Denis Tourney

Denis Tourney “Creo que tengo lo que tiene mi hijo”. Denis Tourney era un hombre casado de 37 años de edad que trabajaba

Views 392 Downloads 2 File size 39KB

Report DMCA / Copyright

DOWNLOAD FILE

Recommend stories

Citation preview

Denis Tourney “Creo que tengo lo que tiene mi hijo”. Denis Tourney era un hombre casado de 37 años de edad que trabajaba como químico investigador. Durante toda su vida, Denis había tenido problemas para concentrar su atención en cualquier tarea que tuviera a la mano. Debido a que era brillante y agradable, había sido capaz de sobreponerse a esta limitante y había tenido éxito en su empleo en un laboratorio farmacéutico importante. Una noche en casa, la semana previa a su cita, Denis había estado trabajando en los planes para una nueva síntesis química. Su esposa e hijos se encontraban en la cama y todo estaba silencioso, pero él había estado teniendo de manera inusual muchas dificultades para mantenerse concentrado en su trabajo. Todo parecía distraerlo: el sonido del reloj, el gato saltando sobre la mesa. Además, su cabeza había empezado a dolerle, así es que tomó lo que pensaba que eran dos tabletas de aspirina y se las pasó con un vaso de leche. “Lo que pasó después pareció magia”, le dijo al clínico. “Fue como si alguien hubiera canalizado mis ondas cerebrales a través de un embudo y las hubiera dejado escurrir sobre el documento en el que estaba trabajando. En media hora había eliminado todos los estímulos, excepto mi trabajo. En dos horas terminé lo que de ordinario me habría tomado un día o más. Entonces, empecé a sospechar y fui a ver el frasco de medicamentos. Me había tomado dos de las tabletas que le prescribieron el mes pasado a Randy”. El hijo de Denis tenía 8 años, y hasta un mes antes había sido considerado el terror del segundo grado. Sin embargo, después de cuatro semanas con metilfenidato, parecía menos impulsivo, sus calificaciones habían mejorado y se había convertido “casi en un encanto”. Por años, Denis había sospechado que posiblemente él mismo pudo haber sido hiperactivo durante la niñez. Al igual que Randy, durante los primeros años de la primaria había sido incapaz de permanecer sentado en su asiento: se levantaba de un salto para utilizar el sacapuntas o ver a una ambulancia pasar. Una vez, su maestra envió una nota a su casa quejándose de que hablaba de manera constante y de que “se retorcía como un insecto en el asador”. Parte de la mitología familiar refería que él había “gateado a los 8 meses, y corrido a los 10 meses”. En el interrogatorio, Denis admitió que cuando era niño siempre estaba en movimiento y le era difícil esperar su turno para cualquier cosa (“Sentía como si me fuera a salir de mi piel en ese instante”). Era olvidadizo casi hasta la estupidez. “Aún lo soy. En realidad, no puedo recordar mucho más en relación con mi capacidad de prestar atención cuando era un niño, eso fue hace demasiado tiempo”, dijo. “Pero, en general, tengo la impresión de que no escuchaba con demasiado cuidado, justo como ahora. Excepto cuando tomé esas dos pastillas por error”. El resto de la evaluación de Denis no reveló datos extraordinarios. Su salud física era excelente y no tenía otros problemas de salud mental. Excepto por cierta inquietud mientras permanecía en su asiento, su aspecto no era peculiar. Su

expresión oral y afecto eran del todo normales, y logró una calificación perfecta en el Mini-Mental State Exam. Denis nació en Ceilán, donde sus progenitores trabajaban como diplomáticos de carrera en el servicio exterior. Pronto, su padre cavó su propia tumba con alcohol, pero no antes de divorciarse de su madre, cuando su único hijo tenía entre 7 y 8 años. Puesto que le preocupaba, Denis recordaba claramente su última discusión importante. Su madre había suplicado que se valoraran los problemas de Denis, pero su padre había golpeado con el puño y jurado que ningún hijo suyo iba “a ver a un maldito loquero”. No mucho tiempo después, sus progenitores se separaron. Denis creía haber aprendido mucho del ejemplo de su padre: no bebía, nunca había probado las drogas, nunca discutía con su esposa y había aceptado con rapidez su sugerencia de llevar a Randy a una valoración. “Uno siempre sueña que sus hijos tendrán lo que uno no tuvo”, dijo. “En nuestro caso, es el Ritalin”.