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FACULTAD DE HUMANIDADES

ESCUELA ACADÉMICO PROFESIONAL DE PSICOLOGÍA

ENSAYO “Violencia psicológica en la pareja ”

Autor Ramirez Ramirez,Yelitza Beatriz

Asesor Salazar Ramirez, Dessire

LIMA – PERÚ

ÍNDICE I. INTRODUCCIÓN

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II.ARGUMENTACIÓN

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VIOLENCIA EN LA PAREJA

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2.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA VIOLENCIA

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2.2. LA SITUACIÓN EN EL PERÚ

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2.3. EL RECONOCIMIENTO DE LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA

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2.4. CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA

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2.5. POSIBLES SOLUCIONES Y MEDIDAS DE PRECAUCIÓN EN CONTRA DE LA VIOLENCIA

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III. CONCLUSIONES

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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I.

INTRODUCCIÓN

En la actualidad el tema de la violencia en las parejas ha cobrado mayor importancia y preocupación en diversos sectores de la sociedad a nivel mundial. No obstante, dada la complejidad de esta problemática, es de suma importancia profundizar en el conocimiento de aquellos factores causales y de las consecuencias de este problema. Una de las variables asociadas a la violencia de pareja ha sido el sexismo, pues se ha visto que quienes tienen esquemas rígidos sobre los roles de género tienden a una mayor tolerancia a la violencia dentro de la pareja. Se puede decir que existe violencia cuando hay abuso de poder en que la persona más fuerte, trata de controlar a su pareja, arremetiendo física, psicológica y sexualmente.

Por estas razones es imprescindible tomar conciencia de la gravedad de esta problemática y de cómo afecta a innumerables personas, ya que no solo afecta a la pareja sino también a la sociedad en general. Es por ello que mi tema de investigación es: “Violencia psicológica en la pareja”. Nos centraremos más en los efectos psicológicos que existen cuando se ejerce violencia en una relación. Pero también se mencionarán también las consecuencias físicas y sexuales, ya que estos tres aspectos (físico, psicológico, sexual) están interrelacionados. También se darán algunas posibles soluciones que diversos psicólogos y especialistas tienen acerca de este tema.

Después de haber contextualizado sobre la violencia psicológica en la pareja, se planteará la siguiente pregunta: ¿Cuánto puede afectar psicológicamente a una persona estar en una relación de pareja donde se ejerce la violencia?”. La violencia psicológica en una pareja intima, es entendida como hostilidad verbal o no verbal reiterada manifestada en forma de acoso, insulto, amenaza, menosprecio, ignorancia, sometimiento, dominación, humillaciones, expulsión del hogar, infidelidades, entre otros (Espinar, 2003). Este tipo de violencia es la que más afecta millones de mujeres en el Perú y a nivel mundial.

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En muchos trabajos de investigación se tratan casos de violencia física en la pareja, aunque de todas formas existen manifestaciones de violencia psicología previas, ocasionando consecuencias nefastas en la salud de la víctima y con un impacto que es incluso mayor que el de la violencia física. Asimismo, Walker (1979) y Follingstad et al. (1990) hallaron que la mayoría de víctimas estudiadas juzgaban la humillación, la ridiculización y los ataques verbales como más desagradables que la violencia física experimentada, lo cual también se menciona en un informe de la OMS (1998) que indica que el peor aspecto de los malos tratos no es la violencia misma, sino la "tortura mental" y el "vivir con miedo y aterrorizados".

Los efectos de la violencia sobre las víctimas suelen ser a largo plazo y difíciles de revertir, sobre todo en el plano psicológico. Se presentan trastornos de ansiedad y depresión similares al estrés postraumático; asimismo hay una tendencia a la baja autoestima, vergüenza e incluso culpa. En así, que la capacidad de la víctima para afrontar la situación de maltrato se reduce, llegando a dañar su nivel de ajuste psicológico (Patró et al., 2007). Es por ello que es de suma importancia el tener que investigar acerca de este tema, poder dar soluciones eficaces para esta problemática y también dar algunas alternativas de prevención.

