El Hombre Cro-Magnon: Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Psicología

Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Psicología El Hombre Cro-Magnon AUTORES: Valentina AVAKIAN Gabriel GARC

Views 23 Downloads 0 File size 2MB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Facultad de Humanidades y Educación Escuela de Psicología

El Hombre Cro-Magnon

AUTORES: Valentina AVAKIAN Gabriel GARCIA Samaris PATIÑO Maria PEREZ Jose MONTILLA Verónica RIVERO

PROFESOR GUIA: Auristela TORRES Caracas, abril 2013

Indice

2

I.

Introducción………………………………………………………………………....3

II.

Marco Teórico………………………………………………………………………..5

III.

Conclusión…………………………………………………………………….……..20

IV.

Referencias……………………………………………………………………..……21

V.

Anexos …………………………………………………………………….………..23 Anexo A. Eras de la vida sobre la tierra y periodos.................................................................................................................................23 Anexo B. Epocas culturales de Europa Occidental………………………………………………………………………….………25 Anexo C. Instrumentos usados en el Paleolítico superior……………………………………………………………….…………………….27 Anexo D. Evolución Morfológica del cráneo de los homínidos…………….....…...….29 Anexo E. Comparación: Hombre Neandertal y Hombre CroMagnon…………………………………………..……………………………………..….31

Introducción

3

Desde de la aparición de los primeros homínidos hasta el hombre actual, la masa encefálica ha sufrido muchos cambios en su tamaño; y por lo tanto, a medida que aumenta este aumenta, incrementa la capacidad craneal de estos especímenes. En concreto, en los últimos 100.000 años, el cerebro humano ha evolucionado rápidamente, doblando su tamaño desde los primeros homínidos, hasta el hombre actual. Con respecto a esto, muchos autores defienden que con el crecimiento de la masa encefálica, se presenta un aumento considerable de la capacidad cognitiva. (Alvarez, Ibeas, Alcalde, Perez & Del Río., 1975). Según constituido

Valls por

(1980), el

el

conjunto

antes de

llamado restos

“Neantropino” que

se

está

denominan

sistemáticamente Homo Sapiens Fossilis, cuya constitución y capacidad craneana es muy similar a las del Homo Sapiens Sapiens. En general, comparten rasgos anatómicos e intelectuales con los individuos actuales de la especie Homosapiens Fossilis. El Hombre De Cro-Magnon forma parte de dicha especia y habitó en Europa Occidental desde hace uno 35.000 años, siendo el primero en realizar obras de arte rupestre. (Enciclopedia Británica, 1991) El famoso descubrimiento de E. Larret en Cro-Magnon (Dordoña, Francia), en 1868, de 5 esqueletos humanos juntos con restos de animales e industria lítica, promovió la base suficiente para formar la raza de Cro-magnon, perteneciente sin duda a la especie Homo Sapiens, y por lo tanto sus características son muy similares entre si. Después de este descubrimiento, se han continuado los hallazgos de esta raza y de su época cultural y merecen mencionarse los nombres famosos de Laugerie,

Combe-Capelle,Obercassel,

Predmost,

Brunn,

etc.,

que

presentan desde luego variaciones regionales, consideradas suficientes por algunos investigadores para crear nuevas razas. (Susanibar, Trinidad, Torres, Torres, W., 2011; Alimen y Steve, 1966)

4

Algunos investigadores también consideran la raza Chancelada, descubierta

en1888

en

el

abrigo

de

Raymonden,

municipio

de

Chancelade (Francia), como parte del homo sapiens fossilis, pero no está admitida por todos los antropólogos, y hay quienes la consideran simplemente como variante individual del tipo Cromagnon. (Susanibar et al., 2011)

5

Marco Teórico Arbol Genealógico El ser humano actual es el resultado de un proceso llamado hominización, que es una adquisición progresiva de características biológicas, sociales, culturales y psicológicas que experimentó el homínido en el transcurso de millones de años hasta llegar al hombre vigente.

(Vicharra,

2013).

