Desarrollo Sostenible y Educacion Para La Paz

DESARROLLO SOSTENIBLE Y EDUCACION PARA LA PAZ Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer

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DESARROLLO SOSTENIBLE Y EDUCACION PARA LA PAZ Se llama desarrollo sostenible aquél desarrollo que es capaz de satisfacer las necesidades actuales sin comprometer los recursos y posibilidades de las futuras generaciones. Intuitivamente una actividad sostenible es aquélla que se puede mantener. Por ejemplo, cortar árboles de un bosque asegurando la repoblación es una actividad sostenible. Por contra, consumir petróleo no es sostenible con los conocimientos actuales, ya que no se conoce ningún sistema para crear petróleo a partir de la biomasa. Hoy sabemos que una buena parte de las actividades humanas no son sostenibles a medio y largo plazo tal y como hoy están planteadas. El sistema económico basado en la máxima producción, el consumo, la explotación ilimitada de recursos y el beneficio como único criterio de la buena marcha económica es insostenible. Un planeta limitado no puede suministrar indefinidamente los recursos que esta explotación exigiría. Por esto se ha impuesto la idea de que hay que ir a un desarrollo real, que permita la mejora de las condiciones de vida, pero compatible con una explotación racional del planeta que cuide el ambiente. El ámbito del desarrollo sostenible puede dividirse conceptualmente en tres partes: ecológico, económico y social. Se considera el aspecto social por la relación entre el bienestar social con el medio ambiente y la bonanza económica. El triple resultado es un conjunto de indicadores de desempeño de una organización en las tres áreas. Deben satisfacerse las necesidades de la sociedad como alimentación, ropa, vivienda y trabajo, pues si la pobreza es habitual, el mundo estará encaminado a catástrofes de varios tipos, incluidas las ecológicas. Asimismo, el desarrollo y el bienestar social, están limitados por el nivel tecnológico, los recursos del medio ambiente y la capacidad del medio ambiente para absorber los efectos de la actividad humana. Ante esta situación, se plantea la posibilidad de mejorar la tecnología y la organización social de forma que el medio ambiente pueda recuperarse al mismo ritmo que es afectado por la actividad humana. La más conocida definición de Desarrollo sostenible es la de la Comisión Mundial sobre Ambiente y Desarrollo (Comisión Brundtland) que en 1987 definió Desarrollo Sostenible como: "el desarrollo que asegura las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para enfrentarse a sus propias necesidades".

Características de un desarrollo sostenible. Las características que debe reunir un desarrollo para que lo podamos considerar sostenible son:        

Busca la manera de que la actividad económica mantenga o mejore el sistema ambiental. Asegura que la actividad económica mejore la calidad de vida de todos, no sólo de unos pocos selectos. Usa los recursos eficientemente. Promueve el máximo de reciclaje y reutilización. Pone su confianza en el desarrollo e implantación de tecnologías limpias. Restaura los ecosistemas dañados. Promueve la autosuficiencia regional Reconoce la importancia de la naturaleza para el bienestar humano.

Un desarrollo económico y social respetuoso con el medio ambiente El objetivo del desarrollo sostenible es definir proyectos viables y reconciliar los aspectos económico, social, y ambiental de las actividades humanas; "tres pilares" que deben tenerse en cuenta por parte de las comunidades, tanto empresas como personas:  



Sostenibilidad económica: se da cuando la actividad que se mueve hacia la sostenibilidad ambiental y social es financieramente posible y rentable. Sostenibilidad social: basada en el mantenimiento de la cohesión social y de su habilidad para trabajar en la persecución de objetivos comunes. Supondría, tomando el ejemplo de una empresa, tener en cuenta las consecuencias sociales de la actividad de la misma en todos los niveles: los trabajadores (condiciones de trabajo, nivel salarial, etc.), los proveedores, los clientes, las comunidades locales y la sociedad en general. Sostenibilidad ambiental: compatibilidad entre la actividad considerada y la preservación de la biodiversidad y de los ecosistemas, evitando la degradación de las funciones fuente y sumidero. Incluye un análisis de los impactos derivados de la actividad considerada en términos de flujos, consumo de recursos difícil o lentamente renovables, así como en términos de generación de residuos y emisiones. Este último pilar es necesario para que los otros dos sean estables.

