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Universidad Mariano Galvez de Guatemala Sede San Juan Sacatepequez Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales Seccion “A”

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Universidad Mariano Galvez de Guatemala Sede San Juan Sacatepequez Facultad de Ciencias Juridicas y Sociales Seccion “A” Lenguaje

Debate

Lisbeth Jasmin Boror Canel Bernarda María Meléndez Gálvez Jorge Humberto Morán Chen Idania Yasmin Pérez Anderson Gabriela Stephania Herrera Gonzales

Índice Contenido Indice ................................................................................ Error! Bookmark not defined. INTRODUCCION ................................................................................................................. II DEBATE ................................................................................................................................ 3 HISTORIA DEL DEBATE .................................................................................................... 4 CARACTERÍSTICAS DEL DEBATE .................................................................................. 7 ANTECEDENTES DEL DEBATE...................................... Error! Bookmark not defined. TIPOS DE DEBATE .............................................................................................................. 8 PARTICIPANTES DE UN DEBATE .................................................................................... 9 ELEMENTOS ESENCIALES DE UN DEBATE................................................................ 10 1- La proposición ......................................................................................................... 10 2- Las partes ................................................................................................................. 10 3- Los discursos ........................................................................................................... 10 4- El juez....................................................................................................................... 10 5- La decisión ............................................................................................................... 11 CONCLUSIONES ................................................................................................................ 12 RECOMENDACIONES…………………………………………………………………...14 ANEXOS .............................................................................................................................. 15 EGRAFIA ............................................................................................................................. 16

I

INTRODUCCION

El propósito del presente trabajo es dar a conocer la estructura del debate y la importancia que obtiene en el ámbito social.

Obteniendo un panorama desde su origen y como fue desarrollándose hasta la actualidad. Así mismo es importante destacar que existen varios tipos de debates y las características que cada una posee y quienes participan en ello.

Posteriormente encontraremos los elementos esenciales, las ventajas y desventajas que en el mismo influyen.

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DEBATE Un debate es una herramienta comunicativa importantísima para las democracias actuales y en pequeña escala para nuestro día a día; y es que gracias a esta herramienta, podemos obtener varias opiniones acerca de un mismo tema. Su finalidad, aunque no es la de convencer, sí es la de poner en el conocimiento de todos las opciones u opiniones con las que se cuentan, por tanto, es una herramienta de lo más enriquecedora para la sociedad, que deja a un lado aquello de que alguien posee la verdad absoluta; y es que hay veces que esa verdad se conforma de la opinión diferentes de varias personas.

Si bien en su origen y en determinados momentos los debates son instrumentos incluso pedagógicos mediante los cuales podremos conocer y aprender un poco más, lo cierto es que con el tiempo, estos debates se han visto como una forma de hundir al contrario y ridiculizarlo ante un público masivo. Es evidente que esta segunda opción de debate desvirtúa por completo la primera; y es que hay muchas formas de debatir, algunas con más respeto que otras.

Debatir bien no implica dejar a la persona con opiniones contrarias por los suelos. Un buen debate debería basarse únicamente de argumentos que puedan exponer razones y motivos por los que se piensa de determinada forma. Desgraciadamente muchas personas, como algunos políticos actuales o tertulianos de los debates políticos más actuales, se empeñan en utilizar esta herramienta para hacer daño, sin darse cuenta de que es mucho más poderosa que todo eso.

Un buen debate puede ser interesante para ponernos de acuerdo en temas importantes. Podemos debatir, por ejemplo, sobre quién es la persona más idónea para representarnos de cara a nuestros superiores. Podemos debatir además qué queremos transmitir a nuestros superiores o incluso debatir quienes queremos que nos gobiernen o si su trabajo está siendo el esperado.

Un debate puede poner de manifiesto lo que opina todo un pueblo, por lo que es una herramienta que un gobierno debe tener presente siempre. A través de estos debates ciudadanos es posible observar el descontento general de la sociedad, intentando averiguar en qué se está fallando y cómo se podría mejorar.

Además, el debate también puede introducirse en nuestro día a día, en momentos que tienen que ver más con nuestra vida privada. Así, en un núcleo familiar se puede debatir a que escuela irán nuestros hijos, cuáles serán nuestras próximas vacaciones o cómo debemos invertir nuestros ahorros. Como observamos, estos debates están cargados de argumentos, que si bien es cierto en principio sólo son expositivos, finalmente y de forma velada buscarán convencer o acercar posturas con los contrarios, pero como decíamos.

