Entrevista Psicologica Infantil

LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA INFANTIL INTRODUCCIÓN: El proceso de intervención psicológica infantil desde la Psicología cl

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LA ENTREVISTA PSICOLÓGICA INFANTIL

INTRODUCCIÓN: El proceso de intervención psicológica infantil desde la Psicología clínica, tiene aspectos semejantes al proceso de intervención con adultos, especialmente en lo que se refiere a los tres pasos importantes en la intervención, que son: la investigación, la planificación y la aplicación técnica. Existen sin embargo importantes variaciones, en relación al tipo de técnicas utilizadas con los niños, que incluirán contenidos lúdicos y simbólicos, y la relación con los padres, también adquiere una mayor fuerza e importancia en la terapia con niños. Por lo demás, es importante que tanto en las entrevistas, como durante el proceso terapéutico en sí, se establezca una relación tanto con los padres como con el niño/a, para generar la confianza y el rapport necesario para el trabajo. Conviene como en el caso de los adultos, tener un modelo o planteamiento teórico determinado ante el cual nos manejamos, y conocer sus técnicas y variaciones para el trabajo con niños. Otra cuestión importante es la adecuación del espacio de trabajo con los niños, para generar una ambiente de tranquilidad, en el cual se cuente con algunos instrumentos necesarios para el desarrollo de actividades lúdicas, actividades manuales, o la presencia de ciertos elementos que puedan servir como objetos intermediarios entre el niño y el terapeuta (tales como muñecos, títeres, etc) CONSIDERACIONES BÁSICOS Primeras entrevistas sirven para realizar deducciones diagnósticas de la situación inicial de niño y su familia y para establecer el rapport. Generalmente se desarrolla una entrevista inicial con los padres y posteriormente se mantiene una o varias entrevistas con el niño/a para recolectar la información necesaria y confrontar la visión de los padres con la que tiene el niño sobre la misma situación.

El proceso de diagnóstico completo puede durar entre 6 a 10 sesiones, dependiendo de la necesidad de recolectar información complementaria que pueda aclarar el panorama, o de acuerdo a la corriente psicológica del profesional. Generalmente las situaciones que empiezan como una búsqueda de los padres por resolver un conflicto con la conducta infantil, suelen ocultar situaciones familiares que requieren algún apoyo o acompañamiento familiar. DESARROLLO Es recomendable al realizar la primera entrevista poder obtener por parte de los padres o personas encargadas del cuidado del niño o niña, los datos iniciales referentes a la situación actual

y a la

historia de vida del niño/a que pueden ser valiosos para ir

realizando las primeras deducciones diagnósticas, tanto de la situación o posible diagnóstico, como de la estructura y dinámica familiar. En esta parte de la entrevista o si es posible en la primera entrevista se prescindirá de la presencia del niño/a. Aquí también podría darse el caso que el terapeuta considere que la situación de conflicto se refiere a una dificultad de la pareja, más que un conflicto que verdaderamente involucre al niño y pueda sugerir iniciar más bien un proceso con los padres, aunque no se descarta la posibilidad de poder incluir posteriormente a los otros miembros de la familia. Esta situación suele presentarse también porque los padres en ciertas ocasiones tienen mayor dificultad en asumir situaciones de conflicto personal y proyectan esta dificultad en los hijos, a manera de un mecanismo de defensa. Durante la entrevista con el niño/a, es importante, utilizar un tipo de lenguaje sencillo y prestarse para responder a todas las inquietudes que el niño/a tenga en relación a la terapia. Inicialmente es importante aclarar, que la relación terapéutica inicia a través de un mensaje implícito que los padres trasmiten al niño/a de tener la autorización de acudir al profesional para obtener algún tipo de ayuda por la situación que el niño o la familia está atravesando, es decir, al acudir a un determinado profesional, los padres lo autorizan (ante la mirada del niño) para realizar las entrevistas de diagnóstico y de terapia necesarias. Así

