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TOMAS NAVARRO
MANUAL DE PRONUNCIACIÓN
ESPAÑOLA
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in2011
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MANUAL DE PRONUNCIACIÓN
ESPAÑOLA
TOMAS NAVARRO
MANUAL DE PRONUNCIACIÓN
ESPAÑOLA SEXTA EDICIÓN CORREGIDA
CON UN APÉNDICE DE NOTAS SUPLEMENTARIAS
a HAFNER PUBLISHING COMPANY New
York and London
1967
Copyright, 1957
by Tomás Navarro
Seventh Printing
Printed and Published by
HAFNER PUBLISHING COMPANY, 31 East lOth Street
New
York, N. Y. 10003
All ríghts reserved
Printed in U.S.A. by
NOBLE OFFSET PRINTERS, NEW YORK 3, N. Y.
INC.
INC.
INTRODUCCIÓN
1.
Objeto de este libro.
— Las
tienen por objeto describir breve
y
siguientes páginas
sencillamente
nunciación española, tendiendo, sobre todo, a la
la
pro-
facilitar
enseñanza práctica de nuestra lengua en este aspecto
poco conocido de su materia
naturaleza.
No
ni resolver dificultades
pretenden apurar
pendientes aún de
la
lar-
gas y minuciosas investigaciones; no aspiran, en fin, a ser un estudio completo de fonética española, sino sim-
En
plemente un tratado práctico de pronunciación.
estos últimos años se han publicado diferentes trabajos fonéticos sobre el español culto o literario.
ción sobre
el
La informa-
habla vulgar o dialectal, española e his-
panoamericana, en
lo
que se
refiere
especialmente a
la
pronunciación, es aún demasiado incompleta para intentar un estudio de conjunto. 2.
la
Diferencias de pronunciación.
— Sabido es que
lengua española presenta importantes diferencias de
pronunciación, no sólo entre los diversos países en que se habla, sino entre las regiones de un
mismo
país,
y
comarcas y lugares de una misma región. Estas diferencias son entre las diversas regiones de España más hondas y abundantes que entre
frecuentemente entre
las
las
naciones hispanoamericanas.
como
En
Cataluña, Valencia, Galicia
regiones bilingües,
y Vasconia,
nunciación española aparece ordinariamente
la
pro-
muy
ín-
6
Diferencias de pro7iunciac ion.
por
fluida
§ 2
propia del habla de cada región;
la fonética
en Aragón, Navarra, Asturias, León y Extremadura aparecen asimismo incorporados a la pronunciación
normal muchos rasgos fonéticos de los dialectos que en otro tiempo dominaron en estas provincias; y en Andalucía, la
permanencia de algunos sonidos perdidos en de ciertas transformaciones foaunque de carácter general, no han llegado
castellano, el desarrollo
néticas que,
un punto de evolución tan avanzado en
a
provincias, y, en
fin,
dicha región, dan a
nomía propia y
la
demás
las
ciertos elementos peculiares de
pronunciación andaluza una
característica.
En
líneas generales, la
pronunciación hispanoamericana se parece más a daluza que a
de
la
las
La semejanza entre dan
se
de
consonantes
las
el
seseo
la an-
demás regiones españolas. el
andaluz y
no se funda únicamente en
y otro
fiso-
y
el
finales,
la
el
hispanoamericano
extensión con que en uno
yeísmo, sino en
en
la
la relajación
evolución
de
la y,
en
tendencia de determinadas vocales a tomar un tim-
la
bre más abierto y en cualidades menos concretas y aún no bien definidas que afectan al mecanismo total de la articulación.