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HISTORIA DEL DEBATE En los últimos años se ha considerado que la Historia como ciencia está sufriendo una crisis interna en todos sus ámbitos. Ello se debe en buena medida a la crisis de las grandes escuelas historiográficas a finales del siglo XX, sobre todo la Escuela de Annales y el materialismo histórico. El objeto de esta comunicación es, por tanto, poner de manifiesto la importancia de la existencia de escuelas historiográficas para el buen estado de salud de nuestra disciplina y para el buen quehacer del historiador. Por ello, en un momento en que el desinterés por los grandes paradigmas historiográficos está a la orden del día, la tarea de grupos de historiadores como “Historia a Debate” es fundamental, sobre todo porque constituye un lugar común de reunión y debate permanente y un centro de difusión que contribuye al permanente rejuvenecimiento de la Historia. En este sentido, se pretenden establecer una serie de conclusiones a la luz del recientemente celebrado IV Congreso Internacional Historia a Debate y lo que puede proporcionar a las jóvenes generaciones de historiadores.

El formato Karl Popper, basado en el filósofo del mismo nombre, es la forma de debate más clásico y generalmente el primero en aprender. Se basa en una contienda de dos puntos de vista argumentados: "afirmativo" y "negativo" sobre un tema polémico. El equipo afirmativo ofrece argumentos en apoyo a la propuesta, y una postura negativa discute contra ella. Se espera que ambos equipos respondan el uno al otro los argumentos, dando lugar a un intercambio de ideas a partir de la investigación neutral, que cada grupo hizo antes del debate. Por lo anterior, este formato suele necesitar respaldos y garantías empíricas en sus argumentaciones. Este formato puede dividirse en diez partes, seis de ellas consisten en discursos sin interrupción y las otras cuatro partes consisten en preguntas entre dos o más personas oradores, uno de cada equipo. Además, ambos bandos cuentan con una determinada cantidad de tiempo que pueden solicitar durante el transcurso del debate a fin de preparar su estrategia de equipo y coordinar las argumentaciones o refutaciones. Dicho tiempo, comúnmente no excede los ocho minutos y cada equipo puede solicitarlo por fracciones

El arte del debate no es nuevo. Se remonta a las civilizaciones más antiguas. Tal es el caso de los intercambios que se daban entre los científicos chinos en la era de la dinastía Chou (1122-255 a.C.). También es bien conocida la tradición de debate oral (Veda) en los pueblos en la India, así como en Arabia y, por supuesto, el Talmud de los judíos.

La cuna griega El arte del debate como competición de argumentos que conocemos en la cultura de Occidente tiene su cuna en la antigua Atenas. 4

Según diversas fuentes, en el siglo V a.C, Protágoras de Abdera fue el primer maestro en el arte del convencer. Era la época de los sofistas, profesores ambulantes que sostenían que las verdades no eran mejores ni peores, sino mejor argumentadas. Según este punto de vista, tener razón objetivamente es imposible y sólo se puede tender a lograr la razón a partir del desarrollo de argumentos del más alto nivel posible.

Sócrates, por su parte, practicaba la mayéutica, un método inductivo que le permitía llevar a sus alumnos a la resolución de los problemas que se planteaban, por medio de hábiles preguntas cuya lógica iluminaba el entendimiento. En griego μαιευτικη significa “parir”, y esa era la idea socrática: que sus alumnos “parieran” sus propios conocimientos, entendiendo que la verdad estaba desde el inicio en ellos mismos, y que su función era ayudarlos a encontrarla.

Platón, discípulo de Sócrates y posteriormente maestro de Aristóteles, fundó en 387 la Academia, institución que continuaría a lo largo de más de novecientos años.

Aristóteles fue a su vez maestro de Alejandro Magno en el Reino de Macedonia. Es reconocido como el padre fundador de la lógica, una ciencia formal que estudia los principios de la demostración e inferencia válida. La palabra deriva del griego antiguo λογική (logike), que significa “dotado de razón, intelectual, dialéctico, argumentativo”, que a su vez viene de λόγος (logos), “palabra, pensamiento, idea, argumento, razón o principio”. En su obra acerca del arte de la retórica describió las técnicas de debate para convencer en la Asamblea y en la sala de audiencia.

El aporte romano Cicerón (106-43) fue uno de quienes más contribuyó a la teoría de la retórica, con su obra “De Oratoria”. En gran aporte romano a la retórica de Aristóteles es la descripción de las tareas del orador y de los componentes de su discurso, que resume en cinco ítems: Pensar lo que se quiere decir (inventio). Ordenar el material (dispositio). Elegir sus formulaciones (elocutio). Memorizar el discurso (memoria). Y cuidar a la entonación, mímica y gestos (actio). A su vez, el orador subdivide su discurso en partes: Introducción (exordium), para complacer al público y generar interés para el tema. Explicación del mensaje (narratio). Argumentación, lo más importante del discurso (argumentatio), que tiene doble función: sostener la opinión 5

propia (confirmatio) y refutar los argumentos del oponente (refutatio). A veces el orador quiere extenderse (digresio). Resumen y conclusión (peroratio).

