Ensayo Cazadores de Microbios

Facultad de Medicina Docente Lizett Rodríguez Carrillo Trabajo Ensayo de Cazadores de Microbios. Materia Microbiología

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Facultad de Medicina Docente

Lizett Rodríguez Carrillo Trabajo

Ensayo de Cazadores de Microbios. Materia Microbiología y parasitología Estudiante

Luis Arturo Ramos López Irapuato, Guanajuato

Cazadores de microbios.

11 de Septiembre de 2014

Paul De Kruif Capítulo 1 Pues este libro ya lo había leído anteriormente en la preparatoria y se me hizo súper interesante, ya que en esos entonces ya estaba interesado pues en los microorganismos, en la medicina y en todas esas ramas asociadas. Ya entrando al libro, pues nos habla de Antony Leeuwenhoek , un hombre humilde , que hace 250 años, a pesar de no tener los recursos, los materiales ni el apoyo de nadie , empezó a descubrir un nuevo mundo para ese entonces, descubrió que había un mundo microoscópico que nunca nadie había imaginado, pero no fue así tan fácil como suena, tuvo que pasar por adversidades. Remontémonos a la época de Leeuwnhoek, hace 250 años, él estaba recién salido del colegio, con muchas creencias mágicas en relación a las enfermedades, a posesiones de demonios , etc… Leeuwenhoek nació en 1632, en Delft, Holanda. Venía de una familia de fabricantes de cervezas, ocupación muy respetada hasta el día de hoy. SU padre murió joven y su madre lo envió a la escuela para que estudiara funcionario público; pero a los 16 años él dejó la escuela y entró a trabajar a una tienda de tela , en Amsterdam, ésa fue su universidad, digamos que durante 6 años que estuvo ahí. A los 21 años abandonó la tienda y regresó a Delft, se casó y abrió su propia tienda de telas. En los 20 años

siguientes se supo poco de él, se dice que se volvió a casar y tuvo varios hijos, y se dice que era un hombre ignorante ya que solo sabía hablar el holandés, considerado una lengua despreciada solo hablada por tenderos, braceros y pescadores. Pero jamás hubo hombre más terco que Leeuwnhoek, él se preguntaba ¡Qué divertido sería ver las cosas aumentadas a través de una lente! Pero, ¿comprar lentes? ¿Leeuwenhoek? ¡Nunca! Jamás se vio hombre más desconfiado. ¿Comprar lentes? No, él mismo decidió fabricárselos. Visitando las tiendas de ópticas aprendió a tallar lentes y aprendió a obtener metales de los minerales. Leeuwnhoek era un hombre tan quisquilloso que no solo igualó los lentes ya hechos, si no que los superó en calidad a todos los ya existentes. Pasaba horas enteras tallando aquellos lentes para conseguir los mejores, y lo logró. La gente lo tachaba de loco, chiflado, etc, pero eso a él no le importo. Aquí creo el primer microscopio él mismo, empezó a observar gotas de agua, tierra, hojas, TODO LO QUE SE LO PONIA ENFRENTE. De alguna forma la Real Sociedad, que era un grupo científico a nivel mundial, se entera de su caso y manda a un consejero a por los microoscopios de Leeuwnhoek, o mínimo la forma de cómo lo hizo. El miembro del consejo quedó fascinado, pero Leeuwnhoek jamás le daría la forma ni le diría cómo hacer esos microscopios.

Leeuwnhoek fue nombrado miembro de la Real sociedad y siguió haciendo aportaciones a ellos, pero sin compartir su secreto. Con el paso del tiempo se dio cuenta que no únicamente había microorganismos en el agua , si no que en muchas cosas del cuerpo como en la boca, dientes, etc. También observo que en la sangre había glóbulos, que teníamos capilares e incluso su propio excremento. Uno de sus más grandes descubrimientos fue ver que había microorganismos que eran capaces de comerse unos a otros. A los 91 años él fallece, pero como lo había prometido, pidió que tradujeran todas las cartas que había mandado durante toda su vida a la Sociedad, pero lo que nunca quiso revelar fue el secreto para la realización de esos excelentes microscopios que realizó, ya que eran tan preciados para él que jamás lo contó a ninguna persona.