Ensayo. El Riesgo Operativo y Sus Implicaciones en Las Entidades Financieras

El riesgo operativo y sus implicaciones en las entidades financieras Gildardo Adolfo Vargas Aguirre 17 de marzo de 2014

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El riesgo operativo y sus implicaciones en las entidades financieras Gildardo Adolfo Vargas Aguirre 17 de marzo de 2014 En el presente ensayo se abordará el tema del riesgo financiero, y en particular, en su subtipo de riesgo operativo. Para ello, se analizarán las definiciones de riesgo, las tipologías de riesgo financiero y las atenciones particulares atenciones que se dan al riesgo operativo. Para hablar de riesgo financiero, es necesario remitirse primero a la definición de riesgo en general. Para comenzar, Becerra, Guzmán y Trujillo (2006) señalan que el riesgo es la probabilidad de obtener un resultado desfavorable por la exposición a un evento azaroso, o simplemente la probabilidad de que se produzca una pérdida. Por su parte, la Federación de Asociaciones Europeas de Administración del Riesgo (2002) definen “riesgo” como “la combinación de la probabilidad de un suceso y sus consecuencias”. Adicionalmente, se incluye la definición de la Asociación de Estándares Australianos y Neozelandeses acerca del riesgo, la cual define “riesgo” como “la posibilidad de que suceda algo que tendrá un impacto sobre los objetivos”. Al trasladar el concepto al contexto financiero, se llega a la conclusión de que el riesgo financiero es la incertidumbre en las operaciones financieras. Tradicionalmente, o incluso podría decirse que por cuestiones de sentido común, se busca minimizar o evitar el riesgo, ya que nadie quiere perder o sufrir daño en su persona o en sus propiedades o recursos. Es por ello que se han desarrollado metodologías y sistemas para identificar, manejar y evitar el impacto negativo de los riesgos. En este sentido, se encuentra un espectro de técnicas cuantitativas, principalmente estadísticas, en las que destacan los pronósticos a través del análisis de series de tiempo y el análisis de valor en riesgo. La técnica del Valor en riesgo (Value at Risk), es una metodología que pretende medir cuánto puede perder una cartera en un período determinado. El dato obtenido del análisis es la máxima pérdida esperada en un período de tiempo y con un nivel de confianza dados, en condiciones normales de mercado. Es una medida del riesgo de tipo estadístico y se utiliza para estimar el riesgo de mercado de una cartera o inversión para la que no existe una serie histórica de precios. No obstante, hablar de riesgos en cuestiones financieras va más allá de la aplicación de una técnica rápida para determinar el impacto de situaciones adversas. Es necesario también detallar cuál es la naturaleza de los mismos, por lo que a continuación se expondrá 1

la tipología de los riesgos financieros, que para efectos del presente ensayos, se toma la que Roberto Céspedes (2013) presenta en su video instruccional en YouTube. El primero es el riesgo de mercado, y se define como aquél que surge de la volatilidad de los precios del mercado (variaciones). No es imputable a una fuente en particular, ya que depende de la interacción de todos los participantes del mercado. El siguiente es el riesgo de crédito, y se refiere a la posibilidad de que las contrapartes se nieguen o no puedan cumplir con sus obligaciones de pago. La siguiente categoría es el riesgo de liquidez, entendida como la posibilidad de no contar con los recursos monetarios inmediatos para realizar operaciones. Este riesgo tiene dos variantes: el riesgo de liquidez de activos, el cual ocurre cuando no es posible realizar una operación al precio del mercado porque el movimiento es muy grande en comparación con las operaciones usuales en el mercado. El otro es el riesgo de liquidez de fondos, y es la posibilidad de no cumplir las obligaciones de pago a través de la liquidación temprana de la posición, como ocurre cuando uno tiene instrumentos de largo plazo que no puede vender anticipadamente. Otro riesgo que se puede contar en el mundo financiero es el riesgo legal, definido como la posibilidad de que un contrato financiero no se pueda cumplir con un fundamento legal. El último tipo de riesgo financiero es el riesgo operacional, el cual se entiende como la posibilidad de pérdidas por errores o accidentes técnicos o humanos. Este último tipo de riesgo, el operacional, es de particular interés para las instituciones reguladoras ya que, a diferencia de los otros, el origen es más fácilmente imputable a personas o a creaciones directas de las mismas. En Nuevo Acuerdo de Basilea (Basilea II) el riesgo operativo se entiende como la pérdida que resulta de manejos inadecuados o provocados por eventos, fallas en los procesos internos o externos, por las personas o los sistemas. Becerra, Guzmán y Trujillo (2006) señalan que es difícil estimar el impacto financiero de las variables operativas sobre los estados financieros. Sin embargo, en Basilea II se ofrecen tres métodos para calcular los requerimientos de capital necesarios para hacer frente a estos riesgos. El primer método se llama Indicador Básico. El procedimiento consiste en que las entidades financieras calculen un monto de capital equivalente al promedio de los tres últimos años del 15% (porcentaje definido por Basilea) de sus ingresos brutos anuales positivos. Aquí, cabe destacar que se excluyen los años en los que no se obtuvieron ganancias, o en las que se reportaron pérdidas. 2