La Edad Media Durante varios siglos, la retórica se enseñó como materia formal. Se organizaban torneos de razonamiento que podían durar varios días, hasta que el profesor elegía a un ganador. Estos ejercicios obligaban a los alumnos a tomar posiciones muchas veces opuestas a sus propias opiniones.

El humanista Erasmo de Rotterdam (1500 DC) era abogado y un gran retórico. Sostenía que la enseñanza de la retórica generaba mentes emancipadas y capaces de tomar posiciones sobre asuntos contemporáneos, ordenar argumentos a favor y en contra, y expresarse adecuadamente ¡obviamente en latín! Dadas las costumbres de la época, el debate no era aún practicado por mujeres, ya que no tenían cargos públicos.

Estados Unidos En Norteamérica el debate se incorporó al sistema educacional. Dale Carnegie escribió el libro “How to win friends and influence people”, uno de los más populares de la historia. En la década del 80, una investigación entre cien gerentes reveló que más de la mitad de ellos había adquirido experiencia en debates durante sus épocas de estudiante. El debate es importante para el éxito en cualquier carrera. Desde 1920, el National Debate Tournament es el encuentro más prestigioso.

Como es evidente, tanto la observación como el objeto observado no pueden dejar de estar tintados por su propia experiencia política. Él reconoce que lo que le impulsó a penetrar en la historia de la Ilustración española fue su profunda preocupación por el conflicto vasco. En particular, por el predominio en esa tierra de una concepción culturalista de la nación que trata de excluir otras alternativas en la conformación del vínculo político fundamental. A esta visión, construida a partir de una supuesta cohesión étnica, trata de oponer la concepción republicana: el proyecto de una nación de ciudadanos unidos por el respeto de sus derechos individuales y su común participación en un proyecto cívico. Las dos concepciones básicas que hoy se enfrentan en el espacio público vasco son trasladadas al pasado, al momento en el que por primera vez aparecen como auténticas opciones políticas alternativas.

Onaindía cree haber rastreado el origen del debate entre esas dos concepciones en el despertar intelectual y los conflictos políticos de la España del siglo XVIII, que es donde en definitiva se fragua eso que llamamos nación española. Aunque en realidad no busca enfrentar o perseguir la evolución de esos dos paradigmas. Su interés se centra en la gestación de la concepción republicana. Como bien dice José María Portillo en su prólogo, estamos ante un verdadero 'manual de arqueología del republicanismo en España'. Y el producto de esta labor de sabueso no puede ser más optimista. Contrariamente a lo que habíamos temido, habría una línea 6

de pensamiento de clara inspiración republicana. Desde luego, sin los claros contornos que podríamos encontrar en Francia o en otros países europeos y sin contar con ningún gran teórico que pudiera ser equiparado ni de lejos con los del país vecino.

El objetivo de Onaindía no consiste, sin embargo, en evaluar el caso español a la luz de los de los otros países, cuanto en mostrar sus peculiaridades propias. La más destacable es esa particular mezcla entre elementos tradicionalistas y modernos acaba por plasmarse en el propio texto de la Constitución de Cádiz.

CARACTERÍSTICAS DEL DEBATE

A: En los debates se tratan temas que pueden estar previamente definidos o que surjan en el mismo. B: Generalmente los debates tienen polémica entre los debates y los inferentes expresan y defienden sus posturas, siempre de manera lógica, exponiendo sus premisas y comprobando en forma ordenada. C: En un debate se pueden establecer reglas que establecen periodos de exposición. D: En un debate se apela a la integridad de las partes para evitar roces de pasiones o de imprecaciones. E: En el caso de que exista un moderador, es para que rectifique el orden que se hubiere pactado, sobre todo en los debates públicos.

