Dilema Etico, Se Debe Decir Una Mentira (2)

Dilema Ético No cabe duda de que usted habrá enfrentado ya muchos dilemas éticos en su carrera educativa y de trabajo. S

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Dilema Ético No cabe duda de que usted habrá enfrentado ya muchos dilemas éticos en su carrera educativa y de trabajo. Saber qué hacer es difícil. Sin embargo, si aún no lo ha hecho, éste es el mejor momento para establecer una regla o serie de reglas contra las cuales medir lo “correcto” o “incorrecto” de sus decisiones y acciones. Puede tratarse sencillamente de una aproximación al lema “no hagas a los demás lo que no quieras para ti”. O podría tratarse de una pregunta o serie de preguntas que siempre se plantean, como: “¿qué sentiría al explicar a mis padres o hijos lo que acabo de hacer?, ¿cómo me sentiría si la acción que acabo de realizar apareciera detalladamente en la primera plana del periódico local?, ¿he evitado hasta el asomo de un conflicto de intereses en mi decisión?, ¿perjudica mi acción a alguien, física o emocionalmente?, ¿infringe mi acción la libertad o los derechos constitucionales de otros? Como consideramos que los problemas éticos y la forma de tratarlos son importantes, empezamos por la pregunta: “¿es un error decir una mentira?” Mintzberg descubrió que los gerentes desempeñan una serie de papeles, uno de los cuales es actuar como portavoz. En este papel específico, un gerente transmite información a personas fuera de la organización. Ocasionalmente, los hechos que el gerente debe comunicar y explicar no son muy halagüeños para la empresa. Esto presenta el dilema de si es ético o no decir una mentira. Veamos un caso específico: Una alta gerente de finanzas revisa el desempeño financiero de la organización durante el año anterior en la reunión anual de accionistas. Las noticias son malas. Las ventas cayeron un 30 y las utilidades un 50 por ciento respectivamente. Uno de los accionistas pide la palabra y pregunta a la gerente: “¿Qué ocasionó esta grave disminución y, ya ha sido corregida?” La gerente sabe que el motivo principal de las caídas en ventas y utilidades fueron una serie de malas decisiones tomadas por la dirección general a lo largo de los últimos años, pero también sabe que esto no es lo que sus compañeros gerentes quieren que diga. No obstante, en lo personal cree que la caída todavía no termina, aun cuando reconoce que esto no es lo que los accionistas quieren oír. Preguntas: 1. ¿Debe mentir la gerente? 2. ¿Mentir siempre es malo o resulta aceptable en ciertas circunstancias? ¿Cuáles, si las hubieras, serían esas circunstancias? 3. ¿Qué opina usted? ¿Qué haría usted si estuviera en el lugar de esta gerente?

1. La gerente no debe mentir, hacerlo se traduciría en mayores problemas para consigo misma y para la empresa. 2. Mentir siempre es malo y no resulta aceptable bajo ninguna circunstancia. Una persona mentirosa no sólo engaña a los demás, sino que en primera instancia se engaña a sí misma. No hay pretexto o excusa que sirva para validar una mentira, jamás se puede justificar una mentira. El peor de los escenarios en cuanto a mentiras se refiere es cuando aparecen aquellas personas que defienden a capa y espada a las famosas “mentiras piadosas”, también conocidas como “mentiras blancas”. La verdad es única y absoluta. Se dice que entre dos personas en conflicto siempre hay tres (3) versiones: 1. Lo que dice una, 2. Lo que dice la otra, 3. La verdad (la realidad de los hechos). La verdad, por más difícil de reconocer que ésta sea, siempre será la verdad. Quien dice la verdad ha de ser buena persona. Andar por la vida con la verdad siempre por delante denota sinceridad, honradez y pureza en una persona. Son estas personas en las que uno puede depositar su confianza a plenitud. No existen circunstancias que justifiquen mentir en la empresa. Tal y como mencionaba anteriormente, mentir traería consigo mayores problemas a los ya existentes. Suponiendo que la gerente de finanzas oculta los resultados de las ventas y utilidades, la misma estaría cometiendo una falta ética. ¿Por qué? Importantes aspectos de la empresa, tales como la confianza y la integridad, se verían afectados negativamente por la incorrecta acción de la gerente de finanzas. En otras palabras, el incorrecto proceder de la gerente de finanzas (en este caso) así como de cualquier otro colaborador de la empresa, va

dejando precedentes negativos en el camino y afectando la imagen que la empresa como tal proyecta internamente y externamente al mercado. 3. Si estuviera en el lugar de la gerente de finanzas les mostraría los resultados reales a los accionistas independientemente de la reacción que puedan tener. En lugar de darle vueltas al asunto, les haría conocer con lujo de detalle la problemática actual de la empresa, de manera tal que en conjunto pensemos en soluciones inmediatas y planes de acción a corto y mediano plazo para evitar registrar nuevamente tan bajos niveles de ventas y de utilidades. Los resultados de las actividades comerciales de un negocio se pueden “maquillar”, se le puede pintar todo de color rosa a los accionistas y a los directivos, pero no hay nada que se le escape a la contabilidad y al final del camino todo lo bueno y malo se sabrá. Es obligación de la empresa que el resultado de sus operaciones se refleje en sus estados financieros. Todo se resume en que la verdad siempre sale a la luz. Ocultar la verdad sólo posterga un eventual problema de mayor magnitud. Por consiguiente, lo mejor es optar por expresar las cosas como son, sin omitir ni inventar detalles, simplemente tal cual.