. La idea de atravesar el límite teórico de otro modelo de intervención en el ámbito clínico lo llena de curiosidad por una parte, por otra le suscita temor. [] Así que Fabio comienza enseguida una especie de anamnesis remota y próxima -de acuerdo con su modelo profesional- de su vida sentimental. Conscientes de que los problemas de amor tienen más necesidad de lamentaciones que los demás, dejamos el “púlpito” a Fabio, que cuenta que está viviendo su segunda experiencia importante. Hace seis años que convive con su actual compañera, tras un matrimonio anterior de quince años. Su objetivo es no repetir con su compañera el modelo de relación que tenía con su mujer y que lo condujo al divorcio. Para él sería un fracaso total, la pérdida inevitable de su autoestima.

“ “Tranquilo, Fabio”(Fotograma de “La naranja mecánica” de Kubrick) La lamentación de Fabio es la siguiente: cada vez que, en una conversación a solas, la compañera expresa su contrariedad por lo que él ha dicho o hecho -sobre todo por cosas banales y cotidianas- se desencadena su reacción automática emotiva, la rabia. Él, en primer lugar por educación, luego por profesión, intenta controlarla, evitando manifestarla ante su compañera por miedo a dañar irreparablemente su relación. El esfuerzo por contener esta emoción, cargada de presión emotiva, lo transforma en un bombero que trata de echar agua al fuego. Su instrumento, el lenguaje interior, lo lleva a repetirse siempre la misma frase: Tranquilo, Fabio, en una especie de letanía que al poco rato deriva en lo que podríamos considerar un cambio de cualidad devastadora: ¡Si me amase de verdad no me diría las cosas así! [] Adopta una expresión dura, evitando además la mirada de ella. Hielo. Luego ella le preguntará -como hace siempre- si le pasa algo, y él, cada vez más distante, responderá obviamente que no. Hielo. Pero ya sabemos que el pensamiento, sobre todo si se alimenta del fuego de la rabia, no se detiene…y de hecho Fabio sigue pensando y alimentando la duda. ¿Cómo es posible que ella no entienda que no deberían ocurrir en una pareja que funciona bien y en la que los dos se aman del mismo modo?

“Mujer enojada” de Rufino Tamayo El lenguaje descalificador del reproche es intolerable para Fabio. [] ¡Podría decirme algo, pero sin reprocharme! Se admite la discrepancia, pero sin el ingrediente de la emoción por parte de ella. En otras palabras, Fabio querría

que nada alterase nunca su “estado de gracia” hacia ella. [] Para él es un problema agobiante, porque la vida diaria está salpicada de “frases” de ella, y del consiguiente malhumor, que tarda en desaparecer: puede pasar incluso un día. [] Cuando el malhumor es tan evidente que ya no puede negarse, entonces la pareja decide sentarse y “hablar”. Bien, pero ¿qué significa hablar? [] Después de haber discutido sólo llegan a la conclusión de que cada uno vive las cosas de un modo subjetivo, sobre todo en el terreno sentimental…y eso está muy lejos de sus expectativas: si se aman, no debe haber disonancias. Esta pareja de psiquiatras armados con los instrumentos del oficio trata sus dificultades subjetivas con modelos interpretativos mal utilizados. Resultado: disertaciones interminables sobre los orígenes remotos de sus pensamientos y comportamientos, con hipótesis sofisticadas sobre los vínculos relacionales con sus respectivas madres… que siempre conducen al mismo punto: Fabio y su compañera se prometen hacer un esfuerzo mayor cada uno con su psicoanalista. [] El objetivo deseado y previsto por ambos es formar una pareja perfecta ¡que nunca se intercambia mensajes descalificadores! Tenemos ya suficientes indicios para sostener la hipótesis de que nos enfrentamos a un problema basado en una creencia consolidada, no sólo por parte de uno, sino de ambos componentes de la pareja. [] Para Fabio las divergencias expresadas con resentimiento pueden ser un síntoma de que algo no funciona en la pareja. Es como decir: Si sufro por esta forma desagradable de ser reprendido quiere decir que ya no hay sentimiento entre nosotros; por otra parte, si ella sabe -como en el fondo lo sabe- que me irrita, ¿por qué sigue haciéndolo? La decepción continua y constante que siente Fabio parece realmente proporcionada de la rigidez de sus convicciones sobre cómo debería funcionar su relación. Unas pocas preguntas, específicas del coloquio terapéutico estratégico muestran al paciente la creencia a la que se atiene de forma rigurosa e inconsciente. -¿Querría cambiar su modo de reaccionar o el de su compañera?

– ¿Se imagina, en su caso, una pareja exenta de conflictos y divergencias o una pareja capaz de superar las divergencias?

Si no he entendido mal, lo que quiere decir es que si los dos no están afinados con la misma nota (en el sentido musical del término) siempre significa, y subrayo el siempre, que la partitura estará llena de disonancias. ¡No existe entonces para usted la belleza de la armonía! Concierto para violín de Brahms en Re mayor (Si escucháis este enlace podréis apreciar desde el minuto 8:00 al 8:23 bellísimas disonancias, ¡vivan las disonancias!) Hasta ahora el objetivo de Fabio siempre ha sido construir una pareja perfecta, ¡en la que no existan divergencias y afinada en todo! Una convicción, un modelo de referencia ideal que, asumido como tal, ha comportado una serie de actitudes mentales y de conducta -un autoengaño, justamente, que hacen que Fabio persiga un objetivo imposible. [] Fabio no discute su reacción de rabia, que considera adecuada, sino que cree que no debe manifestarla porque si sale al exterior podría destruir la pareja. [] Resultado: el malestar que siente es provocado por esta lucha por el control de las emociones negativas, por las dudas sobre la calidad de la relación y por el miedo a perder a la mujer que ama. [] Su postura ante el problema está constituida -técnicamente hablando- por auténticos dobles vínculos que lo atrapan en un impasse sin solución, basado en el autocontrol: cualquier cosa que haga amenaza su creencia (el doble vínculo es un constructo psicológico elaborado por Bateson, Jackson, Haley y Weakland y utilizado luego por otros miembros de la Escuela de Palo Alto: en una relación significativa una de las dos partes se coloca en una situación tal que cualquier reacción suya es equivocada). [] En realidad se trata de una pareja simétrica en la que se niega lasimetría (“Todos los intercambios de comunicación son simétricos o complementarios, según estén basados en la igualdad o la diferencia”, Watzlawick, Beavin, Jackson. Tenemos una interacción simétrica cuando el comportamiento de un miembro de la pareja tiende a forzar el del otro y viceversa). Aunque la simetría expresa sería la máxima aspiración de Fabio, no puede ponerla en práctica porque si manifestase divergencia, desde su punto de vista la pareja ya no sería como él cree y quiere. En realidad, Fabio es un luchador que no sabe cómo luchar. La terapia se desarrolló en dos niveles: -Mediante el coloquio terapéutico al paciente a modificar su propia

creencia disfuncional. A través de la “inoculación de la duda“, que es una táctica específica de intervención, se le indujo a añadir otros puntos de vista al suyo propio, a fin de hacer emerger el límite de la creencia sin renunciar al objetivo prioritario del trabajo terapéutico: salvar la pareja. -Al mismo tiempo se introdujeron pequeñas simetrías explícitas, aunque protegidas por la “táctica de la anticipación“: por ejemplo, se le pidió al paciente que en los momentos de control de la rabia le dijera a su compañera: Voy a decirte una cosa que puede herirte, cuando me hablas de este modo me pongo furioso por dentro, aunque no te lo digo…

Ilustración de Riki Blanco Al principio Fabio contempló con desconfianza esta indicación y durante un tiempo no fue capaz de ponerla en práctica por miedo a causar un daño irreparable a su relación. Cuando finalmente puso en práctica la prescripción, ella replicó ¡con un beso apasionado! Como cabe imaginar, esto permitió a Fabio interrumpir su maldito esfuerzo por controlar sus pensamientos y sus reacciones. De este modo se fue resolviendo la forma de comunicarse de ambos, hasta llegar a asimilar la idea de que la diversidad y la divergencia pueden ser ingredientes de la “pareja perfecta”. [] En el caso de Fabio, como de tantos otros -tal vez la mayoría de nosotros-, las convicciones acerca del funcionamiento de la pareja suenan así: “Mi pareja, para estar en la situación ideal,debe funcionar así y así”. Es ese “debe” el que expresa la rigidez de la creencia, el anquilosamiento progresivo en la utilización de las soluciones intentadas disfuncionales. [] La mayoría de las veces las parejas explotan porque no reconocen o subestiman las certezas a las que cada uno de los dos se remite, porque frente a la primera manifestación de malestar cada uno reacciona según sus propias convicciones y su propio autoengaño”. (De “Psicopatología de la vida amorosa”. E. Muriana y T. Verbitz. Herder) Comparte esto:

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COMUNICACIÓN PERSUASIVA (II) 18/09/2011 Alicia García Aguiar 0 comments comunicación, curar la escuela, diálogo estratégico, evocar sensaciones, Ilusión de alternativas, Pascal, reestructuración,técnica de la anticipación

Blaise Pascal “La primera regla que debe aprender un comunicador que desee ser persuasivo deriva de una máxima curiosa citada por Aristóteles, pero tomada de los sofistas: Si quieres persuadir a alguien, hazlo mediante sus propios argumentos. [] Pascal nos lo confirmará con más precisión aún en sus Pensamientos cuando, hablando de corregir las malas costumbres, afirma que antes de iniciar un correctivo hay que identificarse con el punto de vista desde el que el individuo percibe la realidad, hasta considerar razonable precisamente aquello que queremos corregir. Una vez hecho esto, y sin contradecir al interlocutor, se añadirá algo, alguna perspectiva nueva. Pascal cree que la mayoría de las personas se niegan a aceptar que han visto cosas erróneas, pero al mismo tiempo están dispuestas a admitir que no lo han visto todo y que tal vez quede algo más por ver. Esto, naturalmente, si no se las contradice y descalifica. [] La segunda regla consiste en evitar todas las fórmulas lingüísticas negativas y utilizar una modalidad dialógica orientada a lo positivo. En lugar de decir Lo que dices no es correcto, la expresión Podría funcionar, pero tal vez hay algo que funciona todavía mejor. O bien en vez de decir No lo has entendido,es mejor afirmar que nos hemos explicado mal.

La tesis del adversario nunca ha de ser descalificada (Nardone, Watzlawick, 1990), porque además, cuanto más se le pide a alguien que no haga algo, por un efecto paradójico y transgresivo, más ganas tendrá esa persona de rebelarse y resistir.[] Flexibilidad y suavidad, además de tolerancia, son características imprescindibles para un persuasor, que ha de ser capaz de ablandarse o endurecerse según lo exija el contexto comunicativo en que interactúa.[] LAS TÉCNICAS INDIVIDUALES DEL DIÁLOGO ESTRATÉGICO Preguntas de ilusión de alternativas: La ilusión de alternativas es un instrumento muy refinado que podemos utilizar cuando queramos hacer preguntas directas o bien cuando queramos inducir al que tenemos delante a hacer algo que no haría en respuesta a una petición directa. Las preguntas con ilusión de alternativas forman parte de la técnica más amplia y compleja del diálogo estratégico. Éste nació como evolución espontánea de la modalidad de realizar la primera sesión en el ámbito clínico, que pasó de ser un encuentro con finalidad diagnóstica a un momento esencial de intervención terapéutica. []

El imperio del astuto Alejandro Magno Exactamente como hacía Alejandro Magno, que ganó casi todas sus batallas con un arma tal vez más poderosa, y con toda seguridad menos costosa, que las armas tradicionales. Lo que hacía era plantear al gobernante del territorio que se disponía a conquistar la pregunta: ¿Prefieres que destruya tus bienes, viole a las mujeres, mate a los niños, masacre a tus hombres, o seguir gobernando tu tierra, manteniéndote como regente en nombre de Alejandro? El propio Milton Erickson, cuando intentaba hacer comer a su hijo, le preguntaba: ¿Quieres beber esta taza de leche ahora o prefieres beber dos dentro de un cuarto de hora? La ilusión de alternativas consiste en ofrecer a nuestro interlocutor dos alternativas de respuesta, una de las cuales, con la imposición de un comportamiento, deberá ser mucho más costosa, inoportuna, dura y difícil que la otra, que es la que queremos que se realice. La técnica funciona muy bien precisamente porque, desde un punto de vista histórico y cultural, estamos habituados, siguiendo una visión maniqueísta, a separar las cosas en contrarios: blanco/negro, verdadero/falso. Si proponemos los dos

marcos, construimos una especie de cuadro lógico dentro del que sólo se contemplan estas dos posibilidades. La ilusión es doble: la de tener únicamente dos posibilidades y la de ser nosotros -que respondemos- los que elegimos, mientras que quien pregunta ya sabe de antemano qué alternativa elegiremos. [] Muchas veces se asocia la intervención estratégica con el concepto de manipulación, pero muy pocas veces se tiene en cuenta lo que muy bien ha expresado Giorgio Nardone, replicando en una conferencia a esta crítica con las siguientes palabras:

Si vas a un cirujano y te extirpa un cáncer, ¿te manipula o no te manipula? Tiene que hacerlo. Si me lanzo al agua para salvar a una persona que se está ahogando, ¿la manipulo o no la manipulo? Pues bien, ¿Cuál es la diferencia si acude a mí una anoréxica de 30 kilos de peso que está en peligro de muerte? Tengo que extirparle el cáncer mental que la induce a seguir sin comer, y si utilizo una comunicación manipuladora y lo consigo, ¿es ético o no es ético? Si libero a una persona de un trastorno obsesivo-compulsivo que le induce a lavarse repetidamente hasta gastarse las manos o el cuerpo, y para ello utilizo técnicas manipuladoras, ¿es ético o no es ético? Sin duda, lo es. No es el instrumento en sí lo que es ético, sino el uso que de él hago. La técnica de la anticipación

Extraordinariamente útil cuando sabemos que tenemos que decir a la otra persona algo provocador, o que afectará de manera profunda a su sensibilidad, o que sabemos que le resultará difícil de aceptar. Por ejemplo, diremos previamente: Sé que lo que voy a decirte te molestará, pero tengo que decírtelo, porque de lo contrario no te ayudo. De igual modo, si sabemos que lo que vamos a decir provocará una reacción airada o especial, lo anticiparemos diciendo: Voy a decirte esto, sabiendo que te va a provocar estas reacciones. Si el otro se enfadara

después de habérselo anticipado, nos estaría dando la razón, cosa que en la mayoría de casos no querrá hacer; por lo tanto no se enfadará. Reestructuración Presentar varias perspectivas en vez de intentar corregir al otro, evitando así contradecir su postura, pero haciendo que éste cambie desde dentro. Tras dos o tres preguntas, adoptando una posición one-down (la posición del que aparentemente se despoja del papel de experto, para que el interlocutor tenga la sensación de que es él quien dirige la conversación y el proceso de cambio), se utilizan las respuestas obtenidas para formular una definición del funcionamiento del problema que compruebe su correcta comprensión, sin proponer ninguna valoración o interpretación. La petición de confirmación por parte del experto no es sólo una comprobación de que el diagnóstico es correcto, sino que es ya en sí misma una inducción al cambio, al crear un clima de colaboración y persuadir al paciente de la pertinencia de esa visión. Una vez identificado el círculo vicioso patógeno, el individuo descubre que sus intentos de solución no sólo no mejoran su situación, sino que la mantienen e incluso la empeoran. Este descubrimiento provocará un cambio inevitable en sus reacciones respecto a las situaciones problemáticas. Si, por el contrario, el paciente no expresa su acuerdo respecto a la paráfrasis, es que estamos desencaminados y hay que corregir el tiro. Evocar sensaciones

Los cambios son inducidos a través de las sensaciones que se provocan; por tanto, es esencial recurrir al lenguaje evocador. La formulación ha de estar en sintonía con el estilo comunicativo y las características personales del sujeto, y ha de ser coherente con el estilo personal y relacional de quien lo utiliza. Además, ha de ser presentada en el momento más idóneo del diálogo y con la forma verbal y no verbal más eficaz. Utilizar la doble vía del hemisferio izquierdo, encargado de la comprensión a través de la explicación, [] cuya activación nos permite comunicar las informaciones de forma lineal, con referencias empíricas y con un lenguaje lógico, y del hemisferio derecho, relacionado con las sensaciones/emociones. [] El hemisferio derecho nos permite usar imágenes metafóricas o de la naturaleza, aforismos e incluso anécdotas de

la vida diaria, relacionadas con las percepciones que no pasan por una codificación lógica, sino que son prerrogativa de la parte más antigua y visceral de nuestra mente. Resumir para redefinir Con una especie de hiperparáfrasis que redefine el proceso de diálogo estratégico llevado a cabo, se consolidan e incrementan los efectos anteriormente inducidos, haciéndolos confluir hacia el cambio. Ese marco conclusivo se fijará en el paciente como la representación mnemónica de algo que está ya realizado, y no por realizar, anulando así las resistencias e incrementando las expectativas positivas, así como la sensación de control por parte del sujeto. Finalmente, la redundancia en el resumen produce efectos fuertemente sugestivos que potencian el efecto de la maniobra misma, puesto que al proceso terapéutico en curso se añade también un efecto hipnótico. [] Prescribir como descubrimiento conjunto Cuanto se ha descubierto, acordado y redefinido en el diálogo se traduce en deberes que hay que realizar. La evolución armoniosa del diálogo estratégico en las prescripciones que hay que cumplir hace que estas últimas sean no sólo aceptables, sino inevitables. El arte de la terapia, en la práctica, no consiste en hacer deseable el cambio, sino en hacer que resulte inevitable. “ (De “Curar la escuela. El Problem Solving Estratégico para profesionales de la educación“. Elisa Balbi y Alessandro Artini. Herder) Comparte esto:

Tag Archives: truco

desvelado LA ESTRATAGEMA DESVELADA 30/06/2012 Alicia García Aguiar 0 comments truco desvelado

“La estratagema de la estratagema desvelada corresponde aparentemente a la ausencia de estratagemas, mientras que es la más sutil de todas. A este propósito me complace recordar un hecho singular acaecido en el lejano 1993 durante un seminario sobre el tratamiento de los trastornos de la alimentación en Milán. Gianfranco Cecchin me llamó diciendo que, junto a Luigi Boscolo, tendría mucho gusto en venir a ver cómo trabajaba. En la comida me preguntó una cosa curiosa: “¿Por qué tú, en tus libros, explicas todos tus trucos? Entonces los pacientes los saben y ya no los puedes utilizar”. Yo le respondí, como hago con mis pacientes, que si conocen los trucos, de oculto, resulta desvelado, de modo que funcionará mucho mejor. Normalmente acabo diciendo: Ahora solo tenemos que descubrir si aplicado en usted tendrá el efecto número uno o número dos. Así transformo una lógica del truco escondido en una lógica del truco desvelado, o una profecía que se autorrealiza. Se trata de la más sutil de las estratagemas que se aplica cuando el otro conoce la estratagema, por ejemplo, con personas expertas. Desde hace muchos años me encuentro que tengo que hacer de psicólogo de psicólogos, psiquiatras, psicoterapeutas, o médicos que han leído mis libros y aprecian el modelo” (De “Surcar el mar sin que el cielo lo sepa. Lecciones sobre el cambio terapéutico y las lógicas no ordinarias”. Giorgio Nardone y Elisa Balbi. Herder)

Tag Archives:tartamudez LA TARTAMUDEZ Y SUS REMEDIOS 21/03/2013 Alicia García Aguiar 0 comments niños, tartamudez

La edad escolar representa también el periodo en el que los trastornos del lenguaje, si no se superan, tienden a estructurarse como verdadero trastorno. El más frecuente es sin duda la tartamudez. Ésta puede consistir en un simple titubear sobre algunas letras u puede volverse un problema invalidante en la comunicación: el sujeto se atasca repetidamente y a menudo no consigue terminar lo que intenta decir. Para el tratamiento de la tartamudez existen algunos programas que han demostrado ser muy

eficaces. Sin embargo, consideramos que es importante adaptar la intervención siempre a cada caso. A veces no es necesario someterse a tratamientos prolongados, y puede ser suficiente mucho menos para resolver el problema. Muy a menudo la tartamudez puede estar conectada a un trastorno de ansiedad, y la intervención resolutiva sobre tal malestar conduce a su consiguiente solución. Otras veces, la dificultad a expresarse emerge como efecto de la agitación que siente el sujeto frente a la necesidad de hablar, sobre todo en situaciones importantes o emocionantes. En este caso hemos experimentado quesimplemente enseñando al sujeto a enlentecer el discurso y a hablar de barriga y no de garganta, como hacen los actores y cantantes líricos, es suficiente para eliminar el problema. En otros casos, a esto se une una suerte de adiestramiento a hablar usando los ritmos musicales (lento, adagio, andante, moderato, allegro, presto, prestissimo). Además de la modulación y la gestión del tono y del ritmo, lo que produce el efecto terapéutico es el hecho de que el sujeto, concentrándose en esta tarea, deja de combatir contra el evento temido, liberándose de la trampa del intento de control que hace perder el control. En casos todavía más complejos se guía al sujeto a provocar voluntariamente el síntoma para adquirir el control, generando un efecto paradójico que a veces consigue desarticular la tartamudez. En todo este trabajo, se implica a los padres para que guíen al hijo a poner en práctica las indicaciones, a menudo poniéndolas en práctica ellos mismos: no son raras las situaciones en las que la tartamudez afecta a más de un miembro de la familia.

(De “Aiutare i genitori ad aiutare i figli. Problemi e soluzioni per il ciclo di vita”. Giorgio Nardone. Ponte alle Grazie)

Autor: Alicia García AguiarPsicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone

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Tag Archives:sugestiones

indirectas SUGESTIONES INDIRECTAS POR JEFFREY ZEIG 06/05/2012 Alicia García Aguiar 0 comments Jeffrey Zeig, prescripción del síntoma, sugestiones indirectas,técnica de la confusión

“Prueban una sugestión directa cortada a la medida y no funciona. Y después prueban sugestión directa con hipnosis y tampoco funciona. ¿Qué harían entonces? Sugestión indirecta. Y es en este punto en donde el enfoque ericksoniano puede ser más valioso. Si están bloqueados en un punto, las siguientes técnicas estarán enfocadas a incrementar lo indirecto. Esta es la segunda ley de Zeig, que nunca será famoso. Esta ley establece que la cantidad de indirección que tiene que emplearse es directamente proporcional a la resistencia percibida. Hay toda una lista de intervenciones que aprendemos de la hipnosis y que son maneras de envolver las ideas como regalo. Le puedo decir al paciente: “¡Alégrate!” usando sólo sugestión directa, hipnosis y sugestión directa, reenmarcando, usando directivas, prescripción de síntomas, desplazamientos, orientación hacia el futuro. Puedo usar cualquiera de estas técnicas para envolver como

regalo la idea de “Alégrate”. Lo primero que yo haría sería usar una sugestión indirecta simple, por ejemplo, una forma de lenguaje llamadapresuposición. Debe haber diez o tal vez quince formas distintas de sugestión indirecta, la presuposición es sólo una de ellas. [] Podemos utilizar presuposiciones respecto al tiempo, al lugar o al proceso. [] Se vuelven hacia el paciente y le dicen Yo no sé cuándo te vas a alegrar. Esto presupone que se va a alegrar, es sólo cuestión de tiempo. “Yo no sé cuándo te vas a alegrar”, “tú no sabes cuándo te vas a alegrar”, “tu mente consciente no sabe cuándo te vas a alegrar, sólo tu mente inconsciente lo sabe”. Todas estas son presuposiciones de tiempo. También puedes hacer presuposiciones de lugar: “Tú no sabes dónde te vas a alegrar”, “yo no sé dónde te vas a alegrar”, “no podemos predecir todos los lugares en los que vas a descubrirte a ti mismo feliz”. Esto presupone que la persona puede cambiar su estado de ánimo, es sólo una cuestión de lugar. Proceso: “Yo no sé cómo te vas a alegrar”, “no puedes predecir todas las maneras en que te vas a alegrar”, presuponen. []

¿Ustedes creen que una simple sugestión indirecta es ya una terapia adecuada? No, muy pocas veces es suficiente, aunque esté bien cortada a la medida y bien envuelta. Pero a veces puede ser que sí hagan terapia con una sola sugestión indirecta. Hay un caso de Erickson que podemos juzgar si fue exitoso o no. Estaba dictando una conferencia a una audiencia de médicos. Uno de ellos, llevó a un jovencito que tenía un problema caracteriológico y estaba realizando actuaciones (actings out) , para que fuera sujeto de una demostración de terapia. El muchacho estaba creando problemas a su comunidad con su mala conducta. Se sentó en el escenario junto a Erickson. Erickson dictaba su conferencia a la audiencia de médicos mientras el muchacho estaba sentado de cara frente a ellos. En ningún momento Erickson hizo ningún tipo de terapia con él. No hizo hipnosis, no hizo ninguna demostración. Sólo dictó su conferencia a la audiencia. Al final de la exposición, justo cuando Erickson ya se iba, miró al muchacho y le dijo: “Realmente yo no sé cómo vas a cambiar tu comportamiento; realmente no sé cómo”.la historia termina en que el joven creció y se convirtió en un abogado. No sabemos si fue un caso exitoso o

no (se ríe). Por lo tanto, es posible hacer terapia con una sola sugestión indirecta. Pero para mí la sugestión indirecta es como escalar una montaña. Cambiar el estado de ánimo de un paciente deprimido se vive como escalar una montaña. La sugestión indirecta es como dar el primer paso y todas estas técnicas son maneras de dar pasos. Para transmitir la idea “sé flexible en tu estado de ánimo” puedo necesitar sugestión directa, hipnosis, sugestión indirecta, prescripción del síntoma, anécdotas, etc. Después hacen lo mismo con ser positivo, y lo mismo con vivir a través del tiempo, y lo mismo con ser más activo y lo mismo con ser externo. Encuentren diferentes maneras de envolverlas, hasta que el paciente las tome. Otra forma de envolver ideas es ofrecer directivas. Si quieren aprender sobre cómo dar directivas en terapia, consulten la obra de Jay Haley y Cloe Madanes que hacen un trabajo excelente con directivas estratégicas. Se trata de dar al paciente tareas. Por ejemplo, “esta semana salga de su casa, vaya a un parque y observe a los niños”. Con esta tarea, el paciente va a estar rodeado de gente que es flexible, positiva, externa, activa. Lo ponen en una situación en que va a empezar a entender estos comportamientos que son las metas que queremos lograr con él. Si no funciona, pueden probar la prescripción del síntoma. Para prescribir el síntoma, le dicen al paciente: “Yo no quiero que estés feliz esta semana”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta. Implica que la semana siguiente va a ser diferente. “No quiero que estés feliz en la casa”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta de lugar. “No quiero que descubras formas en que puedes ser feliz”, presupone que hay maneras de ser feliz. Son prescripciones del síntoma y al mismo tiempo sugestiones indirectas. [] Con pacientes desafiantes, utilicen la prescripción del síntoma para hacerlos salir del problema metiéndolos en una paradoja. El paciente desafiante se rebela contra la tarea y así se cura.

