EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL (Resumen)

EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL INTRODUCCIÓN La sociedad industrial avanzada es cada vez más rica, grande y mejor conforme perp

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EL HOMBRE UNIDIMENSIONAL INTRODUCCIÓN La sociedad industrial avanzada es cada vez más rica, grande y mejor conforme perpetúa el peligro. La estructura de defensa hace la vida más fácil para mayor número de gente y extiende el DOMINIO del hombre sobre la naturaleza. Así los medios de masas tienen pocas dificultades para vender intereses particulares como si fueran los de todos los hombres sensibles. Las necesidades políticas de la sociedad son aspiraciones individuales y su satisfacción promueve los negocios y el bienestar general y la totalidad parece tener el aspecto mismo de la Razón. Sin embargo esta sociedad es IRRACIONAL como TOTALIDAD. Su productividad destruye el desarrollo libre de las necesidades humanas y la paz se mantiene por la constante amenaza de guerra, su crecimiento depende de la represión de las verdaderas posibilidades de pacificar la lucha por la existencia en el campo individual, nacional e internacional. Esta represión funciona desde una posición de fuerza y no de técnica o de forma natural. Como las capacidades intelectuales y materiales son mayores que nunca, la dominación también es mayor que nunca. Teoría crítica de la sociedad contemporánea es la que investiga las raíces de estos desarrollos y examine alternativas históricas a la luz de sus capacidades para mejorar la condición humana. Toda crítica de la sociedad enfrenta el problema de la objetividad histórica, problema que se establece en los dos puntos donde el análisis implica dos juicios de valor: 1- El que afirma que la vida humana merece vivirse y debe ser hecha digna de vivirse . Este juicio subyace(se oculta tras algo, esta debajo de una cosa) a todo esfuerzo intelectual; es el a priori de la teoría social y su rechazo niega la teoría misma. 2- En una sociedad dada, existen posibilidades especificas para un mejoramiento de la vida humana y las formas y medios específicos para la realizar esas posibilidades. El análisis critico tiene que demostrar la validez objetiva de estos juicios y la demostración tiene que hacerse sobre bases empíricas (por experiencia). Entre las formas posibles de organizar los recursos disponibles, ¿cual ofrece un desarrollo optimo?. Para poder definirlas posibilidades de un desarrollo optimo la teoría critica debe procederá la abstracción a partir de la organización y utilización de los recursos de la sociedad y de los resultados de esta organización y utilización. Tal abstracción trascendente de los hechos a la luz de sus posibilidades detenidas y negadas, pertenece a la estructura misma de la teoría social, se opone a toda metafísica mediante el carácter histórico de la trascendencia. Las posibilidades deben estar al alcance de la sociedad respectiva, ser metas definibles de la practica. La abstracción de las instituciones establecidas debe expresar una tendencia actual, osea su transformación debe ser la necesidad real de la población subyacente. La sociedad industrial avanzada confronta la critica con una situación que parece privarla de sus mismas bases. El progreso técnico crea formas de vida que parecen reconciliar las fuerzas que se oponen al sistema y parar con toda protesta en nombre de las perspectivas de liberación del esfuerzo y la dominación. La sociedad parece capaz de contener el cambio social que establezca instituciones diferentes, una nueva dirección del proceso productivo, nuevas formas de existencia humana. Esta CONTENCION es el logro más singular de la sociedad industrial avanzada: La aceptación del interés nacional, la decadencia del pluralismo y el trabajo dentro del Estado es el resultado como el prerrequisito de este logro. Ante la ausencia de agentes y factores manifiestos del cambio social, la critica regresa a un alto nivel de abstracción. No hay ningún terreno en el que la teoría y la práctica, el pensamiento y la acción se encuentren. Sin embargo, el análisis critico sigue insistiendo en que la necesidad de un cambio cualitativo es más urgente que nunca. Lo necesita la sociedad como TOTALIDAD. La unión de una creciente productividad y destructividad, la amenaza de aniquilación, la capitulación del pensamiento, esperanza y el temor, a las decisiones de poderes existentes, la