No
siendo uniforme la pronunciación entre
todos los países americanos de lengua española, es claro
que en
la
la
semejanza indicada tampoco afecta a todos
misma medida. El
estudio del español en
ellos
América
concepto y los límites de las importantes diferencias fonéticas existentes dentro de lo va especificando
el
que de un modo general se designa con pronunciación hispanoafnericana
^
Un
^.
el
nombre de
Verdad
es también
importante trabajo en que se estudian varias de estas el de A. Alonso, Problemas de dialectología his-
cuestiones es
j>ano, pero no lo es en «Podemos dormir bien»; en uno y otro caso se pronuncia, *
con
Conviene no confundir
la
en efecto, de manera muy distinta; otro tanto sucede con la n de esa misma palabra, cuya articulación en el primer caso, interior de grupo, es muy distinta de la del segundo caso, final de grupo. Sólo hay, pues, correspondencia entre el grupo fónico y la palabra cuando ésta se pronuncia aislada, entre dos pausas.
Alfabeto fonético.
§ 3'
La
oración,
31
como verdadera unidad
lingüística, consti-
tuye también una unidad fonética ^ El discurso se divide en oraciones separadas por pausas; estas oraciones, a su vez, también se dividen de ordinario en porciones menores
— grupos fónicos — separadas por pausas.
es siempre rias
un momento de
La pausa
silencio; las pausas diviso-
de oraciones son, en general, más largas que
las
divisorias de grupos fónicos, las cuales, en determinados
casos,
pueden
llegar a ser
sumamente
sas obedecen a causas psicológicas
a
la
expresión y dan lugar a
aire espirado.
La
y
breves. Las pau-
fisiológicas; sirven
reposición necesaria del
la
existencia de la oración
como
entidad
fonética se manifiesta en el lenguaje mediante ciertas
modificaciones que afectan juntamente a
a
la intensidad, a la
entonación y a
la
la articulación,
cantidad de los
sonidos. 31.
Alfabeto fonético.
— El
alfabeto fonético
tiene por objeto representarlo
más exactamente
por medio de
sonidos del lenguaje.
la escritura, los
la escritura fonética,
cada sonido debe
ir
posible,
En
siempre repre-
sentado por un mismo signo, y cada signo debe siempre representar un mismo sonido, no debiendo emplearse signo alguno sin un valor fonético determinado y constante. El lingüista, el filólogo
y
el
fonético necesitan este
alfabeto para poder expresar breve rsonidos a
que en cada caso se
de lenguas el
y concretamente los
refieren; en la
enseñanza
vivas el alfabeto fonético sirve para facilitar
conocimiento de los sonidos de cada idioma, y para la pronunciación que a cada
representar prácticamente
palabra corresponde
o
^.
La
ortografía oficial española,
* La oración puede estar compuesta por una o varias frases por una o varias oraciones subordinadas. 2 Los alfabetos fonéticos más usados son, en la enseñanza
Alfabeto fonético.
32
§
3
aunque más fonética que la de otros idiomas, dista mureflejar convenientemente la pronunciación. El alfabeto fonético empleado en este libro, en la transcripcho de
ción de los ejemplos
de
la
y
que se incluyen, es el tomo II, 1 91 5, pá-
ejercicios
Revista de Filología Española,
ginas 374-376. Los siguientes ejemplos indican
el
valor
fonético que corresponde a cada signo:
a
a en p^dre
I
i
en ráp/do
z
en nzeto
a
a en mal
j
B
a en orador
k
-fabulóso,
czntufdn-^ntMTqn^ mdudable-\ná\iááhh.
U
64.
semivocal:
ort.
ridiculo-f\áik\úo, fa-
«, fon. u.
— Su
articulación
consiste en el breve movimiento que realizan los órga-
nos para pasar desde
la
posición de, una- vocal prece-
que antes de desarrollarse bajo una forma determinada es interrumpida por la articulación o pausa siguientes. Los órganos, al fin de este modente a
la
de una
u,
vimiento de aproximación, forman una doble estrechez, linguovelar y bilabial, que aun tendiendo tivo,
al
tipo frica-
mantiene claramente su timbre vocálico de u más
u semiconsonante.
