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La riqueza de una nación está en la felicidad de su población Por: Steffania Ortiz Quintero

La felicidad, por mucho tiempo, ha sido eso que las personas han estado buscando pero que pocas han logrado encontrar, podría decirse que para muchos, ser feliz, es un proposito de la vida al que se desea llegar. Sin embargo, está emoción suele confundirse con satisfacer las necesidades que cada persona tiene, lo que hace suponer que entre más riqueza se tiene, más cosas se pueden adquirir para satisfacer las necesidades y por ende puedes ser feliz. Por ello la economía de los países se basa en que entre mayor sea la cantidad de ingresos que se obtienen, mayor será el bienestar, pero en los últimos años se ha popularizado el termino "economía de la felicidad", el cual cambia las perspectiva de la economía que se ha tenido durante tanto tiempo mostrando a las personas como algo más que un consumidor o cliente. Debido a diferentes investigaciones de economistas, se ha logrado reconocer que la felicidad no está directamente relacionada con la riqueza que se tiene, sino con las vivencias o experiencias de cada persona, mostrando así que hay necesidades intangibles como el sentirse util en la sociedad o dar y recibir afecto, por lo que la economía de la felicidad muestra que las personas son más que un consumidor y que su poder adquisitivo no define su felicidad. Es por esto que muchas empresas actualmente se han visto interesadas en que sus productos o servicios generen alguna experiencia o sensación en las personas, así como lo menciona el ganador del premio nobel de economía en 2017, Richard Thaler, el cual realizó investigaciones acerca de la economía del comportamiento, llevando a las organizaciones y comerciantes a implementar el neuromarketing para impulsar sus ventas, ya que como Thaler lo menciona en sus estudios, hay ciertos factores que llevan al consumidor a elegir un producto o marca en vez de otro, haciendo así que las personas compren por inercia y no de una manera racional. Esto podría explicar porque los consumidores hoy en día prefieren adquirir productos o servicios personalizados, ya que permiten que las personas sientan que están comprando un producto especialmente para ellos, lo que genera una cercanía entre las empresas y el cliente y que a su vez este último gracias a que tuvo una experiencia agradable y se fidelice a la marca.

Por otro lado la felicidad también afecta el campo laboral puesto que según estudios realizados por diferentes economistas las personas con empleo tienden a sentirse igual de estresadas y deprimidas que las personas desempleadas, por lo que las empresas deben invertir en el bienestar de sus empleados, creando espacios de recreación donde las personas puedan relacionarse con los demas para así generar un ambiente familiar en la organización, esto causaría que el empleado no sólo se sienta más cómodo y agusto con su trabajo sino que también produzca de una forma más eficiente, trayendo un gran beneficio para la empresa. Por consiguiente en las naciones y en las organizaciones debería tenerse como eje central conseguir el bienestar de las personas no sólo desde una perspectiva económica sino desde la experiencia de cada ser, pues como ya hemos visto tener muchos ingresos no implica mayor felicidad y tener pocos ingresos no significa ser infelices, además satisfacer las necesidades materiales sólo genera una felicidad momentánea debido a que, en la mayoría de personas, estas a medida que se van saciando se van cambiando por otras, haciendo así que nunca halla una satisfacción completa de las necesidades, por lo que lo realmente importante es ser felices con poco porque serlo ya es una gran ganancia. Referencias http://revistafal.com/la-economia-de-la-felicidad/ https://www.elfinanciero.com.mx/economia/por-que-richard-thaler-gano-el-premio-nobel-deeconomia