Supongamos que emplean la prescripción del síntoma cortada a la medida y tampoco funciona. Pueden entonces tratar con un reenmarque. Y pueden tal vez combinar un reenmarque con prescripción del síntoma y sugestión indirecta. Le dicen al paciente: “Yo no

quiero que seas feliz todavía, no quiero que cambies tu estado de ánimo todavía porque tu esposo no puede enfrentar su depresión, y mientras tú permanezcas deprimida, él no tiene que enfrentarse con su propia depresión. Y todavía no está suficientemente fuerte como para hacerlo. Así tienes que permanecer deprimida hasta que logremos que él se fortalezca”. De este modo, la depresión queda reenmarcada. Ya no es una enfermedad sino que sirve al funcionamiento del sistema pareja. Ustedes siguen la trama del diagnóstico, determinan cuál es la función que tiene un problema en el sistema y lo prescriben. Si la depresión es una forma de cuidar a otros miembros de la familia, prescriben la función sistémica de ese problema, la reenmarcan. El reenmarque opera en el nivel de las actitudes. Cambian la actitud de la gente frente al problema. Lo que antes era negativo, se vuelve positivo. [] Otra técnica sería el desplazamiento. Pueden mover la depresión. La pueden desplazar del resto del cuerpo hasta los pies. Hipnotizan a la persona y le dicen que la depresión se está moviendo hacia los pies. Suena loco pensar en desplazar un problema, pero no es tan ilógico porque de hecho el paciente ya está desplazando el problema. Está, por ejemplo, tomando la ansiedad de la familia y transformándola en depresión dentro de su cuerpo. El paciente está tomando una preocupación y la está desplazando a un dolor de cabeza. Si el paciente desplaza en forma negativa, ustedes pueden desplazar en forma positiva. Orientación al futuro. Ustedes pueden hacer que un paciente se imagine a sí mismo en el futuro y les describa cómo solucionó el problema. La hipnotizan haciendo una progresión en el tiempo, para que pueda mirar hacia atrás cómo solucionó el problema. []

La técnica de la confusión es otro método para presentar una sugestión. Tienen una meta y crean una confusión, escuchen esto:

“Tu mente consciente tiene formas de entender las cosas y tu mente inconsciente tiene formas de entender las cosas, pero el tipo de entendimiento consciente que tu mente inconsciente puede entender, es diferente del tipo de entendimiento inconsciente que tu mente consciente puede entender, pero de vez en cuando hay malentendidos y puedes inconscientemente entender tus malentendidos conscientes mejor de lo que conscientemente puedes entender tus malentendidos inconscientes, pero la clase de malentendidos inconscientes que no puedes entender conscientemente, son diferentes de la clase de malentendidos inconscientes que puedes conscientemente entender pero tú no puedes realmente entender hasta que…te alegras esta semana”.

Ya para ese momento están confundidos, no deprimidos. Si lo hacen demasiado largo, deprimen al paciente. La técnica de la confusión es una de las contribuciones más originales de Erickson. []

La utilización establece que cualquier técnica que use el paciente para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Esta es la Tercera Ley de Zeig: cualquier técnica que el paciente utilice para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Si el paciente usa confusión para ser paciente, ustedes pueden usar confusión para ser terapeutas. Si el paciente usa desplazamiento para ser paciente, ustedes pueden usar desplazamiento para ser terapeutas. Si el paciente tartamudea para ser paciente, ustedes pueden tartamudear para ser terapeutas. Esto elimina la necesidad de memorizar una lista de técnicas. No tienen que aprendérselas de memoria, sólo observen al paciente. Sea cual sea la técnica que él utilice para ser paciente, ustedes utilicen la misma técnica para ser terapeutas. Envuelvan como regalo utilizando el estilo del paciente.”

(De “Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con Jeffrey Zeig. Teresa Robles. Instituto Milton Erickson de la ciudad de México) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 116Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)116 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

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enemigo al desván DICCIONARIO INTERNACIONAL DE PSICOTERAPIA: LA TÉCNICA DEL CHECK-UP HIPONCONDRÍACO 22/05/2013 Alicia García Aguiar 0 comments hipocondria, subir al enemigo al desván, surcar el mar

En el ámbito de la psicoterapia breve estratégica modelo Nardone, prescripción del síntoma utilizada para los trastornos de matriz hipocondriaca. La técnica consiste en pedir al paciente que realice una tarea ritualizada de búsqueda voluntaria de todos los síntomas/indicadores de la presencia de eventuales enfernedades. La petición paradójica es altamente estructurada y es comunicada en modo sugestivo. Al paciente, por ejemplo, se le puede pedir que inspeccione su propio cuerpo en momentos precisos del día -nada más levantado, después

del almuerzo y después de la cena- para que busque posibles indicadores de enfermedad y ponga por escrito con todo detalle todos los síntomas identificados. La prescripción es una típica aplicación de la estratagema surcar el mar a espaldas del cielo, porque es presentada al nivel comunicativo como una suerte de detallado chequeo diagnóstico que tiene como finalidad la de identificar los eventuales procesos patógenos en curso, cuando en realidad el objetivo es principalmente terapéutico: modificar las percepciones/reacciones hipocondríacas del paciente. La lógica de esta prescripción sigue una clásica modalidad de intervención de M. Erickson, el cual tendía a menudo a transformar un comportamiento sintomático en uno voluntario y obligado, que asumía por el paciente el valor de ordalía, es decir una tarea muy fatigosa, gravosa o aburrida de desarrollar. La estrategia es aquella de hacer subir al enemigo al desván y después retirarle la escalera: la prescripción se percibe al principio por el paciente como positiva, oportuna, saludable, pero se transforma velozmente en lo contrario y lo empuja a abandonar su síntoma. El automonitoreo diagnóstico tiene el disruptivo efecto de modificar la percepción del paciente, aumentando la sensación de familiaridad con las normales alteraciones/fluctuaciones fisiológicas corporales que precedentemente se percibían como amenazantes. (De “Dizionario Internazionale di Psicoterapia“, Giorgio Nardone y Alessandro Salvini, Garzanti)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+ Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 1Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)1 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

TRATAMIENTO DEL VOMITING (II) 06/06/2012

Alicia García Aguiar 0 comments subir al enemigo al desván, surcar el mar, técnica del intervalo, vomiting

2) Transgresoras conscientes pero arrepentidas. Estas pacientes, si bien son conscientes de lo placentero de su ritual, están cansadas de ser poseídas por el demonio y en general son más bien colaboradoras y propensas a seguir las indicaciones del terapeuta. Las soluciones ensayadas en estos casos la tentativa por reducir o controlar los atracones y el consecuente vómito, con el resultado del aumento del ritual. Con esta tipología se utiliza una táctica que, en vez de basarse en el control del síntoma, altera la percepción agradable que hace irrefrenable la compulsión por comer y vomitar (técnica del intervalo):

Entonces, ¿estás realmente dispuesta a hacer de todo para dejar de ser poseída por este demonio? Pues bien, a partir de ahora y hasta la próxima vez que nos veamos yo no tengo la menor intención de pedirte que hagas un esfuerzo por no comer y vomitar, total, no eres capaz, hazlo pues todas las veces que desees. Pero tendrás que hacer lo que te indico. Desde ahora y hasta la próxima sesión, comerás y vomitarás, comerás y comerás…como a ti te gusta tanto. Cuando hayas acabado de comer, en el momento en que generalmente tienes que ir a

vomitar, te detendrás, te procurarás un despertador, lo programarás para media hora más tarde y durante media hora esperarás, sin hacer nada, sin comer nada más, ni sólido ni líquido. Cuando suene el despertador correrás a vomitar, ni un minuto antes, ni un minuto después. Si se consigue hacer que esta prescripción sea respetada, se interrumpe la secuencia temporal del ritual y de esta manera se altera su irrefrenable placer. [] De este modo nos apoderamos del síntoma a través de una maniobra terapéutica que recalca su estructura pero que, al mismo tiempo, invierte su sentido llevándolo hacia la autodestrucción. O bien, en otras palabras, se hace subir al enemigo al desván y se le quita la escalera. Si la paciente vomitadora acepta esta prescripción, en el transcurso de las sesiones sucesivas se aumenta el intervalo a una hora, una hora y media o dos horas, hasta que, llegados a tres horas o tres y media, en general dejan de vomitar. [] La técnica del intervalo, que altera la espontaneidad de la secuencia, no sólo quita placer al acto liberatorio de vomitar, sino que, con la prolongación del intervalo de tiempo lo hace cada vez más laborioso y desagradable. De este modo, un rito basado en el placer se transforma en una verdadera tortura. Además, a partir del momento en que estas jóvenes dejan de vomitar, se normaliza igualmente su relación con la comida, en el sentido de que, temiendo engordar, dejan de darse atracones y de consumir enormes cantidades de comida. En estos casos, paralelamente a la reducción del síntoma, vuelve a ganar terreno la vida social e interpersonal, sobre todo en una dinámica de placer en las relaciones con el otro sexo. 3) Transgresoras conscientes y complacidas. Son las menos colaboradoras, no tienen ninguna intención de dejar de comer y vomitar y tienden por lo tanto a sabotear la terapia. Con esta tipología es necesario utilizar estrategias muy indirectas. [] Hay que utilizar su narración ampliándola. Durante toda la sesión el terapeuta utiliza y recalca el lenguaje del paciente, secundando la lógica del placer:

Tienes toda la razón, el placer es lo más importante, además, es todo lo que tienes, es lo más bello.

De este modo guiará a la paciente a describir detalladamente su perversión, y en general una paciente vomitadora se presta a esto con mucho gusto. Quiero realmente entender, ¿qué te da placer, cuáles son las comidas más ricas, de qué manera te gustan más? ¿te gustan más de día o de noche? ¿comer sola o mientras te observan? ¿comer rápidamente o lentamente? ¿Sientes el placer de la comida en la boca llena o en el estómago? Tras lo cual el terapeuta pasa a la siguiente maniobra:

Ah, claro, te gusta muchísimo comer, aunque para mi finges ser una verdadera transgresora pero en realidad no sabes hacerlo. Es más, te diré que a mi juicio no sabes gozar como se debe. Si quieres, puedo enseñarte a gozar más, dado que tú comes lo que encuentras al azar…Como en un juego erótico, ¿no crees que es más importante la calidad que la cantidad de los coitos? así que, ¿para qué vomitar comer y vomitar tres o cinco veces al día? Yo creo que las veces en las que te sientes realmente satisfecha son pocas. ¿Por qué no seleccionamos juntos cuál es el mejor modo de hacerlo, las comidas que más te gustan, dónde te gustan más, a qué hora te gustan más? ¿Alguna vez has hecho una selección? Yo propongo que sea una vez al día hecho realmente bien. Entonces, para la próxima vez, piensa cúal es la comida que más te gusta, en qué secuencia, lugar o momento del día. Te propongo que durante esta semana, pasada la medianoche, que es la hora del sabbat de las brujas, cuando todos estén acostados, bajes descalza a escondidas, prepares mentalmente todos los platos y lo hagas de la manera más placentera y transgresora posible. Después, regresas a la cama. Con esta táctica el terapeuta ayuda progresivamente a la paciente a delimitar la búsqueda del placer, construye junto a ella el atracón perfecto y aguijonea todavía más sus impulsos transgresores. De este modo, al enseñarle a delimitar y seleccionar el placer, obtiene el importante resultado de hacerle reducir cada vez más la frecuencia del ritual. Al aumentar la calidad de los atracones se produce una espontánea reducción de su cantidad, siguiendo la estratagema china surcar el mar a espaldas del cielo. En unos meses se las llevará a comer y vomitar una vez a la semana,

de manera ritual. Entre tanto, el terapeuta trabaja igualmente a nivel relacional, guiando a las transgresoras complacidas a descubrir placeres distintos al comer y vomitar. De hecho, el límite de cada placer es un placer mayor. (De “Las prisiones de la comida”. Giorgio Nardone, Tiziana Verbitz y Roberta Milanese. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

EL CONTROL PATOLÓGICO DEL MIEDO: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO 27/04/2011 Alicia García Aguiar 0 comments Conocer a través del cambio, creencias, lógica no ordinaria, matar a la serpiente, obsesivo-compulsivo, prescripción de las 5 veces, ritual,solución intentada, subir al enemigo al desván

“El sistema perceptivo-reactivo típico de los síndromes obsesivocompulsivos se mantiene por las soluciones intentadas de evitación y control de las situaciones de ansiedad a través de rituales compulsivos de reparación o prevención. Losrituales de reparación se realizan para intervenir y reparar después de que el evento temido haya tenido lugar, para que el paciente no se sienta en peligro, y se orientan al pasado. Losrituales preventivos se enfocan a anticipar la situación aterradora para propiciar la cosa o evitar un resultado peor; por tanto se orientan hacia el futuro. Sin embargo, resultados de recientes experimentos empíricos revelan que existen dos variantes de rituales preventivos: los racionales-preventivos y lospropiciatorios de razonamiento mágico. Los rituales racionales-

preventivos surgen de la creencia del paciente de que haciéndolo de este modo previene ciertas situaciones de miedo del suceso, por ejemplo, contaminarse o infectarse, perder el control, etc. El otro tipo de ritual preventivo es una forma de razonamiento mágico altamente vinculada a creencias de fatalismo religioso, convicciones supersticiosas, confianza en poderes extraordinarios, y así. []

Es de extrema importancia apoyar y aceptar sus fijaciones y sus deformados y aparentemente ilógicos rituales. Sin embargo, aunque los rituales obsesivo-compulsivos van más allá de la noción ordinaria de las cosas, no son ilógicos sino que siguen una lógica no ordinaria. Para poder cambiar su equilibrio, necesitamos asumir la misma lógica no ordinaria cuando ideamos estrategias terapéuticas. [] El terapeuta debe pedirle que lo haga , sugiriéndole para gestionar sus necesidades y poder controlar su miedo. [] Al utilizar medios de contrarritual, el terapeuta puede reorientarla hacia su destrucción. En otras palabras, la terapia necesita seguir la aparente lógica demente que subyace en las ideas y acciones del paciente, declarando al paciente que lo que siente y hace tiene sentido. Después, la intervención continúa dando al paciente un contrarritual específico preestablecido. [] Por ejemplo, si la compulsión es verificar algo una y otra vez para asegurarse de que se ha hecho correctamente, la prescripción, utilizando la lógica numérica del control patológico, será la que haga que el paciente lleva a cabo su verificación exactamente un número prescrito de veces (prescripción de las 5 ó 10 veces), cada vez que siente la necesidad de controlarse.

Desde ahora hasta la próxima sesión, cada vez que usted realice un ritual, ha de hacerlo 5 veces-ni una menos ni una más-. Puede evitar hacer el ritual; sin embargo, si lo hace, tiene que hacerlo exactamente 5 veces, ni una más ni una menos. Puede evitar hacerlo, pero si lo hace una sola vez, ha de hacerlo 5 veces…

La estructura lógica de esta aparentemente sencilla prescripción es la de una antigua estratagema: Dejar que el enemigo se suba al desván y después quitarle la escalera . La forma en cómo se comunica la prescripción es muy importante aquí. La comunicación se basa en una asonancia lingüística hipnótica, repetida redundantemente, y en un mensaje post-hipnótico, expresado en un tono de voz más marcado. [] De esta forma, el terapeuta asume el control de la ejecución del ritual. El paciente estaba antes forzado por su fobia a realizar sus rituales; sin embargo, ahora está impulsado por la terapia a hacerlo. Esto significa que el paciente adquiere indirectamente la capacidad de controlar la sintomatología en lugar de ser controlado por ella. [] El hecho de que ahora sea capaz de controlar las previas acciones patológicas siguiendo las indicaciones terapéuticas significa que llegará a un punto en que las podrá detener. Y normalmente esto es lo que ocurre. [] Explican que llevar a cabo sus rituales resulta muy aburrido y confiesan que, de forma extraña, ya no sienten la necesidad de realizarlos []. En la fase siguiente del protocolo, se mantiene esta prescripción y normalmente el número de repeticiones que hay que realizar se aumenta, , mientras empezamos a guiar al paciente a enfrentarse directamente a las situaciones de miedo anteriores(prescripción de “la peor fantasía“). [] En el caso de fórmulas mentales rituales que se repiten compulsivamente, hemos ideado estratagemas que se basan en la lógica de matar la serpiente con su mismo veneno. [] Desde este momento hasta que nos volvamos a encontrar, cada vez que repita una de sus fórmulas, ha de repetirla al revés. Haga todas las repeticiones que hace normalmente, pero hágalas en sentido contrario. Por ejemplo, si usted siente que ha de repetir la palabra “día”, que sea “aid”. [] Si la fórmula se compone de más palabras y números, el ejercicio será más difícil. En todo caso, usted tiene una mente bien entrenada, ¿no es cierto? […] Por ejemplo, pacientes que tienen miedo a la contaminaciónde alguna clase y se lavan continuamente, se limpian y se esterilizan a sí mismos, sus casas y otras pertenencias. Sin embargo, de forma paradójica, es cuando todo está totalmente limpio y esterilizado que tienen miedo de que la contaminación comience a crecer, por lo que surge la necesidad de llevar a cabo los rituales compulsivos. Una vez más es la solución intentada la que mantiene y complica la solución. En estos casos tenemos que actuar sobre las creencias que subyacen.[] Haríamos surgir dudas en el paciente sobre si realmente lo que teme es la limpieza absoluta en lugar de la suciedad: ¿Cuándo surge finalmente el problema, cuando usted está sucio o cuando está totalmente limpio? [] El paciente empieza a tener dudas porque finalmente necesita mantener limpia cualquier cosa que esté impecable. En

otras palabras, corríjame si me equivoco, su miedo surge principalmente cuando algo está perfectamente en orden o cuando algo está perfectamente en orden y limpio, porque es entonces cuando usted tiene que mantenerlo intacto, ¿no es cierto? Por lo tanto, en realidad, usted teme más la limpieza total que la suciedad. Así, de esta forma, empezamos reestructurando su percepción y, por tanto, su reacción hacia la situación que provoca el miedo. Tenemos que empezar a introducir la idea de que un pequeño desorden ayuda a mantener el orden: [] Desde ahora hasta la próxima vez que nos veamos, tiene que tocar deliberadamente con su dedo alguna cosa sucia, algo que usted sepa que está sucio y mantener su dedo sucio durante 5 minutos, ni un minuto más, ni un minuto menos. Una vez hayan pasado los 5 minutos, es usted libre de lavar su dedo como quiera. Sin embargo, durante 5 minutos, ni uno más ni uno menos, mantenga su dedo sucio. Cinco veces durante 5 minutos, ¿de acuerdo?

Esta prescripción sigue la idea de que, con el fin de llegar a ser totalmente inmune y tener el control de alguna cosa, uno no puede evitarla ni prevenirla. Al contrario, uno ha de empezar a tomarla y a soportarla en pequeñas dosis hasta que llegue el día en que no tenga ningún efecto sobre uno. [] La última fase se dedica a guiar al paciente y a darle las explicaciones completas sobre el trabajo realizado y sus procesos, concentrándonos en atribuir el éxito de la terapia a su capacidad y recursos.” (De “Conocer a través del cambio” Giorgio Nardone, Claudette Portelli. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)

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Tag Archives: solución

intentada LAS INCAPACIDADES ESTRATÉGICAS O EVOLUCIONADAS 27/10/2012 Alicia García Aguiar 0 comments coaching, incapacidades estratégicas, incapacidades primarias,problem solving, sensaciones de base, solución intentada

“En los casos en que no exista ninguna excepción al guión redundante o no se consiga reproducir la excepción, nos hallamos frente a una persona que ha sido verdaderamente hábil en atraparse en un guión rígido y disfuncional. En estos casos hemos de estudiar [] el tipo de resistencia personal al cambio [], es decir, las incapacidades que se expresan en su Solución Intentada Redundante. Con este propósito distinguimos dos tipologías de incapacidad que se colocan en otros tantos niveles: las incapacidades evolucionadas (nivel cognitivo) y las incapacidades primarias (nivel emotivo-perceptivo). Una vez valorada con la persona la falta de excepciones utilizables, el coach procede con la tercera y más compleja fase del modelo de coaching,

partiendo de la observación de la tipología de incapacidad que está en la base de la SIR (solución intentada redundante) de la persona. Con este propósito el coach guía al cliente a distinguir entre cuatro tipologías diferentes de incapacidad evolucionada: -Incapacidad estratégica o de encontrar la solución -Incapacidad de acción (o de aplicar la solución) -Incapacidad en la constancia (o de mantener la solución) -Incapacidad de gestión (o de sostener y gestionar los efectos colaterales) INCAPACIDAD ESTRATÉGICA O DE ENCONTRAR LA SOLUCIÓN: Frente al mismo tipo de problema la persona no consigue encontrar una estrategia eficaz para resolverlo. Aunque se esfuerza, no encuentra la vía de salida.

Ponemos en práctica un intento de solución que sabemos que no es funcional o eficaz, pero, racionalmente, no conseguimos encontrar otro alternativo. Este tipo de incapacidad puede relacionarse claramente con lassensaciones de base y con las incapacidades anteriores vinculadas alpathos. La persona puede estar enfurecida y es incapaz, por tanto, de no reaccionar, y tan distraída que no es capaz de encontrar la solución más idónea. O bien puede estar asustada y es incapaz de reaccionar porque está bloqueada por el miedo y no alcanza a ver más allá de esa sensación. O también puede estar tan presa del placer de ser impulsiva que no consigue encontrar una solución alternativa que implique poner freno a sus impulsos en relación con lo que funciona mejor, prescindiendo de lo que le gusta. El dolor puede ser tan apremiante que no deja ver ninguna solución al problema, mientras que la rabia, si es excesiva, ciega y oscurece cualquier horizonte posible. INCAPACIDAD DE ACCIÓN O DE APLICAR LA SOLUCIÓN La persona ha encontrado la estrategia eficaz pero no es capaz de aplicarla; tiene la consciencia de lo que debería hacer (tiene, por tanto, capacidad

estratégica) pero no consigue ponerla en práctica. Es decir, tenemos un problema, encontramos una solución alternativa a las intentadas, que son ineficaces, pero no somos capaces de aplicarla.

Es el caso, por ejemplo, de quien entiende que debería dejar a su pareja porque la relación ya ha llegado a su fin pero no es capaz. Son las situaciones, por ejemplo, en las que, por la intensidad emocional vivida o la dimensión del tiempo dedicado a la relación, la persona no ha tenido la posibilidad de mantener o cultivar una autonomía personal suficiente. La relación ha sido tan absorvente que se ha convertido en la única realidad de referencia: medida de la propia felicidad, pero también fuente de los propios recursos. A pesar de que la persona siente que ya no está enamorada de su pareja, por tanto, el solo pensamiento de dejarla determina en ella emociones fuertemente limitantes capaces de bloquear cualquier intento de resolución: Mejor soportar los males que tenemos que no volar hacia otros que desconocemos. (Shakespeare, Hamlet)

INCAPACIDAD DE CONSTANCIA O DE MANTENER LA SOLUCIÓN La persona ha encontrado la estrategia adecuada, ha comenzado a aplicarla pero no es capaz de mantener la ruta emprendida. Cuando la persona resulta intermitente y discontinua en la aplicación de la estrategia, acaba por invalidar su eficacia final. Con las palabras de Séneca, nada impide tanto la curación como cambiar a menudo los remedios. Es una incapacidad característica de las personas inconstantes. INCAPACIDAD DE SOPORTAR O GESTIONAR LOS EFECTOS Tenemos un problema, somos capaces de encontrar la solución, de aplicarla

y de mantenerla para que pueda tener tiempo de funcionar, pero no soportamos los efectos colaterales, por ejemplo en el caso de que nuestra actuación produzca dolor a algún ser querido. Incapaz de tolerar sus efectos, la persona acaba por cuestionar su estrategia y escoge de forma voluntaria cambiarla, realizarla sólo en una mínima parte o incluso abandonarla. De este modo intenta evitar llevar la situación a un nivel que resulte demasiado costoso para ella o para los demás miembros del sistema. El efecto, también en este caso, es el fracaso de todo el plano estratégico.

Pensemos, por ejemplo, en una persona que, atrapada durante años en un trastorno de ataques de pánico, empieza a recuperar su propia autonomía y descubre que sus recientes conquistas crean alarma e inseguridad en la pareja, habituada desde siempre a ser un punto de referencia indispensable. Frente a esta situación, la persona puede decidir interrumpir o sabotear su recorrido de emancipación del trastorno como acto de sacrificio para mantener fuerte la relación de pareja, determinando de este modo el fracaso de todo el nivel estratégico. Pasando a la intervención, si queremos actuar para mejorar nuestra capacidad de gestionar las sensaciones de base, debemos recurrir a una lógica no ordinaria. En otras palabras, tendremos que poner en práctica las estratagemas terapéuticas o de aprendizaje que nos permitan reorientar una característica sin reprimirla.” (De Coaching estratégico. Cómo transformar los límites en recursos. Roberta Milanese y Paolo Mordazzi. Herder. Y de Curar la escuela. El problem solving estratégico para profesionales de la educación. Elisa Balbi y Alessandro Artini. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 39Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)39 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

PROBLEMAS CREADOS POR EL "MÁS DE LO MISMO" 01/09/2012 Alicia García Aguiar 0 comments depresión, insomnio, pareja, solución intentada, Watzlawick

“Opinamos que la misma complicación está en la raíz de numerosos problemas humanos, de índole contumaz, en los que el sentido común indicaría que el modo de contrarrestar un hecho doloroso o perturbador consistiría en introducir su contrario en la situación. Así por ejemplo ¿qué sería más natural para los parientes y amigos que intentar animar a una persona deprimida? Pero lo más seguro es que esta última no sólo no se beneficie con ello sino que hunda más aún en su depresión. [] Guiados por la razón y el sentido común, son incapaces de ver (y el paciente es incapaz de decir) que lo que esta ayuda involucra es una exigencia de que el paciente tenga ciertos sentimientos (alegría, optimismo, etc) y no otros (tristeza, pesimsmo, etc). El resultado de ello es que si el paciente presentaba en un principio una tristeza tan sólo temporal, ésta se mezcle ahora con sentimientos de fracaso, de maldad y de ingratitud con respecto a aquellos que le aman tanto y están esforzándose tanto por ayudarle. Es esto último lo que constituye entonces la depresión y no la tristeza original. []

Una forma esencialmente idéntica y contraproducente de resolver problemas es la intentada por una persona que tiene dificultad en dormirse, trastorno muy corriente y conocido prácticamente por todo el mundo. El error en que incurren la mayoría de los que padecen insomnio es el de intentar forzarse a si mismos a dormir mediante un acto de voluntad, con lo que únicamente logran mantenerse aún más despiertos. El sueño, por su propia naturaleza, es un fenómeno que tan sólo puede tener lugar espontáneamente, pero no puede ocurrir por sí solo si se le desea mediante un esfuerzo de voluntad. [] La cura que intenta el insomne se convierte en realidad en su enfermedad. La fórmula de “más de lo mismo” puede dar aquí lugar a cambios dietéticos, a modificaciones en el horario de irse a la cama, a la toma de hipnóticos y a una subsiguiente dependencia con respecto a fármacos; cada uno de estos pasos, en lugar de resolver el problema, lo intensifica.