El siguiente método es el Estándar, y bajo tal, las empresas deben buscar sus líneas de negocio dentro de ocho categorías propuestas por Basilea, las cuales tienen asignada un porcentaje beta, que refleja la exposición al riesgo de cada línea de negocio. El procedimiento es similar al del indicador básico, ya que, para cada línea de negocio, se obtiene un promedio del porcentaje del beta asignado a la línea de negocio en cuestión de los últimos tres años. A diferencia del método del Indicador Básico, en donde se buscan los años con ingresos positivos, en el caso del método Estándar, los años con pérdidas o sin ingresos brutos, el importe se tomará como cero. Finalmente, todos los promedios se consolidan para arrojar el total de requerimientos de capital para la entidad financiera, considerando todas sus líneas de negocios. El tercer método, que más bien debería considerarse como alternativa de cálculo, es denominado de “Medición Avanzada” (AMA). Se hace el señalamiento de que es una alternativa y no un método como tal porque como depende del sistema interno de la entidad financiera, existirán tantos métodos como entidades financieras. El punto decisivo en esta alternativa es que, para que el método sea aceptado, debe cumplir con los criterios exigidos por el acuerdo de Basilea, así como con la aprobación del organismo gubernamental correspondiente. Se advierte, entonces, cómo los métodos van evolucionando desde el más sencillo al más especializado, relacionándose con la etapa de la vida de la entidad financiera. Bajo este supuesto, se puede señalar que en sus comienzos, la entidad financiera puede optar por el método del indicador básico para satisfacer con la exigencia del cálculo de sus requerimientos de capital para cubrir la exposición al riesgo operativo. Conforme la empresa crece, posiblemente diversificará sus operaciones, por lo que deberá recalcular sus requerimientos a través del método Estándar. Finalmente, una empresa ya madura podría, y de hecho, debería, calcular sus requerimientos a través de sus propios sistemas de administración de riesgo. Aquí es importante señalar que todas las empresas deberán caer tarde o temprano en este punto, ya que como comenta Duncan (2010), la homogeneización de los sistemas ocasionan que las empresas sean vulnerables a amenazas no previstas. Es necesario que cada empresa desarrolle su propio plan de gestión de riesgos acorde a sus necesidades particulares. A lo largo del presente ensayo, se dio un recorrido a lo largo de las definiciones de riesgo, riesgo financiero y sus tipologías. De todos los tipos de riesgo financiero, el que llama la atención de los gobiernos y de la comunidad internacional es el riesgo operativo, ya que como se comentó y se observa en las definiciones proporcionadas, es el tipo de riesgo que está relacionado directamente con personas o sistemas (creaciones humanas, a fin de cuentas). Tan sólo basta recordar los casos que Becerra et. al (2006) proporcionan sobre instituciones financieras que se van a la quiebra por las acciones que un solo trader 3

ocasiona por movimientos ilícitos, arriesgados, o por actos deshonestos en el reportaje de las operaciones. Por esta misma razón, también es complejo determinar el impacto del riesgo operativo, porque está muy relacionado con las acciones humanas. Basilea II proporciona tres metodologías para calcular los requerimientos de capital para hacer frente a este tipo de riesgo, lo cual es de notarse, considerando que no es el único tipo de riesgo que hay. Las metodologías a las que se hicieron alusión van desde la más general hasta la más compleja y específica, lo cual denota, como se ha mencionado, que este tipo de riesgo es polisémico, ya que representa tantas formas que la única manera de identificarlo y tratarlo adecuadamente, es a través de un sistema específico desarrollado por cada empresa, lo cual tiene sentido si se considera que debe apegarse también a las características propias de cada empresa. Bibliografía: Becerra, G., Guzmán, A. & Trujillo, M. A. (2006). La importancia de la administración del riesgo operativo en las entidades crediticias. Universidad & Empresa, 5(10) 271-290. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=187217412012 Céspedes, R. (2013). Finanzas y riesgo financiero. Recuperado el 13 de diciembre de 2013, dehttp://www.youtube.com/watch?v=-JdrakvqCOU Duncan, M. (2010). Rethinking Risk Management. Recuperado el 17 de marzo de 2014, de h t t p s : / / w w w . b c g p e r s p e c t i v e s . c o m / I m a g e s / Rethinking_risk_management_67653_eprint_tcm80-49153.pdf Estándar Australiano (s.f.). Administración de Riesgo. Recuperado el 17 de marzo de 2014, de http://franciscomedina.net/seguridad/AS:NZ%204360-1999.pdf Federation of European Risk Management Associations. (2002) Estándares de Gerencia de Riesgos. Recuperado el 17 de marzo de 2014, de http://www.theirm.org/publications/ documents/rm_standard_spanish_15_11_04.pdf

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