Siendo

un

homínido,

el

individuo

perteneciente al orden de los Primates superiores, cuya especie superviviente es la humana. (Real Academia Española, 2001) Este largo proceso comenzó hace aproximadamente cinco millones de años, cuando se produjo la división entre chimpancés y homínidos, siendo la principal característica que estos últimos poseían postura erecta y bipedismo. (Vicharra, 2013). Siendo la bipedación el modo de andar del hombre y algunos animales sobre dos extremidades o permanecer erguido en ellas. (Real Academia Española, 2001) El primer homínido en aparecer fue el Ardipithecus Ramidus, que vivían en Etiopía, eran bípedos y se alimentaban de vegetales, eran poco agresivos y tenían un cerebro y mandíbulas pequeños. (Vicharra, 2013) Luego de este apareció el Australopithecus, con una antigüedad aproximada de 5-1,5 millones de años, residían en África, también poseían un cerebro pequeño (300-540 cm3), eran bípedos y de tamaño reducido, no fabricaban herramientas, eran nómades y practicaban la recolección y la caza. (Vicharra, 2013) De estos homínidos se derivaron los “HOMO”,

que significa

hombre, con mayor capacidad cerebral, fabricaban instrumentos y

6

herramientas de piedra y con antigüedad de 2,5 millones-30.000 años, los primeros fueron los Homo Habilis, con 2,3-1,4 millones de años, considerados los primeros hombres, se encontraban al Sur de África y fueron los primeros omnívoros (se alimentaban de toda clase de sustancias orgánicas), poseían un cerebro más grande que sus antepasados (650-800 cm3), poseían pulgares oponibles y fueron los primeros que fabricaron herramientas valiéndose de piedras; se cree que además se comunicaban a través de un rudimentario lenguaje. (Vicharra, 2013) Los siguientes en la línea del tiempo fueron los Homo Erectus, que vivieron hace aproximadamente 1,8 millones-250.000 años en Asia Oriental, con una dieta omnívora, realizaban herramientas, un poco más sofisticadas que sus antepasados y aprendieron a valerse del fuego para calentarse e iluminarse. Fue una de las especies que mejor se adaptó a su entorno y se extinguieron hace aproximadamente 100.000 años, su capacidad craneal era mucho mayor a la de los homo habilis, (800-1300 cm3) y fueron los primeros en realizar migraciones. (Vicharra, 2013) Luego de estos, la evolución continuó hacia el Homo Sapiens Neandertal, que es considerado como una subespecie de Homo sapiens, vivió entre Europa y Asia hace entre 100 y 35 miles de años, eran altos y corpulentos y de gran capacidad craneana (1700cm3) construyó armas eficaces, mato grandes animales para su alimentación y enterró a sus muertos en ceremonias, el tamaño de su cerebro (mayor al hombre actual) y su cultura sugieren que era inteligente. Desapareció hace unos 30 mil años, la razón de su desaparición no esta del todo clara. (Vicharra, 2013) De estos de derivan finalmente los Homo-Sapiens Fossilis, que fue el sucesor del hombre neandertal, habitaron en regiones de Europa hace aproximadamente unos 35.000 años, eran más grandes que los seres

7

humanos actuales y poseían una cavidad craneal superior (1500 cm3). También contaban con un alto nivel tecnológico que les permitía fabricar herramientas sofisticadas. Realizaban rituales como los de enterrar a sus muertos, curaban enfermedades, fabricaban adornos y una de las características primordiales es que contaban con un lenguaje para comunicarse entre ellos. El homo sapiens fossilis es el antecesor directo del homo sapiens sapiens, subespecie última que agrupa a las formas más modernas y no extinguidas del género humano. (Vicharra, 2013) Sin embargo, según Alimen y Steve, (1966), el Homo-Sapiens Fossilis se puede dividir cuatro razas: (a) Combe-Capelle, (b) CroMagnon, (c) Chancelade, (d) cromañones orientales. La raza de Combe-Capelle que se destaca por su escasa estatura, cráneo extremadamente alargado, estrecho y elevado. Su rostro es alto y limitado por fuertes arcos superciliares no se parecen a los de los neandertales. Por su parte, los hombres de Cro-Magnon alcanzaban elevaba estatura y su cráneo, aunque era alargado, se muestra más ancho y con un menor desarrollo de los arcos superciliares. Se caracterizan también por su cara ancha, baja y disarmónica en relación al cráneo, y por la baja ubicación de las orbitas. El de Chancelade posee también una estatura baja y un cráneo dolicocéfalo, abombado y con la presencia de una sutura sagital. Los arcos superciliares y la glabela aun se hallan menos desarrollados, y las dimensiones de la cara se vuelven armónicas con respecto al cráneo. La cuarta raza es la correspondiente a los cromañones orientales, los más arcaicos de todos. Su definición se ha efectuado a partir de los hallazgos realizados en Predmost, Checoslovaquia. Su glabela, arcos