En la psicoterapia conyugal, se puede observar frecuentemente cómo ambos esposos adoptan conportamientos que cada uno de ellos considera como la reacción más apropiada frente a algo mal hecho por el otro. Es decir, cada uno de ellos considera el comportamiento correctivo particular del otro como aquel comportamiento que precisa corrección. Así por ejemplo, una mujer puede tener la impresión de que su marido no es lo suficientemente abierto a su respecto, como para decirle dónde va, qué es lo que piensa, qué es lo que hace cuando está fuera de casa, etc. Como es natural, intentará obtener la información que desea dirigiéndole preguntas, vigilando su comportamiento y sometiéndole a prueba de otros modos. Si él, por su parte, considera la conducta de su mujer demasiado entrometida, se negará a proporcionarle una información que en sí puede ser bastante

inocente y carecer de importancia –para enseñarle a no meterse en lo que no le importa– ; pero en lugar de conseguir que ella renuncie a su actitud, tal tentativa de solución no solamente no da lugar a que ella cambie de comportamiento en el sentido que él desea, sino que hace que aumenten las preocupaciones y la desconfianza de ella: si no me quiere contar ni esas pequeñas cosas es que debe haber algo más.

Cuanto menos la informa él, más insistirá ella en enterarse, y cuanto más insista ella, tanto menos cederá él. Cuando por último acuden al psiquiatra, este diagnosticará el comportamiento de la esposa como de celos patológicos, siempre que no preste atención al modo de interacción de los cónyuges y a las soluciones que intentan y que constituyen el auténtico problema. Lo que los ejemplos antes citados tienen en común y desean demostrar es que, en determinadas ciscunstancias, pueden surgir problemas como mero resultado de un intento equivocado de cambiar una dificultad existente y esta clase de formación de problemas puede surgir en cualquier aspecto del funcionamiento humano: individual, dual, familiar, sociopolítico, etc . En el caso de los dos esposos, el observador tiene la impresión de que se trata de dos marineros, inclinado cada uno de ellos a un lado de la barca a fin de mantener el equilibrio de ésta; cuanto más se incline uno de ellos fuera de la borda, tanto más se ha de inclinar el otro para compensar la inestabilidad creada por el primero en sus tentativas para estabilizar la embarcación, mientras que ésta última permanecería bastante estabilizada a no ser por los acrobáticos esfuerzos de sus tripulantes (ver fig. 3). No resulta difícil observar que para hacer cambiar tan absurda situación, uno de ellos debe hacer algo que parece bastante irracional, es decir: inclinarse menos y no más fuera de la borda, ya que ello forzará inmediatamente al otro a hacer lo mismo (a no ser que quiera acabar cayendo al agua) y así ambos acabarán confortablemente instalados en el interior de la embarcación, permaneciendo ésta bien equilibrada. [] Existen innumerables situaciones en las que una desviación de una norma puede retornar a ésta última mediante la aplicación de su contrario. En términos de la teoría cibernética, se trataría de un sencillo fenómeno de feedback negativo mediante el cual un sistema recupera y mantiene su estabilidad interna. [] A riesgo de parecer que nos enredamos en minucias semánticas, deseamos

establecer aquí una clara distinción entre nuestro uso de los términos dificultades y problemas. Cuando en lo que sigue hablemos acerca de dificultades, nos referiremos sencillamente a un estado de cosas indeseable que, o bien puede resolverse mediante algún acto de sentido común (por lo general cambio tipo1) y para el cual no se precisan especiales capacidades para resolver problemas, o bien, con mayor frecuencia, nos referiremos a una situación de la vida, indeseable pero por lo general bastante corriente, y con respecto a la cual no existe solución conocida y que hay que saber sencillamente conllevar, al menos durante cierto tiempo. Cuando hablamos de problemas nos referiremos a callejones sin salida, situaciones al parecer insolubles, crisis, etc, creados y mantenidos al enfocar mal las dificultades. Existen fundamentalmente tres modos de enfocar mal las dificultades:

1- Intentar una solución negando que un problema lo sea en realidad: es preciso actuar, pero no se emprende tal acción.

2- Se intenta un cambio para eliminar una dificultad que desde el punto de vista práctico es inmodificable o bien inexistente: se emprende una acción cuando no se debería emprender.

3- Se comete un error de tipificación lógica y se establece un juego sin fin cuando se intenta un cambio1 en una situación que tan sólo puede cambiarse a partir del nivel lógico inmediatamente superior (por ejemplo, el problema de los nueve puntos o bien los errores de sentido común ilustrados en los ejemplos de la depresión, el insonmio y los celos) o bien, se intenta un cambio 2 cuando resultaría adecuado un cambio 1: la acción es emprendida a un nivel equivocado.” (De “Cambio”. Watzlawick, Weakland y Fisch. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 21Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)21 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

PROCESO Y PROCEDIMIENTOS DE LA TERAPIA: PRIMERA SESIÓN 27/03/2012 Alicia García Aguiar 0 comments fases de la terapia, sistema perceptivo-reactivo, solución intentada

“La terapia estratégica es una intervención terapéutica normalmente breve (por terapia breve entendemos aquí una intervención que dura menos de veinte sesiones), orientada a la extinción de los síntomas y a la resolución del problema o de los problemas presentados por el paciente o pacientes. Este planteamiento no es reducible a una terapia superficial sintomática, sino que es una reestructuración y modificación del modo de percibir la realidad y de las reacciones comportamentales derivadas del paciente o pacientes. Se parte de la convicción de que la resolución de los problemas requiere la ruptura del sistema circular de retroacción que mantiene la situación problemática, la redefinición de la situación y la consiguiente modificación de las prescripciones y de las concepciones del mundo que constriñen a la persona a respuestas disfuncionales. Desde esta perspectiva, el recurso a noticias o informaciones acerca del pasado o acerca de la denominada “historia clínica” del sujeto representa sólo un medio para poder disponer de las mejores estrategias de resolución de los problemas actuales, y no un auténtico procedimiento terapéutico como es en el psicoanálisis. El terapeuta, desde su primer encuentro con el paciente, en vez de estudiar su pasado, centra interés y valoración en: a) qué sucede en el interior de las tres clases de interacciones interdependientes que el sujeto vive consigo mismo, con los demás y con el mundo; b) cómo funciona el problema que se presenta en el interior de este sistema relacional; c) cómo el sujeto ha intentado, hasta el presente, combatir o resolver el problema (soluciones ensayadas); d) cómo es posible cambiar esta situación problemática de la manera más rápida y eficaz. Después de haber construido una o más hipótesis sobre los puntos citados, y después de haberse puesto de acuerdo con el paciente respecto del objetivo, o los objetivos, de la terapia, se determinan y se aplican las estrategias para la resolución del problema presentado. Si el tratamiento funciona, se observa, por lo común, una clara reducción de los síntomas desde los primeros compases del tratamiento, así como un

cambio progresivo en las maneras como el paciente se percibe a sí mismo, a los demás y al mundo. Esto quiere decir que su punto de observación de la realidad se va desplazando gradualmente desde la rigidez, típica del sistema perceptivo-relacional que alimentaba la situación problemática, hasta la elasticidad de la percepción de la realidad y su instalación ante ella, con un progresivo aumento de la autonomía personal y de la autoestima que se debe al hecho de comprobar que es posible resolver el problema. Pasando ahora a tratar la terapia, paso a paso, podemos esquematizar sus fases de la siguiente manera: PRIMER CONTACTO E INICIACIÓN DE LA RELACIÓN TERAPÉUTICA

En esta fase de apertura el objetivo primario no es otro que el de crear una relación personal que se caracterice por el contacto, la confianza y la sugestión positiva []. Porello la estrategia fundamental consiste en observar, aprender y hablar el lenguaje del paciente. En otras palabras, el terapeuta debe entrar en sintonía con las modalidades de representación de la persona que está pidiendo ayuda. [] Como bien se entiende, esta maniobra inicial es justamente lo contrario de lo que usualmente acontece en psicoanálisis, donde es el paciente quien debe aprender el lenguaje y las teorías psicoanalíticas para ser introducido y poder iniciar el tratamiento. [] DEFINICIÓN DEL PROBLEMA Según Greenberg (1980), existen tres categorías generales de problemas en que se debaten las personas: a) la interacción entre el sujeto y sí mismo; b) la interacción entre el sujeto y los demás A estas dos categorías generales, añadimos una tercera categoría de problemáticas: c) la interacción entre el sujeto y el mundo. Entendemos por mundo el ambiente social, los valores y las normas que regulan el contexto en medio del cual vive el sujeto. A nuestro entender, con sólo que una de estas tres categorías de interacción no funcione bien, las restantes dejarán de funcionar correctamente. De hecho, las tres áreas de relación, componentes ineludibles de la existencia

de todo individuo, interactúan entre sí y se influyen recíprocamente, según una forma circular de interdependencia. Pero lo importante, en la perspectiva de la terapia focal de los problemas presentados, es observar cómo funciona esta circularidad y si una de las tres dimensiones afecta más directamente al paciente, porque, en tal caso, ésta habrá de ser la primera área de intervención a través de la cual se modificará todo el sistema perceptivo-reactivo, típico de la situación problemática del paciente.

Para ello, al definir concretamente el problema, el terapeuta debe hallar la respuesta a la siguiente serie de preguntas que, a nuestro parecer, representan una línea orientativa compendiada de investigación diagnóstica estratégica: ¿Qué pautas de comportamiento habitual del paciente se observan? ¿Qué identifica el paciente como problema suyo? ¿De qué modo se manifiesta el problema? ¿Com quién aparece el problema, o se enmascara o bien no aparece? ¿Cuándo se manifiesta normalmente? ¿Dónde y en qué situaciones? ¿Con qué frecuencia e intensidad se manifiesta? ¿En qué contextos aparece?[] ACUERDO SOBRE LOS OBJETIVOS DE LA TERAPIA Representa una exigencia pragmática importante que ejerce una doble función: a) por una parte, ésta es una buena guía metodológica para el terapeuta, en cuanto representa un enfoque de la programación terapéutica hacia una orientación precisa, con una serie de objetivos por alcanzar gradualmente que garantizan una verificación progresiva y el control del trabajo. b) por otra parte, la definición de los objetivos representa para el paciente una sugestión positiva, en cuanto la negociación y el acuerdo acerca de la duración y los fines de la cura poseen el poder de reforzar y aumentar su colaboración y confianza en el éxito terapéutico. El paciente se siente parte activa del proyecto de cambio y tiene la impresión de que es él quien controla el desarrollo de la terapia. Además, cuando el terapeuta concierta

el objetivo que ha de ser alcanzado, transmite al paciente el siguiente mensaje: o bien: Este tipo de mensaje ejerce una sugestión intensa en dirección al cambio y moviliza, normalmente, en el paciente fuertes reacciones positivas de colaboración. [] INDIVIDUACIÓN DEL SISTEMA PERCEPTIVO-REACTIVO QUE MANTIENE EL PROBLEMA

Es necesario observar con precisión cómo se aguante el problema y cuál de los factores que lo sostienen ha de ser considerado como el foco en el que hay que intervenir con mayor probabilidad de éxito. De la experiencia clínica procede la indicación de que, muchas veces, los mismos intentos de resolver el problema precisamente lo sostienen. La solución, repetidamente intentada, del problema inicial se convierte así en el verdadero problema. [] Para producir rápidamente el cambio, hay que intervenir acerca de las soluciones disfuncionales utilizadas por el paciente para resolver el propio problema. Con este fin, el terapeuta debe identificar la solución fundamental y redundante puesta por el paciente e intervenir directamente en ella. Otro importante foco de la valoración, en esta fase de la terapia, está representado por la cuidadosa valoración de las interacciones sociales que pueden influir en las soluciones ensayadas por el paciente o añadirse a ellas. Esto es importante para ver si es necesario intervenir directamente sobre estas secuencias interpersonales, además de sobre las soluciones ensayadas, o si ha de ser más ventajoso intervenir sólo en la reorganización del sistema relacional supuesto, dejando de lado las soluciones ensayadas por el sujeto que quedarían sometidas al cambio del sistema en conjunto. [] PROGRAMACIÓN TERAPÉUTICA Y ESTRATEGIAS DE CAMBIO

La sola comunicación que se da entre paciente y terapeuta, según las modalidades anteriormente descritas, puede producir ya efectos terapéuticos. [] Es indispensable reafirmar un supuesto fundamental del enfoque estratégico de la terapia; a saber: la terapia debe adaptarse al paciente y no el paciente a la terapia. Sobre esta base, el terapeuta, al preparar las estrategias, se remitirá a las técnicas ya utilizadas con éxito en aquel tipo concreto de problema, pero, partiendo de las características peculiares de la persona problemática, seleccionará, o construirá ex novo, los procedimientos ad hoc para aquel caso determinado. [] Además, si una estrategia no funciona, deberá ser sustituida, o complementada, rápidamente por otros recursos terapéuticos. [] Es muy provechoso centrar la atención del paciente en cambios aparentemente triviales, en pequeños detalles de la situación. Se persigue con ello no dar la sensación al paciente de que se le somete a exigencias excesivas en lo que se refiere a la percepción de sus propios recursos personales, evitando así una posible resistencia suya al cambio. [] Los cambios mínimos, o aparentemente triviales e inocuos, poseen un poder considerablemente explosivo, al que debe recurrirse con toda legitimidad en terapia. Cuando, mediante una progresión de pequeños cambios, el terapeuta ha conducido a la persona a la modificación de sus acciones disfuncionales y de sus “imágenes del mundo”, la terapia ha alcanzado su objetivo.” (De “El arte del cambio. Trastornos fóbicos y obsesivos“. Giorgio Nardone y Paul Watzlawick. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 1Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)1 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

SOLUCIONES INTENTADAS DEL MIEDO 12/11/2011 Alicia García Aguiar 0 comments fóbico-obsesivo, fobias, hipocondria, Miedo, pánico, sistema perceptivoreactivo, solución intentada

SOLUCIONES ENSAYADAS DEL SISTEMA PERCEPTIVOREACTIVO DE LA AGORAFOBIA:

Del estudio de los relatos de pacientes con este tipo de problema destaca una primera experiencia de malestar o ansiedad, con somatizaciones que aparecen en situaciones marcadas por la sensación de sentirse solos, incapaces e impotentes frente a su propio malestar. A partir de este primer episodio el sujeto desarrolla dos intentos de solución: -la solución de la evitación -la solución de la petición de ayuda a personas queridas. [] La evitación inicial conduce a una cadena de evitaciones, hasta que se llega a evitar cualquier exposición personal. La petición de ayuda y apoyo social conduce a la indispensabilidad de la ayuda y apoyo del otro en cualquier situación de exploración y alejamiento. SOLUCIONES ENSAYADAS Y PERSISTENCIA DEL SÍNDROME DE ATAQUES DE PÁNICO: En este tipo de trastorno fóbico destaca un primer episodio, real o imaginario, de aguda somatización ansiosa o de miedo a sentirse mal. Esta primera experiencia desencadena la reacción de intento de control de las propias funciones orgánicas, con el resultado evidente del bloqueo ansioso o mal funcionamiento de las mismas. [] El intento de controlar las amenazadoras alteraciones orgánicas acaba provocándolas. Una vez más el intento de solución alimenta el problema.[]

A esta intrincada red de retroacciones paradójicas entre problema y soluciones ensayadas, puestas en práctica por el sujeto, se le añaden las retroacciones sociales de intentos de protecciónpor parte de los familiares, que confirman al sujeto el estado de gravedad del trastorno. A todo esto hay que añadir todavía la reductivista clasificación psiquiátrica de los ataques de pánico definidos como una auténtica enfermedad orgánica. Esta función de etiquetado mantiene, o alguna vez agrava, el problema; en palabras de Watzlawick: el diagnóstico inventa la enfermedad. SOLUCIONES ENSAYADAS DEL SÍNDROME COMPUESTO DE AGORAFOBIA Y ATAQUES DE PÁNICO: En alguna ocasión el síndrome agorafóbico se complica con la presencia de ataques de pánico y viceversa; en otros casos, el síndrome de ataques de pánico se complica con sintomatología agorafóbica. [] En esta casuística destacan los intentos de solución deevitación, de petición de ayuda y de obsesivo control de las propias reacciones internas, a los que generalmente se añade el intento de solución farmacológica. [] Si la persona ha desarrollado el trastorno agorafóbico sobre la base del síndrome de ataques de pánico, será necesario intervenir como primera palanca de cambio, en el intento de solución del obsesivo control de las propias reacciones orgánicas y psíquicas. Si, por el contrario, los ataques de pánico aparecen a partir de un sistema perceptivo-reactivo agorafóbico, habrá que considerar como primer objetivo el bloqueo del círculo vicioso basado en la evitación y la petición de ayuda. SOLUCIONES ENSAYADAS DEL SÍNDROME OBSESIVO COMPULSIVO:

En este tipo de trastorno fóbico hay que destacar que, frente a un miedo no dominado o evitado por el sujeto, éste empieza a desarrollar rituales que, en su opinión, son capaces de combatir este miedo invencible. []

La ejecución del ritual, protector y propiciatorio, proporciona al sujeto la ilusión momentánea del control de su miedo pero, precisamente por este efecto, se ve obligado a repetir el ritual con una frecuencia cada vez mayor. En muchos de los casos tratados, la vida cotidiana se había reducido a una secuencia de rituales. En esta patología resulta aún más evidente que el intento de solución del problema acaba convirtiéndose en el problema. SOLUCIONES ENSAYADAS Y PERSISTENCIA DEL SÍNDROME FÓBICO-HIPOCONDRÍACO En esta clase de trastorno se pone de manifiesto un primer episodio de miedo a haber contraído una grave enfermedad, posterior en intervalos variables a: -una enfermedad real contraída por el sujeto -una enfermedad contraída por una persona afectivamente próxima a él -haber leído, escuchado en la radio, visto por TV, etc, noticias sobre síntomas indicadores de graves enfermedades concretas.

Sobre la base de esta nueva información o experiencia que ha penetrado en su mente, la persona comienza a vigilarse obsesivamente en busca de todos los posibles síntomas físicos de la presunta enfermedad. [] La reacción de controlar diagnósticamente el propio organismo tiene como consecuencia el descubrimiento de síntomas de alteración orgánica, que conducen al aumento de la atención obsesiva que, a su vez, hace que aumente la percepción de las alteraciones del organismo. [] En estos casos, paradójicamente, el diagnóstico médico negativo respecto a las convicciones y temores del sujeto, en vez de reducir o eliminar el miedo y la fijación, los alimentan.[] Creen que su enfermedad es tan oscura que ningún diagnóstico es capaz de descubrirla. A partir de estas convicciones la persona elabora el segundo intento de solución: una secuencia casi infinita de análisis diagnósticos y una demanda de asistencia médica, prácticamente a jornada completa. Es evidente que cada intervención médica, tanto si es diagnóstica o farmacológica, confirma el estado de presunta enfermedad del sujeto. [] El sistema perceptivo-reactivo fóbico-hipocondríaco recuerda el de los ataques de pánico. La dferencia consiste en que, mientras en los casos de ataques de pánico los sujetos intentan controlar y frenar los síntomas, en

este caso los sujetos sólo intentan ponerlos de manifiesto para poder ser ayudados por el médico.

Cuando se ha consolidado el sistema de percepción-reacción frente a la realidad, la persona se halla en condiciones de organizar espontáneamente cualquier percepción o información mediante el filtro y la lente deformante del miedo. Se efectúan entonces auténticas traducciones de la realidad al lenguaje del miedo, transformando de este modo la realidad en algo congruente y coherente con sus sólidas organizaciones perceptivocognitivas. [] ¿por qué motivo las personas insisten en comportamientos y acciones que a veces ellas mismas reconocen como disfuncionales de cara a la solución de su problema? []

“Si quieres ver, aprende a obrar”. Von Foerster Para la mayoría es válida la regla constructivista que dice que ser conscientes de algo no significa ser capaces de hacerlo. Como diría von Foerster, si quieres ver (y conocer) aprende a actuar.Las personas de inteligencia y cultura elevadas, capaces de comprender incluso la complejidad de determinados mecanismos recursivos, autopoiéticos y paradójicos, la mayoría de las veces comprenden, pero no saben actuar de otra manera. [] El cambio de perspectiva perceptivo-reactiva, para ser efectivo, debe efectuarse a través de experiencias concretas. La otra argumentación para comprender cómo funcionan las persistencias descritas, es la que se refiere al hecho de que las soluciones ensayadas por

los sujetos fóbicos tienen como objetivo prioritario la reducción momentánea del síntoma, la ilusión de escaparse del miedo, la sensación de estar protegidos. Esto significa que la persona, ante los ataques de pánico, ejecuta instintivamente acciones que le proporcionan un alivio inmediato. En este momento concreto el sujeto no piensa a largo plazo, no proyecta estrategias, sino que sólo desarrolla reacciones basadas en la percepción del momento.” (De “Miedo, pánico, fobias. La terapia breve”. Giorgio Nardone. Herder)

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solving LAS INCAPACIDADES ESTRATÉGICAS O EVOLUCIONADAS 27/10/2012 Alicia García Aguiar 0 comments coaching, incapacidades estratégicas, incapacidades primarias,problem solving, sensaciones de base, solución intentada

“En los casos en que no exista ninguna excepción al guión redundante o no se consiga reproducir la excepción, nos hallamos frente a una persona que ha sido verdaderamente hábil en atraparse en un guión rígido y disfuncional. En estos casos hemos de estudiar [] el tipo de resistencia personal al cambio [], es decir, las incapacidades que se expresan en su Solución Intentada Redundante. Con este propósito distinguimos dos tipologías de incapacidad que se colocan en otros tantos niveles: las incapacidades evolucionadas (nivel cognitivo) y las incapacidades

primarias (nivel emotivo-perceptivo). Una vez valorada con la persona la falta de excepciones utilizables, el coach procede con la tercera y más compleja fase del modelo de coaching, partiendo de la observación de la tipología de incapacidad que está en la base de la SIR (solución intentada redundante) de la persona. Con este propósito el coach guía al cliente a distinguir entre cuatro tipologías diferentes de incapacidad evolucionada: -Incapacidad estratégica o de encontrar la solución -Incapacidad de acción (o de aplicar la solución) -Incapacidad en la constancia (o de mantener la solución) -Incapacidad de gestión (o de sostener y gestionar los efectos colaterales) INCAPACIDAD ESTRATÉGICA O DE ENCONTRAR LA SOLUCIÓN: Frente al mismo tipo de problema la persona no consigue encontrar una estrategia eficaz para resolverlo. Aunque se esfuerza, no encuentra la vía de salida.

Ponemos en práctica un intento de solución que sabemos que no es funcional o eficaz, pero, racionalmente, no conseguimos encontrar otro alternativo. Este tipo de incapacidad puede relacionarse claramente con lassensaciones de base y con las incapacidades anteriores vinculadas alpathos. La persona puede estar enfurecida y es incapaz, por tanto, de no reaccionar, y tan distraída que no es capaz de encontrar la solución más idónea. O bien puede estar asustada y es incapaz de reaccionar porque está bloqueada por el miedo y no alcanza a ver más allá de esa sensación. O también puede estar tan presa del placer de ser impulsiva que no consigue encontrar una solución alternativa que implique poner freno a sus impulsos en relación con lo que funciona mejor, prescindiendo de lo que le gusta. El dolor puede ser tan apremiante que no deja ver ninguna solución al problema, mientras que la rabia, si es excesiva, ciega y oscurece cualquier horizonte posible.

INCAPACIDAD DE ACCIÓN O DE APLICAR LA SOLUCIÓN La persona ha encontrado la estrategia eficaz pero no es capaz de aplicarla; tiene la consciencia de lo que debería hacer (tiene, por tanto, capacidad estratégica) pero no consigue ponerla en práctica. Es decir, tenemos un problema, encontramos una solución alternativa a las intentadas, que son ineficaces, pero no somos capaces de aplicarla.

Es el caso, por ejemplo, de quien entiende que debería dejar a su pareja porque la relación ya ha llegado a su fin pero no es capaz. Son las situaciones, por ejemplo, en las que, por la intensidad emocional vivida o la dimensión del tiempo dedicado a la relación, la persona no ha tenido la posibilidad de mantener o cultivar una autonomía personal suficiente. La relación ha sido tan absorvente que se ha convertido en la única realidad de referencia: medida de la propia felicidad, pero también fuente de los propios recursos. A pesar de que la persona siente que ya no está enamorada de su pareja, por tanto, el solo pensamiento de dejarla determina en ella emociones fuertemente limitantes capaces de bloquear cualquier intento de resolución: Mejor soportar los males que tenemos que no volar hacia otros que desconocemos. (Shakespeare, Hamlet)

INCAPACIDAD DE CONSTANCIA O DE MANTENER LA SOLUCIÓN La persona ha encontrado la estrategia adecuada, ha comenzado a aplicarla pero no es capaz de mantener la ruta emprendida. Cuando la persona resulta intermitente y discontinua en la aplicación de la estrategia, acaba por invalidar su eficacia final. Con las palabras de Séneca, nada impide tanto la curación como cambiar a menudo los remedios. Es una incapacidad característica de las personas inconstantes.

INCAPACIDAD DE SOPORTAR O GESTIONAR LOS EFECTOS Tenemos un problema, somos capaces de encontrar la solución, de aplicarla y de mantenerla para que pueda tener tiempo de funcionar, pero no soportamos los efectos colaterales, por ejemplo en el caso de que nuestra actuación produzca dolor a algún ser querido. Incapaz de tolerar sus efectos, la persona acaba por cuestionar su estrategia y escoge de forma voluntaria cambiarla, realizarla sólo en una mínima parte o incluso abandonarla. De este modo intenta evitar llevar la situación a un nivel que resulte demasiado costoso para ella o para los demás miembros del sistema. El efecto, también en este caso, es el fracaso de todo el plano estratégico.

