Ensayo Navidad

ENSAYO: “¿PUEDO CELEBRAR LA NAVIDAD?” INTRODUCCIÓN Nací en el seno de una familia poco preocupada en el Señor, mi madre

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ENSAYO: “¿PUEDO CELEBRAR LA NAVIDAD?” INTRODUCCIÓN Nací en el seno de una familia poco preocupada en el Señor, mi madre era católica y mi padre decía ser “protestante” aunque nunca supe de qué protestaba. De pequeño, me llevaban a la iglesia católica el jueves de ceniza, el domingo de resurrección y a misa de gallo (24 de diciembre). Siendo mayor acepté al Señor como mi salvador personal. A continuación, principalmente por cambio de domicilio o viaje, me he reunido en iglesias bíblicas, pentecostales, bautistas, etc. En todas ellas, según recuerdo, celebramos la navidad como una bonita tradición donde coinciden días de descanso, dinero extra y la costumbre de reunirse las familias, así como en EEUU lo hacen para el “Día de Acción de Gracias”. Mis estudios de Seminario no produjeron dudas sobre “Celebrar la Navidad”, más aún que veo que en muchos países, musulmanes, ateos, “Testigos de Jehová” y otros enemigos del cristianismo, dicen que la tradición navideña LES OFENDE y hacen esfuerzos para acabar con la navidad y no recordar el nacimiento de Jesús. Tampoco faltan los enemigos más sutiles que hacen esfuerzos por desviar el objetivo. Por ejemplo, la Coca Cola inventó a Santa Claus a partir de otro ídolo, esta vez católico (San Nicolás). Por su parte, la mercadotecnia, otro baluarte del enemigo, se esfuerza en desviar la mirada de la gente en regalos y cuanto objeto de consumo surja. Sin embargo, ahora me entero que, hay cristianos que consideran inadecuado celebrar la navidad. Esto provocó que me pusiera a estudiar. Después de documentarme, encontré que esta discusión sobre la pregunta ¿los cristianos debemos celebrar la Navidad? ha estado presente por siglos. Así, encuentro que, hay cristianos dedicados y sinceros en ambos lados del dilema. Más aún, tengo amigos pastores con una y otra opinión, cada uno con múltiples razones del porque o el porqué no, se debe celebrar la Navidad en los hogares Cristianos. El presente es el resultado de una breve investigación. PARTE 1: ORÍGENES FALSOS En esta época de internet, es muy fácil obtener información de muchos temas y es allí donde se puede encontrar una cantidad impresionante de “información” en relación con la navidad, la mayoría, manifestando estar en contra de ella. El problema es que, hay mucha información “copia de copia” sin analizar. La mayoría usa Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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la misma información que vio en otro sitio y solo repiten lo leído, sin preocuparse del origen o peor aún, con malas intenciones. De las historias que encontré, la mayor parte lleva el origen de la navidad hasta la antigua Babilonia, con Nimrod y su esposa madre Semíramis (Nimrod aparece en Gen 10:8). El tema es que, la Biblia solo dice que fue el primer poderoso en la tierra y algunos investigadores lo asocian con un famoso rey de Asiria llamado Ninus y alrededor de este nombre existen muchas tradiciones y leyendas griegas, de la edad media, etc. Precisamente, las historias sobre Nimrod y la navidad se basan en algunos de estos mitos. Después, personas con diverso nivel de análisis y espíritu crítico, lo han copiado en mayor o menor parte, algunos añaden opiniones personales, que copias más adelante, son identificadas como opiniones autorizadas, asegurando con ello, que todo es verdad. Historias similares ponen el origen de la navidad con los vikingos y su adoración a Odín. Así pues, se asocia el origen de la navidad a una celebración pagana tomada de un amplio abanico de disímbolas posibilidades, alguna de ellas, respetable después de investigar (nivel más elevado del que se observa en la mayoría de los “post”, “páginas”, etc., encontradas en internet que fue la principal fuente encontrada para opiniones en contra, lo cual no es negativo de entrada, pero si interesante de considerad. Hablando de tradiciones, una tradición afirma que Telésforo, que vivió por el año 100 dC, celebraba la Navidad al igual que Sexto Julio Africano (por el año 200 dC) quien fue amistad de Orígenes. Ahora bien, meditando