Habiendo señalado la temática general sobre la violencia psicológica en la pareja, en este ensayo se mostrarán seis puntos –a consideración de la investigadora – que son los más importantes: antecedentes históricos de la violencia, la situación en el Perú, el reconociendo la violencia psicológica, causas y consecuencias de la violencia, posibles soluciones y medidas de precaución en contra de la violencia, estos subtemas sirven de apoyo para argumentar el ensayo que se presenta, a través de estos sub capítulos se presentara como se concluye sobre cuanto afecta psicológicamente a una persona estar en una relación donde se ejerce violencia.

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II.

ARGUMENTACIÓN

VIOLENCIA EN LA PAREJA

La violencia de pareja intima consiste en una serie de actos abusivos de tipo físico, psicológico y/o sexual de carácter progresivo y crónico; cometidos por aquella persona con la que se convive diariamente (Follingstad, Neckerman, Vormbrock, & Herman, 1997 como se citó en Patró, Corbalán & Limiñana, 2007).

La violencia está inmersa en nuestra sociedad, la cual como se menciona es de varios tipos, en mi opinión la violencia psicológica es la que más afecta a una persona en una relación de pareja, ya que este tipo de violencia hace no solo que la persona piense que es merecedora de tal maltrato sino también hace que se mantenga al lado de su agresor.

La violencia psicológica es entendida como hostilidad verbal o no verbal reiterada manifestada en forma de acoso, insulto, amenaza, menosprecio, ignorancia, sometimiento, dominación, humillaciones, expulsión del hogar, infidelidades, entre otros (Espinar, 2003).

Este tipo de violencia es difícil de identificar por las personas que no están al lado de la víctima, aunque sí se puede ciertas conductas como el decirle delante de toda su familia: “Eres una tonta”, “Tu comida sabe horrible”, etc. Muchos de nosotros hemos visto alguna vez este tipo de frases u otros tipos de agresiones verbales y no verbales, es por eso que es un tema muy interesante no solo para las personas que están en el campo de la salud sino también para el público en general.

Un estudio realizado por Deal y Wampler (1986), con una muestra de 410 universitarios (295 mujeres, 115 hombres) reveló que el 47% experimentaron alguna violencia en sus relaciones de noviazgo. La mayoría de las experiencias eran recíprocas, llegando a alcanzar tasas similares de violencia entre hombres y mujeres en el curso de sus relaciones de noviazgo (Laner y Thompson, 1982). Es por ello que no se debe de estereotipar, pensando en que solo las mujeres pueden ser víctimas de violencia de parte de su pareja, sino también se puede ver gracias a este estudio que los varones también son víctimas de este tipo de problemática. 5

2.1. ANTECEDENTES HISTÓRICOS DE LA VIOLENCIA

Desde la antigüedad esta problemática ha existido, ya que se puede ver en los libros de historia como existió primero el matriarcado, lo cual hacia que los varones tengan que subordinarse a las mujeres, y después se creó el patriarcado, el cual en la actualidad ejerce una gran influencia en varios países.

Algunos datan del año 400 A.C., cuando las leyes de Bizancio establecían que el marido era un Dios al que la mujer debía adorar. Ella ocupaba un lugar tan insignificante que ni siquiera podía recibir herencia o beneficio alguno. La Edad Media no trajo diferencias sustanciales: los nobles golpeaban a sus esposas con la misma regularidad que a sus sirvientes (Anderson y Zinsser, 1992)

En mi opinión este problema surge porque las mujeres no tuvieron acceso a la educación ni tampoco podían trabajar por remuneración. Esto hacia una gran desigualdad entre varones y mujeres. Es por ello que tanto varones como mujeres deben tener una buena formación no solo académica sino también en valores.