Pensemos, por ejemplo, en una persona que, atrapada durante años en un trastorno de ataques de pánico, empieza a recuperar su propia autonomía y descubre que sus recientes conquistas crean alarma e inseguridad en la pareja, habituada desde siempre a ser un punto de referencia indispensable. Frente a esta situación, la persona puede decidir interrumpir o sabotear su recorrido de emancipación del trastorno como acto de sacrificio para mantener fuerte la relación de pareja, determinando de este modo el fracaso de todo el nivel estratégico. Pasando a la intervención, si queremos actuar para mejorar nuestra capacidad de gestionar las sensaciones de base, debemos recurrir a una lógica no ordinaria. En otras palabras, tendremos que poner en práctica las estratagemas terapéuticas o de aprendizaje que nos permitan reorientar una característica sin reprimirla.” (De Coaching estratégico. Cómo transformar los límites en recursos. Roberta Milanese y Paolo Mordazzi. Herder. Y de Curar la escuela. El problem solving estratégico para profesionales de la educación. Elisa Balbi y Alessandro Artini. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 39Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)39 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva)

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TÉCNICAS DE PROBLEM SOLVING 02/06/2011 Alicia García Aguiar 0 comments bloqueo de escritor, cómo empeorar, el escenario más allá,escalador, problem solving

EL ESCENARIO MÁS ALLÁ DEL PROBLEMA: “En la práctica, se trata de preguntarse cuál sería el escenario,respecto a la situación que hay que cambiar, una vez que el problema estuviese completamente resuelto o, en el caso de que haya que obtener mejoras, una vez que el objetivo estuviese del todo alcanzado. En otras palabras, debemos inducir a nuestra mente a imaginar cuáles serían todas las características de la situación ideal, tras haber realizado el cambio estratégico. Esta labor, que puede parecer pura fantasía, es por el contrario un modo de descubrir las características de la realidad ideal que hay que alcanzar, que a menudo nos permite ver cosas que no seríamos capaces de concebir si nos limitáramos a trabajar sobre la realidad presente y pasada.

Altschuller definió esta técnica, típica de los grandes inventores, como “la fantasía de la máquina perfecta“. Por ejemplo, cuando Leonardo da Vinci estudió el vuelo, parece ser que inicialmente proyectó distintos tipos de máquinas para volar y luego fue perfeccionando de manera progresiva sus proyectos, descartando los que parecían inferiores o irrealizables. [] Pero no debemos pensar que sea necesario ser un Leonardo para imaginarse

el escenario más allá de los problemas, incluso cuando éstos parecen complicados y persistentes. Todos tenemos la capacidad de imaginar lo que nos gustaría que ocurriese: el problema es que la mayoría de veces no conseguimos realizarlo. En nuestro caso la técnica sirve precisamente, en primer lugar, para dar rienda suelta a la imaginación y seleccionar después los aspectos realizables en concreto. [] La técnica del escenario más allá del problema permite indicar un procedimiento para realizar lo que podía parecer tan sólo una hermosa fantasía. Todos nosotros tendemos a construirnos profecías que se autorrealizan: el truco está en saber orientarlas hacia resultados funcionales, y no dejar que se nos vuelvan en contra. Preguntarse cuál sería la realidad como si el problema estuviese resuelto o el objetivo alcanzado también desempeña otro papel importante, que es el de hacernos ver cuáles serían los efectos colaterales no deseados derivados del éxito de nuestra empresa. [] Se puede distinguir el llamado efecto mariposa cada vez que introducimos un cambio, aunque mínimo, en un sistema complejo. Nos parece pues importante prever este tipo de proceso, para evitar sus efectos. [] LA TÉCNICA DEL CÓMO EMPEORAR:

Para facilitar el análisis de las soluciones intentadas disfuncionales, muy a menudo no es suficiente observar o preguntarse cuáles de las que se han puesto en práctica hasta ahora no han producido resultados positivos, sino que es importante estudiar también las que podrían ponerse en práctica en el futuro y resultar fallidas. Llegados a este punto, el lector debe preguntarse, respecto al problema elegido: Si quisiera empeorar más la situación en vez de mejorarla, ¿cómo lo haría?, y ha de intentar enumerar todas las modalidades posibles. Cada una de ellas ha de ser descrita de nuevo de tal modo que se perciban con claridad los métodos mediante los que, en práctica, podría agravarse el problema en vez de resolverse. [] ¿Cuáles son los métodos o las estrategias que, si se adoptaran, provocarían un fracaso seguro de mi proyecto? La lógica de las dos preguntas es la misma, la que se expresa de manera evocadora con la estratagema: Si quieres enderezar una cosa, estudia primero todas las posibilidades de torcerla más. []

Si destaco todo lo que puede resultar fallido, creo inmediatamente en mí la aversión a estas posibles acciones. [] Si constato que un intento de solución produce efectos contrarios a los deseados, la atención deberá centrarse a partir de ahora en cómo evitar esa modalidad disfuncional de abordar el problema. Sobre la base de esta nueva visión puede construirse, además del bloqueo de las acciones contraproducentes, una solución alternativa eficaz. Sin embargo, éste es tan sólo el efecto primero y más evidente de la técnica, porque al obligar a mi mente a tratar de descubrir todas las soluciones fallidas, normalmente hago que ésta, por contraste, vaya espontáneamente en busca de soluciones alternativas. [] Cuando nos esforzamos por hallar soluciones alternativas de forma voluntaria y racional, la mayoría de las veces tenemos muchas dificultades para descubrir vías nuevas no holladas aún y tendemos a reproducir nuestros itinerarios mentales habituales. . En cambio, si forzamos a nuestra razón a buscar métodos para empeorar o para fracasar, hacemos que nuestra racionalidad se oriente en esta dirección y, por tanto, deje de impedir los procesos creativos. De este modo, nuestra mente podrá descubrir alternativas por el hecho de haberse liberado de la trampa paradójica del esfuerzo voluntario, que impide el descubrimiento espontáneo. En otras palabras, se utiliza una paradoja para bloquear un fenómeno paradójico.

LA TÉCNICA DEL ESCALADOR:

Es la técnica que toma el nombre de la actuación de los guías alpinos expertos a la hora de planificar la escalada de una montaña. Cuando estudian el camino que hay que seguir, en vez de partir de la base de la montaña, parten de la cima y trazan la ruta y sus etapas hacia atrás hasta la base. Se ha demostrado empíricamente que este procedimiento evita el trazado de rutas que desvían del objetivo y permite seguir el camino más fácil hasta la cima. Cuando tenemos un problema difícil de resolver, para construir una estrategia eficiente además de eficaz, es útil partir del objetivo que hay que alcanzar e imaginar el estadio inmediatamente, luego el anterior a éste y así sucesivamente hasta llegar al punto de partida. De este modo el recorrido se subdivide en una serie de estadios; esto significa fraccionar el objetivo final en una serie de microobjetivos que parten del punto de llegada para volver al primer paso que hay que seguir. […] El caso que presentamos como ejemplo es el de un conocido escritor de novelas que en un momento determinado no consigue sacar adelante su obra. Cuenta que tiene la inspiración completamente bloqueada, y que cada vez que se pone delante del ordenador es incapaz de escribir cuatro frases para su novela, cuya entrega por otra parte ya se halla pactada con su editor. Además, está muy preocupado porque ya ha retrasado más de un año la entrega del manuscrito, alegando distintas excusas, desde problemas de salud a problemas familiares. El editor se ha mostrado muy comprensivo, pues se trata de un autor de prestigio, pero ahora está empezando a presionar teniendo en cuenta además el importante anticipo ya entregado a cuenta de la obra. Lo que el autor considera más preocupante es que siempre ha utilizado una técnica que le ha permitido realizar su trabajo sin grandes esfuerzos; en cambio ahora esta estrategia está fracasando por completo. Normalmente, pensaba en primer lugar en la trama de la historia, después la articulaba en una secuencia temporal y empezaba a escribir los capítulos uno a uno. por lo general, el final de la historia llegaba como consecuencia directa de cuanto había narrado con

anterioridad. El autor no decidía el final antes de ponerse a escribir la novela, porque prefería dejar libre a la imaginación para desarrollar la trama, y construir así un final que fuera consecuencia directa de este proceso. En aquel momento se había bloqueado y era incapaz de desarrollar la trama, capítulo por capítulo, hasta el final. Además, ni siquiera el capítulo que había escrito le entusiasmaba. Tenía la sensación de que había perdido la inspiración, y muchas veces había pensado que era el momento de poner fin a su brillante carrera de escritor y de dedicarse tal vez a la crítica o a otra cosa.

Al aplicar las fases delProblem Solving Estratégicoa este caso concreto, el punto más crítico que se presentaba era la absoluta fidelidad del escritor al método utilizado hasta entonces con éxito, y la consiguiente incapacidad para hallar una alternativa a su modo de proceder en la escritura de una novela. A la pregunta técnica de cómo empeorar, el escritor respondió que era suficiente continuar como hasta entonces, puesto que ya había realizado su peor fantasía. Igualmente, al imaginar el escenario más allá del problema, la imagen ideal era tener muy clara en la cabeza toda la trama, incluido el final de su historia. Llegados a este punto y aplicando la técnica del escalador, dado que al menos el título del libro estaba claro, procedimos a analizar cuál sería el mejor final para una obra de ese tipo. Discutimos un rato mientras el autor, acosado por mis preguntas, empezaba a proponer algunos finales adecuados, y yo a mi vez le comentaba las sensaciones que cada uno de ellos me sugería. Al cabo de más de media hora, llegamos a coincidir en el final más idóneo entre todos los propuestos. Entonces le sugerí que escribiera, con la capacidad literaria que poseía, las últimas páginas del libro, que mentalmente ya había elaborado en su conversación conmigo. El autor, intrigado, siguió mi indicación. [] Como habrá comprendido el lector, el trabajo se prolongó a lo largo de 7 encuentros, centrado cada uno en la construcción de un capítulo, procediendo desde el final de la novela hasta el principio. No le permití que lo leyera todo, esta vez desde el principio hasta el final, hasta que la estructura de la obra estuvo completa. Con gran sorpresa por su parte, al escritor le gustó realmente la novela. Cuando su editor recibió la obra se

quedó entusiasmado []. Desde luego no podía imaginar que el libro había sido escrito hacia atrás. “ (De “Problem Solving Estratégico. El arte de encontrar soluciones a problemas irresolubles”. Giorgio Nardone. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

PRESCRIPCIONES PARA UN DEPRESIVO RADICAL 04/04/2011 Alicia García Aguiar 1 comentario apagar el fuego, autoengaños, como si, conjura del silencio, crear de la nada, creencias, depresión, Goethe, paradoja, púlpito, problem solving, profecía, renuncia, si quieres enderezar algo

PRIMER TIPO DE DEPRESIÓN: “Esta definición (la de depresivo radical), decididamente fuerte, ha sido escogida precisamente para indicar la intromisión y la persistencia del sufrimiento ínsito en su naturaleza. Es la forma más fácil de reconocer, quizás la más difícil de tratar; caracterizada por la generalización del pensamiento negativo, [] se distingue por la temporalidad: es decir, todas

las personas que la sufren dicen haber estado siempre así. [] Se supone que se ha construido una creencia, con características muy precisas, a la que la persona se adhiere, perpetuando el doloroso sistema disfuncional. [] o Derrotas sucesivas, no importa si son sólo temidas o reales, construyen la creencia en la propia , en la propia desventaja, con comportamientos relacionados y repetidos que acaban siempre por confirmarla y reforzarla. La derrota se convierte en la prueba irrefutable de la propia incapacidad y la justificación de la propia renuncia y, precisamente, no sucede que la derrota sea real: creer que no se puede hacer ya es no poder hacerlo. En este sentido, evitaciones sucesivas y repetidas en el tiempo pueden llevar a la renuncia. Esto nos indica que la persona se construye una creencia, que se convertirá en una profecía que se autodetermina como ingrediente añadido a un fracaso garantizado. [] El comportamiento ralentizado, cansado y desmotivado, que no responde a lo que el paciente sabe que tiene que hacer, pero no lo consigue, confirma y alimenta la creencia de que es él quien está equivocado; el mundo es correcto.[…] Siguiendo la estratagema de “crear de la nada”, se puede intentar llevar a la persona a que descubra los recursos que cree que nunca ha tenido. Hemos de producir una creencia antagonista a la que mantiene el problema. La técnica del “como si” [] se prescribe al paciente de este modo: Desde hoy hasta la próxima vez que nos veamos, quisiera que usted dedicara todos los días algunos minutos a pensar qué haría de diferente de lo que ahora hace “como si” el problema no existiera. Entre todas las cosas que piense, quisiera que escogiese la más pequeña pero concreta y la llevase a cabo. Cada día una cosa diferente; tráiganos la lista de todo lo que ha hecho.

Es evidente el objetivo de esta prescripción: abrir nuevos escenarios de ideas y actuar enseguida, aún consciente delautoengaño, haciendo algo concreto. Sin embargo, para evitar la paradoja del “sé espontáneo”, en este caso “sé capaz”, se prescribe que se lleve a cabo solo algo mínimo. Se debe valorar caso por caso la utilización de eventuales técnicas de problem solving (técnicas específicas que rompen la persistencia del problema), especialmente en presencia de rumiadura mental consistente y una lamentación dirigida a terceros. En este caso nos guiamos por estratagemas como “si quieres enderezar alguna cosa aprende a retorcerla aún más” o “apagar el fuego añadiendo leña”. La aplicación más frecuente de estas estratagemas es la del “ritual nocturno” y “la conjura de silencio”.

.

La prescripción del púlpito del deprimido o ritual familiar,bloquea el intento de las personas cercanas de pedir al paciente que haga lo que no puede, exponiéndolo aún más a la convicción de incapacidad. Al mismo tiempo, permite a la persona expresar todos los sentimientos de culpa, autorreproche, autoconmiseración, llevándolos al agotamiento en cuanto ejecuta como prescripción lo que se cree involuntario. Al final de la sesión se le pide al paciente que vuelva a pensar que, como escribía Goethe, “La renuncia es un suicidio cotidiano”. (De “Las caras de la depresión”. Emanuela Muriana, Laura Pettenò y Tiziana Verbitz. Herder Editorial)

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inventada LA TÉCNICA DEL "COMO SI" O EL ARTE DE "CREAR DE LA NADA" 28/03/2011 Alicia García Aguiar 0 comments autoengaños, como si, crear de la nada, creencias, Oscar Wilde,Pascal, realidad inventada

“ Este aforismo indica el principio básico de la estratagema , o sea, algo que no existe puede producir efectos concretos si es considerado existente. Creer en algo

-toda la historia del hombre nos lo enseña-induce a elegir y a actuar. El hombre no ama la incertidumbre y, por tanto, se aferra a las creencias y las vuelve verdaderas para crearse una base sólida en la que apoyarse. Nuestra estratagema se aprovecha de esa necesidad humana: se basa en el principio de hacer creer al adversario una realidad inventada que lo induce a reaccionar como desearíamos. Para obtener este resultado, nuestra mentira debe parecer más significativa que la verdad. Por lo demás, para decirlo en palabras de Oscar Wilde: .[] Nos guste o no, continuamente somos artífices y víctimas de nuestros autoengaños. Aprender a utilizar estratégicamente esta tendencia nuestra significa transformarse en amos de ella en vez de en siervos inconscientes. Saber utilizar esta estratagema en relación a los demás significa decidir si usarla o no y, por tanto, convertirse en efectivamente responsables, en lo bueno y en lo malo, de lo que nos ocurre. Una vez más, vale la regla del arte de la guerra: saber combatir nos vuelve libres. No combatir es una elección nuestra y no una renuncia dictada por el miedo. Los romanos afirmaban: . Es sólo la conciencia de nuestros recursos lo que nos tranquiliza, nos hace capaces de vivir con serenidad. Volviendo a nuestra estratagema, el ejemplo magistral está representado por la segunda y menos conocida parte de la ya citada de Pascal. Él propone a los cristianos con crisis de fe que vayan de todos modos a la iglesia, que honren los sacramentos, que se comporten creyeran: la fe no tardará en llegar. [] Este procedimiento, si se repite, hace -como el lógico noruego Jon Elster ha demostrado en sus investigaciones- olvidar la decisión inicial y convertir la fe en algo natural. Comportarse una cosa fuera verdadera, aunque no esté demostrado que lo sea, después de un tiempo nos induce a considerarlo como tal. []

El experimento científico que más evidencia esta estratagema está representado por el muy conocido trabajo de Zimbardo en la universidad de

Stanford en los años 70: [] organizó una falsa cárcel con falsos guardias y falsos prisioneros, que eran estudiantes ofrecidos como voluntarios para el experimento. Los guardias debían hacer respetar las reglas, los encarcelados interpretaban su papel, incluidos algunos comportamientos de rebelión a las reglas. El experimento fue interrumpido tras pocas semanas, porque guardias y encarcelados habían llegado a una real e incontrolable escalada de violencia y sevicias, olvidándose de que se trataba de una ficción con fines investigativos. [] Invito al lector a analizar esta secuencia: entro en un local convencido de que las personas que están en su interior me consideran una persona desagradable, o incluso que la tienen tomada conmigo. [] Los que están en el local ven entrar a alguien que los mira con recelo, tiene una actitud defensiva que suena como un rechazo o incluso como una ofensa. Reaccionan poniéndose rígidos y mirándolo a su vez con recelo. El resultado final será que he tenido la confirmación de que soy desagradable y rechazado.

En realidad, ha sido una construcción mía, efecto de una convicción que yo mismo, con mis acciones, he vuelto . La contraprueba de esto es la secuencia contraria: entro en el mismo local [] convencido de que soy simpático, [] de que soy muy querido. Mi postura será suelta y relajada y mi mirada será abierta y en busca de contacto. [] Esto les hará sentirse honrados y gratificados y, por tanto, reaccionarán de manera especular, devolviéndome señales amistosas. [] Ninguna magia, sólo el efecto de una secuencia interactiva creada de la nada. [] La habilidad de “crear de la nada” no es sólo uno de los vehículos fundamentales del poder personal e interpersonal, sino una competencia básica que nos permite pasar de la posición de quien construye lo que sufre a la de quien construye lo que gestiona. “ (De “El arte de la estratagema (o cómo resolver problemas difíciles con soluciones simples)”. Giorgio Nardone. RBA Integral) Comparte esto:

“se espontáneo” ESCUELA DE PALO ALTO: EL INTENTO DE FORZAR ALGO QUE SOLO PUEDE OCURRIR DE MODO ESPONTÁNEO 02/10/2013 Alicia García Aguiar 0 comments insomnio, paradoja "se espontáneo"

Pertenecen a este grupo la mayoría de los problemas de funcionamiento corporal o de rendimiento físico: rendimiento sexual (impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia, coito doloroso, apatía sexual),

funcionamiento intestinal (estreñimiento, diarrea), función urinaria (urgencia, frecuencia, imposibilidad de orinar en un mingitorio público), temblores y tics, espasmos musculares, problemas del apetito, tartamudeo, dolor imposible de aliviar, dificultades respiratorias (hiperaeración), insomnio, sudor excesivo, problemas de carácter (depresión), obsesiones y compulsiones, bloqueos creativos y de la memoria. Aunque muchas de estas dolencias parezcan no tener relación entre sí, se trata en todos los casos de actividades humanas, de orden mental o corporal. Normalmente, el rendimiento de estas actividades es fluctuante. La mayoría de las personas experimentan perturbaciones temporales en el sueño, la actividad sexual, el carácter, etc. Por regla general, no conceden demasiada atención a dichas fluctuaciones, es decir, no las consideran

problemas que requieran especial atención o la ayuda de un profesional. En un lapso de tiempo más bien breve estas perturbaciones se corrigen espontáneamente. En cambio el paciente potencial define dichas fluctuaciones como problema y toma voluntariamente determinadas medidas que sirvan para corregirlas y evitar su reaparición. Tales medidas acostumbran a implicar un esfuerzo deliberado para asegurar un rendimiento normal o efectivo. Al realizarlo, el paciente potencial se ve atrapado por la dolorosa solución de tratar de imponerse un rendimiento que sólo puede obtenerse de modo espontáneo o “irreflexivo”. También puede haber otras personas que participen en este esfuerzo generador del problema y colaboren inconscientemente en potenciarlo. Por ejemplo, una mujer experimenta dificultades para llegar al orgasmo durante el coito. Su pareja, tratando de ayudarla a superar este problema, puede dirigirse a ella durante el coito preguntándole por su nivel de excitación o, también, si está él utilizando las técnicas apropiadas para estimularla de modo conveniente. Así, él la está invitando a que trate con más fuerza aún de responder, cosa que en nuestra opinión sólo sirve para empeorar las cosas. En esta clase de problemas es probable conseguir la solución cuando el paciente sencillamente renuncia a sus intentos de autocoacción y deja de esforzarse demasiado. Por ejemplo, un joven que se quejaba de ansiedad durante las situaciones sociales ofreció el siguiente relato acerca de la modificación de una solución previamente ensayada:

Paciente:…Descubrí que yo tendía a ser una persona muy nerviosa, incluso…Oh, bueno, está bien, aquí otra cosa interesante. El sábado yo…Siempre he pensado que me sentiría mucho más cómodo con la gente si utilizase lentes de contacto; siempre he pensado que se trataba de los lentes de contacto. Pero ahora estoy descubriendo que la mayor parte de ello se debe sencillamente a mi modo de ser…que el sábado, cuando estaba con la chica -Susan, estaba con Susan-, descubrí que estaba sintiendo muchas cosas que me iban saliendo dentro. Antes, siempre había tratado de ocultarlas. Por ejemplo, que me sentía nervioso,

o torpe. Pero esta vez me ocurrió algo un tanto distinto; me dije a mi mismo: “Estoy nervioso”. Me puse a repetirlo una y otra vez, y era agradable estar nervioso, y podía estar allí sin problemas, divirtiéndome por estar nervioso. No sé si esto tiene o no un sentido. Es como si me hubiera dado cuenta de que todas estas cosas diferentes me rondaban por la cabeza, sabe, por ejemplo, “estoy nervioso”, o “me siento aterrorizado”…Pero ahora, en vez de intentar eliminar estos sentimientos, llegaba incluso a estimularlos, y me decía “estoy aterrorizado”. Soy yo quien está aterrorizado. Soy yo quien está nervioso. Y resulta agradable. Me gusta que no me pase en todo momento, pero casi es reconfortante decirme a mí mismo: “Ahora estoy nervioso”. Es improbable que resulte efectivo limitarse a decirle al paciente que deje de esforzarse tanto. En primer lugar, éste cree que la solución que él aplica es el único modo lógico o razonable de afrontar el problema, y que actuar de otra forma solo serviría para empeorar las cosas. En segundo lugar, limitarse a decirle a alguien que abandone determinada conducta suele tener como consecuencia que el sujeto se haga más consciente de ella, con lo que se vuelve aún más difícil dejarla de lado. Como norma general, le pedimos implícitamente a un paciente que renuncie a una conducta concreta cuando le enseñamos explícitamente a que lleve a cabo otra conducta que de por sí excluya la conducta que deseamos eliminar. Por ejemplo, a un paciente que padece dificultades para dormir podría convencérsele de que utilice el tiempo que normalmente dedica a tratar de conciliar el sueño para efectuar una tarea pesada, por ejemplo, limpiar el horno de la cocina. Si se acepta esta directriz, queda excluida la forma habitual que tiene el paciente de afrontar su problema: tratar de obligarse a dormir. No puede intentar deliberadamente conciliar el sueño si debe mantenerse despierto para llevar a cabo la prescripción terapéutica. Los dos conjuntos de conductas se excluyen mutuamente. La estrategia global que a menudo utilizamos para solucionar problemas de rendimiento se centra en invertir el intento del paciente de superar el problema, para lo cual le suministramos unas razones y unas directrices que lleven al paciente a fracasar en su rendimiento. Estas razones pertenecen de ordinario a dos grandes categorías posibles. Antes que nada, puede explicársele al paciente que es importante provocar la aparición del síntoma con propósitos de diagnóstico. En otras palabras, el terapeuta explica que aún hace falta gran cantidad de información necesaria para solucionar el problema. únicamente el cliente puede suministrar tal información, que exige que el cliente exhiba deliberadamente el síntoma, porque cuando el sujeto lo experimenta de modo espontáneo se encuentra demasiado absorto en la angustia de luchar contra el síntoma y no puede observarlo como conviene. Sin embargo, si planifica deliberadamente su aparición, estará en

condiciones de advertir datos muy sutiles pero enormemente significativos que hasta ahora no había logrado percibir. [] En el segundo gran tipo de razonamiento justificativo se le manifiesta al paciente que hay que provocar la aparición del síntoma como paso inicial hacia su control definitivo. [] Una mujer perfeccionista que se queja de su falta de rendimiento, incluso en su afición a la artesanía en cerámica, recibe instrucciones para fracasar deliberadamente con propósitos de diagnóstico:

Todas las vasijas que usted tornee entre las once y las doce tienen que ser imperfectas. [] Me gustaría, además, que usted no tocase el torno fuera de ese momento. En algunos casos puede influirse sobre el paciente para que deje de luchar contra su actuación o su carácter, si se define el síntoma indeseado como algo beneficioso, aunque de un modo que el paciente no había descubierto con anterioridad. Esta clase de redefinición exige una cuidadosa planificación, porque tiene que resultar absolutamente creíble para el paciente. Por ejemplo, un hombre deprimido se describía a sí mismo como un adicto al trabajo. Reconocía que se exigía cruelmente a si mismo, que nunca tomaba más de dos o tres días de vacaciones, y además cada mucho tiempo, etc. El terapeuta fue capaz de reformular su depresión como fuerza benéfica explicándole al paciente que la depresión le estaba obligando a apartarse del trabajo y a tomarse las cosas con tranquilidad en casa, un lujo -o quizás una necesidad- que él jamás se hubiese permitido expresamente. El paciente consideró que esta explicación constituía una interpretación profunda y útil, y dejó de realizar esfuerzos por sentirse más vivaz y activo. Como era previsible, su depresión disminuyó. (De “La táctica del cambio. Cómo abreviar la terapia”. Fisch, Weakland y Segal. Herder)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+ Comparte esto:

Tag Archives: paradoja LA PARADOJA DE INTENTAR SER UNO MISMO 21/08/2012 Alicia García Aguiar 0 comments paradoja

