El Problema Del Conocimiento

El problema del conocimiento Primera parte: solución empirista Antonio Berthier EL PROBLEMA EPISTEMOLÓGICO Como lo esta

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El problema del conocimiento Primera parte: solución empirista Antonio Berthier

EL PROBLEMA EPISTEMOLÓGICO Como lo establecimos anteriormente, la Epistemología propiamente dicha, considerada como Teoría Filosófica del Conocimiento Científico, nace dentro de la filosofía moderna como una derivación necesaria de su carácter idealista forjado por oposición al realismo aristotélico y su ingenua pretensión de considerar a la realidad y al conocimiento de la misma como aproblemáticos. La solución que encuentra el idealismo cartesiano al Problema del Conocimiento implica considerar a la realidad del conocimiento como una derivación de la sustancia pensante (sujeto) por lo que se plantea el problema de cómo tener la certeza de que los conocimientos que poseemos acerca del mundo son realmente conocimientos. Podemos encontrar dentro del pensamiento idealista posterior a Descartes tres soluciones clásicas a este problema: a) La Solución Psicologista representada por el Empirismo Inglés de John Locke, David Hume y George Berkeley. b) La Solución Racionalista representada por Gottfried Wilhelm Leibniz. c) La Solución Trascendental representada por Inmanuel Kant. Revisemos cada una de estas alternativas de solución. David Hume (1711 - 1776) George Berkeley (1685 - 1753) John Locke (1632 - 1704)

EL EMPIRISMO INGLÉS (XVII – XVIII) JOHN LOCKE (1632 – 1704) John Locke encuentra como basamento para su reflexión filosófica sobre el conocimiento al cartesianismo sea para retomarlo o para distanciarse de él. Retoma de Descartes la necesidad de fundamentar al conocimiento en el pensamiento, particularmente en la noción de Idea. La palabra latina “Cogitatio” significa para Descartes toda aquella manifestación del pensamiento, toda vivencia del alma o espíritu humano ya sea una sensación, una proposición o afirmación de la voluntad. Locke traduce Cogitatio como “Idea” y funda a partir de ella toda su Teoría del Conocimiento.

1. Clasificación de las Ideas. Para John Locke el Conocimiento estriba en Ideas dado que representa siempre una vivencia psicológica experimentada por el Sujeto. Locke reconoce los tres tipos de Ideas establecidos por Descartes: 1. Ideas Innatas o inherentes al Pensamiento. 2. Ideas Ficticias o inventadas por el Pensamiento. 3. Ideas Adventicias o aquellas ideas que son recibidas mediante los sentidos.

2. Imposibilidad de las Ideas Innatas. Oponiéndose a Descartes, Locke niega la existencia de las Ideas Innatas. Para él todos los pensamientos se apoyan en las Ideas Adventicias ya sea que provengan del Sentido Externo (Sensación) o del Sentido Interno (Reflexión). La Experiencia, por lo tanto, juega para Locke, un papel activo dentro

del desencadenamiento de la Vivencia Psicológica del Conocimiento: “Supongamos que la mente es, como nosotros decimos, un papel en blanco, vacío de caracteres, sin ideas. ¿Cómo se llena? ¿De dónde proviene el basto acopio que la ilimitada y activa imaginación del hombre ha grabado en ella con una variedad casi infinita? A esto respondo con una palabra: de la experiencia. En ella está fundado todo nuestro conocimiento, y de ella se deriva todo en último término”(Locke, 1984: 49).

