Crisis Financieras

INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA Econometría Financiera. Las Crisis Financieras M. en C. Oro

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INSTITUTO POLITÉCNICO NACIONAL ESCUELA SUPERIOR DE ECONOMÍA

Econometría Financiera. Las Crisis Financieras M. en C. Orozco Lira Godfrey Alumno: Oscar Fernando Valdés Hernández

2011

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LA DIRECCIÓN DE LA COMPAÑÍA]

2

ÍNDICE

LAS CRISIS FINANCIERAS………………………………………………………… 3 ANTECEDENTES…………………………………………………………………..

5

LAS CRISIS DEL SIGLO XXI………………………………………………………. 8 La crisis Mexicana………………………………………………………….

9

La Crisis Asiática…………………………………………………………

10

La crisis de Tailandia…………………………………………………

10

La crisis de Corea…………………………………………………………

11

La crisis de Indonesia…………………………………………………..

13

La crisis de Rusia…………………………………………………………….. 14 La crisis de Brasil……………………………………………………………. 15 La crisis de Argentina……………………………………………………… 15 La crisis de Turquía………………………………………………………… 16 La crisis de la “Nueva Economía”……………………………………. 16 BIBLIOGRAFÍA …………………………………………………………………… 18

3

LAS CRISIS FINANCIERAS A diferencia de las crisis de producción, en donde el desequilibrio se encuentra en la esfera de la producción, las crisis financieras tendrán su origen en la expansión de liquidez en los países exportadores de capital, que es seguido de un crecimiento del crédito y la inversión en países subdesarrollados. Esto es precedido de un segundo choque, que es generalmente externo, en el que hay un repentino colapso de la liquidez1 en los mayores centros de dinero. El “boom” o auge de los países subdesarrollados termina rápidamente y esto da entrada a las dificultades de pago, traduciéndose en una crisis financiera. Las crisis financieras pueden clasificarse en dos tipos: 1. Crisis financieras con contracciones de liquidez a largo plazo: Estos son periodos donde los centros financieros y monetarios de los países desarrollados tiene una contracción de liquidez pero en el largo plazo. En consecuencia de esta reversión abrupta de expansión de liquidez, los tipos de interés aumentan y en el largo plazo hay una reducción en la disponibilidad del capital de riesgo. Estas crisis también son denominadas crisis de duda global, ya que la presión por el refinanciamiento afecta a los activos de alto riesgo y a los deudores. 2. Crisis financieras con colapsos a corto plazo en el financiamiento marginal: En este tipo de crisis la contracción de la liquidez puede ser ocasionada por un “shock” repentino (interno externo) lo que provoca un colapso temporal en el crédito marginal. Una crisis financiera de igual manera, puede ser precedida de alguna de las siguientes crisis: a) una crisis monetaria, en los mercados monetarios que negocian diferentes activos de gran liquidez y bajo riesgo; b) crisis de endeudamiento externo, consistentes en el incumplimiento de pagos por parte del prestatario; c) crisis bursátiles, donde existen bajas fuertes en las cotizaciones registradas en la bolsa de valores o, d) crisis bancarias que son crisis del sistema bancario. Causas de las Crisis financieras. Dentro de las principales causas que pueden provocar o desencadenar una crisis financiera podemos mencionar:

1

La liquidez es la capacidad que tienen los activos (acciones, bonos, valores gubernamentales) para convertirse en dinero en efectivo sin sufrir pérdida de valor. Al respecto se dice que “Una crisis de liquidez es aquella en la que las deudas no pueden ser pagadas, a medida que vencen, con el flujo de caja que normalmente genera el activo. Si este activo no puede monetizarse, es decir convertirse en efectivo con la rapidez suficiente para cancelar las deudas a su vencimiento, el deudor se enfrenta con una crisis de liquidez” según Michael Pettis en La máquina de la volatilidad: Los mercados emergentes y la amenaza de su colapso financiero. España. Turner Publicaciones. 2001. pp. 55

4 a) Existe un proceso de liberalización de los sistemas financieros nacionales, que elimina las limitaciones al otorgamiento o prestación de servicios financieros (inversiones, créditos, etc). b) Existe una mayor competitividad de los servicios que ofrecen los intermediarios financieros, es decir los bancos no son los únicos ahora que ofrecen los servicios financieros, sino que también existen otros intermediarios (casas de bolsa, compañías aseguradoras, fondos de pensiones, bancos de inversión, etc.) c) También se crea la necesidad de encontrar instrumentos más rentables en el mercado de valores. d) Existe ahora, una integración y globalización financiera hacia un mercado único que es permanente y operativo durante las 24 horas del día, como resultado de la revolución tecnológica de las telecomunicaciones. e) Cuando la tasa de crecimiento de la inversión extranjera indirecta (de cartera) crece de una manera mucho más rápida que la tasa de crecimiento de la inversión extranjera directa, se crea un efecto en las estructuras productivas donde el financiamiento del desarrollo sufre una distorsión. Debido a esto se mantendrá un tipo de cambio sobrevaluado, tasas de interés altas y un crecimiento artificial del PIB, sin embargo, esto provoca un déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos y los sistemas bancarios se vuelven más frágiles. Por lo tanto, la principal causa de la crisis financieras no solo recae en el efecto que causan los flujos de capital internacional a países subdesarrollados sino también cómo la inversión extranjera indirecta se comporta en dichos países f) Un factor fundamental en el creciente número de crisis en los últimos años, es la creación de bloques monetarios en zonas geográficas que llevan a una competencia de tasas de interés, además de que permite una completa integración de los mercados financieros y bancarios a los países miembros de dicho bloque.