•§65
63
O menos cerrada. El sonido que resulta es semejante de la u en al. Laut; los extranjeros de lengua ingle-
al
sa no suelen dar a la
redondeamiento
semivocal «spañola
í¿
labial
y de
velarización a
el grado de que ordina-
riamente llega este sonido. Dichas circunstancias hacen
que
u semivocal española, en
la
la
pronunciación nor-
mal, aparezca corrientemente más cerca de
o burla, según los casos, que
la u de cuba que se pronuncia, por
la
^ejemplo, en ingl. out.
Ocurre
de
la
u en los diptongos au, eu, ou, tanto dentro
como en
palabra
causa-\ikus^y
el
enlace de palabras distintas:
cauce-káuQ^^
incau¿o-\T)káutGy
infausto-\m-
fáu^tc, raudo-rknáo^ feudo-féuáo^ caudal-kaudá}, la ur-
dam¿lad-\aurhan\áád,
rio
de
lo
kumil/ó-\oumi\ó.
Z7 semiconsonante: ort.
65.
de lo que sucede en la
w
la
ti,
consiste precisamente en
realizan los órganos
al
fon. w.
u semivocal, el
— Al contraarticulación
la
movimiento que
pasar de una manera rápida des-
de una posición labiovelar relativamente cerrada a posición de cualquier otra vocal siguiente; ción de
por
el
la
u empieza
contrario,
cerrada
más
como
la
abierta
que acaba;
de
§ 49, empieza casi tan
sin detenerse
j,
fricativa
y
la
de
la
w,
se abre gra-
en ningún punto determinado
hasta ser interrumpida por
En
la
como una consonante
dualmente
la
la articula-
la
pronunciación dialectal
vocal siguiente. la
w, en sílaba acentuada
y precedida de p, t, k, suele perder parcial o totalmente su sonoridad: puerta, tuerto, cuatro; esto mismo suele ocurrir,
alemana o
hablando español, entre personas de lengua inglesa.
La pronunciación española correcta
no presenta dicho ensordecimiento sino en casos poco frecuentes de defecto personal o de articulación excep-
cionalmente fuerte y afectada.
:
u semiconsonante.
64
A
veces
w
la
§ 65
aparece entre vocales, ahuecar, o en
posición inicial absoluta, hueso, y en estos casos to de partida de su articulación ter
el
pun-
toma aún más carác-
de consonante que cuando va dentro de sílaba entre
consonante y vocal; los labios se aproximan más entre sí y la lengua se acerca más al velo del paladar, lle^
gando especialmente en la conversación familiar a desarrollarse delante de dicha w una verdadera consonante que, según predomine la estrechez de los órganos en uno u otro punto, aparece como una g labializada o, menos frecuentemente, como una b velarizada agwekáj o abwekáj; hueso-yfésG^ gwéso
ahuecar-diyi^dJL^
o bwéso
^.
Algunos extranjeros, y especialmente los alemanes,, suelen marcar la acción de los labios en nuestra w inicial menos de lo que la costumbre española requiere. Son sonidos análogos los del fr. oui, loi; ingl. we. Ejemplos de w inicial: hueso-'wéso, hueco-vfékoy huella-wéley huérfano-yf^Tbeno^ huésped-yfésipQá^ etc.; interior de sílaba: /«¿•r/a-pw^rtB, tuerto-tw^rio, cuerda-\iw^rá^^fuerza-ivi^T^^y suerte-sw^Ti^, agua-a^^e', intervocálica: ahuecar-B.'wtVéa,
ahuesado-diwtséiáo^ la huerta-law^rt^.