3. El Entendimiento y las dos formas de Experiencia. Para Locke, el Entendimiento humano es una Tabula Rasa donde la Experiencia Sensible va grabándose bajo la forma de Ideas. Existen para Locke dos formas de Experiencia: 1. La Sensación o Experiencia de los Sentidos Externos. 2. La Reflexión o Experiencia del Sentido Interno. Ambos tipos de Experiencia dan lugar a Ideas Adventicias que Locke denomina Ideas Simples: 1. La Sensación origina Ideas Simples acerca de las Cualidades Sensibles de las Cosas y que se inscriben en la Tábula Rasa del Entendimiento. 2. La Reflexión origina Ideas Simples que son producto de las Operaciones Formales de la Mente y que se inscriben en la Tábula Rasa del Entendimiento. De esta manera Locke identifica los dos tipos de Ideas Simples inscritas en el Entendimiento de la siguiente manera: Ideas Simples de la Reflexión Colores Texturas Figuras Temperatura Olores

Sabores Longitudes Percepciones Razonamientos Creencias Afecciones Objetos Imaginarios 4. Ideas Primarias y Secundarias Las Ideas Simples Primarias se refieren a las Cualidades Objetivamente Reales de las Cosas y que son susceptibles de Medición y tratamiento Matemático (Geométrico, Aritmético y Algebraico) como es el caso de las Dimensiones, Magnitudes, Formas y Movimientos. Pero, a su vez, Locke distingue dentro de las Ideas Simples dos subtipos: 1.1. Las Ideas Primarias que corresponden a las Cualidades Objetivas de las Cosas. 1.2. Las Ideas Secundarias que nos informan sobre las Cualidades Subjetivas de las Cosas. Las Ideas Simples Secundarias designan cualidades que no se encuentran propiamente en las cosas: son el resultado del encuentro de la Experiencia Sensible con las Cualidades Objetivas del Objeto. El único Conocimiento Verdadero, para Locke, es aquel que se origina en Ideas Simples Primarias acerca de las Cualidades Objetivas de las Cosas. 5. Ideas Simples y Compuestas A partir de las Ideas Simples de carácter Sensible, se generan en el Entendimiento, mediante la Reflexión, Ideas Compuestas o Complejas. Las Ideas Compuestas son aquellas que se refieren a las Esencias o Sustancias de las Cosas que son en sí mismas inaccesibles al Entendimiento mediante la Experiencia.

Las Ideas Simples no pueden dar cuenta de la Sustancia o Esencia de las cosas ya que solo nos pueden informar de las Cualidades Primarias o Secundarias de las mismas. La Esencia de las Cosas no es que no exista, pero permanece velada para el Conocimiento Humano. 6. Conclusión Dado que todo Conocimiento se genera a partir de Ideas que se graban en el Entendimiento mediante la Experiencia Sensible (sea Interna o Externa), podemos decir, de acuerdo con Locke, que este Conocimiento posee una Naturaleza Psicológica. El conocimiento es el producto de la Vivencia del Sujeto que Experimenta Sensiblemente al Mundo y así mismo. 2. Para Berkeley esta justificación materialista es inadmisible si consideramos el carácter subjetivo de las Ideas, ya sean Primarias o Secundarias. 3. Lo que denominamos extensión, solidez, color, temperatura, son contenidos de la percepción que no poseen dentro de sí ninguna evidencia sobre sustancia material alguna. Su existencia se agota en la vivencia misma de la percepción. 4. Por lo tanto, dado que toda idea es en sí misma una vivencia, no existe alguna que pueda evidenciar legítimamente la existencia del Mundo Material. 5. El Mundo Material no posee existencia en sí mismo: es una representación de quien lo percibe y le brinda corporeidad: “esse est percipi” 6. La única existencia de la que poseemos certeza es el “yo” espiritual quien establece concordancias entre las ideas y le atribuye un orden al Mundo.

