El Hombre Unidimensional

Universidad Nacional Autónoma de México Sociedad y comunicación Nerea Thalía Perdomo Conde Grupo: 9019 EL HOMBRE UNIDIM

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Universidad Nacional Autónoma de México Sociedad y comunicación Nerea Thalía Perdomo Conde Grupo: 9019

EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL Herbert Marcuse Adverso a lo que casi cualquiera pensaría, el avance en las tecnologías y el progreso de la sociedad, lejos de representar una atadura menos en su vida, sucede todo lo contrario, la sociedad industrializada vuelve a los individuos conforme avanza cada vez más presos. Los intereses de unos cuantos son impuestos al grueso de la sociedad hasta convertirlos en “intereses generales”. Los medios de comunicación juegan un papel primordial en esta adoctrinamiento, y dejan de lado su misión de informar ética y verazmente para hacerlo movidos sólo por los intereses de unos cuantos. INTRODUCCIÓN LA PARÁLISIS DE LA CRÍTICA: UNA SOCIEDAD SIN OPOSICIÓN

La sociedad industrial avanzada es cada día más rica, grande y mejor conforme persiste el peligro, ante tal escenario los medios de comunicación masiva tienen prácticamente nulas dificultades para vender los intereses particulares como si fuesen los intereses de todos los hombres. La productividad de la sociedad destruye el libre desarrollo de las necesidades y facultades humanas, de tal suerte que su paz se mantiene mediante la amenaza latente de guerra. La sociedad actual es caracterizada antes por la conquista de las fuerzas sociales centrifugas por la tecnología que por el terror, sobre una doble base de abrumadora eficacia y un nivel de vida cada vez mas alto. La tarea critica tiene por objeto el de investigar las raíces y examinar alternativas históricas de dichos desarrollos. Pero esta tarea crítica deberá enfrentarse con el problema de la objetividad histórica, implicado en los dos siguientes puntos: 1. El que afirma quer la vida humana es digna de vivirse 2. El que dice que en una sociedad dada, existen posibilidades específicas para un mejoramiento de la vida humana y formas y medios específicos para realizar estas posibilidades. La sociedad actual parece ser capaz de contener el cambio social, y es precisamente esta contención el logro más singular de la sociedad industrial avanzada.

Los hombres deben llegar a ver la conciencia y encontrar su camino desde la falsa hasta la verdadera conciencia, sin embargo sólo puede hacerlo si experiementan la necesidad de cambier su forma de vida, pero esta necesidad es reprimida por la sociedad establecida, en la medida que es capaz de repartir los bienes en una escala cada vez mayor y de usar la conquista científica de la naturaleza para la conquista científica del hombre.

1. LAS NUEVAS FORMAS DE CONTROL Los derechos y libertades que fueron factores fundamentales en los orígenes de la humanidad y en las primeras sociedades industriales, se debilitan día a día conforme esta avanza, perdiendo su racionalidad y contenido tradicional. La libertad de pensamiento, palabra y conciencia que en un pasado eran idean criticas cuya misión era la de remplazar una cultura material intelectual inadecuada por otra más productiva, fueron institucionalizados, entonces corrieron con la misma suerte que la sociedad de la que se habían convertido en parte integrante, de tal suerte que la realización anula la premisa. Vivimos en una sociedad organizada que cada día es más capaz de satisfacer las necesidades de los individuos, en la que se priva de la independencia de libertad de pensamiento, la autonomía y el derecho a la oposición política y en la que por desgracia parece importar muy poco la manera en la que se satisfaga las necesidades ya sea por un sistema autoritario o no autoritario. Y aunque desde un principio la libertad de empresa no fue precisamente una bendición, lo cierto es que el proceso tecnológico de mecanización y normalización lejos de ser un instrumento por medio del cual el individuo se liberara de las necesidades y posibilidades extrañas impuestas por el mundo de trabajo, y pudiera obtener libertad para ejercer la autonomía sobre una vida que seria la suya, ocurre justamente lo contrario, el aparato impone exigencias económicas y políticas para la expansión y defensa sobre el tiempo de trabajo y el tiempo libre. Lo anterior es posible puesto que no es sólo una coordinación totalitaria, sino que también se opera a través de la manipulación de las necesidades por intereses creados. Es importante aclarar que no es solo una forma especifica de gobierno la que hace posible el totalitarismo, también es responsable un sistema especifico de producción y distribución que incluso puede ser compatible con un pluralismo de partidos, periódicos, poderes compensatorios, etc. Podemos decir entonces que “la sociedad libre” ya no puede definirse adecuadamente en los términos tradicionales de libertades económicas, políticas e intelectuales. Son necesarios nuevos modos de realización en los que la libertad económica significaría, libertad de la economía, en los que la libertad política significaría la liberación de los individuos de una política sobre la que no ejercen ningún control efectivo, por su parte la libertad intelectual, significaría la libertad del pensamiento individual absorbido por la comunicación y adoctrinamiento de masas, la abolición de la opinión publica junto con sus creadores.

