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Demente en el siglo XXI

Es normal que, como seres humanos que poseemos un amplio rango de emociones, tengamos algunos periodos de tristeza o de inestabilidad emocional a lo largo de nuestra vida. Sin embargo, no necesariamente significa que nuestra inestabilidad se deba a una enfermedad mental. Las enfermedades mentales, como la Depresión, el TOC o el TLP pueden surgir por un desbalance químico de los neurotransmisores o por herencia, entre otras razones y son problemas de salud reales que afectan seriamente a quienes lo padecen. No obstante, gran parte de la población disminuye su importancia o tienden a invalidarlas.

Es de aquí de donde surgen problemas como la estigmatización y la romantización. La estigmatización consiste en cualquier idea negativa creada por los prejuicios de la gente y son un gran impedimento ante la recuperación de las personas que sufren de enfermedades mentales. Esto se debe a que dificultan la integración, las oportunidades laborales y las relaciones personales de más de 10 millones de personas. ¿Creen que soy extraña porque miro cualquier otra cosa a la distancia? ¿Ya dije eso? Entonces empecé a cancelar salidas y oportunidades de viaje para quedarme en la seguridad y familiaridad de mi hogar. (Dodie Clark, 2017, pág. 51) La estigmatización produce que los pacientes tarden mucho más tiempo en lograr aceptar su condición y buscar ayuda, les trae vergüenza e inseguridad al hablar acerca de su experiencia, los hace aislarse del resto. Ya que, temen ser tachados de débiles, exagerados o

incluso, peligrosos, a que invaliden su padecimiento porque no lo pueden ver a simple vista. Cosas como evitar a tu vecino el “raro” u otorgarles trabajos de poca responsabilidad. Cabe mencionar el gran efecto que tiene la mala representación de las enfermedades mentales en los medios de comunicación, pues esta fortalece la errónea imagen que poseen e influencian a las masas.

Y es precisamente por los medios de comunicación y redes sociales en donde nace la idealización, más conocida como romantización. Esta es dirigida mucho más a la juventud, ya que, estas plataformas afectan a este grupo de manera directa por su constante contacto. La preadolescencia y la adolescencia son etapas difíciles, no solo por los cambios físicos y hormonales que afectan al cerebro de formas muy específicas, sino porque son etapas en las que los chicos pueden ser moldeados de forma muy fácil. (Sepúlveda, 2019) Grandes empresas se aprovechan del público juvenil y de la popularidad que en la actualidad posee la romantización de las enfermedades mentales. Romantizar es convertir una situación en algo increíble, algo de moda, que denota originalidad. Plataformas online, como Netflix, o marcas de ropa importantes han, por supuesto tomado lugar en este problema. Porque eso es lo que es y al igual que a estigmatización perjudica la recuperación de la gente que las pertenece, mostrando una aparente fragilidad romántica y “bella”. Una de cada cuatro personas puede comprobar que no lo es, que es horrible y agotador.

“Aquí no hay arte, no hay ningún trasfondo ni una broma sutil que no hemos acabado de entender. Son solo compañías tratando de ganar dinero convirtiendo en un accesorio de moda algo que debería tratarse con respeto.” (Morgue, 2016). Entonces ¿qué podemos hacer nosotros al respecto? Para comenzar, debemos mencionar que la estigmatización y la romantización son problemas sociales altamente radicalizados. Es debido a esto que se trata de un proceso largo y complejo. Sin embargo, hay pequeños pasos que, como individuos, podemos realizar. Por ejemplo, actualmente vivimos en una era tecnológica, en la que tenemos acceso rápido y fácil a increíbles cantidades y fuentes de información, es decir, que es nuestra responsabilidad el educarnos. Ya sea ver un video sobre el Trastorno Obsesivo Compulsivo o leer la biografía de un artista que sufra de Bipolaridad 1. Si poco a poco vamos cambiando nuestra perspectiva y erradicamos nuestros prejuicios, lo que consumimos (películas, series, ropa) tendrán que cambiar con nosotros, puesto que las marcas y corporaciones están para complacer a sus clientes.

Para finalizar, debemos tomar en cuenta que solucionar el problema no significa dejar estos temas en tabú, sino aprender a tratarlos correctamente y brindarles la seriedad que merecen. Porque ninguna persona decente dejaría que alguien tome a la ligera una enfermedad física. La estigmatización puede afectarle a cualquiera, sea cual sea su situación. Así como la romantización, pues no se sabe hasta que límite llega alguien por querer ser similar a lo que

ve en la pantalla de su laptop. La posibilidad de cambiar esta realidad está en nuestras manos, es hora de tomarla. Referencias: 

Clark, D. (2017) Secrets of the Mad, Nueva York, Estados Unidos: Keywords



Sepúlveda, A. P (2019) Romantizar las Enfermedades Mentales: la estrategia de consumo dirigida a jóvenes. Vagabunda Mx. México. Recuperado de http://www.vagabunda.mx/romantizar-las-enfermedades-mentales-la-estrategia-de-consumodirigida-a-jovenes/