8

superciliares se hayan desarrollados. Su cráneo es largo, con el occipucio saliente y la bobeda carenada mas abombada que en los Cro-Magnon. Esta fue una breve reseña histórica de la evolución de los homínidos hasta el homo sapiens fossilis, sin embargo a medida que pasan los años y se descubren nuevos fósiles el panorama cambia y deben replantearse nuevamente ciertas teorías que parecían totalmente veraces respecto

del

proceso

de

hominización.

(“http://definicion.de/hominizacion/#ixzz2Rms1q5Q91”) Para concluir, se puede mencionar que el genoma del Homo sapiens demuestra que nuestra especie comparte cerca del 99% con el bonobo y el chimpancé. Hecho que nos permitiría afirmar que los parientes más próximos a nuestra especie son el chimpancé, el gorila, el orangután y el bonobo. La especie humana, sin embargo, no ha dejado de evolucionar; la movilidad a nivel mundial y la mayor expectativa de vida son, para algunos expertos, síntomas de esta evolución

continua.

(“http://definicion.de/hominizacion/#ixzz2Rms1q5Q91”)

Anatomía A continuación se presenta un cuadro comparativo donde se muestran las diferencias entre El Neandertal clásico, el homo Neanderthalensis soloensis y el Cro-magnon. (Mc Cown y Keith, 1939; citado en Susanibar et al., 2011)

9

10

11

12

El dimorfismo sexual tiene connotaciones de anatomía y fisiología. Obviamente esto deja sin cubrir enormes áreas del comportamiento, sentimientos, y fantasías que están en relación con los sexos y que sin embargo no tienen, primariamente connotaciones biológicas. Es para algunos de esos casos que debe utilizarse la palabra género. Por tanto mientras sexo y género parecen prácticamente sinónimos en el uso

13

corriente, e inextricablemente unidos en la vida cotidiana, las dos esferas (sexo y género) no se ligan inevitablemente en relación de uno a uno, sino que pueden funcionar casi de manera independiente (Stoller, 1968). El hombre de Cro-magnon es conocido por una docena o más de esqueletos, la mayoría de los cuales se han encontrado asociados con depósitos auriñacenses de la Europa Occidental. El primer hallazgo o tipo se hizo en 1868, cerca de la aldea de Cro-magnon, en la Dordogne, región del sur de Francia. (Beals y Hoijer, 1972) Su estatura es alta, aproximadamente de 1,80 metros. En cuanto al género femenino fuentes indican que promediaba 1,62 metros. Era sin duda de constitución robusta, y su posición en pie era muy parecida a la del hombre moderno, a excepción de que sus rodillas se mantenían dobladas hacia delante al andar (posiblemente por que era artrítico). Los antebrazos eran largos en proporción con los brazos, así como los huesos inferiores de las piernas en relación con el fémur, y los huesos del talón eran algo proyectantes (Beals y Hoijer, 1972). En cuanto al peso, hay fuentes

que indican que el hombre de Cro-magnon

promediaba entre los 78 y 82 kilogramos. El género femenino promediaba unos 62 kilogramos. La mayor parte de los tipos de Cro-magnon tienen un cráneo grande y macizo, con una capacidad craneana de 1.660 centímetros cúbicos. Las frentes son tan altas como la del hombre moderno y son más bien anchas que estrechas. Los arcos de las cejas solo están moderadamente

desarrollados.