De los siglos XIII al XIX no existieron diferencias relevantes en el trato a la mujer: un ejemplo que lo evidencia sucedió en la ciudad de Nueva York, en 1825, donde en un caso judicial consta la agresión recibida con un cuchillo y fractura de brazo de una mujer a manos de su esposo. El tribunal no concedió el divorcio por considerar honesta y razonable la actuación masculina, en tanto tenía el propósito de ayudar y enseñar a su esposa para que no cometiera más errores (Recuperado de http://www.eumed.net/rev/cccss/11/ldpc.htm)

Estos casos en la actualidad siguen existiendo. Muchas mujeres son maltratadas por sus propias parejas, como también sucede en el caso inverso. En muchos países en la actualidad, se ven esta problemática, por ejemplo, las normas islámicas son sumamente discriminatorias, ahí la mujer se convierte en propiedad de su pareja, sin que ella pueda quejarse o denunciar algún abuso que cometa su pareja.

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En la actualidad las cifras reales del problema no se conocen en su totalidad, pues muchas mujeres no denuncian tales hechos; pero las informaciones existentes son indicadores de preocupación, como el caso del continente americano, en el que Costa Rica tiene una de cada dos mujeres siendo víctima de agresión por parte de su pareja; en Puerto Rico, el 50 % de las mujeres víctimas de homicidios o asesinatos mueren en manos de sus ex -esposos o esposos actuales; en México el 61% de las amas de casa son golpeadas por su pareja, mientras que en Argentina esto ocurre a una de cada cuatro mujeres, en Chile a un 80 % de las féminas y en Ecuador a un 68% aproximadamente.(Recuperado de http://www.eumed.net/rev/cccss/11/ldpc.htm)

En mi opinión esta problemática es el causante de que el mundo no progrese en cuanto a lo moral, ya que si no existe respeto entre las personas es poco probable un mundo de paz, y esto causa que las personas vivamos en un mundo lleno de violencia y en donde muchos de los individuos solo respeten al que tiene más poder. Olvidándose por completo de que cada persona es valiosa e inigualable y que todos merecemos una vida digna.

2.2. LA SITUACIÓN EN EL PERÚ

Según el Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, en el 2014, el Centro de Emergencia Mujer registró 43 810 casos de violencia contra mujeres: 38 598 por violencia psicológica y física, y un total de 5 212 por violencia sexual. Según la misma fuente, durante el período 2002 – 2014, las mujeres atendidas por violencia alcanzaron un total de 431 626 casos, en contraste con las 57 824 para hombres víctimas de violencia. Se registraron 7 veces más casos de mujeres víctimas que de hombres. (Herrera, 2015)

En el Perú, como se puede ver en la estadística, abunda más la violencia en contra de la mujer en cuanto en una relación de pareja. Es por ello que se debe de reforzar más medidas por parte del estado en cuanto a la educación, ya que en mi opinión es importante una buena formación tanto en los niños como en las niñas. Y también más oportunidades de estudios superiores y trabajo para los jóvenes, ya que, si la mujer tiene independencia económica, se puede contrarrestar el que la mujer dependa de su esposo, haciéndole más independiente.

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Herrara (2015) Considera que, si bien es posible que muchos de estos no acudan a ningún centro de atención por un tema de vergüenza o sanción social, también es cierto que la violencia es mayormente dirigida hacia las mujeres.

Ochoa (2002) afirma que la violencia en el hogar es la causa más común de lesiones o daños en la mujer, incluso más que accidentes automovilísticos o robos.

Como se puede apreciar existe demasiada violencia en contra de la mujer, y los que causan este tipo de lesiones y daños son sus propias parejas. Hasta se menciona que es más común ser víctima de maltrato por parte de tu pareja, a que le roben o le pase un accidente.

Herrera (2015), afirma que, a pesar de los esfuerzos realizados desde el Estado, se reconoce la dificultad para registrar la real incidencia de violencia contra las mujeres, pues muchas no denuncian hasta que ya es muy tarde.

Es por ello que es importante que se haga más medidas de difusión de como uno puede denunciar este tipo de abusos a la policía, también de que se puede hacer en estos casos. Y lo más importante no callar ante este tipo de actos violentos, ya que contribuiremos a una sociedad llena de miedo y de violencia.

Al respecto, Macassi, Paredes y Ruiz (2006) consideran como barreras para la oportuna denuncia a la inexistencia de un enfoque intercultural, debilidad de las sanciones a los agresores e ineficacia del sistema judicial, insuficiente número de servicios de atención a las víctimas y ausencia de campañas dirigidas a la población.