Justificación del desarrollo sostenible La justificación del desarrollo sostenible proviene tanto del hecho de tener unos recursos naturales limitados (nutrientes en el suelo, agua potable, minerales, etc.), susceptibles de agotarse, como del hecho de que una creciente actividad económica sin más criterio que el económico produce, tanto a escala local como

planetaria, graves problemas medioambientales que pueden llegar a ser irreversibles. Condiciones para el desarrollo sostenible Los límites de los recursos naturales sugieren tres reglas básicas en relación con los ritmos de desarrollo sostenibles. 1. Ningún recurso renovable deberá utilizarse a un ritmo superior al de su generación. 2. Ningún contaminante deberá producirse a un ritmo superior al que pueda ser reciclado, neutralizado o absorbido por el medio ambiente. 3. Ningún recurso no renovable deberá aprovecharse a mayor velocidad de la necesaria para sustituirlo por un recurso renovable utilizado de manera sostenible. Según algunos autores, estas tres reglas están forzosamente supeditadas a la inexistencia de un crecimiento demográfico. Para conseguir un desarrollo sostenible: Un cambio de mentalidad En la mentalidad humana está firmemente asentada una visión de las relaciones entre el hombre y la naturaleza que lleva a pensar que:   

Los hombres civilizados estamos fuera de la naturaleza y que no nos afectan sus leyes. El éxito de la humanidad se basa en el control y el dominio de la naturaleza. La Tierra tiene una ilimitada cantidad de recursos a disposición de los humanos.

Estos planteamientos se encuentran firmemente asentados en el hombre, especialmente en la cultura occidental que, desde hace unos cuatro siglos, ha visto el éxito de una forma de pensar técnica y centrada en el dominio de la naturaleza por el hombre. El punto de vista del desarrollo sostenible pone el énfasis en que debemos plantear nuestras actividades "dentro" de un sistema natural que tiene sus leyes. Debemos usar los recursos sin trastocar los mecanismos básicos del funcionamiento de la naturaleza. Un cambio de mentalidad es lento y difícil. Requiere afianzar unos nuevos valores. Para hacerlo son de especial importancia los programas educativos y divulgativos. Tiene mucho interés dar a conocer ejemplos de actuaciones sostenibles, promover declaraciones públicas y compromisos políticos, desarrollar programas que se propongan fomentar este tipo de desarrollo.

Aprender a vivir juntos es una necesidad humana en toda época, pero, en nuestros días, es una cuestión que ocupa un primer plano. Desde una visión amplia de paz, hablar de educación para la paz es hablar de educación para una convivencia pacífica, de educación para la tolerancia y el diálogo, para la no-violencia; de educación para el desarme, para el desarrollo sostenible; de educación en derechos humanos. Para hacer más gráficos estos conceptos, valdría comparar la educación para la paz con un diamante y cada una de sus aristas serían: la Tolerancia, la No violencia, el Desarrollo Sostenible… estas facetas constituirían también las ramas de un árbol, cuyo tronco es la paz. De acuerdo con Antonio Sánchez y Alfonso Fernández, cabe agrupar todas esas facetas de la Educación para la Paz en tres dimensiones básicas:   

Dimensión personal o relación del hombre consigo mismo y con los demás. Dimensión social o relación inter e intra grupos, instituciones, pueblos, Estados. Dimensión ambiental-natural, o relación armónica del hombre con la naturaleza.

Pedro Ortega y Ramón Mínguez relacionan la Educación para la Paz con "el desarrollo en los educandos de la capacidad para un diálogo intercultural, la defensa del medioambiente, la responsabilidad y la solidaridad compasiva". También consideran que la Educación para la Paz gira, esencialmente, en torno a tres núcleos temáticos:   

Tolerancia y acogida al diferente. Justicia y solidaridad. Respeto al medio ambiente.

La tolerancia En relación con el concepto de tolerancia, el polémico profesor de Harvard, Samuel Huntington, de alguna manera se anticipó al 11 de septiembre de 2001. En su obra El Choque de Civilizaciones (1996), planteó un futuro de conflictos inspirados no tanto por ideología, nacionalismo o lucha de clases, sino por cuestiones culturales. De ahí la importancia de educar en valores de tolerancia y respeto. La justicia y la solidaridad Al tomar contacto con los conceptos de justicia y solidaridad, vemos que la diversidad cultural es un arma de doble filo. Puede servir lo mismo de puente que une, que de espada que separe. Une cuando se buscan las similitudes.