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ANTECEDENTES Autores como Charles Kindleberger postulan que las crisis financieras tienen sus antecedentes en el siglo XVII. Kindleberger señala que en el período de 1618-1929 tuvieron lugar una gran cantidad de crisis financieras. Algunos ejemplos son, la crisis de los tulipanes en el período de 1636-1640, las crisis de la caída de las compañías de oriente a finales del siglo XVIII o el crack de 1929 donde los precios que cotizaban en la bolsa de valores de Nueva York tuvieron una caída impresionante. Sin embargo, las crisis financieras que tuvieron lugar en el siglo XX tienen sus antecedentes directos en la enorme expansión del crédito y la inversión externa que tuvo lugar en la década de 1820. A partir de esta fecha existe un flujo de capital por parte de los países desarrollados hacia países subdesarrollados, lo que causa un crecimiento imprevisto en dichos países, comienza una etapa de préstamo ilimitado, sin embargo al haber una quiebra financiera de los países desarrollados se origina el colapso del mercado de crédito mundial. El primer “boom” de crédito 1820 En esta primera expansión del crédito Inglaterra comienza un periodo de rápido crecimiento económico y tecnológico, después de la depresión postnapoleónica. Por esta razón los grandes ahorradores ingleses comienzan a buscar mercados de inversión que ofrezcan mejor rentabilidad para sus ahorros. Una de las principales causas por las que Inglaterra comienza esta gran expansión de su crédito externo recae en la indemnización por parte de Francia de alrededor de 700 millones de francos. Otra fuente importante de expansión para Inglaterra fue gracias a la aprobación por parte del Parlamento de la ley de 1822, que autorizaba a los bancos provinciales a emitir moneda, esto fue aprovechado por los bancos que a su vez prestaron la moneda que emitieron, esto produjo un rápido de crecimiento de capital ofrecido por los bancos a los tomadores británicos de capital. Una tercera fuente de la expansión del crédito británico fue el rápido crecimiento de las reservas de oro del Banco de Inglaterra, que respaldaban la moneda emitida durante ese periodo; la expansión de las reservas de oro fue causa del fin de los gastos militares. Entonces, la combinación de diversos factores, como fortaleza económica, la victoria militar y el crecimiento de la liquidez interna llevó a una explosión en la confianza y a la inversión especulativa ilimitada por parte de los capitalistas ingleses, que tuvo su repentino fin en 1825 acompañado de una inflación del 30%. El segundo “boom” de crédito internacional de 1830

6 Este periodo de expansión de crédito se caracteriza por el fuerte vínculo que se desarrollo entre un único país rico que prestaba dinero que era Inglaterra hacia un país subdesarrollado receptor del crédito que crecía rápidamente, que eran los Estados Unidos. Para 1830 Inglaterra comenzó su recuperación después del colapso de 1825. Las cosechas a principios de la década de 1830 que aliviaron la escasez de grano, la creación de nuevas sociedades anónimas bancarias que pudieron emitir moneda además de los cambios en los procedimientos de descuento del Banco de Inglaterra fueron factores para que los mercados de dinero londinenses tomaran mayor importancia en el ámbito internacional. Por otra parte, junto con la rápida creación de moneda se generó un incremento en de los activos y las materias primas, incluyendo el precio del algodón, cuya importancia era vital para los Estados Unidos. Por su parte El Banco de los Estados Unidos, que para 1832 funcionaba como una especie de banco centra, era la mayor institución financiera de aquel país. Este banco manejaba los depósitos y títulos del gobierno, además de que había asumido el control monetario del país comprando de manera regular los billetes en circulación de los bancos, para después presentarlos para el rescate. De esta manera los bancos mantenían una adecuada liquidez y se limitaba la emisión de billetes, esto fue un mecanismo eficaz de control de la inflación. En ambos países, la creación de nuevos bancos y la emisión de moneda provocó que los precios de los activos que se utilizaban como garantía para generara crédito adicional aumentara, respaldando así la rentabilidad de la banca. Este fenómeno alentó a los capitalistas e inversos ingleses a integrarse en el crecimiento de los Estados Unidos. Estas enormes cantidades de préstamos e inversiones volcadas sobre Estados Unidos hicieron que las reservas de oro estadounidenses aumentaran rápidamente. El déficit comercial de este país se encontró entre los años de 1830 y 1837 en $140 millones, financiado naturalmente por capitales ingleses. La característica principal de este periodo de expansión del crédito, fue que Inglaterra y Estados Unidos reforzaban las expansiones monetarias del otro. Se puede observar como Estados Unidos tuvo un crecimiento increíble por los cambios monetarios realizados en otro continente, de la misma forma el colapso que comenzó en 1836 tuvo repercusiones en las economías que se encontraban ampliamente ligadas en ese momento. El tercer “boom” de crédito internacional La expansión del crédito internacional que tuvo lugar en el periodo de la década de 1860 y principios de 1870 es una de la primeras señales de de integración y globalización mundial. En este periodo las innovaciones de la banca marcaron un parte aguas en el concepto de moneda y a diferencia de las expansiones anteriores del crédito y la liquidez, estas fueron más intensas en mucho más países, especialmente en Alemania, Estados Unidos, Francia y Austria. Una mejora importante por parte de los Estados Unidos fue que se permitió a los ahorradores de clase media norteamericanos intervenir en el sistema financiero, esto se hizo con la finalidad de captar más recursos para poder obtener el financiamiento durante