miseria frente a una riqueza sin precedentes forman la mas imparcial acusación, incluso si estos elementos son una consecuencia. Su racionalidad que propaga el crecimiento es en sí misma IRRACIONAL. Que gran parte de la población acepte y sea obligada a aceptar, no hace a la sociedad menos IRRACIONAL y menos reprobable. Los hombres deben encontrar el camino desde la falsa conciencia hacia la verdadera, desde su interés real, pero solo puede hacerlo experimentando la necesidad de cambiar su forma de vida, de negar lo positivo, de rechazar. Enfrentada con los logros TOTALES de la sociedad industrial avanzada, la teoría critica no tiene elementos racionales necesarios para trascender en la sociedad. El HOMBRE UNIDIMENSIONAL oscilara entre dos hipótesis contradictorias: 1- que la sociedad industrial avanzada es capaz de contener la posibilidad de un cambio cualitativo para el futuro previsible 2- que existen fuerzas y tendencias que pueden romper esta contención y hacer estallar la sociedad. La primera tendencia domina, y todas las precondiciones que puedan existir para una revisión están siendo empleadas para evitarlo. A no ser que el reconocimiento de lo que se está haciendo y lo que se está evitando subvierta la conciencia y la conducta del hombre, ni una catástrofe provocara el cambio. En la sociedad industrial avanzada el aparato técnico de producción y distribución funciona como un sistema que determina a priori el producto del aparato como las operaciones realizadas para servirlo y extenderlo. En esta sociedad, el aparato productivo tiende a hacerse TOTALITARIO en el grado que se determinan las necesidades y aspiraciones individuales. Así borra la oposición entre existencia privada y pública, entre las necesidades individuales y sociales. La tecnología sirve para instituir formas de control social y de cohesión social más efectivas y agradables. La tendencia TOTALITARIA de estos controles se afirma en otro sentido además: extendiéndose a zonas del mundo menos desarrolladas e preindustriales, y creando similitudes en el desarrollo del capitalismo y el comunismo. Ante estas características no se puede sostener la noción tradicional de neutralidad de tecnología. La forma en que la sociedad organiza la vida de sus miembros implica una elección inicial entre alternativas históricas que están determinadas por el nivel heredado de la cultura material e intelectual. Esta elección es resultado del juego de los intereses dominantes. Anticipa modos de utilizar al hombre y rechaza otras formas. Es un proyecto de realización entre otros. Cuando el proyecto se hace operante en las instituciones se hace exclusivo y determina el desarrollo de la sociedad como TOTALIDAD. por esto el universo tecnológico, la sociedad industrial avanzada es un universo político, es la última etapa de realización de un proyecto histórico especifico : la experimentación, transformación y organización de la naturaleza como simple material de dominación. El proyecto se desarrolla, configura el universo del discurso y la acción, de la cultura intelectual y material. El medio tecnológico, la cultura, la política y la economía se unen en un sistema omnipresente que RECHAZA todas las alternativas. La productividad y el crecimiento potencial de este sistema estabilizan la sociedad y contienen el progreso técnico dentro del marco de la dominación. La razón tecnológica se ha hecho razón política.

CAPÍTULO 1: LAS NUEVAS FORMAS DE CONTROL Ausencia de libertad razonable y democrática, señal del progreso técnico, prevalece en la civilización industrial avanzada.