“La segunda clase de soluciones que complican los problemas en vez de resolverlos, bastante frecuente en el campo de la terapia de la mente, es aquella relativa al requerimiento terapéutico: “Sé tú mismo”, o “debes encontrar tu verdadero yo”, o incluso “Debes expresar espontáneamente tu Ser”. [] Como si el “Yo” fuese una realidad tangible, concreta y constante dentro de cada individuo. Y como si fuese posible ser voluntariamente espontáneo. [] ¿Quién nos dirá cual es nuestro verdadero Yo y nuestra auténtica espontaneidad? ¿El terapeuta? []

Pero, a tal respecto, la argumentación más fuerte contra la creencia en la existencia del Yo como realidad concreta y constante y en su auténtica espontaneidad nos viene de los estudios de Henry Laborit (1982), Premio Nobel de biología, que demostraron que la espontaneidad sería sólo el último aprendizaje convertido en repertorio de acción automática. [] En otros términos, el presupuesto teórico que está en la base de la disposición y las acciones terapéuticas anteriormente descritas, osea, la existencia de una entidad concreta y constante como el Yo con su necesidad de espontaneidad y auténtica realización, parece ser del todo infundado. Un ser humano está controlado por el ambiente y controla a su vez el ambiente que le influye a él y a los demás (Elster 1983). [] Debe venir obligatoriamente la sospecha de que tal presupuesto, que seguramente expresa un significado místico y ascético, no posea ningún valor científico, y menos aún algúna utilidad terapéutica. [] Lo que de verdad resulta grotesco es que, como es bien sabido por los estudiosos de la paradoja, el requerimiento de ser espontáneo supone por si mismo un límite a la espontaneidad. El paciente guiado por un terapeuta que asume esta particular forma de teoría y praxis, se encuentra que recibe repetidamente mensajes paradójicos que lo ponen en un estado de constante frustración e incapacidad. []

Para concluir, me parece útil citar un simple experimento que de manera limpia y cristalina demuestra cómo nuestra percepción y nuestras representaciones mentales pueden ser falaces y cómo por tanto es

absolutamente ridículo concebir la idea de una entidad constante e inmutable dentro de nosotros. Probad a poner delante de vosotros tres cubos llenos respectivamente uno con agua muy caliente, otro con agua muy fría y otro con agua tibia. Después introducid vuestra mano derecha en el cubo de agua caliente y vuestra mano izquierda en el cubo de agua fría, para luego sumergir las dos en el cubo de agua tibia. Tendréis la neta pero ambigua sensación de que para la mano derecha el agua estrará fría y para la mano izquierda el agua estará caliente, y sin embargo el agua es siempre la misma.” (Traducido de “Manuale di sopravvivenza per psico-pazienti. Come orientarsi nella giungla delle terapie della mente”. Giorgio Nardone. Tea practica) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

EJEMPLOS DE DOBLES VÍNCULOS TERAPÉUTICOS 21/06/2011 Alicia García Aguiar 0 comments doble vínculo, paradoja, prescripción del síntoma, Watzlawick

Paul Watzlawick

“Es probable que la técnica de prescribir el síntoma haya sido utilizada por los psiquiatras intuitivos desde hace largo tiempo. Por lo que sabemos, fue introducida en la literatura por Dunlap en 1925, en un pasaje sobre la sugestión negativa. Aunque sólo lo describe brevemente, su método consistía en decir a un paciente que no podía hacer algo, con el propósito de motivarlo para que lo hiciera. Frankl se refiere a esta intervención como una “intención paradójica”. La expresión prescripción del síntomaapareció por primera vez en el curso del proyecto Family Therapy in Schizophrenia del grupo Bateson. Haley ha mostrado que este tipo de instrucción paradójica desempeña un papel esencial en casi todas las técnicas de inducción de trance, y ofrece numerosos ejemplos de su empleo en la hipnoterapia, tomados de su observación de la técnica de Milton Erickson y de sus propias experiencias con ella. [] Desde el punto de vista estructural, un doble vínculo terapéutico es la imagen en espejo de uno patógeno. [] Se le coloca al paciente en una situación insostenible con respecto a su patología. Si obedece, ya no es cierto que “no puede evitarlo”; lo hace, y esto, como hemos intentado demostrar, lo hace imposible, cosa que es el propósito de la terapia. Si en un doble vínculo patógeno el paciente “pierde si lo hace y pierde si no lo hace”, en un doble vínculo terapéutico “cambia si lo hace y cambia si no lo hace”. Aunque la instrucción sea lógicamente absurda, constituye una realidad pragmática: el paciente no puede dejar de reaccionar frente a ella, pero no puede hacerlo en su forma sintomática habitual.

Ejemplos:

–Una mujer de mediana edad fue enviada a un psiquiatra debido a sus cefaleas persistentes e incapacitantes. . Los exhaustivos exámenes médicos

no lograron poner de manifiesto nada que pudiera explicar las cefaleas. Al estudiar su caso, el psiquiatra comprendió que en vista de esa historia de fracasos médicos, cualquier sugerencia de que la psicoterapia podía ser una ayuda condenaría a ese tratamiento desde el comienzo. Por lo tanto, comenzó por informar a la paciente que por los resultados de todos los exámenes previos y en vista de que ningún tratamiento le había proporcionado el menor alivio, no cabía duda de que su estado era irreversible. Como resultado de tan lamentable hecho, lo único que podía hacer por ella era ayudarla a aprender a vivir con su dolor. [] Cuando la paciente volvió para la segunda entrevista, una semana más tarde, anunció que durante ese lapso había sufrido mucho menos a causa de sus cefaleas. El psiquiatra [] expresó su temor de que éste volviera inevitablemente con su antigua intensidad y ella se sintiera aún más desgraciada por haber experimentado una absurda esperanza, debido a una disminución meramente temporal de su percepción del dolor. Repitió que cuanto antes abandonara toda esperanza de mejorar antes aprendería a vivir con su dolor. A partir de ese momento la psicoterapia se volvió algo tormentosa, y el psiquiatra se mostró cada vez más escéptico con respecto a la posibilidad de serle útil porque ella no quería aceptar que su estado era irreversible, mientras que la paciente afirmaba airada e irritablemente estar cada vez mejor. Con todo, buena parte de las sesiones entre estas vueltas del combate, pudieron utilizarse para explicar otros aspectos significativos en las relaciones interpersonales de esta paciente, quien eventualmente abandonó el tratamiento, muy mejorada, por propia decisión, después de haber comprendido que su juego con el psiquiatra podía proseguir de manera indefinida.

–Una joven estudiante universitaria corría peligro de fracasar en sus estudios porque no podía levantarse a tiempo para asistir a clase a las ocho de la mañana. Por mucho que lo intentara, le resultaba imposible llegar a clase antes de las diez. El terapeuta le dijo que ese problema podía solucionarse de una manera bastante simple aunque desagradable, si bien él estaba seguro de que ella no cooperaría. Ello movió a la joven (que se sentía muy preocupada) a

prometer que haría cualquier cosa que él le indicara. Se le dijo entonces que pusiera el despertador a las siete de la mañana. Al día siguiente, podía levantarse, tomar el desayuno y llegar a clase a las ocho, en cuyo caso ya no quedaba nada que hacer al respecto, o bien permanecer en cama, como de costumbre. Sin embargo, en éste último caso no se le permitiría levantarse poco antes de las diez, como lo hacía habitualmente sino que tendría que volver a poner el despertador a las once y permanecer en la cama esa mañana y la siguiente hasta que sonara. Durante esas dos mañanas, no podía leer, escribir o escuchar la radio o hacer otra cosa que no fuera dormir o simplemente permanecer acostada. Después de las once podía hacer lo que quisiera. A la noche del segundo día debía poner el despertador a las siete y, si tampoco podía levantarse cuando sonaba, tendría que permanecer nuevamente en cama hasta las once esa mañana y la siguiente, y así sucesivamente. Por último, el terapeuta completó el doble vínculo diciendo a la paciente que si no respetaba este acuerdo, que había aceptado por su propia voluntad, él ya no le sería de utilidad como terapeuta y, por lo tanto, interrumpiría el tratamiento. La muchacha quedó encantada con estas instrucciones aparentemente placenteras. Tres días más tarde, cuando tuvo la sesión siguiente, informó que, como de costumbre, no había podido levantarse a tiempo la primera mañana, se había quedado en la cama hasta las once, según las instrucciones, pero este descanso forzoso (en particular el lapso entre las diez y las once) le había resultado intolerablemente aburrido. La segunda mañana había sido aún peor, y le fue imposible dormir un minuto después de las siete aunque, por supuesto, el despertador no sonó hasta las once. A partir de ese momento asistió a sus clases matutinas y sólo entonces se pudo explorar los motivos que aparentemente la obligaban a fracasar en la universidad.

–Una pareja solicita consejo porque discuten demasiado. En lugar de concentrar su atención en un análisis de sus conflictos, el terapeuta redefine esas peleas diciéndoles que en realidad están enamorados, y que cuanto más discuten, más se quieren porque les importa bastante el uno al otro como para discutir y porque pelear en la forma en que ellos lo hacen presupone una honda participación emocional. Por ridícula que la pareja considere esta interpretación, se empeñarán en demostrar al terapeuta que está equivocado. La mejor manera de hacerlo es poniendo fin a sus peleas, sólo para mostrarle que no están enamorados. Pero en cuanto dejan de discutir, comprueban que se llevan mucho mejor.”

(De “Teoría de la comunicación humana”. Interacciones, patologías y paradojas. Paul Watzlawick, Janet Beavin Bavelas y Don D. Jackson. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 344Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)344 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

LÓGICA NO ORDINARIA: LA MAQUINARIA DEL TRASTORNO 06/05/2011 Alicia García Aguiar 0 comments autoengaños, Bateson, contradicción, creencias, doble vínculo,lógica no ordinaria, paradoja, surcar el mar

La realidad no es aquello que nos sucede, sino lo que hacemos con aquello que nos sucede. A. HUXLEY “La lógica no es otra cosa que el método a través del cual el hombre, desde siempre, aplica sus propios conocimientos, resuelve problemas, de modo que es el puente entre teoría y aplicación directa. [] La lógica ordinaria es nuestra costumbre de discriminar las cosas a través de la negación ––, a través del reconocimiento asociativo [], a través de los silogismos [], a través del principio de no contradicción [], a través del principio de coherencia [], a través de la congruencia []. Estamos acostumbrados a un tipo de lógica en la que el es un fuerte discriminante, aunque empíricamente se ha demostrado que no sólo es

ineficaz sino también contraproducente cuando se quiere persuadir a alguien de algo. Continuamos utilizando este tipo de lógica sencillamente porque forma parte de nuestra idiosincracia cultural. Si esto funciona cuando analizamos fenómenos lineales, los fenómenos de causa-efecto, cuando vamos a aplicarlo a fenómenos complejos como la dinámica entre la mente y la mente o, como sugería Gregory Bateson, entre la mente individual y la mente colectiva, ya no encaja porque para el ser humano el estar en contradicción es una regla, no una excepción. ¿Cuántas veces nuestras emociones y nuestras sensaciones nos hacen hacer algo que no es coherente con nuestro habitual modo de actuar? Muchas veces nuestras reacciones no son congruentes con nuestras acciones. Cuando hablamos de lógica no ordinaria ya no podemos hacer referencia a procesos puramente cognitivos de racionalización de las elecciones, de las decisiones y de las acciones, como haría, en cambio, la lógica ordinaria, precisamente porque cada uno de nosotros es parte del sistema y no puede controlar el sistema desde su interior. []

“El autoengaño es un don que hemos de utilizar, dado que no lo podemos evitar” Hemos de partir del presupuesto de que, al ser nosotros el instrumento cognoscitivo de nosotros mismos, ya estamos contaminados y, en el acto del conocer, contaminamos todo aquello que conocemos. Somos continuamente y desafío a cualquiera a que encuentre en su propia vida un ejemplo de aplicación -desde mi punto de vista, imposiblede lógica puramente ordinaria, sin ambivalencias; es dificilísimo encontrar alguna cosa que funcione sin que detrás exista un autoengaño. [] Todo es autoengaño. [] Tendemos a alterar la realidad que percibimos y a construir constantemente la realidad sobre la base de nuestros autoengaños. Tenemos ejemplos continuos de ello: me levanto por la mañana y he dormido mal, cada mínimo acontecimiento resulta fastidioso por efecto de lo que he

experimentado anteriormente; es un autoengaño. [] También se autoengaña una persona que no se da cuenta de que su pareja la está traicionando, cuando todos excepto ella lo saben. El autoengaño es un don natural que nos protege de las cosas que nos dañan; es algo positivo pero que, si se abusa de él, puede resultar patógeno. [] El autoengaño, por lo tanto, no es algo que hay que denigrar como quisieran hacer los cognitivistas y todos aquellos que piensan en virtud de la ilusión de control racional; el autoengaño es un don que hemos de utilizar, dado que no lo podemos evitar.

Verse la nuca, una paradoja La tradición interaccional-sistémica ha estudiado las ambivalencias lógicas en la comunicación e introdujo el constructo de doble vínculo, entonces identificado con la paradoja lógica, o un mensaje que transporta un contenido y su contrario. Watzlawick y otros fueron los primeros en llevar al campo de la Psicoterapia y de la Psicología el estudio de los niveles lógicos de Bertrand Russell, es decir, la lógica más refinada. Al estudiar las ambivalencias de la comunicación y las ambivalencias en las respuestas de las personas, llegaron a constituir precisamente la lógica de la paradoja, que se convirtió en uno de los conceptos básicos del enfoque estratégico tradicional. El fenómeno de la paradoja comunicativa con uno mismo, con los demás y con el mundo es el fundamento de la etiología de las patologías psíquicas más graves y, al mismo tiempo, el fundamento de la estructura de las intervenciones terapéuticas. [] Cuando dentro de mí siento una cosa y al mismo tiempo su contrario -- es una paradoja, así como cuando deseo una cosa y la temo al mismo tiempo. Sin embargo, cuando pienso que es correcto actuar de un modo pero luego hago lo contrario, o cuando realmente creo mucho en una cosa y todas mis acciones van dirigidas a confirmar mi creencia, o aún, cuando un cierto pensamiento, repetido en el tiempo, y precisamente al repetirse se convierte en verdadero, no estamos en presencia de paradojas.

Paciente no ordinario Es, entonces, posible construir subgrupos, subclases dentro de la lógica del autoengaño. Con este empeño hemos puesto a punto estratagemas terapéuticas no ordinarias para la mayoría de las patologías más importantes y protocolos de tratamiento relacionados. [] Conocer los diferentes criterios de lógica no ordinaria y el funcionamiento de dicha lógica, en consecuencia, resulta fundamental para un terapeuta estratégico. Obviamente, si un paciente nos trae lúcidamente la descripción de su problema y podemos negociar con él lúcidamente la solución, pasamos enseguida a la indicación directa y no tenemos necesidad de la lógica no ordinaria. El problema es que en mi experiencia, entre más de diez mil casos, quizás unas diez personas pertenecían a este tipo. Cierto, es posible que desde hace 20 años sólo vea pacientes extremos; sin embargo, si analizamos la mayoría de las denominadas patologías, vemos que funcionan sobre la base de criterios no ordinarios. Raramente se encuentra una patología que se funde en una lógica ordinaria. […] La gran contribución de Gregory Bateson y más tarde de Don Jackson y Paul Watzlawick fue precisamente comenzar a estudiar estos fenómenos no lineales y buscar en su interior un nexo, un hilo lógico. Tomemos el famoso diálogo estructurado con el delirio de Bateson, que busca determinar su trama para introducirse en su interior y reconstruirla. Por desgracia, la tradición interaccional [] se detiene y se pierde dentro de la paradoja como si fuera el único criterio lógico existente opuesto a los criterios tradicionales. La lógica de la paradoja aplicada, en realidad, es una pequeña parte, ni siquiera el 30% de lo que usualmente se hace, mientras que la lógica de la contradiccióny la lógica de la creencia ocupan los espacios restantes, que son mucho más extensos.” (De “Surcar el mar sin que el cielo lo sepa”. Lecciones sobre el cambio terapéutico y las lógicas no ordinarias”. Giorgio Nardone y Elisa Balbi. Herder Editorial) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 1Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)1 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva)

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MIEDO AL MIEDO 21/04/2011 Alicia García Aguiar 2 comentarios agorafobia, apagar el fuego, Conocer a través del cambio,diario de a bordo, fobias, la peor fantasía, Miedo, miedo contra miedo, paradoja, pánico, reestructuración, surcar el mar

“Este tipo generalizado de trastorno fóbico (ataques de pánico con agorafobia)se mantiene gracias a las soluciones intentadas de evitación y solicitud de ayuda. Aquellos que sufren de esta patología evitan constantemente exponerse a los presuntos peligros o, si no, requieren la presencia constante de una persona en la que confían con el fin de enfrentarse a ellos. Nuestra investigación ha mostrado que cuando una persona pide ayuda y la recibe, esta solución intentada confirma y alimenta el problema. Para interrumpir con rapidez este círculo vicioso, hemos ideado una reestructuración específica y elaborada: Bien, antes que nada hay algo sobre lo que quiero que piense durante la próxima semana. Quiero que piense que, cada vez que usted pide ayuda y la recibe, está recibiendo, al mismo tiempo, dos mensajes. El primer mensaje obvio es . Y añade: [] “se trata más bien de un contrajuego que, una vez jugado, destruye el juego anterior. Con otras palabras, lleva a la sustitución de un ritual insano y epistemológicamente falso (por ejemplo del síntoma anoréxico) por un ritual sano y epistemológicamente correcto”

Añadimos aquí la descripción resumida de uno de sus ejemplos:

Un niño, cuyo electroencefalograma mostraba una perturbación cerebral mínima, fue llevado a una terapia de familia, porque su psiquiatra se negó a seguir el tratamiento. El niño parecía inaccesible al psicoanálisis y mostraba una agresividad poco menos que intolerable. Al cabo de 4 sesiones con los padres, dos en presencia del niño, llegaron los terapeutas a la convicción de que, aparte los conflictos intensos entre los cónyuges, el muchacho se hallaba inserto en una situación de doble vínculo de la que no podía liberarse. Declarado por los neurólogos y atiborrado de dosis masivas de tranquilizantes, abandonado por el psiquiatra como casi sin remedio, se le trataba en su casa como un perturbado mental y se le permitía, por consiguiente, comportarse de una manera que los padres no consienten a ningún niño en su sano juicio: dar fuertes puntapiés a su madre en la cara cuando ésta le ponía los zapatos; atacar con el cuchillo de mesa; arrojar los platos de sopa sobre el vestido de su madre, etc. En cambio, se le presentaban, en sermones y quejas inevitablemente prolijas, las “fechorías” que cometía, cuando se comportaba como un niño normal de su edad. Los terapeutas advirtieron de inmediato que su primera tarea consistía en eliminar aquella situación de doble vínculo, mediante el recurso de destruir la convicción de los padres de que su hijo era un . Pero también comprendieron que no podrían conseguir este objetivo con aclaraciones verbales, que hubieran sido inmediatamente rechazadas. Decidieron, pues, prescribir el siguiente ritual familiar: aquella misma noche, después de cenar, toda la familia [] debía dirigirse en procesión al cuarto de baño, donde el padre debería recoger

todos los frascos de medicinas del niño, y dirigiéndose a éste, debía decirle en tono solemne: A continuación, debería ir vaciando, uno tras otro, todos los frascos de medicina, echando su contenido al water y repitiendo en cada frasco: . A pesar del miedo de la madre de que, sin sus calmantes, el niño acabaría por matarla, el ritual fue tan eficaz que llevó a la desaparición del comportamiento agresivo. “ (De “El lenguaje del cambio. Nueva técnica de la comunicación terapéutica”. Paul Watzlawick. Herder Editorial) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 12Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)12 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

ALGUNAS INTERVENCIONES DE MILTON ERICKSON 20/03/2011 Alicia García Aguiar 0 comments El lenguaje del cambio, Ilusión de alternativas

-“Nos cuenta Erickson que ya desde niño tuvo que ayudar a su padre en los trabajos de la granja y que muchas veces su padre creaba una ilusión de alternativas dejándole, por ejemplo, elegir libremente entre dar de comer primero a

los cerdos o a las gallinas. La elección no consistía en si él quería o no echar de comer a los animales, sino sólo en cual de los dos trabajos (que tenía que hacer de todas formas) prefería hacer “primero”. Erickson recuerda también que comenzó a utilizar este método en la escuela, al poner a sus condiscípulos ante la elección de dos posibilidades, cada una de las cuales habrían rechazado si se les hubieran ofrecido individualmente, no las dos a la vez. [] La ilusión de alternativas es a menudo una parte esencial de las inducciones a trance, por ejemplo:

[] El denominador común de todos estos ejemplos consiste, por supuesto, en que en todos ellos se da implícitamente por evidente la entrada en el trance. -En cierta ocasión acudió al consultorio de Erickson la madre de una muchacha de 14 años; la muchacha estaba convencida de que tenía los pies demasiado grandes y por eso se iba aislando. [] Cuanto más intentaban convencerla con buenas palabras, más se aferraba ella a su idea de que sus pies eran deformes. Erickson concertó una visita con la madre, con la supuesta finalidad de someter a un examen médico a la madre misma. En el transcurso de la exploración, Erickson pidió a la muchacha que trajera una toalla, que se quedara detrás de él y tuviera la toalla preparada. Poco después, dio un paso atrás y “sin querer” le dio un buen pisotón. Ella lanzó un grito de dolor. Entonces Erickson se volvió y dijo acremente: Y afirma que esta sola

intervención fue suficiente para provocar el deseado cambio en la imagen que la muchacha tenía de sí misma. -Si Erickson tiene que habérselas, en una terapia matrimonial con una mujer que interrumpe constantemente y que, además, responde siempre por su marido, sin dar a éste ocasión para despegar los labios, dice a la mujer más o menos lo siguiente: (Por supuesto, casi siempre la tiene.) Al describir esta intervención, explica Erickson: -Una paciente gravemente depresiva, que vivía sola, le dijo al principio de la primera sesión que él era su última esperanza y le declaró, como en un ultimátum, que le daba tres meses de plazo para que la ayudara. Si la terapia no le servía de utilidad, se quitaría la vida. En vez de intentar lo mismo o más de los mismo ya intentado sin provecho con anterioridad, a saber, quitarle de la cabeza, con persuasivas palabras, la idea del suicidio, Erickson pasó directamente a hablar el lenguaje de la paciente y le propuso, en monólogos prolijos y monótonos típicos para él, de forma despaciosa y, por supuesto, sin el menor sarcasmo, que empleara aquellos tres meses en hacer todas aquellas cosas que había deseado hacer desde hacía tres años, pero que no se había atrevido a hacer o creía

que no podía permitirse. Como hacía ya muchos meses que había abandonado por completo el cuidado de su persona, iba mal vestida y despeinada y era la viva estampa de la desidia, le propuso, en primer término, que visitara un salón de belleza para vivir al menos una vez lo que para las mujeres más favorecidas por el destino era la cosa más natural del mundo todos los fines de semana. De igual manera, y sin relación inmediata con el suicidio con que amenazaba, le sugirió que se gastara tranquilamente su dinero en elegantes vestidos, en manjares exquisitos y otros lujos similares. Es fácil de adivinar el resto de la historia. Al mantenerse Erickson dentro del marco del ultimátum que aquella mujer le había trazado, sin someterlo nunca a discusión, consiguió, mediante muchos pequeños pasos, sacarla de aquel marco y modificar de este modo su visión del mundo”. (De “El lenguaje del cambio. Nueva técnica de la comunicación terapéutica“. Paul Watzlawick. Herder Editorial) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 374Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)374 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

Tag Archives: resistencia ERICKSON Y LA TÉCNICA DE LA UTILIZACIÓN: EL HOMBRE QUE SE PASEABA EN LA CONSULTA 24/05/2014 Alicia García Aguiar 1 comentario hipnosis, resistencia, técnica de la utilización

Como el paciente del caso, el señor Sommer (del precioso libro “La historia del señor Sommer” de Patrick Süskind), también era un caminante eterno

Esencialmente, se utilizó el mismo procedimiento con otro paciente de unos 30 años que, tras entrar en la consulta, empezó a pasearse por la sala. Explicó que no podía permanecer sentado o tendido en un sofá contando sus problemas y que había sido expulsado ya de varias consultas acusado de “poco cooperativo”. Pidió que se le aplicase hipnoterapia, si era posible, ya que sus ansiedades eran prácticamente inaguantables y siempre crecían en intensidad en la consulta del psiquiatra y que esa era la razón de su deambular nervioso.

Camina noche y día

Todavía hubo varias explicaciones más acerca de esa necesidad suya de pasearse hasta que conseguimos que se detuviese preguntándole: ¿Desea usted cooperar conmigo continuando con el paseo, como lo está haciendo ahora?. Su respuesta fue: ¿Que si quiero? ¡Claro! Tengo que hacerlo si quiero permanecer aquí. Después, se le preguntó si el autor podía participar en ello dirigiendo, en parte, el curso de sus pasos. El sujeto accedió un poco extrañado. Consecuentemente, se le pidió que caminase hacia delante y hacia atrás, que girase a la derecha, a la izquierda, que se alejase de la silla y caminase hacia ella. Al principio, estas instrucciones fueron dadas en un ritmo acorde a su marcha. Gradualmente, se fue cambiando el ritmo de las instrucciones y se hizo más lento y con otras palabras: Ahora, gire a la derecha y aléjese de la silla en la que se puede sentar; gire a la izquierda hacia la silla donde se puede sentar, aléjese de la silla en la que se puede sentar, vaya hacia donde se puede sentar,etc. Mediante estas expresiones se pusieron las bases para una buena cooperación paciente-psiquiatra.

El eterno caminante finalmente se detiene (Ilustraciones de Sempé)

El ritmo disminuyó todavía más y las instrucciones variaron de nuevo para incluir la frase la silla a la que pronto se aproximará y en la que se sentará cómodamente, y de ahí a la silla en la que pronto se hallará sentado cómodamente. Su andar se volvió más lento y más y más dependiente de las expresiones del autor hasta que se le pudo sugestionar para que se sentase y cayese en un trance profundo. En unos cuarenta y cinco minutos el sujeto desarrolló un trance que redujo la ansiedad y tensión del paciente de manera que pudo cooperar con la terapia perfectamente. El valor de esta técnica de utilización reside probablemente en su efectividad como demostración de que los pacientes son siempre

aceptables y que el terapeuta puede manejarse de manera efectiva con ellos independientemente de su conducta. La técnica satisface las necesidades del paciente y usa la conducta que domina al sujeto como parte integrante del proceso de inducción.