7 la Guerra Civil en Estados Unidos. En Francia, entre los años de 1859 y 1864 se crearon los primeros banco de depósito (el Crédit Industriel et Commercial, Crédit Lyonnais, Société Générale), dando como resultado una mejora en la eficiencia del sistema bancario para poder captar y movilizar los ahorros de la población francesa, manera en la que la liquidez de un país se expande. Es importante mencionar que Francia también fue parte de la Latin Monetary Union (1865), que fue uno de los primeros intentos de unión monetaria europea. Este grupo monetario fue fundado por Francia, Italia, Suiza y Bélgica, uniéndose eventualmente Grecia, Rumania y los Estados Papales, su objetivo era pues encontrar un sistema común de moneda bimetálica. Sin embargo, esta unión monetaria no fue capaz de sobrellevar las crisis financieras y guerras que siguieron y se disolvió en el año de 1926. En Alemania, se vivió un crecimiento del sistema bancario con la creación de nuevas sociedades anónimas. El pago de la indemnización franco-prusiana fue una determinante para la creación de nueva moneda y el establecimiento de nuevos bancos. En Austria el capital bancario pasó de 190 millones de florines en 1866 a los 508 millones a finales de 1872. Para inicios de 1873 es establecieron además 15 nuevos bancos. En la década de 1850 el “boom” del oro en California y los Estados Unidos fue causa de el crecimiento de las reservas de oro mundiales y de una migración importante de personas a distintas partes del mundo desde Europa hacia la costa este de Estados Unidos, Chile y Asia. Estas grandes migraciones y la especulación con el oro desarrollo una gran infraestructura de transporte que unió las regiones del Pacífico, Iberoamérica y el norte de África, generando así la primera estructura económica mundial. Los precios de los activos subieron durante la década de 1860. Holanda y Alemania eran grandes compradores de títulos del Gobierno de los Estados Unidos que se cotizaban a un precio muy bajo durante la guerra civil de este país. Para 1866 se presentó la crisis de este periodo con el colapso de algunos bancos británicos. Durante el periodo de 1870-1873, los precios de las materias primas mundiales se dispararon, por ejemplo el precio de la lana aumentó en 67%, el hierro en 24% y el cobre aumentó en un 27%. En Alemania y Austria hubo una crecimiento repentino de nuevos bancos dedicados al mercado hipotecario que combinado con el alto precio de las acciones, estos países se vieron envueltos en estafas en la Bolsa. Mientras tanto en Estados Unidos, la bolsa de Nueva york sufrió una especulación enorme alrededor de las acciones y bonos de las empresas ferrocarrileras. En Inglaterra los precios de los títulos se dispararon y los inversores británicos recogieron alrededor de 59 millones. El último auge de préstamo: el auge de los mercados emergentes de la década de 1990. Durante esta década el flujo total de capital de países desarrollados hacia los países subdesarrollados ha sido impulsado por la expansión de la deuda del sector privado y la inversión extranjera directa.

8 FLUJO DE CAPITALES HACIA LOS PAÍSES SUBDESARROLLADOS Us$(MILONES) 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 Flujo Oficial 37 22 20 2 26 -1 24 Neto Flujo Privado 124 119 182 153 193 212 149 Neto Inversión 31 36 57 83 97 116 143 Directa Neta Cartera Neta 37 51 114 106 41 81 67 Otras 56 33 11 -36 55 15 -60 Inversiones Netas Flujo de 160 142 202 154 219 211 173 Capital Neto Variación en -62 -52 -76 -67 -120 -109 -61 las Reservas

1998 42 64 131 37 -103

106 -35

Fuente: Pettis, Michael. La máquina de la volatilidad: Los mercados emergentes y la amenaza de su colapso financiero, España, Turner Publicaciones, 2001, pp. 110

En esta década se entra plenamente a la globalización a los mercados financieros y existe un abandono de las políticas económicas dirigidas por el Estado. En esta última expansión de liquidez mundial, se pueden remarcar tres factores principales. En el primer factor, los ahorradores estadounidenses cambian su forma de ahorrar, ya que ahora trasladan sus ahorros de los bienes raíces a inversiones más veloces en acciones y bonos.