En Berkeley, el Psicologismo es llevado a un nivel de “Espiritualismo” o “Idealismo Extremo” al grado de negar la Materialidad de la Realidad y reducir la Existencia a la Percepción. GEORGE BERKELEY (1685 – 1753)

Berkeley critica la pretensión de Locke de extraer la materialidad del Mundo a partir de la noción cartesiana de Idea en tanto que vivencia psicológica. 1. Dado que las Ideas Simples Primarias nos informan acerca de las Cualidades Primarias, se da en el pensamiento de Locke una afirmación de la materialidad de la Sustancia Extensa cartesiana. DAVID HUME (1711 – 1776) El Empirismo alcanza su más alto grado de elaboración en el pensamiento de David Hume, particularmente en su “A Treatise of Human Nature” publicado entre 1739 y 1740. 1. Distinción Fundamental. Para tratar el Problema del Conocimiento Hume introduce una distinción fundamental: “Todas percepciones de la mente humana se reducen a dos géneros distintos que yo llamo impresiones e ideas. La diferencia entre ellos consiste en los grados de fuerza y vivacidad con que se presentan a nuestro espíritu y se abren camino en nuestro pensamiento y conciencia”(Hume, 1992: 15)

2. Las Impresiones. Hume considera a las Impresiones como fenómenos psíquicos actuales, percepciones inmediatas que en un segundo momento darán origen a las Ideas.

“A las percepciones que penetran con más fuerza y violencia llamamos impresiones, y comprendemos bajo este nombre todas nuestras sensaciones, pasiones y emociones tal y como hacen su primera aparición en el alma”(Hume, 1992:15).

No debe confundirse el significado de Impresión con la acepción con que se le encuentra en el pensamiento de Locke: “Por el término impresión no quisiera que se entendiese la manera como se producen las impresiones vivaces en el alma, sino tan solo las percepciones mismas.”(Hume, 1992:15) Hume divide a las Impresiones en dos géneros: 1. Impresiones de la Sensación o a aquellas que se forman a partir de los procesos naturales propios de la anatomía y fisiología humanas. 2. Impresiones de la Reflexión o aquellas que se derivan de Ideas acerca de Impresiones previas y que pueden originar nuevas ideas que, a su vez, volverán a hacer presentes las Impresiones de Reflexión. Las Impresiones son para Hume lo único que nos es realmente dado, la última realidad posible que no constituye problema ontológico o metafísico alguno. 3. El Problema de la Procedencia. A diferencia de Locke, Hume le otorga a la noción de Idea un sentido más específico, entendiéndola como la representación o “copia tomada por el espíritu” de las Impresiones:

“Por Ideas entiendo las imágenes débiles de éstas [impresiones] en el pensamiento y razonamiento”(Hume, 1992:15). Dado que las Ideas suponen siempre el problema de saber de qué Impresiones se han derivado, se debe establecer la Procedencia de las Ideas para comprobar su legitimidad en tanto que representaciones de Impresiones Sensibles o Reflexivas. Una Idea será legítima, esto es, verá comprobada su “Realidad” en tanto que tenga como sustento una Impresión plenamente identificada. Una Idea será ilegítima al no poderse establecer su procedencia a partir de una Impresión. Para Hume, las Ideas que no proceden de la Impresión son Ideas que carecen de Realidad: son ficciones imaginativas que cumplen alguna función pero que no ofrecen ninguna garantía de corresponder a algo Real. 4. Impresiones e Ideas simples y complejas. Hume establece además una segunda clasificación para las Impresiones y las Ideas: “ Existe otra división de nuestras percepciones que será conveniente observar y que se extiende a la vez sobre impresiones e ideas. [...] Percepciones o Impresiones e ideas simples son las que no admiten distinción ni separación. Las complejas son lo contrario a éstas y pueden ser divididas en partes” (Hume, 1992:15). En el caso de las Ideas Simples, es relativamente fácil identificar las Impresiones que les sirven de sustento, su procedencia puede ser encontrada en una Impresión igualmente Simple. Pero en el caso de las Ideas Complejas no es fácil identificar las

Impresiones que le sirven de sustento. Hume distingue cuatro Ideas Complejas cuya procedencia resulta problemática: 1. 2. 3. 4.

Sustancia. Existencia La Idea del Yo Causalidad.