Las

caras

son

del

tipo

llamado

desarmónico, muy cortas, con la distancia entre los malares o pómulos mayor que la anchura de la cabeza. La nariz Cro-magnon es, por lo general, estrecha y de puente elevado, la quijada grande pero de forma moderna, y el mentón

14

fuertemente desarrollado (Beals y Hoijer, 1972). Además, las costillas del Cro-magnon forman una caja torácica bien desarrollada, pero no en forma de tonel, como ocurría en la raza Neanderthal. (Valls, 1980) Cabe destacar que estaba mejor dotado físicamente que su antecesor, es decir, el hombre Neanderthal, con unos 25 centímetros superior al de sus predecesores, por lo que era más eficiente para la caza y la pesca y también tenían una mayor envergadura física y su cuerpo estaba adaptado mucho mejor para el frío.

15

Era A pesar de haber evidencias de formas vivientes desde hace millones de años,

las primeras formas parecidas a los simios y a los

monos (antropoides) de la variedad del Viejo Mundo se encontraron al comienzo de la tercera de las cuatro épocas geológicas principales, siendo este el período Oglioceno de la época Terciaria en la Era Cenozoica la cual es dividida por los geólogos en seis épocas Paleoceno, Eoceno, Oligoceno, Mioceno, Plioceno y Pleistoceno), nombres que designan los períodos en los que se formaron los estratos de roca. (Lasker, s.f). Todos los hallazgos sobre hombre fósil con claras formas humanas corresponden a la cuarta y última época geológica, Cuaternaria, que incluye, a su vez el Pleistoceno comenzando hace aproximadamente un millón de años en la cual tuvieron lugar las etapas más importantes de la evolución del hombre y el Holoceno o Reciente que empezó alrededor de diez mil años atrás. (Beals y Hoijer, 1972) Mediante métodos radiactivos, y la medición del contenido de flúor en los huesos y dientes encontrados, el hombre Cro-Magnon el cual tiene alrededor de 40 000 y 10 000 años de antigüedad, pertenece al período del Pleistoceno Superior en la época Paleolítica superior. El Pleistoceno se caracterizó por ser un período de lluvias frecuentes aunque según recientes estudios éstas eran interrumpidas por épocas de glaciación; el avance de los glaciares afectó a la fauna y flora del mundo así como también a costas, ríos y lagos, los animales se vieron obligados a huir y en muchos casos los llevó a la extinción. (Beals y Hoijer, 1972)

16

A su vez el Pleistoceno suele ser dividido por los paleontólogos en tres partes principales, denominadas Pleistoceno Inferior, Medio y Superior. A éste periodo pertenece la importante época cultural Paleolítica incluida en la “Edad antigua de la piedra” a la que se le asigna la creación de utensilios de piedra y de hueso, que se construían quebrando o astillando materiales; demostrando así, el instinto cazador del hombre de este período y su interés en la recolección de alimentos. (Beals y Hoijer, 1972) Así pues, dentro de la Edad de Piedra y a finales de la época Paleolítica (dividida en Inferior, Media y Superior) en el Paleolítico Superior, etapa que al parecer fue sumamente breve y donde habitaba el Cro-Magnon, se caracteriza por ser de rápido cambio cultural. (Beals y Hoijer, 1972) Aunque su fauna y flora incluían la de las previas épocas, su mayor diferencia radica en la adecuación y tratado de los instrumentos de caza y lucha, los cuales se hacían cada vez más precisos, exactos y a menudo se hicieron utensilios múltiples o compuestos que poseían dos utensilios en uno. (Beals y Hoijer, 1972) Algunos de estos artefactos desaparecieron a lo largo de este período, mostrando así la necesidad del hombre de adquirir recursos para lograr satisfacer las necesidades básicas para la supervivencias, también se han encontrado pinturas rupestres en cavernas con figuras de animales y representaciones grabadas de la vida diaria de los habitantes. (Beals y Hoijer, 1972)