Las necesidades humanas tanto en intensidad, satisfacción e incluso hasta de carácter biológico, han sido siempre precondicionadas, pues dependerán de la aprobación de las instituciones e intereses de la sociedad. En este sentido podemos decir que las necesidades humanas son necesidades históricas. Es posible distinguir entre necesidades falsas y verdaderas, con respecto a las falsas, son aquellas en las que los intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión, tienen un contenido y una función sociales determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no posee ningún control, el desarrollo y satisfacción de las mismas es heterónomo. El predominio de estas necesidades, es un hecho cumplido aceptado por ignorancia y derrotismo. El universo ha establecido un sinfín de necesidades y satisfacciones, sin embargo es preciso ponerlos en cuestión en términos de verdad y mentira, puesto que en realidad las únicas necesidades que reclaman satisfacción son las vitales, como: alimento, vestido y habitación. En cuanto a las necesidades verdaderas, son solo los individuos los que pueden decidir cuales son, pero para hacerlo es necesario que estén alejados del adoctrinamiento y la manipulación, de lo contrario cualquier aseveración no será considerada como de ellos. Para que algún hombre que ha sido objeto de dominación efectiva y productiva pueda crear por sí mismo las condiciones de libertad es necesaria la toma de conciencia, sin embargo el surgimiento de la misma se ve estorbado siempre por el predominio de las necesidades y satisfacciones propias del individuo. El rasgo distintivo de las sociedades industrializadas es la sofocación de las necesidades que requieren ser liberadas. En un gobierno totalitarista represivo, la libertad puede ser convertida un poderoso instrumento de dominación, a tal grado que en las sociedades contemporáneas más altamente desarrolladas, la mutación de necesidades sociales en necesidades individuales tiene tal eficacia, que la diferencia entre ellas pare se solo teórica. . Los productos adoctrinan y manipulan promueven una falsa conciencia, y a medida que estos productos son accesibles a mas individuos en más clases sociales, el adoctrinamiento deja de ser publicidad para convertirse en un modo de vida. Es común encontrar personas que se reconocen en sus mercancías, encuentran su alma en su automóvil, en su aparato de alta fidelidad, en su casa, etc, es así como surge el modelo de pensamiento y conducta unidimensional. Los que hacen la política y los proveedores de información de masas promueven constantemente el pensamiento unidimensional. Las áreas más avanzadas de la sociedad industrial muestran dos características esenciales: una tendencia hacia la consumación de la racionalidad tecnológica y esfuerzos intensos para contener esta tendencia dentro de las instituciones establecidas. Es justo aquí donde reside la contradicción interna de esta civilización que hace suya la tecnología y la ciencia de organiza para el cada vez mas efectivo dominio del hombre y la naturaleza. La dominación disfrazada de opulencia y libertad se extiende a toda la esfera tanto publica como privada y crea un universo verdaderamente totalitario en el que sociedad y naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado de permanente movilización para la defensa de este universo.