El segundo factor que causa esta expansión de la liquidez es el reciclaje de superávit comerciales; Japón en conjunto con otros países asiáticos obtienen enormes excedentes comerciales que comenzaron a crecer rápidamente a partir de la década de los 80, el ejemplo más claro es el reciclaje del superávit comercial por parte de Japón invirtiendo en valores extranjeros de alta liquidez, como por ejemplo bonos del Tesoro de los Estados Unidos. El tercer factor, es la fuga de capitales que sufre Rusia en esta década, cuando este país coloca sus ganancias de exportaciones en los bancos europeos. Así pues, estos tres factores combinados dan como resultado una expansión de la liquidez mundial, en donde los inversores entran a especular en aras de obtener oportunidades para invertir.

LAS CRISIS DEL SIGLO XXI. Una de las más grandes crisis financieras que comenzó en el año de 1994 desató la serie de crisis que recayeron sobre los mercados emergentes de países en América Latina, Asia y Europa del Este. Los países que fueron afectados por las crisis posteriores, tuvieron características similares: en las respectivas Bolsas las cotizaciones de acciones, bonos y títulos cayeron abruptamente, en todos los casos el valor de la moneda local cayó, el sistema bancario se derrumbo por las deudas incobrables y hubo fuga de capital por la desconfianza de los inversores extranjeros en el sistema monetario. Además, se observó

9 la caída de las importaciones a niveles ínfimos, mientras el aumento del endeudamiento, los costos de importación elevados afectaba de sobremanera a los consumidores internos.

LA CRISIS MEXICANA DE 1994. El colapso financiero en México comenzó el 20 de Diciembre de 1994, cuando el Gobierno anuncia una devaluación del 13% en la banda de fluctuación del tipo de cambio para el peso, al permitir la devaluación de la moneda el Gobierno abandonó una política monetaria que parecía ser la clave de el crecimiento económico del país. Durante los meses anteriores a la devaluación del peso hubo una venta de pesos constante en la economía, que no era más que la continuación de varios años de la fuerte entrada de capital extranjero al país. En la década de 1980 México inició una serie de reformas para abrir el mercado al comercio exterior, para abandonar el modelo de sustitución de importaciones que era vigente desde la década de 1970. Estos cambios en la política económica, la reestructuración de la deuda externa con el Plan Brady y la firma del Tratado del Libre Comercio de América del Norte provocaron que el dinero y los créditos en el mercado internacional se volcaran sobre el país. Sin embargo, a principios del año de 1994, los inversores comenzaron a retirar su dinero lentamente, pero a finales del año la fuga de capitales fue enorme, lo que redujo considerablemente las reservas en dólares. Esto llevó a que el Gobierno mexicano a llevar al límite superior de la banda de fluctuación de tipos de cambio del peso de 3465 a 3975 pesos por dólar. Pese a esta decisión, muchas empresas mexicanas que habían obtenido una gran cantidad de dinero mediante créditos denominados en dólares vieron inmediatamente aumentar el costo de reembolsar dichos créditos, causando el empeoramiento de la posición económica del país. Para el 22 de diciembre el Banco de México tras la huida masiva de dólares, abandonó totalmente la decisión de defender el valor fijado para el peso y dio paso a la libre flotación de la moneda. En Enero de 1995 la moneda pasó de 3.46 pesos por dólar (0.29 dólares por peso) a 6.35 pesos por dólar (0.16 dólares por peso), para finales de ese mismo año la pérdida total del valore de la moneda era aproximadamente de un 60%. El periodo más fuerte de la crisis mexicana se sufrió cuando se aceptó el paquete de recuperación de $50 000 millones de dólares provisto por el Fondo Monetario Internacional, de los cuales $17 800 millones fueron aportados por el FMI, 10 000 millones de Europa, Canadá y Japón y 20 000 millones de Estados Unidos. El dinero de este paquete de rescate se utilizó de inmediato para restablecer las reservas en México y de esta forma, garantizar a los inversores el retiro de sus fondos correspondientes a los vencimientos de sus títulos. La crisis mexicana fue la precursora de una serie de crisis que golpearían los mercados emergentes en el mundo de las finanzas internacionales.