17

Tipo de Alimentación Los primeros homínidos obtenían energía y

proteínas de frutas,

verduras, raíces y nueces. La transición de la vida arbórea a las llanuras fue posible gracias a la emergencia de la postura erecta, la piel lampiña con numerosas glándulas sudoríparas y el color oscuro. Este cambio amplió el radio de acción de los humanos primitivos y favoreció la adopción

de

prácticas

de

alimentación

más

eficientes

como

la

carroñería, la cacería y la antropofagia (Arroyo, 2008). Con el Cro-magnon, aumentó la cacería de animales

gracias al

desarrollo de nuevas técnicas y herramientas. Su dieta se basaba en la caza y en las proteínas de la carne (Torrent, 2008). Estas herramientas, hechas con lasca de piedra, no solo servían para su defensa y para la cacería de animales terrestres sino también para la pesca (Montenegro, Estrada, Maulini y Murialdo, 2001). No solo eran cazadores, sino que también eran recolectores; las mujeres de las tribus se encargaban de recoger frutas, vegetales, bayas y hojas, las cuales constituían una parte importante de su dieta. Este tipo de alimentación equilibrada por parte de los cromañones fue un factor determinante para la supervivencia de esta especie, pese a que se creía que su única ventaja por sobre los Neandertales era su capacidad de crear herramientas y de articular el lenguaje.

18

Es muy probable que dominaran algunas técnicas de conservación de alimentos por ahumado, desecación o por almacenamiento en tierra helada, pero lo más seguro es que cazaran diariamente y que utilizaran estos medios de conservación solo en situaciones de excepción como la migración hacia otro corto de caza.

Funciones Cognitivas Durante el paleolítico tanto el "Hombre de Neandertal" como el "Hombre de Cro-Magnon" dan señales de que poseían un idioma comunicativo y una anatomía equiparable a la del hombre moderno. Se puede mencionar que el lóbulo frontal es responsable de algunas capacidades cognitivas exclusivas de los humanos o que éstos están mucho más desarrolladas al que la de estos. Entre las funciones del lóbulo frontal se encuentran la de establecer la secuencia de movimientos del aparato fonador, el control de las emociones, la concentración, la planificación y anticipación, el control de la memoria. Su cerebro era tan voluminoso como el del hombre actual; la configuración de los lóbulos parietal y temporal se parece mucho a la configuración del Neandertal (Kotchekova, 1964; citado en Alimen y Steve, 1966), sin embargo el lóbulo frontal se asemeja más a la configuración del Homo Sapiens Sapiens y las características del exocráneo solo difieren en pocos detalles de los cráneos actuales.

19

Entre las funciones del lóbulo frontal del Homo Sapiens Sapiens que se asume comparte con el Homo sapiens fossilis, están: La corteza motora participa en el movimiento específico de los músculos estriados de las diferentes partes del cuerpo. (Kolb y Wishaw, 2006). La corteza pre-motora se encarga fundamentalmente de la selección de los movimientos que va a ejecutar el área motora. Según Flores y Ostroksy, permite la planeación, organización y ejecución secuencial de movimientos y acciones complejas. El área de Broca representa un programa de coordinación para la vocalización. Es decir, coordina los elementos que se transmiten en la cara, la lengua, las cuerdas vocales y áreas faríngeas de la corteza motora para la ejecución del habla. También se activa durante labores no linguísticas, como al observación del movimiento de los dedos de la mano y el reconocimiento de señas manuales. (Afifi y Bergman, 2006) En general, la Corteza Prefrontal regula la capacidad para seguir instrucciones, la toma de decisiones prudentes, en especial cuestiones sociales o personales, espontaneidad conductual y en general juega un papel en la conducta social y sexual. (Kolb y Whishaw, 2006) Primero, el área Dorsolateral, según Kolb y Wishaw (2006) se encarga de la elección de conductas en base a la memoria temporal, así como del control de la conducta guiada espacialmente. Esto es debido a su conexión con la corteza parietal posterior que se encarga de llevar la información visuoespacial. Por su parte, el área Frontoorbitaria, es fundamental para el aprendizaje por asociación, la elección de conductas en función del contexto y además supone un marco afectivo que se deriva de su