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+ Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 169Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)169 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 2Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)2 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

USO DE LA RESISTENCIA 05/10/2012 Alicia García Aguiar 0 comments resistencia

“Una de las técnicas más refinadas de las derivadas de la paradoja, y que ha logrado gran aplicación en terapia, es el aprovechamiento terapéutico de la resistencia. Por cuanto se refiere a la resistencia, al contrario de la clásica interpretación que hace de ella el psicoanálisis, creemos que es funcional emplear su fuerza con fines terapéuticos. Es decir, creemos provechoso que la resistencia misma primero se prescriba paradójicamente y luego se utilice. Se procede creando un “doble vínculo” terapéutico, que se manifiesta colocando al paciente en una situación paradójica en la que su resistencia o su rigidez con el terapeuta llegue a ser una prescripción y sus reacciones un avance en la terapia. De modo que la función prioritaria de la resistencia queda anulada mientras se utiliza su fuerza para promover el cambio; la resistencia prescrita, de hecho, deja de ser resistencia y se convierte en cumplimiento, como en el siguiente caso de un paciente difícil y desconfiado, a quien el terapeuta dice: Mire usted, habría buenas posibilidades de resolver su problema y existen técnicas específicas para ello. Pero, vistas las actuales circunstancias y sus características personales, creo que usted no es capaz de librarse de él. De esta forma, el paciente que se oponía al tratamiento se ve puesto en una situación paradójica. Por lo general, la reacción del paciente es una agresividad no expresa hacia el terapeuta, que se manifiesta en la realización de aquello que el terapeuta ha declarado que él no es capaz de hacer. Pero el caso es que todo esto lleva a una promoción de la colaboración terapéutica y a la anulación de la misma resistencia. Igual como en ciertas artes marciales orientales se utiliza, mediante un atento estudio de las palancas y de la fuerza de la gravedad, la fuerza del adversario para ponerlo fuera de combate, así también en esta técnica se reorienta la fuerza de la resistencia al cambio en dirección al cambio mismo. Los hipnotizadores expertos expresan bien esta estrategia cuando reestructuran la resistencia del sujeto a abandonarse en forma de sugestión a una profundización en el trance. Por ejemplo, ante un sujeto que expresa resistencia a ponerse en trance

moviendo los dedos de una mano o moviendo una pierna, el hipnotizador experto responderá:

Muy bien, su mano (o su pierna) responde, ahora comenzará más rápidamente hasta que sentirá un gran cansancio, unas enormes ganas de descansar, etc De este modo redefine la resistencia y orienta su fuerza en dirección a la inducción del trance.” (De “El arte del cambio. Trastornos fóbicos y obsesivos” Giorgio Nardone y Paul Watzlawick. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 92Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)92 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

EN COMPAÑÍA DE UN MONSTRUO: LA RESISTENCIA AL CAMBIO 16/06/2011 Alicia García Aguiar 0 comments resistencia

A nadie le ha sido concedido evitar la peor de las compañías, la suya propia.

GIORGIO NARDONE

“Desearíamos concluir ofreciendo al lector una especie de clasificación de los procesos de influencia y técnicas de persuasión que se deben utilizar según el tipo de resistencia al cambio detectada en el paciente. 1. Frente a pacientes que COLABORAN-o que no se oponen o descalifican-, con una marcada motivación para el cambio asociada a recursos cognitivos reales, la tipología retórica y de persuasión idóneas para guiarlos hacia el cambio ha de ser la de tipo racional-demostrativo, redefinir de manera lógico-racional [] hasta llevarlo al cambio consciente.[]

2. Frente a pacientes que QUIEREN SER COLABORADORES PERO NO PUEDEN SERLO, que tienen una gran motivación y necesidad de cambiar, pero no lo consiguen ni siquiera mínimamente (sint. fóbicas y

obsesivas agudas, por ejemplo), la estrategia se basa en maniobras veladas, indirectas y con gran carga de sugestión, dirigidas a conducir al sujeto a cambiar sin que se dé cuenta. [] Se utiliza la estratagema surcar el mar sin que lo sepa el cielo para producir la experiencia emocional correctiva. []

3. Frente a pacientes que NO COLABORAN O SE OPONENabiertamente, que descalifican al terapeuta y no observan deliberadamente sus indicaciones, la modalidad eficaz es la que se basa en la utilización de la resistencia (sitúa al sujeto que se opone en la condición paradójica de cumplir de todas formas las indicaciones del terapeuta: si continúa oponiéndose a la terapia, cumple las prescripciones; si se opone a las prescripciones, satisface la terapia ) y en el recurso a maniobras y prescripciones paradójicas. La resistencia prescrita se convierte en cumplimiento.

4. Frente a pacientes que NO SON CAPACES DE COLABORAR NI DE OPONERSE deliberadamente, que presentan una narración de sí mismos fuera de toda realidad razonable (delirios, manías persecutorias, etc), el terapeuta, siguiendo la orientación de Pascal y Erickson, deberá entrar en la lógica de la representación delirante, asumir sus códigos lingüísticos y de atribución, evitando toda negación y descalificación de tal construcción disfuncional de la realidad. Deberá seguir las huellas de esta narración y añadir otros elementos que oriente las representaciones en una dirección diferente. [] Sin una retórica persuasiva idónea es poco probable que seamos capaces de iniciar un cambio centrado en las experiencias y en las perspectivas del paciente. Porque lo que hace posible la aplicación terapeútica de procedimientos de solución de los problemas no es sino la construcción, mediante la comunicación, de realidades inventadas que producen efectos concretos”.

(De “Terapia Breve Estratégica. Pasos hacia un cambio de percepción de la realidad”. Paul Watzlawick y Giorgio Nardone. Paidós Terapia Familiar) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

LA NOVELA DEL TRAUMA 14/05/2011 Alicia García Aguiar 0 comments Cambiar el pasado, drop-out, novela del trauma,resistencia, TEPT

Escribir la historia es una forma de desembarazarse del pasado J. W. von GOETHE “Quien llega a terapia padeciendo de un trauma está en una situación de emergencia, tiene prisa en ser comprendido, en ser ayudado y en liberarse del molesto pasado que obstaculiza la serenidad de su propio presente. [] Se trata de un paciente que quiere ser colaborador pero no puede serlo, porque está continuamente oprimido por ese conjunto de miedo, dolor y rabia que el acontecimiento traumático ha introducido en su vida. [] La situación que vive una persona con un trastorno causado por un trauma es un buen ejemplo de que el tener un perfecto insight sobre las causas del propio problema no es en sí mismo suficiente para permitir su superación. [] Frente a este tipo de trastorno una intervención terapéutica que se base en una lógica ordinaria, racionalización y conciencia, resulta absolutamente inapropiada. Si, en efecto, un sistema pide ser cambiado de forma

cognitiva, pero emocionalmente se resiste al cambio (en virtud al fuerte miedo y dolor que esta situación comporta), no podemos pensar en modificarlo a través de la explicación, es decir, usando la lógica ordinaria. Como han demostrado todos los estudios sobre la homeostasis de los sistemas vivos, cuanto más alerto a la persona respecto a la necesidad de cambiar, más se resistirá ésta al cambio en virtud a la tendencia natural a mantener su propio equilibrio, aunque éste pueda ser realmente disfuncional. […]

“Si quieres salir, has de pasar por el medio” Puesto que la novela del trauma es la medida principal para el tratamiento del TEPT, creemos importante detenernos brevemente para analizar la lógica que subyace, que en encontramos expresada de manera eficaz en el aforismo de Robert Frost: Si quieres salir, has de pasar por el medio. La prescripción de la novela del trauma, que requiere que el paciente narre a diario en forma de novela lo que le ha sucedido, descendiendo a los detalles y volviendo a narrar cada vez la totalidad (como una especie de “novela policíaca”), produce cuatro efectos importantes. Ante todo permite al paciente exteriorizar todos sus recuerdos, las imágenes, los flashbacks que le apremian transfiriéndolos a la carta y, de este modo, librarse poco a poco de ellos. Como dice Hugo Ojetti: Quien describe su propio dolor, aunque llore, está a punto de consolarse. La expresión del dolor por escrito tiene un efecto canalizador: hace discurrir el flujo emocional y lo deja en el papel, [] la persona puede sacar fuera emociones y sensaciones que de otro modo permanecerían latentes en su interior y dentro de ella, turbando su equilibrio. Escribir permite además concentrarse profundamente en los recuerdos y expresarlos sin incurrir en el riesgo de expectativas de respuesta, cosa que, en cambio, sucede de manera inevitable cuando se habla de ello con los demás (puesto que es imposible no comunicar, el feedback reenviado por las personas que escuchan vuelve a poner inequívocamente en movimiento el círculo vicioso). []

“Quien describe su propio dolor, aunque llore, está a punto de consolarse” Estudios independientes sobre la memoria señalan que cuando una persona está influida negativamente por un trauma, las informaciones sobre el suceso quedan almacenadas en la memoria motriz (o de los sistemas corpóreos) más que en la narrativa, y la persona mantiene las emociones negativas y las sensaciones físicas del acontecimiento original. Es decir, el recuerdo de hechos que traumatizan activa las zonas del cerebro antepuestas a la visión y a las emociones, mientras que los centros del lenguaje y de la expresión parecen desactivados. Es como si los recuerdos del trauma permanecieran bloqueados, encajados dentro del sistema nervioso. Sin embargo, cuando se elaboran, las informaciones pueden transferirse a la memoria narrativa (o verbalizable) y las sensaciones corpóreas y los sentimientos negativos asociados desaparecen. Como destaca Janssen, escribir ayuda probablemente a restablecer los ligámenes entre las diferentes zonas. La repetición diaria de la narración, además, activa también una especie de proceso natural respecto a los recuerdos traumáticos análogo a lo que Piaget ha definido como y Darwin como . En palabras de Esopo: La costumbre hace soportable incluso las cosas más espantosas. Además, al buscar activa y cotidianamente los peores recuerdos y las sensaciones más espantosas para transcribirlas, la persona acabará por no vivirlas como algo intrusivo e incontrolable, sino como algo ahora gestionable, justo porque se ha buscado voluntariamente y ya no se padece. Alejarse de un acontecimiento pasado significa entonces que el pasado sea recolocado temporalmente a su dimensión correcta: el pasado mismo. El trauma reposicionado puede así dejar de invadir el presente de la persona y

limitar la construcción de su futuro. A través de la novela del trauma, la herida que el trauma ha dejado abierta se transforma poco a poco en una cicatriz que, sin llegar a desaparecer del todo, permite a la persona volver a apropiarse del presente. Tener que entregar, finalmente, la novela al terapeuta, representa una especie de ritual de paso, de superación del suceso traumático, que aumenta de manera sugestiva el efecto producido por la ejecución de la prescripción. Obviamente, para que el paciente esté dispuesto a aceptar una prescripción tan dolorosa y contraria a lo que ha estado haciendo es indispensable que el terapeuta haya creado una óptima relación y que utilice una comunicación muy sugestivo-hipnótica al dar la prescripción. Es pues fundamental el recurso a imágenes intensamente evocativas (como la de la herida por cicatrizar, por ejemplo) capaces de reducir al mínimo la resistencia del paciente y aumentar su conformidad con la prescripción. []

Si la relación ha funcionado, el paciente regresa El drop-out es la interrupción de la terapia por parte del paciente dentro de las tres primeras sesiones. Desde el punto de vista estratégico, el drop-out es un fallo comunicativo-relacional. Cuando un paciente , huye del terapeuta. En el caso de la novela del trauma estamos frente a una excepción. [] Huye del miedo de tener que hacer una cosa tan dolorosa como el problema que le llevó a la sesión. Sin embargo, si la relación ha funcionado sucede otra cosa: el paciente regresa. Vuelve con quien, al no haber fracasado en la vertiente relacional, le ha dado la impresión de que ha comprendido y sentido su sufrimiento, aunque después le haya pedido realizar algo demasiado difícil.” (De “Cambiar el pasado. Superar las experiencias traumáticas con la terapia estratégica” Federica Cagnoni y Roberta Milanese. Herder)

Tag Archives:prescripción

del síntoma PAUL WATZLAWICK: DRÁCULA NO ME DEJA DORMIR 05/09/2016 Alicia García Aguiar 0 comments delirio, Miedo, prescripción del síntoma

Rigoberto no logra dormirse si no es con la luz encendida. Ni bien cierra sus ojos imagina que Drácula y un cortejo de vampiros vienen a succionarle la sangre y a torturarlo. Cuenta con una larga historia terapéutica: ha intentado numerosos tratamientos en donde se le ha interpretado que Drácula es en realidad su padre muerto a quien ama (ya que lo tiene idealizado) y odia (por sentirse que lo ha abandonado) y este odio se le vuelve en su contra. También se le ha explicado que esos demonios no existen, que solo son fruto de su fantasía o su delirio. Le han recetado hipnóticos, pero él no tiene problemas para dormirse (). Toma fármacos y se debate angustiadamente entre el sueño y el cortejo de vampiros que lo acompaña.

Por su parte, ha intentado colocar estampitas de diferentes santos en distintos lugares de su departamento. A veces reza, pero el temor lo devora. Siente una mezcla de miedo, angustia y bronca por lo que le sucede y más porque no lo puede solucionar. Este síntoma lo ha limitado en otras áreas de su vida. Por ejemplo, tiene 35 años y no puede dormir con una mujer, ¿cómo haría con estos demonios?: siente vergüenza y pánico de que se de cuenta de esto que le parece propio de un niño de 5 años. Razón por la cual ha interrumpido algunas relaciones pasajeras en las que se sentía muy gratificado en el plano afectivo. Se ha vuelto tímido e inseguro para afrontar una relación sexual con una mujer, pero más allá, no se atreve ni siquiera a encararla. También en el trabajo ha sufrido las consecuencias: son muchas las oportunidades que llega tarde porque se duerme de madrugada y luego se queda dormido. Se ha vuelto ostrácico. No sale de su departamento, solamente va a la casa de su madre y al trabajo. El terapeuta, entonces, prescribe el síntoma. No confronta las creencias draculeanas del paciente sino que se alía a él tal cual Van Helsing en la lucha contra los vampiros, a sabiendas de que existen una serie de antídotos que ayudan a neutralizar sus poderes. T. Pero Rigoberto, me parece que dentro de todas las cosas que has probado para ahuyentar a los vampiros te has olvidado algunos de los más efectivos y conocidos antídotos… P. ¿Me estás hablando en serio? T. ¿Hay algo en mi cara que dice que estoy bromeando?

P. No, pero… T. (Interrumpiéndolo) Las cruces y los ajos son el principal antídoto para los vampiros. Esto está descrito en los

Kit para matar vampiros

principales manuales de vampirismo, manuales en los que se basaron las películas de Drácula. Te pido que esta misma noche coloques dos o tres cabezas de ajo debajo del colchón, distribuidas una a la altura de la cabeza, otra a la altura del corazón y otra a la de las piernas. Luego una cruz en la cabecera de la cama. Puedes cerrar la ventana de la habitación y colocar una serie de estampas de santos y crucecitas más pequeñas. () Si no resulta bastante ¿tienes una Iglesia cerca? P. Más o menos, ¿por qué? T. Para llenar un frasquito con agua bendita que después esparcirás en los principales lugares de tu casa. () Has tomado todos los recaudos para convertirte en inmune a cualquier posibilidad de vampirismo…Apagarás con este convencimiento la luz del velador y dormirás relajado, como hace tanto tiempo que no lo logras. Mañana me llamas y me cuentas cómo fue la experiencia. P. (Un poco nervioso) Pero ¿podré hacerlo?…lo pintas tan fácil… T. Fácil nada, yo no hablé de facilidad, al contrario, me parece un acto muy importante y estoy convencido de que podrás…

¿Qué puñetas estoy haciendo?

De lograr la prescripción Rigoberto se sentirá más fuerte y con un primer logro concreto. Antes sabía mucho y actuaba poco, ¡al fin un poco de acción en su vida! Una vez que se haya instaurado el sueño con luz apagada es factible que con prescripciones directas en donde paulatinamente se vayan desmontando cada una de las protecciones ritualizadas logre finalmente dormir sin ellas. Si no ha podido cumplirla y se planteó por ejemplo: ¡qué estoy haciendo, por qué debo poner todas estas cosas para poder dormirme, soy ridículo! y logra dormir apagando la luz, enfrentando la situación pero perseverando en la nueva postura, quiere decir que la prescripción actuó de manera provocadora, introduciendo entropía en su sistema. Entonces, por prescripción sintomática se anuló el problema. Otra posibilidad de prescripción de síntoma podría haber sido contar lo más exacto posible la cantidad de vampiros que lo atacaban y duplicarlos o chequear una escala de intensidad del miedo en el momento de intentar dormirse y multiplicarlo. Por amplificación del síntoma se llegaría a provocar mediante la voluntad tanto la aparición del síntoma como las propias defensas hacia él. Muchas tareas del mismo tenor pueden ser aplicadas en este tipo de casos, tareas que socavan las resistencias y muestran de una forma u otra, cumpliéndolas o no, el cambio en la construcción de la realidad.

(Extraído de aqui)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta oficial del Centro di Terapia Breve Strategica dirigido por Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 147Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)147 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) 19Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva)19 Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

SUGESTIONES INDIRECTAS POR JEFFREY ZEIG 06/05/2012 Alicia García Aguiar 0 comments Jeffrey Zeig, prescripción del síntoma, sugestiones indirectas,técnica de la confusión

“Prueban una sugestión directa cortada a la medida y no funciona. Y después prueban sugestión directa con hipnosis y tampoco funciona. ¿Qué harían entonces? Sugestión indirecta. Y es en este punto en donde el enfoque ericksoniano puede ser más valioso. Si están bloqueados en un punto, las siguientes técnicas estarán enfocadas a incrementar lo indirecto. Esta es la segunda ley de Zeig, que nunca será famoso. Esta ley establece que la cantidad de indirección que tiene que emplearse es directamente proporcional a la resistencia percibida. Hay toda una lista de intervenciones que aprendemos de la hipnosis y que son maneras de envolver las ideas como regalo. Le puedo decir al paciente: “¡Alégrate!” usando sólo sugestión directa, hipnosis y sugestión directa, reenmarcando, usando directivas, prescripción de síntomas, desplazamientos, orientación hacia el futuro. Puedo usar cualquiera de estas técnicas para envolver como regalo la idea de “Alégrate”. Lo primero que yo haría sería usar una sugestión indirecta simple, por ejemplo, una forma de lenguaje llamadapresuposición. Debe haber diez o tal vez quince formas distintas de sugestión indirecta, la presuposición es sólo una de ellas. [] Podemos utilizar presuposiciones respecto al tiempo, al lugar o al proceso. [] Se vuelven hacia el paciente y le dicen Yo no sé cuándo te vas a alegrar. Esto presupone que se va a alegrar, es sólo cuestión de tiempo. “Yo no sé cuándo te vas a alegrar”, “tú no sabes cuándo te vas a alegrar”, “tu mente consciente no sabe cuándo te vas a alegrar, sólo tu mente inconsciente lo sabe”. Todas estas son presuposiciones de tiempo. También puedes hacer presuposiciones de lugar: “Tú no sabes dónde te vas a alegrar”, “yo no sé dónde te vas a alegrar”, “no podemos predecir todos los lugares en los que vas a descubrirte a ti mismo feliz”. Esto presupone que la persona puede cambiar su estado de ánimo, es sólo una cuestión de

lugar. Proceso: “Yo no sé cómo te vas a alegrar”, “no puedes predecir todas las maneras en que te vas a alegrar”, presuponen. []

¿Ustedes creen que una simple sugestión indirecta es ya una terapia adecuada? No, muy pocas veces es suficiente, aunque esté bien cortada a la medida y bien envuelta. Pero a veces puede ser que sí hagan terapia con una sola sugestión indirecta. Hay un caso de Erickson que podemos juzgar si fue exitoso o no. Estaba dictando una conferencia a una audiencia de médicos. Uno de ellos, llevó a un jovencito que tenía un problema caracteriológico y estaba realizando actuaciones (actings out) , para que fuera sujeto de una demostración de terapia. El muchacho estaba creando problemas a su comunidad con su mala conducta. Se sentó en el escenario junto a Erickson. Erickson dictaba su conferencia a la audiencia de médicos mientras el muchacho estaba sentado de cara frente a ellos. En ningún momento Erickson hizo ningún tipo de terapia con él. No hizo hipnosis, no hizo ninguna demostración. Sólo dictó su conferencia a la audiencia. Al final de la exposición, justo cuando Erickson ya se iba, miró al muchacho y le dijo: “Realmente yo no sé cómo vas a cambiar tu comportamiento; realmente no sé cómo”.la historia termina en que el joven creció y se convirtió en un abogado. No sabemos si fue un caso exitoso o no (se ríe). Por lo tanto, es posible hacer terapia con una sola sugestión indirecta. Pero para mí la sugestión indirecta es como escalar una montaña. Cambiar el estado de ánimo de un paciente deprimido se vive como escalar una montaña. La sugestión indirecta es como dar el primer paso y todas estas técnicas son maneras de dar pasos. Para transmitir la idea “sé flexible en tu estado de ánimo” puedo necesitar sugestión directa, hipnosis, sugestión indirecta, prescripción del síntoma, anécdotas, etc. Después hacen lo mismo con ser positivo, y lo mismo con vivir a través del tiempo, y lo mismo con ser más activo y lo mismo con ser externo. Encuentren diferentes maneras de envolverlas, hasta que el paciente las tome. Otra forma de envolver ideas es ofrecer directivas. Si quieren aprender sobre cómo dar directivas en terapia, consulten la obra de Jay Haley y Cloe Madanes que hacen un trabajo excelente con directivas estratégicas. Se trata de dar al paciente tareas. Por ejemplo, “esta semana salga de su casa, vaya a un parque y observe a los niños”. Con esta tarea, el paciente va a

estar rodeado de gente que es flexible, positiva, externa, activa. Lo ponen en una situación en que va a empezar a entender estos comportamientos que son las metas que queremos lograr con él. Si no funciona, pueden probar la prescripción del síntoma. Para prescribir el síntoma, le dicen al paciente: “Yo no quiero que estés feliz esta semana”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta. Implica que la semana siguiente va a ser diferente. “No quiero que estés feliz en la casa”. Es una prescripción del síntoma con sugestión indirecta de lugar. “No quiero que descubras formas en que puedes ser feliz”, presupone que hay maneras de ser feliz. Son prescripciones del síntoma y al mismo tiempo sugestiones indirectas. [] Con pacientes desafiantes, utilicen la prescripción del síntoma para hacerlos salir del problema metiéndolos en una paradoja. El paciente desafiante se rebela contra la tarea y así se cura.

Supongamos que emplean la prescripción del síntoma cortada a la medida y tampoco funciona. Pueden entonces tratar con un reenmarque. Y pueden tal vez combinar un reenmarque con prescripción del síntoma y sugestión indirecta. Le dicen al paciente: “Yo no quiero que seas feliz todavía, no quiero que cambies tu estado de ánimo todavía porque tu esposo no puede enfrentar su depresión, y mientras tú permanezcas deprimida, él no tiene que enfrentarse con su propia depresión. Y todavía no está suficientemente fuerte como para hacerlo. Así tienes que permanecer deprimida hasta que logremos que él se fortalezca”. De este modo, la depresión queda reenmarcada. Ya no es una enfermedad sino que sirve al funcionamiento del sistema pareja. Ustedes siguen la trama del diagnóstico, determinan cuál es la función que tiene un problema en el sistema y lo prescriben. Si la depresión es una forma de cuidar a otros miembros de la familia, prescriben la función sistémica de ese problema, la reenmarcan. El reenmarque opera en el nivel de las actitudes. Cambian la actitud de la gente frente al problema. Lo que antes era negativo, se vuelve positivo. [] Otra técnica sería el desplazamiento. Pueden mover la depresión. La pueden desplazar del resto del cuerpo hasta los pies. Hipnotizan a la

persona y le dicen que la depresión se está moviendo hacia los pies. Suena loco pensar en desplazar un problema, pero no es tan ilógico porque de hecho el paciente ya está desplazando el problema. Está, por ejemplo, tomando la ansiedad de la familia y transformándola en depresión dentro de su cuerpo. El paciente está tomando una preocupación y la está desplazando a un dolor de cabeza. Si el paciente desplaza en forma negativa, ustedes pueden desplazar en forma positiva. Orientación al futuro. Ustedes pueden hacer que un paciente se imagine a sí mismo en el futuro y les describa cómo solucionó el problema. La hipnotizan haciendo una progresión en el tiempo, para que pueda mirar hacia atrás cómo solucionó el problema. []

La técnica de la confusión es otro método para presentar una sugestión. Tienen una meta y crean una confusión, escuchen esto:

“Tu mente consciente tiene formas de entender las cosas y tu mente inconsciente tiene formas de entender las cosas, pero el tipo de entendimiento consciente que tu mente inconsciente puede entender, es diferente del tipo de entendimiento inconsciente que tu mente consciente puede entender, pero de vez en cuando hay malentendidos y puedes inconscientemente entender tus malentendidos conscientes mejor de lo que conscientemente puedes entender tus malentendidos inconscientes, pero la clase de malentendidos inconscientes que no puedes entender conscientemente, son diferentes de la clase de malentendidos inconscientes que puedes conscientemente entender pero tú no puedes realmente entender hasta que…te alegras esta semana”.

Ya para ese momento están confundidos, no deprimidos. Si lo hacen

demasiado largo, deprimen al paciente. La técnica de la confusión es una de las contribuciones más originales de Erickson. []

La utilización establece que cualquier técnica que use el paciente para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Esta es la Tercera Ley de Zeig: cualquier técnica que el paciente utilice para ser paciente, puede usarla el terapeuta para ser terapeuta. Si el paciente usa confusión para ser paciente, ustedes pueden usar confusión para ser terapeutas. Si el paciente usa desplazamiento para ser paciente, ustedes pueden usar desplazamiento para ser terapeutas. Si el paciente tartamudea para ser paciente, ustedes pueden tartamudear para ser terapeutas. Esto elimina la necesidad de memorizar una lista de técnicas. No tienen que aprendérselas de memoria, sólo observen al paciente. Sea cual sea la técnica que él utilice para ser paciente, ustedes utilicen la misma técnica para ser terapeutas. Envuelvan como regalo utilizando el estilo del paciente.” (De “Terapia cortada a la medida. Un seminario ericksoniano con Jeffrey Zeig. Teresa Robles. Instituto Milton Erickson de la ciudad de México) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 116Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)116 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

LA PRESCRIPCIÓN DEL SÍNTOMA PARA LA MUJER DE HIELO 18/12/2011 Alicia García Aguiar 1 comentario deseo hipoactivo, pareja, prescripción del síntoma

El arte de dar sabor a los placeres es el de ser avaro de ellos JEAN-JACQUES ROUSSEAU “Una joven mujer casada, de aspecto bello y físicamente sana, está angustiada por el hecho de que nunca ha experimentado nada durante las relaciones sexuales. [] Tras casarse con el hombre adecuado, diez años mayor que ella, y desde luego suficientemente experto, persiste la incapacidad de experimentar ni tan siquiera la más mínima sensación de placer durante el acto sexual, sobre todo durante la penetración; por otra parte, la mujer no desea nunca empezar las relaciones sexuales, que se aviene a llevar a cabo solamente cuando el marido se lo requiere. Esta “anestesia” y esta indiferencia se convierten en un problema cuando, al comparar las historias de las experiencias sexuales con amigas de su misma edad, sale a la luz que, al parecer, la mujer “se está perdiendo un poquito de diversión”.