como predisponen a su hijo para colaborar con el trabajo de dicho profesional, porque ellos así lo han visto necesario. Es importante que durante la primera o segunda entrevista el niño/a sea acompañado por sus padres para conocer al psicólogo, y juntos puedan iniciar la relación terapéutica. En este momento de la entrevista se iniciará con una presentación del profesional, y si es necesario se puede explicar a qué se dedica, cual es su trabajo y que tarea u objetivo tienen juntos, tanto con el niño como con su familia. También es clave, el poder dialogar con el niño y los padres, sobre el conocimiento por parte del niño sobre las razones por las que él debe acudir a las entrevistas y si él considera verdaderas las razones por las cuales sus padres lo han traído a la terapia. Si estas versiones coinciden, es más fácil que se pueda establecer posteriormente objetivos y razones propias del niño/a para continuar en la terapia. Posteriormente se desarrollan una serie de entrevistas que pueden ser manejadas siguiendo una corta planificación, de acuerdo a las áreas vitales que se vea la necesidad de investigar para llegar a una apreciación diagnóstica. En estas sesiones, se trabaja con el niño/a, adoptando una actitud poco directiva, permitiendo la participación en juegos y actividades libres, con un contenido lúdico y simbólico, manteniendo una actitud observadora e investigadora, propiciando diálogos que permitan desarrollar una mayor confianza y conocimiento de la situación integral de la vida del niño/a y de su dinámicas familiar, escolar, grupal, etc.. En las entrevistas los recursos a utilizar son muy variados, se sugiere tener a la mano algunos tipos de materiales de oficina, tales como papel, lápices, pinturas y cryones, plastilina, revistas, tijeras y goma, etc. Además se puede contar con algunos juguetes, como carros, muñecos, juegos de mesa, pelota, maquillaje, disfraces, etc.. Es importante la motivación para que el niño/a escoja actividades y juegos que desee desarrollar, y nuestra tarea como terapeutas es ir leyendo y designando aspectos que en su conducta se hacen presentes.

Se puede alternar actividades lúdicas con la aplicación de ciertas herramientas diagnósticas o tests que se decidan utilizar con cada niño/a dependiendo del caso. Por último, en el trabajo con niños se dan algunas consideraciones importantes que en la terapia con adultos no serían convenientes, por ejemplo, al estructurar la relación terapéutica con el niño/a, es recomendable, ya que vamos a realizar muchas preguntas, devolver al niño/a la posibilidad de preguntarnos las cosas que quisieran saber de nosotros, así se establece una relación más justa y la posibilidad de entrar en mayor confianza mutua. También con el niño/a establecemos algunas normas de confidencialidad, similares a las que se establecen con un adulto. La edad aconsejable para desarrollar un proceso de terapia infantil es a partir de los 6 años. Esta consideración se refiere también a la edad aconsejable para que un niño/a pueda participar en un proceso grupal. En edades más tempranas se prefiere realizar un trabajo de asesoramiento u orientación a los padres para que ellos realicen las actividades necesarias con sus niños y sea de estimulación o educativas. INTERACCIÓN CON LOS PADRES En la o las entrevistas iniciales con los padres, es necesario recabar la información más importante sobre toda la historia del niño/a, desde su concepción hasta la actualidad. Es preferible contar con la opinión de los dos padres, pero en caso que el niño no cuente con la presencia de los dos padres, se intentará tener la mayor cantidad de datos que puedan ser de consideración. Se investigará datos cronológicamente ordenados desde las etapas: prenatal, natal y postnatal. (condiciones del embarazo, lugar que ocupa en la familia, es un hijo deseado o no, etc) En la primera infancia se investiga, la lactancia, control de esfínteres, de ambulación, lenguaje y curiosidad sexual. Segunda infancia; primeros rasgos de personalidad, relación con otros niños, relación con hermanos y con personas adultas, inicio de la etapa escolar, adaptación a grupos.

Tercera infancia: desempeño e interés en el estudio, desarrollo e interacción social, enfermedades en la infancia, desarrollo afectivo, hábitos, etc. Es importante, tanto al inicio, como durante el proceso terapéutico como al finalizar mantener una adecuada comunicación con los padres para explicarles cuales serán los objetivos y los pasos de la investigación diagnóstica, y de la planificación terapéutica. Al tener el diagnóstico definitivo se realiza una devolución de la información a los padres y se llega a ciertos acuerdos sobre las propuestas terapéuticas en el proceso del niño/a. CONCLUSIONES En la terapia psicológica con niños /as es importante discernir la verdadera necesidad de la intervención con ellos antes de iniciar la propuesta, para evitar hacerles pasar por este proceso cuando es posible únicamente la intervención con sus padres. La relación con los padres durante la terapia psicológica con niños es de suma importancia, para que los cambios en la dinámica familiar sean estables y consistentes. Es necesario contar con herramientas lúdicas y simbólicas en la terapia infantil, y la misma debe desarrollarse en un ambiente no directivo, de confianza mutua y de comunicación abierta. Se puede utilizar los reactivos psicológicos y técnicas terapéuticas que se consideren necesarias y que sean en beneficio del Niño/a. Finalmente es importante evaluar periódicamente los avances encontrados y motivar y felicitar al niño/a en estas metas alcanzadas con su esfuerzo.

BIBLIOGRAFÍA: 1.- Psicoterapia, BALAREZO Lucio, Segunda Edición, PUCE, 1995 2.- CURSO SOBRE DIAGNÓSTICO INFANTIL, Dictado por la Dra. Gladys Guzmán, Quito 2001 3.- CURSO SOBRE PSICOTERAPIA INFANTIL, Dictado por Dr. Oswaldo Bolagay, PUCE, Quito, 1999.