20

conexión con la amígdala, es decir nos permite elegir las conductas en función de un contexto afectivo y emocional. (Kolb y Whishaw, 2006) Por último, el área Frontomedial participa en los procesos de inhibición, en la detección y solución de conflictos, así como también en la regulación y esfuerzo atencional (Badgaiyan & Posner, 1997; citado en Flores y Ostroksy). Además, participa en la regulación de la agresión y de los estados motivacionales (Fuster, 2002; citado en Flores y Ostroksy, 2008). En el hombre Cro-magnon y el Homo Sapiens Sapiens, al tener un indiscutible origen evolutivo común, y por lo tanto neurológico, se presentarían pequeñas variaciones (anatómicas y fisiológicas) en determinadas áreas cerebrales. Así, se apreciarían diferencias de grado en la funcionalidad cognitiva, sin embargo, no la existencia de capacidades cognitivas diferentes. (Rivera, 2008) Debido a eso, se puede suponer que las funciones de los demás lóbulos serían las mismas que las nuestras, sin embargo, de una manera menos desarrollada. Así, acerca del hombre moderno se sabe que el lóbulo parietal es aquel en el que se forma un mapa topográfico del espacio real. En él se toman en cuenta las formas de usar la información espacial (la cual se considera con los criterios de reconocimiento de objetos y la guía de movimiento), Reconocimiento de objetos, guía de movimiento (el lóbulo parietal desempeña un función importante en la dirección de los movimientos en el espacio y la detección de estímulos en el espacio. La corteza parietal superior tiene un papel importante en el control de los movimientos oculares). Se puede decir que otras funciones del lóbulo parietal, sería las dificultades aritméticas, ciertos aspectos del lenguaje y la secuencia de movimientos. (Kolb y Whishaw, 2006)

21

Por su parte, los lóbulos occipitales son el centro de la visión, refiriéndonos así también tanto a la percepción del color como la de la forma y el movimiento, pero, el procesamiento visual en los humanos no culmina en las áreas visuales secundarias, sino que continua dentro de múltiples regiones visuales en los lóbulos temporal, parietal y frontal. No se han asignado funciones a todas estas regiones visuales adicionales, pero, se puede especular la funcionalidad de las mismas. (Kolb y Whishaw, 2006) Por último, el lóbulo temporal no tiene una función unitaria, pero se sabe que conforma la corteza auditiva primaria y visual secundaria y que juega un papel crucial en almacenamiento a largo plazo de estímulos sensitivos (memoria). (Járayo y Moreno de Ibarra, s.f) En concreto, participa en funciones sensitivas como la recepción (Gyrus de Heschl) Procesamiento y comprensión de estímulos auditivos (Wernicke),

reconocimiento

de

objetos

visuales,

consolidación

y

almacenamiento LP de estímulos sensitivos (memoria). Además, da respuestas afectivas (amígdala) y participa en la capacidad para navegación espacial (hipocampo), reconocimiento de rostros, y en la memoria visual y visuoespacial. (Járayo y Moreno de Ibarra, s.f)

Conclusiones A lo largo de toda la historia, el hombre ha evolucionado enfrentándose y adaptándose al medio ambiente, desde nuestros primeros antecesores, iniciando con el

Australopitecos, a lo que hoy

22

conocemos como hombre actual, deteniéndonos por supuesto en el importantísimo Cro-magnon. Lo que le da la adaptación a estos seres pertenecientes a la especie Homo Sapiens Fosilis es la capacidad cognitiva que fueron desenvolviendo a lo largo de su historia. La evolución no tiene como fin la perfección, sino más bien, su adaptación, por lo que se va dando de manera gradual y lenta, a través de mutaciones y al entorno que nos rodea. La evolución de los homínidos nos abre las puertas para conocer nuestro pasado, de donde provenimos, además nos da claridad de porque nosotros como Homo Sapiens Sapiens logramos subsistir actualmente al contrario de los Cro-magnones. Éstos no sobrevivieron ya que su capacidad adaptativa (aunque muy buena) no les permitió adaptarse a su medio, al contrario de los Homo Sapiens Sapiens que lograron cambiar el medio circundante para así poder lograr la supervivencia. Esta capacidad es lo que marca la diferencia del pasado y el presente, de lo que fue, de lo que es y hasta de lo que podría llegar a ser de nosotros. Aun así, existe una enorme dificultad en estudiar el comportamiento de aquellos que son diferentes a nosotros, sin conocer, aunque sea someramente, en qué radica tal diferencia.