Los derechos y libertades que fueron vitales en los orígenes de la sociedad industrial, se debilitan en una etapa más alta de esta sociedad: están perdiendo su racionalidad y contenido tradicionales. La libertad de pensamiento, de palabra y de conciencia eran ideas criticas, destinadas a reemplazar una cultura material e intelectual anticuada por otra más productiva y racional. Una vez institucionalizados, estos derechos y libertades compartieron el destino de la sociedad de la que se habían convertido en parte integrante. En medida que la independencia de la necesidad se convierte en posibilidad real, las libertades propias de un estado de productividad más baja pierden su contenido previo. Una sociedad parece cada día mas capaz de satisfacer necesidades de los individuos por medio de la forma en que está organizada, priva la independencia de pensamiento, a la autonomía y al derecho de oposición política de su función critica básica. Bajo las condiciones de un creciente nivel de vida, la disconformidad con el sistema aparece como socialmente inútil y más aun cuando implica tangibles desventajas económicas y políticas y pone en peligro el buen funcionamiento del conjunto. El aparato impone sus exigencias económicas y políticas para expansión y defensa sobre el tiempo de trabajo y el tiempo libre, sobre la cultura material e intelectual. En virtud de la manera en que se ha organizado su base tecnológica, la sociedad industrial contemporánea tiende a ser totalitaria. El poder político se afirma por medio de su poder sobre el proceso mecánico y sobre la organización técnica del aparato. El gobierno de la sociedades industriales avanzadas y en crecimiento solo puede mantenerse y asegurarse cuando logra movilizar y organizar y explotar la productividad técnica, científica y mecánica de que dispone la civilización industrial. Y esa productividad moviliza a la sociedad entera mas allá de interés individual o de grupo. El hecho de que el poder físico de la maquina sobrepasa la del individuo y al de cualquier grupo, hace que la maquina sea instrumento más efectivo en cualquier sociedad cuya organización sea la del proceso mecanizado. Pero puede invertirse esto: el poder de la maquina es solo el poder del hombre almacenado y proyectado. La sociedad libre no se puede definir adecuadamente en los términos tradicionales de libertades económicas, políticas e intelectuales porque son demasiado significativas para de ser confinadas dentro de las formas tradicionales. La libertad económica es libertad de la economía, de estar controlados por fuerzas y relaciones económicas, liberación de la lucha por la existencia de ganarse la vida. La libertad política es la liberación de los individuos de una política sobre la que no ejercen ningún control efectivo. Del mismo modo la libertad intelectual significaría la restauración del pensamiento individual absorbido ahora para la comunicación y adoctrinamiento de masas, la abolición de la opinión publica junto con sus creadores. El carácter de las necesidades humanas, mas allá del nivel biológico, han sido siempre pre condicionadas. Las necesidades humanas son históricas y en la medida que la sociedad exige el desarrollo represivo del individuo, sus mismas necesidades están sujetas a pautas criticas superiores. Se puede definir entre necesidades VERDADERAS y FALSAS. Falsas: son aquellas que intereses sociales particulares imponen al individuo para su represión: las necesidades que perpetuán el esfuerzo, la agresividad, la miseria y la injusticia. Su satisfacción puede ser de lo más grata para el individuo pero esta felicidad no es una condición que deba ser mantenida si sirve para impedir el desarrollo de la capacidad de reconocer la enfermedad del todo y de aprovechar las posibilidades de curarla. el resultado es la euforia dentro de la infelicidad. Las necesidades de descansar divertirse, consumir de acuerdo con los anuncios de amar y odiar lo que otros odian y aman pertenece a la categoría de falsas