La conjunción
u,
usada solamente,
como
delante de palabras que empiezan con cia
de ordinario
en los demás
como una w
algo
o,
más
es sabido^
se pronun-
abierta
que
casos: una u otra-úna wótrB, siete u ocho-
wóco, desdén u orgullo- átzáén w9rgúlo. Delante de esta w no suele desarrollarse, ni aun en pronuncia-
sjéte
ción vulgar,
el
elemento consonantico de que antes se
ha hablado. El habla vulgar lleva corrientemente este elemento hasta grado oclusivo cuando la w es inicial absoluta o va precedida de nasal: huevo-gvikho o bwébo, un hueso-x^i) gwéso o ym bwéso. 1
el
§§ 66-67
Diptongos, Triptongos.
Diptongos.
— Las
65
combinadas enpor otra vocal, dentro de una misma palabra^ forman el grupo fonético que se llama diptongo. La i y la u se pronuncian, se^ gún queda dicho, como semivocales, §§ 48 y 64, cuando 66.
tre sí
van
vocales
2,
o acompañada cada una de
y como semiconsonantes, §§ 49
del diptongo,
al fin
y 65, cuando van
al principio.
dicho también que ante
vamente la u, se
u,
ellas
la
De
las vocales
semivocal
i
o,
e,
queda
resultan relati-
abiertas, §§ 52 y 59- La a, por su parte, ante hace un poco velar, § 56. La o ante esa misma
más cerrado, § 58. En los grupos predomina siempre como principal elemento del diptongo la segunda vocal, reduciéndose la primera a semiconsonante. Los diptongos decrecientes, formados u alcanza su matiz
iu,
ui
por vocal y semivocal, son: ai o ay-aiy au-au^ ei o ey-^K^ eu-tUy oi u oy-q'h ou-ou. Los diptongos crecientes, for-
mados por semiconsonante y jo,
iu-]u,
ua-y/a, ue-we,
ui-yfi^
baib, hay-á\y causaAakusBy feudal,
heroico-Gt(^^Oy
vzejo-h]^xQy
6y.
Triptongos.
— La
vocálico
baile-
l^y-Hh feudal-
bou-hón,
aciago -aQjá^Oj
cuadro-kwádro,
ciudad-Qjuáád,
fuerza-iw^r^^, vacuo-hákwOy cuida-kwidiB
en una misma palabra,
^V-je, io'
Ejemplos:
uo-yfo.
aceite-a^^it^^
hoy-qi^
sabio-sáh']c,
vocal, son: ia-ja,
^.
presencia de los sonidos
al principio
y
al. fin
z,
u,
de un grupo
cuyo elemento central y predominante sea ao
da lugar a los triptongos
e
iai-jai, üz-j^i, uaz-vf ai^ uez-vf^i.
El triptongo empieza con movimiento articulatorio de abertura creciente y termina con abertura decreciente. El primer elemento es una semiconsonante; 1
En
el
último,
algunas partes del Norte de España se pronuncia
cuida-kúidTZy descmdo-áeskúiáGy cuiia-kmtv^ muy-múi^
derancia de
la u.
En
el resto del
con prepon-
país lo corriente es kwídc, des-
kwido, kwite, mwí, con preponderancia de
la
i.
5
-,
Hiato y
66
sinéresis.
§ 68
una semivocal. La a, en los triptongos citados, especialmente en jai, adquiere cierto matiz palatal. La e es normalmente abierta, del mismo modo que en el diptongo ei, sin que el hallarse entre dos elementos palatales, como ocurre en j^i, impida su abertura. Ejemplos: despreciáis -á^spre^lkis^ limpiéis limpj^is ,
averiguáis - aberifwáis
,
santigüéis - sa^tigwljs
—
Hiato y sinéresis. Con frecuencia aparecen de una misma palabra, dos vocales que no forman diptongo, sino que por tradición gramatical constituyen sílabas distintas. Al efecto prosódico que produce la pronunciación de las vocales colocadas en dicha posición se le llama hiato. La lengua hablada no se ajusta siempre en este punto a la tradición gramatical. El uso consiente que en ciertos casos las vocales que se hallan en hiato se reduzcan a una sola sílaba. A esta reducción se le da el nombre de sinéresis. Las circunstancias en que se mantiene el 68.