23

Referencias Vicharra Florián, E. A. (2013, abril 11) El Proceso de Hominización [Presentación

on

line].

Recuperado

de:

http://es.slideshare.net/juanjimenez22/hominizacin-12148563. Real Academia Española. (2001). Diccionario de la lengua española (22°ed.). Madrid, España. Definición

de

Hominización

(s.f).

Recuperado

de

http://definicion.de/hominizacion/#ixzz2Rms1q5Q9.0 Flores, J., Ostrosky, F. (2008). Neuropsicología de lóbulos frontales, funciones

ejecutivas

Neuropsiquiatría

y

y

conducta

Neurociencias,

humana. 8(1),

Neuropsicología, 47-58.

Doi:

http://neurociencias.udea.edu.co/revista/PDF/REVNEURO_vol8_num1_7.p df Vicharra Florián, E. A. (2013, abril 11) El Proceso de Hominización [Presentación

on

line].

Recuperado

de:

http://es.slideshare.net/juanjimenez22/hominizacin-12148563. Alimen, WI.H., & Steve, WI.J. (1966). Prehistoria. (1era ed). Madrid, España: Editores S.A Beals, R. & Hoijer H. (1972). Introducción a la Antropología. (2da ed.). Los Angeles, Estados Unidos: Aguilar. Susanibar, L.N., Trinidad, P.L., Torres, M., Torres, W., (2011, Julio).

Paleoantropología.

Recuperado

http://es.scribd.com/doc/60976275/23/HOMO-SAPIENS-FOSSILIS.

de:

24

Arroyo, P. (2008). La alimentación en la evolución del hombre: su relación

con

el

riesgo

de

enfermedades

crónico

degenerativas.

Mediagraphic Artemisa, 65, 431-440. Torrent-Rodrigo, F.J. (2008). El legado hermético de la antigüedad (1era ed.). Madrid, España: Bubok publishing sl. Montenegro, R., Estrada, N., Maulini, L., & Murialdo, R. (2001) Biología evolutiva humana. (1era ed.). Córdoba, Argentina: Editorial Brujas. Kolb, B., Whishaw, I. (2006). Neuropsicología humana (5ta ed.). Madrid, España: Editorial Panamericana. Valls, A. (1980). Introducción a la antropología (1ra ed.). Barcelona, España: Labor, S. A. Alcalde, A., Del Río, P., Ibeas, J., Pérez, J., & Rodríguez, A. (1975). Biología y cultura (1ra ed.). San Francisco, EE.UU: Herman Blume. Katchadourian, H. (1984). La sexualidad humana (1ra ed.). México D.F, México: Fondo De Cultura Económica. Beals, R. & Hoijer H. (1972). Introducción a la Antropología. (2da ed.). Los Angeles, Estados Unidos: Aguilar. Bergman, R., Afifi, A. (2006). Neuroanatomía Funcional (2da ed.). D.F, México: Editorial McGraw-Hill. Casablanca Cui. (Ed.). (1991). Enciclopedia Hispánica (1era ed., vol 4). Kentucky, EEUU: Britanica. Micropedia e Indice. (Ed.). (1991). Enciclopedia Hispánica (1era ed). Kentucky, EEUU: Britanica.

25

Rivera, A., (2008). Cognición y conducta de neandertales y humanos modernos. Revista Portuguesa de Arqueología, 11, 5-32. Jayaro, C., Moreno de Ibarra, M., (s.f). Neuropsicología de las Funciones Mentales Superiores: Lóbulo Temporal – lóbulo frontal. Articulo presentado en clase.

ANEXO A

26

27

ANEXO B

28

29

ANEXO C

30

31

32

ANEXO D

33

34

ANEXO E

35