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LA CRISIS ASIÁTICA La crisis financiera del sudeste de Asia es causa de la nueva estructura productiva y financiera de la década de 1990. Las crisis financieras que sufrieron los países de Asia están determinadas por dos actores importantes: Los Estados Unidos y China. Por una parte China comienza una mayor participación en el mercado mundial, esta integración económica ayuda al crecimiento de la producción y se incrementa el comercio y la inversión. A su vez, Estados Unidos comienza grandes fusiones bancarias hasta alcanzar un activo de aproximadamente 2.7 billones de dólares lo que consolida su posición en el mercado financiero mundial, este activo le permitirá tener un papel de acreedor a los países que atravesarán por crisis bancarias. Hasta antes de la crisis, las tasas de intercambio (fijas y cuasi fijas) permitieron el desarrollo de Asia con un dólar débil en el periodo de 1990-1995, logrando un crecimiento en las exportaciones y el comercio regional. Sin embargo, para fines de 1995 el dólar se fortalece frente al yen japonés junto con la expansión contante de la demanda interna y crecientes proceso de inflación en el sudeste de Asia. La crisis de Tailandia La crisis del sudeste asiático de 1997 dio inicio debido a la especulación contra el régimen de cambio rígido de Tailandia. En un marco de auge económico, incremento de la demanda interna, aumentó de las importaciones, la economía tailandesa reflejó un déficit en cuenta corriente del 7% al 8% de su PIB en los años de 1990 a 1996. Estos enormes déficits fueron financiados con los flujos externos de capital que se volcaban sobre la economía por los altos rendimientos. A finales del año de 1996 algunos fondos de arbitraje2 (hedge funds) comenzaron a acumular fuertes posiciones en el mercado a término del baht (moneda tailandesa), a la vista y conocimiento de todos los operadores de mercado. El Banco Central de Tailandia al intervenir por medio de mercado a término (swaps), disimuló la rápida caída de sus reservas de divisas, de esta forma también esterilizó sistemáticamente las salidas de capitales al refinanciar activos en bahts, con el objetivo de evitar una contracción de su masa monetaria y un alza de las tasas de interés internas. Sin embrago, como resultado de estas acciones, el 2 de julio de 1997 el Banco Central abandona el anclaje de su tipo de 2

La estrategia seguida por los hedge funds era la siguiente “Consistía en comprar bahts en el mercado spot, para venderlos a término en un mercado donde, de hecho, la contrapartida principal y, muy rápidamente, era el Banco Central. Éste en un primer momento adquiría divisas, lo que simulaba la presión sobre sus reservas; pero también se hacía carago de un compromiso por fuera de balance, en divisas, que iba a tener que reembolsar posteriormente con un tipo de cambio muy devaluado. A finales de agosto de 1996 sobre 26 mil millones de dólares de reservas contabilizadas, 23 400 millones estaban todavía congeladas en operaciones a término no vencidas” comenta Jerome Sgard en La economía del pánico: como enfrentar las crisis financieras. Francia. Fondo de Cultura Económica. 2002. pp 29.

11 cambio, a lo que siguió perdidas enormes de capital, que eran los grandes beneficios de los hedge funds. Ante la crisis creciente el Banco Central decide de rescatar a las compañías financieras más afectadas en lugar de suspenderlas. Estas compañías eran beneficiadas por las intervenciones del Banco Central que aportaba liquidez, por medio de las cuales se esterilizó la salida de capitales durante todo el primer semestre de 1997. Estas intervenciones públicas solo contribuyeron a la desestabilización del mercado interno y a la crisis cambiaria. Tailandia recurrió al Fondo Monetario Internacional el 28 de julio con el que movilizó un paquete de ayuda de 17 200 millones de dólares. Junto con se aplicó una estratega con tasas de interés elevadas durante el tiempo que fuera necesario (donde se llegó hasta el 24%), contracción presupuestal, una serie de reformas estructurales e intervención profunda en el sector bancario. La crisis de Corea La crisis coreana es una crisis de liquidez internacional, ya que se refirió únicamente a los compromisos en divisas del país, es decir, los pagos internos no fueron afectados en gran medida. El inicio de la crisis en Corea se marcó en enero de 1997, con la quiebra del chaebol (grandes conglomerados privados) Hambo, sin recibir alguna clase de ayuda por parte del sector público, esta fue una señal del debilitamiento de la política de garantía pública para los riesgos privados. En los meses subsecuentes la quiebra de 9 de los 30 principales chaebols confirmó el abandono de las políticas de garantía pública. Esto causó las salidas de capitales y un aumento de las primas de riesgo aplicados a los préstamos al sector privado por parte de bancos japoneses y estadounidenses. Para el 23 de octubre de ese mismo año se pasó de una crisis latente a una crisis abierta de liquidez. Se acentuó la presión sobre la deuda privada, el tipo de cambio y la Bolsa Coreana. Los bancos internacionales se mostraron renuentes a refinanciar las líneas de crédito vencidas. Para noviembre el derrumbe del won era evidente a pesar de las intervenciones del Banco Central. El tipo de cambio rebasó los 1 000 won por dólar, contra los 915 a fines de septiembre o los 844 won por dólar al comienzo del año. Para el día 20 de noviembre el tipo de cambio alcanzó los 1139 wons por dólar, así que e gobierno recurrió al FMI. El programa de ayuda estaba compuesto por un paquete de 58 400 dólares y se sustentaba en la prioridad de la estabilización del tipo de cambio, a un programa de liberalización comercial y de aperturas a las inversiones directas. Sin embargo el fracaso de este programa fue rotundo. Para diciembre el tipo de cambio alcanzaba los 1465 wons por dólar, lo que provocó en los siguientes días una salida de alrededor de 1000 millones de dólares diarios. El 16 de diciembre el Banco de Corea adopta totalmente un régimen de tipo de cambio flotante.

