Cultura Tributaria

Cultura Tributaria: La cultura tributaria consiste en el nivel de conocimiento que tienen los individuos de una socieda

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Cultura Tributaria:

La cultura tributaria consiste en el nivel de conocimiento que tienen los individuos de una sociedad acerca del sistema tributario y sus funciones. Es necesario que todos los ciudadanos de un país posean una fuerte cultura tributaria para que puedan comprender que los tributos son recursos que recauda el Estado en carácter de administrador, pero en realidad esos recursos le pertenecen a la población, por lo tanto el Estado se los debe devolver prestando servicios públicos (como por ejemplo los hospitales, colegios, etc.). La falta de cultura tributaria lleva a la evasión. Para que el Estado pueda cumplir con su obligación constitucional de velar por el bien común y proporcionar a la población los servicios básicos que ésta requiere, necesita de recursos que provienen principalmente de los tributos pagados por los contribuyentes. El pago de los impuestos puede llevarse a cabo utilizando la coerción o apelando a la razón. La fuerza se manifiesta en las leyes y en su cumplimiento obligatorio, mientras que la razón sólo puede estar dada por una Cultura Tributaria con bases sólidas. A efecto de fortalecer la Cultura Tributaria (entendida ésta como el conjunto de valores, creencias y actitudes compartido por una sociedad respecto a la tributación y las leyes que la rigen, lo que conduce al cumplimiento permanente de los deberes fiscales), se requiere que la población obtenga conocimientos sobre el tema y comprenda la importancia de sus responsabilidades tributarias. Esta comprensión se alimenta de información oportuna y de formación adecuada, las cuales deben conducir hacia la aceptación, derivada de la concienciación. Ésta es indispensable para lograr una recaudación firme y sostenible en el mediano y largo plazos, de manera que también sea posible cumplir los Acuerdos de Paz y los compromisos del Pacto Fiscal. En síntesis, los ejes centrales para la promoción de la Cultura Tributaria son la Información, la Formación y la Concienciación, los cuales se articulan en torno a la razón como móvil deseable fundamental de la acción de tributar, y se incorporan en una estrategia de comunicación cuyo mensaje central es: “Para que el Estado pueda cumplir con sus obligaciones, yo ciudadano, debo asumir mi responsabilidad de pagar impuestos porque, al hacerlo, cumplo con Guatemala”.

Educación Vial:

El tránsito de vehículos y todo el ambiente circulatorio, además de progreso, rapidez y comodidad de las personas que manejan los vehículo y los que están en contacto con ellos, genera problemas, el principal los accidentes de tráfico, siendo el factor humano el principal causante para solucionar este problema de salud pública, una de las líneas de actuación imprescindible es la adquisición de VALORES VIALES en los ciudadanos, algo que constituye un paso más que el conocimiento de normas y señales de circulación. Se trata de la EDUCACIÓN VIAL, el mejor camino para la formación de una conciencia vial. La Educación Vial es parte de la Educación Social, siendo una eficaz base de actuación ciudadana, dado que trata de crear hábitos y actitudes positivas de convivencia, de calidad de vida, calidad medioambiental y la SEGURIDAD VIAL. La Educación vial tiene por objeto desarrollar en el ciudadano en su condición de conductor, pasajero o peatón las aptitudes, destrezas, hábitos y el interés necesario para que disponga de mayor pericia, conocimiento, equilibrio mental; actúe de manera inteligente y razonable; comprenda y respete las leyes, reglamentos y normas vigentes de tránsito y transporte terrestre y así contribuya a prevenir y evitar accidentes viales. Los recursos didácticos en la Educación Vial son elementos que forman parte de la programación educativa e intentan una adecuación de los aprendizajes viales teóricos a una realidad vial personalizada. Algunas de las medidas de seguridad, que valen la pena mencionar son: - Antes de emprender un viaje, controlar el estado general del vehículo, como el estado de los neumáticos, la batería, los amortiguadores, así como los niveles de agua, aceite y líquido para frenos. -Estar descansados al momento de tomar el volante, parar cada dos horas o cada 200 km. -Evitar la ingesta de comidas abundantes antes de viajar, así como descartar por completo el consumo de de alcohol, ya que son factores que producen somnolencia y pérdida de reflejos. -Usar el cinturón de seguridad, y descartar el uso del celular y auriculares de música mientras se conduce. - Respetar las velocidades recomendadas, y las señalizaciones.

Educación Vial: Guatemala es un país mayoritariamente rural y joven, con más de un 50% de población indígena y un 50% de población menor de 18 años. A nivel nacional, la exclusión educativa es un fenómeno muy generalizado, siendo Chiquimula y Totonicapán dos de los departamentos más afectados. Dicha exclusión radica en varios factores: por un lado, ante la falta de recursos económicos, las familias más desfavorecidas deciden que sus hijos e hijas trabajen para poder salir adelante, desestimando la importancia de que los menores y -sobre todo- las niñas, accedan a una formación; por otra parte, la marginación a la que están relegadas las etnias indígenas hace que el origen racial sea una causa de rechazo a la hora de ser admitidos en las escuelas. Guatemala es el país centroamericano en el que más niñas, niños y adolescentes trabajan. Las últimas estadísticas de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) muestran que alrededor de 507.000 niñas y niños guatemaltecos de siete a catorce años trabajan. Si se analiza el trabajo infantil en Guatemala, parece ser un fenómeno eminentemente masculino (por ejemplo, en esa franja de 7 a 14 años, el 66% son varones), pero, en realidad, las niñas también desempeñan trabajos ocultos, sobre todo, en quehaceres del hogar y en casas particulares que, en la mayoría de los casos, no aparece registrado como trabajo infantil y ni siquiera está remunerado. Otra característica de este fenómeno es que el índice de trabajo infantil es más alto entre la población de niños y niñas indígenas, con un 56%, en comparación al 44% no indígena. De acuerdo con las apreciaciones de los docentes, los pocos niños y niñas que llegan a ingresar en la escuela deben afrontar, además, otros problemas: el escaso nivel económico de sus familias, la concepción desvalorizada de la educación o la reducida cobertura presupuestaria del Ministerio de Educación.