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VENTAJAS: Permite el intercambio de ideas sobre un tema determinado para resolver un problema, tomar un decisión, ayuda también a adquirir habilidades de búsqueda de información, organizativas, analíticas, sociales de comunicación, con el interés de discutir críticamente, razonar y pensar, estructurar ideas, dar respuestas rápida y adecuada con una expresión oral efectiva. Considero que esta técnica además permite que los participantes comuniquen sus puntos de vista sin temor, ni limitaciones y a que se identifiquen y se apropien de manera significativa de lo que están debatiendo, así mismo se encuentran posibles soluciones a lo que sea que se esté debatiendo, hay más opiniones de personas que estén escuchando, ganan más conocimiento y ayudan con el vocabulario. DESVENTAJAS: Los debates tienden a traer muchos desacuerdos a los participantes a expresar sus puntos de vista y pese a eso los tópicos a debatir se vuelven groseros y agresivos, en mi opinión la asignación de un moderador se hace necesario en el desarrollo de un debate, ya que ayudaría a que los aportes sean precisos y relativos al tema cuando los estudiantes pasan de realizar comentarios profesionales a personales, él tenga la astucia de desviar los comentarios nuevamente a lo que se esté tratando para que de esta manera se eviten los conflictos verbales y se le pueda sacar el mayor provecho a la estrategia activa y participativa del debate.

TIPOS DE DEBATE De acuerdo con el formato que siguen, existen diversos tipos de debates. Entre ellos destacan los siguientes.

1.

Debate Karl Popper: El debate Karl Popper, nombrado en honor al filósofo, es el formato de debate más común. Se basa en una discusión clásica entre dos puntos: uno afirmativo y uno negativo. Este debate requiere preparación previa puesto que al presentar los argumentos, estos se deben sustentar con estadísticas, citas, pruebas científicas, entre otros. El formato Karl Popper consta de dos partes básicas: una ronda de discursos y una ronda de preguntas, que pueden ser intercaladas de acuerdo con las necesidades del debate.

2. Debate Lincoln Douglas: Es una de las formas más populares de debates, el cual está inspirado en las discusiones que se dieron entre Abraham Lincoln y Stephen Douglas en 1858. En este debate, participan sólo dos personas que discuten en torno a temas de índole social. Como valores, principios morales, etc. Los oradores no requieren de datos adicionales sino que se valen de la lógica argumentos.

para presentar sus

3. Debate Político: El debate político se efectúa para tomar decisiones concernientes al gobierno. Dos de los debates políticos más resaltantes son el presidencial y el parlamentario. 8

4. Debate entre los candidatos a la presidencia: Este tipo de debates tiene un formato rígido que evita que los candidatos se hagan preguntas entre ellos. Además la discusión no se centra en un tema en específico sino que se tratan diversas problemáticas. La intervención de cada participante se reduce a unos pocos minutos en cada ronda. 5.

Debate Parlamentario:

Este tipo de debate es aquel que se lleva a cabo en los parlamentos. En estos debates se discuten asuntos que conciernen al gobierno del país. El debate parlamentario se efectúa entre dos grupos: el gobierno y la oposición. Pueden existir miembros del parlamento que sean neutrales, pero estos suelen formar coaliciones con uno de los dos grupos principales para ganar influencia. 6.

Debate Instructivo:

Este es el tipo de debates que se lleva a cabo en instituciones educativas, con el objeto de evaluar el desempeño de los estudiantes. Los formatos más utilizados en las escuelas son el Lincoln-Douglas y el Karl Popper.

PARTICIPANTES DE UN DEBATE

Debatientes u oponentes: Son dos o más personas que presentan posturas enfrentadas. Pueden ser personas a título individual o personas que hablan en representación de un grupo de personas, por lo que no se centran en ideas personales sino en ideal del grupo.

Moderador: Su tarea es plantear el tema, iniciar el debate, establecer turnos de palabra, mantener el respeto y la objetividad entre los debatientes, orientar y reorientar la discusión, y dar por concluido el debate. Un buen moderador tiene conocimientos sobre el tema que se debate, tiene capacidades comunicativas y de análisis, es respetuoso y mantiene la imparcialidad.

Público: En un debate puede haber o no público asistente. En unas ocasiones el público son meros espectadores y en otras el propio público participa de forma activa expresando su opinión y realizando preguntas. Cuando existe un público y dependiendo el contexto, los participantes y el moderador adaptan su discurso para que vaya dirigido al público.