Lamentablemente existen en nuestro país un sistema judicial ineficaz, pero a pesar de estos inconvenientes es mejor denunciar este tipo de actos, ya que el callarse contribuiría a más violencia y hasta en algunos casos la muerte de la víctima.

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2.3. EL RECONOCIMIENTO DE LA VIOLENCIA PSICOLÓGICA

La conducta del agresor es estratégica en relación a un fin que va dirigido a dejar a la mujer en la posición mas vulnerable posible para poder ejercer sobre ella el maltrato, así podemos encontrar que sus actuaciones se orientan a: Conseguir que la mujer vaya abandonando sus círculos de pertenencia (familia, amistades, trabajos, etc.). Potenciar el sentimiento de culpa de la mujer a la que maltrata para mantenerla paralizada emocionalmente e impedir que intente dejar la relación. Una de las estrategias que utiliza el agresor es recurrir a los celos sexuales. Y la instauración de un mayor nivel de violencia ante cualquier intento de la mujer de "arreglar las cosas". (Gimena, 2008)

Es importante que la persona identifique de forma eficaz cualquier forma de maltrato que pueda ejercer su pareja. Ya que, si se deja pasar este tipo de actos, como el que ya no veas a tu amigas o amigos o hasta a tu propia familia. Poco a poco la persona agresora tomara posesión de la víctima, hasta el punto en que él tenga el control de todo, hasta de la vida de su pareja. Otras formas de actitudes toxicas también son: que investigue tus redes sociales y el teléfono móvil, preguntarte diariamente sobre tus horarios, controle tus gastos personales, llevando un control innecesario de tu cuenta bancaria, tratarte con un exceso de paternalismo, no darles importancia a tus méritos, te compara con parejas del pasado, te exige prácticas sexuales que a la víctima no le gusta, etc.

Existen también las estrategias defensivas utilizadas por el agresor que persiguen trasladar la responsabilidad de la agresión a la mujer, provocando una doble victimización cuando afirma que miente, que está loca o que le provocó. El primero es fundamentar, es decir racionalizar los ataques de forma que parezca que está bien lo que hizo. El segundo es minimizar, el cual significa que resta importancia a la agresión para conseguir distanciarse del daño causado, argumentando que este no ha sido tan grave: " no le pegue, solo le empuje". (Gimena, 2008)

Muchas personas en algún momento de su vida se han visto inmersas en una relación tóxica, la cual solo les ha dejado malos recuerdos, es por eso que es muy importante para los profesionales de la salud, ver qué clase de conductas tiene el agresor y de qué forma se justifican. Tal como el racionalizarlo o el tratar de minimizar el acto. Pero es de vital importancia que la persona que está inmersa en esta problemática, tome conciencia del daño que le está causando su pareja, el alejarse de esta persona y también buscar ayuda profesional. 9

Pero en muchas ocasiones, las personas que están inmersas en relaciones amorosas tóxicas no son capaces de darse cuenta de que están viviendo situaciones de abuso. El amor que se siente hacia esa persona puede obnubilar nuestro juicio y podemos tender a perdonar cualquier cosa. Es muy frecuente que este tipo de actitudes tóxicas se “normalicen” por parte de la víctima. (Recuperado de https://psicologiaymente.net/psicologia/senales-relacion-toxica-pareja)

En mi opinión es importante que las personas víctimas de violencia busquen ayuda profesional, ya que por más que muchas personas de nuestro entorno pueden decirnos que con la pareja con la que estamos es muy agresiva, la persona se enceguece y hasta lo tiende a justificar, como se menciona en este capítulo el victimario utiliza muchas estrategias defensivas para poder controlar y violentar a su víctima.