juntas, dentro
hiato o se
practica
la
sinéresis
se explican
en los
§§ 136-149. La sinéresis suele producir modificaciones importantes en la pronunciación de las vocales a que afecta. a)
Vocales iguales se reducen en sinéresis a una
sola vocal de cualidad
b)
La
y duración
ordinarias:
aLbahoca
al-ba-á-ke
al-bá-lcB
acreedores
a-kre-e-dó-ras
a-kre-dó jos
nihilista
ni-i-líi^-tB
n¡-lí§ tB
alcohol
al-ko-91
al-kí?!
/
y
la
11,
pronunciadas en hiato como vo-
cales corrientes, se convierten por sinéresis en semi-
Hiato y
§ 68
sinéresis.
67
como en
vocales o semiconsonantes,
los
diptongos o
triptongos: hiato
En
las
sinéresis
viaje
bi-á xd
bjá-X9
suave
su-á-ba
swá-be
cruel
kru-41
krw4l
aún
a-ún
aun
ahí
a-í
áii
combinaciones
iu^
iii,
el
elemento que se mo-
difica al producirse la sinéresis es
siempre el primero de cada grupo: viuda, ruido, con hiato, bi-ú-dB, fy-í-do; con sinéresis, bjú-dB, rwí-do, § 1 49.
Las vocales
c)
e,
asimismo, en hiato,
¿?,
delante de
como
a,
se pronuncian
vocales ordinarias,
timbre abierto o cerrado que en cada caso ponda, según decir,
las
con
el
les corres-
circunstancias en que se hallen,
es
pronunciándose siempre como vocales cerradas
menos cuando van precedidas de
f
que se oyen con
timbre abierto; en sinéresis, se cierran y abrevian, relajando su articulación, apagando su sonido y produciéndose,
aunque con mayor abertura, con un movimiento al de las semiconsonantes j, w. Dada la poca precisión de su timbre, y atendiendo además a y
análogo fijeza
La pronunciación vulgar reduce corrientemente
a una grupo vocálico de esta especie: /a/j-páis, wa/z-mái9, baúl\ik\A, etc. En la América española este uso se halla también, más o menos desarrollado, aun entre las personas instruidas. En el ambiente culto de Castilla, fuera de ciertas ocasiones en que se admite la sinéresis de dichas formas, § 145, la pronunciación país, májO, etc., tiene un carácter marcadamente vulgar. En aún, ahí, había, día, y en algunos otros casos, alteran el hiato y la sinéresis con arreglo a las circunstancias que se indican en los §§ 147 y 148. ^
sola sílaba cualquier
:
Hiato y
68
§ 68
sinéresis.
conveniencia de no complicar demasiado
la
ción, las vocales e
ticamente en este
la
transcrip-
y pueden ser representadas fonécaso con el mismo signo que se viene o
usando para transcribir sus variantes relajadas hiato
En
la
sinéresis
aldeano
aj-de-á-no
a|-daá-nc
Lealtad
íé-aj-tád
iáaj tád
linea
lí-ne-a
lí-naa
toalla
to-á-lB
tcá-lB
coagular
ko-a-fu-lár
koa-g-u-lár
palabra
real, la e es abierta
en hiato,
r?-ál,
y
breve y relajada en sinéresis, faal; la lengua vulgar dice en unas partes rjál y en otras r^ál y fál: cuatro reales y
vulg. kwátro fjábs I
médjo y d)
cales
En e, o,
fál
i
y kwatro
real y medio, vulg.
rjál
médjo.
los casos el
ralas;
en que se encuentran juntas
las
vo-
elemento que se cierra y abrevia al producomo en las combinaciones iu, ui,
cirse la sinéresis es, el
que va en primer lugar: hiato
sinére^s
empeorar
em-pe-o-rár
empao-rár
teólogo
te-ó-lo-go
taó-lo-go
ní-bao
niveo
ní-be-o
incoherente
iq-koeré^ta
ir)-kce-ré9ta
cohete
ko-é-ta
koé-ta
^
* El habla popular hace ea muchos de estos casos ea'^jSf oa'^vfa: teatro -^játro, pasear-pas'jkr, Joaqutn-XYí&Vxa., pedazopjáOc, tddavta-tvf&h\di^ etc. La evolución de ea ja, con j más a menos cerrada, se da también abundantemente en América hasta en la pronunciación de las personas cultas.
