El Destino en Edipo Rey

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El destino en Edipo Rey La tragedia esá fuertemente atravesada por el tema del destino. Aunque no para representar la impotencia e imposibilidad de escapar al destino ya escrito, el no poder hacer nada ante eso o el castigo ante querer escapar. La concepción de destino, de moira, en la Grecia Antigua no involucra a un actor pasivo ante ese destino que va a suceder ni que las acciones del individuo estén determinadas de ante mano, sino a un actor activo que toma decisiones de forma libre (en el sentido que no es obligado por nadie) que lo conducen a ese destino. La moira sería la parte asignada para cada uno, sea hombre o dios, algo que opera detrás de cada sucesión de decisiones en la vida, lo que implica una limitación de las mismas que el hombre no puede transgreder. Edipo al conocer su destino toma decisiones que no le son impuestas. Edipo va a Delfos para conocer la verdad sobre sus padres pero en cambio se entera de una premonición terrible que le dice el oráculo. Ante esto no continúa con la búsqueda de la verdad que fue a buscar originariamente sino que actúa impulsivamente en concordancia con la personalidad colérica que es retratada en la obra y intenta evitar que se cumpla la moira que le es revelada. Pero no se detiene a interpretarla, lo enunciado por un oráculo es enigmático: la verdad dada no es clara, sino lo contrario, necesita ser develada, que se le de el correcto significado para entenderla. Edipo no repara en ésto y decide ante todo alejarse de Corinto. El enigma vuelve a aparecer en el destino de Edipo al encontrarse con la esfinge. En este caso Edipo resuelve el enigma pero no es capaz de ver que la respuesta también es dirigida a su persona. Por un lado por detrás de la obra está el tema de que la esfinge estaba allí debido al agravio que había hecho Layo, el padre de Edipo, a Pélope por haber violado a su hijo, Crisipo y transgredido su hospitalidad. Por tanto al ser Layo asesinado se salda la maldición y corresponde al asesino develar el enigma para salvar la ciudad. Por otro lado porque la tragedia está organizada bajo el recurso de la anagnorisis que se convierte en tema central de la obra. Edipo atraviesa todo para reconocerse y la Esfinge le pregunta por él mismo sin que el lo sepa, esto está sugerido explícitamente ya que el enigma tenía como onjeto central a los pies, algo que remite a Edipo en su propio nombre. Pero él no puede ver eso porque ni siquiera sabe quién es en tanto hombre. Las decisiones que toma Edipo trazan constantemente su moira. No sólo en el hecho de matar a su padre y casarse con su madre. Sino en la búsqueda del personaje de saber quién es. Edipo quiere saber y no detiene en ningún momento, aunque todas las veces se encuentre ante verdades terribles. Quiere saber si sus padres lo son en realidad pero se entera de su horrible destino. Quiere salvar a Tebas de la peste descubriendo al asesino de Layo a toda costa, aún cuando todo se oscurece cada vez más sobre sí mismo. Sabiendo ya que asesinó a Layo quiere seguir sabiendo hasta llegar al punto

culmine donde toda la verdad es revelada y se da por completo el atroz reconocimiento. Yocasta, al advertir la verdad antes que el, de hecho todos advierten la verdad antes que el, lo cual reafirma la ceguera simbólica de Edipo durante toda la obra, Yocasta al darse cuenta que es su hijo toma el rol materno y le dice que no quiera saber tanto en pos de protegerlo del sufrimiento que significa su verdad. Edípo. — Sería imposible que con tales indicios no descubriera yo mi origen. YOCASTA. — ¡No, por los dioses! Si en algo te preocupa tu propia vida, no lo investigues. Es bastante que yo esté angustiada .EDIPO. — Tranquilízate, pues aunque yo resulte esclavo, hijo de madre esclava por tres generaciones, tú no aparecerás innoble. YOcASTA. — No obstante, obedéceme, te lo suplico. No lo hagas. 1065 EDIPO. — No podría obedecerte en dejar de averiguarlo con claridad. YOCASTA. — Sabiendo bien que es lo mejor para ti, hablo. EDIPO. — Pues bien, lo mejor para mí me está importunando desde hace rato. YOcASTA. — ¡Oh desventurado! ¡Que nunca llegues a saber quién eres! (verso 1055-1070)