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ELEMENTOS ESENCIALES DE UN DEBATE 1- La proposición La proposición es la resolución que las partes deben apoyar o rebatir. Las proposiciones siempre se presentan en formato afirmativo, esto no quiere decir que deban ser tomadas como ciertas. Uno de los problemas más comunes que se presentan en torno a la proposición es que las partes del debate empleen argumentos que no estén 100% relacionados con la proposición. 2- Las partes Las partes son los individuos o grupos involucrados en el debate. Todo debate debe involucrar al menos dos partes: una en favor de una afirmación y una en contra de esta. El trabajo de las partes es convencer al juez de que su posición es la más acertada. Además, las partes deben estudiar a profundidad su opinión. Debatir no se trata de tomar un bando y luego decir que este es mejor. El debate incluye un proceso de investigación exhaustiva por parte de los individuos participantes. 3- Los discursos El juego del debate gira en torno a discursos que son presentados por cada una de las partes. En estos discursos, se presentan los argumentos que apoyan o rebaten la proposición. Los discursos suelen estar sujetos al tiempo: en la mayoría de los debates existe un límite de tiempo, que regula la intervención de cada uno de los participantes. Por lo general, dichas intervenciones no superan los diez minutos. Debido a que el período de tiempo de intervención es corto, las partes deben saber presentar de manera acertada sus argumentos, apoyándose en la economía del lenguaje y en la persuasión para lograr el efecto deseado. 4- El juez En muchas ocasiones, los participantes del debate y los espectadores consideran que es el deber de las partes convencer a la parte contraria. Esta idea es falsa. No se debate para convencer al contrincante, se debate para convencer a una tercera parte: el juez. El deber de las partes es presentar sus argumentos de manera tal que sean capaces de convencer al juez o a los jueces.

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El deber del juez es determinar cuál de las partes ha presentado los argumentos de la manera más eficiente, cuál ha utilizado argumentos 100% relacionados con la proposición. En resumen, cuál de las partes ha ganado el debate. 5- La decisión En general, se puede decir que el debate es un juego subjetivo. En repetidas ocasiones, el perdedor siente que presentó sus argumentos mejor que su oponente. Esto se debe en gran parte a que la decisión de quién gana y quién pierde depende de los jueces, los cuales son seres humanos con ideas preconcebidas y opiniones. En cualquier caso, el número de jueces suele ser superior a uno, para que la decisión del ganador sea más o menos imparcial.

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CONCLUSIONES 1. En este sentido consideramos que el debate es una fuente comunicativa que nos ayuda a obtener varias opiniones acerca de un mismo tema, así mismo nos ayuda a defender nuestras propias opiniones.

2. En relación a lo antes expuesto, concluimos que el debate es esencial para la sociedad tanto en el ámbito político y educativo.

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RECOMENDACIONES

1. Se debe tener en cuenta que un buen debatiente no es venir y opacar a los demás del grupo oponente si no tener un buen argumento, para que el monitor escuche las opiniones de un buen grupo y llegue a tomar una buena decisión.

2. El debate en si es una técnica que se utiliza diariamente, es empleada para resolver los problemas que se generan sobre un tema determinado.

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ANEXOS

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EGRAFIA https://www.lifeder.com https://www.significado.com-debate http://www.elfuturodelpasado.com/ojs/index.php/FdP/article/view/70

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DEBATE Un debate es una técnica de comunicación que consiste en la confrontación de ideas u opiniones diferentes sobre un tema determinado. La palabra, como tal, procede del verbo debatir, y este a su vez del latín debattuĕre, que significa ‘discutir’, ‘combatir’. El objetivo de un debate es plantear, exponer y conocer diferentes posturas y argumentaciones sobre un tema, con la finalidad de que pueda llegarse a una conclusión. En este sentido, los debates deben ser plurales. También se utiliza el debate como técnica educativa, y, como tal, es aplicado tanto en la escuela, como a nivel académico, en las universidades. Vea también Mesa redonda. La palabra debate también es empleada para referirse a un tipo de enfrentamiento de ideas. Por ejemplo: “Tengo un debate interno entre ir o no ir”. Sinónimos de debate, por su parte, serían discusión, controversia o polémica. Si bien en su origen y en determinados momentos los debates son instrumentos incluso pedagógicos mediante los cuales podremos conocer y aprender un poco más, lo cierto es que con el tiempo, estos debates se han visto como una forma de hundir al contrario y ridiculizarlo ante un público masivo. Es evidente que esta segunda opción de debate desvirtúa por completo la primera; y es que hay muchas formas de debatir, algunas con más respeto que otras.

Debatir bien no implica dejar a la persona con opiniones contrarias por los suelos. Un buen debate debería basarse únicamente de argumentos que puedan exponer razones y motivos por los que se piensa de determinada forma. Desgraciadamente muchas personas, como algunos políticos actuales o tertulianos de los debates políticos más actuales, se empeñan en utilizar esta herramienta para hacer daño, sin darse cuenta de que es mucho más poderosa que todo eso. Un buen debate puede ser interesante para ponernos de acuerdo en temas importantes. Podemos debatir, por ejemplo, sobre quién es la persona más idónea para representarnos de cara a nuestros superiores. Podemos debatir además qué queremos transmitir a nuestros superiores o incluso debatir quienes queremos que nos gobiernen o si su trabajo está siendo el esperado.

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