12 La crisis coreana se puede diferenciar de la crisis tailandesa, porque es una crisis referida solo a los pagos externos, o sea, los compromisos en divisas, ya que en ningún momento se convirtió en una crisis monetaria interna. No existió ruptura sistémica y las inyecciones de reserva en el sistema bancario fueron mínimas ya que solo representaron el 6.9% del PIB, muy por debajo de las inyecciones de la crisis tailandesa que alcanzaron hasta el 31.9% del PIB. La crisis coreana guarda un estrecho parecido con la crisis mexicana de 1995.

Dos crisis de liquidez internacional México: diciembre 1994- Corea: noviembre marzo 1995 enero 1998

1997-

Variables fundamentales

Déficit corriente, caída del ahorro interno, mala asignación de la inversión, crecimiento débil, anclaje o paridad móvil del tipo de cambio, sobrevaluación, deuda pública grande.

Déficit corriente, Sobreinversión manufacturera, apreciación respecto del yen, anclaje móvil, deuda pública escasa.

Shocks exógenos

Asesinatos Chiapas

Elecciones presidenciales

Agosto de 1994

Diciembre de 1997

Entrada en funciones

Diciembre de 1994

Febrero de 1998

Crisis cambiaria

Ampliación de las bandas: Ampliación de bandas: 19 21 de diciembre de 1994. de noviembre de 1997.

políticos, Quiebra de chaebols, Crisis en Asia

Flotación Libre: 22 diciembre de 1994.

de Flotación libre: 16 diciembre de 1997.

de

Fracaso del FMI





Programa de Recuperación

50 000 millones de dólares.

58 400 millones de dólares

20 mil millones por parte de 5 mil millones por parte de EUA EUA Naturaleza de la deuda a Capitales

privados Títulos públicos negociables, indexados con

13 corto plazo

mexicanos

el dólar. Deuda interbancaria.

Tratamiento de acreedores privados

los Libre retiro Sin participación estabilización

en

la

Garantía pública de deudas privadas.

las

Reestructuración bajo presión de organismos internacionales.

Fuente: Sgard, Jerome. La economía del pánico: como enfrentar las crisis financieras. Francia. Fondo de Cultura Económica. 2002. pp 56 .

La crisis de Indonesia La especulación sobre el baht tailandés en junio de 1997, no repercutió aparentemente de manera directa en Indonesia, lo que es más, la bolsa de Yakarta se benefició , a principios de julio, debido a la ingresos de capital que se retiraban de Tailandia. Sin embargo, fue hasta la segunda semana de julio que la volatilidad en el mercado cambiario se reflejó, lo que condujo al Banco Central de Indonesia a aumentar la banda de flotación de su moneda (rupia) de un 8% al 12%. El Banco Central abandonó en poco tiempo el régimen de flotación administrada y paso a un régimen de flotación libre. A pesar del cambio de régimen la rupia alcanzó su punto más bajo a principios de octubre, el tipo de cambio había caído 37%. El 8 de octubre, el país acudió al FMI. Para el 31 de octubre se movilizó un total de 42 300 millones de dólares. Este primer plan fue un fracaso. Esto debido a el cierre de dieciséis bancos pequeños que representaban el 3.5% del balance consolidado de un sistema bancario de mas de 250 instituciones. No se aisló a las instituciones más afectadas ni se conocieron los criterios de cierre de bancos. Además, contrario a las reglas a seguir, al cerrar los dieciséis bancos, la cartera de cartas de créditos para la exportación no se transfirió a otras instituciones o como última medida al Banco Central. Esto provocó el pánico de los acreedores extranjeros y en los depositantes. Finalmente la fase terminal de la crisis comenzó en enero de 1998, debido a una ruptura en el plano interno de la economía de Indonesia. Bajó las constantes inyecciones monetarias, la inflación interna se incrementó enormemente, existía desconfianza en la capacidad de la moneda nacional para cumplir sus funciones y la población comenzó un movimiento de fuga de la moneda hacia los bienes reales. En julio de 1998 se proporcionó al gobierno de Indonesia 10 mil millones de dólares de ayuda directa, que tenían como principal objetivo la necesidad de sostener a la población que se enfilaba a un increíble empobrecimiento.