necesidades. Estas necesidades están determinadas por poderes externos sobre los que el individuo no tiene control, la satisfacción de estas es heterónomo. Son producto de una sociedad cuyos intereses dominantes requieren la represión. Las únicas necesidades que pueden reclamar satisfacción son las vitales: alimento, vestido, y habitación en el nivel de cultura que esté al alcance. Esta satisfacción es el requisito para la realización de todas las necesidades, tanto de las sublimadas como de las no sublimadas. La verdad y falsedad de las necesidades designan condiciones objetivas en la medida que la satisfacción universal de las necesidades vitales y mas allá de ella, la progresiva mitigación (amortiguación, ablande) del trabajo y la miseria, son normas universalmente validas. Cuáles son las necesidades verdaderas o falsas solo se puede responder por los mismos individuos, pero solo en última instancia siempre y cuando tengan la libertad para dar su propia respuesta. Mientras se les mantenga en la incapacidad de ser autónomos, mientras sean adoctrinados y manipulados su respuesta a esta pregunta no puede considerarse propia de ellos. Toda liberación depende de la toma de conciencia de la servidumbre y el surgimiento de esta conciencia se ve estorbado siempre por el predominio de necesidades y satisfacciones que, se han convertido en propias del individuo. El objetivo optimo es la sustitución de las necesidades falsas por otras verdaderas, el abandono de la satisfacción represiva. El rasgo distintivo de la sociedad industrial avanzada es la sofocación efectiva de aquellas necesidades que requieren ser liberadas mientras que sostiene y absuelve el poder destructivo y la función represiva de la sociedad opulenta. Aquí los controles sociales exigen la necesidad de producir y consumir el despilfarro, la necesidad de un trabajo embrutecedor cuando deja de ser una verdadera necesidad, la necesidad de modos de descanso que alivianan ese embrutecimiento, la necesidad de mantener libertades engañosas tales como la libre competencia a precios políticos, una prensa libre que autocensura una elección libre entre marcas y gadgets. Bajo el gobierno de una TOTALIDAD represiva, la libertad se puede convertir en un poderoso instrumento de dominación. La reproducción espontanea de necesidades sobre los individuos, de necesidades superimpuestas no establece la autonomía, solo prueba la eficacia de los controles. Le damos mucha importancia al poder adoctrinamiento de los massmedia y de que la gente por si misma satisfaría las necesidades que hoy le son impuestas, pero tal objeción no es válida. El pre condicionamiento no empieza con la producción masiva de la radio y tv y la centralización de su control. La gente entra en esta ya como receptáculos precondicinoados desde tiempo atrás. Si el trabajador y el jefe se divierten con el mismo programa de tv y visitan los mismos lugares de recreo, si leen el mismo diario, esta asimilación indica no la desaparición de las clases, sino la medida en que las necesidades y satisfacciones que sirven para la preservación del sistema establecido son compartidas por la población subyacente. De nuevo nos encontramos con el carácter racional de su irracionalidad de la civilización industrial avanzada. La gente se reconoce en sus mercancías y el control social se ha incrustado en las nuevas necesidades que ha producido. Las formas predominantes de control social son tecnológicas en un nuevo sentido, pero en la época contemporánea los controles tecnológicos parecen ser la misma encarnación de la razón en beneficio de todos los grupos e intereses sociales, hasta tal punto que toda la onda contradicción parece irracional y toda oposición imposible. Introyección sugiere una variedad de procesos relativamente espontáneos por medio de los cuales un Ego traspone lo exterior en interior. Introyeccion implica la existencia de una dimensión interior separada y hasta antagónica a las exigencias externas una conciencia individual y un inconsciente individual aparte de la opinión y la conducta pública. La idea de libertad interior tiene aquí su realidad, designa el espacio privado en el cual el hombre puede convertirse en si mismo y seguir siendo el mismo. Hoy este espacio privado es invadido por la realidad tecnológica. La producción y distribución en masa reclaman al individuo en su

TOTALIDAD. Los procesos de introyeccion parecen haberse osificado en reacciones casi mecánicas. El resultado una inmediata identificación del individuo con su sociedad y a través de esta, son la sociedad como un TODO. Esta identificación inmediata y automática reaparece en la alta civilización industrial, su nueva inmediatez producto de una gestión y una organización elaboradas y científicas. En este proceso la dimensión interior de la mente en la que puede echar raíces la oposición al statu quo(mantener como esta), se ve reducida paulatinamente. La eficacia del sistema impide que los individuos reconozcan que el mismo no contiene hechos que no comuniquen el poder represivo de la TOTALIDAD. Si los individuos se encuentran a si mismos en las cosas que dan forma a sus vidas, lo hacen al aceptar la ley de las cosas, no las leyes de la física sino las de su sociedad. La realidad constituye un estadio avanzado de alienación, se ha vuelto objetiva, el sujeto alienado es devorado por su existencia