en ese amplio abanico de discutidos orígenes (y no me refiero al discípulo de Clemente), se puede considerar que, si los cristianos celebramos el nacimiento de Cristo una fecha “equis” cualquiera, por ejemplo 3 días después del solsticio de invierno, no implica idolatría o alabanza de alguna forma a algún ídolo pues la fecha en sí no tiene un valor mágico. Tampoco puede representar por sí misma una identificación con un ídolo. De lo contrario, estaríamos fritos pues resultaría que no deberíamos orar, alabar, hacer fiesta a nuestro Dios, por cualquier motivo que nos de la gana, porque ofende a los seguidores de tal baal (parodiando a los musulmanes, ateos y mormones que “se ofenden” en otros países si dicen que celebran la navidad). Nosotros no celebramos el nacimiento del dios sol (invictus le llaman) sino que celebramos cuando aquella luz verdadera, que alumbra a todo hombre, venía a este mundo. Por cierto, si es incorrecto seguir tradiciones paganas, fuera de la Biblia, ¿Debemos cambiar el calendario (juliano) que usamos por el judío? Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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PARTE 2: ORÍGENES CIERTOS Algunos afirman que los primeros cristianos celebraban la navidad pero en diferentes fechas, hasta que en 354 el Obispo Liberio de Roma ordenó celebrar el nacimiento de Cristo el 25 de diciembre. Dicen que lo escogió porque muchos en Roma ya celebraban este día como festivo y lo dedicaban a Saturno. Por cierto, el 21 o 22 de diciembre es el solsticio de invierno, esto significa que ese día ocurre la noche más larga del año y por ello, los romanos celebraban al “Sol Invictus” el 25 de diciembre, como se acaba de apuntar. Entonces la iglesia puso la celebración del nacimiento de Jesús para contrarrestar este culto pagano con una celebración cristiana. Algo similar a lo que hacen algunas iglesias cristianas el 1 de noviembre ¿Estará mal que los vivos hagamos un culto a nuestro Padre y dador de vida en lugar de quedarnos callados y escondidos porque los demás honran a los muertos? Hace unos 500 años, en la época de las reformas religiosas, un grupo muy importante, los puritanos, se opusieron a la navidad porque ellos consideraban que solo podían incluir en su vida lo que la Biblia, en especial el Nuevo Testamento, ordenara. Además, resulta que en inglés, navidad se dice “Christmas”, que significa misa de Cristo y como olía a catolicismo, no lo aceptaron. De allí, dicen que surgió una corriente importante en contra aunque, casi no llegaron a nuestros días grupos puritanos. Actualmente, la iglesia católica, la ortodoxa griega y las evangélicas festejamos el 25 de diciembre. La iglesia Ortodoxa Armenia lo celebra el 6 de enero y la ortodoxa rusa el 7 de enero. Aquí está un punto que a más de uno causa escozor, si algo suena a “Iglesia Católica”, de inmediato se pone nervioso y dice que “con los tales ni siquiera se juntan”. Por cierto, no soy ecuménico, ¿pero cuál es el temor? Si la mayoría católica, celebra la navidad y ya hasta consiguieron que esa fecha sea de asueto ¿Buscamos otra fecha?, tal vez mediados de septiembre e iniciamos la tradición de celebrar el nacimiento de nuestro (excluyente para los católicos, ortodoxos y demás gentiles). El problema en México será que se confundirá con el nacimiento de Porfirio Díaz y el grito “Viva la virgen de Guadalupe” que dio Hidalgo. En relación con el árbol de navidad, John MacArtur, un respetado (por algunos) líder bautista, comenta: “algunos afirman que los árboles de Navidad tienen orígenes paganos. Sin embargo se cree que Bonifacio, aquel misionero inglés en la Alemania del siglo octavo, instaló el primer árbol de Navidad. Él habría reemplazado así los sacrificios al Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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roble sagrado del dios Odín por un árbol adornado en tributo a Cristo. Otros relatos afirman que Martín Lutero introdujo el árbol de Navidad iluminado con velas. Basados en esa información podríamos decir que el árbol de Navidad tiene un pedigrí cristiano distinguido. Ahora, pocos saben acerca de la adoración de los árboles. Cuando un niño saca un regalo de debajo del árbol de Navidad y lo desenvuelve, nadie mira aquel