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La crisis Rusa de agosto de 1998 El problema principal de la crisis financiera radicó en la pésima previsión de cómo se dio la transición de una economía centralizada a una economía de mercado, además de la falta de regulación que existió por parte de sus instituciones. La pésima adecuación de su sistema bancario con las normas regulatorias internacionales fue un grave problema, ya que gran parte de de las inversiones que existían en su sistema bancario provenían de bancos alemanes y otros inversionistas europeos que tenían grandes expectativas en la transición de Rusia. El crash de Hong Kong del 23 de octubre de 1997, fue un detonante en la caída de los mercados financieros rusos, este shock externo influyó negativamente en el mercado monetario y en la Bolsa de Rusia. Además la caída en la demanda en el mercado asiático, provocó una caída en los precios de la energía y de los metales no ferrosos, esto contribuyó a la aparición del déficit en la cuenta corriente. Para Junio de 1998 las tasas de interés reales se encontraban en un 40% y el Estado intentaba refinanciar su deuda interna con los GKO (emisiones primarias de obligaciones del Estado en rublos), pero el volumen de estas emisiones había descendido hasta el 2% del PIB. El 14 de julio el Gobierno ruso emprendió negociaciones con el FMI. Se movilizó un total de 22 700 millones de dólares. El programa tenía diversos objetivos: el control de los gastos presupuestarios, alargamiento del plazo promedio de la deuda, aumento de ingresos fiscales, ya que una mayor credibilidad presupuestaria permitiría una caída en las tasas de interés y llevaría a una disminución de las necesidades del Estado del financiamiento público. La causa principal del derrumbe final, se encontró en la caída de los precios de las obligaciones rusas en divisas, negociadas en el mercado internacional (euro emisiones) y las negociadas en Moscú (Minfins bonds). Los bancos rusos habían empleado su cartera de estos títulos como garantía de los préstamos internacionales, de esta forma los fondos que se obtenían eran invertidos en GKO, pues estos títulos tenían tasas de interés más altas que los bonos en divisas. Sin embargo, muy pronto comenzaron a caer el precio de las obligaciones en divisas, lo que provocó que los bancos comenzaran a vender sus GKO para transferir las contrapartidas a sus acreedores internacionales, mediante el mercado cambiario, muy pronto el Banco Central de Rusia quedó como único comprador neto de los GKO y de rublos. El Banco Central absorbió un total aproximado de 1 700 millones de dólares de GKO y perdió 3 300 millones de dólares de reservas en divisas. Se produjo entonces el colapso final del sistema financiero ruso: caída del 40% del rublo, bloqueo del sistema de pagos mayorista y minorista, fuga de los depositantes en los bancos, interrupción en el flujo de ingresos fiscales del Estado En este lapso de tiempo el Banco Central inyectó una gran cantidad de liquidez en el sistema y trató de sostener el tipo de cambio. Sin embargo, después de que por alrededor

15 de dos semanas el Banco sufrió una pérdida de 2 400 millones de dólares y se vio obligado a dejar flotar el rublo libremente. La devaluación de la moneda rusa el 17 de agosto de 1998, fue el final de la estabilidad rusa, marcó de igual forma la necesidad del Estado de aumentar su recaudación fiscal. Posteriormente la moneda se debilitó por el descenso en los precios del petróleo, esto provocó incertidumbre y se incrementó la fuga de capitales en alrededor de 4 000 millones de dólares. La crisis de Brasil La crisis cambiaria que sufrió Brasil en el periodo de 1997-1998 tuvo un final bastante exitoso, comparado con las crisis que sufrieron México y Argentina. Brasil se acató a las reglas y después de la ruptura con el anclaje cambiario, consolidó su mercado. Hasta finales de los años ochenta, las estrategias apuntaban a relajar el vínculo entre la moneda nacional y sus sustitutos, esto con el objetivo de que la moneda nacional mantuviera un monopolio los mas amplio posible sobre las funciones monetarias. El gobierno de Brasil, en 1994 adoptó una postura diferente, ya que precipitó una coordinación completa y voluntaria de loas agentes a partir de un único índice de precios, publicado diariamente por el Banco Central. La población contaba y pagaba con dos unidades totalmente autónomas, esto era un proceso de indexación. Mientras que la vieja unidad de pago se devaluaba un 50% mensual, el nuevo indexador ya había anclado la unidad de cuenta. El banco Central emitió nueva moneda, que tenía el monopolio de unidad de pago y cuya unidad de cuenta era el índice de precios utilizado por el Banco Central para protegerse de la depreciación de la vieja moneda. Tal vez, la salida exitosa de la crisis brasileña se debe a que su moneda no se encontraba fuertemente dolarizada, ya que desde el momento en que el tipo de cambio se altera, el conjunto en la escala de precios se ajusta de manera idéntica. La crisis de Argentina Los problemas en la economía de Argentina, comenzaron en el año 2000, cuando el FMI, preparó un plan económico para dicho país. Este programa pretendía bajara las tasas de interés para propiciar una expansión económica. Por otro lado, las tasas de interés internacionales se mantenían a la alza. Argentina, enfrentó una crisis de confianza, los precios aumentaron y se reflejó el total fracaso del programa monetario realizado por el FMI. El problema era que en Argentina se había establecido un régimen bimonetario, ya que el 65% de los depósitos bancarios estaban dolarizados además de que el sistema de pagos interbancarios también estaba dolarizado. Por esta razón el proyecto del gobierno de pesificación de la economía hacia pensar que este plan sería un enorme fracaso. El proyecto de pesificación de la economía giraba en torno a os importantes objetivos: el primero se dirigía a la reconstrucción de una moneda nacional viable y el segundo pretendía reducir sustancialmente los efectos redistributivos ya registrados por la depreciación del peso.