Separa cuando se acentúan las diferencias, situándose un grupo por encima de los otros. Este riesgo aumenta si va acompañado de diferencias económicas. La notable desigualdad del nivel de vida en el mundo es puesta en evidencia a diario por los medios de comunicación. De ahí, el deseo de poseer los bienes que otros pueblos poseen. Un eslogan popular denominó este fenómeno con el nombre de “revolución de las esperanzas crecientes” (traducción de "the revolution of rising expectations", a la que alude Otto de Habsburgo en "Nuestro mundo en marcha" ). Aquí es donde entra en escena nuestra Educación para la Convivencia y la Paz, que debe acompañarse de un cambio de mentalidad. No podemos hablar de paz si no aspiramos a unas relaciones justas entre Norte y Sur. Pero tampoco basta una estricta justicia. La convivencia debe asentarse en la "gratuidad y solidaridad compasiva", como señalan Ortega y Mínguez. El respeto al medio ambiente En cuanto al respeto al medio ambiente, Ortega y Mínguez lo entienden como un deber moral: "Educar para hacerse cargo de nuestro planeta exige algo más que conocimientos científicos y técnicos. Exige, ante todo, talante moral". Educar para la paz es hacerlo para un desarrollo sostenible. Este término, tan usado en los últimos años, se refiere a un uso racional de los recursos del planeta, asegurando el desarrollo de las generaciones futuras. La educación, camino hacia la paz Muchas veces, cuando hablamos de educación, empezamos por el cómo o por el cuánto, o quién, o a quién, o dónde… Y nos olvidamos de que lo importante es educación para qué. Pues precisamente para hacer ciudadanos del mundo, ciudadanos que sepan vivir en la aldea global y sepan (sobre todo los que tenemos la suerte de vivir en el barrio más próspero de esta aldea global) acordarse de los que viven en barrios miserables, a menudo en condiciones infrahumanas. Estrategias para crear una cultura de paz Educar para la paz supone enseñar y aprender a resolver los conflictos. El conflicto está presente de forma permanente en nuestra sociedad como manifestación de la diversidad de intereses y cosmovisiones. Los conflictos que suelen tener diversidad de causas y argumentaciones: territoriales, culturales, económicas, socio laborales, etc.., tradicionalmente se resuelven mediante el uso de la fuerza y mediante la imposición de la voluntad del más fuerte. No hay soluciones mágicas pero hay mecanismos para resolver los conflictos de forma diferente y que forma parte de la cultura de la paz:

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Eliminación de los factores socioeconómicos que pueden generarlo. Desarrollo de una justicia nacional e internacional Previsión del conflicto mediante la observación y política e intervenir para redimensionarlo. Control y autocontrol de la agresividad. Diálogo, negociación o mediación sin que obligatoriamente haya de haber vencedores y vencidos. Estrategias y técnicas didácticas para educar en el aula.



Educar para la paz es una forma particular de educar en valores. Cuando educamos, consciente o inconscientemente estamos transmitiendo una escala de valores. Educar conscientemente para la paz supone ayudar a construir unos valores y actitudes determinados tales como la justicia, libertad, cooperación, respeto, solidaridad, la actitud crítica, el compromiso, la autonomía, el dialogo, la participación. Al mismo tiempo se cuestionan los valores que son contrarios a la paz como la discriminación, la intolerancia, la violencia, el etnocentrismo, la indiferencia, el conformismo. Así la construcción de una cultura de la paz fundamentada en los valores anteriores quiere decir que debe haber un compromiso social desde todas las esferas generando políticas e intervenciones que los refuercen.



Educar para la paz es una educación desde y para la acción. No se trata de educar para inhibir la iniciativa y el interés sino para encauzar la actividad y el espíritu combativo hacia la consecución de resultados útiles a la sociedad. Se trata de participar en la construcción de la paz.



Educar para la paz es un proceso permanente y por tanto esto se ha de recoger en los proyectos educativos. Esto también ha de quedar recogido en los programas o intenciones de los agentes educativos no formales tal como medios de comunicación, organismos no gubernamentales, administraciones locales, etc..



Educar para la paz supone recuperar la idea de paz positiva. Esto implica construir y potenciar en el proceso de aprendizaje unas relaciones fundamentadas en la paz entre los alumnos-padres-profesores; entre ciudadano y poder. De ello se deriva la necesidad de afrontar los conflictos que se den en la vida del centro y en la sociedad de forma no violenta.



Educar para la paz desde el curriculum escolar implica darle una dimensión transversal de forma que afecte a todos los contenidos de todas las áreas o disciplinas que se estudian pero también a la metodología y organización del centro. Esta habrá de establecer los mecanismos que la favorezcan.



Finalmente podemos decir que metodológicamente se debería intervenir desde los diferentes ámbitos de influencia (escuela, medios de comunicación, ONG, movimientos asociativos, familias, etc..) para : o Proporcionar situaciones que favorezcan la autoestima como base importante de las relaciones personales y sociales. o Proporcionar situaciones que favorezcan la comunicación y convivencia con el interior y el exterior de los contextos. o Participar en celebraciones y actos relacionados con la paz y solidaridad. o Crear climas democráticos en las aulas, centros y otros contextos de relación. o Fomentar la reflexión, el intercambio de opiniones y la argumentación como defensa. o Fomentar la comprensión de los puntos de vista de los compañeros o Consensuar y difundir las normas de convivencia. o Fomentar el trabajo en grupo y los proyectos colectivos. o Utilizar técnicas de reflexión y desarrollo moral: debates sobre experiencias, clarificación de valores, discusión de dilemas, resolución de conflictos, dramatizaciones, juegos de simulación, etc...