Como sucede a menudo, desde aquel momento, las cosas en vez de mejorar empeoraron: antes de cada relación sexual, la joven esposa está en una situación de concentración y tensión psicofísica desesperada, dirigida a la búsqueda del más mínimo indicio de aquel placer que nunca ha experimentado. El marido, por su parte, aunque no parece angustiarse demasiado por el problema, empieza a prodigarse con toda una serie de habilidades y técnicas que, por lo que dicen los expertos que abarrotan los medios de comunicación, tendrían que “descongelar” a su mujer. Estas técnicas, y el clima poco natural que le acompaña, tienen el efecto de bajar aún más la temperatura emocional de los encuentros, que empiezan a vivirse por parte de ambos cónyuges como fuente de sufrimiento. En este punto la mujer viene a terapia. [] El problema, desde el punto de vista estratégico-constructivista, se basa en las soluciones intentadas llevadas a cabo por la paciente y, a partir de un cierto momento, por su pareja. Los dos han intentado provocar voluntariamente sensaciones que sólo se pueden experimentar de forma espontánea, y se han visto atrapados en la clásica paradoja del tipo “sé espontáneo”, un autoengaño patológico que puede vencerse sólo con un

contra autoengaño igualmente paradójico. Se les da la prescripción siguiente:

De ahora en adelante y hasta la próxima sesión, que será dentro de dos semanas, ha de asegurarme que hará al pie de la letra todo lo que le pido. Sé que podrá parecer extraño, pero tendrá que hacer exactamente lo que le pido, y sin hacerme preguntas; le daremos las explicaciones más adelante. Lo que le pido que haga es que se vaya a casa y no le diga nada en absoluto a su marido de lo que le he prescrito; cuando tenga la próxima relación sexual, y las siguientes, tendrá que colocarse en una situación de voluntad absoluta de no experimentar nada. En otras palabras, le prohíbo que experimente alguna sensación, de cualquier tipo, a cualquier nivel, en cualquier parte del cuerpo. Usted tendrá que esforzarse en estar absolutamente anestesiada. Más bien, aún le diré más: tendrá que esforzarse en evitar todas aquellas estimulaciones que sabe que son capaces de provocar la mínima respuesta fisiológica o emocional que hasta ahora experimentaba, aunque raramente, en las relaciones sexuales. Por lo tanto, de ahora en adelante usted será una estatua de hielo. [] Después de dos semanas, se presenta a la sesión con un aire de complicidad y diversión. Explica que, de forma incomprensible, durante la primera relación sexual que tuvo tras la entrevista se esforzó en no experimentar ninguna sensación; sin embargo, para su enorme sorpresa, precisamente en aquella ocasión experimentó algunas sensaciones agradables que nunca antes había experimentado. Más bien, mientras más se esforzaba en permanecer indiferente, más su cuerpo le traicionaba haciéndole experimentar auténticas olas de placer que no sospechaba que se pudieran dar en una persona. Después de algunos minutos, experimentó una sensación explosiva que identificó con el orgasmo. Finalizada la relación, el marido, asombrado con ella, le preguntó: “Pero, ¿qué ha pasado esta vez?” También en las relaciones siguientes, la agradable novedad continúa y esto no tarda en restablecer una atmósfera de serenidad que hacía mucho tiempo que no se experimentaba. []

Esta solución aparentemente mágica de un problema a causa del cual la paciente, y la pareja, corría el riesgo de adentrarse en un recorrido caro y poco agradable, se debe a la aplicación de una forma de esta estratagema terapéutica que tiene el nombre de “prescripción del síntoma“. Se entiende con este término la situación en la cual el terapeuta pide al paciente que lleve a cabo de manera voluntaria precisamente aquel comportamiento que desea eliminar; de este modo, si una persona no consigue librarse de la obsesión a ordenar objetos de su habitación hasta que éstos no están en un orden geométrico preciso (un ejemplo frecuente de síntoma que pertenece al trastorno obsesivo-compulsivo), se pide a esta persona que efectúe toda una serie comportamientos de ordenación de los objetos mismos, es decir, que se esfuerce activamente, en vez de inhibir la compulsión, que la favorezca y que la empeore []. Según Cloé Madanes, corresponde a Frankl el mérito de haber llamado la atención por primera vez sobre este tipo de estratagemas; no obstante, es una vez más a Milton Erickson a quien se reconoce el hecho de haber sacado a la palestra del mundo científico y psicoterapéutico todo el valor de este potente medio de cambio. La prescripción del síntoma, que puede parecer un sistema de curación bastante paradójico, funciona porque se basa en un preciso fenómeno que ha sido descrito con claridad ejemplar por Paul Watzlawick: ésta lleva a cabo la suspensión de la realización, por parte del paciente, de las soluciones intentadas que adopta para oponerse al síntoma mismo; puesto que la persistencia del síntoma (y su agravamiento) derivan de la aplicación de las soluciones intentadas, que instauran una patógena espiral autorrecursiva, la suspensión de las soluciones intentadas (convertidas en inútiles ya que se da vía libre al síntoma que ellas deberían controlar) induce a la ruptura del rígido sistema de persistencia del problema. (De “La mente contra la Naturaleza. Terapia breve estratégica para los problemas sexuales” Giorgio Nardone y Matteo Rampin. Integral) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 6Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)6 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)

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EJEMPLOS DE DOBLES VÍNCULOS TERAPÉUTICOS 21/06/2011 Alicia García Aguiar 0 comments doble vínculo, paradoja, prescripción del síntoma, Watzlawick

Paul Watzlawick “Es probable que la técnica de prescribir el síntoma haya sido utilizada por los psiquiatras intuitivos desde hace largo tiempo. Por lo que sabemos, fue introducida en la literatura por Dunlap en 1925, en un pasaje sobre la sugestión negativa. Aunque sólo lo describe brevemente, su método consistía en decir a un paciente que no podía hacer algo, con el propósito de motivarlo para que lo hiciera. Frankl se refiere a esta intervención como una “intención paradójica”. La expresión prescripción del síntomaapareció por primera vez en el curso del proyecto Family Therapy in Schizophrenia del grupo Bateson. Haley ha mostrado que este tipo de instrucción paradójica desempeña un papel esencial en casi todas las técnicas de inducción de trance, y ofrece numerosos ejemplos de su empleo en la hipnoterapia, tomados de su observación de la técnica de Milton Erickson y de sus propias experiencias con ella. [] Desde el punto de vista estructural, un doble vínculo terapéutico es la imagen en espejo de uno patógeno. [] Se le coloca al paciente en una situación insostenible con respecto a su patología. Si obedece, ya no es cierto que “no puede evitarlo”; lo hace, y esto, como hemos intentado demostrar, lo hace imposible, cosa que es el propósito de la terapia. Si en

un doble vínculo patógeno el paciente “pierde si lo hace y pierde si no lo hace”, en un doble vínculo terapéutico “cambia si lo hace y cambia si no lo hace”. Aunque la instrucción sea lógicamente absurda, constituye una realidad pragmática: el paciente no puede dejar de reaccionar frente a ella, pero no puede hacerlo en su forma sintomática habitual.

Ejemplos:

–Una mujer de mediana edad fue enviada a un psiquiatra debido a sus cefaleas persistentes e incapacitantes. . Los exhaustivos exámenes médicos no lograron poner de manifiesto nada que pudiera explicar las cefaleas. Al estudiar su caso, el psiquiatra comprendió que en vista de esa historia de fracasos médicos, cualquier sugerencia de que la psicoterapia podía ser una ayuda condenaría a ese tratamiento desde el comienzo. Por lo tanto, comenzó por informar a la paciente que por los resultados de todos los exámenes previos y en vista de que ningún tratamiento le había proporcionado el menor alivio, no cabía duda de que su estado era irreversible. Como resultado de tan lamentable hecho, lo único que podía hacer por ella era ayudarla a aprender a vivir con su dolor. [] Cuando la paciente volvió para la segunda entrevista, una semana más tarde, anunció que durante ese lapso había sufrido mucho menos a causa de sus cefaleas. El psiquiatra [] expresó su temor de que éste volviera inevitablemente con su antigua intensidad y ella se sintiera aún más desgraciada por haber experimentado una absurda esperanza, debido a una disminución meramente temporal de su percepción del dolor. Repitió que cuanto antes abandonara toda esperanza de mejorar antes aprendería a vivir con su dolor. A partir de ese momento la psicoterapia se volvió algo tormentosa, y el psiquiatra se mostró cada vez más escéptico con respecto a la posibilidad de serle útil porque ella no quería aceptar que su estado era irreversible, mientras que la paciente afirmaba airada e irritablemente estar cada vez

mejor. Con todo, buena parte de las sesiones entre estas vueltas del combate, pudieron utilizarse para explicar otros aspectos significativos en las relaciones interpersonales de esta paciente, quien eventualmente abandonó el tratamiento, muy mejorada, por propia decisión, después de haber comprendido que su juego con el psiquiatra podía proseguir de manera indefinida.

–Una joven estudiante universitaria corría peligro de fracasar en sus estudios porque no podía levantarse a tiempo para asistir a clase a las ocho de la mañana. Por mucho que lo intentara, le resultaba imposible llegar a clase antes de las diez. El terapeuta le dijo que ese problema podía solucionarse de una manera bastante simple aunque desagradable, si bien él estaba seguro de que ella no cooperaría. Ello movió a la joven (que se sentía muy preocupada) a prometer que haría cualquier cosa que él le indicara. Se le dijo entonces que pusiera el despertador a las siete de la mañana. Al día siguiente, podía levantarse, tomar el desayuno y llegar a clase a las ocho, en cuyo caso ya no quedaba nada que hacer al respecto, o bien permanecer en cama, como de costumbre. Sin embargo, en éste último caso no se le permitiría levantarse poco antes de las diez, como lo hacía habitualmente sino que tendría que volver a poner el despertador a las once y permanecer en la cama esa mañana y la siguiente hasta que sonara. Durante esas dos mañanas, no podía leer, escribir o escuchar la radio o hacer otra cosa que no fuera dormir o simplemente permanecer acostada. Después de las once podía hacer lo que quisiera. A la noche del segundo día debía poner el despertador a las siete y, si tampoco podía levantarse cuando sonaba, tendría que permanecer nuevamente en cama hasta las once esa mañana y la siguiente, y así sucesivamente. Por último, el terapeuta completó el doble vínculo diciendo a la paciente que si no respetaba este acuerdo, que había aceptado por su propia voluntad, él ya no le sería de utilidad como terapeuta y, por lo tanto, interrumpiría el tratamiento. La muchacha quedó encantada con estas instrucciones aparentemente placenteras. Tres días más tarde, cuando tuvo la sesión siguiente, informó que, como de costumbre, no había podido levantarse a tiempo la primera mañana, se había quedado en

la cama hasta las once, según las instrucciones, pero este descanso forzoso (en particular el lapso entre las diez y las once) le había resultado intolerablemente aburrido. La segunda mañana había sido aún peor, y le fue imposible dormir un minuto después de las siete aunque, por supuesto, el despertador no sonó hasta las once. A partir de ese momento asistió a sus clases matutinas y sólo entonces se pudo explorar los motivos que aparentemente la obligaban a fracasar en la universidad.

–Una pareja solicita consejo porque discuten demasiado. En lugar de concentrar su atención en un análisis de sus conflictos, el terapeuta redefine esas peleas diciéndoles que en realidad están enamorados, y que cuanto más discuten, más se quieren porque les importa bastante el uno al otro como para discutir y porque pelear en la forma en que ellos lo hacen presupone una honda participación emocional. Por ridícula que la pareja considere esta interpretación, se empeñarán en demostrar al terapeuta que está equivocado. La mejor manera de hacerlo es poniendo fin a sus peleas, sólo para mostrarle que no están enamorados. Pero en cuanto dejan de discutir, comprueban que se llevan mucho mejor.” (De “Teoría de la comunicación humana”. Interacciones, patologías y paradojas. Paul Watzlawick, Janet Beavin Bavelas y Don D. Jackson. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 344Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)344 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

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silencio CÓMO INTERRUMPIR LAS SOLUCIONES INTENTADAS DE LOS PADRES 27/04/2015 Alicia García Aguiar 2 comentarios conjura del silencio, familia, Modelos de familia, niños, observar sin intervenir

En los casos nada raros en los que los padres, dándose cuenta de que empeoran la situación, no consiguen salir de sus círculos viciosos, es necesario intervenir con prescripciones más directas (a la del cómo empeorar, se refiere). Frecuentemente sucede que los padres deban solucionar sus propias dificultades personales (miedo, ansiedad, catastrofismo en relación al hijo) o guiones de interacción familiar ya rígidamente estructurados en el tiempo (por ejemplo hiperprotectivo, democrático-permisivo, autoritario, delegante, intermitente, sacrificante) que no consiguen modificar (Nardone, Giannotti, Rocchi, 2001). En todos estos casos se hace necesario un trabajo ad personamcon los padres, como en el caso de una terapia individual o familiar normal. La observación clínica nos lleva a afirmar que cuando un padre se dirige a nosotros lamentando un problema relativo al escaso rendimiento escolar de los propios hijos, si consigue superar eficazmente las dificultades propias

individuales (la mayor parte de las veces de naturaleza fóbico-ansiosas), en el 90% de los casos se traduce también en un mágico mejoramiento de la actuación escolar del hijo. []

Padre hiperprotector

Por ejemplo, una indicación típicamente usada para los trastornos de ansiedad, es la deldiario de las preocupaciones(consistente en una anotación instantánea de las preocupaciones para aplazar eventuales correctivos conductuales) tiene el efecto de canalizar la atención del padre sobre una tarea que interrumpe sus usuales reacciones de ayuda. O bien la prescripción (dada al padre) de la peor fantasía sobre los resultados catastróficos de las dificultades escolares del hijo, que permite redimensionar la ansiedad de los padres, también en este caso empujándolo por absurdo a evitar intervenir. Análogamente, se asiste a mejorías milagrosas también cuando se consigue modificar (o suavizar) un modelo familiar disfuncional adoptado con constancia en la relación con el niño. [] La idea es la de introducir principios complementarios respecto al modelo dominante. Por ejemplo, en un sistema familiarhiperprotector el objetivo será el de hacer desarrollar la confianza de los padres en su hijos (por ejemplo, fiarse de su innata capacidad de aprendizaje). En un sistema excesivamentedemocrático-permisivo, será importante desarrollar la jerarquía (por ejemplo, establecer reglas concretas sobre los horarios dedicados a las tareas). En un sistema autoritario, improntado del sentido del deber, será fundamental introducir márgenes y grados de libertad en los hijos (por ejemplo, permitir pausas o momentos de distracción). Un sistema deleganterequerirá que la madre y/o el papá asuman directamente la responsabilidad de ocuparse de los niños (por ejemplo, informándose de las tareas puestas por sus profesores). En un sistema intermitente, será

deseable que los padres se pongan de acuerdo entre ellos (o con sigo mismos) sobre el modelo educativo más útil para el aprendizaje (por ejemplo, si permitir al niño empezar a estudiar a su capricho o a horas fijas). En un modelo sacrificante, finalmente, será necesario introducir introducir un poco de placer junto al esfuerzo, a las culpas y a los dolores del estudio (por ejemplo,…sonreir a los hijos!). En conclusión, queremos exponer una indicación terapéutica adoptada transversalmente (prescindiendo del modelo de familia y de la tipología de ayuda paternal) para limitar e interrumpir el intervencionismo de los padres: la prescripción de observar sin intervenir.

Los famosos antropólogos Margaret Mead y Gregory Bateson

Consiste en pedir a los padres que diariamente realicen una verdadera y propia observación antropológica-descriptiva de la evolución de la dificultad del hijo. El padre deberá hacerse con un cuaderno de observación en el que anotar en una columna todos los progresos y en la otra las dificultades aún no superadas. Al lector experto en antropología saltará a la vista que se trata de una observación de antropólogo no participante. De hecho, la lógica de la indicación es la de dar a los padres una tarea que desvíe su atención sobre la observación activa, bloqueando la tendencia a intervenir.

“Se necesitan dos años para aprender a hablar y sesenta para aprender a callar”. HEMINGWAY

En suma, en la consulta, una ayuda modesta es preferible a unaayuda molesta. También transversal es la prescripción dada a los padres de la conjura de silencio. [] La prohibición de los padres de hablar de la problemática del hijo (sobre todo en su presencia) evita la creación del “caso”, o lo deshincha si ya se había hinchado. Hay un modo universal para evitar la creación del caso: la braquilogía, el hablar breve. Breve(mente) se dicen muchas más verdades.

(Extraído de aquí)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 90Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)90 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva)

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TRATAMIENTO DEL VOMITING (I) 17/05/2012 Alicia García Aguiar 0 comments amante secreto, conjura del silencio, fantasía de la sexualidad incontenible, pregunta milagro, vomiting

PRIMER ESTADIO: “La captura del paciente es el objetivo fundamental de este estadio pues muy a menudo la paciente vomitadora, al igual que la anoréxica, no es colaboradora o hasta puede llegar a adoptar una postura de categórico rechazo de la terapia. Para esto, el terapeuta, desde la primera sesión, tiene que comenzar por recalcar el lenguaje y la visión de la realidad de la joven, anticiparle lo que siente y proponerle la metáfora del comer y vomitar como “amante secreto“:

Para ti el atracón es el mayor placer, ¿no es cierto?Por lo tanto es una cosa a la que es difícil renunciar porque es el placer más intenso, es como un amante secreto. Cada vez que comes y vomitas es como si encontraras un amante secreto, muy discreto, siempre disponible… Y con este tono se prosigue durante toda la sesión. En la mayoría de los casos, en el momento en que el terapeuta logra sintonizarse con su lenguaje, las mismas pacientes vomitadoras describen claramente y sin ningún pudor cómo su ritual es efectivamente lo más agradable que existe, y refieren que en ocasiones se sienten como si fueran poseídas por un “demonio agradable”. Pero si la joven es una transgresora inconsciente, es decir, no acepta en absoluto la idea del ritual como amante secreto, esto permitirá al terapeuta aprovechar precisamente de ese aspecto como resorte para el cambio en el estadio sucesivo.[] Al final de la sesión, después de haber investigado sobre la estructura del problema e individualizado las soluciones ensayadas disfuncionales que la

agravan, el terapeuta indica las primeras prescripciones, idénticas para las tres tipologías: 1) prescripción de la fantasía del milagro; 2)prescripción de la conjura del silencio a la familia

Quiero que ustedes comprendan que lo que su hija está haciendo es un jueguecito de puro placer. Cuanto más intenten limitarlo, más lo provocarán, por lo tanto. De manera que, a partir de ahora, frente al problema de su hija hay que hacer una conjura de silencio, no se habla más del asunto. Tienen que ser capaces de evitar hablar de él, y pensar que cada vez que lo hacen están agravando el trastorno. Cada vez que hablen e intervengan, están aumentando el problema. Cada vez que intentan persuadirla para que no lo haga o intentan ayudarla o hablan, alimentan el trastorno. 3) prescripción de la lista de las comidas a la madre. SEGUNDO ESTADIO: En este estadio, la intervención se diversifica ampliamente según las distintas tipologías de pacientes vomitadoras. 1)Transgresoras inconscientes. Con esta categoría de pacientes vomitadoras, más bien inhibidas y en general moralistas, se emplea una intervención provocativa similar a la elaborada para algunas pacientes bulímicas, con el objetivo de que esa misma moral se rebele contra la sintomatología. A menudo basta simplemente con hacerles ver a estas jóvenes que lo que están haciendo constituye una verdadera perversión sexual para interrumpir de inmediato el comer y vomitar, dado que esto entra en crisis con sus valores. Para esto y empezando por la pregunta sobre la utilidad positiva del problema (¿Cuál es para ti la utilidad positiva de este problema? ¿De qué te protege? ¿Qué te da?) se las ayuda a reconsiderar progresivamente su trastorno hasta que ellas mismas llegan a reconocer en la secuencia del comer y vomitar la analogía con una relación sexual:

Cuando sientes la compulsión, la necesidad irrefrenable de comer y vomitar, ¿qué sientes exactamente? ¿Tienes la fantasía, las imágenes de la comida? ¿Sientes realmente el deseo casi físico, que te empuja a comer? Y luego comes y comes hasta que te llenas y al final tienes que vomitar. Y cuando has vomitado estás bien, te sientes liberada, relajada. Oye. pero esta secuencia ¿qué te recuerda? ¿Cuál es la otra actividad vital de los seres humanos y los animales que comienza con un activarse, una suerte de impulso irrefrenable, seguido por una fase de consumación y luego por la fase de descarga y relajamiento? Una vez que el terapeuta ha conseguido que la joven reconsidere la analogía entre las dos secuencias, le propone la fantasía de la sexualidad incontenible:

Ahora quiero que evite esforzarse por no comer, total, lo hará igualmente, pero cada vez que lo haga piense que es como si usted se despertara por la mañanapresa de un deseo sexual incontenible, saliera a la calle y el primer hombre que encontrara, guapo o feo, da igual, a usted solo le interesa el sexo, lo agarra y lo empuja dentro de un zaguán y ahí mismo consuma la relación sexual más perversa, más transgresora, aunque también la más placentera, hasta obtener el mayor placer…Luego, apenas ha terminado, sale de ahí y se siente culpable, sucia y durante todo el día se siente mal. Pero por la

mañana se despierta y tiene la misma compulsión incontenible []…y luego se siente culpable El efecto de esta reestructuración es generalmente devastador. La idea de poder hacer algo así bloquea por completo la compulsión de darse un atracón y bloquea inmediatamente la compulsión sintomática, puesto que la simple idea de poder hacer algo tan perverso convierte a la secuencia, agradable hasta ese momento, en desagradable y vergonzosa (siguiendo la huella de la antigua estratagema china “azotar la hierba para espantar a las serpientes”). (De “Las prisiones de la comida”. Giorgio Nardone, Tiziana Verbitz y Roberta Milanese. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) 2Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva)2 Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

PRESCRIPCIONES PARA UN DEPRESIVO RADICAL 04/04/2011 Alicia García Aguiar 1 comentario apagar el fuego, autoengaños, como si, conjura del silencio, crear de la nada, creencias, depresión, Goethe, paradoja, púlpito, problem solving, profecía, renuncia, si quieres enderezar algo

PRIMER TIPO DE DEPRESIÓN: “Esta definición (la de depresivo radical), decididamente fuerte, ha sido escogida precisamente para indicar la intromisión y la persistencia del sufrimiento ínsito en su naturaleza. Es la forma más fácil de reconocer, quizás la más difícil de tratar; caracterizada por la generalización del pensamiento negativo, [] se distingue por la temporalidad: es decir, todas las personas que la sufren dicen haber estado siempre así. [] Se supone que se ha construido una creencia, con características muy precisas, a la que la persona se adhiere, perpetuando el doloroso sistema disfuncional. [] o Derrotas sucesivas, no importa si son sólo temidas o reales, construyen la creencia en la propia , en la propia desventaja, con comportamientos relacionados y repetidos que acaban siempre por confirmarla y reforzarla. La derrota se convierte en la prueba irrefutable de la propia incapacidad y la justificación de la propia renuncia y, precisamente, no sucede que la derrota sea real: creer que no se puede hacer ya es no poder hacerlo. En este sentido, evitaciones sucesivas y repetidas en el tiempo pueden llevar a la renuncia. Esto nos indica que la persona se construye una creencia, que se convertirá en una profecía que se autodetermina como ingrediente añadido a un fracaso garantizado. [] El comportamiento ralentizado, cansado y desmotivado, que no responde a lo que el paciente sabe que tiene que hacer, pero no lo consigue, confirma y alimenta la creencia de que es él quien está equivocado; el mundo es correcto.[…] Siguiendo la estratagema de “crear de la nada”, se puede intentar llevar a la persona a que descubra los recursos que cree que nunca ha tenido. Hemos de producir una creencia antagonista a la que mantiene el problema. La técnica del “como si” [] se prescribe al paciente de este modo: Desde hoy hasta la próxima vez que nos veamos, quisiera que usted dedicara todos los días algunos minutos a pensar qué haría de diferente de

lo que ahora hace “como si” el problema no existiera. Entre todas las cosas que piense, quisiera que escogiese la más pequeña pero concreta y la llevase a cabo. Cada día una cosa diferente; tráiganos la lista de todo lo que ha hecho.

Es evidente el objetivo de esta prescripción: abrir nuevos escenarios de ideas y actuar enseguida, aún consciente delautoengaño, haciendo algo concreto. Sin embargo, para evitar la paradoja del “sé espontáneo”, en este caso “sé capaz”, se prescribe que se lleve a cabo solo algo mínimo. Se debe valorar caso por caso la utilización de eventuales técnicas de problem solving (técnicas específicas que rompen la persistencia del problema), especialmente en presencia de rumiadura mental consistente y una lamentación dirigida a terceros. En este caso nos guiamos por estratagemas como “si quieres enderezar alguna cosa aprende a retorcerla aún más” o “apagar el fuego añadiendo leña”. La aplicación más frecuente de estas estratagemas es la del “ritual nocturno” y “la conjura de silencio”.

.