Edipo nunca escapa a sufrimiento, al contrario lo hace propio aún cuando no le corresponde. Según Aristóteles eso es lo que constiruye a un héroe trágico. Y eso es justamente el cumplimiento total de su destino. La moira de Edipo es también saber quién es. Eso no le es revelado por el oráculo. Pero todas sus decisiones también lo llevan a eso. En el mismo momento que se descubre como asesino de su padre y esposo de su madre también se descubre como hijo de Layo y Yocasta. Pero quién es no termina en sus relaciones parentales. Lo que hace a Edipo quién es son las decisiones (no impuestas) que toma. La pregunta latente en la tragedia es ¿qué es un hombre?, de forma explícito en el enigma de la Esfínge y de forma más subterránea en la búsqueda de Edipo por su identidad. Edipo a lo largo de la obra es lo que justamente acusa a Tiresias de ser cuando éste le dice que es quién asesinó a Layo, alguien que vive en las tinieblas. (v 375) EDIPO. — Vives en una noche continua, de manera que ni a mí, ni a ninguno que vea la luz, podrías perjudicar nunca. Es Edipo el que está cegado. Y no sale de sus tinieblas hasta el final, donde es necesario que descubra toda la cruda verdad sobre sí mismo y su origen. Ahí finalmente ve la realidad. Relaciono esto con la teoría de las ideas platónica. En la alegoría de la caverna las personas dentro de la caverna tienen un campo de visión muy

limitado, por fuera de éste están cegados, al igual que Edipo. La persona que sale de la caverna (filósofo), al igual que Edipo quiere saber más, se da cuenta que algo anda mal con la realidad aparente en la que vive. Edipo no sabe quién es, por tanto su vida es aparente, no así falsa. Pero él comienza queriendo saber la verdad sobre sus padres. El hombre al descubrir que dentro de la caverna todo era parente y salir de allí se encuentra con la realidad inteligible. Edipo al final cuando se descubre habiendo cometido el destino del cual escapaba e hijo de otros padres de los que el creía también sale de su apariencia y se encuentra con su realidad. Pero mientras la realidad platónica es bella y es a lo que el ser humano debe aspirar la realidad que descubre Edipo es horrible, a tal punto que lo primero que hace es quitarse la visión, por ser esta tan imposible de ver. La existencia del hombre en Edipo Rey es igual a nada. La vida del hombre es inestable y su existencia terrible y llena de dolor. Y no puede decirse que Edipo sea merecedor de ese dolor, sino que es lo que necesita para ser, para caminar hacia su destino y encontrar su existencia. Dice Schere en su introducción a Edipo Rey de Colihue: "En Sófocles, el destino desgraciado del héroe es producto de su condición humana, aparte de cualquier culpa o responsabilidad". Edipo a su vez al descubrir su origen no completa el conocimiento de sí. Y bien se descubre su realidad y puede ver con claridad no sólo se quita su visión, sino que en el momento que sabe quién es cómo hombre decide dejar de serlo al exiliarse. Para los griegos antiguos en tanto el hombre es un ser político y necesita vivir dentro de una polis al no hacerlo deja de ser hombre también. "El que vive fuera de una polis no es un hombre. O bien es más que un hombre o bien es menos que un hombre. O bien es una bestia o bien es un dios".-Aristóteles. Edipo como exiliado pierde su humanidad. En consonancia con la peripecia de la obra comienza estando por encima de los habitantes de la polis al haber descifrado el enigma y tomado el trono de forma no traicional y termina estando por debajo por la atrocidad de quién es y los actos que cometió.