>
*
Vulg. /¿¿7;-pjór, empeorar- exívpiorkT, cohete-kwét^.
:
Sinalefa
§ 69
Detrás de
e)
la a, las
vocales
69 e, o,
se abrevian
y
re-
lajan también,
pero conservan su propio timbre más claramente que en los casos anteriores, pronunciándose,
dentro de su brevedad, con matiz más o menos
abierto o cerrado, según las
hacen variar
el
sonido de
las
mismas circunstancias que vocales
e,
Hato
o,
ordinarias
sinéresis
traerán
tra-e rán
caen
ká-en
káen
Israel
ia-ra.41
Íi-rá?l
trae-rán
ahogado
a-o-grá-do
ao-gá-dc
ahora
a 9-ra
áo-rB
extraordinario
e?-tra pr-di -ná-rjo
e§-tra9r-di-ná rjc
Bilbao
bil-bá-o
bil-báo
Sinalefa.
69.
1
— El encuentro de vocales que resulta
del contacto de las palabras en la frase da también
lugar a casos de hiato o contracción análogos a los in-
dicados en
el
§ 68. Al grupo de vocales formado por
el
y pronunciado en una sola sílanombre de sinal efa. Dentro de la pala-
enlace de las palabras
ba se
le
da
el
bra nunca se juntan más de tres vocales en una
sílaba.
Del enlace de unas palabras con otras resultan frecuentemente grupos vocálicos hasta de cinco o tos.
seis
elemen-
Las circunstancias en que se produce o deja de
producirse la sinalefa se explican en los §§ 136-143. *
Vulg. traerán-\.x^\Tkxi, caen-kkin.
En
extraordinario
la
ve-
y la abertura de la o dan lugar a que dicha palabra se oiga con frecuencia con reducción de las dos voca-
larización
de
la
í2
un solo sonido, entre a y 9. En Bilbao, bacalao, etc., la o en sinéresis, en pronunciación vulgar es normalmente cerrada, con tendencia a u más o menos abierta; en algunas
les a
final,
regiones se oye en realidad una u: bílbáu, bak^láu.
Sinalefa.
70
Cuando dos o más vocales en una sola
sílaba, su enlace,
diptongos, triptongos
y
§ 69
diferentes se pronuncian
como
se ha visto en los
sinéresis, se convierte
en una
íntima compenetración en que cada sonido, sin dejar
de distinguirse de
los
demás, se modifica más o menos,
perdiendo algo de su propio carácter. Las vocales que
más pierden son
las
de menor perceptibilidad. En
igualdad de circunstancias respecto
más
al
acento,
la
vocal
que mejor conserva su cantidad y su timbre, constituyendo en el grupo silábico el elemento predominante. Las principales modificaciones que las vocales experimentan al contraerse en sinalefa son las mismas que se han indicado con relación a la sinéresis. La i y la it abierta o perceptible es la
se reducen a semiconsonantes o semivocales, según se
hallen respectivamente vocálico.
La
é'
y
la
¿?
al
principio o
se abrevian
y
al fin
del grupo
relajan, inclinándose
tipo cerrado o al abierto, según la influencia de los
al
sonidos vecinos y según también su posición en
grupo. La vocal menos variable es signifique
punto por
que no
se deje
las otras,
La reunión de
y
asimismo
la
¿z,
sin
influir hasta cierto
en especial por las velares
las vocales
el
que esto