alienada. La falsa conciencia de su racionalidad se convierte en la verdadera conciencia. Esta absorción de la ideología por la realidad no significa el fin de la ideología sino la cultura industrial avanzada es mas ideológica que su predecesora en tanto que la ideología se encuentra hoy en el propio proceso de producción. El aparato productivo y los bienes y servicios venden el sistema social como un todo. Los productos adoctrinan y manipulan, promueven falsa conciencia inmune a su falsedad. a medida estos productos son útiles son asequibles a mas individuos en mas clases sociales, el adoctrinamiento que llevan deja de ser publicidad, se convierten en modo de vida. Así surge el modelo de pensamiento y conducta unidimensional en el que las ideas, aspiraciones y objetivos, que trasciendan por su contenido en el universo establecido del discurso y la acción, son rechazados o reducidos a los términos de este universo. La racionalidad del sistema dado y de su extensión cuantitativa da una nueva definición a estas ideas aspiraciones y objetivos. Progreso no es un término neutral: se mueve hacia fines específicos y estos fines son definidos por las posibilidades de mejorar la condición humana. La sociedad industrial avanzada se acerca al estado en que el progreso continuo exigiría una subversión radical de la organización y dirección predominante del progreso. Esta fase se alcanza cuando la producción material se automatice hasta el punto en que todas las necesidades vitales puedan ser satisfechas mientras que el tiempo de trabajo necesario se reduzca a tiempo marginal. El progreso técnico trascenderá el reino de la necesidad, en el que servía de instrumento de dominación y explotación, lo cual limitaba por tanto su racionalidad; la tecnología estará sujeta al libre juego de las facultades en la lucha por la pacificación de la naturaleza y de la sociedad. Pacificación de la existencia quiere decir el desarrollo de la lucha del hombre con el hombre y con la naturaleza, bajo condiciones en que las necesidades, los deseos y las aspiraciones competitivas no estén ya organizados por intereses creados de dominación y escases en una organización que perpetua las formas destructivas de esta lucha. Ante la posibilidad de pacificación la sociedad industrial madura se cierra contra esta alternativa. El operacionalismo en teoría y practica se convierte en la teoría y practica de la contención. Esta sociedad es un sistema de vida completamente estático, se auto impulsa en su productividad opresiva y su coordinación provechosa. La contención del progreso técnico va con su crecimiento en la dirección establecida. A pesar de las cadenas políticas impuestas por el statu quo, mientras más capaz parezca la tecnología de crear las condiciones para la pacificación, mas se organizan el espíritu y el cuerpo del hombre en contra de esta alternativa. Áreas mas altas de la sociedad industrial muestran 2 alternativas 1- tendencia hacia la consumación de la racionalidad tecnológica y 2- esfuerzos intensos para contener esta tendencia dentro de las instituciones establecidas: aquí la contradicción interna de esta civilización. El elemento irracional en su racionalidad. Es el signo de sus realizaciones. La

sociedad industrial que hace suya la tecnología y la ciencia se organiza para el cada vez más efectivo dominio del hombre y la naturaleza, apara la cada vez más efectiva utilización de sus recursos. Se vuelve irracional cuando el éxito de estos esfuerzos abre nuevas dimensiones para la realización del hombre. El cambio cualitativo implica también un cambio en la base técnica sobre la que reposa esta sociedad. cambio de base para instituciones políticas y económicas a través de las cuales se estabiliza la segunda naturaleza del hombre como objeto agresivo de la industrialización. Las técnicas de la industrialización son políticas, y como tales prejuzgan las posibilidades de la razón y la libertad. El trabajo debe preceder a la reducción del trabajo, y que la industrialización debe preceder al desarrollo de las necesidades y satisfacciones humanas. Toda libertad depende de la conquiste de la necesidad ajena, también la realización de la libertad depende de las técnicas de esta conquista. La dominación se extiende a todas las esferas de la existencia pública y privada, integra toda oposición autentica, absorbe todas las alternativas. La racionalidad tecnológica revela su carácter político a medida que se convierte en el gran vehículo de una dominación mas acabada, creando un universo TOTALITARIO en el que sociedad y naturaleza, espíritu y cuerpo, se mantienen en un estado de permanente movilización para la defensa de este universo.