5. Sustancia. Al mirar la Idea de Sustancia como Idea Compleja, Hume se percata que no existe ninguna Impresión Sencilla ya sea Sensible o Reflexiva que le dé sustento. No es tampoco producto de la suma de estas Impresiones. La Idea de Sustancia cumple con la función de “soportar” las Impresiones sobre las “cosas” en tanto que suponemos dichas impresiones originadas por alguna sustancia externa a nosotros: es el “quid” de las Impresiones. Sin embargo, en sí misma, la Idea de Sustancia no refiere a ningún tipo de Impresión a la cual sirva de representación. Es enteramente una Idea Ficticia. 6. Existencia. Al igual que con la Idea de Sustancia, la Idea Compleja de Existencia no posee correlato alguno en la Impresión. Cuando nos referimos a la existencia de algo podemos identificar la Idea y la Impresión correspondiente a ese algo del cual predicamos la existencia pero nunca podemos identificar la Impresión que sustenta a la Idea de Existencia como tal. Se trata también de una Idea Ficticia. 7. La Idea del Yo. Sin embargo, la apreciación más radical del análisis de Hume sobre las Ideas complejas corresponde a la Idea del Yo en la cual

se sustenta la Metafísica Cartesiana y el empirismo de sus dos antecesores, Locke y Berkeley. A pesar de que todas las vivencias poseen una referencia inevitable al Yo como sujeto de tales percepciones, no existe en ninguna de ellas –contrariamente a lo afirmado por Descartesalgo que la pueda identificar como vivencia del Yo sobre sí mismo. Nada hay en la vivencia del dolor que la identifique como vivencia del Yo aparte de la vivencia de “lo doloroso”. Es por lo tanto, la del Yo, otra Idea Ficticia, útil desde luego como referencia para ordenar nuestras Impresiones e Ideas más no posee correspondencia con ninguna Realidad. 8. Causalidad. La Idea de Causalidad encierra el mismo problema de las anteriores: podemos ubicar fácilmente las impresiones que sustentan tanto al objeto causante como al objeto causado. Pero no es este el caso para la Idea misma de Causalidad: sobre esta Idea no poseemos ninguna Impresión que pueda sustentarla. Es de esta manera otra Idea Ficticia útil pero sin sustento Real. 9. La Asociación de Ideas. Para Hume lo que nos permite explicar el surgimiento de estas Ideas Complejas pero Ficticias es lo que él llama la “Asociación de Ideas”: Existen ideas que invariablemente relacionamos entre sí debido a que las encontramos semejantes lo que provoca su Asociación por Semejanza. Existen, asimismo, Ideas que debido a cómo se han acoplado en nuestra memoria, unas junto a otras, las Asociamos por Contigüidad. Finalmente existen aquellas que se originan en Impresiones que

se repiten varias veces unidas y que cuando se presentan sus Ideas correspondientes se suceden unas a otras, lo que provoca su Asociación por Sucesión. Las Ideas Ficticias son útiles para ordenar las Impresiones y genera cierta certeza acerca del Mundo, pero nada en ellas corresponde o nos da certeza de realidad. 10. Conclusión. Con David Hume el Problema de la Metafísica se pierde completamente ya que las Ideas de Sustancia y Existencia quedan reducidas por el Psicologismo a meras Ficciones. No se puede tener seguridad acerca de la existencia del Mundo y dado que la Existencia en si misma como Idea es una ficción es inútil preguntarnos por ella. El mundo solo puede ser objeto de Creencia, “belief” ya que se encuentra fundado en una Asociación de Ideas sin Realidad. Lo único Real es la vivencia

Referencias: Hernández., J. (2005) Epistemiología y sentido común. UAMAzcapotzalco, México. Hume, D.,(1992) Tratado de la Naturaleza Humana. Porrúa, México. Locke, J., (1984) Ensayo sobre el Entendimiento Humano. Sarpe, Madrid. Morente, M., (2002) Lecciones preliminares de filosofía. Porrúa, México.