objeto como un ídolo. Ni se mira al árbol de Navidad como si fuera una especie de dios del regalo. Comprendemos la diferencia entre un juguete y un ídolo tal como, claramente, comprendemos la diferencia entre un ídolo y un árbol de Navidad”. PARTE 3: ¿ESTÁ PROHIBIDO SEGUIR TRADICIONES? Si revisamos la Biblia, encontramos varias fiestas judías que ya no celebramos pues eran sombra de la futura obra de Jesús. Pero inclusive Jesús no tuvo inconveniente en seguir algunas costumbres y fiestas tradicionales, siempre y cuando no negaran algo indicado en la Palabra. Por ejemplo:  Cuando llegaba un invitado a comer, además que le quitaban las sandalias y lavaban sus pies, le ungían la cabeza con aceite de oliva aromatizado con especias. Esta fue una de las cortesías descuidadas por Simón el fariseo cuando Jesús acudió a su casa para el banquete (Lc7:46).  Las fiestas relacionadas con las cosechas (Ex 34:22) eran fiestas que también eran celebradas por los cananeos. Dios enlazó deliberadamente las fiestas de las cosechas con hitos religiosos para que los judíos recordaran Sus poderosas acciones a favor de ellos. La fiesta de los panes sin levadura fue unida a la Pascua y el pueblo recordaba su partida de Egipto; la promulgación de la Ley en el monte Sinaí fue enlazada con la fiesta de la siega del trigo en la Fiesta de las Semanas y los cuarenta años de vivir en tiendas (fiesta de los tabernáculos), esta celebración se llevaba a cabo durante la fiesta de la vendimia. Estas fiestas daban oportunidad de cesar en el trabajo, pero sobre todo para encontrarse con los amigos en presencia de Dios. Más allá de su profundo significado respecto a Jesús, nuestro Salvador, los hombres descubrieron que estos tiempos eran tan gratos que tomaban a sus mujeres consigo (1S 1:9, 21), y las fiestas se convirtieron en grandes ocasiones familiares (Lc 2:41-44). Por cierto, en total son 7 fiestas bíblicas que, como ya mencioné, no ignoro que cada una de ellas tienen un Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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profundo significado respecto a Jesús, algunas ya cumplidas y otros por cumplir, en los últimos tiempos.  Fiestas no ordenadas por Dios pero seguidas por los judíos. Existen dos fiestas que no aparecen ordenadas pero que los judíos adoptaron: o Purim (13 al 15 de Adar, (febrero)) se celebraba que Esther había sido usada para salvar a su pueblo de un genocidio durante el reinado del rey Asuero. Este día se guardaba en tiempos del Nuevo Testamento, y o Hanuka (Jn 10:22-23) era la fiesta de la dedicación o de las luces que se celebraba en diciembre, en invierno. Celebraba una victoria de los macabeos (ocurrida unos 150 años antes de Jesús). De lo aquí indicado, podemos observar que existen fiestas y costumbres con orígenes paganos que fueron elegidas por el Señor para reforzar la fe de su pueblo, alabarlo y bendecirlo, dando un giro a las celebraciones originales. También encontramos otras fiestas, no establecidas por el Señor y que no fueron criticadas por Jesús, más bien fueron seguidas. Ahora, los cristianos tenemos una celebración, con orígenes paganos, pero muy diferente a aquella. Celebramos que un día, no sabemos cual exactamente, nació la Esperanza de Israel, el dador de vida, nuestro Redentor. Tocante a este detalle de que ignoramos el día y hora exactos del nacimiento de nuestro Señor hecho carne, alguno pudiera argumentar, que si el Señor no indicó la fecha, entonces no debemos celebrarla. Antes de responder, debo decir que, en mis clases de lógica me enseñaron demostración directa, por deducción, por inducción, por reducción al absurdo, y otras menores, pero la que lleva de “No aparece en la Biblia tal cosa concreta” entonces “está prohibida” o algo similar; no cae en ninguna de las anteriores. Por cierto, mi abuelo no sabía la fecha de su nacimiento pero sus hijos eligieron una fecha para celebrar su cumpleaños ¿estará mal? PARTE 4: Lo que celebramos en Navidad Aunque no aparece la fecha del nacimiento de Jesús en la Biblia, como tampoco aparece la fecha para las fiestas PURIM y Hanuka, esta fecha del 24-25 de diciembre la asociamos con el nacimiento del Salvador, las campanas tañen para anunciar las buenas nuevas, las velas se encienden para recordarnos que Cristo es la Luz del Mundo (Jn 1:4-9), la estrella en la punta de un árbol nos recuerda la estrella de Belén. Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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Por cierto, algunos dicen que la Biblia advierte contra la colocación del árbol de navidad; no es cierto. Lo que sucede es que, (además de lo que antes transcribí de McArtur), antes acostumbraban adorar a sus ídolos debajo de árboles frondosos, en lugares altos y también la Biblia advierte de no utilizar figuras de madera, luego hacerles un altar y adorarlas (Jr 10:1-16, Is 44:9-18). El Señor, nunca prohibió que su iglesia proclamara de manera pública, en celebración anual, la obra más maravillosa que haya hecho, la encarnación de Su Hijo. Por tanto, podemos y debemos recordar y festejar los grandes hechos de la redención, como la encarnación de Cristo, su muerte expiatoria (indicada inclusive con una ordenanza) y su ascensión. ¡Es cierto!, se puede hacer un pequeño estudio para determinar la fecha estimada en que Mi Señor y Salvador ascendió a los cielos y empezar a celebrarlo. Seguramente surgirán grupos que digan que les ofende la celebración pues para ellos Jesús no resucitó y mucho menos ascendió. Otros también que pudieran decir que, como no aparece la hora exacta, no debemos celebrar su ascensión ¡Vaya! OTRAS OPINIONES Además que la mayoría de evangélicos del mundo celebran la navidad. Otros grandes pensadores, que nosotros seguimos con admiración, han actuado conformes a la celebración de la navidad. Por ejemplo, Calvino, como parte del Consejo en Ginebra aprobó celebrar la Santa Cena en las 4 fiestas del año; NAVIDAD, Pascua, Pentecostés y primer domingo de septiembre. Spurgeon presentó su sermón “En Navidad Nació el Cristo del Pueblo”, John MacArthur, como ya apunté, ha escrito varias veces a favor de la celebración. CONCLUSIÓN No hay un mandato bíblico para celebrar la navidad, tampoco hay una razón real para no celebrarla, al final de cuentas, celebrar la navidad es una decisión personal. Así como no nos dice que celebremos cumpleaños o aniversarios o los judíos las fiestas de Purim o Hanuka (que por cierto Purim aún lo celebran). Así que, sin importar la decisión que cada cristiano tome respecto a la navidad, sus razones no deben ser usadas para atacar a aquellos con criterios opuestos. Debemos pedir sabiduría al Señor, pues la otorga liberalmente a todo aquel que la busca (St 1:5) y aceptarnos unos a otros en gracia y amor cristianos, independientemente de nuestras opiniones sobre la Navidad. Algo básico en estas fechas es no caer en el consumismo, no endeudarnos para dar regalos y mucho menos embriagarnos. No olvidemos en momento alguno que es una hermosa oportunidad para Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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convivir en familia recordando el nacimiento de Jesús, que vino al mundo para morir en la cruz por nuestros pecados (1Ti 1:15). La Navidad es una ocasión especial en la cual los creyentes podemos anunciar al mundo que Jesús es Dios encarnado. Que el Dios soberano se despojó de sí mismo para nacer como hombre y humillarse a sí mismo. Así que, recordando lo que escribió Pablo a los colocenses y que considero aplicable aquí: Col 2:16 Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo,

Como no sabemos exactamente la fecha en que ocurrió el nacimiento de Jesús, no hay impedimento para celebrarlo cualquier día. Es más, no tiene que ser en diciembre. Más aún, todos los domingos celebramos que nuestro Señor Jesús, vino al mundo, a lo suyo vino y a los que le hemos recibido en nuestro corazón, a los que creemos en su nombre, nos dio autoridad de ser llamados hijos de Dios. Así que, con toda libertad en Cristo, podemos alegrarnos en esta época navideña, recordando el nacimiento de nuestro Salvador, podemos entonar esos cantos navideños tan hermosos, tan escuchados en época navideña. Estos himnos navideños, pregonan las obras y el amor de Dios. ¡¡Como no entonar alabanzas a su nacimiento!! ¡¡Unámonos al regocijo y cantemos alabanzas al niño que nació en Belén!!. DNB

Ensayo: “¿Puedo Celebrar Navidad?” Autor: G. Aveleyra M.

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