CONCLUSIONES La sociedad unidimensional avanzada convierte el ámbito de lo irracional al ámbito de lo realmente racional. La sociedad establecida administra toda comunicación y la valida siempre de acuerdo a las exigencias sociales. La dimensión estética conserva aún la libertad de expresión para los escritores, la imaginación por su parte está abdicando ante una realidad que ciertamente sobrepasa a la propia imaginación, la cual se ha convertido sin duda alguna en un instrumento del progreso, del cual se abusa metódicamente con el fin de dar sentido a las propias tonterías y convertirlas en algo con sentido. Los esfuerzos por salvar y mejorar la vida parecen ser ya la única esperanza dentro del desastre. La sociedad misma ha forzado a la imaginación a probarse en diversos ámbitos, en los que las imágenes se traducen en capacidades y proyectos históricos. La imaginación separada del dominio de la producción material y las necesidades materiales no era más que un juego, solo se encontraba comprometida con la lógica y la verdad fantástica. No obstante cuando el progreso técnico elimina tal separación concede a las imágenes su propia lógica y su propia verdad y en consecuencia reduce la separación entre la imaginación y la razón. No debemos olvidar que el carácter científico, racional de la imaginación ha sido reconocido ya desde hace mucho en algunas ciencias como las matemáticas o la física. Es importante tener en cuenta que liberar por completo a la imaginación dejándola disponer de absolutamente todos sus medios, sin dudad presupone la regresión política de mucho de lo que ahora está libre. La sociedad solo será verdaderamente libre y racional cuando se encuentra organizada, sostenida y reproducida por un Sujeto histórico esencialmente nuevo. El carácter irracional de la totalidad se presenta claramente, y con él, la necesidad de un cambio, sin embargo la comprensión de tal necesidad nunca ha sido suficiente para usar las posibles alternativas, las cuales siempre han parecido sencillamente utópicas. Los instrumentos de la utilidad y el progreso del sistema totalitario, determinan no sólo las utilizaciones actuales, sino también las posibles. La dominación en su estado avanzado funciona como administración, y en las áreas superdesarrolladas de consumo de masas, la vida administrada llega a ser la buena vida de la totalidad, en defensa de la cual se unen los opuestos. La negación por parte del sistema establecido, parece más irrazonable conforme el mismo sistema desarrolla más su productividad.

Pese a todo lo anterior conviene decir que la unificación de los opuestos que hoy en día se mezclan en el terreno técnico y político, ciencia y magia, vida y muerte, alegría y miseria, debe ser realmente, una unificación ilusoria. La lucha por una solución sobrepasa las formas tradicionales, las tendencias totalitarias de la sociedad unidimensional hacen ineficaces los medios de protesta tradicionales, e incluso lo vuelven peligrosos, ya que aún preservan la ilusión de soberanía popular. Bajo la base popular conservadora se encuentra el sustrato de los proscritos, los explotados y perseguidos, quienes se encuentran fuera del proceso democrático, su necesidad inmediata es la vida, y es la más real para poder poner fin a instituciones y condiciones insoportables, su oposición es revolucionaria. Cuando todas estas personas se reúnen y salen a las calles sin armas en busca de sus derechos civiles, se enfrentan a un sin número de limitantes e incluso a la propia muerte. Todos ellos se han empezado a negarse a jugar el juego y esto puede ser el hecho que señale el principio del fin de un periodo. Desgraciadamente no hay nada que garantice que sea un buen fin, las sociedades establecidas están lo suficientemente preparadas para permitir ajustes o concesiones, las fuerzas armadas están lo suficientemente entrenadas para enfrentar una situación de emergencia. Sin embargo también existe la posibilidad de los dos extremos históricos se encuentren durante esta etapa, la conciencia más avanzada de la humanidad y la fuerza más explotada, todo es sólo una posibilidad. En realidad la teoría crítica de la sociedad no posee conceptos que sean capaces de crear un puente entre el abismo del presente y el futuro, no sostiene ninguna promesa, ni tiene ningún éxito. Sólo permanece fiel a quienes han dedicado su vida al Gran Rechazo. CONCLUSIÓN PROPIA Es terriblemente inaudito como es que la sociedad en la medida que avanza se vuelve presa, en lugar de libre. Los medios de comunicación y los gobiernos no dejan de vendernos la idea de que somos individuos libres y desde luego como sociedad de igual manera, lo repiten tanto, que la mayoría de la gente lo cree, cayendo en un horrendo adoctrinamiento en el que muchos creen lo que nos dicen y muchos otros se conforman creyendo utópico cualquier posible cambio. Lo cierto es que las falsas necesidades nos alejan cada vez más de la plena libertad y la dominación disfrazada hace su aparición en nuestras vidas disimuladamente y sin que muchos se den cuenta.

Bibliografía Marcuse, Herbert. El hombre unidimensional