Otra estrategia defensiva es el desviar el problema, el cual suele achacar su comportamiento a la falta de trabajo, al exceso en los gastos, a sus problemas con el alcohol, etc. Con este mecanismo trasladan la responsabilidad a cuestiones ajenas a sí mismos. El cuarto es el olvido, aseguran que no recuerdan, que no son conscientes de lo que se les recrimina. Niega abiertamente los ataques utilizados como defensa este mecanismo para restar credibilidad al relato de la mujer. El quinto es racionalizar, el cual significa que explica coherentemente conductas y hechos. Tales explicaciones no serían admitidas por la instancia moral de la personalidad si el entorno social no admitiese esos comportamientos como legítimos. Y el ultimo es proyección, lo cual se refiere que atribuyen a la mujer la responsabilidad de las conductas violentas (Gimena, 2008)

En mi opinión es importante ver primero con quien persona nos vinculamos sentimentalmente, tener una relación de amistad antes de estar inmersos en una relación sentimental, ver cuál es su familia, sus aspiraciones, su forma de reaccionar, sus vicios, etc. Ya que para mí uno de los principales factores por el cual ocurre este problema, es porque en la actualidad muchas personas a solo los seis meses o hasta dos meses de enamorados aproximadamente, tienden a ya casarse con la persona. Y al momento de la convivencia como no se conocieron bien en la etapa de enamoramiento o duro muy poco, hace que surjan las primeras peleas y después puede surgir la violencia entre ellos.

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2.4. CAUSAS Y CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA

Herrera (2015) Afirma que, a partir de una muestra de 505 universitarios, encontraron que los celos eran un factor determinante que explicaba la violencia en el noviazgo por parte de las mujeres.

En mi opinión es importante hacer que las mujeres y los varones tengan una buena autoestima, reforzar en los colegios y en los hogares el tener una buena estabilidad emocional, ya que en la actualidad solo le dan importancia a lo académico y cuando son mayores a lo material. Es justo por esta deficiencia en muchas personas, provoquen en el individuo conductas violentas, que al final solo causan daño a ella misma y a su pareja.

Uno de los primeros estudios llevados a cabo desde la perspectiva masculina fue realizado por Ramos (2006). Este estudio cualitativo se realizó entre hombres de 29 a 48 años del distrito de Villa El Salvador y la ciudad del Cusco. Se halló que los hombres ejercen violencia física y/o sexual cuando perciben que su hegemonía se rompe, sienten gran malestar por el quiebre del modelo de hombre que han interiorizado. Si bien reconocen que la violencia es perniciosa, la humillación y desvalorización social se anteponen al remordimiento.

Esta causa también es muy conocida por las personas, ya que el machismo en el Perú abunda, es importante en mi opinión disminuir en los medios de comunicación los ejemplos de machismo y el irrespeto hacia la mujer. Ya que esto influye mucho en los jóvenes, los modelos actuales de parejas que se ven en la televisión son claro ejemplo de ello. Ya que ven al amor solo como diversión o para fines lucrativos.

Por otro lado, algunos autores (Gonzales & Gavilano, 1996) analizaron el rol de la pobreza en la prevalencia de la violencia y concluyeron que, si bien la carencia de recursos económicos no es una razón desencadenante, puede convertirse en un factor agravante. Al parecer la educación del hombre se encontraría inversamente relacionada tanto a episodios de violencia física como psicológica (Ochoa, 2002)

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Como se puede ver en este estudio, la pobreza no es una causa principal de la violencia en la pareja, pero si un reforzador de esta situación, haciéndonos ver que lo importante es la educación y los valores que tenga la pareja.

Los efectos de la violencia sobre las víctimas suelen ser a largo plazo y difíciles de revertir, sobre todo en el plano psicológico. Se presentan trastornos de ansiedad y depresión similares al estrés postraumático; asimismo hay una tendencia a la baja autoestima, vergüenza e incluso culpa. En así, que la capacidad de la víctima para afrontar la situación de maltrato se reduce, llegando a dañar su nivel de ajuste psicológico (Patró et al., 2007).

Los efectos de esta problemática se comparan al estrés postraumático, lo cual nos hace comprender la gravedad de las consecuencias que tiene la violencia en las víctimas. Ya en si para aceptar al principio de la relación este tipo de comportamiento violento, ya hay una baja autoestima por parte de la víctima y como se puede observar las consecuencias de esta problemática es más baja autoestima. Y hasta una culpabilidad infundada, haciendo que la víctima no denuncia su agresor.