La prescripción del púlpito del deprimido o ritual familiar,bloquea el intento de las personas cercanas de pedir al paciente que haga lo que no puede, exponiéndolo aún más a la convicción de incapacidad. Al mismo tiempo, permite a la persona expresar todos los sentimientos de culpa, autorreproche, autoconmiseración, llevándolos al agotamiento en cuanto ejecuta como prescripción lo que se cree involuntario. Al final de la sesión se le pide al paciente que vuelva a pensar que, como escribía Goethe, “La renuncia es un suicidio cotidiano”. (De “Las caras de la depresión”. Emanuela Muriana, Laura Pettenò y Tiziana Verbitz. Herder Editorial)

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positiva LA ESCUELA DE MILÁN Y LA CONNOTACIÓN POSITIVA DEL SÍNTOMA 09/04/2013 Alicia García Aguiar 0 comments connotación positiva

Este principio terapéutico cardinal, que indicamos con el término de “connotación positiva“, surgió inicialmente por la necesidad de llegar, sin contradecirnos, a una intervención terapéutica paradójica: la prescripción del síntoma al paciente designado. De hecho, no podíamos prescribir aquello que antes habíamos criticado. [] Connotar como positivo el síntoma del paciente designado y como negativo el comportamiento sintomático de los otros miembros de la familia, equivalía a trazar una línea de demarcación entre los miembros del sistema familiar en “buenos” y “malos” y, por ende, a cerrarnos ipso facto el acceso a la familia como unidad sistémica. Concluimos, por lo tanto, que el acceso al modelo sistémico nos resultaba posible sólo si connotábamos positivamente tanto el síntoma del paciente designado como los comportamientos sintomáticos de los otros miembros diciendo, por ejemplo, que todos los comportamientos observables aparecen inspirados por el común deseo de mantener la unión y la cohesión del grupo familiar. De tal modo, los terapeutas ponen a todos los miembros de la familia en el mismo nivel, y evitan así iniciar o verse envueltos en alianzas o escisiones en subgrupos que constituyen el alimento cotidiano de la disfunción familiar. De hecho, las familias regularmente disfuncionales, aún más en los momentos de crisis, son fácil presa de escisiones y luchas de facciones con etiquetas estereotipadas como “malo”, “loco”, “enfermo”, “débil”, “ineficiente”, “portador de taras hereditarias o sociales”, etc. []

Los terapeutas saben una sola cosa: que todos los miembros de la familia se oponen a cualquier cambio que resulte peligroso para su “ideal homeostático” y que, por lo tanto, es necesario aliarse a tal ideal. Aquí es cuando los terapeutas deben hacer exactamente lo contrario de lo que hace la familia. Ignoran deliberadamente el aspecto alusivo y amenazador del síntoma en el sentido de protesta y de invocación al cambio. Solamente subrayan y confirman el aspecto homeostático.[] Además de la función fundamental ya expuesta, pensamos que la connotación positiva tiene incluso dos funciones terapéuticas importantes e interdependientes: a) definir claramente la relación sin peligro de recibir una descalificación; b) la definición debe ser de un tipo de contexto, en cuanto terapéutico. [] Podemos observar cómo la connotación positiva conlleva, en varios niveles, una serie de mensajes. 1) Los terapeutas definen claramente la relación de los miembros de la familia entre si como complementaria del sistema o sea su tendencia homeostática (y por lo tanto del juego). Encontrarse todos en idéntica posición de complementariedad respecto del sistema hace vana la tensión simétrica encubierta, presente en los distintos miembros de la familia. 2)Los terapeutas definen claramente la relación familia-terapeutas como complementaria en cuanto ellos declaran su propio liderazgo.[]

Connotar positivamente la tendencia homeostática provoca, paradójicamente, la capacidad de transformación, pues la connotación positiva abre el camino a la paradoja: ¿cómo es posible que la cohesión del grupo que los terapeutas definen como tan buena y deseable deba ser obtenida al precio de un “paciente”? []

Sin embargo, aun el principio que consideramos áureo de la connotación positiva no está exento de dificultades en la aplicación práctica. Puede suceder que mientras se cree connotar positivamente a todos los miembros del sistema se haga, sin advertirlo, una puntuación arbitraria. [] Otras veces sucede que los terapeutas creen realizar una connotación positiva que a su vez es recibida, en la retroalimentación, como negativa. Como ejemplo, citamos un caso complejo y muy demostrativo: Se trata de la familia de un chiquillo de 7 años, Lionel, que nos fue enviado con diagnóstico de autismo infantil. El núcleo familiar estaba compuesto por tres miembros: el padre, Mario; la madre, Marta y Lionel.

A la quinta sesión habíamos citado a los abuelos maternos debido a la estrecha relación que esta familia mantenía con la familia extensa. [] La redundancia que nos hizo impacto en aquella sesión fue una declaración de la abuela materna, reiterada hasta el cansancio: ella necesitaba amar sobre todo a los no amados. Había querido y quería a su hijo, Nicolás, sólo porque su marido no lo había amado jamás…él había amado sólo a Marta.[] A la séptima sesión fueron citados los padres y Lionel. Tomando los elementos del material recogido en la sesión anterior, los terapeutas comenzaron por felicitar a Lionel por su gran sensibilidad. El había pensado que la abuela, generosa como era, deseaba amar solamente a aquellos a los que nadie quería. Ya que seis años atrás el tío Nicolás se había casado ( y tenía mujer que lo amaba) él, Lionel, había pensado que era urgente encontrar para la abuela otro no-amado para que lo amara. Por eso, desde pequeño se hizo insoportable de mil maneras…Así, mientras la mamá estaba nerviosa y se enojaba con él, la abuela, por su lado, podía consolarse: “Sólo ella tenía paciencia, sólo ella quería tanto al pobrecito Lionel”. En ese momento de la sesión Lionel comenzó a hacer un ruido infernal, golpeando dos ceniceros de pie, uno contra otro.

La reacción de Marta, la madre, fue dramática. Aceptó como una súbita iluminación todo cuanto los terapeutas decían, agregando que había aun más: ¡que era muy feliz cuando su madre le reprochaba su rechazo del niño!, ¡Es verdad, es verdad!, gritaba llorando. Yo estaba contenta cuando mi madre me decía que yo lo trataba como un ternerito! Pero ahora, ¿qué debo hacer?, decía retorciéndose las manos. ¡He sacrificado mi hijo a mi madre! ¿Cómo puedo remediar una culpa tan tremenda? ¡Quiero salvar a mi hijo, mi pobre hijo!” Los terapeutas pensaron inmediatamente que habían cometido un error. []Marta se sentía calificada por los terapeutas como “la única culpable”, aquella que había sacrificado el propio hijo a los deseos y necesidades de su madre. [] Pero la ulterior discusión de equipo nos convenció de que lo nuestro no fue un error sino un movimiento muy acertado, que había descubierto su punto nodal. Lo que Marta no podía soportar era que el hijo no fuera declarado por los terapeutas un “cordero sacrificado”, sino un elemento activo del sistema y además, en posición de verdadero líder. En la descalificación de la posición activa de Lionel, relegándolo nuevamente al rol de objeto, de víctima pasiva, Marta actuaba precisamente en el sentido de mantener el statu quo del sistema.

Buscaba recuperar la presunta posición de superioridad al definirse culpable y por lo tanto causante de la psicosis del hijo. [] No nos quedaba otra alternativa que colocar a Lionel en una posición de superioridad como intérprete espontáneo de las presuntas necesidades de todos.

(De Paradoja y Contraparadoja. Un nuevo modelo en la terapia de la familia de transacción esquizofrénica. M. Selvini, L. Boscolo, G. Cecchin, G. Prata. Paidos)

Autor: Alicia García Aguiar Psicoterapeuta especialista en Terapia Breve Estratégica y miembro afiliado del CTS que dirige Giorgio Nardone. Encuentra en este blog el tratamiento para todo tipo de trastornos desde la TBE y la Terapia Breve en general y mantente informado de las últimas novedades sobre libros, cursos y seminarios de Giorgio Nardone Mi perfil de Google+

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través del cambio LAS FASES DE LA TERAPIA 09/09/2011 Alicia García Aguiar 0 comments Conocer a través del cambio, fases de la terapia

“Un aspecto esencial que hace que el modelo avanzado sea diferente de los anteriores modelos históricos es que va más allá de la idea de que los sistemas pueden reorganizarse a sí mismos de forma espontánea y establecer un equilibrio no patógeno una vez que el equilibrio patógeno se ha roto. Esta idea impone la interrupción de la terapia tan pronto como se ha alcanzado el desbloqueo del trastorno. Más de quince años de experiencia clínica nos han hecho dar cuenta de que en la mayoría de los casos, especialmente cuando las patologías persisten durante años, la reorganización espontánea del sistema a menudo inicia y restablece más equilibrios patógenos. Por lo tanto, llegamos a un conocimiento fundamental que aplicamos al modelo avanzado:una fase terapéutica de

consolidación del resultado de desbloqueo es necesaria para constituir un nuevo equilibrio no patógeno dentro del sistema humano, basado en sus características individuales y recursos que fueron desbloqueados durante las precedentes intervenciones terapéuticas. En los modelos tradicionales de terapia breve, el proceso terapéutico se subdividía en tres fases: Etapa 1: Comienzo del juego Etapa 2: Desbloqueo de la patología

Etapa 3: Final del juego. El modelo avanzado consiste en4 fases: Etapa 1: Comienzo del juego. Etapa 2. Desbloqueo de la patología. Etapa 3: Consolidación y reorganización de las reglas del juego. Etapa 4: Final del juego. No es coincidencia que con esta metodología -que incluye un número de sesiones específicas después de desbloquear la sintomatología- el número de recaídas después del final de la terapia haya bajado finalmente hasta cerca de cero. Así, aunque en la terapia breve estratégica avanzada aumentamos el número de sesiones, esto se equilibra por el hecho de que alcanzamos una eficacia terapéutica real. En esta vía, incluso la crítica histórica de que las terapias breves son intervenciones superficiales o meros maquillajes sintomáticos queda desacreditada. Además, el actual proceso de desbloqueo de la sintomatología también se acelera. De hecho, la mayoría de los casos muestra una reducción drástica de sus síntomas invalidantes dentro de las tres primeras sesiones y cerca de un setenta por ciento de los casos tratados tiene una reducción significativa de la sintomatología poco después de la primera sesión.” ESQUEMA SECUENCIAL DEL MODELO AVANZADO PRIMERA FASE: COMIENZO DEL JUEGO 1. Definición del problema. 2. Identificación de las formas específicas de resistencia, captura sugestiva del paciente, establecimiento de una relación terapéutica de plena confianza

y colaboración. 3. Investigación de las soluciones intentadas fallidas y ruptura del rígido sistema perceptivo-reactivo. 4. Acuerdo sobre los objetivos. 5. Primeras maniobras terapéuticas (intervención, preguntas discriminantes, paráfrasis, reestructuración y prescripciones). SEGUNDA FASE: DESBLOQUEO DE LA PATOLOGÍA 1. Redefinición del primer cambio. 2. Estimulación a posteriores cambios progresivos. 3. Si no se produce ningún cambio, utilizar estrategias bien calibradas para detener las soluciones intentadas fallidas y empezar a cambiar el rígido sistema perceptivo-reactivo. TERCERA FASE: CONSOLIDACIÓN Y REORGANIZACIÓN DE LAS REGLAS DEL JUEGO 1. Medición de los efectos, consolidación de resultados o posibles modificaciones de la estrategia. 2. Posteriores cambios progresivos hasta que se alcancen los objetivos determinados. 3. Adquisición de una percepción de la realidad y de una reacción ante ella flexibles. CUARTA FASE: FINAL DEL JUEGO 1. Completa asunción de la autonomía personal. 2. Énfasis en los recursos y responsabilidades del paciente de superar y solucionar el problema. 3. Cierre de la intervención que incluye tres seguimientos posteriores después de tres meses, seis meses y un año. (De “Conocer a través del cambio”. Giorgio Nardone y Claudette Portelli. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

MIEDO A HABLAR EN PÚBLICO Y DEMÁS PATOLOGÍAS DEL BLOQUEO DE LA ACTUACIÓN 27/07/2011

Alicia García Aguiar 0 comments bloqueo de la actuación, Conocer a través del cambio, miedo escénico, pánico

“Con el nombre de patologías del bloqueo de la actuación (performance) nos referimos a todas aquellas acciones que se han de dejar de hacer debido a un exceso de ansiedad y miedo al fracaso de la persona. Incluyen el miedo escénico, el miedo a hablar en público, el quedarse en blanco en exámenes o entrevistas, fiascos deportivos y sexuales, o el bloqueo de otras actuaciones, en las que la persona siente que ha de probarse a sí misma. En nuestra experiencia muchas de las terapias del bloqueo de la actuación son realmente parecidas a las utilizadas en los trastornos fóbicos y obsesivos. De hecho, la principal solución intentada que mantiene el problema es intentar mantener el control, lo que irónicamente lleva a la pérdida de control. Como puede observarse, es la típica solución intentada en el síndrome del pánico, por lo que la estrategia terapéutica utilizada es entrenar al paciente para que pierda el control voluntariamente y así, paradójicamente, pueda mantenerlo. []

Éste era el caso de un directivo de marketing, de 50 años, de una importante empresa italiana. Telefoneó a nuestro centro para pedir una cita urgente. Fijamos la cita para el día siguiente, en la que confesó que estaba abrumado por un problema que amenazaba con destruir su vida profesional. En los últimos meses le aterrorizaba hablar en público. Por lo tanto, a lo largo de éstos había inventado toda clase de excusas para evitar hacerlo. Hasta entonces, había realizado discursos con seguridad en convenciones frente a cientos de colegas. [] Estaba completamente desesperado porque una semana después de nuestra entrevista tenía que proponer, durante una

convención, el plan de marketing de la compañía, y esta vez no tenía escapatoria. Cuando le preguntamos acerca de su mayor miedo, respondió que tenía miedo a que su mente se quedara en blanco mientras estaba presentando la exposición frente a los exigentes directivos de la compañía. Esto le crearía una gran vergüenza a él y a su empresa. El problema apareció durante uno de los muchos congresos al que estaba invitado a hablar, cuando fue testigo de una grave crisis de ansiedad de un colega suyo. Desde entonces, estaba aterrorizado por la posibilidad de que le sucediese lo mismo a él. [] Reunida toda la información, le dimos al paciente la prescripción siguiente:

Desde ahora hasta el día de la convención, quisiéramos que realizara esta tarea. Cada día, durante la pausa de la comida, cogerá un despertador o puede utilizar un teléfono móvil y lo pondrá para que suene media hora más tarde. Durante esta media hora, se aislará en su oficina, se sentará en una cómoda silla, y durante el tiempo estipulado se esforzará en evocar sus peores fantasías; imagínese frente a cientos de ejecutivos exigentes que no pueden perder el tiempo, imagine que ha de empezar su discurso pero no recuerda cómo comienza ni lo que tiene que decir. Su mente está en blanco, todos le están mirando, esperando sus palabras, y usted empieza a sentir el pánico. Empieza a sudar…Si siente que tiene necesidad de gritar, grite, pero durante la media hora ha de esforzarse en traer a su mente sus peores fantasías. Tan pronto como suene la alarma, STOP, la para, suspende el ejercicio, para los pensamientos y sensaciones que había provocado, sale de la oficina, se lava la cara y reanuda sus actividades. De este modo, el paciente es invitado a realizar esta tarea diariamente hasta el gran día.

El día de la presentación, nos gustaría que hiciera lo siguiente. En la hora antes de su exposición intente llevar a su mente todas sus peores fantasías posibles; no necesita aislarse, hágalo mentalmente. Concentre toda su ansiedad en esa hora antes de la exposición. De este modo se sentirá mucho menos ansioso más tarde. Cuando sea la hora de hablar, si siente que está bien, siga adelante y haga su exposición. Si todavía siente que tiene tensión, ocupe su lugar y empiece diciendo Después, presente su informe. El hombre reaccionó diciendo que nuestra última petición haría que se sintiera avergonzado frente a sus colegas. Nuestra respuesta fue que si nos hacía caso al pie de la letra podía tener una agradable sorpresa, que no podíamos revelarle por anticipado. Volvimos a verle después de dos semanas, pero nos había telefoneado unos días antes de nuestra sesión para darnos las gracias y hacernos saber que las cosas habían ido muy bien.[] Así, en este caso, una de las soluciones intentadas más ineficaces fue intentar mantener el control sobre la situación evitando discursos en público y evitando pensar en lo que podría suceder con la intención de limitar este miedo. Sin embargo,intentar no pensar sobre algo es la mejor manera de pensar aún más sobre ello. [] Normalmente, cuanto más intenta uno sentirse mal, menos atemorizado se siente. Éste es el efecto más frecuente y, de una manera similar, continuamos guiando a nuestros pacientes a que utilicen esta técnica para que aguanten sus momentos más críticos. [] La idea es hacer que toquen el fondo con el fin de volver a la superficie cada vez que empiezan a sentir que se están ahogando en su propio miedo. Además, en este caso incluimos una ilusión de alternativas. En nuestra segunda prescripción, destinada al día de la presentación, dimos al paciente la posibilidad de escoger entre dos tareas: la primera era muy amenazadora y difícil de poner en práctica -declarar el secreto más atormentador-; en comparación, la segunda parecía menos amenazadora y fácil de cumplir hablar en público-. Por lo tanto, forzamos a la persona a comprometerse

hacia una tarea que, si se hubiera presentado como única opción, probablemente habría sido considerada como insuperable.

Se necesita mucho más valor para declarar nuestra fragilidad que para esconderla También en aquellos casos raros en los que los pacientes optan por declarar su secreto se obtiene el mismo resultado. Los pacientes informan de que, inmediatamente después de la confesión, se evaporan todas las tensiones, permitiéndoles llevar a cabo su discurso con notable tranquilidad. Por desgracia, el habitual intento de controlar la propia tensión lleva a la pérdida de control. Por el contrario, cuando declaramos nuestra fragilidad, se convierte en nuestro punto de fuerza. [] Utilizamos el proceso que ha llevado a la construcción de una patología, pero si lo reorientamos en la dirección opuesta, lo conducirá a su autodestrucción: Similia similibus curantur. [] Una persona que declara tranquilamente su fragilidad a los demás no sólo no parece frágil sino que resulta fuerte, porque se necesita mucho más valor para declarar nuestra fragilidad que para esconderla.” (De “Conocer a través del cambio”. Giorgio Nardone y Claudette Portelli. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

EL CONTROL PATOLÓGICO DEL MIEDO: TRASTORNO OBSESIVO COMPULSIVO

27/04/2011 Alicia García Aguiar 0 comments Conocer a través del cambio, creencias, lógica no ordinaria, matar a la serpiente, obsesivo-compulsivo, prescripción de las 5 veces, ritual,solución intentada, subir al enemigo al desván

“El sistema perceptivo-reactivo típico de los síndromes obsesivocompulsivos se mantiene por las soluciones intentadas de evitación y control de las situaciones de ansiedad a través de rituales compulsivos de reparación o prevención. Losrituales de reparación se realizan para intervenir y reparar después de que el evento temido haya tenido lugar, para que el paciente no se sienta en peligro, y se orientan al pasado. Losrituales preventivos se enfocan a anticipar la situación aterradora para propiciar la cosa o evitar un resultado peor; por tanto se orientan hacia el futuro. Sin embargo, resultados de recientes experimentos empíricos revelan que existen dos variantes de rituales preventivos: los racionales-preventivos y lospropiciatorios de razonamiento mágico. Los rituales racionalespreventivos surgen de la creencia del paciente de que haciéndolo de este modo previene ciertas situaciones de miedo del suceso, por ejemplo, contaminarse o infectarse, perder el control, etc. El otro tipo de ritual preventivo es una forma de razonamiento mágico altamente vinculada a creencias de fatalismo religioso, convicciones supersticiosas, confianza en poderes extraordinarios, y así. []

Es de extrema importancia apoyar y aceptar sus fijaciones y sus deformados y aparentemente ilógicos rituales. Sin embargo, aunque los rituales obsesivo-compulsivos van más allá de la noción ordinaria de las cosas, no son ilógicos sino que siguen una lógica no ordinaria. Para poder cambiar su equilibrio, necesitamos asumir la misma lógica no ordinaria cuando ideamos estrategias terapéuticas. [] El terapeuta debe pedirle que lo haga , sugiriéndole para gestionar sus necesidades y poder controlar su miedo. [] Al utilizar medios de contrarritual, el terapeuta puede reorientarla hacia su destrucción.

En otras palabras, la terapia necesita seguir la aparente lógica demente que subyace en las ideas y acciones del paciente, declarando al paciente que lo que siente y hace tiene sentido. Después, la intervención continúa dando al paciente un contrarritual específico preestablecido. [] Por ejemplo, si la compulsión es verificar algo una y otra vez para asegurarse de que se ha hecho correctamente, la prescripción, utilizando la lógica numérica del control patológico, será la que haga que el paciente lleva a cabo su verificación exactamente un número prescrito de veces (prescripción de las 5 ó 10 veces), cada vez que siente la necesidad de controlarse.

Desde ahora hasta la próxima sesión, cada vez que usted realice un ritual, ha de hacerlo 5 veces-ni una menos ni una más-. Puede evitar hacer el ritual; sin embargo, si lo hace, tiene que hacerlo exactamente 5 veces, ni una más ni una menos. Puede evitar hacerlo, pero si lo hace una sola vez, ha de hacerlo 5 veces… La estructura lógica de esta aparentemente sencilla prescripción es la de una antigua estratagema: Dejar que el enemigo se suba al desván y después quitarle la escalera . La forma en cómo se comunica la prescripción es muy importante aquí. La comunicación se basa en una asonancia lingüística hipnótica, repetida redundantemente, y en un mensaje post-hipnótico, expresado en un tono de voz más marcado. [] De esta forma, el terapeuta asume el control de la ejecución del ritual. El paciente estaba antes forzado por su fobia a realizar sus rituales; sin embargo, ahora está impulsado por la terapia a hacerlo. Esto significa que el paciente adquiere indirectamente la capacidad de controlar la sintomatología en lugar de ser controlado por ella. [] El hecho de que ahora sea capaz de controlar las previas acciones patológicas siguiendo las indicaciones terapéuticas significa que llegará a un punto en que las podrá detener. Y normalmente esto es lo que ocurre. [] Explican que llevar a cabo sus rituales resulta muy aburrido y confiesan que, de forma extraña, ya no sienten la necesidad de realizarlos []. En la fase siguiente del protocolo, se mantiene esta prescripción y normalmente el número de repeticiones que hay que realizar se aumenta, , mientras empezamos a guiar al paciente a enfrentarse directamente a las situaciones de miedo anteriores(prescripción de “la peor fantasía“). [] En el caso de fórmulas mentales rituales que se repiten compulsivamente,

hemos ideado estratagemas que se basan en la lógica de matar la serpiente con su mismo veneno. [] Desde este momento hasta que nos volvamos a encontrar, cada vez que repita una de sus fórmulas, ha de repetirla al revés. Haga todas las repeticiones que hace normalmente, pero hágalas en sentido contrario. Por ejemplo, si usted siente que ha de repetir la palabra “día”, que sea “aid”. [] Si la fórmula se compone de más palabras y números, el ejercicio será más difícil. En todo caso, usted tiene una mente bien entrenada, ¿no es cierto? […] Por ejemplo, pacientes que tienen miedo a la contaminaciónde alguna clase y se lavan continuamente, se limpian y se esterilizan a sí mismos, sus casas y otras pertenencias. Sin embargo, de forma paradójica, es cuando todo está totalmente limpio y esterilizado que tienen miedo de que la contaminación comience a crecer, por lo que surge la necesidad de llevar a cabo los rituales compulsivos. Una vez más es la solución intentada la que mantiene y complica la solución. En estos casos tenemos que actuar sobre las creencias que subyacen.[] Haríamos surgir dudas en el paciente sobre si realmente lo que teme es la limpieza absoluta en lugar de la suciedad: ¿Cuándo surge finalmente el problema, cuando usted está sucio o cuando está totalmente limpio? [] El paciente empieza a tener dudas porque finalmente necesita mantener limpia cualquier cosa que esté impecable. En otras palabras, corríjame si me equivoco, su miedo surge principalmente cuando algo está perfectamente en orden o cuando algo está perfectamente en orden y limpio, porque es entonces cuando usted tiene que mantenerlo intacto, ¿no es cierto? Por lo tanto, en realidad, usted teme más la limpieza total que la suciedad. Así, de esta forma, empezamos reestructurando su percepción y, por tanto, su reacción hacia la situación que provoca el miedo. Tenemos que empezar a introducir la idea de que un pequeño desorden ayuda a mantener el orden: [] Desde ahora hasta la próxima vez que nos veamos, tiene que tocar deliberadamente con su dedo alguna cosa sucia, algo que usted sepa que está sucio y mantener su dedo sucio durante 5 minutos, ni un minuto más, ni un minuto menos. Una vez hayan pasado los 5 minutos, es usted libre de lavar su dedo como quiera. Sin embargo, durante 5 minutos, ni uno más ni uno menos, mantenga su dedo sucio. Cinco veces durante 5 minutos, ¿de acuerdo?

Esta prescripción sigue la idea de que, con el fin de llegar a ser totalmente inmune y tener el control de alguna cosa, uno no puede evitarla ni prevenirla. Al contrario, uno ha de empezar a tomarla y a soportarla en pequeñas dosis hasta que llegue el día en que no tenga ningún efecto sobre uno. [] La última fase se dedica a guiar al paciente y a darle las explicaciones completas sobre el trabajo realizado y sus procesos, concentrándonos en atribuir el éxito de la terapia a su capacidad y recursos.” (De “Conocer a través del cambio” Giorgio Nardone, Claudette Portelli. Herder) Comparte esto: Haz clic para compartir en Twitter (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en WhatsApp (Se abre en una ventana nueva) Comparte en Facebook (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Google+ (Se abre en una ventana nueva) Haz clic aquí para compartir en LinkedIn (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Tumblr (Se abre en una ventana nueva) Haz clic para compartir en Pinterest (Se abre en una ventana nueva) Click to email (Se abre en una ventana nueva)

MIEDO AL MIEDO 21/04/2011 Alicia García Aguiar 2 comentarios agorafobia, apagar el fuego, Conocer a través del cambio,diario de a bordo, fobias, la peor fantasía, Miedo, miedo contra miedo, paradoja, pánico, reestructuración, surcar el mar

“Este tipo generalizado de trastorno fóbico (ataques de pánico con agorafobia)se mantiene gracias a las soluciones intentadas de evitación y solicitud de ayuda. Aquellos que sufren de esta patología evitan constantemente exponerse a los presuntos peligros o, si no, requieren la presencia constante de una persona en la que confían con el fin de enfrentarse a ellos. Nuestra investigación ha mostrado que cuando una persona pide ayuda y la recibe, esta solución intentada confirma y alimenta el problema. Para interrumpir con rapidez este círculo vicioso, hemos ideado una reestructuración específica y elaborada: Bien, antes que nada hay algo sobre lo que quiero que piense durante la próxima semana. Quiero que piense que, cada vez que usted pide ayuda y la recibe, está recibiendo, al mismo tiempo, dos mensajes. El primer mensaje obvio es