16 Sin embargo, el cambio de unidad de cuenta fue una excusa para una operación específica de redistribución en beneficio principal de las empresas. Una segunda manipulación pretendía indexar las deudas pesificadas a la inflación: el capital sería revaluado automáticamente y recibiría una tasa de interés del 2%.. Otros factores que provocaron el colapso financiero de Argentina fueron: la privatización de la empresa nacional Yacimientos Petrolíferos Argentinos, adquirida por una compañía española; el indebido manejo del dinero de las privatizaciones, y la inexistencia de una transparencia y falta de una neutralidad redistributiva máxima en el cambio de unidad de cuenta. La crisis de Turquía La crisis de Turquía de 2001, tiene sus antecedentes desde el año de 1999 cuando su economía sufría de una inflación abrumadora de cerca del 100% anual. En diciembre de 1999 el FMI intervino con un préstamo de 4 000 millones de dólares, el principal objetivo: reducir la inflación. El programa a su vez permitía a la lira turca depreciarse lentamente frente a una canasta de euro dólares. El FMI mantenía una restricción que consistía en que el banco central de Turquía debía controlar el nivel de sus activos locales netos, esto significaba que la base monetaria solo podía cambiar por medio de transacciones extranjeras en el banco central. Las tasas de inflación en efecto se redujeron, por otra parte, el nivel de reservas del banco central disminuyó. Para compensar el bajo nivel en el componente extranjero de la base monetaria, el banco central comenzó a inyectar liquidez en el sistema. Los activos locales netos alcanzaron en diciembre de 2000 un máximo de 3 billones de dólares. De esta manera se creo una economía artificial, ya que los bancos obtenían la mayor parte de sus ganancias mediante la inversión en bonos del tesoro, en vez de conceder créditos a los inversionistas locales, también recurrían a créditos del exterior con intereses mucho mas bajos para invertir en bono gubernamentales. La economía de Turquía ahora se basaba en la especulación financiera. Consecuencia de esto, el gobierno tuvo que rescatar una docena de bancos, lo cual tuvo un costo enorme, ya que el gobierno gastaba alrededor de 15 millones de dólares diarios. La desconfianza en la economía provocó la caída de la bolsa y la divisa turca, obligando a una fuerte devaluación la cual perdió en tres años a partir de 2000 cerca de 200% de su valor frente al euro y el dólar. El ahorro interno era prácticamente nulo pues las tasas de interés por parte de los bancos eran mínimas e inferiores a la tasa de inflación. En cambio, las tasas de interés cobradas por créditos eran altísimas, lo cual frenaba la inversión, la fuga de capitales fue masiva. La crisis de la “Nueva Economía” La nueva economía es la transformación que sufren los procesos de producción, distribución, formas de trabajo y operaciones de financiamiento en la economía mundial por la introducción de la tecnología digital. Durante los la década de 1980 se modificaron

17 los procesos de calidad, durante los década de 1990 el mercado financiero global se vio envuelto en una globalización informática y digital. La velocidad en la toma de decisiones era mucho más rápida, además gracias a la conectividad se creó un mercado financiero que operaba las 24 horas del día. Las empresas de base tecnológicas, sobre todo las basadas en la tecnología del internet sufrieron un boom enorme y se vieron fortalecidas en el año 2000. Esto provocó un exceso de inversión de activos en dichas empresas y la competencia del mercado propició una caída de los precios que repercutió en la baja notable de empresas que cotizaban con el índice Nasdaq. Los consumidores estadounidenses que optaron por mantener sus ahorros en fondos que cotizaban en tales empresas vieron caer drásticamente sus rendimientos. Los consumidores estadounidenses ahora migraban sus fondos de ahorro bursátil hacia las empresas ligadas al Internet, las que a su vez tuvieron una ganacia promedio mayor en sus cotizaciones y fue justo en ese sector donde comenzó la caída de los títulos bursátiles. La caída de los precios de las empresas tecnológicas provocó una recesión de los Estodos Unidos en el año 2001. Las cifras eran las siguientes: La Reserva Federal redujo ocho veces la tasas de interés en los primeros 3 trimestres del año. En ese periodo se registraron 893 fusiones por 62.3 mil millones de dólares en comparación con 1481 fusiones por un monto de 283.6 mil millones de dólares en 2000. A finales de2001 el crecimiento económico de EUA fue de alrededor de 2.6% , el mas bajo registrado desde 1993.

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BIBLIOGRAFÍA Girón González, Alicia. Crisis Financieras. México. Universidad Nacional Autónoma de México. 2002. Pettis, Michael. La máquina de la volatilidad: los mercados emergentes y la amenaza de su colapso financiero. España. Turner Publicaciones. 2001 Sgard, Jerome. La economía del pánico: como enfrentar las crisis financieras. Francia. Fondo de Cultura Económica. 2002.