2.5. POSIBLES SOLUCIONES Y MEDIDAS DE PRECAUCIÓN EN CONTRA DE LA VIOLENCIA

Los programas escolares diseñados para enseñar a los jóvenes sobre la violencia en el noviazgo y los medios legales para esto pueden ayudar a reducir el comportamiento antes de que comience. Muchas adolescentes maltratadas no se dan cuenta de que sus relaciones se clasifican como abusivas y muchos novios abusivos no clasifican sus acciones violentas hacia sus novias como ilegales. Los programas educativos pueden instruir a los jóvenes acerca de las definiciones de la violencia en el noviazgo, las consecuencias legales para los autores y las medidas legales, como órdenes de restricción para las víctimas.

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La consejería puede ayudar a las víctimas y los perpetradores de violencia en el noviazgo mediante el examen de los factores psicológicos subyacentes que están causando que suceda la violencia y los que le permiten que continúe. Las víctimas de abuso deben buscar consejería tan pronto como sea posible, sobre todo porque los abusadores tienden a aislar deliberadamente a sus víctimas de sus amigos y familiares. Si un abusador desea restringir su comportamiento, la consejería puede ayudar con el manejo de la ira y de la inseguridad. Una víctima potencial puede reducir en gran medida las probabilidades de estar en una relación de noviazgo abusiva sí reconoce las primeras señales de advertencia, y sale de la relación antes de que se conviertan en abuso. Los celos extremos son comunes de los abusadores, junto con los cambios de humor y la ira extrema. Si la relación se vuelve intensa con rapidez, también hay una mayor probabilidad de abuso potencial. Las amenazas de violencia se deben tomar muy en serio, incluso cuando se dicen en momentos de ira o embriaguez extrema y la víctima deben empezar a retirarse de la relación. Es por eso que es importante ver las primeras señales de abuso y actuar de forma eficaz y determinada ante ese caso, ya que uno no puede permitir la violencia y menos en contra de nuestra propia integridad.

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CONCLUSIONES 

La violencia en la pareja, se vuelve un tema cotidiano y despersonalizado, haciendo que las personas no estén conscientes de la gravedad de esta problemática, más aún porque en esta sociedad machista del Perú hace que las mujeres sean las más afectadas por este problema.

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Es por ello que el deber de los psicólogos y de los demás profesionales de la salud, es concientizar a la población en general de Lima, acerca de las graves consecuencias que puede tener la violencia entre pareja, no solo para el que sufre la agresión, sino también la persona que realiza tal agresión, los hijos de la pareja si es que lo tienen y hasta la misma sociedad.

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La violencia en la pareja se puede contrarrestar tan solo si todos ponemos de nuestra parte, ya que con indiferencia no se puede solucionar esta problemática tan difundida en la sociedad actual, es por ello que se debe de vencer esta herencia de violencia legada por el pasado y fomentar en la actualidad las adecuadas relaciones amorosas entre las personas.

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REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 

Morfa, J. (2003). Prevención de los conflictos de pareja. España: Desclee De Brouwer

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Méndez, G. (2003). Manual para el tratamiento de hombres que ejercen violencia hacia su pareja. Costa Rica: ILANUD

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Blasquez, A. (2008). Maltrato psicológico en la pareja. Madrid: Eos

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Vara, A. (2015). Modelo de gestión para prevenir la violencia contra las mujeres: una propuesta integral para involucrar a las empresas en la prevención de la violencia contra las mujeres en relaciones de pareja. Lima: CECOSAMI

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Cardenas, I. (2005). Entre el amor y el odio: guía práctica contra el maltrato en la pareja. Madrid: Síntesis

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Cardenas, E. (1999). Violencia en la pareja: intervenciones para la paz desde la paz. Buenos Aires: Granica

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Gimena, M. (2008). Guía para abordar la violencia de pareja hacia las mujeres. Madrid: CM.

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Herrera, M. (2015). Relación entre sexismo ambivalente y violencia de pareja intima según nivel educativo (Tesis de pregrado). Pontificia Universidad Católica del Perú, Lima

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